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MARCO NORMATIVO APLICABLE AL PROGRAMA DE EQUIDAD LABORAL

CON ENFOQUE DIFERENCIAL DE GÉNERO PARA LAS MUJERES

Contenido del documento

Introducción .............................................................................................................................................................. 2
Marco normativo aplicable ..................................................................................................................................... 4
Marco normativo internacional .......................................................................................................................... 4

1
Introducción

En el marco de la funciones que la Ley 1257 de 20081 y el Decreto Reglamentario


4463 de 20112 le asignaron al Ministerio del Trabajo, este diseñó el Programa de
Equidad Laboral con Enfoque Diferencial de Género para las Mujeres durante el
primer semestre de 2012.

Este Programa se constituye en el plan de acción del Ministerio para la prevención


y erradicación de todas las formas de discriminación, inequidad y violencia contra
las mujeres en su lugar de trabajo y la promoción de su participación en el
mercado laboral, entendiendo que cualquier política que se construya para mejorar
la empleabilidad y la generación de ingresos auto-sostenibles de las mujeres,
representa capacidades instaladas para el desarrollo económico y social del país.
De esta manera, se busca una intervención con enfoque de género diferencial a
través de la transversalidad e integralidad de la política. Esto con el fin de
fomentar el desarrollo, generar empleo formal y emprendimiento e incentivar los
derechos humanos y laborales de las mujeres.

El Programa trabaja en pro de un mercado laboral sin discriminaciones e


inequidades por razones de género propendiendo por el goce efectivo de los
derechos de la mujer colombiana. Sin embargo, los beneficios de la igualdad de
derechos y oportunidades en el campo laboral trascienden el ámbito social y de
autonomía individual, siendo la equidad laboral un eje indispensable para el
crecimiento económico y la reducción de la pobreza. En este sentido, durante el IV
foro de alto nivel para el desarrollo, realizado en Busán, Corea del Sur a finales de
2011, se estableció como meta “acelerar los esfuerzos para lograr la equidad de
género y el empoderamiento de la mujer, mediante programas en países
prioritarios, reconociendo que la equidad de género y el empoderamiento de la
mujer son elementos críticos para alcanzar resultados en el desarrollo” 3. Gracias a
esto, reducir la inequidad de género es tanto un fin como un medio para el
desarrollo sostenible e incluyente del país.

De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y


la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, el Ministerio del Trabajo
entiende por género la concepción cultural y social que se tiene sobre los rasgos,
comportamientos y valores generales del hombre y la mujer a partir de su sexo4.
1
Colombia, Congreso de la República. Ley 1257 de 2008. Artículo noveno y décimo
2
Colombia, Gobierno Nacional. Decreto 4463 de 2011. Artículo tercero
3
4th High Level Forum on Aid Effectiveness. Busan Partneship for Effective Development Co-operation. Final
outcome document.. 29 Nov-1 Dec, 2011, Busan, Korea.
4
PNUD; Consejería Presidencial de Colombia para la Equidad de la Mujer. Investigaciones sobre género y
desarrollo en Colombia. [documento en línea] [consultado el día 14 de julio de 2012] Disponible en: <
http://www.pnud.org.co/img_upload/9056f18133669868e1cc381983d50faa/01_64.pdf>

2
Es decir, los roles sociales que asumen los individuos a partir de sus
características biológicas. Teniendo en cuenta que el género es, por ende, un
construcción social de gran importancia para la identidad y el rol de cada individuo,
el Programa Nacional de Equidad Laboral con Enfoque Diferencial de Género para
Mujeres busca modificar la concepción que tiene la sociedad colombiana sobre la
mujer hacia una concepción más justa y digna en la que se valore y reconozca la
importancia del género femenino como motor de desarrollo.

Ahora bien, en cumplimiento de los Objetivos del Milenio5, prioritarios para lograr
un desarrollo justo y equitativo, el Ministerio del Trabajo se propone generar un
escenario que permita el alcance de un mercado laboral incluyente de acuerdo a
las obligaciones y definiciones descritas. De esta manera, tiene como objetivo
estratégico contribuir a una cultura de igualdad entre hombres y mujeres que
propicie la participación laboral de la mujer en Colombia. En este orden de ideas,
el objetivo general del Programa es disminuir las principales discriminaciones que
afectan a las mujeres en el mundo del trabajo, mediante el diseño,
implementación, validación y transferencia de herramientas que propendan por la
igualdad y equidad entre hombres y mujeres.

Para ello se estipulan cinco objetivos específicos:

1. Desarrollar acciones de prevención de discriminación e inequidad en el


ámbito laboral por razones de género.
2. Reducir los índices de desempleo de la mujer.
3. Reducir la informalidad concentrada en la mujer.
4. Eliminar Brechas salariales entre hombres y mujeres.
5. Diseñar y poner en marcha un sistema de vigilancia y control así como un
sistema de monitoreo a indicadores de gestión.

Cada uno de los anteriores cuenta con unos lineamientos de política, los cuales
serán desarrollados por medio de actividades generales y específicas que lleven al
cumplimiento de las metas prepuestas. Se establecieron indicadores de
estructura, proceso y resultado que para el adecuado monitoreo de dichas
acciones y la vigilancia del cumplimiento del Programa. Adicionalmente, dada la
diversidad de temas abarcados dentro del Programa, y teniendo en cuenta su
naturaleza de política transversal tanto en el Viceministerio de Empleo y
Pensiones como en el Viceministerio de Relaciones Laborales, el desarrollado del
mismo se hará en distintas fases, determinadas por los cronogramas internos de

5
El primer Objetivo del Milenio es “Erradicar la Pobreza Extrema y el Hambre”, buscado generar empleo
productivo y trabajo decente para todos, incluyendo mujeres y jóvenes. En esa misma línea, el tercer objetivo
busca, “Promover la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer”, teniendo en cuenta que su
autonomía es un elemento esencial para garantizar el pleno goce de sus derechos fundamentales.

3
las Direcciones del Ministerio del Trabajo, las agendas interinstitucionales, y las
prioridades de política.

A continuación se describe el marco normativo internacional que soporta el


Programa Nacional para la Equidad Laboral con Enfoque Diferencial y de Género
para las Mujeres.

Marco normativo aplicable

Marco normativo internacional

Teniendo en cuenta cómo el concepto de “violencia contra la mujer” abarca el


menoscabo o la anulación de su derecho a acceder a condiciones justas y
favorables en materia de empleo (recomendación general número 19.7.h del
Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer y consideración
primera del Decreto Nacional 4463, entre otros instrumentos), el Estado está en la
obligación de prevenir, sancionar y erradicar todas las prácticas que promuevan o
reflejen un trato desigual e injustificado entre hombres y mujeres en materia
laboral, pues estos van en grave detrimento de su bienestar y el de sus hijos
cuando esta se encuentra en estado de embarazo. Así lo señala la Declaración
Universal de los derechos humanos de las Naciones Unidas6, el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (aprobado por la Ley
74 de 1968)7, el Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre derechos
humanos en materia de derechos económicos, sociales y culturales de 1988
(aprobado por la Ley 319 de 1996)8, la Convención Interamericana para Prevenir,
Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (aprobada mediante la Ley 248
de 1995)9, la Convención para la Eliminación de todas las formas
de Discriminación contra la Mujer (aprobada mediante la Ley 51 de 1981)10, la
Declaración y Plataforma de Acción de Beijing de 1995, la Resolución 1325 del
Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (adoptada el 31 de octubre de 2000),
el Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas que
6
Naciones Unidas. Declaración Universal de los derechos humanos, artículo 23 y 25.
7
Ley 74 de 1968. “Por la cual se aprueban los ´Pactos Internacionales de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales, de Derechos Civiles y Políticos, así como el Protocolo Facultativo de este último, aprobado por la
Asamblea General de las Naciones Unidas en votación unánime, en Nueva York, el 16 de diciembre de 1966”.
8
Ley 319 de 1996. “Por medio de la cual se aprueba el Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre
Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales “Protocolo de San Salvador”,
suscrito en San Salvador el 17 de noviembre de 1998”.
9
Ley 248 de 1995. “Por medio de la cual se aprueba la Convención Internacional para prevenir, sancionar y
erradicar la violencia contra la mujer, suscrita en la ciudad de Belem Do Para, Brasil, el 9 de junio de 1994”.
10
Ley 51 de 1981. “Por medio de la cual se aprueba la Convención sobre la Eliminación de todas las formas
de discriminación contra la mujer”, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 18 de
diciembre de 1979 y firmada en Copenhague el 17 de julio de 1980.

4
complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia
Organizada Transnacional (aprobada mediante Ley 800 de 2003)11, el Protocolo
Facultativo de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de
discriminación contra la mujer (aprobado mediante la Ley 984 de 2005) 12, los
Convenios 100 y 111 de la Organización Internacional del Trabajo (adoptados en
1951 y 1958 y ratificados el 7 de junio de 1963 y el 4 de marzo de 1969
respectivamente) y los Objetivos de Desarrollo del Milenio elaborados por las
Naciones Unidas (integrados al CONPES Social 091 de 2005), entre otros.

Por ejemplo, de acuerdo con el artículo vigésimo tercero de la Declaración


Universal de los derechos humanos de las Naciones Unidas, toda persona, sin
distinción de sexo, tiene derecho a trabajar y a recibir, como contraprestación, “a
igual salario por trabajo igual”13. Del mismo modo, el artículo séptimo del Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales –DESCs-, establece
que toda persona tiene derecho “al goce de condiciones de trabajo equitativas y
satisfactorias”14. Gracias a esto, está internacionalmente prohibido hacer
diferenciación entre hombres y mujeres en el disfrute de sus derechos
económicos, sociales y culturales15; categoría en la cual suele encasillarse el
derecho al trabajo sin perjuicio de que este, como se verá más adelante, sea
considerado un derecho fundamental en el Estado colombiano. En un sentido
similar, el Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre derechos
humanos en materia de derechos económicos, sociales y culturales, que clasifica
al trabajo como un DESC, establece que es un deber de los países firmantes
proteger tales derechos a toda la población “sin discriminación alguna por motivos
de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier otra índole,
origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra
condición social”16. Más particularmente, dicho instrumento instruye a los Estados
a “adoptar las medidas que garanticen plena efectividad al derecho al trabajo, en
especial las referidas al logro del pleno empleo, a la orientación vocacional y al
desarrollo de proyectos de capacitación técnico-profesional (...)”17.

11
Ley 800 de 2003. “Por medio de la cual se aprueban la Convención de las Naciones Unidas contra la
Delincuencia Organizada Transnacional y el Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de
Personas, especialmente Mujeres y Niños, que complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la
Delincuencia Organizada Transnacional”.
12
Ley 984 de 2005. “Por medio de la cual se aprueba el Protocolo Facultativo de la Convención sobre la
Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer”, adoptado por la Asamblea General de las
Naciones Unidas el 6 de octubre de 1999.
13
Naciones Unidas. Declaración Universal de los derechos humanos, artículo 23
14
Naciones Unidas. Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, Artículo séptimo.
15
Naciones Unidas. Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, Artículo tercero.
16
OEA. Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre derechos humanos en materia de derechos
económicos, sociales y culturales, Artículo tercero
17
OEA. Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre derechos humanos en materia de derechos
económicos, sociales y culturales, Artículo sexto

5
Por su parte, la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la
Violencia contra la Mujer, le ordenan al Estado luchar contra este fenómeno en
todos los campos donde se presente, incluyendo el laboral, a través de unas
acciones generales. Mediante el artículo octavo y noveno se le exige a los países
firmantes “incluir en su legislación interna normas penales, civiles y
administrativas, así como las de otra naturaleza que sean necesarias para
prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer y adoptar las medidas
administrativas apropiadas que sean del caso”18; “Fomentar el conocimiento y la
observancia del derecho de la mujer a una vida libre de violencia, y el derecho de
la mujer a que se respeten y protejan sus derechos humanos”19; “fomentar y
apoyar programas de educación gubernamentales y del sector privado destinados
a concientizar al público sobre los problemas relacionados con la violencia contra
la mujer”20; “Alentar a los medios de comunicación a elaborar directrices
adecuadas de difusión que contribuyan a erradicar la violencia contra la mujer en
todas sus formas y a realzar el respeto a la dignidad de la mujer” 21, y “Garantizar
la investigación y recopilación de estadísticas y demás información pertinente
sobre las causas, consecuencias y frecuencia de la violencia contra la mujer” 22. De
la mano con lo anterior, pero de una forma más general, la Convención para la
Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer le ordena
mediante su artículo segundo al Estado colombiano adoptar “por todos los medios
apropiados y sin dilaciones, una política encaminada a eliminar la discriminación
contra la mujer y tomar todas las medidas apropiadas para eliminar la
discriminación contra la mujer practicada por cualesquiera personas,
organizaciones o empresas”23.

La Organización Internacional del Trabajo -OIT-, por su parte, le exige al Estado


tomar acciones para promover la igualdad, erradicar la discriminación y luchar
contra las brechas salariales entre hombres y mujeres. Así lo ha descrito la Corte
Constitucional al señalar que dicha organización “insta a los Estados Parte a crear
mecanismos que otorguen las herramientas necesarias para procurar la igualdad
real y efectiva de las mujeres en edad fértil, igualdad ésta que para conseguirse
requiere de la implantación de acciones afirmativas”24.De estado forma, mediante
18
OEA. Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer. Artículo
séptimo, literal (c).
19
OEA. Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer. Artículo
octavo, literal (a)
20
OEA. Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer. Artículo
octavo, literal (e)
21
OEA. Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer. Artículo
octavo, literal (g)
22
OEA. Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer. Artículo
octavo, literal (h)
23
Convención para la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer. Artículo segundo
literal (e)
24
COLOMBIA, Corte Constitucional. Sentencia T-160 de 2006

6
el Convenio 100 de 1951, la OIT le ordena a Colombia “promover la evaluación
objetiva del empleo”25 y “promover y (…) garantizar la aplicación a todos los
trabajadores del principio de igualdad de remuneración entre la mano de obra
masculina y la mano de obra femenina por un trabajo de igual valor” 26 (paréntesis
fuera del texto). Por otro lado, mediante el Convenio 111 de 1964, se le ordena al
Estado “formular y llevar a cabo una política nacional que promueva, por métodos
adecuados a las condiciones y a la práctica nacionales, la igualdad de
oportunidades y de trato en materia de empleo y ocupación, con objeto de eliminar
cualquier discriminación a este respecto”27 y “promulgar leyes y promover
programas educativos que por su índole puedan garantizar la aceptación y
cumplimiento de esa política”28.

Mediante el Convenio 003 de 1919, el Convenio 103 de 1952, el Convenio 183 de


2000, la Recomendación 095 de 1952 y la Recomendación 191 de 2000, la OIT
construye un fuero de maternidad a favor de la trabajadora en estado de
embarazo, estipula unos estándares mínimos sobre su licencia de maternidad y
lactancia, determina a qué asistencia médica y a qué prestaciones tiene derecho
antes, durante y después del parto y establece cuáles son los deberes del
empleador a este respecto. Así, por ejemplo, mediante el Convenio 183 de 2000 la
OIT, en aras de erradicar la discriminación contra la mujer en su lugar de trabajo,
se prohibe a todo empleador despedir a una mujer embarazada durante el tiempo
que dure la licencia o después de haberse reintegrado al trabajo cuando la causa
del despido esté relacionada con su maternidad29. De esta forma, se obliga a los
Estados a “adoptar medidas apropiadas para garantizar que la maternidad no
constituya una causa de discriminación en el empleo, con inclusión del acceso al
empleo”30

Por último, la tercera directriz de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las
Naciones Unidas insta a Colombia a “promover la igualdad entre los sexos y el
empoderamiento de la mujer”31. Meta que, por supuesto, cubre diversos campos
incluyendo el laboral.

La gran y casi absoluta mayoría de las anteriores resoluciones y tratados le


imponen al Estado obligaciones vinculantes de respeto, protección y garantía al
ser fuentes principales del Derecho Internacional Público a la luz del artículo 38
del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia y al ser tratados de derechos

25
OIT. Convenio 100 de 1951. Artículo tercero
26
OIT. Convenio 100 de 1951. Artículo segundo
27
OIT. Convenio 111 de 1964. Artículo segundo
28
OIT. Convenio 111 de 1964. Artículo tercero literal (b)
29
OIT. Convenio 183 de 2000. Artículo octavo
30
OIT. Convenio 183 de 2000. Artículo noveno
31
Naciones Unidas. Objetivos de Desarrollo del Milenio. Objetivo tercero

7
humanos integrados al Bloque de Constitucionalidad pues desarrollan el derecho
fundamental al trabajo cuyo goce no puede ser limitado en Estados de Excepción
de acuerdo al artículo 93 de la Constitución de 199132. En este sentido, el Estado
debe abstenerse de incurrir en prácticas discriminatorias y violentas contra la
mujer en el campo laboral, entre muchos otros. Así mismo, debe tomar todas las
medidas necesarias para evitar que los particulares incurran, por su parte, en
dichas prácticas. Finalmente, es su obligación emprender todas las acciones que
le sean posibles para prevenir, erradicar y sancionar la discriminación y la
violencia contra la mujer buscando garantizar el goce efectivo de su derecho a
acceder a un trabajo en condiciones de igualdad, entre otros.

Para ir al marco normativo nacional aplicable al Programa Nacional de Equidad


Laboral con Enfoque Diferencial de Género para las Mujeres, haga click aquí
http://www.mintrabajo.gov.co/equidad

32
Colombia, Corte Constitucional. Sentencia C-027 de 1993, Sentencia T-483 de 1999, Sentencia T-568 de
1999, y Sentencia C-067 de 2003, entre otras.

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