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LA NECESIDAD DE SEGUIR LEYES SOCIALES

ESTABLECIDAS POR AUTORIDADES EXTERNAS COMO

MUESTRA DE UNA SOCIEDAD NO ILUSTRADA


Sebastián Ramírez Meza (seramirezme@unal.edu.co)

a 2025998-1 (Curso de Filosofía Antigua I), (Universidad Nacional de Colombia Sede Bogotá).
Carrera 45 Nº 26-85, Bogotá (11001), Colombia
b Departamento de Filosofía – Facultad de Ciencias Humanas,

Universidad Nacional de Colombia

INTRODUCCIÓN

"La ilustración es la salida de la humanidad de su culpable incapacidad"


~ Immanuel Kant

Este famoso pasaje fue escrito a finales de siglo XVIII o principios de siglo XIX por

el filósofo ilustrado Immanuel Kant, quien defendía la libertad de pensamiento y

criticaba la incapacidad de los seres humanos de pensar por sí mismos. Más de

doscientos años después, se puede ver que esta frase sigue siendo actual, ya que

nos podemos preguntar si la humanidad es crítica y es capaz de pensar por mí

misma. La realidad es que bastante poco, por lo que se puede decir que no somos

ilustrados, pero podemos estar en camino de serlo, si asumimos la responsabilidad

de nuestra libertad, dejando a un lado el miedo y la pereza.

DESARROLLO

A través del tiempo y de la historia de la humanidad se puede ver que se han

promulgado leyes sociales que intentan regular la conducta de los individuos, ya


que indican lo que debe realizarse y que puede estar bien o mal, estas leyes son

seguidas por los humanos, quienes se dejan guiar por autoridades externas a sí

mismos y organizan sus vidas obedeciendo a esas autoridades, que pueden ser

eclesiásticas, liberales o científicas. Pero, ¿por qué los seres humanos obedecen a

lo que algunos dicen? ¿por qué se les reconoce autoridad? En vez de pensar por sí

mismos. La explicación que da Kant está en la “incapacidad”1 que tiene la

humanidad de servirse de su propio entendimiento, y por ello son culpables. La

culpabilidad que tiene la humanidad, según Kant, se da cuando la causa de la

incapacidad no reside en la carencia de entendimiento, sino en la falta de decisión,

de valor y audacia para “pensar por sí mismos”. Visto desde esa perspectiva, la

Ilustración no ha acabado, es un proceso que aún continúa y que encamina al

género humano hacía el progreso.

Si nos preguntamos si vivimos ahora en una época ilustrada, la respuesta es no,

pero sí en una época de Ilustración. Todavía falta mucho para que los hombres, tal

como están las cosas, considerados en su conjunto, puedan ser capaces o estén

en situación de servirse bien y con seguridad de su propio entendimiento2, sin la

guía de otro que le diga cómo actuar por medio de un código o una ley. Permanecer

en ese estado de incapacidad intelectual ha llevado a que no se cuestionen las leyes

que se siguen, aunque estas sean injustas.

Existen varias razones por las cuales no vivimos en una época ilustrada. tal como

aparece en el escrito Historia Natural y Teoría General del Cielo (1755), Según Kant,

1
KANT, I., “Respuesta a la Pregunta: ¿Qué es la Ilustración?”, en ¿Qué es la Ilustración?, trad. de A. Maestre,
& J. Romagosa, Tecnos, “Clásicos del pensamiento”, nº 43, Madrid, 1999, pp.17 y 24.
2
KANT, I., “Respuesta a la Pregunta: ¿Qué es la Ilustración?”, op.cit., p. 23.
la humanidad se mantiene en ese estado de incapacidad o de “minoría de edad” por

pereza o por cobardía. La humanidad prefiere por comodidad (o pereza) dejarse

guiar por una autoridad exterior a sí mismos. “¡Es tan cómodo ser menor de edad!”3

Al cual le dicen todo lo que tiene que hacer, y que no siente responsabilidad alguna

por lo que ha hecho ya que se justifica con las leyes que él asume que son

verdaderas porque Otro se lo dijo. Desde el lado político, también se tiene la

cobardía o la falta de valor de la humanidad, que se mantendría gracias a la

dominación de los hombres por parte de otros individuos y que está en función de

la amenaza o del miedo que podían meter las autoridades en la mente de las

personas si no aceptan las leyes y se atrevían a pensar por sí mismas4.

Los hombres que dominan a los otros, han establecido las leyes que se deben

seguir, promulgando un orden social basado en la filosofía tradicional donde la

esencia precede a la existencia5, es decir, que anunciaban que había un proyecto

de ser humano establecido previamente que indicaba a todos los seres humanos

que tenían que hacer para cumplir con su propósito en la vida, y estos hombres

adquirían autoridad al sentirse respaldados por una “verdad” que la mayoría acepta

y en la que es necesaria la existencia de un ser superior que premia a los virtuosos

(que cumplen la ley) y castiga a los perversos, para así mantener el orden social y

3
“La pereza y la cobardía son las causas de que una gran parte de los hombres permanezca, gustosamente,
en minoría de edad a lo largo de la vida” y también, “¡Es tan cómodo ser menor de edad!” e “Incluso le ha
tomado afición [a la minoría de edad]”. KANT, I., “Respuesta a la Pregunta: ¿Qué es la Ilustración?”, op. cit.,
pp. 17 y 18.
4
PELE, A., “Kant, la ilustración y la domesticación del ser humano”. Universidad Carlos III, Madrid, España,
2011, pp. 433-438.
5
“El alma es el principio rector del universo”. PLATÓN, Diálogos Vol.9, Leyes (Libros VII-XII), trad. De Lisi F.,
Editorial Gredos, Madrid, 1999, Libro X, pp. 215-221
político, de hecho Dostoyevski, sentencia este pensamiento a través de la

afirmación: “Si Dios no existe, todo está permitido”.

Con la llegada del existencialismo (la filosofía de la existencia) y la concepción de

este como un nuevo humanismo gracias a Jean-Paul Sartre con su obra El ser y la

nada, se logra romper este paradigma. A partir de allí, nadie puede indicar, ni

siquiera dios (si existiese), cuál debe ser el proyecto de vida de las personas, cada

quien es constructor de su propia vida, ya que bajo esta filosofía el hombre no es,

el hombre se hace. Sartre asume, que dios no existe, pero no cree que todo esté

permitido, por eso hay que luchar contra la injusticia basándose principalmente en

su idea de libertad, que es compromiso, que es responsabilidad y es constitutiva del

ser humano. La tesis del existencialismo, al contrario de la filosofía tradicional, es

que la existencia precede a la esencia, es decir que no venimos definidos de ante

mano, eso implica que la libertad está en el centro del ser humano, que cada cosa

que hacemos nos define, y que gracias a esto “el ser humano está condenado a ser

libre”6. El ser humano no puede evitar ser libre, incluso cuando no elige, está

eligiendo no elegir, lo que lleva a una libertad vivida con angustia y sobretodo vivida

a través de las conductas de mala fe, ya que estas conductas se dan cuando las

personas se dejan engañar, cuando deciden quedarse calladas frente a lo que pasa,

con la mentalidad de que no pasa nada, como estando fuera de juego, y estas

conductas de mala fe son negativas bajo la filosofía existencialista, porque si los

seres humanos no toman la responsabilidad de realizar su proyecto de vida, su

6
Sartre. Jean-Paul, El Ser y la Nada, Buenos Aires, Losada, 1998.
proyecto de constitución, en tanto individuos y en tanto sociedad, alguien externo lo

hará por ellos, lo que lleva a que las personas cedan su soberanía a otros.

El Estado debe aprender a limitar sus intervenciones. Kant critica en este sentido el

“gobierno paternalista” porque trata a sus súbditos, “como niños menores de edad,

incapaces de distinguir lo que les es verdaderamente beneficioso o perjudicial” y de

esta manera el Estado pierde legitimidad. En efecto, si los individuos no son

capaces de decidir por sí mismos, las bases de la autoridad se vuelven ilusorias y

no republicanas. Si no pueden formular su consentimiento, no se puede crear un

pacto social7. Sin libertad de pensamiento y de expresión, el individuo es incapaz

de desarrollar su propio entendimiento y pues, reconocer libremente la autoridad

estatal. Por esta razón, Kant define la “libertad jurídica”, como la capacidad de

seguir exclusivamente aquellas leyes que han recibido el consentimiento individual8.

CONCLUSIONES

Retomando lo que se dijo en párrafos anteriores, se reafirma que en este momento

la humanidad no es ilustrada, ya que es bastante poca la cantidad de gente que es

crítica y es capaz de pensar por sí misma, sin embargo, puede estar en camino de

serlo, por eso la frase que con la que se abre la introducción, es una frase que debe

llevarse consigo, para recordar que los seres humanos son capaces de pensar por

sí mismos, de que no deben tener miedo, porque como dice Kant y que coincide

7
KANT, I., “Respuesta a la Pregunta: ¿Qué es la Ilustración?”, op.cit., p. 23: “Pero, si a un pueblo no le está
permitido decidir por y para sí mismo, menos aún lo podrá hacer un monarca en nombre de aquél, pues su
autoridad legisladora descansa, precisamente, en que reúne la voluntad de todo el pueblo en la suya propia”.
8
Al principio del “Primer artículo definitivo” de Hacia la paz perpetua, Kant define la libertad jurídica como
“la facultad de no obedecer a ninguna ley exterior, sino en tanto en cuanto he podido darle mi
consentimiento”. KANT, I., Hacia la Paz Perpetua, trad. de J. Muñoz, Biblioteca Nueva, Madrid, 1999, p.83
con el escritor argentino Roberto Arlt, es posible que se equivoquen y de hecho se

van a equivocar tantas veces como sea necesario, pero no será algo eterno, en

algún momento, al igual que en la minoría de edad, aprenderán a andar.

Considerando esto, la mejor manera de educar y de ensañar moralmente, es a

través del auto examen. Como lo señalaban los griegos, es por medio del “conócete

a ti mismo”9, pero no bajo una mirada psicológica en la que se rebusca en el pasado

de las personas para saber dónde están las claves de porque son como son, sino

examinándose cada quien así mismo y examinar lo que se hace, para hacerlo mejor,

de cara al futuro. Lo que se busca con esto, es que, al igual que Sócrates10, las

personas se ocupen de sí mismas, que se pongan así mismas como el centro de

preocupación y el centro de examen, actuando de tal forma que deseen al mismo

tiempo convertirse en legisladores universales. De esta manera se podría llegar a

tener una humanidad más equilibrada, en la que cada persona intenta poner el

gobierno de lo mejor que tiene sobre sí misma, es decir, el razonamiento, que es la

mejor parte de cada persona, se pone a gobernar al resto de los impulsos, y si esto

se hace se está dirigiendo la vida de una manera más armónica, sobre todo porque

es una persona que no hace las cosas porque si, sino que las analiza y así será un

mejor ciudadano.

9
Frase que estaba en el frontispicio del templo de Apolo en Delfos, que después los filósofos importaban en
su propia filosofía y le daban un significado.
10
Platón. (1985). Apología de Sócrates - Criton - Las Nubes. Orbis.
Bibliografía

KANT, I., “Respuesta a la Pregunta: ¿Qué es la Ilustración?”, en ¿Qué es la

Ilustración?, trad. de A. Maestre, & J. Romagosa, Tecnos, “Clásicos del

pensamiento”, nº 43, Madrid, 1999, pp.17 y 24.

- Hacia la Paz Perpetua, trad. de J. Muñoz, Biblioteca Nueva, Madrid, 1999,

p.83

PELE, A., “Kant, la ilustración y la domesticación del ser humano”. Universidad

Carlos III, Madrid, España, 2011, pp. 433-438.

PLATÓN, Diálogos Vol.9, Leyes (Libros VII-XII), trad. De Lisi F., Editorial Gredos,

Madrid, 1999, pp. 215-221.

Sartre. Jean-Paul, El Ser y la Nada, Buenos Aires, Losada, 1998.

Vidal, E.: Los derechos de solidaridad en el ordenamiento español, Valencia, Tirant

lo Blanch, 2002.

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