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CUADERNOS

Consideraciones médico-legales de laDE MEDICINA989/2005


resolución • AMinisterio
FORENSE del ÑO 5 – Nº de 1Salud
(33-42)
33

EXPERIENCIA PSICOLÓGICA-FORENSE EN UN JUZGADO


NACIONAL CON COMPETENCIA EN FAMILIA.
VÍCTIMAS INFANTILES DE DIVORCIOS PATOLÓGICOS

H
emos asistido a cambios rrollado en dicho Juzgado fue atípi- Ana María Barchietto
profundos en los modelos co, complejo, múltiple y profunda-
culturales y en la sociedad, mente revelador. Su lugar fue es-
donde el fenómeno de la segrega- tablecido por la jueza, Dra. Marta
ción y/o de la exclusión social afec- del Rosario Mattera, porque enten-
tó y afecta al sujeto y a sus valo- dió que su función decisoria en la
res éticos, derivando a la institu- administración de Justicia podía
ción judicial, en particular a los Juz- mejorarse con el asesoramiento de
gados de Familia, bajo la forma de profesionales (psicólogos y psiquia-
conflictos familiares, la pregunta tras) que en forma ad horonen, tra-
desgarradora por sus derechos hu- bajaran los casos de familia más
manos, muchas veces desatendi- complejos y los de difícil resolución,
da por otras instituciones en pri- en interacción con el personal del
mera instancia. ¿O es que sólo en Juzgado y con los otros estamen-
la institución judicial puede hacer- tos que intervenían en las causas,
se tal pregunta? Esbozaré a conti- ya sea de la institución judicial o
nuación una respuesta preeliminar extrajudicial.
que surge de mi experiencia como
Psicóloga Forense a tan importan- Se desarrolló una acción innovado-
te pregunta. ra sustentada en modelos teóricos
con permanente aplicabilidad, que
Este trabajo surge al percibir la difi- determinó en la suscripta el desa-
cultad ante los intentos, muchas rrollo de una metodología psicoló-
veces dolorosos y frustrados, de las gico-forense aplicable a los casos
intervenciones judiciales y no judicia- de graves problemáticas familiares,
les en los casos de víctimas infanti- con la elaboración de un marco
les de divorcios patológicos y de teórico forense en relación a los
aportar la experiencia realizada en casos de familia, con grados cre-
el Juzgado Nacional de Primera Ins- cientes de consistencia lógica.
tancia en lo Civil con Competencia
en Familia y Capacidad de las Perso- No es el objetivo desarrollar aquí
nas Nº 77, donde se abrió entre los la complejidad y riqueza de esta El contenido de este artículo ha
años 1991 a 2004, un espacio de práctica en todos los ámbitos de sido una reelaboración y una am-
intervención cualitativamente dife- la intervención psicológica-forense pliación conceptual de una ponen-
rente en la institución judicial, que aplicada en las causas de Familia, cia presentada en el año 2001 en
una Jornada Interdisciplinaria de
es necesario presentar y transmitir en las adopciones, en las causas la Asociación de Psicólogos Foren-
para su evaluación y conclusión. de Protección de Persona (en la ses de la República. Argentina y
actualidad Protección especial), de publicada en la Revista de dicha
El rol del psicólogo forense desa- Violencia Familiar, en los casos de Asociación científica.
34 Ana María Barchietto

violencia familiar con sospecha de rrollada, sustentada por la expe-


abuso sexual, de insanía e inhabi- riencia realizada con éxito crecien-
litaciones, en los juicios por filia- te en otros países, especialmente
ción o divorcios contradictorios, de la Comunidad Europea.
etc. Sólo es importante señalar
que queda pendiente su transmi- Fui parte de ese equipo intraJuz-
sión por la suma del valioso cono- gado varios años, el cual estaba
cimiento psicológico-forense teóri- integrado por profesionales peritos
co, en el desarrollo de formas de de oficio y expertos en Psicología
intervención y sobre todo, por la forense, lo que fue esencial para
comprobación del beneficio obte- el logro de los objetivos. Fuimos
nido en los sujetos involucrados en desarrollando una praxis novedo-
las causas. Sí forma parte del ob- sa, en interacción con las asisten-
jetivo delinear algunos de sus as- tes sociales y con los demás inte-
pectos centrales y luego abordar grantes del Juzgado. Se delineó a
el tema convocante. partir de la práctica, un lugar, una
función y un rol para el psicólogo
El rol desempeñado por el psicólo- forense en el Juzgado, con un ob-
go forense respondió a un recla- jeto de estudio particular, elaborán-
mo social, pero no fue vehiculiza- dose estrategias de abordaje en
do en una ley que le instituyera un los distintos casos, en forma diná-
lugar, una función y un objeto de mica e interdisciplinaria, ya sea en
estudio, sino que respondió a la los casos de violencia familiar, de
creciente demanda de la población divorcios contradictorios, adopcio-
hacia los Juzgados de Familia, nes complejas o en los expedien-
manifestada en un aumento de las tes de protección de persona, fi-
crisis familiares, de las conductas jando los límites de las interven-
violentas hacia los más débiles ciones pero también las importan-
(mujeres, niños, ancianos) y de los tes posibilidades de actuación pro-
fenómenos de violencia conyugal fesional.
cruzada, de difícil develamiento y
abordaje. Se cumplía con la función de ase-
soramiento al Juez, ayudándole a
Así mismo, la situación generaba éste a entender la dinámica rela-
y genera un quantum elevado de cional de una familia desde una
impotencia y angustia en los fun- perspectiva no jurídica, intentando
cionarios y empleados del Juzga- en lo posible brindar ayuda a la
do por la imposibilidad de articular propia familia evaluada, en concor-
una respuesta adecuada al dolor dancia con los dictámenes pericia-
cotidiano, contando con los infor- les e informes clínicos institucio-
mes periciales y sus recomenda- nales, pero también con la posibi-
ciones, las cuales muchas veces lidad de efectuar un diagnóstico en
no pueden cumplirse sin la presen- un eje horizontal, diacrónico, a tra-
cia de un equipo articulador espe- vés de las distintas alternativas
cializado intraJuzgado, que super- vitales que atravesaban los suje-
vise desde el enfoque psicológico- tos en relación a los hechos enjui-
psiquiátrico-social en forma integra- ciables. Este aspecto enriquece el
da, las medidas judiciales y sus eje del examen pericial, lo desarro-
efectos en los sujetos y sus rela- lla en sus aspectos esenciales y
ciones. Este es un aspecto esen- tiene la posibilidad de revelar otros
cial y que le da sentido a la innova- aspectos, otras aristas de la com-
dora intervención profesional desa- pleja situación familiar.
Experiencia psicológica-forense en un juzgado nacional con competencia en familia 35

El objetivo era que los adultos com- nómeno, sin la intervención judicial
prendieran la situación por la que primaria y adecuada.
estaban atravesando, teniendo
como objetivo aumentar sus recur- En el tema que me convoca, “Victi-
sos, positivizando las relaciones mas infantiles de divorcios patoló-
entre sus miembros. También el rol gicos” se advierte la conveniencia
del psicólogo era supervisar a de la conformación, en los Juzga-
modo de seguimiento el cumpli- dos Nacionales con competencia
miento de las medidas judiciales en Familia, de un equipo interdisci-
efectuando una lectura psicológi- plario intraJuzgado. Es decir, que
ca del desarrollo de la interacción además de la valiosa acción desa-
familiar, de la situación de los me- rrollada por las asistentes socia-
nores involucrados y los efectos de les, la dinámica de los casos y su
las medidas judiciales. desarrollo se ven favorecidos por
el conocimiento aportado por pro-
Todo ello generó, una importante fesionales de otras ciencias auxi-
experiencia en los temas de divor- liares de la Justicia, como es la
cios contradictorios, o con inciden- Psicología y la Psiquiatría.
tes graves en el régimen de visi-
tas, en especial con el fenómeno La experiencia realizada señaló que
patológico de la exclusión de uno la permanente interacción con los
de los progenitores, llevado a cabo miembros del Juzgado, cumplió con
por los propios niños, con una fuer- el objetivo de lograr la prevención
te resistencia a la intervención ju- y reducción del riesgo en los pro-
dicial y a los cambios propuestos. blemas de inadaptación, tanto de
los menores como de los adultos
Se presentaba en forma descar- implicados en los expedientes de
nada el fenómeno de desequilibrio divorcio que denominamos patoló-
de la interacción familiar que tem- gicos. Tal conceptualización deriva
pranamente fue estudiado por por los rasgos que señalan: una
Theodore Lidz y su equipo en la fuerte resistencia al cambio, la re-
Universidad de Yale en 1957. Sus petición de la conducta violenta
concepciones acerca de la trans- (psicológica, moral y/o física), por
misión generacional de la irracio- el permanente enmascaramiento
nalidad y su estudio acerca de los de la etiología de la problemática,
roles familiares y los estados de con el desplazamiento de las mo-
desequilibrio, que analizó en for- tivaciones más profundas a otros
ma ejemplificadora, denominándo- argumentos que representan el
los: cisma marital y sesgo mari- esfuerzo de el/los adultos y de los
tal, subrayando las consecuencias niños involucrados de adecuarse a
patológicas en la estructura psí- un sistema familiar irracional, pro-
quica de los hijos, tienen hoy una puesto por aquellos y que es lo-
aplicabilidad clínica-forense sin grado a expensas de la identidad
discusiones. de los hijos.

En estos estados el enmascara- Estas situaciones familiares reve-


miento de las fuentes del conflicto lan una acentuada patología, que
es permanente, así como también se inicia en muchos casos en for-
de la forma irracional de la comu- ma sobrecompensada pero que
nicación que se mantiene, por lo luego en forma insidiosa van a re-
tanto sus consecuencias son gra- velar su cara más violenta, toman-
ves, sobre todo de persistir el fe- do su materialidad en los hijos.
36 Ana María Barchietto

Se tuvo siempre conciencia, en la sión de las mismas y su supera-


labor desarrollada, que el progra- ción en los casos de carencias for-
ma de intervención con la familia mativas.
basado en entrevistas, era acota-
do en el tiempo y que se abría una Las perturbaciones en los proce-
instancia para luego derivar al gru- sos de divorcio, están asociadas
po familiar a los equipos clínicos a diferentes formas de expresión
especializados extrajudiciales. de la violencia, del resentimiento y
del odio. Esta trama vincular de
Se trataba de un trabajo finamen- amor-odio entre los adultos donde
te articulado entre los distintos los niños están implicados, es lle-
profesionales, del equipo y del Juz- vada e instalada en forma resis-
gado, tendiente a convertir, la de- tente a la escena judicial, con la
manda de los involucrados en el proyección en el Juez de todo tipo
conflicto, siempre urgente y repeti- de idealizaciones y demandas y
tiva a la Justicia de Familia, en una con diversas formas de presenta-
toma de conciencia de un síntoma ción.
familiar y/o individual, efectuando
luego las derivaciones clínicas per- Se producen enormes dificultades
tinentes, es decir la derivación so- en la construcción de una respues-
brevenía cuando las personas po- ta judicial adecuada a esta proble-
dían efectuarse una mínima pre- mática, lo cuál nos ha conducido
gunta sobre sí mismas y su posi- en nuestra práctica a interrogarnos
ción en el conflicto y no depositar y a formular propuestas y respues-
en el otro en forma masiva, su hos- tas desde la Psicología forense que
tilidad y resentimiento. expondré a continuación.

Para la mejor comprensión de la Para explicar el sentido de la inter-


temática a desarrollar señalaré vención que hemos desarrollado en
brevemente algunos conceptos estos casos es importante, como
psicológicos relevantes que subya- siempre, descubrir la lógica subya-
cían a la acción desarrollada: cente en estos procesos, cuál es
la estructura básica y no solamen-
Desde el punto de vista psicológi- te hablar de sintomatología sino no
co, el divorcio es la ruptura de una podremos brindar las respuestas
relación de amor, de una alianza adecuadas pues se descuida la
fundada en el amor. El divorcio pa- complejidad de lo humano y sus
tológico implica perturbaciones en diferentes niveles de análisis.
la ruptura matrimonial.
En primer lugar es importante re-
La modalidad que asume la ruptu- cordar que en los expedientes ju-
ra está vinculada a cómo los suje- diciales se expresa la subjetividad
tos sufren las pérdidas, la capaci- y sabemos que ésta es una cons-
dad de elaboración de las mismas trucción singular, bio-psico-social,
y su capacidad de duelo. El desa- esencialmente sujetada al Dere-
rrollo de esta capacidad es el que cho, a la Ley social. Siempre que
permite la sustitución, la creativi- hablamos de sujeto, de persona,
dad y la invención, posibilidades a nos referimos al Sujeto del Dere-
las que no todos los sujetos acce- cho. No hay otro sujeto posible.
den, porque están fuertemente
determinadas por sus coordenadas La Ley regula la subjetividad, lo cual
simbólicas históricas, la compren- es un determinante atemporal no
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relacionado a un modelo cultural creer que él (o ella) es la ley, forma


sino que es estructural pero tam- distorsionada de la autoridad. En-
bién es estructural que la Ley no tonces tras la apariencia del amor
la captura por completo, por lo tan- se pueden enmascarar las peores
to surgen las transgresiones, pero de las violencias psicológicas y
debemos tener en cuenta que és- morales, que afectan sobre todo a
tas adquieren su sentido y también los niños por encontrarse en eta-
es posible la comprensión del mis- pas especiales de desarrollo bio-
mo, porque siempre están en rela- lógico, cognitivo, emocional y con-
ción a la Ley. ductual.

Si hablamos de subjetividad, esta- Cuando las funciones parentales


mos en la dimensión singular y la son cumplidas, es en nombre del
ley que opera es la Ley paterna, la amor que por identificaciones se
función paterna que intenta cons- construye el súper yo, con rasgos
truir y ordenar los procesos intra disminuidos de ataque y persecu-
psíquicos que se desarrollan. En ción y luego con más posibilidad
esta construcción del psiquismo de otorgarle una valoración a las
humano aparece el amor al otro conductas. El consiguiente desarro-
(objeto) en la fase del narcisismo, llo del sentimiento de culpa que
el eje es amor-odio en esta etapa implica toda desobediencia a la ley
primaria del desarrollo humano. y el arrepentimiento ante ella, le
otorga sentido a la sanción que
Freud distingue en “Introducción cumple con su función ética, por-
del Narcisismo” el amor narcisis- que se dirige a un sujeto creando y
ta, que es el amor a lo mismo, ba- señalando una alternativa, una
sado en la necesidad y el amor oportunidad, un cambio y no sólo
anaclítico, que es el amor a la per- quedándose en el nivel del casti-
sona de la cuál uno depende. Es go, sino que lo trasciende.
decir que estableció dos estatutos
del amor al otro uno a través del Pero no podemos olvidar que en la
desamparo y la indefensión y otro estructura elemental, base de toda
a través de la dependencia. la construcción subjetiva posterior
signada por distintos avatares, allí
Freud se dirige a mostrar que el donde está el amor está la destruc-
amor que aparece en la adultez es ción y que es la otra cara. El eje
repetición, sólo al final de su obra del amor se transforma en odio, en
se entreve la posibilidad del amor cualquier tiempo de la vida, el odio
como invención, “curándose” del que esconde, si hay fijaciones im-
amor en tanto repetición. portantes en las etapas primarias
del desarrollo. El amor narcisista y
Es decir que bajo el ideal románti- el amor anaclítico señalan la nece-
co del concepto “amor” se escon- sidad y dependencia al objeto de
de una lógica de la vida amorosa amor.
que debe ser conocida y aprehen-
dida por los profesionales de la Si en una familia existe la ley regu-
salud mental, por los efectos que ladora que indica al niño que debe
causa y las perturbaciones que renunciar al goce pulsional, al nar-
hallamos. Sabemos también que cisismo “ser con ese objeto” en-
la renuncia a las pulsiones se hace tonces el sujeto tiene la posibili-
debido al amor al padre, cuando dad de construir una etapa supe-
es capaz de transmitir la ley y no radora, capaz de elaborar las pér-
38 Ana María Barchietto

didas, con capacidad de sustitu- Esta posibilidad esta dada porque


ción, de sublimación. Tanto la se desarrolla una clínica-forense
madre como el padre son los particular, en un espacio ritualiza-
operadores de la Ley paterna, do por la Ley y por la figura del Juez,
que impulsan hacia las crisis, a través de una modalidad de in-
hacia los desprendimientos para tervención específica y en interdis-
así ganar la propia identidad, la ciplina, pero apuntalados por el
propia vida. espacio jurídico, sabiendo que
siempre se es “pantalla” de la Ley,
Cuando se produce una caída de porque el Juez es la encarnadura
las funciones parentales, donde no de la Ley, operando el psicólogo “a
tiene lugar éste corte simbólico, el través” como movilizador de las
niño no tiene una ley singular en la funciones parentales.
cuál ampararse. Entonces se con-
vierte en sujeto del Derecho Social. Es una experiencia clínica-forense
El niño y el adulto buscan la ley con objetivos precisos en la esce-
social, buscan regulaciones porque na judicial porque el sujeto va ahí,
han fallado la voz de las funciones a los Juzgados. No concurre con
parentales. La familia desabonada su demanda al consultorio, a un
de la Ley Paterna, la busca en la servicio hospitalario, por el contra-
figura del juez, en la instancia judi- rio desiste en la mayoría de los
cial: hay una demanda a la Ley. casos de los tratamientos psico-
¿Cómo lograr que más allá de la terapéuticos indicados, fracasando
ruptura de los vínculos singulares, en la mayoría de las veces los in-
matrimoniales, sigan operando las tentos de desjudicializar la proble-
funciones familiares, el ejercicio de mática, ya que no es entendida por
la Ley Paterna? los operadores de la salud o de
derecho, la particular demanda a
Los divorcios patológicos denun- la Ley establecida por esos “pa-
cian la patología de los miembros dres-niños” que rivalizan, que creen
o de uno de los miembros, con un poseer “toda” la razón, subyacien-
déficit importante de las funciones do a la demanda el pedido de una
parentales. Entonces el objetivo es regulación normativa
reconstruir la función parental, más
allá de la ruptura matrimonial. Y continúa el daño y el malestar
en la subjetividad de los involucra-
Nuestra experiencia en un Juzga- dos en el expediente y en los no
do de Familia señala que esto no involucrados, como resultante del
se logra con el derecho, sino a tra- desconocimiento de la modalidad
vés del Derecho, con el desarrollo simbólica del vínculo violento, que
de la función de suplencia de la consiste en un persistente desa-
Ley en los casos de disfuncionali- fío a la Ley, cualquiera sea la fa-
dad familiar. El derecho civil cum- chada o vínculo de complicidad que
ple en este sentido una función establezca, como modo encubier-
clínica y reparadora. to de resistencia, además de los
hechos en los cuales éste se pre-
El psicólogo en los Juzgados de sente. Pues tiene como sentido
familia es un elemento de este último una búsqueda de aquello
montaje jurídico que ayuda a los que resiste, porque sabe que es
sujetos involucrados a realizar un lo único que lo hace realmente
corte, una separación, que no pue- separar de las relaciones simbióti-
den lograr por ellos mismos. cas, dependientes y alienantes,
Experiencia psicológica-forense en un juzgado nacional con competencia en familia 39

lograr mediante la Ley la separa- y así asignarle un lugar en la so-


ción y con ello la identidad. Por tal ciedad, sino que éste es la encar-
motivo su abordaje no puede ser nadura de deseos, fantasías e iden-
sólo clínico y/o asistencial en esa tificaciones que dañan el psiquis-
etapa primera, al menos en los mo infantil produciéndose la figura
casos más complejos. de abuso psíquico infantil.

El conocimiento que me ha aporta- En segundo lugar, el niño se con-


do la práctica profesional desarro- vierte en un objeto judicial porque
llada en numerosos casos, es que ha dejado de ser sujeto del amor
hay que dar una respuesta ahí, de los padres, o de uno de ellos.
donde, quizás sin saberlo profun- En este último caso, el otro proge-
damente ni los profesionales psi nitor no puede, por sus dificulta-
ni el derecho, se tienen los elemen- des subjetivas y/o por dificultades
tos para ello. Hay que producir un normativas e institucionales, inter-
anclaje en la escena judicial, con venir activamente, por temor a agra-
un programa interdisciplinario ade- var la situación o por el efecto trau-
cuado y objetivos precisos, siste- mático del abandono y la pérdida
matizando la modalidad de aborda- del amor de su hijo, logrando la
je y sin entrar en el “juego” legal al paralización como reacción prima-
que permanentemente conducen ria o el desborde de movimientos,
las partes, lo cual surge de la pa- ambos contrarios a la resolución
tología; porque el problema es de los conflictos.
esencialmente clínico, pero sólo es
posible encaminarlo dentro del El o los padres quieren que el niño
marco judicial, por la lógica de la sea un testimonio de prueba, por-
estructura de la violencia y sus que el o los adultos lo usufructúan
manifestaciones. como parte de sus reivindicaciones
y lucha triunfal sobre el otro. El niño
¿Cuál es el lugar de los niños en queda inmerso en la lucha, desa-
estas familias? El de víctimas; pero rrollándose en él diversos cuadros
los vemos levantar como bandera clínicos, agudos y crónicos que se
el reconocimiento de sus derechos, clasifican como trastornos psíqui-
sin comprender que están aliena- cos post traumáticos.
dos en sus derechos y en uno de
los más importantes, la libertad. Tempranamente la psicopatología
clásica diferenció los cuadros reac-
En primer lugar el niño se convier- tivos en niños, cuya etiología eran
te en el mejor de los casos en un traumas únicos, de los cuadros
síntoma de la problemática paren- causados por la incidencia crónica
tal y en el peor en un objeto del de pequeños traumas acumulati-
registro pulsional de las figuras vos que devenían en cuadros se-
parentales, o de una de ellas, sien- veros y crónicos. El CIE 10 (OMS)
do el otro progenitor, muchas ve- llama a estos últimos Trastornos
ces figura complementaria en la de adaptación siendo el subtipo
patología que asiste primero asom- más grave el acompañado con tras-
brado y luego, ya bajo los efectos tornos de conducta. La clasifica-
traumatizantes, al abandono de su ción francesa de los trastornos
hijo/a. En este marco no pueden mentales del niño y del adolescen-
operar los padres en su función fi- te (CFTMA-R-2000) incluye conside-
liatoria, es decir ubicando simbóli- raciones psicodinámicas y multidi-
camente al niño en el lugar de hijo, mensionales de los ejes I y II inte-
40 Ana María Barchietto

grando en forma clínica y psicopa- una función en el que subyace el


tológica, y no sólo un inventario de rol pericial pero lo desborda, ya que
aspectos sintomáticos y compor- debe actuar cuando aparecen los
tamentales, con la subdivisión clí- primeros indicios de conflicto, con
nica de las Categorías clínicas de un diagnóstico preeliminar, de ur-
base y la de los Factores anterio- gencia, y luego desarrollar un pro-
res eventualmente etiológicos. grama de abordaje asistencial-fo-
rense que consistía en mi prácti-
El cuadro reactivo se manifiesta ca, en entrevistas individuales, de
predominantemente con alteracio- pareja, familiares, según la proble-
nes del comportamiento en los mática.
que hay una violación de los dere-
chos propios o de los demás o de El objetivo era lograr mayor efica-
las normas sociales. Los niños in- cia en la intervención con los pa-
volucrados en divorcios patológi- dres, teniendo como objetivo que
cos, en donde se excluye de la vin- la Ley Social opere y que de lugar
culación con uno de los progeni- a la capacidad de los padres para
tores, llegan incluso a conductas asumir sus funciones parentales
desafiantes ante los organismos con la posibilidad de una adecua-
de justicia, movidos por la defen- da separación psicológica, sin in-
sa de sus lealtades inconscientes volucrar a sus hijos como instru-
que son fruto de identificaciones mento de la acción violenta de uno
narcisistas y secundarias defec- sobre el otro. Los sujetos involu-
tuosas. Estas identificaciones crados deben dejar de ser objetos
están solidamente enquistadas en unos de los otros, objeto de nece-
el psiquismo infantil, sin poder sidad, objeto de dependencia, para
oficiar nadie como límite de esta tener la posibilidad de convertirse
alianza con el padre “protector” y en sujetos ético-jurídicos, es decir
al que deben reparar de la ofensa en sujetos responsables. Además
proferida. se sustentaba nuestra acción en
la información proveniente de los
Ambos, en una nueva célula sim- informes periciales, articulándose
biótica, reivindican la legitimidad ambos espacios logrando mayor
de la elección realizada y la pro- eficacia en los resultados sobre la
tección de sus intereses, asistien- familia en crisis.
do el poder legalizado y un ejérci-
to de profesionales de la salud Por último es importante señalar
mental, al desarrollo y despliegue cierta deformación obser vada
de una escena omnipotente, des- dada mi primera experiencia como
garradora y sufriente para el niño psicóloga forense que actuó y se
con el único objetivo de sostener formó profesionalmente en el de-
a un padre/madre triunfador, per- velamiento de las conductas vio-
sonaje grotesco del principio de lentas graves, las que suceden en
paternidad, aun a costa de su sa- el seno familiar, muchas veces, su-
crificio. tilmente y otras en forma sinies-
tra.
¿Cómo intervenir? Los casos es-
tudiados en el Juzgado de Familia Es un síntoma de nuestra socie-
Nº 77 y su desarrollo judicial me dad, bastante grave, no advertir la
conducen a afirmar, en primer lu- importancia de actuar preventiva-
gar, la importancia de la labor del mente en la familia con conflictos,
psicólogo forense intraJuzgado, con con equipos de profesionales for-
Experiencia psicológica-forense en un juzgado nacional con competencia en familia 41

mados en Psicología Forense y respuesta adecuada de las institu-


Psicopatología Forense en los Juz- ciones.
gados civiles con competencia en
Familia, conformando equipos inter- El presente trabajo constituye un
disciplinarios, para evitar, en lo aporte al conocimiento desde la
posible, conductas donde la locu- práctica forense cotidiana en un
ra y la crueldad se ejerzan en for- Juzgado en estas causas judicia-
ma manifiesta, con la intervención les tan complejas, con una meto-
en muchos casos tardía por los dología de abordaje sustentada en
efectos causados en las personas, principios científicos y con distin-
del Fuero Penal. tas estrategias en el tiempo de tra-
bajo, que dieron en los casos don-
No se advierte, en nuestra socie- de los niños excluían a uno de sus
dad y en nuestras instituciones, la padres de su vida cotidiana, esgri-
importancia de la función “civiliza- miendo dichos, donde era la voz
dora” del Fuero Civil, en especial del otro adulto, con argumentacio-
de los Juzgados de Familia, prime- nes donde el resentimiento y hos-
ra instancia reveladora del conflic- tilidad de otro adulto era su conte-
to. nido y su reproche, un resultado
altamente positivo, que segura-
Allí se puede intervenir en los su- mente será transmitido en otra
jetos y en la familia para que ésta ocasión con la exposición de algu-
pueda cumplir con su rol esencial. nos casos clínicos –forenses.
Todo el andamiaje institucional
debe estar dirigido a ayudar preven- En estos casos, el niño pudo “real-
tivamente a la familia para que mente” elegir, tener una real parti-
cumpla con su misión esencial: cipación, desde su subjetividad
instituir hijos para la producción de produjo su propio decir y fue oído y
lazos que liguen constituyéndose sin la alienación del discurso pa-
una trama vincular y así la conti- rental, logrando mayor compren-
nuidad de la vida y la sociedad. sión de la situación que estaba vi-
viendo.
Sólo así estaremos a salvo de las
violencias más extremas y no sólo La Psicología forense puede y debe
operaremos con programas dirigi- aportar sus conocimientos y meto-
dos cuando ya el fenómeno violen- dología elaborada desde sus mo-
to está instalado, cuando se de- delos teóricos, desde su práctica
tectan los casos severos de vio- y en el marco constitutivo de la ins-
lencia intrafamiliar en todas sus titución judicial, para aliviar el su-
formas o cualquier otro tipo de frimiento de los niños y el cercena-
conductas violentas auto o hete- miento de sus derechos más ele-
roagresivas. mentales.

En los Juzgados de familia se pue-


de operar para el logro y ejercicio BIBLIOGRAFÍA
de los principios ético-jurídicos es
decir que los sujetos asuman una 1. Barchietto, Ana María, “Ley y Fa-
posición responsable ante las elec- milia- Clínica de la Violencia” Po-
ciones realizadas y ante los otros. nencia realizada en Jornada
Este es un tema fundamental, yo Interdisciplinaria. Asociación Ibe-
roamericana de Psicología Jurídi-
diría esencial, que todavía espera
ca. Año 1995.
un debate esclarecedor y luego una
42 Ana María Barchietto

2. Barchietto, Ana María, Mattera, quiatría Legal y Forense” Volumen


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