Conocimiento y cultura

Para comenzar a entender qué es el conocimiento, partiremos de caracterizarlo como un tipo

especial de relación que el sujeto establece con la naturaleza o la realidad que le rodea. Esta
relación es especial porque implica que dicho sujeto puede afirmar o negar algo con respecto a la
naturaleza, y que dependiendo de esa afirmación determinará el valor y el sentido de los objetos:
¿Son objetos sagrados o solo herramientas? ¿Me ayudan a calificar mis acciones como buenas o
malas, a reproducirlas o a modificarlas? Sobre todo, ¿me permiten resolver problemas y satisfacer
mis necesidades? Ahora bien, a partir de esta caracterización del conocimiento como relación
especial que el sujeto establece con la naturaleza ya podremos explicar de dónde surge el
conocimiento, cómo se distingue de otro tipo de expresiones humanas y cuál es su papel en la
sociedad.

Comenzaremos por señalar que el conocimiento es un producto cultural, esto quiere decir
que es resultado 1. De las necesidades que un grupo social presenta (supervivencia); 2. De cómo
se organizan los sujetos en dicha comunidad (producción de los bienes de consumo y clases
sociales); 3. De sus tradiciones y costumbres (cosmología y valores); y 4. De los materiales y
herramientas a su alcance y del manejo que haga de ellos (técnica).

Sociedad

Organización social
/producción bienes Necesidades Técnica

Valores/tradicion Conocimiento
es

Esto es, que el conocimiento no es resultado de la acción aislada de individuos aislados que en
un momento de iluminación descubren un nuevo elemento de la realidad. Antes bien, se realiza y
se obtiene a través de un constante diálogo con la tradición, por una parte, y con los otros
individuos que conforman lo que llamaremos comunidad de investigación con miras a solucionar
un problema, ya sea éste teórico o práctico.

Finalmente es importante señalar que, dependiendo del tipo de comunidad y sus necesidades,
el conocimiento y el proceso a través del cual se logra pueden resultar sumamente complejos, y
que aquellos saberes que explicaban y regían el actuar de las personas en el siglo V a.e.c., si bien
en su momento fueron aceptados como conocimiento, en nuestros días se reconocen solo como
saberes pues ya no se corresponden con los criterios y metodologías de la ciencia actual.

Elaboró Mirna Apodaca