Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El Anticristo
El Anticristo
1. Introducción
¿Qué es el Anticristo? En estos últimos días, esta debería ser una pregunta
apremiante. ¿Quién es el Anticristo? ¿De qué forma alguien que ame a
Cristo puede identificarlo? ¿Cuál será su apariencia? ¿De qué manera se
comportará? ¿Dónde estará ubicado su centro de operaciones?
Las confesiones de las iglesias Reformadas dicen muy poco acerca del
Anticristo. Excepto por referencias al paso, uno encuentra muy poco sobre
escatología (la doctrina de las últimas cosas o últimos tiempos) en las
confesiones Reformadas, y nada en las Tres Formas de
Unidad (el Catecismo de Heidelberg, la Confesión Belga y los Cánones de
Dort) acerca del Anticristo. Esto no se debe a la falta de una posición
escatológica firme en el tiempo en que las confesiones fueron escritas
(entre el 1563 y el 1619 D.C.) sino a lo siguiente, a que la escatología no
era uno de los temas vitales de la Reforma.
En el cap. 13 vemos que aparecen dos bestias que son el producto del
dragón en el cap. 12—sus creaciones y sirvientes (“Y el dragón le dio su
poder y su trono, y grande autoridad,” vs. 2). Esta primera bestia es un
animal salvaje que se levanta desde el mar. Su apariencia es como la de
un leopardo, pero sus pies son como los pies de un oso y su boca como
la de un león. Sus siete cabezas y diez cuernos nos hacen pensar en el
dragón mismo en el cap. 12:3, donde éste nos fue representado con siete
cabezas y diez cuernos. La cabeza de la bestia está llena de blasfemias, y
una de las cabezas tiene la cicatriz de una herida recién sanada. Después
de que la bestia se haya levantado del mar, todo el mundo la adorará,
mientras ella vomita blasfemias en contra de Dios y hace guerra contra los
santos y los vence.
¿Qué es lo que esta bestia del mar representa? ¡Al Anticristo! Pero al
Anticristo como un gobierno mundial, un poder político, uno como el
mundo nunca antes ha visto. El origen de esta bestia es el mar, que
representa a las impacientes naciones y pueblos de la tierra. Isaías 57:20
nos enseña que “los impíos son como el mar en tempestad, que no puede
estarse quieto, y sus aguas arrojan cieno y lodo.” Si se necesita más
evidencia, Apocalipsis 17 nos dice que “las aguas que has visto donde la
ramera se sienta, son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas.” Poca
duda nos es dejada cuando vemos que la bestia tiene cuernos y coronas.
En la Escritura los cuernos simbolizan poder, y las coronas autoridad
predominante. Además, Apocalipsis 13:2 nos dice que la bestia tiene
poder, y un trono, y grande autoridad; y el vs. 7 nos dice que tiene poder
sobre toda tribu, lengua y nación. Si todavía queda alguna duda, Daniel
7 nos dice que las cuatro bestias son cuatro reyes; y Apocalipsis 17 nos
dice que la bestia de la tierra es un rey. Los siglos de división y separación
en la tierra terminarán en un gobierno mundial. El Anticristo es una
realidad política, un nuevo orden mundial, una unidad global.
Este poder político será un poder global. La bestia tiene diez cuernos y
diez coronas, representando un poder y autoridad completos sobre las
naciones del mundo. El vs. 3 nos dice que todo el mundo se maravillará
de la bestia. El vs. 7 nos dice que esta bestia tiene poder sobre toda tribu,
lengua y nación. Y el vs. 8 dice que todos los que habitan en la tierra le
adorarán (todos, excepto aquellos cuyos nombres han sido escritos en el
Libro de la Vida del Cordero, por supuesto).
Pero éste es un poder global que es el fin de, la personificación de, todos
los poderes mundiales previos. Esto es resaltado en Apocalipsis 13 en dos
formas. Continua leyendo cuidadosamente mientras examinamos este
importante punto. Primero, la bestia de Apocalipsis 13 tiene las
características de un leopardo, un oso, y un león, de manera que aunque
es el desarrollo final de la cuarta bestia de Daniel 7, de alguna manera
también personifica a las otras tres bestias. Las cuatro bestias de Daniel 7,
como casi todos están de acuerdo, representan cuatro grandes reinos
mundiales: Babilonia, encabezada por Nabucodonosor; los Medos y
Persas, liderados por Ciro; Grecia y Macedonia, bajo Alejandro Magno y,
finalmente, Roma. La bestia de Apocalipsis 13 es el desarrollo final del
antiguo reino Romano (lo que nos indica que el Anticristo provendrá del
Oeste Cristiano, y no del Este Pagano), pero tomará en sí misma también
a los otros grandes reinos.
Una de las cabezas de esta bestia tiene una “herida mortal (que) fue
sanada.” La explicación de esto es que en el tiempo de Nimrod, en la torre
de Babel, hubo un intento de unir a todo hombre dentro de un gran
poder mundial. Dios frustró este intento dividiendo a hombres y mujeres
en diferentes razas con diferentes colores y lenguajes, de manera que
fueron forzados a separarse. Las razas han permanecido separadas desde
entonces. Todos sus esfuerzos de unirse han sido frustrados hasta este
momento. Al final, el Anticristo tendrá éxito.
Uno debería estar ciego y sordo para no darse cuenta que esto está
sucediendo actualmente. De una manera que nunca antes ha sucedido,
que antes era imposible, las naciones están tomándose de las manos y
hablando de paz. Las paredes están cayendo. Las Economías se están
volviendo más y más interdependientes. La unión de todo el mundo en
uno solo está en el horizonte. Un día cercano el sol saldrá en un mundo
unido, y el Anticristo será su brillante estrella de la mañana.
Si uno preguntase que es lo que debería esperar en los días que vendrán,
le decimos esto: habrá una unión política, todas las naciones serán
reunidas juntas en un poderoso imperio. Esta es la primera bestia.
También habrá una unión religiosa, uniendo todas las religiones e
imperios religiosos del mundo. El poderoso movimiento ecuménico del
día de hoy, liderado por las religiones del Cristianismo, al final tendrá un
éxito completo, absorbiendo a todas las otras religiones del mundo.
Deberías esperar ver a un hombre sobre todo esto. El Anticristo.
Éstos no serán milagros falsos. Éstos no serán solo trucos mágicos como
los de hombres talentosos como Harry Houdini y David Copperfield, sino
obras impresionantes que simplemente desafiarán cualquier explicación
en términos humanos y científicos. Apoyando las afirmaciones del
Anticristo estará nada menos que el poder sobrehumano del diablo
mismo.
¿Estuvo mal, entonces, que los Reformadores dijeran que el Papa era el
Anticristo? Si los Reformadores querían decir que el Papa de aquel
momento, el Papa San Pablo III, u otro, era el Anticristo en persona, el
hombre de pecado, la culminación final de la obra del Diablo en este
mundo, entonces estaban equivocados. Él no completaba la imagen que
la Escritura nos presenta. Pero no debemos descartar a los Reformadores
como fanáticos de ojos desorbitados. Consideren lo siguiente: el Papa es
y fue también una figura política. Esto no es menos evidente hoy de lo
que fue en los días de Lutero. En aquel entonces el Papa incluso afirmaba
tener el derecho de coronar reyes e investirlos con autoridad para
gobernar el mundo. Actualmente, el Vaticano tiene sus embajadores en
casi toda nación del mundo e incluso nosotros, los Estados Unidos,
enviamos nuestros propios representantes al Papa. El Papa es una
cabeza política.
b) Un Conflicto Presente
El conflicto del pueblo de Dios en contra del Anticristo siempre ha sido y
siempre será un conflicto presente. El llamado a oponerse al Anticristo
siempre debe darse como un imperativo presente. Si en el futuro los hijos
de la Iglesia (tus hijos y mis hijos) son capaces de resistir al Hombre de
Pecado, al Hijo de Perdición, depende, en gran medida, del éxito de la
batalla que libremos en contra de su espíritu el día de hoy.
c) La Manera de Oponerse
No nos oponemos a él con armas, tanques y bombas. No trataremos de
prevenir su venida o derrocarle cuando venga mediante jugadas de poder
político. Nos oponemos a él de una manera espiritual, de la misma
manera en que Jesucristo se opuso a él durante Su ministerio, y en la
forma en que Jesús enseñó a Sus discípulos a hacerlo en los suyos—por
fe y la poderosa Palabra del Evangelio. Nos oponemos a todo lo que se
opone a Jesucristo. Nos oponemos al Humanismo que exalta al hombre,
promueve al hombre y solo al hombre. Este es por qué desde el principio
los creyentes Reformados han sostenido que para ellos es necesario
mantener buenas Escuelas Cristianas en donde sus hijos puedan ser
educados. El mundo inculca en sus jóvenes valores y metas Humanistas, y
no debemos tener parte de aquella mala educación. Nos oponemos al
Humanismo desde el púlpito de nuestras Iglesias, y echamos fuera a
aquellos ministros y ancianos que quieran predicar y enseñar esta especie
de Evangelio. De esa manera nos oponemos al Anticristo actualmente.
Pero al final, el Anticristo será destruido. El pueblo de Dios será salvo por
la gracia soberana, por medio de la santificación del Espíritu y la fe en la
verdad. Y el Anticristo será destruido.
¡Jesucristo reina!