CARTO / GRÁFICO

Por José Roca

La 8 Bienal do Mercosul reúne artistas que tratan la noción

de territorio, y en ese contexto la cuestión cartográfica
toma un papel importante, dado que un mapa es el espacio
donde confluyen lo geográfico y lo político.

En 1946, un año después del fin de la Segunda Guerra

Mundial, el inventor, arquitecto y visionario
norteamericano Richard Buckminster Fuller (más conocido por
su Domo Geodésico) patentó el Dymaxion Map, un mapa del
mundo inscrito en un cuboctaedro, que permitía romper con
la idea de norte/sur, arriba/abajo que caracteriza la
convención cartográfica occidental (pues si el universo es
infinito y la tierra es redonda, ¿porqué nosotros estamos
abajo?). Joaquín Torres García planteaba tres años antes un
mapa/manifiesto en donde cuestionaba la jerarquía
establecida por Occidente, aunque mantenía la convención:
"nuestro norte es el Sur".
Es bien conocido que la Proyección Mercator, mapa
desarrollado por el geógrafo del mismo nombre en 1569 como
un instrumento de navegación, es una representación
incorrecta del mundo, resultado de intentar reducir una
superficie esférica a las limitaciones de un plano. Pero
increíblemente, cuatro siglos después, es el mapa que todos
conocemos y aún usamos, a pesar de que es geográficamente
incorrecto. Es más, esta incorrección está viciada
ideológicamente. Dado que los continentes situados en el
hemisferio sur son mucho más grandes en extensión, se hizo
evidente que al presentarlos en su verdadera magnitud, las
potencias coloniales del momento, en particular Europa,
quedarían reducidas simbólicamente a la pequeña extensión
territorial que en realidad tienen. Por lo tanto, el centro
del mapa no fue situado en la línea ecuatorial, como
correspondería, sino que se desplazó hacia arriba, con lo
cual América del Sur, África y Oceanía quedan
proporcionalmente reducidas a una masa más pequeña, las
zonas polares casi desaparecen, y Europa gana algo de
tamaño. Algunos ejemplos de la incorrección geográfico-
política: Groenlandia aparece con la misma área que África,
cuando en realidad es 14 veces menor, y Alaska se ve un
poco mayor que Brasil, que tiene 5 veces más área
territorial.
La proyección Mercator ha sido cuestionada por muchos: en
1974 el cartógrafo alemán Arno Peeters diseñó un mapa con
la verdadera magnitud de los continentes, que resultaba de
situar el Ecuador en el centro geométrico del mapa, dando
como resultado una configuración geográficamente correcta
(y políticamente incómoda), en donde Europa quedaba
reducida a un tamaño mínimo y los continentes colonizados
aparecían en su verdadera magnitud, generando acalorados
debates geopolíticos debido al imperialismo cartográfico
implícito en la forma tradicional de representar el mundo
(hay que decir que la proyección de Peters también tiene
errores de representación).
http://www.petersmap.com/table.html

Sin embargo, la proyección Mercator sigue siendo el mapa

hegemónico: creado en 2005, nuestro mapa contemporáneo de
referencia, Google Maps, usa una variante de la proyección
Mercator!
El mapamundi de Buckminster Fuller toma el mapa de los
continentes en su verdadera magnitud, y lo inscribe en un
poliedro que puede ser armado tridimensionalmente
(http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/b/bb/Dymaxio
n_2003_animation_small1.gif). Una leyenda urbana dice que
Fuller ofreció su mapa al Congreso de los Estados Unidos,
el cual no lo adoptó porque carecía de fronteras políticas.
Fuller veía el Dymaxion map como parte de un proyecto de
lograr la paz mundial, para co cual concibió en World game
(juego del mundo), destinado a la resolución de conflictos.
Detanico y Laín descomponen el sólido platónico de Fuller
en sus componentes geométricos básicos (triángulos y
cuadrados) y lo recomponen para proponer un "8", que
corresponde a la octava Bienal do Mercosul. En este
logotipo los fragmentos de territorio están planteando un
nuevo y cambiante mapa que corresponde tal vez más
acertadamente a la situación actual, en donde la noción de
Estado-Nación ha sido reemplazada, al menos en términos de
autonomía política, por organizaciones supranacionales y
trans-regionales, motivadas casi siempre por conveniencias
económicas. El logo no es uno solo: el público podrá ver
diferentes configuraciones en las diversas aplicaciones
gráficas, que corresponden a otros tantos momentos
geopolíticos, haciendo referencia a un territorio en
constante reconfiguración.

Detanico y Lain usaron el mismo principio combinatorio para

proponer un tipo de letra, llamado Poligona, que será usado
en los materiales gráficos de la 8 Bienal.