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Raquel Fossati /
Paul Klee /
La Pupila Arte «degenerado» /
José María Pelayo /
Eva Díaz Torres /
Arte español moderno
en Uruguay /
7 Paul Klee
10 Arte «degenerado»
16 José María Pelayo Ejemplar de distribución gratuita
www.revistalapupila.com
23 Eva Díaz Torres
28 Arte español moderno en Uruguay
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Redactor responsable: Gerardo Mantero. Directores: Óscar Larroca (larroca1@adinet.com.uy) y Gerardo Mantero (revistamantero@gmail.com).
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CULTURA DE SALTO, CASA DE LA CULTURA DE ARTIGAS, CASA DE LA CULTURA DE LAS PIEDRAS, CASA DE LA CULTURA DE MALDONADO, MUSEO DE SAN JOSÉ, MUSEO AGUSTÍN
ARAÚJO DE TREINTA Y TRES, CASA DE LA CULTURA DE LIBERTAD, SOA, FUNDACIÓN LOLITA RUBIAL y CENTROS MEC DE TODO EL PAÍS.
Hablar de arte contemporáneo siempre es polémico y confuso; se nos presenta una nube
de ideas propias y ajenas que mezclan desde la capacidad técnica de realización, el prota-
gonismo de la dimensión conceptual, la crítica al circuito legitimador, el rol del artista, la
importancia del escándalo y los medios de comunicación, la fama vacua, la idea de que ya
no hay nada nuevo para hacer... En fin, un descreimiento generalizado que activa los prejui-
cios inmediatamente.
S
in intentar hacer una defensa del arte las mismas palabras que enuncian. Así, lo tal es el criterio de novedad, la presencia
contemporáneo, nos proponemos posmoderno nos marca una relación de de un objeto industrial puesto en la circula-
suspender esta primera reacción y afirmación y de negación con el pasado ción artística. Sin embargo, persisten otros
acercarnos a este fenómeno, reposicionan- moderno, entonces encontramos muchos elementos no contemporáneos, como el
do la mirada de la mano de tres claves de textos que intentan definir el fenómeno modo de recepción que continúa estructu-
lectura que nos permitan arrojar nueva luz artístico actual por medio de un mecanis- rándose en las mismas claves del arte rena-
a lo ya conocido. mo de oposición con otra cosa: lo que es, centista: contemplación, distancia, quietud
Los autores que proponemos son fruto de es porque no es lo otro. Pero ¿podemos y silencio. ¿Serán estos los regímenes de
nuestros propios recorridos y de cierta es- acercarnos así de manera genuina a lo que contemplación actuales de las piezas con-
tabilización que encontramos en el diálogo es? Nos ayuda pero nos inhabilita la mirada. temporáneas?
entre ellos. Lo interesante resulta en que Como producto de este posicionamiento En este sentido, algunas precisiones del
no todos ellos escriben específicamente aparecen ideas como que en el arte actual filósofo Boris Groys1 son de utilidad para
sobre arte contemporáneo, sino que son todo vale. Todo vale con respecto a las je- pensar el desplazamiento del espectador
conceptos extraídos de su línea de pensa- rarquías modernas, pero el arte actual tiene en el arte contemporáneo, a partir de
miento que constelados todos con todos, su propio sistema de valoración que no se esta modificación podemos empezar a
habilitan ciertas aperturas que funcionan explica simplemente por la legitimación desentrañar algunos cambios en la produc-
como herramientas útiles para acercarse o en la circulación de la pieza, es decir, por ción, circulación y recepción. Para Groys,
rodear este gran problema del arte contem- el consenso del mercado del arte. Por otro el arte contemporáneo no solo es aquel
poráneo. lado, los textos que hablan desde una pers- producido en su tiempo, sino aquel que se
Lo antedicho es un objetivo central, ya que pectiva contemporánea se proponen regis- expone a sí mismo. En este sentido, el arte
no intentamos comprender ni explicar ni trar y enunciar ciertos nodos que se perfor- contemporáneo privilegia al presente, con-
abarcar qué es el arte contemporáneo, sino man, observar el modo genuino en que se trario al moderno, que se dirigió al futuro,
formular un gesto vehicular que genere desarrolla la cosa en sí y no en oposición. y al posmoderno, que intentaba realizar
proximidad y concatenaciones. Estas dos posturas se clarifican cuando una reflexión histórica de los procesos
Para esto cabe aclarar una primera diferen- aparece en el imaginario el ícono del arte modernos. Interpretamos por medio del
cia entre el arte y la producción teórica en contemporáneo: el tan agotado ready- texto La topología del arte contemporáneo2,
torno al arte contemporáneo que genera made de Duchamp, Fountain. Lo peculiar donde el autor toma a la instalación como
confusiones: la diferencia entre posmoder- es que esta pieza fue realizada en 1917, el lenguaje, formato y soporte más singular
no y contemporáneo. Evitando genealogías entonces, ¿por qué hablamos de ella como de la producción en arte contemporáneo.
intelectuales, nos ceñimos a lo que dicen contemporánea? Lo que la constituye como Entonces, funcionaría como una metáfora
Mark Dion. Department of Tropical Research, 2005. Rita Fischer. Hipotenusa, 2018. Fotografía de Tali Kimelman.
para entender la dimensión espacial y nos ceñimos al formato de instalación en referencia? Es decir, al disponernos a ver
temporal donde se conjugarían de alguna un sentido formal categórico, sino como un una secuencia de imágenes (calle, paisaje
manera un conglomerado de líneas tempo- mecanismo para entender la dinámica de natural, etcétera) cuya voluntad enunciativa
rales subjetivas y objetivas, puestas en unas recepción y vinculación como un disposi- es difusa: ¿En qué hacemos foco?, ¿Por qué
coordenadas precisas a través de varios tivo global que existe en cuanto las partes hacemos foco?, ¿Por qué me seduce?, ¿Por
ready-mades. Este espacio cargado de ob- se relacionan y el espectador lo transita qué rompo el tiempo y me detengo? En
jetos impone un nuevo modo de ser reco- haciendo uso de un tiempo y un espacio este sentido, Georges Didi-Huberman3 nos
rrida y ser percibida. Si pudiéramos trazar puesto en acontecimiento. Este código trae tres modalidades de manifestación de
los pasos que hacemos como espectadores relacional del arte contemporáneo, que la imagen, considerándolas portadoras de
viendo cuadros en una dinámica expositiva vincula las singularidades de las piezas con supervivencias, montaje de significaciones y
canónica y lo comparamos con el recorri- la singularidad del todo, está presente no temporalidades heterogéneas: «Las imáge-
do de nuestro cuerpo en una instalación, solo en instalaciones, también en imágenes nes no son ni pura ilusión ni toda la verdad,
nos acercaríamos al cambio singular que y volúmenes (pinturas y esculturas). sino ese aleteo dialéctico que agita siempre
plantea Groys, que se cristaliza en la idea de Aquí nos paramos frente a otra de las cues- el velo con su desgarro»4 y es sobre la base
instalación como dispositivo habilitador de tiones de relevancia que es aquella referida de la aparición que Huberman ha intentado
nuevos modos de percibir y espectar. Esta al poder de la imagen, a sus modalidades y hacer una lectura de las imágenes: la imagen
taxonomización de los objetos en el espa- usos. Si vivimos en un mundo bombardeado palo (imagen camuflaje), la imagen maripo-
cio responde a un criterio de montaje que de imágenes: ¿Cómo hacemos para asignar- sa (imagen fugacidad) y la imagen luciérna-
al mismo tiempo que intenta ser disruptivo, les un orden? ¿Cómo las miramos para dar- ga (imagen alumbramiento). En simultáneo,
posee una voluntad narrativa que se va les valores (valor de uso, valor de cambio, va- toda imagen es escindida y abierta, en
construyendo a través de la percepción que lor comercial, valor artístico, valor político)? primer lugar porque es imposible acceder
va captando, seleccionando, recogiendo ¿Cuándo una imagen posee la potencia para a ella solo viéndola: «Diré que las imágenes
y dejando lo que percibe el cuerpo del impactar e incidir en lo real, irrumpiendo en se abren y se cierran como el cuerpo que las
espectador en tránsito. Cabe aclarar que no la díada significado-significante, referente- mira, es decir, las imágenes son creadas por
Raquel Fossati,
un eslabón entre el pasado
y el presente
Óscar Larroca
A
lumna del docente y artista Vicente secos y amortiguados, es uno de los capi- del staff permanente de artistas de Galería
Martín entre 1959 y 1968, Raquel tales temáticos que la viene acompañando Aramayo. En 1974, expuso de forma indivi-
Fossati (Montevideo) asimiló los hace seis décadas. dual en El Chalet, en Punta del Este, bajo la
conocimientos de su maestro y los conjugó Entre el año 1962 y mediados de la déca- supervisión de Vicente Martín, en una época
en una primera instancia con los elementos da del 80, Fossati presentó sus obras en en la que el vocablo curador no existía. Ese
compositivos de la escuela de Joaquín To- salones nacionales y municipales, siendo mismo año expuso en Galería Contempo-
rres García. También tuvo un breve pasaje admitida en todas las oportunidades. En ránea junto a Elina Muró, Donatella Sebasti
bajo las directrices de José Gurvich; todos 1972, expuso de forma individual en la sala y Martha Barbot. Años después, Fossati,
estudios que alternó con su tarea de mujer Zum-Zum (Edificio Panamericano) en una Barbot y Sebasti integraron el grupo Taller 3.
de campo. Precisamente, el paisaje campe- muestra organizada por Enrique Gómez A partir de 1990 concurrió a los talleres de
ro, con sus silencios naturales y sus colores y Galería U, al tiempo que formaba parte dibujo de desnudo en vivo con los maestros
Marina con resto de barca, óleo sobre tela, 100 x 83 cm, 1979.
Clever Lara y Sergio Curto; lo que reveló, de Fossati tuvo un destaque relevante en la paisajes son desolados, sin la presencia del
paso, su interés en continuar superando las década del 70; un período del arte urugua- hombre, y sustentados siempre en grandes
dificultades que emanan del oficio pictó- yo del que todavía poco se ha escrito. Así la bloques de piedra que los enmarca por los
rico. Expresionista moderada en algunas distinguía la crítica de arte María Luisa To- lados, con una senda o una amplia perspec-
ocasiones, cezanneana en otras (tal como rrens: «Raquel Fossati ofrece un cambio más tiva que desciende. Ese camino que se ofre-
la define la escritora Estela Abal), su obra unitario, con menos indecisiones en cuanto ce al espectador a veces se angosta, crean-
no oculta finalmente la sombra tutelar de al derrotero a seguir. Sorprende la solidez do una sensación angustiante. El ambiente
Martín, tal como puede observarse en va- que es capaz de dar a las imágenes. Aunque enrarecido bordea sutilmente lo irreal y si
rias de sus marinas, edificaciones y ranchos transita por el realismo, se evade de él por la artista afloja la contención y deja fluir su
pueblerinos. un clima coloreado de una extraña lumino- inventiva, está en condiciones de concretar
Heredera de una generación racional, sidad y de perspectivas inusitadas. […] Sus un estilo muy propio y singular».
Niño frente a rojos horizontes, óleo sobre tela, 92 x 72 cm, 1984. El cañón, óleo sobre tela, 60 x 50 cm, 1984.
Paul Klee:
las posibles cifras
del mundo
Libre, pero rigurosamente contenido es el título que Paul Klee da a uno de sus trabajos rea-
lizados en 1930 y que pertenece a una serie de estudios sobre el problema de la forma. Al
igual que en otras ocasiones, sobre un fondo blanco enmarcado por superficies articuladas,
azules y tierras que lo definen, aparecen otras formas orgánicas superpuestas, configuran-
do un todo del que se revela tanto el movimiento como un orden pensado y complejo.
Francisco Jarauta
U
nos años antes, y con ocasión de una conferencia pronuncia-
da en Jena en 1924 acerca del arte moderno, Klee ya había
explicitado algunos elementos que hallarían a lo largo de
la década de los 20 una maduración teórica, y que tendrían en la
conocida Schöpferische Konfession, publicada en 1920 en la Tribüne
der Kunst und Zeit de Berlín, su manifiesto personal. El diálogo con
la naturaleza, dice Klee, sigue siendo para el artista una condición
sine qua non, solo que los caminos que nos llevan a ella son hoy
completamente nuevos.
El credo artístico de ayer y el estudio de la naturaleza que lo acom-
paña consistían en el análisis arduamente detallado de la aparien-
cia. De este modo se obtuvieron «excelentes vistas de la superficie
del objeto filtrada por el aire». Hoy, en cambio, el artista se enfrenta
a otra naturaleza, más compleja y rica, lo que hace necesaria una
nueva concepción del objeto natural.
En efecto, es esta nueva concepción de lo real la que precipita y
suspende la representación de las apariencias, forzando al arte, dirá
Klee, a iniciar un camino «constructivo», capaz de interpretar la nueva
complejidad de lo real mediante la propuesta de otros lenguajes que
expresen un orden no relacionable con ninguna apariencia sensible,
sino que permitan representar sintéticamente una simultaneidad de
varias dimensiones tal como la realidad nos muestra. Esta idea que
domina el espacio figural-imaginativo de la abstracción, radicalizará
la crisis ya abierta del lenguaje, cuyo primer testimonio, y a la vez el
más riguroso, será la Chandos-Brief de Hofmannsthal. A esta crisis se
responderá desde posiciones diferentes. Por una parte, orientando
el camino en la dirección de una abstracción pura, pensada desde el
ideal matemático, capaz de reflejar un aspecto de la multiplicidad de Dynamisch-Polyphone Gruppe, 1931.
los mundos posibles en la inagotabilidad de sus nexos y relaciones.
En un ensayo de 1934 dedicado a Schönberg, en el que matemática
y música son una misma cosa, Hermann Broch insistía en la libertad con su construcción misma, entendida en un sentido determinado-
del inventar matemático, en la capacidad, propia de su formalismo, finito, que nada tiene que ver con la pretendida representación de un
de intuir el «acaecer del mundo en su generalidad», independiente orden absoluto. «La palabra está muerta, la palabra es impotente»,
de toda configuración determinada. Y no de otra forma habría que declaraba dadaísticamente Van Doesburg en el Manifiesto de Stijl en
entender el espacio figurativo de Mondrian, en el que queda sus- 1920, a lo que respondía Mondrian con su concepto de plasticidad
pendida todo tipo de alusión o referencia, haciendo coincidir la obra pura, que expresa con matemático y broweriano rigor una análoga
como hipotéticas variaciones de una histo- la espalda, mientras que los montones de
ria, de un momento, en el que el discurrir ruinas crecen ante él hasta el cielo». Frente
de las cosas, su lento o precipitado curso, a esta pobreza, restos/rastros (Spure) del
su espasmo o felicidad, quedan aferrados presente, se afirma una nueva riqueza, esa
e invocados. Esto vale tanto para la pintura distinta experiencia que anuncia una rela-
como para la poesía, dirá Klee, atraído cada ción con el mundo.
vez más por la magia del campo gráfico. Esta experiencia se abre como el lugar
Pocas páginas del arte del siglo xx expresan de la posibilidad de los infinitos juegos y
con tanto dolor y piedad las tensiones de variaciones. De pronto, nos hemos hechos
la época como la serie de trabajos de los leibnizianos. «Cada porción de materia
últimos años de su vida, cuando los acon- puede ser representada como un jardín
tecimientos políticos hacían inviable el lleno de peces. Y la rama de una planta o el
proyecto de la Bauhaus y la experiencia de miembro de un animal son también aquel
amistad y creación que le había supuesto. jardín y aquel estanque». Es Leibniz, pero
El trabajo, la invención, el multiplicarse y podría ser Klee. Y es por esto que la noción
repetirse de vías diversas, laberintos impo- de constructividad resulta central. Debe-
sibles, presencias y apariciones dramáticas, mos construir nuevos entes, nuevos gestos,
rostros lacerantes —la enfermedad le había nuevos nombres, dejándolos abandonados
anunciado ya su cita— expuestos en un al instante de su tiempo, al automatismo
escenario marcado por el dolor. El soñado de su caducidad. El hecho de que nada es
«país fértil» se muda ahora en tiempo de definitivamente dado, que no puede ser Monument an der Grenze des Fruchtlandes, 1929.
catástrofe, como diría el admirado Walter considerado como un horizonte cerrado,
Benjamin. El momento de lo imposible una natura dissecata, comporta una modi-
había llegado, y para Klee, al igual que para ficación radical de nuestra mirada sobre el ciones y escenarios, los juegos irónicos o
otros compañeros de viaje y generación, la mundo. Ya no podemos invocar la inmedia- los restos de nombres y lugares que siguen
palabra comenzaba a ser insuficiente, im- tez de una visión pletórica de la naturaleza, habitando la memoria pasan a ser el mo-
potente frente a los hechos y el destino. Los nos lo impide la experiencia de nuestra tivo de trabajos que para nosotros tienen
últimos trabajos de Klee son el testimonio propia cultura. Lo que vemos es más bien la fascinación de quien descubre la ironía
más emocionado de este límite. Su obra «una proposición, una posibilidad, un ex- que protege el saber de la vida y la historia.
quedará confiada a la protección piadosa pediente», afirma Klee. Lo otro, en principio Landschaft im Paukenton (1920), Der Ver-
de sus ángeles, que defienden la frágil es invisible. De ahí el paso de la lengua a la liebte (1923), Palast im Vorübergehn (1928)
historia humana. metáfora, al código, al gesto. La ceremonia o Versiegelte Dame (1930) podrían ser un
«La pobreza de nuestra experiencia no es del olvido de otra época nos arroja a la ga- referente claro de estas ideas. En definitiva,
sino una parte de la gran pobreza que ha lería de los signos, disueltos ya y afirmados una ensoñación que desplaza el horizonte
cobrado rostro de nuevo», escribía Benja- frente al largo viaje de lo posible. de las evidencias para recorrer el mundo
min en Erfahrung und Armut. El ángel de Es desde esta perspectiva que puede de los posibles. Henri Michaux lo decía
Klee, del que el mismo Benjamin habla entenderse la actual exposición de obras admirado hablando de Klee: «Une ligne
en la tesis novena de Ueber den Begriff de la colección de Berggrüen, referencia rêve. On n’avait jusque-là jamais laissé rêver
der Geschichte, se siente movido por una indispensable para el conocimiento de la une ligne». Sueño que el mismo Klee hará
gran pietas hacia las ruinas que la historia obra de Paul Klee. Aquí, la obra de Klee coincidir al final de la Schöpferische Konfes-
acumula a sus pies, por todo aquello que vuelve a mostrarse como esa galería de sion con su trabajo: «Déjate llevar hacia ese
podría ser y no ha sido. Bien quisiera aque- signos, cuyo código nos remite a situacio- océano vivificante por grandes ríos o por
lla piedad detenerse, «pero desde el paraíso nes posibles, expresadas desde registros arroyos de hechizos como los aforismos
sopla un huracán que se ha enredado en varios que soportan por igual la tensión de del campo gráfico con sus múltiples rami-
sus alas y que es tan fuerte que el ángel ya una época, junto a la experiencia personal ficaciones». Un viaje que su obra recorre
no puede cerrarlas. Este huracán le empuja que hace inconfundible su trabajo como inventando las posibles cifras de un mundo
irresistiblemente hacia el futuro, al cual da artista. Los pequeños motivos, las construc- que transforma sus límites.
Arte degenerado
Óscar Larroca
E
n el último mes de enero, la Galería de encuentra en la antesala de su destino. La de conversación sobre cómo exponer e
Arte de Manchester (Inglaterra) deci- metáfora: la belleza también puede matar. interpretar las obras de arte en el museo».
dió retirar de sus muros la obra Hilas Desde el punto de vista estético, Waterhou- También admitió que, en su interpretación,
y las ninfas (1896) de John William Water- se consigue unificar el espíritu romántico la mujer en Hilas y las ninfas solo es mos-
house. Según Wikipedia: «En la mitología que aún resistía en la Inglaterra victoriana trada como «una femme fatale, pasiva y
griega, Hilas (en griego Ύλας) era el hijo del y el simbolismo que ya se había propagado decorativa».
rey Tiodamante de los dríopes, amado por por todo el viejo continente. Sin embargo, el mero hecho de quitar la
Heracles y raptado por las ninfas debido a Se ha dicho que el retiro de esta pintura pintura por tiempo indeterminado invierte
su belleza. Cuando Heracles mató a su pa- forma parte de una obra experimental de la la carga de la prueba: no se puede ejercer el
dre en la batalla, perdonó a Hilas, lo tomó artista Sonia Boyce. Según la coordinadora diálogo genuino ante su ausencia. Algunas
como escudero y le enseñó las artes del de la galería, Clare Gannaway: «No se trata- portavoces del feminismo argumentan
guerrero». Este lienzo recoge el momento ba de negar la existencia de obras de arte que este tipo de obras evoca «la crudeza
en que Hilas, seducido por las ninfas, se particulares. Queremos crear un espacio de la subordinación y el impacto de la su-
premacía machista demostrando el sesgo es aséptico. Ahora, el hecho de que no sea Es cierto que en las culturas precolombi-
de género de nuestras miradas producto aséptico, no significa que deba ser pasible nas y en la cultura oriental la sexualidad
de la socialización en culturas patriarcales» de ser censurado. y la desnudez exhiben una relación en la
(sic). Nadie sostiene que el arte deba estar Otras voces arguyen el sentirse ofendidos que mujer y hombre son protagonistas
aislado de toda responsabilidad social, pero como todo argumento. La etiqueta de por igual. Por el contrario, la temática
el arte verdadero sublima aspectos del ofensa estará ubicada en alguna parte, en del desnudo en la pintura de la cultura
sentir colectivo, además de ser polisémico un punto impreciso y discutido, a lo largo occidental —que con frecuencia exaltó lo
y de brindar un testimonio simbólico e de un proceso que tiende a reducir el tema espiritual y denigró lo físico—, fue muchas
histórico de una cultura humana preñada cuestionado a su dimensión puramente veces un signo de sumisión a los senti-
de luces y sombras. Si se entiende —de literal (mujer desnuda, pasiva, etcétera). El mientos del propietario de la mujer, cuyo
forma superficial— que el arte es, en al- asunto consiste en preguntar en dónde se papel se veía reducido al de depositaria
guna medida, el reflejo de nuestra cultura, sitúa ese punto, la «ofensa» no comienza de las demandas y los valores masculinos.
también deberíamos comprender que no más que allí donde el ofendido lo decide. Coincidiendo con Hans Bellmer, la his-
toriadora Griselda Pollock sostiene que Agregar al pincel, la pluma y la voz una
es a ese hombre a quien va dirigida esa herramienta tutelar como las tijeras,
imagen y por él asumirá esa figura su Daniel de Volterra —que es de larga data
desnudez. Si en Occidente el punto de pasó con justicia a la Podemos determinar los distintos tipos de
vista predominante es el masculino, es censura en función de quienes la invocan:
porque a través de ojos masculinos se ha historia con el apodo estatal y directa (como la que llevaron
poseído o expresado el deseo de poseer de Braghettone— debió adelante Hitler o Stalin), estatal e indirecta
a las mujeres. Así, en las paredes de los (mediante recursos de amparo, decretos,
museos prevalecen los desnudos femeni-
pintar taparrabos por leyes y normativas consensuadas en
nos, realizados por pintores hombres. indicación del Concilio defensa de la minoridad y de una moral
Pero, ¿es necesario agregar que (con el de Trento para cubrir los media pública), religiosa y directa (como
criterio dispuesto por estos nuevos cen- la ejercida por la Santa Inquisición), civil
sores) también habría que descolgar de genitales de las figuras y directa (protagonizada por organiza-
los museos las obras de Botticelli (o cu- de Miguel Ángel en la ciones profascistas y equivalentes) y civil
brir sus frescos), Giorgione, Rubens, Bou- e indirecta (mediante desaprobaciones
cher, Maillol, Toulouse-Lautrec, Vallotton, Capilla Sixtina. Tanto más y presiones solapadas desde los medios
Klimt, Schiele o Baselitz, en el entendido difícil habrá resultado, de prensa, agencias de publicidad y simi-
de que las mujeres representadas en sus lares). Finalmente, la censura ciudadana
pinturas vindican muchas veces a la «fem-
en esa época, el retocado y popular es calificada simultáneamente
me fatale, pasiva y decorativa»? Nadie o el maquillaje sobre como receptora y emisora (más lo primero
debería erigirse en juez moral y proyectar algunas esculturas, por que lo segundo) de todas las censuras
una mirada a todas luces parcial sobre anteriormente mencionadas.
el contenido artístico. Se podrá ejercer lo cual es casi seguro La censura moral está ligada a la Iglesia, la
la crítica sobre su hechura y sobre su que se haya procedido a cual ha participado activamente durante
validez conceptual, pero nunca conver- siglos en la fiscalización de todo material
tirla en el coto de caza de mentalidades
destruirlas. producido por escritores, artistas y drama-
sectarias. turgos. Así se hizo tristemente famosa la
de fines de 1970, la Hungría posterior al no se podía salta con empuje consumista sería calificada de forma análoga si hoy se
régimen de János Kádár de 1990, o la Re- nunca visto. aplicaran criterios equivalentes. Es posible
pública Checa que siguió a la Revolución La novela El amante de Lady Chatterley que el futuro continúe ajustando esos
de Terciopelo) emerge de una larga etapa (1928), de D. H. Lawrence, fue considerada criterios con las víctimas y victimarios del
de controles y prohibiciones, porque obscena en su momento y la novela de mismo modo que los ajustó con Joyce,
entonces la tendencia a mostrar lo que Jeanette Winterson, Fruta prohibida (1985), Manet, Klimt, Modigliani, Bellmer, Grosz
o Jorankowsky, que son enseñados en las Konrad Fiedler decía: «Con cada nueva indeterminado una pintura que pueda
escuelas. O con las obras del Marqués de generación nacen de nuevo todas aquellas transgredir el cerco de sus verdades. Cabe
Sade y Leopold von Sacher-Masoch, que fuerzas que han de volverse productivas, preguntarse nuevamente si esa transgre-
en la actualidad son materia de trabajos obtengan aplauso o censura». Estos ciclos sión —del mismo modo que la obscenidad
universitarios. pendulares pueden llevar a que el filme La y la ofensa— está en la obra de arte o en la
ronda (1950) de Max Ophuls, hoy exhibida mirada de quienes la contemplan.
Los ciclos sin el más mínimo vestigio de escándalo, Esperemos que la historia sea nuevamente
Más arriba escribí «en la actualidad», por- vuelva a ser censurado por sensibilidades impiadosa con los censores, aunque estos
que es evidente que los ciclos no tienen sectarias. O que las autoridades de un evoquen una reprobación moral o una
interés en retirarse. Hace 150 años, el crítico museo, en el año 2018, bajen por tiempo corrección ideológica.
BISAGRAS Y
SIMULACROS
Ensayos escogidos
1997 - 2015
Óscar Larroca
NOVEDAD EDITORIAL
DISPONIBLE EN LIBRERÍAS
Gerardo Mantero
Hombre 16
y silla.La180Pupila
cm hombre, 100 cm silla. 2014 MARZO 2018 nº 45
José Pelayo
Freddy dirigía el taller de escultura. Más católico de monjas, tenías que cruzar todo fue la pintura técnica al óleo que él daba
bien era modelado en arcilla. Tenías Historia el convento hasta llegar al patio donde se en su taller. Siempre me pone de ejemplo
del Arte con Amadeo Carao, que había sido encontraba el taller de Freddy. como un tipo que nunca llegó a hacer lo
alumno del taller Torres y después Pintura que le pedía.
con Clever Lara, que era un pibe, debe ¿Cómo incidieron estos maestros en
tener tres años más que yo; Carlos Caffera tu posterior desarrollo de un lenguaje ¿Cómo derivaste al trabajo en el espacio
en Cerámica y Oscar Ferrando en Grabado. propio? y a la escultura en el tratamiento de los
Pagando una cuota tenías acceso a un taller Cardillo duró muy poco porque aunque objetos?
y a Historia del Arte gratis. Podías asistir a fueron dos años, su tendencia era más la Fue una secuencia. Cuando yo te explicaba
otro taller si querías, era muy barato. parte de grabado. Cuando llegué al institu- que Clever me pone de ejemplo, lo hace
to lo mío fue una búsqueda arqueológica. para mostrar la libertad que tiene para
¿Cuando Clever Lara abrió su taller vos En aquella época no había internet, tenías enseñar, no es estricto. Deja que la persona
seguiste con él? que buscar. Un día salí de la oficina en la se vaya expresando. Yo llegué en un mo-
Sí, porque él, a nivel de pintura —que que trabajaba, en la Dirección Nacional de mento del taller que cuando Clever se fue,
es lo que más me interesaba en ese mo- Catastro, fui a tomar el 145 que paraba en que abrió el taller en su casa, fue brutal.
mento— era buen profesor. Cuando cerró la esquina donde están los conventos, vi Había mucha gente laburando y se dieron
el instituto yo seguí con él y con Freddy un cartelito de un taller de artes plásticas y muchos personajes que después empeza-
también. Freddy se fue a la calle Venezuela, me anoté. Clever fue mi maestro de pintura; ron a trabajar en la parte artística. Trabajé
atrás del Palacio Legislativo. Era un colegio nunca llegué a esforzarme dentro de lo que con mucha cantidad de materia. Compraba
óleos y pintaba los fines de semana. El ma- se me fue al piso. Trabajaba con ceniza, con Washington, Chicago y Nueva York».
terial se me terminaba y agarraba portland, polvo de ladrillo, con cemento. Después ¿Cómo fue esa experiencia?
tierra, cosas que me daban la posibilidad de empecé a levantar un poco para arriba. En Cuando gané el premio del Museo de
hacer algo. Ese tipo de material lo trabajé esa época vivía Jorge Páez Vilaró y me invi- Arte Americano recibí un pasaje de ida y
con la satisfacción de hacer algo porque no taba mucho a lo que se hacía en Maldona- vuelta a Nueva York. Clever y María Luisa
tenía el otro material imprescindible. Ese do, en su Museo de Arte Americano, a unas Torrens tuvieron mucho que ver, me dieron
material, que me salía fácil de hacerlo, no bienales de arte joven. Me invitó varias el nombre de una persona que trabajaba
era verdadero, porque lo que necesitaba veces; que te mandara la invitación en un en la embajada y durante un año estuvie-
era el esfuerzo para lograr algo. sobre era una alegría. Clever y él vieron una ron viendo la posibilidad de que yo fuera
veta en mí como un tipo que podía trabajar asistido de alguna manera. El pasaje era el
Si bien tus trabajos escultóricos se dan en volumen. Me dijeron que en aquel mo- pasaje, después te tenías que costear vos la
en el plano, lo espacial juega y también mento no había escultores, que me largara. estadía, entonces me dieron una beca.
tiene mucho peso en tu lenguaje la resig- Pero la pintura siempre me ha interesado.
nificación de los objetos. ¿Visitabas talleres de artistas, museos,
Empecé a trabajar con ese tipo de materia- En el 89 ganaste la beca «Visitor Program etcétera?
les en forma de plano y después el plano Service of Meridian House International, Visité tres ciudades: Nueva York, Wash-
dejó un libro de regalo porque le dijimos tal, no tenía espalda. El carácter era muy Me acuerdo de haber visto un video
que el museo estaba cerrado —era la simbólico, la estructura era inexistente. Yo sobre la obra de Octavio Podestá, donde
época de la Dictadura— y que no podía- trataba de decir algo, no sé qué. Después decía que concebía a la escultura en el
mos acceder a la biblioteca. Había llevado me tiré hacia la madera porque para traba- espacio público. ¿Cuál es tu postura al
un libro para regalárselo al MNAV y nos jar en cemento tenés que tener demasiada respecto?
lo dejó a nosotros. Lo debe tener Álvaro infraestructura. La obra escultórica en espacios públicos me
Amengual. Yo tengo un afiche firmado parece brutal y es una lástima que no haya
por él que lo enmarqué cuando murió. Un La madera también requiere un oficio. alguna política cultural que permita que
capo el viejo. Sí, pero a nivel de lo que fue la ingeniería los espacios públicos estén poblados de
de la obra siempre traté de pensar obras esculturas. Salís de Uruguay, entrás a otro
Cuando trabajás en el plano utilizando que se pudieran armar en el lugar. Para país y empezás a ver obras. En Uruguay, si
el papel como soporte aparecen signos, trabajar en un lugar con una obra armada no son las que donó el Toto Podestá o los
sin embargo en la escultura pasás a una de determinados metros necesitás un de Germán Cabrera, que son buenas pero
geometrización abstracta. espacio grande, una grúa, un camión, yo de hace bastante tiempo, o los monumen-
Quizás haya algunos símbolos pero como no tenía esa posibilidad. Siempre traté de tos ecuestres, no hay una obra moderna.
detalles. En principio era totalmente fron- trabajar en pequeños o medianos formatos Insólitamente, no sé por qué, hay muchas
lizarse, observar y aprender. Uno crece, se Como una puesta en escena. viene un momento en mi vida y me siento
hace viejo y comienza a dudar si uno es Sí. El artista tiene que tener muchos años de frustrado porque no saqué nada. A veces
un artista. Eso lo he hablado con amigos, trabajo, frustración, cosas bien hechas y mal pasan dos meses y no hago nada. La técnica
con Clever. hechas. Hoy sale un pibe y te dice qué tenés es fundamental para disfrazar la obra, para
que hacer y no tiene ningún bagaje. darle carácter. Nosotros jugamos con el libre
¿Cuál es tu duda? albedrío. De repente te estás mintiendo a vos
Me parece que ser artista es una cosa muy El arte es superar la frustración perma- mismo, pero capaz que te sale.
pesada e importante. Si empezás a compa- nente que significa el proceso creativo.
rar con tipos que han hecho cosas a nivel Puede ser, yo no lo veo así. También has trabajado objetos concretos
mundial... a los que lográs darles otra dimensión,
Es esa dicotomía del placer y la angustia otra lectura, que generalmente se da por el
Sí. Te podés quedar paralizado. que te produce. tratamiento de la forma y el color.
Por supuesto. Me considero un tipo que A mí la idea me fascina, yo estoy chocho Siempre he tratado de trabajar en base a
tiene cierta sensibilidad para mostrar cosas trabajando. Me frustro cuando una obra no objetos encontrados y demás, siempre me
o para sensibilizar dentro de mi obra, pero sale, pero es un hecho hermoso. He hecho llamó la atención la historia del objeto. Ahora
la palabra artista me parece muy pesada. obras de hechos totalmente contrarios a la mismo estoy trabajando en base a algo más
Ojalá la historia después diga: «Este fue un vida, he trabajado con obras relacionadas conceptual, relacionado con objetos encon-
artista». Hoy en día hay muchos. con historias dolorosas, con mi vida en sí. Mi trados adentro de los libros.
idea era transformar ese dolor en algo crea-
Justamente. En el escenario tan com- tivo. Para mí viene por ese lado. Después de largos años de trabajo, ¿a
plejo del arte contemporáneo, ¿cómo te qué aspirás? Tanto individualmente como
ubicás vos? Yo hablaba de la frustración de cuando colectivamente.
Tengo guardado un escrito que hizo María querés materializar una idea. Vas por Una de las cosas que siempre quise que su-
Luisa Torrens en El País, hace muchos años, etapas, descartás, y eso es un intento cediera en este país es que haya una política
que decía que si a ella le preguntaban fallido. En otros casos te sale de una, por cultural que defienda al artista. Estamos en
dónde vivía Dios, ella contestaba que en eso Picasso decía: «Que la inspiración te banda desde hace años. Considero que ten-
Uruguay. Nombraba a todos los artistas agarre trabajando». dría que haber un apoyo más sustancial.
uruguayos que hacían cosas con su propio Es muy fuerte. Yo no soy como los que se
dinero. Hoy en día, como todo es tan váli- vestían de negro y no comían. De repente ¿No tenemos también una incapacidad de
do, ponés un pincel arriba de un pedestal la poesía viene por ese lado. Yo veo al arte juntarnos y generar cosas?
y ya es una obra... Para mí hay muchas como algo natural. Si me acuesto con una Seguro, porque el artista plástico trabaja solo.
cosas falsas. Algunos muestran cosas bien mujer, estoy gozando, si voy a hacer caca, El músico, como se junta a tocar, tiene más con-
mostradas y ya por eso se les puede llamar estoy gozando, si me baño, estoy gozando tacto. Quizás se dé en algún momento. El artista
artistas. y si trabajo, estoy gozando. De repente siempre se reconoce cuando viene de afuera.
Eva, hoy
Elena O’Neill utensilios; también nos alerta sobre la au- cerámica somos conducidos a épocas
sencia de una expresión para todas las artes arcaicas, pobladas de objetos con una gran
que tienen a la arcilla como elemento base carga mágica y alquímica, al mismo tiempo
I y cuya técnica consiste en darle forma a una que somos interrogados por otras tradicio-
materia plástica para luego fijarla, frecuente- nes en las que el sentido denso e intuitivo
Dijo en voz baja la arcilla al alfarero mente por medio del secado al sol o el fue- de la ciencia atrajo a los artistas desde
que la amasaba: go, que conocemos por el nombre de cerá- tiempos inmemoriales. Por ser una síntesis
«No olvides que fui alfarero como tú, mica. En su sentido más amplio, podríamos de nuestra condición más humana, la de
no me maltrates». decir que la palabra abarca a todo el arte de construir, sus obras condensan un saber
hacer recipientes —o cacharros, como los milenario. Por su verdadera naturaleza, por
D
esafiando a la ciencia, el arte adquie- llama Eva—, tanto de uso cotidiano como ser elaborados con las manos —nuestra
re una fuerza expresiva y da voz a un religioso. No es un aspecto menor que estos primera herramienta—, los cacharros man-
sujeto-agente de una situación hayan sido utilizados desde la antigüedad tienen una relación directa con el corazón,
actual, y lo hace de un modo encubierto en los rituales funerarios y que no exista una de modo que su trabajo siempre conlleva
aunque objetivo y organizado. Es su propia religión sin vasijas sagradas; ni tampoco el una condición humana. Y, tal vez, por
materialidad la que define un posiciona- hecho de que sus consideraciones estéticas remitir a fuerzas colectivas significativas de
miento en lo real. El reto es interrogarlo estén íntimamente ligadas a cuestiones la antigüedad y traerlas nuevamente a la
en un registro adecuado. El epígrafe que prácticas que frecuentemente ignoramos, vida de un modo casi mitopoético, la obra
abre este texto —frase recogida, anotada como la homogeneidad, la plasticidad y la de Eva nos evoca la victoria del poeta frente
y guardada por Eva Díaz Torres— nos da capacidad de endurecimiento de la arcilla a sus criaturas y sus experiencias: a pesar de
pautas de cómo aproximarnos a su obra; de elegida. Por haber sobrevivido a lo largo de efectos devastadores, la forma más contun-
un modo sensible y original nos va guiando milenios, probablemente sean los testigos dente y más humana se mantiene intacta.
y enseñando a ver más allá de lo inmediato. más antiguos y elocuentes de la historia de Mas la obra de Eva también nos confron-
No solo nos recuerda que la arcilla es uno la humanidad. ta con la tradicional separación entre
de los elementos más antiguos para fabricar La obra de Eva nos desafía: a partir de la materia y espíritu, entre materia y vacío que
caracteriza al pensamiento occidental. Su en vehículos de percepción del mundo. mirar, receptivamente, pasivamente, aquello
pensamiento plástico, en contacto estrecho A contracorriente de cualquier individualis- que tenemos frente a nuestros ojos.
con los elementos —tierra, agua, aire y fue- mo, su obra defiende la actualidad cultural Simultáneamente, debemos estar atentos
go— parece guiarnos a una zona donde la de artesanos desconocidos y anónimos que a no utilizar la obra de Eva como pretexto
materia y el espíritu no siempre coinciden desde siempre proporcionaron estándares para generalidades, eludiendo así cues-
pero tampoco se dividen totalmente. Y ese de belleza a la vida cotidiana: tanto Eva tiones específicas que ella nos coloca. Al
pensamiento plástico nos incita a pensar, como aquellos artesanos-artistas individua- mirar detenidamente sus trabajos se torna
a reflexionar sobre el misterio de una obra les, cuyo trabajo es exhibido en museos y necesario acrecentar un elemento que no
atravesada por métodos y procedimientos galerías aprecian y respetan la artesanía po- consta habitualmente en las leyendas de
heterogéneos, al mismo tiempo que nos pular. Pues ver es ir directamente al núcleo, las obras de arte y que, en este caso, parece
estimula a superar los falsos dilemas de dejando de lado discriminaciones intelec- ser esencial para su calificación estética:
las categorías. Sus investigaciones y su tuales que no son esenciales para aprehen- el peso físico. Intuitivamente percibi-
experimentalismo están permeados por la der la belleza, un misterio que se percibe mos ese peso, atributo que junto con la
tradición, a la que no considera obstáculo intuitivamente y más tarde se transforma espacialidad generada a su alrededor nos
o limitación, ni tampoco pasado visual. Sin en conocimiento. Razón de más para dejar induce a considerarlas como esculturas.
duda alguna, la fuerza de atracción resulta de lado conceptos y teorías, y realmente Mas su contundencia, su peso visual, se
del impacto sensible provocado por la esforzarnos por ver cuando estamos frente contradice con lo que sentimos al tener las
vitalidad de su obra. Y para alcanzar esa a la obra de Eva; un esfuerzo que nos exige piezas entre manos: liviandad. En cuanto
potencia contemporánea, Eva conquistó abandonar el deseo de juzgar inmediata- a esculturas, estructuras espaciales que
una escala física y transformó sus cacharros mente y adquirir el hábito de simplemente responden a una lógica de cáscara, no
podemos ignorar su alto índice conceptual. arenadas, esmaltes de grosores desparejos, incesante de imaginar y construir; porque
En vez de dominio técnico deberíamos rajaduras—, somos capaces de vislumbrar la obra de Eva rompe con la tendencia de
centrarnos en el control riguroso que Eva una belleza por detrás de esas irregularida- mantener al arte en su dominio tradicional
ejercía sobre el medio, evitando cualquier des; una belleza introvertida, que rechaza lo y de establecer un paternalismo con los
intervención del acaso en el proceso de perfecto, lo simétrico, lo regular; que confía lenguajes artísticos. De alguna manera,
producción. Así lo atestiguan innúmeras en la gracia, que se asocia a la libertad. su obra significa un paso libertario del
muestras y las anotaciones en libretas y Tales aspectos, intrínsecos y parte esencial arte uruguayo con relación a matrices
cuadernos donde dibuja los cacharros, les del proceso de creación de Eva, distan de europeas, al mismo tiempo que interroga
da un nombre, registra la composición de ser un simple proyecto intelectual: obras a una historia del arte enrarecida por un
los vidriados, la temperatura del horno y el que nacen, surgen, donde la belleza de lo pensamiento hegemónico y dominante. La
tiempo de cocción. Sin lugar a dudas, pode- imperfecto apela a la intuición y transforma historia del arte, entendida como disciplina
mos afirmar que esas piezas no son apenas al observador en artista. autónoma, no trata apenas de historiar he-
hechas: son construidas minuciosa y meti- Por otro lado, ¿qué hay en esas piezas chos artísticos: la cuestión es incorporar la
culosamente —un modo de construir que donde superficie interior y exterior se dimensión artística, simbólica, al concepto
conduce al observador a descubrir y hacer continúan, donde aparecen signos y pala- de hecho histórico. En ese sentido, en tanto
la experiencia de la obra por sí mismo—. Y bras, donde mucho más que una cuestión experiencia estética y justamente por esta-
precisamente porque esa noción de cons- óptica el desafío es intelectual? Un aspecto blecer una relación estrecha entre objeto
trucción permite que artista y observador importante parece ser la búsqueda de un y sujeto, y por licuar esas fronteras, la obra
se encuentren —porque la obra de Eva nuevo espacio expresivo que dialogue de Eva demanda ser incluida en la historia
abarca formas irregulares, superficies lisas o con el espectador y le proponga la tarea del arte global. Corresponde a cada uno de
nosotros aceptar (o no) ese desafío. trada no solo nos desafía a dejar de lado el aproximamos a las obras de arte. Son ellas
Sin ninguna intención ni pretensión didác- prejuicio de considerar a la cerámica como que ahora nos interrogan, nos cuestionan,
tica, la obra de Eva es una lección sobre un arte menor, restringido a lo utilitario, lanzándonos dentro de una multiplicidad
el ver, sobre el ver arte. Acostumbrados sino que nos intima a contornar el hábito de fenómenos perceptivos que demandan
a acompañar imágenes en la contempo- de mirar sin ver. Sus piezas nos exigen una atención activa y desapego, tanto destreza
raneidad, reducimos el ver una captura mirada sutil para detectar las diferencias cuanto meditación y recogimiento.
inmediata y simplificada del mundo, y nos mínimas y lo suficientemente voraz como Para compensar las limitaciones de nuestro
olvidamos que ver es pesar, sentir la densi- para aprehender esa totalidad plástica ojo recurrimos a la fuerza de las manos de
dad, sentir el color, pensar, reflexionar con densa e intensa. La masa de energía con- Eva. No podemos ignorar que su obra, sea
los ojos. La obra de Eva nos recuerda que densada en piezas que podemos calificar por su tamaño, por su forma o simplemente
hemos deshabitado la visión, que hemos como silenciosas, distantes, de hecho por su presencia, parece disolver la para-
dejado de lado su potencia estética. De en- invierte el modo en que usualmente nos doja occidental entre el ver y el sentir. Al
abandonar el predominio de la visión, que las occidentales. Dijo: «Las piezas abstrac- simultánea de la forma y el vacío, resulta-
genera una aprehensión frontal del mundo, tas eran manieristas y no surgían de una do de la intensificación de la visión. Esta
lo que puede mostrarse huidizo a la visión genuina vida interior», y explicitó que la consciencia acontece en la imaginación
se revela por el tacto. Tal es el caso de los cerámica que más le impresionó fue la de del ser humano que siente esos elementos,
esmaltes aplicados en capas gruesas que se Bernard Leach, quien «sea trabajando en una consciencia que puede ser definida
asemejan a una piel de naranja, o los que Oriente o en Occidente, conserva un estilo como espacio vivencial, de la experiencia,
aplicados en capas más finas interactúan simple y directo [...]; su posicionamiento en el cual el espacio se identifica con los
y revelan zonas trabajadas y texturadas, o entre Oriente y Occidente es un verdadero acontecimientos que irrumpen en él, se
aun aquellas superficies ásperas, sin vidriar, equilibrio, no un punto medio calculado». reconoce en su relación con la duración de
veladas por el humo. Sea por el agregado Este dato no es irrelevante, ya que Eva tenía la experiencia. Eva parece tener una gran
de chamota a la arcilla o por las marcas que la obra de Leach, Manual del ceramista, como preocupación por establecer un equilibrio
Eva realiza en bordes y superficies, las pie- libro de cabecera. Por otro lado, Bernard dinámico, más allá de dualismos, entre
zas adquieren una textura y un color parti- Leach y el filósofo y esteta budista Sōetsu objeto y espacio, materia y vacío, acción y
culares al interactuar con el fuego, el agua y Yanagi también compartieron abordajes no acción, elocuencia y silencio, peso y li-
el humo. Si nos damos el tiempo necesario, semejantes durante los cincuenta años en viandad, movimiento y reposo. Sus trabajos
una mirada detenida y reflexiva descubre lo que mantuvieron una estrecha amistad. nos colocan frente a una extraña sensación
que intuimos a través del tacto; entende- Esas referencias nos permiten entender, no de lugar y nos inducen a establecer un
mos desde otro lugar lo que escapa a un explicar, el proceso artístico de Eva y colocar diálogo con la materia de la cual brota la
espectador desatento: que Eva investigó su obra en un contexto más profundo. Por experiencia. Una experiencia de lugar que
muchísimo el tema de los esmaltes antes un lado, esas afinidades electivas permiten se asemeja a un continuum espacio-tiempo
de ejecutar sus piezas y que estableció una avistar la potencia estética subyacente a imposible de medir, que incluye tanto lo
gran intimidad y proximidad con el fuego. su obra; nos incitan a recuperar la visión objetivo, lo que es dado, como lo subjetivo,
Aún más: que Eva había alcanzado su en el sentido más amplio de la expresión, su aspecto sensible; un estado interior, per-
madurez artística cuando descubre el raku, entendida como práctica transformadora y sonal, en el que «La forma no se diferencia
técnica con la cual se identifica, a través de constitutiva de la realidad. Una práctica que del vacío. El vacío no es más que la forma».
la cual se expresa y realiza como artista. demanda una modificación en la visión del
mundo compartida por la cultura, sociedad ***
II o tradición y sobre la cual los artistas actúan
creativamente. Inevitablemente, descubrir la Los trabajos de Eva respiran, crean una es-
La forma no se diferencia del vacío. belleza y verdad en el arte cerámico japonés pacialidad donde el dualismo entre materia
El vacío no es más que la forma. nos acerca a la belleza significativa, carac- y vacío carece de sentido. Al contornar ese
terística constitutiva de la visión oriental y dualismo liberan su belleza; una belleza
En 1964, coincidiendo con los Juegos que guía intuitivamente las manos de los compleja aunque desprovista de cualquier
Olímpicos, una exposición internacional de alfareros; una potencia que nos incita como complejidad —profunda, simple, que
cerámica contemporánea tuvo lugar en el espectadores a desarrollar una percepción exige que para entenderla abandonemos
Museo Nacional de Arte Moderno de Tokyo, propia, a hacer la experiencia de la obra. cualquier abordaje intelectual—.
muestra que también fue presentada en Llamar a las marcas en los trabajos de Eva La obra de Eva despierta un estado natural
otras ciudades y que tuvo gran impacto no como diseños u ornamentos es en cierta de no dualidad; nos lanza en las profundida-
solo en la cerámica contemporánea, sino medida ignorar que su vitalidad radica en des del sentido de la belleza en sus formas
también por exhibir obras que colocaban un vacío, lleno de posibilidades, insinuante visibles e invisibles, nos incita a indagar su
en perspectiva el desarrollo de la cerámica de algo inmensamente grande, donde aspecto dinámico, no solamente a través
japonesa desde la posguerra. Según Shoji elocuencia y silencio son uno. Más que de la visión sino también de la acción. Su
Hamada, las piezas japonesas mostraban grafismos, las marcas deflagran una percep- actualidad radica en que prolonga la fuerza
mayor contenido tradicional y mayor ción de lugar, no en el sentido de un recinto del pasado rearticulándolo, tensa y reflexiva-
destreza técnica pero eran menos vivas que tridimensional, mas como la consciencia mente, en la unidad plástica del espacio.
Daniela Tomeo
C
on estas palabras escritas en 1912 españoles como sus docentes. Carlos Ma- ciudades del interior de la Argentina y por
iniciaba la revista mensual La Se- ría Herrera estudió con Joaquín Sorolla y supuesto, Buenos Aires y Montevideo. En
mana, una nueva sección dedicada con Sánchez Barbudo. Pedro Blanes Viale, nuestra capital fue agasajado por el «per-
a las artes visuales en el Uruguay. Como hijo de padre español, también había ido sonal superior» de los diarios El Siglo y La
expresan estas líneas, es evidente que el a formarse en España y había estado muy Razón, entre quienes se encontraban los
arte era valorado en esos tiempos como la cerca durante su residencia en Mallorca de pintores Pedro Figari y Milo Beretta3, lo que
culminación de un progreso que no recla- los pintores Joaquín Mir, Sorolla y Santiago evidencia no solo la recepción por parte de
maba solamente avances tecnológicos o Rusiñol. sus colegas, sino la cobertura periodística
materiales. Arte y moderno era un binomio Los artistas españoles y los comerciantes que tuvo su visita. De regreso a la madre
ansiado y promovido para alcanzar la de- que manejaban su obra vieron prontamen- patria, Rusiñol escribió una crónica de sus
seada civilización. te el potencial que tenían los emigrados viajes que envió a nuestra ciudad y pronto
La pintura moderna europea llegó a Mon- como posibles compradores. El éxito de fue leída por los montevideanos a través
tevideo por distintas vías. En primer lugar, Ignacio Zuloaga, Sorolla y Rusiñol en Amé- de las páginas de La Semana. Rusiñol, junto
fueron los manchistas italianos quienes de- rica Latina o en Estados Unidos fue muy im- a Mir, Sorolla y Hermenegildo Anglada
jaron su impronta en algunas producciones portante, al punto de que algunos de estos Camarasa integraron el llamado luminismo
de Juan Manuel Blanes y principalmente en artistas viajaron personalmente a América español, una vertiente de arte moderno
Domingo Laporte o Carlos Federico Sáez, como figuras ya consagradas. caracterizado por la pintura al aire libre,
formados todos ellos en Italia. Algunas La Exposición del Centenario de la Revo- los colores brillantes y luminosos, y una
obras francesas llegaron y se instalaron por lución de Mayo celebrada en Buenos Aires temática abocada al paisaje español y a las
un tiempo en la ciudad, cuando el pintor fue en este sentido un momento importan- imágenes de la vida moderna.
Milo Beretta trajo luego de su estadía pari- te, ya que allí se produjo la consagración El interés por la pintura española se con-
sina un Van Gogh, varios Bonnard, Vuillard de algunos artistas españoles. Una crónica cretó en el Río de la Plata con la compra de
y esculturas de su maestro Medardo Rosso, publicada en La Semana por el enviado obra por parte de algunos coleccionistas.
obras que disfrutaba junto a sus amigos Vicente Salvatierra comentaba: «La sección Detengámonos en primer lugar en los tres
en su casa del Prado. La pintura española, española es la más extensa. Ocupa gran cuadros de Zuloaga que pueden verse
por su parte, gozó de gran estima entre los parte del salón central realmente inmenso, actualmente en el Museo de Artes Decora-
orientales, ya fueran coleccionistas, quienes sin contar a Zuloaga, que tiene su saloncito tivas del Palacio Taranco.
eran en muchos casos españoles que bus- para sus treinta lienzos».2 En 1910, el pintor Como dijimos antes, Ignacio Zuloaga (1870-
caban obras de sus coterráneos, o pintores, y escritor catalán Santiago Rusiñol (1861- 1945) fue un artista ampliamente admirado
que eligieron a los maestros modernos 1931) recorrió el Río de la Plata, varias en tiempos de la Exposición del Centenario.
el mismo día cartas a los pintores. En la que Benlliure como artista, que era uno de los 1
La Semana, 4.5.1912, s/n. La revista La Semana
envió a Sorolla le comentaba que su pintu- escultores más cotizados y conocidos en salió en Montevideo entre el 10 de julio de 1909 y
ra se encontraba en «sitio digno y en buena España y América.22 el 1 de enero de 1914. Se presentaba como: «Pe-
riódico festivo, artístico, literario y de actualida-
compañía»18 y en la que dirigió a Zuloaga La lista de obras de artistas españoles mo-
des». Su tiraje de entre 6000 y 25.000 ejemplares
ponía algo similar: «Su obra fue colocada dernos presentes en Montevideo podrá da cuenta del éxito y la difusión que tuvo.
en sitio adecuado y si viene a Montevideo continuarse. En la colección del Museo 2
Salvatierra, V. La exposición Internacional de
verá que su obra está en buena casa y en Nacional de Artes Visuales, la mayor colec- Bellas Artes. La Semana, 2.8.1910, s/n.
excelente compañía».19 ción de artistas luego de los uruguayos, 3
Rusiñol en Montevideo. La Semana, 7.5.1910,
Los hermanos Taranco quisieron tener las es la de españoles. Muchos de ellos están s/n.
dos Españas en su palacio montevideano, expuestos actualmente en el Palacio Ta-
4
La Semana, 18.7.1910. La confusión se produjo
la tradicional y la moderna. Al ingresar al ranco, acompañando la colección que los porque quien había fallecido era el padre del
pintor.
hotelito, en el hall principal, a ambos lados propietarios de la casa hicieron y que como 5
Zuloaga, I. (1910). Retrato de Carlos Reyles [óleo
de la puerta que conduce al comedor, señalamos, era principalmente de pintura s/tela, 193 x 100 cm]. Montevideo, MNAV. La obra
encontramos hoy los grandes lienzos que española. fue adquirida por el Estado por la ley n.º 11.406
don Félix compró a Zuloaga y a Sorolla,20 Señales de que los uruguayos estábamos el 20 de diciembre de 1949 con destino al Museo
acompañados por una magnífica escultura atentos a la modernidad que se desarro- Nacional de Bellas Artes de Montevideo. En algún
de Mariano Benlliure en el centro de la llaba más allá del océano, una atención momento que se desconoce la pintura viajó a
sala. La obra es La Bailaora,21 comprada en selectiva que escogía a quiénes y qué se España y estuvo en la residencia del embajador
el momento de mayor consagración de compraba.23 uruguayo en aquel país, identificado, «repatria-
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