Está en la página 1de 3

Estoy casi listo, debo llegar lo más antes posible para poder visitar el lugar y si se puede

conocer a alguien en la plaza o unos juegos por ahí. Me iré a Abancay, dicen que hay chicas
hermosas ahí, será de confirmarlo; espero no llegar tarde ya es las 12 de la tarde iré a comer
algo y de frente a la estación de buses.

Salgo con mi pequeña maleta negra, me gusta el negro últimamente, el polvo y la suciedad de
los asientos no dejarán marca en mi ropa, fue buena elección; saco el Smartphone elijo el tema
Disorder de Joy Division, doy los pasos al ritmo de la intro, me emociona viajar a ese lugar,
pasé muchas veces por ahí; sin embargo, nunca logré quedarme, ni por un solo día. Mientras
voy subo al bus que me lleva cerca a la estación recuerdo la vez que casi me quedo en
Abancay, por esa misma chica que me causó curiosidad, quedarme unos días no sería nada mal
si hubiera podido o ella hubiera llegado a tiempo en la parada para almorzar. Estaba ahí y la
escribí kilómetros antes de llegar a Abancay para poder esperarme y así vernos un ratito al
menos; ella graciosa no creía que estaba de viaje y mucho menos cerca a su casa, la
incredulidad fue un hecho, no me esperó; ya al enviarle una foto de despedida pudo creerme y
pedir disculpa por no llegar temprano. No le creí, era obvio que ella pensaba que era broma o
simple mentirillas para tener una conversación. Bueno desde ese entonces estábamos en
contacto más de lo normal, cada noche llamaba; me alegraba cada llamada, pero no me
gustaba, tenía cierta curiosidad, mas no gusto. Pero supe desde ese entonces que sería una
bonita relación.

Recuerdo también que vino a Cusco a visitarme y conocer ciertos lugares, fue un mal día para
mí, me salió una ulcera en el lado derecho de mis labios a dos centímetros aproximadamente;
qué más, ah sí, renuncié al trabajo de mozo, mis dos amigos Luis y Joe me invitaron a viajar
para Ollantaytambo para tomar, acepté por supuesto, no por tomar, sino por salir de la ciudad,
empeoró mi herida, perdí mi celular, entre otras cosas más.

Suena mi favorito timbre Eterno de Mundaka, logro despertar mientras tomo el celular, no sé
quién es, número desconocido.

-Hola-. Con voz grave y somnoliento, nadie responde.

-Hey Frankie, ¿qué haces?, ¿dónde estás? -. Inmediatamente sabía de quién se trataba.

-Luis, qué fue. Estoy en mi “jato”, renuncié hermano. -Cómo que renunciaste, oye estoy con
Joe y pensamos salir a pasear e ir al cine, ¿te apuntas? -Claro, estoy libre. -Estamos cerca a tu
casa, a ver si vienes a belén. -Ok, en 10 minutos.

Me alisto como puedo, diablos esa araña sí que me besó bien, cómo no pude darme cuenta,
diablos. Estoy casi listo me pongo los vaqueros azules ajustados, me pongo unos zapatos de
cuero azules oscuro, qué más… esta chompita celeste cuello “v” ajustada, me hace ver
delgado. Me veo en el espejo, sí que estoy delgado, antes era peor, solo no debo perder el
peso. Me pondré un poco de jabón a esa úlcera, me hecho un poco de perfume, Joe sí que me
agrada, siempre quise estar con ella, salir, besarnos; pero resultó que era mejor amiga que
eso. Ya está, llevo billetera o solo llevo dinero, será mejor dinero. Como sé que demorarán
llevo mi revista, voy caminando mientras la leo un poco y otra llamada, están cerca. Y sí, están
ahí, camino hacia ellos, ellos me saludan y antes de que se den cuenta les digo sobre mi herida
y muestro acto seguido, con la típica pregunta “¿se nota?” y la esperada respuesta “no nada”.
Empero, me llevo la respuesta de “un poco”, y bueno, suele pasarme cuando no me lavo la
cara antes de dormir, explico. Y sí, últimamente regresaba a las 11 de la noche del trabajo, era
muy duro, pero sacaba buenas propinas. Renuncié por esa misma razón, no me gustaba en
realidad, mucho me explotaban.

Luego de comprar los lentes de sol de Joe, nos vamos de inmediato al terminal de buses y
enseguida ya estamos rumbo a Ollantaytambo, vamos en un auto y ahí es donde dejé el celular
por distraído, bueno no la pasé tan mal en ese lugar, estaba más serio, tomamos de más,
estábamos picados ya el crepúsculo se percibía, ese lugar era magnífico, entre risas, fotos y
videos que grababan ellos; pude observar todo: La cervecería artesanal al pie de la pendiente
de la montaña hacia el norte y el río de oeste a este que dividía el valle _________ buena
música, ya el gélido viento que rozaban los nevados de La Verónica,________,_______ y
________ nos informo la hora de irnos, ya era tarde. Olvidé que tenía que verme con ella, la
chica de Abancay.

Acabo de llegar a la estación de bus mientras sigo pensando en esa noche loca, me causa
gracia, perdí el celular no me importaba. Entrego mi boleta, me la sella con un sticker, subo al
bus, veo unas cuantas chicas lindas, supongo que son de Abancay, decidí no hablar ni observar.
A lo mucho una mirada de pasada, voy a mi asiento 23 hacia el medio, yo quería ventana. Y
suerte la mía, no había nadie como mi pareja de viaje. Empiezo a leer un libro de superación
de mi hermana, uno que color verde y plomo, me gustó la portada y lo tomé.

Este viaje empezó por la sugerencia de una amiga, me dijo que tendría una fiesta de su trabajo,
olvidé qué y supongo que será de lujo y como no me gusta usar terno fui todo de negro;
pantalón negro, polo blanco en V, camisa negra con bordados en las mangas, zapatos negros,
mi saco negro con bordados, esa me encanta, se ve lo usado que está por los tantos años de
salidas que tuve. Me puse todos los anillos negros que tenía y un collar de la estrella de David,
obvio, negro.

Estaba con mis energías a full, no hablaría con nadie que no me interesara, es más ni dirigiría
ninguna chica por más que me atrajera, no, no hablaría más que con mi amiga, mi
acompañante mi brother Luis y si ella me presenta a amigos. Estaba escuchando la música
mientras veía el paisaje, árboles de eucalipto, sembríos, campesinos, algún día haría un buen
libro sobre el indigenismo, seguía observando esas propagandas pintadas en las paredes de
adobe, partidos políticos presentando a su fracasado representante, sugiriendo marcar tal
número y símbolo. En esta época la política está ensuciada por la corrupción, chantaje,
nepotismo, entre otras cosas que la injusticia puede abarcar. No quiero hablar sobre política,
aunque siempre estoy observando dicho comportamiento en cada persona, quedará implícito
desde ahora. Como les decía, estaba rumbo a Abancay hasta que alguien en el bus habló,
supongo que era el terramozo, era muy amable, recordé a otros terramozos muy mierda,
aburridos de su vida, como si viajar todas las veces y en los mismos recorridos los consumiera,
para mí era un privilegio que mientras trabajabas podía viajar y escuchar de buena música
mientras uno medita a solas o también tener una buena plática con alguien. El joven nos
ofreció comida y gaseosa o si alguien deseaba agua caliente con filtros de té, manzanilla, té
puro, anís, coca. Ya llegamos, tomó 5 horas llegar aquí, el terramozo, al final resultó ser gay, y
platicaba con una chica muy linda, madre de familia, no pude evitar escuchar su conversación.
Él le dejaba un número de una amiga que la podría ayudar a asentarse en la ciudad y así poder
ser más amigas, supongo. Se fueron juntos, yo solo estaba feliz, estaba leyendo casi la acabo y
al final llegamos, pasó tan rápido. Tengo un hambre feroz.
Tengo demasiado tiempo para pedir una buena comida, me dirijo hacia el baño, debo verme
como estoy, tal vez algo está desalineado. Luego ya al salir, llamo a mi amiga y decirle que ya
acabo de llegar, ella se admira y me dice que estaba entusiasmada, y a la vez sorprendida,
pues no le dije que iría; y mírenme, estoy en Abancay para ver de nuevo a mi linda amiga
abanquina. Me dice que salte por su casa para cenar, miro el reloj, es casi las 5; le digo que
demoraré unos minutos, le pido la dirección por goggle maps, me dice que no tarde. Iré
entonces a su casa….

Camino por la ciudad, descripción gráfica, personas y niños me llaman la atención, sonrío más.

Me abre la puerta, se admira de cómo voy vestido, y veo detrás de ella a su linda hermana. La
vi aquella vez que estábamos en Cusco, recuerdo que vino con ella.

CAPÍTULO XX

Un beso de amistad

Qué esperaba Melissa cuando me dio un beso, que la correspondiera y le diga la amaba como
ella a mí o solo quedarme callado por si solo quería un arrumaco; sea cual fuere su intención,
el acto estaba consumado. Podía sentir sus labios sobre los míos, eran tan suaves.

La observo es difícil de explicar, qué quiere, la miro por apenas un par de segundos, ella me
mira preparándose al rechazo, le explico que no fuera tan rápido y que su hermana estaba en
el primer piso y no es nada prudente. Ella como que acepta sopesando las cosa y me cambia
de tema. Noto algo raro en su voz, ya no es tan viva, ahora suena opaca, débil, temerosa.

Paseo por la ciudad y voy a un centro comercial…

Busco el teatro….

La fiesta empieza tarde…

La veo y simplemente una música no para de hacer latir este duro corazón…

Ceremonia…

Hablamos hasta madrugada…

Me lleva a su departamento…

La veo despertar…

También podría gustarte