Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
LA SITUACIÓN COMUNICATIVA.
ÍNDICE.
1. INTRODUCCIÓN.
2. EL PROCESO DE COMUNICACIÓN.
3. MODELOS DE COMUNICACIÓN.
4. LOS ELEMENTOS DEL PROCESO DE COMUNICACIÓN SEGÚN LA
ETNOGRAFÍA DEL HABLA
5. LA SITUACIÓN COMUNICATIVA.
7. CONCLUSIÓN.
8. BIBLIOGRAFÍA Y APLICACIÓN DIDÁCTICA.
1. INTRODUCCIÓN.
Los sistemas lógicos están formados por los códigos semiológicos que sirven para
traducir las experiencias objetivas y las relaciones del hombre con el mundo. Estos
sistemas se subdividen en tres tipos: paralingüísticos o sustitutivos (escritura alfabética, el
morse, lenguaje del abanico, proxemia, etc.), prácticos (el código de circulación) y
científicos (anotaciones algebraicas, formulación química).
Para comprender los sistemas estéticos haya que partir de los dos mundos antitéticos
de presentación de la experiencia: una experiencia lógico que se refiere a la percepción
objetiva del mundo exterior y otra experiencia afectiva o estética que es el resultado del
análisis subjetivo de esa misma realidad. Estos sistemas no se pueden someter a una
clasificación racional, en este grupo están incluidos los sistemas que valoran las artes
pictográficas, escultóricas, musicales, literarias…
2. EL PROCESO DE LA COMUNICACIÓN.
1
antropólogos y sociólogos ven la comunicación como un sistema (un proceso en el que los
interlocutores participan. Un individuo no se comunica, no es el autor de la comunicación,
sino que participa en ella. En tanto que sistema en uso hay que entenderla como un
intercambio social.
El receptor recibe, descodifica e interpreta el mensaje. Hay que distinguir, por una
parte, a la(s) persona(s) a quienes se dirige la información emitida (DESTINATARIO); por
otra, a aquél o aquello que vuelve a convertir las “señales” de determinado tipo en mensaje
(por ejemplo, receptor de radio) y, finalmente, a la(s) persona(s) que realizan la
descodificación e interpretación del mensaje, que pueden ser distintas del destinatario.
2
El canal es el soporte físico del mensaje, que incluye tanto el medio a través del cual
circula el mensaje desde el emisor al receptor como los sentidos mediante los que se lleva a
cabo la emisión y la recepción. Hay canales naturales y canales artificiales.
Según la relación que se establece entre emisor y receptor, se distinguen dos tipos de
procesos comunicativos: unilaterales (en los que el receptor no puede a su vez convertirse
en emisor dentro del mismo acto comunicativo y por el mismo canal) y bilaterales (en los
que se lleva a cabo la interacción verbal a través del mismo canal).
3. MODELOS DE COMUNICACIÓN.
Su modelo asume que la comunicación es un proceso lineal en el cual una fuente (F) envía
un mensaje directa o intencionadamente por medio de un transmisor (T) a un receptor (R),
éste lo recibe y es comprendido por el destinatario (D). El mensaje para poder ser captado y
comprendido debe ser enviado por un canal de comunicación y estar elaborado en un
código compartido. Este proceso de comunicación tendrá un resultado: que una persona
3
obre en consecuencia con la información recibida, que una máquina realice una operación
según la orden que ha recibido.
Esto le sirve para reflexionar sobre las funciones del lenguaje profundizando en el trabajo
anterior de Karl Buhler. Partiendo del lenguaje como sistema de comunicación determina
las siguientes funciones:
- Función referencial. Define las relaciones entre el mensaje y la idea u objeto al que se
refiere. Se orienta hacia el referente pues se trata de dar una información objetiva de
éste.
- Función emotiva o expresiva. Define las relaciones entre el hablante y el mensaje.
Expresa la actitud del emisor ante lo que está transmitiendo. Está presente en los
mensajes subjetivos en los que el emisor expresa su punto de vista ante un hecho o sus
sentimientos.
- Función conativa. Define las relaciones entre el hablante y el oyente. Es de naturaleza
exhortativa, tiene por objeto conseguir una reacción (respuesta verbal o no verbal).
- Función fática. Corresponde a la acentuación del contacto y se manifiesta en mensajes
que sirven para establecer si el canal funciona y captar y mantener la atención del
interlocutor.
- Función metalingüística. Sirve para situar al signo en el código donde adquiere valor
comunicativo. El referente de la comunicación es el código lingüístico.
- Función poética. Se define como la relación del mensaje con él mismo. Se da
esencialmente en las artes en las que el referente es el mensaje que deja de ser un mero
instrumento para convertirse en objeto de la comunicación.
4
Todas estas funciones pueden concurrir simultáneamente en un acto comunicativo,
mezcladas en diversas proporciones y con preponderancia de unas sobre otras según la
intención comunicativa y el tipo de mensaje que se desea transmitir.
5
domina el código que ha utilizado A, la comprensión queda excluida, y si el conocimiento
del código por parte de B es deficiente, la comprensión sólo resulta parcial.
GERBNER. Hacia los años cincuenta, empezó a cuestionarse si aspectos como las
actitudes y la percepción individual debían ser considerados como ruidos tal como
propugnaban Shannon y Weaver. Gerbner consideraba estos aspectos como hechos
fundamentales de la comunicación humana. Su teoría parte de la idea de que los seres
humanos están constantemente realizando elecciones sobre qué información deben
transmitir, qué canal y código emplearán para la transmisión. La elección final del mensaje
que envían viene determinada por la forma en que cada individuo percibe un
acontecimiento dado y por lo que considera importante para comunicar sobre tal suceso.
La elección del tipo de canal viene determinada por la importancia del mensaje o
por tipo de información que se desea transmitir.
6
4. LOS ELEMENTOS DEL PROCESO DE COMUNICACIÓN SEGÚN LA
ETNOGRAFÍA DEL HABLA
5. LA SITUACIÓN COMUNICATIVA.
Los términos contexto y situación aparecen con frecuencia como sinónimos en algunas
teorías lingüísticas. Valga como ejemplo la definición de Urrutia, quien no distingue entre
contexto y situación. Este autor considera que el contexto, aunque no es un componente
intrínseco a la comunicación, si es un factor determinante en la interpretación correcta de la
comunicación. De un modo general, entiende por contexto todos aquellos factores
extralingüísticos o externos al código que rodean a un acto de comunicación. Distingue dos
acepciones de la palabra: contexto en el mensaje mismo y contexto del acto de la
comunicación.
7
La postura más generalizada es establecer la siguiente distinción: el contexto se define
como el entorno lingüístico que rodea al acto comunicativo, mientras que la situación
corresponde al entorno extralingüístico en que se produce un mensaje comunicativo.
No obstante la ampliación del concepto de texto llevada a cabo por autores como
Schmidt (según él por el término texto puede designarse todo aquello que es lenguaje en
forma comunicativa o social, es decir, referida al interlocutor) hace necesario constatar
como relaciones del contexto lingüístico las establecidas en el orden social, histórico,
religioso, comunicativo...del texto. A este tipo de consideraciones contextuales de indole
vital, que exceden de los límites físicos captables de la lingüística del texto producido,
hablado o escrito, se les conoce como con-textuales.
8
La situación es la toma de posición comunicativa que adoptamos las personas en una
circunstancia determinada, seamos emisores o receptores. Está motivada por el estado de
ánimo, por las necesidades o intereses que nos llevan a tomar postura y actuar emitiendo
mensajes, interpretándolos, elaborando un discurso o ejerciendo una serie de acciones que
tienden a canalizar el momento que vivimos. Por lo tanto, de la situación se deriva el
estímulo interno o externo que pone en marcha el proceso de comunicación. La situación la
creamos al comunicarnos con los demás, o nos viene dada por las intenciones
comunicativas.
6. CONCLUSIÓN.
Las palabras suelen tener varios significados o acepciones, de las que el lector tendrá
que seleccionar el más adecuado en cada contexto lingüístico para que el proceso de
comunicación se lleve a cabo con éxito. Por ejemplo, en un libro de zoología, la palabra
“hato” hará referencia a “animal”; en el caso de un texto de mecánica del automóvil, la
selección más lógica será la de “tornillo para calzar un coche”.
También hay que tener en cuenta que una misma palabra puede recibir una carga
connotativa muy distinta en virtud de la circunstancia a que haga referencia el entorno
lingüístico en que se inscribe dicho término. Por ejemplo, la palabra “tigre”, hablando la
selva, connota “libertad” y “ferocidad”: en el zoológico simboliza el “cautiverio” de un
animal salvaje; y en el circo el “amaestramiento” de una fiera. Pero esta palabra puede
aparecer en contextos lingüísticos más inusitados; así podría aparecer en boca de una
persona que dijera –tengo un tigre en casa-, con un sentido de extravagancia; o como
metáfora publicitaria; “ponga un tigre en su motor”.