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2007 - Camison Zornosa - La Medición Del Desempeño Organizativo
2007 - Camison Zornosa - La Medición Del Desempeño Organizativo
Resumen: En este trabajo se ha conceptualizado y medido el “desempeño organizativo”, una cuestión pendiente de re-
solución satisfactoria, a pesar de su importancia en dirección estratégica. La revisión de la literatura lo define como un
constructo multidimensional, con cuatro elementos correlacionados: resultados financieros, eficiencia operativa, satisfac-
ción de los stakeholders y capacidad de competir. Para su operativización se ha construido una escala multi-item basada
en la autoevaluación por la dirección del desempeño de la empresa en relación a su competencia, con el fin de obtener
evaluaciones de todos los indicadores que la forman. Para la reducción y validación de los ítems se ha realizado un estu-
dio Delphi. La demostración del cumplimiento por la escala de las características psicométricas exigibles se ha llevado a
cabo sobre una muestra de 896 empresas industriales españolas, que ha sido validada con un segundo estudio empírico
sobre una muestra de empresas de 152 empresas de servicios españolas. Los resultados obtenidos muestran la fiabili-
dad y validez de la estimación de los resultados empresariales en base a la percepción directiva.
Palabras clave: Desempeño / Percepción directiva / Competitividad / Stakeholders / Delphi.
The Measurement of Organizational Performance from a Strategic and Stakeholder-
-Based Approach: Construction of a Scale of Measurement
Abstract: This work studies how to conceptualize and measure organizational performance, a question dependent
on satisfactory resolution, in spite of its importance in strategic management. The review of literature allows to defi-
ne this one as a multidimensional construct, with four correlated elements: financial results, operative efficiency, sa-
tisfaction of stakeholders and competitive capacity. For its operationalisation we have constructed a multi-item scale
based on the managerial perceptions of the firm performance in relation to its competition, in order to obtain evalua-
tions of all the indicators that form it. For the reduction and validation of the items we have realized a Delphi study.
The proof of the fulfillment for the scale of the psychometrics characteristics has been made on a sample of 896 in-
dustrial Spanish companies. In a second phase, the results havee been validated with a new empirical study on a
sample of 152 Spanish service firms. The obtained results show the reliability and validity of the estimation of the
managerial results on the basis of the managerial perception.
Key Words: Performance / Managerial perception-based performance / Competitiveness / Stakeholders / Delphi.
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prismas y medido de múltiples formas alternati- nos, Zaralis y Lioukas, 2001). Sin embargo, estas
vas (Orlitzky, Schmidt y Rynes, 2003; Meyer, medidas han sido objeto de severas críticas. Unas
1998; Venkatraman y Ramanujam, 1986). Cada de ellas son de carácter metodológico, como la que
enfoque teórico ha seguido tradiciones propias alude al problema para seleccionar el índice de efi-
en su conceptualización y medición. Cabe empe- ciencia de la explotación que se va a manejar entre
ro contraponer las tradiciones económicas (pen- la panoplia existente. Así, estudios como los de
samiento neoclásico, Economía Industrial, Eco- Lewis y Thomas (1990) y Cool y Schendel (1988)
nomía de las Organizaciones y pensamiento es- utilizan el margen bruto de explotación como por-
tratégico racional), asentadas en un concepto centaje del valor de la producción. Autores como
unidimensional del desempeño referido a los re- Long y Ravenscraft (1984), Martin (1984), Horo-
sultados económico-financieros de la empresa witz (1984), Jacobsen (1988) y Fryxell y Barton
medidos por indicadores objetivos; y las tradi- (1990) recomiendan el uso de la rentabilidad eco-
ciones de la Teoría de la Organización y del pen- nómica. Otros como Lenz (1980), Hambrick,
samiento estratégico moderno, más volcadas MacMillan y Day (1982), MacMillan, Hambrick y
hacia un concepto multidimensional del desem- Day (1982) se inclinan por la rentabilidad financie-
peño que recoge los resultados de la empresa re- ra. En cambio, investigadores como James y Hat-
levantes para todos los stakeholders de la orga- ten (1994, p. 148) creen importante medir el des-
nización, frecuentemente medidos a partir de la empeño conjuntamente con ambas, porque com-
percepción directiva con relación a la competen- plementan la información sobre diferentes facetas
cia de la industria. de la empresa: mientras la rentabilidad económica
Se observa una larga tradición basada en una refleja la eficiencia operativa de la empresa en su
definición unidimensional del desempeño organi- conjunto, incluyendo el impacto del apalancamien-
zativo limitada al desempeño financiero, que dis- to sobre el desempeño (extremo relevante por
crepa del concepto multidimensional, y que ha si- cuanto el grado de apalacamiento varía notable-
do el modelo dominante en la literatura económica mente con el tipo de negocio), la rentabilidad fi-
y estratégica hasta hoy (Cooms, Crook y Shook, nanciera evalúa cómo se traduce aquélla en benefi-
2005: 269; Hofer, 1983, 1975). Esta conceptuali- cios para los accionistas. Sin embargo, pese a su
zación estrecha se justifica frecuentemente porque practicidad, el diagnóstico del desempeño organi-
permitiría, sacrificando un ámbito más amplio, ga- zativo en base exclusivamente a estos indicadores
nar profundidad de enfoque así como seguridad y adolece de destacadas insuficiencias de diverso
parsimonia en la medición (Bacharach, 1989, p. cuño. Algunos de los problemas son de corte prác-
507). Este concepto simple y unidimensional mide tico, como la reticencia de las empresas a aportar
el desempeño organizativo con un índice que in- esta clase de datos y las limitaciones de las fuentes
tenta medir el grado de proximidad de la empresa secundarias nacionales. Otras críticas más duras se
al objetivo de maximización de la riqueza de los centran en las importantes distorsiones que sufren
accionistas. La teoría económica neoclásica es al no considerar adecuadamente las diferencias en
concluyente al considerar la maximización una riesgo sistemático, efectos impositivos y conven-
función de utilidad dependiente del beneficio co- ciones contables (Montgomery y Wernerfelt,
mo una hipótesis integrada en el núcleo firme de la 1988; McGuire, Schneeweis y Hill, 1986; Fisher y
Teoría de la Firma. La definición restringida del McGowan, 1983).
desempeño organizativo, limitada a la dimensión Una segunda aproximación al desempeño fi-
financiera o de eficiencia, se ha operativizado ma- nanciero lo ha operativizado tomando indicadores
yoritariamente con medidas unidimensionales rela- de rentabilidad del capital basados en el mercado,
tivas a la rentabilidad del capital. como son la q de Tobin o el market-to-book ratio.
La opción preferida son distintos indicadores Estos índices de rentabilidad económica se han
contables de rentabilidad del capital como la ren- aceptado como indicadores de situaciones de des-
tabilidad económica, la rentabilidad financiera o la equilibrio en mercados específicos o de diferencias
rentabilidad sobre ventas, que continúan siendo competitivas significativas y estables intra-
adoptados en la investigación moderna (i.e., Spa- industriales. Los indicadores de rentabilidad han
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sido considerados como aproximaciones pertinen- del beneficio como objetivo único de la empresa
tes para medir la competitividad expost de la em- es una meta ambigua y difícilmente alcanzable,
presa (Cho y Pucik, 2005; Salas, 1993). La prefe- porque la actuación óptima para una empresa
rencia por medidas económicas (basadas en el depende de los comportamientos de los demás
mercado) de la rentabilidad se justifica por consi- agentes sobre los cuáles existe información im-
derar que reflejan el valor que la empresa es capaz perfecta, y por la incertidumbre que los decisores
de extraer de sus activos mejor que las medidas sufren (Simon, 1959; Cyert y Marh, 1956). Una
contables (Tuschke y Sanders, 2003, p. 640; Ven- segunda crítica sostiene que el beneficio es uno
katraman y Ramanujam, 1986, p. 804; Lubatkin y más de la pléyade de objetivos que puede buscar
Shrieves, 1986, p. 498). Consecuentemente, un la empresa (Cyert y March, 1963, pp.4-16;
número creciente de autores adopta este concepto March y Simon, 1958; Simon, 1947, 1955,
económico de rentabilidad para operativizar el 1964).
desempeño organizativo, ya sea individualmente Esta posición, nacida en el ámbito de la eco-
(i.e., Hawawini, Subramanian y Verdin, 2003; nomía, es rápidamente asumida por investigadores
Goerzen y Beamish, 2003) o en conjunción con pioneros en estrategia (Schendel y Patton, 1978:
medidas contables, es decir, con escalas multi-item 1612), resultando en la admisión de una función
que combinan indicadores de rentabilidad del capi- objetivo multi-criterio que incluye diferentes indi-
tal de naturaleza contable y económica (i.e., Lu y cadores de situaciones de desequilibrio en la in-
Beamish, 2004; Miller, 2004). dustria. Esta nueva perspectiva defiende que no es
Muchos de los trabajos desarrollados con estos realista esperar que un indicador único pueda pro-
criterios de medición unidimensional reconocen veer de una medida válida y fiable de un construc-
las debilidades de las valoraciones utilizadas, aun- to complejo como el desempeño organizativo
que siguen creyéndolas mejores que otras medidas (Chang, 2003, p. 24; Simerly y Li, 2000, p. 40;
(James y Hatten, 1994, p. 148). En otros casos, su Hambrick, MacMillan y Day, 1982). Las críticas a
uso se justifica, simplemente, por ser las únicas las escalas tradicionales de medición del desempe-
públicamente disponibles (Hambrick y Lei, 1985), ño tienen su principal fundamento en que el cons-
reconociendo explícitamente las dudas existentes tructo desempeño es de índole multidimensional
sobre la presunción de que son medidas univer- (Doty, Glick y Huber, 1993; Cameron y Whetten,
salmente válidas y fiables (Robins y Wieserma, [ed.], 1983). Una escala uni-ítem sólo es justifi-
1995; Hambrick, MacMillan y Day, 1982). cable para medir un constructo unidimensional,
Sin embargo, el descontento con el concepto produciendo entonces un error de medida míni-
unidimensional de desempeño limitado al ámbito mo, pero es de valor muy limitado para medir
financiero ha avanzado fuertemente con el desa- conceptos más amplios (Nunnally, 1978). La su-
rrollo de nuevos enfoques teóricos centrados en perioridad de las escalas de medición multi-ítem,
la admisión de la existencia de mercados imper- que permiten explicar una mayor proporción de
fectos. En esta línea, las críticas más constructi- varianza sistemática respecto a la varianza total,
vas han procedido de las Teorías Manageriales o hace que sean estas últimas la fórmula más reco-
Directivistas, basadas en la evidencia de un con- mendable (Churchill y Peter, 1984, p. 363; Chur-
flicto de intereses entre la tecnoestructura (direc- chill, 1979).
ción de la empresa) y los accionistas, acentuado El primer antecedente de este enfoque es los
con la profesionalización de la función directiva; que Machlup (1967, p. 11) llamó “modelos realis-
de la Teoría Económica del Comportamiento, tas de la empresa”, encaminados esencialmente “a
construida sobre la visión de la empresa como complementar, cualificar, restringir o sustituir el
una coalición de participantes; y de la Teoría de objetivo de maximización de los beneficios”. Po-
los Stakeholders. Estas innovaciones teóricas demos citar entre ellos el modelo de Baumol
han insistido en dos consecuencias: la imposibi- (1959, 1977), que sustituye los beneficios por el
lidad de maximizar el beneficio y la existencia crecimiento de las ventas; el modelo de Marris
potencial de distintos objetivos en la empresa. (1964), que adopta como variable a maximizar la
Una primera crítica apunta que la maximización tasa de crecimiento; y el modelo de Williamson
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(1964, 1970), que define las preferencias directivas “calidad total” (i.e., Anderson y Sohal, 1999; Ittner
como el objetivo a maximizar. Los trabajos poste- y Larcker, 1997), donde se preconizan los múlti-
riores han sido enormemente variables a la hora de ples efectos de estas acciones sobre todas las áreas
definir la familia de indicadores. Sin embargo, y grupos de interés de la empresa, sólo midan el
puede concluirse que las opciones dominantes han desempeño a partir de resultados financieros y
sido incorporar a la dimensión financiera, nuevos operativos objetivos; ignorando incluso la medi-
aspectos como el crecimiento (i.e., Peng, 2004), la ción de la dimensión “satisfacción del cliente” que
cuota de mercado (i.e., Tan y Peng, 2003; Luo y constituye un objetivo último primordial del enfo-
Park, 2001) y la productividad (i.e., Richard, Bar- que.
nett, Dwyer y Chadwick, 2004; Ramaswamy, Desde el Enfoque Basado en las Competen-
2001). cias (EBC) se ha señalado que los factores que
Esta crítica introduce un último problema de la reunen en mayor grado los requisitos de un acti-
medición unidimensional del desempeño organiza- vo estratégico (Amit y Schoemaker, 1993; Pete-
tivo: sólo considera los objetivos de los propieta- raf, 1993; Grant, 1991; Barney, 1986, 1991), pu-
rios del capital, ignorando la existencia de diversos diendo pues crear ventajas competitivas sosteni-
grupos de interés en la organización con objetivos bles y apropiarse a largo plazo de rentas diferen-
propios. La tradición económica y los enfoques ciales, son principalmente de naturaleza intangi-
iniciales del pensamiento estratégico partían de la ble (Amit y Schoemaker, 1993, pp. 35-37; Hall,
existencia de objetivos únicos en la empresa, sin 1992; Grant, 1991, p. 119). Sin embargo, los ac-
tomar en cuenta el efecto de la naturaleza política y tivos intangibles presentan el problema de que
social de la empresa entendida como grupo de in- no son directamente observables (Godfrey y
dividuos sobre la lectura del desempeño. La con- Hill, 1995). Esta razón, junto a la dificultad de
secuencia práctica del desarrollo de la Teoría de encontrarles una valoración correcta derivada de
los Stakeholders ha sido la incorporación del que pocas veces tienen un valor de cambio dado,
análisis de los stakeholders al núcleo del análisis provoca su ausencia de los sistemas de informa-
estratégico (Harrison y Caron, 1993; Freeman, ción directiva y contable tradicionales (Hall,
1984). Desde esta óptica, se ha desarrollado un 1992, p. 135; Grant, 1991, p. 119). Consecuen-
creciente abanico de trabajos que han adoptado temente, la medición financiera del desempeño
escalas multidimensionales para medir el desem- en base a información extraída de los estados
peño organizativo, donde se reflejan los objeti- contables no es suficiente, pues ignora la medi-
vos de los distintos stakeholders de la organiza- ción de los resultados cualitativos alcanzados por
ción (Doty, Glick y Huber, 1993; Provost y Led- la empresa derivados de sus competencias distinti-
dick, 1993; Chakravarthy, 1986; Quinn y Rohr- vas más valiosas, su cartera de activos intangibles.
baugh, 1983). Entonces, la medición del desempeño debe consi-
La última novedad aportada por la literatura derar mediciones de los resultados cualitativos de-
hace referencia a la inclusión de dimensiones de rivados de la posesión de estas competencias (Ca-
desempeño no financiero, que abarcan sus ele- misón, 2002; Kald y Wilson, 2000; Eccles, 1991)..
mentos intangibles (Meyer y Gupta, 1994; Ven- Las ideas anteriormente señaladas acerca de
katraman y Ramanujam, 1986; Woo y Willard, una familia de medidas financieras y no financie-
1983). Las medidas unidimensionales no incor- ras son excelentes ejemplos de enfoques macro
poran los efectos de los activos o riesgos intan- que el sistema de medición del constructo desem-
gibles, y pueden entonces dar signos falsos del peño debería reflejar, puesto que incluyen medidas
desempeño de la empresa en el mercado (Martín, del desempeño para todos los stakeholders de la
1997; Gregory, 1993). En este sentido, la medi- organización, recalcan la necesidad de un enfoque
ción del desempeño mediante indicadores financie- estratégico para seleccionar las medidas de desem-
ros presenta frecuentemente un problema de in- peño claves y de la implicación de la alta dirección
congruencia como variable dependiente, con rela- en la identificación de los indicadores de desem-
ción al tipo de efectos que se desean medir. Así, es peño, al tiempo que enfatizan los enlaces entre las
curioso que trabajos basados en el enfoque de la medidas. Cabe así hablar actualmente de un enfo-
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que estratégico de los sistemas de medición del bofsky y Varadarajan, 1987) y empresas que no
desempeño, adecuadamente representado por tra- cotizan en bolsa (i.e., Haber y Reichel, 2005). Ge-
bajos como los de Lockamy y Cox (1994), Mar- ringer y Hebert (1991, pp. 250-251) han agregado
tin (1997) y Rangone (1997). las joint-ventures internacionales. En este tercer
La evolución hacia escalas multidimensionales grupo, se percibe una predilección por medidas
de medición de los resultados empresariales ha subjetivas (Hatfield et al., 1998; Inkpen y Birkens-
contado con un apoyo importante en el creciente haw, 1994; Geringer y Hebert, 1991). Otro pro-
interés de la contabilidad por lograr un enlace más blema a mencionar es la falta de comparabilidad de
sólido entre la contabilidad de gestión y la estrate- las medidas objetivas del desempeño entre distin-
gia. Desde el trabajo de referencia de Simmonds tas industrias (Govindarajan y Fisher, 1990; Gupta
(1981), se ha enfatizado crecientemente esta nece- y Govindarajan, 1984), acentuada por diferencias
sidad, ligada al deseo de que los contables tengan en convenciones contables (Powell, 1992, 1993).a
un papel más prominente en el proceso de evalua- menos que el impacto de los factores relativos a la
ción, control y revisión de la estrategia (Palmer, industria y a la competencia sean controlados.
1992; Ferns y Tipgos, 1988; Salamon, 1985; Ka- Sin embargo, los indicadores subjetivos recogi-
plan, 1984). Este deseo de superar las limitaciones dos a partir de encuestas también tienen proble-
de los sistemas de contabilidad directiva tradicio- mas. Investigadores como Rangone (1997, p.
nales para tratar las cuestiones estratégicas ha pro- 209) y Dess y Robinson (1984) prefieren, siem-
piciado el nacimiento de enfoques como la “conta- pre que sea posible, utilizar medidas cuantitati-
bilidad de dirección estratégica” (strategic mana- vas incluso para evaluar los componentes intan-
gement accounting) (Bromwich, 1990; Pogue, gibles del desempeño organizativo. Una razón
1990; Simmonds, 1981), la “dirección de costes fundamental para esta desconfianza en la objeti-
estratégica” (strategic cost management) (Shank y vidad de las percepciones directivas del desem-
Govindarajan, 1992; Hargert y Morris, 1989) y el peño organizativo cuando procede de un solo in-
desarrollo de medidas del desempeño organizativo dividuo en la organización es su amplio margen
de carácter no financiero (Kaplan y Norton, 1992, de variación, que puede comportar errores de
1993, 1996; Eccles, 1991; Dixon, Nanni y Voll- medida serios (Grant, 1991, p. 121). Las prnci-
mann, 1990; Kaplan, [ed.], 1990). En particular, pales críticas contra la autoevaluación directiva
desde la contabilidad de gestión, diversos trabajos hacen no referencia a los sesgos en las respuestas
(Bromwich y Bhimani, 1994; AECA, 1988; Sim- de los encuestados, cuando son automáticas o
monds, 1981) han planteado la necesidad de que poco reflexionadas, o en los métodos de recolec-
los sistemas de contabilidad de gestión, para apo- ción de la información cuando los cuestionarios
yar el proceso estratégico, deberían aportar más in- no han sido diseñados neutralmente (Camisón,
formación externa, especialmente relativa a la 2005, p. 32). El sesgo en la auto-evaluación ha
competencia, y sobre las competencias de la em- sido observado en muchos grupos de población
presa en relación a los factores clave de éxito en la (Compte y Postlewaite, 2003; Gramzov, Elliott,
industria (Anthony, Dearden y Bedford, 1989; Asher y McGregor, 2003; Squintani, 2003). No
Anthony, 1988; Kaplan, 1983, 1984). obstante, la autoevaluación directiva está bien
El uso creciente de mediciones multidimen- establecida en la literatura desde los trabajos
sionales del desempeño ha ido acompañado del de Geringer y Hebert (1991), Smith, Guthrie y
auge del recurso a evaluaciones subjetivas ex- Chen (1989), Venkatraman y Ramanujam
traídas de la percepción directiva (i.e., Tan y (1987), Dess y Robinson (1984) y Lawrence y
Peng, 2003; Tippins y Sohi, 2003, Lin y Ger- Lorsch (1967), que testaron positivamente su
main, 2003). Una razón principal de este proce- elevada correlación con las medidas objetivas.
dimiento alude a la dificultad para obtener infor- Así se ha ido extendiendo la aceptación de la
mación sobre algunas dimensiones del desempeño, idea que los datos preceptuales están libres
principalmente las de carácter intangible. Dess y de errores de medida serios, y que las medidas
Robinson (1984, p. 265) anotan el problema para objetivas y subjetivas están valorando el mis-
obtener medidas objetivas en dos grupos: unidades mo constructo tanto teórica como empírica-
de negocio de empresas diversificadas (i.e., Du- mente.
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numéricas, porque el uso del lenguaje reduce los LA REDUCCIÓN DE LA ESCALA MEDIANTE EL
sesgos en que incurre el contestante al ser interro- ESTUDIO DELPHI
gado sobre variables complejas y vagas (Rangone, El proceso seguido para el desarrollo de la me-
1997). El modelo más frecuente de escala Likert todología Delphi puede sintetizarse en los siguien-
establece la gradación en relación a la compe- tes puntos.
tencia de la industria, diferenciando desde mu-
cho mejor a mucho peor. El antecedente de este I. Confección del panel de expertos. La consti-
criterio es la escala de tres puntos de Snow y tución del panel se realizó atendiendo a los si-
Hrebiniak (1980), replicada posteriormente por guientes criterios: conocimiento o experiencia en
Venkatraman (1990), Conant, Mokwa y Varada- materias relacionadas con la Estrategia, y conoci-
rajan (1990), Miller y Roth (1994) y Kannan et al. miento de las industrias integrantes de la muestra.
(1999, p. 37) ampliando el número de niveles has- El panel de expertos estuvo formado por 31 perso-
ta cinco o siete. En algún otro estudio (Smith, nas, con la siguiente procedencia: tres académicos
Guthrie y Chen, 1989) la diferenciación lingüística expertos en estrategia, más 28 expertos industria-
de los niveles de la escala se establece según a que les. Se desarrolló con ellos un proceso previo de
tramo de la distribución de la industria por desem- contacto personal, a fin de motivarles en su tarea y
peño pertenezca la empresa, por ejemplo siendo 5 ganar su máxima colaboración.
= pertenencia al 20 % más alto de la distribución II. Confección del cuestionario inicial. Una vez
de empresas, 4 = pertenencia al tramo 20-40 % de determinado el grupo de expertos, se confeccionó
la distribución, y así sucesivamente. el primer cuestionario, formado por los items obte-
En nuestra investigación, hemos optado por nidos en la fase “generación de “ítems a medir”.
medir el constructo desempeño organizativo en ba- Dicho cuestionario fue organizado en 6 partes, re-
se a una escala multi-item linguística subjetiva, flejando en cada una de ellas la lista de ítems ini-
construida a partir de la auto-clasificación de los cialmente propuesta para medir todas las dimen-
directivos de su empresa en relación a sus compe- siones del constructo. Una vez confeccionado el
tidores. Se utilizó una escala tipo Likert con una cuestionario, fue entregado al panel de expertos so-
amplitud de cinco puntos, donde 5 = sobresaliente, licitándoles que indicasen su opinión acerca del
mucho mejor que la competencia, 4 = notable, por grado de acuerdo/desacuerdo con la utilización de
encima de la competencia, 3 = normal, en el pro- los distintos items para evaluar el constructo. La
medio de la competencia, 2 = malo, por debajo de valoración se realizó mediante una escala tipo Li-
la competencia y 1 = muy malo, somos los peores kert de cinco puntos, donde la respuesta 1 signifi-
dentro de la industria. caba “estar totalmente en desacuerdo en incluir el
ítem en la escala” y 5 “estar totalmente de acuerdo
en mantener el ítem en la escala”. Junto al cuestio-
GENERACIÓN DE LOS ATRIBUTOS DE LA ESCALA nario se les entregó un anexo donde se les solicita-
DE MEDICIÓN
ba que especificasen las modificaciones (cambios
La generación de items para la escala de medi- o inclusión de nuevos) que consideraran oportunas
ción del desempeño organizativo se ha basado en tanto de los items como de las dimensiones teóri-
la revisión de la literatura en Estrategia, Teoría de cas, para adecuar lo más posible el cuestionario a
la Organización, Marketing y Contabilidad. El re- la medición de cada constructo.
sultado total de esta fase del proceso fue un amplio III. Reducción de los items y dimensiones de las
listado de 302 items, que recogían con precisión escalas. Para la reducción de la escala, se siguieron
todos los aspectos de cada una de las seis dimen- los criterios ahora expuestos: a) eliminación de los
siones del desempeño. items con un menor grado de acuerdo (media infe-
Para que el instrumento de medida pueda ser rior a 4); b) eliminación o reformulación de los
aplicable a la investigación empírica, procedimos a items con una mayor dispersión en las respuestas,
purificar y realizar una reducción de items, utili- bajo la premisa de que una mayor dispersión equi-
zando la técnica Delphi con base a un panel de ex- vale a una interpretación confusa del ítem por el
pertos (Malhotra, 1981) y, posteriormente, la reali- panel; c) inclusión de nuevos items sugeridos por
zación de un cuestionario pre-test. el grupo de expertos; d) agrupación de aquellos
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items considerados por los expertos como simila- mero de indicadores a uno en las dimensiones rela-
res o no suficientemente excluyentes; e) cambio de tivas a la satisfacción de los empleados y al impac-
dimensión de aquellos items que, a juicio de los to social condujo a una estructura dimensional
expertos, debían ser incluidos en otras dimensio- muy descompensada, que se ha buscado equilibrar
nes. integrando estas dos dimensiones con la satisfac-
Este proceso de reducción de la escala permitió ción de los clientes en un componente común refe-
reducir el número de items inicialmente definidos rido “satisfacción de los stakeholders”. La dimen-
a una cantidad manejable en el estudio empírico, sionalización final de la escala quedó como indica
que al tiempo gozan de un alto grado de consenso la tabla 2.
del panel de expertos (situándose la importancia El instrumento de medición del constructo
media de cada ítem en 4.37). La tabla 1 recoge el desempeño organizativo (tabla 3) consta de 24
esfuerzo de reducción de la escala desde su listado variables. La escala ha intentado valorar, tanto
inicial al cuestionario final. La reducción del nú- los indicadores objetivos clásicos de corte eco-
Tabla 1.- Tamaño de la escala de medición del constructo desempeño antes y después de la reducción
de la escala (número de ítemes) con el método Delphi
DIMENSIONES DEL CONSTRUCTO DESEMPEÑO
ESCALA
TOTAL Satisfacción Satisfacción Resultados Eficiencia Impacto Capacidad
clientes empleados financieros operativa social de competir
Tamaño inicial 302 30 26 72 81 23 70
Tamaño final 24 2 1 11 2 1 7
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desarrolló una segunda validación, buscando propiedades: capacidad o poder de diagnóstico, pa-
contrastar la robustez de la escala a diferentes rametrización escueta o simplicidad, fiabilidad y
opciones metodológicas y, subsiguientemente, validez.
su validez general. Concretamente, se decidió es-
timar su sensibilidad respecto a la naturaleza de 1) Capacidad o poder de diagnóstico de la es-
la muestra. En este caso, se tomó ahora como cala. Junto al análisis desarrollado para elegir la
universo las medianas y grandes empresas de escala multidimensional más apropiada para medir
servicios ubicadas en España de los siguientes el desempeño de una empresa centrado en criterios
sectores: hotelería, restauración, bancario, segu- psicométricos, autores como Perreault (1992) su-
ros, transporte, consultoría y otros servicios. Del gieren que puede ser conveniente incorporar otros
total de la población objeto de estudio se selec- criterios prácticos; concretamente, se ha sugerido
cionó una muestra aleatoria mediante un proce- como elemento adicional de examen el valor de
dimiento de muestreo estratificado. La selección diagnóstico de las escalas. Entendemos por poder
de la muestra se realizó a partir del directorio de de diagnóstico de una escala, la cantidad de infor-
empresas denominado Duns 50.000 principales mación útil que un instrumento aporta a la toma de
empresas españolas, edición 2000, en el cual la decisiones. La importancia de considerar este indi-
población de los sectores considerados supone cador nace del riesgo de que la ausencia de infor-
un total de 1.044 empresas. El método de reco- mación útil pueda llevar a errores en la adopción
lección de datos utilizado fue la entrevista personal de decisiones directivas y/o a asignaciones de re-
al director general de la organización. Este proceso cursos poco eficaces. No existe indicador estadísti-
permitió alcanzar un total de 152 cuestionarios co alguno que mida el poder de diagnóstico de una
respondidos, todos ellos considerados válidos. La escala. Se trata de un juicio subjetivo del investi-
tabla 5 recoge la ficha técnica de este segundo es- gador, basado en la valoración de la cantidad y ca-
tudio empírico. lidad de la información útil que el instrumento re-
coge. En nuestra opinión, la escala multi-ítem sub-
Tabla 5.- Ficha técnica del estudio empírico sobre la jetiva es un instrumento de medición del construc-
población de empresas de servicios españolas to desempeño que aporta una gran cantidad de in-
Medianas y grandes empresas de formación útil. Frente a las clásicas escalas uni-
servicios españolas de los secto-
res hotelero, restauración, banca-
item, mejora la información por ser multidimen-
Universo sional. Frente a la escala multi-ítem objetiva, valo-
rio, seguros, transportes, hospita-
lario, consultoría y otros servi- ra todas las dimensiones del desempeño, especial-
cios
Obtención de información Entrevista personal
mente aquellas relacionadas con las competencias
Encuestados Director general distintivas de la empresa, enriqueciendo así la in-
Tamaño muestral 152 empresas formación disponible para evaluar el desarrollo de
± 7.0% (intervalo de confianza la estrategia y la competitividad de la organiza-
Margen de error estadístico
del 95.5%)
Muestreo aleatorio estratificado ción.
Procedimiento de muestreo con afijación proporcional por 2) Parametrización escuesta o simplicidad de
sector la escala. La propiedad de parametrización es-
Fecha del trabajo de campo Junio-julio 2000
cueta o simplicidad apunta la necesidad de que la
escala sea lo más escueta o simple posible. La
escala debe entonces contener un número redu-
LA EVALUACIÓN DE LA ESCALA:
cido de items portadores de información relevan-
PROPIEDADES PSICOMÉTRICAS A
te y no redundante. Con este fin, hemos utilizado
CUMPLIR
el coeficiente alfa de Cronbach. La parametriza-
Cualquier escala de medición tiene que ser útil ción escueta de la escala de medición subjetiva
para recoger información sobre el constructo a del constructo desempeño organizativo, en el ca-
evaluar, y además dicha información debe ser ob- so de la muestra de empresas industriales espa-
tenida por el procedimiento más exacto y fiel posi- ñolas, se ha podido comprobar al observar que la
ble con la realidad. Entonces, debe cumplir cuatro eliminación de cualquiera de los ítems que la
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tiempo transcurrido entre las dos medidas fue de de medida ha sido adecuado (Peter y Churchill,
45 días, considerado suficientemente largo como 1986, p. 1). La validez de contenido de una escala
para evitar que la primera medida influya sobre es difícil de comprobar, porque no existe un crite-
la segunda (por el efecto recuerdo o el desagrado rio objetivo para evaluarla, dado que se trata de un
de tener que volver a contestar lo mismo), pero concepto cualitativo que depende en gran medida
suficientemente corto como para que el contexto del criterio subjetivo de los investigadores (Bollen,
no cambie (evitando el riesgo de que distintas 1989, p. 185). Por esta razón, el investigador, a fin
valoraciones sí que se correspondan con cambios de conseguir una mejor validez de contenido, debe
en el propio constructo). Los participantes en es- tener en cuenta el estado de la cuestión en la co-
te ejercicio de “re-test” fueron finalmente 183, munidad científica, minimizando las críticas que se
de los cuales seis hubieron de ser rechazados por le puedan formular. Un procedimiento utilizado
defectos de forma o inconsistencias de fondo, habitualmente es comprobar si el proceso seguido
quedando pues la tasa final de respuesta al “re- en la construcción de la escala se adecúa a los cri-
test” en un 70.8 %. El contraste de la exactitud de terios sugeridos por la literatura, tanto a la metodo-
la escala de medición del desempeño organizativo logía utilizada como a las técnicas y coeficientes
por el método de re-test confirmó la fiabilidad de adoptados.
la escala construida (coeficiente de fiabilidad de En relación a la metodología utilizada, esta in-
0.84), superando holgadamente el valor mínimo de vestigación ha sido desarrollada siguiendo las re-
0.70 que Nunnally (1978) establece para los ins- comendaciones propuestas por Churchill (1979).
trumentos de medición que están en fase experi- Por otra parte, esta metodología, con adaptaciones,
mental. Hemos comprobado también la inexis- ha sido utilizada por un amplio conjunto de autores
tencia de sesgos de no-respuestas en las princi- en la construcción de escalas de medición de cons-
pales variables medidas, comparando el primer y tructos clave en Teoría de la Estrategia, lo que re-
el cuarto cuartil en función de la fecha de recep- afirma su adecuación en el desarrollo de la escala
ción del cuestionario (Armstrong y Overton, de medida. Las fases fundamentales que se propo-
1977). nen en la figura 1 han sido cumplidas en el desa-
4) Validez de la escala. La validez de una me- rrollo de la escala, con lo que se puede afirmar que
dida hace referencia al grado en que tal proceso de desde el punto de vista de la metodología emplea-
medición está libre de error, tanto sistemático co- da, el instrumento cumple los requisitos de validez
mo aleatorio. A diferencia de lo que ocurre con la de contenido. Respecto a las técnicas o coeficien-
fiabilidad, no existe estadístico alguno que propor- tes, el desarrollo de las escalas ha utilizado los ins-
cione un índice general de validez de las inferen- trumentos habitualmente empleados en este tipo de
cias realizadas sobre las puntuaciones. La validez investigación, como son la revisión de la literatura,
de una escala no puede ser estimada directamente, los coeficientes alfa de Cronbach o el análisis fac-
sino que únicamente puede ser inferida mediante torial confirmatorio. Cuando se han introducido
las denominadas “estrategias relacionadas con la otros elementos diferentes a los explicitados por
validez”, que intentan inferirla a partir de la forma Churchill (1979), éstos han sido en todos los casos
en que ha sido creada, de su relación con las medi- adaptados de investigaciones anteriores sobre esca-
das de otras variables o de su habilidad para prede- las de medida, como es el caso de la metodología
cir cuestiones específicas. Tres son pues los tipos Delphi para la reducción de la escala (Malhotra,
básicos de validez: a) el proceso empleado en la 1981) o del método de re-test para evaluar la fiabi-
creación de la escala, o validez de contenido; b) los lidad de la escala (Conant, Mokwa y Varadarajan,
resultados que la teoría predice sobre el compor- 1990).
tamiento del constructo, o validez interna o de La validez de constructo se dirige a comprobar
constructo; c) la adecuación entre las relaciones que el instrumento de medida representa realmente
entre los constructos teóricos y las relaciones entre y está midiendo el fenómeno estudiado, de modo
las medidas, o validez externa o de criterio. que las relaciones entre la variable evaluada y otras
La validez de contenido indica que el procedi- variables observables relacionadas son consistentes
miento seguido para el desarrollo del instrumento con las predicciones teóricas (Bollen, 1989, p.
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188). La forma más habitual de operativizar la va- medir las dimensiones cuantitativas del desempe-
lidez de un constructo es con la validez convergen- ño, tradicionalmente reservadas a indicadores obje-
te y la validez discriminante (Peter, 1981, p. 137). tivos.
Se dice que un constructo tiene validez conver- La réplica de la validez convergente tomando
gente cuando la medida que se evalúa tiene una al- la base de empresas de servicios españolas se ob-
ta correlación con otras medidas que evalúan el tuvo mediante la realización de un análisis facto-
mismo constructo (Churchill, 1979, p. 70). La rial confirmatorio. Los resultados obtenidos son
comprobación de la validez convergente de la me- óptimos, siendo todos los parámetros significati-
dición del constructo desempeño organizativo, en vos para p<0.001; además, las cargas factoriales
el caso del estudio sobre la base de empresas in- estandarizadas son grandes, la mayoría superio-
dustriales españolas, se obtuvo a través del cálculo res a 0.6 siendo las restantes superiores a 0.4
de la correlación entre los resultados obtenidos (mínimo sugerido por Hair, Anderson y Tatham,
(número ocupado por cada empresa en el ranking 1987), salvo V15 y V16. Los indicadores de la
de desempeño de la muestra) aplicando dos escalas bondad del ajuste son excelentes, es decir, supe-
construidas objetiva y subjetivamente (y que inte- riores a 0.9 (tabla 9).
graban aquellos indicadores de lois que se hiceron La validez discriminante indica en qué grado
mediciones de ambas formas), procedimiento se- dos medidas desarrolladas para medir constructos
guido previamente por autores como Powell similares pero conceptualmente diferentes están re-
(1992, 1993). El cálculo de las correlaciones se ha lacionadas (Bearden, Netemeyer y Mobley, 1999).
efectuado mediante el coeficiente rho de Spear- En un primer momento, la validez discriminante se
man. El valor obtenido (0.89) muestra la existencia ha contrastado mediante los coeficientes de corre-
de una correlación significativa y fuerte entre los lación de Pearson entre los resultados de la escala
resultados obtenidos por las dos escalas. Una se- de medida y los constructos “calidad percibida” y
gunda prueba de correlación se obtuvo comparan- “fortaleza tecnológica”3. La elección de estos cons-
do las dos escalas para ciertos indicadores (tabla tructos, y no otros, se debe a los efectos o relacio-
8)2. Para la comparación, se equipararon las califi- nes causales que deben existir entre ellos, puesto
caciones subjetivas 4 y 5 a valores cuantitativos que son constructos que intermedian e influyen en
superiores a la media de la competencia en porcen- las relaciones entre la estrategia y el desempeño
tajes inferior y superior al 25 % respectivamente; y organizativo. Atendiendo a las relaciones teóricas
las calificaciones 2 y 1 a valores cuantitativos infe- entre los constructos, sus correlaciones con los re-
riores a la media de la competencia en porcentajes sultados de las escalas de medición del desempeño
inferior y superior al 25 % respectivamente. Los organizativo deben ser positivas, pero menores que
resultados indican la existencia de una correlación las obtenidas entre los resultados de los distintos
significativa entre ambas mediciones en todos los modelos de operativización y medición del desem-
items estudiados. Por tanto, hay evidencia empírica peño (recordemos que era 0.89). Se observa efecti-
sólida de la idoneidad de la escala subjetiva para vamente (tabla 10) que las escalas de medida co-
Tabla 8.- Coeficientes de correlación entre las mediciones objetiva y subjetiva de indicadores del de-
sempeño organizativo, tomando la base de datos de empresas industriales españolas
ESCALA SUBJETIVA
ESCALA OBJETIVA
R1 R2 R3 R4 R5 R6 R7 R10 R11 R13 R14
R1. Rentabilidad económica media 0.91
R2. Rentabilidad financiera media 0.93
R3. Rentabilidad media en ventas 0.93
R4. Margen bruto de explotación medio 0.90
R5. Crecimiento medio de ventas 92-96 0.87
R6. Crecimiento medio intern. 92-96 0.81
R7. Ganancia cuota de mercado 92-96 0.89
R10. Creación de riqueza 0.70
R11. Productividad del trabajo 0.71
R13. Solvencia financiera 0.79
R14. Liquidez financiera 0.81
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Tabla 9.- Análisis factorial confirmatorio de la escala subjetiva de medición del desempeño organizativo,
tomando la base de datos de empresas de servicios españolas
Variables λ t λ estandarizable
1. Rentabilidad económica media 1,000 - 0,718
2. Rentabilidad financiera media 1,010*** 5,544 0,706
3. Rentabilidad media en ventas 1,113*** 5,258 0,767
4. Porcentaje beneficio sobre ventas 0,897*** 5,456 0,663
5. Crecimiento medio anual ventas (1996-2000) 0,798*** 5,785 0,573
6. Ganancia de cuota de mercado 0,647*** 5,668 0,478
7. Crecimiento esperado en ventas de los próximos 3 años 0,628*** 5,386 0,493
8. Crecimiento esperado internacional de los próximos 3 años 0,724*** 6,531 0,424
9. Creación de riqueza 0,928*** 5,371 0,686
10. Productividad del trabajo 0,837*** 5,744 0,601
11. Eficiencia en costes 0,900*** 6,545 0,656
12. Solvencia financiera 1,082*** 6,136 0,673
13. Liquidez financiera 1,026*** 6,034 0,662
14. Satisfacción de los clientes 0,596*** 5,618 0,441
15. Satisfacción de los empleados 0,434*** 4,974 0,340
16. Contribución socio-económica a la sociedad y entorno 0,459*** 5,629 0,308
17. Fortaleza competitiva española 1,055*** 5,889 0,642
18. Fortaleza competitiva europea 1,044*** 6,267 0,532
19. Fortaleza competitiva mundial 0,993*** 6,769 0,541
20. Posición competitiva en precios frente competencia interna 0,753*** 5,811 0,541
21. Posición competitiva en precios frente competencia externa 0,645*** 5,896 0,451
22. Posición competitiva en calidad frente competencia interna 0,867*** 5,613 0,632
23. Posición competitiva en calidad frente competencia externa 0,661*** 5,855 0,468
Significatividad: p < 0,05* , t > 1,96; p < 0,01**, t > 2,576; p < 0,001***, t > 3,291.
Indicadores de la bondad del ajuste: LISREL GFI = 0,937; LISREL AGFI = 0,925; Root Mean Squared Residual (RMR) = 0,055.
Tabla 10.- Coeficientes de correlación entre el ins- queda confirmada, siendo la validez discriminan-
trumento de medición del desempeño organizativo y te de la escala positivamente replicada (tabla 11).
las variables de contraste “calidad percibida” y “for- La validez de criterio evalúa en qué medida
taleza tecnológica”, tomando la base de datos de em- la escala es útil para predecir otros conceptos
presas industriales españolas (criterios). Debe haber pues una relación empíri-
Calidad Fortaleza ca entre ambos (medida y criterios), aunque que
percibida tecnológica
Desempeño organizativo 0,3857 0,5038 se entienda realmente o no la base teórica de di-
cha asociación no es relevante para constatar es-
rrelacionan más entre sí que con las variables de te tipo de validez. Habitualmente, no es extraño
contraste elegidas. Los resultados indican pues que que se confunda este tipo de validez con la vali-
los constructos se comportan como la teoría predi- dez de constructo, explicada anteriormente, dado
ce, lo que permite afirmar que las escalas presentan que la misma correlación puede servir para am-
validez discriminante. bos propósitos, aunque es importante puntualizar
En la réplica, se evaluó la validez discrimi- que son dos tipos de validez diferentes. La dife-
nante a través del cálculo de los coeficientes de rencia relevante estriba más en la intención del
correlación de Pearson entre los resultados de la investigador que en el valor que se obtenga, da-
escala de medida del desempeño organizativo y do que la validez de constructo se apoya real-
el constructo “competencias distintivas”4. La mente en una teoría perfectamente especificada.
elección de este constructo se debe a los efectos El test habitual para constatar la validez de crite-
o relaciones causales que deben existir entre rio suele ser calcular el coeficiente de correla-
ellos, puesto que desde el EBC se argumenta que ción entre el criterio y la escala. La observación
las competencias distintivas en las diferentes de las correlaciones entre la escala de medición
áreas de la organización son las fuentes de rentas del desempeño organizativo y la variable criterio
económicas. La validez discriminante queda seleccionada (competencias distintivas) son posi-
confirmada si el alpha de Cronbach para cada tivas y significativas (tabla 11). Podemos pues
escala es superior a cualquiera de las correlacio- afirmar que existe apoyo estadístico para demos-
nes de dicha escala con el resto. Esta condición trar la posesión por el instrumento subjetivo de
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Tabla 11.- Matriz de correlaciones y coeficientes alpha de Cronbach, tomando la base de datos de empresas
de servicios españolas
F1 F2 F3 F4 F5
CD en Marketing (F1) 0,9535
CD en producción de servicios (F2) 0,753** 0,9674
CD en dirección (F3) 0,490** 0,595** 0,9188
CD en organización y recursos humanos (F4) 0,573** 0,581** 0,708** 0,9672
Desempeño organizativo (F5) 0,581** 0,557** 0,372** 0,451** 0,9139
** P ≤ 0,001; α de Cronbach en la diagonal principal.
medición del desempeño organizativo de validez seguir un instrumento con un notable grado de
externa. simplicidad o de parametrización escueta.
Las escalas construidas han sido puestas a
prueba posteriormente para evaluar su cumpli-
CONCLUSIONES miento de las características psicométricas y de
En este estudio se ha construido y validado una diagnóstico de los instrumentos de medición, así
escala de medición del desempeño organizativo, como su valor en la investigación empírica. Con
que intenta reflejar su carácter multidimensional este fin, el trabajo abarcó una primera validación
integrando los efectos intangibles de la creación de empírica y una réplica posterior con distintas ca-
valor y los objetivos de los distintos grupos de in- racterísticas metodológicas. Se ha comprobado la
terés relacionados con la organización, junto a los fiabilidad de la escala mediante el análisis de la
indicadores clásicos del desempeño financiero y en consistencia interna de los instrumentos a través
el mercado. El proceso seguido para el desarrollo del cálculo del alfa de Cronbach y de su estabili-
de las escalas ha seguido los procedimientos esti- dad mediante el procedimiento de re-test; las for-
mados como más rigurosos en ciencias sociales, mas multi-ítem de operativización del constructo
incluyendo un Estudio Delphi, para la reducción y presentan valores de alfa elevados, aunque con di-
validación de los ítems que las componen. ferencias significativas entre ellos. El instrumento
A nivel de conceptualización, la definición del de medición del desempeño organizativo presenta
dominio y de las dimensiones del constructo des- validez de contenido, al haber sido construido si-
empeño organizativo se ha realizado a partir de la guiendo los dictados de la literatura al respecto, va-
revisión de la literatura existente. La definición de lidez convergente y validez discriminante.
desempeño ha partido de las aportaciones de la En conclusión, los resultados obtenidos res-
Teoría de los Stakeholders, considerando los obje- pecto al cumplimiento de las características psi-
tivos de los distintos grupos de interés internos y cométricas y de valor de diagnóstico son satis-
externos a la organización, así como del Enfoque factorios, alcanzando en el ranking de calidad de
Basado en las Competencias, incluyendo indicado- escalas de medida propuesto por Robinson, Sha-
res que reflejen los resultados producidos por la ver y Wrightsman (1991, pp. 12-13) la máxima
cartera de activos intangibles estratégicos de la or- categoría reservada para medidas ejemplares. El
ganización. La definición del dominio del cons- instrumento de medición ha aportado resultados
tructo se completa con la operativización del significativos, que consolidan su valor para la
concepto, estableciendo el listado de indicadores estimación del constructo que representan.
que permiten medir todas las dimensiones del La medición del desempeño organizativo, ba-
constructo. Tras generar para cada dimensión un sada en la autoevaluación de la dirección en
listado exhaustivo de indicadores que permitiesen comparación con sus competidores, se revela
medir íntegramente todas sus consecuencias, se ha como un procedimiento fiable y válido de esti-
buscado configurar un instrumento aplicable para mación de los resultados empresariales, guar-
la investigación empírica, reforzando la fase de dando además una alta correlación con la medi-
reducción de la escala con el procedimiento re- ción de la escala objetiva. La comprobación de
test y con un Estudio Delphi. La aportación del la validez convergente, mediante la demostra-
panel de expertos, procedentes tanto del mundo ción de un alto grado de afinidad entre las medi-
académico como profesional, ha permitido con- das objetivas y subjetivas de los resultados eco-
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