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IoT, herramienta vital para las

organizaciones
Internet de las Cosas superó su mayoría de edad y más que una prometedora
tendencia es ya una realidad tangible en muchos escenarios profesionales.
ÍNDICE

IoT, herramienta vital ...........................................................………...….…...….…..3


Breve historia de IoT ..….........................................................................................5
Principales retos: conectividad, protocolos, financiación ...………........…...............7
Casos de uso…......……….....................................................................................8
Cómo poner en marcha un proyecto IoT ......................................……................11
El despliegue, paso a paso ...........................................................................…..13

La coordinación del contenido de esta guía ha sido realizada por


Rafael Caballero, Head of Big Data & A.I. de Logicalis Spain.

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IoT, herramienta vital

La consultora Gartner asegura que, en 2020, habrá más de 26.000 millones de dispositivos IoT
conectados a Internet. Es decir, en apenas unos meses, cuadruplicarán la población mundial.
Incluso, hay estimaciones que llevan ese número a los 50.000 millones en esa misma fecha y la
práctica totalidad hablan de crecimientos exponenciales en los próximos años.

+ 21%
+ 18% + 21%

2018 2019 2020


Como grandes ventajas de implementar IoT, destacan la reducción de riesgos (66%), seguido de la
optimización de las operaciones (63%), el desarrollo de nuevos productos o mejoras en los servicios
(33%) y una mayor cercanía con el cliente (21%). Mientras que la industria y los servicios públicos se
centran principalmente en la optimización de operaciones, el mundo financiero y la administración
priorizan la reducción del riesgo.

Cifras, todas ellas, que hablan más que de una tendencia tecnológica de futuro, de una realidad,
como corrobora que más del 65% de las organizaciones actuales obtiene información de equipos,
dispositivos y terminales conectados y los utiliza a nivel comercial, con los Data Center como ejemplo
práctico más común (51%), seguidos de los sistemas de vigilancia (34%) y los teléfonos inteligentes
/ dispositivos de usuario final (29%).

Dos amenazas
Pero hay aún dos grandes amenazas en su horizonte. El futuro sueño que promete el llamado Internet
de las Cosas podría convertirse en pesadilla para los actuales operadores móviles, que podrían
sufrir la sobrecarga de sus redes con el tráfico derivado de todo tipo de sensores y dispositivos.
Ante eso, varios gigantes de la movilidad han impulsado una serie de reglas que marcarán el terreno
a fabricantes y desarrolladores de aplicaciones IoT. Es el caso de IBM, que trabaja activamente en
la estandarización de las plataformas para que puedan interoperar fácilmente entre ellas.

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La inminente llegada y generalización de las redes 5G se convertirá en otro importante acicate y el mejor
aliado de esta modalidad que será visible en todos los centros de población, para controlar desde la calidad
del aire hasta el uso de la energía o generar patrones de tráfico. Ya lo está haciendo en innumerables
proyectos que favorecen el aparcamiento inteligente, la gestión de carreteras o la respuesta temprana
ante emergencias, así como la gestión avanzada de servicios básicos en núcleos urbanos, como su
iluminación, transporte o gestión de residuos, por citar tres áreas clave en las que luego profundizaremos.

Dado que muchos de estos dispositivos estarán integrados en lugares de difícil acceso, y a menudo
peligrosos, la conectividad inalámbrica será otra clave para favorecer su despliegue flexible y una
configuración personalizada. Por ello, la Asociación GSM (GSMA) ha emitido una primera versión de
directrices que aseguren la interoperabilidad “amable” con las redes móviles actuales de las aplicaciones
y dispositivos IoT. Su objetivo pasa por garantizar que los sensores y módulos de comunicación de los
nuevos sistemas no colapsen las actuales redes de comunicación, con mensajes cortos que podrían
penalizar su funcionamiento.

Su escenario previsto es todavía más halagüeño que el que describen otros pronósticos más conservadores
y contempla que, en 2020, haya en el mundo 212.000 millones de dispositivos conectados y que las
actuales infraestructuras sean capaces de canalizar este ingente tráfico. Pero, repasemos primero la
trayectoria de esta tecnología desde sus orígenes.

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Breve historia de IoT
Internet de las Cosas es un concepto con 20 años de historia que surgió de los Laboratorios MIT para
resolver la conexión de diferentes objetos con Internet, de modo que fuera posible su gestión remota,
en todo momento y desde cualquier lugar. La idea partía de un hipotético futuro donde las cosas más
cotidianas podrían contar con una simple etiqueta de radio que permitiera su identificación y gestión
remota, utilizando Internet como plataforma principal.

Como demostró el equipo investigador, liderado por el especialista Kevin Ashton, si electrodomésticos,
termostatos o sistemas de iluminación, almacenes o redes de transporte se equipaban con este tipo de
identificadores, era posible administrarlos desde Internet, por personas u otras máquinas.

Dos décadas después, el concepto ya ha cobrado vida y muestra sus beneficios en múltiples escenarios
reales, tanto cotidianos como empresariales, desde sistemas de control y alarma en los hogares, gestión
de transportes o servicios básicos en los núcleos urbanos, o gestión de plantas de producción, control
meteorológico y edificios inteligentes.

Su ámbito de aplicación es muy amplio y cada día surgen nuevos ejemplos de uso con esta tecnología que
facilita la recogida de datos, su gestión y análisis posterior para mejorar el rendimiento de las instalaciones.
El desarrollo de un proyecto IoT implica integrar una gran variedad de dispositivos, protocolos de
comunicación, dominios y aplicaciones informáticas. Sin utilizar éstas últimas, sería imposible almacenar,
gestionar y analizar los datos recabados para extraer de ellos, en tiempo real, el valor añadido útil para
mejorar procesos, ofrecer nuevos productos y servicios e identificar necesidades y tendencias de mercado.

La importancia del protocolo


Para llegar a este punto, el recorrido ha sido largo y no exento de dificultades. Hace más de una década,
varias grandes corporaciones de los sectores tecnológico y de telecomunicaciones se aliaron con el
fin de trabajar en el desarrollo de un “idioma común” que sirviera a los dispositivos conectados en red
para comunicarse entre sí. Fruto de su esfuerzo continuo se ha formulado el protocolo de Internet IPv6,
mediante el que se pretende estandarizar, en la medida de lo posible, el intercambio de información en
red entre las “cosas inteligentes” y superar las limitaciones del actual IPv4, que se considera obsoleto para
dotar de una dirección IP a los millones de dispositivos que habrá conectados entre sí. El Internet del siglo
XXI hablará IPV6 y podrá llegar a conectar 340 billones de billones de direcciones IP.

En la actualidad, existen dispositivos o sensores nuevos, cuya comunicación y conexión a Internet resulta
fácil y directa, pero también muchos otros, antiguos o no estándar, cuyo protocolo de comunicación y
conexión no es trivial. Es ahí donde radica uno de los principales escollos a salvar.

Afortunadamente, hay propuestas sobre la mesa para potenciar la compatibilidad entre dispositivos.
Están basadas en la creación de estándares abiertos puestos a disposición de los fabricantes. El objetivo
es que participen en su desarrollo para acabar con la babelización entre dispositivos, creando un soporte
común en el que pueda sustentarse una comunicación fluida entre ellos. La propuesta de IBM es el
protocolo MQTT (Message Queuing Telemetry Transport).

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Una vez afrontado el problema de compatibilidad, los siguientes retos a afrontar son los de velocidad y
eficiencia.

Los proyectos de IoT requieren que la información recabada vía sensores se procese con rapidez, y sin
gastar demasiada energía en el proceso, lo que exige utilizar redes de ordenadores que, conectados entre
sí, transmitan la información captada utilizando protocolos y métodos que aceleren el proceso lo máximo
posible.

Para dar respuesta a esa necesidad, los dispositivos IoT integran un circuito que contiene parte de los
módulos albergados en un ordenador denominado SoC (System on Chip).

El último elemento clave para sacar adelante un proyecto de IoT es disponer de una conectividad de alta
calidad y bajo consumo, ya se establezca mediante redes locales vía Ethernet, de modo inalámbrico y a
corta distancia con Bluetooth 4.0, o bien a larga distancia, vía conectividad móvil, gracias a la tecnología
5G.

Por último, al hablar de tecnología


en IoT, debemos mencionar las
diferentes ofertas propuestas
por cada fabricante de equipos y
plataformas.

No existe una única tecnología,


sino muchas, para abordar este
tipo de proyectos y es preciso
seleccionar la más adecuada
para cada circunstancia. Como
consecuencia, cualquier persona
puede hoy programar un sensor
IoT con conocimientos básicos de
programación y algunas buenas
prácticas.

Incluso, con una simple placa


raspberry pi ya es posible poner
en marcha sistemas de este tipo,
gracias a su bajo consumo, coste y
reducido tamaño.

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Principales retos: conectividad,
protocolos, financiación
Los proyectos de Internet de las Cosas puestos en marcha hasta ahora han tenido que afrontar una serie de
retos para su consolidación y progreso; desde limitaciones técnicas de capacidad o de interoperabilidad,
hasta análisis de viabilidad económica.

Las limitaciones técnicas antes mencionadas, sobre todo de conectividad y protocolos, sí que resultan
más relevantes y afectan tanto a las áreas de planificación como a la puesta en marcha o al posterior
análisis de los datos. Pero, antes de nada, conviene aclarar que este tipo de proyectos es posible gracias
al nivel de desarrollo alcanzado por tres tecnologías sobre las que se sustentan: procesadores, sensores
y redes de comunicación.

Coinciden los primeros adoptantes de estas tecnologías en que uno de los graves problemas tiene que
ver con el soporte a los diferentes y, a veces, desconocidos protocolos de los sistemas implantados, o a
su capacidad para combinar y relacionar los diversos tipos de datos con cada dispositivo. No en vano,
se calcula que puede suponer una oportunidad enorme de negocio, valorada en un mínimo de 6 billones
de dólares.

Desde la gestión de activos empresariales, a partir de la combinación de software, sistemas y servicios IoT,
permite a las organizaciones controlar y mejorar el funcionamiento de sus recursos físicos, tecnológicos y
humanos, en todas las unidades de negocios y ubicaciones geográficas.

Con la simple recolección de los datos emitidos por los sensores en tiempo real y las correctas herramientas
de diagnóstico y análisis, ya es posible aumentar la disponibilidad, fiabilidad y vida útil de muchos activos.

De este modo, desarrollar proyectos IoT puede trasladar estas ventajas a muchos escenarios de negocio,
con un sistema alojado y gestionado en la nube que extrae valor de los datos que emiten los sensores,
registra, conecta, controla y visualiza su funcionamiento prácticamente en tiempo real.

En el ámbito urbano, se pueden diseñar proyectos de este tipo para mantener


el control remoto de infraestructuras públicas, provistas de funcionalidades
inteligentes. Ya hay proyectos en los que IoT se ha utilizado para hacer más
eficiente la gestión del alumbrado público, recogida de basuras o control del
tráfico, por ejemplo.

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Casos de uso
En España, hay varios proyectos en marcha dentro en muy diferentes sectores que demuestran la eficacia
de aplicar la inteligencia que se desprende de los sensores IoT en beneficio de muy diferentes labores
y en múltiples ámbitos. Aunque existen decenas de ejemplos en muy diferentes entornos de actividad,
es posible hacer una primera clasificación sectorial que siempre quedará incompleta. Veamos algunos
ejemplos:

Smart cities
En el ámbito de las ciudades inteligentes, su aplicación comienza a ser recurrente y se pueden destacar,
por su efectividad, los proyectos realizados recientemente en Granada por Logicalis para optimizar el
servicio de recogida de basuras, con un sistema integral que no solo obtiene información en tiempo real
sino que puede realizar predicciones sobre la generación de residuos en los contenedores.

Con la ayuda de sensores, la empresa de servicios dispone de información actualizada sobre su nivel
de saturación, lo que le ha permitido optimizar la gestión de las rutas que realiza su flota de vehículos,
escogiendo para cada caso el momento óptimo de recogida. Los principales beneficios conseguidos son
tres: menor gasto de combustible, reducción de las emisiones de CO2 y abaratamiento del servicio.

La medición y reducción de la contaminación presente en el aire de las ciudades es una preocupación


capital para las autoridades públicas. Con la intención de mejorar todo lo posible la salud y bienestar de los
ciudadanos que residen en ellas, en la actualidad invierten en la instalación de sensores para monitorear
los índices de C02 generados por la actividad industrial y la circulación de vehículos, una iniciativa IoT que
está siendo clave para combatir el problema.

Los sensores inalámbricos, ubicados en puntos estratégicos de la ciudad e instalados también en los
vehículos, se conectan en red y recogen datos sobre el índice de emisiones de CO2, que se transmiten
a servicios en la nube para su posterior análisis de situación. Esto último es posible gracias a que las
plataformas de IoT brindan servicios de análisis de flujo de datos en tiempo real.

Así, las consejerías de medio ambiente previenen situaciones de emergencia y permiten activar las alertas
pertinentes para que los ciudadanos reduzcan el uso del automóvil o eviten, por ejemplo, practicar deporte
en las áreas más afectadas. El análisis de los datos de la calidad de aire también es empleado para
redirigir el tráfico urbano y evitar la acumulación de emisiones de C02 en determinadas áreas.

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Industria
En el ámbito industrial, los proyectos de IoT están propiciando la convergencia entre tecnología operacional
(TO) y las tecnologías de la Información (TI). En realidad, se trata del centro del desarrollo de la Industria
4.0, que llevará a las empresas a mejorar su productividad, eficiencia operativa y la rápida respuesta
a demandas concretas. La gestión de las líneas de producción, su mantenimiento y buen estado ya
depende en gran medida de los sensores que reportan información sobre su funcionamiento.

En este ámbito, la tecnología de IBM es puntera, como corrobora The Forrester Wave, firma que ha
situado sus plataformas de software IoT industriales en una posición líder en el tercer trimestre de 2018.

Se calcula que, a finales de este año, el 35% de los fabricantes mundiales comenzará a integrar sus
sistemas de TI y TO para ganar en eficiencia, tiempo de respuesta y obtener con ello ventajas competitivas,
según las estimaciones de mercado. Desarrollar la comunicación entre infraestructuras digitales y físicas
mediante proyectos de IoT permitirá a la industria recabar, vía sensores, grandes cantidades de datos de
operación generados por las máquinas, para su visualización y análisis posterior.

Gracias a ellas, todo ese conocimiento se transforma en resultados significativos que inspiran el diseño de
sistemas interactivos humano-máquina, robots e incluso entornos de simulación digital. La convergencia
IT-OT hará que el sector industrial sea más eficiente que nunca, ayudándole optimizar su inversión en I+D
y orquestar su cadena de suministro, sistemas de producción, distribución y comercialización.

Comercio
El retail es otro sector en el que los proyectos de IoT están impulsando mejoras significativas. En él, ya se
utilizan “estanterías inteligentes” que permiten conocer automáticamente la disponibilidad del stock para
afinar sus procesos de suministro y mejorar la experiencia de empleados y clientes. En California, una de
las marcas de ropa vaquera más importantes a escala mundial, ha confiado en el IoT para desarrollar un
proyecto de estas características.

El sector de la restauración es otro de los que se está beneficiando del aprendizaje inteligente que
proporciona el despliegue de proyectos IoT. En España, una prestigiosa cadena de hoteles ha decidido
equipar sus establecimientos con sensores para poder medir periódicamente, en intervalos de cinco
minutos, la calidad de la conexión Wi-Fi que ofrecen a sus huéspedes.

La cadena decidió acometer este proyecto para asegurar la calidad de su servicio, obteniendo mejor
feedback de sus clientes con respecto al uso del WiFi del establecimiento, con sensores IoT que
localizaban su ubicación. Con ello, la firma hotelera, además de mejorar su servicio, ha cerrado una vía
por la que podría haber sufrido su imagen de marca.

Pero, no solo las sondas IoT sirven para medir experiencia WiFi, sino que también registran el comportamiento
de los huéspedes dentro de la cadena hotelera para ofrecer servicios y promociones personalizadas.
Ejemplo; si un cliente todos los días a cierta hora va primero al restaurante y luego a la piscina, la cadena
hotelera es capaz de ofrecer algún tipo de servicio especial al cliente.

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Sanidad
En el ámbito sanitario, la aplicación de estas tecnologías de sensores se está extendiendo al control
de pacientes, telemedicina y consulta médica en tiempo real, monitorización de pacientes, registro de
constantes vitales y, en definitiva, en un servicio sanitario más completo y eficaz.

En la gestión del tráfico, esta tecnología puede aportar grandes ventajas, mejorar la circulación o incluso
salvar vidas. Tanto es así que la Dirección General de Tráfico en España ya ha puesto en marcha su propio
proyecto de aplicación del IoT, que ha denominado DGT 3.0. Con él, pretende facilitar el intercambio de
datos anónimos en tiempo real de todos los actores implicados en la movilidad en nuestro país, con el
objetivo de tomar decisiones que nos permitan circular en un entorno más seguro, así como preparar el
terreno para que los coches puedan circular solos en el futuro.

Estas son algunas de las principales áreas de aplicación de esta tecnología en la actualidad pero, como
queda dicho, serán innumerables en el futuro y quizás insospechadas.

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Cómo poner en marcha un
proyecto IoT
En la puesta en marcha de cualquier proyecto de IoT se evidencia la necesidad de contar con un especialista,
consultor externo, capaz de aportar una guía clara de actuación, el mejor know-how para detectar las
oportunidades y explorar todas las posibilidades de la tecnología, y las habilidades necesarias en otras
áreas complementarias, como seguridad, Big Data o infraestructura de red.

Actualmente, hay soluciones disponibles en el mercado que facilitan a las organizaciones desarrollar sus
propios proyectos, basados en el Internet de las Cosas. Implementar una de ellas es la vía más segura para
convertirlos en el motor de creación de nuevos productos y servicios a partir del análisis de información
obtenida en tiempo real de todo tipo de fuentes, sean estructuradas o no.

Logicalis está demostrando en docenas de proyectos que es capaz de aportar una visión personalizada
para responder a las necesidades de cada caso con las soluciones más adaptadas y eficaces del mercado.
Su visión, estrategia y recursos están centrados en este campo y su aplicación se está tomando como
ejemplo a seguir en muchos proyectos actuales.

El valor de Watson

Watson es un gran ejemplo de ello y ésta tecnología de IBM pone en manos de las empresas y organizaciones
los elementos necesarios para impulsar el desarrollo de nuevos negocios y servicios apoyándose en la
información obtenida, gracias al desarrollo de proyectos de IoT adaptados a sus necesidades específicas.

En primer lugar, porque sus prestaciones garantizan superar los retos comunes que se presentan al afrontar
este tipo de proyectos. Para superar el de conectividad, Watson dispone del protocolo MQTT, que facilita
la transmisión segura, rápida y fiable de datos entre dispositivos que no dispongan de gran capacidad de
almacenamiento y con un ancho de banda limitado, como es el caso de los interconectados en proyectos
de IoT.

A esto suma que, gracias a NodeRED, Watson permite organizar y visualizar las conexiones entre los
dispositivos y los servicios de aplicaciones on-line con facilidad, ofreciendo un “mapa” esquemático de los
flujos de lógica de las aplicaciones construidas por la empresa.

Watson tiene además la ventaja de que se ofrece como un servicio completamente gestionado y alojado
en la nube, lo que permite configurar los proyectos de IoT en un entorno robusto, seguro y escalable, desde
el que se pueden gestionar en remoto y con total flexibilidad las conexiones y eventos que se producen
entre los dispositivos físicos y virtuales integrados. Además de ayudar a iniciar los proyectos de IoT con más
rapidez, Watson brinda una visión panorámica de lo que está sucediendo en ellos en tiempo real, lo que
ayuda a las organizaciones a identificar los procesos de los que pueden extraer un valor añadido a partir de
los datos recopilados, gestionados y analizados.

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Pero, para poner en marcha un proyecto IoT, es necesaria una serie de componentes básicos, así como
Indicadores claves de rendimiento o KPIs, que garanticen el éxíto de su implantación y funcionamiento.
Además, los sensores y hardware necesario de detección deben acompañarse de plataformas de
software IoT que faciliten su integración, gestión y proceso.

Incluso, estas tecnologías deben conjugarse con otras de red, protocolos de comunicación, sistemas
internos y aplicaciones que utilizan los actuales negocios. Por último, tienen que completarse con
soluciones de analítica para diferenciarse de la competencia y superar la mera conexión de maquinaria
vía Internet y llegar a un acercamiento entre el mundo físico y el digital.

Convertir la percepción en acción, los potentes análisis de sus datos en decisiones acertadas, construir
puentes entre el mundo físico y el digital o acceder a modernas aplicaciones que mejoren nuestra calidad
de vida son sus siguientes objetivos.

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El despliegue, paso a paso
La CE considera que, para la correcta implementación de un proyecto IoT, es necesario tener en cuenta
las siguientes claves:

1. Conocer el nivel de integración con la infraestructura existente.

2. Determinar si se emplearán tecnologías abiertas, lo que implica la posibilidad de integrar


dispositivos, sensores y plataformas ampliamente utilizadas.

3. Conocer sus dimensiones, lo que nos indicará la calidad de la integración e inclusión de los distintos
elementos que conforman la instalación IoT y si ésta funciona adecuadamente. En este sentido, es
importante:

• Definir la capacidad del proyecto para solventar los problemas de interconectividad e


interoperabilidad.
• Medir la escalabilidad del proyecto, esto es, la capacidad para adaptar su rendimiento a una
mayor base de usuarios.
• Cualificar la eficiencia del despliegue, mantenimiento, y ciclo de vida de los servicios y el software
puestos en marcha.

4. Realizar una actualización periódica. Si administrar el inventario de una infraestructura de IoT es


una tarea compleja, debido a la heterogeneidad de los elementos que la componen, aún resulta más
complicado mantenerla actualizada correctamente. Las metodologías tradicionales para mantener
actualizado el software en ejecución (descargar y grabar un firmware en un dispositivo conectado
directamente a una computadora) son un requisito mínimo a considerar.

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La Comisión Europea en un reciente análisis de esta tecnología, ha identificado los principales aspectos
que debe tener en cuenta cualquier despliegue IoT y los pasos a seguir para lograr el éxito. De sus
recomendaciones, cabe subrayar los siguientes pasos necesarios para obtener éxito:

En materia de Infraestructura:
ejecución de tareas clásicas
de actualización de software
Establecer una metodología clara para en ejecución (descargar
verificar, validar, probar y certificar los y grabar un firmware en un
resultados obtenidos del proyecto dispositivo conectado a un
desplegado. ordenador).

Desarrollar y probar el software


Disponer de un mapeo integrado en los dispositivos.
de las arquitecturas Cuantificar el número de
IoT puestas en marcha
para localizar todos los
sensores y controlar su
Despliegue interfaces necesarios para
cada componente, tiempos de
inactividad y errores generados.
funcionamiento.
IoT

Decidir qué plataforma se empleará,


según sus características, prestaciones,
Monitorizar los sistemas grado de adecuación al proyecto y
y su rendimiento. Tanto herramientas de seguridad.
si se realiza de forma
remota como interna o
para cada dispositivo. Establecer metodologías
funcionales para el proyecto
que favorezcan: intercambio
de datos, conectividad y
disponibilidad, y los mínimos
de consumo energético.

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De poco sirve implementar un proyecto de IoT si el cliente no puede percibir cómo el análisis inteligente
que ofrece le aporta un valor añadido, que se traduce en mejora real de sus procesos, servicios y
capacidades. Por ello, cuando se desarrolla un proyecto de estas características resulta capital que la
organización cliente perciba con rapidez que lo invertido en él le proporciona KPIs en toda su cadena
productiva. Con datos clave sobre:

La importancia de los KPIs para alinear IoT con las necesidades reales

• Rendimiento operativo.
• Áreas en las que intervenir cuando se producen malos resultados.
• Posibles fallos o caída del rendimiento.
• Experiencia del usuario que accede a los datos.
• Capacidad que IoT proporciona a la organización para que el valor de sus productos o servicios
trascienda mucho más allá del aportado inicialmente.

El valor de un especialista
Es precisamente en la lectura de estos datos y su correcto análisis donde Logicalis aporta un valor
esencial, ya que es un especialista global en las tecnologías de análisis de IBM,

La compañía brinda a sus clientes la posibilidad de utilizar una herramienta puntera como Watson, con
total flexibilidad y a un coste ajustado a sus necesidades. Gracias a ello, podrán alcanzar los niveles
de estabilidad, conectividad, seguridad y escalabilidad que exigen los despliegues de IoT en cualquier
sector de actividad. Teniendo en el análisis inteligente de grandes cantidades de datos el motor de su
valía, la capacidad de ofrecer resultados concluyentes, y fácilmente perceptibles, es uno de los caballos
de batalla de IoT. Y ése es precisamente uno de los puntos fuertes de Watson.

Las prestaciones analíticas de la herramienta de IBM la sitúan en una posición líder en la carrera de la
informática cognitiva, lo que hace ventajoso por extensión trabajar con Logicalis en proyectos de IoT,
además de la larga experiencia y calidad de los recursos técnicos y humanos que pone a disposición
para agilizar su puesta en producción con todas las garantías.

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