Día 4: “Un creyente discípula a las nuevas generaciones”
¿Cómo te estas preparando para instruir a las próximas generaciones?
Como creyente no te debes enfocar solo en ti mismo – debes concentrarte en dejar un
legado en tu familia, en los más cercanos. Hay una diferencia entre legado y herencia. Herencia es lo que dejamos para alguien – pero legado es lo que dejamos en alguien. El entendimiento de lo que estamos haciendo, de lo que va a venir y quien va a venir tiene que llevarnos a preparar a nuestra familia. Y este es un entrenamiento para padres, abuelos, tíos que deben instruir el corazón de sus más cercanos para que se apasionen por el Rey de Reyes y Señor de Señores.
En este día si tienes hijos, nietos, sobrinos Tienes la bendición de Instruirlos…
Eres tú el llamado para conectar a esta generación con el Dios eterno. En Proverbios 22.6 se indica: “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”
Para guiar e instruir debe existir “Reconciliación” Malaquías 4 termina diciendo
que: “Los padres e hijos deben trabajar juntos en la reconciliación y vivirán en paz, pero si esto no sucede el entorno será afectado con maldición”. Si se quiere ver sanidad en nuestras familias y nación debemos dar el paso hacia la reconciliación y esto dará un ansiado avivamiento sin precedentes.
¿Cuál es legado que estas dejando a las generaciones venideras?
Asume ese desafío de ser un padre terrenal o espiritual de propósitos que va a instruir y discipular hijos saludablemente para que la Gloria de Dios se siga expandiendo.