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San Jorge sin duda está entre los santos más conocidos de esta lista.

 Él era un
soldado romano del siglo tercero y un sacerdote en la guardia de
Diocleciano, y quien es venerado como un mártir cristiano.
A él se le considera como el santo militar más reconocido y es uno de los
más reverenciados en el mundo occidental. Jorge fue criado como un
cristiano y decidió a una corta edad que quería ser un soldado.
Él se unió al ejército de Diocleciano y en poco tiempo era uno de los mejores
soldados. Algún tiempo después, Diocleciano decidió que todos los
soldados que fueran cristianos tenían que renunciar a su fe y convertirse
en paganos. Jorge se negó (ya me imagino que saben para dónde va todo esto).
Diocleciano intentó convencerlo de que se convirtiera porque él no quería
perder a su mejor soldado pero Jorge se negó.
Reconociendo la inutilidad de sus esfuerzos, a Diocleciano no le quedó más
opción que hacerlo ejecutar por su negación. Antes de la ejecución, Jorge le
dio su riqueza a los pobres y se alistó.
Luego de varias sesiones de tortura, incluyendo laceraciones en una rueda de
espadas, en la cual él fue resucitado tres veces (¿brutal no?), Jorge fue
ejecutado por decapitación enfrente de las murallas de la ciudad de
Nicomedia el 23 de abril de 303.
Pero sobre todo, él es increíble porque mató a un dragón o eso dice la leyenda.
Aquí está la historia de San Jorge y el dragón:
"En la versión completa occidental, la cual se desarrolló como parte de la
leyenda dorada, un dragón o cocodrilo hace su nido en la fuente que
provee de agua a la ciudad de Silene (tal vez la moderna Cirene) en Libia o
en la ciudad de Lida, depende de la fuente.
Consecuentemente, los ciudadanos tienen que remover al dragón de su nido
por un tiempo para recoger agua. Para lograr esto, cada día ellos le ofrecen
al dragón una oveja, y si una oveja no puede ser encontrada, entonces una
doncella. La víctima es escogida en una lotería. Un día sucede que le toca a la
princesa.
El monarca ruega que su vida sea perdonada pero no lo logra. Ella es ofrecida
al Dragón, pero es ahí donde aparece San Jorge en uno de sus viajes
s. Él se enfrenta al dragón y se protege asimismo con la señal de la cruz,
lo asesina y rescata a la princesa. Los ciudadanos agradecidos abandonan su
paganismo ancestral y se convierten en el cristianismo."
San Jorge se suele representar a caballo, habitualmente blanco, vestido al modo
militar medieval, con palma, lanza, espada y escudo. Era el portaestandarte
vencedor, el caballero campeón de dragones, con el símbolo de la maldad a sus
pies.

 Una antigua interpretación cristiana del mito: Jorge sería el creyente, el caballo
blanco la Iglesia y el dragón representaría el paganismo, la idolatría, la tentación
y Satanás.
 Algunos historiadores laicos consideran que la historia tiene raíces más antiguas
que las cristianas. En Capadocia, como una de las primeras regiones en adoptar al
santo,.
 Finalmente, el origen podría estar en una manifestación alternativa de San Miguel
Arcángel, que está al frente de las huestes celestiales. En otras palabras, Georgius era
la encarnación o bien el avatar del arcángel Miguel, el comandante en jefe del ejército
de los cielos (Josué 5:13-15; Daniel 8:25, 10:13, 12:1; Zacarías 3:2; Judas Tadeo 1:
8; Apocalipsis 12:7)

Se puede demostrar que en el reino franco merovingio ya se veneraba a san Jorge en el


siglo VI.[cita  requerida] Sin embargo, no fue hasta la Alta Edad Media, la época de las cruzadas
y de la caballería, cuando se extenderá el culto en Europa.
Jorge se convirtió en el protector de los cruzados en la conquista de Jerusalén (15 de julio
de 1099). Como miles Christi, es decir, 'soldado de Cristo', se convirtió en patrón de los
caballeros y soldados, y en protector de algunas órdenes religiosas militares, como
la Orden Teutónica (siglo XII) o los templarios. En los últimos siglos de la Edad Media,
Jorge se convirtió en patrón de ciudades, burgos y casas nobles; también llegó a ser el
primero de los 14 santos ayudadores como protector de los animales domésticos.
Hacia el siglo XII, la leyenda áurea se extendió por Europa. Santiago de la Vorágine (hacia
1230 – 13 de julio de 1298), arzobispo de Génova escribió la Legenda sanctorum, una
colección de fábulas sobre distintos santos. La historia de san Jorge destacaba entre otras.
El libro, por el valor que tenía a ojos de los lectores del siglo XIII, acabó conociéndose
como Legenda aurea:
El tribuno Jorge, del linaje de los capadocios, en cierta ocasión llegó a la provincia de Libia, a una
ciudad llamada Silena. Al lado de esta ciudad había un estanque parecido a un mar, en el que se
ocultaba un dragón pestilente, que a menudo ponía en fuga al pueblo armado contra él y,
acercándose a los muros de la ciudad, con su aliento los destruía a todos. Obligados por esta
situación, los ciudadanos le entregaban dos ovejas cada día para calmar su furor; de otra manera,
traspasaba los muros de la ciudad y corrompía el aire de tal manera que morían a miles.
Cuando, por tanto, ya casi faltaban ovejas, máxime no pudiendo tenerlas en abundancia, se
proclamó una ordenanza según la cual tributarían una oveja con el añadido de un hombre. Cuando,
pues, eran entregados a suertes los hijos e hijas de todos los hombres y la suerte no exceptuaba a
nadie, y cuando ya casi todos los hijos e hijas habían sido tragados, en cierta ocasión, la única hija
del rey fue elegida al azar y adjudicada al dragón. Entonces el rey, entristecido, dijo: «Tomad oro y
plata y la mitad de mi reino y perdonadme la hija, para que no muera de tal manera». A lo que el
pueblo respondió con furor: «¡Tú, rey, hiciste este edicto y ahora todos nuestros hijos están muertos
y tú quieres salvar a tu hija! Y si no cumples con tu hija lo que ordenaste a los demás, te prederemos
fuego a ti y a tu casa». Viendo esto, el rey comenzó a llorar por su hija, diciendo: «Ay de mí, hija mía
dulcísima, ¿qué haré contigo? ¿O qué diré? ¿Cuándo, además, veré tus bodas?». Y, girándose
hacia el pueblo, dijo: «Ruego que me deis un tiempo de ocho días para llorar por mi hija». Habiendo
admitido esto el pueblo, al cabo de los ocho días este volvió, diciendo con furor: «¿Por qué arruinar
tu pueblo a causa de tu hija? ¡Mira cómo todos morimos por el aliento del dragón!». Entonces, el rey,
viendo que no podía liberar a la hija, se vistió con ropas regias y, abrazándola, le dijo entre lágrimas:
«Ay de mí, hija mía dulcísima, creía que nutrirías hijos en tu regazo real, y ahora te vas para ser
devorada por el dragón. Ay de mí, hija mía dulcísima, esperaba invitar a los príncipes a tus bodas,
adornar el palacio con perlas, oír timbales y órganos; y ahora te vas para que ser devorada por el
dragón». Y dándole un beso la despidió, diciendo: «Ojalá, hija mía, me hubiera muerto antes que
perderte así». Entonces ella se echó a los pies del padre pidiendo su bendición. Cuando el padre la
bendijo entre lágrimas, fue hacia el lago.
Cuando San Jorge, que casualmente pasaba por allí, la vio llorando, le preguntó qué le pasaba. Y
ella: «Buen joven, sube deprisa al caballo y huye, no mueras conmigo de la misma manera». A lo
que contestó Jorge: «No temas, hija; mejor dime por qué estás aquí de pie con todo el populacho
mirando». Y ella: «¡Como veo, buen joven, eres de un corazón magnífico, pero no deseas morir
conmigo! Huye velozmente». A esta, Jorge: «De aquí yo no me iré hasta que no me cuentes qué te
pasa». Como, en consecuencia, le expuso todo, Jorge dijo: «Hija, no temas, porque en el nombre de
Cristo te ayudaré». Y ella: «Buen soldado, apresúrate a salvarte a ti mismo, no mueras conmigo;
basta si muero yo sola, ya que no me podrías liberar y morirías tú conmigo». Mientras hablaban, he
aquí que el dragón se acercaba, asomando la cabeza desde el lago. Entonces la joven, temblando
de miedo, le dijo: «Huye, buen señor, huye de prisa». Entonces Jorge, subiéndose al caballo y
protegiéndose con la señal de la Cruz, cargó audazmente contra el dragón, que venía de frente; y
blandiendo fuertemente la lanza y encomendándose a Dios, lo hirió gravemente y lo tumbó en el
suelo, y dijo a la joven: «Lanza tu cinto al cuello del dragón sin dudar, hija».
Ella así lo hizo, y el dragón la siguió como si fuera un perrito mansísimo. Entonces, cuando lo
condujo a la ciudad, los habitantes, viéndolo, empezaron a huir por las montañas y las colinas
diciendo: «Ay de nosotros, que ahora moriremos todos!». Entonces San Jorge les hizo un gesto con
la cabeza, diciendo: «No tengais miedo, ya que el Señor me ha enviado a vosotros para esto, para
liberaros de los castigos del dragón. Sencillamente, creed en Cristo y bautizáos cada uno de
vosotros y mataré a este dragón». Entonces el rey y todos los habitantes fueron bautizados, y San
Jorge, desenvainada la espada, mató al dragón y ordenó que fuera llevado fuera de la ciudad.
Entonces cuatro pares de bueyes lo llevaron fuera, a un gran campo. Por un lado, fueron bautizaron
ese día veinte mil, exceptuados los pequeños y las mujeres. Por otro, el rey construyó una iglesia de
un tamaño admirable en honor de Santa María y San Jorge. De su altar mana una fuente constante,
y beber de esta fuente cura a todos los enfermos. Además, el rey ofreció un sinfín de dinero a San
Jorge, quien, no queriendo recibirlo, mandó que se diera a los pobres. Entonces, Jorge instruyó al
rey brevemente sobre los cuatro preceptos, es decir, que cuidara de las iglesias de Dios, que
honrara a los sacerdotes, que escuchara con atención el oficio divino y que siempre se acordase de
los pobres. Y así, después de darle un beso al rey, partió. Sin embargo, en algunos libros se lee
que, mientras el dragón se acercaba a devorar a la joven, Jorge se protegió con la señal de la Cruz
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y, atacándolo, lo mató.

Albania y Kosovo[editar]
Conocido como Shën Gjergj se celebrá el 6 de mayo ya que coincide con la fecha de
nacimiento del héroe nacional

Alemania[editar]

Iglesia de San Jorge en Reichenau. emperador Lotario I (840–855) donó un brazo cercenado


y disecado, diciendo que era una reliquia de San Jorge. Eso lo convirtió en el centro de
veneración de los francos.
Esta iglesia, declarada en el siglo XX Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, ha
conservado pinturas murales del siglo X con escenas de la vida de Jesucristoevangelios,
Reichenau se convirtió en un gran centro de veneración de san Jorge, que extendió su
influencia hasta el convento de S

FranciA
Existen 81 localidades y varios centenares de iglesias con el nombre de Saint-Georges.

Georgia

Bandera de Georgia.
San Jorge es el patrón de Georgia. La bandera actual es una Cruz de San Jorge y el
escudo tiene una representación del santo a caballo matando al dragón.

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