Etica General y Juridica - Unidad 6

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UNIDAD 6

EL ABOGADO Y LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA

 El abogado y la Administración de Justicia


Las Naciones Unidas considera que los principios básicos sobre la función de los abogados deben ser tenidos en
cuenta y respetados por los gobiernos en el marco de su legislación y prácticas nacionales, y deben señalarse a la
atención de los juristas, jueces, fiscales, miembros de los poderes ejecutivo y legislativo y público en general.
Estas consideraciones de las Naciones Unidas, con las que los abogados deben solidarizarse, constituyen el
marco de los principios básicos sobre la función de los abogados, que comprenden las siguientes obligaciones y
responsabilidades:
- Los abogados mantendrán en todo momento el honor y la dignidad de su profesión en su calidad de agentes
fundamentales de la administración de justicia.
Las obligaciones de los abogados para con sus clientes son las siguientes:
- Prestarles asesoramiento con respecto a sus derechos y obligaciones, así como con respecto al
funcionamiento del ordenamiento jurídico, en tanto sea pertinente a los derechos y obligaciones de los
clientes.
- Prestarles asistencia en todas las formas adecuadas y adoptar medidas jurídicas para protegerlos o defender
sus intereses.
- Prestarles asistencia ante los tribunales judiciales, otros tribunales u organismo administrativo, cuando
corresponda.
Los abogados, al proteger los derechos de sus clientes y defender la causa de la justicia, procurarán apoyar los
derechos humanos y las libertades fundamentales reconocidos por el derecho nacional e internacional, y en
todo momento actuarán con libertad y diligencia, de conformidad con la ley y las reglas y normas éticas
reconocidas que rigen su profesión. Los abogados velarán lealmente en todo momento por los intereses de sus
clientes.

 Estilo (arts. 33, 34, 37 y 38 CESL)


El lenguaje de los abogados (estilo jurídico)
El estilo es la manera propia de cada uno de expresar sus pensamientos por la escritura o la palabra.
Específicamente en los abogados, el estilo jurídico, hablado o escrito, tiene un carácter propio como
consecuencia del sentido práctico del Derecho.
Ossorio supo decir que el abogado es un escritor, y seguidamente amplió la idea, sosteniendo que en el abogado
hay por lo menos tres clases de escritores: el historiador, el novelista y el de vista.
El citado Ossorio estableció cuatro condiciones que debe cumplir el estilo jurídico: veracidad, claridad, brevedad
y amenidad:
1. Veracidad:
Las afirmaciones del abogado deben ser “verosímiles”, es decir, creíbles, con grandes chances de
probabilidad. Y deben cumplir la condición de ser confirmadas por las pruebas producidas. Es que en
definitiva, la posición que el abogado expresa mediante sus palabras, “parten de una situación real y
particular, la base la constituyen una serie de hechos de los que se trata de extraer cierto grado de
incertidumbre, construyendo algunas hipótesis que sean lo más razonables y correctas posibles a la luz de las
posibles normas jurídicas aplicables al caso”.
2. Claridad:
Tiene relevancia la ordenación del discurso. El abogado debe ser ordenado en la forma de expresar sus
ideas, debe expresarlas sin enredos, con precisión y pulcritud, sin divagues innecesarios que debilitarán, sin
lugar a dudas, sus afirmaciones. El abogado debe escribir o hablar para que el juez y el adversario procesal lo
entiendan; el primero se beneficiará resolviendo sobre un asunto bien planteado, y el segundo podrá
conocer con precisión los argumentos sobre los que tendrá que versar su refutación.
3. Brevedad:
Hace a la simplicidad del discurse y permite presentar un sistema coherente de explicaciones que abarque
un extenso dominio de hechos.
4. Amenidad:
Se relaciona con la originalidad, un escrito es ameno cuando es original, cuando no aburre ni atosiga. Muy
relacionado con la brevedad y la precisión, la originalidad jugará a favor del abogado, en tanto logre decir
enérgicamente y con naturalidad los hechos por los que reclama del juez la aplicación del derecho.
Artículo 33. Seriedad y ponderación.
El abogado debe observar en su actuación profesional lo dispuesto en la norma Séptima y además tener en
cuenta que contraría a la ética profesional:
a) Pedir a los magistrados opiniones anticipadas o explicaciones verbales acerca de resoluciones ya dictadas.
b) En la crítica del fallo o de los actos de magistrados o funcionarios y en las contestaciones o réplicas dirigidas
al adversario, debe mantener el máximo respeto, absteniéndose de toda expresión violenta o agraviante.
Debe tratar a los litigantes, testigos y peritos del juicio, con la consideración debida. La severidad en el trato
que puedan imponer las exigencias de la defensa, no autoriza a ninguna vejación inútil o indolencia
impropia. El cliente no tiene derecho a pedir su abogado que falte respeto a la parte contraria o que incurra
en personalismos ofensivos.-
Artículo 34. Respeto de la magistratura. Acusación de Magistrados y Funcionarios.
a) Es deber de los abogados guardar a los magistrados el respeto y la consideración que corresponden a la
función pública que cumplen.
b) Deben abstenerse de agraviar o humillar de cualquier modo a los empleados judiciales o a los empleados
públicos en general.
c) Frente a motivos fundados de serías quejas contra un magistrado, no sólo es derecho sino deber de los
abogados presentar la correspondiente denuncia o acusación ante las autoridades o ante su colegio. La
presente norma se hace extensiva a todo funcionario ante quien deban actuar los abogados en el ejercicio
de su profesión.-
Artículo 37. Influencias sobre magistrados y funcionarios. Comunicación en privado con los jueces.
a) El abogado no debe ejercer influencia sobre magistrados o funcionarios, apelando a vinculaciones políticas,
de amistad o de otra índole, o recurriendo a otros medios que no sea el de convencer con el razonamiento y
por las vías procesales pertinentes.
b) Las atenciones excesivas y familiaridades no usuales con los jueces y funcionarios, deben ser prudentemente
evitadas por los abogados, cuando, aún motivadas por relaciones personales, puedan suscitar falsas o
equivocadas interpretaciones de sus motivos. Con mayor razón no puede el abogado entrar en
combinaciones, retribuidas o no, con servidores de la justicia o sus auxiliares para desviarlos del exacto
cumplimiento de sus deberes.
c) El abogado debe abstenerse de comunicarse o discutir en privado con los jueces, respecto del mérito de las
causas sometidas a su decisión, salvo casos de justificada urgencia.-
Artículo 38. Consideración debida.
El abogado debe exigir de magistrados y funcionarios judiciales, como asimismo administrativos o policiales, el
mismo respeto y consideración debido a los jueces.-

 Razonabilidad y colaboración (arts. 35 y 36 CESL)


Artículo 35. Lealtad. Abusos de procedimientos.
El abogado no ha de afirmar o negar con falsedad, hacer citas inexactas, ni realizar acto alguno que estorbe la
buena y expedita administración de justicia o que importe engaño o traición a la confianza pública o privada en
él depositada. El abogado debe abstenerse: del empleo de recursos o medios que importen una violación a las
presentes normas y sean perjudiciales al normal desarrollo del proceso, de toda gestión puramente dilatoria,
que, sin ningún propósito justo de defensa, entorpezca dicho desarrollo, y de causar aflicciones o perjuicios
innecesarios.-
Artículo 36. Recusaciones y pedidos de enjuiciamientos.
a) El abogado debe hacer uso de los recursos excepcionales de las recusaciones o pedidos de enjuiciamiento de
magistrados, con gran moderación y seriedad recordando que el abuso de esos medios compromete por
igual la majestad de la justicia y la dignidad de la profesión.
b) El abogado no debe sustituir a sabiendas abogado o procurador en el mandato o patrocinio de un litigante,
cuando ello provoque separación del juez de la causa por algún motivo legal.-

 Estafa procesal: concepto, requisitos, doctrina mayoritaria y nuevas tendencias


Estafa
La acción consiste en defraudar a otro, es decir, causar un perjuicio patrimonial mediante fraude.
Este tipo de delito consiste en lograr que la víctima haga una disposición patrimonial a raíz de que el actor ha
hecho caer en error mediante ardid o engaño en el sujeto activo pendiente de obtener un beneficio indebido.
Elementos
1. Perjuicio patrimonial:
Debe existir realmente y debe ser efectivo, es decir, el daño debe tener un valor o significado económico para
que exista la estafa, no es necesario que el autor o un tercero se beneficien por un perjuicio sufrido por la
víctima.
2. Ardid o engaño:
Ardid, todo artificio o medio empleado mañosamente para el logro de algún intento, es decir, el empleo de
astucia o artimañas.
Engaño, es la falta de verdad en lo que se dice, se piensa o se cree.
Ambos deben ser idóneos para provocar el error de la víctima. Subjetivamente, es necesario tener en cuenta
a la víctima (discernimiento, nivel intelectual) y objetivo, es cuando el engaño o el ardid han logrado el éxito
en el caso concreto.
3. Error:
El ardid o el engaño deben provocar el falso conocimiento.
4. Elemento subjetivo:
Es un delito doloso, es necesario que el autor obre con el fin de obtener un beneficio indebido.
Estafa procesal
Existe un desdoblamiento entre el sujeto víctima del engaño y el disponente defraudado, reconociendo en el
primero a un juez, a quien se hace incurrir en error para obtener de él un pronunciamiento violatorio de la
propiedad ajena. Es una estafa mediante engaño al magistrado y se consuma cuando es inducido a error en la
sentencia.
La maliciosa utilización de documentos genuinos que legítimamente se encontraban en poder de quien promueve
la demanda mentirosa o exagerada, puede configurar el delito de estafa procesal.
Elementos
1. Introducción en un proceso judicial de elementos falsos.
2. Es un delito doloso.
3. La injusticia del pronunciamiento no depende de un error de apreciación del juez.
Para poder engañar al juez debe existir por lo menos algún documento o testigos falsos que puedan llevar al
error.

 Abuso del derecho: concepto, requisitos, abuso del proceso y en el proceso, sanciones
Hay abuso de derecho cuando se lo ejerce contrariando al objeto de la institución, a su espíritu y a su finalidad,
cuando se lo desvía del destino para lo cual ha sido creado.
Tres supuestos
- Cuando contraria la buena fe.
- Cuando afecta la moral.
- Cuando contraría las buenas costumbres.
La función del juez se resume en tres estadios:
- Preventivo o precautorio:
Debe arbitrar todos los medios tendientes a evitar los efectos del acto antifuncional
- Restaurador:
Al estadio previo al ejercicio abusivo del acto en la medida en que fuera posible.
- Indemnización por el daño sufrido.

 Ética judicial: principios (saber 5 y explicarlos)


- Imparcialidad:
Es la posición neutral y objetiva con respecto a los intereses de las partes y el deber de evitar
comportamientos que reflejen favoritismo o perjuicios.
- Independencia:
Es la no sujeción del juez a otro poder que no sea el derecho y a demostrar con su comportamiento que no
recibe influencias de ninguna parte.
- Conocimiento y capacitación:
El juez debe conocer y aplicar el derecho, cuidar la calidad en sus resoluciones y cuidar sus sentencias.

- Diligencia:
Es la actuación oportuna dentro del proceso y tiene como contratarte la injusticia tardía.
- Honestidad y transparencia:
Es imprescindible para el cumplimiento de su función el no deber buscar el beneficio más allá de lo
legalmente establecido.
- Responsabilidad institucional:
Es el compromiso activo con el buen funcionamiento de todo el sistema institucional, participar en acto de
mejora y reforma del sistema judicial.
- Justicia y prudencia:
Es el deber de resolver con criterios prudenciales las consecuencias que pueden producirse por la aplicación
de la ley. Buscar la solución que mejor equilibre las pretensiones de las partes.
- Reserva:
Es el resguardo de la intimidad de los justiciables. No se debe brindar información sensible ni permitir que se
filtren más allá de lo necesario, fundado en el interés público.
- Cortesía:
Hace referencia a la aplicación de las reglas de decoro y a las relaciones externas de los sujetos. La cortesía
acoge principios adoptados por la diplomacia en el uso de las buenas costumbres.
- Decoro:
Es la ejemplaridad en la vida social. No debe atentar contra los sentimientos y valores predominantes en la
sociedad. Debe mantener moderación en las conductas habituales sobre el actuar en la persona.

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