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La interfase psicosociojurídica”
Resumen
La complejidad de los casos derivados por los juzgados hace indispensable que su
abordaje sea desde un marco intersectorial, ya que cualquier problemática familiar está
determinada por múltiples causas, que incluyen aspectos sociales, psicológicos, médicos,
grupales, económicos; etc.
El trabajo en la interfase es interdisciplinario y/o intersectorial y requiere de un esfuerzo y
diálogo permanente entre los operadores de las distintas disciplinas. Referido al contexto
psico-socio-jurídico, sucede mientras se prepara el terreno para que la acción judicial sea
efectiva. Es la plataforma sobre la cual se desarrolla la tarea.
Desde esta perspectiva podemos pensar que los aspectos psicológicos del procedimiento
no irían por fuera del proceso judicial, sino que estarían entrelazados. La acción conjunta
psicosociojurídica ejercida como práctica dialógica, realizada operativamente, es
alternativa y simultánea, va indisolublemente asociada. Nos referimos, de este modo, a un
adecuado acople estructural entre el equipo judicial y el equipo de salud mental.
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Abstract
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“Implementación de las prácticas dialógicas con familias judicializadas. La interfase
psicosociojurídica”
Introducción
El presente artículo es el resultado del trabajo conjunto realizado por las autoras en el marco de
la Práctica Profesional área Justicia “El trabajo con familias en el ámbito jurídico” Facultad de
Psicología, carrera de grado, ciclo de formación profesional, Universidad de Buenos Aires. En
ese marco y a fin de validar en forma empírica nuestras hipótesis y constructos teóricos es que
hemos realizado una primera investigación que se denominó: “Impacto del trabajo de interfase
psicojurídica en familias con conflictos judiciales” que fue aprobada por el comité de docencia e
investigación del Hospital Dr. Cosme Argerich en marzo de 2008. Dicha investigación fue
incluida en proyectos UBACyT dirigidos por la Magister Cristina Erausquin. En esa investigación
se focalizó en el resultado del trabajo que se realizó con las derivaciones de Juzgados
Nacionales y Provinciales al Equipo de Atención a Familias y Parejas del Hospital Argerich.
Los resultados obtenidos en ese momento dieron cuenta que el abordaje desde el
encuadre del trabajo denominado de interfase psicojurídica promueve una resolución
eficiente y eficaz para la problemática que atraviesa la familia con conflicto judicial.
Entendiendo por resolución eficiente y eficaz a aquella que permite: disminuir o
desaparecer la escalada judicial y/o la realización de acuerdos duraderos que no
requieran mayor intervención y puedan autorregularse en el tiempo.
Esta modalidad de abordaje permitiría para la familia involucrada obtener una resolución o
disminución del conflicto en un período de tiempo acotado y con un impacto menor en la
salud mental de cada uno de sus miembros en comparación con otras modalidades de
abordaje. En ese sentido, este encuadre también generaría el fortalecimiento de factores
de resiliencia en los niños que forman parte de las familias que atraviesan este tipo de
conflictos.
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intervinientes sería una modalidad que facilita la tarea y disminuye los plazos de
intervención (disminuyendo también los impactos negativos que muchas veces acarrea el
trabajo con dichas problemáticas para los profesionales a cargo)
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Marco Teórico y definiciones
El marco teórico del presente trabajo tiene como eje principal lo que denominamos
“trabajo en interfase”.
El trabajo en interfase genera efectos que permiten al operador moverse con soltura en
el resbaladizo terreno de las situaciones judiciales. Lo judicial, a través de la orden del
juez, reasegura el continente psicológico que suele desbordar cuando se desatan las
pasiones, los conflictos individuales, de pareja, familiares y de contexto. De idéntica
manera el aporte psicológico-social permite a jueces y juezas impartir una mejor
justicia, en la medida en que pueden reconocer los patrones de conducta de las familias
o parejas en crisis que llegan al juzgado.
Es necesario tener en cuenta que las familias que llegan al ámbito jurídico han agotado
las instancias previas y/o han desbordado los diques que intentaron construir otras
instituciones, ya sean educativas, de salud, comunitarias, etc.
En este sentido resaltamos que el contexto judicial se vuelve ámbito de intervención para
el equipo de salud mental, en tanto consideramos que la medida judicial apropiada,
aplicada en el momento oportuno, funciona como una verdadera intervención en crisis.
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Pensado como un abordaje que permitiría organizar estrategias más adecuadas para
trabajar con las familias. El trabajo de interfase exitoso puede transformarse en proceso
terapéutico.
Desde esta perspectiva tanto en la atención como en la evaluación se incluye la red social
con el objetivo de lograr cambios de conducta que tiendan a promover resoluciones más
saludables y no contribuyan a la cronicidad y recurrencia de los síntomas (modificación de
secuencias estereotipadas).
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circuito más amplio, desde una lógica circular progresiva en la cual se tiene en cuenta el
feed back y el refuerzo recíproco.
La interfase remite a enlace, contacto, conexión entre dos o más personas, situaciones,
instancias, grupos, instituciones, sectores. En este sentido, interfase e interdisciplina
están íntimamente relacionadas. Fried Schnitman y Schnitman, (2000) mencionan que los
“espacios intermedios” pueden ser definidos como una instancia dialógica de acción social
coordinada.
Resulta interesante incluir la práctica dialógica tal como la propone Dora Fried
Schnitman (2010) quien incorpora el pensamiento de Bakhtin diciendo que es un proceso
de relación recíproca entre personas, quienes son coautores de aquello que sucede en
el diálogo. Quienes participan tienen una comprensión activa y anticipatoria de lo dicho
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y escuchado. Todo diálogo es singular, ocurre en momentos y contextos específicos.
Todo lo que se dice siempre tiene un proyecto, siempre está en proceso y siempre es
incompleto. La comprensión está enraizada en una acción social conjunta.
El trabajo en interfase
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Tanto en el ámbito público como en el privado los operadores que trabajan con familias
disfuncionales se ven habitualmente sobrepasados por la multiplicidad de variables que
impactan, atraviesan e interaccionan en un sistema familiar. Variables sociales,
económicas, psicológicas, vinculares, ideológicas, culturales, religiosas, institucionales,
etc se hacen presentes en un entramado que muchas veces parece imposible de
modificar o ser pasible de algún cambio. Sumado a ello, las dificultades y obstáculos con
los que nos enfrentamos para articular, trabajar en red e interdisciplinariamente; no hace
más que desalentar al más voluntarioso y colaborar con la amplificación y/o cronicidad de
la problemática familiar. Podríamos pensar que ello conlleva a la repetición de historias y
secuencias de interacción para las cuales pareciera no haber alternativa posible.
Asimismo el trabajo en interfase posibilita a los operadores obtener una mirada integral y
de mayor complejidad de la problemática a trabajar.
El operador de Interfase
En general, las familias derivadas por los juzgados se caracterizan por la falta de
motivación y/o negación para incluirse en un espacio terapéutico ya que dichas familias
concurren porque “el juez los obliga”, es decir que no existe demanda espontánea. Esta
situación confronta al terapeuta con dos órdenes de motivación:
Puede suceder que lo que para el juez es un problema para la familia no lo es y viceversa.
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La práctica clínica
El grupo familiar fue derivado solicitando la vinculación entre tres hijos adolescentes y su
padre. Durante varios años de causa judicial, la familia inició nueve expedientes diferentes
en los cuales se incluían denuncias por violencia familiar. La hija mayor deja de ver al
padre en el año 2009 y al año siguiente los dos hijos menores también se rehúsan a
mantener algún tipo de contacto.
El padre inicia el expediente de régimen de visitas en el año 2012. En ese contexto son
derivados a un tratamiento familiar que no se continúa porque el padre deja de asistir. El
litigio judicial continúa y el padre vuelve a pedir en el año 2013 la vinculación con sus
hijos. En ese contexto se presenta sin aviso en varias ocasiones en el colegio de los
mismos ocasionando varios conflictos y malestar.
Vuelven a ser derivados a un espacio terapéutico (Centro de Salud Mental N°1 “Dr. Hugo
Rosarios”)
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El trabajo conjunto posibilitó una modalidad de comunicación que permitió a los miembros
de la familia ser escuchados y respetados en su perspectiva de la situación, el padre pudo
transmitir a sus hijos lo que consideraba importante, a través de la terapeuta, -en forma
escrita-, y los hijos hicieron llegar del mismo modo sus vivencias al padre. Ello tuvo un
impacto no solo en el sistema familiar sino también en el judicial. El consejero
interviniente, a partir de lo señalado por los alumnos de la práctica profesional, se
cuestionó su accionar y su insistencia que redundaba en habilitar un pedido que conducía
a la repetición de las mismas secuencias disfuncionales. Asimismo reforzaba la
resistencia de los miembros de la familia, impidiendo la posibilidad de trabajar sobre lo
acontecido.
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judicial y el de salud mental. Los hijos mantuvieron su negativa al contacto con el padre, lo
cual fue respetado, y repercutió en forma positiva en el vínculo que establecieron con la
terapeuta. Por otra parte desde el equipo de salud se empezó a desarrollar un constructo
teórico a partir de este caso definido como “desvinculación constructiva”.
La desvinculación constructiva
En aquellos casos en los que el juez o jueza ordenan la revinculación de madre o padre,
con hij@s pequeñ@s o adolescentes que se niegan a ello (habiendo descartado
situaciones de riesgo), pensamos en enfocar el proceso hacia una desvinculación
constructiva, como recurso terapéutico; que posibilite una respuesta diferente en el
mediano/largo plazo. Insistir en la obligatoriedad, entorpecería el camino hacia un posible
encuentro futuro.
La propuesta focaliza en trabajar con los padres y madres respecto que la orden judicial
puede dinamizar procesos, pero frente al oposicionismo adolescente y/o la vulnerabilidad
infantil, exhortar con citaciones, pericias, etc., puede volver iatrogénica la acción judicial,
con la consecuente rigidez que pondría en riesgo, la continuidad del proceso terapéutico y
podría tener un impacto negativo en la salud de los involucrados.
El efecto que se busca, planteando la tarea de este modo; es respetar los tiempos del
niñ@ o adolescente, quitando fantasías persecutorias, si las hubiere, para dar un valor a
lo transmitido por ambos - padre o madre - a l@s hij@s, de modo tal que lo dicho cobre
un sentido nuevo.
Teniendo en cuenta la conflictiva familiar; se intenta trabajar con el fin de lograr, al menos,
un encuentro donde ese adolescente o niñ@ pueda expresarle al progenitor/a lo que
siente y quiere, y viceversa. En ocasiones esto es posible luego de un abordaje individual,
con el objetivo de preparar dicho encuentro. Frecuentemente l@s hij@s sienten temor a
enfrentar esta situación, para ello es importante garantizar un “espacio cuidado”,
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fortaleciéndolos para la implementación de estrategias de afrontamiento 1. El encuentro
puede ser presencial. De no ser posible; se buscan otras formas. El modo epistolar, por
ejemplo, a través del cual, el o la progenitor/a le escribe al hij@ o viceversa.
Otro aspecto a tener en cuenta es el seguimiento que el o la terapeuta realiza, con el fin
de cuidar el espacio/tiempo del proceso terapéutico, a modo de base segura(Bowlby J.
1989) para que tanto niñ@s como adolescentes se sientan respetad@s, escuchad@s y
se posibilite la continuidad del proceso.
Conclusiones
El rol del operador de interfase, desde su abordaje, pretende superar la fragmentación que surge
entre las instituciones y sus miembros. El propósito del mismo es promover las prácticas
dialógicas pensadas como la generación de interlenguajes y la coordinación de intervenciones y
estrategias. Asimismo se considera relevante para su tarea la construcción de redes (formales e
informales) y la construcción de la “confianza básica” (Erikson E., 1968,1972, 1974) entre los
operadores (indispensable para facilitar la tarea)
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Fried Schnitman D. (2017) Afrontamiento generativo como constructor de futuros. En Diálogos para la transformación. Desarrollo
de proyectos e investigación generativa orientados a la construcción de futuros en Iberoamérica. Vol.3. Fried Scnitman D (editora)
A Taos Institute Publication.
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El profesional psicólogo para intervenir de este modo, requiere ampliar su mirada desde lo
intrapsíquico a lo interaccional-social. Deberá tener la capacidad de realizar lecturas
contextuales de las situaciones planteadas y promover una intervención psicosocial. Asimismo
coordinará acciones con otros actores de las diversas disciplinas.
Continuidad de la investigación
En la actualidad se ha presentado un proyecto de ampliación de la investigación inicial en la cual
colaboran alumnos y profesionales de las distintas disciplinas e instituciones involucradas:
Universidad de Buenos Aires, Facultad de Psicología, Práctica Profesional área Justicia “El
trabajo con familias en el ámbito jurídico” Coordinador docente: Lic. Melina Siderakis- Lic. Silvia
Crescini (profesora invitada) Lic. Laura Vidal ATPR (terapeuta a cargo)
Centro de Salud Mental N°1 “Dr. Hugo Rosarios” Equipo de Atención a Parejas y Familias.
Coordinador: Lic. Héctor Klurfan
Juzgado de Familia N°1 de San Isidro a cargo de Dra. Mónica Urbancic de Baxter (Equipo
Técnico y Jurídico).
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intervinientes ante la diversidad y complejidad de las problemáticas familiares
planteadas en el ámbito judicial?
Asociación por los derechos civiles y UNICEF. Versión preliminar 2010. “Guía de
Buenas Prácticas para el abordaje judicial de niños, niñas y adolescentes víctimas o
testigos de violencia, abuso sexual y otros delitos. Protección de sus derechos y
obtención de pruebas válidas para el proceso. http://www.unicef.org/
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Fried Schnitman D. (2015) Proceso generativo y prácticas dialógicas. En Dimensiones
para la transformación: Experiencias en terapias y otras intervenciones psicosociales en
Iberoamérica. Vol. I. Fried Schnitman D. (editora) Worldshared books – The Taos Institute
Publications. 53-83
Gamba Susana (coordinadora), Diz T., Barrancos D., Giberti E., Mafia D. (2007)
Diccionario de estudios de Género y feminismos. Editorial Biblos.
Minuchin P., Colapinto J., Minuchin S. (2000) ¨Pobreza, institución y familia¨. Amorrortu
editores.
Montalvo B; Isaacs M.; Abelsohn D.(1986): “Divorcio difícil. Terapia para los hijos y la
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Ravazzola M. C. (1997): ¨No siempre somos los mismos¨. Sistemas Familiares. 13(3)
Sluzki C. (1996): “La red social. Frontera de la Práctica Sistémica”. Editorial Gedisa
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