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El periodo Patriarcal comienza alrededor del año 2000 a. C., y dura más o menos tres
siglos. El término “patriarcas” se refiere a Abraham, a su hijo Isaac, a su nieto
Jacob y a los 12 hijos de Jacob, quienes llegaron a ser los antepasados de las tribus
de Israel.
Los relatos en Génesis muestran a los patriarcas comenzando a conocer a Dios, quien se les
revela en una relación personal. Esto fue expresado primero en la promesa hecha a Abraham y
repetida a Isaac y Jacob (Gn. 12:1–3; 26:3–5; 28:13–15) que sus descendientes serían una gran
nación y que vivirían en la tierra de Canaán.
Es el personaje más importante del Génesis y uno de los más importantes de la Biblia
entera; su llamamiento, desde Ur de los Caldeos, es el más importante del Antiguo
Testamento. Aquí se inicia una nueva dispensación LA PROMESA.
PRUEBAS DE ABRAHAM.
Dios confirma su promesa haciendo un pacto solemne con Abraham, le pidió que
respondiera en fe a las promesas; que las aceptara y que confiara en Dios como su
Señor. Por cuanto así lo hizo, Abraham fue aceptado por Dios como justo y fue
ratificado en una relación directa con Él.
Las partes pactantes se ponían cada uno al extremo del animal dividido y asaban
entre las piezas. Así expresaban: si no cumplo mi parte del pacto me someto a ser
cortado en pedazos como este sacrificio. El horno humeando y la antorcha,
representaban la presencia de Dios. Dios estableció las promesas y obligaciones del
pacto; Abraham sólo tenía que aceptarlas en fe obediente. Él y sus descendientes
verían el cumplimiento del pacto mientras estuvieran comprometidos con dios y las
obligaciones del pacto.
La circuncisión. (Gen.17:10-11).
Esta fue la prueba de la suprema fe del patriarca, pero el propósito de DIOS era triple:
1- Fortalecer la fe de Abraham.
2- Darle la oportunidad de una victoria mayor.
3- Recibir una revelación mas profunda de DIOS y su plan por lo que llamó a aquel
lugar. “Jehová Yire, DIOS proveerá”
Sara es la única mujer de la Biblia de quien se menciona la edad que tenia que morir,
127 años. Esto llevó a Abraham a adquirir su primera propiedad en Canaán, fue un
cementerio donde se enterraron los restos de. Abraham, Isaac, Rebeca, Lea, Sara, y
Jacob, a esta se llamó la cueva de “Macpela” Gn. 49:31.
LA CUEVA DE MACPELA
CASAMIENTO DE ISAAC
Según las costumbres de la época, le correspondía hacer al padre del novio hacer los
arreglos correspondientes para el casamiento de su hijo. En este acto se observa el
siguiente paralelismo entre: LAS BODAS DEL CORDERO.
Era importante que el hijo de la promesa que era Isaac se casase con una mujer que
valorase el pacto con el Eterno.
Abraham murió a la edad de 175 años y fue unido a su pueblo y lo sepultaron Isaac e
Ismael en la cueva de Macpela.
ISAAC Y JACOB (Gn. 25:19 – 36:43)
El carácter de Isaac, según se describe en Génesis, está en cierta forma oscurecido por los
acontecimientos de la vida del padre como del hijo. Con el anuncio de la muerte de Abraham, se
percibe que inmediatamente queda presentado Jacob, quien emerge como el eslabón de la
sucesión patriarcal. Lo que sucede es que muchas de las experiencias de Isaac fueron similares
a las de Abraham, por lo que haya poco que narrar al respecto. Isaac heredó la riqueza de su
padre Abraham y continuó la misma forma de vida; llegó a ser próspero, lo que ocasionó
problemas con los filisteos, quienes habitaban en Canaán durante los tiempos patriarcales. Isaac
no es una figura profética de Jesucristo pero existen puntos notables de comparación entre las
dos personas.
Surge luego Jacob, como heredero del pacto, quien negoció con su hermano Esaú para
asegurarse de la herencia y sus derechos. Su capacidad de negociador se hace aparente en su
adquisición de los derechos de primogenitura por el escaso precio de un plato de lentejas. Esto
tuvo como consecuencias muchos problemas en su vida, que con detalle lo narra la Biblia. Algo
extraordinario en su vida fue la extraña experiencia que tuvo al luchar con un varón, a quién
reconoció como un ser celestial.
Su nombre fue cambiado por el de “ISRAEL”, continuando así la descendencia del pueblo de
Dios, que hasta ahora se conoce como la nación de Israel.
José el hijo de Raquel, fue el orgullo y la alegría de Jacob. El establecimiento de las experiencias
de José en la tierra del Nilo ha quedado mostrado como auténtico en muchos detalles (Gn. 39-
50). Por medio de José, Dios libró de la hambruna en Canaán a la familia de Jacob (Israel);
quienes se establecieron en Gosén por orden del Faraón. Allí vivieron 430 años (Ex. 12:40), de
los cuales 400 años estuvieron como esclavos (Gn.15:13-14).