Tiempos modernos analizados desde una concepción Marxista

Tiempos modernos es una película del año 1936 la cual fue escrita,
dirigida y protagonizada por Charles Chaplin. Esta película es un reflejo de las
condiciones desesperadas de las cuales era víctima un empleado de la clase
obrera en la época de la Gran depresión. Esta es una trama muy interesante
por el contenido que tiene en los campos de la filosofía y de las ciencias
económicas. Debido a esto es que este ensayo tiene como objetivo principal
hacer un paralelo entre una escena de la película (la cual se mencionará más
adelante) y los términos económicos descritos por Karl Marx en sus diferentes
obras (“El Capital”, “Manifiesto del Partido Comunista”). Por ende, este
ensayo irá guiado por la tesis; Tiempos Modernos es una obra cineastica que
retrata a la perfección los conceptos aplicados por Karl Marx casi un siglo
antes.
Antes de empezar la línea argumental, es clave explicar la escena base
de la cual partirá este ensayo; Si bien tiempos modernos es una película en la
cual hay términos marxistas en diferentes escenas, se consideró idóneo hacer
usa del corto en el cual Chaplin va saliendo del trabajo y por un error termina
metido en una marcha de trabajadores (muy comunes en la época de la Gran
Depresión). El objetivo de usar esta parte especifica de la película, es que se
pueden evidenciar temáticas marxistas tanto de forma explícita como
implícita. Si bien el campo explicito es la marcha como tal, lo implícito son
todas las razones que el proletario trabajador tiene para luchar en contra del
capitalista opresor. A lo largo del ensayo se irán exponiendo los argumentos
que respalden la tesis (junto con su base teórica marxista), al igual que se irán
explicando los conceptos marxistas a medida que estos sean aplicados.
En primer lugar, en la escena base se puede mostrar como los
trabajadores marchan con el fin de mejorar sus condiciones laborales en un
momento de caos como lo fue la economía en la época de la Gran Depresión,
donde el desempleo era masivo y la quiebra de empresas muy constante.
Debido a ello fue que los pocos hombres que aun conservaban su trabajo
exigían mejoras en las condiciones laboral. Esta escena analizada desde la
óptica marxista puede partir de la idea de que Marx en sus obras principales se
refiere a la relación del trabajador con el producto de su trabajo, el cual es un
objeto ajeno. En este caso Chaplin al igual que el resto de los protestantes
representan a una mano de obra que produce en cadena, en donde la relación
que tienen con el producto de su labor es nula. No existe una relación con este
objeto, los empleados no saben el resultado final de su trabajo (en este caso
los empleados no conocen y por ende no se apropian de la plusvalía que el
capitalista adquiere de los bienes que ellos producen), ya que es simplemente
una pieza del engranaje de la gran maquinaria industrial. Podemos observar
cómo el producto domina al productor, ya que es él el que le da trabajo en un
contexto donde como ya se mencionó anteriormente el desempleo abunda y
gracias a él también puede subsistir en una sociedad rodeada de crisis,
pobreza, hambre y condiciones de vida denigrantes, especialmente para las
clases bajas (de las cuales los obreros son parte). Así, el trabajador se
convierte en esclavo de su producto, resultándole imposible desligarse.
En segundo lugar, se puede evidenciar como los obreros realmente no
sienten satisfacción por su trabajo, sino que es el medio para adquirir bienes o
satisfacer otras necesidades. Si el trabajo fuese satisfactorio no generaría por
ejemplo los niveles de estrés representados en la escena, lo que es
intensificado además por no ser un trabajo propio, sino que, para otra persona,
para un jefe que puede observar en todos los rincones y presiona para generar
mayor productividad. Este jefe que puede ser la representación misma del
capitalismo por el hombre que en escenas pasadas aparece en diferentes
pantallas dentro del lugar de trabajo, dando instrucciones y velando por una
productividad más eficiente y práctica. Dejando de lado las necesidades de su
mano de obra.
En tercer lugar, hay que mencionar que Karl Marx siempre fue un
teórico sobre la enajenación que en términos marxistas significaba; separación
de la masa de asalariados de los productos de su propio trabajo. Marx expresó
primero esta idea, de forma algo poética, en sus Manuscritos de 1844: "El
objeto que el trabajo produce, su producto, se presenta como algo opuesto a
él, como una fuerza independiente del productor" (Marx, 1844). Esto tanto en
la escena base del ensayo como en otra escena muy conocida de la película la
cual es la máquina para comer, se refiere a que el hombre se enajena de los
demás hombres, con el trabajo de éstos y sus objetos. Entre el obrero y él
capitalista se genera cierto antagonismo a partir del hecho en que el no obrero
se apropia del objeto producido por el obrero, sacando provecho de éste,
representándose en el jefe que adquiere poder a medida que los trabajadores
producen más y más, y presionando para que esto suceda. Además, se puede
observar una enajenación en el momento en que el jefe evalúa la posibilidad
de implementar un sistema revolucionario el cual tenía el objetivo de recortar
el recreo de almuerzo para que los empleados sigan produciendo. Así
desvaloriza la condición de humano de sus trabajadores, viendo cómo puede
sacar el máximo provecho de su productividad.
En conclusión, se puede decir que tanto en la escena base como en la
película en parámetros general, existen unos muy marcados conceptos
marxistas los cuales son representados principalmente por la enajenación, la
plusvalía y la explotación a la clase obrera. Estos conceptos hacen de la
película una muestra muy bien aplicada de las míseras condiciones laborales
en los años de la Gran Depresión. Al igual que también es una perfecta
ejemplificación de como Marx y sus ideas no pueden ser dadas como
ineficientes e irrelevantes.

REFERENCIAS
 Marx, K., & Engels, F. (2003). Manifiesto del partido comunista.
Constantí, Tarragona: O Limaco Edizions.