Parejas con comportamientos fóbicos: se mantienen
aisladas del “mundo exterior” por temor a no ser comprendidos, aceptados tomados en cuenta. Aunque aparentan ser una pareja normal.
Pareja con comportamiento histeroide: aquí uno de
los cónyuges tiene las riendas de la relación pero su inseguridad se la contagia al otro. Es llamada también “pareja teatro”, donde cada uno desempeña su papel, produciendo comportamientos depresivos.
Pareja con comportamiento esquizoide: en la pareja
existe un distanciamiento debido a que los intentos de superación del otro los ve como amenazantes por lo que busca la forma de evitarlo.
Pareja con comportamiento epileptoide: tienen temor
de todo lo que este fuera de la pareja por lo que necesitan mutuamente para sentirse seguros. Solo se comunican en el campo sexual pero donde no están presentes los sentimientos y las emociones. A pesar de los años juntos, la monotonía se encuentra presente en su relación. Expectativas cambios de pareja
Resulta que todos tenemos expectativas, por lo general nos
gusta fijarnos metas altas y está bien, la idea es que siempre sientas motivación e intentes superarlas; incluso, está bien tener expectativas para sí mismo, por ejemplo, las que te ayudan a alcanzar tus éxitos personales, ya sea en el campo laboral, académico, familiar o social.
Sin embargo, cuando dichas expectativas están relacionadas
con otras personas, debemos tener mucho cuidado de no sobrepasar la realidad, pues ser muy estrictos con las otras personas, nos puede llevar también al fracaso y a sentirnos desdichados.
Si ves que tus relaciones, últimamente, han fracasado y
sientes decepción después de compartir algo de tiempo con esa persona, debes hacer un alto en el camino y gestionar qué está pasando; aprende cómo invertir los roles en la relación y empieza a construir un vínculo afectivo sano.
Expectativas irreales
Este tipo de expectativas van acompañadas, normalmente,
por sentimientos de frustración y decepción; son ideas, usualmente, fantasiosas que poco concuerdan con nosotros y la relación de pareja e impactan negativamente porque se forman a partir de las falsas apariencias o la idealización del otro. Es decir, suponemos que esa persona es de tal manera, pero en realidad es distinta, lo cual nos lleva a un conflicto interno y, tal vez, a esperar que actúe según nuestra perspectiva.
Querer cambiar a la persona en sí es una acción
intolerante, nadie tiene la obligación de actuar de acuerdo al agrado de otro: se trata más bien de entender las diferencias y aceptar a los demás tal y como son. Así dejarías de ser tú y no podrías manifestar ninguna de las cualidades que te otorgan autenticidad.
Otra expectativa irreal es pretender que esa persona tenga
exclusividad contigo; es decir, que solo esté para ti y literal solo tenga ojos para ti. Hay que dejar claro que esto se trata de celos y no de lealtad; si tú no confías en tu pareja y le exiges exclusividad para tranquilizarte, lo único que encontraras será un sentimiento de persecución y asfixia.
Expectativas a conciencia
Expectativas son saludables y positivas; son las que impactan
en el crecimiento personal y la inclusión de la otra persona como independiente en nuestra vida. En este caso, se da la autorreflexión, la empatía con la pareja y los acuerdos para el entendimiento mutuo. Encaja perfectamente eso de que el cerebro se enamora pero el corazón no porque usas la inteligencia emocional.
Para mitigar la decepción, la solución primera sería no
esperar nada de nadie ni de nada, eliminar las expectativas como tal y dejar que las cosas fluyan en libertad. Sin embargo, como seres humanos, esta tarea es bastante difícil, de hecho, significaría un vuelco total que implica una reprogramación mental; en definitiva, no es la opción más conveniente.
Entonces, si queremos impactar, de forma positiva, la relación
de pareja a partir de las expectativas a conciencia, debemos establecer una comunicación óptima donde ambos expresen las de cada uno. Hablar de este tema hará que la relación se fortalezca, se dé pie a acuerdos y, en otros casos, a intentar ceder en los desacuerdos. Qué se hace en la Terapia?
Los miembros que la conforman acuden a una primera sesión
en la cual el terapeuta les tomará algunos datos generales de utilidad para comenzar a comprender la dinámica general de la relación, como por ejemplo los años que llevan juntos, si al momento de la terapia viven juntos o no, si ha habido separaciones significativas, la existencia de hijos. En las sesiones, ambos tendrán espacio para hablar y expresar libremente sus conflictos, pensamientos o ideas, emociones. Sin embargo, en el contexto de la terapia, el psicólogo les ayudará a generar las condiciones para que dicha expresión sea positiva y funcional y no neurótica o negativa. Establecer objetivos o metas comunes es la primera labor del terapeuta y de los consultantes.
Promover que a través del diálogo y una comunicación asertiva,
los 3 involucrados definan una problemática en común y su respectiva meta o metas. Esto requiere de mucha voluntad y compromiso de parte de la pareja.
Una segunda tarea a realizar en la terapia, es el comprender y
ejercitar aspectos básicos para una relación sana. Por tal motivo se le ayuda a la pareja a entender sus patrones de comunicación y posteriormente se ejercita con ellos en la sesión y a través de ejercicios, en casa, estilos de comunicación más funcionales, disponibles y adecuados para ellos.
¿Qué beneficios obtenemos al ir a Terapia de Pareja?
Mejora la Comunicación en Pareja Fomenta Perspectivas sobre la relación más objetivas y funcionales. Identifica los recursos de la relación y sus miembros y les enseña a utilizarlos en su vida cotidiana. Incrementa las capacidades de negociación, acuerdo y resolución de los conflictos. Mejora las capacidades expresivas de los pensamientos, emociones y conductas. Desarrolla actitudes afines al establecimiento de un mayor compromiso con la relación y con el otro. Fomenta la intimidad entre los miembros. Favorece la expresión y experiencia de la sexualidad. Incrementa los niveles de satisfacción en la relación, así como de bienestar emocional de cada una de las partes, por ende, mejora la calidad de vida.