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Base de Datos Clientes Servidor

Una de las tendencias más claramente definidas en la informática empresarial de hoy es el


downsizing y la distribución de aplicaciones y datos. Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que
las tecnologías cliente/servidor y de bases de datos distribuidas son la plataforma fundamental
sobre las que se sustenta todo proceso de downsizing y/o distribución de información.

Las ventajas de la arquitectura cliente/servidor son tan numerosas, que la mayoría de las
compañías no pueden ignorarlas a la hora de plantearse una evolución en sus sistemas de gestión
de información.

Básicamente y de forma muy resumida, las ventajas de la informática distribuida frente a la


centralizada son:

1. Menor coste por transacción: Distribuyendo los procesos en ordenadores basados en


microprocesadores, en lugar de sistemas de mayor tamaño, se obtienen unos costes por
transacción mucho más reducidos.

2. Escalabilidad: Por la naturaleza modular de la arquitectura cliente/servidor, las redes se pueden


ampliar fácilmente, aumentando el número de nodos o sustituyendo los nodos por otros más
potentes. Este proceso de ampliación no requiere la modificación de las aplicaciones.

3. Menor coste de desarrollo: La disponibilidad de una gran variedad de herramientas de 4ª


generación (4GL) para sistemas cliente/servidor, permite la elección de entornos de desarrollo
muy productivos y adaptados a las necesidades de cada usuario.

4. Entornos gráficos de usuario: Nadie pone en duda que la facilidad de uso de las nuevas
herramientas de usuario redunda en una informática más productiva para el usuario, y por tanto
para la empresa. Muchas aplicaciones cliente soportan ya estos entornos gráficos.

5. Interoperabilidad con el puesto de trabajo: Con la evolución de las nuevas herramientas


basadas en entornos gráficos, la integración de dichas herramientas con los datos (servidor) es
mayor y la expectativa de un uso más productivo de la información aumenta proporcionalmente.

Todas estas ventajas son reales, pero existe la posibilidad de no obtener el beneficio esperado de
este tipo de arquitecturas si la implementación de las mismas no se realiza con garantías
suficientes y con un análisis exhaustivo de la situación.

Los dos modelos de informática distribuida

En una arquitectura cliente/servidor, nos encontramos habitualmente con una serie de


aplicaciones independientes o individuales, que se están ejecutando en múltiples ordenadores. Las
bases de datos residen en los ordenadores conocidos como servidores, mientras que las
aplicaciones se ejecutan en lo que conocemos como ordenadores o estaciones de trabajo cliente.
Las redes, normalmente locales, proporcionan la conexión física entre ordenadores cliente y
servidor, así como el protocolo de transporte necesario para su comunicación.

En este modelo de informática distribuida, existe una comunicación entre la aplicación cliente, que
requiere la información, y el servidor de base de datos, que se la proporciona. De esa forma, la
aplicación cliente se especializa en lo que conocemos como interface con el usuario y el servidor
se dedica a las tareas de gestión de la base de datos. Es básicamente un sistema biproceso.

El modelo de bases de datos distribuidas ofrece aún más. La diferencia fundamental entre las dos
arquitecturas es que, en las bases de datos distribuidas, la información no tiene por que estar
físicamente en un servidor concreto -de hecho, puede estar en varios a la vez-. Sin embargo, el
usuario de la aplicación percibe la información como si estuviese almacenada en un único lugar
físico. Para conseguirlo, debe existir un gestor de bases de datos en cada nodo o sistema servidor
de la red. Estos gestores de bases de datos se encargarán de que el acceso a la información sea
transparente desde cualquier punto de la red. El usuario no tendrá que navegar en busca de los
datos. Para clarificar la distinción: en una base de datos distribuida, cada servidor se comunica con
los demás y entre todos gestionan el flujo de información en las llamadas transacciones
distribuidas. En un modelo cliente/servidor, cada servidor es independiente y gestiona la
información de su entorno particular, sin involucrar a otros servidores.

En el modelo cliente/servidor, un cliente interrumpirá la comunicación con su servidor habitual y


conectará con otros servidores cuando desee acceder a otras bases de datos. En un entorno de
bases de datos distribuidas, cuando se realiza una petición de información (transacción SQL) a un
servidor determinado, éste involucrará a los servidores que sean necesarios para satisfacer la
petición del cliente. Aquí aparece la primera cuestión derivada de este análisis: la selección del
modelo de informática distribuida que nuestra empresa necesita. ¿Nos basta con el modelo
cliente/servidor o necesitamos un entorno de bases de datos distribuidas?

¿Qué hay detrás de la arquitectura cliente/servidor?

La capacidad para separar la lógica de la aplicación de la gestión de la base de datos y repartirlas


en dos CPUs, permite a los sistemas cliente disponer de más potencia que a su vez les permitirá
ejecutar los nuevos entornos gráficos, proporcionando al usuario un acceso más sencillo e intuitivo
a la información que necesita. Al mismo tiempo, están disponibles toda una serie de nuevas
prestaciones a nivel de gestores de bases de datos en cuanto a informática distribuida.

Gran parte del interés por el downsizing y la informática distribuida se deriva del hecho de que
muchas empresas desean implementar aplicaciones, que antes residían obligatoriamente en
mainframes, en sistemas más pequeños y que están resultando más rápidos, flexibles y, sobre
todo, económicos. Pero antes de entrar en un proceso de downsizing, es necesario conocer las
garantías existentes en cuanto a la integridad de la información y a la posibilidad de desarrollar
aplicaciones sofisticadas. Los PCs y las LANs tienen la reputación de no tener los niveles de
seguridad ofrecidos por los sistemas mainframe. La arquitectura cliente/servidor es una solución
que combina la docilidad del PC o estación de trabajo, con la integridad, seguridad y robustez del
entorno mainframe. Las bases de datos ubicadas en LANs de PCs utilizan implementaciones del
lenguaje SQL, el lenguaje estándar utilizado en los mainframes. Una vez que los usuarios se
encuentran en un entorno cliente/servidor, tienen la libertad necesaria para crear una
arquitectura de aplicaciones económica, flexible, transportable y abierta a la evolución.

Referencia https://www.computerworld.es/archive/clienteservidor-y-bases-de-datos-distribuidas-
implementacion-practica-de-soluciones-distribuidas

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