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Nadie respira. Miles y miles de personas alzan los ojos en éxtasis hacia donde usted está, en los balcones de
la Casa Rosada. En el hueco de aquel gigantesco silencio se abre paso su voz: ¡Coompañeeros! Le oigo esa
sola palabra y luego vítores otra vez, clamores. Mi recuerdo es algo que conocí en los cines, que oí por la
radio. Nada que haya pertenecido a mi realidad.
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Rivera Martínez Jessica Alejandra
América Latina siglo XX 2602
Profr. Julio César Cervantes.
El General alzaba los brazos y allí estaba, de pronto, el arrullo de la
muchedumbre. Miles de palomas se estremecían con el saludo ritual,
¡Compañeros!, y lo vitoreaban agitando fotos y cartelones. Más allá, entre la
plantación de rosales y las torres de los palomares, junto a la casilla donde se
apostaban los guardias civiles del generalísimo Franco1
Creo que el autor utiliza a las palomas de una forma metafórica para hacer
referencia a cómo quienes seguían al líder Perón, lo hacían cuales animales
dóciles que no contaban con mayor capacidad de reflexión y no era
necesariamente porque estuviera pretendiendo ofender a la sociedad sino más
bien porque de alguna manera equiparaba la conexión entre la capacidad de
servicio y disposición de ambos seres: palomas y humanos.
Los argentinos, como usted sabe, nos caracterizamos por creer que tenemos
siempre la verdad. A esta casa vienen muchos argentinos queriéndome vender
una verdad distinta como si fuese la única. ¿Y yo, qué quiere que haga? ¡Les creo
a todos!2
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Eloy Martínez, Tomás, La novela de Perón, Titivillus, México, p. 7.
2
Ibíd., p. 4.
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Rivera Martínez Jessica Alejandra
América Latina siglo XX 2602
Profr. Julio César Cervantes.
La mayor parte de la historia utiliza a personajes centrales que se vinculan con
historias de menor relevancia para mostrar que la historia de Argentina durante el
siglo veinte (y me atrevo a decir que la de América Latina) sigue contándose a
través de personajes individuales que han sido posicionados en cierto lugar de
privilegio y con adquisición de poder pero no por ello significa que dejen de ser
humanos, de seguir ideales y de cometer errores propios de su contexto, como
cualquier otro individuo de a pie.
Algo que considero importante, y que quizás el autor pudo dejar más claro, es si
presentar a Eva Perón como esa figura que, por sí misma no habría tenido un
lugar importante o destacado por su apariencia física y sólo la adquirió cuando se
convirtió en la esposa del General:
El pueblo la imaginaba rubia y de ojos celestes pero Evita Duarte no era como la
pulpera de Santa Lucía cuando llegó a Buenos Aires en 1935: no cantaba como
una calandria, no reflejaba la gloria del día. Era (dicen) nada, o menos que nada:
un gorrión de lavadero, un caramelo mordido, tan delgadita que daba lástima. Se
fue volviendo hermosa con la pasión, con la memoria y con la muerte. Se tejió a sí
misma una crisálida de belleza, fue empollándose reina, quién lo hubiera creído.4
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Rivera Martínez Jessica Alejandra
América Latina siglo XX 2602
Profr. Julio César Cervantes.
animales quizás queda explicada de mejor forma al mostrar que, si bien parecía
que les seguían con fervor ciego, también era una manera de explicar y justificar
su propia realidad.
Por otro lado, también hay una viuda que adquiere un papel significativo durante
toda la novela que nos va acercando a su vida: Isabelita. Creo que el autor utiliza
a esta mujer para mostrar que en la sociedad argentina también había mujeres
que podían evolucionar y crecer por sus experiencias y que, para cuando llegan a
la “plenitud” de su vida, ya contaban con las características necesarias para
destacar sin tener que atribuirlo todo a una oportunidad de oro:
Isabelita, la viuda, era por fin la presidenta de la República. Actuaba con estudiada
gravedad, para estar a la altura. Cada dos o tres horas daba una vuelta por la
capilla ardiente, custodiada por los edecanes militares. Rezaba un padrenuestro,
acomodaba el pelo del difunto y con un pañuelito negro le secaba la saliva.5
Isabelita representa a más de una viuda que el autor decide mencionar pero no
por ello se enfrenta a una situación distinta de no ser comparada con su difunto
esposo, como con las otras viudas pues es otra manera de reflejar que con las
historias individuales pueden contarse las historias generales.
Finalmente, creo que La Novela de Perón es la oportunidad que utiliza Tomás Eloy
Martínez para mezclar su experiencia personal con la historia de su patria, de
mezclar los acontecimientos históricos con la ficción que le facilita la oportunidad
de contar cómo era la sociedad sin tener que decir de primera mano que su
subjetividad va a intervenir. Eloy busca dar un realismo que será sometido a
escrutinio del lector según lo considere necesario y vea las conexiones entre los
actos del General, de los personajes secundarios y de los efectos en una sociedad
que llora la muerte de Perón a sabiendas de todo lo que vivió durante su mandato.
5
Ibíd., p. 297.
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Rivera Martínez Jessica Alejandra
América Latina siglo XX 2602
Profr. Julio César Cervantes.
FUENTE CONSULTADA
Eloy Martínez, Tomás, La novela de Perón, Titivillus, México, 304 pp. En línea
[https://prepa.unimatehuala.edu.mx/pluginfile.php/7362/mod_glossary/attachment/
863/La%20novela%20de%20Per%C3%B3n%20-%20Tom%C3%A1s%20Eloy
%20Mart%C3%ADnez.pdf]