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Propuesta democratización de la universidad de filosofía.

Problematización.

Antes de comenzar, queremos explicar brevemente los fundamentos del porque


como asamblea de filosofía creemos en la necesidad de transformar
estructuralmente, el actual modo de organización con el cual funciona nuestra
universidad.

La educación como institución social cumple la función de reproducir la ideología


dominante y legitimar las formas de conocimiento. Siendo parte de un complejo
aparato estatal servil al poder político y la reproducción de las condiciones de clase,
genero, etnia y las relaciones de poder.

Somos conscientes de que las actuales estructuras de organización jerárquicas son


el reflejo de un proyecto educativo histórico que tienen los grupos dominantes, con
el cual buscan perpetuar un modelo educativo al servicio de sus intereses y de la
reproducción del capitalismo patriarcal.

El ejercicio de poder en autoridades electas -por acotados procesos democráticos-


sin la participación de toda la comunidad es el mecanismo que les permite
manipular las instituciones educativas, tomando el control de la producción de
conocimientos gracias a la influencia estatal, privada y de las autoridades internas
que marginan a la comunidad de la construcción participativa de los fundamentos,
las bases valóricas, ideológicas, de nuestro curriculum, y nos relega a una posición
pasiva. Esperando con esta estrategia nuestra completa subordinación a su modelo
de universidad mercantil.

Por tanto, la democratización es una demanda que representa la necesidad de


reconstruir la universidad y abrir espacios democráticos para la participación total de
las bases, disputar el control desde la recomposición misma de los lazos de nuestra
comunidad y defenderla de la intervención de los grupos dominantes quienes
buscan a cualquier precio seguir perpetuando su orden social.

Es nuestro deber, como estudiantes de una universidad de pedagogía, construir una


universidad al servicio del pueblo, de las comunidades en resistencia, que combata
la ideología dominante, que revise y reconstruya su curriculum desde instancias
democráticas y permanentes, y por, sobre todo, que se sienta con el compromiso de
construir un modelo educativo al servicio de las necesidades del pueblo, de la
abolición del patriarcado, de la superación del capitalismo, del racismo, la xenofobia.

Un proyecto educativo popular que tenga como objetivo ser un instrumento de


nuestro pueblo para formar una sociedad de conciencias libres. En nuestra casa de
estudios se están formando los profesores del mañana, que educaran a las nuevas
generaciones, no es menor entonces la responsabilidad que lo queramos o no,
recae sobre nuestros hombros. Es preciso asumir las tareas que nos impone este
nuevo siglo con compromiso y determinación.

El poder no puede seguir concentrándose en rectoría, acumulándose en los


burócratas de terno. Es preciso abrir desde ya nuevos espacios democráticos que
pongan en crisis el poder de aquellos que están sentados cómodamente en sus
cúpulas, espacios desde los cuales podremos ser capaces de construir nuestro
propio poder universitario, y así, abrazarnos al compromiso histórico de la
transformación de nuestra realidad. Como bien nos enseñó Foucault, toda relación
de saber es al mismo tiempo, una relación de poder.

Proceso instituyente.

La última asamblea general triestamental realizada el 24-9-2017, que convocó a gran parte
de funcionarias y funcionarios, estudiantes y docentes, que recogió los procesos de
discusión asambleario de las diversas carreras (9) y departamentos llevadas de manera bi o
triestamental, reflexionó sobre los efectos y maneras de enfrentar el proyecto de ley de
universidades estatales, como también expresó la necesidad de avanzar y trabajar de
manera triestamental en la democratización de la universidad que sigue funcionando con
estatutos heredados de la dictadura.

Como acuerdo de asamblea (sintetizado por una comisión redactora de carácter


triestamental conformada en la misma asamblea) se definió que como comunidad nos
declaramos en contra el proyecto de ley, por atentar contra la autonomía universitaria, al no
presentar una triestamentalidad efectiva en nuestros organismos administrativos. Por
resguardar el derecho de la elección de los cargos unipersonales solo para el estamento de
académicos. Por seguir perpetuando el rol subsidiario del Estado manteniendo el método de
financiamiento vía boucher y no permitiendo el financiamiento de la educación publica vía
aportes basales. Además de reconocer la necesidad de articularnos con otros sectores
sociales, estudiantes secundarios y organizaciones de profesores, para la defensa de la
educación Chilena corrompida por las manos el poder imperante.

Como departamento no creemos que sea posible que la reforma de universidades estatales
sea depuesta o bajada a menos que desde el Ministerio de educación retiren dicho
proyecto, cuestión contradictoria a las intenciones del pasado gobierno de la Nueva
Mayoría.

Además, consideramos insuficiente la estrategia de la incidencia, pues está representa la


reproducción de una política peticionista que anula nuestra capacidad como comunidad de
constituir una fuerza social capaz de forjar un poder propio, dependiendo siempre de
mediaciones políticas.

Desde filosofía se propone la transformación y ejercicio de la autonomía de facto,


esto quiere decir, ya no esperar el estatuto venidero y la normatividad impuesta
desde el ejecutivo. Sumando, además, el compromiso expresado públicamente por
rectoría de realizar la voluntad de la comunidad universitaria.

Nuestra propuesta consiste en abrir 3 espacios a la participación de la comunidad,


ocupar el que ya se nos ofreció y aprovechar los vacíos legales que se presentan
con el proyecto de ley:

- La transformación del consejo académico y su paso a convertirse en consejo


universitario, con participación triestamental vinculante.
- La conformación de un consejo académico-estudiantil por departamento.
- -La apertura del consejo de facultad y su participación triestamental
vinculante.
- La participación en la comisión central de estatutos, para integrarnos al
proceso orgánico de reformulación de dichos estatutos. (ya se nos hizo la
invitación, hay que elegir un representante por facultad).
- Aprovechar los vacíos legales presentados por el proyecto de ley para
construir autonomía en nuestra universidad.

El proyecto de ley establece que aquellas universidades que no hayan


reformulados sus estatutos vigentes de dictadura tendrán un plazo de 3 años
desde que entre en vigencia dicha ley para hacerlo, mientras tanto, el
reglamento interno vigente será el que regirá dicha universidad. No existen
normas transitorias, por lo que la ley establece es un proceso donde los
estatutos sujetos a reformulación tendrán que regirnos mientras se terminan los
que serán presentados ante el gobierno de Piñera.

El vacío legal es simple, hay un plazo de 3 años en el que tenemos que elaborar
nuestros nuevos estatutos para presentarlos al ejecutivo, mientras tanto, nos
reglara el reglamento interno. La invitación es a convertirnos en una fuerza
política con relevancia he incidencia al interior de la universidad, aprovechar
estos 3 años para abrir los espacios a la participación triestamental, romper con
el gobierno y el Estado desde las bases.

Nos pueden argumentar que la ley no contempla estas ideas, pero somos
conscientes de que no hay normas transitorias para la reformulación de
estatutos, si el Rector Espinoza esta tan a nuestro favor como lo expuso en la
asamblea triestamental, entonces que haga efectiva la voluntad de la comunidad
universitaria de la participación total, la democracia plena.

Paso 1: Comisión central de estatutos:

Al ser un espacio en el que se invito a la participación estudiantil, debemos elegir


nuestros representantes por facultad y aportar al proceso de reformulación
estatutario, además de ocupar este espacio para hacer presión y tensionar a que
los demás organismos de poder también se abran a la participación de la
comunidad.

Es el primer paso pues es la única instancia a la que nos invitaron a participar,


corresponde ocupar efectivamente este espacio como estamento antes de salir
exigir más instancias en las que participar.

Organismo máximo triestamental.

El llamado consejo académico debe pasar a ser consejo universitario, con


participación estudiantil, funcionaria y académica.

En vistas a avanzar hacia la efectiva democratización de la universidad,


respondiendo tanto al hecho de que las decisiones y facultades que viene tomando
y cumpliendo el consejo académico afectan e influyen al conjunto de la comunidad
universitaria compuesta en sus tres estamentos, como al antecedente que la
reforma de educación superior ya incorpora un órgano colegiado con participación
triestamental de similares características al rol que podría cumplir nuestro actual
consejo académico, si este se abre a la participación efectiva con voz y voto de
estudiantes, funcionarios y académicos.

Los integrantes del consejo universitario deben ser (este sería modificación al
artículo 27 del estatuto vigente):

1. Rectoría.
2. Decanos.
3. Vicerrectora Académica.
4. Dos representantes estudiantiles.
5. Dos representantes del estamento funcionario.
6. Dos/cuatro representantes académicas y académicos.

El punto último (Número 6), de quedar sujeto a reflexión triestamental, donde deben de
considerarse las cuotas de poder y, como son electas y por qué estamentos. Ya que cabe la
posibilidad de considerar la elección de un académico de manera vinculante entre los otros
dos estamentos.

Nuevo artículo.
Toda carrera debe de tener un consejo de composición académico-estudiantil de
manera permanente y vinculante en sus decisiones, este debe estar compuesto por
representantes de cada generación y uno desde quinto en adelante. De manera
obligatoria.
Obligaciones administrativas:
a. Toda sesión debe contar con una síntesis de lo tratado y ésta aprobada por
sus participantes.
b. Toda y todo representante estudiantil tiene la obligación de asistir a las
sesiones.
c. Toda y todo representante estudiantil debe tener quien le supla, pudiendo
este ser el representante de la carrera, una o un miembro dispuesto con
anterioridad o quien esté expresamente ratificado por su generación.
d. Este debe de considerar las siguientes excepciones:
d.1 Si las carreras tienen distintas especialidades debe considerar una o
un representante por cada especialidad.

De los Integrantes de los Consejos de Facultad (Art. 33)

Cada Consejo de Facultad está constituido por:

a) El Decano quien lo preside.


b) Los Directores de los Departamentos que constituyen la Facultad.
c) los Directores de Institutos que sean parte de la Facultad.
d) Dos Profesores Titulares y dos Profesores Asociados, que son designados de
acuerdo al Reglamento General de Facultades y que durarán dos años en el
ejercicio de sus cargos.

Nuevo artículo:

Este debe contener un integrante estudiantil por carrera.

Obligaciones administrativas.
1.Toda sesión debe contar con una síntesis de lo tratado y ésta ser aprobada por
sus participantes.
2. Toda y todo representante estudiantil tiene la obligación de asistir a las sesiones.
3. Toda y todo representante estudiantil debe tener quien le supla, pudiendo este
ser el representante de la carrera, una o un miembro dispuesto con anterioridad o
quien esté expresamente ratificado por su carrera.

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