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El asunto de Lishmá (en beneficio de ÉL) y Lo Lishmá (en beneficio personal).

PARTE IV

Cristian y Jose, en cada reflexión les he pedido que presten especial atención a las ideas compartidas por lo abstracto del
tema. Cuando digo abstracto verdaderamente no me refiero al grado de complejidad de los conceptos expuestos, sino a
nuestra dificultad para poderlos vivenciar. Les hago el preámbulo porque en esta ocasión deberán redoblar sus esfuerzos
intelectuales e intuitivos, puesto que estaremos abordando el pilar central de la Torá: La Ley.

¿Qué relación existe entre la Ley dada por Elohim (Dios) a Moisés y el DESEO? Si todo lo creado por el Boré (Creador) está
determinado por el DESEO de recibir… ¿podríamos acaso insinuar que la Ley es DESEO en forma de instrucciones y
mandamientos? Pero, en el caso que supongamos que la LEY es DESEO materializado en normas y ritos con la finalidad de
corregir el Deseo humano, entonces también pudiéramos decir que la LEY es DESEO que corrige DESEO…luego ¿La
cualidad del tipo de DESEO que compone la Ley es igual a la cualidad del tipo de DESEO que compone la realidad creada?
Todavía tengo más inquietudes o cuestionamientos, porque si la LEY viene de Elohim con el objetivo de corregir la
materialidad…entonces ¿No tendría La LEY una expresión doble: Espiritual y Material? ¿Acaso el conjunto de
mandamientos, rituales y ordenanzas no constituyen su aspecto material? Entonces… ¿Cuál es su esencia espiritual? Y
sigo, porque si hay un aspecto material de la LEY y otro espiritual, entonces es lógico plantear que su ejecución puede
acontecer tanto en el plano físico como en los planos más sutiles, en ese sentido ¿LO LISHMÁ no se relacionaría con su
cumplimiento material y LISHMÁ con su acatamiento espiritual? Ya formulo la última pregunta ¿El aspecto material de la
LEY podrá ser capaz de corregir el GRAN DESEO DE RECIBIR impreso en la creación? ¿Me logran seguir? Si quieren
pueden volver a leer las preguntas.

La Biblia es clara a la hora de responder todas las interrogantes planteadas, pero hay otras sutilezas que no son tan
evidentes y que nos ayudarán a perfeccionar nuestro trabajo interior. También se percatarán que en lo adelante haré un
mayor uso de versículos bíblicos…y existen dos motivos.

El primero se relaciona con el hecho de que originalmente las valoraciones que componen esta reflexión en particular las
pensé para una audiencia cristiana, un grupo de amigos evangélicos que como nosotros queremos salir de los marcos del
Egoísmo…ahora bien el segundo motivo es mucho más importante y se relaciona con la necesidad de familiarizarnos con
los aspectos profundos de la Palabra de Elohim.

La Biblia es un libro GENIAL, no importa si está en nuestro idioma y no en la lengua Hebrea, aun así está llena de
revelaciones útiles para nuestro crecimiento espiritual…yo sé que el lenguaje (me refiero a la estructura gramatical y no a
sus valiosos simbolismos) en el que está escrita refleja la mentalidad de generaciones pasadas, y dicha forma de expresión
no resuena con el vocablo moderno, pero esto no debe ser una limitante, sino que al familiarizarnos con matices
lingüísticos un tanto diferentes entrenamos la mente en el arte del discernimiento…de veraz los invito a leer y estudiar este
libro…por mi parte tengo la intención de compartir juntos algunos capítulos y versículos con el propósito de desentrañar
significados cabalistas.

Les confieso que en mi adolescencia cuando iba a la Iglesia me leía la Biblia con la finalidad de buscar respaldo a mis
propias creencias religiosas, luego cuando entré en la universidad valoré su alto valor histórico-literario y ahora en mi fase
profesional soy un amante de sus códigos internos…tal vez ustedes den un salto directo hacia la comprensión de su
dimensión oculta (Cabalá). Esto puede que represente una ventaja, porque no estarían viciados por concepciones religiosas
o seculares.

Sería bueno que comenzáramos a vivenciar la totalidad de nuestras sensaciones y percepciones en términos de deseo, es decir ser
cada vez más conscientes de los deseos que impulsan la totalidad de nuestros pensamientos, emociones y acciones. Toda evaluación
que tengamos de la realidad está conectada a cierto nivel de deseo, pero nuestro cerebro -debido a condicionamientos sociales y
genéticos- no está entrenado para percibir y evaluar críticamente los diversos grados de deseos que nos provocan los objetos, seres,
fenómenos y personas de la realidad, en lugar de ello somos más conscientes de las respuestas viscerales, emocionales e
intelectuales que los mismos nos provocan.

Según la teoría Freudiana estos impulsos (deseos) caen en el campo del sub-consciente. Ya por reflexiones pasadas conocemos que
el deseo de recibir alcanza incluso el reino de lo Supra-consciente (Mundos Superiores). La cábala nos permite saborear la realidad
con un nuevo órgano de percepción…y no les voy a hablar de cosas fantásticas o de super estados de consciencia, sino de un estado
mental en el cual nos hacemos más conscientes de la cualidad del DESEO, pues aún en la dimensión psicológica -cuando realicemos
los esfuerzos internos adecuados- comenzaremos a sentir que al interactuar con el entorno se produce como una fuga o escape de
energía, o contrariamente experimentaremos un suave éxtasis o embeleso. En el primer caso estaremos vivenciando un estado de
recepción egoísta, y en el segundo caso estaremos disfrutando un estado al cual la Psicología ha denominado “Flujo”, y que
constituye un rudimento lejano del estado de recepción altruista.

Pero noten que las dos condiciones subjetivas que les acabo de mencionar: “Flujo y escape de energía (parecido al sentimiento de
resaca)” son condiciones que no se perciben usualmente. Las personas por regla general están desconectados de ambos tipos de
fenómenos, que a pesar de ser aún psicológicos, constituyen un aspecto más refinado del psiquismo e indiscutiblemente anuncian el
preludio de las experiencias espirituales.

Cuando la persona realiza las diversas acciones de la vida cotidiana en estado de flujo se acerca al nivel de Lishmá, pero
cuando se sumerge en su egoísmo -lo cual no quita que pueda experimentar alegría o placer circunstancial- funciona en el
aspecto de Lo Lishmá. El placer del estado de flujo es más duradero -temporalmente hablando- porque no se ancla a ningún
objeto de la realidad, sino que su motivación es intrínseca, proviene de un estado inherente a capas más profundas del Ser.
El flujo no inhibe el placer sensorial sino que lo potencia aportando un grado superior de bienestar subjetivo.
El sujeto que despierta a los estados alternantes de flujo y resaca, -en la cabalá también conocidos como ascensos y descensos-
comienza a intuir estrategias internas para desplazarse de la sensación de fuga a la sensación de deleite (es como la embriaguez
provocada por una bebida alcohólica pero sin llegar a la ebriedad). Estos crecientes intentos (esfuerzos) por escapar del estado de
descenso fortalece el masaj personal -fuerza de voluntad-, hasta que el flujo se hace más presente en el tiempo y se describe como
“Presencia”, pero sobre este aspecto vamos a profundizar en un próximo tópico.

Cambiando de tema…Se han preguntado profundamente… ¿Qué es la codicia? ¿A qué se refiere el mandamiento: “No codiciarás”?
Muchos estamos familiarizados con la idea de que codiciar es envidiar o desear una posesión ajena, bueno esa es la explicación moral
del tema, pero la codicia es una forma desmedida del deseo de recibir para uno mismo. La codicia es un tipo de deseo que excede la
capacidad de recepción de la vasija (Kli), genera así un vacío (necesidad) sin posibilidad real de llenado, es decir, crea un estado
continuo e incrementado de recepción egoísta que consume ferozmente las reservas energéticas de la persona, por lo que la compulsa
a buscar efímeras e intensas fuentes de llenado y satisfacción. Se perpetúa de ese modo ciclos psicológicos de búsqueda, satisfacción
e insatisfacción. Dicho proceder no da oportunidad a disfrutar del estado de flujo.

La ciencia nos ha enseñado que el DESEO en el hombre nace de su naturaleza corpórea, pero lo cierto es que el mismo va más allá de
la organicidad, como se ha señalado, en este contexto deseo y necesidad no se encuentran en un mismo nivel. La necesidad tiene
lugar cuando el deseo subjetivo no se ha satisfecho, pero el tipo de deseo del cual hablan los cabalistas es antes que la necesidad y el
propio deseo subjetivo, porque su esencia no es psicobiológica, de hecho el carácter cíclico (repetitivo) de las necesidades es una
consecuencia de la incapacidad del plano material para satisfacer (llenar) ese GRAN DESEO DE RECIBIR.

El deseo de recibir subyace a todos los órdenes de la dimensión física, consecuentemente penetra la dimensión molecular, mineral,
vegetal, animal y humana. El universo físico no es más que deseo materializado. En el plano humano fenómenos subjetivos como la
motivación, los pensamientos, las emociones, las tendencias volitivas y los comportamientos no son más que distintas formas de
expresión del mismo Deseo de Recibir, solo que al vibrar a frecuencias diferentes se manifiestan con una cualidad determinada.
A manera de ejemplo, en la dimensión material la fuerza de atracción que caracteriza el Gran Deseo de Recibir explica la estabilidad
de la estructura interna de los átomos, también fenómenos como la fuerza de gravedad o el poder de succión de un agujero negro,
igual la química entre los sexos y a un nivel macro el funcionamiento de las leyes sociales (Garantizar el bien colectivo con el fin de
alcanzar el bienestar individual).

En última instancia debemos aprender que de lo único que se habla en las escrituras es acerca del DESEO DE OTORGAR (LISHMÁ) y
del DESEO DE RECIBIR (LO LISHMÁ). Aun cuando en la Biblia u otros libros inspirados aparecen nombres, personajes, lugares,
historias, rituales, etc, todos no son más que ropajes, revestimientos o vestiduras que describen la realidad del DESEO. La Cábala
contiene las instrucciones -el mapa físico/espiritual- para conectarnos con el Creador desplazándonos desde las capas más densas del
DESEO -mundo de Maljut o Asiá- hacia las capas más ligeras del DESEO -Mundo de Jojmá o Atziluth-.

VAMOS A REALIZAR AQUÍ UNA PEQUEÑA PAUSA MENTAL, ya que cambiaremos de temática, a continuación se profundizará en el
significado de la LEY BIBLICA, de la Ley dada por Elohim a Moisés en el Monte Sinaí, pero lo haré tratando de establecer una
comparación que explique las diferencias que existen entre las Leyes seculares (laicas o mundanas) y la Ley Mosaica. De
antemano les pido disculpas porque los voy a someter a una lectura algo tediosa, pero significativa en aras de comprender la conexión
que hay entre los tres modelos básicos de Leyes:

 Religiosa;
 secular y;
 espiritual.

Y los tres tipos fundamentales de deseos:

 Deseo de recibir;
 Deseo de recibir con el fin de recibir y;
 Deseo de recibir con el fin de dar.

El mundo civilizado se rige por regulaciones, normativas, leyes o constituciones, de hecho la Constitución es la LEY fundamental de
un Estado. Las constituciones rigen los diferentes aspectos de la vida en sociedad (política, ideología, economía, estado de derecho,
cultura, religión, etc)… y todas estas manifestaciones no son más que un reflejo de la forma en que las sociedades satisfacen los
deseos de los individuos que la conforman.

Las leyes persiguen como fin último regular los diferentes niveles de deseos de las masas. La ley está hecha para poner
bozal al deseo, o más bonito, la Ley tiene el fin de educar el deseo.

En la actualidad las Leyes de las naciones son muy sofisticadas, porque las sociedades de hoy son más complejas que las del pasado,
lo cual se debe a que el nivel de deseo del hombre moderno se ha intensificado y expresado en múltiples objetos de satisfacción. Ej:
Una sociedad que no favorezca el acceso de los ciudadanos a internet viola determinado aspecto de los derechos Humanos (DH).

Sin embargo a pesar de la complejidad de las Leyes seculares, las mismas solo tienen influencia sobre las capas superficiales del
GRAN DESEO DE RECIBIR, es decir sobre la personalidad de los individuos. Por otra parte la Ley de Moisés tiene dos dimensiones,
una orientada a la regulación del hombre exterior (personalidad) y otra orientada hacia la liberación del hombre interior.

La dimensión externa de ley de Moisés -en su contexto histórico/social- no presenta grandes diferencias con respecto a las leyes del
mundo secular en lo tocante a organización social, cultural, ética, religiosidad, civismo, economía, política, etc, de hecho en el pasado
su elevada elaboración sirvió como basamento para la construcción de sociedades civilizadas. Sin embargo también conocemos que
su raíz es espiritual, y en esto se diferencia del marco constitucional más desarrollado que una sociedad pueda alcanzar.

Las leyes humanas están en función de preservar y desarrollar los marcos de una sociedad, lo cual se traduce en bienestar colectivo e
individual. La Ley secular trae orden social y como resultado contentamiento (bienestar) al corazón del hombre y no más, pero ¿por
qué...y no más? ¿No es la aspiración suprema del hombre alcanzar la felicidad?
El hombre educado en la Ley secular persigue básicamente la felicidad material que ofrece nuestro mundo, y no puede siquiera
imaginar que el deseo de recibir para sí (corazón de piedra) es el MAL que lo separa del placer espiritual, es más, aun cuando se
catalogue como creyente, su nivel de experiencia -y no de creencia- niega la existencia del Creador ¿Por qué? porque tanto su vitalidad
como su sentido de vida, tienen su raíz en la auto-gratificación derivada de los objetos de este mundo, no así en la percepción y
disfrute de la presencia del Creador. Por lo tanto, el ser humano a lo que más puede aspirar es a creer en Dios y a guardar sus
mandamientos (Lo Lishmá), experimenta así un tipo de paz que nace de la idea de estar en lo correcto. Esto es paz subjetiva, pero no
paz o deleite espiritual.

Con la Ley de Moisés sucede algo diferente, pues su origen al ser espiritual activa en el hombre la conciencia del Mal ( Rom 7.21) y del
pecado (Rom 7.23), es decir, la comprensión de que obtener placer para uno mismo se considera una desviación del propósito
original de la creación, pues Dios creó el Mal, pero el mal no es más que el deseo o inclinación hacia la recepción de placer, sin
embargo el pecado consiste en materializar ese placer para uno mismo, es decir usar el deseo de recibir para el beneficio propio, he
aquí el significado oculto del mandamiento: “No robarás”, pues cuando nuestro Ego se autosatisface, toma solo para sí mismo, de
forma que en el mundo espiritual esto se cataloga como un robo, pero más que nada un auto-robo, porque nos negamos la posibilidad
de recibir placeres superiores sobre la base de un funcionamiento altruista (Lishmá).

En lo profundo del corazón del hombre secular también late la Ley espiritual (deseo de otorgar), sin embargo ellos no pueden
sentir/percibir que el uso de la auto-gratificación implica un gran robo y por ende un gran daño, esta distorsión de la Ley o del deseo de
recibir es sinónimo de expresar que el hombre se constituye Ley para sí mismo (Rom 2. 14) ¿Qué significa esto? Que la conciencia del
hombre discierne en un plano Ético-Moral cierta noción del bien y del Mal debido a la Ley espiritual escrita en sus corazones ( Rom
2.15), pues la necesidad egoísta de no ser dañados nos impulsa a crear normas de convivencia, pero este mecanismo de
autoprotección e incluso de supervivencia, es una expresión remota de la Ley espiritual donde se procura el bien general sin la
necesidad de auto-protección.
¿Qué hace el hombre entonces? Él trata de corregir su conducta externa sin reconocer que el verdadero enemigo yace en el deseo de
auto-gratificación, de este modo siente que lo que es malo son aquellos pensamientos, emociones y acciones que no están en
consonancia con el principio de Ley para sí mismo (normas sociales), que por demás es relativo, pues lo que es bueno para una
persona, colectivo o sociedad puede tener un valor diferente para otros actores.

Sin embargo el propósito interno de la Ley Mosaica es revelar las instrucciones que ayudan al hombre a transformar el deseo de
recibir para sí a deseo de recibir con el fin de otorgar a “Dios” o a la “Naturaleza” (La guematría -significado numérico-entre la
palabra Dios y naturaleza es la misma). Por eso se dice que la Ley es espiritual ( Rom 7:14). El objetivo de la Ley es instruir sobre el
mundo del deseo, en este sentido su dimensión externa (rituales, preceptos, mandamientos, ordenanzas) ayuda a comprender en parte
que es la revelación del Mal (deseo de recibir) y que es el pecado (materialización del deseo de recibir), mientras que su dimensión
interna permite la corrección del deseo y su llenado ¿Por qué? porque la finalidad de la Ley es Mashía ( Rom 10:4), es decir la fuerza
salvadora, el deseo de otorgar. Por eso Moisés dijo escuchen al que viene detrás de mí (Dt 18:15).

Sin embargo Lo Lishmá alude al cumplimiento de las mitzvot (preceptos) desde el corazón de piedra (beneficio propio). La motivación
es alcanzar una recompensa en este mundo o en el mundo venidero. Este es el fundamento de la religión: “yo cumplo sus
mandamientos para que me vaya bien en la vida, yo cumplo sus mandamientos para poder tener el derecho de “pedir” (exigir) lo que
creo que me hace feliz”.

La práctica externa de la Ley de Moisés -cuando está desconectado de su código interno- tampoco difiere del cumplimiento de la Ley
secular en lo concerniente a la regulación de la conducta exterior del hombre. La parte exterior de la Ley Mosaica - rituales, estatutos,
ordenanzas o mandamientos, etc- modifica el acto pero no la intensión, trabaja sobre la subjetividad y la conducta humana, pero no
penetra en la raíz del deseo de autosatisfacción. El Ego no sufre transformación.

Bajo estas premisas se puede comprender mejor la lucha de Pablo con sus hermanos los judíos, quienes querían permanecer en Lo
Lishmá, además de pretender imponer esta carga a los gentiles (no hebreos), incluso con añadiduras de hombres, en ese sentido
disfrazaron los preceptos de la Ley con los preceptos derivados del principio conocido como: “ Ley para sí mismo” (Col 2.20-23). Pablo
en ningún momento torció el significado de la Ley de Moisés, sino que lo elevó a su valor interno, ya que habló y testificó de su
cumplimiento en el corazón de carne (Hombre interior, vasija de otorgamiento). Solo afirmó que nadie conocerá al Creador cumpliendo
las leyes religiosas.

No obstante -como ya se expresó- la Ley Mosaica a diferencia de la Ley secular activa el reconocimiento tanto de la inclinación al Mal
(deseo de recibir) como de la conciencia de pecado (deseo de auto-gratificación consumado). El que camina sinceramente por lo
Lishmá, es decir quien intuye que debe ir más allá del premio (reino de los cielos) o del castigo (llamas del infierno) y reconoce su
necesidad del Creador (Lishmá), entonces el Boré lo bendice con el siguiente discernimiento: “Que el MAL equivale a la intensión
profunda del corazón (deseo de recibir) y no a sus actos externos (La personalidad y su expresión comportamental)”.

¿Acaso no es esa la experiencia narrada por Pablo en Romanos 7 al referirse al pecado que mora (habita) en él? La ley secular no
trae este tipo de revelación, sino que ello es una obra espiritual, por eso en el antiguo pacto cuando el pueblo de Israel por medio de la
Ley de Moisés reconoció que el Mal residía en medio de ellos se afligieron en gran manera, en este punto llegaron al discernimiento del
Apóstol Pablo cuando exclamó ¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? (Rom 7.24)…y ¿Cómo les respondió el
Señor? (Rom 11.26), aquí se refería a la figura de Joshua Ha Mashía (Jesús el Mesías) como autor y precursor de la vida en LISHMÁ.

Elohim (Dios) regaló a su pueblo la promesa del Mesías, por eso Joshua durante su ministerio afirmó que en Él se había cumplido la
Ley y los Profetas, en dicho sentido no solo se refirió a su advenimiento histórico, sino a la dimensión espiritual de su cumplimiento, la
cual toma realidad en el hombre interior (Rom 7.22). Razón por la que Pablo dijo:”…si a Cristo conocimos según la carne
(Cumplimiento histórico de la Ley-Lo Lishmá), ya no lo conocemos así” (Cumplimiento interno de la Ley-Lishmá) (Rom 5.16).

Pero… ¿Qué es el hombre interior? Es el deseo de otorgar. En esto consiste el cambio de naturaleza: “La muerte del deseo de auto-
gratificación y el nacimiento del deseo de otorgar”. El ser espiritual integro consta de vasijas de recepción purificadas -libres del
deseo de recibir para sí- y de vasijas de otorgamiento, porque el deseo del Creador es que su creación RECIBA placer del acto de
OTORGALE a Él. El cumplimiento interno de la Ley se reconoce como Lishmá: “En beneficio de ÉL”

A manera de resumen se pretende valorar los versículos escritos por el Apóstol Pablo en su epístola a los Romanos, capítulos 7.
Pablo aborda en clave compleja las temáticas que han sido objeto de análisis y valoración en este estudio:

 El propósito de la Ley.
 La inclinación al Mal (deseo de recibir).
 El pecado (deseo de recibir por recibir).
 El deseo de otorgar (segunda naturaleza).

Si se interpreta el texto siguiendo la lógica contenida en la presente reflexión, se podrán alcanzar nuevos niveles de comprensión. A
continuación apreciarán una tabla de dos columnas. En la columna de la izquierda introduzco los versículos bíblicos a analizar y en la
columna de la derecha les presento mi propia interpretación cabalista.

Rom 7.1 ¿Acaso ignoráis, hermanos (pues ¿Por qué la Ley se enseñorea del hombre? Lo primero a resaltar es que la Ley va más allá del
hablo con los que conocen la ley), que la ley conjunto de mandamientos que regulan el comportamiento humano y que nada pueden hacer
se enseñorea del hombre entre tanto que este para transformar el deseo de recibir con el fin de recibir (autogratificación).
vive? Lo segundo a discernir es el origen existencial de la Ley. El nivel simple de comprensión de las
ordenanzas y estatutos plasmados en tinta y papel (aspecto externo de la Ley) puede
considerarse el reflejo explicativo más externo del funcionamiento del mundo del DESEO. Sin
embargo el aspecto interno de la Ley no pertenece a este mundo sino que tiene su raíz en el
mundo SUPEREIOR del DESEO.
El fin último de la LEY es corregir el MAL (deseo de recibir) y revelar el BIEN (deseo de
otorgar). La Ley en su acepción natural-material es DESEO REVESTIDA EN ESTATUTOS Y
ORDENANZAS, luego si la Ley escrita es una expresión del nivel de aspiración de nuestros
deseos, entonces no hay quien pueda escapar de su influencia en vida, no importa si la
persona está bajo el dominio de LO LISHMÁ o LISHMÁ.
El último aspecto a discernir es que el deseo del hombre en su camino al Creador debe pasar
por tres etapas, las cuales se corresponden con los tres tipos de Leyes analizados. La Ley
secular es una expresión del deseo absoluto de auto-complacencia. La dimensión externa de
la Ley de Moisés también es deseo de auto-satisfacción, sin embargo activa el anhelo de
querer agradar al Creador (Lo Lishmá) pero todavía desde la óptica y la vivencia personal (De
aquí la variedad de religiones y corrientes esotéricas).
La Ley del Mesías es el deseo de complacencia en el Boré (Creador). He aquí la meta final de
la creación: recibir con el fin de dar. Se trata del placer de ser uno con EL. Es deseo de
conexión con el Creador sin que medie objeto alguno. Es una forma de placer diametralmente
opuesta al deseo de auto-gratificación (recibir con el fin de recibir). Son estas las tres formas
de Leyes (DESEOS) a las que Pablo se refiere en 1 Co 9. 19-21.
Por tanto si la Ley es una expresión del DESEO, entonces ella se enseñorea del hombre en
cualquiera de sus variantes, he ahí el significado de Rom 6.16 ¿No sabéis que si os sometéis
a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del
pecado para muerte, o sea de la abundancia para justicia?
Rom 7.2 Porque la mujer casada está sujeta Pablo a manera de ilustración comparte un mandamiento que en su sentido interior confirma
por la Ley al marido mientras este vive; pero que la Ley es equivalente al deseo… ¿o no dice en otra porción de la escritura que “…el deseo
si el marido muere, ella queda libre de la Ley de la mujer será para su marido y él se enseñoreará de ella? (Gn 3.16). ¿Por qué el versículo
del marido. no menciona la Ley sino que se refiere a la naturaleza del deseo? Porque contrariamente a lo
que las personas pensarían, en esa porción de la palabra no se está hablando exclusivamente
de seres de carne y hueso, sino de nuestras raíces espirituales en los mundos superiores, de
cómo estas con su caída determinaron los planos inferiores de la existencia. En los mundos
superiores no funciona la Ley del ritual, sino la Ley del Deseo (La Ley de la atracción: Recibir y
Dar).
En Gn 3.16 Hombre (Mundos superiores) y Mujer (Mundo inferior) hacen referencia al deseo
de dar y al deseo de recibir respectivamente. Por eso dice el “deseo de la mujer será para su
marido”, o lo que es lo mismo expresar el deseo del mundo inferior será atendido por el mundo
superior, luego la parte final del versículo que plantea: “…y él se enseñoreará de ella”, puede
ser entendido como: “El mundo superior suplirá la necesidad del mundo inferior”, nada que ver
con esa historia de guerra entre los sexos donde la mujer se tiene que someter a los designios
del marido aun cuando estos sean irracionales ¿Qué enseñó Yoshua Hamashía a sus
discípulos?: “…que el Mayor servirá al Menor”, porque en los mundos espirituales el Superior
siempre Da al Inferior.
Luego el sentido oculto del versículo Rom 7.2 revela que el ser humano está casado con el
deseo de recibir, pero si este muere quedamos libre del mismo y venimos a desposarnos con
el deseo de otorgar. Todas las historias y hechos bíblicos ilustran la relación existente entre
ambos tipos de deseo.
Rom7.5 Porque mientras estábamos en la Una traducción análoga del versículo sería: “Porque mientras estábamos bajo el dominio del
carne, las pasiones pecaminosas que eran por DESEO DE AUTOSATISFACCIÓN, las pasiones pecaminosas (deseos sin corregir) que
la Ley obraban en nuestros miembros tienen su raíz en EL DESEDO DE RECIBIR obraban en nuestros miembros llevando fruto para
llevando fruto para muerte. muerte.
Verdaderamente el DESEO DE RECIBIR ES UNA FUERZA PERCDEPTIBLE YDE
CARÁCTER NEUTRO, es una creación de Dios, de modo que si el hombre se desplaza hacia
la autosatisfacción se activa el deseo de recibir con el fin de recibir, contrariamente si el
hombre se desplaza hacia el otorgamiento entonces se activa el deseo de recibir con el fin de
Dar. EL DESEO DE RECIBIR Y LA LUZ QUE PROVIENE DEL CREADOR CONSTITUYEN LA
MATRIZ ESPIRITUAL de ambas formas de RECEPCIÓN (altruista o egoísta). La Ley (Deseo
de recibir) mata (autogratificación) o da vida (otorgamiento). Rom 7:10, 12. Es el hombre el
que tiene que elegir entre el bien (otorgamiento) y el mal (recepción absoluta) (Deuteronomio
30:15).
Rom 7.6 Pero ahora estamos libres de la ley, El comienzo del versículo: “Pero ahora estamos libres de la ley…” parece contradecir la
por haber muerto para aquella en que esencia del Rom 7.1: “¿Acaso ignoráis, hermanos (pues hablo con los que conocen la ley),
estábamos sujetos, de modo que sirvamos que la ley se enseñorea del hombre entre tanto que este vive?”. Pablo sabía de lo que estaba
bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el hablando…por eso en esta idea particular se dirigió a los que conocen la Ley, pues el apóstol
régimen viejo de la letra. sabía en cuales contextos la Torá se refería al cumplimiento de la Ley desde Lo Lishmá
(beneficio del Ego) o desde Lishmá (beneficio del creador). Estaba convencido además que el
cumplimiento de Lishmá solo era posible por medio de la Fuerza Mesiánica (régimen del
espíritu).

Una traducción más comprensible del versículo sería: “Pero ahora estamos libres de la
influencia del DESEO DE RECIBIR EN LO LISHMÁ, por haber muerto a este tipo de deseo, el
cual nos dominaba, de modo que sirvamos bajo el nuevo deseo de otorgar (Lishmá) y no bajo
el viejo deseo de recepción (Lo Lishmá)”.
Rom 7.7 ¿Qué diremos, pues? ¿La Ley es Traducción: “¿Qué diremos, pues? ¿Qué el DESEO DE RECIBIR es equivalente al DESEO
pecado? En ninguna manera. Pero yo no DE AUTO-SATISFACCIÓN? En ninguna manera. Pero yo (Ego menor) no conocí el DESEO
conocí el pecado sino por la Ley… DE AUTO-COMPLACENCIA sino por medio de LA FUERZA DEL DESEO DE RECIBIR (el
cual es puesto por Dios)”.
Rom 7.8 Más el pecado, tomando ocasión por Traducción análoga: “Más el DESEO DE AUTO-SATISFACCIÓN, tomando ocasión por medio
el mandamiento, produjo en mí toda codicia; del DESEO DE RECIBIR, produjo en mí todo tipo de APEGOS ORIENTADOS A LA AUTO-
porque sin la ley el pecado está muerto. GRATIFICACIÓN, porque sin la creación DEL DESEO DE RECIBIR, el DESEO DE AUTO-
COMPLACENCIA estaría muerto”.
Rom 7.9 Y yo sin la Ley vivía en un tiempo; Traducción análoga: “Y yo viví un tiempo sin percibir el DESEO DE RECIBIR, pero activada la
pero venido el mandamiento, el pecado CONCIENCIA DEL MAL (deseo de recibir) por medio del mandamiento, el DESEO DE
revivió y yo morí. AUTOGRATIFICACIÓN se me hizo gravoso y no tuve fuerza humana para salir de él, por eso
morí”.
Rom 7.10 Y hallé que el mismo mandamiento Traducción análoga: “Y hallé que el DESEO DE RECIBIR, cuya creación tiene como objetivo
que era para vida, a mí me resultó para producir apegos hacia la Ley de vida (Lishmá) a mí me resultó para muerte porque me apegué
muerte. a la Ley de muerte (Lo Lishmá)”.
Rom 7.11 porque el pecado, tomando ocasión Traducción análoga: “Porque el deseo de auto-complacencia tomando mayor vitalidad por la
por el mandamiento, me engañó y por él me conciencia del deseo de recibir (mandamiento), me hizo mucho más débil (esto es me
mató. engañó), y por eso me arrojó con más fuerza a la auto-satisfacción (donde solo puedo trabajar
para mi egoísmo), por eso me mató”.

Rom 7.12 De manera que la Ley a la verdad es Traducción análoga: “De manera que el DESEO DE RECIBIR (Ley) es santo porque proviene
santa, y el mandamiento santo, justo y bueno. de parte de Dios, y si la intensión de las acciones (mandamientos) se orientan hacia el
Creador, entonces el acto puede ser considerado santo, justo y bueno”.

Rom 7.13 ¿Luego lo que es bueno, vino a ser Traducción análoga: “¿Luego el BUEN deseo de recibir placer vino a ser para mí muerte por
muerte para mí? En ninguna manera, sino que llevarme a la auto-gratificación? En ninguna manera, pues esa no es la finalidad, sino que el
el pecado, produjo en mí la muerte por medio deseo de auto-gratificación produjo en mí separación espiritual (muerte) por no poder
de lo que es bueno, a fin de que por el sobreponerme al BUEN DESEO DE RECIBIR, a fin de que a causa del deseo de recibir, la
mandamiento el pecado llegase a ser autosatisfacción se intensificara al punto de poder ser rechazada (aborrecida) por la
sobremanera pecaminoso. conciencia”.

Pablo con la interrogante planteada no niega el carácter neutral del deseo de recibir, porque si
no fuese neutral, sería equivalente a decir que Dios creó el pecado (Autosatisfacción), cuando
este es una elección humana, solo que desde la materialidad el deseo de recibir con el fin de
recibir se percibe como la única opción, sin embargo conocida la Ley de Cristo (Mashía)
desaparece el carácter o el poder absoluto de la autogratificación. Por eso Pablo tras la
interrogante usa la frase: “…En ninguna manera…” porque estaba defendiendo su elección
de escoger el Bien (otorgamiento, Lishmá) por encima de la autosatisfacción.
Rom 7.15 Porque lo que hago, no lo entiendo, Pablo confiesa que el acto nacido de la auto-complacencia, no lo entiende…y ¿Qué significa
pues no hago lo que quiero, sino lo que esto? Que no alcanza a comprender como resistirlo, por eso dice que hace lo que no desea,
aborrezco, eso hago. es decir, el hombre que tiene conciencia del Mal experimenta la auto-gratificación por
coacción, puesto que no tiene fuerza para resistirla, por eso en su conciencia la aborrece, pero
en su corazón la disfruta, porque si al final lo hace es porque le gratifica, pues aún siente
dentro del corazón de piedra (Egoísmo).
Rom 7.16 Y si lo que no quiero eso hago, Traducción análoga: “Y si aún me complazco en lo que mi mente reprueba, entonces apruebo
apruebo que la ley es buena. que el deseo de recibir debe estar en función del beneficio del Creador (Esto es el
cumplimiento interno de la Ley)”.
Rom 7.17 De manera que ya no soy yo quien Pablo en breve síntesis realiza una gran revelación Psicológica. Describe así la dinámica
hace aquello, sino el pecado que mora en mí. relacional entre dos entidades subjetivas: El Ego o Personalidad (grado más complejo de
integración psíquica) y el Deseo de autogratificación (nivel más básico del psiquismo). Pablo
da a entender que la totalidad de las motivaciones y comportamientos humanos están
determinados por capas de deseos mucho más primitivas e imperceptibles. La personalidad es
un instrumento orientado a la satisfacción de los deseos más profundos del ser.
Traducción análoga: De manera que mi Ego se siente compulsado a actuar por el deseo de
autogratificación que reside en mí.
Rom 7.18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi Pablo escribe desde un nivel de conciencia donde ya logra discernir entre el bien (Lishmá) y el
carne, no mora el bien; porque el querer el mal (Lo Lishmá). Porque para romper la identificación absoluta con el deseo de auto-
bien está en mí, pero no el hacerlo. gratificación hay que tener contacto con algún grado de Lishmá.

Traducción análoga: Y yo sé que en lo profundo de mi Ego, esto es, en mi deseo de


autogratificación, no mora el deseo de otorgar, porque anhelo el placer altruista, pero
identificado con el deseo de autosatisfacción no tengo masaj (voluntad) para manifestarlo.
Rom 7.19 Porque no hago el bien que quiero, Esta idea es idéntica a la interpretación anterior.
sino el mal que no quiero, eso hago
Rom 7.20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo Para llegar a sentir el planteamiento de Pablo: NO HAGO EL BIEN QUE QUIERO, se tiene
hago yo, sino el pecado que mora en mí. que producir durante el trabajo espiritual un estado vívido de escisión o separación mental,
donde logras percibir que cada una de las acciones que realizas están compulsadas por el
deseo de autosatisfacción (como una sensación de tirón), sin embargo, paralelamente
alcanzas a experimentar un estado que se resiste al tironazo y que trata de permanecer firme
en un leve estado de flujo o presencia. Incluso cuando no se logre permanecer en la presencia
podemos afirmar que las acciones egoístas provienen del deseo de auto-gratificación, porque
estamos aprendiendo a no identificarnos exclusivamente con esta dimensión del deseo.

Traducción análoga: Y si percibo que las acciones egoístas que ejecuto no son de mi agrado,
entonces ya no las ejecuto en complacencia con el deseo de autogratificación, sino que este
se manifiesta sin mi complicidad.

Estas palabras son muy importantes, porque aquí se realizan los primeros esfuerzos para
alcanzar Lishmá. La acción interna de percibir el deseo de auto-gratificación sin complacernos
en él es el cumplimiento del mandamiento dado por Joshua Ha-Mashía a sus discípulos:
“Niégate a ti mismo”.

Es normal que durante las primeras experiencias de auto-anulación (Bitul) no se perciba sabor
(placer material o espiritual) en el trabajo. Pero aclaro que auto-negación no es sinónimo de
ausencia de placer, es complejo lo que intento explicar, porque de lo que se trata es de que el
placer no muera o extinga en nuestra necesidad de recibir, la meta es poderlo reflejar, es decir
mantenernos en estado de flujo o presencia.

Para lograr esto debemos sustraer (restar) importancia a toda forma de placer (sensorial,
psicológico, cultural), es decir podemos sentir placer y disfrutarlos en su justa medida, pero no
vivir por ellos o para ellos, porque cuando lo hacemos de forma automática limitamos
(condicionamos) nuestra conciencia a los mismos y negamos la posibilidad de percibir nuevas
formas de placer.

Sin embargo como no sabemos lo que es el placer espiritual (deleite libre de todo
condicionamiento material), en el momento que comenzamos a percibir el tironazo de la
autogratificación la tendencia es a rechazar temporalmente las diferentes fuentes de placer, y
esto para evitar el jalonazo, entonces intentamos resistir, y ahí formamos el masaj, la fuerza de
voluntad para contrarrestar la autogratificación.

Pero son momentos muy difíciles, porque por una parte nos privamos del placer natural y por
la otra tampoco somos capaces de percibir el placer espiritual. Estos estados son descritos en
la Biblia como desiertos, de aquí que el Rey David en su libro de salmos exclame: “Como el
siervo brama por las aguas, así clama por ti el alma mía”.

Pero como nuestra esencia es recibir placer, no podemos estar por mucho tiempo en esta
actitud de restricción (Tzim-Tzum), no obstante se desarrolla una nueva forma de
relacionarnos con el placer natural, pues se crea cierto distanciamiento, es decir se disfruta y
se ama el objeto de satisfacción pero no se ancla el sentido de la vida al mismo, sino que se
tratará de orientar las expectativa (intensiones de anclaje o apego) hacia el placer espiritual
-no importa si no sabemos lo que esto representa-, basta con saber que es algo bueno o
conveniente y a esto se le llama oración (Fe simple)…entonces pasamos por un período de
prueba, que no es más que el tiempo que necesitamos para aprender a oponernos a la
autogratificación y cuando alcanzamos el primer nivel de resistencia entonces de forma
automática las puertas de los cielos se abren y comenzamos a vivenciar estados de micro-
flujos, al principio, tenemos la sensación de que vienen y van, luego según perfeccionamos el
masaj, se hacen más constantes en el tiempo, hasta alcanzar el estado de presencia, que a su
vez se va intensificando según se evoluciona espiritualmente.

Cuando se vivencia aunque sea el grado más pequeño de presencia, se debe tener la
convicción de que ya se está reflejando el placer espiritual (esto es recibir con el fin de dar), en
principios en la experiencia descrita se encuentra el nivel más pequeño de Lishmá. Luego todo
placer natural también se comienza a reflejar y la sensación de bienestar que deja cualquier
acción realizada en este mundo no solo se amplifica, sino que aumenta su duración en el
tiempo, son como bucles (circuitos) de retroalimentación positiva.

¿Qué sucede luego? Bueno creo que les estoy revelando bastante…pero no importa creo que
tienen la madurez, no solo para comprender, sino para experimentar. Lo que pasa después es
que desde los mundos superiores el Boré envía nuevas luces (formas más intensas de placer),
pero tú pantalla (masaj/voluntad) por lo general no está preparada, no tiene la fuerza/la dureza
(Kashiut) suficiente, entonces… ¿Qué se re-activa? Tu deseo de recibir ¿Por qué? Porque tu
vasija (Kli) también crece.

Estos son momentos de crisis, y se expresan en la vida cotidiana de diferentes maneras, a


través de distintas situaciones, lo cierto es que se tiene problemas para manejar las cosas,
sentimos una vez más el tironazo, incluso con más fuerza. A estas fases se les llama
descensos. Luego a través de muchos esfuerzos, construyes nuevamente la pantalla. El
masaj se construye con esfuerzos internos de rechazo, observación distante (desapego y
resistencia), a la vez que nos dejamos influenciar por las fuerzas mesiánicas de ese nivel
(Grado de Presencia). Porque podemos sentir el Jalón en el nivel del Ego, pero también
logramos percibir como telón de fondo el estado de Presencia, y si optamos por refugiarnos en
el mismo de manera que nos resistimos al tironazo comenzaremos a vivenciar niveles
crecientes de presencia, en este caso estaríamos reflejando. La construcción y perfección del
masaj consta de tres etapas: Negación, resistencia y reflejo.

Cuando logramos vencer el MAL (autogratificación) correspondiente a un nivel de deseo


determinado (En la biblia los nombres de Faraón, Amalec, Ismael, Esaú, etc, aluden a un
grado específico de maldad) entramos en una nueva fase de ascenso. Estos ciclos -ascensos
y descensos- se suceden incontables veces, hasta que se atraviesa el Majsom (barrera), el
límite entre lo material y lo espiritual. Ahí continúa el trabajo pero no se percibe con fuerza el
tirón de la autogratificación…y esto lo digo por lo que he aprendido de los libros de cábala,
porque obviamente no me encuentro en ese nivel.
Rom 7.21 Así que, queriendo yo hacer el bien, Traducción análoga: Así que, queriendo yo otorgar, hallo este Ley: que en mi naturaleza
hallo esta ley: que el mal está en mí. primero prevalece el DESEO DE RECIBIR.
Rom 7.22 Porque según el hombre interior, me Traducción análoga: Porque según mi esencia espiritual, me deleito en la Ley de Lishmá
deleito en la ley de Dios (otorgamiento).
Rom 7.23 pero veo otra ley en mis miembros, Traducción análoga: Aquí se aprecian las tres leyes o formas de deseos. La frase otra ley en
que se rebela contra la ley de mi mente, y que mis miembros se refiere a la Inclinación al Mal (Deseo de Recibir). La expresión Ley de mi
me lleva cautivo a la ley del pecado que está mente simboliza el deseo de recibir con el fin de otorgar. Finalmente cuando se menciona la
en mis miembros. ley del pecado, se alude al deseo de auto-gratificación (deseo de recibir con el fin de recibir).
Rom 7.24 ¡Miserable de mí! ¿Quién me librará Traducción análoga: ¡A quien moveré a Misericordia! ¿Quién tiene el poder para librarme del
de este cuerpo de muerte? deseo de autogratificación?
Rom 7.25 Gracias doy a Dios, por Jesucristo Traducción análoga: Gracias doy al Gran Inmanifestado, por revelar su Luz
Señor nuestro. Así que yo mismo con la salvadora/mesiánica (Joshua HaMashíaj), a la cual nuestra voluntad se unifica. . Así que yo
mente sirvo a la ley de Dios, más con la carne mismo con mi hombre interior sirvo a la Ley de Lishmá, más con mi hombre exterior (Ego
a la ley del pecado animal) a la Ley de Lo Lishmá.

Miren…les voy a revelar un secreto que si las personas lo entendieran bien, desde la propia esencia egoísta saldrían corriendo a
encontrarlo, de hecho el placer espiritual queda escondido del hombre por su incapacidad para manejarlo, creo que ya lo habíamos
comentado, es como un mecanismo de protección… y el secreto es que la Ley no fue dada al hombre para reprimir su nivel de
deseo, la iglesia a lo largo de la historia se ha encargado de arraigar el concepto de limitación e incluso represión moral/conductual, de
aquí la aversión de gran parte de las masas ante lo religioso e incluso lo esotérico, pero esto es permitido desde arriba como
mecanismo de protección, pues a lo verdaderamente espiritual se acerca aquella persona cuyos deseos han madurado a una nueva
forma de relación.

La dimensión interna de la Ley dada a Moisés (Ley Mesiánica) no fue creada para reprimir el nivel de deseo del hombre, sino para
liberarlo, intensificarlo y llenarlo desde LISHMÁ. Lishmá (recibir con el fin de otorgar) es la única forma de incrementar el tamaño de la
vasija (grados de deseos) sin que esto constituya un peligro o un daño para el Ego. Deben saber que un adicto (juego, drogas,
pornografía, sexo, conocimiento, etc) tiene vasijas de deseos mucho más grandes que una persona promedio, por eso en los
evangelios está escrito que habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no
necesitan arrepentimiento” ¿Por qué? Porque el pecador arrepentido al haber amplificado sus vasijas mientras se encontraba a merced
de la autogratificación puede ahora otorgar más que la persona que se considera justa.

En este contexto la persona justa alude a aquellas personalidades que no se caracterizan por una vida de excesos, más bien son
equilibradas, auto-controladas, dadivosas, felices y auto-realizadas, por eso se dice de ellas que no necesitan arrepentimiento…por
tanto existe una diferencia entre el justo, la persona adicta y el cabalista. De los tres el que ha desarrollado menos sus deseos de
recibir es el justo, contrariamente el adicto y el cabalista han incrementado sus medidas de deseos…y ¿cuál es la diferencia entre
ellos? Que el adicto carece de pantalla anti-egoísta, mientras que el cabalista se esfuerza continuamente en la construcción del Masaj
(fuerza de voluntad) para no sucumbir a la autogratificación. El deseo del cabalista llega a ser mucho más intenso que el deseo del
adicto, pero alerta…porque si un cabalista pierde su capacidad para fortalecer su pantalla (masaj) las consecuencias pueden ser
catastróficas, porque tendría que buscar en el mundo material-cultural potentes fuentes de placer para saciar su inmenso deseo de
recibir, siendo nuevamente víctimas o esclavos del estado de autogratificación con el consecuente daño social, psicológico, biológico y
espiritual. En la próxima reflexión -la última de esta secuencia de estudios sobre LISHMÁ y LO LISHMÁ- vamos a profundizar un poco
sobre el concepto de MASAJ (fuerza de voluntad).

Shalom

‫ א‬Bet ‫ ב‬Guimel ‫ ג‬Dalet ‫ ד‬Hei ‫ ה‬Vav ‫ ו‬Zayin ‫ ז‬Jet ‫ ח‬Tet ‫ ט‬Yod ‫ י‬Kaf ‫ ך‬Lamed ‫ ל‬Mem ִ‫ מ‬Nun ‫ נ‬Nun final ‫ ן‬Samej ‫ ס‬Ayin ‫ ע‬Pe ‫ פ‬Tsade ‫ ץ‬Qof ‫ק‬
Resh ‫ר‬
Sin ,Shin ‫ ש‬Tav ‫ת‬

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