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CHILE Y SU DEUDA CON LA

SALUD MENTAL.

Martin Pedrosa Velásquez.

Estrategias de Expresión Oral y Escrita.

Carla Silva y Samanta Stuardo.


En el presente ensayo se abordarán temas como la depresión y trastornos o enfermedades
mentales, sus principales causas, como la sociedad y el gobierno chileno hace caso omiso a
un tema, que como veremos a continuación es bastante preocupante y más común de lo que
se cree. A su vez se expondrá una muy pequeña solución para ayudar a enfrentar de mejor
manera estos trastornos.

Todo esto respaldado en una investigación hecha en el año 2011 y con algunas cifras que
ayudaran a entender mejor la importancia que se le debería entregar a un tema tan delicado
como la salud mental.

Junto a un punto de vista enfocado en como nuestra sociedad actual aparte de no ayudar,
generalmente perjudica y empeora ciertos casos, siendo también una causa más común de
lo que se cree. Al ser una causa que afecta indirectamente y es progresiva con el tiempo no
se le da la importancia ni el oído necesario.

También se abordará un punto de vista enfocado en cómo las autoridades y el gobierno no


cumplen con su cuota ni el presupuesto necesario para la ayuda de estas enfermedades.
La depresión es una enfermedad o trastorno mental que se caracteriza por una baja
autoestima, una constante y profunda tristeza, decaimiento anímico, sentimiento de culpa,
trastorno del sueño y del apetito, pérdida de interés o placer, sensación de cansancio y de
concentración según la “Organización mundial de la salud”

En chile las enfermedades mentales como la depresión son más comunes de lo que se hace
creer, siendo el segundo país de la OCDE que más ha aumentado su tasa de suicidios
durante los últimos 15 años, además de los costos directos e indirectos que son una
problemática extra para la población que padece este trastorno.

El financiamiento de la salud mental no ha aumentado según los objetivos propuestos. Los


planes de salud mental implementados en la última década no han reducido las altas tasas
de enfermedades mentales. Esto deja entre ver la inoperancia y poca importancia que el
gobierno entrega para la ayuda de esta enfermedad.

¿Pero que ha influido en esta creciente tasa de suicidios y depresión?

En primer lugar, es necesario tener en consideración que, si un paciente proviene de una


familia con antecedentes de depresión, habrá mayor probabilidad que esta persona también
la sufra, debido principalmente a la carga genética que posee esta enfermedad.

Influye mucho a su vez, la gran carga que por lo general los adolescentes llevan. En una
sociedad como la actual, la competitividad, la presión que se ejerce sobre los jóvenes
muchas veces sobrepasa los límites de estos, agregando a su vez problemas, defunciones o
desordenes familiares desembocando en un colapso que lleva a una depresión u otro
trastorno mental. Esto queda expuesto en un estudio realizado en 2011, por Sepúlveda,
Almonte, Valenzuela y Avendaño, en una muestra de 241 adolescentes de 16 a 19 años del
área norte de Santiago, mostró que se habían registrado síntomas o signos frecuentes de
depresión en un 14,7% de los adolescentes del grupo, y ocasionales en un 59% de ellos

Sin duda el gobierno para mejorar los números y la situación actual referente a esta
enfermedad y diversos trastornos debe destinar un mayor porcentaje del presupuesto
público de salud a salud mental, para alcanzar al menos 5% que se había propuesto hace
más de una década para el 2010, siendo esta medida un pequeño paso aún.
Para finalizar, es importante destacar la casi nula importancia que el gobierno y también la
sociedad le entrega a lo que es la depresión y trastornos mentales, también el poco
presupuesto que se le entrega esta rama de la salud. La sociedad juega un rol muy
importante, ya que es una de las causas de muchas enfermedades mentales, en especial en
época de adolescencia.

La presión en una sociedad tan competitiva, una sociedad corrupta, el paso de la niñez e
inocencia a la inserción de la vida laboral y adulta, una vida monótona y cada vez más
individualista, una sociedad agresiva y poco tolerante.

Todo esto provocan grandes trastornos mentales que llevan en ocasión a extremos como el
suicidio. Aun así, el gobierno solo tiene la tarea de brindar una ayuda digna y de calidad. La
realidad es otra, lamentablemente su ayuda es casi inexistente, esto conlleva a que la
población no se logre tratar estos trastornos, provocando enfermedades crónicas y graves
desórdenes mentales.

Sin duda es un problema grave, triste, que afecta a muchos y que debe ser tratado con
urgencia, teniendo gran responsabilidad las autoridades y nosotros como sociedad a no
normalizar y estigmatizar el tema.
Información sacada de:

https://www.who.int/topics/depression/es/

https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/003213.htm

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