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ACOMPANAMIENTO TERAPEUTICO. Lo cotidiano, las tedes y sus interlocutores Gustavo Pablo Rossi °. Vy = ad z a < Pd Fr w 2 ra a — ae 4 z eS 8 4 | titulo de este libro dest inclusion det acompariante terapéutico en esa esi participa y construye su trabejo, inmer fe un sujeto con pad Psiquicos severos pueda sostenerse en su vida otidiana. El acompafiante terapéutico es un cutor para aquel a quien acompara 8, para su familia. Se explora, [uego, &: berde etre cica yo ei atn de pensar condiciones ue sustenten sus ineamient r su singular Investigacion del rol del acompafiante terapéutico, esta ‘obra resulta indispensable para quienes se formen en el tema, y para los profesionales urso terapéutleo, dinedor Docents Prot fake a Int) de ta Prictica Profesional Fundamentos fa, UBA. Ha sido autor y compilador los sobre el tema. Ha dictado 'y seminarios sobre A Carrera de Especial en Salud Mental unbién es Presi C ‘compa smiento Terapéutico de la cid Argentina Salud Mental (AASM), miembro fundad idn de Acompattantes Terapéuticos de R yy Supervisor del Equipo de AT del Hospital en Salud Mental, Hospital Es ademas miembro del Capitulo de Histo temologia de la Asoiacién de Psiquiatras lel Comité de In Revista ‘Temas de Historia de la Psiquiatria Argentina, y tiene una importante experi (Wit Ce enone] ro eee] fe} 1e) = Py z Es ? Ps & fa ° 2 yA a cs zt re < pa fe) Q ¢ ACOMPANAMIENTO TERAPEUTICG URS Teta eee ea tees cage Acompafiamiento terapéutico Lo cotidiano, las redes y sus interlocutores Gustavo Pablo Rossi Incluye articulos de: Osvaldo Delgado Daniel Matusevich Carolina Vairo Martin Ruiz Rossi, Gustavo Acompaflamiento terapéutico : lo cotidia- no, las redes y sus interlocutores, - 1a ed. - Buenos Aires : Polemos, 2007, 224 p. ; 28x15 am. ISBN 978-987-9165.84.9, 1. Peiquiatrfa, 2. Acompatia DD 616.89 to Terapéutico. I. Titalo 1° wmici6s Pouzwos, BusNos Aires, 2007. © de esta edicon Eorronia. Potzwos S.A Moreno 1785, 5° piso, 1008 - Buenos Aires, Argentina snav.editoriapolemos.com edtorial@polemos.comar Hecho el depésito que marea Ia ey 11.798 ISBN: 978-087-9165-84-8, Probibida su reproducién total o parcial Desechos reservados Ante de tapa: Gaby Messuti Composici6n y armado: Ana Uranga B. fndi¢e R$ Prélogo Juan Carlos Stagnaro Introduccion Lo cotidiano y sus interlocutores. PRIMERA PARTE Capitulo 1 Historia y desarrollos del Acompafamiento Terapéutico. Capitulo 2... Caracteristicas de In préetiea: fneiones encuadre, restricciones. Capitulo 8. eae La construccién del caso en el Acompaitamiento ‘Terapéutico. Indicaciones. Capitulo 4, : Tnstancias de tabgjo en relacién al proyecto de tratamiento, ‘SEGUNDA PARTE Capieuto 6. 7 89 Sus articulaciones con el dispositive psicoanalitice. ‘Téctica, ‘estrategia y politica, Capituto 6. sme OT El sujeto en el Acompafamiento y la euestign de la transferencia. Las presencias terapéuticas, entre lo publico y lo intimo. Q SY J¥ ®Y PR (9 XO MQ AO NQ 39 SI {pn [a jn ze x “0 gg gus og sg g+s)ees stn 6 Gusto PabioRees Capftulo 7, El acompasiamiento terapéutico con nifios y adolescentes. Capitulo 8, Acompafamiento terapéutico en la internacion psiquidtrics. Daniel Matusevich Capitulo 9 ‘Acompaiiamiento Terapéutico en la Vejee. Carolina Vairo, Martin Ruiz, Daniel Matuscvich 178 Capfealo 10. Acompaiiamiento Terapéutico y Poiticas en Salud Mental. ‘Una Red que no sea anor Bibliografia.. 215 Dadicatorias Para Caetano, Facundo y Ana Laure, or st amor, su fernura, su estinuto, su paciencia, aconipaiiamientos esenciaies para esta escritura. A la memoria de mis padres, maestros en aquella cotdienetdad, Prélogo E] Acompafiamiento Terapéutico (AT), una creacién axgentin: forma parte del horizonte actual de los tratamientos en Salud Mei taly su efectividad es evidente. Sin embargo, sus Fundamentos, sus indicaciones y su técnica son temas en constante evolueidn, Fs por ello que este libro tiene una alta pertinencia. Gustavo Rossi posee una vasta experiencia précica Y te6ricay ha hecho contribuciones anteriores que dfincieron el trax bajo del acompatamiento terapéatico a través de miiltiples actividae des docentes, ponencias presentadas a congresos de la especialidad, articulos y libros. Esa profusa actividad trascendio las fronteras de ‘nuestvo palsy hia encontrado eco en profesionales de América Latina {y Espasa ampliando la infuencia de la produccién local en e tema, La Primera Parte del texto se iniciacon una necesariaexploracion dela historia y los desarrollos del AT Rossi entiende, y es indudable, {que los movimientos politico-sociales y las prcticas alternativas en Sal Mental en la Argentina de los aios 60, ravievon una inciden cia determinante en el surgimiento de ese nuevo recurso, que luego se extendi en el sistema de Salud Mental yen la Educacion Espe- dal, hasta alcanzar una inscripcién zetual en el Ambito académico raurés de cursos y materia dictados en Facultades de Psicologfa ¢ tituciones ecucativas piblicas y privadas. Los capitulos siguientes introcucen las nociones propias al que- hacer especifico del AT. El autor vuelea desde alli un conjunto con- ‘ceptual que constituye un momento central del libro, Se pasa revista a las modalidades de inclusién del AT en los Sistemas de Salud, la utilidad del mismo para sostener la continuidad en los programas terapéuticos interdisciplinarios, su indicacion de acuerdo a cada pa cente y sus circunstancias, la evaluacién y respuesta alos pedidos de teste recurso, Ins formas de abordaje y las caracteristicas del encua- de, la relacién del acompaiamiento con la familia, las vicisieudes del trabajo en equipo, las particularidades de la tarea de coordina- 10/ Gustavo PabioRaes cig y supervision y los finales del acompatiamiento, comentando con viftetas clinicas las nociones presentadas. La Segunda Parte, da cuenta de las articulaciones del AT con el dispositivo psicoanalitico, estudiando, ent otros muchos e impor- tantes tepicos, la cuestidn de la cemanda y la twransferencia. En su- portable, y con la cual lidiamos en el escenario del AT. earpatamentterapéaico/13 Porque lo cotidiano es donde el acompafiante terapéutico se in- cluye, porque propone un trabajo terapéutico en esa escena en la que participa y construye cada dia, es que pensé su valor para el titulo de este libro, Se trata de interlocutores de lo cotidiano: es el ‘¢ompafiante terapéutico en su préctica un interlocutor para aquel a quien acompafia, a veces también para su familia. Ademés, este libro apuesta a la interlocucién con otras Iecturas, otras miradas, ‘otras disciplinas que aporten sus ideas a la hora de ubicarnos ante las distintas dimensiones de lo cotidiano. 2. Los interlocutores cualquier casa puede concntars on una plabra extendere en il ay ue encontrar la contidad excl qu rs Picn ae cada palabro tiene mil onder es unas nadie wo mln coma cover dal tien ls preones se vat desgasiando como tnploscbendonadce en Ta ela (César Feenandez Moreno! Este cs un libro pensado -al menos- en dos perspectivas, y en tal caso privilegiando dos interlocutores. ‘Una Primera Parte destinada, prineipslments, a quienes te acer can de mancra inicial a este tema, en Argentina y en otros pafses, Se ubican las coordenadas basicas de esta actividad, de una manera que trata de ser innovadora a la vez que sencilla, considerando las expe- riencias y sus conceptualizaciones, que han ido creciendo en cantidad y calidad, particularmente en los dltimos aos. El interlocutor primordial de este segmento seré el lector que se aproxima a la temética, estudiantes interesados en una ensefanza que les aide a llevar adelante esta tarea, profesionales dei campo de la Salod Mental que estan previendo indir Acompatiamiento para sus pacientes o en ls instuciones en las cuales trabajan, Claro que para los mismos interlocutores sera de wtilidad la Se sgunda Parte, aunque se les sumarén -espero- aquellos que ya estén ‘wabajando con acompafiamientos, que han tenido alguna elabo- raci6n al respecto, asi como psiquiatras, psicdlogos y psicoanali tas que les interese este espacio de “borde” en que se desarrolla la lfnica del acompatiamiento terapéutico, en el tratamiento de los “nuevos nombres" del sintoma ante el malestaren Ja cultura actual Y estén abiertos a una reflexion sobre la complejidad de la pr 14. Gave Pato Rost con ciertos pacientes, con dispositivos heterodoxos, y en situaciones limite, de crisis 0 urgencias subjerivas, En la Segunda Parte se profundizan probleméticas con las que nae to de dar testimonio de una préctica que “me acompaiia” desde hace ‘unos 20 atios, para aportara sus fundamentos tebrico-clinicos. Incluyo especialmente apuntes y vietas sungidas de Ia tarea del acompaiiante terapéutico, de su coortinacién y supervisi6n con wn abordaje en equi- ppo. ¥ del quehacer con casos en que indlico acompatiamiento terapéu- (ico para paciemes que se encuentran en tratamiento conmigo. ‘Trato ademés de aportar a la elaboracion ele una praxis all don- de la cotidianeidad resulta insostenible sin el apoyo de recursos in- terdisciplinarios, motivo por el cual se incluyen temas diversos que ‘nos permitan plantear cémo trabajar en situaciones donde e! lazo social aparece en conflicto, y donde la cronificacién fe dejando sus Iuellas, 0 empieza a inscribirlas, haciendo indispensable un trabajo fen red, que traspasa el consultorio y el esquema institucional No se trata de abocarnos a clasificaciones nosograficas, de las cuales a veces se desprendien *técnicas” cerradlas y procedimientos generales ‘para la préctica, pero sf de pensar cuestiones de la tética del acompa- ‘ante terapéutico, no exento de una estrategia y una politica, haciendo: je en la singularidad, en el caso por caso. Los capftulos estén conformados por apuntes surgidos del trabajo lino, algunos mediante la reformulacién de presentaciones o charias cen seminatios y congresos, la mayoria con temas no abordados hasta ahora. En algunas secciones se mantiene un estilo de redaccién que tie ne la impronta de las clases orales, en tanto lo considero mids fecundo para el desarrollo de Jos temas que se trabajan. Comenzando por la presentacién de un marco general, con definiciones y puntos prefimi- hares, pensaremos luego sobre el Acompariamiento Terapéutica ss tentado desde una estrategia psicoanalitica, ‘También se publican articulos de diferentes interlocutores, con otientaciones te6rico-clinicas que nos abren a lineas de pensamien- to cuyo aporte al lugar del acompafante terapéutico quedara para el debate y para e! trabajo de articulacién, Er libro apuesta asi a entrelazar la particularidad de interlocuto- res con los cuales el espacio del AT se amplia conceptualmente, tra- yendo interrogantes donde hay mucho por construir a‘, en lo que hhace a su especificidad. Podria hablarse también de intersecciones, con temas que lleva al AT hacia puntos de tensién y lo acerca a dis- cursos que exceden su prictica, pero a la vez lo incluyen en campos elinicos y sociales complejos. La interseccién es definida como un scompeRsmlentoterptuic/ 15 grupo de elementos que son comunes 2 dos conjuntos. Un punto en ‘comitin entre cos lineas que se cortan. Ente esos elementos debemos también incluir las expresiones de la cultura, desde las miradas populares de una comunidad hasta su poesia, asf como las manifestaciones cientificas que tenemos en este tiempo sobre aquello llamado Jocura, en Ia infancia y la adoles cencia, en la vida adulta y en la vejer. En este recorvido veremos qué puntos en comsin, qué conjuntos, qué des conceptuales padremos armar, y qué lineas divisorias yan a establecerse en estas intersecciones disciplinarias. Suele tabi arse el tema en términos de interdisciplina. Como verdn, el prefijo “inter” se reintroduce desde varios lados. ¥ no es casual: inter signifi ca“en medio de", “ene varios", lo eval es interesante para pensar cl Acompaiiamiento Terapéutico, ligado acertadamente por O. Delga. do al terreno de la “clinica entre varias”, En consonanca con Te anteioy mi intencin es evita a extre polacién de conceptos cuya validez requieren de un determinaco contexto. No resulta pertinente desarrollar t6picos del psicoandlisis silos misinos no pueden articularse adecuadamente para car cuenta de lo particular de este recurso. Lo mismo podria decirse de con- ceptos de la psiquiatsfa y la psicologta clinica Por esto, se trata de interlocuciones que nos llevan a reflexiones para sustentar una préctica y sostener una posicién que deja de lado la ingenuidad, pero también la infawacién en que se cae cuando se asimila el acompafiante terapéutico al analista, sin mds, levando a confusiones e intervenciones iatrogénicas en este campo. Aungue Ia intencién original de un autor siempre es superada y resignificnda por los lectores de acuerdo a sus inguietades, a sus co- nocimientos, a su experiencia, etc., espero la indulgencia del lector “especializado” ante esta busqueda de simplicdad en algunos temas tan complejos, asl como espero sostener su interés y generar alg interrogacién ante temas cuya connotacién de “sencillez" y “cotidia- neidad’ ha impedide muchas veces la valoraci6n de las coordenaclas en que se desarrolla esta practica. Tanto en el aspecto clinico como en su dimension comunitaria, serd un recurso atin novedoso si contamos ‘con sit aplicacién de manera precisa: esto es, en algunos momentos de un watamiento, en ciertos casos y ante determinadas situaciones, Finalmente, es necesario conceptuar el AT no simplemente como tan recurso téenico, una herramienta aséptica en cuanto al marco teérico y politice-social, sino en una dimensién mas amplia, que ‘nos permite repensar las condiciones cle los tratamientos en Salud 48 / Gustav Pablo Rees Mental, las vedes soctales y la politica que se pone en juego en este campo, ast como la idea de cura o el proyecto terapéistica desde el nal se trabaje un caso, Es decir: Ia clinica que podemos sustentar con numerosos pacientes de dificil abordaje, con aquel que no re- sulta “asimilable" al dispositivo psicoaralitico elisico, ni es el que ega pacientemente al consultorio del psicSlogo o el psiquiatra, 2x. ‘ediendo incluso Ia asistencia institucional psiquistrica, Quiero agradecer especialmente a Ana Laura Robiglio por la in- terlocucién cotidiana, en las ideas que me ayudaron a dar forma a la Construccién de este libro, y por su trabajo de lectura inteligemte y Perseverante de los concepios y textos preliminares. También agra dezco el estfmulo, las sugerencias y los comentarios de Juan Carlos Stagnato, Daniel Matusevich, y Rosa Dalesio, asf como expreso mi {gratitud con los colegas docentes y acompafiantes verapéuticos con quienes mantuve estos aios una productiva interlocucién en dis- Luntos espacios colectivos.® Y a los autores que aceptayon la inwvitas ci6n a publicar en este texto: Osvaldo Delgado, Daniel Matusevich, Carolina Vairo, Martin Ruiz, con quienes he compartido ambitos asistenciales y acaclémicos, que de manera diversa sc expresan en sus presentaciones, alas cuales valoro particularmente, en este hori zonte de wabajo en comin. Notas eee eee * Remandez Moreno, G; La vida banal, en drgeatva hasta la muerte, Bs. Aa, Bd. Cento Bator de América Latina, 1982 = Biblioteca de Consulta Microsofi@ Encitia® 2008, * Enelibrolasbrevianura‘AT” ser tilizads para referimosa Acompaiamiento Terapéutico, y fa sigla “at” (con mindscula) /neompatante 0 “als” para acompaftante terapéutico y acompafiantes terapéuticesrespectivamente * Op, Git, "Las palabras, * Con muchos de los cuales partcipamos em la organizacion y el desatzotlo de tos Gongresos Argentinos de AI (el Primero en 1994, el Cuarto se hizo en aio 2005), en el Primero y Segundo Tbereemericano (en Argentina y et Brasil respectivamente), asi como en Jomadas, Encuenttosy Semination en 1a intercambio con profesionales del pais el extranjro de Brasil, Uruguay, hile, México, Per, Fspats, entre otros. Primera parte Capitulo 4 Historia y desarrollos del Acompafiamiento Terapéutico En este primer capftulo analizaremos las condiciones en las cua- les se establecié la préctica del acompafiamiento terapéutico (AT) cen sus comienzos y las variables que marcaron su desarrollo. Sera unt punto de partida para avanzar en los temas del libro y en las pre- _gumtas que atin sigue generando Ia clinica en que se inserta et AT Desde esta historia del Acompaitamiento Terapéutico Ia pro- puesta es abordar las coordenadas que cuvieron sus comienzos, para pensar su incidencia en ei presente. Y esto no es inocente. Toda lectura es culpable, decia hace ya décadas Althusser, Y hacer esta 1¢- vision implica tomar partido, ademas, respecto de sus posibilidades de consolidacién y sus perspectivas futuras en Ta articulacién con los diversoe proyectos terapéuticos y las polticas ex Salud Metal ‘También es ubicar su desarrollo en el marco de un sistema de salud, de una concepcidn de la enfermedad y la salud mental, ¢ in-

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