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Derecho I: Mercantil
conductas “de minimis”, entendidas como aquellas que, por su menor importancia,
no son susceptibles de afectar de forma significativa a la competencia.
La Comisión Nacional de la Competencia: constituye la pieza fundamental del sistema creado por la
Ley. Se trata de una entidad de Derecho Público con personalidad jurídica propia y plena capacidad
pública y privada, adscrita al Ministerio de Economía y Hacienda, cuya función principal consiste en
instruir y resolver sobre los asuntos que tiene atribuidos por la Ley.
Se consideran contracciones económicas las operaciones que originen un cambio estable del
control de la totalidad o parte de una o varias empresas como consecuencia de:
A estos efectos se entenderá que una operación de concentración tiene dimensión comunitaria
cuando el volumen de ventas mundial de todas las empresas participantes supere los
5.0001000.000€, siempre que, al menos dos de estas empresas, tengan un volumen de negocio
superior a los 2501000.000€ en los países de la Unión Europea.
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“Se entiende por marca todo signo susceptible de representación grafica que sirva para distinguir
en el mercado productos o servicios de una empresa de los de otras”. (art.4)
La función primordial que cumplen las marcas es una función identificadora del origen de los
productos o servicios a los que designa que, a través de la marca, se asocian automáticamente al
empresario que los ofrece en el mercado. Las marcas cumplen también diversas funciones
económicas:
Todas estas funciones hacen que las marcas lleguen a alcanzar una sustantividad y un valor
propios e independientes de los productos o servicios a los que designan, de tal modo que
aplicadas a otros productos o servicios diferentes pueden aportar un valor añadido sustancial en
orden a su comercialización en el mercado.
El signo en qué consiste la marca puede estar formado por (art.4. Ley de Marcas):
a) “Palabra o combinaciones de palabras, incluidas las que sirven para identificar a las
personas”.
b) “Imágenes, figuras, símbolos y dibujos”.
c) “Las letras, las cifras y sus combinaciones”.
d) “Las formas tridimensionales, entre las que se incluyen los envoltorios, los envases, la
forma del producto o su presentación”.
e) “Los sonoros”.
f) “Cualquier combinación de los signos o medios que, con carácter enunciativo, se
mencionan en los apartados anteriores”.
A. Prohibiciones Absolutas:
a) Los signos genéricos y los que por razón de su uso se hayan convertido en habituales
para designar los productos o servicios que pretendían distinguir. Excepto para marcas
que no tengan nada que ver con los productos designados por ese nombre.
b) Los signos descriptivos, que indiquen o designen la especie, calidad, procedencia
geográfica u otras características de los productos o servicios a individualizar.
c) Los signos geográficos, salvo para las marcas colectivas y de garantía, que podrán estar
integradas exclusivamente por estos signos geográficos.
d) Las formas necesarias para obtener un resultado técnico o que den un valor sustancial
al producto.
e) Los signos contrarios a la ley, orden público o a las buenas costumbres.
f) Los signos engañosos que puedan inducir a error al público o a los consumidores.
g) Los que reproduzcan o imiten la denominación, el escudo, la bandera, las
condecoraciones y otros emblemas de Estados u Organizaciones Internacionales, de
España, Comunidades Autónomas, municipios, provincias.
B. Prohibiciones Relativas:
a) Que por ser idénticos o semejantes a una marca o un nombre comercial anteriormente
registrados y por ser idénticos o similares los productos, los servicios o las actividades
que designan exista un riesgo de confusión en el público.
b) Que por ser idéntico o semejante al nombre comercial o a la denominación social de una
persona jurídica y por ser idéntico o similar su ámbito de aplicación exista riesgo de
confusión en el público.
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c) Que consistan en el nombre civil o la imagen de una persona distinta del solicitante o
cualquier signo por el que la generalidad del público identifique a una persona distinta
del solicitante.
d) Que sean idénticos o semejantes a otros protegidos pro derechos de autor o de
propiedad industrial.
5. Clases de Marcas:
A. Por su configuración pueden distinguirse:
i. Marca Denominativa: en las que el signo distintivo está integrado por palabras o
combinaciones de palabras.
ii. Marcas Gráficas: en las que el signo distintivo está integrado por imágenes, figuras,
símbolos o gráficos.
iii. Marcas Tridimensionales: entre las que se incluyen los envoltorios, los envases, la
forma del producto o su presentación.
iv. Marcas Mixtas: en la que el signo distintivo consiste en una combinación de varios
elementos propios de las marcas denominativas, gráficas y tridimensionales.
B. Por el objeto designado, las marcas pueden clasificarse como:
i. Marcas de productos, si se utilizan para distinguir cosas u objetos.
ii. Marcas de servicios si se utilizan para distinguir la actividad que el empresario presta
en relación con la mera circulación de los bienes o la riqueza, en general.
C. Por la naturaleza de su titular, las marcas se clasifican como:
i. Marcas Individuales: son las registradas por un determinado empresario para
distinguir los productos o servicios que lanza al mercado.
ii. Marcas Colectivas: son las registradas por asociaciones de productores, fabricantes,
comerciales o prestadores de servicios con la intención de hacer accesible su uso a
todos los miembros de la asociación “para diferenciar en el mercado los productos o
servicios de sus miembros, de los productos o servicios de quienes no forman parte
de esa asociación”.(art.58)
D. Por su función económico-empresarial, se distinguen las marcas de garantía. Son aquellas
que certifican las características comunes y en particular la calidad, los componentes o el
origen geográfico de productos o servicios elaborados o distribuidos por personas
autorizadas y controladas por el titular de la marca. Denominación de origen.
E. Por su difusión:
i. La marca notoria es aquella generalmente conocida por los competidores, las
personas que participan en los canales de distribución y los consumidores reales o
potenciales del producto o servicio que designa la marca.
La marca notoria goza de una protección especial en la Ley, de tal modo que, si está
registrada, no podrá registrarse ni usarse una marca idéntica o semejante, aun
cuando se solicite para productos o servicios distintos de los protegidos por la marca
notoria, siempre que exista un riesgo de asociación entre los productos o servicios
designados o los titulares de las marcas, o bien pueda implicar un aprovechamiento
indebido o un menoscabo del prestigio de la marca notoria.
Cuando no esté registrada, la marca notoria gozará de la misma protección, si bien
registrada al ámbito de los productos y servicios a los que se viene aplicando.
ii. La marca renombrada es aquella conocida por el público general. El titular de una
marca renombrada, aunque no esté inscrita, podrá oponerse al registro, pedir la
nulidad y prohibir el uso de una marca idéntica o semejante, cualquiera que sea la
clase de productos para los que se solicite, se haya registrado o use, siempre que
exista un riesgo de asociación entre los productos o servicios designados o los
titulares de las marcas, o bien pueda implicar un aprovechamiento indebido o un
menos cabo del prestigio de la marca renombrada.
6. Nacimiento y Contenido del Derecho de Marca :
A. Nacimiento: el derecho sobre la marca se adquiere por el registro. El derecho surge de la
inscripción en la Oficina de Patentes y Marcas, que tiene efectos constitutivos y no
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meramente declarativos. Ellos sin perjuicio de la protección que, como hemos analizado
también se otorga a los titulares de marcas notorias y renombradas no escritas.
El registro de la marca se concede por un periodo inicial de diez años que puede ser
indefinidamente renovado por sucesivos periodos de esta misma duración.
B. Contenido: el derecho de exclusiva que otorga la marca, cuya protección se extiende a todo
el territorio español, se descompone en una pluralidad de facultades a favor del titular de la
marca, que le permiten:
a) Usar la marca en exclusiva en el tráfico económico para sus productos y servicios,
en su documentación comercial, en la publicidad, en redes telemáticas y como
nombre de dominio.
b) Impedir que un tercero no autorizado use un signo que por ser idéntico o semejante y
por distinguir productos o servicios idénticos o similares, implique un riesgo de
confusión del público.
c) Oponerse a que se inscriba en la Oficina de Patentes y Marcas, como marca o como
nombre comercial, un signo que sea confundible con el que ha registrado
previamente como marca.
d) Solicitar ante los Tribunales la nulidad de otras marcas inscritas en dicha Oficina con
posterioridad a la suya, cuando estime que existe riesgo de confusión en el público.
El derecho del titular de la marca esta, no obstante, sujeto a determinados límites. Este
límite se deriva de que el derecho conferido por el registro de la marca no permite a su titular
prohibir a los terceros el uso de la misma para productos comercializados en España con
dicha marca por el titular o con su consentimiento expreso no pudiendo obligar a los
comerciantes o revendedores a eliminar la marca de los productos.
El nombre comercial es “el signo susceptible de representación gráfica que identifica a una
empresa en el tráfico mercantil y que sirve para distinguirla de las demás empresas que desarrollan
actividades idénticas o similares” (art.87.1.LM). Identificamos las empresas NO los productos y
servicios.
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Asimismo, no podrá contener elementos que puedan inducir a error a terceros sobre la actividad o
las cualidades de la empresa a la que distingue, al estar prohibida la utilización de signos
engañosos.
La Ley 17/2001, ha abandonado el tradicional principio de unidad, por el que cada empresario
podía disponer de un único nombre comercial, permitiendo el uso y el registro de una pluralidad de
nombres comerciales.
El origen de la sociedad anónima se sitúa en las compañías creadas en el siglo XVII para el
comercio con las Indias orientales y occidentales. Los grandes descubrimientos geográficos de los
siglos anteriores abrieron nuevas rutas al comercio y exigieron la realización de grandes
expediciones que por el gran volumen de recursos que precisaban, que excedían incluso de la
capacidad financiera de los Estados. Surgió entonces la idea de construir compañías con el capital
dividido en pequeñas partes alícuotas, denominadas acciones, como medio de facilitar la reunión
de los fuertes capitales necesarios para llevar a cabo esas empresas.
La Compañía holandesa de las Indias Orientales (1602), fue el primer ejemplo de sociedad
anónima; a ella le siguió en España la Compañía de las Indias Occidentales de 1612, y en
Inglaterra la Compañía de las Indias Occidentales de 1621; posteriormente se crean compañías de
esa índole en Francia y otros países europeos. Pero estas primitivas compañías eran muy distintas
de las actuales sociedades anónimas. Eran entidades semipúblicas, constituidas directamente por
los soberanos mediante decisiones gubernativas que las dotaban de personalidad y les conferían
privilegios monopolísticos en la explotación comercial, al tiempo que solían reservar al poder
público una participación en los beneficios y una intervención o control constate en los asuntos
sociales.
Cuando a finales del siglo XIX los principios liberales y democráticos impusieron la supresión del
control público, se hizo necesario dotar a la SA de un régimen jurídico riguroso en protección de los
intereses a terceros que podrían verse lesionados por el sistema de irresponsabilidad de los socios.
Así, el régimen legal de la SA está compuesto en gran medida por normas de carácter necesario,
que persiguen la finalidad de proteger los intereses que confluyen en torno a un tipo societario en el
que lo socios tienen limitada de forma rígida su responsabilidad al importe de las aportaciones.
9. Concepto y Caracteres:
“En la SA, el capital, que estará dividido en acciones, se integrará por las aportaciones de los
socios, quienes no responderán personalmente de las deudas sociales”. Las principales
características son:
a) La SA tiene siempre carácter mercantil, cualquiera que sea el objeto a que se dedique. No
pueden existir, en consecuencia, SA de carácter civil.
b) Es una sociedad capitalista, constituida “intuitu pecuniae”, en la que apenas interesan las
condiciones personales de los socios, sino la participación que cada uno tenga en el capital
social, que habrá de integrarse precisamente por las aportaciones de aquellos.
c) Es una sociedad por acciones, en la que el capital habrá de estar necesariamente dividido
en partes alícuotas denominadas acciones, que confieren a su titular la condición de socio.
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d) Es una sociedad abierta en la que la posición de socio se adquiere y transmite, por regla
general, libremente.
e) Es una sociedad de responsabilidad limitada, en la que el socio se obliga a aportar a la
sociedad el importe de las acciones que hayan suscrito, respondiendo frente a ella del
incumplimiento de esa obligación, pero sin responsabilidad personal alguna por las deudas
sociales, por lo que los acreedores sociales no pueden, en ningún caso, dirigirse contra los
socios para la satisfacción de sus créditos.
10. Denominación, Objeto, Nacionalidad y Domicilio de la Sociedad :
A. Denominación: la SA funciona bajo una denominación libremente elegida. En relación con la
denominación social la Ley establece dos previsiones:
a) En la denominación habrá de figurar necesariamente la indicación “Sociedad Anónima”.
b) Se prohíbe adoptar una denominación idéntica a la de otra sociedad preexistente.
a) “No podrá adoptarse una denominación objetiva que no esté incluida en el objeto social”.
b) No podrá incluirse total o parcialmente el nombre o pseudónimo de una persona sin su
consentimiento.
c) Prohibición de denominaciones oficiales.
d) Prohibición de denominaciones que induzcan a error.
Por último, se prohíben también las denominaciones que puedan originar confusión con una
marca o un nombre comercial notorios o renombrados.
B. Objeto Social: a la hora de elegir la actividad o actividades que hayan de integrar el objeto
social, los fundadores de la SA gozan de plena libertad, siempre que estas no sean
contrarias a la ley, a la moral o al orden publico
Es un elemento de importancia en el régimen de la SA por diversas razones:
a) Delimita el ámbito de las facultades de gestión de los administradores que estarán
facultados para la realización de todos los actos comprendidos en el.
b) Para el accionista de las grandes sociedades que, en la mayor parte de los casos, se
limita a ocupar una posición de mero inversor, la actividad a que se dedique la sociedad
resulta esencial hasta el punto que su sustitución es uno de los pocos supuestos en que
la Ley le confiere derecho de separación de la sociedad.
c) La conclusión del objeto social constituye causa de disolución de la sociedad.
C. Nacionalidad y Domicilio: ha quedado expuesto con anterioridad que la nacionalidad de las
SA, al igual que el resto de sociedades mercantiles, se determina por el doble criterio de la
constitución y el domicilio. “Serán españolas y se regirán por la presente Ley, todas las
sociedades anónimas que tengan su domicilio en territorio español, cualquiera que sea el
lugar en que se hubieren constituido”.
Por su parte la sociedad no goza de libertad a la hora de fijar su domicilio, ya que la Ley
ordena imperativamente que “la sociedad fijara su domicilio dentro del territorio español en
el lugar en que se halle el centro de su efectiva administración y dirección, o en que radique
su principal establecimiento o explotación”. Y para supuesto que se produzca diferencia
entre el domicilio que conste en el Registro y el que correspondería conforme a la Ley “los
terceros podrán considerar como domicilio cualquiera de ellos”.
El Capital Social:
El capital juega una función de extraordinaria importancia en la SA. De ella ha llegado a decirse que
es un capital con persona jurídica.
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Hay que poner especial cuidado en no confundir los conceptos de capital y de patrimonio de
sociedades. Al hablar de capital se alude exclusivamente a esa cifra escriturada, suma de los
valores nominales de las acciones que en cada momento tengan emitidas la sociedad; mientras
que el concepto técnico del patrimonio se refiere al conjunto de derechos y obligaciones de
contenido económico pertenecientes a la sociedad.
En el momento fundacional coinciden la cifra de capital y el importe del patrimonio social pero esa
coincidencia inicial desaparece cuando la sociedad comienza su actividad económica, porque las
vicisitudes de la empresa repercuten necesariamente sobre el patrimonio de la entidad,
aumentándolo o disminuyéndolo, mientras que la cifra de capital permanece indiferente a esos
cambios y solo puede ser modificada previo acuerdo social de aumento o reducción del capital
tomado con las formalidades legales.
a) Principio del Capital Mínimo: el capital de las SA “no podrá ser inferior a 60.000€ y se
expresara precisamente en esta moneda”. Con esta disposición se recoge el sistema de
capital mínimo que responde al propósito, fundado en puras razones económicas, de que no
se utilice la forma de SA para pequeñas empresas.
El límite mínimo de capital opera no solo en el momento fundacional de las sociedad, sino a
lo largo de toda la vida social sin que en ningún momento se permita reducir la cifra del
capital por debajo de ese límite legal mínimo.
b) Principio de Determinación: el capital ha de estar determinado en los estatutos, expresado
su importe, el número de acciones en que estuviera dividido, el valor nominal, su clase o
serie, si existieran varias, y si están representados por títulos nominativos o al portador, o
por medio de anotaciones en cuenta.
c) Principio de Integridad: el capital habrá de estar “suscrito totalmente” de modo que todas las
acciones estén sumidas o suscritas por personas con capacidad que asumen la obligación
de aportar su importe.
d) Principio de Desembolso Mínimo: el capital, a demás de suscrito, habrá de estar
“desembolsado en una cuarta parte, por lo menos, el valor nominal de cada una de sus
acciones”. Ese desembolso mínimo habrá de afectar a cada una de las acciones. La
exigencia legal está fundada en la conveniencia de que las sociedades inicien su vida con
un mínimo de fondos inmediatamente disponibles. (Dividendo Pasivo)
e) Principio de Estabilidad: la cifra-capital determinada en los estatutos no puede ser alterada,
aumentándola o reduciéndola, si no es por los trámites legales establecidos al efecto y
modificando la correspondiente mención estatutaria.
f) Principio de Realidad: en defensa de los acreedores sociales, la ley prohíbe la creación de
sociedades con capitales ficticios. Por eso establece que el capital “se integrara por las
aportaciones de los socios” y declara “nula la creación de acciones que no respondan a una
efectiva aportación patrimonial de la sociedad”. El importe nominal del capital social habrá
de cubrirse con bienes realmente aportados a la sociedad por los socios, en la forma que
previene la Ley. En la SA siempre se aporta dinero o un bien susceptible de valoración
económica, nunca trabajo, al comprar acciones.
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a) La denominación de la sociedad.
b) El objeto social.
c) La duración de la sociedad
d) La fecha de comienzo de las operaciones sociales.
e) El domicilio social y el órgano competente para establecer sucursales, agencias o
delegaciones.
f) El capital social.
g) El número de acciones en que está dividido el capital social.
h) Estructura del órgano de administración.
i) El modo de deliberar y tomar acuerdos colegiados.
j) La fecha de cierre del ejercicio social.
k) El régimen de las prestaciones accesorias.
l) Las ventajas o derechos especiales, reservados a los fundadores o promotores.
14. Procedimientos Fundacionales:
A. Fundación Simultánea o por Convenio: es el procedimiento en el que los fundadores en un
solo acto y en presencia de Notario, otorgan la escritura fundacional y suscriben todas las
acciones, desembolsándolas en su integridad o al menos una cuarta parte del valor nominal
de cada una de ellas.
B. Fundación Sucesiva: este sistema funcional, adecuado exclusivamente para la constitución
de grandes sociedad, debe ser utilizado “siempre que con anterioridad al otorgamiento de la
escritura de constitución de la sociedad se haga una promoción pública de la suscripción de
las acciones por cualquier medio de publicidad o por la actuación de intermediarios
financieros”.
Apenas tiene aceptación en la práctica. Sus trámites:
a) El proceso fundacional se inicia con la comunicación del proyecto por los promotores de
la Comisión Nacional del Mercado de Valores y la redacción de un programa de
fundación y un folleto informativo que contendrá cuantas indicaciones sobre la sociedad
juzguen oportuno los promotores. Contendrá entre otros; el nombre y domicilio de los
promotores, el texto literal de los estatutos, el plazo y condiciones para la suscripción de
accione, los requisitos y circunstancias, en su caso, de las no dinerarias.
b) El programa, firmado por todos los promotores deberá ser depositado en el Registro
Mercantil antes de que los promotores hagan ninguna publicidad de la sociedad
proyectada, y entregado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
c) La suscripción de las acciones deberá realizarse en el plazo que fije el programa, previo
desembolso de un 25% del importe nominal de cada una de ellas; y si hubiere
aportaciones no dinerarias se harán en la forma que indique el programa. Las
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“En los estatutos sociales podrán establecerse con carácter obligatorio para todos o algunos
accionistas prestaciones accesorias distintas de las aportaciones de capital, sin que puedan
integrar el capital de la sociedad”.
Salvo disposición contraria de los estatutos, la transmisión de las acciones que incorporen esas
prestaciones estará condicionando a la autorización de la sociedad.
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TEMA 3: LA ACCIÓN
18. La División del Capital en Acciones:
El capital social estará necesariamente dividido en acciones. La acción ha sido en todo tiempo el
concepto central de la SA. La acción:
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Este principio de igualdad queda circunscrito por la Ley de ámbito de cada serie de
acciones, pudiéndose emitir distintas series de acciones con diferente valor nominal. Dentro
de cada serie todas las acciones serán de igual valor nominal.
La fijación del valor nominal de las acciones es libre. La Ley no establece límite alguno ni
máximo ni mínimo a ese valor: lo único que exige es que el valor nominal figure en los
estatutos, en el titulo de la acción y en los resguardos provisionales, en su caso.
Ahora bien, como en la vida de las sociedades rara vez coincide la cifra del capital con el
importe del patrimonio, el valor nominal de las acciones no suele coincidir con su valor
teórico contable o valor patrimonial.
Capital
= valor nominal acción.
nº de acciones
Patrimonio
= Valor teórico-contable.
nº acciones
B. Tipo de Emisión de las Acciones: será nula la creación de acciones que no respondan a una
efectiva aportación patrimonial a la sociedad. Las acciones no pueden ser emitidas por una
cifra inferior a su valor nominal, pero, en cambio, es lícita la emisión de acciones con prima.
La prohibición de emitir acciones por una cifra inferior a su valor nominal tiende a procurar la
plena correspondencia entre la parte del capital representada por la acción y el valor que
aporta al patrimonio social. Si fuera licito aportar a la sociedad un valor inferior al nominal de
la acción, quedaría al descubierto una parte del capital, situación que la ley prohíbe.
Debe observarse que la expresión “acciones liberadas” se utiliza, con frecuencia, en
sentidos diversos, tanto para referirse a:
a) Las acciones que se entregan a los socios sin contraposición alguna al patrimonio de
la sociedad, operación prohibida por la ley.
b) Las acciones cuyo valor se desembolsa mediante la disposición de las reservas de la
sociedad que, de este modo, pasan a integrar el capital social, operación plenamente
licita, admitida y, como veremos, regulada expresamente por la ley.
c) Las acciones cuyas aportaciones han sido íntegramente desembolsadas, no
quedando dividendos pasivos pendientes de entrega a la sociedad.
Por su parte, la prima de emisión consiste en un desembolso suplementario que los
suscriptores de las acciones deben realizar, por encima del valor nominal de las mismas. La
emisión de acciones con prima tiende a robustecer el patrimonio social y a evitar o paliar la
desvalorización que en las ampliaciones de capital experimentas las acciones antiguas, al
venir a participar las acciones nuevas en las reservas que la sociedad tenga constituidas. La
prima de emisión deberá satisfacerse íntegramente en el momento de la suscripción de las
acciones.
El carácter mínimo de estos derechos implica que son indisponibles para la sociedad, quien no
puede suprimirlos ni por vía estatutaria, ni mediante acuerdo adoptado en Junta general de
accionistas. Pero debe advertirse desde ahora:
A. Que tal indisponibilidad no es absoluta ya que la propia ley establece algunos supuestos en
que tales derechos pueden ser excluidos.
B. Que su contenido puede variar en función de la voluntad de los socios.
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Por otra parte junto a estos derechos mínimos, existen otros también reconocidos por la ley, como
el de obtener certificaciones de los acuerdos sociales, el de separarse de la sociedad en
determinados supuestos o el de negociar o transferir las acciones, y a estos se pueden sumar otros
derechos que estén reconocidos en los estatutos.
“Las acciones privilegiadas pueden otorgar derechos diferentes, constituyendo una misma clase
aquellas que tengan el mismo contenido de derechos”. La igualdad de derechos es absoluta dentro
de cada clase de acciones. Dentro de cada clase el principio es inderogable y no podrá ser violado
ni por los estatutos fundacionales ni por acuerdo ulterior de la Junta general. Pero pueden coexistir
en una misma sociedad diferentes clases de acciones, cada una de las cuales otorguen derechos
diferentes.
La posible desigualdad entre las acciones de las distintas clases permite distinguir las acciones
ordinarias de las acciones privilegiadas o preferentes. Las primeras son aquellas que atribuyen a
sus titulares el régimen normal de derechos y obligaciones integrantes de la condición de socio. Las
segundas conceden particulares ventajas o privilegios en relación a los derechos de las acciones
ordinarias.
El privilegio puede recaer sobre los derechos sociales de carácter patrimonial, pero no sobre el
derecho de voto o el derecho de suscripción preferente. La ley declara explícitamente que “no es
validad la creación de acciones:
Respetando estos límites impuestos por la ley, cualquier posible sistema de privilegios de
naturaleza económica es, en principio, licito. Pero aquellos privilegios que por su anormal amplitud
hagan prácticamente ilusorios los derechos mínimos de los accionistas ordinarios habrán de
considerarse inadmisibles. Por lo general, los privilegios consisten en derechos de preferencia
frente a las acciones ordinarias para el cobro de los dividendos. Por ese motivo la ley se ocupa de
especialmente de regular este supuesto estableciendo, con carácter supletorio y salvo que los
estatutos dispongan otra cosa, las siguientes previsiones:
La ley lo destaca como el primero y más importante derecho del accionista, confiriéndole carácter
mínimo e inderogable.
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Nuestra ley confiere este derecho en proporción al capital desembolsado por cada acción si bien,
como se ha señalado, es lícita la creación de privilegios que afecten a este derecho. Por otra parte,
conviene distinguir entre el derecho a participar en las ganancia, como derecho inconcreto y
abstracto que no otorga al accionista ninguna acción de pago de cantidad, y el derecho al cobro del
dividendo de un determinado ejercicio económico, derecho derivado del anterior que hace nacer ya
a favor del accionista un crédito concreto sobre una parte de los beneficios que la Junta general
haya acordado repartir.
Una vez que la sociedad acuerde el reparto de determinados beneficios, surge en cada accionista
el derecho concreto al dividendo correspondiente a sus acciones; derecho que tiene ya un
contenido definido, y que coloca al accionista en la posición de acreedor frente a la sociedad.
Por dividendo hay que entender la parte del beneficio repartible correspondiente a cada acción en
un ejercicio social determinado. La fijación definitiva del mismo se encomienda por ley de la Junta
general, a quien se le atribuye la facultad de resolver lo procedente sobre la aplicación del resultado
de cada ejercicio.
En los aumentos de capital social con emisión de nuevas acciones con cargo a aportaciones
dinerarias los antiguos accionistas podrán ejercitar, dentro de un plazo que a tal efecto les conceda
la administración de la sociedad, que no será inferior a quince días desde la publicación del anuncio
de la oferta de suscripción de la nueva emisión en el “Boletín Oficial del Registro Mercantil” en el
caso de las sociedades cotizadas, y de un mes en el resto de los casos, el derecho a suscribir un
numero de acciones proporcionales al valor nominal de las acciones que posean.
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El derecho del accionista a concurrir a las Juntas generales y a participar con su voto en la
formación de la voluntad social son los instrumentos básicos a través de los cuales se articula, de
forma restringida, la participación de los socios en la gestión de la sociedad.
A. Derecho de Asistencia: todo accionista tiene derecho a asistir a las reuniones de la Junta
general y a intervenir en la misma manifestando sus opiniones, solicitando información, y
realizando propuestas. Sin embargo los estatutos pueden limitar el ejercicio de este derecho
exigiendo la titularidad de un número mínimo de acciones para asistir las reuniones de la
Junta, siempre que:
a) Se exija con carácter general para toda clase y series de acciones.
b) No se podrá exigir un número de acciones superior al 0,1% del capital social.
c) Se permitirá que los accionistas puedan agruparse y conferir la representación a uno
de ellos que concurrirá a la Junta ejercitando el derecho de todos los accionistas
agrupados
El modo de ejercitar el derecho de voz deberá estar regulado en los estatutos en su defecto
se regulara por el Presidente de la Junta, quien podrá limitar los tiempos y las
intervenciones, pero nunca excluir el derecho.
B. Derecho de Voto: es el derecho político por excelencia: no son admisibles privilegios que
directamente o indirectamente lo disminuyan, ni lo estatutos pueden limitarlo por razón de
sexo, edad, nacionalidad,…
Sin embargo tampoco este derecho se escapa a toda posibilidad de limitación. Los estatutos
pueden “fijar con carácter general el número máximo de votos que puede emitir un mismo
accionista o sociedades pertenecientes a un mismo grupo”. Se trataba de una medida que
perseguía proteger a las minorías, restringiendo la influencia de los grandes accionistas del
seno de la Junta general. Aunque en realidad, defiende a las grandes elites administrativas.
Existen supuestos en que tal derecho no puede ejercitarse, como:
a) En el caso de mora del accionista en el pago de los dividendos pasivos.
b) En el supuesto de adquisición de acciones propias por la sociedad.
c) Acciones sin voto.
La acción, desde sus orígenes, nace como un título valor, es decir, un documento esencialmente
transmisible, necesario para ejercitar el derecho literal y autónomo en el mencionado.
En general, la doctrina incluye a la acción representada por medio de título en la categoría de los
títulos-valores, si bien las especiales características de la acción le confieren un puesto especial
dentro de esa amplia categoría. La más acusada peculiaridad de la acción es la de ser un título que
incorpora derechos de carácter corporativo; las acciones son sustancialmente títulos de
participación social. Por otro lado, como los derechos incorporados a las acciones no están
definidos y delimitados exclusivamente por el tenor de las mismas, la nota de la literalidad del
derecho, peculiar de los títulos valores, esta notablemente disminuida en la acción.
Dentro de la categoría de los títulos valores, suelen distinguirse aquellos cuya emisión se realiza de
forma individualizada, efectos de comercio, y aquellos que son emitidos en serie o en masa, valores
mobiliarios.
La incorporación de los derechos de socio al título-acción permite que este cumpla, a demás de una
función probatoria de la condición de socio, una esencial función dispositiva, transmitiendo los
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derechos de socio con la circulación del documento y legitimando al adquiriente para el ejercicio de
los mismos.
“Las acciones representadas por medio de anotaciones en cuenta se regirán por lo dispuesto en la
normativa reguladora del mercado de valores”, que fundamentalmente es la citada Ley de Mercado
de Valores. Las características de este sistema de representación son las siguientes:
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Las acciones son por esencia transmisibles. Su transmisión es el medio que permite al accionista
abandonar la sociedad, ya que no puede retirar la aportación hecha al fondo común, ni resolver a
voluntad el vínculo social. La única limitación impuesta por la ley a la circulación de las acciones es
la que prohíbe entregarlas ni transmitirlas antes de la inscripción de la sociedad o, en su caso, del
acuerdo de aumento de capital, en el Registro Mercantil.
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A. Las operaciones de adquisición, ordinaria o derivativa, de esas acciones, que puede dar
lugar a la formación de lo que en la práctica se conoce como autocartera.
B. La aceptación en garantía de acciones propias.
C. La asistencia financiera a terceros para la adquisición de acciones propias.
32. Adquisición Ordinaria de Acciones Propias:
En ningún caso podrá la sociedad suscribir acciones propias ni acciones emitidas por su sociedad
dominante. La adquisición realizada infringiendo la prohibición legal será válida, y las acciones así
adquiridas “serán propiedad de la sociedad suscriptora”, si bien la obligación de realizar su
desembolso se impone “solidariamente a los socios fundadores o los promotores y, en caso de
aumento del capital social, sobre los administradores. Si se tratare de suscripción de acciones de la
sociedad dominante, la obligación de desembolsar recaerá solidariamente sobre los
administradores de la sociedad adquiriente y los administradores de la sociedad dominante”.
En el caso de que la suscripción haya sido realizada por persona interpuesta, los fundadores o
promotores y, en su caso, los administradores responderán solidariamente del reembolso de las
acciones suscritas.
Frente a la prohibición absoluta que afecta a la adquisición originaria, la ley admite que la sociedad
adquiera de un tercero acciones propias o de su sociedad dominante, si bien somete estas
adquisiciones a los siguientes límites y requisitos:
A. Que la adquisición haya sido autorizada por la Junta general de la sociedad adquiriente y
por la Junta general de la sociedad dominante, cuando adquieran, acciones de esta,
indicando el número máximo de acciones a adquirir, el precio mínimo y máximo de la
adquisición y la duración de la autorización, que en ningún caso podrá exceder de cinco
años.
B. Que las acciones adquiridas se hallen íntegramente desembolsadas.
C. Que el valor nominal de las acciones adquiridas, sumándose al de las que ya posean la
sociedad adquiriente y sus filiales y, en su caso, la sociedad dominante y sus filiales no
exceda del 20% del capital social de la sociedad adquiriente.
D. Que la adquisición no produzca el efecto de que el patrimonio neto resulte inferior al del
capital social más las reservas legales o estatutarias disponibles
La SA, como entidad jurídica dotada de personalidad y carente de existencia física, necesita valerse
de órganos para el desarrollo de su actividad interna y externa. Los órganos sociales se integran
por personas físicas a las que la ley atribuye las funciones de formar la voluntad social y realizar
actos jurídicos preciosos para su cumplimiento o ejecución.
A. La junta general de accionistas, órgano deliberante que expresa con sus acuerdos la
voluntad social.
B. Los administradores, órgano ejecutivo encargado de la administración de la sociedad y de
representar a la misma en sus relaciones con terceros.
41. La Junta General de Accionistas como Órgano Social :
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Derecho I: Mercantil
La junta general es un órgano necesario, que no puede faltar en ninguna SA ni ser sustituido por
otro en sus funciones, con la única excepción de la SA unipersonal, en la que el socio único
ejercerá las competencias de la Junta general; y es un órgano no permanente, por cuando los
accionistas solo esporádicamente se reúnen en junta. La junta general puede ser definida como la
reunión de los accionistas en la localidad del domicilio social, previamente convocados, para
deliberar y, decidir por mayoría sobre asuntos sociales propios de su competencia. Analizando esta
definición se puede afirmar que:
A. La junta es, ante todo, reunión de accionistas; para que exista junta general es
indispensable la reunión de al menos dos socios en el lugar de su celebración.
B. La junta habrá de celebrarse en la localidad donde la sociedad tenga su domicilio con la
única excepción, que veremos posteriormente, de la junta universal.
C. Es una reunión convocada y no espontanea; la reunión va precedida de una convocatoria
previa.
D. La reunión tiene por finalidad deliberar y decidir; la deliberación, debate o cambio de
pareceres, es requisito indispensable para la posterior adopción de los acuerdos que
decidan los asuntos determinados previamente en el orden del día.
E. Las decisiones se toman por mayoría de votos; el principio mayoritario constituye uno de los
principios esenciales, configuradores del régimen de la SA.
F. Las materias objeto de debate y decisión habrán de estar comprendidos en el ámbito de
competencia de la junta.
42. Competencia y Clases de Juntas:
A. Competencia de la Junta General: cuando la ley habla de “asuntos propios de la
competencia de la junta” expresa claramente que, siento órgano soberano, no está dotado,
sin embargo, de poderes omnímodos. La competencia soberana de la junta encuentra sus
límites en:
a) La existencia necesaria del órgano de administración y representación de la
sociedad: la atribución legal de la representación de la sociedad a los
administradores deja reducida la actividad de la junta a la esfera social puramente
interna.
b) Los estatutos sociales: la junta puede modificar los estatutos pero no puede tomar
decisiones que atenten contra ellos, y, si lo hiciera, esas decisiones estarán viciadas
de invalidez.
c) Los derechos mínimos del accionista: la junta debe respetar los derechos
individuales de los socios y no puede crear desigualdades entre uno y otros, salvo
que medie el acuerdo de los afectados.
d) El interés social, entendido como el interés de la propia sociedad, así como el interés
colectivo de todos los accionistas y de las personas que se relacionan con ella
también implican un límite al poder de la junta. Los acuerdos contrarios al interés
estarán, también ,viciados de invalidez …
B. Clases de Juntas: las juntas generales pueden ser ordinarias o extraordinarias, si bien no
existen diferencias sustanciales entre unas y otras. Se denominan ordinarias aquellas juntas
que deben reunirse periódicamente, bien en el tiempo señalado por los estatutos, bien
señalado por la ley. Las juntas cuya reunión no esté prevista para épocas determinadas por
la ley o por los estatutos reciben la denominación de juntas extraordinarias.
La junta general ordinaria regulada por la ley es aquella que “se reunirá necesariamente
dentro de los seis primeros meses de cada ejercicio, para censurar la gestión social,
aprobar, en su caso, las cuentas del ejercicio anterior y resolver sobre la aplicación del
resultado”. El examen y aprobación, en su caso, de las cuentas y el balance, es una facultad
indelegable, de la que no puede desprenderse la junta general ordinaria a favor de ningún
otro órgano social.
En realidad, la única distinción entre unas y otras juntas se funda en la periodicidad legal o
estatutaria de la reunión. Ambas tienen la misma competencia y pueden decidir cualquier
clase de asunto, con la única excepción de la aprobación de las cuentas anuales, que es
materia reservada al conocimiento e la junta general ordinaria.
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Derecho I: Mercantil
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Derecho I: Mercantil
El quórum legal de concurrencia para la validad constitución de las juntas es un quórum mínimo,
que podrá ser superado por los estatutos. La necesaria comprobación del quórum hace
indispensable confeccionar, al comienzo de la reunión, la lista de asistentes.
La junta será presidida por la persona que determinen los estatutos; en su defecto, por el
presidente del Consejo de administración, y a falta de este, por el accionista que elijan los
asistentes a la reunión. El presidente será asistido por un secretario designado también por los
estatutos o, en su defecto, por los accionistas asistentes a la junta.
En principio, todos los accionistas tienen derecho a asistir a las juntas generales, pero los estatutos
pueden limitar el derecho de asistencia a las juntas, exigiendo, con carácter general a todas las
acciones “cualquiera que fuese su clase o serie, la posesión de un número mínimo para asistir a la
junta general, sin que, en ningún caso, el numero exigido pueda ser superior al 0,1% del capital
social”
La continua sustitución de las personas de los socios, al menos en las grandes sociedades
cotizadas, hace que la sociedad desconozca la identidad de sus socios y, en consecuencia, resulta
indispensable que quien pretenda asistir a la junta, acredite ante la sociedad, con carácter previo,
su condición de socio
Por otra parte, los administradores, aunque no sean accionistas, “deberán asistir a las juntas
generales”, y los estatutos “podrán autorizar u organizar la asistencia de directores, gerentes,
técnicos y demás personas que tengan interés en la buena marcha de los asuntos sociales”; y
también el Presidente de la Junta “podrá autorizar la asistencia de cualquier otra personas que
juzgue conveniente”, sin perjuicio de que la junta pueda “revocar dicha autorización”.
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Derecho I: Mercantil
anexo el orden del día y las instrucciones del accionista representado, y el representante
debe votar ateniéndose a las instrucciones recibidas.
C. Representación Legal: las prescripciones que la ley establece en orden a la representación
voluntaria de los socios en las juntas generales no rigen frente a los representantes legales
de los accionistas menos, incapacitados,… , ni frente a las personas que estatutaria o
legalmente ostenten la representación de las personas jurídicas accionistas. Pero la
representación legal o estatutaria deberá ser acreditada oportunamente.
D. Representación Familiar: las limitaciones al derecho de representación “no serán de
aplicación cuando el representante sea el cónyuge, ascendiente o descendiente del
representado, ni tampoco cuando aquel ostente poder general conferido en documento
público con facultades para administrar todo el patrimonio que el representado tuviere en
territorio nacional”.
29. Las Deliberaciones en la Junta y el Derecho de Información:
La deliberación previa es un requisito sustancial de validez de los acuerdos que puedan adoptarse
en la junta. Esto no quiere decir que hayan de reputarse ilícitas aquellas cláusulas estatutarias que,
por razones prácticas, limiten en alguna forma el uso de la palabra o faculten al presidente para
limitar el debate ya que la propia ley confía a los estatutos la determinación de la forma en que ha
de producirse la deliberación.
Por otra parte, es con ocasión de la celebración de la junta, cuando el derecho de información del
accionista despliega sus efectos. Se trata de un derecho instrumental con el que se pretende que el
accionista pueda tener debido conocimiento de lo asuntos a decidir, al objeto de ejercitar
posteriormente su derecho de voto.
La ley otorga este derecho con carácter restringido, pero las facultades limitadas que comprende no
le privan de su condición de derecho mínimo del accionista, cuya vulneración dará lugar a la nulidad
de los acuerdos adoptados por la junta.
Una vez convocada junta, hasta el séptimo día anterior a su celebración, los accionistas podrán
solicitar los informes o aclaraciones que estimen precisos acerca de los asuntos comprendidos en
el orden del día, estando los administradores obligados a facilitar tal información por escrito hasta el
día de la celebración de la junta.
Durante la celebración de la reunión, los accionistas podrán solicitar verbalmente las informaciones
o aclaraciones que consideren precisas acerca de los asuntos comprendidos en el orden del día,
que deberán ser facilitadas por los administradores en la misma reunión o, de no ser posible,
habrán de facilitarla por los administradores en la misma reunión o, de no ser posible, habrán de
facilitarla por escrito dentro de los siete días siguientes a la terminación de la junta.
Los administradores estarán obligados a proporcionar la información solicitada, salvo en los casos
en que, a juicio del presidente, la publicidad de los datos solicitados perjudique los intereses
sociales. Esta excepción no procederá cuando la solicitud esté apoyada por accionistas que
representen, al menos, la cuarta parte del capital
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Derecho I: Mercantil
socios, la voluntad social. Para que esa declaración sea válida, no debe estar viciada y
además habrá de ser pura, esto es, no sometida a condición.
El derecho de voto se atribuye en proporción al valor nominal de las acciones poseídas por
el socio. Estamos ante una sociedad capitalista en que lo trascendente es el capital que
ostenta cada socio y no sus condiciones personales. En la emisión del voto goza el
accionista de amplia libertad sin más límites que el respeto al interés de la sociedad, la
moral y el orden publico.
B. Régimen General de Adopción de Acuerdos: la junta decide o adoptar los acuerdos por
mayoría de votos. Sin embargo no hay inconveniente en admitir que los estatutos exijan
mayorías reforzadas para tomar determinados acuerdos. No parece admisible, en cambio, la
concesión de voto dirimente al presidente para resolver los empates que se produzcan en el
seno de las juntas, porque iría contra el principio de la proporcionalidad entre el capital y el
derecho de voto.
C. Régimen Especial para Determinados Acuerdos: para determinados acuerdos de especial
importancia, la ley exige unos requisitos más elevados; así:
a) “Para que la junta general ordinaria o extraordinaria pueda acordar válidamente el
aumento o reducción del capital y cualquier otra modificación de los estatutos
sociales, la emisión de obligaciones, la supresión o la limitación del derecho de
adquisición preferente de nuevas acciones, así como la transformación, la fusión, la
escisión o la cesión global de activo y pasivo y el traslado de domicilio al extranjero,
será necesaria, en primera convocatoria, la concurrencia de accionistas presentes o
representados que posean, al menso, el 50% del capital suscrito con derecho a
voto”.
b) “En segunda convocatoria será suficiente la concurrencia del 25% de dicho capital.
Cuando concurran accionistas que representen menos del 50% del capital suscrito
con derecho a voto, los acuerdos a que se refiere el apartado anterior solo podrán
adoptarse válidamente con el voto favorable de los dos tercios del capital presente o
representado en la junta”
ACUERDOS
Ordinarios No Ordinarios
Debe observarse que la ley se limita a exigir, en primera convocatoria, un mayor quórum de
constitución de la junta, pero no una mayoría cualificada de votos, por lo que, una vez
constituida válidamente, os acuerdos se adoptaran por mayoría de capital asistente. Por el
contrario, en segunda convocatoria, la ley exige un quórum determinado y también una
mayoría cualificada de dos tercios del capital asistente.
D. Acta de la Junta: las decisiones o acuerdos adoptados en la junta deberán ser recogidos por
escrito en un acta, que se transcribirá en el correspondiente libro. El acta expresará “los
datos relativos a la convocatoria y a la constitución del órgano, un resumen de los asuntos
debatidos, las intervenciones de las que se haya solicitado constancia, los acuerdos
adoptados y los resultados de los votaciones”.
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Derecho I: Mercantil
Los socios y las personas que hayan asistido a la junta en representación de socios, tienen
derecho a “obtener en cualquier momento certificación de los acuerdos y de las actas”. Para
su validez, las actas deber ser aprobadas “por la propia junta y a continuación de haberse
celebrado esta, y, en su defecto, y dentro del plazo de quince días, por el presidente y dos
interventores, uno en representación de la mayoría y otro por la minoría”.
Los administradores habrán de presentar en el Registro Mercantil, en los ocho siguientes
días a la aprobación del acta, testimonio notarial de los acuerdos inscribibles.
El acta de la junta puede ser levantada por notario cuando así lo decidan los
administradores, o a petición de accionistas que representen, al menos, el 1% del capital
social, siempre que se solicite con cinco días de antelación al señalado para la celebración
de aquella. En este caso, el acta notarial tendrá la consideración de acta de la Junta.
El acta es un documento importante a efectos probatorios pero que, en ninguna caso,
constituye un requisito de validez de los acuerdos adoptados por la junta.
31. Impugnación de Acuerdos Sociales:
La voluntad social formada en la junta se impone a todos los socios pero se concede al accionista
el derecho a impugnar los acuerdos en tres supuestos concretos:
La ley señala que son nulos los acuerdos contrarios a la ley y anulables los contrarios a los
estatutos o al interés social.
Legitimados para impugnar los acuerdos anulables están los accionistas asistentes a la junta que
hubieran hechos constar en acta su oposición, lo ausente, los que hubiesen sido ilegítimamente
privados del voto, y los administradores. La acción caduca a los cuarenta días.
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Derecho I: Mercantil
No exige la ley especiales condiciones para ser nombrado administrador, bastando, al efecto, que
tengan capacidad civil para obligarse. No se requiere en él la cualidad de accionista, a menos que
lo estatutos dispongan lo contrario, y pueden ser personas físicas o jurídicas si bien en este último
caso, habrán de designar una persona física que les represente para el ejercicio de las funciones
propias del cargo de administrador.
Sin embargo la ley establece una serie de prohibiciones para ser administrador, afirmando que no
podrán ser administradores, entre otros, los menos de edad no emancipados, los incapacitados, los
inhabilitados conforme a la Ley Concursal, los condenados por delitos de falsedad, delitos contra la
libertad,…Tampoco podrán ser administradores de las sociedades los funcionarios al servicio de la
Administración con funciones a su cargo que se relaciones con las actividades propias de la
sociedad de que se trate, los jueces y magistrados y demás personas afectadas por una
incompatibilidad lega.
B. Separación: los administradores pueden ser separados del cargo en cualquier momento por
libre decisión de la junta general. El nombramiento de administrador es revocable “ad
nutum”, en razón a la relación de confianza en que descansa, sin que sea licito exigir justa
causa para la separación y sin necesidad de que el acuerdo figure en el orden del día de la
reunión. No son admisibles las cláusulas estatutarias que condicionen o restrinjan la
revocabilidad del administrador.
35. Retribución de los Administradores:
El cargo de administrador puede ser retribuido o no. Caso de existir, “la retribución de los
administradores deberá ser fijada en los estatutos”.
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Derecho I: Mercantil
Como órgano colegiado, el Consejo exige una organización interna de carácter corporativo. La ley
contiene normas muy escasas en lo relativo a la organización del Consejo atribuyéndole, en defecto
de regulación estatutaria, una facultad de autorregulación que le permite designar a su presidente y
a su secretario y regular en la forma que tenga por conveniente su propio funcionamiento,
señalando, por ejemplo, la periodicidad de sus reuniones, distribuyendo el estudio de asuntos por
comisiones,…
La autonomía del consejo no es, sin embargo, absoluta, debiendo respetar determinadas
previsiones establecidas en la ley:
A. La reunión del Consejo deberá ser convocada por el presidente o el que hada sus veces. La
convocatoria habrá de hacerse en la forma prevista por los estatutos o, en su defecto, en la
forma que tenga establecida el propio Consejo. Sin convocatoria solo podrá celebrarse
Consejo cuando, estando presentes todos los consejeros, decidan, por unanimidad, su
celebración.
B. El Consejo “quedara válidamente constituido cuando concurran a la reunión, presentes o
representados, la mitad mas uno de sus componentes”. Se trata de un quórum legal mínimo
de constitución que puede ser elevado por los estatutos.
C. Los consejeros podrán hacerse representar en la reunión por medio de otro consejero. No
se admite representación otorgada a personas ajenas al Consejo.
D. “Los acuerdos se adoptarán por mayoría absoluta de consejeros concurrentes a la reunión”,
si bien es admisible que los estatutos exijan una mayoría reforzada para todos o
determinados acuerdos.
La votación se hace por cabezas y no por el capital que cada consejero represente. Es lícita
la previsión estatutaria del voto dirimente del presidente para resolver los empates que se
produzcan en el seno del Consejo, a diferencia de lo que ocurre en la junta general en la
que no se admite el voto dirimente
E. Es admisible que el Consejo tome decisiones por escrito sin necesidad de reunión; pero “la
votación por escrito y sin sesión será admitida cuando ningún consejero se oponga a este
procedimiento”.
F. “Las discusiones y acuerdos del Consejo se llevaran a un libro de actas, que serán firmadas
por el presidente y el secretario”.
G. Los acuerdos del Consejo o de cualquier otro órgano de administración de la sociedad
podrán ser objeto de impugnación, con arreglo al régimen de impugnación de acuerdos de
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Derecho I: Mercantil
La ley regula la llamada facultad de cooptación del Consejo, destinada a cubrir transitoriamente las
vacantes que puedan producirse en su seno, por cese de alguno de sus miembros antes de que
finalice el plazo para él fueron nombrados. Las caracteristicas de este régimen son las siguientes:
Este sistema, previsto por la ley con carácter extraordinario, se ha convertido en la práctica de las
SA en expediente frecuente para la designación de nuevos consejeros, que acceden al cargo por
cooptación para ser posteriormente ratificados en el mismo por la junta general.
Del precepto se deduce el ámbito de libertad que da la ley en esta materia, pudiendo crearse una o
varias comisiones ejecutivas que en la práctica, con frecuencia, coexisten con uno o más
consejeros delegados, si bien procede advertir que los destinatarios de la delegación son siempre
uno o varios consejeros, sin que pueda admitirse la delegación de facultades a favor de personas
extrañas al Consejo.
Las posibilidades de delegación están sometidas a ciertos límites ya que existen facultades del
Consejo que la ley declara indelegables: “en ningún caso podrá ser objeto de delegación la
rendición de cuentas y la presentación de balances a la junta general, ni las facultades que esta
conceda al Consejo, salvo que fuese expresamente autorizado por ella”.
Frente a la sociedad, el órgano delegado deberá moverse dentro de los límites de las facultades de
gestión que le han sido atribuidas, incurriendo en responsabilidad en caso de extralimitación. Pero,
frente a terceros, sus facultades representativas son ilimitadas, extendiéndose a todos los asuntos
comprendidos en el objeto social e incluso a los actos extraños al objeto social que generen,
modifique o extingan relaciones con terceros de buena fe.
Debe advertirse, por último, que al margen de las facultades que el Consejo pueda delegar en uno
o varios de sus miembros, este órgano puede conferir apoderamientos generales o singulares a
personas extrañas al mismo, que representaran a la sociedad con más o menos facultades.
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Derecho I: Mercantil
A diferencia de lo que ocurre con el acuerdo de aprobación de las cuentas anuales, la junta goza de
un margen de facultades más amplio a la hora de aplicar el resultado, no viéndose limitada a
aprobar o rechazar la propuesta presentada por los administradores, pudiendo adoptar otra
decisión diferente.
Pero la junta no es libre a la hora de aplicar el beneficio. Los beneficios del ejercicio no siempre son
íntegramente repartibles. Unas veces la ley y otras los estatutos, no permiten que el beneficio se
distribuya íntegramente a los accionistas, y obligan a detraer del mismo una cierta parte, que será
destinada necesariamente a determinados fines, o que quedara en poder de la sociedad
acrecentando su patrimonio y reforzando la solvencia de la sociedad.
A. Con carácter previo, para que la junta pueda decidir la asignación del beneficio deben
concurrir tres presupuestos:
a) Que los beneficios resulten del balance aprobado por la junta. Jurídicamente no
puede decirse que exista beneficio, y no podrá procederse a su aplicación, en tanto
no resulte del balance del ejercicio debidamente aprobado por junta general ordinaria
de accionistas.
b) Que el valor del patrimonio neto contable no sea o, a consecuencia del reparto, no
resulte ser inferior al capital social. Si por consecuencia de pérdidas de ejercicios
anteriores ese valor del patrimonio neto de la sociedad fuera inferior a la cifra del
capital social, “el beneficio se destinara a la compensación de estas pérdidas. A
estos efectos, los beneficios imputados directamente al patrimonio neto n podrán ser
objeto de distribución”.
c) Que las reservas disponibles sean, como mínimo, iguales al importe de los gastos de
investigación y desarrollo que figuren en el activo del balance.
B. Cumplidos estos requisitos, la junta podrá decidir la aplicación del beneficio, pero deberá
atender necesariamente determinadas asignaciones impuestas por la ley y por los estatutos:
a) La reserva legal grava necesariamente el beneficio del ejercicio económico. La ley
establece que, “en todo caso, una cifra igual al 10%del beneficio del ejercicio se
destinara a la reserva legal hasta que esta alcance, al menos, el 20% del capital
social”. Se impone, así, la obligación legal de dotar la reserva siempre que existan
beneficios; la obligación que cesa cuando el fondo de reserva haya alcanzado la
quinta parte del capital social, y renace tan pronto como, por cualquier caso,
descienda la cuenta de reserva por debajo de ese límite. “la reserva legal, mientas
no supere el limite indicado, solo podrá destinarse a la compensación de pérdidas en
el caso de que no existan otras reservas disponibles suficientes para ese fin”.
b) Las reservas estatutarias se rigen en su condición y destino por lo que los estatutos
establezcan al respecto. La sociedad vendrá obligada a cumplir las previsiones
estatutarias sin que la junta general disponga de facultades para adoptar otra
decisión distinta en cuanto a la aplicación del resultado.
c) Constituidas las reservas legales y estatutarias, no podrá repartirse el beneficio en
tanto no se dote una reserva indisponible equivalente al fondo de comercio que
aparezca en el activo del balance
C. Una vez cubiertas estas atenciones previstas por la ley, el beneficio restante tendrá el
carácter de beneficio repartible si bien, la junta tampoco goza de plena libertad para acordar
su aplicación, debiendo atender con carácter previo:
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Derecho I: Mercantil
a) El dividendo al que puedan tener derecho tanto las acciones privilegiadas como las
acciones sin voto.
b) La previsión de la remuneración de los administradores, en el supuesto que la misma
haya sido establecida en la modalidad de participación en los beneficios.
D. Atendidas todas estas asignaciones, el importe restante tendrá la consideración de beneficio
de libre distribución y la junta goza de las más amplias facultades para acordar su destino
aplicándolo a cualquiera de las siguientes finalidades:
a) Las reservas voluntarias creadas por simple acuerdo de la junta general, que ofrecen
como especial característica la de su libre disponibilidad.
b) La distribución de dividendos a los accionistas.
42. El Reparto de Dividendos a los Accionistas:
A. Régimen General: los dividendos son la parte del beneficio que la junta acuerda distribuir
entre los accionistas.
Los dividendos pueden repartirse con cargo a los beneficios del ejercicio o con cargo a las
reservas de libre disposición, que no son sino beneficios de ejercicios anteriores cuyo
destino puede ser libremente decidido por la junta.
La ley contempla la distribución de dividendos repartibles “a los accionistas ordinarios”,
diciendo que se hará en proporción al capital que hayan desembolsado, y que en el acuerdo
de distribución la junta general deberá fijar el momento y la forma del pago; si no lo hiciera,
“el dividendo será pagadero en el domicilio social a partir del día siguiente al acuerdo”.
B. Los Dividendos a Cuenta: la ley admite la posibilidad de que la junta general o los
administradores distribuyan entre los accionistas, antes de conocer los resultados del
ejercicio social, cantidades “a cuenta de dividendos”. Se legitima así, bajo determinadas
condiciones legales, una práctica muy frecuente en nuestras sociedades.
Las condiciones para proceder a su distribución son dos:
a) Los administradores tienen que formular un previo estado contable que se incluirá
posteriormente en la memoria, en el que se ponga de manifiesto que existe liquidez
suficiente para la distribución.
b) La cantidad a distribuir “no podrá exceder de la cuantía de los resultados obtenidos
desde el fin del último ejercicio, deducidas las perdidas procedentes de ejercicios
anteriores y las cantidades con las que deban dotarse las reservas obligatorias por
ley o por disposición estatutaria, así como la estimación del impuesto a pagar sobre
dichos resultados”.
El incumplimiento de esas condiciones legales, no obstante depender de actos de los
administradores y no de los accionistas, traerá como consecuencia para estos la obligación
de restituir a la sociedad las cantidades percibidas, con el interés legal correspondiente,
“cuando la sociedad pruebe que los perceptores conocían la irregularidad de la distribución
o que, habida cuenta de las circunstancias, no podían ignorarla”.
43. Deposito de las Cuentas Anuales en el Registro Mercantil :
Todas las SA vienen obligadas, dentro del mes siguiente a la aprobación de las cuentas, a
presentar para su depósito en el Registro mercantil del domicilio social una certificación de los
acuerdos de la junta general sobre la aprobación de las cuentas y aplicación de resultados,
adjuntado un ejemplar de cada una de las cuentas, del informe de gestión y del informe de
auditoría.
“El incumplimiento por el órgano d la administración de la obligación de depositar, dentro del plazo
establecido, los documentos a que se refiere esta sección dará lugar a que no se inscriba en el
Registro Mercantil documento alguno referido a la sociedad mientras el incumplimiento persista”.
Quedan excluidos de este grave régimen sancionador “los títulos relativos al cese o dimisión de
administradores, gerentes, directores generales o liquidadores, y a la revocación o renuncia de
poderes, así como a la disolución de la sociedad y nombramiento de liquidadores y a los asientos
ordenados por la Autoridad judicial o administrativa”.
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Derecho I: Mercantil
Para determinadas modificaciones especialmente relevantes, se exige una publicidad adicional. Así
el cambio de denominación, del domicilio y del objeto social, se anunciara en dos periódicos de
gran circulación en la provincia o provincias respectivas, sin cuya publicidad no podrá inscribirse
dicha modificación en el Registro mercantil. Y en lo que afecta concretamente al cambio de
denominación social, una vez inscrita en el registro, se hará constar con los demás Registros por
medio de notas marginales.
Aumento de Capital:
45. Concepto, Procedimientos y Modalidades:
A. Concepto: por aumento de capital hay que entender aquella operación jurídica por virtud de
la cual se eleva la cifra de capital social que figura en los estatutos. Implica, por tanto, una
modificación estatutaria. Por eso la ley ordena que todo aumento de capital social “habrá de
acordarse por la junta general con los requisitos establecidos para la modificación de los
estatutos sociales”, es decir, con los requisitos especiales e convocatoria, el quórum de
asistencia para su validad constitución y publicidad registral.
B. Procedimientos: el aumento de capital puede realizarse por medio de dos procedimientos
diferentes:
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Derecho I: Mercantil
accionistas o terceros ostentan frente a la sociedad quien, de este modo, reduce su pasivo
exigible, aumentando correlativamente el patrimonio social.
47. Aumento del Capital con Suscripción Pública de las Acciones :
La ley somete a un régimen especial los aumentos de capital en los que se ofrezca al público la
suscripción de las acciones emitidas, lo que ocurrirá:
A. Cuando, previa exclusión del derecho de suscripción preferente de los accionistas, las
nuevas acciones emitidas se ofrezcan públicamente a la suscripción de cualquier
interesado.
B. En los supuestos de ampliación de capital relativos a acciones que coticen en un mercado
secundario oficial y generen derechos de suscripción que sean libremente negociables en el
mismo.
48. Aumentos del Capital por Delegación de la Junta General :
Como excepción al principio de que el aumento del capital social ha de ser acordado por la junta
general, nuestra ley ha recogido la institución del denominado capital autorizado, permitiendo que
se delegue en los administradores la facultad de “acordar en una o varias veces el aumento de
capital social hasta un cifra determinada en la oportunidad y en la cuantía que ellos decidan, sin
previa consulta a la junta general”
Pero el carácter excepcional de esta institución hace que se someta a unos requisitos y limites que
pasamos a examinar:
A. El acuerdo de delegación deberá ser adoptado por la junta general “con los requisitos
establecidos para la modificación de los estatutos sociales”.
B. Los aumentos a acordar por los administradores “no podrán ser superiores en ningún caso a
la mitad del capital de la sociedad en el momento de la autorización”.
C. Los aumentos “deberán realizarse mediante aportaciones dinerarias”.
D. Su desembolso se efectuará “dentro del plazo máximo de cinco años a contar del acuerdo
de la junta”.
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Derecho I: Mercantil
Cualquier transformación que no esté expresamente autorizada por una disposición legal es nula.
Los socios quedaran sometidos al régimen jurídico del nuevo tipo social con las siguientes
especialidades:
A. Los socios que en virtud de la transformación asuman responsabilidad ilimitada por las
deudas sociales responderán de la misma forma de las deudas anteriores a la
transformación.
B. Salvo que los acreedores sociales hayan consentido expresamente la transformación,
subsistirá la responsabilidad de los socios que respondían personalmente de las deudas
sociales contraídas con anterioridad a la transformación.
Fusión de Sociedades:
57. Concepto y Procedimientos:
La fusión es el proceso por el cual una o más sociedades mercantiles inscritas se integran en una
única sociedad, transmitiendo en bloque sus patrimonios, e integrándose los socios de las
sociedades extinguidas en la sociedad resultante en proporción al valor de sus respectivas
participaciones.
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Si se trata de una fusión por creación de una nueva sociedad se entregaran a los socios de las
extinguidas acciones o participaciones de la nueva sociedad. En el caso de fusión por absorción, la
sociedad absorbente deberá ampliar su capital para entregar las nuevas acciones o participaciones
a los socios de los socios de las sociedades extinguidas.
Escisión de Sociedades:
61. Concepto y Régimen Jurídico:
La Cesión Global del Activo y Pasivo:
62. Concepto y Régimen Jurídico:
Disolución, Liquidación y Extinción de Sociedades:
63. La Disolución Parcial de la Sociedad:
64. Disoluciones de las Sociedades:
65. La Liquidación: Generalidades
66. Operaciones de la Liquidación:
67. La Extinción de la Sociedad:
Obligaciones:
68. Noción y Funciones de las Obligaciones:
69. Emisión y Documentación de las Obligaciones:
70. Clases de Obligaciones:
71. La Emisión de las Obligaciones:
72. Las Obligaciones Convertibles:
73. El Sindicato de Obligacionistas:
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