Definición de la Ruta Estratégica

Por: Orlando Fujitsubo – 9 de Agosto, 2020

Una de las tareas más críticas de la gerencia radica en la necesidad de poder definir hacia dónde
dirigir los recursos de la empresa para apoyar y mejorar su posicionamiento en el mercado. La
posición estratégica es relativa al entorno competitivo / mercado y por ende es muy variable. Una
empresa puede estar posicionada como Número 1 en un segmento de mercado específico por
mucho tiempo pero si esta se desconecta de su entorno competitivo es probable que un
competidor nuevo o uno ya existente pueda sacar ventaja de dicha desconexión para quitarle el
liderazgo.

Conocer la posición estratégica de la empresa es así el primer paso obligatorio para poder definir la
ruta estratégica a seguir.
En tal sentido, se ha
diseñado un modelo
identificado como “La
Pirámide de la Posición
Estratégica” que establece
las relaciones y
correlaciones entre los tres
elementos claves para
definir la posición
estratégica de la empresa.
Este modelo incorpora las
capacidades estratégicas y
las capacidades y las
correlaciona con las
diversas rutas estratégicas
posibles para la
organización. Es
importante señalar que sin
importar cuántos recursos
tenga la empresa o sin importar qué tanto la organización desee introducir nuevas acciones que le
den una mejor posición estratégica, es fundamental evaluar si la empresa cuenta con todos los
requerimiento de implementación de la estrategia escogida. Es por ello que lo primordial antes de
tomar acción en respuesta al entorno es hacer los diagnósticos correspondientes para decidir qué
ruta de acción y/o tácticas son necesarias para implementar cualquier estrategia o acción. Es
fundamental y crítico tener conocimiento pleno del macro y micro entorno y su manera de
manifestación, lo cual permitirá saber cómo pueden influir los mismos en los valores de los
miembros de la organización y en las potencialidades necesarias para poder cumplir la misión y
lograr alcanzar la visión y en relación con ello establecer las acciones necesarias para enfrentar
dichos eventos sin que impacten de manera negativa a la organización.

Así mismo, si desde el inicio se conoce la posición estratégica de la organización se puede garantizar
la pro-actividad necesaria para evitar las posibles sorpresas. El análisis se realiza con el propósito de
establecer fehacientemente la posición en que se encuentra la organización, es decir, sus
capacidades internas y los hechos o eventos que tendrá que enfrentar, lo cual facilita establecer la
intensidad de los efectos de dichos impactos.

A continuación encontrarán un diagrama del Abanico Estratégico, la cual resume todo el proceso
revisado durante el curso.

Imagine
mos por un momento que nos encontramos en una misión sobre el terreno. Sabemos en donde
estamos. También sabemos dónde queremos llegar. Ambos puntos, origen y destino, ya están
representados en el mapa. El asunto ahora es establecer la ruta que conecta ambos puntos. Hemos
reconocido el entorno y estamos al corriente de las oportunidades que se nos presentan y de las
amenazas que nos acechan. También estamos al tanto de nuestras fortalezas y debilidades para
hacer el recorrido. Conviene ahora plantearnos la ruta, no como un viaje directo, sin escalas y en
línea recta. Más bien como un conjunto de segmentos en el cual disponemos de hitos que nos
permiten sacar máximo provecho del viaje. Consolidando fortalezas, sobreponiéndonos a las
debilidades, beneficiándonos de las oportunidades y superando las amenazas.
Escoger la mejor ruta estratégica no es tarea fácil. Se hace necesaria una comprensión total de la
organización y de su entorno y es imperativo tomar en cuenta otros elementos menos tangibles
como los gustos, preferencias, demandas y exigencias de los "stakeholders" de la empresa, la
industria y la sociedad en general. A continuación, encontrarán un diagrama que nos ayuda a
evaluar la posición que queremos mantener o alcanzar en el Mercado de acuerdo a las condiciones
de competencia que tiene la organización.

Al momento de definir la ruta estratégica, no pierda de vista las competencias que posee como
organización y no deje de lado los elementos claves que le han permitido un nivel relativo de éxito
hasta ese momento.