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Atmósfera, tiempo y clima

Roger G.Barry -Richard J.Chorley


4a edición

Ediciones Omega, S. A. Barcelona


La edición original de esta obra ha sido publicada en inglés por
la editorial Methuen & Co, Ltd., de Londres, con el título

índice de materias

Agradecimientos I
Sociedades científicas 2
Directores 2
Editores 3
Organizaciones 5
Científicos 6
Prefacio 7
Prefacio a la segunda edición 9
Prefacio a la tercera edición 11
Prefacio a la cuarta edición 12
Introducción 13

1 Composición y energía atmosférica 15


A Composición de la atmósfera 15
1 La atmósfera en general 15
2 Variaciones con la altura 15
3 Variaciones con la latitud y la estación 18
4 Variaciones con el tiempo 20
B Masa de la atmósfera 22
1 Presión total 23
2 Presión de vapor 24
C Insolación 26
1 Emisión solar 26
2 Distancia del sol 28 E Estabilidad e inestabilidad del aire 98

3 Altura del sol 30 F Formación de nubes 101


4 Duración del día 30
1. Núcleos de condensación 102
D Insolación recibida en la superficie; sus efectos 32 2 Tipos de nubes 105
1 Intercambio de energía en el sistema tierra-atmósfera • 32 G Formación de la precipitación 107
2 Efecto de la atmósfera 33
3 Efecto de la nubosidad 34 1 Teoría de Bergeron-Findeisen 108
4 Efecto de la latitud 36 2 Teorías de la colisión 111
3 Otros tipos de precipitación 112
5 Efecto de la tierra y el mar 39
6 Efecto de la elevación y la topografía 51 H Tormentas 113

E Radiación infrarroja de la tierra 53 1 Tipos y características de las precipitaciones 119


F Balance del calor de la tierra 55 1 Características de la precipitación 119
a Intensidad de la lluvia 120
G Energía atmosférica y transporte horizontal de calor 58
b Extensión superficial de una borrasca 120
1 Transporte horizontal de calor 61 c Frecuencia de las borrascas 122
2 Distribución de los componentes del balance de calor en el 65 2 Tipos de precipitación 125
espacio a Precipitación de tipo convectivo 125
b Precipitación de tipo ciclónico 126
H Las capas atmosféricas 66
c Precipitación orográfica 126
1 Troposfera 67 3 Variaciones regionales en el máximo de precipitación con la 127
2 Estratosfera 69 altura
3 La atmósfera superior 70
4 Distribución mundial de la precipitación 132
a Mesosfera 70
5 Sequía 133
b Termosfera 70 Resumen 135
c Exosfera y magnetosfera 71
I Variación de la temperatura con la altura 72 3 El movimiento atmosférico i 137
Resumen 75
A Leyes del movimiento horizontal 137

2 Humedad atmosférica 76 1 La fuerza del gradiente de presión 138


2 Fuerza desviadora de la rotación de la tierra (fuerza de Coriolis) 138
A Evaporación 77
3 Viento geostrófico 141
B Humedad 85 4 Aceleración centrípeta 142
1 Contenido de humedad 85 5 Fuerzas de rozamiento 144
2 Transporte de humedad 91 B Divergencia, movimiento vertical y vorticidad 145
C Condensación 91 1 Divergencia 145
2 Movimiento vertical 147
D Cambios adiabáticos de temperatura 93 3 Vorticidad 147
C Vientos locales 148 C Frontogénesis 210
1 Vientos de montaña y de valle 150 1 Ondas frontales 211
2 Vientos originados por barreras topográficas 151 2 La depresión de las ondas frontales 211
3 Brisas terrestres y marinas 154 D Características de los frentes 214
D Variación de la presión y de la velocidad del viento con la altura 156 .0 El frente cálido 214
1 Variación vertical de los sistemas de presión 158 T> El frente frío 218
2 Configuraciones medias del aire en las alturas 160 3 Fase de oclusión 219
3 Vientos superiores 163 4 Familias de frentes 220
4 Presión en la superficie 168 E Zonas de formación de ondas y frontogénesis 221
E Los cinturones globales de viento 172 F Interacción entre el aire de superficie y el aire superior y su 226
1 Los vientos alisios 172 relación con la formación de depresiones
2 Los vientos ecuatoriales del oeste 174 G Depresiones no frontales 233
3 Los vientos del oeste (o de Ferrel) de las latitudes medias 174 1 Depresión de sotavento 233
4 Los vientos polares del este 177 2 Baja térmica 233
F La circulación general 177 3 Depresiones de aire polar 234
1 Circulación en los planos horizontal y vertical 179 4 Bajas frías 234
2 Variaciones en la circulación del hemisferio norte 184 H Fenómenos mesoscálicos 235
3 La circulación de la superficie del océano 189
Resumen 192 I Predicción del tiempo 242
4 Masas de aire, frentes y depresiones 194 1 Predicción a corto plazo 242
A Naturaleza de los manantiales de masas de aire 195 a Métodos sinópticos 242
1 Masas de aire frío 196 b Predicción numérica 244
2 Masas de aire cálido 200 2 Predicción a largo plazo 245
B Modificación de las masas de aire 205 a Métodos estadísticos 245
1 Mecanismos causantes de las modificaciones 205 b Métodos de analogías 247
a Cambios termodinámicos 205 Resumen 250
b Cambios dinámicos 206 5 Tiempo y clima en las latitudes medias 253
2 Consecuencias de las modificaciones: masas .de aire secundarias 207 A Europa . 253
a Aire frío 207 1 Vientos y presión 253
b Aire cálido 208 2 Oceanidad y continentalidad 254
3 Edad de las masas de aire 210 3 Características de la circulación atmosférica en Gran Bretaña 257
y del tiempo por ella ocasionado
4 Singularidades y estaciones naturales 262
5 Anomalías sinópticas 266
6 Influencia de la topografía 269
B América del Norte 272
1 Sistemas de presión 273 7 • Climas microscálicos 363
2 Clima templado de la costa y la cordillera occidentales 279
3 Interior y parte oriental de América del Norte 281 A Balances energéticos de superficie 363
a Influencias del continente y del océano 284
b Períodos cálidos y fríos 286 B Superficies naturales sin vegetación 366
c Precipitación y balance de vapor de agua 288
C Las regiones subpolares 294 C Superficies con vegetación 370
D Las regiones subtropicales 297 1 Cosechas cortas 370
1 El Mediterráneo 297 2 Bosques 373
2 Clima semiárido del sudoeste de Estados Unidos 305 a Modificación del intercambio de energía b 374
3 Interior y costa oriental de Estados Unidos 306 Efecto sobre los vientos c Modificación de la 376
Resumen humedad ambiental d Modificación del medio
308 380
ambiente térmico 384

6 Tiempo y clima de los trópicos 311 D") Superficies urbanas 386


A Supuesta simplicidad del tiempo en los trópicos f) Modificación de la composición atmosférica 386
311
B La confluencia intertropical a Aerosoles 387
C Perturbaciones tropicales 313 b Gases 391
1 Perturbaciones de onda c Distribución de la polución 393
2 Ciclones 317
2 Modificación del balance calorífico 395
a Huracanes 318 a ' Composición atmosférica 396
b Otras depresiones tropicales 324 b Superficies urbanas 396
3 Sistemas subsinópticos 324 c Producción humana de calor 397
4 Sistemas mesoscálicos 331 d Islas de calor 397
331 3 Modificación de las características de la superficie 401
333 a Flujo de aire 401
b Humedad Resumen 402
D El monzón de Asia 333 405
1 Invierno 337
2 Primavera 340 8 Variabilidad, curso y fluctuaciones del clima 408
3 Comienzos de verano 342
4 Verano 346
5 Otoño 352 A Datos climatológicos .
E Otras fuentes de variación de clima en los trópicos 352 1 Valores medios 408
1 Variaciones diurnas 353 2 Variabilidad 408
2 Efecto de la topografía 355 3 Tendencias 410
3 Corrientes oceánicas frías 356 413
iB El registro del clima 413 413
4 Perturbaciones en las células de altas presiones 359
subtropicales continentales 1 Evidencia del cambio climático 416
361
Resumen 2 Condiciones postglaciales ;,416T-Í -
3 Los últimos 100 años
* ■ * _ ..■ ■
C Posibles causas de los cambios de clima 421
1 Cambios a largo plazo 422
2 Fluctuaciones a corto plazo 423
Resumen 427
Al Clasificación de los climas 450
A Clasificaciones genéticas basadas en el crecimiento de las 450
plantas o la vegetación
B Clasificaciones basadas en el balance del vapor 455
C Clasificaciones genéticas
D Clasificación del bienestar climático 457

468
Agradecimientos
A2 Nomogramas de altitud, presión, longitud y temperatura 471
A3 Mapas sinópticos del tiempo 472
A4 Unidades del sistema internacional (SI) 475
Problemas 477 El presente libro tuvo su origen en un manuscrito original de R. J. Chor-ley y
Capítulo 1 477 A, J. Dunn y los autores desean hacer constar su agradecimiento por la
Capítulo 2 478 importante contribución de A. J. Dunn al primer borrador del mismo.
Capítulo 3 479 Los autores agradecen también al Dr. F. Kenneth Haré, del Birbeck
Capítulo 4 479 College de Londres, ahora en la Universidad de Toronto, Ontario, la
Capítulo 5 480 competente revisión que hizo del total del texto preliminar y las valiosas
Capítulo 6 481 sugerencias que aportó para el perfeccionamiento del mismo; al Sr. Alan
Capítulo 7 481 Johnson, del Barton Peveril School de Eastleigh, Hampshire, sus valiosos
Capítulo 8 482 comentarios sobre los capítulos I-III, y al Dr. C. Desmond Walshaw,
Soluciones de los problemas 483 anteriormente del Cavendish Laboratory de Cambridge, y al Sr. R. H. A.
índice geográfico 484 Stewart, del Nautical College de Pangbourne, las vajiosas críticas y suge-
índice alfabético general 489 rencias que aportó en el estadio preliminar de la preparación del manuscrito.
También quieren expresar su gratitud a los siguientes científicos por sus
útiles comentarios con respecto a la cuarta edición: al Dr. Brian Knapp de la
Leighton Park School de Reading; al Dr. L. F. Musk de la Universidad de
Manchester; al Dr. A. H. Perry del University College de Swansea; al Dr. R.
Reynolds de la Universidad de Reading; y al Dr. P. Smithson de la
Universidad de Sheffield. Asimismo agradecer al Profesor R. A. McCance su
diario interés en los problemas que aquí se tratan. Los autores aceptan la
responsabilidad plena de cualquier error que pueda haber quedado en el texto.
Los grabados se deben a los cartógrafos y fotógrafos de los Departa
mentos Geográficos de las Universidades de Cambridge (Sr. R. Blackmore,
Sr. R. Coe, Sr. I. Gulley, Srta. R. King, Sr. C. Lewis, Sra. P. Lucas, Srta. G.
Seymour, Sr. A. Shelley y Sr. M. Young) y de Southampton (Sr. A. C. Clarke,
Srta. B. Manning y Sr. R. Smith).
Queremos dar también las más expresivas gracias a nuestras esposas por Transactions of the American Geophysical Union por la fig. 7.5.
su constante estímulo y paciencia. Zeitschrift für Geomorphologie por la fig. 7.4 de Supplement 21.
Los autores quisieran agradecer también a las siguientes sociedades
científicas, directores, editores, organizaciones y científicos el permiso otor- Editores
gado para reproducir figuras, tablas y láminas. .
Academic Press, Nueva York, por la fig. 6.12 de Monsoon Meteorology por
C. S. Ramage.
Sociedades científicas
Alien and Unwin, Londres por las figs. 1.16 y 1.18B de Oceanography for
American Geographical Society por la fig. 1.31 de Geographical Review. Meteorologists por H. V. Sverdmp.
American Meteorological Society por la fig. 4.19 de Bulletin; por las figuras Cambridge University Press por la fig. 3.21 de World Weather and Climate
3.27 y 4.8 de Journal of Applied Meteorology; y por las figuras 4.2B y por D. Riley y L. Spalton; por la fig. 6.26 de The Warm Desert
4.4B de Meteorological Monographs. Environment por A. Goudie y T. Wilkinson; y por la fig. 7.17 de The
American Planning Association por la fig. 7.26 de Journal. Tropical Rain Forest por P. W. Richards.
Association of American Geographers por la fig. 2.29 de Annals; y por la Cleaver-Hume Press, Londres, por la fig. 3.13 de Realms of Water por
fig. 4.27 de Resource Paper 11. Ph. H. Kuenen.
Geographical Association por la fig. 2.2 de Geography. The Controller, Her Majesty's Stationery Office (derechos de la Corona
Institute of British Geographers por las figs. 2.25, 2.26B, 7.19 y 7.27 de reservados) por la fig. 2.8 de Geophysical Memoir 102 para J. K.
Transactions; y por la fig. 8.6 de Atlas of Drought in Britain, 1975-76 Bannon y L. P. Steele; por la fig. 1.17 de Meteorological Office
por J. C. Doornkamp y K. J. Gregory (eds.). Scien-tific Paper 6, m. o. 6S5 por F. E. Lumb; por la fig. 2.6 de Ministry of
Institution of Civil Engineers por la %. 2.26A de Proceedings. Agriculture Technical Bulletin 4 por R. T. PearI et al; por las figs. 3.32 y
National Geographic Society por la lámina de National Geographic Pie-ture 7.1A de Meteorological Magazine, por las figs. 4.9 y 4.12 de A Course
Atlas of Our Fifty States. in Elementary Meteorology por D. E. Pedgley; por la figura 4.13 de
Royal Meteorological Society por las figs. 1.1, 2.16, 2.19, 4.10, 5.4, 5.5, 6.2 British Weather in Maps por J. A. Taylor y R. A. Yates (MacMillan,
y 6.21 de Quarterly Journal; por la fig. 8.3 de World Climate 8000-0 Londres); por la fig. 4.24 de Geophysical Memoir 106 por D. E. Pedgley;
BC; y por las figs. 1.13, 2.5, 4.25 y 7.20B, y las láminas 16, 17 y 21 de por las figs. 5.20 y 5.21 de Weather in the Mediterranean 1, 2.a ed.
Weather. (1962); y por el tefigrama en que se basa la 2.10 de RAF Form 2810.
Royal Society of London por la fig. 4.22 y la lámina 10 de Proceedings, J. M. Dent, Londres por la fig. 5.17 de Canadian Regions por D. F. Put-nam
Section A. (ed.).
Elsevier, Amsterdam, por la fig. 6.27 de Climates of Australia and New
Zealand por T. Gentilli (ed.).
Directores Folia Geographica Dánica, Copenhague, por la fig. 8.4 por L. Lysgaard.
Endeavour por la fig. 2.21. Harvard University Press, Cambridge, Mass., por las figs. 1.18A, 1.22, 7.11,
Erdkunde por las figs. Ap. 1 .IB y Ap. 1.2. 7.12B y 7.13A de The Climate Near the Ground (2.1 ed.) por R. Geiger.
Geographical Reports of Tokyo Metropolitan University por la fig. 6.23. Hutchinson, Londres por las figs. 7.20A y 7.24 de Climate of London por T.
Meteorological Magazine por las figs. 3.32 y 7.1 A. J. Chandler.
Meteorological Monographs por las figs. 4.2B y 4.4B. fustus Perthes, Gotha, por la fig. 2.28 de Petermanns Geographische Mitte-
Meteorologische Rundschau por las figs. 5.22 y 7.8. ilungen, Jahrgang 95.
New Scientist por las figs. 4.23 y 4.28. Macmillan, Londres por la fig. 4.13 de British Weather in Maps por J. A.
Progress in Physical Geography por las figs. 7.23 y 8.7. Taylor y R. A. Yates.
Review of Geophysical and Space Physics por la fig. 4.11. McGraw-Hill Book Company, Nueva York, por la fig. 2.24 de Handbook
Science por las figs. 7.22C y 8.5.
Tellus por las figs. 5.6, 5.7, 6.13 y 6.19.
of Meteorology por F. A. Berry, E. Bollay y N. R. Beers (eds.); por la Weidenfeld and Nicolson, Londres, por la fig. 4.18 de Climate and Wea-ther
figura 3.33 de Dynamical and Physical Meteorology por G. J. Haltiner y por H. Flohn.
F. L. Martin; por las figs, 7.12A y 7.13B de Forest Influences por ]. Westview Press, Boulder, Colorado, por la fig. 1.3 de Climate Change and
Kittredge; por la fig. 2.9 de Introduction to Meteorology por S. Society por W. W. Kellogg y R. Schware.
Petterssen; por las figs. 2.9, 2.20 y 3.22 de Introduction to Meteorology John Wiley, Nueva York, por la fig. 1.19A de Physical Geography (2.a ed.)
por S. Petterssen; por las figs. 3.8 y 6.5 de Tropical Meteorology por H. por A. N. Strahler; por las figs. 8.2, Ap. 1.3, Ap. 1.4 y la tabla Ap. 1.1 de
Riehl; por las figs. 3.8 y 6.5 de The Earth's Problem Clima-tes por G. T. Physical Geography (3.a ed.) por A. N. Strahler; por las figuras 1.7E, 1.8
Trewartha, y por la fig. 1.30 de Handbook o} Geophy-sics and Space y 2.18 de Introduction to Physical Geography por A. N. Strahler; por la
Environments por Shea L. Valley (ed.). fig. 1.10 de Meteorology, Theoretical and Applied por E. W. Hewson y
Methuen, Londres, por las figs. 2.1, 3.29 y 3.31 de Models in Geography por R. \V. Longley; y por la fig. 7.IB de Weather and Climate Modification
R. J. Chorley y P. Haggett (ed.). por W. N. Hess (ed.).
North-Holland Publishing Company, Amsterdam, por la fig. 2.27 de
Journal of Hydrology.
Oliver and Boyd, Edimburgo, por la fig. 7.10 de Fundamentáis of Forest Organizaciones
Biogeocoenology por V. Sukachev y N. Dylis.
Pitman, Londres, por la fig. 3.16 de Tropical and Equatorial Meteorology Deutscher Wetterdienst, Zentralamt, Offenbach am Main, por la fig. 6.22.
por M. A. Garbel. Environmental Science Services Administration (ESSA), por las láminas
8, 14, 15, 17, 18 y 24. Geographical Branch, Dept. of Energy, Mines and
Princeton University Press por las figs. 5.17 y 5.18 de The Moisture Balance
Resources, Ottawa,
por C. W. Thornthwaite y }. R. Mather; y por la fig. Ap. 1.5 de Design
with Climate por V. Olgyay. por la fig. 5.9 de Geographical Bulletin. National Aeronautics and Space
Administration (NASA), por las láminas
D. Reidel, Dordrecht, Holanda, por la fig. 7.23 de Interactions of Energy
3, 11, 19, 25, 27 y 31. Naval Weather Service Command, Washington
and Climate por W. Bach, J. Pankrath y J. Williams (eds.).
DC, por las figs. 3.17 y
Scientific American Inc., Nueva York, por la fig. 1.2 por G, N. Plass; y por
3.24. New Zealand Meteorological Service, Wellington, Nueva Zelanda,
la fig. 1.25 por R..E. Newell. por las
Springer-Verlag, Viena y Nueva York, por la fig. 1.32 de Meteorologis-che figuras 6.20 y 6.24 de Proceedings of the Symposium on Tropical
Rundschau; y por las figs. 2.23 y 3.9 de Archiv fiir Meteorologie, Meteorology por J. W. Hutchings (ed.). Press Association-Reuters Ltd.,
Geophysik und Bioklimatologie. Londres, por la lámina 5. Quartermaster Research and Engineering
Time-Life Inc., Amsterdam, por la lámina de The Grand Canyon por R. Command, Natick, Mass., por
Wallace. la fig. 5.12 por J. N. Rayner. United Nations Food and Agriculture
University of California Press, Berkeley, por la fig. 6.7 y la lámina 26 de Organization, Roma por la figu-
Cíoud Structure and Distributions over the Tropical Pacific Ocean por 7.16B de Forest Influences. United States Department of Agriculture,
}. S. Malkus y H. Riehl. Washington DC, por las figuras 7.15B y 7.16A de Climate and Man. United
University of Chicago Press, por las figs. 1.6, 1.9, 1.22, 1.27, 2.4, 7.6, 7.7 y States National Air Pollution Administration, Washington DC,
7.9 de Physical Climatology por W. D. Sellers. por las figs. 7.18 y 7.21 de Public Health Service Publication No.
University of Wisconsin Press, Madison, por la fig. 6.23 de The Earth's AP-63. United States Weather Bureau por las figs. 2.23, 3.10, 3.23, 3.34,
Problem Climates por G. T. Trewartha. 3.35
Van Nostrand Reinhold Company, Nueva York, por la fig. 6.25 de En- y 4.21, y la lámina 1 de Monthly Weather Review; y por la fig. 4.16
ciclopedia of Atmospheric Sciences and Astrogeology por R. W. de Research Paper 40. World Data Center — A for Glaciology, Boulder,
Fair-bridge (ed.). Colorado por la lámina 20.
Walter De Gruyter, Berlín, por la fig. 5.1 de Allgemeine Klimageogra-phie
por J. Blüthgen.
World Meteorological Organizador! por la fig. 1.21 y las láminas 2, 12 y 13
de Technica! Note 124.

Científicos
Dr. C. F. Armstrong y Dr. C. K. Stidd, del Desert Research Institute,
Universidad de Nevada, por la fig. 2.27.
Dr. August H. Auer Ir., de la Universidad de Wyoming, por la lámina 28.
Mr. P. E. Baylis, de la Universidad de Dundee, y Dr. R. Reynolds, de la
Universidad de Reading, por la lámina 30. Prefacio
Dr. R. P. Beckinsale, de la Universidad de Oxford, por las modificaciones a
la fig. 4.7 sugeridas.
Mr. R. Bumpas, del National Center for Atmospheric Research, Boukler, por
la lámina 6. Los rápidos avances de los últimos diez o quince años en nuestro conoci-
Dr. G. C. Evans, de la Universidad de Cambridge, por la fig. 7.17A. miento de los procesos atmosféricos y de los climas del globo hacen esencial
Dr. H. Flohn, de la Universidad de Bonn, por las figs. 3.26 y 6.11. una revisión continua de los métodos de enseñanza y del contenido de los
Dr. S. Gregory, de la Universidad de Sheffield, por la fig. 6.10. libros de texto. Por fin ha sido abandonado el concepto tradicional de la
Mr. Ernst Haas, por la lámina 4. meteorología como simple estadística por la mayoría de los que se interesan
Dr. S. L. Hastenrath, de la Universidad de Wisconsin, por las figs. 1.31 y en la investigación de los mecanismos básicos de la diferenciación climática,
2.27. pero los estudios de climatología sinóptica y dinámica que se encuentran en
Dr. L. H. Horn y Dr. R. A. Bryson, de la Universidad de Wisconsin, por los trabajos científicos no aparecen por lo general en libros de texto
la fig. 5.10. . elementales.
Mr. E. Lantz, por la lámina 22. El propósito de los autores es contribuir a rellenar este hueco, espe-
Dr. F. H. Ludlam, del Imperial College, Londres, por las láminas 16 y 21. cialmente para aquellos que estudian meteorología y climatología en cursos
Dr. Kiuo Maejima, Universidad Metropolitana de Tokyo, por la fig. 6.23. elementales de los Departamentos Geográficos de los Colleges o Uni-
Dr. Brooks Martner, de la Universidad de Wyoming, por la lámina 9. versidades. Al mismo tiempo, los estudiantes de disciplinas relacionadas con
Dr. T. R. Oke, por las figs. 3.12A y C, 7.IB, 7.2A y B, 7.5, 7.14, 7.18C y D, la meteorología, como son la agricultura, la ecología y la hidrología, y todos
7.21, 7.22B y C, y 7.25. aquellos que se interesen por la atmósfera y el tiempo encontrarán una
Mr. D. A. Richter, de Analysis and Forecast División, National Meteoro- introducción básica a ideas modernas en el presente libro. Algunos de los
conceptos que se introducen están bastante por encima del alcance general de
logical Center, Washington DC, por la fig. 4.21.
los cursos de los niveles mencionados, por lo que este libro puede servir
Dr, R. S. Scorer, del Imperial College, Londres y Mrs. Robert F. Symons, también como base para un estudio más avanzado. La bibliografía
por la lámina 7. proporciona la guía necesaria para una ampliación de conocimientos. No se
Dr. B. A. Sheppard, del Imperial College, Londres, por la lámina 18. pretende dar un resumen exhaustivo de los climas regionales, sino que,
Dr. A. N. Strahler, de Santa Barbara, California, por las figs. 1.7E, 1.8, mediante el examen del tiempo y del clima de las latitudes medias del
1.19A. 2.18, 8.2, Ap. 1.3 y Ap. 1.4; y por la tabla Ap. 1.1. hemisferio norte y de los trópicos, en función de una serie diversa de temas, se
espera proporcionar al lector los medios para apreciar suficientemente los
controles climáticos a fin de que pueda aplicar él mismo estas ideas a
cualquier otro lugar.
Los tres primeros capítulos versan sobre la naturaleza de la atmósfera: su
balance de energía y humedad y su movimiento. En el capítulo ,
cuarto se estudian las masas de aire y las procesos que conducen a la
formación de depresiones frontales y de otras clases. En los capítulos si-
guientes se utilizan estos conceptos básicos y algunos otros que es necesario
introducir, para examinar las características climáticas de las latitudes medias
y de los trópicos. El libro concluye con una breve consideración acerca de las
modificaciones que producen en el clima los medios urbanos y forestales y
acerca de la variación inherente del clima con el tiempo. En el apéndice 1 se
da como referencia un breve resumen de los principales esquemas de
clasificación climática. Vale la pena insistir en que la distinción entre tiempo
y clima es arbitraria. Las condiciones climáticas medias pueden ser
especificadas para lugares y períodos de tiempo determinados, pero cada uno
de los factores individuales que contribuyen al clima varían continuamente Prefacio a la segunda edición
en el espacio y en el tiempo. Éste es el punto fundamental que ilustra el
enfoque del presente libro: sólo puede entenderse el clima mediante el
conocimiento del funcionamiento de la atmósfera.

R. G. BARRY R. J. CHORLEY El caluroso recibimiento dispensado a la primera edición de este libro nos ha
Departamento de Geografía Departamento de Geografía animado a preparar la segunda, tanto para seguir el ritmo del rápido
de la Universidad de la Universidad desarrollo que actualmente experimentan la meteorología y la climatología
de Southampton de Cambridge como para cubrir algunos huecos que se apreciaban en la edición original.
Se han incorporado a lo largo del texto diversas sugerencias para mejorar
la presentación; las principales revisiones o adiciones afectan a los temas
siguientes: el balance de energía de la tierra y el modelo espacial de los
componentes del balance de calor; gradientes; efectos de la orografía sobre la
precipitación; la circulación en la superficie del océano y los efectos
climáticos a ella asociados; vorticidad, sistemas mesoscáli-dos en las
latitudes medias; aspectos del clima de América del Norte, la región
subártica, el Mediterráneo y Asia oriental; variabilidad de la precipitación y
clasificación, de los climas.
Se han incluido más de treinta figuras y varias láminas nuevas, acom-
pañadas de nuevas referencias. Al efectuar estos cambios hemos procurado
evitar que el libro se convirtiese, por su propósito y contenido, en demasiado
ampliado o avanzado para poder servir como texto de introducción.
Esperamos que esta edición seguirá constituyendo, para todos sus lectores,
una relación actual y de fácil comprensión de los fenómenos meteorológicos
y climatológicos de la tierra.
En el primer prefacio supusimos que los términos de climatología si-
nóptica y dinámica no requerían explicación. Sin embargo, puede ser útil
recordar que la climatología dinámica trata esencialmente de los funda-
mentos físicos y dinámicos de los modelos de circulación atmosférica ba-
sados en generalizaciones de los datos meteorológicos, mientras que la
climatología sinóptica interpreta los climas locales o regionales con relación
a la circulación en gran escala. Aunque se introducen algunas ideas
básicas sobre climatología dinámica (particularmente en los capítulos 1, 3 y
4), hacemos más hincapié en el segundo tema en las secciones del libro que
estudian cada región en particular.

R. G. BARRY Instituto R. ]. CHORLEY


de Investigación Sidney Sussex College
Ártica y Alpina Universidad de Cambridge
Universidad de Colorado Inglaterra
Boulder, Colorado 80302. U.S.A.

Prefacio a la tercera edición

En el capítulo 1 se ha incluido nuevo material sobre la composición y las


variaciones atmosféricas con el tiempo, la recepción superficial de la ra-
diación solar y la radiación infrarroja procedente de la tierra. Se ha re-
formado la parte que trata del balance calorífico de la tierra. El capítulo 2 ha
sido extensamente transformado y se ha incluido nuevo material acerca de
los cambios adiabáticos de temperatura, y sobre la estabilidad e inestabilidad
del aire. En el capítulo 3, ha sido modificada la sección que trata sobre los
vientos debidos a las barreras topográficas y sobre las brisas terrestres y
marinas, y se ha añadido material referente a la circulación en el hemisferio
sur. Se ha transformado el capítulo 4, con la adición de nuevo material sobre
las masas de aire y las zonas frontales en el hemisferio sur, la relación entre
la estructura de las depresiones y la distribución espacial de la precipitación,
y las predicciones a largo plazo. Los capítulos 5 y 6 contienen nuevo material
sobre la primavera en el Mediterráneo, la confluencia intertropical, las
perturbaciones tropicales y los sistemas subsinópticos en los trópicos. La
parte del capítulo 7 relativa a los climas urbanos ha sido reformada y
substancialmente reescrita, y se ha añadido el apéndice 3 con mapas
sinópticos del tiempo. Se han incluido unas cuarenta figuras y láminas
nuevas o revisadas, junto con referencias actualizadas y ejemplos de
problemas.

R. G. BARRY Instituto de R. J. CHORLEY Sidney


Investigación Ártica y Alpina Sussex College
Universidad de Colorado Universidad de Cambridge
Boulder, Colorado 80302. U.S.A. Inglaterra
Prefacio á la cuarta edición Introducción

Los importantes cambios aplicados a la presente edición incluyen la nueva La finalidad del presente libro es proporcionar una visión no técnica de cómo
redacción sustancial de los capítulos 7 y 8; la actualización y estandarización actúa la atmósfera, desarrollando de este modo la comprensión de los
de las unidades tanto en el texto como en muchas figuras modificadas; la fenómenos meteorológicos y de los climas globales. La atmósfera, que es
edición de más de treinta nuevas figuras y láminas; y la adición y vital para la vida terrestre, es una envoltura somera, que equivale en espesor a
actualización de mucho material a lo largo del presente volumen. Estos menos del 1 % del radio terrestre. La mayoría de los fenómenos
cambios incluyen, en particular, material sobre la radiación solar en el meteorológicos se forman y desvanecen en los 10 km inferiores. Se cree que
capítulo. 1; mecanismos de las tormentas y la sequía en el capítulo 2; las la atmósfera terrestre ha evolucionado hasta su forma y composición presente
características de los sistemas mesoscálicos de precipitaciones y la estructura hace como mínimo 400 millones de años, cuando se desarrolló sobre la tierra
de los tornados en el capítulo 4;. y las características climáticas de las una extensa cubierta vegetal. Su presencia proporciona un escudo
perturbaciones que tienen lugar dentro de las células anticiclónicas indispensable' contra la nociva radiación solar, y los gases contenidos en ella
subtropicales continentales en el capítulo 6. En el capítulo 7 se han revisado y mantienen la biosfera animal y vegetal de la que depende la vida humana.
ampliado los tratamientos de las superficies con vegetación, los climas Sobre la mayor parte del globo, el estado de la atmósfera está muy lejos
urbanos, la polución y la producción humana de calor; y el capítulo 8 se ha de ser constante, en respuesta a procesos meteorológicos variables. Los
vuelto a redactar para incluir en él nuevo material sobre la naturaleza y causas extremos del tiempo —temporales, ventiscas, tornados, riadas— afectan
de los cambios climáticos. Se han añadido resúmenes al final de los capítulos. drásticamente las actividades humanas y frecuentemente tienen como
resultado la pérdida de vidas humanas, aunque se hayan anunciado con
R. G. BARRY R. J. CHORLEY Sidney Sussex anticipación. Así, al pretender entender los fenómenos atmosféricos, po-
Instituto Cooperativo para College Universidad de demos esperar que se puedan, predecir sus variaciones bruscas y en algunos
la Investigación de las Cambridge Inglaterra casos controlarlas o modificarlas de forma beneficiosa. Este amplio propósito
Ciencias Ambientales y constituye el campo de las ciencias atmosféricas. La meteorología trata
Departamento de Geografía específicamente de la parte física de los procesos del tiempo. Los sistemas
de ¡a Universidad de Colorado meteorológicos —que producen la gama de estadios instantáneos de la
Boulder, Colorado 80502. U.S.A. atmósfera— difieren en tamaño y duración (lám. 1). Comúnmente se admiten
cuatro escalas: los sistemas mesoscálicos, tales como las tormentas, que se
extienden horizontalmente unos 10 km, con una duración de unas pocas
horas; los sistemas a escala sinóptica, como los
ciclones de las latitudes medias y las tormentas tropicales, que tienen un
diámetro de unos pocos miles de kilómetros y una vida de unos- 5 días; las
ondas a escala planetaria en la circulación atmosférica, de una extensión de
unos 5000 a 10 000 km y que generalmente persisten durante varias semanas;
y además, los remolinos a pequeña escala cerca de la superficie terrestre y los
procesos que tienen lugar dentro de la cubierta vegetal son el objetivo de la
micrometeorología.
El clima comprende las más amplias escalas de tiempo que operan en la
atmósfera. A veces se contempla vagamente como «tiempo promedio», pero
tiene más sentido definir el clima como el estadio a largo plazo de la
1
atmósfera que comprende el efecto agregado de los fenómenos me-
teorológicos tanto los valores medios como los extremos. También es co- Composición y energía
rriente distinguir los macroclimas regionales y globales, por un lado, de los
climas locales o topográficos relacionados con la configuración del terreno atmosférica
(valles, laderas de las colinas), por el otro.
La estructura de este libro representa este punto de vista. En primer lugar
nos ocuparemos de la composición y estructura de la atmósfera y de su papel
en el intercambio global de energía, el balance de humedad y los sistemas de
vientos. Luego se discuten el clima y el tiempo en las latitudes bajas y medias, A. COMPOSICIÓN DE LA ATMÓSFERA
y finalmente, los climas a pequeña escala y el cambio climático. La clave de
los procesos atmosféricos es la energía radiante procedente del sol que 1. La atmósfera en general
reciben la tierra y su atmósfera. Para poder estudiar la recepción de esta El aire no es un compuesto químico, sino una mezcla mecánica de gases. La
energía debemos empezar por considerar la naturaleza de la atmósfera, su tabla 1.1 ilustra la composición media del aire seco y muestra que cuatro
composición y sus propiedades básicas. gases, nitrógeno, oxígeno, argón y dióxido de carbono, constituyen el 99,98
% de su volumen. Además, las observaciones mediante cohetes espaciales
dan como resultado que estos gases se encuentran en una mezcla de
proporciones notablemente constantes hasta unos 80 km.
Además de estos gases, el vapor de agua, que es mucho más variable en
cuanto a su presencia en el espacio y en el tiempo, es un constituyente
atmosférico vital. Este tema se discutirá más ampliamente más adelante. En
la atmósfera también existen cantidades significativas de aerosoles, que son
partículas suspendidas de sales marinas, polvo (particularmente silicatos),
materia orgánica y humo. Provienen tanto de fuentes naturales como de las
actividades humanas.
Una vez descritas las generalidades anteriores sobre la atmósfera, es
necesario precisarlas, estudiando las variaciones que tienen lugar en su
composición con la altura, la latitud y el tiempo.

2. Variaciones con la altura


Podría suponerse que los gases más ligeros (hidrógeno y helio especial-
mente) abundan cada vez más hacia la parte superior de la atmósfera, pero
TABLA 1.1
Composición media de la atm<5síera seca por debajo de los 25 km
Volumen %

Componente Símbolo {aire seco) Peso molecular

Nitrógeno N2 78,08 28,02


Oxígeno 02 20,94 32,00
Argón 1 Ar 0,93 39,88
Dióxido de carbono CO2 0,03 44,00
(muy variable)
Neón2 Ne 0,0018 20,18
Helio 2 He 0,0005 4,00
Ozono1 O2 0,00006 48,00
Hidrógeno H 0,00005 2,02
Criptón2 Kr Indicios
Xenón2 Xe Indicios
Metano Me Indicios

Productos de desintegración del potasio y del uranio.


1
Recombinación de oxígeno.
2
Gases inertes.
Fig. 1.1
la mezcla turbulenta en gran escala evita que se produzca esta separación por Variación mensual de la cantidad total de ozono presente en la atmósfera con la
difusión, incluso a alturas de varias decenas de kilómetros por encima de la latitud () en el hemisferio norte. Las unidades empleadas son 10-3 cm de ozono (en
condiciones normales de presión y temperatura) (de Godson, 1960).
superficie. Las variaciones con la altura que se observan están relacionadas
con la localización de las fuentes de los dos gases no permanentes más
importantes: el vapor de agua y el ozono. Puesto que ambos absorben parte de Ultravioleta del sol y, ésta origina la rotura de las moléculas de oxígeno en la
la radiación solar y terrestre, el balance de calor y la distribución vertical de capa que está situada entre los 80 y los 100 km aproximadamente (es decir,
temperatura .de la atmósfera se ven considerablemente afectados por la O2 = O + O). Estos átomos separados (O + O) pueden combinarse entonces
distribución de estos dos gases (véase capítulo 1, D.2 y 1, H). individualmente con otras moléculas de oxígeno, dando lugar al ozono.
El vapor de agua constituye hasta el 4% en volumen de la atmósfera (el 3
% en peso, aproximadamente) cerca del suelo, pero está casi totalmente O2 + O + M = O3 +M
ausente de ella por encima de los 10 o 12km. Pasa a la atmósfera por la
evaporación de las agua superficiales por la transpiración de las plantas, y la donde M representa la capacidad de movimiento y la energía necesarias que
turbulencia atmosférica lo transporta hasta la parte superior de la misma. La son proporcionados por el choque con un tercer átomo o molécula. Estos
turbulencia es más efectiva por debajo de los 10 km aproximadamente (véase choques de tres cuerpos son raros entre 80 y 100 km a causa de la bajísima
capítulo 1, H.1) y, puesto que la densidad máxima posible de vapor de agua densidad de la atmósfera, mientras que por debajo de los 35 km
en el aire frío es siempre muy baja (véase cap. 1, B.2), existe poco vapor de aproximadamente la mayor parte de la radiación ultravioleta incidente ha
agua en las capas superiores de la atmósfera. sido absorbida en los niveles superiores. Por lo tanto, el ozono se forma
El ozono (O3) se encuentra concentrado principalmente entre los 15 y los principalmente entre los 30 y los 60 km, donde son más probables. Los
35 km. Las capas superiores de la atmósfera reciben la radiación choques entre O y O2. El propio ozono es inestable y puede ser destruido,
tanto por choques con oxígeno monoatómico, en cuyo caso vuelve
a formarse oxígeno (es decir, O3 + O = O2 + O2), como por la acción que
la radiación ejerce sobre él.
La transformación constante del oxígeno en ozono y del ozono en
oxígeno por procesos fotoquímicos mantiene un equilibrio aproximado
por encima de unos 40 km, pero la proporción de mezcla del ozono es
máxima a unos 35 km, mientras que la densidad máxima de ozono se
encuentra mucho más abajo, entre los 20 y los 25 km. 1 Esto es el
resultado de algún mecanismo de circulación que transporta ozono hacia
abajo, a niveles en que su destrucción es menos probable, permitiendo
así una acumulación del gas. Aun así, es necesario darse cuenta de que, a
pesar de la importancia de la capa de ozono, si la atmósfera se
comprimiese hasta las condiciones normales (presión y temperatura
normales al nivel del mar), el ozono contribuiría sólo en unos 3 mm al
espesor total de 8-km de la atmósfera (fig. 1.1).
Los aerosoles penetran en la atmósfera por medio de la polución
causada, por el hombre y por las prácticas agrícolas, así como a través.de
los incendios forestales, la espuma marina, la actividad volcánica y el
polvo levantado por el viento. Las partículas de mayor tamaño bajan
rápidamente hasta la superficie o son lavadas por la lluvia a los pocos
días, pero las finas partículas procedentes de las erupciones volcánicas
pueden residir en la estratosfera por encima del nivel de los procesos
meteorológicos durante de 1 a 3 años.

3. Variaciones con la latitud y la estación


Las variaciones de la composición atmosférica con la latitud y la estación
son particularmente importantes por lo que respecta al vapor de agua y al
ozono.
El contenido de ozono es bajo en el ecuador y alto en latitudes
situadas por encima de los 50°N, especialmente en primavera (figura
1.1). Si la distribución de ozono fuese debida solamente a procesos
fotoquímicos, el máximo tendría lugar en junio, en las cercanías del
ecuador, mientras que la anomalía que se observa en la figura 1.1 tiene
que ser el resultado de un transporte de ozono hacia el polo.
Aparentemente, el movimiento tiene lugar desde las capas altas (30-40
km) de las latitudes bajas hasta las capas bajas (20-25 km) de las latitudes
más altas durante los meses de invierno. Allí se almacena el ozono
durante la «noche polar», dando lugar, hacia el comienzo de la
primavera, a una capa rica en ozono Aún no se conoce con certeza cuál es
el tipo de circulación que produce este

1
Proporción de mezcla = masa de ozono por unidad de masa de aire seco. Densidad = masa
por unidad de volumen.
transporte, aunque no parece tratarse de una circulación simple y directa. En el
hemisferio sur existe una distribución, semejante a la de la figura 1.1, excepto
que desde 55°S hasta el polo el máximo se produce más tarde y es menos
pronunciado que en el hemisferio norte.
El contenido de vapor de agua de la atmósfera está estrechamente
relacionado con la temperatura del aire (véase caps. 1, B.2, 2, A y B) y es, por
lo tanto, máximo en verano y en las latitudes bajas Existen, sin embargo,
excepciones evidentes a esta regla de carácter general, como son, por ejemplo,
las zonas desérticas situadas en los trópicos.
El contenido de dióxido de carbono del aire (unas 335 partes por millón,
por término medio) presenta una gran variación estacional en altas latitudes del
hemisferio norte. A 50°N dicha concentración oscila entre 335 p.p.m. a finales
de verano y 338 p.p.m. en primavera. Los valores bajos observados durante el
verano están relacionados con la asimilación de CO2 por los mares fríos de la
región polar A lo largo de todo el año tiene lugar un pequeño transporte neto de
CO2 desde las latitudes bajas a las altas, manteniéndose así constante su
contenido en el aire.

4. Variaciones con el tiempo FIG. 1.3


Observación del aumento de CO, atmosférico en Mauna Loa, Hawái (1957-1975)
Las cantidades de dióxido de carbono y de ozono que contiene la atmósfera estimas de 1860-1960 basadas en mediciones tempranas y tendencias proyectadas hacia
pueden variar en el transcurso de un período largo de tiempo; estos cambios el siglo XXI (según Keeling, Callendar, Machía, Broecker y otros), (a) y (b) indican los
tienen especial importancia a causa de su posible efecto sobre el balance de distintos escenarios de uso global de combustibles fósiles (de Kellogg y Schware, 1981).
radiación.
El dióxido de carbono (CO2) penetra en la atmósfera principalmente por la
Sin embargo, este equilibrio no es absoluto, ya que se estima que, entre 1870
acción de los organismos vivos de la tierra y el océano. La descomposición de y 1980, la cantidad total de dióxido de carbono en la atmósfera aumentó en un
elementos orgánicos del suelo y la quema de combustibles fósiles son fuentes 15 % (de 290 a 335 p.p.m.) a causa, según se cree de la creciente utilización de
secundarias adicionales (fig. 1.2). Es evidente que, si esta producción no combustibles fósiles. El uso actual de combustibles fósiles debiera haber
estuviese compensada de algún modo, la cantidad total de dióxido de carbono producido un incremento de aproximadamente un 30 %, pero aparentemente el
existente en la atmósfera aumentaría de una manera continua. Se mantiene un exceso es absorbido por la biosfera terrestre y los océanos.
equilibrio dinámico a causa principalmente de la fotosíntesis, que elimina El dióxido de carbono tiene un impacto significativo sobre la temperatura
aproximadamente el 3 % de la producción anual total de dióxido de carbono en global por la absorción y reemisión de radiación de la tierra y la atmósfera
el mundo. En los océanos, el dióxido de carbono se emplea en último término (véase fig. 1.6 y cap. 1, E). Los cálculos sugieren que el incremento de 370
en la producción de carbonato cálcico, destinado en parte a formar las conchas p.p.m. que se esperan para el año 2000 podría aumentar la temperatura media
y esqueletos de los animales marinos. En los continentes, la materia muerta se del aire cerca de la superficie en 5,5 °C en comparación con los años sesenta (en
convierte en humus, que puede transformarse posteriormente en combustible ausencia de otros factores).
fósil. Estas transferencias dentro de los océanos y la litosfera se dan e escalas de Los cambios en la concentración de partículas con el tiempo pueden ser
tiempo muy largas, comparadas con los intercambios atmosféricos. Tal como irregulares como en el caso de la producción de polvo volcánico, o pueden ser
indica la figura 1.2, los intercambios entre la atmósfera y los otros depósitos progresivos como en el caso de las partículas producidas por el hombre. En el
están prácticamente equilibrados. momento presente, la contribución del hombre (particularmente los sulfatos y
las partículas del suelo) es aproximadamente el
30 % del total, y esta cifra podría duplicarse en el año 2000. El efecto general
sobre la atmósfera inferior hoy se cree que puede ser de calentamiento,
mientras que el polvo volcánico tiene el efecto contrario.
Las variaciones de ozono pueden ser causadas por variaciones en la
emisión de las radiaciones ultravioleta solares. Se ha propuesto que este podría
ser el mecanismo para el cambio climático (véase cap. 8, C), dado que el ozono
absorbe la radiación solar y terrestre pero en el momento presente esta
hipótesis es muy especulativa.

B. MASA DE LA ATMÓSFERA

Es necesario examinar ahora algunas de las leyes mecánicas a que obedecen


los gases atmosféricos. Los factores principales que gobiernan los cambios de
presión vienen dados por dos sencillas leyes. La primera de ellas, la ley de
Boyle, nos dice que, a temperatura constante, el volumen (V) de una masa de
gas varía en proporción inversa a su presión (P), es decir:

FIG. 1.4
Porcentaje de la masa iota! de la atmósfera que se encuentra situada por debajo de los
80 km de altura. Esto ilustra el carácter superficial de la atmósfera terrestre.

donde K1 es una constante; la segunda, la ley de Charles, dice que, a presión usar la densidad, p (== masa/volumen) que el volumen al estudiar la at-
constante, el volumen es directamente proporcional a la temperatura absoluta mósfera, podemos volver a escribir la ecuación en la forma conocida como
(T, medida en °K)2, es decir:
de estado de los gases.
V = K2 T P = RT

Estas leyes implican que las tres variables —presión, temperatura y volu- 1. Presión total
men, son completamente independientes, por lo que cualquier cambio de una
El aire es muy compresible, de forma que sus capas inferiores son mucho
de ellas hará que se produzca un cambio que compense al primero en una o
más densas que las superiores) El cincuenta por ciento de la masa total de aire
en las dos restantes. Las leyes de los gases pueden combinarse para dar la
se encuentra por debajo de los 5 km (fig. 4.1) y la densidad promedio decrece
siguiente relación:
desde unos 1,2 kg/m3 en la superficie hasta 0,7 kg/m3 a 5000 m cerca del
límite extremo de la zona habitada por los humanos.
PV = RmT La presión se define como fuerza por unidad de superficie. Las unidades
utilizadas por los meteorólogos reciben el nombre de milibares (mb); un
donde m = masa de aire milibar es igual a la fuerza que ejercen 100 newtons sobre un metro cuadrado.
2
R = una constante de los gases para el aire seco. Si m y T se mantienen fijas, El aparato utilizado para medir la presión es el barómetro de mercurio, que,
obtenemos la ley de Boyle; si m y P se mantienen fijas, obtenemos la ley de en realidad, mide el peso de la columna de mercu-
Charles. Puesto que es más conveniente
2
Véase Apéndice 4.
rio que La atmósfera puede equilibrar en un tubo de vidrio colocado
verticalmente. La parle superior del tubo está cerrada y tiene un espacio
vacío, y la parte inferior, que está abierta, se sumerge en una cubeta de
mercurio. A causa de la presión que ejerce sobre la superficie del mercurio de
la cubeta, la atmósfera es capaz de mantener en el tubo una columna de
mercurio, de aproximadamente 760 mm de altura (unos 1013 mb). Sin
embargo, con el fin de poder comparar la presión en diversos puntos
geográficos, es necesario considerar todavía otro factor. Debe efectuarse una
corrección de las lecturas barométricas, a causa de las variaciones de presión
originadas por las diferencias de gravedad que, al nivel del mar, varía desde
9,78 m/s2 en el ecuador, hasta 9,83/s2 en los polos. Las lecturas de presión se
reducen al valor patrón de 9,81 m/s2 para 45° de latitud. Las lecturas del
barómetro de mercurio deben también ser corregidas, a causa de la dilatación
térmica del mercurio. La temperatura que se adopta como tipo es 0°C.
La presión atmosférica, dado que depende del peso de la atmósfera que
existe por encima de un nivel dado, disminuye logarítmicamente con la
altura. Esta relación queda expresada mediante la ecuación hidrostática: FIG. 1.5
Representación semilogarítmica de la presión de vapor de saturación en función de la
 temperatura (es decir, curva del punto de rocío). Por debajo de 0°C la presión de
vapor de saturación atmosférica es menor con respecto a una superficie de hielo que
es decir, la tasa de cambio de presión (p) con la altura (z) depende de la con respecto a una gota de agua. Por consiguiente, la condensación puede tener
gravedad (g) multiplicada por la densidad del aire (). Cerca de la superficie lugar sobre un cristal de hielo con una humedad de aire inferior a la que sería nece-
saria para la formación de gotas de agua.
el decrecimiento de la presión con la altura es aproximadamente de un
milibar por cada 10 m. Sin embargo, a medida que aumenta la altura, dicho
decrecimiento se hace más lento como consecuencia de la disminución de la la presión de vapor. Este límite recibe el nombre de «presión de vapor
densidad del aire. La temperatura del aire puede afectar al descenso de saturante». (eᵟ ) y la figura 1.5 ilustra su aumento con la temperatura, hasta
alcanzar un máximo de 1013 mb (una atmósfera) en el punto de ebullición. Al
presión, que es mayor en el aire frío y denso (véase cap. 3, C.1). No obstante,
intentar introducir más vapor de agua en el aire cuando la presión de vapor
la relación entre la presión y la altura es tan importante que los meteorólogos
corresponde a la saturación, se produce la condensación de una cantidad
expresan frecuentemente las alturas en milibares: 1000 mb representan el
equivalente de vapor. La figura 1.5 indica que, mientras la presión de vapor
nivel del mar, 500 mb unos 5500 m y 300 mb unos 9000 m. En el apéndice II
saturante tiene un valor único a cualquier temperatura por encima del punto de
se da un ábaco de conversión para una atmósfera ideal («atmósfera tipo»). La
fusión del hielo, la presión de vapor saturante por debajo de 0°C, sobre una
presión media a nivel del mar es de 1013,25 mb (equivalente a unos 1,03
superficie de hielo, es más baja sobre una superficie de agua subenfriada. En
kg/cm2). Por término medio, el nitrógeno contribuye con unos 760 mb, el
el capítulo 2, G.1 se tratará de la importancia de este hecho.
oxígeno con unos 240 mb y el vapor de agua con unos 10 mb. En otras
La presión de vapor (e) varía con la latitud y la estación del año, desde
palabras, cada gas ejerce una presión parcial independientemente de los
unos 0,2 mb sobre el norte de Siberia en enero hasta más de 30 mb en los
otros.
trópicos en julio, pero esto no aparece reflejado en la distribución de la
2. Presión de vapor presión total en superficie: la presión disminuye en la superficie cuando parte
del aire de las capas superiores es desplazado horizontalmente, y de hecho el
A una temperatura dada, existe un límite para la densidad del vapor de agua
aire en las zonas de grandes presiones está generalmente seco debido a
en el aire y, en consecuencia, existe también un límite superior para
factores dinámicos, particularmente a causa del movimiento vertical del aire
(véase capítulo 3, C.5), mientras que en las zonas de bajas presiones está
generalmente húmedo.
C. INSOLACIÓN
La fuente primordial; de la energía que recibe nuestra atmósfera es el sol cual radia
continuamente parte de su masa al espacio en forma de energía electromagnética y de
partículas animadas de gran velocidad. Esta emisión constante, llamada «insolación»,
es importante, ya que a la larga representa prácticamente la totalidad de la energía
de que dispone la tierra (con la excepción de una pequeña cantidad que proviene de
la desintegración radiactiva de los minerales terrestres). La cantidad de insolación
que recibe la tierra, suponiendo de momento que la atmósfera no produjese
interferencia alguna, se ve afectada por cuatro factores: la emisión solar, la
distancia sol-tierra, la altitud del sol y la longitud del día.

1. Emisión solar
El sol se comporta virtualmente como un cuerpo negro, lo que significa que
absorbe toda la energía que recibe y asimismo irradia energía a la máxima tasa
posible para una temperatura dada. Esta tasa (F) es directamente proporcional a la
cuarta potencia de la temperatura absoluta del cuerpo:
F = σT4 (ley de Stefan)
donde σ = 5.67 X 10-18 W/m2 K4 (la constante de Stefan-Boltzmann).3
Así, la emisión solar total al espacio, asumiendo una temperatura solar de
6000° K, es de 73,5 X 106 W m2. Sólo el 0,0005 % de ésta es interceptada por la
tierra, dado que la energía recibida es inversamente proporcional al cuadrado de la
distancia al sol (150 millones de km).
La energía recibida en la parte superior de la atmósfera sobre una superficie
perpendicular al rayo de sol para una distancia solar media se denomina constante
solar4 Las más recientes mediciones realizadas por un satélite indican un valor de
unos 1360 W/m2, o 1,95 cal/cm2 min. La figura 1.6 muestra las longitudes de onda
de la radiación solar de onda corta) y de onda larga (infrarroja) emitida por la tierra
y la atmósfera. Para la radiación solar, aproximadamente un 9 % es radiación
ultravioleta, un 45 % luz visible y un 46 % radiación infrarroja. La figura
Fig. 1.6
Representación logarítmica de la distribución espectral de la radiación solar y terrestre, junto
con las principales bandas atmosféricas de absorción. Las áreas cuadriculadas del espectro
infrarrojo indican las «ventanas atmosféricas» por donde la radiación escapa al espacio. La
radiación del cuerpo negro a 6000°K es la proporción del flujo de energía incidente en la parte
superior de la atmósfera. En el recuadro aparecen representadas las mismas curvas para la
radiación incidente y reflejada, con la longitud de onda expresada aritméticamente
3 (principalmente según Sellers, 1965).
Las unidades del Sistema Métrico Decimal (W = joule × s-1) se dan en el Apéndice 4. Actualmente
los datos en muchas referencias todavía se dan en calorías; una caloría es el calor requerido para elevar
la temperatura de 1 g de agua de 14,5°C a 15,5°C. En Estados Unidos, otra unidad de uso común es el
Langley (ly) (ly min-1 = 1 cal cm-2 min-1).
4
Ésta puede calcularse mediante (emisión solar × 4 πR2) (0,25 πO2), donde el radio del sol, Rs = 7 x
105 km, y la distancia solar, D = 1,5 X 108 km. Una esfera de radio r tiene una superficie de 4 π r 2.
ilustra la atmósfera del cuerpo negro de unos 250°K (— 23°C). Mientras que la
mayor parte de los sólidos y líquidos se comportan como cuerpos negros, no
sucede lo mismo con los gases, y la fig. 1.6 muestra las bandas de absorción de
la atmósfera causantes de que su emisión sea mucho menor que la de un cuerpo
negro equivalente. La longitud de onda de máxima emisión (λmax) varía
inversamente con la temperatura absoluta del cuerpo emisor:

Así la radiación solar es muy intensa y principalmente de onda corta entre


aproximadamente 0,2 y 4,0 µm, con un máximo (por unidad de longitud de
onda) en 0,5 µm, mientras que la radiación terrestre, mucho más débil, tiene su
máximo de intensidad a unos 10 µm y un orden de unos 4 a 100 µm (1µm = 1
micrómetro = 10 -6 m).
Se ha sugerido que la constante solar sufre pequeñas variaciones periódicas
1 %, quizás relacionadas con la actividad de las manchas solares, pero dado
que las determinaciones de la constante solar están sujetas a errores de similar
magnitud, se duda de la realidad de bichas fluctuaciones. Las manchas solares
son áreas oscuras (es decir, más frías) visibles en la superficie del sol. Su
número y posición cambian regularmente según un ciclo (de unos 11años). Las
variaciones tienen lugar dentro de la banda ultravioleta del espectro, y puede
emitirse más de veinte veces más radiación ultravioleta a ciertas longitudes de
onda durante un máximo de una mancha solar que durante un mínimo. Sin
embargo, aún no se ha demostrado que exista ninguna relación clara entre el
ciclo de 11 años de las manchas solares y las variaciones de tiempo a pesar de
los esfuerzos realizados para descubrirla. Adargo plazo, suponiendo que la
tierra se comporta como un cuerpo negro, una diferencia continua del 2 % en la
constante solar podría alterar hasta 1,2°C la temperatura media efectiva de la
superficie terrestre y un cambio del 10% podría alterar hasta 6°C esta
temperatura. La disminución que experimenta la temperatura junto al suelo en FIG. 1.7
un día de sol, cuando una nube intercepta temporalmente la radiación solar Los efectos astronómicos (orbitales) sobre la radiación solar que alcanza la tierra y
directa, ilustra nuestra dependencia de la energía radiada por el sol. sus escalas temporales. A) Excentricidad (período de ~95000 años; B) Inclinación axial
(41000 años); C) Bamboleo de la órbita axial (21000 años); que causa una desviación
en la contabilización del perihelio (D). E ilustra la geometría de las estaciones
2. Distancia del sol actuales (E según Strahler, 1965).

La distancia anualmente cambiante entre la tierra y el sol produce variaciones


energía recibida por una superficie perpendicular a los rayos en el perihelio de
estacionales en la cantidad de energía solar recibida. A causa de la excentricidad
3 de enero es superior en un 7 % a la que se recibe en el afelio de 4 de julio
de la órbita que la tierra describe alrededor del sol, la
(fig. 1.7). En teoría (es decir, sin tener en cuenta la interposición de la
atmósfera y la diferencia en el grado de conductividad entre las grandes masas
de tierra y las masas de los mares) a causa de esta diferencia, la temperatura
global efectiva junto a la superficie terrestre tendría que ser en enero 4°C más
elevada que en julio. Los inviernos del
Hemisferio norte habrían de ser también más cálidos que los del hemisferio sur y 90" S.
los veranos del hemisferio sur más cálidos que los del hemisferio norte. En la
práctica, la circulación de calor en la atmósfera y los efectos de la continentalidad
enmascaran sustancialmente esta tendencia global, y el contraste estacional
observado entre ambos hemisferios es el inverso del descrito. Además, el
semestre veraniego septentrional (21 de marzo - 22 de septiembre) es 5 días más
largo que el verano del hemisferio sur (22 de septiembre - 21 de marzo). Esta
diferencia cambia lentamente; hace unos 10000 años el afelio tenía lugar en el
invierno del hemisferio norte, y los veranos septentrionales recibían un 3-4 %
más de radiación que hoy en día. Dentro de 10000 años se presentará la misma
situación (véase fig. 1.7).
La figura 1.8 ilustra gráficamente las variaciones estacionales de recepción
de energía con la latitud. Las cantidades reales de radiación recibidas sobre una
superficie horizontal exterior a la atmósfera se dan en la tabla 1.2. La intensidad
sobre una superficie horizontal (Ih) se determina de FIG. 1.8
Ih = Io sen d, Variaciones de la insolación con la latitud y la estación para todo el globo en el supuesto de que no
existiese atmósfera. Esta suposición explica las cantidades anormalmente altas de insolación que
donde Io = constante solar y d = ángulo formado por la superficie y el rayo de se reciben en los polos durante el verano cuando la luz diurna dura 24 horas (según W. M. Davis;
de Strahler, 1965).
sol.

TABLA 1.2
3. Altura del sol Insolación en una superficie horizontal situada en el exterior de la atmósfera; las cifras vienen
dadas en w/m2. (Según K. Ya Kondratiev)
La altura del sol (es decir, el ángulo formado por sus rayos y la tangente a la
tierra en el punto de observación) afecta también a la cantidad de insolación que Fecha 90°N 70 50 30 0 30 50 70 90°S
es recibida en la superficie de la tierra. Cuanto mayor es la altura del sol, más 22 diciembre 0 0 88 233 421 520 528 540 574
concentrada es la intensidad de radiación por unidad de área en la superficie 4 febrero 0 12 144 284 438 486 454 392 404
terrestre. Además, la proporción de radiación que es reflejada por la superficie 21 marzo 0 153 287 387 447 387 287 153 0
varía considerablemente con la altura solar, especialmente en el caso de una 6 mayo 386 350 433 464 418 271 138 12 0
superficie de agua (véase cap. 1, D.5) Los factores principales que determinan 22 junio 538 505 494 487 394 218 82 0 0
la altura del sol son como es natural, la latitud del lugar, la hora del día y la
estación del año (figura 1.7). En el solsticio de junio la altitud del sol es
constantemente de 23 1/2° durante el día en el polo norte y el sol está tierra en el ecuador, por ejemplo, la duración del día se acerca a las 12 horas en
directamente en el cénit a mediodía en el trópico de cáncer (23 1/2°N). todos los meses, mientras que en los polos varía entre 0 y 24 horas del invierno
al verano (véase fig. 1.7).
4. Duración del día La combinación de todos estos factores se traduce en la configuración de
energía solar recitada en la parte superior de la atmósfera que aparece en la
La longitud del día afecta también a la cantidad de insolación recibida. Es
figura 1.8 Las regiones polares reciben la cantidad máxima de insolación durante
obvio que cuanto mayor es el tiempo en que luce el sol, mayor es la cantidad de
los solsticios de verano, que corresponden a los períodos de día continuo. La
radiación que podrá recibir una determinada porción de la
cantidad de insolación recibida durante el solsticio de diciembre en el
hemisferio sur es mayor que la recibida por el hemisferio norte durante el
solsticio de junio la causa de la ya mencionada
órbita elíptica que la tierra describe alrededor del sol (tabla 1.2).El ecuador fiere por conducción. La segunda forma de transferencia de energía por
tiene dos máximos de insolación en los equinoccios y dos mínimos en los conversión es indirecta, y comprende el calor latente. En este caso, no existe
solsticios, a causa del paso aparente del sol durante su doble movimiento cambio de temperatura. Siempre que el agua se convierte en vapor por
anual entre los hemisferios norte y sur evaporación (o ebullición) se requiere calor. A este se le designa como calor
latente de vaporización (L). A 0°C, L es de 2,50 × 106 J/kg de agua, o 597
cal/g. Generalizando más,
D. INSOLACIÓN RECIBIDA EN LA SUPERFICIE; SUS EFECTOS
L (106 J kg -l) ≈ (2.5 – 0.00235T)
1. Intercambio de energía en el sistema tierra-atmósfera
donde T está en °C. Cuando el agua se condensa en la atmósfera (véase cap.
Hasta ahora nos hemos limitado a describir la distribución de la insolación,
2, C) se desprende la misma cantidad de calor latente que la usada para la
como si toda ella llegase a la superficie de la tierra. Evidentemente, esta
evaporación a la misma temperatura. Del mismo modo, para fundir el hielo
visión del fenómeno no corresponde a la realidad, a causa del efecto que
a 0°C, se precisa el calor latente de fusión, que es de 0,335 × 106 J/kg (80
ejerce la atmósfera en el proceso de intercambio de energía.[La energía
cal/g). Si el hielo se evapora, sin fundirse, el calor latente de este proceso de
calorífica puede ser transmitida de tres maneras distintas:
sublimación es de 2,38 × 166 J/kg a 0°C (676 cal/ /g); (es decir, la suma de
α) Radiación. Las ondas electromagnéticas pueden transmitir energía (en los calores latentes de fusión y vaporización). En todos estos cambios de fase
forma de calor y de luz) entre dos cuerpos, sin que sea necesaria la del agua se dan transferencias de energía. Volveremos a otros aspectos de
intervención de un medio material a una velocidad de 300 X 106 m/s (es decir, estos procesos en el capítulo 2.
a la velocidad de la luz). Esto es lo que ocurre con la energía solar a través del
espacio. Sin embargo la atmósfera terrestre permite sólo el paso de la 2. Efecto de la atmósfera
radiación correspondiente a ciertas longitudes de onda e impide el de las otras
β) Conducción. En este fenómeno, el calor pasa de un punto a otro de un Casi toda la radiación solar es virtualmente de onda corta, con longitudes, de
cuerpo por medio de la transmisión del movimiento de las moléculas onda menores que 4 µm (fig. 1.6). Aproximadamente un 18% de la energía
adyacentes Puesto que el aire es mal conductor, este tipo de transmisión de que llega a la atmósfera es absorbida por el ozono y el vapor de agua. El ozono
calor puede despreciarse en la atmósfera, pero es importante en el suelo. absorbe toda la radiación ultravioleta de longitud de onda menor que 0,29 µn
γ) Convección. Tiene lugar en los fluidos (incluso gases) que son capaces (2900 Å), y el vapor de agua absorbe, en menor cantidad, las radiaciones
de desarrollar circulaciones en su seno y de redistribuir así el calor en su correspondientes a unas estrechas bandas situadas entre 0,9 µm y 2,1 µm
masa. La baja viscosidad del aire y su consiguiente fluidez hacen que sea éste (véase fig. 1.6) Alrededor del 30 % de dicha radiación es reflejada
el medio principal de transmisión de calor en la atmósfera. Debe tenerse en inmediatamente al espacio por la atmósfera, las nubes y la superficie terrestre,
cuenta que la «convección forzada» (turbulencia mecánica) es debida a la por lo que, en realidad, es sólo el 70 % restante lo que calienta la tierra y la
formación de remolinos cuando el aire fluye sobre superficies desiguales, atmósfera. La mayor parte de esta cantidad acaba por calentar la atmósfera,
incluso cuando no existe ningún calentamiento superficial que origine la pero gran parte de este calor es recibido secundariamente por la atmósfera por
convección térmica «libre». vía de la superficie terrestre. La retención de esta energía por la atmósfera es
de suma importancia, ya que, si no se produjese, la temperatura de la tierra
La convección transfiere energía en dos formas. La primera es el descendería en unos 40°C, con que la vida sería prácticamente imposible. La
contenido en calor sensible del aire (llamado entalpia por los físicos) que se superficie absorbe el 45% de la energía disponible en la capa superior de la
transfiere directamente por elevación y mezclado del aire calentado) Se atmósfera y las vuelve a emitir hacia el exterior en forma de ondas largas
define como cpT, donde T es la temperatura y cp es el calor específico a una (infrarrojo) de longitud de onda mayor que 3 µm (fig. 1.6). La mayor parte de
presión constante (el calor absorbido por unidad de masa con un aumento de esta energía de onda larga puede ser absorbida por el vapor de agua, el dióxido
una unidad de temperatura) El calor sensible también se trans- de carbono y el ozono que están presentes en la atmósfera, mientras que el
resto escapa al espacio exterior a través de las lla-
FIG. 1.10
Porcentaje de la reflexión, absorción y transmisión de la radiación solar correspon-
dientes a capas de nubes de diverso espesor (según Hewson y Longley, 1944).

FIG. 1.9
Distribución media anual de la radiación solar según la latitud (en w/m2 y Kcal/cm2
año).Del 100 % de radiación que penetra en la capa superior de la atmósfera, un 23 tente y de su espesor (véase fig. 1.10). La proporción de radiación incidente
% es reflejada de nuevo al espacio por las nubes, un 4 % por el aire (y además el que es reflejada se denomina albedo o coeficiente de reflexión (expresado
polvo y el vapor de agua) y un 4 % por la superficie de la tierra. Las nubes absorben
un 3 %, el aire un 21 % y la tierra un 45 % (de Sellers, 1965). como una fracción o porcentaje). El tipo de nubes afecta al albedo. Las
mediciones realizadas con ayuda de aviones muestran que el albedo de un
grupo completo de nubes va desde un 44 a un 50 % para los cirrostratos a un
madas «ventanas de radiación», principalmente entre 8 y 13 µm (véase fig. 90% para los cumulonimbos. Los albedos promedio, como los determinados
1.6). En la figura 1.9 aparecen ilustradas las distintas influencias que la por satélites, aviones y mediciones de superficie, se encuentran resumidos
atmósfera, las nubes y la superficie de la tierra ejercen en la reflexión y en la tabla 1.3.
absorción de la radiación solar en las diversas latitudes. (En el cap. 1, F, se La radiación solar (directa, Ǫ y difusa, q) total (o global) recibida en la
efectúa un análisis más completo del balance total de calor del sistema superficie en un día nublado es:
tierra-atmósfera.)
Ǫ + q = (Ǫ + q)0 [β + (1 - 0)(1 - c)]
3. Efecto de la nubosidad
donde (Ǫ+ q)0 = radiación total con cielo despejado;
La nubosidad, si es lo suficientemente espesa y completa, puede formar una c = nubosidad (en décimas);
importante barrera que impida la penetración de la insolación. La cantidad de β = un coeficiente que depende del tipo de nube y de su espesor y de la altura
insolación que se refleja depende de la cantidad de nubes exis- de la capa de atmósfera que tiene que atravesar la radiación.
Tabla 1.3
El albedo promedio (integrado) de diversas superficies
(0,3 — 4,0 .µm)
Planeta Tierra 0,31
Superficie global 0,14-0,16
Nube 0,23
Cumulonimbos 0,9
Estratocúmulos 0,6
Cirros 0,4-0,5
Nieve reciente 0,8-0,9
Nieve en fusión 0,4-0,6
Arena 0,30-0,35
Hierba, cultivos de cereales 0,18-0,25
Bosques caducifolios 0,15-0,18 FIG. 1.11
Bosques de coníferas 0,09-0,15 Cantidad media de insolación recibida, según la latitud, en la capa superior de la atmósfera y en la
Pluviselva tropical 0,07-0,15 superficie terrestre, durante el solsticio de junio.
Masas de agua* 0,06-0,10
* Aumenta bruscamente a ángulos solares bajos. la insolación, porque la situación geográfica de una región determina la duración
del día y también la distancia que los rayos oblicuos del sol tienen que recorrer a
través de la atmósfera. Sin embargo, los cálculos realizados demuestran que puede
despreciarse este último efecto en las zonas árticas, a causa, aparentemente, de que
El valor medio mensual de β en los Estados Unidos es aproximada- el bajo contenido del aire en vapor limita la absorción troposférica La figura 1.11
mente de 0,35; por tanto: indica que, en la parte superior de la atmósfera situada sobre el polo norte existe un
máximo de insolación muy marcado en el solsticio de junio, a pesar de lo cual en la
superficie se absorbe sólo un 30 % de esta radiación. Esto puede compararse con el
(Ǫ + q) - (Ǫ +q)0 [1 -0,65 c].
promedio global del 45 % que es la cantidad de radiación solar absorbida en la
El efecto de la nubosidad opera también en sentido contrario, ya que una superficie. La diferencia entre ambas cifras se explica por la gran cantidad de
capa de nubes retiene la mayor parte del calor que, de otro modo, sería perdido nubosidad que existe en verano sobre las zonas árticas, así como también por la
por la tierra en forma de radiación a lo largo del día y de la noche. Este papel gran reflectividad de la nieve y de las superficies de hielo. Este ejemplo ilustra la
altamente negativo de las nubes significa que su presencia hace disminuir complejidad del balance de radiación y la necesidad de tener en cuenta la
apreciablemente el espectro de temperaturas diarias evitando máximas altas interacción de diversos factores.
durante el día y mínimas bajas por la noche. Además de interferir en la Un efecto especial observado en la recepción de radiación a diversas latitudes
transmisión de la radiación, las nubes actúan como depósitos temporales de es que las temperaturas máximas de la superficie de la tierra no se registran en el
calor, puesto que absorben una cierta proporción de la energía que interceptan. ecuador/como sería de esperar, sino en los trópicos. Existe un cierto número de
El efecto de esta absorción de radiación solar aparece ilustrado en las figuras factores que hay que tener en cuenta. La migración aparente del sol en el cénit!
1.10 y 1.11. 6S~relativamente rápida durante su paso sobre el ecuador, pero su velocidad
4. Efecto do la latitud disminuye a medida que se aproxima a los trópicos. Entre 6°N y 6°S los rayos del
sol permanecen
Como ya se indica en la figura 1.8, las distintas partes de la superficie terrestre
reciben distintas cantidades de insolación. Un factor .que controla este hecho es
este hecho es la época del año de que se trate: se recibe más insolación en
verano que en invierno por la mayor altura del sol y la mayor duración de los
días. La latitud ejerce un control muy importante sobre
(según Budyko; de Sellen. 1965). Las cantidades máximas corresponden a los desiertos cálidos, en los que hasta un SO
% de la radiación solar que anualmente penetra en la parte superior de la extraordinariamente limpia atmósfera alcanza
Cantidad anual de radiación procedente del sol en una superficie horizontal situada al nivel del mar, en kcal/cm2 año
casi verticales durante sólo 30 días de los equinoccios de primavera y
otoño, por lo que no hay tiempo suficiente para almacenar calor en la
superficie y originar altas temperaturas. Por el contrario, entre los 17,5° y
los 23,5° de latitud los rayos del sol caen verticalmente durante 86 días
consecutivos en el período del solsticio. Este período de mayor duración,
junto con el hecho de que en los trópicos los días son más largos que en el
ecuador, son la causa de que las zonas de máximo calentamiento estén más
cerca de los trópicos que del ecuador. En el hemisferio norte este
desplazamiento hacia el polo de la zona de máximo calentamiento viene
acentuado por el efecto de la «continentalidad» (véase cap. 1, D.5); la
relativa escasez de nubes y los cinturones subtropicales de alta presión
constituyen un factor adicional. Los cielos despejados influyen mucho en
la gran cantidad de radiación que reciben estas zonas a lo largo de todo el
año (fig. 1.12). En la figura 1.12 se indica el resultado neto de estas
influencias en términos de la radiación solar anual media sobre una
superficie horizontal a nivel del suelo, y en la figura 1.13 en términos de
las temperaturas diarias medias a la sombra. En los continentes; los valores
más elevados se registran entre los 23°N y los 10°-15°S. En consecuencia,
el «ecuador térmico» medio anual (es decir, la zona de máxima
temperatura) está situado alrededor de los 5°N. A pesar de ello, las
temperaturas superficiales medias de la tierra, reducidas a nivel del mar
medio, están ampliamente relacionadas con la latitud (figs. 1.14 y 1.15).

5. Efecto de la tierra y el mar


Otro importante control del efecto que produce la radiación- solar que
llega a la tierra proveniente de las distintas maneras en que, la tierra
y el mar son capaces desaprovecharla. Mientras el agua tiene una cierta
tendencia a almacenar el calor que recibe, la tierra en contraste, lo
devuelve rápidamente a la atmósfera. Son varias las razones de este hecho.
Una gran parte de la insolación es reflejada hacia la atmósfera sin que
produzca ningún calentamiento de la superficie de la tierra. La proporción
depende del tipo de superficie (tabla 1.3). Para las superficies de tierra, el
albedo oscila generalmente entre 8 % y 40 % de la radiación recibida. La
cifra que corresponde a los bosques es del 9 al 18 %, según el tipo de árbol
y la densidad del follaje (véase cap. 7, B); para la hierba es
aproximadamente del 25 %; para las ciudades del 14 al 18 % y para la
Fig. 1.12

arena del desierto del 30. La nieve llana y recién caída puede reflejar hasta
el suelo.

un 85 % de la radiación solar, mientras que la superficie del mar refleja


muy poco, a menos que el ángulo de incidencia de los rayos del sol sea
pequeño. Él albedo de una superficie de agua en calma es sólo del
Fig. 1.13
Temperaturas máximas diarias medias (en C, a la sombra) (según Ransom, 1963).

Fig. 1.14
Temperaturas (°C) medidas a nivel del mar en enero. La posición del ecuador térmico se halla
indicada aproximadamente por la línea de trazos
Temperaturas a nivel del mar en julio (°C). La, líneas de trazos indican aproximadamente la posición del ecuador térmico.
Fig. 1.16
Representación esquemática del espectro de energía de la radiación solar (en unidades
arbitrarias) que penetra a través de la superficie del mar hasta profundidades de 0,1,
1, 10 y 100 m. Aparece ilustrada en este esquema la absorción de la radiación
infrarroja por el agua y se indican también las profundidades a que penetra la ra-
diación de la luz visible (de Sverdrup, 1945).

2 al 3 % para un ángulo de elevación solar que exceda los 60°, pero es más del
50 % cuando el ángulo es de 15°.
La radiación solar absorbida en la superficie se determina a partir de las
medidas de radiación incidente y del albedo (a). Puede expresarse en la forma
(Ǫ + q) (1 - a)

donde el albedo viene expresado en centésimas. Una superficie nevada


absorberá tan sólo aproximadamente el 15 % de la radiación incidente,
mientras que la cifra correspondiente al mar excede en general del 90 %. La
mayor o menor facilidad, que tiene el mar para absorber el calor recibido
depende tambien de su transparencia. Hasta un 20 % de la radiación llega a
penetrar hasta los 9 m. La figura 1.16 da alguna información, acerca de la
energía absorbida por el mar a distintas profundidades. Sin embargo, el calor
absorbido por el mar es arrastrado hasta considerables profundidades por la
mezcla turbulenta de las masas de agua debida a la acción de las olas y las
corrientes. Por ejemplo, la figura 1.17 ilustra el calentamiento del mar del
Norte en verano hasta una profundidad de
Fig. 1.15
ya que no transmite el calor. Cuanto mayor es la humedad del suelo, mayor
es su conductividad, ya que el agua rellena los poros de la tierra, pero si la
humedad es demasiado elevada, aumenta la capacidad calorífica del suelo,
con lo que se reduce su respuesta a la temperatura.Las profundidades
relativas sobre las que tienen efecto las variaciones anuales y diurnas de
temperatura en suelos húmedos y secos son las siguientes:

Variación Variación
diurna anual
Suelo húmedo 0,5 m 9m
Arena seca 0,2 m 3m

Sin embargo, la variación real de temperatura es mayor en los suelos secos.


Por ejemplo, en Sapporo, Japón, se observaron los valores siguientes de
oscilación de la temperatura diurna durante días de verano despejados:

Arena Marga Turba Arcilla

Superficie 40°C 33°C 23°C 21°C


5 cm 20 19 14 14
15 cm 7 6 2 4
Fie. 1.17
Temperaturas medias de los 100 m superiores del mar del Norte, correspondientes a los meses de
febrero, mayo, agosto y noviembre (de Lumb, 1961; derechos de la Corona reservados).
La diferencia entre el modo de calentamiento de la tierra y del agua estriba
también en el distinto «calor específico» de ambos cuerpos. El calor
40 m. En un agua completamente estancada, la penetración anual de calor sería aparente específico (c) de una sustancia puede ser representado por el número de
tan sólo hasta unos 3 o 4 m. unidades térmicas que son necesarias para elevar un grado (Celsius) la
La diferencia de temperatura existente entre las superficies del suelo y el mar aparece temperatura de una unidad de masa. En unidades cgs el calor específico del
reflejada en la figura 1.18 donde se representan la temperatura del suelo en Kaliningrado agua es de 1,0 cal/g °C (4,18 J/g °K). El calor específico del agua es mucho
(Köningsberg) y las desviaciones de la temperatura del mar con respecto a la media anual, mayor que el de la mayoría de las sustancias comunes, por lo que el agua
a diversas profundidades, en el golfo de Vizcaya. La transmisión de calor en el suelo se debe absorber una cantidad de energía para elevar su temperatura que es
realiza casi totalmente por medio de la conducción y el grado de conducción varía con el cinco veces mayor que la que necesita la misma misa de tierra seca. Así, para
contenido de humedad y la porosidad de cada sueloen particular. la arena seca c = 0,84 J/g °K (0,2 cal/g °C)
El aire es muy mal conductor y, por esta razón, un suelo que presente una superficie Si se consideran unidades de volumen de agua y de suelo, la capacidad
suelta y arenosa se calienta rápidamente durante el día, calorífica, pe, del agua, donde p = densidad (pe — 4,18 X 10" ]/ /m °K, o 1,0
cal/cm3 °C), es aproximadamente el triple de la de la arena (pe = 1,3 X 106
J/m3 °K, o 0,3 cal/cm3 °C) si ésta está seca y el doble si está húmeda. Cuando
esta agua se enfría, se invierte la situación,
Fig. 1.18 Fig.1.19
Variación anual de temperatura a distintas profundidades del suelo en Kaliningrado Regímenes de temperaturas anuales medias en varios climas y la relación con la in-
(arriba) y del mar en el golfo de Vizcaya (aproximadamente 47° N y 12" O) (abajo), solación. Arriba Temperaturas en localidades de las latitudes medias marítimas (At-
ilustrativas de la penetración de la energía solar hasta profundidades relativamente lantic City) y continentales (Concordia, Kansas). También se da una curva de la
grandes en los océanos, contrariamente a lo que sucede en la tierra. En la figura insolación representativa. Se han indicado en las curvas de temperatura puntos má-
inferior aparecen las desviaciones de temperatura con respecto a la media anual ximos y mínimos, que ilustran los retrasos respecto a la curva de insolación (datos de
correspondientes a cada profundidad (de Geiger, 1965, y Sverdrup, 1945). Trewartha; según Strahler, 1951). Abajo Regímenes de temperaturas anuales medías
en Poona (monzónica), Brazzaville (ecuatorial), Stornoway (temperatura marítima) y
Winnipeg (temperatura continental).
Fig. 1.20
Anomalías de la temperatura mundial (es decir. diferencia entre la temperatura registrada. [C] y la media correspondiente a aquella latitud)
correspondiente, a enero (arriba) y julio (abajo), Las líneas continuas representan anomalías positivas y las de trazos las negativas
ya que entonces se desprende una gran cantidad de calor. Si se enfría tan sólo
0,1 °C una capa de agua de 1 m de espesor, desprenderá calor suficiente para
elevar 10 °C la temperatura de una capa de aire de aproximadamente 30 cm de
espesor. En este sentido, los océanos constituyen una eficaz reserva de la
mayor parte del calor mundial. Del mismo modo, la evaporación del agua del
mar ocasiona una gran pérdida de calor, ya que se necesita gran cantidad de
energía para evaporar incluso una pequeña cantidad de agua (véase cap. 2, A).
Estas diferencias entre la tierra y el mar contribuyen a dar origen al
fenómeno que se conoce con el nombre de «continentalidad» la continentalidad
implica, en primer lugar, que una superficie terrestre se calienta y se enfría
mucho más rápidamente que una superficie oceánica. En la tierra, el desfase
entre los períodos de insolación máxima y mínima y las temperaturas
superficiales máxima y mínima es sólo de un mes, pero en el océano y en las
estaciones costeras el desfase puede ser de hasta dos meses (fig. 1.19). En
segundo lugar, las oscilaciones anuales y diarias de temperatura son menores en
las estaciones costeras, que en las situadas tierra adentro. La figura 1.19
ilustra la variación anual de temperatura en Winnipeg y Stornoway, mientras
que la figura 1.24C muestra las oscilaciones diarias registradas en zonas
continentales y marítimas. Este fenómeno será descrito con mayor amplitud
más adelante. Ejercer efecto de la continentalidad proviene de la distribución
en el globo de tierras y mares. La escasez de mares en el hemisferio norte hace
que los veranos de éste sean más cálidos, como promedio, que los del
hemisferio sur y sus inviernos más rigurosos (22,4°C en verano contra 17,1
°C y 8,1°C en invierno contra 9,7°C). El calor almacenado en los océanos Fig. 1.21
hace que éstos sean más cálidos en invierno y más frescos en verano que las Temperaturas de la superficie marina de la costa este de los Estados Unidos a las 9,00
tierras situadas a la misma latitud, aunque las corrientes marinas den lugar a horas radiomagnéticas del 15 de febrero de 1971, estimadas a partir de fotografías
alguna desviación de esta, regla, a nivel local. La distribución de las anomalías infrarrojas (véase lám. 2) Las cifras representan las temperaturas puntuales que fueron
de temperatura de cada latitud en enero y julio (fig. 1.20) ilustra el significado medidas mediante un radiómetro de barrido. En G se indican las aguas de la
de la continentalidad y también la influencia de las corrientes en invierno en plataforma, más frías, (8°-14°C); las aguas intermedias de las laderas (H) tienen
temperaturas superficiales de 14°-22°C; la superficie de la Corriente del Golfo (I) está a
el Atlántico norte y en el Pacífico septentrional (compárese con la figura 26°-28°C y muestra fuertes gradientes de temperatura a lo largo de algunos de sus
3.26). márgenes (I) (según Rao et al.; de WMO, 1973).
Hoy en día pueden estimarse las temperaturas marinas mediante el uso
de la fotografía infrarroja desde satélites (véase cap. 1, E). La lámina 2 es
una fotografía infrarroja tomada de noche de la costa sudeste de los Estados 6. Efecto de la elevación y la topografía
Unidos en la cual aparecen las temperaturas de la superficie marina en varias Cuando nos limitamos a considerar estos fenómenos a escala local, obser-
zonas sombreadas grises y en la que las áreas más oscuras representan la vamos que incluso las diferencias de elevación del terreno y la orientación
serpenteante Corriente del Golfo, relativamente cálida. A partir de este tipo de su superficie controlan de un modo sorprendente la cantidad de insolación
de fotografías pueden elaborarse mapas de las temperaturas marinas como recibida.
puede verse en la figura 1.21. Es evidente que ciertas vertientes están más expuestas al sol que otras y
que las grandes elevaciones, que tienen una masa de aire por encima de ellas
mucho menor (véase fig. 1.4) reciben con cielo despejado, una cantidad de
insolación considerablemente mayor que las localidades situadas
la insolación teórica máxima recibida en dos lugares del hemisferio norte. Se
aprecia claramente la influencia general de la latitud sobre las cantidades de
insolación, pero puede observarse asimismo que al aumentar la, latitud la
pérdida de insolación es relativamente mayor en las laderas orientadas al
norte que en las orientadas al sur. La intensidad de radiación en una superficie
inclinada (Is) es:

I3 = I0 cos γ

donde γ — ángulo formado por el rayo de sol y la normal a la superficie. El


relieve del terreno, puede influir también en la cantidad de insolación y en el
tiempo de exposición al haz solar directo, cuando una barrera de montaña
priva de sol durante ciertos momentos del día a los lugares situados en sus
valles y laderas. En muchos valles alpinos puede apreciarse que la vida y los
cultivos están concentrados notablemente en las vertientes orientadas al sur
(ladera soleada), mientras que las vertientes orientadas al norte (ladera
sombría) siguen pobladas de bosque.

E. RADIACIÓN INFRARROJA DE LA TIERRA

La radiación procedente del sol llega a la tierra principalmente en forma de


onda corta y sale de ella en forma de onda larga (véase figura 1.6). La emisión
infrarroja de la superficie es ligeramente inferior a la de un cuerpo negro a la
Fig. 1.22 misma temperatura y, consiguientemente, la ecuación de Stefan (pág. 26)
Promedio diario de la radiación solar directa (w/m2) incidente en la superficie, con queda modificada por un coeficiente de emisividad (E) que generalmente
cielo despejado, en Tréveris, Alemania Occidental, y Tucson, Arizona, en función de tiene un valor entre 0,90 y 0,95, es decir, F = εσT4. La figura 1.6 muestra que
la pendiente, aspecto, hora del día y estación del año (según Geiger, 1965, y Sellers, la atmósfera absorbe más la radiación infrarroja (debido al efecto del vapor de
1965).
agua, el dióxido de carbono y el ozono), excepto entre unos 8,5 y 13,0 µm: la
«ventana atmosférica». La opacidad de la atmósfera frente a la radiación
al nivel del mar. En las latitudes medias, la .intensidad de radiación solar infrarroja, relacionada con su transparencia a la radiación de onda corta, se
incidente aumenta en promedio de un 5 a un 15 % por cada 1000 metros de designa comúnmente como «efecto invernadero». Sin embargo, en el caso de
elevación en la troposfera inferior. Por ejemplo, la diferencia entre lugares un invernadero, el efecto del cristal es probablemente tan significativo en la
de los Alpes situados a 200 y 3000 metros puede ascender a 70 w/ /m2 en días reducción del enfriamiento por la restricción de la pérdida de calor por
estivales de cielo despejado. Sin embargo la pérdida neta de calor por turbulencia como en la retención de la radiación infrarroja.
radiación terrestre es también mucho mayor en las grandes elevaciones, Hay que poner de relieve que la radiación de onda larga no es meramente
porque la baja densidad del aire hace que se absorba menor cantidad de la terrestre en sentido estricto. Las irradiaciones atmosféricas al espacio y las
radiación reflejada. El efecto general se complica invariablemente a causa de nubes son particularmente efectivas dado que éstos actúan como cuerpos
la mayor nubosidad asociada a las cadenas montañosas, por lo que resulta negros. Por esta razón pueden hacerse mapas de la nubosidad y de la
imposible generalizar a partir de los pocos datos de que se dispone temperatura en las capas superiores de las nubes mediante satélites de día y de
actualmente. noche usando sensores de infrarrojos (véanse láms. 2 y 30).
La figura 1.22 ilustra el efecto de la orientación y la pendiente sobre
energía ganada por la atmósfera y la superficie en e1 diagrama de la izquierda y por la troposfera en el diagrama de la derecha. Los intercambios
Ba1ance de la energía atmosférica total (datos de Budyko y otros). Los transportes se explican en el texto. Las líneas de trazo continuo indican
El enfriamiento por radiación de las capas de nubes tiene un promedio de 1,5°C

están referidos a 100 unidades de radiación solar, que penetra por la parte superior de la atmósfera (igual a 0,5 cal/cm 2/min o 3 w/m2).
diarios.

F. BALANCE DE CALOR DE LA TIERRA

Ahora podemos resumir el efecto neto de las transferencias de energía en el


sistema atmosférico de la tierra como promedio para todo el globo y para un
período de un año.
La insolación incidente promedio para el globo es
2
Constante solar ×πr2/4πr
2
donde r = radio de la tierra y 4πr es la superficie de la esfera. Esta cifra es
aproximadamente de 340 W/m2,o 11 × 109J/m2 año (109 J = 1 GJ); por
conveniencia la consideraremos como 100 unidades. Según la figura 1.23, la
radiación incidente es absorbida en la estratosfera (4 unidades) principalmente
por el ozono, y 20 unidades son absorbidas en la troposfera por el dióxido de
carbono (1), el vapor de agua (13), el polvo (3) y las gotitas de agua de las
nubes (3). Veintitrés unidades son reflejadas de vuelta al espacio desde las
nubes que cubren aproximadamente un 55 % de la superficie terrestre como
promedio. Otras 4 unidades son reflejadas de forma similar desde la superficie
y 4 unidades son devueltas por disipación atmosférica. El total de radiación
reflejada es el albedo planetario (31 % o 0,31). Las 45 unidades sobrantes
alcanzan a la tierra ya sea directamente (24) o como radiación difusa (21)
transmitida por medio de las nubes o por difusión descendente. E1 efecto
difusor de las moléculas de aire y las partículas de polvo sóbrelas radiaciones
de longitud de onda visible (luz azul == 0,4 µm, roja = 0,7 µm) es mayor con
las longitudes de onda cortas, por lo que la luz del cielo aparece como de color
azul.
La configuración de la radiación terrestre saliente es completamente distinta
(fig. 1.23). La radiación de cuerpo negro, asumiendo una temperatura media
superficial de 288°K es equivalente a 113 unidades de radiación infrarroja
(onda larga). Esto es posible debido a que la mayoría de la radiación saliente es
reabsorbida por la atmósfera, como se ha descrito más arriba. Además, los
intercambios de radiación infrarroja comprenden a todo el globo, mientras que
la insolación afecta sólo al hemisferio iluminado por el sol. Únicamente unas, 6
unidades escapan a través de la ventana atmosférica directamente desde la
superficie, pero la atmósfera irradia 63unidades al espacio, al mismo tiempo que
rerradia casi el doble (97 unidades) de vuelta a la superficie (Ld)
PAG. 1.23
Esta transferencia de radiación puede expresarse simbólicamente:

Rn = (Ǫ + q) (1 - a) + Ln
donde Rn — radiación neta, (Ǫ + q) = insolación global, a — albedo y Ln
=radiación de onda larga neta. En la superficie Rn =29 unidades. Este superávit
es llevado a la atmósfera por la transferencia turbulenta de calor sensible, o
entalpia (6 unidades), y el calor latente (23 unidades).

Rn = LE + H
donde H = transferencia de calor sensible y LE = transferencia de calor latente.
También existe un flujo de calor hacia el suelo (cap. 1, D.5), pero para los
promedios anuales es aproximadamente de cero.
La figura 1.23 resume los balances totales en la superficie (±142 unidades) y
para la atmósfera (±60 unidades). El balance energético para el sistema completo
tierra-atmósfera se estima que es de ± 7 GJ/m2 /año (± 66 unidades). Estas
estimas aún son bastante aproximadas. Los satélites están proporcionando una
«visión superior» de los intercambios de radiación (véanse láms. 3A y 3B) e
indican un albedo planetario de sólo 0,29, que aparentemente es el resultado de la
medición de una cubierta de nubes menor, particularmente sobre los océanos
tropicales, del que ha sido determinado por observaciones terrestres. Sin
embargo, aún deben resolverse algunas dudas.
Las variaciones anuales y diurnas de la temperatura están directamente
relacionadas con el balance de radiación local. Bajo cielos despejados, en las
latitudes bajas y medias, el régimen diurno de intercambios de radiación
generalmente presenta un máximo de radiación solar absorbida a mediodía (fig.
1.24A). La superficie calentada del suelo también emite un máximo de radiación
infrarroja (de onda larga) (véase fig. 1.6) a mediodía, cuando está más caliente.
La atmósfera vuelve a irradiar la radiación infrarroja hacia abajo, pero existe una
pérdida neta en la superficie (Ln). La diferencia entre la insolación absorbida y Ln
es la radiación neta, Rn; ésta es generalmente positiva entre aproximadamente
una hora después de la salida del sol y una hora más o menos antes de la puesta de
sol con un máximo a mediodía. El retraso en la aparición de la máxima
temperatura del aire hasta aproximadamente las 14 hora local (fig. 1.24B) es
causado por el calentamiento gradual de aire por transferencia convectiva desde
el suelo. La mínima.se da al anochecer cuando el suelo aún está caliente; después
hay un ligero, aumento. El descenso de temperatura después del mediodía es
Fig. 1.24 retardado por el calor suministrado por el suelo. El mínimo en la temperatura del
Curvas que muestran las variaciones anuales y diurnas de la energía radiante y la
aire se da poco después del alba debido al retraso en la transferencia de calor
temperatura. A, Variaciones diurnas en la radiación solar absorbida y la radiación
infrarroja en latitudes medias y bajas. B, Variaciones diurnas en la radiación neta y la
temperatura del aire en las latitudes medias y bajas. C, Ordenes de temperatura anual y
diurno como función de la latitud y la situación continental o marítima (de Paffen,
1967).
de la superficie al aire. La configuración anual del balance de radiación y el
régimen de temperaturas es muy parecida a la diurna.
Existen unas variaciones latitudinales muy acusadas en las variación de
temperatura anuales y diurnas. En general, la variación anual es máxima en las
latitudes altas, con valores extremos a unos 65°N relacionados con los efectos
de continentalidad en Asia y América del Norte. La variación diurna alcanza un
máximo en los trópicos sobre áreas terrestres, pero es en la zona ecuatorial que
la variación diurna de calentamiento y enfriamiento excede a la anual (fig.
1.24C) Desde luego, este fenómeno está relacionado con el pequeño cambio
estacional en el ángulo de elevación solar en el ecuador.

G. ENERGÍA ATMOSFÉRICA V TRANSPORTE HORIZONTAL DE


CALOR

Hasta aquí hemos descrito los gases y demás constituyentes de nuestra


atmósfera y hemos dado alguna indicación acerca del intercambio calorífico en
la tierra. Hemos hecho referencia ya a dos formas de energía: energía interna (o
calor) debida ai movimiento de las partículas de aire y energía latente,
desprendida por condensación del vapor de agua. Existen también otras dos
importantes formas de energía: energía geopotencial, debida a la gravedad y a la
Fig. 1.25
altura sobre la superficie y energía cinética, asociada al movimiento, del aire. Ilustración meridiana del equilibrio existente entre la radiación procedente del sol y
Las energías geopotencial e interna están relacionadas .entre sí, puesto que si la emitida por la tierra y la atmósfera (datos de Houghton; según Newell, 1964); las
se calienta una columna de aire no sólo aumenta su energía interna, sino también zonas de superávit y déficit constantes se mantienen en equilibrio por el transporte de
la geopotencial como consecuencia de la dilatación vertical. En una columna energía hacia el polo (según Gabites).
que alcance la parte superior de la atmósfera, la energía geopotencial es
aproximadamente el 40 % de la energía interna. Por consiguiente, estas dos
energías se suelen estudiar juntas, con el nombre de energía potencial total (PE). menos de un modo indirecto, a las distribuciones de tiempo y clima ob-
Para la totalidad de la atmósfera servadas en el globo..
energía potencial ≃1024 Julios(5) (23,9 ╳ 1022 calorías) Las cantidades de energía recibidas en las distintas latitudes varían de un
energía cinética ≃ 1020 Julios modo sustancial: por término medio, el ecuador recibe cada, año 2,5 veces
más energía que los polos. Es evidente que si este proceso no se modificase de
En un apartado posterior (cap. 3, E) estudiaremos cómo la energía pasa de alguna manera, éstas diferencias de recepción ocasionarían una acumulación
una forma a otra, pero aquí basta con considerar la energía calorífica. Es masiva de calor en los trópicos (con el correspondiente aumento de
evidente que la recepción de energía calorífica varía mucho según la geografía, temperatura) y un déficit en los polos; Sin embargo, no parece que esto ocurra
y que este hecho puede conducir a grandes transmisiones laterales de energía a y la tierra, en conjunto, está aproximadamente en estado de equilibrio
través de la superficie de la tierra. Muchas de las investigaciones meteorológicas térmico, ya que es evidente que no existe región alguna que gane calor a
actuales están orientadas hacia el estudio de estos intercambios, ya que es expensas de otra. Algunos autores opinan que el Período Glacial constituyó
indudable que dan origen, por lo una excepción a esta regla. Una explicación de este equilibrio podría ser el
hecho de que existe un balance entre la energía recibida y la emitida en todas
las regiones del mundo. Sin embargo, las observaciones efectuadas
demuestran que no es así (fig. 1.25), ya que, mientras la radiación recibida
varía apreciablemente con los cambios de latitud, siendo máxima en el ecuador
y decreciendo hasta
5
Véase Apéndice 4.
un mínimo en los polos, la radiación emitida parece tener una distribución más
uniforme con la latitud a causa de las variaciones algo menores de la
temperatura atmosférica. Por lo tanto, es necesario buscar alguna otra
explicación.

1. Transporte horizontal de calor


Si se calcula la energía de radiación neta para la totalidad del sistema
tierra-atmósfera, se observa que existe un balance positivo entre 35°S y 40°N,
tal como aparece en la figura 1.24A. Puesto que los trópicos no se calientan ni
las latitudes altas se enfrían de un modo progresivo, debe producirse
constantemente una redistribución de energía térmica en el mundo, en forma
de un movimiento continuo de energía desde los trópicos hacia los polos. De
esta forma los trópicos ceden su exceso de calor Los valores latitudinales
medios de los componentes del balance de calor y los polos no alcanzan
condiciones de frío extremo. Si no se produjese este intercambio de calor en
sentido meridiano, tan sólo se alcanzaría un equilibrio de energía de radiación
si el ecuador fuese 14°C más cálido y el polo norte 25 °C más frío de lo que son
ahora. Este transporte de calor hacia los polos es realizado por medio de la
atmósfera y los océanos, y se estima que la primera transporta
aproximadamente dos tercios del total. El transporte horizontal (advección de
calor) tiene lugar tanto en forma de calor latente (es decir, vapor de agua que se
condensa luego) como de calor sensible es decir, masas de aire caliente) (fig.
1.26B). Varía en intensidad según la latitud y la estación del año. La figura
1.26B muestra la contribución media anual a la transmisión del calor de los tres
mecanismos. El coeficiente de transferencia máximo corresponde a la faja
situada entre los 35° y los 45° de latitud en ambos hemisferios, aunque las
distribuciones para cada componente difieren mucho de uno a otro. El
transporte de calor latente, que tiene lugar casi por completo en los dos o tres
kilómetros inferiores, es consecuencia de la existencia de cinturones
hemisféricos de viento que se encuentran a ambos lados de las zonas
subtropicales de alta presión (véase cap. 3, D). La más importante transmisión
de calor sensible en sentido meridiano tiene un doble máximo no sólo en
FIG. 1.26
A, Balance neto de radiación para la superficie terrestre de +76 kcal/cm2 año o 101
función de la latitud, sino también en un plano vertical, en el que existen
w/m2 (radiación entrante procedente del sol, 117 kcal/cm2 año o 156 w/m2 menos máximos cerca de la superficie y a 200 mb aproximadamente. El transporte en
energía transmitida a la atmósfera en forma de radiación de onda larga, 41 kcal/cm2 altura es particularmente importante sobre la zona subtropical, mientras que el
año o 55 w/m2); para la atmósfera de —76 kcal/cm2 año o 101 w/m2 (radiación máximo primario latitudinal sobre los 50° a 60 °N está relacionado con las
entrante procedente del sol, G3 kcal/cm2 año o 84 w/m2 menos energía saliente en borrascas móviles del oeste.
forma de radiación de onda larga, 139 kcal/cm2 año o 185 w/m2) y para la totalidad
del sistema tierra-atmósfera, cero (de Sellers, 1965). B, Distribución media anual se- La intensidad del flujo de energía hacia los polos está estrechamente ligada
gún la latitud de los componentes del transporte de energía hacia el polo (en 1019 al gradiente meridiano (es decir, de Norte a Sur) de temperatura. En invierno,
kcal/año; 1027 kw) en el sistema tierra-atmósfera (de Sellers, 1965). este gradiente de temperatura es máximo y, por consiguiente,
Fig. 1.27
Distribución global de la radiación neta anual, en kcal/cm2 (según Budyko, 1962).

Fig. 1.28
Distribución global delintercambio vectorial de calor latente, en kcal/cm2 (según Budyko
1962
también lo es la circulación hemisférica de aire. La naturaleza de los complejos mecanismos de
transporte se estudiará en el capítulo 3, E.
Tal como indica la figura 1.26B, una parte muy significativa de la energía térmica que reciben
los polos es transportada, en las latitudes baja por las corrientes, oceánicas. Realmente, las
recientes estimas obtenidas mediante satélites del transporte total de energía hacia los polos
requerido indican que las cifras previas son demasiado bajas. El transporte oceánico puede
constituir el 47 % del total a 30-35°N y llega al 74 % a 20°N. Son especialmente importantes la
corriente del Golfo y la de Kuro Shio. Como consecuencia de este factor, la ecuación del balance
de energía para una zona oceánica debe expresarse en la forma
Rn = LE + H + G + ∆A
donde ∆A = advección horizontal de calor debida a las corrientes y G = calor que se añade a o
procede del almacenado en el agua. El promedio anual de este último es aproximadamente cero.

Distribución global del intercambio vertical de calor sensible, en kcal/cm2 (según Budyko. 1962).
2. Distribución de los componentes del balance de calor en el espacio
Los valores latitudinales medios de los componentes del balance de calor estudiados en el apartado
anterior sufren grandes variaciones en el espacio. La figura 1.27 muestra la distribución global de
la radiación neta anual. A grandes rasgos, su valor disminuye desde aproximadamente unos 25°
de, latitud hasta los polos aunque como consecuencia de la considerable absorción de energía solar
por el mar, la radiación neta es mayor sobre los océanos donde excede de 120 kcal/cm2 (o 160
w/m2) entre 15 y 20 ー que sobre las zonas continentales, donde es aproximadamente de 60 a
80kcal/cm2 (80-105 w/m2 en las mismas latitudes. La radiación neta es también bastante, menor
en las zonas continentales áridas que en las húmedas, porque a pesar de que reciben mayor
insolación debido a su cielo despejado, también la pérdida de radiación terrestre neta es más
elevada.
En las figuras 1.28 y 1.29 aparecen representados los transportes de calor sensible y latente
hacia la atmósfera. En ambos mapas puede apreciarse que el flujo sobre los continentes tiene una
distribución muy distinta a la del flujo sobre los océanos. La pérdida de calor por evaporación es
máxima en las zonas oceánicas tropicales y subtropicales, donde excede de 120kcal/cm2/año (o 160
w/m2). Es menor cerca del ecuador, donde la velocidad del viento es algo más débil y el aire tiene
una presión de vapor próxima a la saturación (véase capítulo 2, A). En la figura 1.28 se aprecia
claramente que las corrientes cálidas principales aumentan considerablemente el coeficiente de
evaporación. Sobre los continentes
FIG. 1.29
la temperatura. La existencia de esta estructura ha sido confirmada por medio
de los radiosondas (que suministran también datos acerca del viento) y de las
investigaciones realizadas con ondas de la radio y, más recientemente, por
medio de los vuelos de cohetes y satélites con sistemas de sondeo (láms. 3A y
3B). De un modo general, puede considerarse formada la, atmósfera (fig.
1.30) por tres capas relativamente calientes (la inmediata a la superficie, otra
entre 50 y 60 km y la situada por encima de unos 120 km), separadas por dos
capas relativamente frías (una entre 10 y 30 km y otra a unos 80 km). Los
cortes de temperatura media correspondientes a enero y julio ilustran las
considerables variaciones con la latitud y las tendencias estacionales que
complican este esquema (figura 1.31).

1. Troposfera
La capa inferior de la atmósfera recibe el nombre de troposfera. Es la zona en
que los fenómenos de tiempo y la turbulencia atmosférica son más marcados y
contiene el 75% de la masa molecular o gaseosa, total de la atmósfera y
prácticamente todo el vapor de agua y todos los aerosoles. En general, la
temperatura desciende con la altura a través de toda la capa de ritmo medio de
unos 6,5 °C/km, y toda la zona suele estar coronada en la mayoría de lugares
por una inversión de temperatura (es decir, una capa de aire relativamente
cálido situada sobre otra de aire más frío) y en otros por un estrato isotermo con
Fig. 1.30
Distribución vertical generalizada de la temperatura y la presión hasta una altura de
la altura. Por lo tanto, la troposfera es, en gran parte, un sistema cerrado, ya que
aproximadamente 110 km. Nótese especialmente la tropopausa y la zona de máxima la inversión actúa como una «tapadera» que limita la convección (véase cap. 2,
concentración de ozono, sobre la que se encuentra una capa de aire caliente (basado en E). Esta capa de inversión o «techo del tiempo» recibe el nombre de
datos de Valley, 1965). «tropo-pausa».6 Su altura no es constante ni en el espacio ni en el tiempo;
Parece ser que la altura de la tropopausa en un punto cualquiera está relacionada
con la temperatura y la presión a nivel del mar, las cuales a su vez están
el transporte de energía es mayor en las regiones cálidas y húmedas. Es
asociadas a factores de latitud, estación y cambios diarios de la presión
mínimo en las zonas áridas, a causa de la escasa precipitación y en las latitudes
atmosférica a nivel del suelo. Existen marcadas variaciones en la altura de la
altas, donde existe poca energía disponible.
tropopausa a través de distintas latitudes (fig. 1.31): tiene una elevación de unos
El mayor intercambio de calor sensible tiene lugar en los desiertos
16 km en el ecuador, donde el calentamiento vertical y la turbulencia vertical
tropicales, donde más de 60 kcal/cm2/año (80 w/m2) son transportadas hacia la
convectiva son muy elevados, y de sólo 8 km en los polos.
atmósfera. En contraste con el calor latente, el flujo de calor sensible es
Los gradientes meridianos de temperatura en la atmósfera son, a grandes
generalmente débil sobre los océanos, donde alcanza tan sólo un valor de 20 a
30 kcal/cm2 (25-40 w/m2) en las zonas de corrientes cálidas. En realidad, rasgos, paralelos en verano y en invierno, y lo mismo ocurre
también se dan valores negativos (transporte hacia el océano) allí donde las
masas de aire cálidas procedentes de los continentes alcanzan las corrientes
frías.

H. LAS CAPAS ATMOSFÉRICAS


6
La atmósfera puede ser dividida convenientemente en un cierto número de Según la definición oficial, la tropopausa es el nivel más bajo en que el gradiente desciende a
capas horizontales bastante marcadas, basándonos principalmente en menos de o igual a 2°C/km (en el supuesto de que el gradiente, medio de la capa superior de 2 km no
exceda de 2°C/km).
con las tropopausas (fig. 1.31) y el fuerte gradiente inferior de temperatura en la
troposfera de las latitudes medias aparece reflejado en las fallas de la tropopausa
(véase también fig. 3.20). En estas zonas pueden tener lugar importantes
intercambios entre la troposfera y la estratosfera y viceversa. Los indicios de
vapor de agua penetran probablemente en la estratosfera por este medio y al
mismo tiempo, el aire estratosférico seco y rico en ozono puede ser arrastrado
hacia abajo, hacia la troposfera de las latitudes medias. Por ejemplo, en la parte
posterior de los sistemas de baja presión de latitudes medias, donde se observan
concentraciones de ozono superiores a las normales, la tropopausa suele ser baja.
Ambos hechos son probablemente la consecuencia de una subsidencia estratos-
férica que calienta la parte inferior de la troposfera y origina la transmisión de
ozono hacia abajo.

2. Estratosfera
La segunda de las grandes capas atmosféricas es la estratosfera, que se extiende
desde la tropopausa hasta unos 50 km. Aunque la estratosfera contiene la mayor
parte del ozono atmosférico (su densidad es máxima a unos 22 km), las
temperaturas máximas asociadas a la absorción de la radiación ultravioleta del
sol por el ozono no se alcanzan hasta que se llega a los niveles superiores de
mayor exposición, que constituyen la «estratopausa», en la que pueden
registrarse temperaturas superiores a los 0°C (fig. 1.31). En ella la densidad del
aire es mucho menor, de forma que incluso una absorción limitada produce un
gran aumento de temperatura. En verano la temperatura aumenta con la altura de
una manera bastante general, encontrándose el aire más frío en la tropopausa
ecuatorial. En invierno la estructura es algo más complicada, registrándose tem-
peraturas muy bajas, de unos —80°C como promedio, en la tropopausa
ecuatorial, que es la más elevada durante esta estación. También se encuentran
estas temperaturas tan bajas en la estratosfera media a gran altura, mientras que
por encima de los 50-60°N existe una región notablemente cálida en condiciones
casi isotermas de — 45°C a — 50°C. La atmósfera se ve afectada por marcados
cambios de temperatura, con la estación. La fría estratosfera invernal de la
«noche polar» experimenta espectaculares «calentamientos repentinos», que
van asociados a una subsidencia debida a los cambios de circulación a finales
de invierno o al comienzo de la primavera, cuando las temperaturas, a unos 25
km, pueden saltar de —80°C a —40°C en un intervalo de dos días. El
enfriamiento otoñal es un proceso más gradual. Investigaciones recientes
Fig. 1.31 realizadas en la estratosfera tropical han revelado que existe un régimen de
Vientos zonales medios (líneas continuas; valores expresados en nudos; los valores
negativos corresponden a vientos del Este) y temperaturas (en grados Celsius, líneas vientos casi bianual (de 26 meses) con vientos del Este en la capa que se extiende
de trazos); en esta configuración puede apreciarse la rotura de la tropopausa en las entre los 18 y los 30 km y que duran de 12 a 13 meses, seguido por
proximidades de la corriente en chorro de Ferrel (según Boville; de Haré, 1962). El
término «¡vientos del oeste de Ferrel» fue propuesto por F, K. Hare en honor de W.
Ferrel (véase pág. 174). Las líneas gruesas indican inversiones del gradiente vertical de
temperaturas de la tropopausa y la estratopausa.
otro de vientos del Oeste que dura un periodo semejante de tiempo. Este cambio el día y también más altas durante un máximo de las manchas solares, a pesar
empieza primero en los niveles altos y tarda unos 12 meses en descender de los de que los cambios sólo son representados en las velocidades cambiantes de
30 a los 18 km (10 a 60 mb). las moléculas de aire dispersas.
El averiguar hasta qué punto estos fenómenos que tienen lugar en la Por encima de los 100 km, la atmósfera se ve afectada progresivamente por
estratosfera están relacionados con los cambios de circulación y temperatura en rayos X y radiación ultravioleta procedentes del sol, que causan ionización o
la troposfera constituye uno de los problemas más importantes de la carga eléctrica al arrancar electrones cargados negativamente de los átomos de
investigación meteorológica actual. Sin embargo, se cree que, si existe alguna oxígeno y moléculas de nitrógeno, dejando al átomo o molécula con una carga
relación, debe ser muy compleja, ya que de otra manera / se habría hecho ya positiva neta (un ion). La aurora boreal y la aurora austral se originan por la
evidente. penetración de partículas ionizadas a través de la atmósfera desde unos 300 a
unos 80 km, especialmente en las zonas situadas a 20° o 25° de latitud de los
3. La atmósfera superior
polos magnéticos terrestres. Algunas veces, sin embargo, las auroras pueden
a. Mesosfera. Por encima de la estratopausa, las temperaturas medias aparecer a alturas de hasta unos 1000 km, demostrando la gran extensión de la
descienden hasta alcanzar un mínimo de unos —90°C alrededor de los 80 km. atmósfera enrarecida. El término «ionosfera» se emplea generalmente para
Esta capa se conoce comúnmente con el nombre de mesosfera aunque es preciso designar las capas de la atmósfera que están situadas por encima de los 80 km,
hacer constar que la terminología que se emplea para la atmósfera superior no aunque a veces se emplea sólo para designar la región de gran densidad de
tiene todavía aceptación universal. De hecho, algunos autores designan con el electrones, situada entre los 100 y los 300 km. En vista de esas distintas desig-
nombre de mesosfera la capa situada entre 20 y 80 km. Por encima de los 80 km, naciones, parece preferible evitar confusiones, empleando la terminología que
las temperaturas empiezan a aumentar de nuevo con la altura y esta inversión se hemos adoptado aquí.
designa con el nombre de «mesopausa». Es en esta región, en las altas latitudes,
c. Exosfera y magnetosfera. La base de la exosfera se encuentra entre unos 500
donde se observan las «nubes luminosas» durante las noches de verano. Al
y 750 km. En ella dejan de cumplirse las leyes de los gases (véase cap. 1, B) y
aparecer, su presencia se debe a partículas de polvo meteórico que actúan como
la tenue atmósfera está formada por átomos de oxígeno, hidrógeno y helio (de
núcleos para la formación de cristales de hielo cuando pequeñas cantidades de
los cuales aproximadamente un 1 % están ionizados). Los átomos neutros de
vapor de agua son arrastradas hacia arriba por la convección a alto nivel
helio e hidrógeno, que tienen un peso atómico bajo, pueden escapar hacia el
ocasionada por el descenso vertical de temperatura en la mesosfera.
espacio, puesto que la posibilidad de colisiones moleculares que los desvíen
La presión es muy baja en la mesosfera y desciende desde aproximadamente
hacia abajo se hace cada vez menor a medida que aumenta la altura. El hidró-
1 mb a 50 km hasta 0,01 mb a 90 km.
geno es sustituido por el procedente de la descomposición del vapor de agua y
b. Termosfera. Más allá de la mesopausa, las densidades atmosféricas son del metano (CH4) cerca de la mesopausa, mientras que el helio es producido
extremadamente bajas, aunque existe todavía una tenue atmósfera, por encima por la acción de los rayos cósmicos sobre el nitrógeno y por desintegración
de los 250 km, capaz de ofrecer resistencia a los vehículos espaciales. La parte lenta, pero constante, de los elementos radiactivos de la corteza terrestre.
inferior de la termosfera se compone principalmente de nitrógeno (N2) y La frecuencia de partículas ionizadas va aumentando a través de la
oxígeno tanto en forma molecular (O2) como atómica (O), mientras que por exosfera y más allá de los 200 km, en la magnetosfera, sólo hay electrones
encima de los 200 km predomina el oxígeno atómico sobre el nitrógeno (N2 y (cargados negativamente) y protones (cargados positivamente). Estas par-
N). Las temperaturas aumentan con la altura a causa de la absorción de radiación tículas cargadas están concentradas en dos zonas, a unos 3000 y 16 000 km
ultravioleta por el oxígeno atómico; es probable que se acerquen a 1200°K a 350 aproximadamente (conocidas con el nombre de cinturones de «radiación» de
km, pero estas temperaturas son esencialmente teóricas. Por ejemplo, los Van Allen), aparentemente como consecuencia de la captura por el campo
satélites artificiales no alcanzan tales temperaturas a causa del enrarecimiento magnético terrestre. Las partículas de alta energía son emitidas por el sol en
del aire. Las «temperaturas» en la termosfera superior y la exosfera experi- una corriente llamada viento solar. La magnetosfera tiene una cola extendida
mentan amplias variaciones diurnas y estacionales. Son mayores durante en el lado de la tierra más alejado del sol, pero en el lado que da al sol es
comprimida por el viento solar a una distancia de
aproximadamente diez veces el radio terrestre (57 000 km) La investigación deta-
llada de estas dos zonas fue posible a partir de 1958, gracias a los satélites, pero el
estudio de este límite exterior cae dentro del dominio de la «magnetohidrodiná-
mica». A pesar de ello, las alteraciones de estas regiones superiores de la atmósfera
causadas por manchas solares pueden tener un significado meteorológico a niveles
inferiores. A una altura de 80 000 km aproximadamente, es probable que la
atmósfera terrestre se mezcle con la del sol, pero incluso las definiciones adecuadas
de atmósfera, viento y temperatura son inciertas en estas regiones.
1. VARIACIÓN DE LA TEMPERATURA CON LA ALTURA
En el apartado anterior se han descrito, de manera general, las características del
perfil vertical de temperaturas en la atmósfera, pero es necesario examinar ahora
con más detalles algunas de las propiedades del gradiente de temperatura en los
niveles bajos.
Los gradientes verticales de temperatura vienen determinados en parte por los
intercambios de energía y en parte por el movimiento vertical del aire. Los diversos
factores interaccionan en forma bastante compleja. La energía proviene del
desprendimiento de calor latente por condensación (cap. 1, D), del enfriamiento del
aire por radiación y del calor sensible procedente del suelo. La advección horizontal
de temperatura puede ser también importante. El movimiento vertical depende del
tipo de sistema isobárico. Las áreas de altas presiones están generalmente asociadas
al descenso y calentamiento de grandes capas de aire, que hacen descender el
gradiente de temperatura y ocasionan inversiones en la troposfera inferior. En
contraste los sistemas de bajas presiones están asociados al aire que se eleva y se
enfría por expansión, incrementando el gradiente de temperatura. Esto es sólo una
parte de los hechos, puesto que existe un factor adicional, la humedad, que los
complica aún más (véase cap. 2, E). Sin embargo, lo que sí es cierto es quela parte
media y superior de la troposfera está relativamente fría por encima de un área
superficial de bajas presiones por lo que el gradiente de temperatura es más abrupto
El descenso general de la temperatura con la altura o «gradiente vertical de
temperatura con la altura» en la troposfera es, tal como se ha indicado, de unos
Fig. 1.32
6,5°C/km. Sin embargo, esta cifra no es constante en modo alguno, ya que varía con
Variación anual del gradiente en cinco zonas climáticas (de Hastenrath. 1968)
la altura, la estación del año y la situación. Los valores medios globales calculados 1. Clima tropical húmedo (Togo). 4. Clima de las latitudes medias, con
por C. E. P. Brooks para julio muestran que el gradiente vertical de temperatura 2. Desierto tropical (Arizona). inviernos fríos (Alemania septentrio-
aumenta con la altura: 5°C/km en los 2 km inferiores, 6°C/km entre 4 y 6 km y nal.)
7°C/km entre 6 y 8Km. Estos valores son generalmente menores en invierno y en 3. Mediterráneo (Sicilia). 5. Continental boreal (Siberia oriental).
las zonas continentales, tales como
Canadá central o Este de Siberia, pueden ser incluso negativos (es decir, que
las temperaturas aumentan con la altura en la capa inferior), como resultado
de un excesivo enfriamiento por radiación sobre una superficie nevada] (fi-
gura 1.32). Un efecto similar es común en las hondonadas de las montañas,
en las que el aire frío y denso se desliza a lo largo de las laderas
Tabla 1.4 RESUMEN
Gradientes de temperatura en los 1000-1500 metros inferiores (Según Lautensach y
Bögel) La atmósfera es una mezcla de gases con proporciones constantes hasta los 80 km o más. Las
Clima Estación Gra- Estación Gra- excepciones las constituyen el ozono, que está concentrado en la estratosfera inferior y el vapor
de máximo diente de diente de agua en la troposfera inferior. El dióxido de carbono es el gas atmosférico principal en cuanto
°C/km mínimo °C/km a variación en el tiempo — aumentando en este siglo debido a la quema de combustibles fósiles.
El aire es muy compresible, de forma que la mitad de su masa se halla en los 5 km inferiores y la
Tropical húmedo Estación >5 Estación >4,5
presión disminuye logarítmicamente con la altura desde un valor promedio a nivel del mar de
Desiertos tropicales y subtro- seca >8 de las >5
1013 mb.
picales Verano >5 lluvias <5
Casi toda la energía que afecta a la tierra deriva de la insolación, que es de onda corta (<
Mediterráneo Invierno >6 Invierno 0-5
Latitudes medias (inviernos Verano >5 Verano <0 4u.m) debido a las altas temperaturas del sol (6000°K) (es decir; la ley de Wien). La constante
solar tiene un valor de aproximadamente 1,36 kw/m2. Tanto el sol como la tierra irradian casi
fríos) Verano ≤0 Invierno <0
como cuerpos negros (ley de Stefan, F — σT4) mientras que con los gases atmosféricos no
Continental boreal Verano Invierno
sucede lo mismo. La radiación terrestre, de un cuerpo negro equivalente, sólo totaliza unos 0,13
Ártico
y se acumula al fondo de las mismas en las noches claras Invierno
y serenas. En tales kw/ms dada su baja temperatura de radiación (263°K) y es radiación infrarroja (de onda larga)
ocasiones, la temperatura de la cumbre de la montaña puede ser varios grados más entre 4 y 100 µm. El vapor de agua y el dióxido de carbono son los principales gases
elevada que la de la base (véase capítulo 3, B.2). Por esta razón, el ajuste de las absorbentes de radiación infrarroja, mientras que la atmósfera es muy transparente a la
temperaturas medias dé las estaciones situadas en zonas elevadas, a las condiciones radiación solar (el efecto invernadero). La insolación se pierde por reflexión, principalmente
reinantes a nivel del mar puede conducir a resultados erróneos. Las observaciones desde las nubes, y por absorción (mayormente por el vapor de agua). El albedo del planeta es del
realizadas en Pike's Peak, Colorado (4301 metros) y en Colorado Springs (1859 31 %; el 45 % de la radiación extraterrestre alcanza la superficie. La atmósfera es calentada en
metros) indican que el gradiente medio es de 4,1°C/km en invierno y de 6,2°C/km primer lugar desde la superficie por absorción de radiación terrestre infrarroja y por
en verano (!). Es preciso hacer notar, sin embargo, que estos gradientes transferencia turbulenta de calor. La temperatura generalmente disminuye con la altura a una
topográficos guardan a veces escasa relación con los gradientes correspondientes al tasa promedio de unos 6,5°C/km en la troposfera. En la estratosfera y la termosfera aumenta con
aire libre en condiciones de radiación nocturna, por lo que debe distinguirse la altura a causa de la presencia de gases absorbentes.
cuidadosamente uno del otro. El exceso de radiación neta en las latitudes bajas conduce a un transporte de energía hacia
En la tabla 1.4 se resumen las principales características estacionales de los los polos desde las latitudes tropicales por las corrientes oceánicas y por la atmósfera. Este es en
gradientes en seis zonas climáticas principales y en la figura 1.32 se ilustran forma de calor sensible (masas de aire caliente/agua oceánica) y de calor latente (vapor de agua
ejemplos de cinco de ellos. El régimen estacional es muy pronunciado en las zonas atmosférico). La temperatura del aire en cualquier punto es afectada por la radiación solar
continentales con inviernos fríos mientras que las inversiones persisten durante la entrante y otros intercambios de energía verticales, las propiedades superficiales (pendiente,
mayor parte del año en el ártico. Durante el invierno, la inversión del ártico es albedo, capacidad calorífica), la distribución y elevación de la tierra y los mares, y también por
debida al intenso enfriamiento por radiación, pero en verano es consecuencia del la advección horizontal debida a los movimientos de las masas de aire y las corrientes
enfriamiento por contacto con la superficie, del aire más cálido recibido por oceánicas.
advección. El gradiente de invierno es superior al de verano tan sólo en los climas
mediterráneos. En estas regiones la probabilidad de que en invierno se eleve el aire
asociado a las zonas de bajas presiones es mayor. Por el contrario, la subsidencia
predomina en las zonas de desierto en invierno. Los desiertos tropicales y
subtropicales tienen gradientes muy abruptos en verano, cuando la superficie
transfiere una considerable cantidad de calor y existe generalmente movimiento
ascendente.
2
Humedad atmosférica

La humedad- terrestre está en un .constante estado de transformación, que se


denomina «ciclo hidrológico» y cuyas tres fases más importantes son evaporación,
condensación y precipitación; La figura 2.1 indica las cantidades medias anuales de
agua correspondientes a cada fase del ciclo y pone de relieve que la atmósfera
contiene sólo una cantidad de agua muy pequeña, aunque los intercambios con la
tierra y los océanos son considerables. Este hecho puede apreciarse aún mejor en la
tabla siguiente:
Tabla 2.1
Contenido medio de agua de la atmósfera (en cm de equivalente de lluvia)
(Según Sutcliffe, 1956) Fig. 2.1
Ciclo hidrológico y reserva de agua del globo. Los intercambios del ciclo están referidos a 100
Hemisferio Hemisferio sur Mundial unidades, equivalentes a la precipitación media anual en el globo, cuyo valor es de 85,7 cm.
norte Las cifras relativas al almacenamiento correspondientes al agua de la atmósfera y de los
continentes representan porcentajes de toda el agua dulce. El agua salada de los océanos
Enero 1,9 2,5 2,2 constituye el 97 % de toda el agua (de More, 1967). La advección horizontal de vapor de agua
Julio 3,4 2,0 2,7 indica la transferencia neta.

La humedad de la .atmósfera aumenta por la evaporación del agua de los océanos, lagos, ríos
La cantidad media de agua almacenada en la atmósfera (2,5 cm aproximadamente) y del suelo mojado, o por la humedad que transpiran las plantas. (Considerados en conjunto,
bastaría solapara unos 10 días de lluvia sobre toda la tierra. Sin embargo, el intensó
todos estos fenómenos se designan con el nombre de «evapotranspiración» y a continuación se
aporte (horizontal) de humedad en el aire situado sobre una determinada región
da una explicación detallada de los diferentes mecanismos que intervienen en la misma.
hace posible que se produzcan totales de lluvia a corto plazo superiores a 2,5 cm.
En marzo de 1952 cayó durante 24 horas en la isla de la Reunión, situada cerca de
A. EVAPORACIÓN
Madagascar, la asombrosa cantidad total de 187 cm y durante períodos más cortos
se han observado intensidades mucho mayores (véase cap. 2, 1.1).
La evaporación tiene lugar siempre que se comunica energía a una superficie capaz de
evaporarse si la presión de vapor del aire está por debajo del valor correspondiente a la
saturación (es). Tal como se ha detallado en la figura 1.5, la presión de vapor de saturación
aumenta con la temperatura. El cambio de estado de Líquido a vapor requiere energía que se
emplea para vencer la atracción intermolecular de las partículas de agua.
Esta energía se obtiene generalmente absorbiendo calor de los cuerpos
situados en las proximidades, lo que origina una pérdida aparente de calor
(«calor latente»), como se vio en la pág. 33, y el consiguiente descenso de
temperatura. El calor latente de vaporización necesario para evaporar 1 g de
agua a 0°C es de (600 cal y a 100 °C de 540).Inversamente, durante la
condensación se desprende este calor y la temperatura de una masa de aire
que se está condensando aumenta a medida que el vapor de agua pasa al
estado líquido. La humedad del aire atenúa la oscilación diurna de
temperatura, porque durante el día se produce evaporación y durante la
noche condensación.
Considerada desde otro punto de vista, la evaporación implica un au- Fig. 2.2
mento de la energía cinética de cada una de las moléculas de agua, y, a Instalación de un evapotranspirómetro destinado a calcular las posibles
medida que aumenta su velocidad, se hace mayor la posibilidad de que pérdidas por evapotranspiración. La doble instalación permite promediar los
algunas moléculas de la superficie escapen hacia la atmósfera. Puesto que las dos resultados que deben obtenerse, con lo que las medidas son más fidedignas
moléculas más rápidas serán generalmente las primeras en escapar, la (de Ward, 1963).
energía media (y, por lo tanto, la temperatura) de las que constituyen el
líquido restante disminuirá y las cantidades de energía necesarias para que tales como la etapa de crecimiento en que se halla, la superficie de la hoja y su
sigan escapando moléculas serán por consiguientes mayores. De este modo, temperatura, y también por la cantidad de humedad del suelo (véase cap. 7,
la evaporación hace disminuir la temperatura del líquido restante en cantidad C.2). Tiene lugar principalmente durante el día, cuando los estomas (es decir,
proporcional al calor latente de vaporización los pequeños poros de las hojas), a través de los cuales se produce la
La velocidad de evaporación depende de un cierto número de factores de transpiración, están abiertos. Esta abertura de los estomas viene determinada
los cuales los dos más importantes son la diferencia entre la presión de vapor principalmente por la intensidad de la luz. Como es natural, la transpiración
de saturación en la superficie del agua y la presión de vapor del aire, y el varía enormemente con la estación del año, y durante los meses de invierno en
suministro continuo de energía hacia la superficie. La velocidad del viento las latitudes medias la pérdida por transpiración de las coníferas es sólo de un 10
puede afectar también a la velocidad de evaporación, porque el viento va a un 18 % de su total anual, mientras que la de los árboles de hoja caduca es
asociado generalmente a la entrada de aire frío y no saturado, que absorberá inferior al 4 %.
toda la humedad existente En la práctica resulta difícil distinguir entre el agua evaporada del suelo, la
La pérdida de agua que experimentan las superficies de las plantas, «humedad retenida» que permanece en la superficie de las plantas después de
principalmente las hojas, es un proceso muy complejo, que recibe el nombre una precipitación y que se evapora a continuación, y la transpiración. Por esta
de «transpiración» tiene lugar cuando la presión de vapor en las células de la razón, a veces se designan todas con el nombre de evaporación o, más
hoja es mayor que la presión de vapor atmosférica esta función es de vital correctamente, puede usarse el término «evapotranspiración»
importancia, ya que produce la subida desde el suelo de productos nutritivos Las pérdidas por evapotranspiración que tienen lugar en las superficies
para la planta y refresca las hojas. Las células de las raíces de la planta naturales no pueden ser medidas directamente. Existen, sin embargo, diversos
pueden ejercer una presión osmótica de hasta unas 15 atmósferas sobre las métodos indirectos para su valoración, así como también fórmulas teóricas. Un
capas de agua situadas entre las partículas adyacentes del suelo. Sin sistema aproximado de medición indirecta es el que se basa en la ecuación del
embargo, a medida que estas películas de agua del suelo se contraen, balance de humedad:
aumenta la tensión en su interior. Si la presión de las películas del suelo Precipitación = Pérdida + Evapotranspiración + Almacenamiento de
excede a la presión osmótica de la raíz, se rompe la continuidad en el humedad en el suelo
suministro de agua a la planta y ésta se marchita. La transpiración está
controlada por los factores atmosféricos que determinan la evaporación, así Esencialmente, el método consiste en medir la filtración a través de una porción
como también por factores relativos a la planta, aislada de suelo cubierta de vegetación (generalmente, hierba),
y en registrar la lluvia que cae sobre el mismo. El bloque, que recibe el nombre El uso de esta relación se hace asumiendo que las transferencias verticales de
de «lisímetro», se pesa regularmente, de manera que los cambios de peso que no calor y de vapor de agua por turbulencia tienen lugar con igual eficacia. La
son producidos por la lluvia o por pérdidas pueden ser atribuidos a pérdidas por evaporación se determina a partir de una expresión de la forma
evapotranspiración en el .supuesto de que la hierba se conserve corta. Esta
técnica permite determinar la cantidad de evapotranspiración correspondiente a
cada día.
Si el bloque de suelo está «irrigado» de manera regular, de modo que la Los instrumentos para la medición de la transferencia vertical de calor y vapor
cubierta de vegetación produzca la máxima evapotranspiración posible, la de agua ya han sido desarrollados, pero en el momento presente se usan
pérdida de agua recibe el nombre de «evapotranspiración potencial» (o PE)7. principalmente en la investigación.
Suponiendo que el almacenamiento de agua en el suelo es constante, la El método más satisfactorio que se conoce hasta el momento combina el
evapotranspiración potencial se calcula como la diferencia entre la precipitación balance de energía y los enfoques aerodinámicos. De este modo, H. L Penman
y la filtración. Una instalación sencilla de evapotranspirómetro aparece en la consiguió expresar las pérdidas por evaporación en función de cuatro elementos
figura 2.2; la colocación de un depósito doble asegura que las lecturas meteorológicos que se miden regularmente, por lo menos en Europa y en
efectuadas sean representativas. La evapotranspiración potencial constituye la América del Norte. Son la duración de la luz solar (relacionada con la cantidad
base de un sistema de clasificación climática desarrollado por C. W. de radiación), la temperatura media del aire, la humedad media del aire y la
Thornthwaite (véase apéndice I). velocidad media del viento (que limita las pérdidas de calor y vapor de la
Los métodos teóricos para determinar las velocidades de evaporación han superficie).
seguido dos enfoques distintos. El primero relaciona la evaporación mensual Los efectos relativos de los diversos factores mencionados aparecen
media (E) de grandes masas de agua con la velocidad media del viento (u) y la ilustrados en la distribución global de evaporación (fig. 2.3). Las pérdidas
diferencia media de presión de vapor entre la superficie del agua y el aire (ew — disminuyen de un modo brusco en las altas latitudes, en las que hay poca energía
ed) de la forma siguiente: disponible. En las latitudes medias, y bajas hay diferencia apreciables entre la
tierra y el mar (fig. 2.4B). Las cifras más altas corresponden, naturalmente, a los
E = Ku(ew — es) océanos, a causa de la enorme cantidad de agua existente en ellos, y,
considerando las diversas estaciones del año, las cifras más altas corresponden al
donde K es una constante empírica. Este enfoque se llama aerodinámico porque invierno sobre el Oeste del Pacífico y del Atlántico, donde el aire continental frío
tiene en cuenta los factores que eliminan vapor de la superficie del agua. El fluye sobre corrientes oceánicas cálidas. En un año entero las pérdidas oceánicas
segundo método se basa en el balance de energía. La cantidad neta de radiación máximas tienen lugar aproximadamente entre 15° y 20°N y 10° y 20°S en el
solar y terrestre en la superficie (Rn) se emplea en la evaporación (E) y cinturón de los vientos alisios.
conducción del calor hacia la atmósfera (H), con excepción de una pequeña parte Las mayores pérdidas anuales, que se estima son de unos 200 cm, se
que calienta el suelo durante el día, pero, como casi todo se pierde durante la producen en el Pacífico occidental y en el centro del océano Indico cerca de los
noche, puede ser despreciado. Por lo tanto: 15°S (cf. fig. 1.28; 100 kcal/cm2 equivalente a una evaporación de 170 cm de
agua/cm2). Existe un mínimo subsidiario ecuatorial sobre los océanos,
Rn = LE + H principalmente como resultado de la menor velocidad del viento en el cinturón
de calmas ecuatoriales y de la proximidad del vapor de agua del aire a su punto
donde L es el calor latente de vaporización (2,5 X 106 J/kg). Rn puede medirse de saturación, pero el máximo en tierra se produce más o menos en el ecuador a
con un radiómetro neto y la relación H/LE = β, llamada tasa de Bowen, puede ser causa de la radiación solar relativamente alta y de las elevadas pérdidas por
estimada midiendo la temperatura y el contenido en vapor de agua a dos niveles transpiración de la abundante vegetación de esta zona. El máximo secundario
cercanos a la superficie. β alcanza valores desde <0,1 para el agua hasta de ≥ 10 sobre la tierra en las latitudes medías está relacionado con los fuertes vientos
para la superficie del desierto. dominantes del Oeste. El resto de la figura 2.4, que se ha incluido aquí para
facilidad de comparación, será estudiado en secciones posteriores.
7
PE puede ser definido de un modo más general como la pérdida de agua correspondiente
a la energía disponible.
Fig. 2.5
Balance medio anual de humedad correspondiente a estaciones meteorológicas
del Oeste, Centro y Este de Gran Bretaña, determinado según el método de
Thornthwaite (de Howe, 1956).
La evaporación anual en Gran Bretaña, calculada por medio de la fórmula de
Penman, oscila entre unos 38 era en Escocia y unos 50 cm en lugares del Sur y
Sudeste de Inglaterra. La evapotranspiración potencial anual, determinada por el
método de Thornthwaite (que se basa en la temperatura media) es superior a 64
cm en la mayor parte del Sudeste de Inglaterra. Puesto que esta pérdida está
concentrada en el período comprendido entre mayo y septiembre, puede haber
déficits estacionales de agua de 12 a 15 cm en dichas partes del país (como
aparece ilustrado en la fig. 2.5 para la región extremo sur), por lo que los
agricultores necesitan emplear gran cantidad de agua para el riego. La figura 2.6
indica que en el Sur y Sudeste de Inglaterra es necesario regar nueve de cada diez
años durante los seis meses de verano (abril-septiembre), suponiendo que la
cosecha pueda extraer 6,4 cm de humedad del suelo.

B. HUMEDAD

1. Contenido de humedad

Aparte la presión de vapor, existen diversas maneras de indicar el contenido de


humedad de la atmósfera, según el aspecto que el usuario desee poner de relieve.
La masa total de agua de un determinado volumen de aire, es decir, la densidad del
vapor de agua, es uno de estos índices. Recibe el nombre de «humedad absoluta»
Fig. 2.4 (10) y se mide en gramos por
Distribución media anual según la latitud de: (A) la precipitación (en
milímetros), (B) la evaporación (en milímetros) y (C) el transporte meridiano
de vapor de agua (en 1015 kg) (en su mayor parte, de Sellers, 1965).
Fig. 2.7
Variación vertical media del contenido de vapor de agua de la atmósfera en
Portland, Maine, entre 1946 y 1955 (datos de Reitan, 1960).
metro cúbico (g/m3). Las medidas volumétricas no son muy empleadas en
meteorología y es más conveniente emplear la «proporción de mezcla» (X),
que es la masa de vapor de agua en gramos por kilogramo de aire seco. En la
práctica resulta idéntica a la «humedad específica» (q), que es la masa de
vapor por kilogramo de aire húmedo.
La mayor parte de la humedad que contiene la atmósfera se encuentra por
debajo de 500 mb (5.574 metros), tal como claramente indica la figura 2.7.
Puede verse también que el efecto de las estaciones es más marcado en
aproximadamente los 3.000 metros inferiores, es decir, por debajo de unos
700 mb. La distribución global del contenido de vapor de agua en enero y
Fig. 2.6
julio aparece ilustrada en la figura 2.8. Sobre la parte meridional de Asia
Número medio de años (sobre 10) en que la irrigación es teóricamente
durante el monzón de verano, una columna de aire contiene de 5 a 6 cm de
necesaria para los cultivos en Inglaterra y Gales, según la fórmula de
agua susceptible de producir precipitación; en cambio, en
Penman (de Pearl y otros, 1954, derechos de la Corona reservados).
las zonas de los desiertos tropicales esta cantidad es inferior a 1 cm. Los es el hidrómetro de punto de rocío. Éste detecta cuándo ocurre la primera
valores mínimos de 0,1 y 0,2 cm se registran en invierno sobre las latitudes condensación en una superficie enfriada. Otros dos tipos de instrumentos se
altas y el interior de los continentes del hemisferio norte. usan para la determinación de la humedad relativa. El higrógrafo utiliza la
Otra importante medida es la «humedad relativa» (r), que expresa el expansión/contracción de un haz de aire humano, en respuesta a la humedad,
contenido real de humedad de una porción de aire como tanto por ciento de la para el registro continuo de la humedad relativa por medio del acoplamiento
humedad que contendría este mismo volumen de aire saturado a la misma mecánico a una aguja que traza un tambor rodante. Este aparato tiene un error
temperatura. La humedad relativa se define a partir de la proporción de de  un 5 a un 10 %. Para las mediciones del aire superior se usa un elemento
mezcla, pero se puede determinar de modo aproximado de varias maneras: de cloruro de litio para la detección de cambios en su resistencia eléctrica
según las diferencias de presión de vapor. Los cambios de la humedad
relativa tienen un margen de error de un  3 %.

2. Transporte de humedad
donde el subíndice s hace referencia a los respectivos valores saturantes, a la
misma temperatura; e denota la presión de vapor. A veces no se tiene en cuenta el hecho de que la atmósfera transporta
Otro índice de humedad es la temperatura del punto de rocío, que es la humedad tanto horizontal como verticalmente. En la figura 2.4C aparecen
temperatura a que se produce la saturación si se enfría el aire a presión ilustradas las cantidades que deben ser transportadas en dirección meridiana
constante sin añadirle ni quitarle vapor. Cuando la temperatura del aire y la del para mantener el equilibrio de humedad en una determinada latitud (es decir,
punto de rocío son iguales, la humedad relativa es del 100 %, y es evidente que precipitación — evaporación = cantidad neta de humedad que penetra
también puede determinarse la humedad relativa mediante: horizontalmente en la columna de aire). Un hecho relevante es el transporte
hacia el ecuador en las latitudes bajas y el transporte hacia el polo en las
latitudes medias. Se aconseja al lector que observe de nuevo este diagrama
una vez estudiados los cinturones de viento (cap. 3, E).
Se hace necesario en este punto llamar la atención sobre el hecho de que
Naturalmente, la humedad relativa de una cantidad determinada de aire variará la evaporación local no constituye, en general, la mayor fuente de
si varía su temperatura o su proporción de mezcla. En general, la humedad precipitación. Por ejemplo, sólo el 6 % de la precipitación anual sobre
relativa varía en forma opuesta a la temperatura durante el día y tiende a ser Arizona y el 10 % de la que cae sobre la cuenca del río Misisipí tienen origen
más baja al principio de la tarde y más elevada por la noche. local; el resto ha sido transportado hacia aquellas zonas (es decir, por
La humedad atmosférica puede medirse con como mínimo cinco tipos de advección de humedad). Incluso cuando hay humedad en la atmósfera de una
instrumentos. El más común para mediciones rutinarias es el termómetro región determinada, sólo suele convertirse en precipitación una pequeña
húmedo instalado en un protector de instrumentos con tejadillo (pantalla de parte de ella. Esto depende de la eficacia de los mecanismos de condensación
Stevenson). El bulbo de un termómetro común es envuelto en muselina que es y precipitación, tanto a escala microfísica como a gran escala, que son los
mantenida húmeda por una mecha que va hacia un recipiente con agua pura. El que se consideran a continuación.
enfriamiento por evaporación de este bulbo húmedo da una lectura que puede
usarse en conjunción con las lecturas simultáneas de un termómetro con el C. CONDENSACIÓN
bulbo seco para calcular la temperatura del punto de rocío. Otro artefacto
portátil similar, llamado psicrómetro aspirado, usa una corriente de aire La condensación, causa directa de las diversas formas de precipitación, tiene
forzada a fluir en una tasa fija sobre termómetros secos y húmedos. Un lugar bajo circunstancias cambiantes, que de una manera u otra van asociadas
instrumento muy sofisticado para la determinación del punto de rocío, basado a la variación de uno de los parámetros siguientes: volumen de aire,
en un principio distinto, temperatura, presión y humedad. Así, la condensación se produce (I) cuando
disminuye la temperatura del aire, permaneciendo constante
su volumen y el aire se enfría hasta su punto de rocío; (II) si aumenta el
volumen del aire sin suministro de calor (este enfriamiento tiene lugar porque
la «expansión adiabática» —véase cap. 2, D— hace que la energía se consuma
en trabajo); (III) cuando un cambio conjunto de temperatura y volumen
reduce la capacidad de contener humedad del aire por debajo del contenido de
humedad existente; y (IV) por evaporación que añade humedad al aire. Es
evidente que la clave para entender la condensación está en el delicado
equilibrio existente entre estas variables independientes. Siempre que se altere
el equilibrio entre una o más de ellas más allá de un cierto límite, puede
producirse condensación.
Las circunstancias favorables a la producción de condensación que son
más corrientes son las que provocan descenso de la temperatura del aire; es
decir, enfriamiento por contacto, mezcla de masas de aire a distintas
temperaturas y enfriamiento dinámico de la atmósfera. El enfriamiento por
contacto se produce, por ejemplo, cuando pasa aire cálido y húmedo sobre una
superficie de tierra fría (lám. 4). En una noche de invierno clara la fuerte Fig. 2.9
radiación enfriará la superficie muy rápidamente y este enfriamiento Efecto de la mezcla de masas de aire (de Petterssen, 1941). La mezcla
superficial se extenderá gradualmente hasta el aire húmedo inferior, horizontal de dos masas de aire no saturado A y B da origen a una masa de
reduciendo su temperatura hasta un punto en que se produce la condensación aire sobresaturado C. Aparece representada la curva de presión de vapor de
en forma de rocío, niebla o escarcha, según la cantidad de humedad existente, saturación. (cf. fig. 1.5 que es una representación semilogarítmica).
el espesor de la capa de aire que se enfría y el valor del punto de rocío. Cuando mediante el uso de nieve carbónica (CO2 helado) o la liberación de gas
este último es inferior a 0°C, se conoce con el nombre de punto de escarcha si propano a través de toberas de expansión para producir la congelación y la
el aire está saturado con respecto al hielo. consiguiente caída de cristales de hielo (cf. pág. 80). Las nieblas cálidas (es
La mezcla de dos capas distintas dentro de una sola masa de aire, o la decir, que tienen gotas a una temperatura superior a la de congelación)
mezcla de dos masas de aire distintas, también puede producir condensación. presentan mayores problemas, pero los intentos de disipación han dado
La figura 2.9 indica cómo la mezcla horizontal de dos masas de aire (A y B) algunos éxitos limitados en la evaporación de las gotitas por calentamiento
con unas características de humedad y temperatura dadas puede producir una artificial, por el uso de grandes ventiladores para hacer descender el aire seco
capa de aire (C) que está sobresaturada a la nueva temperatura, por lo que se de arriba, el barrido de las partículas de niebla mediante chorros de agua y la
formarán nubes en ella. La mezcla vertical de una capa de aire, que se inyección de cargas eléctricas dentro de la niebla para producir la
discutirá más adelante (fig. 2.15) puede tener el mismo resultado. La niebla o condensación. Sin embargo, es indudable que la causa de condensación más
los estratos bajos, con llovizna —llamada «crachin»— que es común a lo efectiva es el proceso dinámico de enfriamiento adiabático, que será tratado
largo de las costas del sur de China y del golfo de Tonkín en febrero-abril, con más detalle en la próxima sección.
puede desarrollarse como resultado tanto de la mezcla de masas de aire como
de una advección cálida sobre una superficie más fría. D. CAMBIOS ADIABÁTICOS DE TEMPERATURA
La adición de humedad al aire cerca de la superficie por evaporación tiene
lugar cuando el aire frío se desplaza sobre una superficie de agua caliente. El movimiento de una porción de aire hacia una zona colindante con ella,
Esto puede causar la formación de nieblas de vapor, que son comunes en las pero sometida a distinta presión (sin intercambio de calor con el aire
regiones árticas. Los intentos de dispersar la niebla constituyen un área en la circundante) produce un aumento de volumen y consecuentemente un des-
que se han hecho algunos progresos en la modificación local del tiempo., Las censo de su temperatura; Un aumento de volumen implica trabajo y el
nieblas frías pueden ser disipadas localmente consumo de energía, por lo que se reduce el calor disponible por unidad de
volumen y consecuentemente la temperatura. Dicho cambio de
temperatura, realizado sin aumento ni disminución de calor se denomina
«adiabático» y, evidentemente, los movimientos verticales del aire son una de
las causas principales de estos cambios adiabáticos de temperatura.
Cerca de la superficie de la tierra, la mayoría de los procesos de in-
tercambio son no-adiabáticos (a veces se denominan «diabáticos») a causa de
la tendencia que tiene el aire a mezclar y modificar sus características por
movimiento lateral, turbulencia y por los procesos físicos afines. Cuando una
masa de aire se mueve verticalmente, los cambios que tienen lugar son a
menudo adiabáticos porque el aire es fundamentalmente mal conductor del
calor y la masa de aire, como un todo, tiende a mantener su propia identidad
térmica, que la distingue de las masas de aire que la rodean. En algunas
circunstancias, en cambio, debe tenerse en cuenta la mezcla del aire con el que
le rodea.
Podemos considerar ahora los cambios que se producen cuando se eleva
una porción de aire y el descenso de presión va acompañado por un aumento
de volumen y una disminución de temperatura (véase cap. 1, B). La
proporción con que desciende la temperatura en una partícula que se eleva y
se expande se denomina «gradiente adiabático de temperatura». Si el
movimiento ascensional del aire no produce condensación, entonces la
energía empleada en la expansión hará descender la temperatura de toda la
masa hasta lo que se denomina «gradiente adiabático del aire seco»
(9,8°C/km). Sin embargo, la disminución continuada de temperatura produce
invariablemente condensación y, cuando esto tiene lugar, se libera calor
latente, que compensa, en cierta manera, el descenso adiabático de
Fig. 2.10
temperatura del aire seco. Es por ello que se produce el hecho distintivo de
El tefigrama, que permite mostrar las siguientes propiedades atmosféricas
que el aire que se eleva y es saturado (o precipita) se enfría a una tasa menor
isotermas, adiabáticas secas, isóbaras, adiabáticas saturadas y la tasa de
(es decir, el «gradiente adiabático del aire saturado») que el aire insaturado. mezcla de saturación.
Otra diferencia entre el gradiente adiabático del aire saturado y el del aire seco
es que, mientras que el primero permanece constante, el segundo varía con la del aire seco y del aire saturado (o velocidades de enfriamiento), que se
temperatura. Esto se debe a que las masas de aire de mayor temperatura aplican a porciones de aire que se elevan moviéndose a través del aire que las
pueden contener más humedad y, por lo tanto, pueden desprender mayor rodea. En las proximidades de la superficie, el gradiente vertical de
cantidad de calor latente al condensarse. Para temperaturas elevadas, el temperatura es a veces considerablemente superior al gradiente adiabático
gradiente adiabático del aire saturado puede ser de 4°C/km) pero este valor seco, es decir, es superadiabático. Esto es particularmente frecuente en
aumenta a medida que disminuye la temperatura, llegando hasta cerca de verano en las zonas áridas (véase tabla 1.4). Sobre la mayor parte de las
9°C/km a — 40°C. superficies secas normales, el valor del gradiente se aproxima al del
En total pueden distinguirse tres gradientes distintos, dos de ellos adiabático seco a una altura de unos 100 metros.
dinámicos y uno estático. Está en primer lugar el gradiente ambiental (o Pueden expresarse adecuadamente los cambios en las propiedades de las
estático), que es el descenso real de temperatura en el ambiente con la altura masas de aire en movimiento si se representan en forma de curvas sobre
en cualquier ocasión, tal como sería registrado por un observador que diagramas construidos convenientemente. Uno de estos diagramas de uso
asciende en un globo. Por lo tanto, este gradiente no, es adiabático y puede común es el tefigrama inglés (fig. 2.10). Éste incluye cinco propiedades de la
adoptar cualquier forma, según las condiciones de temperatura reinantes en el atmósfera:
aire. Existen también los gradientes adiabáticos dinámicos
Fig. 2.11
Gráfico que muestra las relaciones entre la temperatura (T), la temperatura
potencial, la temperatura potencial de termómetro húmedo (w) y la tasa de
mezcla de saturación (XS).

1. Isotermas, es decir, líneas de temperatura constante (líneas paralelas


Fig. 2.12
desde la parte inferior izquierda hasta la parte superior derecha).
Tefigrama usado en la determinación del nivel de condensación y la
2. Líneas adiabáticas secas (líneas paralelas desde el extremo inferior
estratificación y la estabilidad de la atmósfera. Se ha indicado mediante
derecho hasta el extremo superior izquierdo).
flechas la curva seguida por una porción de aire ascendente. «
3. Isóbaras, es decir, líneas de presión constante (ligeramente curvadas y
casi horizontales).
la partícula de aire es llevada a una presión de 1000 mb mediante un proceso
4. Adiabáticas saturadas (líneas curvas cuya pendiente decrece de derecha a
izquierda). adiabático seco).
5. Líneas equisaturadas o de igual proporción de mezcla, que forman un La figura 2.10 muestra, por ejemplo, que una porción de aire saturado a 1000
pequeño ángulo con las isotermas. mb de presión, con una temperatura de 20°C, tiene una proporción de mezcla
saturante de 16 g/kg. La figura 2.12 ilustra la manera como se utiliza el
tefigrama para determinar el nivel de condensación por elevación (el nivel en
Las adiabáticas secas son también líneas de temperatura potencial constante,
que una partícula de aire se satura cuando se ve sometida a elevación forzada).
 (o isentropas). La temperatura potencial es la temperatura de una partícula
El punto donde una adiabática seca, trazada por el valor de la temperatura del
de aire que ha sido llevada mediante un proceso adiabático seco a una presión
aire en la superficie (TA), corta a la equisaturada que pasa por la temperatura del
de 1000 mb. Matemáticamente:
punto de rocío (TA), es el nivel de condensación. Para una temperatura del aire
de 20°C y un punto de rocío de 9°C a 1000 mb de presión, el nivel de
 donde  y T están en K; p = presión (mb). condensación está a 859 mb con una temperatura de 7°C. Este punto del
diagrama se
La figura 2.11 muestra esquemáticamente la relación entre T y ; también
entre T y , la temperatura potencial de termómetro seco (cuando
denomina «punto característico». Puede calcularse mediante flotante. De manera similar, si se hace descender una partícula de aire bajo estas
mismas condiciones desde un nivel superior, estará siempre más fría que el
h (m) = 120 (T - Td)
ambiente y no encontrará obstáculo alguno en su descenso hasta que alcance la
donde T = temperatura del aire y Td = temperatura del punto de rocío en la superficie. Lo que caracteriza al aire inestable es su tendencia a continuar
superficie en °C. alejándose de su nivel original una vez iniciado su movimiento.
Para algunos propósitos es preferible definir un nivel de condensación La curva de estado (b) de la figura 2.12 corta a la curva de evolución a un
convectiva. Es la intersección de la curva de temperatura ambiental con la línea nivel superior. Por encima del nivel de esta intersección, la atmósfera es estable,
de la tasa de mezcla de saturación correspondiente a la tasa de mezcla pero la energía boyante ganada por la partícula que se eleva le permite moverse
promedio en la capa superficial (1000-1500 m). Expresado de otra forma, la cierto trecho dentro de esta región. El límite superior teórico del desarrollo de
temperatura del aire superficial es el mínimo que causará la formación de nubes puede estimarse a partir del tefigrama, determinando un área por encima
nubes como resultado de la convección libre. de la intersección entre las curvas de estado y de evolución igual a la intermedia
La experimentación mediante un tefigrama muestra que tanto el nivel entre las dos curvas desde el nivel de convección libre hasta la intersección (fig.
convectivo y de condensación aumentan al incrementarse la temperatura 2.13); el tefigrama está construido de forma que las áreas iguales representan
superficial. Esto se observa comúnmente al anochecer cuando la base de las igual
nubes cumuliformes tiende a estar a niveles superiores.
La temperatura potencial proporciona un baremo para las características de
las masas de aire, dado que si el aire es sólo afectado por procesos adiabáticos
secos, la temperatura potencial permanece constante. Esto ayuda a la
identificación de las distintas masas de aire e indica cuándo el calor latente ha
sido liberado por saturación de la masa de aire o cuándo han habido cambios
de temperatura no adiabáticos.

E. ESTABILIDAD E INESTABILIDAD DEL AIRE

Lo que caracteriza al aire estable es que, si es forzado hacia arriba o hacia


abajo, tiende a volver a su posición anterior una vez ha cesado la fuerza
causante del movimiento. La razón de esto aparece ilustrada en la figura 2.12,
la curva de estado del ambiente (a) a la derecha de la curva de evolución, que
representa la variación de temperatura de una partícula de aire no saturada, que
se enfría por ascenso adiabático seco. En cualquier nivel la partícula que se
está elevando es más fría y más densa que el ambiente y tiende, por lo tanto, a
volver a su nivel anterior. De manera similar, si se hace descender el aire,
aumentará su temperatura según el gradiente adiabático del aire seco y quedará
más caliente y menos denso que el aire que le rodea, por lo que tenderá a
volver a su primera posición (a menos que se le impida hacerlo). Sin embargo
si el calentamiento superficial local causa que la tasa cerca de la superficie
Temperatura
exceda a la tasa adiabática (b), el enfriamiento adiabático de una partícula de
Fig. 2.13
aire convectivo permite que éste permanezca más caliente y menos denso que
Gráfico que ilustra las condiciones asociadas con la inestabilidad condicional
el aire circundante, de forma que continúa ascendiendo por la fuerza
de una masa de aire obligada a ascender.
energía. Sin embargo, se asume que la partícula de aire no experimenta del aire circundante con ella reducirá su energía ascensional. Sin embargo, este
ninguna mezcla (véase más adelante). método es generalmente satisfactorio para las predicciones rutinarias,
En la figura 2.13 se ilustra otra posibilidad. El aire es estable en las capas especialmente quizás desde que las suposiciones se acercan a las circunstancias del
inferiores, pero si es obligado a elevarse, por ejemplo al pasar sobre una ascenso de los cumulonimbos.
cadena montañosa, o por calentamiento local de la superficie, la curva de Otra consideración que puede hacerse es que una capa de aire de espesor
evolución se encuentra entonces a la derecha de la curva de estado y el aire, considerable puede ser elevada en bloque por movimiento vertical sobre una
siendo más cálido que el circundante, queda libre para elevarse. extensa barrera topográfica. La figura 2.14 muestra el caso en que el aire de los
Esto recibe el nombre de inestabilidad condicional, ya que el desarrollo niveles superiores está menos húmedo que el de los niveles inferiores. Si la capa se
de la inestabilidad depende de la humedad relativa del aire. Puesto que el ve forzada a moverse como un todo hacia arriba, el aire más seco de B evolucionará
gradiente geométrico está comprendido frecuentemente entre los gradientes según el gradiente adiabático seco y lo mismo hará, durante un cierto tiempo, el aire
adiabáticos del aire seco y del aire saturado, el estado de inestabilidad próximo a A, pero llega un momento en que se alcanza el nivel de condensación y a
condicional es frecuente. partir de entonces las capas inferiores de la masa de aire que se está elevando se
En estos ejemplos se ha supuesto que se desplaza una pequeña porción de enfrían según el gradiente adiabático saturado. Esto produce como efecto final el
aire sin ningún movimiento compensador ni mezcla de la partícula con el aire aumento del gradiente geométrico en todo el espesor del estrato elevado y, si el
que la rodea. Estas suposiciones son más bien poco realistas, dado que la nuevo gradiente es mayor que el del aire saturado, la capa de aire se hace inestable y
dilución de una partícula de aire ascendente por mezcla puede subdividirse. Esto recibe el nombre de inestabilidad convectiva (o potencial).
Anteriormente se había considerado la mezcla vertical de aire como una posible
causa de la condensación. Esto se comprende mejor mediante el uso de un
tefigrama. La figura 2.15 muestra una distribución inicial de la temperatura y del
punto de rocío. La mezcla vertical tiene el efecto de promediar estas condiciones a
través de la capa afectada. Así, el nivel de condensación de mezcla viene
determinado por la intersección de estos valores promedio de la tasa de mezcla de la
humedad de saturación temperatura potencial. Las áreas que se encuentran por
encima y por debajo de las inferiores a los puntos donde estas líneas de valores
promedio se cruzan con las curvas de estado iniciales son iguales.
La subsidencia es generalmente el resultado de un enfriamiento por radiación o
de un exceso de convergencia horizontal del aire en la troposfera superior. El aire
descendente se mueve generalmente con una velocidad vertical de sólo 1-10 cm/s,
aunque las condiciones de convección constituyan una excepción (véase cap. 2, H).
La subsidencia puede producir cambios sustanciales en la atmósfera y, por ejemplo,
si una masa de aire desciende unos 300 m, se evaporarán, por lo común, todas las
gotitas de la nube de tamaño corriente.

F. FORMACIÓN DE NUBES

La formación de nubes depende de la inestabilidad atmosférica y del movimiento


vertical, pero también es controlada por procesos a pequeña

Fig. 2.14
Inestabilidad convectiva. AB representa el estado inicial de una columna de
aire; húmeda en A y seca en B. Después de la elevación de toda la columna,
el gradiente de temperatura A'B' excede el gradiente de la adiabática
saturada, por lo que la columna de aire es inestable.
Los núcleos tienen tamaños comprendidos entre 0,001 µm de radio, en cuyo
caso son inefectivos, ya que se requieren sobresaturaciones muy altas para la
condensación, y más de 10 µm (núcleos «gigantes»), que no permanecen en
el aire durante mucho tiempo. Las sales marinas, que son particularmente
higroscópicas, penetran en la atmósfera principalmente cuando explotan las
burbujas de aire de la espuma, pero también son fuentes de núcleos
igualmente importantes las finas partículas de tierra y los productos de la
combustión química levantados por el viento. Por término medio, el aire
oceánico contiene un millón de núcleos de condensación por litro (mil cm3) y
el aire continental unos cinco o seis millones. Una vez iniciada la formación
de las gotitas de agua, el proceso de su crecimiento dista mucho de ser
sencillo y gran parte del mismo está aún por explicar. En las primeras fases,
las gotas pequeñas crecen mucho
Fig. 2.15.
Gráfico que ilustra los efectos de la mezcla vertical en una masa de aire.
escala. Éstos serán ahora discutidos, antes de examinar los aspectos a gran
escala del desarrollo de las nubes y sus tipos.
1. Núcleos de condensación
Es muy importante poner de manifiesto que la condensación se produce con
mucha mayor dificultad en el aire «limpio»; la humedad, por regla general,
debe encontrar una superficie adecuada sobre la que poder condensarse, Si se
hace descender la temperatura del aire puro por debajo del punto de rocío, se
«sobresatura» (es decir, su humedad relativa se hace superior al 100 %) Para
mantener una gota de agua pura de 10-7 cm de radio (0,001µm) se necesita
una humedad relativa del 320 %, y para una gota de 10-5 cm de radio (0,1
µm) una humedad relativa del 101%.
La condensación tiene lugar generalmente sobre una superficie ajena al
aire, que puede ser una porción de tierra o una planta, como ocurre en el caso
del rocío o de la escarcha, mientras que en el aire libre la condensación
empieza alrededor de los llamados «núcleos higroscópicos». Estas partículas
pueden ser de polvo, humo, anhídrido sulfuroso, sales (ClNa) o sustancias
microscópicas similares, cuyas superficies tienen la propiedad de ser
higroscópicas. Además, los aerosoles higroscópicos son solubles. Esto es
muy importante, puesto que la presión de vapor de saturación es menor sobre
una gota de disolución (por ejemplo, cloruro sódico, o ácido sulfúrico) que Fig. 2.16
sobre una gota de agua pura del mismo tamaño y temperatura (fig. 2.16). En Variación de la humedad relativa con el diámetro de las gotas. La curva I
realidad, la condensación empieza sobre las partículas higroscópicas antes de indica el efecto debido a la curvatura de la gota y la curva III el debido a una
que el aire esté saturado; en el caso de los núcleos de cloruro sódico, cuando disolución de 5x10-20 g de ácido sulfúrico. La curva II representa el efecto
la humedad relativa es del 78 %. conjunto neto deja curvatura y la concentración de la disolución (de
Simpson, 1941).
más rápidamente que las mayores, pero a medida que aumenta el tamaño de una
gotita, disminuye su velocidad de crecimiento por condensación, tal como
muestra en la figura 2.17. Es evidente que la velocidad de crecimiento radial
disminuye a medida que aumenta el tamaño de la gota, ya que a cada
incremento del radio la superficie es cada vez mayor. Sin embargo, la velocidad
de condensación está limitada por la rapidez con que la gota puede perder el
calor latente que se va desprendiendo, pasando al aire por conducción y
reduciendo el gradiente de vapor. Además, la «competencia» entre las gotas
para apoderarse de la humedad existente tiende cada vez más a reducir el grado
de sobresaturación.
En las nubes, la sobresaturación sobrepasa muy raramente el 1 % y, puesto
que la presión de vapor de saturación es mayor sobre la superficie curva de una
gotita que sobre una superficie plana de agua, las gotitas muy pequeñas (de
radio < 0,1 µm) se evaporan rápidamente (fig. 2.16). En las primeras etapas, es
importante el tamaño de los núcleos; para una sobresaturación de 0,05 %, una Fig. 2.18
gotita de 1 µm de radio con un núcleo de sal de 10-13 g alcanza las 10 µm en 30 Los diez grupos básicos de nubes clasificados según su altura y forma (de
minutos, mientras que una con un núcleo de sal de 10-14 g tarda 45 minutos. Más Strahler, 1965).
tarde, una vez la sal disuelta ha dejado de tener un efecto significativo, la claramente que el proceso gradual de condensación es inadecuado para explicar la
velocidad de crecimiento radial se hace lenta, como resultado de la disminución velocidad de formación de las gotas de lluvia que se observan a menudo. Por
de la sobresaturación (figura 2.16). ejemplo, en la mayor parte de las nubes la precipitación se desarrolla en el término
La figura 2.17 ilustra no sólo el lento crecimiento de las gotitas, sino de una hora. Debe tenerse en cuenta también que las gotas de lluvia que caen
también la inmensa diferencia de tamaño existente entre las gotitas de las nubes sufren evaporación en el aire no saturado situado por debajo de la base de la nube.
(de radios comprendidos entre menos de 1 µm y 50 µm) y las gotas de lluvia (de Una gotita de 0,1 mm de radio se evapora después de caer sólo 150 m a una
más de 1 mm de diámetro). Estos hechos parecen indicar temperatura de 5 °C y 90 % de humedad relativa, pero una gota de 1 mm de radio
caerá 42 km antes de evaporarse. No parece probable que las gotitas de las nubes
sean necesariamente la fuente inmediata de las gotas de lluvia. Este punto será
tratado nuevamente en la sección G;

2. Tipos de nubes

La gran variedad, de formas de nubes precisa de una clasificación con propósitos


de información meteorológica. El sistema adoptado internacionalmente se basa en
(a) la forma general, la estructura y la extensión vertical de las nubes, y (b) en su
altitud.
Estas características primarias se utilizan para definir los diez grupos básicos
(o géneros) que aparecen en la figura 2.18. Las nubes altas cirriformes están
formadas por cristales de hierro que les dan un aspecto general fibroso. Las nubes
estratiformes están formadas por capas, mientras que los cúmulos tienen un
Fig. 2.17 aspecto apelotonado y presentan general
Crecimiento de las gotitas por condensación (nótese la escala logarítmica)
mente un desarrollo vertical progresivo. Otros prefijos son alto para las nubes de que se van mezclando con el aire más frío que las rodea y que diluye el aire
nivel medio (nubes medias) y nimbo para las nubes bajas de espesor cálido más ligero. El grupo c) comprende la niebla, los estratos y los
considerable, que parecen de color gris oscuro y de las que cae continuamente estratocúmulos, y es importante siempre que el aire próximo a la superficie
lluvia. se enfría hasta el punto de rocío por conducción o por radiación nocturna y es
La altura de la base de las nubes puede variar considerablemente para agitado por irregularidades del suelo. En el grupo final, d), se podrían incluir
cualquiera de estos tipos y cambia con la latitud. Los límites aproximadamente las nubes estratiformes o los cúmulos producidos por elevación forzada del
en millares de metros son, para las distintas latitudes: aire sobre las montanas (véase lám. 5). La niebla de las colinas es
simplemente una nube estratiforme que envuelve el suelo en los puntos
Trópicos Latitudes medias Latitudes altas elevados. Una categoría especial e importante es la constituida por las nubes
Nube alta Por encima de 6 Por encima de 5 Por encima de 3 de onda (lenticulares) que se forman cuando el aire fluye sobre las colinas,
Nube media 2-7,5 2-7 24 originando un movimiento ondulatorio en el aire, a sotavento de la cadena
Nube baja Por debajo de 2 Por debajo de 2 Por debajo de 2 (véase cap. 3.-B.2). Las nubes se forman en la cresta de dichas ondas si el
aire alcanza el nivel de condensación (véanse láms. 6 y 7).
Siguiendo la práctica taxonómica, la clasificación subdivide los grupos Actualmente, una gran parte de la información sobre la cantidad de
fundamentales en especies y variedades, cuyos nombres latinos corresponden a nubosidad, especialmente en las zonas remotas, y sobre la distribución de
detalles de su aspecto. La Organización Meteorológica Mundial ha nubes asociada a los sistemas que producen diversas clases de tiempo
confeccionado un Atlas Internacional de Nubes, en el que aparecen ilustrados proviene de los satélites americanos de las series NOAA, GOES y
todos estos tipos. «Nimbus». Estas investigaciones proporcionan datos que no pueden ser ob-
Otra de las posibles clasificaciones de las nubes se funda en la manera como tenidos por observaciones realizadas desde el suelo. Se han proyectado
se han originado. Así, por ejemplo, puede hacerse una amplia agrupación clasificaciones especiales de los elementos y formas de las nubes para el
genética, de acuerdo con el mecanismo de movimiento vertical que produce la análisis de las imágenes tomadas mediante satélites. Las configuraciones
condensación. Existen cuatro clases de mecanismos, a saber: más comunes vistas en las fotografías de satélites son celulares o alveolares,
con un diámetro típico de 30 km. Éstas se desarrollan a partir del
a) elevación gradual del aire sobre una extensa área, asociada a un sistema de movimiento de aire frío sobre una superficie marina más cálida, que conduce
bajas presiones; a una mezcla mesoscálica convectiva. Una configuración celular abierta,
b) convección térmica (a escala de cúmulos local); donde las nubes se encuentran a lo largo de los lados de la célula, se forma
c) elevación por turbulencia mecánica («convección forzada»); cuando hay una gran diferencia de temperaturas entre el aire y el mar (2°C)
d) ascenso sobre una barrera orográfica. (véase lám. 18), mientras que las células poligonales cerradas se dan si la
diferencia es pequeña (˂0,5°C) y el movimiento vertical está limitado por
El grupo a) incluye nubes de muy diversos tipos, que se estudian más, una inversión de subsidencia. Ocasionalmente, la subsidencia sobre los
detenidamente en el capítulo 4, D.2. En relación con la convección térmica, que océanos tropicales conduce a una modificación de la configuración celular
origina las nubes cumuliformes, conviene poner de relieve que las corrientes de que se denomina actiniforme (o radiante) y que se ilustra en la lám. 8. Las
convección ascendentes (térmicas) están formadas por un conjunto de distintas configuraciones de nubes relacionadas con los sistemas ciclónicos frontales
burbujas de aire de considerable tamaño que, cuando se elevan, se dilatan y son se discuten en el capítulo 4, D.
arrastradas viento abajo. Las torres («castillos») que aparecen en los cúmulos o
en otras nubes no son debidas a las térmicas procedentes de la superficie, sino a G. FORMACIÓN DE LA PRECIPITACIÓN
las que se originan dentro de la nube como resultado del desprendimiento de
calor latente por condensación. Las térmicas pierden gradualmente su ímpetu a Se ha mencionado ya brevemente el dilema de la formación de las gotas de
medida lluvia. El crecimiento de las góticas de nube es, por sí solo, un mecanismo
insuficiente, por lo que hay que contar con la posibilidad de que intervengan
procesos más complicados.
Se han formulado objeciones contra gran parte de las primeras teorías sobre de — 5°C y — 25°C, en que la diferencia sobrepasa los 0,2 mb; si coexisten en
el crecimiento de las gotas de lluvia. Se propuso, por ejemplo, que las gotitas una nube de cristales de hielo y gotas de agua subenfriadas, éstas tienden a
con distinta carga podían unirse por atracción eléctrica, pero más tarde se puso evaporarse y el vapor se deposita directamente sobre los cristales de hielo (esto
de manifiesto que las distancias entre las gotas son demasiado grandes y que la es descrito a menudo por los meteorólogos como «sublimación», aunque en
diferencia entre las cargas es demasiado pequeña para que suceda esto. realidad se refiera a la evaporación directa del hielo).
También se sugirió que las gotas grandes podían crecer a expensas de las más Al igual que la presencia de los núcleos de condensación es necesaria para la
pequeñas, pero las observaciones realizadas muestran que la distribución del formación de gotitas de agua, también es necesario que existan «núcleos de
tamaño de las gotitas en una nube tiende a ser más o menos uniforme, siendo el congelación» antes de que puedan formarse las partículas de hielo,
tamaño medio de los radios de unas 10 µm a 15 µm; sólo algunas tienen un generalmente a temperaturas muy bajas (de unos — 15° a — 25°C). De hecho,
radio superior a 40 µm. Otra de las teorías propuestas se basaba en la variación las pequeñas gotas de agua pueden estar, subenfriadas en el aire, puro hasta
de la presión de vapor de saturación con la temperatura: si la turbulencia —40° C antes de que tenga lugar la congelación espontánea, pero los cristales
atmosférica acercaba suficientemente las gotitas de nube calientes y frías, la de hielo generalmente predominan en las nubes cuya temperatura es inferior a
saturación del aire con relación a las superficies de las gotas frías y su unos — 22°C. Los núcleos de congelación son mucho menos numerosos que los
subsaturación con respecto a la superficie de las gotas calientes habrían de núcleos de condensación; por ejemplo, su número puede ser tan bajo como 10
causar la evaporación de estas últimas y el crecimiento de las frías a sus por litro a — 30°C y es probable que nunca sobrepasen los 1000. Sin embargo,
expensas. Sin embargo, exceptuando quizás el caso-de algunas nubes algunos se vuelven activos a temperaturas más altas. La caolinita, un mineral de
tropicales, la temperatura de las gotitas de lluvia es demasiado baja para que arcilla común, se hace activa por primera vez a — 9°C y en ocasiones siguientes
actúe dicho mecanismo. La figura 2.9 muestra que, por debajo de 10°C, la a — 4°C. El origen de los núcleos de congelación ha sido tema de numerosos
pendiente de la curva de presión de vapor de saturación es baja. Otra teoría fue debites, pero se considera generalmente que las finas partículas procedentes del
que las gotas de lluvia se originan alrededor de núcleos de condensación suelo son su fuente principal. Otra posibilidad es que sea el polvo meteórico,
excepcionalmente grandes (como los que han sido observados en ciertas quien proporcione los núcleos, aunque no parece existir ninguna prueba firme
tormentas tropicales). Como es sabido, la velocidad de condensación sobre los de una relación entre la caída de polvo meteórico y la lluvia. Otra de las fuentes
núcleos grandes es inicialmente mayor, pero después de esta fase sus terrestres adicionales puede ser el polvo volcánico que es lanzado hacia la
velocidades de crecimiento están sometidas a los límites que se aplican a todas estratosfera superior y la troposfera durante las erupciones. También se ha
las demás gotas de agua atmosféricas. sugerido que los aerosoles biogénicos emitidos por las plantas en forma de
Los dos grupos principales de teorías que actualmente tratan de explicar el compuestos químicos complejos pueden servir de núcleos de condensación.
rápido crecimiento de las gotas de lluvia suponen que el crecimiento de los Una vez se han formado los minúsculos cristales de hielo, crecen rá-
cristales de hielo tiene lugar a expensas de las gotas de agua y que la unión de pidamente por condensación del vapor, desarrollándose distintas formas
las pequeñas gotitas de agua se produce por la acción de barrido de las gotas hexagonales del cristal a distintos intervalos de temperatura. También el
que caen. número, de cristales de hielo tienden a aumentar progresivamente, ya que, a
causa de las corrientes de aire, se desprenden durante su crecimiento pequeñas
1. Teoría de Bergeron-Findeisen
astillas que actúan como nuevos núcleos. También la congelación de gotas de
Esta teoría constituye una parte importante del mecanismo de crecimiento de agua subenfriadas puede producir también astillas de hielo (véase cap. 2, H).
las gotas de lluvia actualmente aceptada y está basada en el hecho de que la Los cristales de hielo se unen rápidamente por colisión, a causa de su frecuente
humedad relativa del aire es mayor con respecto a una superficie de hielo que forma ramificada (dendrítica) y un solo copo de nieve puede estar formado por
con respecto a una superficie de agua. Cuando la temperatura del aire baja por decenas de cristales las temperaturas comprendidas en el intervalo de 0° a —
debajo de los 0°C, la presión de vapor atmosférica disminuye más rápidamente 5°C son especialmente favorables para esta soldadura porque las finas capas
sobre una superficie de hielo que sobre el agua (véase fig. 1.5). Esto hace que la de agua qué existen sobre las superficies de un cristal se congelan cuando dos
presión de vapor de saturación sobre el agua sea mayor que sobre el hielo, cristales entran
especialmente entre las temperaturas
en contacto, ocasionando, su unión. Cuando la velocidad de caída de la masa natural. Por ejemplo, si caen cristales de hielo desde los cirrostratos de los
de hielo que está creciendo sobrepasa las velocidades de las comentes de aire niveles altos hasta los altostratos formados por gotitas de agua subenfriadas,
ascendentes, el copo de nieve cae, convirtiéndose en una gota de lluvia si éstas pueden crecer rápidamente por el proceso de Bergeron, y una situación
atraviesa una capa de aire suficientemente espesa de temperatura superior a semejante puede conducir a una precipitación extendida y prolongada. Esto se
0°C. da frecuentemente en los sistemas ciclónicos en invierno. De todos los intentos
Esta teoría parece explicar la mayor parte de los hechos observados, pero comunes del hombre para controlar los sucesos meteorológicos, ninguno es
aún no es completamente satisfactoria. Los cúmulos, existentes sobre los más importante que los relacionados con el control de huracanes. Existen
océanos tropicales pueden dar lluvia cuando tienen sólo unos 2000 m de indicios de que el sembrado del aire ascendente en las paredes del ojo puede
espesor y la temperatura de la parte superior de la nube es de 5°C o más. ampliar el anillo de condensación y de las ráfagas ascendentes, y disminuir el
Incluso en las latitudes medias, en verano, la precipitación puede caer desde momento angular de la tormenta y así la máxima velocidad de los vientos.
cúmulos que no tienen una capa de menos de 0°C («nubes cálidas»). En tales Estos intentos están aún en sus comienzos.
casos se ha sugerido la existencia del mecanismo de la «coalescencia de la
gotita», que será explicado más adelante. 2. Teorías de la colisión
Se han hecho intentos para provocar lluvia, basándose en la teoría de
Bergeron, con cierto éxito, lo que confirma por lo menos sus puntos En otras teorías sobre la formación de la gota de lluvia se supone que la
principales. La base de tales experimentos es el núcleo de congelación. Se colisión, la coalescencia y el «barrido» causan el crecimiento de la misma.
«siembran» nubes (de agua) subenfriadas, con temperaturas comprendidas Originariamente se creyó que la turbulencia atmosférica, por ocasionar
entre — 5°C y — 15°C con núcleos especialmente efectivos, tales como choques entre partículas de la nube, sería responsable de gran parte de la
ioduro de plata o «nieve carbónica» (CO2), desde generadores situados en coalescencia. Desgraciadamente, se encontró que las partículas pueden
aviones o en el suelo en el caso del yoduro de plata, que provocan el romperse con igual facilidad cuando están sujetas a choques y se observó que
crecimiento de cristales de hielo e impulsan la precipitación. El sembrado de muy a menudo no hay precipitación desde nubes muy turbulentas. Langmuir
algunas nubes cumuliformes a estas temperaturas probablemente produce un presentó una variación de esta simple teoría de colisión poniendo de relieve que
incremento medio de la precipitación del 10-15 % desde nubes que ya están las gotas que caen tienen velocidades límites que están directamente
descargando lluvia o están preparadas para ello. Los aumentos de más de un relacionadas, con sus diámetros, de manera que las gotas de mayor tamaño
10 % son el resultado de sembrar las tormentas orográficas invernales. Sin pueden alcanzar y absorber las gotas pequeñas y que estas últimas pueden
embargo, el sembrado de depresiones no ha producido aumentos aparentes en también ser barridas hacia la estela de la primera y ser absorbidas por ellas. La
la precipitación, y parece probable que las nubes con abundantes cristales de figura 2.19 da los resultados experimentales de la velocidad de crecimiento de
hielo naturales o con temperaturas superiores a las de congelación no sean las gotas de agua por coalescencia y también la de las partículas de hielo por
aptas para la «fabricación de lluvia». El desencadenamiento prematuro de la condensación de vapor a partir de un radio inicial de 20 µm. Aunque la
precipitación, sin embargo, puede destruir las ráfagas ascendentes y ocasionar coalescencia es al principio bastante lenta, la gota puede alcanzar 200 µm de
la disipación de la nube. Esto explica la razón de que algunos experimentos de radio en sólo 50 minutos. Los cálculos demuestran que las gotas deben tener
siembra hayan hecho descender la precipitación. En otros casos se ha radios mayores de 19 µm Para que puedan soldarse con otras (las gotas
conseguido hacer crecer las nubes y obtener precipitación: en Australia y pequeñas son barridas hacia un lado y no entran en colisión). La presencia
Estados Unidos se han conseguido resultados espectaculares. Los programas inicial de algunas gotas más grandes provocará la formación de núcleos
destinados a aumentar la precipitación de nieve en invierno en las laderas gigantes si la parte superior de la nube no está por encima del nivel de
occidentales de Sierra Nevada y las Montañas Rocosas por la siembra de congelación. Sin embargo, si hay algunos cristales de hielo en la parte de la
tormentas ciclónicas ya se han iniciado, pero aún es demasiado pronto para nube (o si, una nube se siembra naturalmente con cristales de hielo procedentes
considerar estas fabricaciones de lluvia o nieve como operaciones de rutina. El de una capa más alta), pueden llegar a caer a través de la nube en forma de gotas
éxito depende, en cualquier caso, de la presencia de nubes subenfriadas y entra en acción el mecanismo de la coalescencia. La turbulencia,
adecuadas. Cuando se encuentran presentes en la atmósfera varias capas de especialmente en las nubes cumuliformes, puede servir para aumentar los
nubes, puede ser importante la siembra choques en la fase inicial, y la electrificación
de un número limitado de pequeñas gotitas subenfriadas forma un conglomerado
de partículas de hielo blanco y opaco de 1 mm de radio aproximadamente. La
lluvia de estas partículas desde los cumulonimbos es bastante corriente en invierno
y primavera.
El granizo duro puede formarse cuando el granizo blando cae a través de una
región de alto contenido de agua líquida cuya temperatura es superior a 0°C. Por
acumulación se forma una funda de hielo transparente alrededor de la bola. Por
otra parte, una bola de hielo que esté constituida enteramente por hielo
transparente puede ser el resultado de la congelación de una gota de lluvia o de un
copo de nieve fundido y vuelto a congelar.
El verdadero granizo está formado por acumulaciones más o menos
concéntricas de hielo transparente y opaco. El embrión es una gota de lluvia que ha
sido arrastrada hacia arriba y se ha helado. La acumulación sucesiva de hielo
opaco (escarcha) tiene lugar a causa del impacto de las gotitas subenfriadas que se
congelan instantáneamente, mientras que el hielo transparente (vidriado) se debe a
una película mojada que después se congela, y que se ha formado por acumulación
muy rápida de gotas subenfriadas en partes de la nube con alto contenido de agua
líquida. Una de las mayores dificultades con que tropezaron las primeras teorías
fue la necesidad de postular corrientes ascendentes que fluctúan violentamente
Fig. 2.19 para explicar la estructura por capas que se había observado en el granizo; sin
Crecimiento de las gotitas por condensación y coalescencia (de East y Marshall, embargo, existe un nuevo modelo de tormenta que tiene en cuenta brillantemente
1954). este hecho, demostrando que el granizo que se está formando es arrastrado por el
movimiento de la tormenta (véase capítulo 4, H). El granizo puede alcanzar, en
de las nubes también aumenta la eficacia de la coalescencia. Este proceso de la algunas ocasiones, tamaños gigantescos, llegando a pesar hasta 760 g cada grano
coalescencia permite un crecimiento más rápido que el que puede proporcionar la (observado en septiembre de 1970 en Coffeyville, Kansas). A causa de su gran
simple condensación y, de hecho, es muy común en las nubes de las masas de aire velocidad, el granizo puede caer a distancias considerables fundiéndose poco.
tropicales, incluso en las latitudes templadas.
H. TORMENTAS
3. Otros tipos de precipitación
En las latitudes templadas, probablemente el ejemplo más espectacular de los
La lluvia se ha tratado con cierta extensión porque es la forma más común de cambios de humedad en la atmósfera y de liberación de energía que los acompaña
precipitación. La nieve se produce cuando el nivel de congelación está tan lo constituyen las tormentas. Los movimientos ascendentes y descendentes de
próximo a la superficie que los conglomerados de cristales de hielo no tienen intensidad desusadamente grandes son al mismo tiempo los factores y el
tiempo de fundirse antes de alcanzar el suelo. Generalmente, esto significa que el mecanismo principal del origen de dichas tormentas. Se producen: a) como
nivel de congelación debe estar situado por debajo de los 300 m. La probabilidad burbujas de aire húmedo excesivamente caliente que se elevan; b) asociadas al
de nieve y lluvia simultáneas es máxima cuando la temperatura del aire, en la desencadenamiento de la inestabilidad condicional por elevación sobre montañas;
superficie es de unos 1,5°C. La nieve y el aguanieve se producen raramente o c) a lo largo de una «línea de turbonada» asociadas a una discontinuidad de la
cuando la temperatura del aire es superior a los 4°C. masa de aire (véase pág. 234).
El granizo blando (granos de hielo opacos, de forma aproximadamente
esférica y con mucho aire ocluido) se produce cuando el proceso Bergeron actúa
en una nube de bajo contenido de agua líquida y las partículas de hielo crecen
principalmente por deposición de vapor de agua. La captura
El ciclo de duración de una tormenta es sólo de una o dos horas y
empieza cuando una porción de aire está más caliente que el que la rodea
o bien, cuando es impulsada bruscamente hacia arriba por el aire más frío
que penetra –por debajo. En ambos casos el aire empieza a ascender y la
célula embrión de la tormenta forma una especie de ráfagas ascendentes
de aire cálido (fig. 2.20). A medida que empieza la condensación a
formar gotitas de las nubes, se desprende calor latente, y el ímpetu
ascendente que inicialmente tenía la partícula de aire aumenta por
expansión y por disminución de la densidad, hasta que toda la masa está
completamente en desequilibrio térmico con el aire que la rodea. En este
punto las corrientes ascendentes alcanzan normalmente velocidades de
10 m/s y pueden sobrepasar los 30 m/s. El desprendimiento constante de
calor latente inyecta continuamente una nueva energía calorífica, que
acelera el movimiento ascendente y no le permite debilitarse: La
elevación de la masa de aire continuará en tanto la temperatura siga
siendo más elevada (o, en otras palabras, mientras la densidad sea menor)
que la de la masa de aire circundante.
Las gotas, de lluvia empiezan a desarrollarse rápidamente cuando se
alcanza la zona de granizo (o de congelación) por el crecimiento vertical
de la célula, lo que permite que tenga lugar el proceso de Bergeron. No
caen inmediatamente al suelo, debido a que las ráfagas ascendentes las
sostienen. Las tormentas de granizo requieren unos procesos especiales
de nubes, ya descritos en la última sección, que comprenden fases de
crecimiento «seco» (acumulación de escarcha dura) y «húmedo» sobre
las partículas de granizo. El estadio de madurez de una tormenta (figura
2.20 B) se asocia generalmente con grandes cantidades de precipitación y
relámpagos (lám. 9). La precipitación causa ráfagas de fricción de aire
frío descendentes. Cuando éstas ganan momento, eventualmente el aire
frío se esparce por debajo de la célula tormentosa en una cuña.
Gradualmente, a medida que se gasta la humedad de la célula el
suministro de energía de calor latente liberada disminuye, las ráfagas
descendentes ganan progresivamente potencia sobre las ráfagas cálidas
ascendentes y la célula se disipa.
Para simplificar esta explicación, se ha representado una tormenta de
una sola célula. Generalmente las tormentas son mucho más complejas
en cuanto a su estructura y constan de varias células agrupadas en
racimos de 2-8 km de diámetro, 100 o así de longitud y que se extienden a
lo largo de unos 10 km o más (véase lám. 21). Estos sistemas se
denominan líneas de turbonada (cap. 4, H).
Se han desarrollado dos hipótesis sobre la electrificación de las tor-
mentas. Una incluye el mecanismo de inducción y la otra la transferencia
de cargas no inductiva. Como ejemplo de la primera categoría, y dado
Una gotita subenfriada se hiela desde la superficie hacia dentro y esto
conduce a la constitución de un núcleo más caliente y cargado negativamente
(iones OH—) y a una superficie más fría y cargada positivamente, a causa de
la migración de los iones H+ hacia fuera siguiendo el gradiente de
temperatura. Cuando este grano de hielo blando se rompe durante la
congelación, se proyectan pequeñas partículas de hielo procedentes de la
cascara, cargadas positivamente, y son elevadas con más facilidad hacia la
parte superior de la célula convectiva por las corrientes ascendentes. Esta
teoría nos ayuda a comprender la distribución de cargas de la figura 2.21 que
muestra que la parte superior de la nube (aproximadamente por encima de la
isoterma de — 20°C) está cargada positivamente. Del mismo modo, el
granizo cargado negativamente cae hacia la base de la nube. Sin embargo, el
proceso de escisión del hielo parece que sólo actúa en un estrecho margen de
temperaturas y la transferencia de cargas es pequeña.
Los procesos discutidos hasta el momento probablemente contribuyen a la
electrificación de las nubes, pero según J. Latham el factor principal es la
transferencia de cargas no inductiva. Esta implica la colisión entre cristales de
hielo astillados y partículas más calientes de granizo blando. La agregación
previa de gotitas subenfriadas sobre las partículas de granizo produce una
superficie irregular, que se calienta a medida que las gotitas desprenden calor
latente al solidificarse. Los impactos de cristales de hielo fríos sobre esta
superficie irregular genera entonces cargas negativas, mientras que los
Fig. 2.21 cristales más fríos adquieren carga positiva. La carga negativa generalmente
Distribución de cargas electrostáticas en una nube tormentosa (según se concentra entre unos — 10°C y — 20°C en una nube tormentosa donde hay
Masón, 1962).Véase el texto. grandes concentraciones de cristales de hielo, debido a la rotura a un nivel
aproximado de unos — 5°C y al subsiguiente ascenso de los cristales en las
que la ionosfera está cargada positivamente (debido a la acción de la corrientes ascendentes. Los estudios mediante radar muestran que los
radiación ultravioleta cósmica y solar en la ionización) y la superficie relámpagos van asociados con las partículas de hielo en las nubes, y con las
terrestre negativamente, durante el buen tiempo las gotitas de lluvia pueden corrientes ascendentes de, aire que causan el desplazamiento hacia arriba de
adquirir una carga positiva inducida en su parte inferior y una carga negativa las pequeñas partículas de granizo. El origen de las pequeñas áreas positivas
en su parte superior. La transferencia de cargas no inductiva requiere el cerca de la base de la nube (fig. 2.21) es aún motivo de discusión. Podrían
contacto entre las partículas de la nube o de precipitación. La distribución aparecer por la acción de las ráfagas convectivas ascendentes que están
típica observada de las cargas en una nube tormentosa se muestra en la figura cargadas positivamente. Es probable que las muy diversas propiedades
2.21. La separación de cargas eléctricas de signo opuesto puede implicar eléctricas de las nubes de tormenta (de nube a nube y dentro de cada nube, a
diversos mecanismos: la disgregación de gotas de lluvia (grandes gotitas que medida que se van desarrollando) no puedan ser explicadas en forma única
retienen una carga positiva, mientras que la superficie lleva iones negativos), por ninguna de las teorías existentes sobre generación de cargas.
o la captura selectiva de iones atmosféricos negativos por caída de partículas Generalmente, el rayo comienza más o menos al mismo tiempo que la
de nube, son factores posibles, pero que aparentemente crean cargas precipitación. Puede producirse entre la parte inferior de la nube y el suelo
suficientemente grandes. Un tercer mecanismo es la escisión de los cristales (que tiene una carga local inducida positiva). La primera fase de la descarga
de hielo durante la congelación de las gotitas de las nubes. Esto sucede como (conductor), que traslada hacia abajo cargas negativas de la
se explica a continuación.
nube, se encuentra cerca del suelo con una corriente de retorno que transporta disponible, previniendo su acumulación como capas en los cristales de hielo
rápidamente hacia arriba cargas positivas a lo largo del canal de aire ionizado crecientes. Los intentos de «drenar» las cargas de rayos mediante la siembra de
que ya se ha formado. De la misma manera que el conductor es neutralizado por nubes .con yoduro de plata o con millones de agujas metálicas han producido
la corriente de retorno, esta última es neutralizada a su vez dentro de las nubes. resultados aún más inciertos.
Las descargas siguientes, conductoras y de retorno, penetran en las regiones
más elevadas de las nubes hasta que se agota temporalmente toda la carga I. TIPOS Y CARACTERÍSTICAS DE LAS PRECIPITACIONES
negativa. El destello total dura típicamente sólo unos 0,2 segundos. Otras
descargas más frecuentes se producen dentro de una nube o entre nubes. El En sentido estricto, el término «precipitación» se aplica a todas las formas de
calentamiento excesivo y la explosión expansiva del aire inmediato a la agua, líquidas y sólidas (págs. 112-113) —lluvia, cellisca, nieve, granizo, rocío,
trayectoria del rayo originan ondas sonoras intensas, que producen el trueno. El escarcha, niebla y escarcha dura (acumulación de hielo sobre objetos por
sonido viaja a unos 300 m/seg. congelación a causa del impacto de gotas de niebla subenfriadas)—, pero, en
Relámpagos y rayos son sólo un aspecto del ciclo de la electricidad general, sólo la lluvia y la nieve contribuyen de manera significativa a los
atmosférica. Durante el buen tiempo, la superficie de la tierra está cargada totales de precipitación. En muchas partes del mundo pueden emplearse las
negativamente y la ionosfera positivamente. El gradiente potencial de este palabras lluvia y precipitación como sinónimos. Los datos que aparecen en la
campo eléctrico vertical durante el buen tiempo es de unos 100 V/m, mientras sección siguiente se refieren a la lluvia, puesto que resulta más difícil efectuar
que bajo una nube tormentosa puede exceder los 1000 V/m. El «potencial de mediciones de la nieve con el mismo grado de exactitud.
rotura» para que los relámpagos se den en aire seco es de 3 X106 V/m pero es Debe ponerse de relieve que los registros de precipitaciones son sólo
diez veces superior al mayor de los campos observados en las nubes estimas. Los factores de localización del emplazamiento, altura del aparato,
tormentosas. De ahí la necesidad de procesos de carga de los cristales de turbulencia a pequeña y gran escala en el flujo del aire, salpicado y evaporación
hielo/gotitas de nubes localizados, como ya se ha descrito, para iniciar los introducen errores en las tomas. La caída de la nieve está particularmente
destellos. influenciada por los efectos del viento que pueden traducirse en una
Los iones atmosféricos pueden conducir la electricidad a tierra, por lo que disminución de las estimas de un 50 % respecto del valor real.,
debe partir de ella una corriente de retorno que mantenga el campo eléctrico
observado. Uno de los manantiales de esta corriente lo constituye la lenta 1. Características de la precipitación
«descarga puntual», desde objetos tales como edificios y árboles, de iones que
transportan la carga positiva inducida por la base negativa de la nube Hay muchas mediciones por las que pueden describirse los diversos atributos
tormentosa. Existen corrientes ascendentes similares por encima de las nubes de la precipitación, tanto a largo plazo como desde el punto de vista de cada
tormentosas. Otra de las fuentes (cuyo efecto global se estima que es menor) es tormenta en particular. Tradicionalmente, los parámetros a largo plazo, como
el transporte hacia arriba, mucho más rápido, de cargas positivas por los rayos, son la precipitación anual media, la variabilidad anual y las tendencias
que dejan la tierra cargada negativamente. La actuación conjunta de estas tres interanual, han interesado mucho a los geógrafos, y en el capítulo final (véase
corrientes alimentadoras en las aproximadamente 1800 que se producen sobre cap. 8, A) se tratan estos parámetros estadísticos. Sin embargo, especialmente
la tierra en cualquier momento se cree que es suficiente para compensar las para las consideraciones hidrológicas se estudian cada vez más las
fugas aire-tierra y este número parece estar en razonable acuerdo con los datos características y relaciones de cada borrasca por separado y resulta posible
de observaciones. El relámpago es un riesgo ambiental significativo. Sólo en apuntar aquí algunos de los hechos más corrientemente observados. Las
los Estados Unidos hay un promedio de casi 100 muertes anuales como resul- observaciones del tiempo indican normalmente la cantidad, duración y
tado de accidentes debidos a rayos. frecuencia de la precipitación, lo que permite determinar las características que
Los rusos han notificado algunos éxitos en la disipación de tormentas de pueden deducirse de éstas. A continuación se estudian tres de ellas.
granizo perniciosas mediante el uso de bombas de artillería y cohetes dirigidos
por radar para inyectar yoduro de plata en porciones de nubes con un alto
contenido de agua líquida que hiela el agua superenfriada
Fig. 2.22
Relación generalizada entre la intensidad y la duración de la precipitación en
Washington, D. C. (según Yarnell, 1935).

a. Intensidad de la lluvia. La cantidad (= cantidad/duración) de la lluvia durante


cada borrasca, o durante un período aún más corto es de vital interés para los
hidrólogos que tratan de prevenir las riadas, así como para los que tratan de evitar
la erosión del suelo. Para determinar, la intensidad, que varía marcadamente en el
intervalo de tiempo seleccionado, son necesarios gráficos de la cantidad de lluvia
caída por unidad de tiempo («hietogramas»): Las intensidades medias para
períodos cortos (lluvias del tipo tormentoso), son mucho mayores que las que
corresponden a intervalos de tiempo más largos, tal como ilustra la figura 2.22
para Washington, D. C. En el caso de cifras extremas para distintos puntos de la
tierra (fig. 2.23), la intensidad registrada durante 10 minutos es aproximadamente
tres veces mayor que la registrada durante 100 minutos y ésta excede en la misma
proporción a la intensidad registrada en 1000 minutos (es decir, 16½ horas). La
lluvia de gran intensidad se caracteriza por un mayor tamaño de las gotas más que
por un mayor número de gotas. Por ejemplo, con intensidades de precipitación de
0,1, 1,3 y 10,2 cm/h, los diámetros de gotas más frecuentes son 0,1, 0,2 y 0,3 cm,
respectivamente. En América del Norte se considera que cuando las cantidades
recogidas diariamente sobrepasan los 1,3 cm, la lluvia puede desempeñar un papel
importante en la erosión de barrancos. El 90 % de la precipitación anual en el
Golfo de México es superior a esta cantidad, mientras que en la Gran Cuenca lo es
sólo el 20 %.
b. Extensión superficial de una borrasca. Las cantidades totales de lluvia
registradas en el intervalo de tiempo dado varían de acuerdo con el
Fig. 2.24
Curvas envolventes de la relación profundidad/duración de la precipitación
máxima correspondientes a zonas de menos de 1275 km2 de extensión en los
Estados Unidos (según Berry, Bollay y Beers, 1945).
tamaño de la zona que se considera, presentando una relación análoga a la de la
duración e intensidad de la lluvia. Las lluvias máximas registradas en 24 horas
sobre áreas de diferente extensión en Estados Unidos (hasta 1960) fueron las
siguientes:
Kilómetros
cuadrados cm Fig. 2.25
25,9 98.3 Representaciones de la precipitación /duración /frecuencia de las
25,9 89,4 precipitaciones máximas diarias respecto a una serie de estaciones desde el
25,9 76,7 desierto del Jordán hasta una elevación de 1482 m en las Filipinas
25,9 30,7 monzónicas (según Rodela, 1970; Linsley y Franzini, 1955; y Ayodae,
1976).
25,9 10,9
(Según Gilman, 1964). retorno». La figura 2.25 proporciona este tipo de información sobre la
La figura 2.24, basada en datos de este tipo, ilustra la cantidad máxima de cantidad y duración de la lluvia para seis estaciones distintas. De ella, por
lluvia que era de esperar en Estados Unidos para una extensión de borrasca ejemplo, se desprendería que como promedio es probable que se produzca
cada, veinte años, una lluvia de 24 horas de duración de por lo menos 95 mm
determinada y para una duración dada. en Cleveland y de 216 mm en Lagos. Sin embargo, este período medio de
c. Frecuencia de las borrascas. Otro dato de gran utilidad lo constituye el retorno no significa que dichas lluvias tengan que producirse necesariamente
en los años veinte de un determinado período. Incluso pueden producirse en
período medio de tiempo dentro del cual se puede esperar que se produzca una el primer año. Estas estimas requieren disponer de largos períodos de datos
sola vez una lluvia de una intensidad determinada) Esto se conoce con el de observación, pero las relaciones aproximadamente lineales que aparecen
nombre de «intervalo de recurrencia» o «período de en dichos gráficos son de gran significado práctico para el proyecto de los
sistemas de control de riadas.
Se han llevado a cabo numerosos estudios sobre casos de temporales
de lluvia en distintas áreas climáticas. En la figura 2.22 A y B se muestran dos
ejemplos del sudoeste de Inglaterra y de China. El primero fue un temporal de
lluvia de 24 horas de duración con un período de repetición estimado de 150 a
200 años, y el segundo un temporal de 100 años de período de repetición y las
cifras muestran las precipitaciones caídas durante una hora. A pesar de la
menor asistencia orográfica y el menor período de recurrencia, la tormenta de
Hong Kong tuvo tres veces la intensidad máxima por hora y su núcleo tuvo un
área diez veces mayor que la tormenta de Inglaterra.

2. Tipos de precipitación

Ahora estamos en disposición de relacionar todos los hechos que acabamos de


mencionar con lo tratado en secciones anteriores para explicar los tipos de
precipitación. Un punto de partida muy conveniente consiste en hacer la
clasificación habitual en tres tipos principales —precipitación convectiva,
ciclónica y orográfica— según la manera en que se ha supuesto que se elevaba
el aire. Para este análisis es esencial tener algún conocimiento de las borrascas.
Se estudiarán éstas en capítulos posteriores, pero para el lector no
familiarizado con el tema damos a continuación unas breves ideas al respecto.
a Precipitación de tipo convectivo. Está asociada con los cúmulos en
forma de torre (cumulus congestus) y con los cumulonimbos. Pueden dis-
tinguirse tres categorías, según los distintos modos de distribución en el
espacio.
⍺) A causa del fuerte calentamiento de la tierra en verano, se originan
células convectivas dispersas, especialmente cuando la baja temperatura de la
estratosfera superior facilita la liberación de inestabilidad convectiva o
condicional (véase cap. 2, E) La precipitación, a menudo en forma de granizo,
es del tipo tormentoso, aunque no se producen necesariamente relámpagos y
truenos. Las áreas afectadas por estas fuertes lluvias dispersas, que duran
generalmente de ½ a 1 hora, son bastante limitadas, del orden de 20 a 50 km2.
β) Cuando pasa sobre una superficie más caliente aire húmedo e inestable,
puede formarse lluvia, nieve o granizo blando. Las células convectivas que se
Fig. 2.26 mueven con el viento pueden originar una «estela» de precipitación
Distribución de la precipitación en mm. A Sobre Exmoor, Inglaterra, paralelamente a la dirección del viento (lám. 10), aunque en el transcurso de
durante un período de 24 horas el 15 de agosto de 1952. El 75 % de la varios días las trayectorias e intensidades variables de estas estelas tienden a
precipitación tuvo lugar durante un período de 7 horas y un 18% en una enmascarar su aspecto.
hora (de Dobbie y Wolf, 1953), B Sobre Hong Kong durante las 6,30 a las Dos lugares en los que se pueden dar estas células son: paralelamente, a un
7.30 horas el 12 de junio de 1966 (de So, 1971). frente frío superficial en el sector cálido de una depresión (a veces como una
línea de turbonada) o bien paralelamente y en la cabeza
de un frente cálido (véase cap. 4, D). Por consiguiente, la precipitación está aire. En las zonas de latitudes medias en las que la precipitación es
muy extendida, aunque dura poco en cualquier parte. predominantemente de origen ciclónicos, los efectos orográficos tienden a
γ) En los ciclones tropicales las células de cumulonimbos se organizan aumentar tanto la frecuencia como la intensidad de la precipitación invernal,
alrededor del vórtice en bandas giratorias (véase capítulo 6, C.2). mientras que durante el verano y en los climas continentales, con un nivel de
Especialmente en la fase de disipación de dichos ciclones, que se produce de condensación más elevado, el efecto principal del relieve es la activación
una manera típica sobre tierra, la lluvia puede ser muy fuerte y prolongada, ocasional de intensas precipitaciones de tipo tormentoso. La influencia
afectando a áreas de miles de kilómetros cuadrados. orográfica se da sólo en la proximidad de suelos altos en el caso de una
atmósfera estable. Los estudios más recientes llevados a cabo con la ayuda del
b Precipitación de «tipo ciclónico». Las características de la precipitación
radar muestran que el efecto principal en este caso es de redistribución,
varían según el tipo de sistema de presión y su edad, pero el mecanismo
mientras que en el caso de una atmósfera inestable parece que aumenta la
esencial es el ascenso del aire por la convergencia horizontal de corrientes en
precipitación, o por lo menos hay una redistribución a mayor escala, dado que
una zona de bajas presiones (véase capítulo 3, B.1). En las depresiones
los efectos orográficos pueden extenderse muy bien en la dirección del viento,
extratropicales, este hecho se ve aumentado por la elevación de aire caliente y
dada la activación de las franjas de lluvia mesoscálicas (véase fig. 4.10).
menos denso a lo largo de la separación en masas de aire (véase cap. 4, D.2).
Pueden mencionarse dos casos especiales de efectos orográficos. Uno de
Tales depresiones originan precipitaciones moderadas y generalmente
ellos es la influencia general del rozamiento superficial, que puede contribuir a
continuas sobre áreas muy extensas, a medida que se mueven hacia el Este, en
la formación de capas de estratos o estratocúmulos cuando las demás
los cinturones de vientos del Oeste situados entre 40° y 65° de latitud. La zona
condiciones son apropiadas (véase cap. 2, C.2). En estas circunstancias sólo
de lluvia en la parte anterior de la borrasca puede afectar a una localidad que se
hay que esperar precipitación de tipo débil (llovizna, lluvia débil o granos de
encuentre a su paso durante un tiempo que oscila entre 6 y 12 horas, mientras
nieve). El otro caso se presenta cuando el rozamiento frena una corriente de aire
que la zona posterior da un período más corto de precipitación, de tipo
que se mueve desde la costa hacia el interior, Bergeron ha dado cuenta de un
tormentoso. Por lo tanto, estos sectores se distinguen a veces en las
ejemplo de la convergencia y elevación que este proceso puede iniciar. Durante
clasificaciones de las precipitaciones y en la tabla 5.3 se ilustran más
un período de 24 horas, en octubre de 1945, una corriente de aire del
detalladamente. Las depresiones polares (véase cap. 4, G.3) combinan los
Oeste-Sudoeste produjo sobre Holanda una zona de precipitación (3 cm o más)
efectos de la convergencia de corrientes de aire y la actividad convectiva de la
—resultado de convergencia y elevación por rozamiento— al cruzar la estrecha
categoría a β) mencionada anteriormente, mientras que las vaguadas del
zona de dunas que bordean la costa y que tiene sólo algunos metros de altura.
cinturón ecuatorial de bajas presiones dan precipitación convectiva como
Sobre el resto del país, que es casi completamente llano, se desarrolló una serie
resultado de una convergencia de corriente de aire en los vientos del Este
de ondas orográficas en la corriente troposférica a sotavento de la costa (véase
(véase capítulo 6, C.1).
fig. 3.10, por ejemplo), y dichas ondas originaron una serie de bandas
c. Precipitación orográfica. La precipitación orográfica se considera transversales (Norte-Sur) de precipitación de hasta 2 cm. Al día siguiente, el
comúnmente como perteneciente a un tipo con características propias, pero flujo superficial había cambiado poco, pero un descenso de la temperatura
esto requiere una especial consideración. Las montañas no contribuyen de una desde — 20°C a — 28°C en el nivel de 500 mb alteró la estabilidad vertical, de
manera particularmente eficaz a eliminar la humedad de las corrientes de aire manera que se deshicieron las ondas orográficas y la distribución de la
que cruzan por encima de ellas, pero sin embargo, como la precipitación cae precipitación presentó bandas de convección, de hasta 4 cm por día, paralelas a
repetidamente más o menos en los mismos lugares, los totales de lluvia la dirección del viento en tierra.
acumulada son elevados. La orografía, según la alineación y el tamaño de la
cadena, puede a) provocar la inestabilidad condicional o convectiva por dar al 3. Variaciones regionales en el máximo de precipitación con la
aire un movimiento inicial ascendente o por desigual calentamiento de las altura
laderas de la montaña, β) aumentar la precipitación ciclónica frenando la
velocidad con que se mueve el sistema depresionario y γ) causar El aumento de precipitación con la altura es una característica de todas las
convergencia y elevación por el efecto de embudo que ejercen los valles sobre regiones del mundo, a pesar de que los actuales perfiles de precipita-
las corrientes de
dades se hace bastante marcado. Estas circunstancias se han registrado también en
Hawái y, con una elevación bastante mayor, en las montañas de África Oriental (véase
capítulo 6, E.3). La figura 2.27 A indica que, a pesar de la diferencia entre los datos
recogidos en las distintas estaciones, este efecto es claramente aparente a lo largo de las
tierras altas de Guatemala próximas al Pacífico. Más al norte, siguiendo la costa, se
observa de nuevo un máximo de precipitación por debajo de las cimas de las montañas
en Sierra Nevada, a pesar de que el efecto protector de la cadena costera introduce
algunas complicaciones (fig. 2.27 B), pero en los Montes Olímpicos de Washington, la
precipitación aumenta a medida que crece la altura, siendo máxima en las cumbres
(figura 2.27 C). Tal como se ha mencionado anteriormente, los valores de la
pluviosidad observados en las cimas de las montañas pueden ser inferiores a los au-
ténticos, debido a la existencia de remolinos; esto es especialmente cierto cuando la
Fig. 2.27 mayor parte de la precipitación es en forma de nieve, qué es fácilmente arrastrada a
Curvas generalizadas que indican la relación entre la altura y la precipitación anual otros lugares.
media correspondiente a las laderas de las montañas orientadas al Oeste en América Una de las explicaciones de esta diferencia orográfica entre la precipitación en las
del Norte y central. Los puntos dan alguna indicación acerca de la gran dispersión de regiones tropicales y en las templadas se basa en el hecho de que, en las primeras, existe
las distintas lecturas de la precipitación (adaptado de Hastenrath, 1967, y Armstrong y una concentración de humedad en una capa bastante superficial (véase cap. 6, A). Gran
Sridd, 1967). parte de la precipitación orográfica proviene al parecer, de las nubes calientes
(especialmente cumulus congestus), que están formadas por gotitas de agua y que
ción difieren regionalmente y según las estaciones. En las latitudes medias puede generalmente tienen un límite superior a unos 3000 metros. Es probable que la altura de
observarse un aumento hasta los 3000-4000 m, como en el caso de las Montañas la zona de pluviosidad máxima esté próxima a la base media de las nubes, puesto que es
Rocosas de Colorado y en los Alpes. En la Inglaterra occidental con montañas de unos en este nivel donde el tamaño y el número de gotas que caen es máximo. Por
1000 m, los máximos niveles de precipitación se registran a sotaventó de las cimas. Esto consiguiente, las estaciones situadas por encima del nivel medio de la base de las nubes
refleja probablemente la tendencia general del aire a seguir elevándose durante un cierto reciben tan sólo un tanto por ciento del incremento debido a la orografía. En las
tiempo una vez cruzada la línea de cumbres, y el retraso necesario para la precipitación latitudes templadas y especialmente en invierno, gran parte de la precipitación proviene
después de producirse condensación. Sobre las estrechas franjas de las tierras altas, la de nubes estratiformes que normalmente alcanzan gran espesor en la troposfera. En este
distancia horizontal puede ser insuficiente para que haya tiempo para una formación de caso, la porción de la nube que se encuentra por debajo del nivel de la estación
nubes máxima y para que se dé la precipitación. Sin embargo, otro factor importante meteorológica tiende a ser menor. Estas diferencias relativas al tipo y espesor de las
para el total de lluvia registrada puede ser el efecto de la turbulencia que las montañas nubes son apreciables, incluso de un día, para otro, en las latitudes medias, tal como lo
originan en la corriente de aire. Los estudios realizados en Baviera, en el observatorio han demostrado detallados estudios realizados en los Alpes bávaros. Similarmente, se
de Hohenpeissenberg muestran que los pluviómetros corrientes pueden sobreestimar la observan también variaciones en la altura del nivel de condensación medio y la zona de
lluvia en un 10 % aproximadamente en las laderas a sotavento y subestimarla en un 14 precipitación máxima. Por ejemplo, en las montañas de Asia central (Pamir y Tien
% en las laderas expuestas al viento. Shan), se ha comprobado que el máximo tiene lugar a unos 1500 metros en invierno y a
En las regiones tropicales y subtropicales, el valor de la precipitación es máximo por 3000 metros en verano.
debajo de las cimas de las montañas, a un determinado nivel, a partir del cual disminuye
a medida que se asciende hacia las crestas. Las observaciones son generalmente
dispersas en los trópicos, pero numerosas mediciones efectuadas en Java demuestran
que la elevación media a la que corresponde mayor precipitación es aproximadamente
de 1200 metros. Por encima de los 2000 metros el descenso de las canti-
4. Distribución mundial de la precipitación δ) - La distribución dejas zonas montañosas con respecto a los vientos
localmente dominantes,
Una ojeada a los mapas de cantidad de precipitación correspondientes a
diciembre-febrero y junio-agosto (fig. 2.28) indica que (las distribuciones son 5. Sequía
considerablemente más complejas que, por ejemplo, las de temperatura medias
(véase fig. 1.15). La comparación de la figura 2.28, con el perfil meridiano de El término sequía implica una ausencia de precipitación significativa durante
precipitación media para cada latitud (véase fig. 2.4 A), (pone de relieve la un período lo bastante largo como para causar déficits en la humedad del
marcada variación longitudinal que se superpone a la configuración zonal. suelo debidos a la evapotranspiración y a los descensos en el caudal de las
Esta última tiene tres características principales: un máximo ecuatorial, que, al corrientes, que causan las actividades biológicas y humanas normales. Así,
igual que el ecuador térmico, está ligeramente desplazado hacia el hemisferio pueden darse condiciones de sequía en algunas partes de Gran Bretaña tras
norte; totales muy bajos en las latitudes altas, y mínimos secundarios en las sólo tres semanas sin lluvia, mientras que algunas áreas de los trópicos
latitudes subtropicales. La figura 2.28 demuestra por qué las zonas experimentan regularmente muchos meses secos sucesivos. Todas las
subtropicales no aparecen como particularmente secas en el perfil meridiano a regiones padecen de condiciones de sequía temporales pero de recurrencia
pesar de la conocida aridez del cinturón subtropical de altas presiones (véase irregular, pero particularmente aquéllas con climas marginales, influenciados
cap. 3, C.3 y cap. 5, D.2). En estas latitudes, la parte este de los continentes alternativamente por distintos mecanismos climáticos. Las sequías se asocian
recibe lluvias considerables en verano. pues especialmente con:
En vista de los numerosos factores que intervienen en el proceso, ninguna ⍺) Aumentos en la persistencia y la superficie de las células de altas
explicación breve de estas distribuciones de precipitación puede resultar muy
satisfactoria. En los capítulos 5 y 6 se examinan diversos aspectos de los presiones subtropicales. La sequía en el sur de Israel se ha visto que se
relaciona significativamente con este mecanismo. Las principales sequías en
regímenes de precipitación seleccionados, después de considerar las ideas
el Sahel africano a principios de los años setenta también han sido atribuidas
fundamentales acerca del movimiento atmosférico, las masas de aire y las
zonas frontales. En el apéndice I.C se pone de relieve una clasificación de los a una expansión hacia el este y el sur del anticiclón de las Azores.
β) Los cambios en la circulación monzónica veraniega, que causan un
cinturones de viento y de las características de la precipitación. Quizás en este
retraso o falta de las incursiones del aire tropical marítimo, como puede
momento baste con hacer notar los factores que se han tenido en cuenta al
estudiar la figura 2.28. suceder en el norte de Nigeria o en el Punjab en la India.
γ) Las bajas temperaturas en las superficies oceánicas producidas por
⍺) El límite impuesto al contenido máximo de humedad de la atmósfera por cambios en las corrientes o por un afloramiento aumentado de las aguas frías.
la temperatura del aire. Esto es importante en las latitudes altas y en invierno La precipitación en California y Chile puede verse afectada por mecanismos
en el interior de los continentes. de este tipo (véase pág. 147), y la precipitación adecuada en la región
β) Las más importantes zonas latitudinales de afluencia de humedad a propensa a las sequías del nordeste del Brasil parece que depende mucho de
causa de la advección atmosférica. Esto es, en sí mismo, un reflejo de los las temperaturas altas de la superficie del mar en el cinturón comprendido
sistemas globales de viento y de sus perturbaciones, (es decir, los sistemas de entre los 0°-15°S del Atlántico Sur.
los alisios convergentes y los vientos ciclónicos del Oeste, en particular). δ) El desplazamiento de las bandas tormentosas de las latitudes medias
γ) La distribución de las masas de tierra., Hay que hacer notar que el asociadas ya sea con la expansión circumpolar de los vientos del oeste hacia
hemisferio sur no tiene las grandes zonas continentales, de latitudes medias, las latitudes inferiores, o con el desarrollo de formas de bloqueo persistentes
vastas y áridas, que tiene el hemisferio norte. La extensión oceánica del de la circulación en las latitudes medias (véase fig. 3:33). Se ha sugerido que
hemisferio sur hace que, a causa de las borrascas de latitudes medias, la las sequías en las Grandes Llanuras al este de las Rocosas en los decenios de
precipitación zonal media correspondiente a 45°S sea aproximadamente un 1890 y 1930 se debieron a cambios de este tipo en la circulación general. Sin
tercio mayor que la del hemisferio norte a 50°N (véase fig. 2.4 A). Otra de las embargo, las sequías de los años diez y cincuenta en esta misma área fueron
mayores características no zonales es la existencia de. los regímenes causadas por altas presiones persistentes en el sudeste y por el
monzónicos, especialmente en Asia. desplazamiento hacia el norte de bandas tormentosas (véase fig. 2.29).
Desde mayo de 1975 hasta agosto de 1976, partes del noroeste de Europa
desde Suecia al oeste de Francia experimentaron severas sequías. El sur de
Inglaterra recibió menos del 50 % de su precipitación promedio, la sequía más
prolongada y severa desde que empezaron los registros en 1727. Las causas
inmediatas de este régimen fueron el establecimiento de un cinturón de
bloqueo persistente de altas presiones sobre el área, que desplazó bandas de
depresiones de 5°-10° de latitud hacia el norte hacia el Atlántico Norte
occidental. Más lejos, la circulación sobre el norte del Pacífico había
cambiado más pronto, con el desarrollo de una célula de altas presiones más
fuerte y hubo vientos del oeste de alto nivel más fuertes quizás asociados con
una superficie marina más fría que su prome-' dio habitual. Los vientos del
oeste fueron desplazados hacia el norte tanto sobre el Atlántico como sobre el
Pacífico. Sobre Europa, las condiciones de sequedad en la superficie
aumentaron la estabilidad atmosférica, mermando ulteriormente la posibilidad
de precipitación.
RESUMEN
La humedad atmosférica puede describirse como la masa absoluta de hu-
medad por unidad de masa (o volumen) de aire, como una proporción del
valor de saturación, o en términos de la presión del vapor de agua. Cuando es
enfriado a presión constante, el aire se vuelve saturado a la temperatura del
punto de rocío.
Los componentes del balance de humedad superficial son la precipitación
total (incluyendo la condensación en la superficie), la evaporación, el cambio
Fig. 2.29 en el almacenamiento de agua en el suelo o en una capa de nieve y la pérdida
Áreas de sequía del centro de Estados Unidos basadas en las áreas que (en la superficie o en el suelo). La tasa de evaporación viene determinada por
reciben menos del 80 % de las precipitaciones normales en julio-agosto la energía disponible, la diferencia superficie-aire en cuanto a presión de
(según Borchert, 1971). vapor y la velocidad del viento, asumiendo que la cantidad de humedad sea
ilimitada. Si la humedad es limitada, la tasa se ve afectada/por la tensión de
Está claro que las sequías más severas y prolongadas comprenden agua del suelo, y por factores debidos ' a las plantas. La evapotranspiración se
combinaciones de diversos mecanismos. La prolongada sequía del Sakel, determina mejor mediante un lisímetro. También puede ser calculada
—una zona de 3000 X 700 km a lo largo del borde meridional del Sahara mediante fórmulas basadas en el balance energético, o por el método del perfil
desde Mauritania hasta el Chad— que empezó en 1969 y siguió hasta aerodinámico usando los gradientes medios de la velocidad del viento, la
mediados de los años setenta, se ha atribuido a diversos factores. Éstos temperatura y el contenido en humedad cerca del suelo.
incluyen una expansión del vértice circumpolar occidental, el desplazamiento La condensación en la atmósfera puede tener lugar por evaporación
del cinturón subtropical de altas presiones hacia el ecuador, bajas continuada en el aire; por mezcla de aire de distintas temperaturas y presiones
temperaturas de la superficie marina en el Atlántico Norte oriental y la de vapor, de forma que se alcance el punto de saturación; o por enfriamiento
«desertificación» debida al sobrepastoreo. La desaparición de la vegetación, adiabático del aire por elevación hasta que se alcanza el nivel de
que aumenta el albedo superficial, se cree que desemboca en una reducción condensación.
de la precipitación. No existen pruebas de que el anticiclón subtropical fuera
más al sur, pero durante los años de sequía se produjo un flujo de aire seco
más fuerte del este a través de África.
EI aire puede ser elevado por inestabilidad debida a calentamiento superficial o
por turbulencia mecánica, por el ascenso en una zona frontal o por ascenso
forzado sobre una barrera orográfica. La inestabilidad es determinada por la tasa
real de descenso de la temperatura con la altura en la atmósfera relativo a la tasa
adiabática apropiada. El gradiente adiabático del aire seco es de 9,8°C/km; el
gradiente adiabático del aire saturado es menor que el primero debido al calor 3
latente liberado por condensación. Es mínimo (de unos 5°C/km) a altas
temperaturas, pero se aproxima al gradiente adiabático del aire seco a
temperaturas inferiores a cero.
La condensación requiere la presencia de núcleos higroscópicos tales como
partículas de sal en el aire. Sí no, tiene lugar la supersaturación. De forma similar,
los cristales de hielo sólo se forman naturalmente en las nubes que contienen El movimiento atmosférico
núcleos de congelación (partículas de minerales y arcilla). Si no es así, las gotitas
de aire pueden superenfriarse hasta — 39°C. Tanto las gotitas superenfriadas
como los cristales de hielo pueden presentarse en nubes con temperaturas de —
10 a — 20°C.
Las nubes se clasifican en nueve tipos básicos (y veintisiete subtipos), de
acuerdo con la altitud y la forma de la nube. Los satélites están proporcionando En cierto aspecto, la atmósfera se asemeja a una gigantesca máquina térmica en la
nueva información sobre las disposiciones espaciales de la nubosidad. que la diferencia constante de temperatura existente entre los polos y el ecuador
Las gotas de lluvia no se forman directamente por crecimiento de las gotitas proporciona la energía necesaria para la circulación atmosférica. La transformación
de las nubes por condensación. Pueden intervenir dos procesos coalescencia de de energía calorífica en energía cinética puede implicar un ascenso o descenso del
las gotitas de diferentes tamaños que caen, y el crecimiento de los cristales de aire, pero los movimientos verticales son generalmente mucho menos evidentes que
hielo por depósito de vapor (el proceso Bergeron-Findeisen). Las nubes bajas los horizontales, que pueden abarcar amplias zonas y persistir durante períodos de
pueden ser sembradas naturalmente mediante cristales de hielo de las capas de tiempo que oscilan (entre algunos días y varios meses)
nubes superiores, o por introducción de núcleos de congelación artificiales. Sin embargo, antes de considerar estos aspectos globales, es importante
El proceso de congelación parece ser un elemento principal en la determinar las leyes que rigen, el movimiento del aire. El campo gravitatorio de la
electrificación de las nubes durante las tormentas. El relámpago juega un papel tierra, con su efecto descendente, da lugar el descenso de presión que se observa
clave en el mantenimiento del campo eléctrico entre la superficie y la ionosfera. lejos de la superficie terrestre, que se representa en la distribución vertical de la
La lluvia se describe estadísticamente por su intensidad, su área de extensión masa atmosférica (fig. 1.4). Este mutuo equilibrio entre la fuerza gravitatoria y el
y la frecuencia (o intervalo de recurrencia) de las tormentas. Comúnmente se gradiente de presión vertical se denomina equilibrio hidrostático (pág. 24). Este
distinguen los tipos de precipitación convectiva y ciclónica; la orografía equilibrio, conjuntamente con la estabilidad general de la atmósfera y su escaso
generalmente intensifica la precipitación en las laderas de barlovento, peí o espesor, limita en gran manera los movimientos verticales del aire. Por término
existen diferencias geográficas en este efecto de la altura. Las sequías pueden medio, la velocidad de los vientos horizontales es del orden de varios centenares de
darse en muchas regiones climáticas distintas dada la diversidad de sus causas. veces mayor que la de los movimientos verticales, aunque se producen algunas
excepciones, particularmente en las borrascas convectivas.

A. LEYES DEL MOVIMIENTO HORIZONTAL

El movimiento del aire en las proximidades de la superficie terrestre está controlado


por cuatro factores: la fuerza del gradiente de presión, la
fuerza de Coriolis, la aceleración centrípeta y las fuerzas de rozamiento La causa
primordial del movimiento del aire es el desarrollo de un gradiente de presión horizontal
y el hecho de que este gradiente puede persistir (más que ser destruido por el movimiento
del aire hacia las bajas presiones) es el resultado del efecto de la rotación de la tierra que
produce la fuerza de Coriolis.

1. La fuerza del gradiente de presión

La fuerza del gradiente de presión tiene componentes verticales y horizontales pero como
ya se ha dicho, la componente vertical está más o menos equilirada con la fuerza
gravitatoria. Las diferencias de presión en el espacio, que pueden ser debidas a causas
mecánicas o térmicas (a veces de difícil distinción), controlan los movimientos
horizontales de las masas de aire. En efecto, el gradiente de presión es la fuerza que
ocasiona el movimiento del aire desde las zonas de altas presiones hacia las de bajas
presiones, aunque existen otras fuerzas que le impiden atravesar directamente las isobaras
(líneas de igual presión) El gradiente de presión por unidad de masa, perpendicular a las
isobaras se expresa matemáticamente como
Fig. 3.1
Efecto de la desviación de Coriolis sobre un cuerpo que se mueve desde el centro
al borde de un disco giratorio.

donde p = densidad del aire y dp/dn = gradiente horizontal de presión. Por consiguiente
cuanto más juntas estén las isóbaras, más intenso será el gradiente de; presión y mayor la
velocidad del viento La fuerza del gradiente de presión es también inversamente
proporcional a la densidad del aire y esta relación es de especial importancia para
comprender el comportamiento de los vientos en altura.

2. Fuerza desviadora de la rotación de la tierra (fuerza de Coriolis)

La fuerza de Coriolis es una consecuencia del hecho de que el movimiento de las masas
de aire sobre la superficie de la tierra está generalmente referido a un sistema de
coordenadas móvil (por ejemplo, la red de meridianos y paralelos que gira con la tierra).
El método más sencillo para hacer ver la manera en que actúa esta fuerza desviadora
consiste en dibujar un disco giratorio sobre el que se encuentren varios objetos, que son Fig. 3.2
desviados. La figura 3.1 muestra el efecto de esta fuerza desviadora sobre una masa que Efecto de la desviación de Coriolis sobre un disco giratorio.
se mueve sobre un disco giratorio desde el centro hacia el borde. El cuerpo sigue una A. Un observador situado en X ve el objeto P e intenta lanzar una pelota hacia él.
trayectoria rectilínea con relación a un sistema de En ambos casos el sentido de giro es el contrario al de las agujas del reloj. B. El
observador se encuentra en X' y el objeto en P´. Para el observador la pelota
parece seguir una trayectoria curvilínea y llega hasta Q. El observador no tiene
en cuenta el hecho de que P se movía hacia su izquierda y que el recorrido de la
pelota está influido por el impulso inicial debido a su propia rotación.
referencia fijo (por ejemplo, una caja que contiene un disco giratorio), pero en 3. Viento geostrófico
relación con las coordenadas que giran con el disco se desvía hacia la derecha de su
Las observaciones realizadas en la «atmósfera libre» (por encima del nivel
línea inicial de movimiento. Este efecto puede apreciarse claramente si se traza con
un lápiz una línea sobre un disco blanco que gire. La figura 3.2 ilustra un caso en que afectado por el rozamiento superficial, entre unos 500 y 1000 m) indican que
el viento sopla en dirección aproximadamente perpendicular al gradiente de
el movimiento no parte del centro del disco y el objeto posee una cantidad de
presión (es decir, paralelamente a las isóbaras) y que, siguiendo la trayectoria
movimiento inicial respecto a su eje de rotación. En el caso análogo de la rotación de
del viento, los núcleos de altas presiones quedan a la derecha y los de bajas
la tierra (con la longitud y la latitud como coordenadas giratorias de referencia) existe
presiones a la izquierda en el hemisferio norte. Esto implica que, en el caso de
una desviación aparente de los objetos en movimiento, hacia la derecha de su
movimiento uniforme, la fuerza del gradiente de presión queda equilibrada
trayectoria en el hemisferio norte y hacia la izquierda en el hemisferio sur, para un
completamente por la fuerza de Coriolis, que actúa en la misma dirección y
observador situado en la tierral La fuerza desviadora (por unidad de masa) se expresa en sentido opuesto (fig. 3.3). El viento ideal que cumple con esta condición se
mediante denomina «viento geostrófico» y su velocidad (Vᶢ) viene dada por la
siguiente fórmula:
—2ωV sen φ

donde ω = velocidad angular de rotación (15°/h o radianes/h para la tierra = 7,29 X
donde dp/dn = gradiente de presión. Por consiguiente, la velocidad del viento
10 3 radianes/s); φ ,= latitud, y V = velocidad de la masa. 2 ω sen φ se conoce con el geostrófico es inversamente proporcional al seno de la latitud por lo que el
nombre de parámetro del Coriolis (f). mismo gradiente de presión asociado a velocidades de viento geostrófico de 15
La magnitud de la desviación es directamente proporcional a: a) la velocidad m/s (34 mph) en latitudes de 43° producirá velocidades de sólo 10 m/s (23 mph)
horizontal del. aire (es decir, sobre el aire que se mueve, por ejemplo, a 11 m/s, actúa en latitudes de 90°. A excepción de las latitudes bajas, donde la fuerza de
una fuerza que es la mitad de la que actuaría si el aire se moviese a 22 m/s), y b) al Coriolis es casi nula, el viento geostrófico se aproxima mucho al movimiento
seno de la latitud (sen 0o = 0; sen 90° = 1). Por consiguiente, este efecto es máximo en del aire observado en la atmósfera libre. Puesto que los sistemas de presión rara
los polos (es decir, donde el plano de la fuerza desviadora es paralelo al plano de la vez son estacionarios, este hecho implica que el movimiento del aire debe
cambiar constantemente
superficie terrestre) y disminuye con la latitud anulándose en el ecuador (donde no
existe componente de la desviación en un plano paralelo a la superficie). Los valores
de f varían con la latitud, tal como se indica a continuación:

Latitud 0° 10° 20° 43° 90°


4
f(10 /s) 0 0,25 0,50 1,00 1,458

La fuerza de Coriolis actúa siempre perpendicularmente a la dirección del


movimiento del aire hacia la derecha en el hemisferio norte y hacia la
izquierdea en el hemisferio sur.
La rotación de la tierra también produce una componente vertical de
rotación alrededor de un eje horizontal. Esta es máxima en el ecuador (cero en
los polos), pero es mucho menos importante para los movimientos
atmosféricos, dada la existencia de un equilibrio hidrostático.

Fig. 3.3
El viento geostrófico en el caso de movimiento uniforme (hemisferio norte).
para buscar un nuevo equilibrio. En otras palabras, se realizan constantemente
ajustes mutuos del viento y de los campos, de presiones. El conocido
argumento de «causa y efecto», según el cual se forma un gradiente de
presión y el aire empieza a moverse hacia las bajas presiones antes de llegar
al equilibrio geostrófico, no es más que una desafortunada simplificación de
la realidad.

4. Aceleración centrípeta Fig. 3.4


Todos los cuerpos que se mueven siguiendo una trayectoria curva se ven El viento del gradiente en el caso de movimiento uniforme alrededor de un centro de
bajas presiones (a) y otro de altas presiones (b) en el hemisferio norte.
sometidos a una aceleración dirigida hacia su centro de rotación. Esta
aceleración (c) se expresa mediante
la del viento geostrófico («subgeostrófico»), mientras que en el caso de las
altas presiones tenemos vientos «supergeostróficos». En realidad, este efecto
está oscurecido por el hecho de que el gradiente de presión en un anticiclón
donde m = la masa en movimiento, V = su velocidad y r = al radio de
es normalmente mucho más débil que en una baja. Además, el hecho de que
curvatura. Este factor se considera a veces, por razones de conveniencia,
la rotación de la tierra sea ciclónica impone un límite a la velocidad del flujo
como una fuerza centrífuga que actúa radialmente hacia el exterior,8 Esto es
anticiclónico. El máximo se da cuando la velocidad angular es f/2 (=ω sen φ),
válido también en el caso de la tierra. De hecho, el efecto centrífugo debido a
valor al que la rotación absoluta del aire (vista desde el espacio) es ciclónica.
la rotación ha producido el ligero abultamiento del globo terráqueo en las
A partir de este punto el flujo anticiclónico se corta («inestabilidad
proximidades del ecuador y el ligero achatamiento en los polos. La
dinámica»). No existe ninguna velocidad máxima en el caso de la rotación
disminución de la gravedad aparente a medida que nos acercamos al ecuador
ciclónica.
refleja el efecto de la fuerza centrífuga que actúa contra la atracción
gravitatoria dirigida hacia el centro de la tierra. Por consiguiente, sólo será La magnitud de la aceleración centrípeta es, en general, pequeña, y sólo
necesario considerar las fuerzas que intervienen en la rotación del aire adquiere verdadera importancia en el caso de vientos que se mueven a gran
alrededor de un eje de altas o bajas presiones. En este caso la trayectoria velocidad siguiendo trayectorias muy curvadas (es decir, en las proximidades
curvilínea que sigue el aire (paralelamente a las isóbaras) se conserva por la de un sistema de bajas presiones muy intenso). Se presentan dos casos de
acción de una aceleración dirigida hacia dentro o centrípeta. especial importancia meteorológica: en primer lugar, los ciclones intensos
La figura 3.4 indica (para el hemisferio norte) que en un sistema de bajas próximos al ecuador, donde puede despreciarse la fuerza de Coriolis, y en
presiones el flujo equilibrado sigue una trayectoria circular (a la que nos segundo lugar, los vórtices de pequeño diámetro, tales como los tornados. En
hemos referido como «viento, del gradiente») debido a que la fuerza de estas condiciones, cuando el fuerte gradiente de presión proporciona la
Coriolis es menor que la presión. La diferencia entre ambas fuerzas da la aceleración centrípeta necesaria para que el flujo sea paralelo a las isóbaras,
aceleración centrípeta neta. En el caso de las altas presiones, la aceleración el movimiento, se denomina «ciclostrófico».
centrípeta es también debida a la diferencia entre ambas fuerzas, pero En todos los casos mencionados se ha supuesto que el flujo es estacio-
entonces es mayor la fuerza de Coriolis. Puesto que suponemos que los nario. Esta simplificación resulta de gran utilidad, pero debe tenerse en
gradientes de presión son iguales, las distintas contribuciones de la fuerza de cuenta que existen dos factores que rompen el estado de equilibrio: el
Coriolis en cada caso implican que la velocidad del viento alrededor de un movimiento en sentido latitudinal, que hace variar el parámetro de Coriolis, y
centro de bajas presiones debe tener un valor inferior a el hecho de que un sistema isobárico, al moverse o cambiar de intensidad,
produce una aceleración (positiva o negativa) del aire, que ocasiona un flujo a
través de las isóbaras. Los mismos cambios de presión dependen del
desplazamiento del aire cuando se rompe el estado de equilibrio. Si el
8
La fuerza centrífuga es de igual magnitud que la aceleración centrípeta y de signo
contrario.
movimiento del aire fuese puramente geostrófico, no habría crecimiento ni presión. El grado de oblicuidad aumenta a medida que crece el efecto de
debilitación de los sistemas de presión. La aceleración del aire que se mueve en rozamiento debido a la superficie terrestre y se aproxima a 25°-35° sobre la
los niveles superiores, desde una región de Curvatura isobárica ciclónica tierra y a 10°-20° sobre el mar. Como consecuencia, el viento sigue una
(viento subgeostrófico) hasta una de curvatura anticiclónica (viento trayectoria en espiral (fig. 3.5) análoga a la desviación que experimentan las
supergeostrófico) ocasiona un descenso de presión en los niveles inferiores a corrientes oceánicas al disminuir el efecto del rozamiento con el viento
causa del desplazamiento del aire en la altura. El significado de este hecho se cuando aumenta la profundidad. Ambos se conocen con el nombre de
estudiará con más detalle en el capítulo 4, F. La interacción de los «espiral de Ekman», ya que fue este científico quien investigó la variación de
movimientos horizontales y verticales del aire se describe en el cap. 3, B.2. las corrientes marinas con la profundidad (véase capítulo 3, F.5).
En resumen, el viento superficial (despreciando todo el efecto de cur-
vatura) representa un equilibrio entre la fuerza y fricción del gradiente de
5. Fuerzas de rozamiento presión paralelo al movimiento del aire y entre la fuerza del gradiente de
presión y la fuerza de Coriolis perpendicular al movimiento del aire.
Consideraremos, por último, la fuerza debida al rozamiento del aire con
la superficie terrestre, que ejerce un importante efecto sobre su movimiento.
Profundizando en nuestro estudio del viento geostrófico, encontramos que en B. DIVERGENCIA, MOVIMIENTO VERTICAL Y VORTICIDAD
las proximidades de la superficie (por debajo de unos 500 m
en los terrenos llanos) el rozamiento que hace que disminuya la velocidad En estos tres conceptos se encierra la clave necesaria para comprender
del viento por debajo del valor geostrófico. Esto influye sobre la fuerza adecuadamente los estudios meteorológicos modernos sobre el viento y los
deflectora, que depende de la velocidad y que, por consiguiente, disminuye sistemas isobáricos a escala global y sinóptica. La elevación o descenso del
también. A medida que continúan estas dos tendencias, el viento atraviesa aire en masa se produce principalmente en respuesta a ciertos factores
cada vez más oblicuamente las isóbaras en la dirección del gradiente de dinámicos relacionados con el 'movimiento horizontal del aire y son sólo
afectados de un modo secundario por la estabilidad de la masa de aire. De
aquí el significado de estos factores en los procesos meteorológicos.

1. Divergencia
En la figura 3.6 A aparecen representados diversos tipos de flujo horizontal.
Se dice que se produce confluencia (o difluencia) cuando las líneas de
corriente (líneas del movimiento instantáneo del aire).convergencia (o
divergencia), La confluencia ocasiona un aumento de la velocidad de las
partículas de aire, pero sin producir acumulación de masa. La convergencia
tiene lugar cuando existe una acumulación neta de aire en un sector limitado y
la influencia cuando disminuye la cantidad neta de aire. La confluencia puede
incrementar la convergencia, pero a veces la distribución de las isotacas
(líneas de velocidad del viento constante) contrarresta el efecto de la
influencia de las líneas de corriente. Es importante hacer notar que, si todos
Fig. 3.5
los vientos fuesen geostróficos, no podría haber convergencia ni divergencia
Espiral de Ekman que describe el viento al aumentar la altura, para el hemisferio norte. El y, por consiguiente, no existiría el tiempo.
viento alcanza la velocidad geostrófica entre 500 y 1000 m en las latitudes medias y altas a La convergencia y divergencia pueden producirse también de otros
medida que se va haciendo despreciable el efecto de rozamiento. Este es un perfil teórico de la modos, consecuencia de los efectos del rozamiento con la superficie. Los
velocidad del viento en condiciones de turbulencia mecánica.
de ésta y, en el hemisferio norte, la tierra queda a la derecha (o izquierda) de
la corriente de aire, en el sentido de avance de ésta.

2- Movimiento vertical
El aporte o la pérdida de aire en las proximidades de la superficie, tiene que estar
compensado por el movimiento vertical, tal como ilustra la figura 3.6 B. El
aire se eleva por encima de una borrasca y desciende sobre un anticiclón,
produciéndose en compensación convergencia, o divergencia,
respectivamente, en la troposfera superior. Es evidente que en la troposfera
media debe existir un nivel en el que .la divergencia o convergencia horizontales
sean efectivamente nulas este nivel medio de «no divergencia» se encuentran
generalmente a unos 600 mb. El movimiento vertical a gran escala es
extremadamente lento si se compara con las corrientes de convección y las
ráfagas descendentes que se producen, por ejemplo, en los cúmulos. Las
velocidades típicas en las grandes borrascas y anticiclones son del orden de 5
a 10 cm/s, mientras que las de las ráfagas ascendentes en los cúmulos pueden
ser superiores a 10 m/s.

3. Vorticidad
La vorticidad implica rotación o velocidad angular de minúsculas partículas
imaginarias en el seno de cualquier fluido. El aire de una borrasca puede
considerarse como formado por un número infinito de pequeñas

Fig. 3.6
Convergencia y divergencia.
A. Configuraciones del flujo horizontal que producen divergencia y convergencia.
Las líneas de trazos son isopletas esquemáticas de la velocidad del viento (isotacas).
B. Configuraciones del movimiento vertical asociado a divergencia y convergencia
de masas en la troposfera.

vientos marino que soplan desde tierra adentro sufren convergencia en los
niveles inferiores, ya que la velocidad del aire disminuye al atravesar la línea, Fig. 3.7
de la. costa, debido .al mayor rozamiento de la tierra, mientras que los vientos Esquema de la vorticidad vertical relativa (ζ) en un ciclón y un anticiclón en el
que soplan hacia el mar se aceleran y se hacen divergentes. Las diferencias de hemisferio norte. La componente de la vorticidad de la tierra alrededor de su eje de
rozamiento .puede ocasionar también convergencia (o divergencia) en la rotación (o el parámetro de Coriolis, f) es igual al doble de la velocidad angular (ω)
por el seno de la latitud (ϕ). En el polo f = 2 ω, disminuyendo a 0 en el ecuador. La
costa, si el viento geostrófico es paralelo a la línea vorticidad ciclónica tiene el mismo sentido que la rotación de la tierra alrededor de su
propio eje, vista desde arribó, en el hemisferio norte: esta vorticidad ciclónica se
define como positiva (ζ˃0).
partículas, cada una de las cuales está animada de un movimiento de rotación
alrededor un eje perpendicula a la superficie de la tierra (figura 3.7). La
vorticidad tiene tres elementos, a saber: magnitud, que por razones de
conveniencia se define como el doble de la velocidad angular. w9, dirección,
es decir, el eje vertical u horizontal alrededor del cual se produce la rotación,
y sentido de giro. La rotación en el mismo sentido que la de la tierra
—ciclónica en el hemisferio norte— se define como positiva. La vorticidad
ciclónica puede ser consecuencia de la curvatura de las líneas de corriente,
de la cizalladura (en el hemisferio norte, cuando mirando en el sentido de
avance de la corriente, soplan vientos más fuertes a la derecha de ésta), o de
una combinación de ambos efectos (fig. 3.8). La vorticidad anticiclónica se
produce con la correspondiente situación anticiclónica. La componente de la
vorticidad en la dirección de un eje vertical se conoce como vorticidad
vertical. Es generalmente la más importante, pero en las proximidades del
suelo, el rozamiento produce vorticidad alrededor de un eje paralelo a la
superficie y normal a la dirección del viento.
La vorticidad no sólo está relacionada con el movimiento del aire
en las proximidades de una borrasca o un anticiclón (vorticidad relativa),
sino también con la situación de estos sistemas en el campo de rotación
de la tierra. La componente vertical de la vorticidad absoluta está formada
por la velocidad relativa (ζ) y el valor del parámetro de Coriolis
(f = 2ω sen ϕ) correspondiente a aquella determinada latitud (véase capítulo 3,
A.2). En el ecuador, la vertical local forma un ángulo recto con
el eje de la tierra, por lo que f = 0, pero en el polo norte la vorticidad
ciclónica relativa y la rotación de la tierra tienen el mismo sentido (figura
3.7).

C. VIENTOS LOCALES

El especial control que ejercen las condiciones locales sobre el movimiento


del aire es a veces causa de mayores problemas para los meteorólogos que
las fuerzas planetarias que acabamos de estudiar. Las tendencias diurnas se
superponen tanto a los mapas de velocidad del viento a gran escala como a
los de pequeña escala. Son especialmente importantes en el caso de los
vientos locales, por lo que su estudio se antepone al de los vientos de este
tipo. FIG. 3.8
En condiciones normales, la velocidad del viento tiende a ser mínima al Modelos ilustrativos en visión plana de las configuraciones de flujo con vorticidad
amanecer, momento en que la mezcla vertical térmica es escasa ciclónica y anticiclónica en el hemisferio norte (según Riehl, 1954). En c y d los
efectos de la curvatura (a1 y a2) y de la cizalladura lateral (b1 y b2) son aditivos,
mientras que en e y f aproximadamente se compensan. Las líneas de trazos son
9
isopletas esquemáticas de la velocidad del viento.
La vorticidad o circulación alrededor de un disco fluido circular en rotación viene
dada por el producto de la rotación en su límite (ωR) y la circunferencia (2πR),
2
donde R es el radio del disco. La vorticidad es pues 2ωπR , o 2ω por unidad de área.
y el aire de las capas inferiores no toma parte en el movimiento libre de las
masas superiores (véase cap. 3, C). Inversamente, las velocidades de algunos fondo. Estos vientos de pendiente se elevan por encima de la cumbre de las
vientos locales son máximas entre la 1 y las 2 de la tarde, porque es entonces montañas y alimentan una corriente que retorna a lo largo de la línea del valle y
cuando la tendencia del aire a moverse verticalmente es máxima a causa del compensa el viento de éste. Sin embargo, esta característica puede quedar
calentamiento terrestre, que le permite, por efectos de rozamiento, enmascarada por el flujo de aire característico de la región. Las velocidades
incorporarse al movimiento libre del aire de las capas superiores. El aire de máximas se alcanzan aproximadamente a las 14.00 horas. Durante la noche se
los niveles superiores se mueve siempre con mayor libertad que el aire produce el proceso inverso: el aire frío y más denso de los niveles superiores se
situado en niveles superficiales porque no está sometido a los efectos hunde en las depresiones y valles, produciendo lo que se conoce como viento
retardadores del rozamiento y la topografía. catabático, (fig. 3.9).
Si el aire desciende, siguiendo la ladera, hasta el fondo de un valle abierto,
1. Vientos de montaña y de valle se desarrolla, más o menos simultáneamente a lo largo del eje de este, un
«viento de montaña», que sopla hacia el llano, donde reemplaza al aire más
Las irregularidades del terreno dan lugar, por sí mismas, a ciertas con- cálido y menos denso. Este viento alcanza su velocidad máxima justo antes de
diciones meteorológicas especiales. Durante las tardes cálidas el aire, que
la salida del sol, momento en que es mayor el enfriamiento diario. Al igual que
está comprimido lateralmente pero que se expansiona en sentido vertical
ocurre con el viento de valle, por encima del viento de montaña fluye una
tiende a fluir siguiendo la dirección del eje del valle. Estos vientos,
corriente de retorno, en este caso ascendente.
denominados vientos de valle, son generalmente muy flojos y necesitan para
Se cita normalmente el viento catabático como causante de las heladas de
desarrollarse un débil gradiente regional de presión. Este flujo a lo largo del escasa extensión que se producen en las zonas montañosas. Se dice que el
valle principal se produce más o menos simultáneamente con los vientos mayor enfriamiento por radiación que sufren las laderas, especialmente si están
anabáticos (ascendentes), que se forman como resultado del mayor cubiertas de hielo, hace que el aire, frío y más denso, descienda a causa de la
calentamiento de las laderas del valle en comparación con su
gravedad hasta el fondo del valle. Sin embargo, observaciones recientemente
realizadas en California indican que el aire del valle permanece más frío que el
de las laderas desde el comienzo del enfriamiento nocturno, por lo que el aire
que desciende se desliza por encima del aire más denso del fondo del valle.
Actúan también vientos que contrarrestan este efecto, elevando la temperatura
del valle por mezcla turbulenta. Es evidente que este problema necesita ser
estudiado con más detalle.

2. Vientos originados por barreras topográficas


Las cadenas montañosas ejercen un importante efecto sobre el flujo de aire que
las atraviesa. El ascenso que el aire se ve forzado a realizar para franquear el
obstáculo puede desencadenar la inestabilidad si el aire es condicionalmente
inestable (véase cap. 2, E); pero si el aire es estable, volverá a su nivel original
en la parte a sotavento de la barrera. Este descenso ocasiona frecuentemente la
a b
primera de una serie de «ondas de montaña» (u «ondas estacionarias») viento
FIG. 3.9 abajo, tal como aparece en la figura 3.10. La onda permanece más o menos
Vientos de valle en un valle imaginario en forma de V. (a) Sección a lo largo del valle. estacionaria en relación con la barrera y el aire la atraviesa rápidamente. Por
El viento del valle y el viento antivalle soplan según la perpendicular al plano del
papel. Las flechas representan el viento de ladera y el viento de montaña, en el plano debajo de la cresta de las ondas puede existir un movimiento circular del aire en
del papel; el viento de montaña diverge (div.), penetrando en el sistema del viento un plano vertical, denominado «rotor». Naturalmente, la formación de estas
antivalle, (b) Sección a lo largo del centro del valle y la llanura adyacente; ilustra el ondas
viento del valle (abajo) y el viento antivalle (arriba) (según Buettner y Thyer, 1965).
Fig. 3.11
El efecto Föhn, producido cuando el aire se ve forzado a ascender para atravesar
una cadena de montañas. Ta se refiere a la temperatura al pie de la cara de barlo-
vento de la cordillera y Tb a la de la cara de sotavento.

Un tipo de viento relacionado con el anterior y muy importante a escala


local es el Föhn o chinook. Es un viento fuerte, racheado, seco y cálido que se
Fig. 3.10 forma en las laderas a sotavento de las cadenas montañosas cuando el aire
Las ondas de sotavento y los rotores son producidos por el ¡lujo del aire a través de establease ve forzado a fluir sobre la barrera a causa del gradiente regional de
una larga cadena de montañas. La primera cresta se forma generalmente a menos de presión. En las montañas se produce frecuentemente una pérdida de humedad
una longitud de onda de la cima. Existe un fuerte viento de superficie que desciende
por ¡a pendiente de sotavento. Las características de la onda vienen determinadas por debida a la precipitación (fig. 3.11), y el aire, que se ha enfriado según el
las relaciones entre la velocidad del viento y la temperatura, que aparecen de modo gradiente adiabático saturado por encima del nivel de condensación, se
esquemático en la parte izquierda del diagrama. Es particularmente importante la calienta a continuación según el gradiente adiabático seco que es mayor a
existencia de una capa superior de aire estable (según Wallington, 1976). medida que desciende por la otra ladera, con la consiguiente disminución de
su humedad absoluta relativa. Sin embargo, recientes investigaciones
es de vital interés para los aviadores. El desarrollo de las ondas de sotavento va demuestran que, en muchos casos, no se produce pérdida de humedad en las
generalmente acompañado de la presencia de nubes lenticulares (lám. 6) y, en montañas, y entonces el efecto Föhn es el resultado del bloqueo del aire a
determinadas ocasiones, un rotor origina la inversión de la dirección del viento barlovento de las montañas por una inversión de temperaturas al nivel de la
en superficie en las laderas de sotavento de las altas montañas (véase lám. 7). cima. Esto hace que el aire de los niveles superiores descienda y se caliente
Los vientos en las cimas son generalmente fuertes, por lo menos en las adiabáticamente. Los vientos Föhn son corrientes en las laderas
latitudes medias y altas. Las velocidades promedio en las cimas de las Montañas septentrionales de los Alpes y las montañas del Cáucaso y de Asia central en
Rocosas en los meses de invierno son de unos 12-15 m/s, por ejemplo, y en el invierno y primavera, cuando el rápido ascenso de la temperatura puede
monte Washington, en New Hampshire, se ha registrado un valor extremo de contribuir a desencadenar avalanchas en las laderas cubiertas de nieve. En
103 m/s. En ambas áreas son típicas en invierno velocidades en los picos de más Taskent (Asia central), donde la temperatura media en invierno se aproxima
de 40-50 m/s. El aire es constreñido y consiguientemente acelerado sobre las al punto de congelación, pueden alcanzarse hasta 21°C durante un Föhn. De
barreras montañosas (el efecto Venturi), pero la fricción con el suelo también manera similar, el chinook es una importante característica de la zona situada
retarda el flujo, comparado con el aire libre del mismo nivel. Sobre las colinas al pie oriental de los Alpes de Nueza Zelanda y de las Montañas Rocosas. En
bajas puede darse una considerable aceleración del viento en comparación con Pincker Creek, Alberta, se produjo una elevación de temperatura de 21°C en
las tierras bajas circundantes. cuatro minutos asociada al desencadenamiento de un chinook el 6 de enero de
1966. Estos efectos pueden apreciarse también, aunque de manera menos
espectacular, en las laderas de sotavento
de las montañas de Gales, de los Peninos y de los montes Grampianos, donde
la importancia de los vientos Föhn estriba principalmente en la dispersión de
las nubes que produce el aire seco al descender (véase también cap. 5, págs.
270 y 288). Esto constituye una importante componente de los llamados
efectos «de sombra de lluvia».
En algunas partes del mundo, los vientos que descienden por la ladera de
sotavento de una cadena montañosa son fríos. El ejemplo típico de un «viento
de caída» de este tipo es el bora del norte del Adriático septentrional, aunque
se dan vientos similares en la costa norte del Mar Negro, en el norte de
Escandinavia, Noraya Zemlya y el Japón. Estos vientos se dan cuando las
masas de aire continentales frías pasan a través de una cordillera montañosa
forzadas por el gradiente de presión y, a pesar del calentamiento adiabático,
desplazan al aire más caliente. Son por ello principalmente un fenómeno
invernal.
En la ladera oriental de las Montañas Rocosas en Colorado (y proba-
blemente también en otras localidades continentales similares), pueden darse
vientos tanto de tipo bora como chinook. Localmente, en los pies de las FIG. 3.12
montañas, estos vientos pueden conseguir una fuerza de huracán con ráfagas Brisas diurnas terrestres y marinas. A y B. Circulación de la brisa marina y distribución
de la presión a comienzos de la tarde durante un período de tiempo anticiclónico C y
que exceden de los 45 m/s (100 mph). Unas pocas tormentas «ladera abajo» de D. Circulación de la brisa terrestre y distribución de presión por la noche durante- un
este tipo han causado millones de dólares de daños materiales en Boulder, período de tiempo anticiclónico. (A y C según Okc, 1978).
Colorado, y en su vecindad inmediata. Estos vendavales se desarrollan cuando
una capa estable cerca del nivel de la cresta de la montaña evita que el flujo de
aire cruce sobre las montañas. La amplificación extrema de una onda de aunque este cambio se debe a menudo al efecto de los vientos descendentes
sotavento (fig. 3.10) arrastra aire de encima del nivel de la cima (a unos 4000 que soplan desde tierra. La figura 3.13 indica que estos vientos locales
m) hacia abajo a las llanuras (1700 m) en una distancia muy corta, de forma pueden tener un efecto decisivo sobre la temperatura y la humedad de las
que se producen las grandes velocidades. Sin embargo, el flujo no es zonas costeras. El avance del húmedo aire marino forma a menudo una línea
simplemente «ladera abajo»; la tormenta puede afectar a las laderas de la "claramente definida (o «frente», véase cap. 14, C), pareada por él desarrollo
montaña pero no al pie de la ladera o viceversa, dependiendo de la localización de cúmulos detrás del cual existe un máximo de la velocidad del viento...muy
de la vaguada de onda de sotavento. Los vientos anticiclónicos son causados definido. Esto se produce frecuentemente en verano, por ejemplo, a lo largo
por aceleración del aire hacia su mínimo de presión. de la costa de Texas. Estos fenómenos pueden observarse también, en menor
escala, en Gran Bretaña, especialmente en las costas orientales y
meridionales. La .brisa marina se deja sentir hasta 1 km aproximadamente,
3. Brisas terrestres y marinas aunque disminuye hacia el borde anterior, y puede penetrar hasta 50 km tierra
Otro tipo familiar de movimiento del aire lo constituyen las brisas terrestres y adentro hacia las 9 de la tarde. Las velocidades típicas de estas brisas marinas
marinas (fig. 3.12). La dilatación vertical de la columna de aire, que tiene son de 4 a 7 m/s (unos 10-15 mph), aunque éstas pueden aumentar mucho
lugar diariamente durante las horas de calor sobre la tierra, que se calienta con donde una inversión de temperatura de bajo nivel bien definida produce el
mayor rapidez (véase cap. 1, D.5), hace descender en la costa las superficies «efecto Venturi» constriñendo y acelerando el flujo. Las brisas terrestres, más
isobáricas, ocasionando la formación de vientos que soplan hacia tierra en la superficiales, tienen generalmente una velocidad de sólo unos 2 m/s (unos 5
superficie y que se ven compensados en las alturas por un movimiento en mph). Las corrientes que se forman en sentido contrario en altura son
dirección contraria. Durante la noche, el aire situado sobre el mar es más generalmente menos evidentes y pueden quedar enmascaradas por el flujo de
cálido y la situación se invierte, aire típico de la región, pero recientes trabajos a lo largo de la costa de
Oregón han indicado que bajo ciertas condiciones este flujo de vuelta
explicaciones de estos hechos no son en modo alguno completas. Por lo
tanto, sólo será posible destacar algunas de las hipótesis existentes que han
sido formuladas para explicar las características observadas.
Por encima de un nivel en que se dejan sentir los efectos del rozamiento
(de 500 a 1000 m, aproximadamente), el viento aumenta su velocidad y se
hace más o menos geostrófico. Si aumenta más la altura, la disminución de la
densidad del aire conduce generalmente a un aumento de velocidad del
viento (véase cap. 3, A.1). A 45° N un viento geostrófico de 14 m/s a 3 km de
altura es equivalente a uno de 10 m/s en la superficie para un mismo
gradiente de presión./También se produce una variación estacional de la
velocidad del viento en las alturas, que- es

Fig. 3.13
Efecto de la brisa marina de la tarde en la temperatura (°C) y en la humedad relativa
(%) en Joal, costa del Senegal, en los días 8-10 de febrero de 1893 (según Angot y De
Martome; de Kuenen, 1955).

superior puede estar muy estrechamente relacionado con las brisas marinas
inferiores, incluso hasta el extremo de reflejar las oleadas en estas últimas.
Conviene poner de relieve que en las latitudes medias la fuerza de Coriolis
desvía la brisa marina que sopla hacia tierra (en el sentido de las agujas del
reloj en el hemisferio norte), por lo que, en realidad, sopla casi paralelo a la
orilla: Al lado de las grandes masas de agua de tierra adentro, como los
Grandes Lagos, se desarrollan sistemas análogos de «brisas lacustres».

D VARIACIÓN DE LA PRESIÓN Y DE LA VELOCIDAD DEL FIG. 3.14


VIENTO CON LA ALTURA Configuración vertical de la presión en columnas de aire frías y cálidas, (a) Una
presión baja en la superficie se intensifica en las alturas en una columna de aire frío.
(b) Una presión alta en superficie se debilita en las alturas y puede transformarse en
Tal como cabía esperar, los cambios de altura revelan variaciones tanto de la una célula de bajas presiones en una columna de aire frío, (c) Una célula superficial
presión como de las características del viento. El estudio de estas de bajas presiones se debilita en las alturas y puede transformarse en una de altas
variaciones pone de relieve algunos hechos interesantes, aunque las presiones en una columna de aire cálido, (d) Una célula superficial de altas presiones
e intensifica en la altura en una columna de aire cálido.
mucho mayor durante los meses de invierno, cuando los gradientes meridianos de relacionada hidrostáticamente con el aire frío y relativamente denso de la
temperatura son máximos. Además, la persistencia de estos gradientes tiende a hacer estratosfera inferior. Inversamente, una baja fría (fig. 3.14 A) está asociada a
que los vientos superiores tengan una dirección más constante. una estratosfera inferior cálida.
Las células de bajas presiones de las latitudes medias tienen aire frío en su
1. Variación vertical de los sistemas de presión parte posterior y, en consecuencia, el eje de bajas presiones se inclina hacia el
aire más frío situado al Oeste. Las células de altas
Las relaciones generales entre la presión en la superficie y en la troposfera
aparecen ilustradas por los esquemas de la figura 3.14. Una célula de bajas
presiones situada al nivel del mar con un núcleo frío se intensificará con la
altura, mientras que una cuyo núcleo sea caliente tenderá a debilitarse y
podrá ser reemplazada por altas presiones. Una columna de aire caliente de
densidad relativamente baja hace que las superficies isobáricas se curven
hacia arriba, y viceversa: una columna de aire frío y más denso ocasiona una
contracción de las superficies isobáricas. Por consiguiente, una célula
superficial de altas presiones con un núcleo frío (o «anticiclón frío»), tal
como el anticiclón que se encuentra sobre Siberia en invierno, se debilita a
medida que aumenta la altura y es reemplazada en los niveles altos por
presiones bajas. Los anticiclones fríos son superficiales y rara vez extienden
su influencia por encima de unos 2500 m. En contraste, un anticiclón
superficial con un núcleo cálido (o «anticiclón cálido») se intensifica con la
altura (figura 3.14 D). Esto es una característica de las grandes células
subtropicales que conservan su calor por subsidencia dinámica. La baja
cálida (figura 3.14 C) y la alta fría (fig. 3.14 B) son consistentes con los
esquemas de movimientos verticales ilustrados en la figura 3.6, mientras que
los otros dos tipos se producen principalmente por procesos dinámicos. La
alta presión en la superficie que se registra en un anticiclón cálido está

FIG. 3.16
Esquema de la estructura horizontal y vertical de las células subtropicales de altas
presiones. Nótese particularmente la convergencia a lo largo de los cinturones situados
entre las células, la inclinación de los ejes con la altura hacia el Oeste y hacia el
ecuador, y la espiral inclinada que describe la trayectoria del movimiento del aire en la
troposfera media —en sentido ascendente en la parte occidental (aire dinámicamente
inestable) y en sentido descendente en la parte oriental (aire dinámicamente estable)—
FIG. 3.15 (de Garbell, 1947).
Inclinación con la altura característica de los ejes de las células de bajas y altas pre-
siones en el hemisferio norte.
presiones se inclinan hacia el aire más cálido (fig. 3.15) y, por tanto, las células
subtropicales de altas presiones del hemisferio norte se encuentran desviadas de
10° a 15° de latitud hacia el Sur en el nivel de 3000 m, y también hacia el Oeste
(fig. 3.16). A pesar de ello, esta inclinación de los ejes de altas presiones no es
constante en el tiempo y las estaciones situadas entre las células pueden registrar
amplias fluctuaciones de los vientos en los niveles altos, asociadas a las
variaciones de inclinación de los ejes.

2. Configuraciones medias de! aire en las alturas


Resultará de gran utilidad empezar considerando las distintas distribuciones de la
presión y del viento en la troposfera media. Tienen un aspecto menos complicado
que los mapas de superficie, ya que el efecto de los continentes es menos acusado.
En lugar de utilizar mapas de isóbaras a una determinada altura, resulta más
conveniente describir la altura de una superficie isobárica seleccionada; esto
recibe el nombre de «topografía», por analogía con los mapas de relieve
topográfico.10 La figura 3.17 muestra que en la troposfera media del hemisferio
sur existe un remolino ciclónico circumpolar amplio hacia los polos desde la
latitud de 30° S en invierno y verano. El remolino es más o menos simétrico
alrededor del polo a pesar de que el centro de bajas presiones está hacia el sector
del Mar de Ross. Los mapas correspondientes para el hemisferio norte (fig. 3.18)
también muestran un remolino ciclónico extenso, pero que es mucho más
asimétrico sin un centro primario sobre el Ártico canadiense oriental y uno
secundario sobre Siberia oriental. Los surcos y vaguadas mayores- forman lo que
se conoce como «ondas largas» (u «ondas de Rossby») en el flujo superior (véase
cap. 4, F). Se cree que las dos vaguadas principales, situadas aproximadamente a
70° O y 150° E, están producidas por el efecto combinado sobre la presión y los
vientos del aire superior de las grandes barreras orográficas, tales como las monta-
ñas Rocosas y la meseta Tibetana, y los manantiales de calor, tales como las
corrientes oceánicas cálidas (en invierno) o los continentes (en verano). El
cinturón subtropical de altas presiones tiene tan sólo una célula claramente
discernible sobre el Este del Caribe en el mes de enero, mientras que en el mes de
julio, las células están bien desarrolladas sobre el Atlántico y el Pacífico. Además,
el mapa de julio presenta una mayor prominencia de la alta subtropical sobre el
Sahara y la parte meridional de América del Norte.

10
El concepto de viento geostrófico puede aplicarse igualmente a las topografías. Las alturas en
estos mapas vienen dadas en metros o decámetros geopotenciales (m.g.p. o bien dm.g.p.).
En el hemisferio sur, la predominancia de la superficie oceánica (que
comprende el 81 % del hemisferio) reduce considerablemente el desarrollo de
largas ondas en los vientos del oeste superiores. Sin embargo, se inician
asimetrías por el efecto sobre la atmósfera de los accidentes geográficos como
los Andes, la elevada y extensa cúpula de la Antártida oriental y las corrientes
oceánicas, particularmente las corrientes de Humboldt y de Benguela (véase
fig. 3.36) y los afloramientos costeros fríos asociados. Ambos hemisferios
presentan intensificaciones de verano a invierno de la circulación media que se
explican más adelante.

3. Vientos superiores
Es una observación corriente que las nubes se mueven en distintas direcciones
según los niveles a que se encuentran. También la velocidad del viento en estos
niveles puede ser marcadamente distinta, aunque esto no resulte tan evidente
para el observador aficionado. El gradiente de la velocidad del viento con la
altura se conoce como «cizalladura del viento», y en el aire libre, por encima del
nivel del rozamiento, el grado de cizalladura depende de la estructura de la
temperatura del aire. Esta importante relación aparece ilustrada en la figura
3.19. El diagrama muestra isohipsas hipotéticas de superficies barométricas de
1000 y 500 mb. El espesor de la capa de 1000-500 mb es proporcional a su
temperatura media; los bajos valores de espesor corresponden a aire frío, los
espesores grandes a aire caliente. Esta relación se hace aparente en la sección
vertical de la figura 3.14. E1 vector viento teórico (Vr), paralelo a las líneas de
espesor (con una velocidad proporcional a su gradiente) se denomina «viento
térmico». La velocidad del viento geostrófico a 500 mb (G500) es la suma
vectorial del viento geostrófico de 1000 mb (G1000) y del viento térmico (Vr),
como se muestra en la fig. 3.19.
Puesto que el viento térmico sopla con el aire frío (poco espesor) a la
izquierda en el hemisferio norte, cuando se mira en dirección del viento se
observa inmediatamente que en la troposfera el descenso de temperatura hacia
el polo debería originar una fuerte componente del Oeste en los vientos
superiores. Además, puesto que el gradiente meridiano de temperatura es más
abrupto en invierno, los vientos zonales del Oeste son más intensos en esta
época
El resultado de todas estas influencias es que en el hemisferio norte la mayor
parte de los vientos geostróficos de niveles altos sopla predominantemente del
Oeste, entre las células subtropicales de altas presiones (centradas
aproximadamente a los 15°N) y el centro polar de bajas presiones en altura.
Entre las células subtropicales de altas presiones y el ecuador, soplan del Este.
Esta circulación dominante del Oeste
Fig. 3.19 Fig. 3.20
Mapa esquemático de perfiles sobrepuestos de altitud isobárica y espesor de la capa de 1000-500 Configuración típica de la temperatura y situación de las corrientes en chorro del
mb (en metros). G1000 es la velocidad geostrófica a 1000 mb, G500 a 500 mb, y Vr es el «viento Oeste (J) en el hemisferio norte en invierno (en parte según Defant y Taba, 1957).
térmico» resultante, que sopla paralelamente a las líneas de igual espesor.

alcanza velocidades máximas comprendidas entre 45 y 67 m/s (100-150 mph), que


pueden aumentar incluso hasta 135 m/s (300 mph) en invierno. Estas velocidades
máximas están concentradas en una estrecha faja situada aproximadamente a 30° de
latitud, entre 9000 y 15 000 m, denominada «corriente en chorro».11 En la lámina 11
aparecen bandas de cirros que pueden haber estado relacionadas con sistemas de
corrientes en chorro.
Este chorro, que es en esencia una corriente de aire confinado lateralmente que se
mueve a gran velocidad, está relacionado de alguna manera con la zona de máxima
pendiente, pliegue o fragmentación de la tropo-pausa, que a su vez coincide con la
latitud de gradiente de temperatura hacia el polo e intercambio de energía máximos. El
viento térmico, tal como se ha descrito anteriormente, es uno de los constituyentes más
importantes de la corriente en chorro, pero la razón básica de la concentra-

Fig. 3.21
Estructura de la zona frontal de las latitudes medias y la corriente en chorro asociada, que
11
La Organización Meteorológica Mundial recomienda un límite inferior arbitrario de 30 m/s.
muestra la distribución generalizada de ¡a temperatura, la presión y la velocidad del viento (según
Riley y Spalton, 1974).

ción del gradiente meridiano de temperatura en una estrecha zona (o zonas) FIG. 3.22
es aún incierta. Una de las teorías existentes sostiene que el gradiente de Situación y velocidades medias (en m/s) de la corriente en chorro del Oeste en el
hemisferio norte en los meses de enero (A) y julio (B) (según Namias y Clapp; adaptado
temperatura se hace más acentuado cuando el viento confluye en los niveles de Petterssen, 1958).
superiores (véase cap. 3, B1). La figura 3.20 que da una visión generalizada
del viento y de la distribución de temperaturas en la troposfera en invierno,
del frente polar está situado a latitud muy variable y generalmente es dis-
indica que existen dos corrientes en chorro de vientos del Oeste (véase fig.
continuo, mientras que la corriente en chorro subtropical es mucho más
1.31). La que está situada más al Norte, denominada «chorro del frente polar»
persistente. Por estas razones, la situación de la corriente en chorro media
(véase cap. 4, E) está asociada al abrupto gradiente de temperatura allí donde
(fig. 3.22) refleja principalmente la posición de la corriente en chorro
se interaccionan el aire polar y el tropical (fig. 3.21), pero la «corriente en
subtropical. La configuración sinóptica de una corriente en chorro puede
chorro subtropical» está relacionada con un gradiente de temperatura complicarse en algunos sectores por la presencia de zonas frontales
limitado a la troposfera superior. El chorro adicionales (véase capítulo 4, E), cada una de las cuales está asociada
FIG. 3.23
a una corriente en chorro. Esta situación es corriente en invierno sobre América del Configuración de ¡a presión media en superficie (mb) en el hemisferio norte en los
Norte. Si comparamos las figuras 3.18 y 3.22 observamos que los núcleos principales meses de enero (página anterior) y julio (arriba) de 1950-59 (según O'Connor, 1961).
de las corrientes en chorro están asociados con las vaguadas principales de las ondas
de Rossby. En verano, se forma una corriente en chorro tropical oriental en las capas
métricas medias son las células anticiclónicas subtropicales (figs. 3.23 y 3.24). Estos
superiores de la troposfera sobre la India y África a causa de la inversión regional del anticiclones están localizados a unos 30° de latitud, sugestivamente situados por
gradiente de temperatura S-N (pág. 270-271). Las relaciones entre estos sistemas de debajo de la corriente en chorro subtropical media. Se mueven unos pocos grados en
vientos troposféricos superiores y el tiempo y el clima en la superficie serán dirección al ecuador en invierno y hacia los polos en verano, en respuesta a la
estudiadas en los capítulos 4, 5 y 6. expansión estacional y contracción de los dos remolinos circumpolares. En el
hemisferio norte, las dos bandas subtropicales de altas presiones son debilitadas
4. Presión en la superficie sobre los continentes calentados en verano, pero son intensificados térmicamente
Las características más permanentes de los mapas de las superficies baro- sobre ellos en invierno. Las principales células de altas presiones subtropicales
se encuentran: a) sobre la región oceánica entre las Bermudas y las Azores (el centro
de esta célula está situado sobre el Caribe oriental); b) sobre el Sur y Sudoeste de los
Estados Unidos (la Gran Depresión o célula de Sonora, célula continental que está,
naturalmente, sujeta a variación estacional, siendo reemplazada por una baja térmica
superficial en verano); c) sobre la parte oriental y septentrional del Pacífico una célula
grande y poderosa (que a veces se divide en dos, especialmente durante el verano), y
d) sobre el Sahara (esta área, al igual que otros manantiales de masas continentales,
varía estacionalmente, tanto en intensidad como en extensión, siendo más marcada en
invierno). En el hemisferio sur los anticiclones subtropicales son oceánicos, excepto
sobre el sur de Australia en verano
Hacia el lado ecuatorial de los anticiclones subtropicales existe una vaguada
ecuatorial de bajas presiones, ampliamente asociada con la zona de máxima
insolación y que tiende a migrar con ella, especialmente hacia los interiores
continentales calentados del hemisferio veraniego. Hacia el lado de los polos de los
anticiclones subtropicales se halla una zona general de bajas presiones subpolares. En
el hemisferio sur es virtualmente circumpolar (fig. 3.24), mientras que en el
hemisferio norte los principales centros se encuentran cerca de Islandia y las
Aleutianas en invierno y principalmente sobre áreas continentales en verano.
Comúnmente se dice que en las altitudes altas hay un anticiclón superficial debido al
frío aire polar, pero en el Ártico esto sólo es cierto en primavera sobre el archipiélago
Ártico Canadiense. En invierno la Cuenca Polar se ve afectada por células de altas y
bajas presiones con los anticiclones principales de aire frío semipermanentes sobre
Siberia y en menor extensión, en el Canadá noroccidental. El ligero anticiclón
siberiano es en parte el resultado de la exclusión de masas de aire tropical desde .el
interior del macizo tibetano y el Himalaya. Sobre la Antártida no tiene sentido hablar
de presión a nivel del mar, pero, en promedio, existen altas presiones sobre la meseta
antártica oriental entre 800 y 500 mb.
Es importante en este punto distinguir entre las distribuciones de presión media y
los anticiclones y borrascas que aparecen en los mapas sinópticos de tiempo. Un mapa
sinóptico es aquél en el que aparecen indicados los principales sistemas barométricos
situados sobre una zona muy amplia a una hora determinada, mientras que por
ejemplo, se prescinde de las características del viento local. Las borrascas subpolares
que se encuentran sobre Islandia y las Aleutianas (fig. 3.23), que se representan en los
mapas barométricos medios recurrentes representan el tránsito de profundas
depresiones a través de estas áreas en la dirección de las vaguadas de ondas largas
superiores. Sin embargo, las zonas de presión media alta están relacionadas con
anticiclones más o menos -
permanentes. Las zonas intermedias, tales como la situada aproximadamente entre
50° y 55 °N, afectadas por las depresiones móviles y los surcos de altas presiones,
aparecen en los mapas medios con una presión ni marcadamente alta ni marcadamente
baja. El movimiento de las depresiones se estudia en el capítulo 4, F.
Si comparamos las distribuciones de presión en superficie y en la troposfera
correspondiente al mes de enero (figs. 3.18 y 3.23), observaremos que sólo las células
subtropicales de altas presiones se extienden hasta los niveles altos. Las razones de
ello se evidencian en la fig. 3.14B y D. En verano, el cinturón ecuatorial de bajas
presiones se hace evidente también sobre la parte meridional de Asia. Las células
subtropicales son discemibles todavía a 300 mb, lo que indica que son una
característica fundamental de la circulación global y no solamente un reflejo de las
condiciones reinantes en superficie.

E. LOS CINTURONES GLOBALES DE VIENTO


Un hecho que se deriva de la precedente discusión es la importancia de las células
subtropicales de altas presiones. De origen dinámico, más que térmico, y situadas
entre 20 y 30° de latitud, parecen ser la clave de la circulación mundial del viento en
superficie. En el hemisferio norte los gradientes de presión que rodean a estas células
son mucho más elevados entre octubre y abril. Sin embargo, considerando presiones
reales, las células oceánicas alcanzan su presión máxima en verano, ya que el cinturón
está compensado en los niveles inferiores por las depresiones térmicas reinantes sobre
los continentes. Su fuerza y persistencia los designa claramente como el factor que
controla la posición y las actividades tanto de los alisios como de los vientos del
Oeste.

1. Los vientos alisios


Los alisios (o vientos tropicales del Este) son importantes a causa de su enorme área
de influencia; soplan sobre casi la mitad del globo. Se originan en las latitudes bajas
en las proximidades de las células subtropicales de altas presiones y son notables la
constancia de su dirección y de su velocidad (fig. 3.25). Los vientos alisios, al igual
que los vientos del Oeste, son más fuertes durante el invierno, lo que sugiere que
ambos están controlados por el mismo mecanismo fundamental.
Los dos sistemas de vientos alisios tienden a converger en la «Vaguada
Ecuatorial» de bajas presiones. Sobre los océanos, especialmente sobre el Pacífico
central, la convergencia de estas corrientes de aire es pronunciada y puede aplicarse a
este sector la denominación de Zona de
Convergencia Intertropical (ITCZ). 12 En las demás zonas la convergencia no es
continua en modo alguno ni en el tiempo ni en el espacio (lám. 12). Entre las
principales «zonas fuentes» de los vientos alisios, situadas sobre el Pacífico y el
Atlántico orientales y el ecuador, se encuentran las regiones de vientos flojos y
variables, conocidas tradicionalmente como «zonas de calmas ecuatoriales» y que en
los siglos pasados eran temidas profundamente por las tripulaciones de los buques
mercantes. Su extensión estacional varía considerablemente: desde julio a septiembre
se extienden hacia el Oeste en el Pacífico central, mientras que en el Atlántico se
extienden hacia la costa de Brasil. Una tercera zona importante de calmas es la que se
encuentra situada en el Océano índico y en el Pacífico occidental. En los meses de
marzo y abril esta zona se extiende 16 000 km desde el Este de África a los 180° de
longitud y se hace de nuevo muy extensa durante los meses de octubre a diciembre.

2. Los vientos ecuatoriales del Oeste


En verano y especialmente sobre los, continentes, existe una zona de vientos que
generalmente soplan del Oeste, situada entre los dos cintu-rones de vientos alisios del
Este (fig. 3.26). Este sistema de vientos del Oeste está muy bien diferenciado sobre
África y Asia meridional durante el verano del hemisferio norte, cuando el
calentamiento térmico del aire sobre los continentes contribuye al desplazamiento
hacia el Norte de la Vaguada Ecuatorial (fig. 3.25). Los vientos del Oeste alcanzan
sobre África velocidades de 2 a 3 km y sobre el Océano índico de 5 a 6 km. En Asia,
estos vientos se conocen como «Monzón de la India», pero actualmente se ha
reconocido que se trata de un fenómeno muy complejo, cuya causa es en parte de
origen global y en parte de origen regional (véase cap. 6, D).(Los vientos ecuatoriales
del Oeste no son simplemente alisios del hemisferio opuesto que se curvan de nuevo
(debido al cambio de dirección que experimenta la desviación de Coriolis) al cruzar el
ecuador, puesto que, por término medio, existe una componente del Oeste sobre el
Océano Índico la 2°-3°S de latitud en los meses de junio y julio y a 2°-3° N en los
meses de diciembre y enero. Sobre los océanos Pacífico y Atlántico, la ITCZ no se
traslada lo bastante lejos del ecuador para permitir el desarrollo de este cinturón de
vientos del Oeste.

3. Los vientos del Oeste (o de Ferrel) de las latitudes medias


Son los vientos de las latitudes medias que se originan en los flancos de las células
subtropicales de altas presiones orientados hacia el polo Son

12
Del inglés «Inter-Tropical Convergence Zone» (N. del T.).
presión (fig. 3.27). La isla Kerguelen (49°S, 70°E) tiene una frecuencia anual
del 81 % de vientos del Sudoeste y Noroeste y esta cifra puede compararse
con la de la isla Macquarie (54°S, 159°E), que indica que este predominio
está ampliamente extendido sobre todos los mares del Sur. Sin embargo, la
aparente zonación del remolino circumpolar meridional (fig. 3.24) encubre
mucha variabilidad sinóptica en invierno y en verano.

4. Los vientos polares del Este


Este término se aplica a aquellos vientos que se cree se producen entre un
anticiclón polar y el cinturón de bajas presiones de las altas latitudes medias. El
anticiclón polar, tal como ya se ha puesto de relieve, no constituye en modo
alguno una característica permanente de la circulación ártica. Los vientos del
Este se originan principalmente en los flancos polares de las depresiones
situadas sobre la parte septentrional del Atlántico y del Pacífico, y, si se
calculan las direcciones medias del viento para las fajas zonales de las latitudes
altas, se encuentran pocos signos que demuestran la existencia de un sistema
coherente de vientos polares del Este. La situación en las altas latitudes del
hemisferio sur se complica, a causa de la presencia de la Antártida, pero, al
parecer, los anticiclones son frecuentes sobre la alta meseta de la Antártida
oriental y los vientos del Este prevalecen sobre el sector del Océano Índico de
la costa antártica. Por ejemplo, en 1902-1903 la expedición del barco Gauss
observó a 66°S, 90°E vientos del Nordeste y Sudeste durante el 70 % del
Fig. 3.27 tiempo, y en diversas estaciones costeras la constancia de los vientos del Este
Perfiles de la componente media del viento del Oeste (m/s) a nivel del mar en los
hemisferios norte y sur durante sus respectivos verano (A) e invierno (B) (según Van puede compararse a la de los alisios. Sin embargo, sobre la zona marítima que
Loon, 1964). bordea la Antártida occidental predominan las componentes del Oeste.

mucho más variables que los alisios tanto en dirección como en intensidad, ya
F. LA CIRCULACIÓN GENERAL
que en estas regiones la trayectoria del movimiento del aire se ve afectada
frecuentemente por núcleos de baja y alta presión que viajan generalmente en
Las distribuciones de viento y presión observadas sugieren el estudio, de los
dirección Este dentro del flujo básico (lám. 1). También en el hemisferio norte
mecanismos que mantienen la «circulación general» de la atmósfera (las
la preponderancia de las zonas continentales con sus formas irregulares y la
distribuciones de viento y presión a gran escala que persisten durante todo el
variación que experimenta en ellas la presión de unas estaciones a otras tiende año o se repiten estacionalmente). Se ha hecho ya referencia a una de las causas
a enmascarar el flujo general del Oeste. Las islas Scilly, situadas en la zona de motrices principales de esta distribución el desequilibrio de la radiación entre
los «vientos del Sudoeste» registran un 46 % de los vientos como procedentes las latitudes bajas y las altas (cap. 1, G.1) pero también es importante apreciar
del Sudoeste y Noroeste, pero también un 29 % como procedentes del sector el significado de los intercambios de energía en la atmósfera. La energía se
opuesto, entre el Nordeste y el Sudeste. transforma continuamente, tal como se indica de un modo esquemático en la
Los vientos del Oeste del hemisferio sur son más fuertes y de dirección figura 3.28. El desigual calen
más constante que los del hemisferio norte, ya que las grandes extensiones
oceánicas regulan el desarrollo de los sistemas estacionales de
Este cada vez mayores. Por ejemplo, la velocidad relativa con respecto a la
tierra de una corriente de aire que se dirigiese desde los 42° a los 46° de
latitud y conservase su momento cinético aumentaría 29 metros cada
segundo. Este principio es el mismo que hace que el patinador sobre hielo
gire más violentamente cuando deja caer sus brazos progresivamente a lo
largo de su cuerpo. En la práctica, este aumento de la velocidad de la masa de
aire queda compensado o enmascarado por otras fuerzas que afectan al
movimiento del aire (especialmente el rozamiento), pero no existe duda
alguna de que muchas de las características importantes de la circulación
atmosférica general son el resultado de este transporte de momento cinético
hacia el polo.
FIG. 3.28 La necesidad de un transporte de momento hacia el polo puede deducirse
Esquema de los cambios de energía que afectan al sistema tierra-atmósfera. ya como consecuencia del mantenimiento de los vientos del Oeste de las
latitudes medias. Estos vientos imparten continuamente a la tierra un
momento cinético relativo por rozamiento, y se ha calculado que cesarían en
tamiento de la tierra y su atmósfera por la radiación solar genera energía poco más de una semana, a causa de la disipación de su energía por
potencial, parte, de la cual se transforma en energía cinética por la elevación rozamiento, si su momento cinético no aumentase de alguna otra manera. En
del aire caliente y el descenso, del aire frío. En último término, la energía las latitudes bajas los extensos vientos tropicales ven aumentado su
cinética del movimiento atmosférico a escala general se disipa por rozamiento, momento cinético Oeste por rozamiento como resultado del sentido de
y, a pequeña escala a través de los remolinos (es decir, por viscosidad rotación de la tierra, que es opuesto al de su movimiento, y este exceso de
interna). Para mantener la circulación general, es obvio que la creación de energía es transmitido hacia los polos; este transporte en dirección a los
energía cinética debe estar compensada por su disipación. Se estima que las polos es máximo en las cercanías de la corriente en chorro subtropical,
cifras son aproximadamente de 2W/m2, cantidad que representa tan sólo un 1 aproximadamente a 250 mb y 30°N y 30°S, hecho que resulta muy
% de la radiación solar global media absorbida en la superficie y en la significativo.
atmósfera. En otras palabras, la atmósfera es una máquina térmica altamente
ineficiente (véase cap. 1, G).
El segundo factor que interviene en el control de la configuración es 1. Circulación en los planos horizontal y vertical
el momento cinético de la tierra y su atmósfera, que es la tendencia que La atmósfera puede transportar calor y energía de dos maneras. Una de
tiene ésta a girar, conjuntamente con la tierra, alrededor, de su eje de rotación. ellas es por circulación en el plano vertical, tal como se indica en la fi-
El momento cinético es proporcional a la velocidad, de rotación gura 3.29 que representa tres células meridianas. La célula de latitudes bajas
(es decir, a la velocidad angular) y al cuadrado de la distancia de la (o de Hadley) y la opuesta a ella en el hemisferio sur fueron consideradas
partícula de aire, al eje de rotación. Si la tierra y su atmósfera giran con análogas a las circulaciones convectivas que se originan cuando se calienta
movimiento uniforme, el momento cinético total deberá permanecer constante sobre una llama un recipiente con agua; se conocen como células
(en otras palabras, existe una «conservación del momento cinético»). «térmicamente directas». Se creía que el aire caliente de las proximidades
Sin embargo, si una gran masa de aire cambia de posición en la superficie del ecuador se elevaba y daba origen a un flujo hacia el ecuador en los niveles
terrestre de forma que cambie también su distancia al eje de giro, bajos; estas corrientes de aire eran desviadas por la rotación de la tierra, lo que
su velocidad angular deberá cambiar también, de manera que el momento daba origen a los alisios del Nordeste y del Sudeste. Esta explicación fue
cinético permanezca constante. Naturalmente, el momento cinético es propuesta por G. Hadley en 1735, aunque en 1856 W. Ferrel puso de relieve
elevado en las cercanías del ecuador13 y disminuye con la latitud hasta que la conservación del momento cinético sería un factor más efectivo en la
anularse en el polo (es decir, en el eje de rotación), por lo que el aire que se formación de los vientos del Este porque la fuerza de Coriolis es pequeña en
mueve hacia el polo tiende a adquirir velocidades en dirección las latitudes bajas. La célula de latitudes bajas, según el esquema anterior, se
vería completada
13
La velocidad de rotación en el ecuador es de 465 m/s.
Fig. 3.29
Modelo de tres células que ilustra la circulación meridiana en el hemisferio norte
(según Rossby, 1941; de Barry, 1967).

FIG. 3.30
El transporte de energía hacia los polos, mostrando la importancia de los remolinos
por las corrientes que se dirigen hacia el polo y que acompañan al aire descendente horizontales.
a unos 30° de latitud a medida que éste se enfría por radiación. Sin embargo,
este esquema no es totalmente conecto, ya que el ecuador no es la única
fuente de calor de la atmósfera; además, los alisios no son continuos de movimiento de los vientos del Oeste era transferida a las latitudes medias
alrededor de todo el globo (fig. 3.25) y el flujo que asciende en dirección a los desde la parte superior de las células de altas y bajas latitudes. Esta mezcla
polos está limitado principalmente a los extremos occidentales de las células horizontal podía realizarse, por ejemplo, a través de los surcos y vaguadas
subtropicales de altas presiones en altura (véase fig. 3.18). del aire superior.
En la figura 3.29 aparece otra célula térmicamente directa en las latitudes Estos puntos de vista sufrieron un cambio radical a partir de 1948. Los
altas, en la que el aire frío y denso procede de un centro polar de altas medios alternativos de transporte de calor y momento —mediante
presiones. Este hecho es algo incierto, pero, en cualquier caso, su circulaciones horizontales— ya fueron sugeridos en los años veinte por A.
importancia para la circulación general es relativa porque la masa de aire que Defant y H. Jeffreys, pero no pudieron probarse hasta que se pudo disponer
interviene es pequeña. Conviene poner de relieve en este punto que no es de datos adecuados sobre las capas superiores de aire. Los cálculos
posible la existencia de una célula directa única en cada hemisferio porque realizados para el hemisferio norte por V. P. Starr y R. M. White en el
los vientos del Este que soplarían en las proximidades del suelo frenarían la Instituto de Tecnología de Massachusetts demostraron que, en las latitudes
rotación de la tierra. Por término medio, la atmósfera debe girar con la tierra, medias, las células horizontales transportan hacia el polo la mayor parte del
lo que requiere que se equilibren los vientos del Este y del Oeste que soplan calor y de la cantidad de movimiento necesarios. Éste se realiza a través del
sobre el globo. mecanismo de las anticiclones casi estacionarios y de los ciclones y
La célula de latitudes medias de la figura 3.29 es térmicamente indirecta anticiclones que se mueven en las proximidades de la superficie terrestre y
y requiere la presencia de las otras dos. Las oportunas consideraciones acerca que actúan conjuntamente con las células superiores con ellos relacionadas.
de la cantidad de movimiento indican la necesidad en dicho esquema de la La importancia de estas células horizontales para el transporte de la energía
presencia de los vientos superiores del Este; sin embargo, observaciones aparece reflejada en la figura 3.30 (véase también fig. 1.26 B). Por
realizadas con globos durante los decenios de 1930 y 1940 demostraron la consiguiente, según el concepto moderno de la circulación general, la energía
existencia de fuertes vientos del Oeste en la parte superior de la troposfera de los vientos zonales deriva de las ondas en movimiento y no de las
(cap. 3, D.3).' Rossby modificó el modelo de tres células para tener en cuenta circulaciones meridianas. Sin embargo, en las latitudes bajas, este
este hecho, proponiendo que la cantidad mecanismo puede resultar insuficiente por sí mismo
de los dos máximos de viento y del papel que desempeñan en la circulación
general, pero es indudable que forman parte esencial del conjunto. Podemos
ahora, a la luz de todas estas teorías, examinar de nuevo el origen de los
anticiclones subtropicales, que tan importante papel desempeñan en el clima
del mundo. Su existencia ha sido atribuida a diversas causas: al
amontonamiento del aire que se mueve hacia el polo a medida que es desviado
progresivamente hacia el Este por la rotación de la tierra y la conservación de la
cantidad de movimiento; al hundimiento de las corrientes que fluyen hacia el
polo debido al enfriamiento por radiación; a la necesidad general de la
existencia de altas presiones en las proximidades de los 30° de latitud, que
separan zonas aproximadamente iguales de vientos del Este y del Oeste, o a
Fig. 3.31 diversas combinaciones de todos estos mecanismos. La teoría adecuada debe
Modelo de la circulación meridiana general correspondiente al hemisferio norte en tener en cuenta no sólo la persistencia de los anticiclones, sino también su na-
invierno (según Palmén, 1951; de Barry, 1967). turaleza celular y la inclinación de sus ejes. El estudio anterior indica que las
ideas de una célula de Hadley simplificada y de la conservación de la cantidad
de movimiento son correctas sólo en parte. Además, los estudios más recientes
para llevar a cabo todo el transporte de energía que se estima necesario para sorprendentemente no muestran ninguna relación, en base a las estaciones,
un equilibrio energético. Por estos motivos, la célula media de Hadley figura entre la intensidad de la célula de Hadley y la de los anticiclones subtropicales.
todavía en las representaciones actuales de la circulación general, tal como Es probable que las células anticiclónicas de niveles altos que se evidencian
indica la figura 3.31, pero se reconoce la complejidad de la circulación en las en los mapas sinópticos (y que tienden a confundirse en los mapas medios)
latitudes bajas. En particular, el transporte vertical de calor en la célula de estén relacionadas con los vórtices anticiclónicos en el lado ecuatorial de las
Hadley se produce, al parecer, en los cumulonimbos asociados a corrientes en chorro. Diversas observaciones y estudios teóricos indican que,
perturbaciones organizadas en la vaguada ecuatorial de bajas presiones que como resultado de la variación del parámetro de Coriolis con la latitud, las
se encuentra localizada aproximadamente a 5°S en enero y a 10°N en julio borrascas de los vientos del oeste tienden a moverse en dirección a los polos y
(véase cap. 6, B). La célula de Hadley del hemisferio invernal es con mucho los anticiclones hacia el ecuador. Por consiguiente, los anticiclones
la más importante y da lugar al flujo transecuatorial de bajo nivel hacia el subtropicales sufren una regeneración constante. Existe una relación estadística
hemisferio veraniego. El modelo tradicional con células gemelas, simétricas entre la latitud de los anticiclones subtropicales y el gradiente de temperaturas
sobre el ecuador, se encuentra sólo en primavera/otoño. Las células de meridional medio en la troposfera; un gradiente más acusado causa un
Hadley están ligadas longitudinalmente con los regímenes monzónicos del desplazamiento hacia el ecuador de las altas presiones, y viceversa. Este
hemisferio veraniego. El aire ascendente sobre Asia meridional (y también desplazamiento tiene evidentemente una base estacional. La distribución de las
sobre Sudamérica e Indonesia) está asociado con el flujo de salida (zonal) células en la superficie refleja claramente la influencia de los manantiales de
este-oeste y éstos son sistemas conocidos como las «circulaciones de calor. Las células son estacionarias y de forma alargada en dirección Norte-Sur
Walker». El transporte de retorno hacia los polos de las células de Hadley sobre los océanos del hemisferio norte en verano, cuando el calentamiento de
meridionales tiene lugar en vaguadas que se extienden hacia las bajas los continentes crea bajas presiones y además el gradiente meridiano de
latitudes desde los vientos del oeste de latitudes medias. Esto se produce temperatura es débil. En invierno, por el contrario, el flujo zonal es más fuerte a
generalmente en los extremos occidentales de los anticiclones subtropicales causa de un mayor gradiente meridiano de temperatura, y el enfriamiento de
de la troposfera superior (véase fig. 3.16). La mezcla horizontal predomina los continentes produce un alargamiento de las células en dirección Este-Oeste.
en las latitudes medias y altas, aunque también se cree que existe una débil Es indudable que los factores de superficie y de niveles altos se suman en
célula indirecta de latitudes medias en forma muy reducida (fig. 3.31). Ya se algunos sectores y tienden a anularse en
ha hecho notar la relación existente entre las corrientes en chorro y las
regiones cuyo gradiente aumenta fuertemente hacia el Sur (véase fisura
3.20). Actualmente se carece todavía de una explicación completa
FIG. 3.33
Fig. 332 Ciclo del índice zonal. Esquema ilustrativo del desarrollo de configuraciones celulares
Modelo hipotético del flujo que relaciona la convección veraniega, la corriente en en los vientos superiores del Oeste, que se producen normalmente durante un período de
chorro oriental y la subsidencia de altas presiones sobre el norte de África y el este tres a ocho semanas, siendo especialmente activos durante los meses de febrero y marzo
del Atlántico Norte (adaptado de Walker, 1972; (derechos de la Corona reservados). en el hemisferio norte. Los estudios estadísticos no descubren ninguna periodicidad en
esta secuencia. (Según Namias; de Haltiner y Martin, 1957). A. Índice zonal alto. La
corriente en chorro y los vientos del Oeste se encuentran desplazados al norte de su
otros. Realmente, se ha sugerido que la célula de altas presiones de las Azores, posición media. Los vientos del Oeste son fuertes, las isóbaras están orientadas
en particular, debe parte de su intensificación veraniega y su tendencia a predominantemente en dirección Este-Oeste y el intercambio de masas entre Norte y
Sur es escaso.
extenderse hacia el este a las masas de aire que se elevan local-mente en áreas B y C. El chorro se extiende y aumenta su velocidad, ondulándose al mismo tiempo
con grandes precipitaciones monzónicas sobre África, entran en la circulación con amplitud cada vez mayor.
de la corriente en chorro oriental tropical (véase capítulo 6, pág. 346) y D. índice zonal bajo. Los vientos zonales del Oeste se fragmentan en células. En las de
entonces bajan sobre el Sahara occidental y el este del Atlántico Norte (fig. la parte baja de las latitudes medias se forman profundas depresiones frías ocluidas de
carácter estacionario, mientras que en latitudes más altas se observan intensos
3.32). anticiclones cálidos, bloqueantes y profundos. Esta fragmentación empieza normalmente
en el Este y se extiende hacia el Oeste a una velocidad de 60° de longitud por semana.
2. Variaciones en la circulación del hemisferio norte
Las configuraciones de isóbaras e isohipsas correspondientes a determinadas Los vientos zonales del Oeste que soplan sobre las latitudes medias originan
épocas del año pueden ser radicalmente distintas de las que aparecen indicadas la formación de ondas, y los surcos y vaguadas se van acentuando,
en los mapas medios (véanse figs. 3.18, 3.34 y 3.35). Estas variaciones, cuya dividiéndose finalmente en un conjunto de células, con pronunciado flujo en
duración oscila entre tres y ocho semanas, se producen de manera irregular, dirección Sur en ciertas longitudes. La fuerza de los vientos del Oeste entre
pero son bastante más apreciables durante los meses de invierno, cuando la 35° y 55°N se denomina «índice zonal»; los vientos zonales del Oeste fuertes
circulación general es más intensa. La naturaleza de estos cambios aparece son representativos de un índice alto y cuando el índice
ilustrada en forma esquemática en la figura 3.33.
es bajo se originan células muy marcadas (lám. 13). Puede presentarse
también un índice relativamente bajo cuando los vientos del Oeste soplan
bastante más al Sur de su latitud usual y, paradójicamente, esta expansión de
la circulación zonal va asociada a fuertes vientos del Oeste en latitudes más
bajas que aquellas en que son frecuentes. En las figuras 3.34 y 3.35 aparece
ilustrado el contraste entre las isohipsas medias de 700 mb y los perfiles de
velocidad de viento zonal en dos meses distintos. En diciembre de 1957, los
vientos del Oeste fueron superiores a lo normal al Norte de 40°N y los surcos
y vaguadas estaban escasamente desarrollados, mientras que en febrero de
1958 el índice zonal era bajo y existía un extenso vórtice circumpolar muy
extendido, con lo que se produjeron fuertes vientos del Oeste en las latitudes
medias. En la configuración de 700 mb aparecen anticiclones subtropicales
muy débiles, intensas vaguadas meridianas y el anticiclón del bloqueo
situado fuera de Alaska (véase fig. 3.33D). La causa de estas variaciones es
aún bastante incierta, aunque, al parecer, el rápido flujo zonal es inestable y
tiende a romperse. Es indudable que esta tendencia se ve aumentada en el
hemisferio norte por la distribución de los continentes y los océanos. Los
estudios detallados que se realizan en la actualidad están empezando a
demostrar que las fluctuaciones irregulares del índice, junto con las
características secundarias de la circulación, tales como las células
superficiales de bajas y altas presiones o las grandes ondas superiores,
desempeñan un importante papel en la redistribución de la cantidad de
movimiento y de la energía. Diversos experimentos realizados en laboratorio
con recipientes de agua que simulaban la atmósfera, así como los estudios
llevados a cabo en ordenadores utilizando modelos numéricos del
comportamiento de la atmósfera demuestran que una circulación de Hadley
no puede constituir un mecanismo apropiado para el transporte de calor hacia
el polo. En consecuencia, el gradiente meridiano de temperatura aumenta y
finalmente el flujo se hace inestable y no puede seguir siendo del tipo de
Hadley, y por lo que se fracciona en una serie de remolinos ciclónicos y
anticiclónicos. Este fenómeno se conoce con el nombre de inestabilidad
baroclínica. Por lo que a la energía se refiere, la energía potencial del flujo
zonal se convierte en la energía potencial y cinética de los remolinos.
Actualmente se sabe también que la energía cinética del flujo zonal proviene
de los remolinos, contrariamente a lo que mantenían las teorías clásicas, que
consideraban las perturbaciones en los cinturones globales de viento como FIG. 3.34
Arriba. Distribución de las isohipsas medias de 700 mb (en decenas de pies) corres-
un detalle superpuesto. Cada día se hace más evidente el significado de las pondientes a diciembre de Í957; puede apreciarse un flujo del Oeste rápido y de
perturbaciones atmosféricas y de las variaciones de circulación. Sin pequeña amplitud, típico de un índice zonal elevado. Abajo. Perfiles medios de 700
embargo, los mecanismos de la circulación se complican por numerosos mb de la velocidad del viento zonal (m/s) en el hemisferio occidental correspon-
procesos de interacción y realimentación de los cuales uno de los más dientes a diciembre de 1957 comparados con los de un diciembre normal. Los vientos
del Oeste fueron más fuertes y estaban desplazados hacia el norte (según la Monthly
importantes incluye la circulación oceánica, Weather Review, 85, 1957, págs. 410411).
tal como se indica más adelante. El significado de las interacciones entre el
calor de la atmósfera y el océano y los balances de humedad han sido
estudiados ya en el capítulo 1, G y en el capítulo 2, A.

3. La circulación de la superficie del océano


La característica más evidente de la circulación de la superficie del océano es
el control que ejercen sobre ella los vientos globales de bajo nivel,
especialmente los anticiclones subtropicales y los vientos del oeste. La
circulación oceánica experimenta incluso cambios estacionales de dirección
en las regiones monzónicas del océano índico septentrional, al Este de África
y al Norte de Australia (fig. 3.36). El efecto Ekman (véase capítulo 3, A.5)
desvía el flujo hacia la derecha (en el hemisferio norte) y reduce su velocidad
a medida que aumenta la profundidad, ya que deja de sentirse el efecto del
viento. Sin embargo, este cambio de dirección con la profundidad disminuye
con la latitud, por lo que en las proximidades del ecuador no existen los
cambios de dirección en las profundidades que son característicos de las altas
latitudes. La profundidad a que se produce este cambio aumenta hacia el
polo, pero, por término medio, es de 50 metros en las grandes extensiones
oceánicas. Además, cuando el agua se mueve en el sentido de los meridianos,
la conservación del momento cinético implica un cambio en la verticidad
relativa (véanse páginas 147 y 178); las corrientes que se dirigen hacia el
polo adquieren vorticidad anticiclónica y las que se dirigen hacia el ecuador
vorticidad ciclónica.
Entre los anticiclones subtropicales y el ecuador, los vientos alisios
permanentes originan las amplias Corrientes Ecuatoriales del Norte y del Sur
(fig. 3.36). En el extremo occidental de los océanos, la mayor parte de esta
agua se desvía hacia el polo debido al influjo de las corrientes de aire, por lo
que cada vez es mayor el efecto de la desviación de Ekmann y de la
vorticidad anticiclónica. Sin embargo, una cierta cantidad de agua tiende a
acumularse en las proximidades del ecuador en las orillas occidentales de los
océanos, en parte debido a que allí el efecto Ekmann virtualmente no existe,
la desviación hacia los polos es pequeña y no fluyen corrientes en sentido
contrario en las profundidades. A este agua se añade la que es desplazada
hacia el norte, hasta la zona ecuatorial, por las circulaciones especialmente
Fig. 3.35 activas de los anticiclones subtropicales del hemisferio sur. El agua así
Arriba. Distribución de las isohipsas medias de 700 mb (en decenas de pies) corres-
pondientes a febrero de 1958. Abajo. Perfiles medios de 700 mb de la velocidad del acumulada fluye de nuevo en dirección Este, siguiendo el gradiente
viento zonal (m/s) en el hemisferio occidental correspondientes a febrero de 1958 hidráulico y formando en la superficie las estrechas Contracorrientes
comparados con los de Un febrero normal. Los vientos del Oeste fueron más fuertes Ecuatoriales, cuyo avance no se ve impedido, ya que los vientos superficiales
en las latitudes bajas, con una máxima a unos 33°N (según la Monthly Weather son débiles. A medida que la circulación se desvía hacia el polo a lo largo del
Review, 86, 1958, págs. 62-63).
extremo occidental de
los anticiclones subtropicales oceánicos, el agua tiende a acumularse cerca de
los continentes; así por ejemplo, el nivel del mar es apreciable-mente más alto
en el Golfo de México que en la costa atlántica de Estados Unidos. El agua que
se acumula de esta manera no puede hundirse, ya que su temperatura es
relativamente alta y tiene por tanto estabilidad vertical; por consiguiente,
continúa moviéndose hacia el polo, siguiendo la dirección del viento dominante
en la superficie. Como consecuencia de este movimiento, aumenta la vorticidad
anticiclónica de la corriente y este efecto se suma al del viento, por lo que se
forman corrientes relativamente estrechas de gran velocidad (por ejemplo, las de
Kuro Sivo, Brasil, Mozambique-Agulhas y, en menor extensión, la Corriente
Oriental de Australia). En el Atlántico Norte la configuración del Mar del Ca-
ribe y del Golfo de México favorecen especialmente la acumulación de agua,
que es enviada hacia el sur a través del Estrecho de Florida, formando la
Corriente del Golfo, especialmente estrecha y rápida. Estas corrientes que
fluyen hacia el polo son frenadas por su rozamiento con la costa de los océanos
que bañan y por la pérdida de energía que experimentan debido a la difusión
turbulenta, como las que acompañan a la formación y desprendimiento de
meandros en la Corriente del Golfo. En los bordes de los anticiclones
subtropicales próximos a los polos dominan las corrientes del oeste y allí donde
su avance se ve impedido por las masas continentales del hemisferio sur forman
la amplia y veloz Deriva del Viento del Oeste. En el hemisferio norte, gran parte
de la corriente atlántica que se dirige hacia el este se desvía hacia el norte,

Fig. 3.36
La circulación general de las corrientes marinas mostrando las anomalías de la tem-
peratura media en la superficie de ¡os océanos.
1. Corriente del Golfo 17. Corriente sudecuatorial
2. Corriente nordatlántica 18. Contracorriente ecuatorial
3. Corriente oriental de Groenlandia 19. Corriente de Mozambique
4. Corriente occidental de Groenlandia 20. Corriente de Agulhas
5. Corriente del Labrador 21. Corriente occidental de Australia
6. Corriente de las Canarias 22. Kuro Sivo
7. Corriente nordecuatorial 23. Deriva del Pacífico Norte
8. Corriente del Caribe 24. Corriente de California
9. Corriente de las Antillas 25. Corriente nordecuatorial
10. Corriente sudecuatorial 26. Contracorriente ecuatorial
11. Corriente del Brasil 27. Corriente de Alaska'
12. Corriente de las Malvinas 28. Corriente de Kamchatka
13. Deriva del Viento del Oeste 29. Corriente sudecuatorial
14. Corriente de Benguela 30. Corriente oriental de Australia
15. Corriente de Guinea 31. Corriente del Perú o de Humboldt
16. Deriva del monzón SO y NE 32. Contracorriente ecuatorial
dando lugar a temperaturas del agua del mar excepcionalmente altas; este líneas de corriente y/o la cizalladura lateral; esto, junto con el efecto de
efecto es compensado en las profundidades por un flujo de agua fría que se rotación de la tierra enmascaran la vorticidad vertical absoluta.
dirige hacia el sur procedente del Ártico. Sin embargo, más de la mitad de la Los vientos locales se dan como resultado de las diferencias térmicas que
masa de agua que forma la Deriva del Atlántico Norte y casi toda la de la varían durante el día y que establecen gradientes locales de presión (vientos
Deriva del Pacífico Norte se desvían hacia el Sur alrededor de la parte montaña-valle y brisas tierra-mar) o debido al efecto de una barrera
oriental de los anticiclones subtropicales, formando las corrientes de topográfica aire que la cruza (ejemplos de ella son el Föhn de sotavento y los
Canarias y California. Sus equivalentes en el hemisferio sur son la corriente vientos bora).
de Benguela, de Humboldt o del Perú y de Australia Occidental. En contraste El cambio vertical de presión con la altura depende de la estructura de la
con las corrientes del extremo occidental de los océanos, éstas adquieren temperatura. Los sistemas de altas (bajas) presiones se intensifican con la
vorticidad ciclónica, que se opone a la anticiclónica que les comunica el altitud en una columna de aire caliente (frío); así, las bajas calientes y las altas
viento, por lo que son relativamente amplias y su velocidad es escasa. frías son hechos someros. La relación de «espesor» se esclarece mediante los
Además, la desviación debida al efecto Ekmann hace que las aguas anticiclones subtropicales de niveles superiores y el remolino polar en ambos
superficiales se muevan hacia el Oeste, alejándose de las costas, por lo que hemisferios. Los vientos del oeste intermedios de latitudes medias tienen así
asciende agua fría desde profundidades comprendidas entre 100 y 300 m. una gran componente de «viento térmico». Se concentran en las corrientes en
Aunque la zona de ascenso del agua puede ser bastante estrecha (unos 200 chorro de la troposfera superior por encima de acusados gradientes térmicos,
km para la corriente de Benguela), el efecto Ekmann traslada este agua hacia tales como los frentes.
el Oeste. En la parte orientada al polo de estas costas bañadas por agua fría, la Los flujos superiores presentan una configuración de ondas largas a gran
desviación hacia el sur de los cinturones de viento hace que el ascenso de escala, especialmente en el hemisferio norte, relacionada con la influencia de
agua de las profundidades varíe marcadamente de unas estaciones a otras; así las barreras montañosas y las diferencias tierra/mar. El campo barométrico
por ejemplo, el ascenso de agua fría en la Corriente de California es superficial está dominado por altas subtropicales semipermanentes, bajas
particularmente apreciable durante el período comprendido entre marzo y subtropicales y, en invierno, altas continentales frías superficiales en Siberia
julio. y en el Canadá noroccidental. La zona ecuatorial es predominantemente de
bajas presiones. Los cinturones de vientos globales asociados son los alisios
del este y los vientos del oeste de las latitudes medias. Existen vientos polares
RESUMEN del este más variables y sobre las áreas terrestres existe en verano una banda
El movimiento del aire se describe mediante sus componentes horizontal y de vientos del oeste ecuatoriales que representan los sistemas monzónicos.
vertical; esta última es mucho menor que las velocidades horizontales. Los Mientras que la circulación de las latitudes medias es esencialmente zonal
movimientos horizontales compensan los desequilibrios verticales entre la (oeste-este), esta configuración es intermitentemente interrumpida por altas
aceleración de la gravedad y el gradiente vertical de presiones. «bloqueantes» orientadas hacia el sur; una secuencia idealizada se conoce
La velocidad horizontal del viento viene determinada por el gradiente como el ciclo del índice zonal.
horizontal de presiones, el efecto de la rotación de la tierra (fuerza de La circulación atmosférica general que transfiere calor y momento hacia
Coriolis), y la curvatura de las isóbaras (aceleración centrípeta). Estos tres los polos, se halla predominantemente en un plano meridional vertical en las
factores son considerados en la ecuación del viento del gradiente, pero ésta latitudes bajas (la célula de Hadley), pero en las latitudes medias y altas tiene
puede ser aproximada satisfactoriamente en los flujos a gran escala por el lugar por ondas y remolinos horizontales (ciclones/ anticiclones). La energía
viento geostrófico que es perpendicular al gradiente de presión. Por debajo substancial es también transportada hacia los polos por los sistemas de
de los 1500 m, la velocidad y dirección del viento se ven afectadas por la corrientes oceánicas.
fricción superficial.
El aire asciende (desciende) en asociación con una convergencia (di-
vergencia) superficial del aire. El movimiento del aire también está sujeto a
la vorticidad vertical relativa como resultado de la curvatura de las
presión constante no cortan a las superficies isostéricas (o de densidad
constante), de manera que en cualquier corte vertical, tal como el que aparece
en la figura 4.1,das isóbaras y las isotermas son paralelas.) Dicha atmósfera
se conoce con el nombre de barotrópica.
La naturaleza y el grado de uniformidad denlas características de una masa
de aire vienen determinados por tres factores principales, a saber: a)la
naturaleza del manantial de la masa (del que ésta adquiere todas sus
4 propiedades originales) y la dirección en que se mueve (las propiedades físicas
de todas las masas de aire se clasifican por comparación con las de la región
situada debajo de ellas o con las de las masas de aire adyacentes) b) los
Masas de aire, frentes y depresiones cambios que tienen lugar en la constitución de una masa de aire cuando ésta se
traslada recorriendo grandes distancias, y c) la edad de la masa de aire.
El estudio de las propiedades que distinguen las diversas masas de aire
entre sí conduce naturalmente a la consideración de los límites de las masas de
aire o «frentes». También se estudian en el presente capítulo las relaciones
entre los centros de bajas presiones y las configuraciones del aire situado
Una masa de aire puede definirse como (una gran porción dé aire cuyas encima de ellas y se realiza a continuación un breve examen de los diversos
propiedades físicas, en especial la temperatura, contenido de humedad y métodos empleados en la predicción del tiempo.
gradiente vertical de temperatura, son más o menos uniformes para una
extensión horizontal de varios centenares de kilómetros. En teoría, se
considera como atmósfera ideal aquella en que las superficies de A. NATURALEZA DE LOS MANANTIALES DE MASAS DE AIRE

Hemos observado ya que la mayor parte de los procesos físicos que tienen
lugar en nuestra atmósfera son el resultado de los intentos de autorregulación
que ésta realiza para tratar de reducir las enormes diferencias que resultan de la
irregular distribución en el mundo del calor; la humedad y la presión. A escala
mundial, el equilibrio entre calor y cantidad de movimiento es cierto sólo a
largo plazo y por término medio. Sin embargo, a menor escala la radiación y la
mezcla vertical pueden producir un cierto equilibrio entre las condiciones
reinantes en superficie y las propiedades de la masa de aire situada por encima
de ella sobre una determinada región geográfica y durante un período de
tiempo que oscila entre tres y cinco días. Naturalmente, los principales manan-
tiales de masas son zonas de superficie extensa y uniforme sobre las que
generalmente se encuentran sistemas barométricos casi estacionarios. Estas
condiciones se cumplen cuando hay movimiento lento y divergente desde las
principales células térmicas y dinámicas de altas presiones, mientras que las
regiones de bajas presiones son zonas de convergencia hacia las que se
trasladan las masas de aire (véase cap. 4, E).
Las masas de aire se clasifican básicamente atendiendo a dos factores
FIG. 4.1
Corte esquemático de temperaturas en el que aparecen masas de aire barótrpicas y
una zona frontal baroclínica (se supone que la densidad disminuye tan sólo al aumentar
la altura).
Principales. El primero de ellos es la temperatura, que da origen a las masas de aire FIG. 4.2
ártico, polar y tropical; el segundo es el tipo de superficie de la región de origen, Masas de aire en invierno. A Hemisferio norte (según Petterssen, 1958 y Crowe,
con lo que tenemos las masas continentales y marítimas. Se estudian a 1965). B Hemisferio sur (según Taljaard, 1972).
continuación las principales masas de aire frías y cálidas.
(cA), pero las diferencias entre las masas de aire cP y cA están limitadas
1. Masas de aire frío principalmente a la troposfera media y superior, donde la temperatura del aire
cA es menor (tabla 4.1).
Los principales manantiales de aire frío del hemisferio norte son: a) los Los manantiales de estas dos masas, por estar cubiertos de nieve, dan
anticiclones continentales de Siberia y Canadá septentrional, que dan origen a las origen a un marcado enfriamiento de las capas inferiores (véase. figura 4.3) y,
masas de aire polar continental (cP) y b) la Cuenca Ártica cuando en ella dominan puesto que el contenido de vapor de agua del aire frío es muy limitado, estas
las altas presiones (fig. 4.2). En algunas clasificaciones se designa el aire de la masas de aire tienen generalmente una proporción de mezcla de sólo 0,1-0,5
última categoría como continental ártico g/kg en las proximidades de la superficie. La estabilidad que origina el
enfriamiento de la superficie evita la mezcla
TABLA 4.1
Características de la masa de aire en invierno cT (3) T — 19 5 -17
(3) x — 1,8 1,3 0,6
(1) Valores típicos en América del Norte, entre 45° y 50°N (según Godson, 1950) Med (3) 7 14 3 -3 -19
(2) Valores mensuales medios en las Islas Británicas, utilizando los datos correspondientes a (3) .v 7,0 3,7 2,5 0,9
Kew en lugar de los valores de 1000 mb (según Belasco, 1952)
Clasificación según Belasco: *P1, **A1 , ***P1, ****T1, ***** nivel de 950 mb.
(3) Valores típicos en el Mediterráneo (según «Weather in the Mediterranean», M.O. 391,
1962)
(4) Valores típicos en Australia, 33°S (según Taljaard, 1969)
(5) Valores típicos en la Antártida, 75°S (según Taljaard, 1969) vertical, por lo que sólo pueden producirse enfriamientos posteriores debidos
(6) Valores típicos en los Mares de! Sur, 50°S (según Taljaard, 1969) a pérdidas por radiación y aun de forma muy lenta. El efecto de este
T = temperatura del aire (°C) x = proporción de mezcla (g/kg) enfriamiento radiactivo se combina con la tendencia que tienen las masas de
aire a hundirse en las regiones de altas presiones, produciéndose una marcada
Masa de aire Nivel (mb) 1000 850 700 500
inversión de temperatura desde la superficie hasta unos 850 mb en las masas
cA (1) T -31 -33 -42
(3) T 1 -8 -21 -36 cA y cP típicas. A causa de su extrema sequedad, estas masas de aire, se
(3) x 2,4 1,7 0,4 0,2 caracterizan por su escasa nubosidad y pueden producir sólo ligeras nevadas
(5) T (0,33)***** -28 -30 -42 ocasionales. Durante el verano, el calentamiento de la tierra en Canadá
(5) x (0,2)***** 0,3 0,2 0.1 septentrional y Siberia hace que desaparezcan virtualmente sus manantiales
mA (1) T -10 -21 -38 de aire frío. La Cuenca Ártica permanece (véase fig. 4.4 A), pero el espesor
* (2) T 1 -9 -20 -40
(2) x 3,1 1,7 0,7 0,6 de la capa de aire frío en
(3) T 4 -6 -14 -33
(3) X 4,6 2,2 1,3 0,3
(6) T 0 -10 -20 -35
(6) x 3,0 1,6 0,8 0,2
cP (1) T -18 -20 -33
** (2) T 2 -12 -22 -41
(2) x 2,6 1,5 0,6 0,1
(3) T 7 -2 -13 -24
(3) x 4,5 2,6 1,3 0,4
mPw (1) T — 5 -4 -23
*** (2) T 8 1 -9 -27
(2) x 5,8 4,0 2,1 0,6
(3) T 12 2 -7 -23
(3) x 7,8 4,0 1,6 0,4
(4) T 10 2 -7 -25
(4) x 5,5 3,4 1,8 0,4
mT (1) T 10 0 -17
**** (2) T 11 6 -2 -17
(2) x 6,8 5,6 3,5 1,2
(3) T — 10 2 -14
(3) x — 6,0 2,5 1,0
(4) T 14 6 -2 -18
(4) x 7,8 5,3 2,5 0,9

Fig. 4.3
Estructura de la temperatura vertical media de determinadas masas de aire que afectan a
América del Norte, a unos 45°-50°N, sobre su manantial o sobre América del Norte en invierno
(según Godson, Showalter y Willett).:
Fig. 4.4
Masas de aire en verano. A Hemisferio norte (según Petterssen, 1958 y Growe,
1965). B Hemisferio sur (según Taljaard, 1972).
ella está muy limitado en dicha época del año. En el hemisferio sur, el
continente antártico y los casquetes de hielo son una fuente de aire cA en todas
las estaciones (figs. 4.2 B y 4.4 B). No hay fuentes de aire cP, sin embargo, dada caliente características del interior de las extensas zonas continentales. Los
la predominancia de las áreas oceánicas en las latitudes medias. En todas las manantiales de aire tropical (T) pueden ser: marítimos (mT), si se originan en
estaciones, el aire cP o cA sufre profundas modificaciones durante su paso las células subtropicales oceánicas de altas presiones, o continentales (cT), si
sobre el océano. Se originan masas de aire de tipo secundario, que serán se originan en la parte de dichas células situada sobre los continentes (como
consideradas en el apartado B del presente capítulo. ocurre con el «Harmattan» del Norte de África) o si están simplemente
asociados a regiones de vientos flojos y generalmente variables y se forman
2. Masas de aire cálido con la ayuda de la subsidencia que se produce en la troposfera superior de los
Estas masas se originan en las células subtropicales de altas presiones y, grandes continentes en verano (por ejemplo, en Asia central). En el
durante el verano, en las grandes acumulaciones de aire superficial hemisferio sur, el área de procedencia del aire mT cubre aproximadamente la
mitad del hemisferio. No
TABLA 4.2 descendente), la alta humedad de las capas inferiores situadas sobre los
Características de la masa de aire en verano océanos y por su estratificación estable. Puesto que el aire está caliente y
(misma clave que para la tabla 4.1) húmedo en las proximidades de la superficie, a medida que se traslada desde
su manantial hacia el polo se desarrollan normalmente en él nubes
Masa de aire Nivel (mb) 1000 850 700 500 estratiformes. En invierno, el aire de tipo continental está restringido
cA (5) T (-9)*** -13 -20 -33 principalmente al Norte de África (véase fig. 4.2, tabla 4.1), donde constituye
(5) x (1,8)*** 1,1 0,7 0,2
una masa de aire cálido, seco y estable. En verano, el calentamiento de las
mA (1) T — -4 -14 -33
capas inferiores debido al calor desprendido por la superficie da lugar a un
(2) T 14 2 -7 -25 elevado gradiente vertical de temperatura, pero, a pesar de la inestabilidad
(2) x 6,3 4,3 2,5 0,1 reinante, la escasa humedad relativa y específica evitan la formación de nubes
mP (1) T — 11 0 -19 y la precipitación. En el hemisferio sur, el aire cT prevalece bastante más en
* (2) T 16 4 -6 -24 invierno sobre los continentes subtropicales a excepción de Sudamérica. En
(2) x 8,4 3,9 2,2 0,4 verano, gran parte del sur de África
(3) T — 18 -2 -19
(3) x — 6,0 2,5 0,8
(4) T 17 8 0 -14
(4) x 8,0 6,0 3,1 1,0
cP (3) T 26 13 4 -14
(3) x 16,1 6,7 3,4 0,9
mT (1) T — 18 8 -8
(2) T 19 12 4 -11
(2) x 10,8 8,1 4,5 2,4
(4) T 22 16 5 -11
(4) x 13,4 8,0 4,8 1,7
cT (1) T — 22 10 -11
(2) T 21 16 6 -11
(2) x 12,1 3,9 3,4 1,1
** (3)T — 26 13 -10
(3) x — 4,5 2,5 0,5
(4) T 27 20 7 -12
(4) x 8,0 4,7 3,6 1,2
Med (3) T 29 19 12 -6
(3) x 14,1 7,4 3,0 0,9

Clasificación de Belasco: *Pa. **cT que se origina sobre África, ***950 mb.

existe ninguna zona de gradiente de temperaturas significativo entre el


ecuador y la Convergencia Subtropical oceánica de los 40° S aproxima-
damente.
Las masas de aire de tipo marítimo se caracterizan por su elevada
temperatura (acentuada por el calentamiento a que se ve sometido el aire
FIG. 4.5
Estructura de la temperatura vertical media de determinadas masas de aire que
afectan a América del Norte en verano (según Godson, Showalter y Willett).
resultantes 14 medios de cada mes puede usarse en el análisis de las áreas de
divergencia que representan regiones de origen de masas de aire, flujos a favor
de la corriente y zonas de confluencia entre distintas corrientes de aire. La
figura 4.6 muestra las zonas de origen en el hemisferio norte y su duración
anual. Predominan cuatro de ellas: los anticiclones subtropicales del Pacífico
Norte y del Atlántico Norte, y sus partes contrarias en el hemisferio austral.
Durante todo el año el aire de esta procedencia cubre por lo menos un 25 % del
hemisferio norte; durante 6 meses al año afecta casi a las tres cuartas partes de
dicho hemisferio.

B. MODIFICACIONES DE LAS MASAS DE AIRE

A medida que las masas de aire se alejan de sus manantiales, se ven afectadas
por diversos intercambios de temperatura y humedad con la superficie del suelo
y por los distintos procesos de carácter dinámico que tienen lugar en la
atmósfera. Por consiguiente, una masa de aire inicialmente barotrópica se
transforma gradualmente en una corriente de aire moderadamente baroclínica,
en la que las superficies isostéricas e isobáricas se cortan unas a otras. Debido a
la presencia de gradientes horizontales de temperatura, el aire no puede
desplazarse como un bloque sólido conservando intacta su estructura interna.
La trayectoria (es decir, curso real) que sigue una partícula de aire de la
troposfera media o superior será normalmente bastante distinta de la que sigue
una partícula situada más cerca de la superficie a causa del aumento de la
velocidad del viento del Oeste con la altura. La estructura real de una corriente
de aire en un instante dado viene determinada en gran parte por los procesos de
modificación que ha sufrido la masa. A pesar de todas estas observaciones, el
concepto de masa de aire sigue siendo aún de considerable valor práctico

Fig. 4.6 1. Mecanismos causantes de las modificaciones


Regiones de origen de las masas de aire en el hemisferio norte; las cifras indican el
número de meses al año que las áreas se ven afectadas por cada masa de aire (según Por razones de conveniencia, los mecanismos que intervienen en la mo-
Wendland y Bryson, 1981). dificación de las masas de aire se tratan en forma separada, aunque una
distinción tan rígida no se justifica generalmente en la práctica.
y del norte de Australia se ve afectado por el aire mT, mientras que existe una a. Cambios termodinámicos. Una masa de aire puede calentarse en su
pequeña fuente de aire cT sobre Argentina (fig. 4.4 B). parte inferior al pasar desde una superficie fría a otra caliente o a causa del
Las características de las masas de aire primarias aparecen ilustradas en las calentamiento por la radiación solar del suelo sobre el que se
figuras 4.3 y 4.5 y en las tablas 4.1 y 4.2. En algunos casos sus propiedades han
sido considerablemente afectadas por su desplazamiento desde su manantial,
cuestión que estudiaremos a continuación.
Una visión distinta de las regiones de origen puede obtenerse del análisis de
las corrientes de aire. Las líneas de corriente de los vientos
14
Viento resultante es el vector promedio de todas las direcciones y velocidades del viento.
encuentra situada. De manera similar, pero a la inversa, puede enfriarse desde su 2. Consecuencias de las modificaciones: masas de aire
parte inferior. El calentamiento desde abajo, contribuye a incrementar la secundarias
inestabilidad de la masa de aire, de manera que el efecto puede extenderse
rápidamente a través de un considerable espesor, mientras que el enfriamiento La consideración de las distintas maneras en que cambia el carácter de -las
de la superficie origina una inversión de temperatura, que limita en gran manera masas de aire constituye una valiosa ayuda para el estudio del tiempo, ya que
su extensión vertical. Por esta razón, el enfriamiento se produce principalmente gran parte de los fenómenos meteorológicos que tienen lugar corrientemente
mediante pérdidas de calor por radiación, proceso que tiene lugar sólo en forma son el producto de dichas modificaciones.
muy gradual.
Los cambios pueden producirse también por ungimiento de evaporación; la a. Aire frío. En invierno las corrientes de aire polar continental procedentes de
humedad puede provenir de la superficie, inferior o de la precipitación recibida Canadá soplan frecuentemente sobre el Atlántico occidental, donde sufren
de una masa de aire superior. Inversamente, la pérdida de humedad por rápidas transformaciones. El calor desprendido por la Corriente del Golfo hace
condensación o precipitación puede ocasionar también cambios. Paralelamente a que las capas inferiores del aire se conviertan rápidamente en inestables y la
éstos, existe un cambio de mayor importancia, que es el aumento o disminución evaporación hace que aumente enormemente el contenido de humedad (véase
respectivos de calor latente que acompañan a la condensación o a la fig. 1.28). La turbulencia, asociada a la inestabilidad convectiva, da lugar a
evaporación. En las figuras 1.28 y 1.29 aparecen las distribuciones del calor borrascas. Cuando el aire llega a la parte central del Atlántico, se ha convertido
sensible y latente cedido a la atmósfera, aunque debe notarse que los valores ya en una masa de aire marítimo polar (mP), fresco y húmedo. Un proceso
hacen referencia a cantidades anuales. análogo tiene lugar en la masa que, procedente de Asia, llega al Norte del
Océano Pacífico (véase fig. 4.2). El océano circumpolar da lugar sobre las
b. Cambios dinámicos. Los cambios dinámicos (o mecánicos) son, en latitudes medias del hemisferio sur a una zona continua de aire mP que en
apariencia, diferentes de los cambios termodinámicos porque suponen mezcla o verano se extiende a la orilla de la Antártida. Durante esta estación, sin
variaciones de presión asociad.as al movimiento de la, masa de aire. Se ha embargo, existe un considerable gradiente de temperaturas oceánicas asociado
demostrado que la distribución de las propiedades físicas de las masas de aire con la convergencia Antartica que hace que la zona está muy lejos de ser
puede ser considerablemente modificada, por ejemplo por un período uniforme en cuanto a sus propiedades físicas. El tiempo característico de las
prolongado de mezcla turbulenta (véase fig. 2.15). Este proceso reviste singular corrientes de aire cP alterna períodos de nitidez y lluvias de turbonada, con una
importancia a niveles bajos, donde el rozamiento con la superficie intensifica la capa variable de nubes formada por cúmulos y cumulonimbos. A medida que el
natural turbulencia del flujo de aire, contribuyendo a la transmisión hacia arriba aire se mueve hacia el Este, en dirección a Europa, la superficie del mar, por
de los efectos de los procesos termodinámicos, estar más fría, puede originar en las capas inferiores una estratificación
Los intercambios radiactivos y advectivos estudiados previamente son indiferente o incluso estable; esto ocurre especialmente en verano, aunque el
no-adiabáticos, pero el ascenso o descenso del aire ocasiona cambios subsiguiente calentamiento del aire sobre la tierra regenera de nuevo las
adiabáticos de temperatura. Cuando el aire se ve forzado a subir para salvar una condiciones de inestabilidad. Estas condiciones son semejantes a las que se
cadena de montañas o cuando se produce convergencia de las líneas de producen cuando el aire cA) atraviesa zonas marítimas en las latitudes altas,
corriente, puede tener lugar un ascenso en gran escala. Inversamente, puede aunque con temperaturas inferiores (tabla 4-1), y se produce aire ártico
producirse un hundimiento cuando la convergencia en niveles altos desencadena marítimo (mA).
la subsidencia o cuando el aire estable, que se ha visto forzado a ascender por En invierno, cuando el aire cP se traslada hacia el Sur sobre los continentes,
causa de una elevación del terreno, desciende por el otro lado. De hecho, los como, por ejemplo, sobre la parte central de América del Norte, su temperatura
procesos dinámicos que tienen lugar en la troposfera media y superior son una de asciende y adquiere una mayor tendencia a la inestabilidad, pero el contenido
las causas principales de la modificación de las masas de aire. La disminución de humedad apenas varía. Va acompañado de nubes cumuliformes
de estabilidad en las alturas, a medida que el aire se aleja de las zonas de escasamente desarrolladas, que raras veces originan precipitación, ni siquiera
subsidencia, es ejemplo corriente de este tipo de mecanismos. por la tarde, cuando la inestabilidad debida a la convección es máxima. Se
producen excepciones
sin embargo, a principios de invierno en la zona de las orillas oriental y capas inferiores, En el caso del aire mT, de alto contenido de humedad, el
meridional de la bahía de Hudson y de los Grandes Lagos. Hasta el momento enfriamiento en superficie produce nieblas de advección, como ocurre
en que estas grandes extensiones de agua se hielan, las corrientes de aire frío frecuentemente, por ejemplo, en los accesos al canal de la Mancha por la parte
que las atraviesan se calientan rápidamente y se cargan de humedad, lo que sudoccidental durante la primavera y a principios de verano, cuando el mar está
da origen a intensas nevadas de carácter local. aún frío. Se dan desarrollos análogos de nieblas de advección en el aire mT a lo
En Eurasia y América del Norte, el aire cP puede moverse hacia el Sur y largo de la costa meridional de China en febrero-abril y también frente a
luego torcer nuevamente hacia el Norte. Algunas clasificaciones de masas de Terranova y sobre la costa del norte de California en primavera y verano. Si la
aire tienen en cuenta estas posibilidades especificando si el aire es más frío velocidad del viento es suficiente para permitir la mezcla vertical, en lugar de
(k) o más caliente (w) que la superficie que atraviesa. Por ejemplo, cPk hace niebla se forman estratos a poca altura, que pueden originar lloviznas. Además,
referencia a una masa de aire polar continental, frío y seco, que se mueve si el aire se ve forzado a ascender para atravesar montañas o para salvar una
sobre una superficie más caliente y que es, por tanto, susceptible de masa de aire adyacente, pueden producirse intensas lluvias.
convertirse en inestable. De la misma manera, mPw indica que una masa de El aire del tipo cT, que se origina en verano en la parte de los anticiclones
aire polar marítimo y húmedo se hace cada vez más fría en las proximidades subtropicales situada sobre las zonas áridas próximas a los trópicos, es
de la superficie y, por consiguiente, aumenta su estabilidad. extremadamente cálido y seco (tabla 4.2). Es típicamente inestable en los
En general, una masa de aire «k» va acompañada de vientos rachea-dos y niveles bajos y puede producir tempestades de arena, pero la sequedad y
turbulentos, que, al dispersar el humo y la niebla, contribuyen a aumentar la subsidencia del aire superior limitan el desarrollo de nubes. En el caso del
visibilidad. La inestabilidad da origen a nubes de tipo cúmulo. Las masas de Norte de África, este aire cT puede desplazarse hacia el Mediterráneo, donde
aire del tipo «w» se caracterizan por su estabilidad, acompañada a veces de rápidamente se carga de humedad, con el consiguiente desprendimiento del
inversión con nubes estratiformes. La escasez de mezcla vertical permite la inestabilidad potencial, que desencadena chubascos y actividad tormentosa.
concentración de humo, bruma y niebla en los niveles inferiores. Es evidente
que estos símbolos y otros similares constituyen una gran ayuda para la Las masas de aire de las latitudes bajas presentan considerables problemas
descripción abreviada de los principales parámetros que caracterizan a las de interpretación. Los contrastes de temperaturas que se encuentran en las
distintas masas de aire. latitudes altas y medias están prácticamente ausentes y las únicas diferencias
Hay muchas partes del globo que deben ser consideradas como zonas de existentes son debidas principalmente al contenido de humedad y, más
transición en las que la superficie y la circulación del aire producen masas de especialmente, a la presencia o ausencia de subsidencia. Generalmente, el aire
características intermedias. El Norte de Asia y el del Canadá pertenecen a ecuatorial es más fresco que el que desciende en los anticiclones subtropicales,
esta categoría en verano. En términos generales, el aire tiene en ellas ciertas por ejemplo. Las masas de aire tropical pueden diferenciarse de manera
afinidades con las masas de aire polar continental, pero la abundancia de significativa tan sólo en función de su contenido de humedad y de los efectos de
pantanos y grandes extensiones de agua, especialmente en Canadá, hacen la subsidencia en el gradiente. En verano, en la parte ecuatorial de los
que exista una elevada humedad y que la nubosidad sea abundante. De anticiclones subtropicales el aire se mueve en dirección Oeste procedente de
manera similar, las charcas y ríos de hielo fundente existentes en la capa de zonas en que la superficie del mar está fría (por ejemplo, en África del Norte y
hielo prensado ártica hacen que esta zona sea considerada en verano como un California) hacia zonas en que está más caliente. Además, la parte
sudoccidental de las células de altas presiones se ve afectada sólo por una débil
manantial de masas de aire ártico marítimo (mA) (fig. 4.4 A). Esta
designación también se aplica al aire que se encuentra sobre el casquete subsidencia debida a su estructura vertical (véase fig. 3.16). Como resultado de
antártico en invierno, que está mucho menos frío en sus niveles inferiores todo ello, el aire mT que se dirige hacia el Oeste siguiendo la parte ecuatorial de
que el aire que se encuentre sobre el continente mismo. los anticiclones subtropicales se hace mucho menos estable que el del borde
nororiental de las células. Este aire se transforma finalmente en el «aire
b. Aire cálido. La modificación de una masa de aire cálido constituye ecuatorial» muy cálido, húmedo e inestable de la Zona de Convergencia
normalmente un proceso gradual. El aire que se mueve hacia el polo sobre Intertropical (véanse figs. 4.2 y 4.4). El aire monzónico aparece en dichas
superficies más frías se hace progresivamente más estable en sus figuras indicado separadamente, aunque también puede
considerarse en verano como aire mT. En el capítulo 6 se explican las el descubrimiento de que gran parte de los cambios diarios están asociados a
dificultades que entraña el estudio de la climatología tropical en términos de información y movimiento de las discontinuidades o «frentes.» que separan
las masas de aire. distintas masas de aire. Diversas observaciones de temperatura, dirección del
viento, humedad y otros fenómenos físicos realizados durante períodos de
tiempo inseguro indicaron que las discontinuidades persisten, frecuentemente
3. Edad de las masas de aire entre dos masas de aire contiguas de diferentes características. La palabra
La mezcla y las modificaciones que sufre cualquier masa de aire a medida «frente» aplicada a estas superficies de las masas de aire en conflicto fue
que se aleja de su manantial, conducen finalmente a una disminución del propuesta durante la Primera Guerra Mundial por un grupo de meteorólogos
intercambio de energía con el medio que la rodea y a la consiguiente (entre los que figuraban V. y J. Bjerknes, H. Solberg Bergeron) que trabajaba
debilitación de los fenómenos meteorológicos asociados a dichos en Noruega, y sus ideas constituyen aún hoy en día una parte importante de la
intercambios. Estos procesos hacen que la masa de aire vaya perdiendo cada mayoría de análisis y predicciones del tiempo, especialmente en las latitudes
vez más su identidad original, hasta que finalmente sus características se medias y altas.
entremezclan con las de las corrientes de aire que la rodean, pudiendo verse
sujeta a la influencia de un nuevo manantial. 1. Ondas frontales
La parte nordoccidental de Europa aparece en las figuras 4.2 y 4.4 como Se observó que la forma geométrica típica de la superficie que separa dos
una zona de masas de aire «mezclado». Con ello se intenta dar cuenta de la masas de aire se asemeja a una onda (véase fig. 4.7). Estas ondas son muy
diversidad de procedencias y direcciones que puede tener el aire que llega a similares a las que se producen en las superficies de separación de medios
dicha región, ya que son muy evidentes los procesos meteorológicos muy diversos, como por ejemplo, en la superficie del mar, en la arena de las
asociados a la modificación de las masas de aire y a las zonas frontales que playas, en las dunas eólicas, etc. Sin embargo, a diferencia de estas ondas, las
las separan. Lo mismo ocurre en el Mediterráneo en invierno, aunque esta de los frentes atmosféricos son normalmente inestables; es decir, se originan
zona imparte sus propias y especiales características a las masas de aire polar repentinamente, aumentan de tamaño y se disipan gradualmente. Los cálculos
y de otras clases que se estancan sobre ella. Este aire se denomina realizados con modelos numéricos indican que, en las latitudes medias, las
«mediterráneo»; sus valores típicos de temperatura y humedad aparecen ondas de una atmósfera baroclínica son inestables si su longitud de onda es
relacionados en las tablas 4.1 y 4.2. En invierno es convectivamente superior a algunos miles de kilómetros. Por consiguiente, la atractiva analogía
inestable (véase fig. 2.14), como consecuencia de la humedad que recoge a que parecía existir inicialmente entre los sistemas de ondas atmosféricos y las
su paso por el Mediterráneo. ondas formadas en la superficie de separación de otros medios constituye una
El período de tiempo durante el cual una masa de aire conserva sus base insuficiente para explicar las ondas frontales. En particular, la
características originales depende altamente de la extensión de su manantial circulación en la troposfera superior desempeña un importante papel, ya que
y del tipo de configuración de las presiones reinantes sobre la zona. En crea las condiciones adecuadas para su formación y desarrollo, tal como se
general, el aire de los niveles inferiores cambia con mucha mayor rapidez demostrará más adelante.
que el de los niveles superiores, aunque las modificaciones dinámicas que se
producen a gran altura y que a veces no son tenidas en cuenta por los
climatólogos, tienen también considerable importancia en los procesos 2. La depresión de las ondas frontales
atmosféricos. Por consiguiente, los conceptos modernos relativos a las Una depresión (denominada también baja o ciclón15) es una zona de presión
masas de aire deben ser flexibles desde el punto de vista de los estudios relativamente baja, en la que las isóbaras tienen forma más o menos circular.
sinópticos y climatológicos. Cubre un área de 1500 a 2000 km de diámetro y generalmente tiene una vida
de 4-7 días. Los sistemas con estas características, que
C. FRONTOGÉNESIS

El primer adelanto verdaderamente importante para la comprensión de-


tallada de las variaciones del tiempo en las latitudes medias se hizo con
15
Este último término tiende a ser restringido sólo a la variedad de ciclones tropicales
(huracanes).
FIG. 4.8
Modelos esquemáticos de la capa de nubes (en blanco), observada desde los satélites,
en relación con los frentes en superficie y las isóbaras generalizadas (véase lám. 19)
(según Boucher y Newcomb, 1962). A, B, C y D corresponden a las cuatro fases de
las figuras 4.7.

original entre ambas masas, ya que, aunque cada una de ellas siga marcando el
límite entre el aire frío y el cálido, las características meteorológicas que se
observan en sus proximidades son muy distintas. Estas dos secciones de la
superficie frontal se conocen con los nombres de «frente cálido» para la parte
anterior de la onda y «frente frío» para la parte posterior (fig. 4.7 y lám. 14).
Fig. 4.7 La discontinuidad entre dos masas de aire adyacentes viene marcada por
Cuatro etapas del desarrollo típico de una depresión de las latitudes medias (en su mayor una zona fuertemente, baroclínica de intenso gradiente de temperatura^ y 100
parte según Strahler, 1951, modificado según Beckinsale). Las vistas desde satélites de ¡os a 200 km de anchura (véase el apartado B del presente capítulo y la fig. 4.6).
sistemas nubosos correspondientes a estos estadios se muestran en la fig. 4.8. F = aire frío; No es frecuente encontrar en los frentes, especialmente si se trata de un frente
c = aire cálido.
cálido, fuertes discontinuidades de temperatura, humedad o viento. Cuando
aparecen, son normalmente el resultado de la entrada de un fuerte chorro de
son prominentes en los mapas meteorológicos diarios, se denominan fenómenos a aire frío en la parte posterior de una depresión, aunque en la troposfera media y
escala sinóptica. Esta configuración, por lo menos en las latitudes medias, va alta pueden ser debidos a subsidencia y su situación no coincide con la de la
normalmente asociada a una convergencia de masas de aire de características zona baroclínica.
dispares, cuya superficie de separación tiene, forma de onda con el vértice En las imágenes tomadas por satélites, los frentes fríos activos en una zona
situado en el centro de la zona de baja presión. Al formarse la onda entre una baroclínica fuerte presentan comúnmente acusadas bandas de nubes en espiral
masa de aire cálido y otra de aire frío, queda atrapada una masa de aire cálido formadas como resultado de la advección térmica (véase figura 4.8 B, C y
entre el aire frío modificado de la parte anterior y el de la parte posterior. La láms. 15 y 19). Los frentes cálidos, sin embargo, están
formación de la onda origina también una distinción entre las dos secciones de la
discontinuidad
típicamente cubiertos por capas de cirros. Tal como indica la figura 3.20, la
zona baroclínica está íntimamente asociada a una comente en chorro de la
troposfera superior, que sopla aproximadamente paralela a la línea del frente
en altura (véase lám. 16). Esta relación se examinará más detenidamente en el
apartado F de este mismo capítulo.
El aire que se encuentra detrás del frente frío, lejos del centro de la baja,
generalmente tiene una trayectoria anticiclónica y por lo tanto se mueve a una
velocidad mayor que la geostrófica (véase cap. 3, A.4), que hace que el frente
frío adquiera también una velocidad supergeostrófica. La cuña de aire
caliente es presionada en su superficie y es elevada del suelo. Este estadio de
oclusión elimina la forma de onda de la superficie (fig. 4.7 y láms. 15 y 19).
La oclusión sale gradualmente hacia fuera del centro de la depresión a lo largo
del frente cálido. Algunas veces, la cuña de aire frío avanza tan rápidamente
que, en la capa de fricción cercana a la superficie, el aire frío sobrepasa al aire
caliente y genera una línea de turbonada (véase más adelante, cap. 4, H, pág.
235).
La depresión generalmente alcanza su intensidad máxima 12-14 horas
después de empezar la oclusión. Este estadio se ¡lustra en la lámina 19 B.
En modo alguno siguen todas las bajas frontales el ciclo de vida idealizado
del que hemos tratado más arriba (cf. la toma para la lámina 17).
Generalmente es característica de la ciclogénesis oceánica, pero muchas bajas
que se encuentran sobre Norteamérica y se forman al este de las Montañas
Rocosas en la vaguada barométrica de sotavento desarrollan frentes ocluidos
casi inmediatamente. En los meses de invierno, la ausencia de fuentes de
humedad en esta región reduce mucho la intensidad de la frontogénesis hasta
que el sistema se desplaza hacia el este y toma aire caliente y húmedo del sur. Fig. 4.9
A. Modelo de una sección transversal de una depresión con anafrentes donde el aire
se eleva relativamente con respecto a cada superficie frontal. Nótese que el anafrente
D. CARACTERÍSTICAS DE LOS FRENTES cálido puede presentarse con un cara/rente frío y viceversa. B. Modelo de una
depresión con catafrentes en la que el aire se hunde con relación a cada superficie
La actividad meteorológica de un frente depende del movimiento vertical de frontal (según Pedgley, 1962; derechos de la Corona reservados).
las masas de aire. Si el aire del sector cálido se eleva con relación a la zona
frontal, los frentes acostumbran a ser muy activos y se denominan
anafrentes, mientras qué el hundimiento del aire cálido con relación a las superior del frente anuncian su llegada con 12 horas de adelanto o más respecto
masas de aire frío da lugar a catafrentes, de menor intensidad (véase fig. 4.9). a la llegada del frente superficial (lám. 16). Los anafrentes cálidos, en los que el
aire caliente tiende a elevarse, van acompañados de nubes dispuestas en varias
1. El frente cálido \
capas, que se van espesando y descendiendo hacia la posición del frente en
superficie. Se encuentran en primer lugar algunos cirros dispersos seguidos
El frente cálido representa la parte delantera del sector cálido de la onda. En
por capas de cirros, cirrostratos y altostratos (véase fig. 4.9 A). El sol se
él, la zona frontal tiene una pendiente muy suave, del orden de 1/2 a 1% de
oscurece y la capa de altostratos se espesa al mismo tiempo que empieza a
manera que los sistemas nubosos asociados a la parte
llover o lloviznar. Estas nubes se
extienden frecuentemente por casi toda la troposfera y, cuando dan lugar a
precipitación continuada, se conocen con el nombre de nimbostratos.
También pueden formarse algunos bancos de estratos en el aire frío a medida
que la lluvia que lo atraviesa se evapora y lo satura.
El aire cálido descendente de los catafrentes cálidos restringe el
desarrollo de las nubes de niveles medios y altos. Las nubes frontales son
principalmente estratocúmulos, de espesor limitado, como consecuencia de
las inversiones de subsidencia que se producen en ambas masas de aire
(véase fig. 4.9 B). La precipitación es normalmente en forma de lluvia débil o
llovizna, formada por coalescencia, debido a que el nivel de congelación
tiende a estar situado por encima del nivel de inversión, especialmente en
-verano.
Al paso del frente cálido, el viento vira hacia la derecha, aumenta la
temperatura y se advierte un descenso de presión. En el aire cálido la lluvia se
hace intermitente o cesa por completo y es posible que se disipe la fina capa
de estratocúmulos.
Resulta complicado predecir la extensión de los cinturones de lluvia que
van asociados a un frente cálido, debido al hecho de que la mayoría de los
frentes no son anabáticos o catabáticos en toda su extensión y ni siquiera en
todos los niveles de la troposfera. Por esta razón, se utiliza cada vez más el
radar para determinar de una manera directa la extensión de los cinturones de
lluvia e incluso para detectar diferencias en la intensidad de la precipitación.
Estos estudios han demostrado que la mayor parte de la producción y
distribución de la precipitación está controlada por un flujo de aire extenso de
unos pocos centenares de kilómetros de amplitud y varios kilómetros de
profundidad, que fluye paralelamente y en cabeza del frente frío superficial
(fig. 4.10).
Justamente por delante del frente frío el flujo se da en forma de un chorro
de bajo nivel con vientos de hasta 25-30 m/s a aproximadamente 1 km de la
superficie. El aire, que es cálido y húmedo, se eleva sobre el frente cálido y FIG. 4.10
Modelo del flujo a gran escala y de la estructura mesoscálica de las precipitaciones
gira hacia el sudeste en cabeza de él al fundirse con el flujo de la troposfera de una depresión parcialmente ocluida típica de las islas Británicas. Muestra el
media (B en la fig. 4.10). Este flujo se ha denominado el cinturón conductor «cinturón conductor» (A) elevándose desde 900 mb en cabeza del frente frío sobre el
(a grandes escalas transferencia de calor y momento en las latitudes medias). frente cálido. Éste es cubierto por un flujo de la troposfera media (B) de aire
La inestabilidad (potencial) convectiva a gran escala se genera por el potencialmente más frío desde detrás de! frente frío. La mayor parte de la precipi-
tación se da en la región señalada, que es muy definida, dentro de la cual presenta
desbordamiento de este flujo de bajo nivel por parte del aire potencialmente una estructura celular y en bandas (según Harrold, 1973).
más frío y seco en la troposfera media. La inestabilidad se libera
principalmente en las células de convección a pequeña escala que están
organizadas en grupos, denominados áreas de precipitación mesoscálicas cinturón conductor, mientras que en el sector cálido están paralelas al frente
(APM). Estas APM se alinean además en bandas de 50-100 km de amplitud frío y al chorro de bajo nivel. En algunos casos, las células y agrupaciones se
(fig. 4.11). En cabeza de este frente cálido, las bandas son muy paralelas al disponen además en bandas dentro del sector cálido y en cabeza del frente
flujo de aire en la sección ascendente del cálido (fig. 4.11). Algunas de las células y agregados son causados
indudablemente por efectos orográficos y estas influencias.
FIG. 4.12
Esquemas de ¡os cortes verticales de una oclusión fría y una oclusión cálida (según Pedgley,
1962; derechos de la Corona reservados).

cumulonimbo (lám. 18). Sobre las islas Británicas, el aire del sector cálido es
raras veces inestable, por lo que los nimbostratos se producen con mayor
frecuencia en el frente frío (fig. 4.9 A). Los frentes fríos catabáticos van
generalmente acompañados de estratocúmulos (fig. 4.9 B) y la precipitación
es débil. Con los frentes fríos anabáticos, la precipitación tiene lugar
generalmente en forma de intensos y breves chubascos, acompañados a veces
de truenos. A causa de la abrupta pendiente del frente frío (aproximadamente
de 2°), el mal tiempo dura menos que con el frente cálido. Al paso del frente
frío, el viento varía bruscamente de dirección, empieza a ascender la presión
y desciende la temperatura. El. cielo puede despejarse de repente y en
algunos casos incluso antes del paso del frente frío superficial, aunque en el
caso de los frentes fríos cataba-ticos los cambios son en conjunto más
graduales.
Fig. 4.11
Frentes y bandas asociadas de lluvias típicos de una depresión madura (según Hobbs, 1979) 3. Fase de oclusión
(véase lám. 19A).
Las oclusiones se clasifican en «frías» y «cálidas», según los estados re-
lativos de las masas de aire frío que se encuentran en la parte anterior y
pueden extenderse en la dirección del viento cuando la atmósfera es ines-
table. posterior del sector cálido (fig. 4.12). Si el aire de la parte anterior es más
frío que el que le sigue, la oclusión es cálida, pero si se produce lo contrario
(que es el caso más frecuente en las Islas Británicas), se denomina oclusión
2. El frente frío
fría. El aire que antecede a la depresión tiene tendencia a ser más frío en
Las condiciones meteorológicas que se observan en los frentes fríos son invierno, cuando las depresiones ocluyen sobre Europa y sopla sobre el
igualmente variables, pues dependen de la estabilidad del aire del sector continente el aire helado cP.
cálido y del movimiento vertical relativo a la zona frontal. El frente frío En las alturas, las líneas de la cuña de aire caliente están asociadas a una
«clásico» es del tipo anabático y las nubes que lo acompañan son de tipo capa de nubes (similar a la que se encuentra en los frentes cálidos) y a
menudo también a precipitaciones. Por este motivo, su posición se
de su progenitor, ya que el aire polar empuja cada vez más hacia el Sur la
parte posterior de cada una de las depresiones que constituyen la serie.
Finalmente, el frente se extiende enormemente hacia el Sur y el aire polar
forma una cuña de altas presiones, con la que finaliza la serie.
En un frente cálido puede producirse también otro tipo de desarrollo,
especialmente en el momento de la oclusión, cuando se forma una onda que
precede a la depresión original. Este tipo de depresión secundaria es más
frecuente cuando se encuentra aire muy frío (cA, mA o cP) que precede al
frente cálido; su formación se ve favorecida cuando el movimiento de la
depresión hacia el Este es entorpecido por la presencia de montañas. Esta
situación se da normalmente cuando se sitúa una depresión primaria en el
estrecho de Davis y se forma una onda al sur del cabo Farewell (en la punta
inferior de Groenlandia) que se traslada hacia el Este. Se producen también
fenómenos análogos en la zona de los estrechos de Skagerrak y Kattegat,
donde los montes Escandinavos impiden el avance de la oclusión.
FIG. 4.13
Familia de borrascas sobre el Atlántico Norte el 22 de junio de 1954 (según Taylor
y Yates, 1958; derechos de la Corona reservados).
E. ZONAS DE FORMACIÓN DE ONDAS Y FRONTOGÉNESIS
indica de manera distinta en algunos mapas del tiempo; los meteorólogos
canadienses la denominan «trowal»16. El paso de un frente ocluido y de un Los frentes las depresiones a ellos asociadas no se forman en cualquier parte,
trowal introduce un cambio en el tiempo, que vuelve a ser el típico de la masa sino que su desarrollo está restringido a zonas perfectamente delimitadas.
de aire polar. Desde hace bastantes años, se ha estudiado intensamente la formación de
La frontolisis (desaparición del frente) no va forzosamente ligada a la frentes en las latitudes templadas y se ha llegado a un conocimiento bastante
oclusión, aunque representa la fase final de la existencia de un frente. Su exacto del tiempo a que dan lugar. El conocimiento de la naturaleza de los
desaparición tiene lugar cuando se anulan las diferencias entre las masas de frentes tropicales no es tan profundo, pues las condiciones que acompañan a
aire adyacentes.. Puede producirse de cuatro maneras: por su mutua su formación y desarrollo son distintas de las que se asocian normalmente a
estancación sobre superficies similares; como resultado del movimiento los frentes de latitudes más altas. Sin embargo, el aumento del tráfico aéreo y
conjunto de ambas masas siguiendo trayectorias paralelas y a la misma la necesidad de contar con predicciones precisas para las rutas tropicales
velocidad; como resultado de su movimiento una detrás de otra siguiendo la hacen que se esté rellenando rápidamente este vacío. Por lo que se conoce
misma trayectoria y a la misma velocidad, o porque se incorpore al sistema hasta ahora, parece ser que los frentes Árticos y Polar, se originan,
aire a la misma temperatura. principalmente por grandes diferencias entre las características de las masas
de aire, mientras que las discontinuidades existentes en y entre las masas
similares de origen tropical son debidas principalmente a la naturaleza del
4. Familias de frentes movimiento del aire en gran escala y especialmente a la confluencia dentro de
La observación ha demostrado que los frentes o depresiones no se producen una corriente de aire o entre dos corrientes de aire de distinta humedad.
generalmente solos, sino en «familias» de tres o cuatro (fig. 4.13, lám. 20); Las principales zonas de desarrollo de frentes son, naturalmente,
entonces, las depresiones qué suceden a la depresión original se constituyen aquellas que son más frecuentemente baroclínicas, como resultado de la
en «secundarias» a lo largo de la cola de un frente frío extenso. Cada nuevo confluencia de corrientes de aire. Éste es el caso, por ejemplo, de la parte
miembro sigue una trayectoria situada al sur de la oriental de, Asia y América del Norte especialmente en invierno, cuando
existe un fuerte gradiente de temperatura entre la tierra cubierta de nieve

16
Contracción de las palabras «trough of warm air aloft», cuyo significado es «vaguada de
aire caliente en altura» (N. del T.).
y las corrientes cálidas que pasan cerca de la costa. Estas zonas se conocen
respectivamente, como, el Frente Polar del Pacífico y el Frente Polar del Atlántico
(fig. 4.14). Sus posiciones pueden variar bastante, pero presentan una marcada
tendencia a derivar hacia el ecuador en invierno, época en que la Zona Atlántica
puede extenderse hasta el golfo de México. Se produce en esta zona una
convergencia de masas de aire de distinta estabilidad entre las células
subtropicales de altas presiones adyacentes (esta zona se denomina a veces
«templada», lo que puede inducir a error). Las depresiones que allí se forman se
mueven generalmente hacia el Nordeste y en algunas ocasiones siguen o se juntan
con otras procedentes de la parte septentrional del mismo Frente Polar o del Frente
Ártico del Canadá. La frecuencia de los frentes es considerablemente elevada en
todo el Atlántico Norte, pero disminuye hacia el Este, en el Pacífico Norte, quizá
debido a que allí el gradiente de temperatura de la superficie del mar es menos
elevado. La actividad frontal es más común en el centro del Pacífico Norte cuando
el anticiclón subtropical está dividido en dos células separadas por corrientes de
aire convergente.
Otra sección del Frente polar, que se, designa frecuentemente con el nombre de
Frente Mediterráneo, se encuentra situada en invierno sobre el Mediterráneo y el
Mar Caspio. A intervalos, el aire fresco mP procedentes del Atlántico, o el aire frío cP
del Sudeste de Europa convergen sobre la cuenca mediterránea, con .masas de aire
más cálido, procedentes generalmente del Norte de África, y se inicia la
frontogénesis. En verano esta zona se encuentra bajo la influencia del anticiclón
subtropical de las Azores y la zona frontal está ausente.
En el Atlántico y Pacífico occidentales el Frente Polar está situado unos 10°
más al Norte en verano que en invierno (fig. 4.14), aunque la zona frontal es
bastante débil en esta época. Se encuentra, sin embargo, una zona frontal sobre
Eurasia y su correspondiente sobre la parte central de América del Norte; son
reflejo del gradiente meridiano de temperatura general y probablemente también
de la influencia de la orografía en la circulación general a gran escala (véase
apartado F).
En el hemisferio .sur, el Frente Polar se encuentra situado a. unos 45° S, como
promedio, en enero'(verano), con prolongaciones en espiral hacia el polo desde
unos 32° S desde el este de Sudamérica y desde los 32° S, 150° O en el Pacífico
Sur (fig. 4.15). En julio (invierno) existen dos zonas frontales polares en espiral
que se dirigen hacia la Antártida desde unos 20° S; una empieza sobre América del
Sur y la otra a 170° O. Acaban a unos 4°-5° de latitud más hacia el polo que en
verano.
La segunda zona frontal importante es el frente Ártico que está asociado a las
zonas cubiertas de nieve y hielo de las latitudes altas (fig.4.14).
En verano esta zona se encuentra extendida a lo largo de las costas de
FIG. 4.15 Fig. 4.16
Principales zonas frontales del hemisferio sur en invierno (In) y en verano (Ve). Trayectorias de las principales depresiones del hemisferio norte en enero. Las líneas
continuas indican las trayectorias principales, y las líneas de trazos las trayectorias
Siberia y América del Norte. En invierno se forma sobre América, del Norte secundarias, que son menos frecuentes y que no están tan definidas. Las puntas de
entre aire cA (o cP) y aire marítimo del Pacífico, modificado al atravesar las las flechas indican el punto en que la frecuencia de bajas es un máximo local. Los
puntos en que una trayectoria secundaria se convierte en primaria o aquellos en que
cordilleras costeras y las Rocosas. Se encuentra también, en el área del se unen dos trayectorias secundarias para formar otra primaría indican zonas de
Atlántico Norte y el Mar de Noruega, una zona frontal ártica menos frecuente ciclogénesis (según Klein, 1957).
pronunciada, que se extiende a lo largo de la costa de Siberia. En el
hemisferio sur se encuentra una débil zona frontal similar. Está localizada a importantes reflejan las zonas frontales principales ya estudiadas. En verano
65°-70° S cerca del margen del casquete polar antártico en el sector del no se encuentra la trayectoria del Mediterráneo y las bajas depresiones
Pacífico (fig. 4.15), a pesar de que a partir de allí se forman pocos ciclones. atraviesan Siberia, pero los demás recorridos son semejantes a los de
En la figura 4.16 aparecen las trayectorias de las principales depresiones invierno, aunque son generalmente más zonales y se encuentran situados a
que actúan sobre el hemisferio norte en enero. De ellas, las más latitudes más altas (alrededor de los 60° N).
Entre los dos cinturones subtropicales de altas presiones se encuentra una
de las principales zonas de convergencia del mundo, denominada la Zona
Intertropical de Convergencia (o ITCZ). Antiguamente esta zona se conocía
con el nombre de Frente Intertropical (ITF), pero los contrastes entre masas
de aire se producen sólo en determinados sectores. Esta zona se desplaza
hacia el Norte o hacia el Sur del ecuador, según las estaciones, mientras que
la actividad de la célula subtropical de altas presiones se alterna en el
hemisferio opuesto. Es evidente que el contraste entre las masas de aire que
convergen aumenta con la distancia de la ITCZ al ecuador y el grado de
diferencia de sus características va naturalmente asociado a una considerable
variación de su actividad a lo largo de la zona de convergencia. Su actividad
es más intensa durante los meses de junio y julio sobre la parte meridional de
Asia y la occidental de África, cuando es máximo el contraste entre las masas
de aire marítimo y continental que intervienen en ella. En estos sectores, la
zona merece la denominación de Frente Intertropical, aunque ello no signi-
fique que se comporte como una zona frontal de las latitudes medias. La
naturaleza de la ITCZ y su influencia en el tiempo de los trópicos se estudian
en el capítulo 6. Fig. 4.17
Ilustración esquemática de! mecanismo de formación de ondas largas en los vientos del Oeste
de la troposfera.
F. INTERACCIÓN ENTRE EL AIRE DE SUPERFICIE Y EL AIRE
SUPERIOR Y SU RELACIÓN CON LA FORMACIÓN DE
DEPRESIONES escala, tiende a conservarse la vorticidad absoluta o vertical (f + ζ), es decir,
Se ha puesto ya de relieve que una depresión va asociada a la convergencia de
una masa de aire, aunque la presión en el centro de la baja puede descender
de 10 a 12.mb en un período de 1.2 a 24 horas a medida que se intensifica el
sistema. La explicación de esta aparente, discrepancia radica. En el hecho de
El símbolo d/dt indica el cambio en la dirección del movimiento (diferencial
que la divergencia en aire superior hace que el aire que se eleva desaparezca total). En consecuencia, si el aire se mueve hacia el polo de manera que
más rápidamente de lo que puede ser reemplazado por la convergencia del aire aumenta f, la vorticidad ciclónica tiende a disminuir. Entonces la curvatura se
en niveles inferiores. La superposición de una región de divergencia superior hace anticiclónica y la corriente vuelve hacia las latitudes más bajas. Si el aire
sobre, una zona frontal es la causa principal de la ciclogénesis (es decir, de se mueve hacia el ecuador, f tiende a disminuir (fig. 4.17), lo que implica que ζ,
la formación de una depresión). La lámina 14 ilustra esta relación entre una debe aumentar y la curvatura ciclónica resultante desvía de nuevo la corriente
onda frontal y una vaguada de las capas superiores que está avanzando. hacia el polo. De este modo, el flujo a gran escala tiende a oscilar en forma de
A este respecto, revisten especial importancia las ondas largas (o de onda.
Rossby), de la troposfera media y alta, ya mencionadas en el capítulo 3, D.2, Rossby relacionó el movimiento de estas ondas con su longitud de onda
(L) y con la velocidad de la corriente zonal (u). La velocidad de la onda (o
y es interesante considerar en primer lugar la razón por la cual los vientos velocidad de fase, c) es:
hemisféricos del Oeste presentan este movimiento ondulatorio en gran
escala. La clave del problema se encuentra en el hecho de la rotación de la
tierra y en la variación del parámetro de Coriolis con la latitud (cap. 3, A.2).
Hemos demostrado que para el movimiento en gran
donde β = δf / δy, es decir, la variación del parámetro de Coriolis con la latitud
(derivada parcial o local). Para las ondas estacionarías (c = 0) L = 45° de
latitud, la longitud de onda de estas ondas estacionarias es de 3120 km para una
velocidad de zona de 4 m/s y aumenta hasta 5400 km a 12 m/s. Las longitudes de
onda a 60° de latitud correspondientes a corrientes zonales de 4 y 12 m/s son,
respectivamente, de 3170 y 6430 km. Las ondas largas tienden a permanecer
estacionarias o incluso a moverse hacia el Oeste contra la corriente, por lo que .
Las ondas más cortas viajan hacia el Este con una velocidad semejante a la de la
corriente zonal y tienden a ser desviadas por las ondas largas que son casi
estacionarias.
La longitud del paralelo limita el flujo circumpolar del Oeste a un número de
ondas principales de Rossby comprendido entre tres y seis; estas ondas afectan a la
formación y movimiento de las depresiones, superficiales. Se ha apuntado que las
principales ondas estacionarias están localizadas generalmente entre 70° O y. 150°E
aproximadamente como consecuencia de la influencia ejercida sobre la circulación
atmosférica por las barreras orográficas tales como las montañas Rocosas y la meseta
del Tíbet, así como por los manantiales de calor. En el borde oriental de las vaguadas
de los vientos superiores del Oeste del hemisferio norte, el flujo es normalmente
divergente, puesto que el viento del gradiente es subgeostrófico en la vaguada, pero
supergeostrófico en la loma (véase capítulo 3, A.4). Por consiguiente, la parte
delantera de la vaguada superior es un lugar muy favorable para la formación o
intensificación de una depresión superficial (véase lám. 14) y es fácil observar que las
principales vaguadas de niveles altos se encuentran en invierno significativamente
colocadas justo al oeste de las Zonas Frontales Polares del Atlántico y del Pacífico.
Teniendo en cuenta estos conceptos, podemos considerar ahora la naturaleza
tridimensional del desarrollo de una depresión y las importantes relaciones existentes
entre el flujo troposférico de los niveles altos y el de los bajos. La teoría básica hace
referencia a la ecuación de la vorticidad, según la cual, en el caso de movimiento
horizontal sin rozamiento la componente vertical de la vorticidad absoluta (dQ/dt o
d(f + ζ)/dt) varía proporcionalmente a la convergencia de la masa de aire (-D, es decir,
la divergencia negativa):

De hecho, la conservación de la ecuación de vorticidad, ya estudiada, es un caso


especial de esta relación.
En el sector anterior de una depresión de niveles altos, la disminución de
la vorticidad ciclónica origina divergencia (o sea, D es positivo), puesto que
el cambio de ζ compensa el de f, con lo que se favorecen la convergencia en
superficie y la vorticidad ciclónica en los niveles bajos. Una vez establecida
la circulación ciclónica superficial, la vorticidad aumenta debido a los efectos
de la advección térmica. El transporte hacia el polo del aire caliente del sector
cálido y el avance hacia el Este de la vaguada fría en altura hacen más intensa
la zona baroclínica aumentando el chorro superior a través del mecanismo del
viento térmico (véase pág. 164). Se ha indicado ya la relación entre la
corriente en chorro y el frente (véase fig. 3.20); en la figura 4.18 aparece un
esquema del crecimiento de la depresión, ilustrativo de dicha relación vista FIG. 4.20
en un plano. En la práctica, esta relación entre ambas puede apartarse Esquema de la corriente en chorro y de los frentes en superficie, en el que aparecen las zonas de
convergencia y divergencia de la troposfera superior.
bastante de este caso ideal, a pesar de que el chorro comúnmente se localiza
en el aire frío, tal como se ilustra en el ejemplo sinóptico de la fig. 4.19. La
velocidad máxima (zonas de núcleo) se encuentra a lo largo de la corriente en distribución del movimiento vertical corriente arriba y corriente abajo a lo
chorro, como se muestra sinópticamente en la fig. 4.20, y la largo de este núcleo es bastante distinta. En la zona de entrada del chorro (es
decir, corriente arriba del núcleo), la divergencia hace que el aire de los niveles
bajos se eleve en la parte ecuatorial del chorro (o sea, por la derecha), mientras
que en la zona de salida (corriente abajo del núcleo) el ascenso tiene lugar en la
parte polar. La segunda depresión de la fig. 4.20 se traslada hacia el este hacia
el área de máxima tendencia ciclogenética (divergencia superior).
La figura 4.21 permite apreciar que la precipitación guarda frecuentemente
una mayor relación con la posición de la corriente en chorro que con la de los
frentes superficiales; las áreas de máxima precipitación se encuentran en el
sector derecho de entrada del núcleo del chorro. Esta configuración de
movimiento vertical es también de una importancia básica en el estadio inicial
de profundización de la depresión. Si la distribución en altura resulta
desfavorable (por ejemplo, debajo de las zonas izquierda de entrada y derecha
de salida donde existe convergencia), la depresión se rellena. Nótese que la
convergencia superior en la parte posterior de la segunda depresión de la fig.
4.20 puede ocasionar la irrupción de una corriente de aire hacia el polo por
subsidencia
También puede considerarse el desarrollo de una depresión en términos de
los intercambios de energía. Una borrasca requiere la transformación de energía
potencial en energía cinética, lo que se consigue por el movimiento ascendente
y en dirección, al polo de aire cálido. El aire caliente que se eleva es empujado
por la cizalladura vertical del viento y por la superposición de divergencia
troposférica superior sobre una zona baroclínica. La intensificación de esta
Fig. 4.19 zona contribuye también a aumentar los vientos superiores. La divergencia en
Familia de depresiones típica y su relación con la corriente en chorro. Las líneas de trazo fino altura hace que en la superficie se produzcan simultáneamente convergencia y
representan isóbaras a nivel del mar (según Vederman, 1954). descenso de la presión.
de montañas. La depresión puede cruzar obstáculos, tales como las montañas
Rocosas o el casquete de hielo de Groenlandia, en forma de baja o vaguada
superior y volverse a desarrollar posteriormente por la influencia de la ladera
de sotavento de la cadena o por la entrada de nuevas masas de aire de distintas
características.

G. DEPRESIONES NO FRONTALES
No todas las depresiones son de origen frontal. Las depresiones tropicales que
FIG. 4.21 se estudiarán en el capítulo 6 son principalmente de origen no frontal. En las
Relaciones entre los frentes superficiales e isóbaras, precipitación en la superficie latitudes medias y altas revisten especial importancia los cuatro tipos de
(de O a 2,5 m, rayado vertical; más de 2,5 m, rayado horizontal) y corrientes en depresiones siguientes, que se desarrollan en situaciones claramente distintas:
chorro (los vientos de velocidad superior a 45 m/s se producen dentro de las líneas la depresión de sotavento, la baja térmica, la depresión de aire polar y la baja
de trazos) sobre los Estados Unidos el 20 de septiembre de 1958 (A) y el 21 de sep-
tiembre de 1958 (B). Esta figura ilustra cómo la zona de precipitación en superficie fría.
guarda mayor relación con la posición de los chorros que con la de los ¡rentes su-
perficiales. El aire situado sobre la parte central del Sur de los Estados Unidos estaba 1. Depresión de sotavento
próximo a la saturación, mientras que el asociado a las corrientes en chorro del Norte
y al frente marítimo tiene una humedad mucho menor (según Richter y Dahl, 1958). Cuando una corriente de aire procedente del Oeste se ve forzada a ascender
sobre una barrera de montañas orientada en dirección Norte-Sur, experimenta
Las teorías modernas atribuyen a los frentes un papel bastante secundario: se contracción vertical sobre la cima y se expansiona en la ladera de sotavento.
desarrollan en el seno de las borrascas en forma de estrechas zonas de Este movimiento vertical da origen respectivamente a expansión y
ascenso intensificado, probablemente debido al efecto de la formación de contracción laterales. Existe, por tanto, una tendencia hacía la divergencia y a
nubes. la formación de curvatura anticiclónica en la cima de la cadena y hacia la
Él movimiento de las depresiones viene determinado esencialmente por convergencia y curvatura ciclónica a sotavento. De esta manera pueden
los vientos superiores del Oeste, y, como regla empírica, el centro de una originarse depresiones ondulatorias en las laderas a sotavento de las colinas
depresión viaja con una velocidad que es aproximadamente igual al 70 % de bajas (véase fig. 3.10) al igual que en las principales cadenas montañosas. El
la velocidad del viento geostrófico en superficie en el sector cálido. Los datos desarrollo de un sistema cerrado de bajas presiones depende de las
registrados en los Estados Unidos indican que la velocidad media de las características de la corriente de aire y del tamaño de la barrera. Estas
depresiones es de 32 km/h en verano y 48 km en invierno. Esta mayor depresiones, que tienden a permanecer «ancladas» a la barrera, por lo menos
velocidad en invierno es consecuencia de una mayor intensidad del flujo del al principio, son muy frecuentes en invierno en la parte meridional de los
Oeste, causada por un gradiente meridiano de temperatura más elevado. Las Alpes y del Atlas, cuando estas regiones se encuentran sometidas a la
depresiones de poca extensión vertical son guiadas principalmente por la influencia de corrientes de aire frío procedentes del Noroeste. También
dirección del viento térmico en el sector cálido y, por consiguiente, su pueden formarse en ellas frentes, pero conviene notar que la baja no se forma
trayectoria es sensiblemente igual a la de la corriente en chorro superior como una onda a lo largo de la zona frontal.
(véase cap. 3, D.3). Sin embargo, las depresiones profundas pueden alterar en
gran manera la distribución de temperaturas como resultado del transporte de 2. Baja térmica
aire cálido hacia el Norte y de aire frío hacia el Sur. En tales casos, la
depresión se mueve generalmente con mayor lentitud. También pueden Estas borrascas son casi exclusivas de la estación estival, siendo resultado del
influir en el movimiento de las depresiones los manantiales de energía, tales intenso calentamiento que experimentan los continentes durante el día. La
como la superficie caliente del mar, que genera vorticidad ciclónica, o las figura 3.14C ilustra su estructura vertical. Los ejemplos más característicos de
barreras este tipo de depresiones son las células de bajas presiones
que se forman en verano sobre la parte septentrional de la India y sobre revisten especial importancia durante el invierno ártico, época en que
Arizona. La península Ibérica es otra de las zonas afectada corrientemente originan grandes cantidades de nubes medias y altas, que entorpecen el
por este tipo de borrascas. Generalmente van acompañadas de un tiempo enfriamiento de la superficie por radiación. (Por lo demás, generalmente el
cálido y seco, pero si existe humedad en cantidad suficiente, la inestabilidad mal tiempo que ocasionan en el Ártico durante dicha estación no reviste
producida por el calentamiento puede dar lugar a chubascos y tormentas. Las mayor importancia). Conviene poner de relieve que las bajas frías de la
bajas térmicas desaparecen normalmente por la noche, cuando cesa el troposfera pueden estar relacionadas con células de altas o bajas presiones
calentamiento, aunque de hecho, las de la India y Arizona persisten. próximas a la superficie.
En las latitudes medias pueden formarse también bajas frías durante los
períodos en que el índice de circulación es bajo (véase fig. 3.35) debido al
3. Depresiones de aire polar
desprendimiento de aire polar de la masa principal situada al Norte (estas
Las depresiones de aire polar se desarrollan principalmente en invierno, bajas se designan a veces con el nombre de «bajas desprendidas»). Este
cuando las corrientes de aire mP o mA, altamente inestable, se dirigen hacia fenómeno produce un tiempo típico de la masa de aire polar, aunque pueden
el Sur a lo largo de la parte oriental de un extenso surco meridional de alta presentarse también frentes bastante débiles. Estas borrascas se mueven
presión, comúnmente en la parte posterior de una depresión primaria generalmente a poca velocidad y dan lugar al mal tiempo persistente,
ocluyente. La borrasca polar se encuentra en una escala sinóptica pequeña acompañado de truenos en verano. Las fuertes precipitaciones que se
(con una extensión de unos pocos cientos de km) con una duración de 1-2 producen sobre Colorado en primavera y otoño están generalmente asociadas
días. Es una perturbación de bajo nivel que puede tener una circulación a bajas frías.
ciclónica cerrada de unos 800 mb o puede consistir simplemente en una o
más vaguadas enclavadas en el flujo polar.
Las borrascas polares que afectan al noroeste de Europa generalmente se H. FENÓMENOS MESOSCÁLICOS
forman en una zona baroclínica en las altas latitudes sobre el Atlántico Norte.
A veces se desarrolla una estructura frontal, pero un hecho clave es la Los sistemas mesoscálicos son intermedios en cuanto a tamaño y duración
presencia de un flujo ascendente y húmedo del sudoeste en relación con el entre las perturbaciones sinópticas y las células de cumulonimbos
centro de la borrasca. Esta organización acentúa la inestabilidad general de la individuales. Incluyen sistemas de vientos con relaciones topográficas en la
corriente fría para dar una cantidad considerable de precipitación capa límite (cap. 3, B) y sistemas convectivos organizados, tales como la
generalmente en forma de nieve. La entrada de calor en el aire frío desde el línea turbonada. Esta última está formada por una estrecha línea de células
mar continúa durante la noche y el día, de forma que en los distritos costeros tormentosas, que pueden alcanzar una extensión de varios centenares de km.
expuestos pueden darse chubascos en cualquier momento. Se caracterizan por un marcado cambio de la dirección del viento, que es
racheado, y por condiciones muy borrascosas. La línea de turbonada se
produce generalmente en la parte anterior de un frente frío catabático y se
4. Bajas frías
mantiene como perturbación autopropagada o por la acción de las ráfagas
Las bajas frías (o «gotas de aire frío») son normalmente características de la tormentosas descendentes. Puede constituir un frente pseudofrío, situado
circulación y temperatura de la troposfera media. Presentan generalmente entre el aire enfriado por la lluvia y una zona exenta de lluvia que se
una distribución de isotermas simétrica alrededor del centro de la depresión. encuentra dentro de la misma masa de aire. En los ciclones frontales, el aire
En los mapas de superficie aparecen pocos o ningún indicio de la existencia frío en la cola de la depresión puede invadir el aire del sector cálido. La
de estos sistemas persistentes, que son muy frecuentes sobre la parte intrusión de este pico de aire frío provoca una gran inestabilidad y la cuña
nororiental de América del Norte y de Siberia. Se forman probablemente fría descendente tiende a actuar como una pala que obliga a subir al aire
como resultado de un fuerte movimiento vertical y del enfriamiento cálido que se mueve más despacio (lám. 21).
adiabático que tiene lugar en las bajas baroclínicas ocluidas a lo largo de las La figura 4.22 muestra el movimiento de grupos de células convectivas,
márgenes costeras de la zona ártica. Estas borrascas de un diámetro de 1 km cada una aproximadamente, cuando cruzaron el sur
de Gran Bretaña con un frente frío. Cada célula puede tener
FIG. 4.23
Estructura de una célula tormentosa con formación de granizo y un tornado (según
Hindley, 1977).

dida se hiela, mientras la piedra es transportada por encima del nivel de


congelación, y crece más por adición de gotitas superenfriadas (véase
FIG. 4.22 también cap. 2, págs. 108 y 113).
Posiciones sucesivas de los grupos individuales de las células convectivas de la tro- Los sistemas de tormentas mesoscálicas también se pueden desarrollar a
posfera media, que se trasladan a través del sur de Gran Bretaña a unos 50 km/h con partir de cumulonimbos inicialmente aislados. La secuencia, que se ilustra en
un frente frío. La localización e intensidad de las células fueron determinadas por
radar (véase lám. 10) (según Browning, 1980, ref. en cap. 2). la fig. 4.24, es como sigue. El enfriamiento por evaporación del aire por
debajo de la nube debido a la caída de lluvia causa ráfagas descendentes frías
(véase fig. 2.20), y cuando éstas son suficientemente extensas crean altas
una vida corta, pero las agrupaciones pueden persistir durante horas, for- presiones locales de unos pocos milibares de intensidad. Cuando se
taleciéndose o debilitándose según los factores orográficos u otros. organizan las células individuales, en una agrupación a lo largo del borde
La figura 4.23 muestra que el movimiento relativo del aire caliente se frontal del anticiclón, tienden a formarse nuevas células en el flanco derecho
dirige hacia la línea de turbonada. Estas condiciones generan fuertes a través de la interacción de ráfagas descendentes frías que obligan a
tormentas frontales, como la que se batió sobre Wokingham, Inglaterra, en ascender al aire cálido desplazado. A través de este proceso y de la
septiembre de 1959. Ésta se desplazó desde el sudoeste a unos 20 m/s, descomposición de las células más antiguas del flanco izquierdo, el sistema
dirigida por un fuerte flujo del sudoeste y de las alturas. El aire frío bajó de tormentoso tiende a moverse unos 10°-20° hacia la derecha de la dirección
los niveles superiores en forma de una violenta turbonada y la ráfaga de del viento en la troposfera media. A medida que se intensifica el anticiclón
cabeza de ésta produjo una fuerte tormenta de granizo. El granizo crece por tormentoso, se desarrolla en su parte posterior una borrasca, que va
acumulación en la parte superior de la ráfaga, es conducido en cabeza de la generalmente asociada a un despeje del tiempo. En estos momentos la línea
tormenta por fuertes vientos superiores, y empieza a caer. Esto causa una de turbonada produce violentos vientos, intensas ráfagas de lluvia y granizo,
fusión superficial, pero la piedra es vuelta a captar por la línea de turbonada acompañados de truenos. Durante la
que avanza, y vuelve a ascender. La superficie fun-
Fig. 4.25
Precipitación horaria (en mm) sobre el sudeste de Inglaterra durante los períodos
comprendidos entre las 10 y 15 y las 16 y 17 horas, el 14 de septiembre de 1968 (según
Jackson, 1977).

formación de nuevas células pueden originarse tornados, tal como. se


explicará más adelante. En general, la línea de turbonada se descompone
cuando un conjunto de condiciones a escala sinóptica impide su
auto-propagación. La producción de aire frío cesa cuando cesa la nueva con-
vección, con lo que los anticiclones y borrascas mesoscálicas se debilitan
gradualmente y la precipitación se hace ligera y esporádica, (cesando final-
mente).
El 14 de septiembre de 1968 un cinturón de intensas tormentas se
La convección se desencadena a veces cuando el frente frío se aproxima al
borde occidental de la cuña de humedad, aunque los tornados pueden
producirse también en asociación con algunos ciclones tropicales y en otros
sistemas sinópticos (incluso en zonas de altas presiones) si existe contraste
suficiente de temperatura, humedad y campos de viento entre los distintos
niveles.
El mecanismo exacto del tornado no es aún completamente conocido, a
causa de los problemas que supone su observación. Los tornados ge-
neralmente se desarrollan en la periferia de fuertes sistemas tormentosos
rotantes en los que la convergencia horizontal aumenta la vorticidad y el aire
ascendente es reemplazado por aire húmedo de niveles progresivamente más
bajos mientras el vórtex desciende y se intensifica (fig. 4.23). Las tormentas
generatrices de este tipo se pueden identificar al ser vistas en una visión plana
mediante un dispositivo de radar, por una configuración de «eco en anzuelo»
FIG. 4.26
Situación sinóptica favorable a la formación de fuertes tormentas y tornados sobre
que representa bandas de nubes en espiral alrededor de un pequeño ojo
los Grandes Llanos. central. Las presiones en la borrasca tormentosa mesoscálica son de sólo 2-5
mb menores que el medio circundante. Se ha comprobado que del embudo del
desplazó hacia el norte hasta el sudeste de Inglaterra. Hubo una fuerte tornado se origina en la base de la nube y se extiende hacia la superficie y se
convergencia de aire del sur y del noroeste a lo largo de esta vaguada en ha sugerido que la rotación se inicia por convergencia debajo de la base de
asociación con corrientes en chorro de las alturas, lo que permitió una intensa los cumulonimbos y por la interacción entre las frías ráfagas de precipitación
convección superficial de aire caliente y húmedo. Las intensas tormentas de descendentes y las corrientes ascendente vecinas. Otras observaciones
lluvia durante el período de las 10 a las 17 horas (fig. 4.25) fueron la primera sugieren que el embudo se forma simultáneamente a través de una capa de
fase de un período de inestabilidad de 2 días de duración, que dio 200 mm de nubes de considerable espesor, generalmente torres de cumulonimbos. Al
precipitación lluviosa en Tilbury, justo al este de Londres, que fue la lluvia parecer, la parte superior de la espiral del tornado situada en esta nube puede
más sobresaliente del siglo en el sudeste inglés. unirse a la ráfaga ascendente principal de los cumulonimbos contiguos, con
Los tornados que pueden desarrollarse a partir de este tipo de tormentas de lo que se elimina rápidamente el aire de la espiral y la presión en las pro-
líneas de turbonada son corrientes en los Grandes Llanos de Estados Unidos, ximidades de la superficie desciende violentamente. Se estima que el
especialmente en primavera y comienzos de verano (lám. 22). Durante este descenso de presión puede llegar a ser, en algunos casos, superior a 100 o 150
período frío, el aire seco procedente de las altas mesetas es susceptible de mb; es esto lo que hace que el remolino sea visible, ya que el aire que penetra
superponerse al aire tropical marítimo17. Al hundirse el aire por debajo del en el vórtice alcanza la saturación. Generalmente, el diámetro del vórtice es
chorro del Oeste de la troposfera superior (fig. 4.26) recubre el aire húmedo tan sólo de unos centenares de metros (lám. 22) y en una faja todavía más
de los niveles bajos, formando una inversión a aproximadamente 1500-2000 restringida alrededor del núcleo los Vientos pueden alcanzar velocidades
metros. El aire húmedo se extiende hacia el Norte por la acción de un chorro comprendidas entre 50 y 100 m/s. Los tornados más veloces a menudo se
del Sur en los niveles bajos (cf. página 216) y, por la continua advección, el escinden en múltiples vórtices que giran en sentido contrario a las agujas del
aire situado debajo de la inversión se hace gradualmente más cálido y reloj con respecto al eje del tornado principal, siguiendo cada uno de ellos un
húmedo. Finalmente, la convergencia y ascenso generales en la depresión camino cicloidal, dando el sistema del tornado en su totalidad una compleja
desencadenan la inestabilidad potencial del aire, originando grandes cúmulos configuración de destrucción. Las destrucciones que originan los tornados no
que penetran en la inversión. son sólo debidas a los fuertes vientos, ya que los edificios próximos a la
trayectoria del vórtice explotan debido a la disminución de presión en el
exterior. Los tornados se producen generalmente en grupos y se mueven
siguiendo trayectorias
17
Resulta significativo que algunas tormentas se produzcan también viento abajo de otras
mesetas áridas en México, la Península Ibérica y África Occidental (véase capítulo 6, C.4).
bastante rectilíneas (típicamente de unos 10 km) a velocidades determinadas proporcionados por las estaciones, los mapas meteorológicos muestran los
por el chorro de los niveles inferiores. La mayoría de la destrucción causada gradientes de presión y las zonas frontales. Anteriormente, las predicciones a
por los tornados en Estados Unidos, y el 85 % de las muertes, son el resultado corto plazo se basaban en reglas empíricas para el movimiento de sistemas
de unos pocos tornados maduros y duraderos, que totalizan sólo el 1,5 % del meteorológicos de superficie y se usaban simples conceptos sobre los frentes
total informado. Por ejemplo, el tornado más duro registrado viajó 200 km en para predecir el desarrollo de las depresiones, pero estos métodos fueron
3 horas a través de Missouri, Illinois e Indiana el 18 de marzo de 1925, subsecuentemente mejorados por el estudio de las relaciones entre la
matando a 689 personas. Estos tornados realmente intensos presentan circulación superior del aire y los sistemas de superficie. Se ha puesto
problemas en cuanto a su suministro de energía, y recientemente se ha particular atención en la estructura de onda larga en relación con el
sugerido que la liberación de energía calórica por medio de rayos y otras desarrollo de las borrascas y anticiclones de superficie y con las relaciones
descargas eléctricas puede constituir una fuente adicional necesaria de de divergencia-vorticidad, basadas en los trabajos de C.-G. Rossby y R. C.
energía. Sutcliffe, respectivamente.
El paso inicial consiste en predecir la configuración futura de las
I. PREDICCIÓN DEL TIEMPO isohipsas del aire superior, de las isóbaras superficiales y del espesor de
1000-500 mb, y en deducir de ello las condiciones meteorológicas que
La predicción del tiempo según las técnicas modernas no pudo realizarse pueden resultar de la situación prevista. Tanto en una etapa como en otra
hasta que no se consiguió reunir y elaborar los datos necesarios con la pueden producirse errores. En primer lugar, la situación de las estaciones
máxima rapidez. El principal avance en este sentido se llevó a cabo a observadoras influye considerablemente en la exactitud del análisis inicial y,
mediados del siglo pasado con la invención de la telegrafía sin hilos, que puesto que se dispone de pocos datos de las zonas oceánicas y de escasas
permitió realizar por primera vez un análisis inmediato de los datos observaciones de aire superior, pueden detectarse tan sólo los sistemas
meteorológicos mediante el trazado de mapas sinópticos. Estos mapas se meteorológicos a gran escala. Actualmente esto se está remediando mediante
presentaron por primera vez en Gran Bretaña en el curso de la Gran la utilización de satélites, que recogen fotografías de los sistemas nubosos y
Exposición de 1851. Fitzroy y Abercromby relacionaron, en el espacio y en el uso de fotografías infrarrojas para revelar la cobertura nubosa durante la
el tiempo, diversas series de cambios meteorológicos con las configuraciones noche (véase lám. 30) y técnicas de satélites para perfilar la temperatura y la
isobáricas; sin embargo, tuvo que transcurrir aún algún tiempo para que se humedad atmosféricas. En segundo lugar, una determinada borrasca puede
ideasen los modelos teóricos de la evolución de las situaciones diferir considerablemente de los modelos típicos que relacionan los sistemas
meteorológicas que tan útiles son .hoy en día y que culminaron en el modelo meteorológicos con el tiempo (tales como el modelo de depresión de
de depresión de Bjerknes, anteriormente descrito. Bjerknes). En tercer lugar, la naturaleza del movimiento turbulento de la
Las predicciones del tiempo en general son a corto plazo (1-2 días) a atmósfera, que es siempre a pequeña escala, hace que algunos fenómenos,
plazo medio (o extenso, 5-7 días) y a largo plazo (mensuales o estacionales). como, por ejemplo, la situación exacta de las células tormentosas en una
Para nuestros propósitos las dos primeras pueden considerarse juntas. masa de aire inestable, sean básicamente imprevisibles. Las técnicas
existentes en la actualidad no permiten mayor precisión que las clásicas
1. Predicción a corto plazo frases «alternancia de chubascos y períodos de cielo despejado» o bien
«lluvias dispersas», aunque pueden obtenerse predicciones a corto plazo de
Los procedimientos desarrollados hasta los años cincuenta estuvieron las zonas de lluvia y tormenta mediante el radar. Los procedimientos
basados en principios sinópticos, pero desde los años sesenta estas prácticas empleados para realizar la predicción son cada vez menos subjetivos, aunque
han sido revolucionadas por los métodos de predicción numérica. en situaciones complejas la pericia del meteorólogo experimentado hace que
esta técnica sea casi tanto un arte como una ciencia, Las predicciones
a. Métodos sinópticos. Las predicciones sinópticas utilizan mapas me- detalladas de carácter local o regional pueden realizarse tan sólo dentro del
teorológicos (véase cap. 3) de las condiciones del aire de superficie y de las marco de la situación general del país y aún es preciso que el meteorólogo
capas superiores y las cartas de adiabáticas, tales como el tefigrama, de la conozca los posibles efectos topográficos o de otra clase que pueden
estructura de las masas de aire. Además de los datos meteorológicos intervenir en ellas.
b. Predicción numérica. Existe un método, mucho más elaborado, que
intenta predecir los procesos físicos que tienen lugar en la atmósfera me-
diante la determinación de la conservación de masa, energía y momento. El
principio en que se basa es que el ascenso o descenso de una superficie
isobárica está relacionado con la convergencia o divergencia respectiva de la
columna de aire situada por encima de ella. Este método de predicción fue
propuesto por L. F. Richardson, quien, en 1922, realizó un laborioso cálculo
de prueba cuyos resultados no fueron en modo alguno satisfactorios. La
principal razón de su escaso éxito estriba en el hecho de que la-convergencia
o divergencia netas en una masa de aire son sólo un pequeño término
residual en comparación con los valores de la convergencia y divergencia a
distintos niveles de la atmósfera (véase figura 3.6). Los pequeños errores
debidos a la limitación de las observaciones pueden así tener una
considerable influencia en la corrección del análisis.
Los métodos numéricos desarrollados en los años cincuenta utilizan un
acceso menos directo. Los primeros estudios suponen que la atmósfera es LAMINA I.
barotrópica y que los vientos son geostróficos, con lo que no se produce Fotografía tomada a las 14,46, hora geomagnética, el 3 de abril de 196S por el Satélite de Aplicaciones
convergencia ni divergencia. Puede predecirse así el movimiento de los Tecnológicas (ATS-3), desde una altura de aproximadamente 36 000 km sobra el ecuador, a 84° O.
sistemas, pero no los cambios de intensidad. A pesar de la gran simplificación Aparecen una serie de depresiones ¿obre Estados Unidos (A), el Atlántico septentrional (B), el
que supone el modelo barotrópico, se utiliza para predecir las Atlántico meridional (C) y el Sur del Pacífico (D), así como abundante nubosidad en la vertiente
orientada de cara al viento (es decir, oriental) de los Andes centrales (E). La depresión situada sobre
configuraciones de isohipsas de 500 mb. Las técnicas más recientes utilizan Estados Unidos tiene su centro sobre Nebraska, y puede verse claramente un frente frío (F) que avanza
modelos baroclínicos de gran complejidad y tienen en cuenta el rozamiento en dirección Sur, hacia la costa de Texas. Este frente contenía diversa líneas de tormenta cuya parte
con la superficie y otros efectos; se consideran así los mecanismos básicos superior alcanzaba entre 12000 y 14 000 m y ese laísmo día se registraron 3 tornados y 10 remolinos en
que intervienen en la ciclogénesis. Conviene notar que se trabaja con campos Iowa, Oklahoma y Nebraska (de Monthly Weather Review, vol. 96, 1968, págs. 397-398).
de variables continuas, tales como presión, viento y temperatura y que los
frentes se consideran como características secundarias derivadas. El enorme
incremento del número de cálculos a realizar con este tipo de modelos ha
hecho necesaria una nueva generación de ordenadores electrónicos, mayores
y más rápidos, para que un mapa de predicción pueda trazarse con adelanto
suficiente a los cambios de tiempo.
El Servicio Meteorológico Británico utiliza, como entrada para el
ordenador, datos de hasta 12 km de altura, registrados por 1200 estaciones
situadas tierra adentro, 300 barcos y.600 globo sondas distribuidos por la
casi totalidad del hemisferio norte. Se interpolan los valores de presión y
temperatura en la superficie y en los niveles de 500 mb y 200 mb para 2000
puntos de intersección, y se realiza entonces el cálculo del cambio esperado
para estos parámetros en cada punto de intersección. A partir de estos
cálculos, repetidos a intervalos de una hora, se producen predicciones de la LAMINA 2
distribución de presión (o altura) de los tres niveles, del espesor de la capa Fotografía infrarroja nocturna (9,00, hora geomagnética) que muestra las temperaturas de la
comprendida entre 1000 y 500 mb y del movimiento superficie marina lejos de la costa sudoriental de los Estados Unidos, el 15 de febrero d e 1971 (véase
fig. 1.21). G agua más fría de la plataforma. H agua de la plataforma de temperatura intermedia. I
Corriente del golfo cálida, que muestra claramente los meandros asociados con intrusiones de agua fría
(J). (Organización Metodológico Mundial, 1973).
LÁMINA 4
Aire frío y cargado de niebla circulando sobre el margen sur del Gran Cañón, Arizona, a una
LÁMINA 3A altitud de 2075 m por la mañana temprano (fotografía de Ernst Haas; cortesía de Time/Life
Características del satélite NOAA 2, que incluyen la capacidad de obtener datos verticales de Publications).
humedad y temperatura dos veces al día con base global (de «World Weather Program Plan for
fiscal year 1974», Dept. of Commerce, Supt. of Documents, Washington DO.

LÁMINA 5
Cúmulos orográficos desarrollados sobre las laderas de los South Downs en Sussex,
LÁMINA 3B Inglaterra. Al oeste (derecha), la parte meridional de Hampshire aparece cubierta
de nubes estratiformes. El canal se encuentra en la parte superior izquierda. Esta fotografía
Alcance de ¡a cámara de televisión del Nimbus II, que es aproximadamente de 3516 X 740 km. Se infrarroja fue tomada desde una altura de unos 12 000 m (B = Burgess Hill;
realizan enfoques sucesivos a intervalos de 91 seg., con un 20 % de superposición, lo que da 32 Br = Brighton; H = Haywards Heath; S = Shoreham; W = Worthing) (P.
fotografías para cada órbita. Las órbitas tienen una inclinación aproximada de 80 grados con Reuter Ltd.).
respecto al ecuador y cada órbita está desplazada unos 27 grados de longitud con respecto a la
anterior (Guía de los Usuarios del Nimbus II).
LAMINA 6
Visión del norte a lo largo del frente oriental de las Rocosas de Colorado, mostrando las nubes
de onda de sotavento (fotografía NCAR de Robert Bumpas).

LÁMINA 8
Configuración nubosa radiante o de células dendríticas (actiniformes). Estos sistemas
convectivos, de gran complejidad, cuyo centro oscila entre 150 y 250 km, fueron descubiertos
gracias a una fotografía lomada por un satélite. Se producen generalmente sobre zonas de
inversiones de subsidencia intensificadas por las corrientes oceánicas frías (como, por ejemplo,
en las zonas de baja latitud del Pacifico oriental) (Environmental Science Services
Administration).

LAMINA 7
Vista en dirección sursudoeste desde unos 9000 m a lo largo de Owen's Valley, California, en la
que aparece una formación de nubes en forma de rollos en la parte de sotavento de Sierra
Nevada, La cresta de la onda de sotavento aparece marcada por la capa de nubes, y la
turbulencia vertical hace que el polvo se eleve a gran altura (W = Monte Whitney, 4418 m; I =
Independence) (fotografía de Robert F. Symons; cortesía de R. S. Scorer).
LÁMINA 10
Fotografía de un registro de radar compuesto de tres radares (círculos oscuros en intersección)
mostrando la abigarrada distribución de las lluvias sobre el sur de Gran Bretaña a las 19,45
horas, el 19 de septiembre de 1979. El registro consiste en una matriz de 128 X 128 cuadrados
de 5 km, en el que los cuadrados claros representan fuertes lluvias y los grises una intensidad
de baja a moderada (de Browning, 1980).
LÁMINA 11
Fotografía tomada por un astronauta del satélite tripulado Geminis XII desde una
altura aproximada de 180 km, en dirección Sudeste, de Egipto y el mar Rojo. La
banda de cirros está asociada a fuertes vientos en altura, concentrados posiblemente
en forma de corriente en chorro (fotografía de la NASA).
LÁMINA 14
Inicio de una depresión, centrada (A) al sudeste de Cabo Halteras, a lo largo de un cinturón de
¡rentes que se extiende de Norte a Este del golfo de México, observada por el Tiros IX, el 14 de
febrero de 1965. El contorno de 500 mb aparece indicado mediante finas líneas de trazos y
puede observarse también una depresión aproximándose por el Oeste (líneas de trazos
gruesos) (Guía de los Usuarios del APT; Environmental Science Services Administration).

LÁMINA 13
Fotografías infrarrojas del Pacífico Norte, con la corriente en chorro de 200 mb. Arriba: Flujo
zonal general asociado con el alto índice zonal, el 12 de marzo de 1971. Se dan tres sistemas
principales de nubes (A, B, C) a lo largo del cinturón de flujo zonal, y el gran cinturón este-oeste
de nubes (D) al sur del Japón es también característico de un flujo zonal acentuado. Abajo:
Régimen del flujo de gran amplitud asociado con un índice zonal menor, el 23 de abril de 1971
(Organización Meteorológica Mundial, 1973).

LÁMINA 15
La misma depresión que se muestra en la lám. 14 dos días después, ahora situada sobre el
centro del Atlántico Norte (B) y totalmente ocluida. La espiral de nubes continua (A — B)
corresponde a las porciones frías y ocluidas del sistema frontal. En la cola del frente frío se
encuentran nubes cumuliformes celulares (C) que son características del aire frío que se
desplaza sobre una superficie oceánica más cálida.
(Guía de los Usuarios del APT; Environmental Science Services Administration).
LÁMINA 17
Fotografía de una depresión del sudoeste de las islas Británicas tomada por el satélite
ESSA 2 a las 10,18, hora geomagnética, el 12 de noviembre de 1966, mostrando una
estructura bien definida de nube espiral. La depresión comenzó como el huracán
LÁMINA 16 «Lois» en el Caribe oriental y se trasladó hacia el nordeste hasta que sus vientos cayeron
Vista de un frente cálido que se aproxima por el Oeste; las líneas de nubes de la por debajo de la intensidad de viento fuerte el 10 de noviembre. Después empezó a
corriente en chorro se extienden en dirección Norte-Oeste y de ellas caen cristales de intensificarse de nuevo y la presión en el centro había caído a 962 mb, cuando se tomó
hielo. En los niveles medios aparecen oscuras nubes formadas en la parte de sotavento esta fotografía. Las zonas frontales están bien desarrolladas, a pesar de que cizalladura
de pequeñas colinas por la corriente del Sudoeste, mientras que la dirección del del viento de 1000-500 mb era inusualmente débil para un sistema tan bien definido
viento en superficie es más del Sur, tal como indica el humo de la chimenea. (cortesía de Weather XXIV (6), 1969, 222; derechos de la Corona reservados).
(Derechos de la fotografía de F. M. Ludlam; diagrama de R. S. Scorer; ambos pu-
blicados en Weather XVIII (8), 1963, 266-267.)
LÁMINA 18
Frente frío situado al noroeste de tas islas Británicas, fotografiado por el satélite F.SSA 6 a las
11,50, hora geomagnética, el 2S de marzo de 196S. Pueden verse las nubes de convección, en
una configuración celular abierta, formadas en el aire inestable de detrás del frente; el
resplandor que se aprecia en el mar del Norte es indicativo de un mar muy plano y, en
consecuencia, de vientos superficiales muy débiles. La península escandinava aparece en la
parte superior, a ¡a derecha, y a la izquierda se encuentra Islandia, cubierta de nieve, y justo al
noroeste de ésta el extremo meridional del mar de hielo (fotografía cedida por cortesía del Dr.
D. A. Sheppard, Departamento de Meteorología, Imperial College, Londres).

LÁMINA 19
Desaparición de una depresión (Guía de los Usuarios del Nimbus II; fotografía de la NASA).
A. Depresión bien desarrollada, cuya superficie empieza a ocluirse y que presenta una
circulación ciclónica al nivel de 500 mb. Las nubes bajas son principalmente cumuliformes.
B. Depresión completamente ocluida. La extensa circulación cerrada de la 'superficie ha
alcanzado su intensidad máxima, al igual que la situada a 500 mb, centrada ahora
directamente sobre el vértice de la superficie. La intensa nubosidad del cuadrante nororiental
es característica de este tipo de oclusiones, como lo es también la disposición en espiral de las
nubes de niveles medios y bajos situadas al Oeste y en las proximidades del centro de
circulación.
C. Depresión en trance de desaparecer, en la que se están debilitando las circula-
LÁMINA 21
Tormenta aproximándose a Ostersund (Suecia), durante las últimas horas de la tarde del día 23
de junio de 1955. La región de intensa precipitación va precedida de anillos de nubes formados
sobre el frente de turbonada (derechos de F. H. Ludían!; publicada originariamente en «Weather»,
vol. XV (2), 1960, pág. 63).

LAMINA 20
Mosaico infrarrojo tomado desde un satélite del Asia oriental y el Pacífico Norte occidental,
mostrando dos sistemas de depresiones de las latitudes inedias y los tifones Wendy (28°N,
126°E) y Virginia (22°N, 147'E), el 29 de julio de 1978, aproximadamente a las 9,00, hora local
(Tokio). Los tifones tuvieron vientos máximos de unos 36 m/s (70 kt) y una presión mínima al
nivel del mar de unos 965 mb (Wendy) y 975 mb (Virginia). Una cordillera de altas presiones
subtropical a unos 35°N separa las tormentas tropical y de las latitudes medias minimizando
cualquier interacción (imágenes del Defense Meteorological Satellite Program, World Dará
Center-A for Glaciology, Boulder).

LÁMINA 22
Fotografía, tomada desde una distancia de 5 km, de un tornado situado al nordeste
se habían superpuesto alcanzando una altura de 15 240 m. Este conjunto de condiciones era ideal
de Tracy (Minnesota), el 13 de junio de 1968 (por cortesía de Eric Lantz and Associated Press).
para el desencadenamiento de un tornado y esa misma tarde se divisaron 34 remolinos en un
Una lengua da aire cálido convectivamente inestable se extendió hacia
el Norte desde Texas y hacia media tarde su temperatura se había elevado a 32'C radio de 480 km con centro en Minneapolis. El tornado de Tracy apareció a 13 km al sudoeste de
y se habían desencadenado en su seno fuertes tormentas que precedían a un frente dicha ciudad a las 19,00 horas y se trasladó hacia el Nordeste a una velocidad de 13 m/s a ¡o
polar situado al Oeste, La presión en superficie continuó bajando dentro de este largo de 21 km, causando destrucción total en una zona de 90 a 150 m en Tracy, matando 9
cinturón, sostenido por una vaguada a 500 mb y coronado en la tropopausa por un personas, hiriendo a 125 y ocasionando destrozos por valor de más de tres millones de dólares. A
chorro de más de 45 m/s que se extendía desde Oregón hasta Canadá oriental. La diferencia de la mayoría de tornados, no se elevó al chocar con la superficie urbana, sino que se
actividad tormentosa alcanzó máximo a las 18,00 horas aproximadamente, cuando hundió aún más, hasta que se disolvió de repente, pocos seguidos después de ser tomada esta
nknkknnknknnnnkkkn Míyy^mn v el radar indicó que las distintas células fotografía (descripción por cortesía del Director de National Severe Storms Forecast Center,
Kansas City).
LÁMINA 24
Nubes convectivas a lo largo de la Zona de Convergencia intertropical en el Atlántico,
observadas por el Tiros IX el 25 de febrero de 1965. Al sudoeste aparece la costa de Brasil. La
actividad convectiva es generalmente muy variada a lo largo de este cinturón, de unos 5 grados
de latitud de anchura, y por lo general es especialmente intensa en A y C y mínima en B y D. En
el exterior del cinturón (por ejemplo, al sur de E) cambia el carácter de las nubes, que, del tipo
cumuliforme y cirriforrne clásico en la Zona de Convergencia, pasan a ser estratocúmulos
celulares (Guía de los Usuarios del ATP; Environmental Science Services Administration).

LÁMINA 23
Fotografía de América del Norte y Central tomada por un satélite desde unos 57 000 km un día de
abril. Existe una depresión al sudeste de la Bahía de Hudson y un cinturón de lluvias o lloviznas
señala el frente frío desde Yucatán hasta Nueva Inglaterra. Esta banda de nubes sugiere la
existencia de una interacción de alto nivel tropical latitudes medias. Los Grandes Lagos tienen
nieves y vientos, pero en las demás regiones el tiempo es principalmente claro con vientos ligeros Lamina 25
(fotografía del NOAA; cortesía de la National Geographic Society). Vista de Florida, en dirección Sur, tomada desde el satélite tripulado Géminis V a una altura de
180 km, el 22 de agosto de 1965. En primer plano puede apreciarse la base de lanzamiento de
Cabo Kennedy. Sobre la tierra caliente se han originado cúmulos, que tienen tendencia a
alinearse formando «calles» en dirección Este-Oeste; as notable su ausencia sobre el lago
Okeechobee. Pueden verse al sur yunques de
LÁMINA 26
Vista aérea, en dirección Sudeste, de la línea de grandes torres de cúmulos que marca la zona
de convergencia en las proximidades de la vaguada de la isla de Wake que aparece en la figura
6.7 (de Malkus y Riehl, 1964).

LÁMINA 27
El huracán «Gladys», situado al oeste de Florida fotografiado desde el satélite tripulado Apolo
Vil, a una altitud de 179 km, el 17 de octubre de 1968. En ese momento se registraron
velocidades del viento de hasta 40 m/s (fotografía de la NASA).

LÁMINA 29
Vista en dirección Oeste de Edimburgo en la que aparecen Arthurs Seat en primer plano y el
castillo, que surge de la niebla de la ciudad a media distancia. La niebla se espesa hacia el Norte (a
la derecha en la fotografía) sobre el suburbio industrial de Leith, mezclándose con la bruma marina
sobre Firth of Forth en el extremo derecho. Esta fotografía fue tomada hace bastante tiempo
(cortesía de Aerofilm Ltd.)

LÁMINA 30
Una depresión frontal parcialmente ocluida sobre el noroeste de Europa a las 13,47, hora
geomagnética, el 19 de octubre de 1979. Esta imagen infrarroja del TIROS fue procesada para
mostrar las superficies más frías (p. ej. cumbres de las nubes) en blanco y las más calientes (p. ej.
superficies terrestres) en negro. Se muestran los ¡rentes superficiales, las isóbaras y los vientos,
junto con la corriente en chorro de la troposfera superior (flecha), que se encuentra en la parte
cálida del frente nuboso de las alturas (véase fig. 3.21) (velocidad máxima 65 m/s a unos 250 mb;
11,3 km), nótese también la rotura (punteada) entre la tropopausa de las latitudes medias (200
mb; 11,8 km) y la tropopausa polar (270 mb; 10,2 km). Esta información sinóptica añadida se
refiere a las 12,00, hora geomagnética (fotografía cortesía de P. E. Baylis, Department of
Electrical Engineering and Electronics, Universidad de Dundee; interpretación sinóptica cortesía
del Dr. Ross Reynolds, Department of Meteorology, Universidad de Reading).; -
vertical en gran escala, con una antelación de hasta 36 horas. De estos mapas
se deduce el tiempo esperado. A este respecto resulta crucial la distribución
del movimiento vertical, puesto que indica las zonas de nubosidad y lluvia y
las de tiempo seco y despejado. Técnicas similares a las descritas se emplean
en los Estados Unidos y en otros varios países. Los métodos numéricos
fueron usados por primera vez en predicciones rutinarias en Estados Unidos
en 1955 y en Gran Bretaña en 1965. Los procedimientos específicos
continuamente están siendo mejorados tanto para predicciones mesoscálicas
como a escala continental. Estos refinamientos incluyen una mejor
resolución tanto espacial como temporal y mejoras en las representaciones
de los procesos físicos.

2. Predicción a largo plazo


Los métodos que acabamos de estudiar no son adecuados para la predicción
de la probable evolución del tiempo con una antelación de uno o más meses
porque tienen en cuenta tan sólo las perturbaciones sinópticas aisladas, cuyo
ciclo de duración oscila entre 3 y 7 días. Las consideraciones teóricas indican
que el límite de las predicciones sinópticas usando las técnicas numéricas es
menor de 15 días. Se describen a continuación dos técnicas bastante
distintas, aunque no son en modo alguno las únicas.

a. Métodos estadísticos. Desde 1948 la Oficina Meteorológica de los Es-


tados Unidos publica dos veces al mes predicciones a 30 días utilizando un
método que consta de dos etapas principales. Se realiza primero el trazado de
un mapa medio de 700 mb para el mes siguiente utilizando una combinación
de diversos principios —extrapolación de las tendencias actuales (como por
ejemplo, modelos de bloqueo) o identificación de los cambios de régimen
probables en la circulación atmosférica a gran escala, estudio de los posibles
efectos de características tales como influencia de la capa de nieve o
anomalías de la temperatura de la superficie del mar, y examen de las
estadísticas que reflejan la situación típica de los surcos y vaguadas en la
estación del año de que se trate. A continuación, las anomalías más
probables de la temperatura media y de la cantidad de precipitación
correspondientes al mapa de isohipsas trazado son deducidas a partir de las
relaciones existentes entre ellas. Por ejemplo, la figura 4.27 muestra que es
probable una precipitación mayor que el promedio en cabeza de la vaguada
donde hay una advección de vorticidad máxima, especialmente en
asociación con una corriente en chorro advectiva, mientras que es menor que
el promedio generalmente en la cola del eje de la vaguada. Con un índice
zonal bajo en los vientos del oeste,
de tormentas en la zona intermedia del fuerte gradiente de temperaturas. El
flujo superior asociado produjo un surco sobre Norteamérica occidental con
inviernos cálidos en California y Oregón. Los modelos de la circulación global
atmosférica confirman el punto de vista de que las anomalías persistentes de
las temperaturas de las superficies marinas ejercen un importante control
sobre las condiciones meteorológicas locales y a gran escala.
Recientemente se ha aplicado en los Estados Unidos y en todas partes un
procedimiento distinto que usa Estadísticas de Efectos de los Modelos. En vez
de predecir el campo barométrico y luego deducir las anomalías climáticas,
los elementos climáticos (temperatura, precipitación, etc.) se predicen
directamente usando la mejor combinación estadística de pronósticos
anteriores para una región dada.

b. Métodos de analogías. En Gran Bretaña y Alemania se ha desarro-


llado otro enfoque de la predicción a largo plazo, basado en el principio de
que los fenómenos meteorológicos tienden a seguir cursos similares cuando
las condiciones iniciales son casi idénticas. El problema consiste entonces en
encontrar un período cuyo tiempo sea lo más parecido posible al reinante y en
utilizar la sucesión de fenómenos que tuvo lugar en el pasado como una guía
para el futuro. Las comparaciones se realizan con un registro de anomalías en
las temperaturas mensuales y en la presión y con diversas series de «tipos de
Fig. 4.27
Relaciones medias generalizadas entre la configuración del flujo del oeste, las rutas de tiempo». Éstas consisten en realidad en una serie de clases de la configuración
depresiones, las posiciones de la corriente en chorro y las zonas de precipitación en las de la presión o de la dirección de flujo del aire sobre el país (véase cap. 5,
latitudes medias del hemisferio norte (según W. Klein; de Harman, 1971). A.3). Cada clase tiende a asociarse a un determinado tipo de tiempo. La
dificultad de la predicción de analogías estriba en el hecho de que no existen
nunca dos distribuciones o series de tiempo idénticas. Puede haber, por
las ondas largas pueden persistir en posiciones más o menos estacionarias ejemplo, cinco analogías razonables para un mes determinado, pero el
durante períodos de varias semanas o incluso más, y sus condiciones medias examen del tiempo que siguió a cada una de ellas puede conducir a un tiempo
son, por ello, reflejadas en las configuraciones de superficie de la temperatura templado y lluvioso en dos de los casos y a un intenso frío en los tres restan-
y la precipitación (véase también capítulo 5, B.1). tes. Por consiguiente, al realizar la predicción deben tenerse en cuenta
La localización e intensidad de las ondas largas parece estar críticamente diversos factores que pueden influir en la tendencia del tiempo, tales como las
influenciada por las temperaturas oceánicas superficiales. Las in- temperaturas del agua del mar y la extensión de la capa de nieve. Es preciso
vestigaciones para el Pacífico Norte y el Atlántico Norte demuestran la reconocer las dificultades que entraña una predicción a largo plazo antes de
existencia de interacciones con la circulación atmosférica a una escala formular cualquier crítica contra ellas. La complejidad del comportamiento de
próxima a la hemisférica. La figura 4.28B sugiere, por ejemplo, que una la atmósfera hace que actualmente sea necesario todavía redactar las
extensa superficie relativamente cálida en el Pacífico Norte central causó en predicciones en forma imprecisa, por lo que los fallos ocasionales son
el invierno del año 1971-1972 un desplazamiento hacia el norte de la inevitables.
corriente en chorro del oeste, junto con un desplazamiento de compensación
hacia el sur sobre los Estados Unidos occidentales, que llevó allí aire frío.
Esta configuración contrasta con la observada durante los años sesenta (fig.
4.28A), cuando una persistente anomalía fría en el Pacífico central, con
aguas más cálidas hacia el este, llevó al frecuente desarrollo
RESUMEN
y las zonas frontales se desplazan hacia los polos/el ecuador en verano/ /invierno.
Las masas ideales de aire se definen en términos de las condiciones baro-trópicas, Las más nuevas teorías sobre los ciclones consideran los frentes como
en que se asume que las isóbaras y las isotermas son paralelas entre sí y a la fenómenos más bien incidentales. La divergencia del aire en la troposfera superior
superficie. El carácter de una masa de aire se determina por la naturaleza del área es esencial para el ascenso a gran escala y la convergencia de bajo nivel. La
superficial, los cambios debidos al movimiento de las masas de aire, y su edad. A ciclogénesis de superficie se ve pues favorecida en el extremo oriental de una
escala regional, los intercambios energéticos y la mezcla vertical conducen a una vaguada de ondas superior. Los ciclones son dirigidos básicamente por las ondas
proporción de equilibrio entre las condiciones superficiales y las del aire situado largas (de Rossby) casi estacionarias en los vientos hemisféricos del oeste, cuya
por encima, particularmente en el caso de sistemas de altas presiones casi posición está muy influenciada pollos fenómenos superficiales (las principales
estacionarios. Las masas de aire se identifican convencionalmente en términos de barreras montañosas y los contrastes de temperatura entre la superficie del mar y la
sus características de temperatura (ártica, polar, tropical) y su región de origen tierra). Las zonas baroclínicas superiores están asociadas con corrientes en chorro a
(marítima, continental). Las masas de aire primarias se originan en regiones de 300-200 mb que también siguen la configuración de onda larga.
subsidencia anticiclónica semipermanente sobre extensas superficies de La secuencia meteorológica idealizada en una depresión frontal que se desplaza
propiedades semejantes. Las masas de aire frío se originan o bien en los hacia el este incluye un aumento de la nubosidad y de la precipitación con un frente
anticiclones continentales invernales (Siberia y Canadá), donde la capa de nieve cálido que se aproxima; el grado de actividad depende de si el sector de aire caliente
favorece las bajas temperaturas y una estratificación estable, o sobre el hielo se está elevando o no (ana-o catafrentes, respectivamente). El siguiente frente frío
marino de las latitudes altas. Algunas fuentes son estacionales, como Siberia, y está generalmente marcado por una estrecha franja de precipitación convectiva, pero
otras permanentes, como la Antártida. Las masas de aire cálido se originan o bien la lluvia tanto en cabeza del frente cálido como en el sector cálido puede también
como fuentes continentales tropicales superficiales en verano, o como capas estar organizada en células y bandas mesoscálicas localmente intensas a causa del
húmedas y profundas sobre los océanos tropicales. El movimiento de las masas de «cinturón conductor» de aire en el sector cálido. Asociada con esta organización de
aire causa cambios en la estabilidad por medio de procesos termodinámicos flujos, a menudo existe una línea de turbonada en cabeza del frente frío. En el
(calentamiento/enfriamiento desde abajo e intercambios de humedad) y por centro de los Estados Unidos, especialmente, las células tormentosas situadas a lo
procesos dinámicos (mezcla, elevación/bajada), que producen masas de aire largo de las líneas de turbonada de este tipo clan duras condiciones de truenos y
secundarias (por ejemplo aire mP). La edad de una masa de aire determina el grado granizo, a veces con tornados. Las ráfagas ascendentes y descendentes en las
hasta el cual ha perdido su intensidad como resultado de la mezcla con otras masas células de este tipo causan agrupaciones de tormenta en desarrollo y decadencia.
de aire y de intercambios verticales con la superficie inferior. Algunos sistemas de bajas presiones son esencialmente no frontales. Éstos
Los límites de las masas de aire dan origen a los frentes o zonas baroclínicas de incluyen las depresiones de sotavento de las laderas de sotavento de las cadenas
unos pocos centenares de kilómetros de amplitud. La teoría clásica (noruega) de montañosas; las bajas térmicas debidas al calentamiento veraniego; las depresiones
los ciclones de las latitudes medias considera que los frentes son un hecho clave de de aire polar comúnmente formadas en una irrupción de aire ártico marítimo sobre
su formación y ciclo vital. Las depresiones tienden a formarse a lo largo de las los océanos; y la borrasca fría superior que es frecuentemente un sistema de atajo en
principales zonas frontales; los frentes polares de las regiones del Atlántico Norte el desarrollo de las ondas superiores o un ciclón ocluido de las latitudes medias en el
y de! Pacífico Norte y los mares del sur. Hacia los polos se encuentran frentes Ártico.
árticos peor definidos y existen otras zonas frontales estacionales, como en el La predicción del tiempo se lleva a cabo a corto plazo mediante el análisis
Mediterráneo. La Zona de Convergencia Intertropical, entre las masas de aire de sinóptico y extrapolaciones del comportamiento de los sistemas meteorológicos
los anticiclones subtropicales opuestos, tiene un carácter distinto de las zonas (usando mapas del tiempo y datos de radar y de satélites) y por predicción numérica
frontales de las latitudes altas (véase cap. 6). Las masas de aire usando modelos de computadora de la circulación a gran escala. La predicción a
largo plazo es primariamente estadística, tomando en consideración los posibles
efectos de las condiciones superficiales en la estructura circulatoria a gran escala.
Los estudios análogos de sucesos pasados pueden ser de gran utilidad.
5
Tiempo y clima
en las latitudes medias

En los dos capítulos anteriores hemos estudiado la estructura general de la


circulación y las características de las distintas masas de aire de las latitudes
medias, así como el comportamiento y origen de las depresiones
extratropicales. Para los habitantes de los países templados, resulta evidente
que los sistemas de presión contribuyen de manera directa a las diversas
variaciones de tiempo que diariamente y a lo largo de las estaciones del año
tienen lugar en el cinturón de vientos del Oeste. Sin embargo, los contrastes
que se advierten entre los climas de las diversas regiones reflejan la
interacción de los factores meteorológicos con los geográficos. El presente
capítulo constituye una síntesis selectiva del tiempo y clima de Europa y
América del Norte, basada especialmente en los principios ya mencionados.
En los apartados finales se examinan las características del clima de los
bordes polares y subtropicales del cinturón de vientos del Oeste. Se han
utilizado, en la medida de lo posible, temas distintos para ilustrar algunos de
los aspectos más significativos del clima de cada zona.

A. EUROPA

1. Vientos y presión
Las principales características de la configuración de isóbaras típica del
Atlántico Norte son el Ciclón de Islandia y el Anticiclón de las Azores. Se
encuentran presentes en todas las estaciones (véase fig. 3.23), aunque su
situación y su intensidad relativa varían considerablemente. El flujo
de las capas superiores de la atmósfera experimenta pocas variaciones a lo
largo de las estaciones, pero los vientos del Oeste disminuyen en intensidad
desde mediados de invierno hasta el verano. Otro sistema de considerable
influencia en el clima europeo es el anticiclón invernal de Siberia, cuya
acción se ve intensificada por la extensa capa de nieve y la marcada
continentalidad de Eurasia. En invierno, las depresiones atlánticas se mueven
frecuentemente hacia el mar de Noruega o hacia el Mediterráneo, pero si se
trasladan hacia el Oeste, ocluyen y desaparecen bastante antes de que puedan
penetrar en el interior de Siberia. Por consiguiente, el anticiclón de Siberia es
casi permanente en esta estación y, cuando se extiende hacia el Oeste, gran
parte de Europa puede verse sometida a un frío riguroso. En verano, la
presión es baja sobre la totalidad de Asia, y las depresiones procedentes del
Atlántico tienden a seguir un camino más zonal. Aunque las trayectorias de
las depresiones en Europa no derivan hacia el polo en verano (como resultado
del desplazamiento local hacia el Sur del Frente Ártico Atlántico), son, en
esta estación, bastante menos intensas, y la disminución de contrastes entre
las diversas masas de aire hace que los frentes que producen sean más
débiles.

2. Oceanidad y continentalidad
En invierno, las temperaturas de la parte nordoccidental de Europa exceden
en unos 11 °C o más a la media latitudinal (véase fig. 1.21), hecho que se
atribuye únicamente a la presencia de la Deriva del Atlántico Norte. Existe,
sin embargo, una completa interacción entre el océano y la atmósfera. La
Deriva, que se origina en la Corriente del Golfo que bordea las costas de FIG. 5.1
Florida y se ve reforzada por la corriente de las Antillas, es principalmente La continentalidad en Europa. Las líneas de trazos representan el índice de Gorczynski, y las
continuas el de Berg; la explicación de su significado se da en el texto (parcialmente según
una corriente controlada por el viento e iniciada pollos del Sudoeste. Fluye a Blüihgen, 1966).
una velocidad que oscila entre 16 y 32 km por día y, por consiguiente, el agua
tarda aproximadamente ocho o nueve meses en llegar desde Florida hasta
Irlanda y un año hasta Noruega (véase cap. 3, F.3). Los vientos del Sudoeste efectos más evidentes de la Deriva del Atlántico Norte es la ausencia de hielo
transportan calor latente y sensible, que han adquirido a su paso sobre el en las proximidades de la costa de Noruega. Sin embargo, por lo que respecta
Atlántico, el calentamiento local procede especialmente del que reciben por al clima de Europa, la consecuencia principal de la existencia de esta Deriva
la acción del viento de la superficie de las aguas más calientes. Este son los vientos predominantes que soplan tierra adentro transportando calor
calentamiento de las masas de aire sobre la parte nororiental del Atlántico hacia las zonas situadas en el interior.
reviste especial significado cuando se encuentran corrientes de aire polar o En Europa la influencia de las masas de aire marítimo puede dejarse sentir
ártico que se dirigen hacia el Sudoeste procedentes de Islandia. Así, por en las zonas interiores del continente porque no existen grandes barreras
ejemplo, en invierno, la temperatura en dichas corrientes de aire puede topográficas que impidan, su penetración y a causa de la presencia del
ascender hasta 9°C entre Islandia y el Norte de Escocia. En contraste, el aire Mediterráneo. Por consiguiente, el cambio a un clima de tipo continental se
tropical marítimo se enfría aproximadamente unos 4°C entre las Azores y la realiza bastante gradualmente, excepto en Escandinavia, donde existe una
parte sudoccidental de Inglaterra tanto en invierno como en verano. Uno de cadena de montañas que hace que el contraste entre Suecia y Noruega
los occidental sea muy acusado. Existen numerosos índices que
para Moscú, etc. En la figura 5.1 aparece la variación de este índice para
Europa.
Berg utiliza un enfoque sustancialmente distinto, pues relaciona la fre-
cuencia de las masas de aire continental (C) con la de todas las masas (N) y
toma este cociente como índice de continentalidad, es decir, K = C/N (%). La
figura 5.1 indica que en la parte de Europa al oeste de los 15°E se encuentra
aire no continental, por lo menos durante la mitad del tiempo, al igual que en
Suecia y en casi toda Finlandia.
La figura 5.2 ilustra de distinta manera los regímenes continentales y
marítimos. Los Hidrotermogramas trazados para Valentía (Eire), Bergen y
Berlín indican los cambios .estacionales de la temperatura media y preci-
pitación en distintos lugares. Valentía tiene un régimen de lluvias máximo en
invierno y temperaturas estables como consecuencia de su situación oceánica,
mientras que en Berlín las temperaturas oscilan considerablemente y las
lluvias son máximas en verano. Bergen recibe mayores cantidades totales de
precipitación debido a su especial orografía; tiene un máximo en otoño e
invierno y su oscilación de temperaturas es intermedia entre la de las otras dos
ciudades. Estas medidas dan sólo una idea aproximada de las características
climáticas, por lo que estudiaremos a continuación con mayor detalle las
distintas clases de tiempo en Inglaterra.

3. Características de la circulación atmosférica en Gran


Bretaña y del tiempo por ella ocasionado
H. H. Lamb, (de la Oficina Meteorológica del Reino Unido), ha clasificado
Fig. 5.2 los mapas diarios del tiempo del sector de las islas Británicas (50o-60°N,
Hidrotermogramas correspondientes a Valentía (Eire), Bergen y Berlín, en los que 5°E-10°O) desde 1873 hasta la actualidad atendiendo al movimiento de los
aparecen los valores mensuales medios de temperatura y precipitación de estas tres sistemas de presión dentro de la circulación troposférica general. Distingue
localidades. siete "categorías principales: tipo del Oeste (O), del Noroeste (NO), del Norte
(N), del Este (E) y del Sur (S), que hacen referencia a las direcciones de que
provienen los sistemas, y tipo Ciclónico (C) o Anticiclónico (A), según
expresan esta continentalidad, pero la mayoría de ellos se basan en la variación
dominen en el mapa del tiempo las depresiones o los centros de altas
anual de temperaturas. El índice de continentalidad de Gorczynski (K) es:
presiones.
En teoría, cada una de estas categorías debería ocasionar un tipo de tiempo
característico, según la estación, y muchos autores utilizan el término «tipo de
tiempo» para expresar esta idea. Sin embargo, los estudios realizados sobre el
donde A representa la oscilación anual de temperatura (en °C) y φ es la tiempo que realmente corresponde a una configuración determinada de flujo
latitud. K oscila entre — 12 en las estaciones marcadamente oceánicas y 100 en diversas localidades son bastante escasos (este campo de estudio se conoce
en las estaciones marcadamente continentales. Algunos de los valores con el nombre de climatología sinóptica), por lo que aquí utilizaremos el
correspondientes a Europa son 10 para Londres, 21 para Berlín, 39 término tipo de flujo para designar las categorías determinadas por Lamb. Las
condiciones climáticas
TABLA 5.1 TABLA 5.2
Características del tiempo ocasionado por los distintos «Tipos de flujo», de Lamb Temperaturas observadas con las distintas masas de aire en Kew (°C)
(Según Belasco, 1952)
Tipo
Del Oeste. . . . . . Tiempo inestable; vientos de dirección variable cuando las depresiones mP mP (proc. del mPw mA cP mT cT
atraviesan el país. Templado y tormentoso en invierno y generalmente (proc. de centro del
fresco y nuboso en verano (mP, raPw, mT). Islandia) Atlántico)
Del Noroeste . . .. Fresco y variable. Intensos vientos y chubascos, que afectan Invierno T 4 -0,8 6 8+ 0 -1 -5,8 10 . 7 +
principalmente a las costas orientadas cara al viento, aunque en la parte + 1,3 3,9 -4,4 +5,8 2,8
meridional del país el tiempo puede ser claro y seco (mP, mA). D
Del Norte .................. Tiempo frío en todas las estaciones, asociado generalmente a borrascas o Verano T 16 -2,8 18 + 0,6 18 14 — 19 22
vaguadas de origen polar. Tormentas de nieve y granizo, especialmente en D + 1,0 -3,3 + 2,2 +4,4
el Norte y en el Este (mA).
Del Este .................... Frío en invierno, muy intenso a veces en el Sur y en el Este y acompañado T = Promedio de temperaturas diarias medias (redondeadas a grados Celsius).
de nieve o granizo. Cálido en verano, con tiempo muy seco en el Oeste. D = Desviación de la media correspondiente a la totalidad de las masas de aire (1931-1945).
Tormentas ocasionales (cA, cP).
Del Sur ..................... Tiempo generalmente cálido y tormentoso en verano. En invierno puede ir
asociado a una depresión en el Atlántico, lo que da lugar a un tiempo un 33 % (la del aire mPw es aún superior a esta cifra en un 10 %). Esta
templado y húmedo, especialmente en el Sudoeste, o bien a un anticiclón
situado sobre Europa central, en cuyo caso el tiempo es frío y seco (mT o proporción es aún mayor en los distritos de la costa occidental; así, por
cT, verano; mT o cP, invierno). ejemplo, en las Hébridas el aire de tipo mP o mPw predomina por lo menos el
Condiciones de inestabilidad y precipitación, acompañadas a veces de 38 % de los días del año.
temporales y tormentas. Este tipo de tiempo puede estar relacionado con el Las corrientes de aire mP procedentes del Noroeste dan lugar a tiempo
rápido paso de borrascas o depresiones o con la persistencia de una
depresión intensa (mP, mPw, mT). fresco y lluvioso en todas las estaciones, especialmente en las costas
Anticiclónico . . . Cálido y seco en verano, a excepción de algunas tormentas ocasionales orientadas de cara al viento. El aire es inestable y se forman nubes
(mT, cT). Frío en invierno, con heladas nocturnas y nieblas, cumuliformes, aunque en el interior durante las noches invernales éstas se
especialmente en otoño (cP). dispersan, ocasionando bajas temperaturas. Sin embargo, en el mar el
calentamiento de las capas bajas de la atmósfera es continuo, tanto de noche
generales que son susceptibles de corresponder a cada una de las confi- como de día, durante los meses de invierno, por lo que en cualquier momento
pueden producirse chubascos y turbonadas, que pueden afectar a las zonas
guraciones de flujo en las islas Británicas aparecen resumidas en la tabla 5.1.
costeras orientadas de cara al viento. En la tabla 5.2 aparecen las temperaturas
En el capítulo 4 se han estudiado las propiedades generales de las masas
diarias medias en Kew, correspondientes al aire mP, así como la diferencia
de aire, pero existen ciertos aspectos de las mismas que revisten especial
(denominada también «desviación») entre éstas y las medias
interés en relación con el clima británico. En la figura 5.3 aparece ilustrada
correspondientes a todas las masas de aire para el período 1931-45. Con el
para Kew la frecuencia de las masas de aire en enero, según un estudio
aire mA, los contrastes son más acusados: las desviaciones de temperatura
realizado por Belasco para el período de 1938-49. Existe un claro predominio
son en Kew de aproximadamente — 4°C en verano e invierno. La visibilidad
de aire marítimo polar (mP y mPw) con una frecuencia igual o superior al 30
en el aire mA es normalmente muy buena. La contribución de las masas de
% en todos los meses, a excepción de marzo. La frecuencia máxima de aire
aire mP y mA a la precipitación anual media durante un período de cinco años
mP en Kew corresponde al mes de julio, con
para tres estaciones situadas en el Norte de Inglaterra, aparece relacionada en
la tabla 5.3, aunque debe tenerse en cuenta que estas dos masas intervienen
también en las borrascas polares no frontales. Sobre la mayor parte del Sur de
Inglaterra, así como también en aquellas zonas situadas en las partes a
sotavento de las
porcentaje de precipitación debida al aire mP es mucho menor en Rotherham,
situada a sotavento de los Peninos, que en Lancashire.
El aire polar marítimo, cuya trayectoria sobre el Atlántico está situada más
al Sur y es más ciclónica, llegando a Inglaterra desde el Sudoeste, así como el
aire que se mueve hacia el Norte en la parte delantera de una depresión
aparecen como aire mPw en la figura 5.3 y en la tabla 5.2. Este aire tiene en
superficie unas propiedades semejantes a las del aire mT, por lo que no es
necesario estudiarlo separadamente.
El aire tropical marítimo constituye generalmente el sector cálido de las
bajas que, procedentes de entre el Oeste y el Sur, se dirigen hacia Gran
Bretaña, pero en la figura 5.3 se han excluido los casos correspondientes a
frentes y depresiones (cuya frecuencia anual está comprendida entre 10 y 12
%). Por consiguiente, el tiempo característico del aire mT se da con mayor
frecuencia de lo que podría sugerir la frecuencia de porcentaje (en enero, 11 %
de aire mT y 4 % de aire anticiclónico se originan en el Sudoeste de Gran
Bretaña). En invierno, el tiempo correspondiente al aire mT es templado y
húmedo. En cielo se encuentra generalmente cubierto de estratos o
estratocúmulos y pueden producirse lloviznas o lluvias ligeras (formadas por
coalescencia), especialmente en los terrenos elevados, donde las nubes bajas
forman nieblas. Durante la noche, el cielo se despeja por la acción del viento,
aunque éste sea ligero, y el aire se enfría hasta el punto de rocío, con lo que se
forman brumas y niebla. La tabla 5.2 indica que una gran proporción de la
precipitación anual está asociada a frentes cálidos y a las situaciones por ellos
creadas y puede por tanto ser atribuida en gran parte a la convergencia y
ascenso frontales en aire mT. En verano, la capa de nubes asociada a esta
masa de aire hace que las temperaturas se aproximen más a la media que a lo
largo del invierno (tabla 5.2); las temperaturas nocturnas tienden a ser altas,
pero las máximas diurnas continúan en proporción siendo bastante bajas.
El aire verdaderamente polar continental afecta a las islas Británicas entre
los meses de diciembre y febrero e incluso entonces con una frecuencia
relativamente baja. Las temperaturas diarias medias son bastante inferiores al
promedio y las máximas exceden sólo en un grado o dos al punto de
congelación. La masa de aire es básicamente estable y muy seca, pero en su
recorrido sobre la parte central del mar del Norte se carga del calor y humedad
FIG. 5.3 necesarios para producir chubascos, a menudo de nieve, sobre la parte oriental
Frecuencias medias de las masas de aire correspondientes a Kew (Londres) durante
el mes de enero. Las de tipo anticiclónico aparecen indicadas según su dirección de de Inglaterra y Escocia. En conjunto, esto constituye sólo una parte muy
origen (basado en Belasco, 1952). pequeña de la precipitación anual total, tal como indica la tabla 5.3, y en la
costa occidental el tiempo es generalmente bueno. En todas las estaciones
existe una masa de aire intermedia entre el tipo cP y el cT, que llega a
cadenas montañosas, las corrientes de aire del Norte y del Noroeste dan lugar Inglaterra procedente
generalmente a un tiempo claro y soleado con escasas precipitaciones. Esto
puede apreciarse también en la tabla 5.3, ya que el -
TABLA 5.3
Porcentaje de la precipitación anual debido a diversas situaciones sinópticas (1956-1960)
(Según Shaw, 1962 y R. P. Mathews, no publicado)

Categorías sinópticas
Estación Frente Sector Frente Oclu- Baja mP cP Ártica Tor-
cálido cálido frío sión polar menta
Cwm Dyli 18 30 13 10 5 22 0,1 0,8 0,8
(99 m)*
Squires Gate 23 16 14 15 7 22 0,2 0,7 3
(10 m)**
Rotherham 26 9 11 20 14 15 1,5 1,1 3
(21 m)***
* Snowdonia.
** Situado en la costa de Lancashire.
*** En el valle del Don, Yorkshire.

del Sudeste de Europa, aunque en verano es menos frecuente. Estas corrientes


transportan aire seco y estable.
El aire tropical continental sopla por término medio una vez al mes
durante el verano, hecho que explica la escasez de olas de calor, puesto que
son estos vientos del Sur o del Sudeste los que aportan tiempo cálido y
estable. Las capas bajas de la atmósfera son estables y reina generalmente una FIG. 5.4
neblina, pero las capas superiores tienden a ser inestables y, en algunas Frecuencia, en tanto por ciento, de anticiclones, vientos del Oeste y ciclones en Gran Bretaña
ocasiones, el intenso calentamiento superficial puede desencadenar una durante el período 189S-1947 (según Lamb, 1950).
tormenta. En invierno, este aire cT modificado llega alguna vez a Inglaterra
procedente del Mediterráneo, ocasionando un tiempo bueno, neblinoso y ridad». Se han confeccionado gran número de calendarios de singularidades,
templado. especialmente en Europa, aunque los primeros (que se basaban en anomalías
de la temperatura o de la precipitación), no demostraron ser muy fidedignos.
4. Singularidades y estaciones naturales Recientemente se han obtenido mayores éxitos estudiando las singularidades
de la configuración general de la circulación; Lamb ha redactado algunos
Gran número de los dichos populares acerca del tiempo reflejan la idea de que catálogos para las islas Británicas y Flohn y Hess lo han hecho para Europa
cada estación tiene un determinado tiempo (por ejemplo, «en abril, aguas central. Los resultados de Lamb se basan en los cálculos de frecuencia diaria
mil»); sin embargo, los antiguos proverbios sugieren que incluso los cambios de las diversas categorías de flujo del aire realizados para el período
sucesivos de tiempo pueden estar relacionados con las condiciones reinantes comprendido entre 1898 y 1947; algunos de los resultados de estos cálculos
en una fecha determinada (por ejemplo, es costumbre afirmar que al día 15 de aparecen en la figura 5.4. Una característica notable en ellos es la baja
julio, siguen 40 días de buen tiempo). Algunas de estas ideas son frecuencia del tipo del Oeste en primavera, que es la estación más seca en
completamente gratuitas, pero hay otras que contienen algo de verdad si se Inglaterra, así como también en el Norte de Francia, Alemania septentrional
examinan adecuadamente. y en los países que bordean el mar del Norte. El catálogo de Flohn y Hess se
La tendencia de que un tipo de tiempo se repita con cierta regularidad basa en una clasificación de las configuraciones del flujo del aire a gran
alrededor de una fecha determinada se conoce con el nombre de «singula- escala en la troposfera inferior (Grosswetterlagé) en Europa central,
propuesta originalmente por F. Baur.
Algunas de las singularidades más frecuentes en Europa son:

a) A mediados de junio se produce sobre las islas Británicas un aumento en la


frecuencia de los tipos de flujo del Oeste y del Noroeste. Estas invasiones de
aire marítimo afectan también a Europa central, por lo que este período se
designa a veces como el comienzo del «monzón de verano europeo».
β) Aproximadamente en la segunda semana de septiembre, Gran Bretaña y
también el resto de Europa sufren la influencia de una racha de tiempo
anticiclónico. Éste puede sin embargo, verse interrumpido por las
depresiones atlánticas, que dan lugar a numerosas tormentas en Inglaterra
hacia finales de septiembre, aunque tanto este país como el resto de Europa
gozan de un tiempo anticiclónico a finales de este mes y a comienzos de
octubre.
γ) El Oeste de Europa y también la parte occidental del Mediterráneo pasan
generalmente por un período lluvioso a finales del mes de octubre, mientras
que en Europa oriental el tiempo sigue generalmente siendo bueno.
δ) Los anticiclones vuelven a Inglaterra y a la mayor parte de Europa a
mediados de noviembre, dando lugar a nieblas y heladas.
Ε) A principios del mes de diciembre las depresiones atlánticas se trasladan
hacia el Este, produciendo un tiempo templado y húmedo en la mayor parte
de Europa.
Además de las singularidades mencionadas, pueden reconocerse también
ciertas tendencias estacionales principales; Lamb identificó para las islas Fig. 5.5
Británicas cinco «estaciones naturales» basándose en espacios de un Frecuencia de épocas de larga duración (25 días o más) de un tipo determinado de
determinado tipo que hubiesen durado 25 días o más durante el período flujo de aire en Gran Bretaña durante el período 189S-1947. El diagrama que re-
presenta todas las épocas de larga duración indica también la manera en que se ha
comprendido entre 1898 y 1947 (fig. 5.5). Dentro de la limitación que la dividido el año en «estaciones naturales-» (según Lamb, 1950).
consideración de un «año normal» supone, estas estaciones son:

a) Primavera-comienzos del verano (desde principios de abril hasta media- γ) Otoño (desde la segunda semana de septiembre hasta mediados de no-
dos de junio). Es ésta una época de tiempo variable durante la cual es poco viembre). También en este caso son frecuentes los períodos largos en la
frecuente encontrar varios días seguidos con el mismo tiempo. Los períodos mayor parte de los años; en la primera mitad son más frecuentes los de tipo
con flujo del Norte en la primera mitad del mes de mayo son su característica anticiclónico, mientras que en octubre y noviembre son más corrientes los del
más significativa, aunque existe una marcada tendencia a la presencia de tipo ciclónico y tormentoso."
anticiclones a finales de mayo y comienzos de junio. P) Pleno verano (desde δ) Comienzo del invierno (desde aproximadamente la tercera semana de
mediados de junio hasta comienzos de septiembre). Pueden presentarse noviembre hasta mediados de enero). Los períodos largos son menos
largas temporadas de diversos tipos de tiempo, variables según los años. Los frecuentes que en verano y otoño. Son generalmente del tipo de flujo del
flujos del Oeste y del Noroeste son los más corrientes y pueden combinarse Oeste y dan lugar a un tiempo templado y tormentoso.
tanto con los tipos ciclónicos como con los anticiclónicos. Sin embargo, son ε) Finales de invierno y comienzos de la primavera (desde aproximadamente
más frecuentes los períodos persistentes del tipo ciclónico que los del tipo la tercera semana de enero hasta finales de marzo). Los períodos largos
anticiclónico. pueden, en esta época del año, ser de muy diversos tipos, correspondiendo
algunos años al tiempo de pleno invierno, mientras que en otros se goza de
una primavera temprana desde finales del mes de febrero.
5. Anomalías sinópticas
La idea del clima que podemos forjarnos a través de la presión, el viento y el
flujo estacional típico es bastante incompleta. Algunas circulaciones se
producen sólo ocasionalmente y, sin embargo, por su tendencia a persistir
durante varias semanas o incluso durante meses son un elemento esencial del
clima.
Un importante ejemplo de esto lo constituyen las configuraciones de
«bloqueo». Tal como se hizo notar en el capítulo 3, F.2, la circulación zonal
en las latitudes medias se convierte a veces en una distribución celular. Este
fenómeno va corrientemente asociado a una bifurcación de la corriente en
chorro en dos ramas, una dirigida hacia las latitudes altas

Fig. 5.7
Anomalía de la temperatura media en superficie (°C) durante el bloqueo anticiclónico
de invierno en Escandinavia. Las zonas cuya temperatura excedió en 4°C a la normal
aparecen rayadas verticalmente y aquellas cuya temperatura que inferior en 4°C a la
normal aparecen rayadas oblicuamente (según Rex, 1950).

y otra hacia las bajas, y a la formación de una depresión desgajada de la


corriente principal («gota de aire frío», véase cap. 4, G.4) al sur de la célula
de altas presiones. Esto se conoce con el nombre de «anticiclón de bloqueo»,
puesto que impide el movimiento hacia el Este típico de las depresiones en el
flujo zonal. Una de las principales zonas de bloqueo son los países
escandinavos, especialmente en primavera. Las depresiones se ven forzadas
a moverse hacia el Nordeste, en dirección al mar de Noruega, o bien hacia el
Sudeste, en cuyo caso penetran en la parte meridional de Europa. Esta
Anomalías de la precipitación media, en tanto por ciento del promedio, durante el configuración, con un flujo del Este alrededor de los bordes meridionales del
bloqueo anticiclónico de invierno en Escandinavia. Las zonas de precipitación su- anticiclón, da lugar a un tiempo muy frío en la mayor parte de Europa
perior a la normal aparecen cuadriculadas y las de precipitación comprendida entre el septentrional. Así, por ejemplo, durante los
50 y el 100 % de la normal aparecen rayadas oblicuamente (según Rex, 1950).
meses de enero y febrero de 1947 el flujo del Este que llegó a Inglaterra desde diciembre de 1962 hasta febrero de 1963 la media fue de 0°C. También
como' consecuencia del bloqueo sobre Escandinavia dio lugar a un frío Europa central se vio afectada por estas corrientes de aire del Este, y las
intenso y a frecuentes nevadas. Entre el 22 de enero y el 22 de febrero los temperaturas que se registraron en el mes de enero unos 6°C inferiores a la
vientos soplaron casi siempre del Este, y las temperaturas, incluso las media.
diurnas, se aproximaron al punto de congelación. En algunos lugares de Gran
Bretaña nevó diariamente entre el 22 de enero y el 17 de marzo de 1947 y se
6. Influencia de la topografía
produjeron importantes tormentas de nieve cuando las depresiones atlánticas
ocluidas atravesaron lentamente el país. Otros meses de invierno notables por En diversas partes de Europa la topografía ejerce un marcado efecto sobre el
su rigurosidad, como, por ejemplo, enero de 1881, febrero de 1895 y enero de clima, no sólo en las zonas montañosas propiamente dichas, sino también en
1940, fueron consecuencia de anomalías de presión similares: la presión era los lugares adyacentes a ellas. Aparte de su evidente influencia en las
muy superior a la media en el Norte de las islas Británicas e inferior a ella en temperaturas, cantidades de precipitación y vientos, las principales masas
el Sur. montañosas afectan también al movimiento de los sistemas frontales. En las
En las figuras 5.6 y 5.7 se ilustran los efectos medios de estas situaciones cordilleras, el rozamiento con la superficie tiende a incrementar la pendiente
de bloqueo invernal sobre la parte noroccidental de Europa. Las cantidades de los frentes fríos y a disminuir la de los frentes cálidos, por lo que éstos se
de precipitación son superiores a las normales, principalmente en Islandia y ven frenados y aquéllos acelerados. Los efectos ciclogénicos de las cadenas
el Mediterráneo occidental, ya que las depresiones giran alrededor del montañosas en la producción de depresiones de sotavento se han estudiado
anticiclón de bloqueo siguiendo la trayectoria de las corrientes en chorro ya en el capítulo 4, G.1.
superiores. Sobre la mayor parte de Europa la precipitación fue inferior a la Los montes Escandinavos constituyen una de las barreras climáticas más
media. Esta configuración se repite de nuevo con el bloqueo de verano. Las significativas de Europa como consecuencia de su orientación respecto al
temperaturas invernales son superiores a la media en el Atlántico nororiental flujo del aire del Oeste. Las masas de aire marítimo se ven forzadas a
y las áreas terrestres contiguas, pero inferiores a la media la parte central y ascender sobre la zona montañosa produciendo cantidades totales de
oriental de Europa y en el Mediterráneo debido a las irrupciones de aire cP precipitación anual superiores a 250 cm en las montañas del Oeste de
procedente del Norte (fig. 5.7). Estas anomalías negativas de temperatura, Noruega, mientras que en su descenso por las laderas a sotavento da lugar a
junto con la corriente de aire fresco procedente del Norte, se producen en una fuerte disminución de estos totales. La parte superior de Gudbrandsdalen
verano sobre casi toda Europa y tan sólo la parte septentrional de y Osterdalen, a sotavento de los montes Jotunheim y Drove, reciben por
Escandinavia y el Atlántico nororiental gozan de temperaturas superiores a la término medio menos de 50 cm y en la provincia de Jamtland, en Suecia
media. central, en las proximidades de Ostersund, se registran valores semejantes a
A pesar de todas estas generalizaciones, la situación de bloqueo es de vital éstos.
importancia. Por ejemplo, en el verano de 1954 un anticiclón bloqueado que Las montañas pueden actuar también de manera inversa. Por ejemplo, el
atravesó la parte oriental de Europa y Escandinavia ocasionó el aire ártico procedente del mar de Barents se dirige en invierno hacia el Sur,
estancamiento de borrascas sobre las islas Británicas, con lo que el mes de en dirección al golfo de Botnia, generalmente cuando existe una depresión
agosto fue especialmente nebuloso y lluvioso, mientras que en 1955 el sobre Rusia septentrional, dando lugar a temperaturas muy bajas en Suecia y
bloqueo estaba centrado en el mar del Norte, con lo que se gozó de un verano Finlandia. La parte occidental de Noruega raras veces se ve afectada por este
de excepcional calor y buen tiempo. La sequía que se produjo en 1975-1976 proceso, puesto que la ola de frío queda bloqueada al este de las montañas.
en las Islas Británicas y en el continente europeo fue causada por un En consecuencia, existe' un intenso gradiente climático a través de los
persistente bloqueo sobre el noroeste de Europa. El bloqueo puede estar montes Escandinavos durante los meses de invierno.
situado también, aunque con menor frecuencia, sobre Islandia. Un notable Los Alpes constituyen un ejemplo bastante distinto de los efectos de la
ejemplo de este caso se produjo durante el invierno de 1962-63, cuando un topografía en el clima. En efecto, los Alpes, junto con los Pirineos y los
centro persistente de altas presiones situado al Sudeste de Islandia hizo que Balcanes, forman la barrera que separa la región de clima mediterráneo del
soplase sobre Gran Bretaña un flujo procedente del Norte y del Nordeste. Las resto de Europa.
temperaturas registradas en la parte central de Inglaterra durante aquel año La penetración de masas de aire cálido al norte de estas barreras es re-
fueron las más bajas desde 1740: lativamente poco frecuente y de escasa duración. Sin embargo, con -
determinadas configuraciones de presión, el aire procedente del Mediterráneo medio por las zonas llanas inmediatas. Sin embargo, en la mayor parte de los
y del Norte de Italia se ve forzado a atravesar los Alpes, perdiendo su países la red de estaciones que registran datos de lluvia es insuficiente para
humedad a causa de la precipitación que origina en las laderas meridionales detectar estas variaciones de pequeña escala.
de dicha cordillera. El calentamiento adiabático seco en la parte septentrional El efecto protector de las zonas elevadas hace que los totales de pre-
de las montañas puede elevar 5 o 6°C la temperatura en los valles superiores cipitación anual en las laderas de sotavento de los vientos predominantes
del Aar, del Rin y del Inn. En Insbruck hay aproximadamente 40 días de sean bajos. Así, por ejemplo, el valle inferior del Dee, situado a sotavento de
viento Föhn al año, con un máximo en primavera, que pueden hacer que se las montañas del Norte de Gales, recibe menos de 75 cm de precipitación
funda rápidamente la nieve creando el riesgo de avalanchas. Cuando el flujo anual, valor muy bajo si se compara con los 250 cm que se registran como
que atraviesa los Alpes tiene una componente Norte, pueden producirse Föhn mínimo en Snowdonia.
en el Norte de Italia, aunque sus efectos son generalmente menos La complejidad de los diversos factores que afectan a la precipitación en
pronunciados. Gran Bretaña aparece reflejada en el hecho de que existe una estrecha
Un examen más detallado del clima de las zonas montañosas, con especial correlación entre los totales anuales registrados en el Noroeste de Escocia,
referencia a Gran Bretaña, nos servirá para ilustrar algunos de los diversos los del Distrito del Lago y los del Oeste de Noruega, regiones que se ven
efectos de la altura. La precipitación anual media en las costas occidentales afectadas directamente por las depresiones atlánticas. Al mismo tiempo,
situadas a nivel del mar es aproximadamente de 114 cm, mientras que en los existe una relación inversa entre los totales anuales recibidos en los
montes del Oeste de Escocia las medias del Distrito de los Lagos y las de Highlands occidentales y en la tierra baja de Aberdeenshire, que dista de
Gales son superiores a los 380 cm anuales. La cantidad máxima de ellos menos de 240 km. La precipitación anual en esta zona está más
precipitación anual registrada en 1954 fue de 635 cm el Sprinkling Tarn, estrechamente relacionada con la de aquélla que con la de las tierras bajas del
Cumberland, y 145 cm cayeron en un solo mes (octubre de 1909), justo al este Este de Inglaterra. En esencia, las islas Británicas constituyen dos unidades
de la cumbre del monte Snowdown. El número anual de días de lluvia (días climáticas principales en lo que respecta a la precipitación: existe en primer
con precipitación mínima de 0,25 mm) aumenta desde unos 165 días al lugar una zona «atlántica», con un máximo estacional en invierno, y en
Sudeste de Inglaterra y en la costa meridional hasta 230 días en el Noroeste de segundo lugar, los distritos centrales y orientales, que presentan grandes
Gran Bretaña. La influencia de la altura en el aumento de la frecuencia de los afinidades con el «continente», traducidas en la forma de un verano poco
días de lluvia es escasa en las montañas del Noroeste, por lo que la marcado en la mayoría de los años. En otras zonas, como por ejemplo, el
precipitación media por día de lluvia aumenta bruscamente desde 0,5 cm a Este de Irlanda y Escocia, el Nordeste de Inglaterra y la mayor parte de los
nivel del mar en el Oeste y Noroeste hasta más de 1,3 cm en los Highlands condados del interior de Inglaterra y de la frontera de Gales, las lluvias son
occidentales en el Distrito de los Lagos y Snowdonia. Esto nos demuestra generalmente frecuentes en la segunda mitad del año.
que, en estas zonas, la «precipitación orográfica» se debe principalmente a Las nevadas constituyen también una medida de los efectos de la altura
una intensificación de los procesos normales que desencadenan la en el clima. En las cercanías del nivel del mar, el número de días en que se
precipitación y no a un proceso de tipo especial. Por consiguiente, resulta más registra precipitación en forma de nieve es aproximadamente de 5 en el
apropiado reconocer que existe una componente orográfica de la Sudoeste de Inglaterra, 15 en el Sudeste y 35 en el Norte de Escocia. Entre 60
precipitación, que hace que aumente la cantidad de lluvia asociada a las y 300 m esta frecuencia aumenta aproximadamente 1 día por cada 15 m de
depresiones frontales y a las corrientes de aire inestable (véase cap. 2, 1.2). elevación e incluso con mayor rapidez en las zonas más altas. Las cifras
Incluso las colinas de escasa altura, como los Chilterns y South Downs, aproximadas para Gran Bretaña son 60 días a 600 m y 90 días a 900 m. El
ocasionan un incremento de la precipitación; la cantidad de lluvia anual que número de mañanas en que aparece el suelo nevado (más de la mitad del
reciben excede en 12 o 13 cm a la recibida por las tierras llanas que las rodean. suelo cubierto) está estrechamente relacionado con la temperatura media y,
De hecho, estudios realizados en Suecia con todo detalle demuestran que las por consiguiente, con la altura. Las cifras medias oscilan entre 5 días por año
colinas cubiertas de bosque que se elevan tan sólo de 30 a 50 m por encima de o menos en el Sur de Inglaterra e Irlanda, hasta 30 y 50 días en los Peninos y
las llanuras circundantes pueden ocasionar que las cantidades de precipitación más de 100 días en los montes Grampianos. En esta última zona (en los
durante períodos de tiempo ciclónico se vean aumentadas de un 50 a 80 % en Cairngorms), así como en el Ben Nevis, existen varias zonas de nieves
comparación con la recibida por término semipermanentes a unos 1160 m de altura,
y se estima que la línea teórica de la nieve por encima de la cual existe 1. Sistemas de presión
acumulación neta de nieve se encuentra en Escocia a 1620 m.
La variación estacional de los gradientes en las zonas montañosas se La principal característica del mapa de isóbaras de la troposfera media es la
mencionó ya en el capítulo 1, I. Existen también marcadas diferencias presencia de una intensa vaguada sobre la parte oriental de América del
geográficas incluso en las islas Británicas. Una medida de estas variaciones Norte, tanto en verano como en invierno (véase fig. 3.18). Existe una teoría
la constituye la duración de la «época de crecimiento» de las plantas. Pueden que afirma que es ésta una vaguada de sotavento ocasionada por el efecto de
emplearse los datos meteorológicos para determinar un índice de crecimiento las cordilleras occidentales en los vientos superiores del Oeste, pero es
máximo, contando el número de días en los que la temperatura media excede indudable que, por lo menos en invierno, uno de los factores principales del
a un valor predeterminado (que es generalmente de 6°C). A lo largo de las clima americano lo constituye la zona fuertemente baroclínica situada a lo
costas del Sudoeste de Inglaterra, la «época de crecimiento», calculada por largo de la costa oriental del continente. Como consecuencia de esta
este método, es de casi 365 días al año, disminuyendo unos 9 días por cada 30 configuración, los ciclones tienden a moverse en dirección Sudeste sobre el
m de elevación, mientras que en el Norte de Inglaterra y Escocia disminuye Medio Oeste, arrastrando hacia el Sur el aire polar continental, mientras que
sólo 5 días por cada 30 m de elevación desde 250-270 días a nivel del mar. En en la costa atlántica la trayectoria de los ciclones sigue la dirección Nordeste.
los climas continentales, este descenso con la altura puede incluso ser más Es evidente que la configuración observada en determinados meses puede
gradual; así, por ejemplo, en Europa central y Nueva Inglaterra, es de apartarse considerablemente de este modelo general y que estas desviaciones
aproximadamente 2 días por cada 30 m. pueden influir de manera notable en el tiempo de diversos lugares del
continente. De hecho, esta relación constituye la base de las predicciones
mensuales que realiza la Oficina Meteorológica de Estados Unidos. Así por
B. AMÉRICA DEL NORTE ejemplo, si la vaguada es más pronunciada de lo habitual, la temperatura
puede ser considerablemente inferior a la media en en Centro, Sur y Este de
El continente norteamericano tiene una extensión de casi sesenta grados de Estados Unidos, mientras que, si la vaguada es débil, el flujo de aire del Oeste
latitud, por lo que no es de extrañar que presente una gran diversidad de es más intenso, lo que se traduce en una menor probabilidad de irrupciones de
climas. A diferencia de Europa, su costa occidental está protegida por las las masas de aire polar. Algunas veces, la vaguada se traslada hacia la mitad
cadenas montañosas del Pacífico, que se elevan hasta más de 2750 m y que occidental del continente invirtiendo la configuración normal del tiempo,
interrumpen el paso de las depresiones de los vientos del Oeste de las puesto que la corriente de aire del Noroeste en altura puede hacer que el
latitudes medias, impidiendo que el mar ejerza su influjo tierra adentro. En el tiempo en el Oeste sea frío y seco, mientras que en el Este es templado, por la
interior del continente no existen obstáculos importantes para el movimiento acción del flujo superior del Sudoeste. Las cantidades de precipitación
del aire, y la ausencia de barreras en dirección Este-Oeste permite que todas dependen también de la trayectoria de las borrascas; si la vaguada superior se
las masas de aire, desde las árticas hasta las del golfo de México, barran las encuentra alejada hacia el Oeste, se forman delante de ella varias depresiones
tierras del interior, dando lugar a condiciones extremas de tiempo y clima. La (véase cap. 4, E) en el Sur de la parte central de Estados Unidos, los cuales se
influencia del mar en la parte oriental se ve limitada en gran manera por el dirigen hacia el Nordeste a través del bajo San Lorenzo, dando lugar a una
hecho de que los vientos prevalentes son del Oeste, y el régimen de precipitación mayor que la habitual en aquellas zonas y menor a lo largo de la
temperaturas es, por tanto, continental. Sin embargo, el golfo de México es costa atlántica.
una de las principales fuentes de humedad que ocasiona precipitaciones sobre Las principales características del mapa isobárico de superficie corres-
toda la mitad oriental de Estados Unidos, por lo que los regímenes de lluvia pondiente al mes de enero (véase fig. 3.23A) son la extensión del anticiclón
son allí distintos de los que se encuentran en el Este de Asia. subtropical (conocido con el nombre de anticiclón de la Gran Cuenca) sobre
Consideraremos en primer lugar las principales características de la la parte sudoccidental de Estados Unidos, por una parte, y, por otra, el
circulación atmosférica sobre este continente. anticiclón polar separado del distrito de Mackenzie, en el Canadá. La presión
media es baja tanto en la costa oriental como en la occidental de las altas
latitudes medias, donde los manantiales oceánicos de calor
dan lugar indirectamente a las borrascas (medias) de Islandia y de las
Aleutianas. Es interesante poner de relieve que, por término medio, diciembre
es el mes del año en que la frecuencia de anticiclones en la región de la Gran
Cuenca es la máxima de todo el hemisferio norte (para cualquier mes del año)
mientras que en el golfo de Alaska es máximo el número de borrascas.
Considerada en conjunto, la costa del Pacífico tiene una actividad ciclónica
más frecuente en invierno, al igual que la región de los Grandes Lagos,
mientras que en las Grandes Praderas el máximo se produce en primavera y
comienzos del verano. Es importante señalar que la frecuencia de ciclogénesis
en la Gran Cuenca es, durante el mes de junio, mayor que en cualquier otro
lugar del hemisferio norte, en cualquier mes del año. En verano, el
calentamiento sobre esta zona contribuye a mantener una célula de bajas
presiones débil y casi permanente, que ofrece un marcado contraste con el casi
continuo cinturón subtropical de altas presiones en la troposfera media (fig.
3.18). El calentamiento de los continentes contribuye también indirectamente
a la división de la borrasca de Islandia, que forma un centro secundario sobre
la parte nororiental del Canadá. La circulación en la costa occidental está
dominada por el anticiclón del Pacífico, mientras que el sudoeste de Estados
Unidos se ve afectado por el anticiclón subtropical del Atlántico.
En términos generales podemos decir que existen en invierno sobre el
continente tres trayectorias principales de las depresiones (véase figura 4.16).
Uno de los grupos se mueve desde el Oeste siguiendo una trayectoria más o
menos zonal, situada a 45°-50°N, mientras que otro se inclina hacia el Sur,
cubriendo la parte central de Estados Unidos y dirigiéndose luego hacia el
Nordeste en dirección a Nueva Inglaterra y el golfo de San Lorenzo. Algunas
de estas borrascas se originan sobre el Pacífico, atraviesan las cordilleras que Fig. 5.8
bordean la costa occidental en forma de vaguada de las capas superiores y Ejemplo sinóptico de las depresiones asociadas a las zonas trifrontales en América del Norte
vuelven a desarrollarse en las laderas de sotavento de dichas montañas. correspondiente al 29 de mayo de 1963 (basado en mapas del Edmonton Analysis Office y del
Alberta es una zona notable por sufrir las influencias de este proceso, así como Daily Weather Report).
también por su ciclo-génesis primaria, puesto que la zona ártica se encuentra
en invierno sobre la parte Noroeste del Canadá. Esta zona frontal lleva consigo
aire mA muy modificado, procedente del golfo de Alaska, y también aire frío mueven en dirección Nordeste hacia los Grandes Lagos y las que se desarro-
y seco cA (o cP). Las borrascas pertenecientes al tercer grupo se forman a lo llan sobre Texas siguen una trayectoria más o menos paralela a la anterior,
largo de la zona frontal polar principal, que se encuentra en invierno sobre el aunque algo desplazada al Sur y al Este, hacia Nueva Inglaterra. Entre el
océano a la altura de la costa oriental de Estados Unidos, y se mueven en frente ártico y el polar, los meteorólogos canadienses distinguen una tercera
dirección Nordeste hacia Terranova. Algunas veces esta zona frontal se zona frontal. Esta zona frontal marítima (ártica) está presente cuando se
encuentra sobre el continente a unos 35°N y está constituida por aire mT interaccionan masas de aire mA y mP (o mPc y mPw), a lo largo de su límite
procedente del golfo de México y aire cP procedente del Norte, o bien por aire común. Este modelo trifrontal (es decir, en el que intervienen cuatro masas
mP modificado, procedente del Pacífico. Las borrascas frontales polares que de aire) permite realizar un análisis detallado de la estructura baroclínica de
se forman sobre el Colorado se - las depresiones sobre el continente americano utilizando mapas del tiempo
sinópticos y cortes verticales de la atmósfera. La figura 5.8 ilustra las tres
zonas frontales y las depresiones
hacia el Norte. Las principales se mueven sobre la bahía de Hudson y el
Labrador-Ungava o siguiendo el curso del río San Lorenzo. Están asociadas
principalmente a una zona frontal marítima no muy bien definida. La zona
frontal ártica se encuentra situada generalmente a lo largo de la costa de
Alaska, donde existe un fuerte gradiente de temperatura entre la tierra
desnuda y el frío Océano Glacial Ártico y el casquete de hielo. Más hacia el
Este, la situación del frente varía considerablemente de un día para otro y a lo
largo de distintos años. A grandes rasgos, puede decirse que se encuentra
generalmente en las proximidades de Keewatin septentrional y el estrecho de
Hudson, aunque un estudio de las temperaturas de la masa de aire y de las
regiones de confluencia de las corrientes sugiere que en julio se encuentra
sobre Keewatin, más hacia el Sur, una zona frontal ártica, cuya posición
media (fig. 5.9) está íntimamente relacionada con el límite de los bosques y
tundras boreales. Es indudable que esta dependencia refleja la importancia del
dominio de la masa de aire ártica para las temperaturas estivales y por tanto
para las posibilidades de crecimiento de los árboles, pero es necesaria una
investigación más detallada para determinar con precisión la naturaleza de las
relaciones entre los sistemas atmosféricos y los límites de crecimiento de la
vegetación.
Al igual que en Europa, se observan en América del Norte algunas
singularidades de la circulación (cap. 5, A.4). Entre ellas, han despertado
considerable interés por su importancia las tres siguientes: (I) el comienzo de
la primavera a finales de marzo; (II) el salto estival de las altas presiones a
finales de junio, y (III) el verano indio a finales de septiembre (y finales de
octubre).
La llegada de la primavera está marcada por diferentes respuestas
climáticas en diversas partes del continente. Así por ejemplo, en California, la
precipitación desciende bruscamente de marzo a abril, a causa de la extensión
del anticiclón del Pacífico, mientras que en el Oeste medio aumenta (fig.
5.10A), como consecuencia de una ciclogénesis más frecuente en Alberta y
Colorado y la expansión hacia el norte y sobre el medio oeste del aire tropical
Fig. 5.9 marítimo procedente del Golfo de México. Estos cambios corresponden a un
Regiones de América del Norte situadas al este de las Montañas Rocosas y dominadas reajuste hemisférico de la circulación, puesto que a comienzos de abril, la
por diversos tipos de masas de aire en el mes de julio, durante más del 50 % y el 75 % borrasca de las Aleutianas, que entre septiembre y mayo está situada
del tiempo (según Bryson, 1966). Las líneas de frecuencia del 50 % corresponden a las aproximadamente a 55°N y 165°W, se divide en dos, con un centro sobre el
posiciones frontales medias.
Golfo de Alaska y otro sobre Manchuria septentrional. Esto representa un
descenso del índice zonal (capítulo 3, F.2).
a ellas asociadas para el día 29 de mayo de 1963. Siguiendo el meridiano de A finales de junio se produce un rápido desplazamiento hacia el norte de
95°0, desde 60°N a 40°N, las temperaturas del punto de rocío registradas en los anticiclones subtropicales del hemisferio septentrional. En América del
las cuatro masas de aire fueron: — S°C, 1°C, 4°C y 13°C;, Norte, este desplazamiento desvía hacia el Norte el curso de las
En verano, las depresiones de la costa oriental son menos frecuentes y las
trayectorias que recorren sobre el continente están algo desviadas
2. Clima templado de la costa y la cordillera occidentales

La circulación oceánica del Pacífico septentrional guarda una estrecha


semejanza con la del Atlántico Norte. La corriente de Kuro-Sivo que se
origina en el Japón es impelida por los vientos del Oeste hacia la costa
occidental de América del Norte, donde actúa como una corriente cálida entre
los 40° y los 60°N. Sin embargo, las temperaturas de la superficie del mar son
algo inferiores a las de las correspondientes latitudes de Europa occidental,
debido a que la cantidad de agua es menor. También en contraste con lo que
ocurre en el mar de Noruega, la forma de la línea de la costa de Alaska impide
la extensión de la corriente hacia latitudes más altas (véase fig. 3.36).
Las cordilleras que bordean la costa del Pacífico restringen altamente la
influencia del océano tierra adentro, por lo que no existen en América
extensas zonas de clima marítimo templado, como encontramos al Oeste de
Fig. 5.10
Europa. Las principales características de este clima se asemejan a las de las
Variaciones de la precipitación entre marzo y abril (izquierda) y entre junio y julio (derecha), en montañas costeras de Noruega y a las de Nueva Zelanda y del Sur de Chile,
tanto por ciento del total anual medio, correspondientes a la parte central y occidental de los situadas en el cinturón de los vientos del Oeste del hemisferio sur. Los
Estados Unidos (según Bryson y Larkey, 1958). factores topográficos hacen que el tiempo y el clima de dichas zonas sean
altamente variables en distancias relativamente cortas, tanto en sentido
borrascas y en consecuencia, en las Grandes Praderas septentrionales, parte vertical como horizontal, por lo que sólo merecen destacarse algunas
de Idaho y este de Oregon, la precipitación de julio es considerablemente particularidades de los mismos.
inferior a la de junio (fig. 5.10 B). Inversamente, el flujo anticiclónico del De manera bastante regular las lluvias son más intensas en las laderas de
sudoeste, que afecta a Arizona en junio, es reemplazado por aire procedente barlovento y menos intensas en las de sotavento de la cordillera que se
del Golfo de California y se producen en consecuencia las lluvias de verano extiende de Noroeste a Sudeste de la costa; hacia el interior, las lluvias
(fig. 5.10) (véase cap. 5, D.2). Bryson y Lahey han sugerido la posibilidad de disminuyen también de manera bastante regular. La Cadena Costera de la
que estos cambios en la circulación que tienen lugar a finales de junio estén Columbia Británica recibe precipitaciones cuyos totales medios anuales son
relacionados con la desaparición de la capa de nieve en la tundra ártica. En superiores 3 250 cm, pudiendo alcanzar hasta 500 cm en las zonas más
efecto, cuando se funde la nieve, el albedo de la superficie desciende húmedas, en contraste con la cumbre de las montañas Rocosas, en las que la
bruscamente de un 75 % a un 15 %, con los consiguientes cambios en las precipitación es de 125 cm o menos, aunque en la parte de sotavento de la isla
componentes del balance calorífico y por tanto en la circulación atmosférica. de Vancouver la cantidad media recibida en Victoria es tan sólo de 70 cm. En
La actividad de los frentes hace que la primera mitad de septiembre sea un analogía con el régimen oceánico de los vientos del Oeste del Noroeste de
período de lluvias en la parte septentrional de los estados del oeste medio de Europa, existe un máximo de precipitación en invierno a lo largo del litoral,
Iowa, Minnesota y Wisconsin, pero después del vigésimo día del mes que se extiende también hasta la sierra de las Cascadas (en Washington) y la
vuelven de nuevo los anticiclones y el flujo de aire cálido procedente del seco Cadena Costera (en Columbia Británica), aunque los veranos son secos
sudoeste origina buen tiempo (el llamado verano indio). Significativamente, debido al fuerte anticiclón del Pacífico septentrional. El régimen
el valor del índice zonal hemisférico aumenta a finales de septiembre. Este pluviométrico en el interior de la Columbia Británica es intermedio entre el
tiempo de carácter anticiclónico tiene una segunda fase en la última mitad de de la región costera y el de la parte central de América del Norte, donde existe
octubre, pero entonces tienen lugar irrupciones de aire polar. El tiempo es un claro máximo en verano (fig. 5.11), aunque en Kamloops, en el valle de
generalmente frío y seco, aunque si se producen precipitaciones, existe una Thompson (precipitación media anual igual a 25 cm), puede apreciarse un
probabilidad alta de que sean en forma de nieve. ligero máximo estival, asociado a precipitaciones de tipo tormentoso. En
general, los -
2900 m en la parte este de la Cadena Costera. En el interior esta elevación
aumenta desde 2300 m en las laderas occidentales de las montañas de
Columbia hasta 3100 en la cara oriental de las montañas Rocosas. Esta
tendencia refleja la distribución de lluvias a que nos hemos referido
anteriormente.
Debemos mencionar finalmente las grandes variaciones diurnas que
afectan a los valles de estas cordilleras. Los fuertes cambios de temperatura
(especialmente en verano) y de la dirección del viento que tienen lugar de un
día a otro son típicos de los climas de montaña y su efecto se superpone al de
las características climáticas generales de esta zona. El drenaje de aire frío da
lugar a mínimas considerablemente bajas en los valles y cuencas de las
montañas. Así por ejemplo, en Princeton (Columbia Británica, altura 695 m),
donde la mínima diaria media es en enero de — 14°C, se ha registrado una
mínima absoluta de — 45°C. En algunos casos, esto produce una inversión
del gradiente: Golden, en las montañas Rocosas, tiene una media en enero de
— 12°C, mientras que en Glacier (1248 m), situado 460 m por encima, la
media es de — 10°C.

3. Interior y parte oriental de América del Norte


La parte central de América del Norte posee el clima típico del interior de los
FIG. 5.11 continentes de las latitudes medias, con veranos calurosos e inviernos fríos
Gráficos de precipitación correspondientes a estaciones situadas en el Canadá occidental. (véase fig. 5.13), aunque el tiempo está sujeto en invierno a una considerable
Las porciones rayadas indican precipitación en forma de nieve, expresada en variabilidad. Este hecho se debe al intenso gradiente de temperatura existente
equivalente en agua. entre el golfo de México y las llanuras cubiertas de nieve del Norte, así como
también a derivas de las configuraciones de ondas superiores y las corrientes
en chorro de las capas superiores de la atmósfera. La actividad ciclónica es en
valles protegidos del interior registran una precipitación anual inferior a 50 cm,
invierno mucho más pronunciada sobre la parte central y oriental de América
y en los años más secos algunas localidades han recogido tan sólo 15 cm. Por
del Norte que en Asia, que aparece dominada por el anticiclón de Siberia
encima de los 1000 m, gran parte de la precipitación tiene lugar en forma de
(véase fig. 4.16), por lo que no existe en aquélla ningún tipo climático con un
nieve (fig. 5.11) y en la Columbia Británica, Washington y Oregon se han
mínimo de precipitación en invierno.
registrado algunos de los máximos mundiales de espesor de la nieve. Así por
El régimen general de temperaturas en invierno y en verano aparece
ejemplo, la precipitación recogida en la cordillera de la Cascada, a una altura de
ilustrado en la figura 5.12, que representa la frecuencia con que las lecturas de
aproximadamente 1500 metros, oscila entre 1000 y 1500 cm, e incluso en zonas
la temperatura realizadas a intervalos de una hora sobrepasan o no alcanzan
tan interiores como los Montes Selkirk los totales son considerables. En Glacier
ciertos límites. Las dos características principales de estos cuatro mapas son:
(Columbia Británica, altura 1200 m), la precipitación media en forma de nieve
a) el predominio de un gradiente de temperatura dirigido hacia el Sur, lejos de
es de 990 cm, representando esta cifra casi el 70 % de la precipitación anual
las costas, y b) la continentalidad de las zonas interior y oriental, en
(figura 5.11). En cambio, cerca del nivel del mar en la costa exterior, se
comparación con el carácter fuertemente «marítimo» de la costa occidental.
producen muy pocas precipitaciones en forma de nieve (por ejemplo, en
En los mapas correspondientes al mes de julio resultan evidentes otras
Estevan Point). Se estima que la línea climática de nieve se eleva desde unos
influencias, a las que nos referiremos más adelante.
1600 m en la parte occidental de la isla de Vancouver hasta
a. Influencias del continente y del océano. La costa de Labrador se encuentra
bañada por las aguas de una corriente fría, análoga a la de Oya Sivo de Asia
oriental, pero, tanto en un caso como en otro, los vientos del Oeste limitan toda su
posible influencia en el clima. La corriente de Labrador transporta bloques de
hielo, que alcanzan las costas de Labrador y Terranova y que perduran hasta el
mes de junio, y da temperaturas veraniegas muy bajas a lo largo de la costa de
Labrador (fig. 5.12 C). Sin embargo, el número de veces que se registran
temperaturas por debajo de cero en esta zona durante el mes de enero es menor
del que cabría esperar, pero esto se debe a. la llegada de algunas depresiones al
estrecho de Davis, que transportan hacia el Norte aire atlántico. La corriente de
Labrador interviene principalmente en la formación de Nieblas. En las
proximidades de la costa de Terranova, allí donde se encuentran la corriente del
Golfo y la del Labrador, son frecuentes las nieblas de advección en los meses
comprendidos entre mayo y agosto. El aire cálido y húmedo procedente del Sur se
enfría rápidamente sobre las aguas frías de la corriente de Labrador y, si soplan
vientos ligeros y estacionarios, estas nieblas pueden persistir durante varios días,
haciendo muy difícil la navegación. Las costas orientadas al Sur se ven espe-
cialmente afectadas por esta clase de nieblas; así, por ejemplo, en el cabo Race
(Terranova), hay por término medio 158 días al año con niebla (visibilidad
inferior a 1 km) en algunas horas del día. Estas nieblas son mucho más frecuentes
en verano, como lo indican las cifras correspondientes a cabo Race; para
determinados meses del año: mayo -18 (días), junio-18, julio-24, agosto-21 y
septiembre-15.
La influencia del océano en la costa atlántica de los Estados Unidos es muy FIG. 5.13
La continentalidad en América del Norte según el índice de Conrad (modificado según
escasa y aunque las temperaturas mínimas son algo más suaves en las estaciones Trewartha, 1961).
costeras, este hecho apenas si se evidencia en los mapas generalizados, tal como
el que aparece en la figura 5.12. Algo más significativo es lo que ocurre en las
mismo tiempo de humedad, lo que ocasiona abundante precipitación en forma
proximidades de la bahía de Hudson y de los Grandes Lagos. Durante el verano,
de nieve en la parte occidental de Ungava (véase el gráfico correspondiente a
la bahía de Hudson permanece muy fría, con temperaturas entre 7 y 9°C
Port Harrison, fig. 5.16). A principios de enero, la bahía se encuentra helada
aproximadamente, y esto hace que disminuyan también las temperaturas en sus
casi en su totalidad, por lo que no se evidencian sus efectos. Los Grandes
orillas, especialmente en la oriental (figs. 5,12 C y D). Por ejemplo, las medias
Lagos tienen una influencia muy similar a la descrita sobre las tierras que los
correspondientes a julio son 12°C en Churchill (59° N) y 8°C en Port Harrison
rodean. Son notables las fuertes nevadas que registran en invierno en sus
(58° N), situadas respectivamente en las orillas occidental y oriental, valores
orillas oriental y meridional. Además de contribuir a aumentar la humedad de
bajos comparados con los 13°C que se registran en Aklavik (68° N), situada en
las corrientes de aire frío cA y cP procedentes del Noroeste, el agua de los
el delta del Mackenzie. La influencia de la bahía de Hudson resulta aún más
lagos constituye a comienzos del invierno una fuente de calor, que produce
sorprendente a comienzos de invierno, cuando la tierra está cubierta de nieve. Las
una vaguada de bajas presiones, siendo la convergencia que ésta origina la
corrientes de aire que, procedentes del Oeste, atraviesan durante el mes de
causa del incremento de las nevadas. Existe todavía un factor adicional, que es
noviembre estas aguas, sufren un calentamiento de unos 11°C aproximadamente,
la convergencia ocasionada por el rozamiento y el ascenso orográfico del aire
cargándose al
en la orilla. La precipitación media que anualmente se registra en forma de
nieve es superior a 250 cm en gran parte de las orillas orientales del
lago Hurón y de la bahía Georgian, las orillas sudorientales del lago Ontario y
en la nororiental del lago Superior, así como también en la orilla meridional
de este lago en la zona situada al este 90° 30' O. Se han llegado a recoger
cantidades tales como 114 cm en un solo día en Watertown, Nueva York, y
894 cm durante todo el invierno de 1946-47 en las proximidades de Bennetts
Bridge, situadas ambas en el borde oriental del lago Ontario. Es muy
frecuente que en las ciudades situadas dentro de este cinturón de intensas
nevadas, el transporte se vea interrumpido completamente durante las
tormentas fuertes. Los Grandes Lagos ejercen también un importante efecto
moderador durante los meses de invierno, haciendo que, en las localidades
situadas a sus orillas, las temperaturas diarias mínimas sean de 2° a 4° más
elevadas que las de las localidades del interior. A mediados de diciembre los
60 m superiores del lago Erie tienen una temperatura uniforme de 5°C.
En la figura 5.13 puede apreciarse la variación estacional de la tem-
peratura; se representa en ella la continentalidad (fc), basándose en la
fórmula de Conrad:

donde A representa la oscilación anual de temperaturas en grados centígrados


y φ es la latitud. Los resultados obtenidos con esta fórmula en las latitudes
medias y altas son comparables a los obtenidos con el método de Gorczynski
(véase cap. 5, A.2); en cualquiera de estas dos expresiones empíricas, tan sólo
la magnitud relativa de k resulta de interés para nosotros. Los valores más
elevados corresponden a una franja situada a lo largo del meridiano de 100°
O y a algunos centros subsidiarios de la meseta de los Lagos, situada en el
centro de Labrador-Ungava y de las altas mesetas de Colorado y Utah. El
carácter «marítimo» de la costa del Pacífico es más acusado, aunque su
influencia penetre poco tierra adentro, mientras que en la costa oriental la
continentalidad es relativamente alta. En el mapa citado se ilustran también Fio. 5.14
los efectos moderadores de los Grandes Lagos. Temperaturas medias y extremas registradas en Medicine Hat, Alberto.

b. Períodos cálidos y fríos. Existen dos tipos de situaciones sinópticas que


revisten singular importancia por sus efectos sobre la temperatura en el heladas. Las olas de frío se definen arbitrariamente como un descenso de
interior de América del Norte. Una es la «ola de frío» ocasionada por la temperatura de por lo menos 11°C en 24 horas en gran parte de Estados
irrupción de aire cP procedente del Norte, que en invierno penetra Unidos (9°C en California, Florida y la costa del golfo de México), hasta un
regularmente en el interior de la parte central y oriental de Estados Unidos límite que se determina según la estación y situación. El criterio para
afectando ocasionalmente incluso a la costa del golfo de México (fig. 5.11 invierno oscila entre 0°C en California, Florida y la costa del golfo de
A), con el consiguiente perjuicio de las cosechas sensibles a las México y -18°C sobre las Grandes Llanuras septentrionales y los Estados
del nordeste. Las olas de frío se producen normalmente durante el proceso
de formación de un anticiclón cuyo eje mayor está orientado de norte a sur
en la parte posterior de un frente frío. El aire polar da lugar
a un tiempo claro y seco con vientos fuertes y fríos, aunque si éstos siguen a
una nevada, pueden levantar la fina nieve en polvo, ocasionándose ventiscas,
que son bastante frecuentes en las llanuras septentrionales.
Otro tipo de cambio brusco de temperatura es el asociado a los vientos
«chinook», que se originan en las laderas de sotavento de las montañas
Rocosas (véase cap. 3, C.2). El chinook es particularmente cálido y seco, ya
que el aire procedente del Pacífico, una vez perdida su humedad al atravesar
las montañas, desciende la vertiente oriental y se calienta según el gradiente
adiabático seco. El chinook da lugar a temperaturas bastante superiores a las
normales, por lo que es frecuente que se funda rápidamente la nieve. De
hecho, «chinook» es una palabra india que significa «comedor de nieve». Se
han observado alzas en la temperatura de hasta 22°C en cinco minutos. Estos
períodos cálidos aparecen reflejados en las máximas invernales, que son
extremadamente altas, como ocurre, por ejemplo, en Medicine Hat (fig.
5.14). En Canadá puede observarse el efecto del chinook hasta en la parte
sudoccidental de Saskatchewan, situado a considerable distancia de las
montañas Rocosas, pero en Colorado su influencia se deja sentir raramente
más allá de 50 km de las primeras estribaciones de la cordillera. Aún no se ha
establecido ninguna definición adecuada del chinook, pero, utilizando un
criterio arbitrario de días de invierno con una temperatura máxima de por lo
menos 4,4°C, R. W. Longley ha demostrado que en la zona de Lethbridge se
producen Chinook el 40 % de los días durante los meses de diciembre, enero
y febrero. Sin embargo, puesto que el fenómeno se produce como
consecuencia de un determinado tipo de flujo de aire, es evidente que en
futuras definiciones deberían considerarse ciertas características del viento.
Las condiciones que dan origen al chinook se desarrollan generalmente
en una corriente de aire del Pacífico que está reemplazando a un anticiclón de
invierno sobre las altas llanuras occidentales. Algunas veces el chinook
descendente no consigue desalojar al aire frío cP del anticiclón y se forma
una marcada inversión, pero en otros casos el límite que separa las dos masas
de aire puede llegar al suelo en algunos lugares y, por ejemplo, los suburbios
occidentales de Calgary pueden registrar temperaturas superiores a los 0°C,
mientras que los orientales están a menos de -15°C.
FIG. 5.15
Precipitación anual media (en pulgadas) en América del Norte (según Brooks y
c. Precipitación y balance de vapor de agua. En la distribución de pre- Connor, Kendrew y Thomas).
cipitación anual puede apreciarse el efecto de la longitud geográfica, aunque
también es considerable la influencia de la topografía. La isoyeta de 51 cm de
precipitación anual en Estados Unidos sigue aproximadamente la línea del montañas Rocosas se encuentra un extenso cinturón de zonas secas. En el
meridiano de 100° O (fig. 5.15), y al oeste de las Sudoeste los totales de precipitación exceden de 127 cm, y 100 cm o más
corresponden a puntos de la costa atlántica tan alejados como New Brunswick
y Terranova.
La mayor parte de la precipitación que recibe América del Norte
correspondientes a la zona subtropical. Al este de las montañas Rocosas
podemos distinguir cuatro tipos principales de regímenes de las latitudes
medias:
a) En gran parte del interior del continente (por ejemplo, en Rapid City) se
encuentra un máximo en la estación cálida. En un extenso cinturón
comprendido entre Nuevo México y las Praderas, más del 40 % de la
precipitación se recoge durante los meses de verano. En Nuevo México, la
lluvia es debida principalmente a las tormentas de finales de verano, pero en
las Grandes Llanuras del Centro y del Norte, la época más húmeda del año
corresponde a los meses de mayo y junio, debido a la mayor actividad
ciclónica que se registra en esta época. Los inviernos son bastante secos
sobre las Llanuras, pero es interesante el mecanismo de las fuertes nevadas
que se registran ocasionalmente: se producen en las Llanuras del noroeste
cuando una corriente de aire del Este asciende una ladera, generalmente en
un surco de altas presiones. Más al Norte, en el Canadá, el máximo se
produce generalmente a finales de verano o en otoño, cuando las depresiones
recorren la parte superior de las latitudes medias. En las orillas orientales de
la bahía de Hudson (por ejemplo, en Port Harrison), existe un máximo local
Fig. 5.16 en otoño, debido al efecto del mar abierto.
Regímenes de precipitación en América del Norte. Los histogramas indican la pre- β) Al este y al sur de esta primera zona se encuentra un máximo doble en
cipitación mensual media y corresponden a los meses de enero, junio y diciembre (en mayo y septiembre. En la región del Misisipí superior (por ejemplo, en
parte, según Trewartha, 1961). Columbia) existe un mínimo secundario que, de manera paradójica, co-
rresponde a los meses de julio y agosto, cuando el aire es especialmente
proviene de los manantiales del Océano Pacífico y el golfo de México. El cálido y húmedo; en la parte septentrional de Texas (por ejemplo, en
primero no nos interesa ahora, puesto que, al parecer, no es excesiva su Abilene) el curso es semejante al anterior. Al parecer, la actividad
influencia en la precipitación en el interior del continente. El manantial del tormentosa es menos pronunciada a mediados de verano, debido a la
golfo de México desempeña un papel muy importante en la precipitación que existencia de un surco de altas presiones en los altos niveles de la atmósfera
se recoge en la parte central y oriental de América del Norte, pero, debido al del valle del Misisipí; desde este surco se extiende hacia el Sur, en dirección
predominio de los vientos del Sudoeste, las lluvias son escasas en las Grandes a Texas, una lengua de aire seco subsidente. En septiembre vuelve a
Llanuras del Oeste (fig. 5.16). En la parte sudoriental de Estados Unidos tiene reemprenderse la actividad ciclónica, hecho que, asociado con la deriva
lugar una considerable evapotranspiración, hecho que contribuye a que las estacional hacia el Sur del frente polar, en un momento en que el aire mT
cantidades totales recogidas anualmente sean moderadas al norte y al este del procedente del golfo de México es aún cálido y húmedo, ocasiona una
golfo de México, al mismo tiempo que aumenta el contenido de vapor de agua renovación de la precipitación. Sin embargo, como consecuencia de lo
de la atmósfera. A lo largo de la costa oriental el océano Atlántico constituye anterior, el interior del continente se ve afectado por corrientes de aire más
una fuente adicional de humedad, especialmente significativa para la seco procedentes del Oeste a medida que el flujo general del aire se hace más
precipitación invernal. zonal.
En América del Norte podemos distinguir por lo menos ocho tipos Los casos de precipitación diurna en la parte central de Estados Unidos
principales de regímenes de precipitación estacional (fig. 5.16); se han son bastante insólitos para el interior del continente. El sesenta por ciento o
mencionado ya el tipo de máxima invernal de la costa occidental y el tipo de más de la precipitación estival en Kansas, Nebraska e Iowa tiene lugar en
transición de la región situada entre montañas en las latitudes medias; en el forma de aguaceros entre las 18.00 y las 06.00 horas. Se ha sugerido que la
próximo capítulo se estudiarán los tipos de precipitación precipitación y tormentas nocturnas son producidas
bastante regular (por ejemplo, en Blue Hill). En Nueva Escocia y en las
proximidades de la bahía de Georgia se produce un máximo en invierno,
debido, en el último caso, a la influencia del mar abierto. En las Provincias
Marítimas, este máximo está relacionado con las trayectorias de las borrascas
en otoño e invierno.
Resulta interesante comparar el régimen de precipitación de la parte
oriental de América del Norte con el de la parte oriental de Asia. Allí el
anticiclón de Siberia excluye toda posibilidad de precipitación ciclónica
durante el invierno, mientras que en los meses de verano sé dejan sentir las
influencias de los monzones.
La distribución de la precipitación a lo largo de las diversas estaciones del
año resulta de vital interés por lo que se refiere a la agricultura. La lluvia que
cae en verano, por ejemplo, cuando las pérdidas por evaporación son
elevadas, resulta menos efectiva que la misma cantidad caída en invierno. La
figura 5.17 ilustra el efecto de los distintos regímenes en términos del balance
de vapor de agua, calculado según el método de Thornthwaite. En Halifax
(Nueva Escocia) la humedad almacenada en el suelo es suficiente para
mantener la evaporación al máximo (es decir, evaporación verdadera =
evaporación potencial), mientras que en Berkeley (California) se ha
calculado que existe un déficit de humedad de aproximadamente 5 cm en
agosto. Esto constituye una guía para saber la cantidad de agua .que debe
utilizarse para regar las cosechas, aunque en los regímenes secos, el método
de Thornthwaite subestima generalmente el déficit real de humedad.
Fig. 5.17 En el método desarrollado por Thornthwaite, la evaporación potencial
Balances de vapor de agua en Berkeley, California, y Halifax, Nueva Escocia (según (PE) mensual media se calcula a partir de unas tablas basadas en una
Thornthwaite y Mather, 1955, y Putnam y otros, 1957). complicada ecuación que relaciona el PE con la temperatura del aire. Esto
constituye solamente una guía general para calcular el verdadero PE, debido a
los distintos factores que influyen en la evaporación (véase cap. 2, A), pero en
por una lenta circulación a gran escala sobre las llanuras del Este de las las latitudes templadas se obtienen resultados razonablemente satisfactorios.
montañas Rocosas, con una cierta tendencia hacia la divergencia en niveles Determinando el exceso y el déficit de humedad anual a partir de gráficos
bajos y subsidencia durante el día y convergencia y elevación durante la semejantes al que aparece en la figura 5.17, o a partir de una «hoja de
noche. Se ha propuesto también un concepto relacionado con lo anterior, balance» mensual, Thornthwaite obtuvo un índice de aridez y humedad. El
como consecuencia del descubrimiento de «chorros» nocturnos del Oeste a índice de humedad es igual a 100 X exceso de agua/PE, y el índice de aridez
tan sólo 500 o 1000 metros a lo largo de los 100° O. Probablemente estos es igual a 100 X déficit de agua/PE; generalmente, se produce un exceso en
una estación y un déficit en la otra. Estas dos cantidades pueden combinarse
vientos proporcionan la humedad y convergencia a bajo nivel necesarios. Su en un índice de humedad único (Im):
aparición está al parecer relacionada con una capa de inversión nocturna a
gran escala sobre las montañas.
γ) Al este del Misisipí superior, en el valle de Ohio y al sur de los lagos
inferiores, se encuentra un régimen de transición entre el anterior y el
correspondiente a la costa oriental. La precipitación es razonablemente
abundante en todas las estaciones, pero todavía puede apreciarse un máximo
en verano (por ejemplo, en Dayton).
δ) En la parte oriental de América del Norte (Nueva Inglaterra, las Provincias
Marítimas, Quebec y la parte sudorienta del lago Ontario), la precipitación
está repartida a lo largo de todo el año de manera -
Se da menos importancia al déficit porque el exceso se conserva en el suelo, mientras que
cualquier déficit significa que el verdadero valor de la evaporación es inferior al valor
potencial. El índice de humedad se utiliza para definir los siguientes tipos climáticos
(véase también el apéndice 1.B):

lm Clima Símbolo
> 100 Perhúmedo A
de 20 a 100 Húmedo B (con 4
subdivisiones)
de 0 a 20 Subhúmedo húmedo C,
de -20 a 0 Subhúmedo seco C,
de -40 a -20 Semiárido D
< -40 Árido E

La figura 5.18 ilustra la distribución de estas regiones de humedad en Estados Unidos. La


línea de cero que separa los climas húmedos del Este de los climas secos del Oeste (sin
contar la costa occidental) sigue casi exactamente el meridiano de 96°. Las principales
zonas de humedad se encuentran a lo largo de los montes Apalaches, en el Nordeste y a lo
largo de la costa del Pacífico, mientras que la zona árida más extensa se encuentra en el
Sudoeste. En el apartado D.2 de este mismo capítulo se estudian algunos aspectos de la
climatología de esta zona árida.

C. LAS REGIONES SUBPOLARES

Las diferencias que se observan entre los climas de las latitudes medias correspondientes
a distintas longitudes persisten incluso dentro de los casquetes polares, en los que
encontramos subtipos de climas marítimos y continentales modificados por la elevada
radiación de los meses de invierno y verano. Por ejemplo, la cantidad de insolación
recibida a lo largo de la costa ártica en Siberia es superior en virtud de la larga duración
del día, a la recibida en las latitudes medias. El tipo marítimo se encuentra en las costas de
Alaska, Islandia y Noruega septentrional y en las zonas colindantes de Rusia. Los
inviernos son fríos y tormentosos, con días muy cortos. Los veranos son nubosos, pero
con temperaturas medias suaves, de unos 10°C. Por ejemplo, Vardϕ, en el Norte de No-
ruega (70° N, 31° E) registra temperaturas mensuales medias de —6°C en enero y de
90°C en julio, mientras que Anchorage, en Alaska (61° N, 150° O), registra — 11°C y
14°C, respectivamente. La precipitación anual
está comprendida generalmente entre 60 y 125 cm, con un máximo en la
estación fría y aproximadamente unos seis meses de nieve.
El tiempo aparece controlado principalmente por las depresiones, que en
verano están débilmente desarrolladas. En invierno, la zona de Alaska se
encuentra situada al norte de las trayectorias de las principales depresiones y
dominan en ella los frentes ocluidos y las vaguadas en altura (trowals),
mientras que la parte septentrional de Noruega se ve afectada por las
borrascas frontales que se mueven en dirección al mar de Barents. Islandia es
similar a Alaska, aunque a menudo las depresiones se mueven con lentitud
sobre esta zona y se ocluyen; existen también otras, que se dirigen hacia el
nordeste a lo largo del estrecho de Dinamarca, produciendo un tiempo
templado y lluvioso.
Los climas fríos y continentales del interior dan lugar a inviernos mucho
más rigurosos, aunque con precipitaciones menores. En Yellow-knife (62° N,
114° O), por ejemplo, la temperatura medía del mes de enero es tan sólo de —
28 °C. En estas regiones el permafrost (suelo permanentemente helado) se
encuentra muy extendido, alcanzando frecuentemente grandes
profundidades. En verano sólo se deshielan algunos centímetros de la parte
superior y, puesto que el agua no puede ser eliminada inmediatamente, la
«capa activa» permanece a menudo empapada. Aunque pueden producirse
heladas en cualquier mes, los largos días de verano generalmente dan 3 meses
con temperaturas normalmente superiores a los 10°C, y en diversas
estaciones se registran máximas extremas de 32°C o más (fig. 5.12 D). Sin
embargo, los Barren Grounds de Keewatin son mucho más fríos en verano,
debido a la gran extensión de lagos y muskeg, y tan sólo durante el mes de
julio se registran temperaturas diarias medias de 10°C. AI este de esta zona se
encuentra la región de Labrador-Ungava, cuyo clima es bastante similar, con
abundante capa de nubes en verano y precipitación máxima en junio-septiem- FIG. 5.19
Selección de datos climatológicos correspondientes al Laboratorio de Investigación
bre (fig. 5.19). En invierno se alternan períodos de altas presiones muy fríos y
Subártica McGill, Schefferville, 1955-62 (datos de J. B. Shaw y D. G. Tout). Las
secos con otros de tiempo cubierto, con abundantes nevadas, que coinciden porciones rayadas representan precipitación en forma de nieve, expresada en equi-
con el movimiento de las depresiones hacia el Este u ocasionalmente hacia el valente en agua.
Norte. A pesar de las bajas temperaturas medias de invierno, ha habido
ocasiones en que las máximas han sobrepasado los 4°C durante incursiones
de aire marítimo procedente del Atlántico. En la parte occidental de Siberia, D. LAS REGIONES SUBTROPICALES
de clima altamente continental con excepción de la península de Kamchatka,
no se encuentran estas variaciones; en su extremo nororiental se encuentra 1. El Mediterráneo
situado el «polo frío» del hemisferio norte (véase fig. 1.14). Verkhoyansk y
Oimyakon tienen una temperatura media en enero de —50°C y en ambos El clima característico de la costa occidental de la región subtropical es el
lugares se ha registrado una mínima absoluta de — 67,7°C. mediterráneo, con veranos cálidos y secos e inviernos suaves y relativamente
húmedos. Es éste un tipo de clima intermedio entre el marítimo templado y el
del desierto subtropical, aunque el clima mediterráneo resulta, en cierto
aspecto, de transición, ya que está controlado
en invierno por los vientos de Oeste y en verano por el anticiclón subtropical.
En la figura 5.20 puede apreciarse el cambio estacional de posición que
experimenta el anticiclón subtropical y la corriente en chorro del oeste a él
asociada en la troposfera superior. La región típica de este clima es
claramente discernible y se extiende más de 3000 km hacia el interior del
continente euroasiático. Además, la especial configuración de mares y
penínsulas hace que dentro de este tipo de clima se produzcan grandes
variaciones regionales. La región de California, aunque de condiciones muy
similares (fig. 5.16), tiene una extensión muy limitada, por lo que
concentraremos especialmente nuestra atención en la cuenca mediterránea.
El invierno hace su aparición en el Mediterráneo de una forma bastante
repentina, cuando desaparece la extensión estival hacia el Este del anticiclón
de las Azores. Este fenómeno puede observarse en los barógrafos de toda la
región, pero especialmente en el Mediterráneo occidental, donde, hacia el 20
de octubre, se produce un repentino descenso de presión, acompañado de un
marcado aumento de la probabilidad de precipitación. La probabilidad de
recibir lluvia en cualquier período de 5 días aumenta notablemente desde el
50-70 % a comienzos de octubre hasta el 90 % a finales de este mismo mes.
Este cambio va asociado a las primeras invasiones de frentes fríos, aunque las
lluvias tormentosas son frecuentes a partir del mes de agosto. La considerable
precipitación invernal, que se recibe en el Mediterráneo es consecuencia en
gran parte de las temperaturas relativamente altas de la superficie del mar en
dicha estación; en enero la temperatura del mar es aproximadamente 2°C más
elevada que la temperatura media del aire. Las incursiones de aire más frío
originan a lo largo del frente frío una inestabilidad convectiva que produce
lluvia frontal y orográfica. Las incursiones de aire ártico son relativamente
poco frecuentes (se producen, en promedio, de 6 a 9 invasiones de aire cA y
mA cada año), pero la penetración de aire inestable mP es mucho más
corriente. Típicamente ocasiona el desarrollo de cúmulos hasta una altura
superior a los 6000 metros y es crítico en la formación de las depresiones del
Mediterráneo. La iniciación y el movimiento de estas depresiones (véase fig.
5.21) está asociada a una rama de la Corriente en Chorro del Frente Polar
situada aproximadamente a 35° N. Esta comente en chorro se desarrolla
durante fases de índice bajo, cuando los vientos del Oeste que soplan sobre la
parte oriental del Atlántico son desviados por un anticiclón de bloqueo en las
proximidades de los 20° O, dando lugar a una intensa corriente de aire ártico
que fluye hacia el Sur sobre las Islas Británicas y Francia. Aunque algunas
Fig. 5.20 depresiones atlánticas pueden penetrar en el Mediterráneo occidental en
Distribución de presión en la superficie, vientos y precipitación correspondiente al forma de borrascas superficiales, constituyen tan sólo el 9 % del total que
Mediterráneo y África septentrional durante enero y julio. Se indican también las
posiciones medias de las Corrientes en Chorro Subtropical y del Este, así como
también los frentes Intertropical (¡TF) y Mediterráneo (MF) (en parte según «Tiempo
en el Mediterráneo», H. M. S. O., 1962; derechos de la Corona reservados).
afecta a la región (fig. 5.21), mientras que el 17 % se forman a sotavento de la
cordillera del Atlas (las llamadas depresiones del Sahara, que son las
principales fuentes de precipitación a finales de invierno y en primavera) y el
74 % restante se desarrollan en el Mediterráneo occidental, a sotavento de los
Alpes y los Pirineos (véase cap. 4, G.1). La combinación del efecto de
sotavento y el de una superficie de aire inestable sobre el Mediterráneo
occidental explica la frecuente formación de estas depresiones del tipo
Genova, cuando aire mP condicionalmente inestable invade la región. La
particularidad de estas depresiones reside en que la inestabilidad del aire local
en el sector cálido da lugar a una precipitación anormalmente intensa a lo
largo del frente cálido y el aire mP inestable produce intensos chubascos y
tormentas en la parte posterior del frente frío, especialmente entre 5o y 25° E.
Este calentamiento del aire mP (o mA) es tan característico que origina el aire
que se conoce como mediterráneo (véase tabla 4.1). El límite medio entre esta
masa de aire mediterráneo y el aire cT que fluye hacia el nordeste desde el
Sahara se conoce con el nombre de frente mediterráneo (fig. 5.20). A finales
de invierno puede existir a través de él una discontinuidad de temperatura de
hasta 12°-16°C. Las depresiones del Sahara y las del Mediterráneo occidental
se mueven hacia el Este, formando un cinturón de bajas presiones y
frecuentemente desvían hacia el Norte el aire cT que precede al frente frío, así
como el siroco, cálido y cargado de polvo (especialmente en primavera y
otoño, cuando el aire del Sahara puede extenderse por Europa). El
movimiento de las depresiones del Mediterráneo se complica
considerablemente por efecto del relieve y porque son regeneradas en el
Mediterráneo oriental por nuevo aire cP procedente de Rusia o del Sudeste de
Europa. Aunque muchas depresiones se dirigen hacia el Este a través de Asia,
los centros de bajas presiones tienen una marcada tendencia a moverse hacia
el nordeste sobre el mar Negro y los Balcanes, especialmente a medida que
avanza la primavera. Sin embargo, el tiempo invernal en el Mediterráneo
presenta considerables variaciones, particularmente debido a la gran
movilidad de la Corriente en Chorro Subtropical del Oeste, que puede
ocasionalmente mezclarse con la Corriente en Chorro del Frente Polar
desplazada hacia el Sur.
Cuando el índice de circulación zonal sobre el Atlántico y Europa es alto,
las depresiones pueden pasar lo suficientemente alejadas hacia el norte para
que el aire de su sector frío no alcance el Mediterráneo y entonces el tiempo
es allí generalmente bueno y estable. Entre los meses de octubre y abril la
circulación dominante en el Mediterráneo es de ' tipo anticiclónico por lo
menos el 25 % del tiempo y en la cuenca occidental el 48 %. Esto aparece
reflejado en la alta presión media que se registra sobre esta última zona en
enero (véase fig. 5.20), En consecuencia-
TABLA 5.4 El período primaveral, así como el de principios de otoño, es espe-
Número de días de mistral fueríe en el Sur de Francia cialmente impredecible. En marzo de 1966, una vaguada que se desplazaba
(Según «Tiempo en el Mediterráneo», H.M.S.O., 1962)
por el Mediterráneo oriental, precedida por un khamsin meridional cálido, y
Velocidad E F M A M A S O N D Año
seguida por una corriente de aire del norte, trajo 70 mm de lluvia en sólo 4
J J
horas a una área de 60 X 120 km del sur del desierto del Negev. A pesar de
10 9 13 11 8 9 9 7 5 5 7 10 103
(21 kt) que abril es normalmente un mes seco en el Mediterráneo oriental, durante el
4 4 6 5 3 2 0,6 1 0,6 0 0 4 30 cual Chipre tiene un promedio de sólo 3 días con 1 mm de lluvia o más,
(33 kt) pueden darse fuertes precipitaciones como en abril de 1971, cuando cuatro
depresiones afectaron a la región. Dos de ellas fueron depresiones del Sahara,
desplazándose hacia el este por debajo de la zona de influencia de la parte fría
aunque el invierno sea el período lluvioso, los días de precipitación son de un chorro del oeste, y las otras dos fueron intensificadas a sotavento de
bastante escasos. Por' término medio se registra precipitación sólo durante 6 Chipre. Sin embargo, la descomposición, bastante rápida, del anticiclón de
días de cada mes durante el invierno en Libia y en el Sudeste de España, Eurasia que tiene lugar en abril, junto con una extensión discontinua hacia el
aunque en el Oeste de Italia, en el Oeste de la península de los Balcanes y en la Norte y hacia el Este del anticiclón de las Azores favorece el movimiento
zona de Chipre el número de días de precipitación en el mes sea de 12. Las hacia el Norte de las depresiones e, incluso si el aire de latitudes más altas
frecuencias y cantidades totales de precipitación más elevadas corresponden a penetra hacia el Sur en el Mediterráneo, la temperatura de la superficie del
las zonas de ciclogénesis y a la parte de barlovento de las penínsulas. mar es relativamente más fría y más estable que durante el invierno. Hacia
Los vientos regionales están relacionados también con diversos factores de mediados de junio la cuenca mediterránea aparece dominada por el anticiclón
tipo meteorológico y topográfico. Los conocidos vientos fríos del Norte del de las Azores, muy extendido hacia el Oeste, mientras que al Sur el campo de
golfo de León (el mistral), que están asociados con flujos de aire mP del presiones medias presenta una vaguada de bajas presiones que se extiende
Norte, se producen cuando se está desarrollando una depresión en el golfo de sobre el Sahara desde la parte meridional de Asia (fig. 5.20). Los vientos
Genova, al Este de los surcos de altas presiones del anticiclón de las Azores. soplan generalmente del Norte (como, por ejemplo, los «etesios» del Egeo), y
Este viento se ve aumentado por efectos catabáticos y de embudo en el valle representan una continuación hacia el Este de los alisios del Nordeste. A
del Ródano y otros lugares semejantes, por lo que adquiere a veces gran nivel local, estos vientos se ven reforzados por las brisas marinas, aunque en
violencia. El mistral puede durar varios días, hasta que cesa la irrupción de la costa de Levante pueden originarse vientos superficiales del Sudoeste.
aire polar o continental. La frecuencia de estos vientos depende de su Durante los meses de verano no faltan las depresiones, pero son
definición. La frecuencia media del mistral fuerte en el Sur de Francia aparece generalmente débiles, debido a que el carácter anticiclónico de la circulación
en la tabla 5.3 (basada en las veces que se registró en diversas estaciones en gran escala favorece la subsidencia, y los contrastes- entre masas de aire
situadas entre Perpignan y el Ródano durante el período 1924-1927). Pueden son muy reducidos en comparación con el invierno (véase tabla 4.2). De vez
producirse también vientos similares en el Adriático septentrional (el boro) y en cuando se forman bajas térmicas sobre la península Ibérica y Anatolia,
en el norte del mar Egeo, cuando el aire polar fluye hacia el sur en la parte pos- aunque las tormentas son escasas, debido a que la humedad relativa es baja.
terior de una depresión que se mueve hacia el Este y es obligado a circular En verano, los vientos regionales más importantes son los de origen
sobre las montañas (cf. cap. 3, C.2). tropical continental. Existe una gran diversidad de nombres para designar
En el Mediterráneo, la estación invernal, generalmente húmeda, ventosa y estos vientos cálidos, secos y polvorientos (siroco en Argelia y Levante,
suave, va seguida de una primavera larga e indecisa que dura desde marzo a leveche en el Sudeste de España y khamsin en Egipto), que soplan en
mayo y en el curso de la cual se producen muchos falsos comienzos de tiempo dirección Norte, precediendo a las depresiones que se mueven hacia el Este.
estival. En el Negev, la irrupción del khamsin oriental puede ser el causante de que la
humedad relativa baje repentinamente a menos del 10 % y de que la
temperatura aumente tanto como 4S°C. Los vientos locales son generalmente
dominantes en verano y, por ejemplo, el tiempo
2. Clima semiárido del Sudoeste de Estados Unidos

Tanto el mecanismo como la distribución de los climas de las zonas do-


minadas por los anticiclones subtropicales están todavía poco claros. Por una
parte, la naturaleza inhóspita de aquellas zonas áridas dificulta la toma de
datos y, por otra, para interpretar adecuadamente los irregulares fenómenos
meteorológicos que en ellas se producen, sería necesario disponer de una
densa red de estaciones que mantuvieran registro continuo durante largos
períodos. Esta dificultad es especialmente evidente en la interpretación de los
datos de precipitación del desierto, en el que gran parte de la misma tiene lugar
en forma de tormentas de tipo muy local y dispersas irregularmente tanto en el
espacio como en el tiempo. Conviene, por tanto, tratar los aspectos de este tipo
de clima en este apartado teniendo en cuenta que gran parte de los datos que
puedan merecer nuestra confianza hacen referencia a las regiones menos
áridas que bordean las células subtropicales y en particular al Sudoeste de
Estados Unidos.
Una serie de observaciones realizadas en Tucson, Arizona, situada a 730
Fig. 5.22 m de altura, entre 1895 y 1957, dio como resultado una precipitación anual
Regímenes de precipitación en la zona mediterránea (según Huttary, 1950). media de 27,7 cm repartida a lo largo de 45 días anuales de lluvia, con un
máximo de 61,4 y un mínimo de 14,5 cm. Los dos períodos de mayor
humedad, correspondientes a fines de noviembre-marzo (con un 30 % de la
precipitación anual media) y fines de junio-septiembre (50 %), están
normal de muchos lugares de la costa norteafricana está condicionado en separados por épocas de mayor aridez: abril-junio (8 %) y octubre-noviembre
gran parte por las brisas terrestres y marinas, que afectan el aire hasta los (12 %). Las lluvias de invierno son generalmente prolongadas y de poca
1500 metros. intensidad (más de la mitad de las lluvias tienen una intensidad inferior a 0,5
Un gran número de estaciones mediterráneas reciben tan sólo algunos cm por hora) y son originadas por altostratos situados a unos 2500 m,
milímetros de precipitación en, al menos, uno de los meses del verano, asociados a los frentes fríos de aquellas depresiones que se ven forzadas a
aunque es importante darse cuenta de que la distribución estacional no seguir trayectorias meridionales debido al fuerte bloqueo existente al Norte.
corresponde a la de máximos invernales de la totalidad de la cuenca Este desplazamiento hacia el Sur de las trayectorias se produce cuando se
mediterránea. La figura 5.22 indica que éstos se encuentran en la parte desvía hacía el ecuador la célula subtropical de altas presiones del Pacífico. El
oriental y central del Mediterráneo, mientras que España, el sur de Francia, el restablecimiento de la célula en primavera, antes del período principal de
norte de Italia y la parte septentrional de los Balcanes tienen perfiles más intenso calentamiento superficial y chubascos de convección, está asociado a
complicados, con máximos en otoño o en primavera y otoño. Estos máximos períodos de sequía más persistentes, especialmente en los meses que van de
dobles pueden interpretarse generalmente como una transición entre el clima abril a junio. La corriente de aire seco, de direcciones entre Oeste y Sudoeste,
de tipo continental del interior, con un máximo en verano, y el tipo procedente del anticiclón subtropical del borde oriental del Pacífico, es la
mediterráneo, con un máximo en invierno. Un régimen de transición causante de la escasa precipitación recogida en esta época del año. A lo largo
semejante a éste se encuentra también en la región sudoccidental de Estados
de un período de 29 años se registraron en Tucson 8 veces más de 100 días
Unidos (véase fig. 5.16), aunque la topografía local en aquella zona situada
consecutivos de completa sequía y 24 veces más de 70 días.
entre montañas dé origen a nuevas irregularidades en los regímenes.
El período de precipitación estival aparece bastante bien definido,
y empieza la última semana de junio, durando hasta mediados de septiembre. los vientos tropicales del Este en verano; no es posible, sin embargo,
En esta época la lluvia se debe principalmente a células convectivas, comparar este régimen con el imperante en el Sur y Sudeste de Asia. A pesar
iniciadas por el calentamiento superficial, por convergencia o, con menor de ello, el máximo que presenta en verano el régimen de lluvias (véase fig.
frecuencia, por ascenso orográfico. Estas tormentas convectivas de verano 5.16, correspondiente a Jacksonville) es una consecuencia de este cambio de
se originan en grupos de varias decenas de kilómetros de extensión, pero las sistema. En junio el flujo superior en la península de Florida deja de ser del
células tormentosas propiamente dichas ocupan en conjunto menos del 3 % Noroeste y pasa a ser del Sur como consecuencia del desplazamiento hacia el
de la zona, durando por término medio menos de una hora. Estos grupos Oeste de una vaguada que se establece en el golfo de México. Esta intensa
atraviesan la región siguiendo la dirección del movimiento del aire de las corriente de aire húmedo del Sur favorece en alto grado la convección y, de
capas superiores y a menudo parecen estar controlados por la existencia, en hecho, Florida se encuentra quizás entre las zonas de mayor número anual de
niveles inferiores, de corrientes en chorro situadas aproximadamente a una días de tormenta: 90 o más en las proximidades de Tampa. Estas tormentas
altura de 2500 m. La corriente asociada a estas tormentas proviene se producen generalmente a últimas horas de la tarde, aunque se considera
generalmente del Sur y bordea los límites meridional y occidental del que, además del calentamiento diurno, intervienen en su mecanismo otros
anticiclón subtropical del Atlántico (o de las Bermudas), por lo que, al revés dos importantes factores. Uno de ellos es el efecto de las brisas marinas que
de lo que ocurre en los meses de invierno, la humedad proviene convergen desde ambos lados de la península y otro la penetración hacia el
principalmente del golfo de California. Esta circulación se establece Norte de perturbaciones en los vientos del Este (véase cap. 6). Es evidente
frecuentemente de una manera brusca alrededor del 1 de julio, por lo que se que estas últimas pueden afectar a esta zona durante cualquier momento del
reconoce como una singularidad (véase capítulo 5, A.4, y fig. 5.10 B). día. Los vientos del Oeste vuelven a recuperar el control en los meses de
La precipitación a que dan lugar estas células está muy localizada (lám. septiembre y octubre, aunque Florida sigue sometida al régimen de vientos
9) y se concentra principalmente en las horas de media tarde y de la noche. del Este durante el mes de septiembre, cuando los huracanes del Caribe son
Las intensidades son mucho mayores que en invierno; la mitad de la lluvia más frecuentes, con lo que se prolonga la temporada de lluvias.
de verano cae a más de 1 cm por hora. Durante el período de 29 años citado, La región de las tierras bajas del Misisipí y la situada al sur de los
aproximadamente una cuarta parte de la precipitación anual media cayó en Apalaches, hacia el Oeste y el Norte, no constituyen simplemente una zona
forma de tormentas de 2,5 cm diarios o más y se recogieron, en una ocasión, de transición hacia el «clima del interior», por lo menos en lo que al régimen
1,9 cm en 15 minutos. Estas intensidades son muy inferiores a las que van de lluvias se refiere (fig. 5.16). El perfil presenta uní máximo en invierno y
asociadas a los temporales de los trópicos húmedos, pero la escasez de primavera y un máximo secundario en verano. El máximo de la estación fría
vegetación en las regiones más secas hace que la lluvia produzca una está relacionado con las depresiones procedentes del Oeste que se trasladan
considerable erosión en la superficie. Por consiguiente, las zonas de Estados hacia el Nordeste desde la zona costera del golfo de México. Resulta
Unidos en que se registra mayor erosión superficial corresponden a aquellas significativo el hecho de que el mes más húmedo es frecuentemente marzo,
en que la precipitación anual está comprendida entre 30 y 40 cm. cuando la corriente en chorro media se encuentra más desplazada hacia el
Sur. Las lluvias de verano están asociadas a la convección en el aire húmedo
procedente del golfo, aunque esta convección se hace menos efectiva en el
3. interior y costa oriental de Estados Unidos interior como consecuencia de la subsidencia creada por la circulación
El clima subtropical del extremo sudoriental de Estados Unidos no se anticiclónica en la troposfera media, a la que nos hemos referido
asemeja a ninguno de los climas asiáticos, ya que éstos se ven afectados por anteriormente (véase cap. 5, B.3 c).
los monzones de verano y de invierno. Éstos serán estudiados en el capítulo
siguiente; aquí nos limitaremos a considerar tan sólo las distintas
características de la región subtropical de América del Norte. En Florida el
viento experimenta variaciones a lo largo de las diversas estaciones, ya que
esta península se encuentra situada dentro del cinturón de los vientos del
Oeste en invierno y dentro del margen septentrional de
RESUMEN
Los cambios estacionales en la borrasca de Islandia y el anticiclón de las
Azores, junto con las variaciones en la actividad ciclónica, controlan el clima anticiclónica subtropical, y el verano indio de septiembre-octubre. En
de Europa occidental. La penetración hacia el este de las influencias Norteamérica occidental las cadenas costeras inhiben la expansión hacia el
marítimas relacionadas con estos procesos atmosféricos y con las aguas este de la precipitación que puede variar mucho localmente (p. ej. en la
cálidas de la Deriva del Atlántico Norte tiene como consecuencia inviernos Columbia Británica), especialmente en lo que concierne a las nevadas. El
generalmente suaves, la estacionalidad de los regímenes de las interior, muy continental, y el este del continente experimentan un efecto
precipitaciones y los índices de continentalidad en Europa occidental. Los moderador de la bahía de Hudson, y los Grandes Lagos a principios de
efectos de la topografía sobre la lluvia, la nieve, la duración de las estaciones invierno, pero con cinturones de nieve localmente significativos. El clima de
de crecimiento y Jos vientos locales son particularmente acusados sobre las la costa este está dominado por influencias de la presión continental. Se
montañas escandinavas, los Highlands escoceses y los Alpes. Los tipos de producen tandas frías por irrupciones invernales de aire cA/cP de altas
tiempos en las islas Británicas pueden describirse en términos de siete latitudes en la cola de los frentes fríos. Los flujos zonales del oeste dan lugar
configuraciones básicas de flujos, cuya frecuencia y efectos varían al chinook en la ladera de sotavento de las Montañas Rocosas. Las
considerablemente con las estaciones. En Gran Bretaña, se han reconocido las principales fuentes de humedad del Golfo de México y el Pacífico Norte
tandas de tiempo recurrentes sobre una fecha en particular (singularidades), producen regiones de régimen estacional distinto: la máxima invernal de la
tales como la tendencia a un tiempo anticiclónico a mediados de septiembre, costa oeste está separada por una región intermontañosa de transición del
y las principales tendencias estacionales en concordancia con los regímenes interior con un máximo estacional generalmente cálido; el nordeste tiene una
de flujos pueden usarse para definir cinco estaciones naturales. Las distribución estacional relativamente regular. Los gradientes de humedad que
condiciones meteorológicas anormales (anomalías sinópticas) se asocian influencian fuertemente a la vegetación y a los tipos de suelos son
particularmente con anticiclones bloqueantes que persisten especialmente predominantemente este-oeste en el centro de Norteamérica en contraste con
sobre Escandinavia, y que pueden dar lugar a inviernos secos y fríos y a la configuración de las isotermas.
veranos cálidos y secos. Los márgenes polares tienen áreas extensivas de suelo permanentemente
El clima de Norteamérica se ve afectado del mismo modo por los sistemas helado (permafrost) en los interiores continentales, mientras que las zonas
de presión que generan masas de aire de una frecuencia estacional variable. marítimas de Europa del norte y el norte del Canadá-Alaska tienen inviernos
En invierno, la célula anticiclónica subtropical se extiende al norte sobre la fríos y tormentosos y veranos más suaves y nubosos influidos por el paso de
Gran Cuenca con aire anticiclónico cP hacia el norte sobre la bahía de las depresiones.
Hudson. Los principales cinturones de depresiones se dan a unos 45°-50° N, Los márgenes subtropicales de Europa están representados por la región
desde los Estados Unidos centrales hasta el San Lorenzo, y a lo largo de la mediterránea que se encuentra entre los cinturones dominados por los vientos
costa este de Terranova. El frente ártico se encuentra sobre el noroeste del del oeste y los anticiclones del Sahara y las Azores. El colapso del anticiclón
Canadá, y el frente polar se halla a lo largo de la costa nordeste de Estados de las Azores en octubre permite que las depresiones se desplacen y se
Unidos, y entre los dos, pueden encontrarse frentes marítimos (árticos) sobre formen sobre el Mediterráneo, relativamente cálido, dando vientos
el Canadá. En verano las zonas frontales se desplazan hacia el norte, orográficos muy acusados (p. ej. el mistral) e inviernos lluviosos y
quedando situado el frente ártico a lo largo de la costa norte de Alaska, la tormentosos. La primavera es una estación impredecible señalada por el
bahía de Hudson y el San Lorenzo, siendo éstas las principales situaciones de colapso de la célula anticiclónica eurasiática hacia el norte y el reforzamiento
las rutas de depresiones. En América del Norte se dan tres singularidades del anticiclón del Sahara-Azores. En verano, este último ocasiona
principales que conciernen al advenimiento de la primavera a principios de condiciones calientes y secas con flujos fuertes locales del sur (p. ej. el
marzo, el desplazamiento hacia el norte a mediados de verano de la célula - siroco). La máxima invernal de precipitación siempre es más característica
del Mediterráneo oriental y meridional, mientras que en el norte y el oeste las
lluvias de primavera y otoño son más importantes.
Los semiáridos Estados Unidos del sudoeste están bajo la compleja
influencia de las células anticiclónicas del Pacífico y las Bermudas, teniendo
unas variaciones en la precipitación extremadas, con máximas invernales y
veraniegas debidas principalmente a las depresiones y las tormentas locales,
respectivamente. El interior y la costa este de los Estados Unidos están
dominados por los vientos del este en invierno y los flujos tormentosos del
sur en verano.
6
Tiempo y clima de los trópicos

El 50 % de la superficie del globo se encuentra situada entre las latitudes de 30°N


y 30°S y más de la tercera parte de la población mundial vive en países tropicales.
Por consiguiente, los climas tropicales revisten un considerable interés geográfico.
Los límites latitudinales de estos climas varían altamente con la longitud y la
estación del año y se encuentran características claramente tropicales en lugares
situados más allá de los trópicos de Cáncer y de Capricornio. Así, por ejemplo, el
monzón de verano se extiende hasta 30°N en Asia meridional, pero sólo hasta
20°N en África occidental, mientras que a finales de verano y en otoño los
huracanes tropicales pueden afectar a zonas «extratropicales» de Asia oriental y
América del Norte. No sólo en determinadas estaciones se extienden los límites
tropicales hacia el polo, sino que también en la zona situada entre las principales
células subtropicales de altas presiones se producen frecuentes interacciones entre
las perturbaciones propias de los climas templados y las de los climas tropicales.
La lámina 23 ilustra una situación en la que existe una interacción de este tipo
entre las latitudes bajas y medias, mientras que la lámina 20, contrariamente,
muestra distintas tormentas tropicales y de latitudes medias. En general, la
atmósfera de los trópicos no constituye en modo alguno una entidad claramente
distinta y sus límites meteorológicos o climatológicos deben ser forzosamente
arbitrarios. Existen, sin embargo, algunas características distintivas del clima
tropical, que son las que se estudian a continuación.

A. SUPUESTA SIMPLICIDAD DEL TIEMPO DE LOS TRÓPICOS

El estudio del tiempo de los trópicos ha pasado por tres etapas. Al principio y
durante un largo período que finalizó tan sólo algunos años antes
de la Segunda Guerra Mundial se suponía que los mecanismos y fenómenos y 1940 se realizaron algunos intentos para introducir los conceptos de los
que determinaban el tiempo de los trópicos eran mucho más sencillos y frentes de las latitudes medias. Sin embargo, el proceso fue escaso, como
evidentes que los de las latitudes más altas. Esta creencia era debida en parte a consecuencia de la aparente falta de contrastes entre las distintas masas de
la escasez de datos meteorológicos de que se disponía antes de la citada aire. Además, el pequeño gradiente de presión en superficie, que es típico de
guerra, especialmente de la zona situada en los vastos océanos tropicales, y la mayor parte de las perturbaciones tropicales (a excepción de los huracanes),
también a ciertas consideraciones de orden teórico y práctico. Una de las tiende a pasar inadvertido, debido a la gran variación semidiurna de presión.
razones de esta creencia era que los contrastes de temperatura y, por La presión varía unos 2 o 3 mb; es máxima alrededor de las 10 y las 22 horas y
consiguiente, los contrastes entre las masas de aire, parecían pequeños en mínima a las 04 y 16 horas. Es preciso recordar también que la dirección del
comparación con los de las latitudes medias. Sin embargo, las masas de aire viento no constituye guía alguna para conocer la configuración del campo de
se clasificaban en función de su contenido de humedad, temperatura y presión en las latitudes bajas. El pequeño valor de la fuerza de Coriolis impide
estabilidad, aunque se creía que la actividad frontal era débil y por tanto, que que el viento alcance su equilibrio geostrófico y, por consiguiente, es forzoso
los fenómenos meteorológicos eran menos evidentes. Había claras abandonar las técnicas que se utilizaban para analizar los mapas del tiempo de
excepciones, como los ciclones tropicales, que se consideraban como el las latitudes medias.
resultado de determinadas condiciones de convección térmica. Otra de las En el transcurso de la Segunda Guerra Mundial y en los años que la
razones era la gran extensión de los océanos, que se suponía simplificaba las siguieron, un mayor número de observaciones revelaron lo inadecuado de los
configuraciones de tiempo y clima. enfoques anteriores. Se hizo evidente que los cambios de tiempo son
De este modo surgió la imagen del tiempo «de los alisios» que des- frecuentes y complejos, con tipos de sistemas meteorológicos claramente
cribimos a continuación. Las masas de aire tropical marítimo, que se originan definidos en los diversos países tropicales y con considerables diferencias
por subsidencia en las células subtropicales de altas presiones situadas en las climáticas incluso sobre las áreas oceánicas. También se observó que los
mitades orientales de los océanos (véase figura 3.16) se mueven regularmente mecanismos necesarios para desencadenar perturbaciones en el flujo de las
hacia el Oeste y hacia el ecuador con velocidad y dirección casi constantes. masas de aire tropical de gran energía eran considerablemente menores que
Por debajo de la zona de inversión de temperatura, formada por subsidencia los que se asocian a las depresiones de las latitudes medias, pero que, aunque
entre 600 y 800 m, el aire está húmedo y tiene una capa de cúmulos dispersos. parezca paradójico, los ciclones tropicales son poco frecuentes. En los
El tiempo es invariablemente cálido y seco, excepto donde las islas causan la apartados siguientes examinaremos los distintos sistemas responsables de
formación de nubes orográficas. Sobre los océanos ecuatoriales soplan estos contrastes.
vientos flojos y variables (cinturón de calmas ecuatoriales) y el aire es
siempre húmedo, cálido y bochornoso (véase cap. 3, E.1). B. LA CONFLUENCIA INTERTROPICAL
Se consideraba que otro de los elementos que contribuían a aumentar la
simplicidad de este clima era el régimen de insolación. La gran altura a que el
sol se encuentra siempre sobre el horizonte en las latitudes bajas y la igual La tendencia de los sistemas de alisios de ambos hemisferios de converger en
duración de los días y las noches hacen que las variaciones de insolación a lo la Vaguada Ecuatorial (de bajas presiones) ya ha sido tratado en el capítulo
largo de las diversas estaciones sean mínimas. Por consiguiente, se creyó que 3.E. Las visiones de la exacta naturaleza de este hecho han estado sujetas a
esta regularidad producía unos regímenes de lluvia simples, con un máximo continuas revisiones. Desde la década de los años veinte a la de los cuarenta
correspondiente al solsticio de verano en los trópicos y dos máximos en el los conceptos de los frentes que se desarrollaron en las latitudes medias se
ecuador, como consecuencia del paso del sol en los equinoccios. Las aplicaron a los trópicos, y la confluencia de los alisios se identificó con el
variaciones diarias de brisas terrestres y marítimas daban lugar a un aumento frente intertropical (ITF). Este término tiene una aplicación limitada en las
de convección por la tarde y las tormentas eran consideradas como áreas continentales, tales como África occidental y el sur de Asia, donde en
características de casi todos los climas tropicales. verano el aire tropical continental, seco y caliéntense encuentra con el aire
Esta sencilla descripción de los procesos que caracterizan el tiempo de los ecuatorial húmedo y más frío (figura 6.1). Pueden darse abruptos gradientes
trópicos fue evolucionando paulatinamente, ya que entre 1920 de humedad y temperatura, pero el frente pocas veces es un mecanismo
productor de condiciones
meteorológicas del tipo de las latitudes medias (véase fig. 6.21). En cualquier
otro lugar de las latitudes bajas los frentes fríos (con un acusado contraste de
densidad) son raros.
En los decenios de los años cuarenta y cincuenta el reconocimiento de la
significancia de la convergencia del campo de vientos en la producción de las
condiciones meteorológicas tropicales condujo a la designación de la
confluencia de los alisios como la Zona de Convergencia Intertropical (ITCZ).
Esta confluencia se evidencia en un mapa de líneas de corriente medias, pero
las áreas de convergencia crecen y decaen, tanto in situ como dentro de
perturbaciones que se desplazan hacia el oeste (láms. 12 y 24), por períodos de
unos pocos días. Además, la convergencia es infrecuente incluso como hecho
climático en las zonas de calmas ecuatoriales (véase fig. 3.25). La fotografía
mediante satélites ha mostrado que sobre los océanos la posición e intensidad
de la ITCZ varía mucho incluso de un día al siguiente. Es posible, sin embargo,
mostrar que la convección generada por la convergencia inducida por la fric-
ción en la capa límite de los alisios produce nubes cumuliformes individuales
de 1-10 km de diámetro, que se agrupan en unidades convectivas mesoscálicas
de unos 100 km de diámetro, y que éstas a su vez forman agrupaciones de nubes
de 100-1000 km de diámetro (fig. 6.2; véase también lám. 24) tanto a lo largo
de la ITCZ como en las vaguadas de perturbaciones de ondas de la troposfera
inferior que tienen longitudes de onda de 2000-3000 km. En cuanto a la
discontinuidad de la convergencia en el tiempo o en el espacio, hoy en día se
prefiere el término de confluencia Intertropical (ITC).
Como condiciones climáticas, la Vaguada Ecuatorial y la ITC parece que
se desplazan lejos del ecuador según las estaciones (fig. 6.1), en asociación con
el Ecuador Térmico (zona de la temperatura estacional máxima), a pesar de
que detallados estudios parecen contradecir esta relación. La situación del
Ecuador Térmico se relaciona directamente con el calentamiento del sol (figs.
1.12 y 1.15) y existe una relación obvia entre éste y la Vaguada Ecuatorial en
términos de las bajas térmicas. Sin embargo, esto es una simplificación, dado
que la Vaguada Ecuatorial está también en relación con las dinámicas muy
independientes de la circulación del aire en las latitudes bajas. Las
observaciones (véase fig. 6.22, por ejemplo) muestran que la convergencia y la
elevación máximas se encuentran frecuentemente a algunos grados de
distancia de la Vaguada Ecuatorial en dirección al ecuador. Las desviaciones
estacionales de la convergencia del campo de vientos son parcialmente una
respuesta a la actividad alternante en las células anticiclónicas subtropicales de
los dos hemisferios, pero, a una escala de tiempos menor, la actividad sinóptica
a lo largo de la ITC oscurece cualquier relación simple. Diversos -
C. PERTURBACIONES TROPICALES

Hasta los años cuarenta no se dieron detallados informes sobre los tipos de
las perturbaciones tropicales distintas del ciclón tropical ya reconocido. Sin
embargo, nuestra visión de los sistemas meteorológicos tropicales ha sido
radicalmente revisada tras el advenimiento de los satélites de investigación
meteorológica de los años sesenta. Se han llevado a cabo programas
especiales de mediciones meteorológicas en la superficie y en las capas
superiores del aire, junto con observaciones desde barcos o aviones en los
Océanos Pacífico e Índico, en el Caribe y en el Atlántico oriental tropical.
A pesar de que el cuadro está aún incompleto, parece ser que pueden
distinguirse cinco categorías de sistemas meteorológicos de acuerdo con sus
escalas espaciales y temporales. La más pequeña, con una duración de unas
pocas horas, es el cúmulo individual. Cuando el tiempo es despejado, las
nubes cumuliformes se encuentran generalmente alineadas en «calles de
nubes», más o menos paralelas a la dirección del viento (lámina 25), más que
distribuidas al azar. Este hecho parece estar relacionado con la estructura de
la capa límite y con la velocidad del viento. Hay poca interacción entre las
capas de aire de encima y de debajo de la base de la nube en estas
condiciones, pero con tiempo inestable las ráfagas ascendentes y
descendentes dan lugar a interacciones entre las dos capas que intensifican la
convección. De esta forma, la menor escala del sistema puede ayudar al
desarrollo de perturbaciones mayores.
La segunda categoría es la del sistema mesoscálico (cf. págs. 235-242); los
sistemas de este tipo se asocian en particular con los límites tierra/mar, las
islas oceánicas calentadas y la topografía. Un hecho distintivo de los
trópicos, identificado en las imágenes tomadas por satélites, es la agrupación
de nubes, que es de una escala subsinóptica y puede subsistir de uno a tres
días (véase fig. 6.2). La cuarta categoría incluye las perturbaciones de ondas
a escala sinóptica y los vórtices remolinos, y el grupo final lo constituyen las
ondas a escala planetaria.
No nos ocuparemos con detalle de las ondas planetarias (de una longitud
Fig. 6.2 de onda de 10 000 a 40 000 km). Se dan dos tipos de ellas en la estratosfera
Las estructuras mesoscálica y sinóptica de la Zona de Convergencia Intertropical ecuatorial y otra en la troposfera superior tropical. Dado que pueden tener
(ITCZ), mostrando un modelo de la distribución espacial (arriba) y de la estruc-tura interacciones con los sistemas troposféricos inferiores, parecen no ser
vertical (abajo) de los elementos convectivos que forman las agrupaciones de nubes
(de Masón, 1970). mecanismos directos que influencien al tiempo. Los sistemas a escala
sinóptica que determinan gran cantidad del «tiempo perturbado» de los
trópicos son suficientemente importantes y variados como para ser discutidos
estudios sobre la nubosidad llevados a cabo mediante satélites indican que en el bajo el encabezamiento de perturbaciones de onda y tormentas ciclónicas.
Océano Pacífico y el Océano Atlántico occidentales pueden existir dos zonas de
confluencia semipermanentes (fig. 6.1). Éstas, sin embargo, no se dan donde
existen corrientes oceánicas frías, como sucede en el Atlántico y el Pacífico
sudorientales.
1. Perturbaciones de onda de las depresiones de las latitudes medias. En la «Onda Oriental» de la zona del
Caribe existe una débil vaguada de presiones que generalmente se hace más
Existen diversos tipos de ondas que viajan hacia el oeste en los vientos del
gradual con la altura hacia el Este (fig. 6.3) y presenta el desarrollo típico de
este de la troposfera ecuatorial y tropical, las diferencias entre ellos
cumulonimbos y tormentas detrás de la línea de vaguada. Esta distribución en los
probablemente son el resultado de variaciones estacionales y regionales en la
vientos del Este va acompañada de movimiento horizontal y vertical. Detrás de la
estructura de la atmósfera tropical. Su longitud de onda se encuentra entre
depresión el aire experimenta convergencia, mientras que delante existe
unos 2000-4000 km y tienen una duración de una a dos semanas, viajando
divergencia (cap. 3, B.1). Esto se deduce de la ecuación de conservación de la
unos 6°-7° de longitud al día.
vorticidad potencial (compárese con el cap. 4, F), que supone que el aire que se
El primer tipo de onda que vamos a describir de los trópicos es la Onda
mueve a un determinado nivel no experimenta cambios en su temperatura poten-
Oriental del área del Caribe. Estos sistemas son bastante distintos
cial (es decir, se mueve adiabáticamente; véase cap. 2, D):

donde f = parámetro de Coriolis, t, = vorticidad relativa (ciclónica positiva) y Δp =


altura de la columna de aire troposférico. El aire que alcanza la línea de vaguada se
mueve hacia el polo (f aumenta) y hacia una zona de curvatura ciclónica (ζ
aumenta), por lo que, si el primer miembro de la ecuación debe permanecer
constante, Δp debe aumentar. Esta expansión vertical de la columna de aire
necesita una contracción horizontal (convergencia). Inversamente, existe
divergencia y curvatura anticiclónica en el aire que se mueve hacia el Sur
precediendo a una vaguada. La zona de divergencia se caracteriza por un aire
descendente, cada vez más seco, en el que sólo existe una fina capa de humedad en
las proximidades de la superficie, mientras que en las cercanías de la vaguada y
detrás de ella la capa de humedad puede alcanzar un espesor de 4500 m o más.
Cuando el flujo de aire del este es más lento que la velocidad de la onda, se
observa la configuración inversa de la convergencia de bajo nivel en cabeza de la
vaguada y la divergencia detrás de ella, como consecuencia de la ecuación de
vorticidad potencial. Este es un caso frecuente en la troposfera media, de forma
que la configuración de movimiento vertical que se muestra en la figura 6.3 se ve
aumentada. El paso de esta onda transversal en los alisios da lugar generalmente a
los siguientes cambios de tiempo:

En el surco que precede a la vaguada buen tiempo, cúmulos dispersos, nieblas


Cerca de la línea de vaguada cúmulos bien desarrollados,
chubascos ocasionales, visibilidad cada vez
mejor
Detrás de la vaguada cambio de dirección del viento, espesos
Fig. 6.3 cúmulos y cumulonimbos, tormentas mo-
Modelo de la estructura horizontal (arriba) y vertical (abajo) de una onda del viento deradas o intensas y descenso de la tem-
del Este. La zona punteada representa la nubosidad y en la sección vertical aparece peratura
también representada la zona de precipitación. Los símbolos de las líneas de co-
rriente hacen referencia a la estructura superficial y las flechas de la sección vertical
indican los movimientos horizontal y vertical (en parte según Riehl y Malkus).
tropicales se desarrollan durante la estación de los huracanes de
junio-noviembre en el Atlántico tropical. Más de la mitad de estas perturba-
ciones se originan sobre África en asociación con la zona baroclínica
intermedia entre el aire del Sahara y el aire monzónico húmedo y más frío.
Muchas de ellas pueden ser llevadas hacia el oeste al Pacífico nororiental. Una
cuarta parte de las perturbaciones se intensifican en las depresiones tropicales
y un 10 % se convierten en tormentas «nombradas».
Los desarrollos en el Atlántico están estrechamente relacionados con la
estructura de los alisios. En los sectores sudorientales de las células
subtropicales de altas presiones, la activa subsidencia mantiene una pro-
nunciada inversión entre 450 y 600 m (fig. 6.4). Corriente abajo aumenta la
altura de la base de la inversión (fig. 6.5) porque la subsidencia disminuye a
medida que nos alejamos de la parte oriental del anticiclón y las masas de
cúmulos penetran de vez en cuando en la inversión, transportando

FIG. 6.4
Estructura vertical de los alisios a 30° N y 140° O a las 3,00 GMT del 10 de julio de
1949. La proporción de mezcla tiene el valor correspondiente a la saturación
(basado en Riehl, 1954).

Las fotografías tomadas por satélites indican que la simple onda del este
es algo menos común de lo que se había supuesto. Muchas perturbaciones
atlánticas tienen una onda en forma de «V invertida» en el campo de vientos
de bajo nivel y la nube asociada, o una «coma» relacionada con la nube en un
remolino. A menudo están aparentemente ligadas con una configuración de
ondas en la ITC de más al sur. Muchas perturbaciones de los vientos del este
tienen una circulación del viento ciclónica cerrada a aproximadamente el
nivel de los 600 mb.
Obviamente, es difícil trazar el crecimiento de las perturbaciones de
ondas sobre los océanos y en las áreas continentales, con una cobertura
dispersa en la toma de datos. Sin embargo, pueden hacerse algunas con-
sideraciones generales. Al menos 8 de cada 10 perturbaciones se desarrollan
a unos 2°-4° de latitud de la vaguada ecuatorial en dirección al polo. La Fig. 6.5
convección se establece probablemente por convergencia de humedad en el Altura (en metros) de la base de la inversión del alisio sobre el Atlántico tropical
flujo de aire, acentuada por fricción, y es luego mantenida en los penachos de (de Riehl, 1954).
convección térmica (fig. 6.2). Unas 100 perturbaciones
Fig. 6.6
Precipitación mensual media en Fort de France, Martinica (basado en «CLIMAT», normas de
la Organización Meteorológica Mundial para 1931-60). La precipitación media anual es de 184
cm.

humedad hacia el aire seco situado más arriba. En el Caribe estas ondas de
los vientos del Este tienden a desarrollarse cuando la inversión de los alisios
es débil o no existe, durante verano y otoño, mientras que en invierno y
primavera la fuerte subsidencia reinante impide su formación, a pesar de que
las perturbaciones pueden desplazarse hacia el oeste por encima de la
inversión. Otro factor que puede iniciar la formación de ondas en los vientos
del Este es la penetración de frentes fríos en las latitudes bajas. Esto es
frecuente en el sector situado entre dos células subtropicales de altas
presiones, donde la parte ecuatorial del frente tiende a fraccionarse,
originando una onda que se mueve hacia el Oeste.
La influencia de estas características en el clima regional aparece ilustrada
por el régimen de lluvias. Por ejemplo, existe un máximo a finales de verano
en Martinica (fig. 6.6), una de las islas de Barlovento (15°N), cuando la
subsidencia es débil, aunque parte de la precipitación que se recibe en otoño
va asociada a tormentas tropicales. En diversas zonas de los vientos alisios la
precipitación tiene lugar en forma de temporales asociados a alguna clase de
perturbación. A lo largo de un período de 10 años en Oahu (Hawái) se
produjeron como promedio 24 temporales por año, 10 de los cuales dieron
cuenta de más de los dos tercios de la precipitación anual. Existe sin
embargo, en aquellas zonas
una gran variabilidad de la precipitación de unos años otros, puesto que una
pequeña disminución en la frecuencia de las perturbaciones puede tener gran
influencia en los totales de precipitación.
En la parte central del Pacífico ecuatorial los sistemas de vientos alisios
de los dos hemisferios convergen en la Vaguada Ecuatorial y pueden formarse
perturbaciones de onda si la vaguada se aparta del ecuador (generalmente
hacia el Norte) lo suficiente para que exista una pequeña fuerza de Coriolis
que inicie el movimiento ciclónico. Con frecuencia estas perturbaciones se
hacen bastante inestables y forman un vórtice ciclónico a medida que se
trasladan hacia el Oeste, en dirección a las islas Filipinas, pero los vientos no
siempre alcanzan la fuerza del huracán. En el mapa sinóptico del 17 de agosto
de 1957 (fig. 6.7), correspondiente a parte del Pacífico noroccidental,
aparecen tres fases del desarrollo de los sistemas tropicales de bajas
presiones. Al oeste de Hawái puede observarse una onda del este incipiente
que sin embargo se completó y disipó en el curso de las 24 horas siguientes.
En las proximidades de la isla Wake se aprecia claramente una onda bien
desarrollada, con espectaculares torres de cúmulos que se extienden hasta
más allá de los 9100 metros, a lo largo de la zona de convergencia, situada
unos 480 km más al Este (lámina 26). Esta onda se desarrolló en el curso de
48 horas, convirtiéndose en una tormenta tropical circular, con vientos de
hasta 20 m/s (46 mph), pero no llegó a constituir un auténtico huracán. Al
Este de las islas Filipinas puede observarse una fuerte circulación cerrada,
desplazándose hacia el noroeste. Las ondas ecuatoriales pueden formarse a
ambos lados del ecuador en una corriente de vientos del Este situada
aproximadamente entre 50°N y S. En tales casos, la divergencia en la parte
anterior de la vaguada en el hemisferio norte se apareja con la convergencia
en la parte posterior de una línea de vaguada situada más al Oeste en el
hemisferio sur. El lector puede comprobar que esto se deduce de la ecuación
de conservación de la vorticidad potencial, recordando que tanto f como ζ,
actúan en sentido inverso en el hemisferio sur.

2. Ciclones
a. Huracanes. El tipo más notorio de ciclón es el huracán tropical o tifón. A
causa de los grandes daños que ocasionan en tierra y del peligro que suponen
para la navegación, se ha prestado considerable atención a la predicción de su
desarrollo y movimiento, por lo que ahora se empieza a comprender su origen
y estructura. Como es lógico, la naturaleza catastrófica de los huracanes
dificulta en gran manera la investigación, pero en la actualidad los vuelos de
reconocimiento efectuados durante la «temporada de huracanes», las
observaciones realizadas con -
ayuda del radar de la estructura de la nube y de la precipitación y las fotogra- TABLA 6.1
fías que toman los satélites (véase lám. 27) contribuyen a un mejor cono- Frecuencias anuales de los ciclones tropicales (con vientos sostenidos máximos que
exceden de los 25 m/s), de 1958 a 1977 (Según Gray, 1979). Se han redondeado los totales de
cimiento de estos fenómenos. las áreas.
El huracán típico tiene un diámetro de unos 650 km, inferior a la mitad
del de una depresión de las latitudes medias, aunque la extensión de los Situación Frecuencia anual
tifones del mar de la China es frecuentemente mucho mayor. A nivel del mar,
la presión en su centro es normalmente de 950 mb y sólo en algunos casos Pacífico noroccidental 26,3
excepcionales desciende por debajo de 920 mb. Los vientos huracanados se Pacífico nororiental 13,4
definen de manera arbitraria con una velocidad de 33 m/s o más; de hecho, en Atlántico noroccidental 8,8
numerosos casos sobrepasan los 50 m/s. El enorme desarrollo vertical de Océano índico septentrional 6.4
cumulonimbos con la parte superior situada por encima de los 12 000 m Total del hemisferio norte 54,6
refleja la enorme actividad convectiva concentrada en dicho sistema. Los Océano Indico sudoccidental 8,4
estudios realizados con ayuda del radar y de los satélites indican que las
células convectivas están normalmente organizadas en bandas que giran Océano Indico sudoriental 10,3
siguiendo una trayectoria en espiral hacia el centro del huracán. Pacífico sudoccidental 5,9
Para que se forme un huracán son necesarias, aunque no siempre su- Total del hemisferio sur 24,5
ficientes, ciertas condiciones. Una de ellas, tal como indica la figura 6.8, es
Total global 79,1
una gran extensión de océano con una temperatura superficial superior a los
27°C. Los ciclones raras veces se forman cerca del ecuador, donde el
parámetro de Coriolis es casi cero y tampoco en zonas de fuerte cizalladura
vertical del viento (por ejemplo, debajo de una corriente en chorro), ya que guada Ecuatorial se traslada hacia el Norte. En el Atlántico occidental la
ambos factores impiden el desarrollo de un vórtice bien organizado. Existe «temporada de huracanes» tiene lugar principalmente entre julio y octubre, con
también una relación precisa entre la situación estacional de la Vaguada un marcado máximo en septiembre, y en el Pacífico occidental entre julio y
Ecuatorial y las zonas de formación de huracanes, relación que se desprende octubre. Estos zonas pueden verse afectadas por un pequeño número de
del hecho de que no se producen huracanes en el Atlántico Sur (donde la tormentas incluso en mayo y diciembre. El máximo de finales de verano-otoño
vaguada no se encuentra nunca al sur de los 5°) o en el Pacífico sudoriental se encuentra también en las otras zonas, aunque existe un máximo secundario,
(donde la vaguada permanece al norte del ecuador). Por otra parte, en las a comienzos de verano, en el golfo de Bengala.
fotografías tomadas recientemente por satélites de la parte nororiental del En la tabla 6.1 se indican las frecuencias anuales de los ciclones tropicales.
Pacífico aparece un número inesperado de vórtices ciclónicos en verano, Estas cifras son sólo aproximadas, puesto que en algunos casos resulta
muchos de los cuales se mueven en dirección Oeste en las cercanías de la difícil determinar si los vientos alcanzan o no fuerza de huracán; también es
línea de vaguada, aproximadamente entre 10° y 15°N. Aproximadamente un posible que en algunos lugares remotos del Sur del Pacífico y del océano índico
60 % de los ciclones tropicales parecen originarse a 10°-15° de latitud de la se hubieran producido, antes del uso de los satélites, tormentas que no fueron
Vaguada Ecuatorial en dirección al polo en los sectores de más calmas detectadas.
ecuatoriales, donde la vaguada se encuentra por lo menos a 5° de latitud del Las primeras teorías acerca del desarrollo de los huracanes sostenían que
ecuador. Las zonas de desarrollo de huracanes se encuentran sobre la parte las células de convección ocasionaban un desprendimiento masivo y repentino
occidental de los océanos Atlántico, Pacífico e Índico, donde las células de calor latente, que proporcionaba energía suficiente para la tormenta.
subtropicales de altas presiones no ocasionan subsidencia ni estabilidad y el Aunque las células convectivas se consideraban como parte integrante del
flujo superior es divergente. sistema de huracanes, se creía que su escala era demasiado pequeña para que
En el hemisferio norte la formación de huracanes y tifones alcanza su pudiesen ocasionar la extensión del mismo a lo largo de centenares de
actividad máxima a finales de verano y en otoño, época en que la Va- kilómetros. Sin embargo, investigaciones realizadas recientemente conducen a
una considerable modificación de este cuadro.
el desarrollo de presiones muy bajas y vientos de gran velocidad en las
proximidades de la superficie. Una característica típica de los huracanes es su
vórtice cálido, mientras que otras depresiones tropicales y tormentas incipientes
tienen como núcleo una zona fría de la que provienen los chubascos. Este
núcleo cálido se desarrolla por la acción de torres de 100 a 200 cumulonimbos
que desprenden calor latente de condensación-aproximadamente un 15 % del
área de las bandas de nubes está dando lluvia en un momento dado. Las
observaciones realizadas indican que, aunque estas «torres cálidas» constituyen
tan sólo un 1 % de la zona tormentosa dentro de un radio de unos 400 km, su
influencia es suficiente para alterar todo lo que las rodea. El núcleo cálido
resulta vital para el crecimiento del huracán porque intensifica el anticiclón de
las capas superiores, conduciendo a un efecto de «realimentación» por
estimulación de la entrada de un flujo dé calor y humedad en las capas
inferiores, que a su vez intensifica la actividad convectiva, el desprendimiento
de calor latente y, por consiguiente, el aumento de presión en los niveles
superiores. La circulación térmica directa transforma el incremento de calor en
energía potencial, una pequeña parte de la cual (aproximadamente el 3 %) se
convierte en energía cinética. El resto es transportado por la circulación
anticiclónica hasta una altura de unos 12 km (200 mb). En el «ojo» o región más
interna de la tormenta el calentamiento adiabático del aire descendente
acentúa las altas temperaturas (fig. 6.9), aunque, puesto que también se
observan temperaturas altas en las masas de nubes que constituyen las paredes
del «ojo», es posible que el aire subsidente sea tan sólo un factor adicional. El
ojo tiene un diámetro aproximado de 300 a 500 km y en él el aire se encuentra
virtualmente en calma, pudiendo llegar a romperse la capa de nubes. Los
FIG. 6.9 mecanismos que ocasionan la formación del ojo son aún casi desconocidos. Si
Modelo de la estructura horizontal (arriba) y vertical (abajo) de un huracán. Las el aire que gira conservase su momento cinético absoluto, la velocidad del
zonas punteadas representan la nubosidad y en la sección vertical aparecen también viento se haría infinita en su centro, hecho que es evidente que no se produce.
las zonas de precipitación. Los símbolos de las líneas de corriente hacen referencia al
diagrama superior (basado en La Seur y Hawkins, 1963, y Fett, 1964). Los fuertes vientos que rodean el ojo están más o menos en equilibrio
ciclostrófico y la pequeña distancia radial hace que la aceleración centrípeta sea
muy elevada (véase pág. 142). El aire se eleva cuando el gradiente baroclínico
En apariencia, existe un transporte de energía desde la circulación a escala de ya no puede empujarlo más hacia dentro. Es posible que los yunques de
los cúmulos a la circulación en gran escala de la tormenta, realizado a través cumulonimbos jueguen un papel vital en el complejo vínculo entre las
de la organización de las nubes en forma de espiral (fig. 6.9 y lámina 27); sin circulaciones horizontal y vertical alrededor del ojo, por redistribución del
embargo, la naturaleza de este proceso se encuentra todavía en vías de momento angular, de forma que se establezca una concentración de rotación
investigación. Existen actualmente pruebas suficientes que .indican que los cerca del centro.
huracanes se forman a partir de perturbaciones ya existentes, pero, aunque La aportación de calor y humedad, en combinación con el escaso rozamiento
muchas de ellas se desarrollan en forma de células cerradas de bajas en la superficie del mar, el desprendimiento de calor latente por condensación y
presiones, son pocas las que alcanzan intensidad de huracán] La clave de este el aire extraído en altura son condiciones esenciales para el mantenimiento de la
problema parece residir en la presencia de un anticiclón en la troposfera intensidad de los huracanes. Tan pronto
superior. Éste es esencial para que se produzca divergencia en niveles altos
(véanse figs. 3.6 y 3.14) y a su vez permite
como disminuye uno de estos efectos, mengua la intensidad de la tormenta. b. Otras depresiones tropicales. No todos los sistemas ciclónicos que se
Esto puede ocurrir con bastante rapidez si la trayectoria (determinada por el forman en los trópicos pertenecen a la variedad de los huracanes. Existen otros
flujo general de la troposfera superior) conduce el vórtice sobre una superficie dos tipos principales de vórtice ciclónico. Uno es la llamada «depresión del
del mar fría o sobre la tierra. En el último caso, el aumento de rozamiento monzón», que afecta a la parte meridional de Asia durante el verano. Esta
acelera el proceso de rellenado, mientras que el corte del suministro de depresión es excepcional en cuanto a que el flujo procede del Oeste en los
humedad elimina una de las principales fuentes de calor. También se produce niveles bajos y del Este en la troposfera superior (véase fig. 6.22). Se describe
esta desaparición rápida cuando interviene en la circulación aire frío o cuando más ampliamente en el apartado D.4 del presente capítulo.
la zona de divergencia en altura se aleja de la borrasca. Los sistemas del tipo segundo son generalmente débiles en las proxi-
Los huracanes se mueven generalmente a una velocidad de 16 a 24 ki- midades de la superficie, pero están bien desarrollados en la troposfera media.
lómetros por hora controlados principalmente por la velocidad del núcleo En el Pacífico nororiental y el Océano índico estas borrascas se conocen con el
cálido superior. Casi invariablemente se vuelven a curvar hacia el polo nombre de ciclones subtropicales. Gran parte de ellos se desarrollan en las
alrededor de los bordes occidentales de las células subtropicales de altas latitudes bajas a partir de una onda fría de los niveles superiores que se
presiones, penetrando en la circulación de los vientos del Oeste, donde desprende del chorro del Oeste (véase capítulo 4, G.4). Poseen un amplio ojo
desaparecen o degeneran en depresiones extratropicales (lám. 17). Algunos de aproximadamente 150 km de radio en el que la nubosidad es escasa,
de estos sistemas conservan una intensa circulación y los fuertes vientos y las rodeado por un cinturón de nubes y precipitación de unos 300 km de anchura.
olas que los acompañan pueden producir todavía grandes daños. Esto se A finales de invierno y en primavera, la mayor parte de la precipitación que se
produce con cierta frecuencia a lo largo de la costa atlántica de Estados recoge en las islas Hawái procede de tormentas de este tipo. Estos ciclones son
Unidos y, en ocasiones, del Canadá oriental. De manera similar, en la parte muy persistentes y tienden a ser absorbidos finalmente por una vaguada de los
occidental del Pacífico septentrional, los tifones recurvados constituyen uno vientos del Oeste de las capas superiores de la atmósfera. Perturbaciones
de los elementos principales del clima de Japón (véase el apartado D.4 del semejantes a las descritas se producen en verano sobre el Mar Arábigo y
presente capítulo) y puede tener lugar en cualquier mes. La frecuencia de contribuyen a las lluvias veraniegas («monzón») del noroeste de la India.
tifones en Japón y los mares que lo rodean es de 12 por año. Estos sistemas presentan un movimiento hacia arriba principalmente en la
En resumen: el huracán se desarrolla a partir de una perturbación inicial capa superior de la troposfera. Su desarrollo puede estar ligado a la salida de
que, en condiciones ambientales favorables, crece hasta convertirse primero aire a niveles superiores de la vorticidad ciclónica desde la persistente
en una depresión tropical y posteriormente en una tormenta tropical (con borrasca cálida de la India septentrional.
velocidades del viento comprendidas entre 17 y 33 m/s). La fase de tormenta
tropical puede persistir unos 4 o 5 días, mientras que la fase de huracán dura 3. Sistemas subsinópticos
tan sólo unos 2 o 3 días. El calor latente que proviene de la condensación del
vapor de agua constituye su principal fuente de energía, razón por la cual los Las agrupaciones de nubes han sido estudiadas en primer lugar a partir de las
huracanes se generan y adquieren cada vez mayor fuerza sólo dentro de los fotografías tomadas por satélites de los océanos Atlántico y Pacífico
confines de los océanos cálidos. La tormenta tropical de núcleo frío se tropicales. Su definición es bastante arbitraria, pero pueden extenderse por un
transforma en un huracán de núcleo cálido por la acción del calor latente área de 2° cuadrados hasta 12° cuadrados. Es importante notar que la actividad
desprendido por las torres de cumulonimbos, fenómeno que origina o convectiva más sobresaliente ha pasado cuando la cubierta nubosa se hace más
intensifica una célula anticiclónica en la troposfera superior. De este modo, el extensa por la dispersión de las capas de cirros. Las agrupaciones en el
flujo saliente en los niveles superiores provoca la entrada y ascenso del flujo Atlántico, definidas como más del 50 % de la capa de nubes que se extiende
en los niveles inferiores, con lo que la generación de energía potencial (a sobre un área de 3° de lado, tienen unas frecuencias máximas de 10-15
partir del calor latente) y la transformación de ésta en energía cinética son agrupaciones mensuales cerca de la ITC y también a 15°-20°N en el Atlántico
continuas. El ojo interior que se forma durante la fase de tormenta tropical de occidental sobre zonas con una temperatura de la superficie marina alta.
núcleo frío constituye un elemento esencial del ciclo de los huracanes. Consisten en la agrupación de células mésoscálicas convectivas con el sistema
provisto de una profunda
capa de flujo convergente (véase fig. 6.2). Algunas persisten durante sólo uno o
dos días, pero muchas se desarrollan dentro de ondas de escala sinóptica. Aún se
han de determinar muchos aspectos de su desarrollo y papel.

4. Sistemas mesoscálicos
Dos sistemas lineales bien conocidos pueden ser descritos en esta categoría.
Son las «líneas de perturbación» de África occidental y las líneas de turbonada
(conocidas como «sumatras») de Malaca. Estas últimas atraviesan Malaca,
procedentes del Oeste, en las primeras horas de la mañana durante el monzón
del Sudoeste y, al parecer, son originadas por los efectos de convergencia de las
brisas marinas en los estrechos de Malaca. La línea de perturbación se da en
África oriental en el semestre veraniego, cuando el aire del monzón
sudoccidental de bajo nivel es invadido por aire seco y caliente del Sahara. El
proceso físico es análogo al de la línea de turbonada de las latitudes medias (fig.
4.23; cf. también página 234). Tienen una longitud de varios centenares de
kilómetros y se dirigen hacia el Oeste a través de África occidental con una
velocidad de aproximadamente 50 km/h, dando lugar a turbonadas y tormentas
antes de su disipación sobre áreas de aguas frías del Atlántico Norte. La lluvia
de primavera y otoño de África occidental se debe en gran parte a estas
perturbaciones. La figura 6.10, correspondiente a Kortright (Freetown, Sierra
Leona), ilustra las cantidades diarias de precipitación recogidas en 1960-1961
asociadas a líneas de perturbación a 8°N. Las lluvias del monzón de verano
constituyen la mayor parte del total de la precipitación pero hacia el Norte su
contribución disminuye. Por ejemplo, en 1955 las líneas de perturbación
contribuyeron aproximadamente al 30 % de la precipitación total que se recibió
en la costa de Ghana y al 90 % de la misma en el Norte del territorio. Los
sistemas de vientos mesoscálicos "de los trópicos se discutirán en las págs.
352-358.

D. EL MONZÓN DE ASIA

El nombre «monzón» proviene de la palabra árabe mausim, que significa


«estación», lo que explica su aplicación a los cambios estacionales a gran escala
que tienen lugar en el régimen de vientos. Estos cambios son notables en Asia
por su inmensa extensión y por la penetración de su influencia, que se deja sentir
más a l l á d e las latitudes, tropicales. Así, por ejemplo, la circulación superficial
sobre China refleja este cambio estacional:
Fig. 6.11
Regiones en las Que se produce una variación estacional del viento en superficie de al
menos 120°. Se indica también la frecuencia del octante prevaleciente (según
Chromov; adaptado de Flohn, 1960).

Enero julio

China septentrional el 60 % de los vientos el 57 % de los vientos


proceden del O, NO y N proceden del SE, S y SO

China sudoriental el 88 % de los vientos el 56 % de los vientos


proceden del N, NE y E proceden del SE, S y SO

Sin embargo, éstas variaciones estacionales del viento en superficie están


bastante extendidas y tienen lugar en muchas regiones que no eran consideradas
tradicionalmente como monzónicas (fig. 6.11). Aunque existe un cierto
paralelismo entre estas regiones tradicionales y las que registran una frecuencia
superior al 60 % de casos en que el viento sopla desde un octante distinto al
prevaleciente, es evidente que diversos mecanismos, no relacionados entre sí,
pueden producir cambios estacionales de viento altamente significativos.
Tampoco es posible establecer una relación simple entre la estacionalidad de la
lluvia (fig. 6.12) y el desplazamiento estacional del viento. Áreas tradicionalmente
.designadas como monzónicas incluyen algunas de las áreas tropicales y
subtropicales que experimentan un máximo de precipitación en verano, y muchas
de ellas tienen un doble máximo de precipitación. Está claro que es necesaria una
"combinación de criterios (p. ej., de las figs. 6.11 y 6.12) para conseguir una
definición adecuada de las áreas monzónicas.
Durante el verano, la Vaguada Ecuatorial y los anticiclones subtropicales
se encuentran generalmente desplazados hacia el Norte, a consecuencia de la
cambiante distribución del calentamiento solar en la tierra, y en Asia
meridional este movimiento se amplifica por los efectos de la masa
continental. Sin embargo, la atractiva simplicidad de la explicación
tradicional, que supone la existencia de una «brisa marina» monzónica
dirigida hacia una baja térmica de verano situada sobre el continente, no
constituye, desgraciadamente, una base adecuada para comprender el
funcionamiento del sistema. El régimen monzónico de Asia es consecuencia
de la interacción de factores planetarios y regionales, tanto en la superficie
como en la troposfera superior. Resulta conveniente, por tanto, considerar
sucesivamente todas las estaciones.

1. Invierno
En las proximidades de la superficie, ésta es la estación del «monzón de
invierno», pero en altura domina la corriente del Oeste. Esto, tal como ya
hemos visto, refleja la distribución general de presión. Sobre el interior del
continente se centra una delgada capa de aire frío de presión alta, pero
desaparece ya incluso a 700 mb (véase fig. 3.18), donde existe una vaguada
sobre Asia oriental y circulación zonal sobre el continente. Los vientos del
Oeste de niveles superiores se dividen en dos corrientes al norte y al sur de la
meseta del Tíbet (fig. 6.13), cuya altura excede de los 4000 m, sobre una
extensa zona, para volver a reunirse en las proximidades de la costa oriental
de China (fig. 6.14). Estas dos ramas se han atribuido al efecto separador de la
barrera topográfica sobre la corriente de aire, pero el chorro septentrional
puede estar situado bastante lejos de la meseta del Tíbet y también se
encuentran dos corrientes más al Oeste, donde no se interpone ningún
obstáculo al flujo del aire. La rama situada sobre la India septentrional
corresponde a un fuerte gradiente térmico latitudinal (de noviembre a abril) y
es probable que este factor, en combinación con el efecto de la barrera hacia
el Norte, sea responsable del estancamiento de la posición del chorro
meridional. Esta rama meridional es más fuerte, con una velocidad media
superior a 66 m/s a 200 mb, si se compara con los 20-25 m/s de la rama
septentrional. Cuando ambas se reúnen, sobre China septentrional y el Japón
meridional, su velocidad media excede de 66 m/s.
El aire que desciende por debajo de esta corriente superior del Oeste
ocasiona vientos secos del Norte procedentes del anticiclón subtropical, que
soplan sobre la India noroccidental y Pakistán. En la superficie, el viento es
del Noroeste en la mayor parte de la India septentrional y se transforma en
viento del Nordeste en Birmania y Bangladesh y del Este
Fig. 6.14
Circulación característica del aire en el Sur y Este de Asia en invierno (según Thompson, 1951;
Flohn, 1960, y Frost y Stephenson, 1965, y otros). Las líneas continuas indican el flujo del aire a
aproximadamente 3000 m y las de trazos el flujo a unos 600 m. Los nombres hacen referencia a
los sistemas de vientos en altura.

en la India peninsular. También es igualmente importante el efecto de guía


ejercido por el chorro superior sobre las depresiones invernales en la India
septentrional. Las borrascas, que normalmente no son frontales, penetran
aparentemente a través del Oriente Medio procedentes del Mediterráneo y
constituyen importantes fuentes de precipitación para la India septentrional y
el Pakistán (por ejemplo, en Kalat, fig. 6.15), especialmente porque tiene
lugar cuando la evaporación es mínima.
Algunas de estas depresiones procedentes del Oeste continúan hacia el
Este, reactivándose en la zona de confluencia de la corriente en chorro situada
FIG. 6.15
aproximadamente a 30°N y 105°E sobre China, más allá de la zona de
Precipitación mensual media en seis estaciones situadas en la India peninsular (basado en
subsidencia de la ladera contigua a sotavento del Tíbet (fig. 6.13), y resulta «CLIMAT», Normal’s of the World Meteorological Organization for 1931-60). El total anual
significativo que el eje medio de la corriente en chorro que atraviesa China en en centímetros aparece después del nombre de cada estación.
invierno guarda estrecha relación con la distribución invernal de las
precipitaciones (fig. 6.16). Otras depresiones que afectan a
empieza a extenderse a través de China central, penetrando en el Japón, la rama
meridional permanece situada al sur del Tibet y su intensidad se hace cada vez
menor.
En la India septentrional, el tiempo se hace caluroso y seco y son frecuentes las
turbonadas, como consecuencia de una mayor insolación. En Nueva Delhi las
temperaturas medias ascienden de 23°C en marzo hasta 33 °C en mayo. La
depresión térmica (véase cap. 4, G.2) alcanza su intensidad máxima en esta época,
pero aunque se desarrollan vientos costeros que soplan hacia la orilla, el monzón
tarda aún un mes en interrumpirse y los demás mecanismos dan lugar sólo a una
precipitación muy limitada. En el Norte se registra alguna precipitación, debida a
las «perturbaciones de los vientos del Oeste», especialmente hacia el delta del
Ganges, donde la penetración, en niveles bajos, de aire cálido y húmedo
desencadena tormentas convectivas conocidas como «noroestes». En el Noroeste,
donde la humedad es menor, la convección da lugar a violentas turbonadas y
tempestades de polvo denominadas «andhis». El mecanismo de estas tormentas
no es aún perfectamente conocido, aunque, al parecer, es esencial en ellas la
divergencia a niveles altos en las ondas de la corriente en chorro subtropical del
Oeste. La temprana aparición de las lluvias de verano en Bengala, Bangladesh,
Assam y Birmania (p. ej., Chittagong, fig. 6.15) se ve favorecida por una vaguada
FIG. 6.16
en los vientos del Oeste producida orográficamente a 300 mb y situada a
Corriente en chorro media de invierno a 12 km sobre el Extremo Oriente y precipitación aproximadamente 85°-90° E en mayo. La convergencia a niveles bajos de aire
invernal media en China (en centímetros) (según Mohri y Yeh; de Trewartha, 1961).
marítimo procedente del Golfo de Bengala, combinada con la divergencia en las
capas superiores en la parte anterior de la vaguada de 300 mb, genera turbonadas.
la China central y septentrional se mueven dentro del tinturen de vientos del Otra fuente de estas lluvias tempranas son las perturbaciones tropicales en el
Oeste al norte del Tíbet o bien son originadas por irrupciones de aire cP. En la Golfo de Bengala. También Ceilán y el Sur de la India (p. ej., Minicoy, fig. 6.15)
parte posterior de estas depresiones se producen invasiones de aire muy frío reciben precipitación durante esta estación, como consecuencia del movimiento
(por ejemplo, las ventiscas de «buran» de Mongolia y Manchuria). El efecto de hacia el Norte de la Vaguada Ecuatorial.
estas olas de frío comparables a los «nortes» del Centro y Sur de los Estados China no tiene una estación cálida premonzónica equivalente a la de la India.
Unidos, consiste principalmente en reducir las temperaturas medias. La En China septentrional persiste el monzón de invierno del Nordeste a niveles
temperatura media en invierno en la parte meridional de China, menos bajos (reforzado por el aire de los vientos superiores del Oeste que subside) e
protegida, es sensiblemente inferior a las de las correspondientes latitudes en incluso en el Sur sólo empieza a ser sustituido por aire tropical marítimo en los
la India y, por ejemplo, las temperaturas en Calcuta y Hong-Kong (ambas meses de abril y mayo. Por consiguiente, en Cantón las temperaturas medias
situadas aproximadamente a 22 ¿°N) son, respectivamente, de 19 y 16°C en ascienden desde sólo 17°C en marzo hasta 27°C en mayo y son unos 6°C
enero y 22 y 15°C en febrero. inferiores a los valores medios de la temperatura reinante en la India septentrional.
En primavera las depresiones del Oeste son más frecuentes en China. En ésta
2. Primavera estación se forman principalmente sobre Asia centraba medida que empieza-a
debilitarse el anticiclón continental; también se desarrollan muchas de ellas en la
La clave del cambio durante esta estación de transición parece encontrarse, una zona de confluencia deja corriente en chorro.
vez más, en la configuración de la corriente de las capas superiores. En marzo,
los vientos superiores del Oeste inician su migración estacional hacia el Norte,
pero, mientras que el chorro del Norte se intensifica y
El número de depresiones que, como promedio atravesaron China cada mes durante desviada finalmente hacia el norte de la meseta. Sobre la India, la Vaguada Ecuatorial
los años comprendidos entre 1921 y 1931 fue el siguiente: se traslada hacia el Norte a cada debilitamiento de los vientos superiores del Oeste al
sur del Tíbet, pero el «coletazo» final del monzón, que coincide con la llegada de los
E F M A M J J A S Ó N D Año húmedos vientos del Sudoeste de niveles bajos, no se produce hasta que la circulación
7 8 9 11 10 8 5 3 3 6 7 7 85 en las capas superiores ha adquirido la configuración típica del verano (fig. 6.17). Los
cambios a bajo nivel están relacionados con el establecimiento en niveles superiores de
una corriente en chorro procedente del Este sobre Asia meridional aproximadamente a
Por consiguiente, las lluvias son más frecuentes en primavera que en 15° N. Existe una teoría que propone que esto tiene lugar en junio, cuando la vaguada
invierno sobre la mayor parte de China central y meridional: los tres meses situada entre las células anticiclónicas subtropicales del Pacífico occidental y el mar
de marzo, abril y mayo registran de un cuarto a un tercio de la precipitación Arábigo al nivel de 300 mb se mueve en dirección Noroeste desde la posición de 15°
anual. N, 95° E, que ocupa en mayo, hacia la parte central de la India. En apariencia, este
movimiento del monzón en dirección Noroeste (fig. 6.18) está relacionado con la
3. Comienzos de verano extensión sobre la India de los vientos del Este de la troposfera superior.
Generalmente, durante la última semana de mayo empieza a desaparecer la
corriente meridional, haciéndose primero intermitente y siendo

FIG. 6.18
Avance del monzón de verano sobre el Sur y Este de Asia, basado en: para la India, el
comienzo de la estación de las lluvias (según Chatterjee, 1953); para China, la
desviación hacia el Norte del valor de 24°C correspondiente a ¡a media para 5 días de
la temperatura del termómetro húmedo (según Tu y Hwang, 1944); para el Japón, la
aparición de las «lluvias bai-u» (según Takahashi, 1955, y, entre paréntesis, según
FIG. 6.17 Kurashima, 1968).
Circulación característica del aire en el Sur y Este de Asia en verano (según Thompson,
1951; Flohn, 1960; Frost y Stephenson, 1965, y otros). Las líneas continuas indican
el flujo del aire a aproximadamente 6000 m y las de trazos el flujo a unos 600 m.
Nótese que el flujo de niveles bajos es muy uniforme entre 600 y-3000 m.
La reorganización de la corriente del aire de las capas superiores tiene
amplios efectos en Asia meridional. Está directamente relacionada con las
lluvias de «Mai-yu» de China (que alcanzan un máximo entre el 10 y el 15 de
junio aproximadamente), con la formación del monzón del Sudoeste de la
India y la retirada hacia el Norte de los vientos superiores del Oeste sobre la
totalidad del Oriente Medio.
Sin embargo, es preciso hacer hincapié en el hecho de que aún no se
conoce con seguridad hasta qué punto estos cambios son debidos a los
fenómenos que tienen lugar en las capas superiores de la atmósfera o si la
aparición del monzón inicia un reajuste en la circulación del aire de niveles
superiores. Es evidente que la presencia de la meseta del Tíbet reviste cierta
importancia, incluso aunque no constituya una barrera significativa para la
corriente de aire. El calentamiento de la meseta a comienzos del verano se
traduce en la formación sobre ella de un anticiclón térmico (véase fig. 3.14)
sobre una área al nivel de 500 mb o por encima de él, cubriendo una baja
cálida cerca de la superficie de la meseta. Al producir un flujo del este en la
parte sur del anticiclón, es indudable que este hecho contribuye a la
desaparición de la rama meridional del chorro del Oeste. Al mismo tiempo,
la actividad convectiva premonzónica que tiene lugar sobre la parte
Sudoriental de la meseta del Tíbet proporciona una fuente adicional de calor
para el anticiclón de la troposfera superior, debido al desprendimiento de
calor latente. Está claro que las interacciones entre el régimen monzónico de
la India y la cordillera tibetana son decididamente complejas.
Sobre China los vientos zonales del Oeste se retiran hacia el Norte en
mayo y junio y la corriente de aire del Oeste se concentra al norte de la
meseta del Tíbet. Los vientos ecuatoriales del Oeste se extienden sobre el
Sudeste asiático procedentes del océano Indico, produciendo una masa de
ah-e cálido y húmedo de un espesor superior a 3000 m. Contrariamente a lo
que se suponía antes, el Pacífico constituye una fuente de humedad sólo
cuando los vientos tropicales del Sudeste se extienden hacia el Oeste
afectando a la costa oriental. La mayor parte de la precipitación que se recoge
en verano sobre China al sur de los 3Q°-35° N proviene de la extensión hacia
el Nordeste de la corriente monzónica de Asia meridional, hecho al parecer
relacionado con las olas que se producen en el flujo y que crean zonas de
convergencia de velocidad (véase fig. 3.6 A). La parte central de China
también se ve afectada por perturbaciones débiles que se dirigen hacia el Este
a lo largo del valle del Yang-tse y por frentes fríos ocasionales procedentes
del Noroeste.
4 Verano
Hacia mediados de julio el aire monzónico reina sobre la mayor parte del Sur
y el Sudeste asiático (fig. 6.17) y en la India la Vaguada Ecuatorial se halla
situada aproximadamente a 25° N. Al norte de la meseta del Tíbet se
encuentra una corriente superior del Oeste bastante débil con una célula
subtropical de altas presiones sobre la meseta. El monzón del Sudoeste está
cubierto en Asia meridional por fuertes vientos superiores del Este con un
pronunciado chorro a 150 mb (unos 15 km), que se extiende hacia el Oeste a
través del sur de Arabia y África (fig. 6.19). Hasta ahora no se ha observado
corrientes procedentes del Este sobre el Atlántico o el Pacífico tropicales. La
corriente está relacionada con un intenso gradiente lateral de temperatura en
el que el aire de las capas superiores se hace progresivamente más frío hacia
el Sur.
Una importante característica de la corriente del chorro tropical del Este
es la localización del cinturón principal de lluvias de verano al lado derecho
(es decir al norte) de su eje, corriente arriba de la región donde se da el viento
máximo y en el lado izquierdo corriente abajo, excepto en aquellas zonas en
que predominan los efectos orográficos (fig. 6.19). El máximo medio de la
corriente se encuentra situado aproximadamente a 15° N y 50-80° E.

FIG. 6.20
Porcentaje de la contribución de ¡a precipitación monzónica (de junio a septiembre) al
total anual (según Rao y Ramamoorthy, 1960, del Indian Meteorological Department,
1960, y Ananthakrishnan y Rajagopalachari, 1964; en Hutchings, 1964).
a una perturbación superficial en el Golfo de Bengala. La figura 6.22 indica
que las principales zonas de precipitación se encuentran situadas al sur de la
Vaguada Ecuatorial (en el cuadrante sudoccidental de las depresiones
monzónicas, semejando una depresión de las latitudes medias invertida), y
también tienden a producirse en las costas y montañas orientadas a barlovento
de India, Binnania y Malaya. Sin estas perturbaciones la distribución de las
lluvias monzónicas estaría mucho más controlada por la orografía.
Recientemente se ha descubierto que el flujo monzónico del sudoeste
tiene lugar parcialmente en forma de una corriente en chorro de 15 a 45 m/s a
un nivel de sólo 1000-1500 m. Este chorro fluye hacia el noroeste desde
Madagascar, cruza el ecuador desde el sur sobre África oriental, donde su
núcleo a menudo se distingue por una banda de nubes (parecida a la de la lám.
11) y donde puede producir una precipitación local excesiva, y es luego
desviada hacia el nordeste a través del Mar de Arabia hacia la costa occidental
de la península de la India. La corriente del Sudoeste que sopla sobre el
Océano índico es bastante seca en las cercanías del ecuador, con excepción de
una delgada capa húmeda próxima a la superficie. Adquiere humedad sobre el
mar Arábigo, aunque incluso allí una inversión indica la presencia de un aire
más seco en las capas superiores, originado quizá sobre Arabia o África
oriental. La inestabilidad convectiva se desprende tan sólo cuando el aire
Fig. 6.22 disminuye su velocidad y converge en la costa, viéndose forzado a elevarse
Depresiones monzónicas a las 12.00 OMT el 4 de julio de 1957. El diagrama superior
representa la altura (Decámetros geopotenciales) de la superficie de 500 mb, y el para atravesar los Ghats occidentales. En Mangalore (13° N) llueve por
inferior las isóbaras a nivel del mar. Las líneas de trazos del diagrama inferior término medio 25 días en junio, 28 en julio y 25 en agosto. Los promedios de
representan la Vaguada Ecuatorial. Las zonas de precipitación aparecen rayadas obli- precipitación mensual son respectivamente de 98, 106 y 58 era, que cons-
cuamente (basado en los mapas del Año Geofísico Internacional del Deutscher tituyen el 75 % de la precipitación total anual. En la ladera de sotavento de los
Wetterdienst).
Ghats las cantidades son mucho menores y existen zonas semiáridas que
reciben menos de 64 cm al año.
La corriente monzónica en la India no va asociada a una determinada En la India meridional, con excepción del Sudeste, existe una acusada
clase de tiempo a pesar del hecho de que gran parte del país recibe el 80 % o tendencia de menor precipitación cuando la Vaguada Ecuatorial se encuentra
más de su precipitación anual durante la estación del monzón (fig. 6.20). En en su posición más alejada hacia el Norte. En la figura 6.15 puede observarse
el Noroeste existe una delgada cuña de aire monzónico recubierta por aire un máximo en Minicoy en junio, con un máximo secundario en octubre,
continental subsidente (fig. 6.21), y es evidente que la superficie frontal es cuando la Vaguada Ecuatorial y las perturbaciones a ella asociadas se
inactiva en lo que al tiempo se refiere. La inversión evita la convección y, en trasladan hacia el Sur. Este doble máximo se registra en la mayor parte del
consecuencia, durante los meses de verano la precipitación recibida en el interior de la India peninsular al sur de unos 20° N y en Ceilán occidental,
árido Noroeste, del continente es nula o muy escasa (por ejemplo, en Bikaner aunque el período en que la precipitación es máxima es otoño.
y Kalat, fig. 6.15). Es importante darse cuenta de que las lluvias monzónicas varían al-
En las proximidades del golfo de Bengala y a lo largo del valle del tamente de unos años a otros, lo que contribuye a poner más de relieve el
Ganges, los principales mecanismos meteorológicos en verano son las «de- papel desempeñado por las perturbaciones en la producción de la
presiones monzónicas» (véase pág. 331), que' generalmente se dirigen hacia precipitación dentro del ambiente favorable creado por los vientos -
el Oeste o el Noroeste a través de la India, guiadas por los vientos superiores
del Este. Se producen en promedio unas dos veces al mes, aparentemente
cuando una vaguada de las capas superiores se superpone
húmedos del Sudoeste. Se producen interrupciones en las lluvias monzónicas
cuando, durante los períodos en que el índice es bajo, los vientos del Oeste de
las latitudes medias se desplazan hacia el Sur acompañados por el chorro,
debilitando el anticiclón del Tíbet o desplazándolo hacia el Nordeste. La
vaguada monzónica también se desplaza hacia el Norte, disminuyendo las
lluvias sobre la mayor parte de la India. Las vaguadas del Oeste viajan
siguiendo el borde meridional del Himalaya, dando lugar a lluvias intensas en
las laderas de las montañas, pero escasas en los demás lugares. En parte, esto
puede ser debido a la extensión hacia el Este, a través del centro de la India,
del anticiclón subtropical que se encuentra situado sobre Arabia.
En China y hacia el Este predominan en superficie los vientos del
Sudoeste y los vientos en altura son débiles, existiendo tan sólo una corriente
.del Este muy difusa sobre China meridional. Según los puntos de vista
tradicionales, la corriente monzónica alcanza el norte de China
aproximadamente en julio. El régimen anual de precipitaciones presenta un
máximo claramente discernible en verano; así, por ejemplo, en Tient-sin (39°
N) el 64 % de la precipitación anual se recoge durante julio y agosto. A pesar
de ello, gran parte de la lluvia cae durante las tormentas asociadas a
depresiones de poco espesor, y es dudosa en esta región la existencia de la
ITCZ (véase fig. 6.1). Los vientos del Sur, a los que nos hemos referido
anteriormente y que predominan sobre el norte de China en verano, no están
forzosamente relacionados con la corriente monzónica situada más hacia el
Sur. En realidad, esta idea proviene de la interpretación incorrecta de los
mapas de líneas de corriente (o dirección instantánea de la corriente de aire)
como si fueran de trayectorias del aire (o los caminos recorridos por las
partículas). De hecho, la descripción del monzón sobre China de la figura
6.18 está basada en un valor de la temperatura del termómetro húmedo de
24"C. La actividad ciclónica en China septentrional es atribuible al Frente
Polar del Pacífico occidental, que se forma entre el aire cP y el aire mT muy
modificado.
En la parte central y meridional de China en los tres meses de verano se
producen aproximadamente del 40 al 50 % de la precipitación medía anual;
aproximadamente otro 30 % se recibe en primavera. En el Sudeste de China
existe una singularidad en la precipitación en la primera mitad del mes de
julio; al parecer, el mínimo secundario que se observa en el curso anual es el
resultado de una extensión hacia el Oeste del anticiclón subtropical del
Pacífico, situado sobre la costa de China.
Sobre la parte meridional y central de Japón, los máximos de preci-
Fie. 6.23
pitación presentan una distribución semejante a la anterior (fig. 6.23), que Variación estacional de los valores normales diarios en Nagoya, Sur del Japón
comprende dos de las seis estaciones naturales que se han reconocido allí. Las (arriba), que sugiere seis estaciones naturales (de Maejima, 1967). La figura infe-
lluvias más importantes se recogen durante la estación Bai-u rior representa los promedios de 10 días de precipitación correspondientes a una
estación del Sur del Japón. Las porciones en negro representan precipitación produ-
cida por circulación tifónica que alcanza su máximo durante la estación Shurin
(según Saito, 1959; de Trewartha, 1961).
del monzón del Sudeste y son consecuencia principalmente del movimiento 1. Variaciones diurnas
de ondas, zonas de convergencia y circulaciones cerradas en la corriente de
aire tropical que rodea al anticiclón subtropical del Pacífico, aunque en parte Las variaciones diurnas son más apreciables en las zonas costeras situadas
se originan en una corriente del Sudoeste que es la extensión de la circulación dentro del cinturón de los vientos alisios. Los regímenes de brisas terrestres y
monzónica del sur de Asia. A finales de julio y durante el mes de agosto, la marítimas (véase cap. 3, C.3) están bien desarrollados, ya que el
circulación del Sudeste es desplazada hacia el Oeste de Japón por una calentamiento del aire tropical sobre la tierra puede ser de hasta cinco veces
extensión zonal del anticiclón subtropical, con lo que se produce un período el que se da sobre las áreas de agua adyacentes. La brisa marina generalmente
de tiempo estable y soleado. El máximo secundario de precipitación tiene lugar entre las 8 y las 11 horas, alcanzando una velocidad máxima de
correspondiente a la estación Shurin (septiembre y comienzos de octubre) 6-15 m/s aproximadamente entre las 13 y las 14 horas y descendiendo hacia
coincide con una contracción hacia el Este del anticiclón subtropical del las 20 horas. Puede llegar a los 1000 a 1200 m de altura con una velocidad
Pacífico que permite que los sistemas de bajas presiones y los tifones máxima a una elevación de 200 a 400 m, y normalmente penetra a unos 20-30
procedentes del Pacífico se desvíen en dirección Norte, hacia Japón. Aunque km en el interior, a pesar de que su extensión puede llegar a los 150 km
se cree que casi toda la lluvia de Shurin es de origen tifónico (fig. 6.23), es algunas veces. Las brisas marinas generalmente están asociadas con una
indudable que una gran parte de ella va asociada a los bordes meridionales de pesada configuración de nubes cumuliformes. En las islas grandes y en
las borrascas y se mueve hacia el Norte siguiendo el Frente Polar del Pacífico condiciones de calma, las brisas marinas convergen hacia el centro, por lo
(que se traslada hacia el Sur), porque las lluvias de otoño tienen una marcada que se observa un máximo de precipitación por-la tarde. En presencia de
tendencia a comenzar en el Norte del Japón para extenderse posteriormente alisios persistentes, la configuración se desplaza en la dirección del viento, de
hacia el Sur. forma que el aire que desciende puede situarse en el centro de la isla. En la
figura 6.24 se ilustra un típico caso de máximo vespertino correspondiente a
5. Otoño Nandi (Viti Levu, Fiji), en el Pacífico sudoccidental. Esta estación queda a
sotavento tanto en la época húmeda como en la seca. Se cree que esta
Durante el otoño se produce la retirada de la Vaguada Ecuatorial hacia el Sur distribución de lluvias está muy extendida en los trópicos, pero en mar
y la rotura de los sistemas de circulación reinantes en verano. En octubre los abierto y en las islas pequeñas parece que se produce un máximo durante la
vientos alisios del Este del Pacífico afectan al golfo de Bengala al nivel de noche (generalmente con un punto extremo cerca del alba) e incluso las islas
500 mb y originan perturbaciones en su confluencia con los vientos grandes pueden presentar este régimen nocturno cuando hay poca actividad
ecuatoriales del Oeste. Esta es.la época principal en que tienen lugar los sinóptica. En Rarotonga (fig. 6.24), el 54 % de la precipitación anual cae
ciclones del golfo de Bengala y son estas perturbaciones, más que el monzón entre las 8 p.m. y las 8 a.m. Una de las teorías existentes al respecto mantiene
del Nordeste, que sopla hacia la orilla, las que ocasionan el máximo de que el enfriamiento radiativo nocturno de la parte superior de las nubes hace
precipitación que se registra en los meses de octubre y noviembre en el menos estables y favorece el crecimiento de las gotitas por la mezcla de las
Sudeste de la India (por ejemplo, en Madras, figura 6.15). mismas a diferentes temperaturas (véase cap. 2, G). Este efecto sería máximo
Durante el mes de octubre, vuelve a establecerse la corriente del Oeste al hacia el amanecer. Otro factor es que la diferencia de temperatura entre el
sur de la meseta del Tíbet, con frecuencia en el plazo de algunos días, y se mar y el aire y, en consecuencia, el calor que pasa del mar a la atmósfera son
vuelve a la estación fría en la mayor parte del Sur y Este de Asia. máximos entre las 3 y las 6 de la mañana. Existe todavía otra hipótesis, que
propone que la oscilación de presión semidiurna favorece la convergencia y,
por consiguiente, la actividad convectiva en las primeras horas de la mañana
E. OTRAS FUENTES DE VARIACIONES DE CLIMA
EN LOS TRÓPICOS y de la noche y la divergencia y la disminución de convección hacia
mediodía.
Hemos estudiado ya las principales variedades de tiempo y clima tropicales, La península de Malaca presenta regímenes de precipitación con grandes
aunque existen otros factores que contribuyen a crear contrastes muy variaciones diurnas en verano. Los efectos de las brisas terrestres y marinas,
acusados, tanto en el espacio como en el tiempo. de los vientos anabáticos y catabáticos y de la topografía -
comienzos de la noche, cuando las brisas marinas se extienden unos 30 km hacia
el interior contra los vientos monzónicos del Sudoeste y se forman nubes
convectivas en la corriente de brisa marina, más intensa, de la zona costera. En
las montañas del interior, las lluvias de verano presentan un máximo por la tarde,
debido al proceso de convección no obstaculizado.

2. Efecto de la topografía

La configuración del relieve y de la superficie tienen una influencia considerable


en las cantidades de precipitación recibidas por las regiones tropicales, en las que
existen frecuentemente masas de aire cálido y húmedo. En las islas Hawái los
totales anuales medios exceden de los 760 cm en las montañas; en el monte
Waialeale (Kuai) se registra el mayor total anual del mundo: 1199 cm; sin
embargo, las tierras situadas en la ladera de sotavento experimentan el efecto
protector correspondiente y existen amplias zonas que recogen una precipitación
inferior a 50 cm. En la misma Hawái las precipitaciones máximas se producen en
las laderas orientales a unos 900 m, mientras que las cimas y las laderas
occidentales del Mauna Kea y del Mauna Loa (de unos 4200 m), que se elevan
por encima de la inversión de los alisios, reciben sólo de 25 a 50 cm. En la isla
hawaiana de Oahu la precipitación máxima se registra en las laderas
occidentales, situadas a sotavento de la cumbre (de 850 m) con respecto a los
vientos alisios del Este. Las siguientes medidas, correspondientes a los montes
Koolau, en Oahu, indican que la influencia de la orografía es muy pronunciada
durante el verano, cuando la precipitación está asociada a los vientos del Este; sin
embargo, en invierno, cuando la precipitación procede de las perturbaciones
ciclónicas, está distribuida de manera uniforme:

Origen de la precipitación
Viento alisios Perturbaciones ciclónicas
Situación Altura 23 mayo 2-28 jun. 5-6 mar.
metros 3 sept. 1957 1957
1957

Cima 850 71,3 cm 49,9 cm 32,9 cm


FIG. 6.24
Variación diurna de la precipitación de la estación húmeda y seca en el Pacífico 760 metros 625 121,0 cm 54,4 cm 37,0 cm
sudoccidental (según Finkelstein, 1964; en Hutchings, 1964). Las cantidades apare- hacia la cima
cen indicadas como desviaciones en tanto por ciento del promedio para 24 horas. 7600 metros 350 39,9 cm 46,7 cm 33,4 cm
hacia la cima

complican en gran manera la distribución de las lluvias por sus interacciones (Según Mink, 1960)
con la corriente monzónica del Sudoeste, situada a niveles bajos. Por
ejemplo, existe un máximo nocturno en la región del estrecho de Malaca,
asociado a la convección originada por la convergencia de las brisas
terrestres de Malaca y Sumatra (cf. pág. 333), mientras que en la costa
oriental de Malaca el máximo tiene lugar a finales de la tarde y -
Los Khasi Hills en Assam constituyen un ejemplo excepcional del efecto tiene una temperatura anual media de tan sólo 18,3°C y una oscilación anual
combinado de la configuración del relieve y de la superficie. Parte de la media de sólo 6,8°C. El Callao (costa del Perú) tiene una media de
corriente monzónica procedente de la entrada del golfo de Bengala (fig. temperatura anual igualmente baja (19,4°C), mientras que Bahía (en la
6.17) es canalizada por la especial topografía hacia las tierras altas, y el misma latitud, pero en la costa del Brasil) tiene una cifra correspondiente de
pronunciado ascenso que sigue a la convergencia de la corriente de aire en la 25°C.
tierra baja en forma de embudo situada hacia el Sur hace que los totales de A intervalos, el agua fría que aflora en el Perú es reemplazada por agua
precipitación sean de los mayores del mundo. En Cherrapunji, situada a una cálida. Este fenómeno, conocido como el Niño, del Niño Jesús, ya que
altura de 1340 m, la precipitación anual media es de 1144 cm, y entre las comúnmente empieza en diciembre, se asocia con vientos del norte y fuertes
cifras allí registradas podemos citar 569 cm en julio y 2299 cm en un año lluvias. Parece que es causado por alisios más débiles y un desplazamiento
(véase fig. 2.23). hacia el sur de la ITC. Los principales fenómenos del Niño se dieron en 1925,
En realidad, el relieve alto produce cambios importantes en las prin- 1941, 1957, 1965 y 1972. La ausencia de afloramiento de agua fría y
cipales características del tiempo, por lo que es mejor tratarlo como un tipo nutrientes tiene como consecuencia la mortalidad masiva de peces y de las
especial de clima. La meseta de Kenia, situada en el ecuador, tiene una altura aves que se alimentan de ellos.
media de 1500 m, y sobre ella se alzan los tres picos volcánicos del Este efecto de las corrientes frías procedentes de la costa no se aprecia
Kilimanjaro (5800 m), Kenia (5200 m) y Ruwenzori (5200 m), en los que se únicamente en las estaciones situadas en las cercanías de las costas, ya que es
encuentran glaciares perpetuos por encima de 4270 m. La precipitación anual arrastrado tierra adentro durante el día, en todas las épocas del año, por una
en la cumbre del monte Kenia es aproximadamente de 114 cm, cantidad pronunciada brisa marina (cap. 3, C.3). A lo largo de las costas occidentales de
similar a las recogidas en la meseta de la parte Sur, pero en las laderas América y África del Sur, el efecto protector contra los vientos alisios del Este
meridionales situadas entre 2100 y 3000 m y en las laderas orientales dinámicamente estables ejercido por los Andes y las escarpas de Namibia
situadas entre 1400 y 2400 m, los totales exceden de 250 cm. Kabete (situada respectivamente, permite incursiones de finas lenguas de aire frío procedentes
a una altura de 1800 m, cerca de Nairobi) presenta gran parte de las del Sudoeste. Estas lenguas de aire están cubiertas, entre los 600 y 1500 m, por
características de un clima tropical de montaña; tiene una oscilación anual de fuertes inversiones, que refuerzan las de los alisios que son allí débiles (véase
temperatura muy pequeña (las temperaturas medias mensuales son 19°C en fig. 6.5) y que impiden el desarrollo de células convectivas fuertes, excepto allí
febrero y 16°C en julio); gran variación diurna de temperatura (como donde se produce un ascenso forzado orográficamente. Por consiguiente, aun-
promedio, 9,5°C en julio y 13°C en febrero) y la nubosidad media es elevada que el fresco aire marítimo cubre de bruma y estratos bajos en forma casi
(como promedio 7-8/10). ininterrumpida las vertientes occidentales inferiores de los Andes, y
Swakopmund (África sudoccidental) registra en promedio 150 días de niebla al
3. Corrientes oceánicas frías año, la precipitación recibida en las tierras bajas costeras es escasa. La
precipitación anual media en Lima es sólo de 4,6 cm, aunque llovizna con
En la zona situada entre las costas occidentales de los continentes y el borde frecuencia durante los meses invernales comprendidos entre junio y
oriental del anticiclón subtropical oceánico, la superficie del océano está septiembre; la precipitación media anual en Swakopmund es de 1,6 cm. Las
relativamente fría (véase fig. 3.36). Esto es consecuencia del aporte de agua lluvias más intensas se producen en casos excepcionales, cuando los cambios
fría procedente de latitudes más altas por la acción de las corrientes de presión en gran escala ocasionan un cese de la brisa marina diurna o cuando
dominantes, y del lento ascenso (a veces 1 metro en 24 horas) del agua de las el aire modificado procedente del Atlántico o del océano Índico meridional
capas intermedias debido al efecto Ekman (cap. 3, F.3) y a la divergencia en puede atravesar los continentes en el momento en que se ha perturbado la
la costa (cap. 3, B.1). Esta concentración de agua fría ocasiona un lento estabilidad dinámica normal de los vientos alisios. En África sudoccidental la
enfriamiento del aire hasta el punto de rocío. Como consecuencia de ello, el inversión tiene una mayor tendencia a descomponerse durante octubre y abril,
aire cálido y seco se convierte en un aire relativamente frío, pesado y con lo que pueden formarse entonces tormentas de convección; así
neblinoso, de temperatura bastante baja y que presenta escasas variaciones a Swakopmund registró 5,1 cm de lluvia en un solo día en 1934. Sin embargo, en
lo largo de la costa occidental de América del Sur situada entre las latitudes condiciones normales, la precipitación está limitada a las laderas de las
de 4° S y 31° S y en las proximidades de África sudoccidental (8° S y 32° S). montañas
Así, Lima (Perú; altura: 111 m)
4. Perturbaciones en las células de altas presiones
subtropicales continentales
Una fuente principal de variación climática en los márgenes subtropicales es
la infrecuente presencia de perturbaciones de bajas presiones dentro de los
núcleos de las células de altas presiones subtropicales continentales. Las dos
más significativas son las células del Sahara y de Austra lia, que se
fortalecen en invierno y son debilitadas en verano por la actividad térmica de
bajo nivel.
La predominancia de tiempo anticiclónico en el Sahara está marcada por
las bajas cifras de precipitación media para esta región. Sobre la mayor parte
del Sahara central la precipitación anual media es menor de 25 mm, excepto
para las altas mesetas del Agar y el Tibesti, que reciben más de 100 mm.
Algunas partes de Argelia occidental han estado al menos dos años sin más
de 0,1 mm de lluvia en cualquier período de 24 horas, y la mayor parte del
sudoeste de Egipto durante cinco años. Sin embargo, pueden esperarse
lluvias tormentosas de 24 horas de casi 50 mm (más de 75 mm sobre las altas
mesetas) en localidades dispersas

FIG. 6.25
Estructura de la brisa marina en Colombia occidental (según López; de Fairbridge,
1967).

más elevadas orientadas hacia el mar. Desde el centro de Colombia hasta el


Norte de Perú, la marea diurna de aire frío penetra tierra adentro unos 60 km,
ascendiendo las vertientes orientadas al mar de la Cordillera Occidental y
precipitándose sobre los valles longitudinales de los Andes al igual que el
agua sobre una presa (fig. 6.25). La lámina 28 ilustra un flujo similar, que da
lugar a un salto hidráulico corriente abajo donde el flujo pierde velocidad, en
la ladera de sotavento de las montañas de Wyoming. Cuando la corriente
asciende o se curva contra las pendientes orientadas al Oeste de los Andes
colombianos, puede, en condiciones adecuadas, desencadenar inestabilidad
conveccional en los alisios situados por encima y producir tormentas. Sin
embargo, en África sudoccidental esta «marea» penetra -tierra adentro unos
130 km y se eleva 1800 metros a lo largo de las escarpas de Namibia sin
producir mucha lluvia, porque no se genera inestabilidad conveccional y el
enfriamiento adiabático del aire es compensado ampliamente por el calenta-
miento producido por el suelo cálido.
FIG. 6.26
Curso de una tormenta y la lluvia (mm) asociada de 5 horas durante septiembre de
1950 en los alrededores de Tamanrasset, cerca de las Montañas del Agar, en el sur de
Argelia (parcialmente según Goudie y Wilkinson, 1977).
y, durante un período de 35 años de registro, tuvieron lugar intensidades se introduce en el sur del Sahara por la penetración variable hacia el norte de
excesivas de lluvia de corta duración en las cercanías de las laderas de la cara la Zona de Convergencia Intertropical (véase cap. 2, 1.5), que permite a su
oeste en Argelia, tales como Tamanrasset (46 mm en 63 minutos, fig. 6.26), debido tiempo que penetren lenguas de aire húmedo del sudoeste hacia el
El Golea (8,7 mm en 3 minutos) y Beni Abbes (38,5 mm en 25 minutos). norte y que se produzcan centros de bajas presiones de corta duración.
Durante el verano, la variabilidad de la precipitación Incluso en los inviernos más estables, cuando el Sahara está dominado por la
extensión hacia el este del anticiclón de las Azores, penetran muy
ocasionalmente vaguadas de frente frío hacia el sur desde el Mediterráneo,
llevando fuertes lluvias a áreas restringidas del desierto. En diciembre de
1976, una depresión de este tipo produjo una lluvia de 40 mm durante dos
días en el sur de Mauritania.
La célula de altas presiones que se encuentra sobre Australia central
inhibe de forma similar las cantidades medias de lluvia, que totalizan menos
de 250 mm anuales sobre un 37 % de todo el territorio. Realmente, una
estación excedió de 230 mm en sólo 1 de 42 años consecutivos. Los
detallados trabajos sobre las variaciones de presión de esta célula sugieren
que la célula anticiclónica aparentemente estable es en realidad causada por
la intensificación local de la progresión constante de anticiclones que viajan
hacia el este. Así, su variación en intensidad estacional y a corto plazo
permite el flujo periódico de entrada de las masas de aire tropical marítimo
circundantes de los océanos Pacífico e índico y aire polar marino del sur. Las
fuertes lluvias ocasionales en el núcleo de altas presiones pueden ser el
resultado de las incursiones hacia el norte de vaguadas que transportan aire
mP en enero y extensiones hacía el este de aire mT del océano índico en julio
(fig. 6.27).

RESUMEN

La atmósfera tropical difiere significativamente de la de las latitudes medias.


Los gradientes de temperatura son generalmente débiles y los sistemas
meteorológicos son reducidos principalmente por una convergencia de
corrientes de aire que causa convección en la capa superficial húmeda. Las
fuertes diferencias longitudinales en el clima existen como resultado de las
zonas de subsidencia (ascenso) en los márgenes orientales (occidentales) de
las células de altas presiones subtropicales. En los océanos orientales existe
típicamente una fuerte inversión de los vientos alisios a unos 500 m, con aire
seco que baja por encima, que produce buen tiempo. Corriente abajo está
cubierta estable es elevada gradualmente por las nubes convectivas cuando
FIG. 6.27 el alisio sopla hacia el oeste. Las masas nubosas se organizan frecuentemente
Frecuencias de las masas de aire, áreas de origen, direcciones del viento y dominancia en «agrupaciones» amorfas a una escala subsinóptica. Los sistemas de
de la célula anticiclónica cT sobre Australia en verano (arriba) y en invierno (abajo) alisios de los dos hemisferios convergen, pero no de una forma continua
(según Gentilli, 1971). espacial o temporalmente. Esta Zona de Convergencia Intertropical también
se desplaza hacia los polos sobre los sectores de tierra en verano, asociada Himalaya y de la meseta Tibetana juega un papel importante. En invierno, la
con los regímenes monzónicos de Asia, África y Australia. corriente en chorro subtropical del oeste está anclada al sur de las montañas.
Las perturbaciones de onda en los vientos del este tropicales son bastante La subsidencia tiene lugar sobre el norte de la India, dando lugar a vientos
variables en cuanto a su carácter. La «clásica» onda del este detectable en (alisios) de superficie del nordeste. Depresiones ocasionales del
primer lugar en los mapas de líneas de corrientes o en las imágenes tomadas Mediterráneo penetran en el noroeste de la India y Pakistán. La inversión de
por satélites, tiene una formación de nubes máxima y precipitación detrás (al circulación en verano es conducida por el desarrollo de un anticiclón
este) de la línea de vaguada. Esta distribución sigue de la conservación de la superior sobre la elevada meseta Tibetana con un flujo superior del este
vorticidad potencial por parte del aire. Aproximadamente el 10 % de las sobre la India. Este cambio es acompañado por la extensión hacia el norte de
perturbaciones de onda se intensifican posteriormente para convertirse en vientos del sudoeste de bajo nivel en el océano índico, que aparecen en
tormentas tropicales o ciclones. Este desarrollo requiere una superficie del primer lugar en el sur de la India y a lo largo de la costa de Birmania y luego
mar caliente y una convergencia de bajo nivel para mantener el suministro de se extienden hacia el noroeste. La lluvia se concentra en tandas asociadas con
calor sensible y latente y una divergencia de alto nivel para mantener el «depresiones monzónicas» que viajan hacia el oeste dirigidas por los vientos
ascenso. Las «torres calientes» de cumulonimbos, sin embargo, son del este superiores.
responsables de una pequeña fracción de las bandas espirales de nubes. Los La variabilidad de los climas tropicales también se da a causa de efectos
ciclones tropicales son más numerosos en los océanos occidentales del diurnos, tales como las brisas tierra/mar, los contrastes espaciales en la
hemisferio norte en las estaciones de verano-otoño. topografía o la proximidad de la costa, y la penetración de sistemas
La reversión del viento estacional de los monzones del sur de Asia es el meteorológicos extratropicales en las latitudes bajas.
producto de influencias globales y regionales. La barrera orográfica del
.
7

Climas microscálicos

Los fenómenos meteorológicos comprenden una amplia gama de escalas


espaciales y temporales, desde las ráfagas, de viento instantáneas que hacen
volar las hojas y la paja a los sistemas de vientos a escala global que conforman
los climas planetarios anuales. La figura 7.1 ilustra las dimensiones típicas de
estos fenómenos y la energía cinética que comprenden. Los sistemas
meteorológicos discutidos en los capítulos 4 y 5 se designan
convencionalmente como sistemas a escala sinóptica, mientras que los
tornados y las tormentas (con una escala espacial de 1-50 km y una escala
temporal de unas pocas horas) se designan como sistema: mesoscálicos. Otros
sistemas de vientos de una escala comparable a esto: últimos, como los vientos
de montañas y valles y las brisas tierra-mar pueden dar lugar a climas locales
distintivos (véase cap. 3, C). La turbulencia a pequeña escala con los remolinos
de unos pocos metros de dimensión y que duran sólo unos pocos segundos,
representan el campo de la micrometeorología. Para nuestros propósitos,
podemos considerar estos fenómenos en relación con los procesos climáticos
dentro de la cubierta vegetal, los bosques o un grupo de edificios de una
ciudad18.

A. BALANCES ENERGÉTICOS DÉ SUPERFICIE

En primer lugar revisaremos los procesos de los intercambios energéticos entre


la atmósfera y la superficie sin vegetación. En el capítulo 1, F, se vio que la
ecuación del balance energético de superficie se escribe generalmente:

Rn = H + LE + G

18
Un excelente tratamiento general de este tema lo da T.R. Oke (1978) en Brandarg Layer
Climates (Methven).
donde Rn, la radiación de todas las longitudes de onda neta
= [S(l - a)] + Ln.
S = radiación de onda corta entrante,
a = albedo fraccionario de la superficie, y
Ln = radiación de onda larga saliente neta.
Rn es generalmente positiva durante el día, dado que la radiación solar absorbida
excede a la radiación de onda larga saliente neta; por la noche, cuando S = 0,Rn
es determinada por la magnitud negativa de Ln.
Los términos del flujo de energía superficial son:
G = flujo de calor del suelo
H = flujo de calor sensible turbulento a la atmósfera
LE = flujo de calor latente turbulento a la atmósfera (E = evaporación;
L =calor latente de vaporización).
Los valores positivos denotan un flujo lejano a la capa intermedia superficial.
Durante el día, G, H y LE generalmente son compensados por el suministro de
calor conductivo desde el suelo (G) y el calor turbulento del aire (H) (véase fig.
7.2 A). Ocasionalmente, la condensación puede aportar calor a la superficie.

FIG. 7.2
FIG. 7.1 Flujos de energía implicados en el balance energético de una superficie simple
Las relaciones entre la duración (en segundos) de un orden de fenómenos durante el día y la noche (A) y una superficie vegetal (B) (según Oke, 1978).
meteorológicos, y (A) la energía cinética del aire (en julios) y (B) sus
escalas espaciales (en metros). Esta energía cinética de algunas
actividades humanas también se representa (según Koppány, 1975 y
Smagorinsky, 1974).
Generalmente existe un pequeño almacenamiento de calor residual (ΔS) en el
suelo en primavera/verano y un retorno de calor a la superficie en
otoño/invierno. Cuando existe una cubierta vegetal puede también existir un
pequeño almacenamiento de calor bioquímico adicional, debido a la
fotosíntesis, así como un almacenamiento de calor físico por parte de las hojas
y troncos (fig. 7.2 B).
Una componente adicional de energía que debe considerarse en las áreas
de cubierta vegetal mixta (bosque/pradera, desierto/oasis), y en las masas de
agua es la transferencia horizontal (advección) de calor por el viento y las
corrientes (ΔA; fig. 7.2 B). La atmósfera transporta tanto calor sensible como
latente.

B. SUPERFICIES NATURALES SIN VEGETACIÓN

Los intercambios energéticos de las superficies de desierto secas son rela-


tivamente simples y directos. La figura 7.3 ilustra los flujos instantáneos del
mediodía y del anochecer en una superficie granítica en julio en California y el
gran orden de temperaturas resultante. Las propiedades de la superficie
modifican la penetración de calor, como se muestra en la figura 7.4 con las
mediciones a mediodía de agosto en el Sahara. Las máximas temperaturas
superficiales alcanzadas en un basalto oscuro desnudo y una arenisca de color
claro eran casi idénticas, pero la mayor conductividad calorífica del primero
(3,1 W/m-K del basalto frente a 2,4 W/m-K para la arenisca) da un mayor
orden diurno y una mayor
Fig. 7.4
Temperaturas diurnas cerca, en y debajo de la superficie en la región del
Tibesti, Sahara central, a mediados de agosto de 1961. A. En la superficie y
a 1 cm, 3 cm y 7 cm por debajo de la superficie de un basalto. B. En la
superficie y a 1 cm, 3 cm, 7 cm y 13 cm por debajo de la superficie de una
arenisca de color claro. C. En la capa de aire superficial, en la superficie y a
30 cm y 75 cm por debajo de la superficie de una duna de arena (según Peel,
1974).

penetración de la onda de temperatura diurna, hasta aproximadamente 1 m en


el basalto. En la arena (fig. 7.4 C), la onda de temperatura es despreciable a
30 cm debido a la baja conductividad del aire intergranular. Nótese que el
FIG. 7.3 orden superficial de temperaturas es algunas veces el del aire. La arena tiene
Balance energético de una superficie granítica en California en 18 de julio a también un albedo de aproximadamente 0,35 comparada con 0,2 para una
mediodía (altitud solar 70°) y a las 18 horas (altitud solar 10°). Números en superficie rocosa.
cal/cm1 y en W/m2 entre paréntesis (basado en datos de Miller, 1965). En la figura 7.5 se muestra una configuración diurna representativa del
intercambio energético sobre las superficies de desierto. La temperatura del
aire a 2 m varía entre 17° y 29°C, a pesar de que la -
Fig. 7.5
Flujos energéticos implicados en el lecho seco de un lago en El Mirage,
California (35°N) el 10-11 de junio de 1950. La velocidad del viento debida
a la turbulencia superficial fue medida a una altura de 2 m (según
Vehrencamp, 1953 y Oke, 1978).

superficie del lecho seco del lago alcanza los 57°C a mediodía. R„ alcanza Fig. 7.6
un máximo aproximadamente a las 13 horas. En ese momento la mayoría del Flujos energéticos que implican a las capas superiores de agua. Cifras
calor es transferido al aire por convección turbulenta, mientras que de anuales para Lake Mead, Arizona (56,1°N) durante 1952-1955 (según
madrugada el calentamiento va hacia el suelo. Por la noche este calor del Sellers, 1965).
suelo es devuelto a la superficie, contrarrestando el enfriamiento por
radiación. Durante un período de 24 horas, aproximadamente el 90 % de la (Δ4 positiva), mientras que en verano hay una gran pérdida como resultado
radiación neta se transforma en calor sensible, y el 10 % en el flujo del suelo. de una mezcla turbulenta del agua. Existe un fuerte ciclo anual en el flujo
Para una masa de agua, los flujos de energía se distribuyen muy hacia afuera y hacia adentro de la masa de agua (G), mientras que la pérdida
desigualmente. La figura 7.6 ilustra el régimen estacional del lago Mead, por evaporación en exceso de 200 cm anuales se da en todas las estaciones.
Arizona, en 1952-1953. La radiación entrante de onda corta penetra a unos Los efectos del viento en otoño causan que LE exceda al término de la
10 m de profundidad (véase cap. 1, D.5) y existe un importante término de radiación neta.
advección horizontal (Δ4) debido a la estratificación de densidad cambiante.
El agua caliente se eleva a la superficie en invierno
C. SUPERFICIES CON VEGETACIÓN

Desde el punto de vista energético, así corno del clima dentro de la cubierta
vegetal, es útil considerar las cosechas cortas y los bosques por separado.

1. Cosechas cortas

Las cosechas cortas de hasta un metro aproximadamente con suficiente


suministro de agua y expuestas a una radiación solar similar, tienen todas una
recepción de radiación neta similar (Rn)- Esto se debe en gran parte al
pequeño orden de los albedos, del 20-30 % para las cosechas cortas,
comparado con el 9-18 % para los bosques. La estructura de la cubierta
vegetal parece ser la razón primordial de esta diferencia.
Las cifras generales para las tasas de dispersión de energía a mediodía en
un día de junio en hierba de 20 cm de altura en las latitudes medias superiores
son:

W/m2
Radiación neta en la parte superior de la cosecha 550
Almacenamiento de calor físico en las hojas 6
Almacenamiento de calor bioquímico (p. ej. procesos de 22
Recibida en la superficie del suelo
crecimiento) 200

La figura 7.7 A y B muestra los balances de energía diurnos y anuales de un


campo de hierba corta cerca de Copenhague (55,7° N). Para un período
promedio de 24 horas en junio, aproximadamente el 58 % de la radiación
Fig. 7.7
entrante entra en el proceso de evapotranspiración, mientras que en diciembre
Flujos energéticos sobre la hierba corta cerca de Copenhague (56°N). A,
la pequeña cantidad de energía neta saliente (es decir, Rn negativa) se
totales para un día de junio (17 horas de luz; altitud solar máxima 58°) y
compone de un 55 % de calor suministrado por el suelo y un 45 % de
diciembre (7 horas de luz; altitud solar máxima 11°). Las unidades son
transferencia de calor sensible del aire a la hierba.
cal/cm2 por día y W/m2 entre paréntesis. B, curvas estacionales de radiación
Es posible generalizar respecto a los microclimas de cosechas cortas en
neta (Rn), calor latente (LE), calor sensible (H) y flujo de calor del suelo
crecimiento (fig. 7.8; Oke, 1978):
(G). (Datos de Miller, 1965; y según Sellers, 1965).
Temperatura. — A principios de la tarde existe un máximo de temperatura
un mínimo de temperatura aproximadamente a los dos tercios de
justo por debajo de la cima de la vegetación donde se da el máximo de
altura de la cosecha. En condiciones de calma, puede formarse una
absorción de energía; la temperatura es más baja cerca de la superficie
inversión de temperatura justo por encima de la cosecha.
del suelo, donde el calor fluye hacia el mismo. Por la noche la cosecha
Velocidad del viento. — Ésta es mínima en la cubierta vegetal superior,
se enfría principalmente por emisión de onda larga y por transpiración
donde el follaje es más denso. Por debajo de ella hay un ligero
continuada, produciéndose-
incremento y un acusado aumento por encima.
Vapor de agua. — La tasa máxima diaria de evapotranspiración y su-
Fig. 7.8
Perfiles de temperatura y velocidad del viento entre y por encima de un
herbaje de cebada de 1 m de altura en Rolhamsted, sur de Inglaterra, el 23 de
julio de 1963 a las 1-2 horas y las 13-14 horas (según Long et al., 1964).

ministro de vapor de agua se da a unos dos tercios de la altura de la


cosecha, donde la cubierta es más densa.
Dióxido de carbono. — Durante el día el C02 es absorbido por la fotosíntesis de Fie. 7.9
las plantas en crecimiento y es emitido por la noche por la respiración. Flujos energéticos implicados en el balance energético diurno de Sorgum
Este máximo gasto y suministro de C03 se da aproximadamente a unos vulgare sudanensis irrigada en Tempe, Arizona, el 20 de julio de 1962. Las
dos tercios de la altura de la cosecha. cifras se dan en cal/cm2/min y en W/m2 entre paréntesis (según Sellers, 1965).

Finalmente, es instructivo observar las condiciones acompañantes del temperaturas diurnas comparativamente bajas en las cosechas irrigadas del
crecimiento de las cosechas de regadío. La figura 7.9 A y B muestra la relación desierto.
energética en campos irrigados de hierba del Sudán de 1 m de altura en Tempe,
Arizona, el 20 de julio de 1962. La temperatura del aire varió entre 25°C y 2. Bosques
45°C. Durante el día la cantidad de evapotranspiración en el aire seco se acerca
a su potencial y LE (anómalamente alta debido a la inversión local de La estructura vertical de un bosque, que depende de sus especies vegetales, las
temperatura) excede a Rn, siendo la deficiencia compensada por una asociaciones ecológicas, la edad del conjunto y de otras consideraciones
transferencia de calor sensible del aire (H negativa). La evaporación continúa botánicas, determina en gran parte el microclima forestal. Gran parte de la
durante la noche a causa de las velocidades del viento, que son bastante altas (7 influencia de un bosque en el clima puede explicarse en función de su
m/s), y es sostenida por el constante flujo de calor del aire. La geometría, de sus características morfológicas, tamaño, cobertura y
evapotranspiración da de este modo estratificación. Entre las características morfológicas se incluyen la cantidad de
ramas (bifurcación), periodicidad de crecimiento (es decir, hoja perenne o
caduca), junto con el tamaño, densidad y -
textura de las hojas. El tamaño de los árboles es, evidentemente, de gran
importancia. En los bosques templados, los tamaños pueden ser muy
similares, mientras que en las selvas tropicales puede presentarse
local-mente una gran variedad de tamaños. La extensión de las copas es im-
portante en cuanto a la obstrucción física que representan para los inter-
cambios de radiación y el movimiento del aire.
Puede obtenerse un claro ejemplo del efecto microclimático de los
distintos tipos de organizaciones del bosque en el espacio comparando las
características de las selvas tropicales con las de los bosques de latitudes
templadas. En las selvas tropicales, la altura media de los árboles más altos
es del orden de 46 a 55 m y algunas especies aisladas alcanzan más de 60 m.
La altura dominante de los árboles en los bosques de países templados es de
30 m, de modo que no es posible comparar la altura de las selvas tropicales ni
la de los bosques de países más templados con la de los de secuoyas (Sequoia
sempervirens) del Oeste americano. Las selvas tropicales poseen Fig. 7.10
normalmente gran variedad de especies: raras veces existen menos de 40 por Flujos energéticos en un conjunto de robles de 50 años de edad en el bosque
hectárea (100 hectáreas = 1 km2) y en algunos casos se encuentran más de experimental de Tellerman, distrito de Voronezh, URSS, en un día promedio
100; compárese esta cifra con menos de 25 especies (en algunas ocasiones se de verano (junio a agosto). Las cifras se dan en cal/cm-/día y en W/m2 entre
encuentra sólo una clase de árbol) con un tronco de diámetro superior a 10 paréntesis (según Sukachev y Dylis, 1968).
cm en Europa y América del Norte. Así, por ejemplo, muchos de los bosques
ingleses presentan una estratificación casi continua desde los pequeños Además de reflejar la energía, la bóveda de follaje de las selvas la
arbustos hasta la copa de las hayas, que alcanzan alturas de 36 m, mientras intercepta (fig. 7.10) y se ha calculado que, en el caso de bosques densos de
que las selvas tropicales se encuentran muy estratificadas, con un denso hayas (Fagus sylvatica), el 80 % de la radiación que llega a ellos es
soto-bosque y troncos sin ramificar y, generalmente, dos capas superiores de interceptado por las copas de los árboles y que tan sólo menos del 5 % llega al
follaje. Esta estratificación, la segunda de las cuales es generalmente la más suelo. La pérdida es mucho mayor cuando brilla el sol, puesto que, cuando el
densa, hace que los microclimas sean mucho más complejos en las selvas cielo está cubierto, la radiación difusa tiene mayores posibilidades de
tropicales que en los bosques de los países templados. penetrar lateralmente por el espacio existente entre los troncos (fig. 7.11). Sin
Resulta conveniente describir los efectos climáticos de los bosques en embargo, la luz visible no proporciona una imagen completamente exacta de
función de la modificación que aportan a los intercambios de energía y al la penetración de la totalidad de la energía, ya que las copas de los árboles
flujo del aire, a la humedad y a la temperatura del medio que les rodea. absorben más luz ultravioleta que infrarroja. Así, por ejemplo, tan sólo el 7,6
% de la radiación de onda corta (inferior a 5000 Á) alcanzó el suelo de un
a. Modificación del intercambio de energía. Uno de los efectos principales bosque de Nigeria, en contraposición al 45,3 % de radiación de longitud de
del ramaje de las selvas consiste en interceptar la radiación entrante y onda superior a 6000 Å. Por lo que respecta a la penetración de la luz, es
saliente. La reflectividad de los bosques con respecto a la radiación de onda evidente que existen grandes variaciones, según sea el tipo de árboles, su
corta que llega a ellos varía en alto grado según el carácter de la vegetación y densidad, época del año, edad, densidad de las copas y altura.
su densidad. Los bosques de coníferas tienen albedos de aproximadamente el Aproximadamente de un 50 a un 75 % de la intensidad de luz exterior puede
8-14 %, y los valores para las especies caducifolias oscilan entre un 12 y un penetrar hasta el suelo de un bosque de abedules y hayas, de un 20 a un 40 %
18 %, incrementándose a medida que la cubierta es más abierta. Los valores en un bosque de pinos y de un 10 a un 25 % en uno de abetos, pero en las
para las sabanas semiáridas y los montes con arbustos son mucho mayores. selvas tropicales del Congo, esta cifra puede ser del orden del 0,1 % y se ha
obtenido la cifra de 0,01 % para un denso bosque de olmos de Alemania.
Resulta evidente que uno de los principales efectos de este hecho -
Fig. 7.12
Influencia en los perfiles de velocidad del viento ejercidos por: (A) un denso
bosque de pino amarillo occidental americano (Pinus ponderosa) de 45 años
en el Shata Experimental Forest (California) (según Fons y Kittredge, 1948),
indicando las líneas de trazos el perfil del viento en campo abierto; y (B) un
bosque de robles (según R. Geiger y H. Amann, y Geiger, 1965).

del Brasil tenía una velocidad de 2,2 m/s quedó reducido a 0,5 m/s apro-
Fig. 7.11 ximadamente 100 m en el interior del mismo y a 1000 m era prácticamente
Cantidad de luz en función de la altura (A) en un espeso bosque de hayas despreciable. En el mismo lugar se observó que vientos huracanados de 28
(Fagus sylvatica) en Austria, y en junción de la edad (B) en un bosque de m/s quedaron reducidos a 2 m/s a unos 11 km en el interior de la selva.
abetos rojos en Turingia (según Geiger, 1965). Cuando los bosques poseen una estructura vertical muy compleja, ocurre lo
mismo con las velocidades del viento. Así, por ejemplo, mientras en las copas
consiste en reducir la duración del día. En el caso de bosques de hoja caduca, (situadas a unos 23 m del suelo) de los árboles de una Pluviselva de Panamá,
más del 70 % de la luz penetra cuando los árboles no tienen hojas. También la velocidad del viento era el 75 % de la exterior, en las capas inferiores de
es importante la edad de los árboles, por cuanto de ella dependen la extensión vegetación situadas a unos 2 m era tan sólo del 20 %. También pueden influir
de las copas y su altura. La figura 7.11 indica este efecto, bastante la densidad de vegetación y la época del año. En un denso bosque de pinos de
complicado, para abetos rojos de la selva de Turinga, en Alemania. Para un Idaho se realizaron mediciones simultáneas y se observó que la velocidad del
bosque de pinos albares (Pinus sylvestris) de Alemania, el 50 % de la viento era de 0,6 m/s en una zona talada, de 0,4 m/s en una zona semitalada y
intensidad de la luz exterior fue registrada a los 1,3 años de su existencia, de 0,1 m/s en una zona no talada. En la figura 7.12 se presenta el efecto de la
sólo el 7 % a los 20 años y el 35 % a los 130 años. estación en las velocidades del viento en los bosques de hoja caduca. Las
observaciones realizadas en un bosque de robles de Tennessee indicaron que
b. Efecto sobre los vientos. Los bosques interceptan tanto el movimiento las velocidades del viento en el mes de enero eran un 12 % de las de terreno
lateral como el vertical del aire, pero resulta más conveniente tratar este abierto mientras que en agosto descendían a un 2 %. Este conocimiento del
último en relación con las modificaciones térmicas. En general, el efecto que un bosque puede ejercer sobre el viento se ha utilizado en la
movimiento del aire dentro de los bosques es pequeño si se compara con el construcción de barreras de bosques para proteger las cosechas y el suelo, y
que posee en terreno abierto, y las grandes variaciones que experimenta la así, por ejemplo, las hileras de cipreses del valle meridional del Ródano y las
velocidad del viento en el exterior casi no se aprecian dentro de los bosques de chopos negros (Populus nigra) de los Países Bajos constituyen ya una
(fig. 7.12). Las mediciones realizadas en bosques europeos indican que una característica del paisaje. Se ha comprobado que cuanto más densa es la
penetración de 30 m reduce la velocidad del viento de un 60 a un 80 %; de 60 obstrucción, mayor es la
m a un 50 % y de 120 m a un 7 % tan sólo. Un viento que en el exterior de una
selva de árboles de hoja perenne
FIG. 7.13
Influencia de los cinturones de protección en las distribuciones de velocidad
del viento (expresadas en porcentajes de la velocidad en terreno abierto).
A. Efectos de un cinturón de protección de tres densidades distintas y de dos
cinturones seguidos de protección, de una densidad media (según W. Nägeli
y Geiger,
1965).
B. Efectos detallados de un cinturón de protección semisólido (según Bates y
Stoeckeler, y Kittredge, 1948).
protección detrás de ella, aunque la extensión viento abajo de este efecto Fig. 7.14
queda reducida por la turbulencia que desencadena la barrera. La protección Componentes energéticos en un día de julio en dos bosques. Bosque de pino
máxima corresponde al mecanismo filtrante formado por una barrera de laricio y pino albar en Thetford, Inglaterra (52°N), el 7 de julio de 1971. El
aproximadamente un 40 % de penetrabilidad (fig. 7.13). Una obstrucción cielo estuvo cubierto de nubes durante el período de las 0 a las 5 horas
empieza a tener efecto a aproximadamente 18 veces su propia altura viento (datos de Gay y Stewart, 1974; según Oke, 1978). Bosque de abetos de
arriba (fig. 7.13) y el efecto viento abajo puede aumentarse colocando más de Douglas en Haney, Columbia Británica (49°N), el 10 de julio de 1970. El
una hilera de árboles (fig. 7.13 A). cielo estuvo cubierto de nubes durante el período de las 11 a las 20 horas
Los bosques producen asimismo ciertos efectos microclimáticos que (datos de McNaughton y Black, 1973; según Oke, 197S).
resultan menos evidentes. Uno de los más importantes es que la reducción del
movimiento horizontal del aire en los claros del bosque aumenta la Las mediciones realizadas en las proximidades de una amplia barrera de
posibilidad de heladas en las noches de invierno. Otro aspecto, de menor protección de 2 m de alto y 13 m de espesor en la costa sudoriental de
importancia, es la eliminación del polvo y la niebla del aire polla acción Hokkaido, Japón, durante el mes de julio de 1952 indicaron que el efecto
filtrante de los bosques; mediciones realizadas a 1 ½ km viento arriba, en la filtrante en las nieblas de advección que penetraban desde el mar era tal que a
parte de sotavento y a 1 ½ km viento abajo en un bosque de Alemania de 1 20 m viento abajo de la obstrucción la humedad era sólo de 0,1 g/m3 (con
velocidad media del viento de 2,55 m/s), en contraste con los 0,3 g/m3 (con
km de anchura arrojaron cifras de 9000 partículas por litro, menos de 2000 y
velocidad media del viento de 3,4 m/s) que se observaban a una distancia
más de 4000, respectivamente
similar viento arriba. En algunos casos -
extremos la niebla puede filtrarse hasta tal punto en el aire que se mueve late-
ralmente que puede producirse una «interacción negativa», en que la
precipitación es mayor en el interior del bosque que en el exterior. La
precipitación recogida en invierno en el exterior de un bosque de eucaliptos
situado cerca de Melbourne, Australia, fue de 50 cm, mientras que en el
interior del mismo fue de 60 cm.
c. Modificación de la humedad ambiental. La humedad en el interior de los
bosques presenta un fuerte contraste con la de las zonas abiertas. La
evaporación en el suelo del bosque es generalmente mucho menor, puesto
que la cantidad de luz de sol recibida directamente, la velocidad del viento y
las temperaturas máximas también lo son y la humedad del aire generalmente
es mayor. En verano, la evaporación en el suelo desnudo de un bosque de
pinos en Arizona es tan sólo el 70 % de la de terreno abierto, y en la región
mediterránea el 42 %, aunque estas cifras son el realidad poco significativas,
puesto que las pérdidas de agua que experimentan las superficies cubiertas de
vegetación están controladas principalmente por la evapotranspiración de las Fig. 7.15
plantas. Efectos de: (A) una cobertura de Pinus montícola en Idaho en la humedad
Durante las horas de luz diurna las hojas transpiran agua a través de sus absoluta en verano (según Kittredge, 1948), y (B) de la estación en la
poros o estomas, por lo que esta pérdida está controlada por la duración del humedad relativa de un bosque de hayas, abedules y arces en Michigan
día, la temperatura de la hoja (modificada por el enfriamiento producido por (según el Anuario de 1941 del Departamento de Agricultura de los Estados
la evaporación), la extensión de la superficie de la hoja, la especie de los Unidos).
árboles y su edad, así como también por factores meteorológicos tales como
la energía radiante, la presión de vapor y la velocidad del viento (véase cap. abiertos. La presión de vapor en un bosque de robles de Tennessee resultó ser
2, A). Por consiguiente, las cifras que representan los totales de evaporación superior a la de la zona abierta, excepto en el mes de diciembre. Las selvas
varían entre amplios límites; interviene también en ellos, además de la tropicales presentan por la noche una saturación casi completa
transpiración directa, la evaporación del agua interceptada por las superficies independientemente de la altura de los troncos, mientras que durante el día la
vegetales. Los cálculos correspondientes a una zona cubierta de abetos rojos humedad está en relación inversa con dicha altura.
(Picea abies) en el Harz (Alemania) indicaron una evapotranspiración anual La influencia de la estructura de los bosques en la precipitación cons-
aproximada de 34 cm y pérdidas adicionales por intercepción de 24 cm. tituye un problema no completamente resuelto. En parte, esto es debido a la
La humedad de los bosques está en estrecha relación con la cantidad de dificultad existente para comparar las cantidades medidas en pluviómetros
evapotranspiración y aumenta con la densidad de la vegetación (figura 7.15 situados en zonas abiertas cercanas a los bosques con las recogidas en los
A). La humedad relativa de los bosques en relación con el exterior es de un 3 situados cerca de éstos, dentro de los claros o debajo de los árboles. Por
a un 10 % mayor y esta diferencia se acusa principalmente en verano (fig. ejemplo, en la parte de un bosque situada a barlovento el predominio de las
7.15 B). La humedad relativa media anual en los bosques de Suiza y corrientes ascendentes de niveles bajos disminuye la cantidad de
Alemania es superior en 9,4 % en los bosques de hayas, 8,6 % en los bosques precipitación recogida en el pluviómetro, mientras que en las corrientes
de abetos rojos (Picea abies), 7,9 % en los bosques de alerces y 3,9 % en los descendentes de la parte de sotavento ocurre lo contrario. En los claros
bosques de pinos albares (Pinus sylvestris) a la de los correspondientes pequeños la escasa velocidad del viento produce poca turbulencia en las
terrenos abiertos. Sin embargo, las comparaciones de humedad así realizadas proximidades de la boca del pluviómetro por lo que las cantidades recogidas
no son muy satisfactorias, puesto que las temperaturas de los bosques son generalmente mayores que en el exterior, aunque la precipitación haya
difieren altamente de las de los terrenos sido idéntica en ambos lugares. Por otra parte, se encuentra
a veces que, cuanto mayores son los claros, más prevalecen las ráfagas
descendentes, por lo que la precipitación recogida se hace mayor. En un
bosque de pinos y hayas de 25 m de altura de Alemania, las cantidades
recogidas en claros de 12 m de diámetro eran tan sólo el 87 % de las
recogidas viento arriba en el bosque, pero se elevaban a un 105 % en claros
de 38 m de diámetro. Un análisis de las cantidades de precipitación recogidas
en Letzlinger Heath (Alemania) antes y después de la plantación de un
bosque indicó un aumento medio anual del 6%; los mayores excesos se
registraron durante los años más secos. Sin embargo, existe acuerdo general
en afirmar que los bosques influyen poco en la lluvia de tipo ciclónico,
aunque pueden tener un efecto orográfico marginal por cuanto aumentan la
elevación y la turbulencia del aire; este efecto es del 1 al 3 % en las regiones
templadas.
Una influencia mucho más importante de los bosques en la cantidad de
precipitación es la intercepción de la lluvia por las copas de los árboles. Es
evidente que este efecto varía con la extensión de las copas la estación del
año y la intensidad de lluvia. Mediciones realizadas en bosques de hayas de
Alemania indican que, por término medio, estos árboles interceptan un 43 %
de la precipitación en verano y un 23 % en invierno; los bosques de pinos
pueden interceptar hasta un 94 % de la precipitación de poca intensidad, pero
tan sólo un 15 % de las lluvias intensas; el promedio correspondiente a pinos
de países templados es del 30 %. La precipitación interceptada puede
evaporarse en las copas, deslizarse por el tronco o caer al suelo. Para
averiguar la cantidad total de precipitación que llega al suelo es preciso
realizar mediciones muy detalladas de la cantidad que se desliza por los
troncos y de la que cae en forma de gotas desde las copas. La evaporación que
tiene lugar en las copas de los árboles no representa necesariamente una
pérdida de humedad para el suelo del bosque, puesto que la energía solar
empleada en el proceso de evaporación no contribuye a eliminar la humedad
del suelo o el agua de transpiración, aunque la vegetación no se beneficia del
ciclo de agua a través de ella vía suelo. La evaporación que tiene lugar en las
copas de los árboles es en gran parte función de la cantidad neta de radiación
que se recibe (en los bosques de árboles de hoja perenne de Brasil, el 20 % de
la precipitación se evapora en las copas) y de las especies vegetales. En Fig. 7.16
algunos bosques de robles mediterráneos, la cantidad de agua que se desliza Regímenes estacionales de la temperatura en los bosques.
por los troncos es prácticamente nula y, aunque interceptan un 35 % de la A. Máxima diaria media y temperaturas mínimas en el interior y exterior de
precipitación, la mayor parte de esta cifra se pierde por evaporación en las un bosque de abedules, hayas y arces de Michigan (según el Anuario de
copas. 1941 del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos).
Recientes investigaciones del balance de humedad en los bosques B. Temperaturas mensuales medias,
prueban que los de árboles de hoja perenne pueden estar sujetos a una C. Oscilación mensual de temperaturas, en comparación con las de terreno
evapotranspiración mayor que la hierba, en las mismas condiciones - abierto, en cuatro tipos de bosque de Italia (FAO, 1962). Nótese las
anomalías asociadas al maquis de robles forteto, que transpira poco.
climáticas. La hierba refleja normalmente de un 10 a un 15 % más la radia-
ción solar que las coníferas, por lo que la energía disponible para la
evaporación es menor. Además los árboles tienen una mayor rugosidad
superficial, que incrementa el movimiento turbulento del aire y por tanto la
eficacia de evaporación. En los bosques de árboles de hoja perenne, la
transpiración tiene lugar durante todo el año. A pesar de ello, es preciso
realizar todavía estudios detallados y cuidadosos para comprobar la
veracidad de estos resultados y experimentar las diversas hipótesis.
d. Modificación del medio ambiente térmico. De lo dicho hasta ahora, se
desprende que la vegetación de los bosques tiene considerable influencia en
la estructura microscálica de la temperatura: la protección que proporciona
contra los rayos del sol, su efecto amparador durante la no che, la pérdida de
calor por evapotranspiración, la reducción de la velocidad del viento y el
impedir el movimiento vertical del aire son factores que influyen en la
temperatura ambiente. El efecto más evidente de la protección aportada por
las copas de los árboles es que, en los bosques, las máximas diarias son más
bajas y las mínimas más altas (fig. 7.16 A). Esto se aprecia particularmente
durante los períodos de verano en que la evapotranspiración es muy elevada, Fig. 7.17
hecho que hace que disminuyan las temperaturas máximas dianas y que las Efecto de la estratificación de las selvas tropicales en la
temperaturas mensuales medias sean en los bosques tropicales y en los países temperatura (según Richards, 1952).
templados bastante inferiores a las de las tierras que los rodean. En los A. Oscilación diaria de temperaturas (10-11 de mayo de 1936) en las copas
bosques de países templados situados a nivel del mar, la temperatura anual de los árboles (24 m) y en la zona inferior (0,7 m) durante la época de las
media puede ser inferior en aproximadamente 0,6°C a la de la zona lluvias en un bosque tropical primario de la reserva da Shasha, Nigeria
circundante; las diferencias mensuales pueden ser de hasta 2,2°C en verano, (según Evans).
aunque en invierno no exceden de 0,1 °C y en días calurosos de verano la B. Temperaturas máximas y mínimas semanales en tres capas de un bosque
diferencia puede ser superior a 2,8°C. En la figura 7.16 B y C se dan las primario (de dipterocarpáceas) en el monte Maquiling (islas Filipinas)
temperaturas mensuales medias y la oscilación mensual de temperatura para (según Brown).
bosques de hayas, píceas y pinos; también puede apreciarse en dichas figuras
que, cuando la transpiración no es muy elevada en verano (por ej., en la americanos (Pinus ponderosa) de Arizona el máximo medio correspondiente
garriga de robles Forteto del Mediterráneo), las altas temperaturas diarias a los meses de junio-julio aumentó en 0,8°C por el simple hecho de elevar el
alcanzadas en el interior de los bosques protegidos puede hacer invertir la termómetro desde 1,5 a 2,4 m por encima del suelo del bosque. En las selvas
tendencia mensual que presentan los bosques de los climas templados. tropicales estratificadas la gráfica térmica es mucho más complicada. El denso
Incluso dentro de una determinada zona climática, resulta difícil generalizar, follaje se calienta mucho durante el día y pierde calor rápidamente por la
puesto que, para alturas de 1000 m, el descenso de las temperaturas medias de noche, con lo que la oscilación diaria de temperaturas es mucho más acusada
los bosques de los países templados con relación a las de las zonas abiertas que en los arbustos, (fig. 7.17 A). Mientras los máximos diarios de
contiguas puede ser doble que a nivel del mar. temperatura de la segunda capa de follaje son intermedios entre los de la
La compleja estructura vertical de los bosques es otro factor que con- primera y los de los arbustos, los mínimos nocturnos son más elevados, ya que
tribuye a complicar las temperaturas. Incluso en bosques de estructura esta segunda capa queda aislada por el aire atrapado tanto arriba como abajo
relativamente sencilla las diferencias de temperatura a diversas alturas son (fig. 7.17 B).
muy claras. Por ejemplo, en un bosque de pinos amarillos occidentales
D. SUPERFICIES URBANAS pueden sufrir complejas cadenas de cambios fotoquímicos que pueden
destruir algunos gases, pero que pueden producir otros.
Con la construcción de una nueva casa, carretera o fábrica se destruyen los
microclimas existentes y se crean otros nuevos de gran complejidad, según a. Aerosoles. Como ya se ha apuntado (véase cap. 1, A.2 y 4) la economía
sean el diseño, la densidad y la función a que se destina la construcción. A térmica del globo se ve afectada significativamente^ por la producción natural
pesar de la gran variación interna de las influencias climáticas urbanas, es de aerosoles que provienen de los desiertos, de las erupciones volcánicas o de
posible hacer ciertas generalizaciones acerca de los efectos de las estructuras los fuegos, etc. Su efecto térmico general es probablemente de calentamiento,
de las ciudades, dividiéndolas en tres clases principales: debido al incremento de la absorción, que -
1. Modificación de la composición atmosférica.
2. Modificación del balance calorífico.
3. Otros efectos de las modificaciones de la configuración y aspereza del
suelo.

1. Modificación de la composición atmosférica

La atmósfera dejas, ciudades está notoriamente expuesta a la polución,


particularmente como resultado de la combustión, y esto tiene efectos que
comprenden el cambio de las propiedades térmicas de la atmósfera, la
atenuación de la luz del sol y la producción de numerosos núcleos de
condensación. A pesar de que la polución plantea problemas generales tanto a
los habitantes como a los planificadores de las ciudades, es conveniente
examinar sus orígenes bajo los siguientes encabezamientos:

(a) Aerosoles. La producción de materia particulada suspendida (medida en


mg/m3 o µg/m3) principalmente de compuestos de carbón, plomo o aluminio y
sílice.
(b) Gases. La producción de gases (medida en partes por millón: ppm) puede Fig. 7.18
considerarse tanto desde el punto de vista tradicional con su concentración Ciclos anuales y diarios de la polución. A Ciclo anual de la polución de humo
por la combustión doméstica e industrial de carbón y la producción de los en Leicester y sus alrededores, Inglaterra, durante el periodo 1937-1939,
gases del tipo del dióxido de azufre (SO2), o desde el punto de vista más nuevo antes de que se introdujera la legislación contra el humo (según Meetham,
de la combustión de petróleo y aceites pesados y la producción de monóxido 1952). B Ciclo diurno de la polución de humo en Leicester durante el verano y
de carbono (CO), hidrocarbonos (He), óxidos de nitrógeno (NO2), ozono (Ó3) el invierno, en 1937-1939 (según Meetham, 1952). C Ciclo anual del máximo
y similares. diario medio de las concentraciones oxidantes medias de una hora para los
Ángeles (1964-1965) y Denver (1965) (a trazos) (según US DHEW y Oke,
Al tratar de la polución atmosférica, debe recordarse en primer lugar que la 1978). D Ciclos diurnos de las concentraciones de óxido nítrico (NO), dióxido
difusión o concentración de los elementos polucionantes es una función tanto de nitrógeno (NO,) y ozono (O,) en Los Ángeles, el 19 de julio de 1965 (según
de la estabilidad atmosférica (especialmente de la presencia de inversiones) US DHEW y Oke, 1978).
como del carácter del movimiento horizontal del aire, y en segundo lugar que
los aerosoles desaparecen de la atmósfera tanto por sedimentación como por
lavado, y en tercer lugar, que ciertos gases
incrementa la elevación de la temperatura asociada con las cantidades en au-
mento de dióxido de carbono y de algunas trazas de gases (véase fig. 1.3).
Durante el siglo pasado, el promedio de concentración de polvo ha aumentado,
particularmente en Eurasia, debido sólo en parte a las erupciones como la del
monte Agung en Bali (1963) y Kamchatka (1966). La proporción de polvo
atmosférico directa o indirectamente atribuible a la actividad humana ha sido
estimada en un 30 %_ (véase cap. 1, A, 4). Como un ejemplo de esta última es
interesante que las batallas de tanques del norte de África de la Segunda Guerra
Mundial perturbaron la superficie del desierto de tal forma, que el material
levantado era visible en forma de nubes sobre el Caribe.
La concentración de dichos núcleos (cuyo diámetro oscila entre 0,01 y 0,1 µ)
es como promedio de 9,500/cm3 en la campiña británica, pero en las ciudades es
generalmente de 150,000/cm3 y puede llegar a alcanzar los 4.000.000/cm3,
como se midió cerca del nivel del suelo en el sector industrial de Viena en 1946.
De manera similar, se ha calculado que en la ciudad de Leipzig la concentración
de partículas de polvo (de 0,5 a 10 µ de diámetro) es de 25 a 30/cm 3, mientras
que en el campo de las cercanías es de 1 a 2/cm3. La mayor concentración de
humo tiene lugar cuando los vientos son flojos, la turbulencia vertical es baja,
hay inversiones de temperatura y humedades relativas altas y el aire sopla desde
las zonas de fábricas o de gran densidad de población (lám. 29). La necesidad de
calefacción y electricidad en las casas hace que las impurezas sigan en las
ciudades ciclos estacionales y diurnos; las mayores concentraciones tienen lugar
aproximadamente a las 08.00 horas a principios de invierno (fig. 7.18). Este
aumento repentino que se observa por la mañana es también, en parte,
consecuencia de procesos naturales. La polución, que se ve forzada durante la
noche a permanecer debajo de una capa estable situada unos centenares de
metros por encima de la superficie puede volver al nivel del suelo cuando la
convección térmica provoca la mezcla vertical.
La figura 7.19 muestra los notables resultados de la acumulación de
polución del aire que tuvo lugar sobre la ciudad industrial británica de Sheffield Fig. 7.19
a mediados de diciembre de 1964, durante un período de cielos despejados, un Valores promedio de la polución del aire por el humo y por el dióxido de
flujo de aire débil, una radiación de onda larga máxima y el desarrollo cerca de azufre para Sheffield, Inglaterra, el 14 y el 16 de diciembre de 1964 (de
la superficie de inversiones de temperatura y una niebla de radiación. Estas Garnett, 1967).
condiciones se asociaron con una concentración de humo de un 10 % superior al
promedio mensual el 14 de diciembre, que aumentó al 100 % sobre el promedio británicas pierdan del 25 al 55 % de la radiación solar que llega a ellas du-
el 16 de diciembre. rante el periodo comprendido entre noviembre y marzo (lám. 29). En 1945 se
El efecto más directo de la contaminación atmosférica consiste en reducir la estimó que la ciudad de Leicester perdió el 30 % de la radiación solar en
radiación y la luz provenientes del sol. Las impurezas y las nieblas a ella invierno y tan sólo el 6 % en verano. Estas pérdidas son naturalmente
asociadas (llamadas smog) hacen que algunas ciudades - mayores cuando los rayos de sol inciden en la capa de niebla con
un ángulo pequeño. En comparación con la radiación recibida en la zona rural que
la rodea, Viena pierde de un 15 a un 21 % de radiación cuando la altura del sol es de
30°, pero esta pérdida se eleva a 29-36 % cuando la altura es de 10°. El efecto de la
polución por el humo se ilustra dramáticamente en la figura 7.20, en la comparación
de las condiciones antes y después de la entrada en vigor del Acta del Aire Limpio
de 1956 en Londres. Antes de 1950 había una gran diferencia en la luz del sol
recibida en las áreas rurales circundantes y el centro de la ciudad (fig. 7.20A) que
podría suponer una pérdida de tiempo de sol de 16 minutos en los suburbios
exteriores, de 25 minutos en los interiores y de 44 minutos en el centro de la ciudad.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que las capas de niebla impiden también la
re-radiación del calor superficial durante la noche y que este efecto protector hace
que sean más elevadas las temperaturas nocturnas en la ciudad. El uso de
combustibles que no producen humo y otros controles de la polución recortaron la
emisión total de humo en Londres de 1,4 X 108 kg (141 000 toneladas) en 1952 a
0,9 X 108 kg (89000 toneladas) en 1960, y la figura 7.20 B muestra el aumento en
las cifras mensuales promedio de luz del sol para el período 1958-1967,
comparadas con las de 1931-1960.
La abundancia de núcleos de condensación en la atmósfera de las ciudades,
particularmente de las situadas en tierras bajas contiguas a grandes ríos, explica la
abundancia de nieblas. Durante el período comprendido entre agosto de 1944 y
diciembre de 1946, por ejemplo, la zona suburbana de Greenwich tuvo un
promedio mensual de más de 20 días con buena visibilidad a las 09.00 horas,
mientras que el centro de Londres tuvo menos de 15. En algunas ocasiones se
combinan una atmósfera muy estable y una elevada producción de impurezas para
dar densas nieblas de carácter letal. Durante el período del 5 al 9 de diciembre de
1952, una inversión de temperatura dio lugar a la formación sobre Londres de una
espesa niebla con visibilidad inferior a 10 m durante 48 horas consecutivas, lo que
ocasionó 12.000 muertes más (en su mayor parte de personas con afecciones
pulmonares) durante el período comprendido entre diciembre de 1952 y febrero de
1953 que en el mismo período del, año anterior. La estrecha relación existente entre
la niebla y el aumento de la industrialización y urbanización aparece claramente
ilustrada polla ciudad de Praga, donde el número medio anual de días con niebla se
elevó desde 79 durante el período 1860-1880 a 217 durante 1900-1920.

b. Gases. Además de la polución por humos y otra materia particulada producida


por actividades urbanas e industriales tradicionales, que comprenden la combustión
de carbón y de coque, se ha asociado la producción de los gases polucionantes.
Antes de Acta del Aire Limpio se estimó
que mientras que el 80-90 % del humo de Londres fue producido por fuegos
domésticos, éstos eran responsables de sólo el 30 % del dióxido de azufre
liberado a la atmósfera; siendo el restante proporcionado pollas estaciones de
energía eléctrica (41 %) y fábricas (29 %). La figura 7.19 ilustra la asociación
entre la polución por humos y la producida por dióxido de azufre en Sheffield
hace unos 20 años; es significativo que el 16 de diciembre de 1964 la
concentración de dióxido de azufre en el aire de la ciudad había aumentado a
tres veces la media mensual.
Los complejos urbanos están siendo afectados por una nueva y menos
obvia, pero sin embargo, igualmente seria, forma de polución, resultante de la
combustión de petróleo y aceites pesados por coches, camiones y aviones, así
como por las industrias petroquímicas. Los Ángeles, que se encuentra en una
cuenca topográficamente constreñida y a menudo sujeta a inversiones de
temperatura es el ejemplo principal de este tipo de polución, aunque esto
afecta de algún modo a todas las ciudades modernas. En Los Ángeles, siete
millones de personas usan cuatro millones de coches particulares,
consumiendo 30 millones de litros de gasolina por día y produciendo más de
12.000 toneladas de agentes polucionantes. A esto se añade el resultado del Fig. 7.21
consumo de 0,5 millones de litros diarios de combustible diesel por 13.500 El ciclo fotoquímico del NO2 perturbado por los hidrocarburos para
camiones y autobuses y 2,5 millones de litros de combustible de aviación producir el smog fotoquímico (según US DHEW, 1970 y Oke, 1978).
consumidos en las cercanías de la ciudad. Incluso con controles, el 7 % de la
gasolina de los coches privados es emitida en una forma no quemada o inversiones de temperatura se combinan con grandes cantidades de radiación
pobremente oxidada, otro 3,5 % como smog fotoquímico y un 33-40 % como solar. El ciclo fotolítico refleja las complejas reacciones con, por ejemplo,
monóxido de carbono. La producción del smog de Los Ángeles, que a una concentración de NO» por la mañana temprano debida al tráfico denso, y
diferencia de los humos tradicionales de las ciudades, se da un máximo de O3 cuando se recibe gran cantidad de radiación. El efecto de
característicamente durante el día en verano y otoño (véase fig. 7.18 C y D) es este smog no es sólo la modificación del balance de radiación de las ciudades,
el resultado de una cadena muy compleja de reacciones químicas sino que constituye un peligro para la salud humana: en Tokio, por ejemplo,
denominadas el ciclo fotolítico interrumpido (fig. 7.21). La radiación los ciudadanos a veces llevan máscaras respiratorias en las calles como
ultravioleta (0,37-0,42 µm) disocia el NO, natural en NO y O. El oxígeno autodefensa.
monoatómico (O) puede entonces combinarse con el oxígeno natural (O2)
para producir ozono (O3). El ozono a su vez reacciona con el NO artificial c. Distribución de la polución. Las atmósferas polucionadas comúnmente
para producir NO2 (que vuelve al ciclo fotoquímico formando un peligroso adquieren configuraciones físicas muy acusadas alrededor de las áreas
bucle de retroalimentación positiva) y oxígeno. Los hidrocarburos producidos
urbanas que dependen mucho de los gradientes ambientales, particularmente
por la combustión del petróleo se combinan con los átomos de oxígeno para
de la presencia de inversiones de temperatura y de las velocidades del viento.
producir el radical libre de hidrocarburo HcO*, y éstos reaccionan con los Se forma una cúpula de polución como resultado de la recogida de polución
productos de la reacción O3 -NO para generar oxígeno y el smog por debajo de una inversión formando la capa límite urbana (fig. 7.22 Á). Una
foto-químico. Este smog presenta ciclos anuales y diurnos bien desarrollados velocidad del viento tan baja como de 2 m/s es suficiente para desplazar la
en la cuenca de Los Ángeles (figs. 7.18 C y D). Los niveles anuales de la
cúpula de polución de Cincinnati en la dirección del viento, y una velocidad
polución por el smog fotoquímico en Los Ángeles (derivados de los pro-
del viento de 3,5 m/s la dispersará en un penacho. La figura 7.22 B muestra
medios de las cifras horarias más altas diarias) son mayores a finales de una sección de un penacho urbano con el volumen superior al dosel urbano de
veranó y en otoño, cuando los cielos despejados, los vientos ligeros y las la parte superior de
los edificios llena de circulaciones de mezcla ascensionales. Fumigación es
el término usado cuando una tapadera de inversión evita la dispersión hacia
arriba, pero las condiciones de gradiente debidas al calentamiento matutino
del aire superficial permiten que los penachos de convección y las ráfagas
descendentes asociadas vuelvan a llevar la polución a la superficie. En la
dirección del viento se da la elevación por encima de la inversión de
temperatura en la parte superior de la capa límite rural, dispersando la
polución hacia arriba. La figura 7.22 C ilustra algunas de las características
de un penacho de polución de hasta 160 km en la dirección del viento de San
Luis el 18 de julio de 1975. En cuanto a la complejidad de las reacciones
fotoquímicas, hay que hacer hincapié en que el ozono aumenta viento abajo
debido a las reacciones fotoquímicas dentro del penacho, pero disminuye
sobre las plantas productoras de energía como resultado de otras reacciones
con sus emisiones. Este penacho se observó que se extendía a una distancia
total de 240 km, pero bajo las condiciones de una fuente de polución intensa,
los penachos de polución de flujo ele aire superficial constante a gran escala y
los penachos de polución de estabilidad atmosférica vertical pueden
extenderse en la dirección del viento a lo largo de cientos de kilómetros. Los
penachos que se originan en Chicago-Gary se ha observado desde aviones
que volaban a gran altura que se extendían casi hasta Washington DC, a una
distancia de 950 km.

2. Modificación del balance calorífico

El balance energético de una superficie construida es similar al descrito


anteriormente en este capítulo, excepto por la producción de calor resultante
del consumo humano de energía por combustión, que puede incluso exceder
a Rn durante el invierno en algunas ciudades. A pesar de que Rn puede que no
sea muy distinta de la de las áreas urbanas adyacentes (excepto durante
períodos de polución importante) el almacenamiento de calor por parte de las
superficies es mayor (20-30 % de Rn durante el día), conduciendo a mayores
valores nocturnos de H, y en particular, LE es mucho menor en los centros de
las ciudades. Después de períodos de sequedad prolongados, la
evapotranspiración puede ser nula en los centros de las ciudades, excepto
para ciertas operaciones industriales, y en el caso de parques y jardines
Fig. 7.22 irrigados, donde LE puede ser mayor que Rn. Esta deficiencia de LE significa
Configuraciones de la polución urbana. A cúpula de polución urbana. B que durante el día el 70-80 % de Rn puede ser transferido a la atmósfera como
Penacho de polución urbana en una situación de estabilidad (es decir, una calor sensible (H). Por debajo del dosel urbano, los microclimas de las calles
madrugada tras una noche clara). El soplado es indicativo de estabilidad y los «cañones urbanos» se encuentran dominados por los efectos de la
atmosférica vertical (según Oke, 1978). C Penacho de polución del nordeste elevación y -
de San Luis, Missouri, el 18 de julio de 1975 (según White et al., 1976 y Oke,
1978).
disposición en el balance energético, que pueden variar mucho incluso en Tabla 7.1
una misma calle. Cifras del balance energético para la región de Cincinnati durante el
Las características térmicas de las áreas urbanas contrastan mucho con verano de
las zonas rurales circundantes y, generalmente, las mayores temperaturas 1968 (W/m2) (de Bach y Patterson, 1969)
urbanas son el resultado de la interacción de los siguientes factores:
Distrito central Zona rural
(a) Cambios en el balance de radiación debidos a la composición atmos- de oficinas circundante
férica. 8 13 20 8 13 20
(b) Cambios en el balance de radiación debidos al albedo, la conductividad Onda corta, entrada (Q -f- q) 288* 763 — 306 813 —
calorífica y la capacidad térmica de los materiales de la superficie urbana. Onda corta, salida [(Q + q)°] 42** 120** — 80 159 —
(c) La producción de calor por las actividades humanas. Radiación neta de onda larga (Ln) -61 -100 -98 -61 -67 -67
(d) La reducción de la difusión de calor debida a cambios en las configu- Radiación neta (Rn) 184 543 -98 165 587 -67
raciones del flujo del aire, como resultado de la rugosidad de las superficies Calor producido por la actividad 36 29 26*** 0 0 0
urbanas. humana
(e) La reducción en la energía térmica requerida para la evaporación y la * Máximo de polución.
evapotranspiración debida al carácter de la superficie, al rápido drenaje y ** Una superficie urbana refleja menos que una zona agrícola, y un erizado
generalmente a las menores velocidades de los vientos de las áreas urbanas. complejo de rascacielos puede absorber 6 veces más la radiación entrante.
*** Reemplaza más de 1/4 de la pérdida de radiación de onda larga por la noche.
Las consideraciones sobre estos dos últimos factores se dejan para la sección c. Producción humana de calor. Numerosos estudios demuestran que las
7, D.3 del presente capítulo. grandes aglomeraciones urbanas producen hoy en día energía por la combustión
a tasas comparables con la insolación en invierno. Las cantidades de radiación
a. Composición atmosférica. La polución del aire hace que la capacidad de solar recibidas en invierno tienen un promedio de aproximadamente 25 W/m2 en
transmisión de las atmósferas urbanas sea significativamente menor que la Europa, comparadas con la producción similar de calor de las grandes ciudades.
de las áreas rurales adyacentes. Por ejemplo, durante el período 1960-1969 la La figura 7.23 muestra la magnitud y la escala espacial de los flujos de energía
capacidad de transmisión atmosférica sobre Detroit tuvo un promedio de un artificiales y naturales. En Cincinnati, una proporción significativa del balance
9 % menos que en las áreas adyacentes, y alcanzó la cota de un 25 % menos energético es generada por la actividad humana, incluso en verano (tabla 7.1).
en condiciones de calma. La tabla 7.1 da cifras del balance energético Esta producción de calor tenía un promedio de 26 W/m2 o más, de los cuales dos
comparativas para la región de Cincinnati durante el verano de 1968 bajo tercios fueron producidos por fuentes industriales, comerciales y domésticas, y
condiciones anticiclónicas con de nubosidad y una velocidad del el tercio restante por los coches. En cuanto al futuro, se ha estimado que hacia el
viento . año 2000 la megalópolis Boston-Washington puede albergar a 56 millones de
b. Superficies urbanas. Los controles primarios sobre el clima térmico de las personas -en un área urbana continua de 30-000 km, y que esta concentración de
ciudades son el carácter y la densidad de las superficies urbanas, es decir, el actividad humana produciría una cantidad de calor equivalente al 50 % de la
área superficial total de los edificios y las calles, así como la geometría de los insolación invernal total medida en una superficie horizontal y el 15 % de la
primeros. La tabla 7.1 muestra la absorción de calor relativamente alta de la radiación solar veraniega total.
superficie de las ciudades. Un problema que se presenta en las mediciones, d. Islas de calor. El efecto neto de los procesos térmicos urbanos es el de hacer
es que cuanto mayor es la influencia térmica urbana, menor es la absorción que las temperaturas de las ciudades sean generalmente mayores que las de las
de calor al nivel de la calle, y, consecuentemente, las observaciones hechas áreas rurales circundantes, principalmente debido a la difusión turbulenta de
sólo en la calle pueden conducir a resultados erróneos. calor sensible de los edificios calientes y a la absorción de la radiación de onda
larga emitida por la superficie de la
superficies urbanas durante el día (aumentadas por la calefacción por com-
bustión) es liberado. Debería tenerse en cuenta que, debido a que éste es un
fenómeno relativo, el efecto de isla de calor también depende de la tasa de
enfriamiento rural, que es influenciada por la magnitud del gradiente
ambiental regional.
El centro de Londres tuvo durante el período comprendido entre 1931 y
1960 una temperatura anual media de 11,0°C, mientras que la de los
suburbios fue de 10,3°C y la de la zona rural de los alrededores de 9,6°C. Los
cálculos hechos para Londres en los años cincuenta indican que el consumo
de combustible doméstico dio lugar a un calentamiento de 0,6°C en la ciudad
en invierno y que fue responsable de un tercio a la mitad del exceso de calor
promedio comparado con las áreas rurales

FIG. 7.23
Comparación de fuentes de calor naturales y artificiales en el sistema de
clima global a escala pequeña, media y sinóptica. Se dan las regresiones
generalizadas para las liberaciones de calor artificiales en los años setenta
(a principios de los setenta en círculos, a finales en puntos), junto con las
predicciones para los años 2000 (cruces) y. 2050 (según Pankrath, 1980 y
Bach, 1979).
Fig. 7.24
ciudad y su capa de polución. Este efecto de isla de calor puede tener como Distribución de las temperaturas mínimas (°C) en Londres, el 14 de mayo de
resultado que las temperaturas urbanas mínimas sean 5° 6°C mayores que las 1959, en la que se indica la relación entre la «isla de calor» urbana y la zona
de las áreas rurales circundantes, y estas diferencias pueden ser de hasta 6° edificada (según Chandler, 1965).
8°C en las primeras horas de las noches serenas y claras de las grandes
ciudades, cuando el calor almacenado por las -
adyacentes. Estas diferencias son aún más marcadas cuando el aire está en
calma, especialmente por la noche bajo una inversión regional, (figura 7.24).
Para que este efecto de isla de calor pueda actuar con eficacia, la velocidad
del viento debe ser inferior a 5-6 m/s y es especialmente notorio en las noches
de calma del verano y comienzos de otoño, cuando tiene bordes muy
marcados, en forma de acantilado, y las temperaturas más altas están
asociadas a las de las zonas de mayor densidad de población. En ausencia de
vientos regionales, puede generarse una isla de calor bien desarrollada que
puede incluso generar su propia circulación local interna del viento en la
superficie. Por consiguiente, los contrastes térmicos de una ciudad, al igual
que muchas otras de sus características climáticas, dependen de su situación
topográfica y son mayores en los lugares protegidos en que los vientos son
suaves. El hecho de que las diferencias de temperatura entre las zonas rural y
urbana de Londres sean mayores en verano cuando la combustión y las
impurezas atmosféricas son mínimas, indica que la pérdida de calor que Fig. 7.25
experimentan los edificios es el factor más importante que contribuye a este Detalles del flujo urbano. Flujo alrededor de dos edificios de distinto tamaño
efecto de isla de calor. No obstante, las diferencias observadas de una y forma. Las cifras dan las velocidades relativas del viento; las áreas rayadas
estación a otra no son necesariamente las mismas que se encuentran en otras son las de gran velocidad del viento y turbulencia al nivel de la calle; FE -
zonas macroclimáticas. punto de estancamiento; CE = corriente de esquina; FR = flujo de remolino; S
Son especialmente significativos los efectos de las temperaturas mínimas. = remolino de sotavento (según Píate, 1972 y Oke, 1978).
Colonia, por ejemplo, tiene en promedio un 34 % menos de días con mínimas
inferiores a los 0°C que la zona que la rodea; la cifra correspondiente a conocida, pero se cree que es mayor de 100-500 m, especialmente al principio
Basilea es del 25 % menos. En Londres, Kew tiene un promedio de de la noche. En el caso de las ciudades con rascacielos, las distribuciones
aproximadamente 72 días más sin hielo que la zona rural de Wisley. También horizontal y vertical del viento y de la temperatura pueden ser muy complejas
la precipitación se ve afectada por este factor, y en los años que precedieron a (véase fig. 7.25 para las condiciones del viento).
1917 el 21 % de las precipitaciones de nieve que se recogieron en la zona
rural de los alrededores de Berlín correspondían, a granizo o lluvia en el 3. Modificación de las características de la superficie
centro de la ciudad.
Aunque resulta difícil distinguir entre los cambios de temperatura a. Flujo de aire. Por término medio, las velocidades del viento en las ciudades
debidos a los controles urbanos y los debidos a otras influencias (véase son inferiores a las que se registran en campo abierto en los alrededores,
capítulo 8), se ha indicado que el crecimiento de una ciudad va generalmente debido al efecto protector de los edificios, y las velocidades del viento en el
acompañado de un aumento de la temperatura anual media; así, por ejemplo, centro de la ciudad son generalmente inferiores en un 5 % a las de los
la de Osaka, Japón, se ha elevado 2,6°C en el transcurso de los últimos 100 suburbios. En 1935, por ejemplo, se registraron vientos de velocidad superior
años y la de Tokio 1,5 °C. Sin embargo, es posible que estos resultados sean a 10,5 m/s en el aeropuerto de Croydon (suburbios de Londres), relativamente
tan sólo una coincidencia, pues al parecer no existe relación lineal alguna abierto, durante un total de 371 horas, mientras que la cifra correspondiente a
entre el tamaño de la ciudad y la intensidad de la isla de calor. Leicester, la zona cercana edificada de South Kensington fue sólo de 13 horas. Sin
cuando tenía una población de 270.000 habitantes, presentaba un embargo, el efecto de la ciudad en el movimiento del aire varía altamente
calentamiento de intensidad comparable a la del centro de Londres, en según sean el día y la estación. Durante el día las velocidades del viento en la
sectores más reducidos. Esto sugiere que la influencia térmica del tamaño de ciudad son considerablemente menores que las de las áreas rurales
una ciudad no es tan importante como la de la densidad urbana. La extensión circundantes, pero durante la noche la mayor turbulencia mecánica sobre la
vertical de la isla de calor es aún poco ciudad implica que las mayores velocidades del viento en las capas altas sean
transferidas al aire de niveles inferiores por mezcla turbulenta. Durante el día
(13.00 horas) la velocidad anual media del viento en el aeropuerto de
Londres (zona abierta en los suburbios) fue de 2,9 m/s (compárese esta cifra
con los 2,1 m/s en el centro de Londres para el período 1961-1962). Los
valores correspondientes para la noche (01.00) fueron 2,2 m/s y 2,5 m/s. Las
diferencias de velocidad del viento entre las zonas rurales y las urbanas son
más marcadas cuando el viento es fuerte y, por consiguiente, son más
evidentes en invierno que en verano, época en que en las latitudes templadas
se registra una mayor proporción de velocidades bajas.
Las estructuras urbanas tienen efectos considerables en el movimiento del
aire, tanto por la producción de turbulencia, como por el resultado de la
mayor aspereza de la superficie y por el efecto de canalización de los cañones
urbanos. En la figura 7.25 se da una idea de la complejidad del flujo de aire
alrededor de las estructuras urbanas, ilustrando las grandes diferencias en la
velocidad y dirección del viento a nivel del suelo, el desarrollo de vórtices y
remolinos de sotavento y los flujos inversos que se pueden dar. Las
estructuras juegan un papel principal en la difusión de la polución dentro del
dosel urbano; por ejemplo, las calles estrechas a menudo no pueden ser
inundadas por los vórtices. La formación de flujos y remolinos de gran
velocidad en la atmósfera urbana, usualmente polvorienta y seca, donde
existe un amplio suministro de material de desecho, lleva a que los flujos de
Fig. 7.26
aire urbanos generales de sólo 5 m/s sean molestos, y los de 20 m/s sean
Anomalías en las lluvias veraniegas, tasa de fuertes lluvias, frecuencia de
peligrosos. tormentas de granizo y de tronadas en la dirección del viento del área
metropolitana de San Luis. Las flechas grandes indican la dirección
b. Humedad. También es importante el efecto de la urbanización por lo que a prevaleciente del movimiento de los sistemas de lluvias veraniegos (según
la humedad superficial se refiere. La ausencia de grandes extensiones de agua Changan, 1979).
estancada y la rápida eliminación del agua que corre por la superficie por
medio de cloacas hace disminuir la evaporación local. Además, la falta de
el número de pluviómetros existentes en ellas es relativamente escaso, y
una capa de vegetación extensa elimina gran parte de la evapotranspiración porque la turbulencia del aire hace la «captura» poco digna de confianza. Sin
lo que constituye una importante fuente del aumento del calor urbano. Por embargo, se sabe ahora con bastante certeza que las zonas urbanas de Europa
estas razones, el aire de las ciudades de las latitudes medias tiene una cierta
y América del Norte son las causantes del tiempo local que, especialmente en
tendencia a poseer humedades absolutas menores que el de las zonas rurales,
verano, es susceptible de desencadenar excesos de precipitación en
especialmente cuando soplan vientos flojos y la nubosidad es abundante. En
condiciones límites. Este desencadenamiento puede ser provocado por los
otras ocasiones, cuando reina la calma y el tiempo es bueno, las calles efectos orográficos y de turbulencia de los edificios, la mayor densidad de
aprisionan el aire cálido, que conserva su humedad porque la cantidad de núcleos de condensación y la convección térmica. Las medidas realizadas en
rocío que se deposita en las superficies cálidas de la ciudad es menor. Los
Múnich indican que el número de días en que se registró lluvia débil (entre 0,1
contrastes de humedad entre las zonas urbanas y las rurales son más acusados y 0,5 mm) fue un 11 % mayor en la ciudad que en la zona rural de los
en el caso de la humedad relativa, que puede ser hasta un 30 % menor en la
alrededores, y en Núremberg se registró un 14 % más de tormentas que en sus
ciudad durante la noche, como consecuencia de las temperaturas más
alrededores. Aparentemente, las ciudades de Europa y América del Norte
elevadas. registran de un 6 a un 7 % más de días de lluvia por año que las regiones que
Las influencias de las ciudades en la precipitación (excepto en el caso de las rodean; esta clase de precipitación representa de un 5 a un 10 % del total.
la niebla) son mucho más difíciles de precisar, en parte porque
Este efecto es generalmente más marcado durante la estación fría en América
del Norte, aunque en algunas zonas urbanas del Oeste medio de Estados
Unidos la actividad convectiva aumenta significativamente en verano, época Tabla 7.2
en que se registra mayor frecuencia de tormentas y granizo corriente abajo de Condiciones climáticas urbanas promedio comparadas con las de las áreas
las áreas industriales de San Luis (en una distancia de 30-40 km) comparada rurales circundantes (en parte según WMO, 1970).
con las áreas rurales (fig. 7.26). Las irregularidades que se muestran en la
figura 7.26 son de las mejor documentadas acerca de los efectos urbanos. Composición atmosférica dióxido de carbono X2
Durante los años 1951-1960, en el sudeste de Inglaterra, las lluvias tormentosas dióxido de azufre X 200
veraniegas (que comprendieron el 5-15 % de la precipitación total) fueron óxidos de nitrógeno X 10
especialmente concentradas en el oeste, centro y sur de Londres (fig. 7.27), y monóxido de carbono X 200(+ )
contrastaron grandemente con la distribución de la precipitación total anual hidrocarburos totales X 20
media. Durante este período, las lluvias tormentosas de Londres eran del orden materia particulada X 3 al 7
de 20-25 cm mayores que en la zona rural del sudeste de Inglaterra. Radiación solar global -15 al 20%
Muchos de los resultados discutidos en relación con las influencias urbanas ultravioleta (invierno) -30 %
se basan en el estudio de casos limitados. Es por ello conveniente concluir con duración de la luz solar -5 al 15%
un resumen de las diferencias climáticas promedio entre las ciudades y sus Temperatura mínima invernal (promedio) + l°al2°C
áreas rurales. Éste se presenta en la tabla 7.2. días de grado de calentamiento -10%
Velocidad del viento media anual -20 al 30 %
número de días de calma + 5 al 20 %
Niebla invierno + 100%
verano + 30%
Nubosidad + 5 al 10 %
Precipitación total + 5 al 10%
días con < 5 mm + 10%

RESUMEN

Los climas a pequeña escala son determinados en gran parte por la importancia
relativa de los componentes del balance de energía de superficie, que varían en
cantidad y signo dependiendo del día y la estación. Las superficies de tierra
desnuda pueden tener amplias variaciones de temperaturas controladas por H y
G, mientras que las de las masas de agua superficiales están fuertemente
condicionadas por LE y los flujos de advección. Las superficies con una cubierta
de vegetación tienen unos intercambios más complejos, que generalmente están
dominados por LE; éste puede ser responsable de más del 50 % de la radiación
entrante, especialmente donde hay un gran suministro de agua (incluyendo el
regadío). Los bosques tienen un albedo menor ( para las coníferas) que la
Fig. 7.27 mayoría de las demás superficies cubiertas de vegetación (0,20-0,25).
La distribución del total de lluvias con tronada en el sudeste de Inglaterra
durante el período 1951-1960 (según Atkinson, 1968).
Su estructura vertical produce distintas capas de microclimas, particularmente
en las pluviselvas tropicales. Las velocidades del viento son característicamente
bajas en los bosques, y los árboles forman importantes cinturones de protección.
Al contrario que la vegetación corta, los diferentes tipos de árboles presentan
distintas tasas de evapotranspiración, y por ello afectan de una forma diferencial
a las temperaturas locales y la humedad del bosque. El efecto de los bosques
sobre las lluvias aún no ha sido dilucidado, pero pueden tener un efecto
topográfico marginal bajo condiciones de convección en las zonas templadas. La
disposición de la humedad del bosque está muy afectada por la intercepción y
evaporación del dosel, pero los depósitos forestados parece que tienen mayores
pérdidas por evapotranspiración que los que están cubiertos de hierba. Otra
característica principal de los microclimas forestales son sus menores
temperaturas y las oscilaciones diurnas más pequeñas, en comparación con las
áreas circundantes.
Los climas urbanos están dominados por la geometría y composición de las
superficies construidas y por los efectos de las actividades humanas. La
composición de la atmósfera urbana es modificada por la adición de aerosoles,
que producen polución por nieblas y humos, por gases industriales, tales como el
dióxido de azufre, y por una cadena de reacciones químicas, iniciada por los
humos de escape de los automóviles, que causan el smog y que inhiben tanto la
entrada como la salida de radiación. Las cúpulas y plumas de polución se
producen alrededor de las ciudades en condiciones apropiadas de estructura
vertical de la temperatura y velocidad del viento. El balance calorífico urbano es
dominado por H y G, excepto en los parques ciudadanos, y el 70-80 % de la
radiación que entra puede convertirse en calor sensible, que se encuentra
distribuido de una forma muy variable entre las complejas formas de los
edificios. Las influencias urbanas se combinan para dar generalmente
temperaturas más altas que en las áreas rurales circundantes, en parte a causa de
la creciente importancia de la producción de calor por parte de las actividades
humanas. Estos factores dan lugar a la isla de calor urbana que puede estar
6°-8°C más caliente que las áreas circundantes en las primeras horas de las
noches claras y serenas, cuando el calor almacenado por las superficies urbanas
es liberado. La isla de calor puede tener una profundidad de unos pocos
centenares de metros, dependiendo de la configuración de los edificios. Las
velocidades del viento en las ciudades son generalmente menores que en las
áreas rurales durante el día, pero el flujo de los vientos es extremadamente
complejo, dependiendo de la forma de las edificaciones. Naturalmente, las
ciudades tienden a ser menos húmedas que las áreas rurales, pero su topografía,
rugosidad y cualidades térmicas tienden a intensificar los efectos de la actividad
convectiva veraniega sobre las áreas urbanas y las áreas adyacentes en la
dirección del viento, dando más tormentas y caída de granizo
8
Variabilidad, curso y
fluctuaciones del clima

Es probable que el aspecto del clima que resulta más interesante para los no
especialistas en la materia sean las diversas especulaciones acerca de su
posible evolución. Desgraciadamente, aunque es la parte más interesante de
la investigación meteorológica, es también la más incierta. Hasta la década
1840-1850 no se cayó en la cuenta de que el clima ha cambiado radicalmente
a lo largo de las épocas; fue entonces cuando se obtuvieron pruebas
irrefutables de la existencia de las épocas glaciales. Sin embargo, en diversas
partes del globo los cambios de clima han sido suficientes, incluso dentro de
los últimos mil años, para influir en las posibilidades de la agricultura y la
habitabilidad. Los únicos datos de tiempo dignos de confianza son los
obtenidos durante los últimos cien años, por lo que sólo es posible investigar
de manera adecuada las fluctuaciones climáticas recientes. Éstas son
principalmente las que se estudian en el presente capítulo, aunque conviene
considerar, en primer lugar, los distintos métodos empleados para elaborar
los datos meteorológicos existentes.

A. DATOS CLIMATOLÓGICOS

1. Valores medios
Es frecuente considerar el clima de un determinado lugar como el valor
medio del tiempo que en él reina, pero se desprecia una parte vital de la FIG. 8.1
información climática si no se tienen en cuenta la oscilación y la frecuencia Curvas de la distribución de frecuencias de la precipitación anual correspondientes
a: Helwan (El Cairo), Egipto (promedio de 37 años); Aden (55 años); Phoenix
de los casos extremos. Los promedios pueden verse - Arizona (45 años); Greenwich (Londres), Inglaterra (100 años); Padua, Italia (200
años); Nueva Orleans (88 años), y Colombo, Ceilán (70 años).

considerablemente afectados por los valores extremos; esto es cierto


especialmente en el caso de la media aritmética (obtenida sumando los
distintos valores y dividiendo por el número de casos). Por esta razón, para
obtener los promedios de datos climatológicos, es necesario generalmente
utilizar un período de treinta o treinta y cinco años. Con todo, existen ciertos
tipos
de datos que no pueden ser considerados adecuadamente utilizando la media frecuencia de distribución. La desviación media con respecto a la mediana
aritmética, especialmente cuando los valores bajos son frecuentes pero los viene dada por (Q1 — Q3)/2. Una medida de variabilidad mucho más utili-
muy altos se producen tan sólo ocasionalmente. Esta situación aparece zada es la desviación típica (σ, sigma), que se calcula sumando los cuadrados
ilustrada en la figura 8.1, en la que los «histogramas» o gráficos de la de las desviaciones de cada uno de los valores con respecto a la media,
distribución de frecuencias de la precipitación anual correspondiente a dividiendo por el número de casos y extrayendo la raíz cuadrada del cociente.
Helwan (Egipto) y Aden difieren claramente de los correspondientes a
Greenwich (Inglaterra) y Padua (Italia). Este último se aproxima a una
distribución «normal» simétrica, en la que la mitad de los valores son
superiores a la media y la mitad inferiores y en la que la categoría más
frecuente (o moda) es igual a la media19. Durante el período 1725-1924, la Donde:
precipitación anual en Padua tuvo una media de 859 mm y una moda de 884 xi = un solo valor
mm. La mediana para el mismo período en Padua es de 847 mm. Ésta
constituye otra medida de la tendencia central, de gran utilidad; del número =
total de casos estudiados, la mitad corresponde a valores inferiores a ella y la n= número de casos
otra mitad a valores superiores. Por consiguiente, no aparece distorsionada
cuando se producen algunos casos extremos. Los valores modales o de la
mediana darían una indicación mucho más significativa de la precipitación
anual en Aden y Helwan, cuyos gráficos presentan una fuerte asimetría Constituye, por tanto, una media de la desviación medía, en la que se elimina
«positiva», es decir, los casos menos frecuentes corresponden a valores el inconveniente de contar con valores positivos y negativos de la desviación
superiores a la media. La asimetría positiva se hace especialmente evidente (es decir, valores superiores e inferiores a la media) elevando cada desviación
cuando la media de una distribución se aproxima al valor cero, cuando en una al cuadrado, operación que se rectifica finalmente al extraer la raíz cuadrada.
colección de gran número de datos aparecen algunos casos inusuales de gran Las variabilidades de la precipitación correspondientes a distintas estaciones
magnitud y cuando el período de tiempo a que se refieren los datos es corto pueden compararse entre sí si se expresa la desviación típica en tanto por
(por ejemplo, los datos de precipitación correspondiente a un mes presentan ciento de la media (este porcentaje se denomina coeficiente de variación, y
generalmente una asimetría mucho mayor que los correspondientes a un se representa mediante las letras CV).
año). Otro problema de la distribución de frecuencias es que puede tener más
de un máximo de frecuencia, tal como aparece en la figura 8.1,
correspondiente a Nueva Orleans, que es bimodal.
Donde no se dispone de la desviación estándar, a veces se usa la desviación
2. Variabilidad media, MD.
La variabilidad con respecto al promedio puede expresarse de diversas
maneras. Cuando se utiliza la mediana, es también frecuente determinar las
cuartillas superior e inferior (d y Q2), que son los valores centrales del
intervalo comprendido entre la mediana y los extremos superior e inferior,
respectivamente, por ejemplo los puntos 25 y 75 % en la - donde | — | indica la diferencia en valor absoluto, sin tener en cuenta el
signo.
Esta medida de la variabilidad, que actualmente se tiende a utilizar en
lugar de la media, tiene para la precipitación anual un valor que -
19
Pueden encontrarse detalles adicionales acerca de los procedimientos estadísticos'
elementales en la obra Statistical Melhods and the Geographer, de S. Gregory (Longmans),
1973, R. Hammond y P. McCollogh (1974) Qualitative Techniques in Cerography (Oxford
University Press) o J. Silk (1979) Statistical Concepts in Geography (George Alien and Unasin).
oscila entre 10-20 % en Europa occidental y partes de la India monzónica y
más de 50 % en las zonas áridas de nuestro planeta (fig. 8.2). Es precisamente
en estas regiones donde un pequeño cambio en la frecuencia anual de los
temporales puede influir considerablemente en la precipitación media
correspondiente a un período determinado de años. Debe tenerse en cuenta,
sin embargo, que un examen detallado de los datos de precipitación
correspondientes a diversas regiones climáticas indica que la relación
aparentemente inversa existente entre el total anual y la variabilidad es sólo
muy aproximada. Además, cuando un coeficiente de variación es ≥ 50 % nos
apartamos ya del caso de una distribución normal de frecuencias en que se
basa esta estadística.

3. Tendencias
Es obvio que las variaciones que experimentan de un año para otro los
factores climáticos pueden enmascarar los cambios graduales de un tipo de
tiempo a otro. Este efecto de las irregularidades a largo plazo puede
eliminarse con diversas técnicas estadísticas; la más simple de todas ellas es
la «media móvil». El método consiste en calcular los valores medios para
períodos consecutivos de quizá cinco, diez o treinta años, es decir:

Con este método se suavizan las fluctuaciones a corto plazo si se utilizan


períodos de veinte o treinta años, con lo que se ponen de relieve las ten-
dencias a largo plazo. Sin embargo, las medias móviles también pueden
generar fluctuaciones periódicas regulares aparentes donde no las hay. Esto
puede verse calculando las medias móviles para una serie de números al azar.

B. EL REGISTRO DEL CLIMA

1. Evidencia del cambio climático


Para entender el significado de las tendencias del clima a lo largo de los
últimos cien años, es necesario considerarlas sobre el fondo del co-
nocimiento general que tenemos de las condiciones pasadas.
Los sedimentos terrestres y oceánicos registran numerosas alternancias-
entre los períodos glaciales e interglaciales durante los últimos millones de
años. Por lo menos se han dado ocho de estos ciclos en el último millón de
años, teniendo cada uno un promedio de 125 000 años. En las pruebas
terrestres se identifican sólo cuatro o cinco glaciaciones, debido a la ausencia
de registros sedimentarios continuos, pero es probable que en cada uno de
estos períodos interglaciales grandes capas de hielo hayan cubierto
Norteamérica y Europa septentrionales. Los niveles del mar también
descendieron unos 100-150 m debido al gran volumen de agua bloqueada en
el hielo. Parece ser que las regiones tropicales fueron áridas en esos tiempos.
El último período glacial de este tipo alcanzó su climax hace unos 18 000
años, pero las condiciones climáticas «modernas» sólo se establecieron
durante el período postglacial: convencional-mente se le sitúa hace 10 000
años. Esta escala cronológica se usa cuando los datos se basan en estudios
con carbono radiactivo (carbono14, 14C), u otros métodos radiométricos que
comprenden procesos de descomposición de isótopos, tales como el
potasio-argón (K-Ar).
En los períodos postglaciales, que son de mayor importancia para la
discusión que nos ocupa, la información de las condiciones climáticas se
obtiene indirectamente de los registros substitutivos. Por ejemplo, el avance
y la retracción de los glaciales representan una respuesta a la caída de nieve
en invierno y a la fusión en verano. La historia de la vegetación, que indica
las condiciones de temperatura y humedad, puede seguirse estudiando los
tipos de polen preservados en los sedimentos de los lagos y en las turberas.
Las estimas de los elementos climáticos estacionales pueden hacerse a partir
de los estudios de las capas de nieve/ hielo anuales en núcleos tomados de
capas de hielo polar donde no hay fusión. Estas capas también registran
sucesos volcánicos pasados a través de la inclusión de micropartículas y
compuestos químicos en el hielo. En las áreas forestales, donde los árboles
forman una capa anual de crecimiento, el espesor de los anillos puede
interpretarse a través de estudios dendroclimatológicos en términos de la
humedad disponible (en las regiones semiáridas) y el calor en verano (cerca
de las líneas de árboles polares y alpinas). Las secuencias de polen y los
núcleos de hielo generalmente se extienden durante los últimos 10 000-20
000 años (y excepcionalmente hasta hace 125 000 años), mientras que los
anillos de los árboles raramente se extienden a más de 1500 años atrás. Para
épocas más recientes, los documentos históricos a menudo registran el fruto
de las cosechas o los fenómenos meteorológicos extremos.
Fig. 8.3
Temperaturas de! aire en las tierras bajas del Centro de Inglaterra. Se indican las tendencias
de las supuestas medias de periodos de 1000 y 100 años desde 10 000 años a. C. (estas últimas
calculadas para el último milenio) (según Lamb, 1966). Los óvalos sombreados representan los
limites de oscilación aproximados de las temperaturas supuestas y ¡os márgenes de error de las
fechas dadas por el radio-carbono.
2. Condiciones postglaciales
Como consecuencia de la retirada final de las capas de hielo que cubrían los
continentes de Europa y América del Norte, ocurrida entre hace 10 000 y
7000 años a. C, el clima mejoró con gran rapidez en las latitudes medias y
altas. En las áreas subtropicales, este intervalo era también generalmente más
húmedo con altos niveles en los lagos en África y Oriente Medio. Hace 5000
años aproximadamente se alcanzó un máximo térmico en las latitudes
medias; las temperaturas veraniegas eran superiores a las alcanzadas
actualmente y el límite ártico de los árboles se encontraba algunos centenares
de kilómetros más al norte en Eurasia y Norteamérica. En aquellos tiempos,
las regiones subtropicales desérticas fueron de nuevo muy secas y fueron
mayormente abandonadas por el hombre primitivo. Hace unos 2000 años se
dio un descenso de las temperaturas con tiempo más frío y húmedo en
Europa y Norteamérica. Aunque no se ha vuelto a alcanzar temperaturas tan
elevadas como las del máximo térmico, sí es cierto que se registró un período
más cálido en diversas partes del globo entre los años 1000 y 1250 d.C.,
intervalo marcado por la colonización de Groenlandia por los vikingos y la
ocupación de la isla Ellesmere en el Ártico canadiense por los esquimales.
Posteriormente tuvo lugar un nuevo empeoramiento y entre 1550 y 1700
hubo una serie de inviernos que merecieron la denominación de «Pequeña
Edad de Hielo», durante los cuales avanzaron considerablemente los
glaciares y hielo prensado de las zonas árticas, ocupando posiciones que no
habían sido alcanzadas desde la Edad de Hielo. Estos avances se produjeron
en la época comprendida entre mediados del siglo XVII y XIX en Europa,
como consecuencia del retraso en la reacción de los glaciares y de las
fluctuaciones climáticas menores. La, figura 8.3 intenta resumir estas
.tendencias, pero hay que hacer hincapié en que actualmente sólo es posible
representarlas a grandes rasgos, ya que, por ejemplo, se sabe poco o nada de
las fluctuaciones a corto plazo acaecidas con anterioridad a la época
medieval; incluso las magnitudes relativas de los cambios anteriores al año
1700 d.C. pueden indicarse sólo de manera muy general.

3. Los últimos 100 años


Los registros durante largos períodos llevados a cabo mediante instrumentos
en las estaciones de Europa y Estados Unidos orientales indican que el
aumento de temperatura con que terminó la «Pequeña Edad de Hielo»
comenzó a principios del siglo XIX, aunque en algunas regiones se
interrumpió hacia 1880-1890 (fig. 8.4). Las temperaturas más afectadas por
este cambio fueron las invernales; así, por ejemplo, en Svalbard,

FIG. 8.4
Tendencias de la temperatura de enero desde 1800. Las líneas representan la media
móvil de 30 años (según Lysgaard, 1949).
la temperatura media de 20 años del mes de enero aumentó +7,8°C en el también se clan en áreas que están predominantemente afectadas por vientos
período comprendido entre 1900 y 1919 y el de 1920-1939. Este fenómeno procedentes del norte y por ello no pueden recibir el calor directamente de las
evidencia la existencia de un mecanismo de transporte de calor. Sin regiones de origen de aire caliente.
embargo, el aumento del estado tormentoso puede causar un movimiento Los efectos del aumento de temperatura se manifiestan de muy diversos
más frecuente de las masas de aire caliente hacia las latitudes altas, a pesar modos. Así, por ejemplo, se ha producido una rápida retirada de la mayor
de que los aumentos de las temperaturas invernales parte de los glaciares de nuestro planeta. En la actualidad, los glaciares
situados en la zona del Atlántico Norte parecen estar reduciéndose de manera
general, debido en gran parte al aumento de temperaturas, que tiene el efecto
de alargar el período de erosión con un aumento correspondiente del límite
de las nieves. Otra tendencia que ilustra el calentamiento del planeta ha sido
el retroceso del hielo del Ártico. Los puertos del Ártico permanecieron libres
de hielo durante períodos más largos desde los años veinte a los cincuenta y
el bacalao extendió sus áreas de alimentación hacia el norte al oeste de
Groenlandia a unos 9° de lat i tud entre 1919 y 1948.
Las pruebas más recientes (véase fig. 8.5) sugieren que el período cálido
de 1930-1950 ha finalizado. El enfriamiento ha tenido lugar especialmente
en la parte septentrional de Siberia, en el Ártico oriental del Canadá y en
Alaska, con cambios del orden de —2°C a —3°C en la temperatura media de
invierno desde 1940-1949 hasta 1950-1959. Quizás en compensación se
haya producido simultáneamente un ligero aumento de la temperatura
invernal en Estados Unidos, Europa oriental y Japón. Queda por comprobar
si este descenso de temperaturas representa tan sólo una fluctuación de poca
importancia o si se trata de una tendencia a largo plazo; lo que sí está claro es
que esta última posibilidad tendría importantes consecuencias económicas en
diversas partes del hemisferio norte. En el hemisferio sur este calentamiento
parece que ha sido retrasado y puede aún progresar (fig. 8.5). Nótese que a
escala global, los cambios están entre 0,2°C a 0,3°C de la media de 100 años.
Mientras que el cambio experimentado por las temperaturas tropicales
desde 1880 parece ser mínimo, no ocurre lo mismo con los totales de
precipitación. En extensas zonas de los trópicos, pero excluyendo el Asia
monzónica, hubo alrededor del año 1900 un descenso general de la pre-
cipitación anual, del orden de un 30 %. E. B. Kraus ilustra la magnitud

TABLA 8.1
Promedios estacionales de precipitación en Freetown (según Kraus, 1955)

Fig. 8.5 Mayo-octubre Noviembre-abril


Tendencias observadas en la temperatura del aire superficial (medias móviles de 5
años) para tres bandas de latitudes y para todo el planeta. Las escalas para las latitudes 1875-1896 452,3 cm 41,7 cm
bajas y para la media global se encuentran a la derecha (según Hansen et al., 1981). 1907-1931 312,1 cm 23,1 era
de este cambio en Freetown, Siena Leona, en el África occidental (véase las zonas subtropicales de África occidental, pero ninguna tendencia. Esta
tabla 8.1). Las primeras lluvias (de mayo y junio) y las últimas (de sep- científica atribuye las fluctuaciones en la precipitación a la contrac-
tiembre y octubre) presentan un descenso relativo superior al de los meses ción/expansión del núcleo árido del Sahara, más que a desviaciones norte-sur.
de julio y agosto, en los que la precipitación es muy abundante; éste hecho En Australia, los cambios en las lluvias se han relacionado con cambios en la
parece indicar la posibilidad de que se esté produciendo principalmente un intensidad y localización de los anticiclones subtropicales. El área árida
alargamiento de la estación seca. parece haber aumentado su extensión desde principios de siglo a los años
En apariencia, esta mayor aridez en los trópicos no parece estar com- treinta, y en Australia central las cantidades anuales parecen haber disminuido
pensada por ningún aumento en las latitudes templadas; es más, también en entre 1910 y 1970.
el Sudeste de Australia y en el Este de América del Norte hasta una latitud de En las latitudes medias, los cambios en las precipitaciones son gene-
40° ha disminuido la precipitación, con una recuperación de ralmente menos pronunciados. La figura 8.6 ilustra las fluctuaciones a largo
aproximadamente un 10 % después de 1940. Diversos estudios recientes de plazo para Inglaterra y Gales y para estaciones individuales en Inglaterra. Para
la precipitación en África occidental indican una tendencia de disminución este país en su totalidad, las desviaciones de las décadas son sólo de un + 10
durante 1951-1975 a 50° de latitud N. Se ha sugerido que ésta está %. Los gráficos de las estaciones individuales muestran que incluso sobre
relacionada con el debilitamiento de la corriente en chorro tropical del este y
distancias relativamente cortas pueden existir considerables diferencias en la
con la penetración limitada hacia el norte del flujo monzónico del sudoeste
magnitud de las irregularidades promedio de las décadas (p. ej., Manchester y
del África occidental. Sin embargo, S. E. Nicholson encuentra períodos de
Oxford).
mínimas en los años diez,-cuarenta y 1968-1973 en

C. POSIBLES CAUSAS DE LOS CAMBIOS DE CLIMA

Pueden distinguirse dos categorías de factores causales que afectan al


sistema climático de la tierra (fig. 7.8). La primera comprende procesos

Fig. 8.6
Anomalías a través de las décadas de la precipitación anual media (mm) para In-
glaterra y Gales y para cuatro estaciones individuales en Inglaterra {la última Fig. 8.7
década incluye datos hasta de septiembre de 1978) (según Kelly, 1980). El «sistema climático». Los procesos externos se indican mediante flechas oscuras;
los procesos internos mediante flechas claras (según US OARP Committee, 1974).
externos al dominio atmósfera-océano, tales como los cambios en la ra- por una disminución del contraste estacional, con inviernos suaves y veranos
diación solar extraterrestre o la deriva continental. La segunda concierne a frescos, es decir, poca desviación axial y perihelio en el invierno septentrional.
factores internos, tales como cambios en la composición atmosférica, Comparado con el inicio del período postglacial, cuando el perihelio se daba
nubosidad o temperatura superficial del mar. Esta segunda categoría en junio, las condiciones astronómicas actuales están más cercanas a las de la
comprende especialmente complejos efectos de retroalimentación entre la última glaciación. Sin embargo, no se espera una futura glaciación (menor)
atmósfera, el océano y la criosfera. Así, una cubierta de nieve/hielo más hasta al menos dentro de 3000-4000 años.
extensa crea un albedo mayor y temperaturas más bajas, que a su vez
extenderán más el límite de nieve/hielo, produciendo un enfriamiento 2. Fluctuaciones a corto plazo
adicional; éste es un ejemplo de circuito de retroalimentación positivo. En
otros casos, una irregularidad inicial puede eliminarse a sí misma (circuito Notablemente, las causas de los cambios climáticos observados durante los
de retroalimentación negativo). últimos siglos se comprenden peor que los de la última glaciación. Existen
múltiples explicaciones posibles y realmente es probable que influya más de
un factor. La causa inmediata de las fluctuaciones climáticas recientes radica,
1. Cambios a largo plazo
al parecer, en el aumento de la circulación global del viento. Durante los 30
Se han identificado varias eras glaciales en el pasado geológico, a intervalos primeros años del presente siglo se produjo un notable incremento en la
de 250 millones de años o más. Éstas parecen coincidir con la presencia de fuerza de los vientos del Oeste que soplaban sobre el Atlántico Norte, de los
continentes en las latitudes altas septentrionales o meridionales a través de alisios del Nordeste, del monzón de verano del Sudeste asiático y de los
deriva continental o, en su moderna interpretación, la «tectónica de placas». vientos del Oeste del hemisferio sur (en verano). El Atlántico Norte
Sin embargo, aún no está claro si este efecto de localización es por sí mismo presentaba una configuración consistente en un mayor gradiente de presión
causa suficiente, o es simplemente uno de varios factores necesarios. entre el anticiclón de las Azores y la baja de Islandia por una parte (mientras
Otra posible variable en las grandes escalas de tiempo es la emisión solar. esta última profundizaba) y entre el anticiclón de Siberia (que se desplazaron
El ciclo de las manchas solares tiene una relación discutible con las hacia el oeste) y la baja de Islandia por otra. Estos cambios fueron
condiciones climáticas, a pesar de que ciertos indicadores a corto plazo acompañados por unas rutas de las depresiones de más al norte, por lo que
distintos de la actividad solar sugieren algunas posibles relaciones. A pesar de aumentó de manera apreciable la frecuencia de corrientes de aire templado
la ausencia de pruebas de observación para los cambios de incluso un 1-2 % procedentes del Sudoeste sobre las islas Británicas entre 1900 y 1930
de la emisión total (véase pág. 28), las teorías astronómicas del nacimiento de aproximadamente, hecho que aparece reflejado por la frecuencia media anual
las estrellas, su evolución y su «muerte» eventual, que duran muchos billones de flujo del Oeste (según la clasificación de Lamb; véase cap. 5, A.3). Las
de años, sugieren la probabilidad de un sol variable. cifras correspondientes a los períodos 1873-1897, 1898-1937 y 1938-1961
Un vínculo más seguro se ha establecido entre las variaciones astronó- son, respectivamente, del 27 %, 38% y 30%.
micas en la órbita de la tierra alrededor del-sol y el clima terrestre. Se dan tres El descenso reciente del flujo de aire del Oeste, especialmente en in-
variaciones que interactúan, que comprenden cambios regulares en (1) la vierno, está relacionado con el aumento del flujo del aire del Norte, que da
forma de la órbita elíptica (con una escala de tiempo de unos 95000 años); (2) ocasión a nevadas más frecuentes, mientras que la desviación de las
la inclinación del eje de rotación de la tierra (aproximadamente 42000 años), y principales trayectorias de las depresiones hacia el Sur dio lugar en Inglaterra
(3) el período del año cuando la tierra está más cercana al sol o perihelio (unos a una serie de veranos frescos y húmedos (principalmente 1954, 1956, 1958 y
21000 años). El primero afecta a la radiación anual total recibida por la tierra, 1960). Estos indicadores regionales reflejan un declive general en el
mientras que la cantidad de inclinación axial (21,8°-24,4°) modifica el fortalecimiento de los vientos del Oeste circumpolares de las latitudes
contraste verano-invierno. El tiempo de perihelio —ahora en el 3 de enero medias, que acompañan a una aparente expansión del vórtice polar.
(véase fig. 1.7)— determina el calentamiento relativo del verano/invierno en
La clave de todas estas variaciones atmosféricas debe buscarse en el
el hemisferio respectivo. Se ha visto que la aparición de las condiciones
balance de calor del sistema tierra-atmósfera, hecho que nos lleva de nuevo a
glaciales se ve favorecida
las consideraciones fundamentales acerca de la energía con las
que empezamos este libro. La evidenciare fluctuaciones en la «constante enfriamiento, pero el efecto sobre la radiación infrarroja es el de calenta-
solar» no lleva a ninguna conclusión, a pesar de que aparentemente se dan miento superficial. El resultado neto se ve complicado por el albedo su-
variaciones en la emisión de partículas de alta energía y radiación ultravioleta perficial. Los aerosoles producidos por el hombre causan el calentamiento
durante las breves llamaradas solares. Cualquier actividad solar sigue el neto sobre la nieve y el hielo y la mayoría de las superficies terrestres, pero
conocido ciclo de aproximadamente once años, que se mide generalmente dan un enfriamiento sobre los océanos, que tienen un albedo bajo. Los
haciendo referencia al período limitado por el máximo y el mínimo de las aerosoles naturales probablemente causan un enfriamiento general. El efecto
manchas solares, y, aunque se han llevado a cabo numerosos intentos para general sobre la temperatura de la superficie del globo aún no se conoce con
relacionar el número de manchas solares con los fenómenos meteorológicos, certidumbre.
los resultados obtenidos hasta la fecha son altamente contradictorios. Sin Otro cambio de la composición atmosférica comprende el aumento
embargo, se ha encontrado una relación estadística clara entre la presencia de constante del dióxido de carbono, como resultado de la combustión de los
sequía en Estados Unidos occidentales en los últimos 300 años y el ciclo combustibles fósiles (véase fig. 1.3). Las cantidades han aumentado desde los
doble (de Hale) de aproximadamente 22 años de reversión en la polaridad niveles preindustriales de unas 290 ppm a alrededor de 335 ppm en 1980.
magnética solar. Las áreas de sequía son más extensas en los 2-5 años Según experimentos hechos con modelos atmosféricos, se espera que la
siguientes a un mínimo en la mancha solar de Hale (es decir, mínimos de la duplicación del dióxido de carbono atmosférico elevará la temperatura del
mancha solar de 11 años alternos). aire superficial promedio en unos 1,5°-2,5°C, con incrementos mucho
Los cambios en la composición atmosférica pueden haber influido en la mayores en las regiones polares, debido a la estabilidad atmosférica y al
modificación del balance de calor de la atmósfera. Se ha sugerido que una de retraimiento de nieve/hielo. El aumento de las temperaturas es causado por el
las causas de la «Pequeña Edad de Hielo» fue el aumento de la cantidad de incremento de la retención atmosférica de la radiación infrarroja procedente
polvo volcánico existente en la estratosfera. Las principales erupciones de la tierra, debida a las bandas de absorción del CO2 (véase fig. 1.6). La
pueden tener como resultado un enfriamiento superficial de quizá 0,2°C duplicación de los niveles de CO2 se cree que tendrá lugar a mediados del
durante unos pocos años tras el suceso. Así, se requeriría una actividad siglo que viene, dados los niveles mundiales de consumo energético, el
volcánica frecuente para unas condiciones de enfriamiento persistentes. crecimiento de la población y la economía de los países del tercer mundo, y
Recíprocamente, se ha sugerido que el reducido contenido de polvo los largos períodos de tiempo requeridos para el desarrollo de fuentes de
volcánico de después de 1914 puede haber contribuido en parte al energía alternativas (solar, eólica o nuclear). En base a estos cálculos, el
calentamiento de principios del siglo XX. aumento observado de C03 desde finales del siglo xix debería haber producido
El papel de los aerosoles de la troposfera es complejo. Los aerosoles se un calentamiento de unos 0,3°C, o casi la mitad del cambio observado en el
originan de una forma natural, por ejemplo de tierra y fango levantados por el hemisferio norte entre 1890 y los años cuarenta. Sin embargo, esto conduce al
viento, así como de la polución atmosférica debida a las actividades humanas subsiguiente enfriamiento inexplicado. Puede ser el resultado del aumento de
(industria, calefacciones domésticas y transportes modernos). Los factores las partículas atmosféricas, principalmente las de origen volcánico en la
antropogénicos indirectos, tales como la presión de población en aumento, estratosfera, o a otros efectos causales inidentificados.
que lleva al sobrepastoreo y al aclarado de bosques, pueden aumentar la Algunas complicaciones pueden ser debidas a la interacción del mar y la
desertificación, que también contribuye al aumento de la tierra levantada por atmósfera. El mar es susceptible de almacenar grandes cantidades de calor, por
el viento. Un ejemplo de ello son los años de sequía de alrededor de 1930 en lo que puede modificar en alto grado los intercambios de calor y humedad que
Estados Unidos y la del Sahel africano de 1972-1973. La Unión Soviética ha tienen lugar con el aire situado por encima de él. Sin embargo, investigaciones
presentado pruebas en las que puede apreciarse un fuerte aumento en las recientes llevadas a cabo por J. Bjerknes demuestran que las variaciones de
cantidades de polvo caídas en los lechos de nieve de las montañas a partir de temperatura que se observan en la superficie del océano Atlántico van
1930; la turbieza de la atmósfera aumentó, entre 1905 y 1964, un 57 % sobre precedidas de cambios iniciales en el régimen de viento. Se ha llegado a
Washington D.C. y un 85 % sobre Davos (Suiza) entre 1920 y 1958. La conclusiones similares observando los cambios sobre el Pacífico Norte.
presencia de partículas en la atmósfera aumenta la dispersión de la radiación El orden natural de la variabilidad de las temperaturas globales en la escala
de onda corta, incrementando así el albedo planetario y causando el - de tiempos de 100 años es de unos ±0,5°C. Está claro que los
cambios climáticos inducidos por el hombre pueden hacer aumentar esta tasa. Sin RESUMEN
embargo, como resultado de las considerables variaciones geográficas en los
regímenes climáticos a corto plazo —mayor sensibilidad en las latitudes altas y
fuertes diferencias espaciales a escala subcontinental—, algunas de las tendencias
predichas pueden estar en marcha antes de que puedan ser detectadas con certeza Los datos climáticos se describen en términos de un valor promedio (media, mediana,
mediante las observaciones instrumentales rutinarias. Esto hace que crezca el interés moda) y una medida de la variabilidad sobre el promedio desviación estándar, orden,
por obtener una mejor comprensión de cómo funciona nuestro sistema de clima, dado etc.). Para las desviaciones sesgadas, tales como la precipitación diaria, es esencial
que, cada vez más en el mundo moderno, incluso pequeñas variaciones climáticas saber la distribución de frecuencias.
pueden tener implicaciones ambientales y económicas muy importantes. Los cambios en el clima comprenden factores tanto externos como internos al
Las modificaciones del clima por parte del hombre son tanto inadvertidas como, al sistema climático. Los externos incluyen la variabilidad solar, el efecto astronómico
menos potencialmente, intencionadas. A pesar de que las ideas sobre esto último son de la órbita terrestre y la actividad volcánica. Los factores internos incluyen la
muy especulativas, merecen al menos ser tratadas brevemente en este contexto. Las variabilidad dentro de la atmósfera y el océano, y sus circuitos de retroalimentación.
sugerencias para modificar los balances energéticos y la temperatura superficiales Durante el siglo pasado, el cambio climático inducido por el hombre a escala global y
incluyen la producción muy extendida de cirros, sembrándolos desde aviones o local se ha convertido en una realidad, en primer lugar a través de cambios en la
cohetes, y poniendo en órbita grandes cantidades de partículas de polvo o agujas me- composición atmosférica y las propiedades de la superficie.
tálicas en la atmósfera superior. Otras ideas conciernen al aumento de la nubosidad y la Los cambios climáticos en la escala de tiempos geológicos incluyen la deriva
precipitación en las áreas áridas, por la creación de montarías térmicas (pintando las continental, la actividad volcánica y posibles cambios en la emisión solar. En los
superficies del desierto de negro) para hacer disminuir el albedo y estimular la últimos millones de años, los ciclos glaciales-interglaciales parecen estar fuertemente
convección, o por la creación de mares interiores en las cuencas áridas con drenaje controlados por las variaciones astronómicas en la órbita terrestre, a pesar de que los
interior, tales como el lago Eyre, Australia, para modificar el balance de humedad. circuitos de retroalimentación de la atmósfera-océanos-criosfera también deben estar
Uno ele los proyectos de ingeniería geográfica con más probabilidades de que se comprendidos. Las fluctuaciones a más corto plazo parecen ser el resultado de
lleven a cabo es el plan soviético de desviar hacia el sur los ríos siberianos que fluyen cambios en los regímenes de la circulación atmosférica, pero no es seguro si las causas
hacia el norte en dirección a Asia central. La reducción del aporte de agua dulce a la primarias de estos regímenes cambiantes son factores específicos, tales como la
Cuenca Ártica podría tener importantes consecuencias para la cubierta de hielo de los variabilidad solar y la composición atmosférica. Se ha probado que ha habido una
mares de Kara-Laptev y consecuentemente para el clima del hemisferio norte. Los tendencia al calentamiento en el hemisferio norte en los años cuarenta y un ligero
análisis iniciales apuntan hacia la existencia de una mayor cobertura veraniega de enfriamiento subsecuente. Aunque aún no muy bien comprendidos, los cambios en la
hielo, pero se requieren estudios más detallados con modelos. Esperemos que los po- composición atmosférica son el principal candidato a responsable de estas tendencias.
sibles peligros desconocidos de estas intromisiones permanentes a gran escala en la
superficie terrestre y atmosférica harán posponer estos proyectos, quizá
permanentemente.
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Fig. AP. 2.1


Nomogramas de altitud, presión, longitud y temperatura.
Modelo básico de estación para registrar los datos meteorológicos
MODELO (ampliado) CLAVE EJEMPLO
APÉNDICE 3 N
dd
Nubosidad total (oktas)1
Dirección del viento (decenas de grados)
7
32
ff Velocidad del viento (nudos) 20

Mapas sinópticos del tiempo vv Visibilidad (código) 66


ww Tiempo presente (símbolo codificado) 80
Estos mapas sinópticos del tiempo proporcionan una visión generalizada de las W Tiempo pasado (símbolo codificado) 9
condiciones meteorológicas sobre una gran área en un momento dado. El análisis de
estos mapas facilita las desviaciones locales de la configuración general de presión y PPP Presión al nivel del mar (mb) 2 Temperatura (°C) 105
del viento. Estos mapas generalmente se preparan para intervalos de 6 o 12 horas. TT 20
Usualmente se preparan para presiones medias al nivel del mar (o para perfiles de
altura de la •superficie isobárica de 1000 mb) y en superficies isobáricas estándar: Nh Nubes bajas (oktas) 4
850, 700, 500, 300 mb, etc. El mapa de presiones MSL muestra típicamente isóbaras a CL Tipo de nubes bajas (símbolo codificado) 2
h Altura de CL (código) 3
intervalos de 4 o 5 mb, frentes superficiales e información del tiempo. CM Tipo medio de las nubes (símbolo codificado 5
Los fenómenos meteorológicos presentados en el mapa son' los siguientes: CH Tipo de las nubes altas (símbolo codificado) 2

temperatura tipo y altura de la base de las nubes


Td Td Temperatura del punto de rocío (°C) Traza del 14
punto de rocío tiempo actual o barógrafo (símbolo codificado) 3
dirección del viento tiempo pasado (últimas 6 horas) PP Cambio barométrico de tres horas (mb) 3 04
1
velocidad del viento tendencia de la presión okta = octavo
2
Presión en decenas, unidades y décimas partes de mb;
presión cambios barométricos (últimas 3 horas)
omitiendo el 9 ó 10 inicial, es decir, 105 = 1010,5
cantidad de nubes visibilidad 3
Cambios barométricos en unidades y décimas partes de
mb
Estos datos se presentan en forma codificada o simbólica para cada estación
meteorológica. En la figura Ap. 3.1 se ilustra el convenio sobre la forma de
representación («modelo de estación»). Los símbolos meteorológicos básicos se
ilustran en la figura Ap. 1.2 y el código sinóptico se da en la tabla Ap. 3.1.
FIG. AP. 3.1
Modelo básico de estación para la representación de los datos meteorológicos. La clave
y el ejemplo se han dispuesto según ¡a secuencia acordada internacionalmente para los
mensajes de teletipo. Estos datos estarían precedidos por un número de identificación de
la estación, la fecha y la hora.

FIG. AP. 3.2


Símbolos sinópticos representativos.
TABLA AP. 3.1
Código sinóptico (Organización Meteorológica Mundial, enero de 1982)
Símbolo Clave Ejemplo Comentarios
yy
GG
Día del mes (geomagnético)
Tiempo (geomagnético) hasta la hora más
05
06
Todo el grupo está en
bloques de 5 dígitos
APÉNDICE 4
próxima 4 Medido con anemómetro
iw

IIiii
Indicador para el tipo de velocidad del viento
observada y unidades
Número del índice internacional de la estación
(nudos)
Unidades del sistema
iR

ix
Indicador: datos de precipitación
incluido/omitido
Indicador: tipo de estación + ww W1 W2.
3

1
Datos omitidos

Estación tripulada con ww


internacional (SI)
incluido/omitido (código) W1 W2 incluidas
Cantre4idad Dimensiones SI métrico CGS Británico
h Altura de la nube más baja (código) 3 longitud L m 102 cm 3-2808 pies
vv Visibilidad (código) 66 área L2 m2 104 cm2 10-7640 pies2
N Cantidad total de nubes (oktas) 7 volumen L3 m3 106 cm3 35.3140 pies3
dd Dirección del viento (decenas de grados) 32 masa M Kg 103 g 2.2050 lb
ff Velocidad del viento (nudos, o m/s) 20 Nudos densidad ML-2 kg m-3 10-3 g cm-3
1 Encabezamiento 0 tiempo T s s
sn Signo de la temperatura (código) 0 Valor positivo
velocidad LT-1 m s"1 102 cm s-1 2.24 mí h-1
TTT Temperatura (0,1 °C) redondeada al °C más 203 (1 = valor negativo)
cercano aceleración LT-2 m s-2 102 cm s-2
2 Encabezamiento 2 fuerza MLT'2 Newton (kg m s-2) 103 dinas
sn Signo de la temperatura (código) 0 (105 g cm-1 s-2)
TdTdTd Temperatura del punto de rocío (como TTT) 138 presión ML-1 'T-2 N m2 (Pascal) 10-2 mb
4 Encabezamiento 4 energía ML2 T-2 Julio (kg m2 s-2) 107 ergios
PPPP Presión media al nivel del mar (decenas de mb, 0105 trabajo (107 g cm2 s-2)
omitiendo los millares) potencia ML2T-3 Watio (kg m2 s-3) 107 ergios s-1 l.340Xl0-3hp
5 Encabezamiento 5
temperatura 0 Kelvin (K) °C 1.8°F
a Características de las tendencias barométricas 3
(símbolo codificado) energía calorífica ML2T-2 Julio (J) 0,2388 cal 9-470Xl0-4BTU
PPP Tendencia barométrica de 3 horas (decenas de 005 calor/flujo de (oH) Watio (W) o J s-1 0,2388 cal s-1 3412 BTU h-1
mb) radiación HT-2
7 Encabezamiento 7 densidad del flujo HL-2T-2 Wm-2 2388X10-5 cal
ww Tiempo presente (símbolo codificado) 80 calorífico cm-2 s-1
W1 Tiempo pasado (símbolo codificado) 9 (W1 debe ser mayor que
W2 Tiempo pasado (símbolo codificado) 8 W2)
8 Encabezamiento 8
Nh Cantidad de nubes bajas (oktas) 4
CL Tipo de nubes bajas (símbolo codificado) 2
CM Tipo de nubes intermedias(símbolo codificado) 5
Tipo de nubes altas (símbolo codificado)
CH 2
Nota: El grupo 3 es para informar de la presión en superficie y el 6 para los datos de precipitación.
Las unidades SI básicas son el metro, el kilogramo y el segundo (m, kg, s):

1m = 3,2808 pies 1 pie = 0,3048 m


1 km
1 kg
= 0,6214 millas
= 2,2046 lb
1 mi
1 lb
= 1,6090 km
= 0,4536 kg
Problemas
1 m s-1 = 2,2400 mi/h-1 1 mi h-1 = 0,4460 m s-1
2 2 2
1m = 10,7640 pies 1 pie = 0,0929 m2
2 2 2
1 km = 0,3861 mi 1 mí == 2,5900 km2 Capítulo 1
1 °C = 1,8°F 1°F = 0,555°C
Pueden hacerse las conversiones de temperatura con la fórmula 1 La energía solar recibida en la parte superior de la atmósfera (S) es proporcional a
l/D2, donde D es la distancia solar. Para distancias solares medias (149,5 X 106
km), S = 1,35 kW/m2. ¿Cuáles son las cantidades para una distancia máxima (152
X 106 km) y mínima (147 X 106 km)?
2 Calcular la radiación solar recibida a mediodía en la superficie (despreciando los
efectos atmosféricos) a las latitudes de 0°, 231°, 45°, 66|° y 90° N para las
siguientes fechas: 22 de diciembre, 20 de marzo y 21 de junio, y representar los
Factores de conversión de energía:
resultados. Los ángulos de elevación-solar a mediodía son
4,1868 J =1 caloría 22 de diciembre 20 de marzo 21 de junio
J crn-2 = 0,2388 cal cm-2 0° 66½° 90° 66½°
Watio = J s-1 43° 90°
Wm-2 = 1,433 X 10-3 cal cm-2 min-1 23½° 66½°
697,8 W m-2 = 1 cal cm-2 min-1 45° 21½° 45° 68½°
66½° 0° 23½° 47°
Para sumas de tiempos:
90° N — 0° 23½°
Día: 1 Wm-2 = 8,64 J cm-2 día-1 = 2,064 cal cm-2 día-1
3 ¿Cómo difiere la radiación terrestre de la solar? Explique la base física de esta
Día: 1 Wm-2 = 8,64 X 104 J m-2 día-1
diferencia.
Mes: 1 Wm-2 = 2,592 M ím-2 (30 días) -1 = 61,91 cal cm-2 (30 días)-1
4 Determinar la radiación emitida de cuerpos negros con temperaturas de 6000°K y
Año: 1 W m-2 = 31,536 M J m-2 año-1 = 753,4 cal cm-2 año-1
300°K respectivamente. La constante de Stefan-Boltzmann es σ = 5,67 X 10-5
W/m2.K4.
Aceleración de la gravedad (g) = 9,81 m s-2
5 ¿Cuál es el papel de (a) el ozono, (b) el dióxido de carbono, (c) las partículas de
Calor latente de vaporización (288°K) = 2,47 X 106 J kg-1
polvo, y (d) el vapor de agua en el balance de radiación de la tierra?
Calor latente de fusión (273°K) = 3,33 X 105 J kg-1
6 Explique la importancia de la cubierta de nubes como factor determinante de las
condiciones climáticas en la superficie de la tierra. (Nótense el orden típico del Capítulo 3
albedo de las nubes, la cantidad de nubosidad y los albedos superficiales.)
7 ¿Qué sección del espectro electromagnético sería la adecuada para determinar Jo 1 Determinar el balance de fuerzas para el flujo del viento de gradiente ciclónico y
siguiente desde un satélite? anticiclónico en el hemisferio sur. Compárese este caso con el de los vientos
geostróficos.
(a) Temperatura superficial y de la parte superior de las nubes. 2 Calcular la velocidad del viento geostrófico (m/s) a las latitudes de 20 y 43° N para
(b) Cubierta de nubosidad nocturna. un gradiente de presión de 1,5 mb/100 km. Asumir que la velocidad del aire es p =
(c) Albedo planetario. 1,2 kg/m2. (Nótese que 1 mb = 100 kg/m s.)
(d) Temperaturas estratosféricas. (Remitirse a fig. 1.6.) 3 Usando las figuras 1.20 y 3.23, trazar un gráfico para los 40° N de la desviación de
8 ¿Cuál es la base para la división de la estructura vertical de la atmósfera? la temperatura latitudinal y el signo de la componente del viento MSL meridional
Explique las zonas de aumento de temperatura en la atmósfera superior. en enero. (Tómense los vientos del SE-SO como positivos, y los del NO-NE como
negativos; los vientos del O o del E = cero.) Nótese la correlación entre el signo de
la irregularidad de la temperatura y la componente meridional del viento.
4 Explicar la localización de los principales centros de altas y bajas presiones en la
Capítulo 2 figura 3.23.
5 Usando las figuras 1.20 y 3.23, determinar la dirección de la componente térmica
1 ¿Por qué el enfriamiento causa eventualmente que una masa de aire alcance su del viento en julio sobre (a) 35° N, 20° O, (b) 30° N, 100° O.
punto de saturación? Describa los procesos de enfriamiento que pueden resultar 6 Explicar la localización de las principales zonas desérticas del mundo.
en la formación de nubes. 7 ¿Bajo qué circunstancias pueden las influencias climáticas ser más importantes
2 La evaporación diaria media sobre el globo es de unos 2,5 mm. ¿Qué porcentaje que los controles a gran escala?
de la insolación absorbida en la superficie representa esto? 8 Perfilar las características de las corrientes en chorro en la capa superior de la
3 Aire a 0°C con una humedad relativa del 50 % es enfriado a presión constante. ¿A troposfera. ¿Cuáles son sus relaciones con el tiempo y clima superficiales?
qué temperatura aproximadamente alcanzará su punto de rocío? (Use la fig. 1.5.) 9 Describir el papel de los trópicos en la circulación general de la atmósfera.
4 Sí la temperatura de una partícula de aire a 1000 mb es de 20°C, ¿cuál es su 10 ¿Qué es el índice zonal y cómo se relaciona con las características de la circulación
temperatura a 700 mb siguiendo (a) un ascenso insatu-rado, y (b) un ascenso en las latitudes medias?
saturado? (Use la fig. 2.10.)
5 ¿En cuánto se calienta una partícula de aire si asciende, saturada, del nivel de
1000 mb a 10°C a 800 mb y desciende insaturada a 1000 mb? Capítulo 4
6 Discuta las condiciones que hacen posible el «sembrado de nubes».
7 Explique los diferentes tipos de configuraciones de nubes visibles en las 1 ¿Cuáles son los tres factores primarios en la determinación del tiempo, de las
fotografías tomadas por satélites. ¿Qué relación tienen los distintos tipos con los masas de aire?
sistemas meteorológicos?
8 ¿Qué métodos usaría usted para describir la variación de área de la magnitud y
frecuencia de los chubascos?
9 ¿Cómo se forman las nieblas y en qué regiones geográficas son comunes?
10 Discuta la definición de sequía. ¿Qué regiones del globo son más susceptibles de
padecer sequías?
11 Determine el régimen anual de humedad para una estación en su área por los
métodos de Penman y Thornthwaite (véanse las referencias del cap. 2: Pearl et al,
1954, y Ap. 1: Thornthwaite y Mather, 1957).
2 Determinar las regiones de origen cuyas masas de aire es probable que afecten su
área de residencia en verano e invierno. Señalar las condiciones meteorológicas que Islas Británicas: «Daily Weather Report», Meteorological Office, Bracknell.
es probable que estén asociadas con ellas siguiendo las modificaciones de las masas
de aire en ruta. Norteamérica: «Daily Weather Map» (Seríes semanales), Envi-ronmental Data Service,
3 ¿Cuáles son las condiciones meteorológicas que se asocian típicamente con una Washington DC. «Daily Weather Map», Atmospheric Environment Service, Winnipeg,
masa de aire tropical a mediodía que se mueve hacia el norte (a) sobre el mar y (b) Canadá.
sobre la tierra? Capítulo 6
4 Explicar la relación entre las zonas frontales y las corrientes en chorro de la
1 ¿Cuáles son las principales diferencias entre los sistemas meteorológicos en los
troposfera superior. (Considerar una sección vertical y una visión plana de un
trópicos y en las latitudes medias?
ciclón frontal.)
2 ¿Por qué los huracanes no se presentan en el Atlántico Sur y en el Pacífico
5 Explicar cómo un sistema de bajas presiones puede intensificarse o contenerse.
Sudoriental?
6 Comparar las figuras 4.16 y 3.18 A y comentar los hechos indicados. 3 ¿Qué son los vientos del este ecuatoriales y cuál es su significado climatológico?
7 Describir los tipos de sistemas de bajas presiones no frontales y explicar su 4 ¿Qué efectos tiene la inversión de los vientos alisios sobre el tiempo y el clima
acaecimiento. tropicales?
8 ¿Cuáles son las bases de los métodos de las previsiones meteorológicas a corto y a 5 Examinar el papel de los sistemas sinópticos en la configuración del carácter del
largo plazo? régimen monzónico en el Asia meridional.
6 ¿En qué aspectos el régimen monzónico del África occidental es similar al del Asia
Capítulo 5 meridional?
7 ¿Cuáles son las influencias climáticas más importantes locales en las regiones
2 Examinar las figuras 1.20, 3.23 y 3.36 en relación con las temperaturas invernales y tropicales?
veraniegas en el noroeste de Europa, el este de Siberia y el nordeste del Canadá.
¿Qué factores principales operan en cada región? Capítulo 7
3 ¿Qué se entiende por «continentalidad» y qué factores la determinan?
4 Hacer una lista de las principales influencias de la orografía a gran escala sobre el 2 ¿Cuáles son los principales factores determinantes de las islas de calor urbanas? ¿Qué
clima en Norteamérica occidental. factor se considera que es el más importante en las ciudades de las latitudes medias en
5 Discutir las circunstancias que dan lugar a las largas tandas de un tipo en particular (a) invierno y (b) verano?
de tiempo sobre Europa. 3 ¿Qué efectos tienen las diferencias en cuanto al tipo de superficie (área urbana,
6 Usando los mapas meteorológicos diarios y las tasas diarias de precipitación de su bosque, lago, etc.) sobre los parámetros climáticos?
localidad, determine la proporción de la precipitación que se da durante las 4 Enumerar las consideraciones meteorológicas que podrían mitigar algunos de los
estaciones invernal y veraniega, con situaciones frontales y no frontales y diferentes hechos no deseados del clima urbano si se tomaran en cuenta en la planificación de la
masas de aire. ciudad.
7 Seleccionar casos de un flujo zonal fuerte y de bloqueo para Escandinavia o Alaska 5 Discutir la consideración de que una ciudad tiene muchos climas a pequeña escala.
de los mapas diarios del tiempo y analizar las configuraciones de temperatura y 5 ¿Cuáles son los principales efectos microclimáticos de (a) los cinturones de
precipitación que resultan. Si se dispone de cartas del aire superior, comparar protección y (b) el aclarado de los bosques?
también las distribuciones de la corriente en chorro. 6 Temas para investigaciones topoclimáticas en grupo:
Características espaciales y temporales de la presencia de nieblas; mediciones climáticas
(velocidad del viento, temperatura, intensidad de la luz, etc.) dentro y fuera de una área
Nota: Los mapas diarios del tiempo pueden conseguirse de:
forestal; comparación de la duración de la luz solar y del curso diario de las temperaturas en
Europa-Atlántico Norte: «Weather Log», mensual, publicado como suplemento de
las laderas norte y sur.
Weather, Royal Meteorological Society, Brack-nell.
Soluciones de los problemas
7 Analice la frecuencia mensual de los vientos suaves (menos de 2 m/s) en su área.
Use mediciones horarias si es posible. Compile datos comparativos sobre la Capítulo 1
frecuencia de nieblas y la calidad del aire. (Una fuente de datos sobre la calidad 1. 1,40 y 1,31 KWm-2
del aire es el Journal of the Air Pollu-tion Control Association.)
2.
22 de diciembre 20 de marzo 21 de junio
0o 1,24 1,35 1,24 cal cm-2min-1
Capítulo 8 23½° 0,92 1,24 1,35

1 Indicar las distribuciones de frecuencia de los totales de precipitación anual 45° 0,37 0,94 1,26
usando datos de una estación de su localidad y un régimen climático que 66½° 0 0,52 0,99
contraste. (Use como mínimo los datos de 30 años y no más de ocho clases.) 90° N 0 0 0,52
Compare con la figura 8.1. Determinar los promedios apropiados y medidas de la
variabilidad. •
2 Para los datos de las temperaturas de series de 30 años correspondientes (tales
como la temperatura diaria media para enero y julio), determinar las medias
aritméticas y las desviaciones estándar.
3 Enumerar los diversos factores terrestres y extraterrestres que pueden estar
implicados en el cambio climático a escala global, y considerar las escalas
cronológicas a las cuales es posible que cada uno de ellos sea significativo. 4. 73 X 103 KW m-2; 459,3 KW m-2.
Discutir los procesos que están implicados en sus efectos climáticos.
4 Usando datos de temperatura y precipitación a largo plazo, comparar las Capítulo 3
Capítulo 2
tendencias desde finales del siglo xix en Jas latitudes altas, medias y bajas.
2. 20,6 %. 2. (a) 25 m s-1
Representar los valores por años individuales y por medias móviles de 10 años.
3. 0°C. (b) 12,5 m s-1
4. (a) -8,5°C, (b) 6°C. 5. (a) Del oeste.
Nota: Pueden conseguirse las tablas de datos climáticos en:
5. 8°C. (b) Del sur.
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Los datos globales se encuentran en:


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World Meteorological Organization, Ginebra.

Los sumarios de la información climática global se publican en la revista trimestral


Climate Monitor, Climatic Research Unit, University of East Anglia, Norwich
Inglaterra
Basilea, 400 Chile, 133, 279
Índice geográfico Bengala, 341
golfo, 327, 341, 349, 352, 356
China, 92, 125, 209, 326, 333, 337, 338,
340, 341, 344, 350
Aar, 270 Arizona, 73, 234, 278, 380, 385 Beni Abbes, Argelia, 360 Chipre, 302, 303
Abilene, Texas, 291 Ártico, 171, 192, 416 Bennetts Bridge, Nueva York, 286 Churchill, Canadá, 284
Aden, 409, 410 Canadiense, archipiélago, 171 Bergen, 256, 257
Adriático, 154, 302 Asia, 58, 87, 172, 174, 207, 272 Berkeley, California, 292, 293 Davis, estrecho, 221, 284
África, 134, 174, 184, 209, 298, 388 central, 129, 153 Berlín, 256, 257, 400 Davos, Suiza, 424
meridional, 346, 357 meridional, 182, 346, 352 Bermudas, 306 Dayton, Ohio, 292
Bikaner, India, 348 Dee, Gales, 271
occidental, 333, 420, 421 occidental, 284 Birmania, 337, 341, 349
oriental, 129, 189, 333, 349 oriental, 311, 352 Denver, 387
Blue Hill, Massachusetts, 293 Dinamarca, estrecho, 296
septentrional, 182, 201, 203, 209 septentrional, 208 Boston-Washington, megalópolis, 397
sudoccidental, 356-358 Agar, sudeste, 307 Botnia, golfo, 269
meseta, 359 Agung, Bali, 388 Assam, 341 Boulder, Colorado, 154 Egeo, mar, 302
Brasil, 133, 174, 377, 382 Egipto, 359
Aklavik, Canadá, 284 Atlantic City, New Jersey, 47 El Callao, Perú, 357
Alaska, 186, 274, 277, 279, 294, 296, Atlántico, 160, 174, 177, 223, 254, Golea, Argelia, 360
419 268, 274, 290, 301, 306, 316, Cadena Costera, Columbia Británica, Mirage, California, 368
golfo, 274, 277 326, 357, 425 279, 281 Ellesmere, isla, 416
Cairngorm, montes, Escocia, 271 Escandinavia, 154, 255, 266, 267
Alberta, 274, 277 norte, 50, 134, 135, 182, 184, Calcuta, 340
Alemania, 73, 247, 263, 378, 380, 382 191, 220, 223, 224, 246, 253, Escandinavos, montes, 221, 269
Calgary, Canadá, 288 Escocia, 85, 261, 270-272
Aleutianas, 171, 274 279, 333, 419, 423 California, 133, 151, 192, 209, 247, 277, norte, 254
Alpes, 52, 128, 153, 233, 299 occidental, 83, 207 287, 299, 306, 366 España, 302, 304
bávaros, 129 oriental, 299 golfo, 278 Estados Unidos, 50, 110, 118, 122, 134,
de Nueva Zelanda, 153 tropical, 317 Canadá, 171, 199, 207, 208, 274, 280, 171, 191, 241, 245, 246, 273, 274,
América central, 128 sur, 133, 326 330, 419 278, 286-288, 294, 295, 306, 330,
Canarias, 192 340, 403, 404, 416, 419, 424, 446
del norte, véase Norteamérica tropical, 321, 331, 346 Cantón, 341
del sur, véase Sudamérica Atlas, cordillera, 233, 301 costa oriental, 306, 307
Caribe, mar, 160, 191, 307, 317, 318, 322, interior, 306 sudoeste, 305, 306
Anchorage, Alaska, 294 Australia, 110, 171, 360, 361, 421 388 Estevan Point, Canadá, 280
Andes, 163, 357, 358 septentrional, 189 Cascada, cordillera, 280 Eurasia, 208, 254, 388, 416
Ángeles, Los, 387, 392 sudoriental, 420 Caspio, mar, 223 Europa, 252, 254, 262, 264, 267, 279, 397,
Antártida, 163, 177, 207 Austria, 376 Cáucaso, 153 403, 413, 416
Ceilán, 341, 349 central, 263
Antillas, 254 Azores, 254 Cincinnati, 393, 397
Apalaches, montes, 294, 387 oriental, 419
Cleveland, Ohio, 123 septentrional, 414
Arabia, 349, 350 Coffeyville, Kansas, 113
Bahía, Brasil, 357 Exmoor, Inglaterra, 124
sur, 346 Colombia, 358 Eyre, Australia, 426
Arábigo, mar, 331, 343349 Balcanes, 301, 302 Colombo, Ceilán, 409
Bangladesh, 337, 341 Colonia, 400
Argelia, 359 Filipinas, islas, 123, 324
Barents, mar, 269 Colorado, 154, 235, 274, 277, 288
Argentina, 204 Finlandia, 257, 269
Barlovento, islas, 322 meseta, 286
Springs, 74 Florida, 254, 287, 306
Columbia Británica, 280 estrecho, 191
Missouri, 291 Fort de France, Martinica, 322
Concordia, Kansas, 47 Francia, 135, 263, 299, 304
Songo, 375 sur, 302
Copenhague, 370, 371 Freetown, Sierra Leona, 419, 420
Croydon, Londres, 401
Cuenca Ártica, 196, 199, 426 - Gales, 86, 154, 270, 421
Polar, 171 Ganges, delta, 341
Chad, 134 valle, 348
Cherrapunji, India, 356 – Genova, golfo, 302
Chicago-Gary, 395
Glacial Ártico, océano, 277 Kalat, Pakistán, 338, 348 Melbourne, Australia, 380 norte, 50, 223, 246, 249, 330, 425
Glacier, Columbia Británica, 280, 281 Kaliningrado, 44, 46 México, golfo de, 120, 191, 272, 274, occidental, 83, 174, 327, 343
Golden, Colorado, 281 Kamchatka, península, 296, 388 277, 281, 286, 287, 290, 307 sudoccidental, 353
Grampianos, montes, 154, 271 Kamloops, Canadá, 279 Michigan, 381, 383 sudoriental, 326
Gran Bretaña, 85, 133, 155, 235, Kansas, 291 Kara, mar, 426 Keewatin, Minnesota, 278 sur, 327
236, 242, 245, 247, 261, 264, 267, 296 Minicoy, India, 349 tropical, 331, 346
270, 271 Kenia, meseta, 356 Misisipí, 91, 291, 292, 307 Padua, Italia, 409, 410
Cuenca, 120, 274 monte, 356 Missouri, 242 Países Bajos, 377
Grandes Lagos, 156, 208, 240, 274, Kerguelen, isla, 177 Mongolia, 340 Pakistán, 337, 338
284-286 Kew, Londres, 258, 259, 260 Moscú, 257 Pamir, montañas, 129
Llanuras, 133, 287, 290, 291 Khasi Hills, Assam, 356 Múnich, 403 Panamá, 377
Praderas, 274, 277 Kilimanjaro, Kenia, 356 Peninos, montes, 154, 261, 271
Greenwich, Inglaterra, 390, 409, 410 Königsberg, 44, 46 Nagoya, Japón, 351 Península Ibérica, 234
Groenlandia, 221, 233, 419 Kortright, Freetown, Sierra Leona, 332, Nairobi, 356 Perignan, 302
Guatemala, 129 333 Namibia, 357, 358 Perú, 358
Kuai, Hawai, 355 Nebraska, 291 Phoenix, Atizona, 409, 446
Negev, desierto, 303 Pike's Peak, Colorado, 74
Halifax, Nueva Escocia, 292, 293 Pincker Creek, Alberta, 153
Harz, Alemania, 380 Labrador, costa, 284 Negro, mar, 154, 301
Ungava, 277, 286, 296 New Brunswick, Canadá, 289 Pirineos, 269, 299
Hawai, islas, 192, 324, 331 Port Harrison, Canadá, 284, 285, 291
Hébridas, 259 Lagos, distrito, 270, 271 Hampshire, 152
Nigeria, 123 Nigeria, 133, 375 Portland, Maine, 87
Helwan, El Cairo, Egipto, 409, 410 Praderas, distrito, Canadá, 291
Highlands, 271 Laptev, mar, 426 Noraya Mezyla, 154
Leicester, Inglaterra, 387, 389, 400 Norte, mar, 43, 44 Praga, 390
Himalaya, 171, 350 Princeton, Columbia Británica, 281
Hong-Kong, 124, 125, 340 Leipzig, 388 Norteamérica, 58, 120, 128, 160, 168,
León, golfo, 302 199, 208, 214, 224, 234, 249, 253, Provincias Marítimas, Canadá, 292, 293
Hudson, 276 Punjab, India, 133
bahía, 208, 284, 291 Lethbridge, Canadá, 288 276, 277, 279, 282, 289, 290, 292,
Hurón, lago, 286 Letzlinger Heath, Alemania, 382 293, 306, 311, 374, 403, 414, 416,
Levante, costa, 303 420,434 Quebec, 292
Libia, 302 clima, 272
Idaho, 277, 377, 381 Lima, Perú, 356, 357 Noruega, 254, 269, 271, 279, 294
Illinois, 242 Race, cabo, Terranova, 284
Londres, 256, 390, 391, 392, 399, 400, mar, 224, 254 Rapid City, Estados Unidos, 291
India, 251, 234, 337, 338, 341, 343, 344, 402, 404 Nueva Delhi, 341
346-349, 413 Rarotonga, 353
Escocia, 293 Reunión, 76
Indiana, 242 índico, Océano, 174, 177, Inglaterra, 274, 275, 292
189, 317, 526, 331, 357, 361 Mackenzie, Canadá, 273 Rin, 270
Macquarie, isla, 177 Orleans, 409, 410 Rocosas, montañas, 128, 133,
Indonesia, 182 Inglaterra, 85, 86, York, 446
125, 128, 135, 239, 240, 254, Madagascar, 76, 349 152-154, 160, 214, 224, 228, 233,
Madras, India, 352 Zelanda, 279 276, 279, 281, 288, 289, 291-, 292
259, 261, 262, 264, 267, 271, 272. Muevo México, 291
404, 415, 421 Malaca, estrecho, 354 Ródano, valle, 302, 377
Inn, 270 península, 333, 353 Ross, mar, 160
Innsbruck, 270 Malaya, 349 Oahu, Hawai, 322, 355 Rothamsted, Inglaterra, 372
Iowa, 278, 291 Mancha, canal de la, 209 Ohio, 292 Rotherham, Lancáshire, 261
Irlanda, 254, 271 Manchester, 421 Oimyakon, Unión Soviética, 296 Rusia, 269, 294, 301
Islandia, 171, 254 Manchuria, 277, 340 Olímpicos, montes, Washington, 129 Ruwenzori, Kenia, 356
Islas Británicas, 217, 219, 258, 263, 264, Mangalore, India, 349 Ontario, lago, 286, 292
267, 268, 274, 294, 299, 423 Israel, Maquiling, Filipinas, 385 Oregón, 247, 277, 280 Sahara, 160, 171, 184, 301, 303, 321,
133 Mauna Kea, Hawai, 355 Oriente Medio, 338, 344, 416 361, 366, 421
Italia, 269, 270, 302, 304, 383 Loa, Hawai, 21, 355 Osaka, Japón, 400 Sahel, Norte de África, 133, 134, 424
Mauritania, 134, 361 Oxford, 421 San Lorenzo, Estados Unidos, 273, 277
Mead, lago, California, 368, 369 golfo, 274
Jacksonville, Florida, 307 Medicine Hat, Alberta, 287, 288
Japón, 154, 279, 330, 337, 341, 343, 350, Pacífico, 129, 135, 160, 171, 172, 174 Luis, 395, 403, 404
Mediterráneo, 209, 210, 223, 254, 255, 207, 223, 224, 272, 274, 277, 279, Sapporo, Japón, 45
419 262, 269, 298, 299, 301, 304, 338,
Joal, Senegal, 156 288, 290, 294, 316, 317, 326, 344, Saskatchewan, Canadá, 288
361 350, 352, 354, 361 Scilly, islas, 176
Jordán, desierto, 123 occidental, 268, 301 noroccidental, 323, 324 Selkirk, montes, Canadá, 280
oriental, 303 nororiental, 321, 331 Shasha, Nigeria, 385
Sheffield, Inglaterra, 388, 389, 392 Tilbury, Inglaterra, 240
Siberia, 25, 73, 171, 199, 224, 234, 254, Togo, 73 Índice alfabético general
281, 294, 296 Tokio, 393, 400 abeto rojo, 380 planetario, 55
Sierra de las Cascadas, Washington, 279 Tonkín, golfo, 92 aceleración centrípeta, 142 alisios, 172-174, 176, 180, 189
Nevada, 110, 129 Tréveris, Alemania Occidental, 52 magnitud, 143 cinturón, 353
Skagerrak-Kattegat, 221 Tucson, Arizona, 52, 305 Acta del Aire Limpio, 390, 301 del nordeste, 423
Snowdown, monte, 270 adiabáticas saturadas, 96 sistema, 313
South Kensington, Londres, 401 secas, 96 tiempo, 312
Ungava, Canadá, 285 advección de calor, 61, 366
Sprinkling Tarn, Cumberland, 270 Unión Soviética, 424, 434 alta fría, 158
Stornoway, Escocia, 50 horizontal, 72 altas presiones, 72
Utah, meseta, 286 aerosoles, 15, 18, 386
Sudamérica, 182, 203, 356, 357, 423 altostratos, 215
Sudán, 372 efecto térmico, 387 aluminio, 386
Valentía, Eire, 256, 257 afelio, 30 América, clima templado, 279-281
Sudeste Asiático, 343, 346 Vancouver, 280
Suecia, 135, 257, 269, 270 afloramientos costeros, 163 sistemas de presión, 273
isla, 279 agua, calor específico, 45 anafrentes, 214, 215
Suiza, 380 Vardo, Noruega, 294
Sumatra, 354 capacidad calorífica, 45 cálidos, 215
Verkhoyansk, Unión Soviética, 296 déficit mensual, 433 analogías, métodos, 247
Superior, lago, 286 Victoria, Columbia Británica, 279
Svalbard, 416 exceso mensual, 433 andhis, 341
Viena, 308, 351 flujos energéticos, 368, 369 anomalías sinópticas, 266-269
Swakopmund, África sudoccidental, 357 Viti Levu, Fiji, 353 vapor, 16 . anticiclón(es) cálido, 158
Vizcaya, golfo de, 44, 46 aguanieve, 112 continental de Siberia, 196
Tamanrasset, Argelia, 359, 360 aire cálido, 208 del Canadá septentrional, 196
Tampa, Florida, 307 Wake, isla, 323, 324 del norte, 423 de bloqueo, 267
Tashkent, Asia central, 153 Washington, D. C, 120, 152, 280, 395, oeste, 423 la Gran Cuenca, 273
Tempe, Arizona, 372, 373 424 ecuatorial, 209 las Azores, 253, 423
Tennessee, 377 Watertown, Nueva York, 286 en las alturas, configuraciones, frío, 158
Terranova, 209, 284, 289 Winnipeg, Canadá, 50 160-163 invernal de Siberia, 254
Texas, 155, 275, 291 Wisconsin, 278 estabilidad, 98-101 polar, 177
Thetford, Inglaterra, 379 Wisley, Inglaterra, 400 frío, 207 subtropicales, 209,- 337
Thompson, valle, Canadá, 279 Wokingham, Inglaterra, 236 inestabilidad, 98-101 del Atlántico Norte, 205
Tibesti, 367 Wyoming, 358 leyes del movimiento horizontal, del Pacífico, 352
meseta, 359 137 del Pacífico Norte, 205
Tíbet, 338, 340, 341, 343, 346, 349, 350 y sigs. árboles, evaporación, 382
Tibetana, meseta, 160 228, 337, 352 Yang-Tse, valle, 344 mediterráneo, 210
Yellowknife, Canadá, 296 intercepción de lluvia, 382
Tibetano, macizo, 171 calentamiento, 301 áreas de precipitación mesoscálicas,
Tien Shan, 129 mezcla vertical, 92, 101, 102 216
Tientsin, China, 350 monzónico, 209 arena, albedo, 367
movimientos verticales, 94 arenisca, conductividad calorífica, 366
sobresaturación, 102 aridez, 428
albedo, 35, 36 criterios, 430
índice, 293 caducifolios, 377 célula(s) anticiclónicas subtropicales, interior de Estados Unidos, 306,
atmósfera, agua almacenada, 76 de coníferas, albedos, 374 169 307
barotrópica, 195 dipterocarpáceas, 385 de altas presiones de las Azores, 184 litoral de los alisios, 436
capas, 66-72 eucaliptus, 380 altas presiones subtropicales desértico de la costa occidental, 436
composición, 15-22 hayas, 375, 376 continentales, perturbaciones, 359 y ecuatorial húmedo, 436 .
según la estación, 18-20 hoja perenne, 384 siguientes evolución, 408 y sigs.
según la latitud, 18-20 países templados, 384 Hadley, 179 fluctuaciones a corto plazo, 423
humedad, 85-91 pinos albares, 376 latitudes bajas, 179 fríos de los bosques boreales, 429
libre, 141 robles, flujos energéticos, 375 Sonora, 171 locales, 363
masa, 22-25 efectos sobre los vientos, 376 media de Hadley, 182 lluviosos cálidos y templados, 429
presión, 22 etructura vertical, 373, 384 subtropical de altas presiones, 159, marino de la costa occidental, 437
de vapor, 24, 25 extensión de las copas, 374 312 mediterráneo, 437
total, 23, 24 térmicamente directas, 179 montañosos, 439
superior, 70-72 humedad relativa, 380 registro, 413 y sigs.
ciclo doble de Hale, 424
temperatura, 16 - intensidad de luz, 376 fotolítico, 393 secos, 429
tierra, balance energético, 57 intercambios de energía, 374 interrumpido, 392 semiárido del sudoeste de Estados
intercambio energético, 32, 33 microclima, 373 hidrológico, 76, 77 Unidos, 305, 306
turbulencia, 16 modificación de la humedad ambiental, ciclogénesis, 226 subártico marítimo, 439
variaciones con el tiempo, 20-22 con 380 ciclón(es), 211, 324 y sigs. de Islandia, subtropical húmedo, 437
la altura, 15-18 del medio ambiente térmico, 384 253 tropicales, 311 y sigs., 432
aurora austral, 71 precipitación, 381 primario, 385 subtropicales, 331 efectos de la topografía, 355
boreal, 71 temperatura, 383 templados, 374 tropicales, 126, 312 lluviosos, 429
Australia, célula, 359 Boyle, ley, 22 ciclos trófico, movimiento, 143 seco-húmedos, 437
Azores, anticiclón, 133, 171, 302, 303, brisas, 353, 363 cinturón conductor, 216, 217 variaciones diurnas, 353-355
361 lacustres, 156 cinturones de radiación de Van Allen, 71 climático, cambio, 413
azufre, dióxido, 386, 392 marinas, 154-156, 558 hemisféricos de viento, 61 climatología sinóptica, 257
velocidad, 155 circulación atmosférica horizontal, 179 cloruro de litio, 91
baja(s), 211 terrestres, 154-156 vertical, 179 coalescencia de la gotita, 110
cálida, 158 buran, 340 de Hadley, 186 colisión, teorías, 111, 112
de Islandia, 423 Walker, 182 condensación, 76, 91-93, 102
desprendidas, 235 del hemisferio norte, variaciones, nivel, 97
calmas ecuatoriales, 173, 174 velocidad, 104
frías, 234, 235 cinturón, 312 184-189
presiones, 72 cirros, 215 conducción, 32
calor, fuentes, 398 confluencia, 145
térmica, 233, 234 islas, 397 y sigs. cirrostratos, 215
balance calorífico, 65, 66 ciudades de rascacielos, 401 intertropical, 313-316
latente, 33, 78 Conrad, fórmula, 286
terrestre, 55-58 de vaporización, 78 - cizalladura, 148
de vapor, clasificación climática por del viento, 163 índice, 285
intercambio vertical, 63 conservación de la vorticidad potencial,
433 y sigs. sensible, 32 vertical del viento, 326
energético, 363 y sigs. clasificación climática según Strahler, ecuación, 319
intercambio, 66 constante solar, 26
ecuación, 363 intercambio vertical, 64 436 y sigs.
bamboleo de la órbita axial, 29 clima(s), clasificación, 428 y sigs. continental ártico, aire, 196, 197, 199,
transporte horizontal, 61-65 200, 207, 285, 299
barómetro de mercurio, 23 calle de nubes, 317 genética, 435 y sigs.
barotrópico, modelo, 244 continental húmedo, 438 continentalidad, 50, 50
calles, microclima, 395 contracorrientes ecuatoriales, 189
barrera topográfica, ascensión, 100, 10 cambios climáticos a largo plazo, 422 subártico, 438
basalto, conductividad calorífica, 366 de desierto y estepa de las latitudes convección, 32
y sigs. forzada, 106
Berg, índice de continentalidad, 255, campos irrigados, relación energética, medias, 438
257 hielo, 432 térmica, 312
372 convergencia, 146
Bergeron, proceso, 111, 112, 115 Cáncer, trópico, 311 la costa oriental de Estados Unidos,
Bergeron-Findeisen, teoría, 108-111 306 intertropical, zona, 314, 315, 320,
caolinita, 109 331, 350, 357
Bermudas, anticiclón, 169 Capricornio, trópico, 311 latitudes altas, 438, 439
bienestar climático, 446 latitudes bajas, 436, 437 neta, 244
carbón, 386 subtropical oceánica, 202
Bjerknes, modelo de depresión, 242 carbono, dióxido, 425 latitudes medias, 437, 438
bloqueo, 268 los hielos perpetuos, 429 Coriolis, fuerza, 138, 139, 140, 141, 142,
monóxido, 386 143, 145, 156, 313, 324
bora, 154,:302 catafrentes, 214 tundra, 429, 439
borrascas, extensión superficial, 120 del casquete de hielo, 439 parámetro, 140, 147, 226, 326
cálidos, 216 corriente(s) de Australia occidental, 192
frecuencia, 122 desierto y estepas tropicales, 436
bosques, balance de humedad, 382 Benguela, 163, 192
California, 192
Humboldt, 163, 192 tendencias, 413 ción, 392 frontogénesis, 210-214
Kuro Shivo, 65, 191 valores medios, 408 y sigs. naturales, 262 y sigs. frontolisis, 220
Mozambique-Agulhas, 191 variabilidad, 410 en Gran Bretaña, 264, 265 fuegos domésticos, 392
del Brasil, 191 depresión(es) de aire polar, 234 estadísticos, métodos, 245-247 fuerzas de rozamiento, 144, 145
Golfo, 65, 191, 207, 254 sotavento, 233 estomas foliares, 79, 380 fumigación, 395
oeste, 337 del hemisferio norte, 225 estrato isotermo, 67
Perú, 192 monzón, 331 estratocúmulos, 106, 216
ecuatoriales del norte, 189 estratopausa, densidad del aire, 69 gases, 386, 390
tipo Genova, 301 leyes, 22, 27
del sur, 189 estratos, 106
en chorro, 164, 165, 168, 231, 232 desarrollo, 212 estratosfera, 69 glaciaciones, 414
chorro del este, 298 formación, 226 etesios del Egeo, 303 Gorezynski, índice de continentalidad,
chorro del frente polar, 299, 301 monzónicas, 348 Europa, continentalidad, 254-257 255, 256
chorro del oeste, 166, 167 no frontales, 233 y sigs. masas de aire marítimo, 255 gotas de aire frío, 234, 267
chorro media de invierno, 340 ocluida, desarrollo, 229 Oceanidad, 254-257 lluvia, crecimiento, 104, 107
chorro media subtropical, 167 secundaria, 221 evaporación, 76 y sigs. lluvia, diámetro, 103
chorro oriental, 182 térmica, 341 distribución global, 83 lluvia, formación, 111
chorro polar, 229 trayectorias, 274 media, 81 gradiente adiabático de temperatura, del
chorro subtropical, 166, 298 tropicales, 331 pérdidas de calor por, 65 aire saturado, 94
chorro subtropical del oeste, 301 deriva del Atlántico, 254 potencial, 293 del aire seco, 94
chorro subtropical media, 196 Atlántico Norte, 192 según la latitud, 84 dinámico, 94
chorro tropical oriental, 168 Pacífico Norte, 192 velocidad, 78 ambiental, 94
oceánicas frías, 356-358 viento del oeste, 191 evapotranspiración, 77, 372 de presión, 141
descarga puntual, 118 potencial, 433 presión, fuerza, 138
oriental de Australia, 191 estático, 94
cosechas cortas, albedo, 370 desertificación, 134 anual, 85
desierto, 305 valoración, 79 meridiano, 61
dióxido de carbono, 372 de temperatura, 186
flujos energéticos, 371 intercambio energético, 367 evapotranspirómetro, 79
día, duración, 30-32 excentricidad, 29 norte-sur, 61
microclima, 370 Gran Bretaña, circulación atmosférica,
vapor de agua, 371 difluencia, 145 exosfera, 70-72
dióxido de carbono, 19, 20, 21 expansión adiabática, 92 257
velocidad del viento, 371 estaciones naturales, 264, 265
crachin, 92 divergencia, 145-147 extratropicales, zonas, 311
neta, 244 Depresión, 171
cúmulo individual, 317 granizo, 236, 237
cumulonimbos, 125, 219 fábricas, polución, 392 blando, 112
cúmulos, 107 en forma de torre, 125 ecuación hidrostática, 24 Fagus sylvatica, 375, 376 crecimiento húmedo, 115
cumulus congestus, 125 ecuador, energía recibida, 59 fase de oclusión, 219, 220 seco, 115
cúpula de polución, 393, 394 térmico, 39, 41, 42, 132, 315 flujo lejano, 365 tipos, 257, 258 duro, 113
curva de estado, 99 Edad de Hielo, 416 Föhn, 153 verdadero, 113
evolución, 99 efecto centrífugo, 142 fotografía infrarroja, 50 Groenlandia, colonización, 416
Ekmann, 189, 192 fotosíntesis, 20
Charles, ley, 22 invernadero, 53 frente(s), 155, 195, 211
eficacia de la precipitación, índice, 432 Atlántico, 254 Haney, Columbia Británica, 379
chinook, 153, 154, 288 harmattan, 201
chopos negros, 377 térmica, índice, 432 ártico, 221
emisión solar, 26-28, 422 del Canadá, 223 hidrocarburos, 386
chorro de Ferrel, 68 Hidrotermogramas, 256, 257
del frente polar, 166 máxima, 28 cálido, 213, 214, 216, 221
energía atmosférica total, 54 características, 214 y sigs. hielo, astillas, 109
oeste, 331 escisión de los cristales, 116
calorífica, 58 familias, 220, 221
cinética, 58 frío, 213, 218 retroceso, 419
datos climatológicos, 411 geopotencial, 58 hierba, tasas de dispersión, 370
coeficiente de variación, 411 anabático, 219
interna, 58 catabático, 219 hietogramas, 120
desviación media, 411, 412 latente, 58 higrógrafo, 91
desviación típica, 411 clásico, 218
superficial, flujo, 365 intertropical, 226, 298, 313, 314, higrómetro de punto de rocío, 91
distribución de frecuencias, -410 transformación, 137 Hokkaido, Japón, 379
histogramas, 410 347
enfriamiento por contacto, 92 mediterráneo, 223, 298 humedad absoluta, 85
media aritmética, 409, 410 rural, tasa, 399 atmosférica, 76 y sigs.
media móvil, 413 polar, 221
equilibrio hidrostático, 137 del Atlántico, 223 ecuación del balance, 79
mediana, 410 escarcha, 102 específica, 87
moda, 410 del Pacífico, 223, 350, 352
espiral de Ekman, 145 zonas de formación, 221 y sigs. índice, 293, 294, 295, 433
estación, modelo, 448, 449 frialdad del viento, 446 relativa, 90, 103
estaciones de energía eléctrica, polu-
retenida, 79 turbonada, 113, 115, 214, 235, 239, mistral, 302 condensación, crecimiento, 103
transporte, 91 333 modelo de tres células, 180 condensación, tamaño, 102
humo, 388, 389, 391 equisaturadas, 96 momento cinético terrestre, 178 congelación, 109
huracán (es), 324 y sigs. lisímetro, 82 Montañas Rocosas, 110 gigantes, 102
control, 111 térmicas, 426 higroscópicos, 102
del Caribe, 307 lluvia(s), 112 montes con arbustos, albedos, 374
estación, 321 bai-u, 343 monzón, 331 océano, balance de energía, 65
estructura, 328 fabricación, 110 de Asia, 333 oclusión(es), 214, 219
núcleo, 329 franjas mesoscálicas, 127 comienzos de verano, 342-345 cálidas, 219
ojo, 329 intensidad, 120 - invierno, 337-340 frías, 219
temporada, 324, 327 intervalo de recurrencia, 122 la India, 174 ondas de montaña, 151
tropical, 324 mai-yu, 344 otoño, 352 Rossby, 160, 168, 226
velocidad, 330 monzónicas, interrupciones, 350 primavera, 340-342 sotavento, 152, 154
zona de formación, 326 período de retorno, 122 verano, 343, 346 y sigs. estacionarias, 151
tropicales, distribución anual, 335 del sudeste, 352 frontales, 211
inclinación axial, 29 movimiento atmosférico, 137 y sigs. depresión, 211-214
India, precipitación mensual media, vertical, 147 largas, 160, 226
magnetohidrodinámica, 72
339 magnetosfera, 71, 72 orientales del Caribe, 318, 319
índice zonal, 185 manantiales de masas de aire, 195 y sigs. neblinas, 357 planetarias, 317
inestabilidad baroclínica, 186 mancha solar de Hale, 424 niebla(s), 106, 107, 391 principales de Rossby, 228
condicional, 100 manchas solares, 71, 422 de advección, 379 zonas de formación, 221 y sigs.
convectiva, 100, 101, 216 mapas meteorológicos, 242 vapor, 92 órbita terrestre, 422
dinámica, 143 sinópticos, 183, 242 disipación, 92 Oya Sivo, corriente, 284
potencial, 101 del tiempo, 448 y sigs. nieve, 112 ozono, 16, 20, 33, 69, 368, 387
ingeniería geográfica, 426 mar, absorción de energía, 43 copo, 109 formación, 17, 18
insolación, 26-32 niveles, 414 nimbostratos, 219
efecto de la elevación, 51-53 marítimo ártico, aire, 201, 234, 259, 274, Niño, el, 357 penacho de polución, 393, 394, 395
de la latitud, 53 299 Jesús, el, 357 Penman, fórmula, 86
de la tierra, 39 y sigs. polar, aire, 207, 234, 258, 259, 274, nitrógeno, óxidos, 386, 387 Pequeña Edad de Hielo, 416, 424
de la topografía, 51-53 301 nivel de condensación convectiva, 98 perihelio, 29, 422
del mar, 39 y Sigs. tropical, aire, 204, 207, 210, 261, 274, condensación de mezcla, 101 Período Glacial, 59
y atmósfera, 33 y sigs. 291, 350, 361 medio de no divergencia, 147 permafrost, 296
latitud, 36-39 masa(s) de aire, 194 noroestes, 341 perturbación, líneas, 333
nubosidad, 34 y sigs. aire baroclínica, 205 Norteamérica, ola de frío, 286 perturbaciones de onda, 318 y sigs.
interglaciales, períodos, 414 aire barotrópica, 205 nubes, agrupación, 317 tropicales, 317 y sigs.
inversión del Ártico, 74 aire cálido, 200-205 cálidas, 110 Picea abies, 380
ionización, 71 aire, cambios dinámicos, 206 células poligonales cerradas, 107 Pinus montícola, 381
ionosfera, 71 aire, cambios mecánicos, 206 cirriformes, 105 ponderosa, 377, 385
isentropas, 96 aire, cambios termodinámicos, 205, configuración, 107 sylvestris, 376, 380
isóbaras, 96 206 alveolar, 107 plantas, época de crecimiento, 272
isohipsas medias, 161, 162 aire, clasificación, 195 celular, 107 plomo, 386
de 700 mb, 187, 188 aire, edad, 210 celular abierta, 107 pluviómetro, 381
isostéricas, superficies, 195 aire en invierno, 197, 198 celular actiniforme, 107 pluviosidad en las montañas, 129
isotacas, 145, 146 aire en verano, 201, 202 celular radiante, 107 polar continental, aire, 196, 197, 199
isotermas, 96 aire frío, 196-200 cumuliformes, 106 200, 208, 219, 261, 268, 285, 288
aire, mezcla, 92, 93, 210 de onda, 107 350
khamsin, 303 aire, modificaciones, 205 y sigs. estratiformes, 105, 107 polos, energía recibida, 59
Köppen, clasificación climática, 429, aire secundarias, 207 formación, 101 y sigs. polución, ciclos anuales, 387
431 Mediterráneo, clima, 297 y sigs. lenticulares, 107 diarios, 387
mesopausa, 70 luminosas, 70 distribución, 393 y sigs.
mesoscálicos, fenómenos, 235 y sigs. mecanismos de formación, 106 orígenes, 386
Labrador, corriente, 284 siembra, 110
Langmuir, teoría de la colisión, 111 sistemas, 333 polvo atmosférico, 388
mesosfera, 70 sobresaturación, 104 meteórico, 109
leveche, 303 tipos, 105-107
leyes de los gases, 22 micrometeorología, 363 volcánico, 109
microscálicos, sistemas, 363 y sigs. tormentosa, carga electrostática, Populus nigra, 377
líneas de corriente, curvatura, 148 116velocidad de condensación, 108
corriente medias. 315 postglaciales, condiciones, 416
núcleos de condensación, 102-105
subtropicales, 297 y sigs. balance energético, 396 madurez, 115
potencial de rotura, 118 relámpagos, 117, 118 composición atmosférica, 386 y mecanismo de inducción, 115
precipitación (es), 76 remolinos. 363 sigs., 396 mesoscálicas, sistemas, 237
anual media;, 119 robles forteto, 384 densidad, 396 transferencia de cargas no inductiva,
media, anomalías, 420 rocío, 102 evapotranspiración, 395 115, 117
media según la altura, 128 rotación terrestre, velocidad, 178 flujo de aire, 401 tornados, 237, 240, 363 .
cantidades extremas, 121 rotor, 151, 152 humedad, 402 mecanismo, 241
características, 119 y sigs. microclima, 386 transpiración, 78
de tipo ciclónico, 126 sabanas semiáridas, albedos, 374 modificación del balance trifrontal, modelo, 275
de tipo convectivo, 125 Sahara, célula, 359 calorífico, 395 tropical, aire, 201
definición, 119 depresiones, 301 precipitación, 402 continental, aire, 201, 203, 204,
distribución, 124 satélites americanos, 107 producción humana de calor, 397 209, 261, 262, 301, 360
mundial, 132, 133 secuoyas, 374 temperaturas, 396 marítimo, aire, 201
efectiva, 428 sedimentos, 413 temperaturas mínimas, 399, 400 trópicos, variaciones climáticas, 352 y
efectos orográficos, 127 selvas tropicales, 374 sigs.
en la zona mediterránea, 304 estratificación, 385 tectónica de placas, 422 tropopausa, 67, 69
formación, 107 y sigs. sequedad, índice radiacional, 434 techo del tiempo, 67 troposfera, 67-69
máximo con la altura, 127 sequía, 133-135 tefigrama, 95, 97-99, 101 media, 160
monzónica, 346 causas, 133 Tellerman, bosque experimental, 375 trowal, 220, 296
orográfica, 126, 129, 270 Sequoia sempervirens, 374 temperatura(s) acumuladas, 432 trueno, 118
perfil meridiano, 132 Shata, bosque experimental, 377 anuales medias, 47 turbonada, líneas, 333
según la latitud, 84 Shurin, estación, 351, 352 cambios adiabáticos, 93 . turbulencia, 67
tendencias interanuales, 119 lluvia, 352 del aire, 4.15 .
tipos, 112, 119 y sigs., 125-127 sílice, 386 aire, variaciones, 56 vaguada ecuatorial, 171, 172, 174, 313
total media, 131 singularidades, 262 y sigs. punto de rocío, 90 315, 324, 326, 327, 337, 3 4 1 , 343,
tropicales, 128 catálogo de Flohn y Hess, 263 desviaciones, 259 346, 34S, 349, 352
variabilidad anual, 119 de Lamb, 263 distribución vertical, 66 vapor de agua, 20
presión de vapor saturante, 25, 77, sinópticos, métodos, 242, 243. gradientes meridianos, 67 agua, balance, 433
108 símbolos, 449 siroco, 303 topográficos, 74 agua, contenido promedio, 89 agua,
distribución vertical, 66 sistemas de presión del este, 257 verticales, 72 distribución global, 87
en Europa, 253 presión del noroeste, 257 inversión, 67 agua, transporte meridiano, 84
la superficie, 168-172 presión del norte, 257 máxima del aire, 57 agua, variación vertical, 87
media en superficie, 170 presión del oeste, 257 máximas, 37, 40 vector viento teórico, 163
variación con la altura, 156 y presión del sur, 257 medias, 41 vegetación, crecimiento, 428
sigs. presión, variación, 158-160 smog, 392 mínima del aire, 57 vegetal, superficie, 365
procesos de intercambio no sobrepastoreo, 134 mundial, anomalías, 49 velocidad del viento, variación con la
adiabáticos, 94 sol, altura, 30 potencial, 98 altura, 156 y sigs.
diabáticos, 94 como cuerpo negro, 26 reducciones, 419 ventanas atmosféricas, 27, 53, 55
proporción de mezcla, 87 distancia, 28-30 tendencias, 417, 418 de radiación, 34
psicrómetro aspirado, 90 sombra de lluvia, 154 variaciones anuales, 45, 57 Venturi, efecto, 152, 155
punto característico, 98 Sorgum vulgare siuianensis, 373 con la altura, 72-75 verano indio, 278
de escarcha, 92 Stefan, ecuación,53 diurnas, 45, 57 viento(s) alisios, 172-174
ley, 26 reales, 45 anabáticos, 150, 353
radiación, 32 Stevenson, pantalla, 90 termómetro húmedo, 90 antivalle, 150
balance neto, 60 Strahler, clasificación climática, 436 y sigs. termosfera, 70, 71 catabáticos, 151, 353
en una superficie inclinada, 53 regiones climáticas, 441-444 Thornthwaite, método, 293 cinturones de protección, 378
neta anual, distribución global, sublimación, 109; tiempo, predicciones, 242 y sigs. globales, 172 y sigs.
62 . subpolares, regiones, 294-297, a cortó plazo, 242-245 circulación general, 177 y sigs.
variaciones, 56 subsidencia, 101 a largo plazo, 245-249 de caída, 154
reducción, 388 subsinópticos, sistemas, 331' numéricas, 244, 245 Ferrel, 174,177
solar, variaciones, 56 subtropicales, regiones, 297 y sigs. tipos, 247, 257 montaña, 150, 151
terrestre infrarroja, 53 sulfatos, 21 tifón, 324; montañas y valles, 363
transferencia, 55 sumatras, 333 topografía, 160: origen topográfico, 151-154
rayo, 118 superficie del océano, circulación, 189- 192 influencia sobre el clima, 269 valle, 150, 151
rayos X, 71 superficies con vegetación, 370 y sigs. tormentas, ,113 y sigs., 363 del este, 180
realimentación de la circulación, 186 naturales sin vegetación, 366-369 ciclos, 114, 115 gradiente, 142, 143
reflexión, coeficiente, 35 urbanas, 386 y sigs. electrificación, 115 hemisferio sur, 423
regiones subpolares, 294-297 almacenamiento de .calor, 395 fase de descarga, 117 oeste, 172, 174,177, 179, 181, 185
1 8 8 , 226, 253, 254,423 monzónicos del sudoeste, 355 volcanes, erupciones, 388 yoduro de plata, 118
oeste circumpolares, 423 polares del este, 177 vorticidad, 147, 148
oeste de Ferrel, 68 . régimen bianual, 69 absoluta, 148, 227 zona(s) atlántica, 223
oeste, perturbaciones, 341 resultantes, 205 anticiclónica, 149 de convergencia intertropical, 172,
sudoeste, 176 solar, 71 ciclónica, 149 209, 226, 316, 361
ecuatoriales del oeste, 174, 175 subgeostrófico, 143, 144 definición, 148 frontal baroclínica, 194
en Europa, 253 superficial, 145 dirección, 148 marítima ártica, 275
geostrófico, 141-143, 163 supergeostrófico, 143, 144 magnitud, 148 polar del Atlántico, 228
velocidad, 141 superiores, 163-168 relativa, 148, 189 polar del Pacífico, 228
zonal medio, 336 térmico, 163, 164 sentido de giro, 148 frontales del hemisferio norte, 222
huracanados, 326 zonales del oeste, 185 vertical, 227 del hemisferio sur, 224
locales, 148 y sigs. medios, 68 relativa, 147

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