En uno de los chequeos médicos le hicieron saber que su condi-

ción era estable, y le preguntaron: «¿Cómo está haciendo frente

a la situación?». «Regresé tiempo completo al trabajo, también
asisto al instituto bíblico. Y creo que por las llagas de Jesús soy
sanada».— Les dijo Wendy—. «Pues si es así, lo que esté ha-
ciendo, siga con eso». respondieron los médicos.

El enemigo mayor de Wendy no era el ELA, sino el temor.

Este la acosaba mientras estaba despierta. También la acosa-
4 La fe y la Palabra
ba en sueños y la seguía a cada paso. El temor le hacía r ecor - Objetivo:
dar aquel pariente que había muerto por la misma enfermedad. Comprender el poder que ejerce la Palabra de Dios en
sus hijos cuando ellos deciden obedecer y creer en todo
DECLARA LA PALABRA DE DIOS EN TU VIDA lo que Él es.
Ella respondía con la Palabra. «Mi pueblo muere diariamente por
la falta de conocimiento —decía ella—. Sin
fe es imposible agradar a Dios». Todos los
 JUAN 15:7
días, ella meditaba en lo que dice 3 Juan
INTRODUCCION
2:«Amado, yo deseo que tú seas prosperado
La Palabra de Dios promete bendición al creyente, sin embargo
en todas las cosas, y que tengas salud, así
hay algunas condiciones que son necesarias de ser cumplidas a
como prospera tu alma».
fin de activar la bendición de Dios en nuestra vida.
En una de las revisiones, se vio de frente con todo el equipo que
Aun cuando estábamos muertos en nuestros pecados, el Señor
la miraba atentamente. «¿Qué está pasando?», preguntó. «W endy
nos dio vida y nos sentó en los lugares celestiales con Cristo Je-
—dijo la neuróloga— usted no tiene ELA». Wendy sintió que
sús. Debemos dejar de contribuir a la obra del enemigo en nues-
esas palabras la limpiaban por completo como por un soplo del
amor de Dios del mal que la aquejó durante cuatro años. tra vida. Tenemos que frenar en todas las áreas de nuestra vida
sus intentos de distraernos del plan y propósito de Dios.
«No entendemos lo que ha pasado. Aunque la muerte del nervio
UNA PERSONA DE FE
todavía está ahí, sus nervios ya no están muriendo». Le dijeron.
«Nunca me he sentido tan cerca del cielo como me sentí en ese
¿Qué se necesita para convertirse
momento —dijo Wendy—. La presencia de Dios era tan tangi-
en una persona de fe? Ante todo,
ble. Parecía como si el Señor estuviera diciendo:
“permaneciste en mi Palabra y ahora YO me manifiesto delan- debemos poner la Palabra de Dios
te de ti”». en nuestro corazón. En Juan 15:7
Jesús dijo: «Si permanecéis en mí,
CONCLUSIÓN y mis palabras permanecen en
La Palabra de Dios es un tesoro que puede estarse desperdician- vosotros, pedid todo lo que que-
do en nuestra vida por el desconocimiento que tenemos de ella, réis, y os será hecho». La verdad
pues actualmente es común vivir en opresión de adicciones, de que vivimos en nuestro corazón
enfermedad, de violencia, económica, etc., mientras en casa te- es la que seguimos cada día. Esta ver dad no viene simple-
nemos la abundancia de bendiciones que enseña la Biblia. Inclu- mente por leer un pasaje una sola vez, gritar aleluya dos veces y
so podríamos tener en nuestro poder la edición más cara de este hacer cosas semejantes. No, la verdad se hace viva en nosotros
libro y simplemente utilizarlo como objeto de valor material sin cuando pensamos y meditamos en ella, y además la aplicamos en
disfrutar de su verdadero valor espiritual. nuestra vida.

-4- -1-
Así, en el momento de peligro o de necesidades, la Palabra de
Dios será lo primero que salte en nuestra mente. Para que poda-
mos morar bajo la sombra del Todopoderoso, debemos dedi-
car tiempo a la Palabra de Dios y a estar en su presencia
de tal manera que la verdad de la Palabra llegue a gober-
nar nuestras acciones incluso en forma inconsciente.
Recordemos esto: la Palabra que
nos librara es la que oímos hoy,
no la que oímos el ano pasado.
Llenemonos de la Palabra de
Dios. Si ese mandato nos parece
demasiado agotador o difícil en-
tonces las promesas de Dios tar-
daran mas en manifestarse; el
Senor es un Dios de promesas, y cada minuto que invirtamos
en la Palabra de Dios rendira cien veces mas en salud, fe y
liberacion. Nunca lamentaremos un solo segundo invertido
en ella.
UN TESTIMONIO: TODO ES POSIBLE PARA DIOS
Wendy Moore, 27 anos, casada, con dos hijos, y de profesion
paramedico paso por momentos de gran tribulacion en su
vida. Un día comenzo a tener menos rendimiento en su tra-
bajo. Sus musculos se fatigaban y no respondían a sus orde-
nes, comenzo a tener debilidad muscular y ya no podía ni
agacharse. Despues de practicar varios examenes, la neurolo-
ga se reunio con Wendy y su familia. «La enfermedad que us-
ted tiene se llama ELA, que quiere decir esclerosis lateral amio-
trófica». Dijo la neuróloga. «Es una enfermedad neurodegene-
rativa progresiva que ataca a los nervios motores en el cerebro
y en la médula espinal. Los nervios mueren, impidiendo así que
el cerebro envíe las señales para que se muevan los músculos.
A Wendy se le salieron las lagrimas. Ella lloro día y noche.
Sentía como si una sombra negra se hubiera puesto sobre
ella y que ya nada podía hacer para salirse de ella. Wendy y
su esposo decidieron que ella dejaría de trabajar. Los medi-
cos recetaron solo un medicamento. Su costo mensual era
$7000 pesos.
-2-
Tanto los familiares de Wendy como los de Steven eran cris-
tianos, y se unieron para darle apoyo emocional y físico. La
tía de Wendy, dio un paso mas alla y dijo: «¡Esto no es el plan
de Dios para Wendy! —dijo ella—. Esta enfermedad viene del
diablo. Dios tiene muchas promesas de sanidad, y ella tiene
que aprenderlas». En la iglesia donde asistían estaba empezan-
do un curso en sanidad y Wendy se anotó y asistió al curso. Tres
horas por semana se sentaba y oía la enseñanza profunda de la
Palabra de Dios y aprendía lo que la Biblia tenía que decirle
acerca de la sanidad.»
Aprendió que Jesús fue flagelado por causa de nuestras iniquida-
des y que por sus heridas fuimos sanados en el Calvario. Apren-
dió que el significado completo de la salvación incluye la salud
total, la paz y la prosperidad. Después de unas pocas semanas en
el curso, sintió la primera luz de esperanza cuando la Palabra de
Dios comenzó a entrar en su corazón. Aprendió a ser muy cuida-
dosa con lo que decía. Decidió volver al tr abajo con un solo
pensamiento: «Estoy bajo la protección de la Palabra de Dios
que dice que soy sanada. No quiero que nadie sienta lástima de
mí. Espero recobrar mis fuerzas. Y si necesitara ayuda, la voy a
pedir».—relató.
LA BATALLA DE LA FE ESTA EN LA MENTE
Wendy había sido lanzada a una lucha por su vida, y la peor par-
te de la batalla no era física, sino mental. Par ecía como si sa-
tanás se había enterado de la fe de Wendy y estaba decidido a
minarla. Para contrarrestar el
ataque de satanás Wendy pegó
con cinta adhesiva versículos
bíblicos en el espejo del baño y
en el refrigerador. Empapelaron
la casa con la Palabra de Dios.
Día tras día, Wendy confesaba
lo que la Palabra de Dios tenía
que ver con la situación que
vivía.
Aunque el lenguaje enredado, las contracciones musculares, los
tropiezos y las caídas continuaron, con el apoyo decidido de la
familia, Wendy siguió enfrentando el problema, negándose a de-
jar el trabajo o sucumbir a los síntomas.
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