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Derecho I: Mercantil

TEMA 1: DEFENSA DE LA COMPETENCIA Y LOS SIGNOS


DISTINTIVOS
Defensa de la Competencia:
1. Las Conductas Prohibidas:
A lo largo del siglo XX los ordenamientos de los países desarrollados han abandonado los
postulados liberales tradicionales abordando decididamente la regulación de la actividad de los
empresarios en el mercado a fin de asegurar el mantenimiento de unos niveles suficientes de
competencia mediante la promulgación de un conjunto de normas de defensa de la
competencia.
La ley establece un sistema de control de acuerdos y prácticas restrictivas o abusivas de la
competencia, y de aquellas concentraciones económicas que por su importancia y efectos
puedan alterar la estructura del mercado nacional en forma contraria al interés público.
 Prácticas Prohibidas:
A. Practicas colusorias: el art.1 de la Ley de Defensa de la Competencia, establece que:
“ se prohíbe todo acuerdo, decisión o recomendación colectiva, o practica concertada
o conscientemente paralela, que tenga por objeto, produzca o pueda producir el
efecto de impedir, restringir o falsear la competencia en todo o en parte del mercado
nacional”.
1) La fijación, de forma directa o indirecta, de precios o de otras condiciones
comerciales o de servicio.
2) La limitación o el control de la producción, la distribución, el desarrollo técnico
o las inversiones.
3) El reparto del mercado o de las fuentes de aprovisionamiento.
4) La aplicación, en las relaciones comerciales o de servicio, de condiciones
desiguales para prestaciones equivalentes que coloquen a unos
competidores en situación desventajosa frente a otros.
5) La subordinación de la celebración de contratos a la aceptación de
prestaciones suplementarias que, por su naturaleza o con arreglo a los usos
de comercio, no guarden relación con el objeto de tales contratos.
B. Abuso de posición dominante: “la explotación abusiva por una o varias empresas de
su posición de dominio en todo o en parte del mercado nacional”.
Al igual que con las prácticas colusorias, tras la prohibición general recoge algunos
particulares supuestos de abusos que presentan gran semejanza con aquellas:
1) La imposición, de forma directa o indirecta, de precios u otras condiciones
comerciales o de servicio no equitativos.
2) La limitación de la producción, la distribución o el desarrollo técnico en
perjuicio injustificado de las empresas o de los consumidores.
3) La negativa injustificada a satisfacer las demandas de compra de productos o
de prestación de servicios.
4) La aplicación, en las relaciones comerciales o de servicio, de condiciones
desiguales para prestaciones equivalentes, que coloquen a unos
competidores en situación desventajosa frente a otros.
5) La subordinación de la celebración de contratos a la aceptación de
prestaciones suplementarias que, por naturaleza o con arreglo a los usos de
comercio, no guarden relación con el objeto de tales contratos.
Son más difíciles de probar que las prácticas colusorias.
C. Actos de Competencia Desleal: los actos de competencia desleal regulados por su
Ley propia, son también relevantes para la Ley de Defensa de la Competencia en
aquellos casos en que: “por falsear de manera sensible la libre competencia, afecten
al interés público” (art.3). l
Se extiende a todos los tipos de infracción previstos en la Ley la exención de las
conductas que resulten de la aplicación de una norma con rango de Ley y de las

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conductas “de minimis”, entendidas como aquellas que, por su menor importancia,
no son susceptibles de afectar de forma significativa a la competencia.

La Comisión Nacional de la Competencia: constituye la pieza fundamental del sistema creado por la
Ley. Se trata de una entidad de Derecho Público con personalidad jurídica propia y plena capacidad
pública y privada, adscrita al Ministerio de Economía y Hacienda, cuya función principal consiste en
instruir y resolver sobre los asuntos que tiene atribuidos por la Ley.

2. Las Conductas Prohibidas:

Se consideran contracciones económicas las operaciones que originen un cambio estable del
control de la totalidad o parte de una o varias empresas como consecuencia de:

a) La fusión de dos o más empresas anteriormente independientes.


b) La adquisición por una empresa del control sobre la totalidad o parte de una o varias
empresas.
c) La creación de una empresa en participación y, en general, la adquisición del control
conjunto sobre una o varias empresas, cuando estas desempeñen de forma permanente las
funciones de una entidad económica autónoma.

Se establece el deber de notificar a la Comisión Nacional de Competencia, con carácter previo a su


realización, todo proyecto y operación de concentración de empresas que en que concurra alguna
de las siguientes circunstancias:

a) Que por consecuencia de la concentración se adquiera o se incremente una cuota igual o


superior al 30% del mercado.
b) El volumen de negocios global en España del conjunto de los partícipes supere en el último
ejercicio contable la cantidad de 2401000.000€, siempre que al menos dos de los de los
partícipes realicen individualmente en España un volumen de ventas superior a
601000.000€.

Si la operación no se notifica voluntariamente, a la Comisión Nacional de la Competencia puede


requerir a las empresas afectadas para que efectúen esa notificación en un breve placo, y de no
cumplirse ese requerimiento puede:

a) Sancionares económicamente a la empresa con multas.


b) Iniciarse el expediente administrativo de oficio.
c) La operación no podrá entenderse en ningún caso autorizada tácitamente.

La Comisión Nacional de la Competencia resolverá, bien autorizando la concentración, bien


subordinándola al cumplimiento de determinados compromisos propuestos por los notificantes, o
bien acordando iniciar una segunda fase del procedimiento, cuando considere que la concentración
puede obstaculizar el mantenimiento de la competencia efectiva en todo o parte del mercado
nacional.

3. Aplicación en España de las Reglas Europeas de Competencia :

La Comunidad ha dictado un elevado conjunto de normas de aplicación directa tanto relativas a la


autorización de ciertas prácticas como con relación a los casos de concentración de empresas que
tengan una dimensión comunitaria que inciden en España, por lo que se plantea la necesidad de
determinar los criterios de aplicación de estos ordenamientos.

A estos efectos se entenderá que una operación de concentración tiene dimensión comunitaria
cuando el volumen de ventas mundial de todas las empresas participantes supere los
5.0001000.000€, siempre que, al menos dos de estas empresas, tengan un volumen de negocio
superior a los 2501000.000€ en los países de la Unión Europea.

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Los Signos Distintivos:


4. La Marca: Concepto y Signos que Pueden Ser Registrados como Marca

“Se entiende por marca todo signo susceptible de representación grafica que sirva para distinguir
en el mercado productos o servicios de una empresa de los de otras”. (art.4)

La función primordial que cumplen las marcas es una función identificadora del origen de los
productos o servicios a los que designa que, a través de la marca, se asocian automáticamente al
empresario que los ofrece en el mercado. Las marcas cumplen también diversas funciones
económicas:

a) Función atributiva de la calidad de productos o servicios,


b) Función de fijación de clientela.
c) Función publicitaria.

Todas estas funciones hacen que las marcas lleguen a alcanzar una sustantividad y un valor
propios e independientes de los productos o servicios a los que designan, de tal modo que
aplicadas a otros productos o servicios diferentes pueden aportar un valor añadido sustancial en
orden a su comercialización en el mercado.

El signo en qué consiste la marca puede estar formado por (art.4. Ley de Marcas):

a) “Palabra o combinaciones de palabras, incluidas las que sirven para identificar a las
personas”.
b) “Imágenes, figuras, símbolos y dibujos”.
c) “Las letras, las cifras y sus combinaciones”.
d) “Las formas tridimensionales, entre las que se incluyen los envoltorios, los envases, la
forma del producto o su presentación”.
e) “Los sonoros”.
f) “Cualquier combinación de los signos o medios que, con carácter enunciativo, se
mencionan en los apartados anteriores”.
A. Prohibiciones Absolutas:
a) Los signos genéricos y los que por razón de su uso se hayan convertido en habituales
para designar los productos o servicios que pretendían distinguir. Excepto para marcas
que no tengan nada que ver con los productos designados por ese nombre.
b) Los signos descriptivos, que indiquen o designen la especie, calidad, procedencia
geográfica u otras características de los productos o servicios a individualizar.
c) Los signos geográficos, salvo para las marcas colectivas y de garantía, que podrán estar
integradas exclusivamente por estos signos geográficos.
d) Las formas necesarias para obtener un resultado técnico o que den un valor sustancial
al producto.
e) Los signos contrarios a la ley, orden público o a las buenas costumbres.
f) Los signos engañosos que puedan inducir a error al público o a los consumidores.
g) Los que reproduzcan o imiten la denominación, el escudo, la bandera, las
condecoraciones y otros emblemas de Estados u Organizaciones Internacionales, de
España, Comunidades Autónomas, municipios, provincias.
B. Prohibiciones Relativas:
a) Que por ser idénticos o semejantes a una marca o un nombre comercial anteriormente
registrados y por ser idénticos o similares los productos, los servicios o las actividades
que designan exista un riesgo de confusión en el público.
b) Que por ser idéntico o semejante al nombre comercial o a la denominación social de una
persona jurídica y por ser idéntico o similar su ámbito de aplicación exista riesgo de
confusión en el público.

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c) Que consistan en el nombre civil o la imagen de una persona distinta del solicitante o
cualquier signo por el que la generalidad del público identifique a una persona distinta
del solicitante.
d) Que sean idénticos o semejantes a otros protegidos pro derechos de autor o de
propiedad industrial.
5. Clases de Marcas:
A. Por su configuración pueden distinguirse:
i. Marca Denominativa: en las que el signo distintivo está integrado por palabras o
combinaciones de palabras.
ii. Marcas Gráficas: en las que el signo distintivo está integrado por imágenes, figuras,
símbolos o gráficos.
iii. Marcas Tridimensionales: entre las que se incluyen los envoltorios, los envases, la
forma del producto o su presentación.
iv. Marcas Mixtas: en la que el signo distintivo consiste en una combinación de varios
elementos propios de las marcas denominativas, gráficas y tridimensionales.
B. Por el objeto designado, las marcas pueden clasificarse como:
i. Marcas de productos, si se utilizan para distinguir cosas u objetos.
ii. Marcas de servicios si se utilizan para distinguir la actividad que el empresario presta
en relación con la mera circulación de los bienes o la riqueza, en general.
C. Por la naturaleza de su titular, las marcas se clasifican como:
i. Marcas Individuales: son las registradas por un determinado empresario para
distinguir los productos o servicios que lanza al mercado.
ii. Marcas Colectivas: son las registradas por asociaciones de productores, fabricantes,
comerciales o prestadores de servicios con la intención de hacer accesible su uso a
todos los miembros de la asociación “para diferenciar en el mercado los productos o
servicios de sus miembros, de los productos o servicios de quienes no forman parte
de esa asociación”.(art.58)
D. Por su función económico-empresarial, se distinguen las marcas de garantía. Son aquellas
que certifican las características comunes y en particular la calidad, los componentes o el
origen geográfico de productos o servicios elaborados o distribuidos por personas
autorizadas y controladas por el titular de la marca. Denominación de origen.
E. Por su difusión:
i. La marca notoria es aquella generalmente conocida por los competidores, las
personas que participan en los canales de distribución y los consumidores reales o
potenciales del producto o servicio que designa la marca.
La marca notoria goza de una protección especial en la Ley, de tal modo que, si está
registrada, no podrá registrarse ni usarse una marca idéntica o semejante, aun
cuando se solicite para productos o servicios distintos de los protegidos por la marca
notoria, siempre que exista un riesgo de asociación entre los productos o servicios
designados o los titulares de las marcas, o bien pueda implicar un aprovechamiento
indebido o un menoscabo del prestigio de la marca notoria.
Cuando no esté registrada, la marca notoria gozará de la misma protección, si bien
registrada al ámbito de los productos y servicios a los que se viene aplicando.
ii. La marca renombrada es aquella conocida por el público general. El titular de una
marca renombrada, aunque no esté inscrita, podrá oponerse al registro, pedir la
nulidad y prohibir el uso de una marca idéntica o semejante, cualquiera que sea la
clase de productos para los que se solicite, se haya registrado o use, siempre que
exista un riesgo de asociación entre los productos o servicios designados o los
titulares de las marcas, o bien pueda implicar un aprovechamiento indebido o un
menos cabo del prestigio de la marca renombrada.
6. Nacimiento y Contenido del Derecho de Marca :
A. Nacimiento: el derecho sobre la marca se adquiere por el registro. El derecho surge de la
inscripción en la Oficina de Patentes y Marcas, que tiene efectos constitutivos y no

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meramente declarativos. Ellos sin perjuicio de la protección que, como hemos analizado
también se otorga a los titulares de marcas notorias y renombradas no escritas.
El registro de la marca se concede por un periodo inicial de diez años que puede ser
indefinidamente renovado por sucesivos periodos de esta misma duración.
B. Contenido: el derecho de exclusiva que otorga la marca, cuya protección se extiende a todo
el territorio español, se descompone en una pluralidad de facultades a favor del titular de la
marca, que le permiten:
a) Usar la marca en exclusiva en el tráfico económico para sus productos y servicios,
en su documentación comercial, en la publicidad, en redes telemáticas y como
nombre de dominio.
b) Impedir que un tercero no autorizado use un signo que por ser idéntico o semejante y
por distinguir productos o servicios idénticos o similares, implique un riesgo de
confusión del público.
c) Oponerse a que se inscriba en la Oficina de Patentes y Marcas, como marca o como
nombre comercial, un signo que sea confundible con el que ha registrado
previamente como marca.
d) Solicitar ante los Tribunales la nulidad de otras marcas inscritas en dicha Oficina con
posterioridad a la suya, cuando estime que existe riesgo de confusión en el público.

El derecho del titular de la marca esta, no obstante, sujeto a determinados límites. Este
límite se deriva de que el derecho conferido por el registro de la marca no permite a su titular
prohibir a los terceros el uso de la misma para productos comercializados en España con
dicha marca por el titular o con su consentimiento expreso no pudiendo obligar a los
comerciantes o revendedores a eliminar la marca de los productos.

Junto a este límite general pueden añadirse otros:

a) No puede prohibir que los comerciantes o revendedores añadan otras marcas


propias.
b) Debe permitir el uso de la marca con finalidad referencial, cuando sea necesario para
indicar el destino de un producto o servicio.
C. Transmisión: las marcas registradas y las simples solicitudes de registro pueden circular
libremente y ser transmitidas o cedidas a tercero, o constituir objeto de derechos reales. La
transmisión puede realizarse junto con la empresa o de forma separada, y puede ser total o
parcial, esto es, comprendiendo todos o una parte de los productos o servicios para los que
este registrada.
Un contrato muy frecuente es la licencia de marca, que no entraña transmisión de la
titularidad de esta, pero si cesión del uso o ejercicio temporal de todos o parte de los
derechos derivados de esa titularidad.
Las licencias, como las cesiones, para que tengan efecto frente a terceros de buena fe,
deberán estar inscritas en el Registro de Marcas.
D. Protección del Derecho sobre la Marca: el Ordenamiento otorga una fuerte protección al
derecho de marca. El titular de una marca registrada podrá ejercer, acciones penales por la
infracción de los derechos de propiedad industrial, al amparo de lo previsto en el art.274 del
Código Penal.
7. El Nombre Comercial:

El nombre comercial es “el signo susceptible de representación gráfica que identifica a una
empresa en el tráfico mercantil y que sirve para distinguirla de las demás empresas que desarrollan
actividades idénticas o similares” (art.87.1.LM). Identificamos las empresas NO los productos y
servicios.

El nombre comercial ha de estar basado en el principio de novedad ya que el empleo de una


denominación ya utilizada puede comportar un riesgo de confusión que no permite la Ley.

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Asimismo, no podrá contener elementos que puedan inducir a error a terceros sobre la actividad o
las cualidades de la empresa a la que distingue, al estar prohibida la utilización de signos
engañosos.

La Ley 17/2001, ha abandonado el tradicional principio de unidad, por el que cada empresario
podía disponer de un único nombre comercial, permitiendo el uso y el registro de una pluralidad de
nombres comerciales.

TEMA 2: LA SOCIEDAD ANÓNIMA:


Principios Fundamentales
8. Origen y Régimen Legal de la Sociedad Anónima :

El origen de la sociedad anónima se sitúa en las compañías creadas en el siglo XVII para el
comercio con las Indias orientales y occidentales. Los grandes descubrimientos geográficos de los
siglos anteriores abrieron nuevas rutas al comercio y exigieron la realización de grandes
expediciones que por el gran volumen de recursos que precisaban, que excedían incluso de la
capacidad financiera de los Estados. Surgió entonces la idea de construir compañías con el capital
dividido en pequeñas partes alícuotas, denominadas acciones, como medio de facilitar la reunión
de los fuertes capitales necesarios para llevar a cabo esas empresas.

La Compañía holandesa de las Indias Orientales (1602), fue el primer ejemplo de sociedad
anónima; a ella le siguió en España la Compañía de las Indias Occidentales de 1612, y en
Inglaterra la Compañía de las Indias Occidentales de 1621; posteriormente se crean compañías de
esa índole en Francia y otros países europeos. Pero estas primitivas compañías eran muy distintas
de las actuales sociedades anónimas. Eran entidades semipúblicas, constituidas directamente por
los soberanos mediante decisiones gubernativas que las dotaban de personalidad y les conferían
privilegios monopolísticos en la explotación comercial, al tiempo que solían reservar al poder
público una participación en los beneficios y una intervención o control constate en los asuntos
sociales.

Cuando a finales del siglo XIX los principios liberales y democráticos impusieron la supresión del
control público, se hizo necesario dotar a la SA de un régimen jurídico riguroso en protección de los
intereses a terceros que podrían verse lesionados por el sistema de irresponsabilidad de los socios.
Así, el régimen legal de la SA está compuesto en gran medida por normas de carácter necesario,
que persiguen la finalidad de proteger los intereses que confluyen en torno a un tipo societario en el
que lo socios tienen limitada de forma rígida su responsabilidad al importe de las aportaciones.

En la actualidad, las SA están reguladas por la Ley de Sociedades Anónimas.

9. Concepto y Caracteres:

“En la SA, el capital, que estará dividido en acciones, se integrará por las aportaciones de los
socios, quienes no responderán personalmente de las deudas sociales”. Las principales
características son:

a) La SA tiene siempre carácter mercantil, cualquiera que sea el objeto a que se dedique. No
pueden existir, en consecuencia, SA de carácter civil.
b) Es una sociedad capitalista, constituida “intuitu pecuniae”, en la que apenas interesan las
condiciones personales de los socios, sino la participación que cada uno tenga en el capital
social, que habrá de integrarse precisamente por las aportaciones de aquellos.
c) Es una sociedad por acciones, en la que el capital habrá de estar necesariamente dividido
en partes alícuotas denominadas acciones, que confieren a su titular la condición de socio.

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d) Es una sociedad abierta en la que la posición de socio se adquiere y transmite, por regla
general, libremente.
e) Es una sociedad de responsabilidad limitada, en la que el socio se obliga a aportar a la
sociedad el importe de las acciones que hayan suscrito, respondiendo frente a ella del
incumplimiento de esa obligación, pero sin responsabilidad personal alguna por las deudas
sociales, por lo que los acreedores sociales no pueden, en ningún caso, dirigirse contra los
socios para la satisfacción de sus créditos.
10. Denominación, Objeto, Nacionalidad y Domicilio de la Sociedad :
A. Denominación: la SA funciona bajo una denominación libremente elegida. En relación con la
denominación social la Ley establece dos previsiones:
a) En la denominación habrá de figurar necesariamente la indicación “Sociedad Anónima”.
b) Se prohíbe adoptar una denominación idéntica a la de otra sociedad preexistente.

Completando las disposiciones de la ley, a demás de precisar las circunstancias que


implican identidad entre las denominaciones, impone determinadas prohibiciones:

a) “No podrá adoptarse una denominación objetiva que no esté incluida en el objeto social”.
b) No podrá incluirse total o parcialmente el nombre o pseudónimo de una persona sin su
consentimiento.
c) Prohibición de denominaciones oficiales.
d) Prohibición de denominaciones que induzcan a error.

Por último, se prohíben también las denominaciones que puedan originar confusión con una
marca o un nombre comercial notorios o renombrados.

B. Objeto Social: a la hora de elegir la actividad o actividades que hayan de integrar el objeto
social, los fundadores de la SA gozan de plena libertad, siempre que estas no sean
contrarias a la ley, a la moral o al orden publico
Es un elemento de importancia en el régimen de la SA por diversas razones:
a) Delimita el ámbito de las facultades de gestión de los administradores que estarán
facultados para la realización de todos los actos comprendidos en el.
b) Para el accionista de las grandes sociedades que, en la mayor parte de los casos, se
limita a ocupar una posición de mero inversor, la actividad a que se dedique la sociedad
resulta esencial hasta el punto que su sustitución es uno de los pocos supuestos en que
la Ley le confiere derecho de separación de la sociedad.
c) La conclusión del objeto social constituye causa de disolución de la sociedad.
C. Nacionalidad y Domicilio: ha quedado expuesto con anterioridad que la nacionalidad de las
SA, al igual que el resto de sociedades mercantiles, se determina por el doble criterio de la
constitución y el domicilio. “Serán españolas y se regirán por la presente Ley, todas las
sociedades anónimas que tengan su domicilio en territorio español, cualquiera que sea el
lugar en que se hubieren constituido”.
Por su parte la sociedad no goza de libertad a la hora de fijar su domicilio, ya que la Ley
ordena imperativamente que “la sociedad fijara su domicilio dentro del territorio español en
el lugar en que se halle el centro de su efectiva administración y dirección, o en que radique
su principal establecimiento o explotación”. Y para supuesto que se produzca diferencia
entre el domicilio que conste en el Registro y el que correspondería conforme a la Ley “los
terceros podrán considerar como domicilio cualquiera de ellos”.

El Capital Social:

11. Capital Social y Patrimonio:

El capital juega una función de extraordinaria importancia en la SA. De ella ha llegado a decirse que
es un capital con persona jurídica.

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Hay que poner especial cuidado en no confundir los conceptos de capital y de patrimonio de
sociedades. Al hablar de capital se alude exclusivamente a esa cifra escriturada, suma de los
valores nominales de las acciones que en cada momento tengan emitidas la sociedad; mientras
que el concepto técnico del patrimonio se refiere al conjunto de derechos y obligaciones de
contenido económico pertenecientes a la sociedad.

En el momento fundacional coinciden la cifra de capital y el importe del patrimonio social pero esa
coincidencia inicial desaparece cuando la sociedad comienza su actividad económica, porque las
vicisitudes de la empresa repercuten necesariamente sobre el patrimonio de la entidad,
aumentándolo o disminuyéndolo, mientras que la cifra de capital permanece indiferente a esos
cambios y solo puede ser modificada previo acuerdo social de aumento o reducción del capital
tomado con las formalidades legales.

12. Principios Ordenadores del Capital:

La ordenación legal del capital descansa sobre los siguientes postulados:

a) Principio del Capital Mínimo: el capital de las SA “no podrá ser inferior a 60.000€ y se
expresara precisamente en esta moneda”. Con esta disposición se recoge el sistema de
capital mínimo que responde al propósito, fundado en puras razones económicas, de que no
se utilice la forma de SA para pequeñas empresas.
El límite mínimo de capital opera no solo en el momento fundacional de las sociedad, sino a
lo largo de toda la vida social sin que en ningún momento se permita reducir la cifra del
capital por debajo de ese límite legal mínimo.
b) Principio de Determinación: el capital ha de estar determinado en los estatutos, expresado
su importe, el número de acciones en que estuviera dividido, el valor nominal, su clase o
serie, si existieran varias, y si están representados por títulos nominativos o al portador, o
por medio de anotaciones en cuenta.
c) Principio de Integridad: el capital habrá de estar “suscrito totalmente” de modo que todas las
acciones estén sumidas o suscritas por personas con capacidad que asumen la obligación
de aportar su importe.
d) Principio de Desembolso Mínimo: el capital, a demás de suscrito, habrá de estar
“desembolsado en una cuarta parte, por lo menos, el valor nominal de cada una de sus
acciones”. Ese desembolso mínimo habrá de afectar a cada una de las acciones. La
exigencia legal está fundada en la conveniencia de que las sociedades inicien su vida con
un mínimo de fondos inmediatamente disponibles. (Dividendo Pasivo)
e) Principio de Estabilidad: la cifra-capital determinada en los estatutos no puede ser alterada,
aumentándola o reduciéndola, si no es por los trámites legales establecidos al efecto y
modificando la correspondiente mención estatutaria.
f) Principio de Realidad: en defensa de los acreedores sociales, la ley prohíbe la creación de
sociedades con capitales ficticios. Por eso establece que el capital “se integrara por las
aportaciones de los socios” y declara “nula la creación de acciones que no respondan a una
efectiva aportación patrimonial de la sociedad”. El importe nominal del capital social habrá
de cubrirse con bienes realmente aportados a la sociedad por los socios, en la forma que
previene la Ley. En la SA siempre se aporta dinero o un bien susceptible de valoración
económica, nunca trabajo, al comprar acciones.

Fundación de la Sociedad Anónima:


13. Requisitos Formales para la Constitución de la Sociedad :

El proceso fundacional de la SA, como el de todas las sociedades mercantiles, requiere el


cumplimiento de los requisitos formales de la escritura pública e inscripción en el Registro Mercantil.

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En nuestro sistema legal los estatutos se incorporan necesariamente a la escritura funcional. La


escritura da forma al contrato y a demás incorpora los estatutos, que contienen las normas
ordenadoras de la futura vida social.

El contenido contractual de la escritura se acota, sustancialmente, en las siguientes menciones:

a) Datos personales de los otorgantes.


b) Expresión de la voluntad de estos de constituir una SA.
c) El metálico, bienes o derechos que cada socio aporta, expresando el número de acciones
recibidas en pago y las cautelas acerca de la efectividad de las aportaciones dinerarias y no
dinerarias.
d) Los gastos de constitución.
e) Los datos personales de los primeros administradores de la sociedad, así como de los
auditores de cuentas,
f) La expresión de los demás pactos que los fundadores juzguen conveniente establecer que
“no se opongan a las leyes ni contradigan los principios configuradores de la SA”.

El contenido contractual es más complejo. Necesariamente se hará constar en ellos:

a) La denominación de la sociedad.
b) El objeto social.
c) La duración de la sociedad
d) La fecha de comienzo de las operaciones sociales.
e) El domicilio social y el órgano competente para establecer sucursales, agencias o
delegaciones.
f) El capital social.
g) El número de acciones en que está dividido el capital social.
h) Estructura del órgano de administración.
i) El modo de deliberar y tomar acuerdos colegiados.
j) La fecha de cierre del ejercicio social.
k) El régimen de las prestaciones accesorias.
l) Las ventajas o derechos especiales, reservados a los fundadores o promotores.
14. Procedimientos Fundacionales:
A. Fundación Simultánea o por Convenio: es el procedimiento en el que los fundadores en un
solo acto y en presencia de Notario, otorgan la escritura fundacional y suscriben todas las
acciones, desembolsándolas en su integridad o al menos una cuarta parte del valor nominal
de cada una de ellas.
B. Fundación Sucesiva: este sistema funcional, adecuado exclusivamente para la constitución
de grandes sociedad, debe ser utilizado “siempre que con anterioridad al otorgamiento de la
escritura de constitución de la sociedad se haga una promoción pública de la suscripción de
las acciones por cualquier medio de publicidad o por la actuación de intermediarios
financieros”.
Apenas tiene aceptación en la práctica. Sus trámites:
a) El proceso fundacional se inicia con la comunicación del proyecto por los promotores de
la Comisión Nacional del Mercado de Valores y la redacción de un programa de
fundación y un folleto informativo que contendrá cuantas indicaciones sobre la sociedad
juzguen oportuno los promotores. Contendrá entre otros; el nombre y domicilio de los
promotores, el texto literal de los estatutos, el plazo y condiciones para la suscripción de
accione, los requisitos y circunstancias, en su caso, de las no dinerarias.
b) El programa, firmado por todos los promotores deberá ser depositado en el Registro
Mercantil antes de que los promotores hagan ninguna publicidad de la sociedad
proyectada, y entregado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
c) La suscripción de las acciones deberá realizarse en el plazo que fije el programa, previo
desembolso de un 25% del importe nominal de cada una de ellas; y si hubiere
aportaciones no dinerarias se harán en la forma que indique el programa. Las

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aportaciones serán indisponibles hasta que la sociedad quede inscrita en el Registro


mercantil. La suscripción se hará constar en un “boletín de suscripción”, firmado al
menos por un promotor, cuyo contenido está determinado por la ley.
d) En el plazo máximo de seis meses a contar desde el depósito del programa en el
Registro mercantil, los promotores convocaran a cada uno de los suscriptores, por una
carta certificada, para que concurran a celebrar la junta constituyente, que deberá
aprobar:
i. Las gestiones de los promotores.
ii. Los estatutos sociales.
iii. El valor dado a las aportaciones no dinerarias, si las hubiere.
iv. Las ventajas particulares reservadas, en su caso, a los promotores.
v. El nombramiento de las personas encargadas de la administración de la
sociedad.
vi. La designación de la persona o personas que deberán otorgar la escritura
funcional.
La junta podrá modificar el programa funcional con el voto unánime de todos los
suscriptores concurrentes.
e) En el mes siguiente a la celebración de la junta se deberá otorgar la escritura pública de
constitución de la sociedad a las personas designadas al efecto por la junta, y con
sujeción a lo acordado en aquella. La escritura será presentada a inscripción en el
Registro mercantil dentro de los dos meses siguientes.

El Desembolso del Capital:


15. Régimen de las Aportaciones Sociales:
A. Consideraciones Generales: el capital social debe estar íntegramente suscrito y
desembolsado, al menos, en una cuarta parte del valor nominal de cada una de las
acciones, desde el mismo acto fundacional. El desembolso se realiza aportando los socios a
la sociedad dinero u otros bienes patrimoniales susceptibles de valoración económicas.
La aportación es una acto de enajenación, de forma que lo aportado entre a formar parte del
patrimonio social, distinto y separado del de los socios. La aportación se presumirá hecha a
título de propiedad, salvo que expresamente se estipule de otro modo.
B. Objeto y Clases de Aportaciones: solo podrán ser objeto de aportación los bienes o
derechos patrimoniales susceptibles de valoración económica. La función de garantía que
cumple el capital social lleva a exigir que lo aportado sea susceptible de ejecución.
En ningún caso pueden constituir objeto de aportación al capital social el trabajo o lo
servicios. La ley no prohíbe que uno o más socios se obliguen a prestar a la sociedad
determinados servicios; en este caso se tratara de prestaciones accesorias que obligan a
los titulares de determinadas acciones a su realización, pero la ley no admite que su valor
integre el capital social ni que esa actividad pueda ser retribuida con acciones.
La ley contempla de forma separa el régimen de las aportaciones dinerarias, de aquellas
que consistan en otros bienes y derechos no dinerarios, sometiéndolas a distinto régimen.
a) Aportaciones dinerarias: es la más normal, habrá de realizarse, en principio, en moneda
nacional, y, si se pactase la aportación en moneda extranjera.
Estas aportaciones deberán acreditarse ante notario autorizante de la escritura
funcional. En la escritura pública deberá consignarse la parte de su valor no
desembolsado, así como la forma y el plazo máximo en que han de satisfacerse los
dividendos pasivos que, en caso de aportaciones dinerarias, no está sujeto a ningún
límite temporal máximo.
b) Aportaciones no dinerarias: encierra siempre para la sociedad, para los acreedores y
para los demás socios el peligro de su excesiva valoración, y de ahí que deba
considerarse prudente toda disciplina dirigida a asegurar la realidad de estas
aportaciones y su correcta valoración.

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Derecho I: Mercantil

Nuestra ley establece un riguroso sistema de valoración de esas aportaciones. Habrán


de ser objeto de un informe pericial “elaborado por un o varios expertos independientes
designados por el Registrador mercantil”.
El informe de los expertos contendrá la descripción de las aportaciones, así como los
criterios de valoración y la indicación de si la valoración asignada se corresponde o no.
El art.133.RM, el informe del perito:”si la evaluación que da el perito es un 20% inferior a
lo que dice que vale el socio, no podrá constituirse la sociedad”. El valor que se dé a la
aportación en la escritura social no podrá ser superior a la valoración realizada por los
expertos. El informe acompañara como anexo a la escritura y se depositara una copia
autentificada en el Registro mercantil.
C. Responsabilidad del aportante:
a) En la aportación de “bienes muebles o inmuebles o derechos asimilados a ellos, el
aportante estar obligado a la entrega y saneamiento de la cosa objeto de aportación en
los términos establecidos por el Código Civil para el contrato de compraventa, y se
aplicaran las reglas del Código de comercio sobre este mismo contrato en punto a la
transmisión de riesgos”.
b) “Si la aportación consistiere en un derecho de crédito, el aportante responderá de la
legitimidad de este y de la solvencia del deudor”.
c) Si el objeto de la aportación fuera una empresa o establecimiento, el aportante quedara
obligado al saneamiento conjunto, si el vicio o evicción afectasen a la totalidad o a
alguno de los elementos esenciales para su normal explotación. Procederá también el
saneamiento individualizado de aquellos elementos de la empresa aportada que sea de
importancia por su valor patrimonial”.(Poca importancia)
16. Las Prestaciones Accesorias: (Poco Común)

“En los estatutos sociales podrán establecerse con carácter obligatorio para todos o algunos
accionistas prestaciones accesorias distintas de las aportaciones de capital, sin que puedan
integrar el capital de la sociedad”.

En los Estatutos sociales se hará constar su régimen “mencionado expresamente su contenido, su


carácter gratuito o retributivo, las acciones que lleven aparejada la obligación de realizarlas, así
como las eventuales clausulas penales inherentes a su incumplimiento.

La creación, modificación o extinción anticipada de la obligación de realizar prestaciones


accesorias requiere el consentimiento de los accionistas interesados. Las acciones que lleven
aparejadas prestaciones accesorias “revestirán necesariamente la forma nominativa” y si están
representadas por anotaciones en cuenta se deberá consignar en la anotación la circunstancia de
llevar aparejadas esas prestaciones.

Salvo disposición contraria de los estatutos, la transmisión de las acciones que incorporen esas
prestaciones estará condicionando a la autorización de la sociedad.

17. Régimen de los Dividendos Pasivos. Mora del Accionista :


A. Régimen Legal: la obligación fundamental del accionista, y normalmente la única, es la de
“aportar a la sociedad la porción de capital no desembolsada en la forma y dentro del plazo
máximo previstos en los estatutos o, en su defecto, por acuerdo o decisión de los
administradores”.
La porción de capital no desembolsado por los accionistas recibe el nombre de dividendos
pasivos. Los dividendos pasivos pueden tener naturaleza tanto dineraria como no dineraria.
Si se trata de aportaciones no dinerarias, la escritura determinara su naturaleza, el valor y
contenido de las futuras aportaciones, así como la forma y el procedimiento de efectuarlas
con mención expresa del plazo, que no podrá exceder de cinco años, computados desde la
constitución de la sociedad o, en su caso, desde el respectivo acuerdo de aumento del
capital.

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Derecho I: Mercantil

En el caso de que los desembolsos pendientes hayan de efectuarse en metálico, se


determinará la forma y el plazo máximo en que hayan de satisfacerse los dividendos
pasivos, sin que exista limitación temporal para ese plazo máximo de desembolso.
La exigencia del pago de los dividendos pasivos se notificara a los afectados o se anunciara
en el “Boletín Oficial del Registro Mercantil”. Entre la fecha de envío de la comunicación o la
del anuncio y la fecha del pago deberá mediar, al menos, el plazo de un mes.
B. Mora del Accionista: el incumplimiento de la obligación de desembolso en la fecha en que
deba realizarse, coloca al accionista, de forma automática, en situación de mora y abre paso
a un riguroso sistema sancionador integrado por dos tipos de medias:
a) Suspensión de Derechos de las Acciones: mientras dure la mora el accionista:
i. No podrá ejercitar el derecho a voto en las Juntas generales o especiales.
ii. El importe de sus acciones será deducido del capital social para el cómputo
del quórum de constitución de la Junta.
iii. No podrá percibir dividendos.
iv. No podrá ejercitar el derecho preferente de suscripción de nuevas acciones u
obligaciones convertibles.
Una vez abonado el importe de los dividendos pasivos más los intereses
devengados, podrá el accionista reclamar el pago de aquellos dividendos no
percibidos que no hayan prescrito; pero, en cambio, la ley no le permite reclamar la
suscripción preferente de acciones u obligaciones si el plazo para su ejercicio ya
hubiere transcurrido
b) Medidas de Reintegración del Patrimonio Social:
i. “Reclamar el cumplimiento de la obligación de desembolso, con abono del
interés legal y de los daños y perjuicios causados por la morosidad”.
ii. “Enajenar las acciones por cuenta y riesgo del socio moroso”. Se trata de una
medida excepcional de auto ejecución del derecho que tiene la sociedad, que
le permite proceder, por su propia autoridad, a la venta de las acciones por
medio de un miembro de la Bolsa, si las acciones son cotizables, o, en otro
caso, por medio de Notario público.
iii. Si la venta no pudiera ser efectuada se anulará la acción o acciones, con la
consiguiente reducción del capital, quedando en beneficio de la sociedad las
cantidades ya percibidas por ella a cuenta de la acción.

TEMA 3: LA ACCIÓN
18. La División del Capital en Acciones:

El capital social estará necesariamente dividido en acciones. La acción ha sido en todo tiempo el
concepto central de la SA. La acción:

a) Representa una parte del capital.


b) Confiere a su legitimo titular la condición de socio y sirve de modulo de los derechos
correspondientes al accionista. Cuantas más acciones tenga el socio tendrá más
derechos y mayor influencia en las decisiones de la sociedad.
c) Es un valor negociable, instrumento esencialmente transmisible, que permite
mediante su enajenación la sustitución de los accionistas que integran la sociedad,
así como la inversión y desinversión del ahorro de la sociedad.

La Acción Como Parte del Capital:


19. La Acción: Valor y Tipo de Emisión:
A. El Valor de la Acción: cada acción representa una parte alícuota del capital social y, en
consecuencia, tienen asignado un valor nominal que es un importe aritmético, submúltiplo
de esa cifra de capital.

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Derecho I: Mercantil

Este principio de igualdad queda circunscrito por la Ley de ámbito de cada serie de
acciones, pudiéndose emitir distintas series de acciones con diferente valor nominal. Dentro
de cada serie todas las acciones serán de igual valor nominal.
La fijación del valor nominal de las acciones es libre. La Ley no establece límite alguno ni
máximo ni mínimo a ese valor: lo único que exige es que el valor nominal figure en los
estatutos, en el titulo de la acción y en los resguardos provisionales, en su caso.
Ahora bien, como en la vida de las sociedades rara vez coincide la cifra del capital con el
importe del patrimonio, el valor nominal de las acciones no suele coincidir con su valor
teórico contable o valor patrimonial.
Capital
= valor nominal acción.
nº de acciones
Patrimonio
= Valor teórico-contable.
nº acciones
B. Tipo de Emisión de las Acciones: será nula la creación de acciones que no respondan a una
efectiva aportación patrimonial a la sociedad. Las acciones no pueden ser emitidas por una
cifra inferior a su valor nominal, pero, en cambio, es lícita la emisión de acciones con prima.
La prohibición de emitir acciones por una cifra inferior a su valor nominal tiende a procurar la
plena correspondencia entre la parte del capital representada por la acción y el valor que
aporta al patrimonio social. Si fuera licito aportar a la sociedad un valor inferior al nominal de
la acción, quedaría al descubierto una parte del capital, situación que la ley prohíbe.
Debe observarse que la expresión “acciones liberadas” se utiliza, con frecuencia, en
sentidos diversos, tanto para referirse a:
a) Las acciones que se entregan a los socios sin contraposición alguna al patrimonio de
la sociedad, operación prohibida por la ley.
b) Las acciones cuyo valor se desembolsa mediante la disposición de las reservas de la
sociedad que, de este modo, pasan a integrar el capital social, operación plenamente
licita, admitida y, como veremos, regulada expresamente por la ley.
c) Las acciones cuyas aportaciones han sido íntegramente desembolsadas, no
quedando dividendos pasivos pendientes de entrega a la sociedad.
Por su parte, la prima de emisión consiste en un desembolso suplementario que los
suscriptores de las acciones deben realizar, por encima del valor nominal de las mismas. La
emisión de acciones con prima tiende a robustecer el patrimonio social y a evitar o paliar la
desvalorización que en las ampliaciones de capital experimentas las acciones antiguas, al
venir a participar las acciones nuevas en las reservas que la sociedad tenga constituidas. La
prima de emisión deberá satisfacerse íntegramente en el momento de la suscripción de las
acciones.

La Acción Como Expresión de la Condición de Socio:


20. Derechos Integrantes de la Condición de Accionista :

Participar en las ganancias sociales, participar en el patrimonio resultante de la liquidación, el de


suscripción preferente en la emisión de nuevas acciones y de obligaciones convertibles (derechos
económicos), el de asistir y votar en las Juntas generales, el de impugnar de los acuerdos sociales
y el de información (derechos políticos o administrativos).

El carácter mínimo de estos derechos implica que son indisponibles para la sociedad, quien no
puede suprimirlos ni por vía estatutaria, ni mediante acuerdo adoptado en Junta general de
accionistas. Pero debe advertirse desde ahora:

A. Que tal indisponibilidad no es absoluta ya que la propia ley establece algunos supuestos en
que tales derechos pueden ser excluidos.
B. Que su contenido puede variar en función de la voluntad de los socios.

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Derecho I: Mercantil

Por otra parte junto a estos derechos mínimos, existen otros también reconocidos por la ley, como
el de obtener certificaciones de los acuerdos sociales, el de separarse de la sociedad en
determinados supuestos o el de negociar o transferir las acciones, y a estos se pueden sumar otros
derechos que estén reconocidos en los estatutos.

21. Acciones Ordinarias y Acciones Privilegiadas:

“Las acciones privilegiadas pueden otorgar derechos diferentes, constituyendo una misma clase
aquellas que tengan el mismo contenido de derechos”. La igualdad de derechos es absoluta dentro
de cada clase de acciones. Dentro de cada clase el principio es inderogable y no podrá ser violado
ni por los estatutos fundacionales ni por acuerdo ulterior de la Junta general. Pero pueden coexistir
en una misma sociedad diferentes clases de acciones, cada una de las cuales otorguen derechos
diferentes.

La posible desigualdad entre las acciones de las distintas clases permite distinguir las acciones
ordinarias de las acciones privilegiadas o preferentes. Las primeras son aquellas que atribuyen a
sus titulares el régimen normal de derechos y obligaciones integrantes de la condición de socio. Las
segundas conceden particulares ventajas o privilegios en relación a los derechos de las acciones
ordinarias.

La emisión de acciones privilegiadas puede realizarse en cualquier tiempo. Si la emisión se realiza


en el momento fundacional la ley no exige especiales requisitos. Pero, una vez constituida la
sociedad, la creación de privilegios es una decisión trascendente en el régimen corporativo de la
sociedad, por lo que la ley exige que se observen “las formalidades prescritas para la modificación
de estatutos”.

El privilegio puede recaer sobre los derechos sociales de carácter patrimonial, pero no sobre el
derecho de voto o el derecho de suscripción preferente. La ley declara explícitamente que “no es
validad la creación de acciones:

A. Con derecho a percibir un interés, cualquiera que sea la forma de su determinación: la


acción es un instrumento de renta variable”.
B. Que de forma directa o indirecta alteren la proporcionalidad entre el valor nominal de la
acción y el derecho de voto o el derecho de suscripción preferente”.

Respetando estos límites impuestos por la ley, cualquier posible sistema de privilegios de
naturaleza económica es, en principio, licito. Pero aquellos privilegios que por su anormal amplitud
hagan prácticamente ilusorios los derechos mínimos de los accionistas ordinarios habrán de
considerarse inadmisibles. Por lo general, los privilegios consisten en derechos de preferencia
frente a las acciones ordinarias para el cobro de los dividendos. Por ese motivo la ley se ocupa de
especialmente de regular este supuesto estableciendo, con carácter supletorio y salvo que los
estatutos dispongan otra cosa, las siguientes previsiones:

A. Cuando el privilegio consista en el derecho a obtener un dividendo preferente la sociedad


estará obligada a acordar el reparto de dividendos si existieran beneficios redistribuibles.
B. Los estatutos habrán de establecer las consecuencias de la falta de pago total o parcial del
dividendo preferente, si este tiene o no carácter acumulativo en relación a los dividendos no
satisfechos.
C. No podrán repartirse dividendos a las acciones ordinarias con cargo a los beneficios de un
ejercicio, mientras no haya sido satisfecho el dividendo privilegiado correspondiente al
mismo ejercicio.
22. El Derecho de Participar en el Reparto de las Ganancias Sociales :

La ley lo destaca como el primero y más importante derecho del accionista, confiriéndole carácter
mínimo e inderogable.

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Derecho I: Mercantil

Nuestra ley confiere este derecho en proporción al capital desembolsado por cada acción si bien,
como se ha señalado, es lícita la creación de privilegios que afecten a este derecho. Por otra parte,
conviene distinguir entre el derecho a participar en las ganancia, como derecho inconcreto y
abstracto que no otorga al accionista ninguna acción de pago de cantidad, y el derecho al cobro del
dividendo de un determinado ejercicio económico, derecho derivado del anterior que hace nacer ya
a favor del accionista un crédito concreto sobre una parte de los beneficios que la Junta general
haya acordado repartir.

Una vez que la sociedad acuerde el reparto de determinados beneficios, surge en cada accionista
el derecho concreto al dividendo correspondiente a sus acciones; derecho que tiene ya un
contenido definido, y que coloca al accionista en la posición de acreedor frente a la sociedad.

Por dividendo hay que entender la parte del beneficio repartible correspondiente a cada acción en
un ejercicio social determinado. La fijación definitiva del mismo se encomienda por ley de la Junta
general, a quien se le atribuye la facultad de resolver lo procedente sobre la aplicación del resultado
de cada ejercicio.

23. El Derecho de Participar en el Patrimonio Resultante de la Liquidación :

Es un derecho mínimo e inderogable del accionista que es complementario del derecho a la


participación en el reparto del beneficio. Como el patrimonio se va nutriendo con las ganancias
sucesivamente reservadas y con las plusvalías que experimentes los bienes sociales, siempre que
a la liquidación de la sociedad resulte un patrimonio repartible superior a la cifra de capital nominal,
en el reparto final de ese patrimonio necesariamente irán englobadas ganancias no repartidas
durante la vida de la sociedad. En otro caso la cuota de liquidación implicara simple devolución a
los socios de todo o parte del capital aportado.

24. El Derecho Preferente para la Suscripción de Acciones Nuevas y de Obligaciones


Convertibles:

En los aumentos de capital social con emisión de nuevas acciones con cargo a aportaciones
dinerarias los antiguos accionistas podrán ejercitar, dentro de un plazo que a tal efecto les conceda
la administración de la sociedad, que no será inferior a quince días desde la publicación del anuncio
de la oferta de suscripción de la nueva emisión en el “Boletín Oficial del Registro Mercantil” en el
caso de las sociedades cotizadas, y de un mes en el resto de los casos, el derecho a suscribir un
numero de acciones proporcionales al valor nominal de las acciones que posean.

A. Fundamento del Derecho: radica esencialmente en la necesidad de conceder al accionista


la posibilidad de conservar en la sociedad la misma proporción entre el importe nominal de
sus acciones y la cifra del capital social. El interés en el mantenimiento de esta proporción,
se justifica por dos tipos de razones:
a) Económicas: los suscriptores de las nuevas acciones van a entrar a participar en las
reservas constituidas por la compañía, esto es, en los beneficios no distribuidos y las
plusvalías latentes en el balance de la sociedad.
b) Políticas: el porcentaje de participación social de la acción es determinante de la
influencia que el accionista pueda ostentar en la adopción de las decisiones sociales,
por cuya razón puede interesarle evitar su disminución.
B. Titulares del Derecho: corresponde a “los antiguos accionistas”, es decir, a los tenedores de
acciones anteriormente emitidas.
C. Contenido: el valor de las acciones nuevas que tendrá derecho a suscribir cada accionista
habrá de ser proporcional al valor nominal de las que posea. La proporción no podrá tomar
como base el numero de las acciones viejas cuando estas sean de distinto valor nominal,
sino el importe nominal de la participación de cada accionista en el capital social, cualquiera
que sea el número de acciones en que esa participación total este representada. El mismo

15
Derecho I: Mercantil

derecho preferente de suscripción tendrán los accionistas en las emisiones de obligaciones


convertibles en acciones que realice la sociedad.
D. Características: el derecho de suscripción preferente presenta tres características:
a) Es renunciable: si bien no cabe admitir una renuncia absoluta y en abstracto al
derecho, que tiene el carácter mínimo, una vez acordada la emisión de nuevas
acciones, el accionista es libre de ejercitar o no su derecho. En el supuesto a
terceras personas de que uno o más accionistas no hagan uso de su derecho, las
acciones nuevas que queden disponibles podrán ser ofrecidas a personas extrañas a
la sociedad o ser suscritas por los demás accionistas.
b) Es transmisible a terceras personas, permitiendo al accionistas obtener, mediante su
venta, una compensación al perjuicio patrimonial y político que se puede derivar a de
la nueva emisión de acciones. La ley nos dice que “los derechos de suscripción
preferente serán transmisibles en las mismas condiciones que las acciones de las
que deriven”, y que, en caso de aumento de capital con cargo a reservas, “la misma
regla será de aplicación a los derechos de asignación gratuita de las nuevas
acciones”.
c) Es derogable: existen aumentos de capital con emisión de nuevas acciones en que
la propia ley excluye este derecho. Por otra parte, el derecho puede ser excluido
también mediante acuerdo adoptado por la Junta general en determinados
supuestos y condiciones.
E. Exclusión del Derecho de Suscripción Preferente:
a) Por imperativo legal, no habrá derecho de suscripción preferente:
i. En los aumentos de capital con aportaciones no dinerarias, en los que las
acciones emitidas van destinadas al titular de los bienes o derechos de
aportación.
ii. En los aumentos de capital con cargo a reservas de la sociedad. En estos
supuestos surge a favor de los accionistas un derecho de asignación gratuita
de las nuevas acciones, que se diferencia nítidamente del derecho de
suscripción preferente, por ser aquel un derecho inderogable pro la Junta
general.
iii. Cuando el aumento del capital se deba a la conversión de obligaciones en
acciones.
iv. Cuando el aumento del capital se deba a la absorción de otra sociedad o de
parte del patrimonio escindido de otra sociedad.
b) Junto a estos supuestos, la ley de SA ha introducido la posibilidad de que la Junta
general pueda acordar la supresión total o parcial de este derecho, estableciendo
que “en los casos en que el interés de la sociedad así lo exija, la Junta general, al
decidir el aumento de capital, podrá acordar la supresión total o parcial del derecho
de suscripción preferente”
Se trata de una medida legal importante cuya regulación ha sido objeto de debate en
la doctrina, que se encuentra dividida en cuanto a la conveniencia del concepto
abstracto del “interés social” como causa justificativa de la exclusión del derecho.
En cualquier caso, la ley establece algunas cautelas imprescindibles para la validez
del acuerdo. Son las siguientes:
i. Que en la convocatoria de la Junta consten la propuesta de supresión del
derecho.
ii. Que se ponga a disposición de los accionistas un informe de los
administradores, y un informe de un auditor de cuentas distinto al de la
sociedad, designado por el Registro mercantil, sobre el valor razonable de las
acciones y el valor teórico de los derechos cuya supresión se propone.
iii. Que el valor nominal de las acciones a emitir más, en su caso, la prima de
emisión, se correspondan con el valor razonable que resulte del informe del
auditor.
25. El Derecho de Asistir y Votar en las Juntas Generales :

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Derecho I: Mercantil

El derecho del accionista a concurrir a las Juntas generales y a participar con su voto en la
formación de la voluntad social son los instrumentos básicos a través de los cuales se articula, de
forma restringida, la participación de los socios en la gestión de la sociedad.

A. Derecho de Asistencia: todo accionista tiene derecho a asistir a las reuniones de la Junta
general y a intervenir en la misma manifestando sus opiniones, solicitando información, y
realizando propuestas. Sin embargo los estatutos pueden limitar el ejercicio de este derecho
exigiendo la titularidad de un número mínimo de acciones para asistir las reuniones de la
Junta, siempre que:
a) Se exija con carácter general para toda clase y series de acciones.
b) No se podrá exigir un número de acciones superior al 0,1% del capital social.
c) Se permitirá que los accionistas puedan agruparse y conferir la representación a uno
de ellos que concurrirá a la Junta ejercitando el derecho de todos los accionistas
agrupados
El modo de ejercitar el derecho de voz deberá estar regulado en los estatutos en su defecto
se regulara por el Presidente de la Junta, quien podrá limitar los tiempos y las
intervenciones, pero nunca excluir el derecho.
B. Derecho de Voto: es el derecho político por excelencia: no son admisibles privilegios que
directamente o indirectamente lo disminuyan, ni lo estatutos pueden limitarlo por razón de
sexo, edad, nacionalidad,…
Sin embargo tampoco este derecho se escapa a toda posibilidad de limitación. Los estatutos
pueden “fijar con carácter general el número máximo de votos que puede emitir un mismo
accionista o sociedades pertenecientes a un mismo grupo”. Se trataba de una medida que
perseguía proteger a las minorías, restringiendo la influencia de los grandes accionistas del
seno de la Junta general. Aunque en realidad, defiende a las grandes elites administrativas.
Existen supuestos en que tal derecho no puede ejercitarse, como:
a) En el caso de mora del accionista en el pago de los dividendos pasivos.
b) En el supuesto de adquisición de acciones propias por la sociedad.
c) Acciones sin voto.

La Acción como Valor Mobiliario:


Documentación de las Acciones:
26. Consideraciones Generales:

La acción, desde sus orígenes, nace como un título valor, es decir, un documento esencialmente
transmisible, necesario para ejercitar el derecho literal y autónomo en el mencionado.

En general, la doctrina incluye a la acción representada por medio de título en la categoría de los
títulos-valores, si bien las especiales características de la acción le confieren un puesto especial
dentro de esa amplia categoría. La más acusada peculiaridad de la acción es la de ser un título que
incorpora derechos de carácter corporativo; las acciones son sustancialmente títulos de
participación social. Por otro lado, como los derechos incorporados a las acciones no están
definidos y delimitados exclusivamente por el tenor de las mismas, la nota de la literalidad del
derecho, peculiar de los títulos valores, esta notablemente disminuida en la acción.

Dentro de la categoría de los títulos valores, suelen distinguirse aquellos cuya emisión se realiza de
forma individualizada, efectos de comercio, y aquellos que son emitidos en serie o en masa, valores
mobiliarios.

La incorporación de los derechos de socio al título-acción permite que este cumpla, a demás de una
función probatoria de la condición de socio, una esencial función dispositiva, transmitiendo los

17
Derecho I: Mercantil

derechos de socio con la circulación del documento y legitimando al adquiriente para el ejercicio de
los mismos.

27. El Sistema de Representación de las Acciones Mediante Títulos :


A. Acciones Nominativas y al Portador: cuando la acción este representada mediante títulos
(documentos en soporte papel), estos podrán ser al portador o nominativos. Las acciones al
portador no designan titular alguno, indicando como titular al “tenedor” del documento.
Nominativas, título directo, expresan directamente el nombre de la persona titular. Las
acciones revestirán necesariamente la forma nominativa:
a) Mientras no hayan sido enteramente desembolsado su importe.
b) Cuando su transmisibilidad esté sujeta a restricciones.
c) Cuando lleven aparejadas prestaciones accesorias.
d) Cuando así lo exijan disposiciones especiales.
En la actualidad, se observa un creciente número de disposiciones legales que, en atención
al objeto a que se dedique la sociedad, imponen obligatoriamente el carácter nominativo de
las acciones, lo que ha llevado a la doctrina a afirmar la existencia de una tendencia hacia la
forma nominativa, sustentada en motivos de transparencia de las actividades económicas.
Las acciones nominativas deberán figurar en un libro-registro llevado por la sociedad en el
que se inscribirán las sucesivas transferencias y la constitución de derechos reales u otros
gravámenes sobre ellas. La sociedad solo puede reputar accionista a quien se halle inscrito
en dicho libro-registro, pudiendo, incluso, rectificar las inscripciones que repute falsas o
inexactas. Todo accionista tiene derecho a recibir certificación de las acciones inscritas a su
nombre.
B. Menciones Necesarias del Título: los libros de las acciones deben recoger: la denominación,
el domicilio y datos registrales de la sociedad, el valor nominal de la acción, número, serie y
clase, condición nominativa o al portador, suma desembolsada, prestaciones accesorias y
restricciones de libre transmisibilidad y firma de uno o varios administradores.
A demás:
a) Los títulos, cualquiera que sea su clase, estarán numerados correlativamente y se
extenderán en libros talonarios.
b) Se admiten los títulos múltiples, que incorporen una o más acciones de la misma
serie.
c) El accionista tiene derecho a recibir, libre de gastos, los títulos que le correspondan.
d) La exhibición del título es necesaria para el ejercicio de sus derechos por el
accionista.
Hasta que se emitan los títulos, la ley consagra la validez de los resguardos provisionales de
acciones, que deberán revestir necesariamente la forma nominativa. En la práctica, los
resguardos provisionales suelen ser documentos múltiples comprensivos de las acciones
suscritas por el accionista. La ley declara aplicables a los resguardos provisionales las
disposiciones relativas a las menciones obligatorias.
C. Sustitución de Títulos: cuando resulte precisa la sustitución de los títulos se concederá
a los accionistas, mediante anuncio en el Boletín Oficial del Registro Mercantil, un
plazo no inferior a un mes para canjearlos por los títulos nuevos. Transcurrido este
plazo los títulos antiguos no canjeados podrán ser anulables y serán sustituidos por
otros que se remitirán a sus titulares, si son conocidos de la sociedad, o quedaran
en depósito por esta por tiempo de tres años, pudiendo ser vendidos transcurrido
este plazo, por cuenta y riesgo de los interesados.
28. El Sistema de Representación de las Acciones por Anotaciones en Cuenta :

“Las acciones representadas por medio de anotaciones en cuenta se regirán por lo dispuesto en la
normativa reguladora del mercado de valores”, que fundamentalmente es la citada Ley de Mercado
de Valores. Las características de este sistema de representación son las siguientes:

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Derecho I: Mercantil

A. La acción no se incorpora a ningún soporte físico-documental, sino que queda representada


mediante una anotación electrónica practicada en un registro informático, al que la Ley
denomina impropiamente “registro contable”.
B. Es obligatorio para las acciones que coticen en un mercado secundario oficial, si bien
pueden acogerse al mismo todo tipo de sociedad, cotizadas o no cotizadas.
C. Es un sistema nominativo. A través de la anotación en cuenta se identifica al titular de la
acción.
D. No puede aplicarse a acciones aisladas, sino a todas las integrantes de una misma emisión.
E. Su establecimiento requiere escritura pública, que podrá ser, en su caso, la de emisión. En
ella, a demás de la designación de la entidad encargada del registro contable, deberán
constar la denominación, número de unidades, valor nominal y demás características y
condiciones de los valores anotados.
F. La llevanza del registro contable de las acciones integrantes de cada emisión acogida a este
sistema de representación “será atribuida a una única entidad” escogida y designada
libremente por la sociedad emisora, entre las Sociedades o Agencias de Valores.
G. Es irreversible: una vez que se haya optado por este sistema de representación no se puede
volver al sistema de títulos. Sin embargo sí que se puede hacer a la inversa.
H. La persona que aparezca legitimada en los asientos del registro contable se presumirá
titular legítimo de la acción a efectos del ejercicio de los derechos de socio.
I. Los valores correspondientes a una misma emisión que tengan unas mismas características
tienen carácter fungible.
J. El ejercicio de los derechos económicos de las acciones ha de realizarse necesariamente a
través de la entidad del registro contable.

Transmisión de las Acciones:

29. Régimen de las Acciones:

Las acciones son por esencia transmisibles. Su transmisión es el medio que permite al accionista
abandonar la sociedad, ya que no puede retirar la aportación hecha al fondo común, ni resolver a
voluntad el vínculo social. La única limitación impuesta por la ley a la circulación de las acciones es
la que prohíbe entregarlas ni transmitirlas antes de la inscripción de la sociedad o, en su caso, del
acuerdo de aumento de capital, en el Registro Mercantil.

A. Mientras no se hayan impresos y entregado los títulos, la transmisión de acciones procederá


de acuerdo con las normas sobre la cesión de créditos y demás derechos incorporales.
Requerirá, por tanto, un negocio jurídico traslativo que habrá de ser notificado
posteriormente a la sociedad.
B. Una vez impresos y entregados los títulos hay que distinguir el régimen de transmisión las
acciones al portador y nominativas
a) Se trasmiten por la simple tradición de documento. Sin embargo, esta aparente
facilidad de circulación, queda ensombrecida ya que, con la finalidad de asegurar la
transparencia de los mercados exige, para la validez de la transmisión, la
intervención de fedatario público o la participación en la transmisión de una Sociedad
o Agencia de Valores o de una entidad de crédito.
b) Por su parte, el sistema de circulación de las acciones nominativas presenta una
doble modalidad:
i. Con carácter general, el régimen es muy similar al de cesión de créditos y
demás derechos incorporales. Requerirá un negocio jurídico traslativo que
habrá de ser notificado a la sociedad con exhibición del título de la accione
para que pueda ser anotada en el libro especial de acciones nominativas.
ii. Las acciones nominativas también podrán transmitirse mediante endoso,
negocio jurídico traslativo consistente en la entrega de un título incorporado al
mismo el nombre del adquiriente o endosatario y la firma del transmitente o

19
Derecho I: Mercantil

endosante. La trasmisión habrá de acreditarse frente a la sociedad mediante


la exhibición del título. Los administradores, una vez comprobada la
regularidad de la cadena de endoso, inscribirán la transmisión en el libro-
registro de acciones normativas
c) Transmisión de las acciones representadas por anotaciones en cuenta:
i. La transmisión de las acciones representadas por anotaciones en cuenta
“tendrá lugar por transferencia contable”.
ii. La inscripción de la transmisión a favor del adquiriente “producirá los mismos
efectos que la tradición de los títulos”, y “será oponible a terceros desde el
momento en que se haya practicado la inscripción”.
30. Restricciones a la Libre Transmisibilidad de las Acciones :
A. Requisitos Generales: la ley permite la restricción de la transmisión de las acciones, pero su
naturaleza de valor mobiliario y su esencial transmisibilidad impiden que pueda llegar a
prohibirse su transmisión. Por esta razón la ley se preocupa de declarar que son “nulas las
cláusulas que hagan prácticamente intransmisible la acción”.
Excepcionalmente se admiten cláusulas estatutarias que prohíben la transmisión voluntaria
de las acciones durante un periodo de tiempo no superior a dos años a contar desde la
fecha de constitución de la sociedad.
Para que las restricciones a la transmisión de acciones resulten validad y produzcan efectos
frente a la sociedad, deben cumplir tres requisitos:
a) Que se recojan expresamente en los estatutos.
b) Se indique en los mismos su contenido.
c) Recaigan sobre acciones nominativas.
Por el contrario están prohibidas las restricciones estatutarias:
a) Que impidan al accionista obtener el valor real de las acciones.
b) Aquellas por las que el accionista o accionistas que las ofrecieren de modo conjunto
queden obligados a transmitir un número de acciones distinto de aquel para el que
solicitan la autorización.
B. Tipos de Cláusulas:
a) Las que subordinan la validez de las transmisiones a la aprobación de la sociedad.
(cláusulas de consentimiento)
b) Las que exigen que el propósito de transmitir se notifique a la sociedad para que esta
o los demás accionistas puedan adquirir, con preferencias a terceros, las acciones
puestas a la venta. (cláusulas de retracto o de tanteo)
Las clausulas de tanteo no ofrecen problemas de validez siempre que sean completas,
determinen de forma precisa las transmisiones a las que afectan, el sistema para fijar el
precio del tanteo, las personas que podrán ejercitar ese derecho y el plazo dentro del cual
habrá de ejercitarse.
C. Restricciones Mortis Causa: las cláusulas restrictivas pueden afectar tanto a las
transmisiones “inter vivos” como a las “mortis causa”. Pero en este último supuesto “para
rechazar la inscripción de la transmisión en el libro-registro de acciones nominativas, la
sociedad deberá presentar al heredero adquiriente de las acciones u ofrecerse a adquirirlas
ella misma por su valor razonable en el momento en que se solicito la inscripción de
acuerdo con lo previsto en la ley”.
Este mismo régimen se aplicara a los supuestos de transmisión como consecuencia de
procedimiento judicial o administrativo de ejecución. Se entenderá como valor razonable el
que determine un auditor de cuentas, distinto al auditor de la sociedad, que, a solicitud de
cualquier interesado, nombren a tal efecto los administradores de la sociedad.

Negocios sobre las Acciones Propias:

31. Consideraciones Generales:

Los negocios sobre acciones propias que regula la ley son:

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Derecho I: Mercantil

A. Las operaciones de adquisición, ordinaria o derivativa, de esas acciones, que puede dar
lugar a la formación de lo que en la práctica se conoce como autocartera.
B. La aceptación en garantía de acciones propias.
C. La asistencia financiera a terceros para la adquisición de acciones propias.
32. Adquisición Ordinaria de Acciones Propias:

En ningún caso podrá la sociedad suscribir acciones propias ni acciones emitidas por su sociedad
dominante. La adquisición realizada infringiendo la prohibición legal será válida, y las acciones así
adquiridas “serán propiedad de la sociedad suscriptora”, si bien la obligación de realizar su
desembolso se impone “solidariamente a los socios fundadores o los promotores y, en caso de
aumento del capital social, sobre los administradores. Si se tratare de suscripción de acciones de la
sociedad dominante, la obligación de desembolsar recaerá solidariamente sobre los
administradores de la sociedad adquiriente y los administradores de la sociedad dominante”.

En el caso de que la suscripción haya sido realizada por persona interpuesta, los fundadores o
promotores y, en su caso, los administradores responderán solidariamente del reembolso de las
acciones suscritas.

33. Adquisición Derivativa de Acciones Propias:

Frente a la prohibición absoluta que afecta a la adquisición originaria, la ley admite que la sociedad
adquiera de un tercero acciones propias o de su sociedad dominante, si bien somete estas
adquisiciones a los siguientes límites y requisitos:

A. Que la adquisición haya sido autorizada por la Junta general de la sociedad adquiriente y
por la Junta general de la sociedad dominante, cuando adquieran, acciones de esta,
indicando el número máximo de acciones a adquirir, el precio mínimo y máximo de la
adquisición y la duración de la autorización, que en ningún caso podrá exceder de cinco
años.
B. Que las acciones adquiridas se hallen íntegramente desembolsadas.
C. Que el valor nominal de las acciones adquiridas, sumándose al de las que ya posean la
sociedad adquiriente y sus filiales y, en su caso, la sociedad dominante y sus filiales no
exceda del 20% del capital social de la sociedad adquiriente.
D. Que la adquisición no produzca el efecto de que el patrimonio neto resulte inferior al del
capital social más las reservas legales o estatutarias disponibles

Órganos de la Sociedad Anónima:


La Junta General de Accionista:
40. Concepto y Clases de Órganos Sociales:

La SA, como entidad jurídica dotada de personalidad y carente de existencia física, necesita valerse
de órganos para el desarrollo de su actividad interna y externa. Los órganos sociales se integran
por personas físicas a las que la ley atribuye las funciones de formar la voluntad social y realizar
actos jurídicos preciosos para su cumplimiento o ejecución.

La estructura orgánica de la SA comprende dos órganos diferenciados:

A. La junta general de accionistas, órgano deliberante que expresa con sus acuerdos la
voluntad social.
B. Los administradores, órgano ejecutivo encargado de la administración de la sociedad y de
representar a la misma en sus relaciones con terceros.
41. La Junta General de Accionistas como Órgano Social :

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Derecho I: Mercantil

La junta general es un órgano necesario, que no puede faltar en ninguna SA ni ser sustituido por
otro en sus funciones, con la única excepción de la SA unipersonal, en la que el socio único
ejercerá las competencias de la Junta general; y es un órgano no permanente, por cuando los
accionistas solo esporádicamente se reúnen en junta. La junta general puede ser definida como la
reunión de los accionistas en la localidad del domicilio social, previamente convocados, para
deliberar y, decidir por mayoría sobre asuntos sociales propios de su competencia. Analizando esta
definición se puede afirmar que:

A. La junta es, ante todo, reunión de accionistas; para que exista junta general es
indispensable la reunión de al menos dos socios en el lugar de su celebración.
B. La junta habrá de celebrarse en la localidad donde la sociedad tenga su domicilio con la
única excepción, que veremos posteriormente, de la junta universal.
C. Es una reunión convocada y no espontanea; la reunión va precedida de una convocatoria
previa.
D. La reunión tiene por finalidad deliberar y decidir; la deliberación, debate o cambio de
pareceres, es requisito indispensable para la posterior adopción de los acuerdos que
decidan los asuntos determinados previamente en el orden del día.
E. Las decisiones se toman por mayoría de votos; el principio mayoritario constituye uno de los
principios esenciales, configuradores del régimen de la SA.
F. Las materias objeto de debate y decisión habrán de estar comprendidos en el ámbito de
competencia de la junta.
42. Competencia y Clases de Juntas:
A. Competencia de la Junta General: cuando la ley habla de “asuntos propios de la
competencia de la junta” expresa claramente que, siento órgano soberano, no está dotado,
sin embargo, de poderes omnímodos. La competencia soberana de la junta encuentra sus
límites en:
a) La existencia necesaria del órgano de administración y representación de la
sociedad: la atribución legal de la representación de la sociedad a los
administradores deja reducida la actividad de la junta a la esfera social puramente
interna.
b) Los estatutos sociales: la junta puede modificar los estatutos pero no puede tomar
decisiones que atenten contra ellos, y, si lo hiciera, esas decisiones estarán viciadas
de invalidez.
c) Los derechos mínimos del accionista: la junta debe respetar los derechos
individuales de los socios y no puede crear desigualdades entre uno y otros, salvo
que medie el acuerdo de los afectados.
d) El interés social, entendido como el interés de la propia sociedad, así como el interés
colectivo de todos los accionistas y de las personas que se relacionan con ella
también implican un límite al poder de la junta. Los acuerdos contrarios al interés
estarán, también ,viciados de invalidez …
B. Clases de Juntas: las juntas generales pueden ser ordinarias o extraordinarias, si bien no
existen diferencias sustanciales entre unas y otras. Se denominan ordinarias aquellas juntas
que deben reunirse periódicamente, bien en el tiempo señalado por los estatutos, bien
señalado por la ley. Las juntas cuya reunión no esté prevista para épocas determinadas por
la ley o por los estatutos reciben la denominación de juntas extraordinarias.
La junta general ordinaria regulada por la ley es aquella que “se reunirá necesariamente
dentro de los seis primeros meses de cada ejercicio, para censurar la gestión social,
aprobar, en su caso, las cuentas del ejercicio anterior y resolver sobre la aplicación del
resultado”. El examen y aprobación, en su caso, de las cuentas y el balance, es una facultad
indelegable, de la que no puede desprenderse la junta general ordinaria a favor de ningún
otro órgano social.
En realidad, la única distinción entre unas y otras juntas se funda en la periodicidad legal o
estatutaria de la reunión. Ambas tienen la misma competencia y pueden decidir cualquier
clase de asunto, con la única excepción de la aprobación de las cuentas anuales, que es
materia reservada al conocimiento e la junta general ordinaria.

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Derecho I: Mercantil

43. Convocatoria de la Junta General:


A. Facultad y Obligación de Convocar: la convocatoria es requisito indispensable para la
validad constitución de la Junta y su realización se encomienda por la ley a los
administradores. La Junta ordinaria deberá ser convocado por los administradores para su
celebración dentro de los seis primeros meses de cada ejercicio. A demás deberá
convocarse en aquellos otros periodos determinados en los estatutos.
La junta extraordinaria puede ser convocada por los administradores “siempre que lo
estimen conveniente para los intereses sociales”.
“deberán, asimismo, convocarla cuando lo solicite, mediante requerimiento notarial, un
número de socios titulares de, al menos, un 5% del capital social, expresando en la solicitud
los asuntos a tratar en la junta”. En este supuesto los administradores quedan obligados a
convocar la junta para su celebración dentro de los treinta días siguientes a la fecha en que
se les hubiere requerido notarialmente, y deberán incluir necesariamente en el orden del día
los asuntos que hubieren sido objeto de la solicitud
B. Requisitos de la Convocatoria: la convocatoria de las juntas está sometida por la ley a l
requisitos formales mínimos, que necesariamente habrán de ser respetados y cuyo
incumplimiento determinara la invalidez de la Junta y de los acuerdos que en ella se
adopten. La convocatoria deberá hacerse por anuncio publicado en el Boletín Oficial del
Registro Mercantil y en uno de los diarios de mayor circulación.
El anuncio habrá de expresar, al menos, la fecha de la reunión en primera convocatoria y
una relación comprensiva de todos los asuntos que han de tratarse en ella. Esta relación,
denominada orden del día, deberá ser clara y completa, sin que sea lícito incluir en ella
nuevos asuntos con posterioridad a la convocatoria ni adoptar decisiones sobre asuntos no
incluidos en las mismas.
Dentro de los cinco días siguientes a la publicación de la convocatoria, los accionistas que
representen, al menos, el 5% del capital social, podrán solicitar que se publique un
complemento a la convocatoria, incluyendo uno o más puntos en el orden del día.
C. Convocatoria Judicial: solo procede en los supuestos en que lo administradores no atiendan
su deber de convocarla; los supuestos son dos:
a) Que la junta ordinaria no haya sido convocada por los administradores “dentro del
plazo legal” en cuyo caso cualquier accionista podrá interesar la convocatoria
judicial.
b) Cuando habiéndolo solicitado un número de socios titulares de, al menos, 5% del
capital social, los administradores no procedan a convocarla; supuesto en que los
solicitantes estarán legitimados para interesar la convocatoria judicial.
El juez, al convocar la junta, designara la persona que haya de presidirla.
D. La Junta Universal: el requisito de la previa convocatoria de la junta decae en un supuesto
único: cuando estando presente todo el capital social los asistentes acepten por unanimidad
la celebración de la junta. Entonces la junta se entera convocada y quedara válidamente
constituida para tratar cualquier asunto, pero bastara la oposición de un accionista, por
insignificante que sea su participación, para que la junta no pueda celebrarse.
La constitución de la junta universal puede tener lugar en localidad distinta de la del
domicilio social, ya sea en territorio español o en el extranjero. Y en cuando a su
competencia, es absoluta “para tratar cualquier asunto” propio de la junta, sin limitación
alguna.
44. Constitución de las Juntas

Las juntas, sean ordinarias o extraordinarias, “quedarán válidamente constituidas en primera


convocatoria cuando los accionistas presentes o representados posean, al menos, el 25% del
capital suscrito con derecho de voto”. En segunda convocatoria “será validad la constitución de la
junta cualquiera que sea el capital concurrente a la misma, salvo que los estatutos fijen un quórum
determinado, el cual, necesariamente, habrá de ser inferior al que aquellos hayan establecido o
exija la ley para la primera convocatoria”.

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Derecho I: Mercantil

El quórum legal de concurrencia para la validad constitución de las juntas es un quórum mínimo,
que podrá ser superado por los estatutos. La necesaria comprobación del quórum hace
indispensable confeccionar, al comienzo de la reunión, la lista de asistentes.

La junta será presidida por la persona que determinen los estatutos; en su defecto, por el
presidente del Consejo de administración, y a falta de este, por el accionista que elijan los
asistentes a la reunión. El presidente será asistido por un secretario designado también por los
estatutos o, en su defecto, por los accionistas asistentes a la junta.

45. Asistencia a las Juntas Generales:

En principio, todos los accionistas tienen derecho a asistir a las juntas generales, pero los estatutos
pueden limitar el derecho de asistencia a las juntas, exigiendo, con carácter general a todas las
acciones “cualquiera que fuese su clase o serie, la posesión de un número mínimo para asistir a la
junta general, sin que, en ningún caso, el numero exigido pueda ser superior al 0,1% del capital
social”

La continua sustitución de las personas de los socios, al menos en las grandes sociedades
cotizadas, hace que la sociedad desconozca la identidad de sus socios y, en consecuencia, resulta
indispensable que quien pretenda asistir a la junta, acredite ante la sociedad, con carácter previo,
su condición de socio

La legitimación anticipada del accionista, se realiza en alguno de los modos siguientes:

A. Los titulares de acciones nominativas y de acciones representadas por anotaciones en


cuenta, mediante su “inscripción en sus respectivos registros con cinco días de antelación a
aquel en que haya de celebrarse la junta”.
B. Los tenedores de acciones al portador mediante el depósito de sus acciones o, en su caso,
el certificado acreditativo de su depósito en una entidad autorizada, con cinco días de
antelación a aquel en que hay de celebrarse la junta, en la forma revista pro los estatutos. A
falta de previsión estatutaria podrá hacerse el depósito en el domicilio social.

Por otra parte, los administradores, aunque no sean accionistas, “deberán asistir a las juntas
generales”, y los estatutos “podrán autorizar u organizar la asistencia de directores, gerentes,
técnicos y demás personas que tengan interés en la buena marcha de los asuntos sociales”; y
también el Presidente de la Junta “podrá autorizar la asistencia de cualquier otra personas que
juzgue conveniente”, sin perjuicio de que la junta pueda “revocar dicha autorización”.

46. Representación del Accionista en la Junta :


A. Régimen General: todo accionista que tenga derecho de asistencia podrá hacerse
representar en la junta general por otra persona, sea accionista o no, pero los estatutos
pueden limitar esa facultad. Queda, en definitiva, al arbitrio de los estatutos regular la
representación en las juntas generales, sin que puedan llegar a prohibirla.
En cuanto a la forma en que ha de realizarse la delegación, el poder habrá de reunir dos
requisitos:
a) Otorgarse por escrito o por otros medios de comunicación a distancia que garanticen
debidamente la identidad del accionista que la otorga.
b) Otorgarse con carácter especial para cada junta.
La representación es siempre revocable, y la asistencia personal a la junta del representado
tendrá valor de revocación.
B. Solicitud Publica de Representación: cuando los administradores de la sociedad, o las
entidades depositarias de los títulos, o las encargadas del registro de anotaciones en
cuenta, soliciten representación para sí o para otro, y en general siempre que la solicitud se
formule de forma publica el documento en que conste el poder deberá contener o llevar

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Derecho I: Mercantil

anexo el orden del día y las instrucciones del accionista representado, y el representante
debe votar ateniéndose a las instrucciones recibidas.
C. Representación Legal: las prescripciones que la ley establece en orden a la representación
voluntaria de los socios en las juntas generales no rigen frente a los representantes legales
de los accionistas menos, incapacitados,… , ni frente a las personas que estatutaria o
legalmente ostenten la representación de las personas jurídicas accionistas. Pero la
representación legal o estatutaria deberá ser acreditada oportunamente.
D. Representación Familiar: las limitaciones al derecho de representación “no serán de
aplicación cuando el representante sea el cónyuge, ascendiente o descendiente del
representado, ni tampoco cuando aquel ostente poder general conferido en documento
público con facultades para administrar todo el patrimonio que el representado tuviere en
territorio nacional”.
29. Las Deliberaciones en la Junta y el Derecho de Información:

La deliberación previa es un requisito sustancial de validez de los acuerdos que puedan adoptarse
en la junta. Esto no quiere decir que hayan de reputarse ilícitas aquellas cláusulas estatutarias que,
por razones prácticas, limiten en alguna forma el uso de la palabra o faculten al presidente para
limitar el debate ya que la propia ley confía a los estatutos la determinación de la forma en que ha
de producirse la deliberación.

Por otra parte, es con ocasión de la celebración de la junta, cuando el derecho de información del
accionista despliega sus efectos. Se trata de un derecho instrumental con el que se pretende que el
accionista pueda tener debido conocimiento de lo asuntos a decidir, al objeto de ejercitar
posteriormente su derecho de voto.

La ley otorga este derecho con carácter restringido, pero las facultades limitadas que comprende no
le privan de su condición de derecho mínimo del accionista, cuya vulneración dará lugar a la nulidad
de los acuerdos adoptados por la junta.

Desde el mismo momento de la convocatoria se manifiesta la trascendencia de este derecho,


exigiendo la ley que en ella se haga constar con la debida claridad “todos los asuntos que han de
tratarse” así como el derecho que asiste a los socios para examinar en el domicilio social o solicitar
el envío gratuito de los documentos que sirvan de soporte a las decisiones a adoptar en la junta.

Una vez convocada junta, hasta el séptimo día anterior a su celebración, los accionistas podrán
solicitar los informes o aclaraciones que estimen precisos acerca de los asuntos comprendidos en
el orden del día, estando los administradores obligados a facilitar tal información por escrito hasta el
día de la celebración de la junta.

Durante la celebración de la reunión, los accionistas podrán solicitar verbalmente las informaciones
o aclaraciones que consideren precisas acerca de los asuntos comprendidos en el orden del día,
que deberán ser facilitadas por los administradores en la misma reunión o, de no ser posible,
habrán de facilitarla por los administradores en la misma reunión o, de no ser posible, habrán de
facilitarla por escrito dentro de los siete días siguientes a la terminación de la junta.

Los administradores estarán obligados a proporcionar la información solicitada, salvo en los casos
en que, a juicio del presidente, la publicidad de los datos solicitados perjudique los intereses
sociales. Esta excepción no procederá cuando la solicitud esté apoyada por accionistas que
representen, al menos, la cuarta parte del capital

30. Régimen de Adopción de Acuerdos Sociales:


A. La Emisión del Voto: el accionista asistente a la junta ejercitara su derecho de voto
emitiendo el sufragio a favor o en contra del asunto debatido. La emisión del voto constituye
una declaración de voluntad no receptiva, destinada a formar, junto con las de los demás

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Derecho I: Mercantil

socios, la voluntad social. Para que esa declaración sea válida, no debe estar viciada y
además habrá de ser pura, esto es, no sometida a condición.
El derecho de voto se atribuye en proporción al valor nominal de las acciones poseídas por
el socio. Estamos ante una sociedad capitalista en que lo trascendente es el capital que
ostenta cada socio y no sus condiciones personales. En la emisión del voto goza el
accionista de amplia libertad sin más límites que el respeto al interés de la sociedad, la
moral y el orden publico.
B. Régimen General de Adopción de Acuerdos: la junta decide o adoptar los acuerdos por
mayoría de votos. Sin embargo no hay inconveniente en admitir que los estatutos exijan
mayorías reforzadas para tomar determinados acuerdos. No parece admisible, en cambio, la
concesión de voto dirimente al presidente para resolver los empates que se produzcan en el
seno de las juntas, porque iría contra el principio de la proporcionalidad entre el capital y el
derecho de voto.
C. Régimen Especial para Determinados Acuerdos: para determinados acuerdos de especial
importancia, la ley exige unos requisitos más elevados; así:
a) “Para que la junta general ordinaria o extraordinaria pueda acordar válidamente el
aumento o reducción del capital y cualquier otra modificación de los estatutos
sociales, la emisión de obligaciones, la supresión o la limitación del derecho de
adquisición preferente de nuevas acciones, así como la transformación, la fusión, la
escisión o la cesión global de activo y pasivo y el traslado de domicilio al extranjero,
será necesaria, en primera convocatoria, la concurrencia de accionistas presentes o
representados que posean, al menso, el 50% del capital suscrito con derecho a
voto”.
b) “En segunda convocatoria será suficiente la concurrencia del 25% de dicho capital.
Cuando concurran accionistas que representen menos del 50% del capital suscrito
con derecho a voto, los acuerdos a que se refiere el apartado anterior solo podrán
adoptarse válidamente con el voto favorable de los dos tercios del capital presente o
representado en la junta”

ACUERDOS

Ordinarios No Ordinarios

Quórum Mayoría Quórum Mayoría


Constitución Constitución

Convocatoria 1ª 25% Simple 50% Simple

2ª 0`00000001% Simple 25% Reforzada

Debe observarse que la ley se limita a exigir, en primera convocatoria, un mayor quórum de
constitución de la junta, pero no una mayoría cualificada de votos, por lo que, una vez
constituida válidamente, os acuerdos se adoptaran por mayoría de capital asistente. Por el
contrario, en segunda convocatoria, la ley exige un quórum determinado y también una
mayoría cualificada de dos tercios del capital asistente.
D. Acta de la Junta: las decisiones o acuerdos adoptados en la junta deberán ser recogidos por
escrito en un acta, que se transcribirá en el correspondiente libro. El acta expresará “los
datos relativos a la convocatoria y a la constitución del órgano, un resumen de los asuntos
debatidos, las intervenciones de las que se haya solicitado constancia, los acuerdos
adoptados y los resultados de los votaciones”.

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Derecho I: Mercantil

Los socios y las personas que hayan asistido a la junta en representación de socios, tienen
derecho a “obtener en cualquier momento certificación de los acuerdos y de las actas”. Para
su validez, las actas deber ser aprobadas “por la propia junta y a continuación de haberse
celebrado esta, y, en su defecto, y dentro del plazo de quince días, por el presidente y dos
interventores, uno en representación de la mayoría y otro por la minoría”.
Los administradores habrán de presentar en el Registro Mercantil, en los ocho siguientes
días a la aprobación del acta, testimonio notarial de los acuerdos inscribibles.
El acta de la junta puede ser levantada por notario cuando así lo decidan los
administradores, o a petición de accionistas que representen, al menos, el 1% del capital
social, siempre que se solicite con cinco días de antelación al señalado para la celebración
de aquella. En este caso, el acta notarial tendrá la consideración de acta de la Junta.
El acta es un documento importante a efectos probatorios pero que, en ninguna caso,
constituye un requisito de validez de los acuerdos adoptados por la junta.
31. Impugnación de Acuerdos Sociales:

La voluntad social formada en la junta se impone a todos los socios pero se concede al accionista
el derecho a impugnar los acuerdos en tres supuestos concretos:

A. Si son contrarios a la ley.


B. Si se oponen a los estatutos.
C. Si lesionan, en beneficio de uno o varios accionistas o de terceros, los intereses de la
sociedad.

La ley señala que son nulos los acuerdos contrarios a la ley y anulables los contrarios a los
estatutos o al interés social.

Legitimados para impugnar los acuerdos anulables están los accionistas asistentes a la junta que
hubieran hechos constar en acta su oposición, lo ausente, los que hubiesen sido ilegítimamente
privados del voto, y los administradores. La acción caduca a los cuarenta días.

Órganos de la Sociedad Anónima:


Los administradores:
32. El Órgano de Administración y Representación :
A. La SA necesita un órgano de gestión y representación, que lleve a cabo la administración
cotidiana de la sociedad y la represente en sus relaciones con terceros. El órgano de
administración es necesario y permanente: necesario, tanto para constituir la sociedad como
para su ulterior funcionamiento; y permanente, porque despliega una actividad gestora
dirigida a la consecución de la fines sociales, que no puede sufrir solución de continuidad.
Suele afirmarse que es un órgano subordinado respecto de la junta general, ya que su
gestión está sometida al control de la junta y sus miembros son, en principio, nombrados y
destituidos por ella. Pero siendo esto cierto, no puede ignorarse que ostenta un ámbito legal
de competencias que le es propio y exclusivo, en el que la junta no puede interferir.
El órgano administrativo desempeña la mas importe función en el seno de la sociedad; al
ejecutar los acuerdos de la junta general y adoptar diariamente otras muchas decisiones en
la esfera de su propia competencia, toda la vida social se canaliza a través del mismo, y del
acierto de su actuación dependerá el éxito o el fracaso de los negocios sociales.
B. La estructura del órgano de administración constituye una de las menciones necesarias de
los estatutos.
La ley deja un amplio margen de libertad a la hora de configurar la estructura de este
órgano, que puede estar compuesto:
a) Por una sola persona en calidad de administrador único.
b) Dos personas que actúen conjuntamente.

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Derecho I: Mercantil

c) Varias personas que actúen individualmente.


d) Más de dos personas que actúen conjuntamente, en cuyo caso estaremos ante el
órgano colegiado denominado Consejo de administración, este último es el supuesto
más frecuente en la práctica y al que la ley dedica atención especial.

33. Capacidad para Ser Administrador:

No exige la ley especiales condiciones para ser nombrado administrador, bastando, al efecto, que
tengan capacidad civil para obligarse. No se requiere en él la cualidad de accionista, a menos que
lo estatutos dispongan lo contrario, y pueden ser personas físicas o jurídicas si bien en este último
caso, habrán de designar una persona física que les represente para el ejercicio de las funciones
propias del cargo de administrador.

Sin embargo la ley establece una serie de prohibiciones para ser administrador, afirmando que no
podrán ser administradores, entre otros, los menos de edad no emancipados, los incapacitados, los
inhabilitados conforme a la Ley Concursal, los condenados por delitos de falsedad, delitos contra la
libertad,…Tampoco podrán ser administradores de las sociedades los funcionarios al servicio de la
Administración con funciones a su cargo que se relaciones con las actividades propias de la
sociedad de que se trate, los jueces y magistrados y demás personas afectadas por una
incompatibilidad lega.

La incapacidad o la incompatibilidad pueden sobrevenir con posterioridad al nombramiento, en cuyo


caso los administradores deberán ser destituidos.

34. Nombramiento y Separación de los Administradores :


A. Nombramiento: los primeros administradores se nombran en el momento de la constitución
de la sociedad y deberán figurar necesariamente en la escritura fundacional. Con
posterioridad, la competencia para nombrara a los administradores reside en la junta
general de accionistas, la cual determinará, además, el numero de los mismos cuando los
estatutos establezcan solamente el máximo y el mínimo, pudiendo fijar también las
garantías que los administradores deban prestar o relevarles de esa prestación.
La ley contempla dos sistemas diferentes de nombramiento:
a) Sistema general: la elección por la junta se hará, normalmente, por el procedimiento
ordinario de decisión; es decir, por mayoría absoluta de votos.
b) Sistema proporcional: cuando el órgano este estructurado como Consejo de
administración y con el objeto de impedir que la mayoría puedan designar a su
exclusivo arbitrio a todos sus miembros, la ley ha establecido un sistema facultativo
de representación proporcional de las minorías en el seno del Consejo.
A tal efecto “ las acciones que voluntariamente se agrupen, hasta constituir una cifra del
capital social o superior a la que resulte e dividir este ultimo por el numero de vocales del
Consejo, tendrán derecho a designar los que, superando fracciones enteras, se deduzcan
de la correspondiente proporción”.

B. Separación: los administradores pueden ser separados del cargo en cualquier momento por
libre decisión de la junta general. El nombramiento de administrador es revocable “ad
nutum”, en razón a la relación de confianza en que descansa, sin que sea licito exigir justa
causa para la separación y sin necesidad de que el acuerdo figure en el orden del día de la
reunión. No son admisibles las cláusulas estatutarias que condicionen o restrinjan la
revocabilidad del administrador.
35. Retribución de los Administradores:

El cargo de administrador puede ser retribuido o no. Caso de existir, “la retribución de los
administradores deberá ser fijada en los estatutos”.

La ley se ocupa especialmente de regular dos modalidades de retribución:

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Derecho I: Mercantil

A. Retribución mediante participación en beneficios: cuando la retribución consista en “una


participación en las ganancias, solo podrá ser detraída de los beneficios líquidos y después
de estar cubiertas las atenciones de reserva legal y de ala estatutaria y de haberse
reconocido a los accionistas un dividendo del 4% o el tipo más alto que los estatutos hayan
establecido”.
En definitiva, la ley da prioridad a la constitución de la reserva legal, la estatutaria en su
caso, y a los accionistas, y solo después de satisfechas esas exigencias entrara en juego el
derecho de los administradores.
B. Retribución mediante acciones y derechos de opción: “la retribución consiste en la entrega
de acciones, o de derechos de opción sobre las mismas o que este referenciada al valora de
las acciones, deberá preverse expresamente en los estatutos, y su aplicación requerirá un
acuerdo de la Junta General de accionistas. Dicho acuerdo expresará, en su caso, el
número de acciones a entregar, el precio de ejercicio de los derechos de opción, el valor de
las acciones que se tome como referencia y el plazo de duración de este sistema de
retribución”.
36. El Consejo de Administración: Organización y Funcionamiento :

Es el órgano colegiado de administración y representación de la SA, que se entiende constituido


“ministerio legis”, siempre que la administración de la sociedad se confíe conjuntamente a más de
dos personas.

Como órgano colegiado, el Consejo exige una organización interna de carácter corporativo. La ley
contiene normas muy escasas en lo relativo a la organización del Consejo atribuyéndole, en defecto
de regulación estatutaria, una facultad de autorregulación que le permite designar a su presidente y
a su secretario y regular en la forma que tenga por conveniente su propio funcionamiento,
señalando, por ejemplo, la periodicidad de sus reuniones, distribuyendo el estudio de asuntos por
comisiones,…

La autonomía del consejo no es, sin embargo, absoluta, debiendo respetar determinadas
previsiones establecidas en la ley:

A. La reunión del Consejo deberá ser convocada por el presidente o el que hada sus veces. La
convocatoria habrá de hacerse en la forma prevista por los estatutos o, en su defecto, en la
forma que tenga establecida el propio Consejo. Sin convocatoria solo podrá celebrarse
Consejo cuando, estando presentes todos los consejeros, decidan, por unanimidad, su
celebración.
B. El Consejo “quedara válidamente constituido cuando concurran a la reunión, presentes o
representados, la mitad mas uno de sus componentes”. Se trata de un quórum legal mínimo
de constitución que puede ser elevado por los estatutos.
C. Los consejeros podrán hacerse representar en la reunión por medio de otro consejero. No
se admite representación otorgada a personas ajenas al Consejo.
D. “Los acuerdos se adoptarán por mayoría absoluta de consejeros concurrentes a la reunión”,
si bien es admisible que los estatutos exijan una mayoría reforzada para todos o
determinados acuerdos.
La votación se hace por cabezas y no por el capital que cada consejero represente. Es lícita
la previsión estatutaria del voto dirimente del presidente para resolver los empates que se
produzcan en el seno del Consejo, a diferencia de lo que ocurre en la junta general en la
que no se admite el voto dirimente
E. Es admisible que el Consejo tome decisiones por escrito sin necesidad de reunión; pero “la
votación por escrito y sin sesión será admitida cuando ningún consejero se oponga a este
procedimiento”.
F. “Las discusiones y acuerdos del Consejo se llevaran a un libro de actas, que serán firmadas
por el presidente y el secretario”.
G. Los acuerdos del Consejo o de cualquier otro órgano de administración de la sociedad
podrán ser objeto de impugnación, con arreglo al régimen de impugnación de acuerdos de

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Derecho I: Mercantil

la junta general. La facultad de impugnar se otorga a los administradores y a los accionistas


que representan un 5% del capital social.
37. Provisión de Vacantes en el Consejo: Régimen de Cooptación :

La ley regula la llamada facultad de cooptación del Consejo, destinada a cubrir transitoriamente las
vacantes que puedan producirse en su seno, por cese de alguno de sus miembros antes de que
finalice el plazo para él fueron nombrados. Las caracteristicas de este régimen son las siguientes:

A. El nombramiento de la persona que haya de ocupar el puesto de consejero lo realiza el


propio Consejo, mediante acuerdo ordinario adoptado por mayoría.
B. La persona designada tiene que reunir la condición de accionista de la sociedad.
C. El nombramiento tienen carácter provisional, la duración del nombramiento se extenderá
hasta la celebración de la primera junta general ha de decidir la ratificación del nombrado o
su sustitución.

Este sistema, previsto por la ley con carácter extraordinario, se ha convertido en la práctica de las
SA en expediente frecuente para la designación de nuevos consejeros, que acceden al cargo por
cooptación para ser posteriormente ratificados en el mismo por la junta general.

38. Consejeros Delegados y Comisiones Ejecutivas del Consejo :

El Consejo, por su carácter colegiado y corporativo, no dispone de la agilidad necesaria para


atender directamente las múltiples cuestiones que la gestión social exige de forma cotidiana. Por
eso la ley autoriza expresamente al Consejo para “designar de su seno una comisión ejecutiva o
uno o más consejeros delegados, sin perjuicio de los apoderamientos que pueda conferir a
cualquier persona”.

Del precepto se deduce el ámbito de libertad que da la ley en esta materia, pudiendo crearse una o
varias comisiones ejecutivas que en la práctica, con frecuencia, coexisten con uno o más
consejeros delegados, si bien procede advertir que los destinatarios de la delegación son siempre
uno o varios consejeros, sin que pueda admitirse la delegación de facultades a favor de personas
extrañas al Consejo.

La delegación permanente de facultades es una decisión trascendente en el orden corporativo de la


sociedad, por lo que la ley somete la validez del acuerdo de delegación a unos requisitos
extraordinarios, ordenando que la delegación permanente de facultades del Consejo y la
designación de los administradores que hayan de ocupar tales cargos “requerirán para su validez el
voto favorable de las dos terceras partes de los componentes del Consejo y no producirán efecto
alguno hasta su inscripción en el Registro mercantil”.

Las posibilidades de delegación están sometidas a ciertos límites ya que existen facultades del
Consejo que la ley declara indelegables: “en ningún caso podrá ser objeto de delegación la
rendición de cuentas y la presentación de balances a la junta general, ni las facultades que esta
conceda al Consejo, salvo que fuese expresamente autorizado por ella”.

Frente a la sociedad, el órgano delegado deberá moverse dentro de los límites de las facultades de
gestión que le han sido atribuidas, incurriendo en responsabilidad en caso de extralimitación. Pero,
frente a terceros, sus facultades representativas son ilimitadas, extendiéndose a todos los asuntos
comprendidos en el objeto social e incluso a los actos extraños al objeto social que generen,
modifique o extingan relaciones con terceros de buena fe.

Debe advertirse, por último, que al margen de las facultades que el Consejo pueda delegar en uno
o varios de sus miembros, este órgano puede conferir apoderamientos generales o singulares a
personas extrañas al mismo, que representaran a la sociedad con más o menos facultades.

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Derecho I: Mercantil

39. Responsabilidad de los Administradores: (no muy importante)


A. Régimen General: este sistema de responsabilidad se estructura en la forma siguiente:
a) De una parte se eleva el nivel de diligencia exigible al establecer que “los
administradores desempeñarán su cargo con la diligencia de un ordenado
empresario y representante leal” haciéndoles responsables por los actos “realizados
sin la diligencia con la que deben desempeñar el cargo”, incluyendo, así, frente a lo
que sucedía anteriormente, a los daños causados por simple negligencia del
administrador.
b) “Responderán frente a la sociedad, frente a los accionistas y frente a los acreedores
sociales del daña que causen por actos contrarios a la Ley o a los estatutos o por
daños realizados incumpliendo los deberes inherentes al desempeño del cargo”,
configurando, así, una especie de responsabilidad profesional del administrador que,
ante una infracción legal o estatutaria, parece entrar en juego de forma automática,
aunque no exista culpa o negligencia en el incumplimiento.
c) Incorpora un supuesto de responsabilidad objetiva para los supuestos en que
concurra la causa de disolución consistente en que la sociedad haya sufrido pérdidas
que dejen reducido el patrimonio a una cantidad inferior a la mitad del capital social.
En tales casos se impone a los administradores la obligación de convocar en el plazo de dos
meses la junta general de accionistas para acordar, bien la disolución o bien las medidas
necesarias para restablecer el equilibrio entre el patrimonio y el capital social. Y para
supuesto que no se constituya la junta o que, constituida, no adopte ninguna de estas
decisiones, impone a los administradores a la obligación de solicitar la disolución judicial de
la sociedad. Asimismo les impone, si procediere, la obligación de solicitar concurso de la
sociedad.
El incumplimiento de estas obligaciones por los administradores le hace solidariamente
responsables de las obligaciones posteriores al acaecimiento de la causa legal de
disolución.
La responsabilidad de los administradores es solidaria. Responden, así, “todos los
miembros del órgano de administración que realizo el acto o adopto el acuerdo lesivo”. Solo
exime la ley de responsabilidad a “los que prueben que, no habiendo intervenido en su
adopción y ejecución, desconocían su existencia o, conociéndola, hicieron todo lo
conveniente para evitar el daño o, al menos, se opusieron expresamente a aquel”.
También afirma la ley que “en ningún caso exonerará de responsabilidad la circunstancia de
que el acto o acuerdo lesivo haya sido adoptado, autorizado o ratificado por la junta
general”.
Este sistema es de orden público y serán nulos los pactos estatutarios que lo alteren o
modifiquen.
B. La Acción Social de Responsabilidad: contra los administradores tiene carácter de acción
social, en cuanto está dirigida a la protección y defensa del patrimonio o de los intereses
sociales en general, mediante el resarcimiento del daño sufrido. Por eso se atribuye en
primer término a la sociedad, subsidiariamente a los accionistas como titulares de un interés
indirecto en la defensa del patrimonio social, y, en último extremo, a los acreedores sociales
que, al contar con el patrimonio social como garantía de sus créditos se perjudican con la
disminución de aquel.
a) La sociedad podrá entablar en cualquier momento la acción de responsabilidad
contra sus administradores “previo acuerdo de la junta general, que puede ser
adoptado aunque no conste en el orden del día”. La junta general “podrá transigir o
renunciar el ejercicio de la acción, siempre que no se opusieren a ello socios que
representen el 5% del capital social”. La minoría dispone, así, de un derecho de veto
a la renuncia de la acción o a la transacción después que haya sido iniciado el
proceso. En cualquier caso, “el acuerdo de promover la acción o de transigir
determinará la destitución de los administradores afectados”.
b) Esa misma minoría también podrá solicitar de los administradores que convoquen la
junta general para que esta decida sobre la acción de responsabilidad, e, igualmente,
podrá entablar conjuntamente esa acción de responsabilidad cuando los

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Derecho I: Mercantil

administradores no convoquen la junta solicitada, cuando la sociedad no entable la


acción, dentro del plazo de un mes contado desde la fecha correspondiente al
acuerdo, o cuando este hubiese sido contrario a la exigencia de responsabilidad.
c) Por último, los acreedores de la sociedad solo podrán ejercitar la acción social de
responsabilidad contra los administradores cuando la acción no haya sido ejercitada
por la sociedad o sus accionistas y el patrimonio social resulte insuficiente para la
satisfacción de sus créditos. Con carácter excepcional, en el supuesto de concurso
de acreedores, los administradores concursales estarán legitimados para ejercitar la
acción de responsabilidad contra los administradores, sin necesidad de previo
acuerdo de la junta general
C. La Acción Individual de Responsabilidad: es la acción de indemnización que corresponde “a
los socios y a los terceros por actos de los administradores que lesionen directamente los
intereses de aquellos”. En tal supuesto, el perjudicado reclama individualmente la
indemnización del daño sufrido directamente en su patrimonio. Ha de tratarse de
responsabilidad personal del administrador frente a los accionistas o frente a tercero, y no
de responsabilidad de la sociedad por la actuación de los administradores como órgano
social en nombre de ella

Las Cuentas Anuales:


40. Proceso de Elaboración de las Cuentas Anuales :
A. Formulación: la ley exige que las cuentas sean formuladas, esto es, elaboradas y aprobadas
provisionalmente por los administradores de la sociedad, en el plazo máximo de tres meses
a contar desde la fecha de cierre del ejercicio social, acompañadas de la propuesta de
aplicación del resultado, y del informe de gestión, cuando este sea obligatorio.
Las cuentas deberán ser firmadas por todos los administradores, quienes de este modo
asumen la responsabilidad sobres su contenido.
B. Verificación: las cuentas anuales deberán ser revisadas por auditores de cuentas. Los
auditores verificaran también la concordancia del informe de gestión con las cuentas
anuales del ejercicio.
Los auditores serán nombrados por la junta genera por un periodo de tiempo determinado
inicial, que no podrá ser inferior a tres años ni superior a nueve a contar desde la fecha en
que se inicie el primer ejercicio a auditar, pudiendo sr reelegidos anualmente una vez haya
finalizado el periodo inicial.
Si la junta general incumple la obligación de nombrarlos, la designación de los auditores
podrá hacerla el Registro Mercantil.
Una vez nombrados los auditores, la junta no podrá revocar su nombramiento sin causa
justificada. Los auditores dispondrán de un plazo mínimo de un mes, a partir del momento
en que les sean entregadas las cuentas firmadas por los administradores, para emitir su
informe de opinión. Si por consecuencia del informe los administradores se vieran obligados
a alterar las cuentas anuales, los auditores habrán de ampliar su informe con los cambios
producidos.
Como excepción, las sociedad que pueden presentar balance abreviado, no están obligadas
a auditar sus cuentas anuales, ni estan sometidas legalmente a ningún otro sistema de
control o censura de las mismas.
En estas sociedades “los accionistas que representen, al menos, el 5% del capital social
podrán solicitar del Registro Mercantil del domicilio social que, con cargo a la sociedad,
nombre un auditor de cuentas para que efectúe la revisión de las cuentas anuales de un
determinado ejercicio siempre que no hubieran transcurrido tres meses a contar desde la
fecha de cierre de dicho ejercicio”.
C. Sumisión de las cuentas a la junta general: las cuentas anuales, acompañadas del informe
de los auditores, deberán ser sometidas al conocimiento y aprobación, en su caso, de la
junta general ordinaria de accionistas, que se reunirá necesariamente dentro de los seis

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Derecho I: Mercantil

primeros meses de cada ejercicio social. El accionista puede ejercitar su derecho a la


información, exanimación directa y personalmente de las cuentas anuales.
La junta dispone de facultades en orden a la aprobación o rechazo de las cuentas anuales.
Debe rechazarlas en el supuesto que no estén redactadas conforme a las prescripciones
legales, pero no está obligada a aprobarlas por el mero hecho de que se ajusten a la
legalidad, ya que las normas contables dejan suficiente margen de arbitrio a los
administradores para aplicar criterios de valoración sobre los que la junta puede disentir.
41. La Aplicación del Resultado del Ejercicio:

A diferencia de lo que ocurre con el acuerdo de aprobación de las cuentas anuales, la junta goza de
un margen de facultades más amplio a la hora de aplicar el resultado, no viéndose limitada a
aprobar o rechazar la propuesta presentada por los administradores, pudiendo adoptar otra
decisión diferente.

Pero la junta no es libre a la hora de aplicar el beneficio. Los beneficios del ejercicio no siempre son
íntegramente repartibles. Unas veces la ley y otras los estatutos, no permiten que el beneficio se
distribuya íntegramente a los accionistas, y obligan a detraer del mismo una cierta parte, que será
destinada necesariamente a determinados fines, o que quedara en poder de la sociedad
acrecentando su patrimonio y reforzando la solvencia de la sociedad.

A. Con carácter previo, para que la junta pueda decidir la asignación del beneficio deben
concurrir tres presupuestos:
a) Que los beneficios resulten del balance aprobado por la junta. Jurídicamente no
puede decirse que exista beneficio, y no podrá procederse a su aplicación, en tanto
no resulte del balance del ejercicio debidamente aprobado por junta general ordinaria
de accionistas.
b) Que el valor del patrimonio neto contable no sea o, a consecuencia del reparto, no
resulte ser inferior al capital social. Si por consecuencia de pérdidas de ejercicios
anteriores ese valor del patrimonio neto de la sociedad fuera inferior a la cifra del
capital social, “el beneficio se destinara a la compensación de estas pérdidas. A
estos efectos, los beneficios imputados directamente al patrimonio neto n podrán ser
objeto de distribución”.
c) Que las reservas disponibles sean, como mínimo, iguales al importe de los gastos de
investigación y desarrollo que figuren en el activo del balance.
B. Cumplidos estos requisitos, la junta podrá decidir la aplicación del beneficio, pero deberá
atender necesariamente determinadas asignaciones impuestas por la ley y por los estatutos:
a) La reserva legal grava necesariamente el beneficio del ejercicio económico. La ley
establece que, “en todo caso, una cifra igual al 10%del beneficio del ejercicio se
destinara a la reserva legal hasta que esta alcance, al menos, el 20% del capital
social”. Se impone, así, la obligación legal de dotar la reserva siempre que existan
beneficios; la obligación que cesa cuando el fondo de reserva haya alcanzado la
quinta parte del capital social, y renace tan pronto como, por cualquier caso,
descienda la cuenta de reserva por debajo de ese límite. “la reserva legal, mientas
no supere el limite indicado, solo podrá destinarse a la compensación de pérdidas en
el caso de que no existan otras reservas disponibles suficientes para ese fin”.
b) Las reservas estatutarias se rigen en su condición y destino por lo que los estatutos
establezcan al respecto. La sociedad vendrá obligada a cumplir las previsiones
estatutarias sin que la junta general disponga de facultades para adoptar otra
decisión distinta en cuanto a la aplicación del resultado.
c) Constituidas las reservas legales y estatutarias, no podrá repartirse el beneficio en
tanto no se dote una reserva indisponible equivalente al fondo de comercio que
aparezca en el activo del balance
C. Una vez cubiertas estas atenciones previstas por la ley, el beneficio restante tendrá el
carácter de beneficio repartible si bien, la junta tampoco goza de plena libertad para acordar
su aplicación, debiendo atender con carácter previo:

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Derecho I: Mercantil

a) El dividendo al que puedan tener derecho tanto las acciones privilegiadas como las
acciones sin voto.
b) La previsión de la remuneración de los administradores, en el supuesto que la misma
haya sido establecida en la modalidad de participación en los beneficios.
D. Atendidas todas estas asignaciones, el importe restante tendrá la consideración de beneficio
de libre distribución y la junta goza de las más amplias facultades para acordar su destino
aplicándolo a cualquiera de las siguientes finalidades:
a) Las reservas voluntarias creadas por simple acuerdo de la junta general, que ofrecen
como especial característica la de su libre disponibilidad.
b) La distribución de dividendos a los accionistas.
42. El Reparto de Dividendos a los Accionistas:
A. Régimen General: los dividendos son la parte del beneficio que la junta acuerda distribuir
entre los accionistas.
Los dividendos pueden repartirse con cargo a los beneficios del ejercicio o con cargo a las
reservas de libre disposición, que no son sino beneficios de ejercicios anteriores cuyo
destino puede ser libremente decidido por la junta.
La ley contempla la distribución de dividendos repartibles “a los accionistas ordinarios”,
diciendo que se hará en proporción al capital que hayan desembolsado, y que en el acuerdo
de distribución la junta general deberá fijar el momento y la forma del pago; si no lo hiciera,
“el dividendo será pagadero en el domicilio social a partir del día siguiente al acuerdo”.
B. Los Dividendos a Cuenta: la ley admite la posibilidad de que la junta general o los
administradores distribuyan entre los accionistas, antes de conocer los resultados del
ejercicio social, cantidades “a cuenta de dividendos”. Se legitima así, bajo determinadas
condiciones legales, una práctica muy frecuente en nuestras sociedades.
Las condiciones para proceder a su distribución son dos:
a) Los administradores tienen que formular un previo estado contable que se incluirá
posteriormente en la memoria, en el que se ponga de manifiesto que existe liquidez
suficiente para la distribución.
b) La cantidad a distribuir “no podrá exceder de la cuantía de los resultados obtenidos
desde el fin del último ejercicio, deducidas las perdidas procedentes de ejercicios
anteriores y las cantidades con las que deban dotarse las reservas obligatorias por
ley o por disposición estatutaria, así como la estimación del impuesto a pagar sobre
dichos resultados”.
El incumplimiento de esas condiciones legales, no obstante depender de actos de los
administradores y no de los accionistas, traerá como consecuencia para estos la obligación
de restituir a la sociedad las cantidades percibidas, con el interés legal correspondiente,
“cuando la sociedad pruebe que los perceptores conocían la irregularidad de la distribución
o que, habida cuenta de las circunstancias, no podían ignorarla”.
43. Deposito de las Cuentas Anuales en el Registro Mercantil :

Todas las SA vienen obligadas, dentro del mes siguiente a la aprobación de las cuentas, a
presentar para su depósito en el Registro mercantil del domicilio social una certificación de los
acuerdos de la junta general sobre la aprobación de las cuentas y aplicación de resultados,
adjuntado un ejemplar de cada una de las cuentas, del informe de gestión y del informe de
auditoría.

“El incumplimiento por el órgano d la administración de la obligación de depositar, dentro del plazo
establecido, los documentos a que se refiere esta sección dará lugar a que no se inscriba en el
Registro Mercantil documento alguno referido a la sociedad mientras el incumplimiento persista”.
Quedan excluidos de este grave régimen sancionador “los títulos relativos al cese o dimisión de
administradores, gerentes, directores generales o liquidadores, y a la revocación o renuncia de
poderes, así como a la disolución de la sociedad y nombramiento de liquidadores y a los asientos
ordenados por la Autoridad judicial o administrativa”.

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Derecho I: Mercantil

El incumplimiento de la obligación de depósito de las cuentas anuales también dará lugar a la


imposición de una multa a la sociedad.

La Modificación de los Estatutos Sociales:


La Modificación de los Estatutos Sociales:
44. Requisitos Generales de la Modificación:
A. Órgano competente: la tarea, por su propia gravedad e importancia, “debe ser acordada por
la junta general” como órgano de expresión de la voluntad social. Ningún otro órgano social
distinto de la junta tiene facultades propias para alterar la forma o el contenido de los
estatutos, sin que sea admisible que la junta delegue en el Órgano de administración una
función de tanta trascendencia.
La junta puede adoptar acuerdos modificativos de forma y de fondo, sin otras limitaciones
que el respeto a la ley y a los derechos individuales de los accionistas.
B. Requisitos de forma: el precepto legal enumera cuatro requisitos que han de concurrir en el
proceso modificativo:
a) “Los administradores o, en su caso, los accionistas autores de la propuesta recién
formulen un informe escrito con la justificación de la misma”. Se exige, por tanto,
constancia escrita de la modificación que se pretende abordar y de las razones que
la justifican.
b) La convocatoria de la junta deberá expresar “con la debida claridad los extremos que
hayan de modificarse”. Es decir, información suficiente sobre la modificación que se
proyecta realizar, para que todos los accionistas puedan formar juicio cabal del
alcance o trascendencia de la misma.
En el anuncio de la convocatoria se hará “constar el derecho que corresponde a
todos los accionistas de examinar en el domicilio social el texto integro de la
modificación propuesta y del informe sobre la misma y de pedir la entrega o el envió
gratuito de dichos documentos”.
c) El acuerdo “será adoptado por la junta de conformidad con lo dispuesto en la ley”.
(mayorías necesarias)
d) El acuerdo de modificación de los estatutos se hará constar en escritura pública que
se inscribirá en el Registro mercantil y se publicara en el Boletín Oficial del Registro
Mercantil.

Para determinadas modificaciones especialmente relevantes, se exige una publicidad adicional. Así
el cambio de denominación, del domicilio y del objeto social, se anunciara en dos periódicos de
gran circulación en la provincia o provincias respectivas, sin cuya publicidad no podrá inscribirse
dicha modificación en el Registro mercantil. Y en lo que afecta concretamente al cambio de
denominación social, una vez inscrita en el registro, se hará constar con los demás Registros por
medio de notas marginales.

Aumento de Capital:
45. Concepto, Procedimientos y Modalidades:
A. Concepto: por aumento de capital hay que entender aquella operación jurídica por virtud de
la cual se eleva la cifra de capital social que figura en los estatutos. Implica, por tanto, una
modificación estatutaria. Por eso la ley ordena que todo aumento de capital social “habrá de
acordarse por la junta general con los requisitos establecidos para la modificación de los
estatutos sociales”, es decir, con los requisitos especiales e convocatoria, el quórum de
asistencia para su validad constitución y publicidad registral.
B. Procedimientos: el aumento de capital puede realizarse por medio de dos procedimientos
diferentes:

35
Derecho I: Mercantil

a) Por emisión de nuevas acciones.


b) Por elevación del valor nominal de las ya existentes.
La sociedad es libre de elegir en cada caso uno u otro de esos procedimientos, pero la
elevación del valor nominal de las acciones ya existentes exigen “el consentimiento de todos
los accionistas, salvo en caso de que se haga integrante con cargo a reservas o beneficios
de la sociedad”. Exigencia que dificulta en la práctica el empleo de ese procedimiento.
C. Modalidades: “el contravalor del aumento de capital podrá consistir tanto en nuevas
aportaciones dinerarias o no dinerarias al patrimonio social, incluida la compensación de
créditos de la sociedad, como en la transformación de reservas o beneficios que ya
figuraban en dicho patrimonio”.
De ordinario, el aumento de capital implica un correlativo incremento patrimonial: todo
dependerá de que los fondos con que haya de desembolsarse el nuevo capital ya estén
integrados o no en el patrimonio social con anterioridad a la operación. Por eso conviene
distinguir:
a) Modalidades que incorporan a la sociedad nuevos fondos dinerarios u otros bienes
patrimoniales: entran en esta categoría las modalidades típicas, consistentes en el
aumento de capital mediante aportaciones dinerarias o no dinerarias de los
accionistas.
b) Modalidades que implican disminución del pasivo social: el supuesto normal es el de
la conversión de obligaciones en acciones, pero también entran en esta categoría el
aumento de capital con cargo a créditos no representados en obligaciones. En
ambos casos se produce una disminución del pasivo exigible.
c) Modalidades que no alteran el valor del patrimonio social : en este grupo entran los
aumentos que se hacen desembolsando las acciones con cargo a beneficios o a
reservas.
Cualquiera que sea el modo de desembolsar el contravalor de las acciones, no debe
olvidarse que “el valor de cada una de las acciones de la sociedad, una vez aumentado el
capital, habrá de estar desembolsado en un 25% como mínimo”.

46. Régimen de las Distintas Modalidades de Aumento del Capital :


A. Aumento del capital con aportaciones dinerarias: es la modalidad más frecuente, a la que
acuden las sociedades que necesitan aumentar los recursos propios. El tratamiento legal se
reduce a exigir como requisito previo “el total desembolso de las acciones anteriormente
emitidas”.
No obstante, para evitar las dificultades prácticas que el rigor de la norma podría ocasiona,
se permite realizar el aumento de capital “si existe una cantidad pendiente de desembolso
que no exceda del 3% del capital social”.
B. Aumento del capital con aportaciones no dinerarias : “las aportaciones proyectadas, las
personas que hayan de efectuarlas, el numero y valor nominal de las acciones que hayan de
entregarse y las garantías adoptadas según la naturaleza de los bienes en que la aportación
consista.
Por otra parte, “las acciones emitidas en contrapartida de aportaciones no dinerarias como
consecuencia de un aumento de capital suscrito deberán ser totalmente liberadas en un
plazo de cinco años a partir del acuerdo de aumento”
C. Aumento del capital con cargo a reservas: es el supuesto de aumento “nominal” o “contable”
del capital social. No se realizan aportaciones directas al patrimonio social por parte de los
accionistas y en su aspecto económico-contable la operación se reduce a un traspaso de la
cuenta de reservas a la de capital.
Los accionistas y los titulares de obligaciones convertibles, ostentan un derecho a la
asignación gratuita de las acciones que se emitan en el aumento de capital, en proporción al
valor nominal de las acciones que posean o de las que corresponderían a los titulares de
obligaciones convertibles de ejercitar en ese momento la facultad de conversión.
D. Aumento del capital por compensación de créditos: se trata de una modalidad en la que el
contravalor de las acciones emitidas se realiza mediante la extinción de los créditos que los

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Derecho I: Mercantil

accionistas o terceros ostentan frente a la sociedad quien, de este modo, reduce su pasivo
exigible, aumentando correlativamente el patrimonio social.
47. Aumento del Capital con Suscripción Pública de las Acciones :

La ley somete a un régimen especial los aumentos de capital en los que se ofrezca al público la
suscripción de las acciones emitidas, lo que ocurrirá:

A. Cuando, previa exclusión del derecho de suscripción preferente de los accionistas, las
nuevas acciones emitidas se ofrezcan públicamente a la suscripción de cualquier
interesado.
B. En los supuestos de ampliación de capital relativos a acciones que coticen en un mercado
secundario oficial y generen derechos de suscripción que sean libremente negociables en el
mismo.
48. Aumentos del Capital por Delegación de la Junta General :

Como excepción al principio de que el aumento del capital social ha de ser acordado por la junta
general, nuestra ley ha recogido la institución del denominado capital autorizado, permitiendo que
se delegue en los administradores la facultad de “acordar en una o varias veces el aumento de
capital social hasta un cifra determinada en la oportunidad y en la cuantía que ellos decidan, sin
previa consulta a la junta general”

Pero el carácter excepcional de esta institución hace que se someta a unos requisitos y limites que
pasamos a examinar:

A. El acuerdo de delegación deberá ser adoptado por la junta general “con los requisitos
establecidos para la modificación de los estatutos sociales”.
B. Los aumentos a acordar por los administradores “no podrán ser superiores en ningún caso a
la mitad del capital de la sociedad en el momento de la autorización”.
C. Los aumentos “deberán realizarse mediante aportaciones dinerarias”.
D. Su desembolso se efectuará “dentro del plazo máximo de cinco años a contar del acuerdo
de la junta”.

Reducción del Capital:


51. Procedimientos y Modalidades de Reducción del Capital:
A. Consideraciones Generales: los preceptos que la ley dedica a esta materia están inspirados
en el propósito de proteger a los acreedores sociales, que solo cuentan con el patrimonio
social como garantía de sus créditos.
B. Procedimientos: la reducción del capital puede realizarse por medio de tres procedimientos
diferentes:
a) Mediante la disminución del valor nominal de las acciones.
b) Su amortización.
c) Su agrupación para canjearlas.
C. Modalidades: la reducción del capital puede tener por finalidad:
a) La devolución de las aportaciones.
b) La condonación dividendos pasivos.
c) La constitución o incremento de reservas voluntarias.
d) El restablecimiento del equilibrio entre el capital y el patrimonio neto de la sociedad
disminuido por consecuencia de pérdidas.
e) La constitución o incremento de la reserva legal.
Las sociedades que, bien por disponer de un capital excesivo o bien por razones de índole
tributaria o de otro tipo, desean disponer de una parte de los activos que constituyen la
contrapartida del capital social, para reintegrarlos a sus accionistas, recurren normalmente a
la reducción del capital, disminuyendo correlativamente su patrimonio neto.

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Derecho I: Mercantil

52. Formalidades y Requisitos de la Reducción:


A. El acuerdo de reducción: el acuerdo de reducción del capital, al modificar los estatutos, tiene
que ser tomado por la junta general “con los requisitos de la modificación de estatutos”, y
deberá ser publicado en el Boletín Oficial de ese Registro y en un periódico de gran
circulación de la provincia en la que la sociedad tenga su domicilio.
El acuerdo de la junta habrá de expresar, “como mínimo, la cifra de reducción de capital, la
finalidad de la reducción, el procedimiento mediante el cual la sociedad ha de llevarlo a
cabo, el plazo de ejecución y la suma que haya de abonarse, en su caso, a los accionistas”.
B. Reducción efectiva del capital social: en cualquiera de las modalidades de reducción
“efectiva” del capital, se producirán devoluciones de dinero a los accionistas o condonación
de dividendos pasivos, que vendrán a disminuir correlativamente el patrimonio social y
reducirán la garantía de los acreedores para el cobro de sus créditos.
“los acreedores cuyo crédito haya nacido antes de la fecha del último anuncio del acuerdo
de reducción de capital tendrán el derecho de oponerse a la reducción hasta que se les
garanticen los créditos no vencidos en el momento de la publicación. No gozaran e este
derecho los acreedores cuyos créditos se encuentren ya adecuadamente garantizados”.
C. Reducción nominal del capital social: las razones que abonan un sistema de protección tan
energético como es la faculta de oponerse a la reducción del capital no deben jugar cuando
falten motivos de peligro para los acreedores por no existir devolución de aportaciones a los
accionistas ni condonación de dividendos pasivos. De ahí que la ley tenga establecido que
los acreedores no pueden oponerse a la reducción en estos tres casos como supuestos de
“reducción nominal” del capital social:
a) Cuando la reducción del capital tenga por única finalidad restablecer el equilibrio
entre el capital y el patrimonio neto de la sociedad disminuido por consecuencia de
perdidas.
b) Cuando la reducción tenga por finalidad la constitución o el incremento de la reserva
legal.
c) Cuando la reducción se realice con cargo a beneficios o a reservas libres. En este
caso, el importe del valor nominal de las acciones amortizadas o de la disminución
nominal de las acciones deberá destinarse a una reserva de la que solo será posible
disponer con los mismos requisitos exigidos para la reducción del capital social.
Se trata de un mecanismo que permitirá a la sociedad que cuente con reservas disponibles
suficiente, reducir el capital evitando el derecho de oposición de los acreedores, mediante la
inmovilización de una parte de su patrimonio igual a la reducción del capital acordada,
salvaguardando de este modo los derechos de estos acreedores, que no verán reducida su
garantía patrimonial.

Modificaciones Estructurales de las Sociedades Mercantiles:


53. Modificaciones estructurales: introducción

El concepto de modificaciones estructurales incluye aquellas variaciones en el régimen corporativo


de la sociedad que van más allá de las simples modificaciones estatutarias para afectar a la
estructura patrimonial o persona de la sociedad, comprendiendo la transformación, la fusión, la
escisión y la cesión global de activo y pasivo. Junto a estas figura la Ley viene a regular el traslado
internacional del domicilio social y las fusiones transfronterizas intracomunitarias.

Transformación de Sociedades: (no muy común)


54. Concepto de Transformación:

Se entiende por transformación el cambio de tipo societario, con mantenimiento de la personalidad


jurídica de la sociedad.

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Derecho I: Mercantil

Se trata de una modificación sustancial de la estructura corporativa, que conlleva un cambio de la


organización societaria anterior, si bien conservando la misma personalidad.

Las posibilidades de transformación resultan, en lo esencial, de la combinación de los distintos tipos


de sociedades: civiles, colectivas, comanditarias simples o por acciones, agrupaciones de interés
económico, de responsabilidad limitada, anónima y corporativas.

Cualquier transformación que no esté expresamente autorizada por una disposición legal es nula.

55. Efectos de la Transformación:

Los socios que permanezcan en la compañía recibirán acciones, cuotas o participaciones


proporcionales a las que poseían, manteniendo el status que tenían antes de la transformación.

Los socios quedaran sometidos al régimen jurídico del nuevo tipo social con las siguientes
especialidades:

A. Los socios que en virtud de la transformación asuman responsabilidad ilimitada por las
deudas sociales responderán de la misma forma de las deudas anteriores a la
transformación.
B. Salvo que los acreedores sociales hayan consentido expresamente la transformación,
subsistirá la responsabilidad de los socios que respondían personalmente de las deudas
sociales contraídas con anterioridad a la transformación.

Fusión de Sociedades:
57. Concepto y Procedimientos:

La fusión es el proceso por el cual una o más sociedades mercantiles inscritas se integran en una
única sociedad, transmitiendo en bloque sus patrimonios, e integrándose los socios de las
sociedades extinguidas en la sociedad resultante en proporción al valor de sus respectivas
participaciones.

La fusión puede realizarse, esencialmente, mediante dos procedimientos:

A. Extinción de todas las sociedades participantes y constitución de una nueva sociedad


(fusión “por creación de una nueva sociedad”), en cuyo caso los patrimonios de las
sociedades que se extinguen se transmitirán en bloque mediante sucesión universal a la
nueva sociedad.
B. Absorción por una sociedad de otras u otras que se disuelven y extinguen (fusión “por
absorción”), adquiriendo la sociedad absorbente por sucesión universal los patrimonios de
las sociedades absorbidas.

Los elementos que caracterizan el proceso de fusión son los siguientes:

A. Extinción de una o varias de las sociedades.


B. Transmisión en bloque del patrimonio de las sociedades extinguidas a la nueva sociedad o a
la sociedad absorbente, que adquirirá por sucesión universal todos los derechos y
obligaciones de aquellas.
C. Integración de los socios de las sociedades extinguidas a la nueva sociedad o a la sociedad
absorbente, debiendo puntualizarse:
a) Que son los socios de las sociedades extinguidas, y no estas sociedades, los que
reciben de la sociedad nueva o absorbente la contraprestación correlativa al
patrimonio global que recibe.

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Derecho I: Mercantil

b) Que esa contraprestación ha de coexistir precisamente en acciones o participaciones


de la sociedad nueva o absorbente.
c) Que el número de cuotas, participaciones o acciones recibidas por cada socio ha de
ser proporcional a su respectiva participación en las sociedades extinguidas.

Si se trata de una fusión por creación de una nueva sociedad se entregaran a los socios de las
extinguidas acciones o participaciones de la nueva sociedad. En el caso de fusión por absorción, la
sociedad absorbente deberá ampliar su capital para entregar las nuevas acciones o participaciones
a los socios de los socios de las sociedades extinguidas.

58. Proceso de Fusión: Fase Preparatoria y Adopción de los Acuerdos de Fusión :


59. Ejecución de la Fusión:
60. Fusiones Especiales:

Escisión de Sociedades:
61. Concepto y Régimen Jurídico:
La Cesión Global del Activo y Pasivo:
62. Concepto y Régimen Jurídico:
Disolución, Liquidación y Extinción de Sociedades:
63. La Disolución Parcial de la Sociedad:
64. Disoluciones de las Sociedades:
65. La Liquidación: Generalidades
66. Operaciones de la Liquidación:
67. La Extinción de la Sociedad:
Obligaciones:
68. Noción y Funciones de las Obligaciones:
69. Emisión y Documentación de las Obligaciones:
70. Clases de Obligaciones:
71. La Emisión de las Obligaciones:
72. Las Obligaciones Convertibles:
73. El Sindicato de Obligacionistas:

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