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Cómo se elabora el duelo efectivamente

La pérdida de un ser querido nos deja perplejos frente a un mundo que


se muestra potencialmente peligroso e incierto en estas circunstancias.
Sentimos un profundo dolor que creemos que no tendrá fin mientras
que irremediablemente sufrimos una crisis vital que nos lleva a
adentrarnos en un camino de recuperación emocional. Por lo tanto,
hacer frente a la pérdida de un amigo cercano o de un familiar es uno
de los desafíos más complejos de la vida. En este sentido, el duelo se
convierte es un proceso esencial que te permite explorar estos
sentimientos y abrazar plenamente el dolor para así poco a poco
reconstruir un nuevo propósito de vida. Cada doliente no sólo
reaccionará de modo distinto frente al duelo sino que también empleará
mecanismos de afrontamiento individuales para aliviar esta pena. El
duelo es un recorrido que puede llevarnos meses o años… cada uno
marcará su propio tiempo para llegar a un acuerdo con la pérdida en
función del vínculo que lo unía a la persona fallecida, así como también
al tipo de muerte, red social de apoyo y herramientas personales que
cada quien trae consigo. Este proceso es muy distinto para cada
persona. Por lo tanto, queremos acercarte estas video-entrevistas que
hemos podido hacerle a estos dos expertos en el tema, para así
ofrecerte distintos puntos de vista y encuentres el más adecuado para ti.
Tenemos la esperanza de poder acompañarte en este momento tan
duro de tu vida y proporcionar información que te sea útil para manejar
tus emociones de la mejor manera. Hay muchas maneras de elaborar
efectivamente este proceso de duelo por lo que las estrategias de
afrontamiento funcionan de forma diferente para cada persona. ¿La
clave? Permitirte sentir y expresar cada una de las emociones que
vayan surgiendo durante este viaje de sanación. Aquí te brindamos
algunas sugerencias para que puedas elaborar este proceso de duelo
de manera saludable:
Expresa las emociones
Luego de la pérdida de un ser querido es esencial expresar plenamente
las emociones. Como asegura el Padre Mateo del Grupo Resurrección
“ si la pena no sale, se oxida” por lo que la expresión de las emociones
es esencial para poder elaborar este proceso de duelo de manera
efectiva. Puedes intentar suprimir el dolor o bien fingir que nada ha
sucedido. Sin embargo, no puedes evitarlo por siempre ya que sólo
estarás prolongando tu proceso de duelo hasta el punto de poder
afectar tu salud física y emocional. Identifica a aquellos amigos y
familiares de confianza con quienes te sientas cómodo para hablar
sobre los sentimientos, pensamientos y desafíos que has tenido que
afrontar desde esta pérdida. Diles lo importante que es para ti poder
compartir tus sentimientos con ellos, asegúrales que no quieres que te
brinden una respuesta o solución a tu dolor sino que sólo necesitas a
alguien que te escuche y te abrace. Permítete liberar estos
sentimientos sin vergüenza, hablar sobre tu pérdida y recordar las
anécdotas que te unían al ser querido, está bien llorar, enojarse e
inclusive gritar cuando necesitas desahogarte. No te juzgues por tener
sentimientos que parecen inapropiados. Si sientes que en tus seres
queridos no encuentras la contención que necesitas o bien no te
sientes cómodo hablando con ellos sobre tu duelo, no tienes que
sentirte presionado a hacerlo. Busca otras herramientas que te
permitan expresar libremente tus sentimientos. Puedes escribir un
cuaderno diario en donde hables no sólo sobre tu proceso de duelo y
los recuerdos que conservas de quien ha fallecido sino también sobre
los pequeños detalles del día que te han reconfortado el alma. De esta
manera, revisando este diario podrás observar cómo tu dolor fue
transformándose con el paso del tiempo. Inclusive puedes escribir una
carta a tu ser querido difunto en donde vuelques aquellas palabras que
no pudiste decirle, despedirte de él y cerrar los asuntos pendientes.
Otra opción es redactar poemas, canciones y cuentos en los que
explores tus emociones o bien pintar mandalas o realizar obras de arte,
estas creaciones puedes conservarlas en privacidad sin que nadie
conozca de ellas o bien puedes compartirlas con tu familia para así
honrar la memoria de tu ser querido.
Cuida tu salud física
Respeta tus necesidades físicas mediante una rutina de sueño
adecuada y hábitos alimenticios saludables. Cuando te sientes bien
físicamente, también te sientes mejor emocionalmente. El proceso de
duelo implica un fuerte desgaste físico y emocional por lo que es
esencial cuidar tu salud manteniendo una rutina de sueño adecuada,
estableciendo hábitos alimenticios saludables y procurando un contacto
regular con el médico. Evita el consumo abusivo de medicamentos,
drogas y/o alcohol como un modo de lidiar con tu dolor ya que sólo
estarás prolongando este proceso de duelo en el tiempo así como
también dañando tu salud física. Procura hacer al menos 30 minutos
diarios de actividad física como, por ejemplo, caminar, correr o andar
en bicicleta. Este ejercicio al aire libre te permitirá no solo encontrar un
espacio para liberar las tensiones diarias sino también para reflexionar
sobre los sentimientos que te embargan. No hagas esta actividad
cuando estás cerca de ir a dormir ya que estarás estimulando a tu
cuerpo por lo que podrías perjudicar las horas de sueño. El estrés de
una pérdida puede agotar rápidamente tu energía física y emocional.
Un descanso reparador es esencial para poder afrontar un nuevo día
de duelo con mayor energía por lo que es importante crear una rutina
de sueño ¿Qué significa esto? Procura establecer un horario regular
para acostarte y levantarte, antes de ir a la cama realiza una actividad
que promueva la relajación como, por ejemplo, un baño de inmersión o
unos minutos de meditación, evita el uso de dispositivos tecnológicos
en la cama (TV, tablet, celular, etc.) así como el consumo abusivo de
alimentos o irte a dormir con hambre ya que se facilita el desvelamiento,
prepara el ambiente de la habitación procurando aislarla de los ruidos
de la calle y las luces intensas. Si te resulta útil puedes dormite con
música relajante y velas aromáticas que hagan más cálido el ambiente.
Sin embargo, el sueño no es lo único que tendrás que cuidar durante
este proceso de duelo. La comida también es esencial. Procura llevar
una dieta saludable y equilibrada en donde incorpores alimentos ricos
en nutrientes como, por ejemplo, frutas, verduras, frutos secos,
legumbres, etc. Sé que durante las primeras semanas no tendrás
ganas de cocinar por lo que tomarás lo primero que haya en la
heladera mientras que el servicio de delivery se convertirá en tu
número de teléfono más frecuente. Sin embargo, la alimentación es
esencial en un momento de intenso desgaste físico por lo que debes
respetar las cuatro comidas diarias manteniendo una rutina de horarios.
Si no tienes deseos de cocinar, pide a tus amigos y/o familiares que te
ayuden en esta tarea. Pueden traerte porciones abundantes de
alimentos que luego tú puedes dividir y freezar para próximas comidas.
Evita el consumo excesivo de comidas chatarra, la ansiedad te puede
llevar a comer cualquier papa frita o galletita que encuentres pero
debes evitar que estas conductas se vuelvan regulares. Sustitúyelas
por una deliciosa taza de leche o sopa caliente a fin de que te brinden
una sensación de saciedad.
Respeta la rutina
Tras la pérdida de un ser querido no es aconsejable realizar cambios
bruscos en la rutina ni tomar decisiones importantes. Cuando un
familiar o amigo muere todo nuestro mundo queda paralizado y nos
vemos envueltos en una fuerte sensación de irrealidad, nuestras
escasas energías intentan comprender esta pérdida que ha dejado
frente a nosotros un futuro absolutamente incierto. Si bien durante las
primeras semanas nos encontraremos abrumados por el dolor e
incapaces de retomar nuestra rutina cotidiana, es importante que a
medida que vayan pasando los días volvamos a retomar lentamente las
actividades que solíamos realizar antes de la pérdida de nuestro ser
querido. Esto no implica que debes asumir todas las tareas domésticas
y/o laborales de un día para el otro sino que puedes ir incorporándolas
lentamente sin por ello desistir de la ayuda de tus seres queridos para
delegar algunas de estas responsabilidades para las cuales aún no
estás listo como, por ejemplo, ir al banco, hacer el aseo de la casa,
llevar a los niños al colegio, etc. En este camino de duelo las
emociones se encuentran a flor de piel. Estamos enojados por esta
ausencia, sentimos impotencia y mucho dolor. Aunque sea sólo un
pensamiento temporal en el duelo, durante los primeros meses
sentimos que ya nada en la vida tiene sentido por lo que podemos
tomar decisiones erróneas dominados por esta sensación de
frustración y fuerte tristeza. Es por eso que es aconsejable posponer
cualquier cambio importante dentro del primer año de duelo como, por
ejemplo, mudarse, separarse, cambiar de trabajo, vender la casa, tener
otro hijo, volver a casarse, etc. Mantener una rutina diaria de
actividades domésticas y/o laborales te permiten estructurar el tiempo y
mantener una conexión con los amigos y familiares a fin de crear una
mayor sensación de estabilidad y previsibilidad. Este sentido de
normalidad te brindará seguridad así como también disminuirá el estrés
adicional que implica la toma de una decisión que transforma nuestra
rutina en un momento en donde todas nuestras energías se encuentran
centradas en comprender esta muerte. Tómate un descanso
Realiza actividades que te generen placer para así descansar por unas
horas de tu proceso de duelo. Después de la pérdida de un ser querido
todas tus energías están agotadas… lo único que quieres hacer es
tirarte en la cama y no hacer nada. Sin embargo, esta estrategia de
afrontamiento no te ayudará a avanzar en el duelo. Durante este
proceso es importante encontrar pequeños descansos que te permitan
renovar tus energías para así seguir afrontando este camino emocional
con mayor fortaleza. Sé que parece difícil pensar en el disfrute en
momentos de tanto dolor pero recuerda que es bueno para tu duelo
que puedas hacer una sana oscilación entre los tiempos de duelo y los
tiempos de disfrute… está bien llorar pero también está bien reír y
sentirte a gusto en una actividad de placer a pesar de la pérdida que
has tenido. ¿Qué actividades solían agradarte cuando eras niño pero
que luego has abandonado? ¿Hace cuánto que no vas a tus clases de
canto, pintura o caminas al aire libre? ¿Qué paseo rodeado de la
naturaleza te gustaba hacer esos fines de semana en los que
deseabas escaparte del ruido de la ciudad? Piensa en aquellas
actividades agradables que solían producirte placer antes de la pérdida
de tu ser querido. Permítete momentos de encuentro con tus amigos y
familiares organizando reuniones que te permitan disfrutar de unas
horas de descanso. No es necesario ni saludable para tu salud física y
emocional estar todo el tiempo centrado en el dolor, toma un baño
relajante, recibe unos cálidos masajes, ve a cenar con amigos, escucha
buena música, inicia un nuevo hobby o bien retoma uno que habías
abandonado, disfruta de paseos al aire libre o mira una película. Como
puedes observar, hay una multiplicidad de opciones para desarrollar
tanto dentro como fuera de la casa.
Busca apoyo profesional
Cuando sientes que no puedes elaborar sólo este duelo, la ayuda
profesional te permitirá encontrar herramientas de afrontamiento
saludables. La muerte de un ser querido nos enfrenta a una profunda
crisis vital y espiritual en la que el doliente deberá trabajar mucho con
la estructura de su personalidad así como con el vínculo que lo une a
su religión. ¿Por qué me ha pasado a mi si era una buena creyente?
¿Qué he hecho de malo para merecer este dolor? El duelo nos
enfrenta a una multiplicidad de preguntas que desafían nuestros
principios espirituales y filosóficos. Es por eso que a veces el doliente
puede sentirse profundamente solo aún cuando se encuentre rodeado
de sus seres queridos o bien el dolor puede ser tan severo que
interfiere con su capacidad para llevar a cabo las responsabilidades
diarias. Sin embargo, muchas veces los dolientes tienen vergüenza de
pedir ayuda. No lo olvides: buscar apoyo es un signo de fortaleza, no
de debilidad. Sólo debes ampliar tu mirada para notar que hay una
multiplicidad de profesionales que desean brindarte una mano en esta
etapa emocionalmente exigente que estás atravesando. Los grupos de
mutua ayuda así como los profesionales especialistas en duelo son un
claro ejemplo de ello. Por un lado, los grupos de mutuo apoyo te
permitirán sentirte comprendido y escuchado por otras personas que
han experimentado una pérdida similar a la tuya. A veces tenemos la
sensación de estar volviéndonos locos ¿Es normal lo que siento? ¿Qué
puedo hacer frente a estos desafíos que surgieron desde la pérdida de
mi ser querido? Estas son tan sólo algunas de las inquietudes que
muchos dolientes podrán disipar mediante la información
proporcionada sobre el duelo, sus reacciones normales y su impacto en
el entorno social y familiar. Además los integrantes del grupo se
brindan consuelo, orientación y sugerencias lo que permite aceptar la
realidad de la pérdida así como la irreversibilidad de la muerte en un
espacio socialmente válido para expresar las emociones y los
pensamientos. Es que como bien dice Alberto Arias, padre en duelo del
Grupo Renacer, “la mejor forma de salir del propio dolor es ayudando…
ayudando a un tercero te ayudas a ti mismo”. Por otro lado, los
psicólogos especialistas en duelo son también un gran soporte para los
dolientes que advierten que este dolor resulta demasiado difícil de
sobrellevar. Este profesional no sólo te brindará un espacio
absolutamente privado en donde trabajar a través de tus emociones sin
sentirte juzgado y aceptar la realidad de esta pérdida sino que además
te permitirá explorar y adquirir herramientas de afrontamiento
saludables que te ayudarán a superar lo desafíos diarios que implica
este proceso para así lentamente reconstruir un nuevo propósito de
vida.
https://manejodelduelo.com/como-elaborar-el-proceso-del-duelo-lo-mejor-posible/

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