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ARMAS PARA CONTRARESTAR EL ATAQUE DE

SATANAS

La vida cristiana es una vida que incluye el conflicto espiritual entre las
fuerzas de maldad y los hijos de Dios.

Efesios 6:11-13 dice:
“Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra
las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y
carne, sino contra principados, contra potestades, contra los
gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales
de maldad en la regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de
Dios para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo,
estar firmes.”
1 Pedro 5:8-9
“Sed sobrios y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león
rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes
en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en
vuestros hermanos en todo el mundo.”
Los versículos recién mencionados nos dicen que tenemos un enemigo que
esta al acecho, intentando destruirnos. Esta clase de conflicto no es entre
seres humanos sino contra fuerzas las espirituales de maldad.

El conflicto espiritual se divide en dos partes importantes:


1. Nuestras batallas personales contra las fuerzas espirituales de maldad
2. Nuestras batallas grupales, como iglesia, contra las fuerzas del diablo

*Como creyentes en Cristo no podemos permanecer ciegos a esta


realidad, que para muchos es causa de asombro y temor, pero  para El Señor
es un asunto de bendición para el pueblo de Dios.
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¿Por qué? Porque gracias a la obra de Cristo en la cruz del calvario una vez y
para siempre, //Cristo venció a la muerte, el pecado y al mismo diablo//,
nosotros hoy podemos resultar vencedores en nuestras batallas personales y
grupales como Iglesia de Cristo.

Como hombres y mujeres de Dios, debemos aprender a entender


los tiempos, etapas o estaciones en las cuales podemos recibir los severos
ataques del enemigo.

Existen ciertos tiempos donde pareciera que el enemigo se hubiera


ensañado más con nosotros que con otros creyentes. ¿Por qué sucede
esto?

Necesitamos como primera cosa, entender que la guerra espiritual “tiene su


tiempo”, como todo lo que vivimos bajo el sol (Ecl.3:1 Todo tiene su tiempo,
y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora). La idea de Dios no
es que evitemos el conflicto sino que lo enfrentemos en el Nombre del Señor y
ganemos la batalla para la gloria de Su santo Nombre. En Efesios
6:13 dice “habiendo acabado todo” //dando a entender que existen tiempos
determinados, con un comienzo y un final específico, de las batallas
espirituales. //

Por cierto este proceso se repite una y otra vez a lo largo de nuestro andar
cristiano. En Lucas 4:13 leemos acerca de Jesús: “y cuando el diablo hubo
acabado toda tentación, se aparto de él por un tiempo.”

Jesús aquí había enfrentado diversas batallas, venciendo al enemigo con la


Palabra de Dios, pero eso no significaba que nunca más iba a tener que volver
a enfrentarse con el enemigo.

Ahora bien debemos grabarnos en nuestra mente que nuestras batallas


espirituales siempre son por una razón específica y por una estación
(etapa) específica.

Los propósitos de Dios en las batallas espirituales


Básicamente son tres:
• Aprender a estar firmes en Cristo (Ef. 6:11Vestíos de toda la armadura
de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo)
• Aprender a vencer y disfrutar la victoria
• Darle toda la gloria al Señor

Encuesta

Si hiciéramos una encuesta mundial cristiana sobre si quienes queremos


enfrentar batallas en nuestro andar cristiano, ¡Seguramente diríamos que no!

Muchos de nosotros hemos abrazado el Cristianismo bíblico perdiendo de


vista que bajo la óptica de Dios no existe vida cristiana sin batallas o luchas
que enfrentar. Sumado a eso, por años el enemigo se encargó que, desde los
púlpitos, se suprimiera la enseñanza sobre el tema, originando una generación
cristiana mayormente derrotada. La ignorancia espiritual y Escritural siempre
conduce al Pueblo de Dios a la derrota (Oseas 4:6 Mi pueblo fue destruido 
porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento…).

Si usted cree que el enemigo va a perdonarle que usted haya renunciado a su


reino para ir al reino de Jesucristo,

¡Está equivocado!

Es por eso que las batallas espirituales son únicamente enfrentadas por
aquellos que son parte del Reino de Dios.

Los que están sin Cristo, bíblicamente hablando, viven bajo el dominio del
diablo.

También es bueno aclarar que bajo el punto de vista bíblico original todos los
cristianos deben atravesar las batallas.

La Biblia lo llama “padecimiento”

(1 Pedro 5:9 Resistidlo firmes en la fe, sabiendo que los mismos


padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el
mundo).
Para ser sinceros, existe una diferencia muy grande entre el cristianismo de
aquel entonces y el nuestro.

Hoy día cualquiera se hace llamar “creyente” o “cristiano” cuando bíblicamente


no califica para tal término.

Los creyentes que son atacados más por el enemigo son aquellos que se
comprometen más con la causa de Cristo, anhelan hacer toda la voluntad
de Dios, caminan en real santidad y sirven a Dios con un corazón puro.

El enemigo no se va a molestar en atacar a alguien que ya está “conquistado”


por sus propias debilidades de carácter, pecados e influenciado totalmente por
el mundo.

Los creyentes nos hemos acostumbrado por todo, a echarle la culpa al diablo,
cuando muchas veces somos nosotros, pues con nuestra vida no
glorificamos al Señor.

Ahora bien, a continuación quiero compartir 6 maneras básicas que nos


ayudaran a detectar aquellas etapas o estaciones de ataque satánico que
vienen sobre nuestras vidas individualmente y grupalmente (como Iglesia
local):

1. El diablo siempre elige, cuando va a atacar, el momento y el lugar más


débil
En 1 Reyes 19:4-8 encontramos un episodio especial en la vida del profeta
Elías. Este hombre venía de haber orado y hacer que la lluvia viniera sobre la
tierra luego de varios años de sequía; venía de haber clamado a Dios y hacer
que el fuego descendiera sobre la tierra para vencer y destruir a los profetas de
Baal. Ahora lo vemos de esta manera:

 “Y el se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de


un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la
vida y echándose debajo del enebro, se quedó dormido;y he aquí luego
un ángel lo tocó, y le dijo: Levántate, come. Entonces él miró, y he aquí
a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y una vasija de agua; y
comió y bebió, y volvió a dormirse. Y volviendo el ángel de Jehová la
segunda vez, lo tocó, diciendo: Levántate y come, porque largo camino
te resta. Se Levantó, pues, y comió y bebió, y fortalecido con aquella
comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte
de Dios.”

La pregunta que todos nos hacemos es: - ¿Cómo puede ser que a
semejante profeta de Dios le pueda suceder esto? Note la secuencia:
Elías anduvo un día por el desierto, afectado por el sol, el calor,
transpirando a más no poder y, por lo que sugiere el pasaje, sin comer y
beber. Estaba exhausto. Para Elías era su momento más débil. Fue allí
donde el enemigo le sugirió la idea de morirse. Dios es dador de vida y
vida abundante no de muerte, de allí, deducimos el ataque espiritual que
Elías enfrento. Es en los momentos más débiles donde el enemigo se
“agarra” de ese estado para atacarnos y perjudicarnos. Es por eso que
la Palabra nos exhorta a fortalecer nuestras debilidades (Joel 3:10).

En Lucas 4:2-3 leemos acerca de Jesús en las tentaciones y dice: “tuvo


hambre, entonces el diablo…” Cuando el enemigo vio la debilidad, lanzó su
feroz ataque. ¡Gloria a Dios que el Señor tiene recursos espirituales para que
podamos vencer, pero necesitamos dejar de ser ignorantes acerca de las
maquinaciones del enemigo!

2. El enemigo ataca, cuando tenemos que tomar alguna determinación


importante
Esta decisión puede ser al elegir una carrera, un mejor trabajo, un cambio
geográfico, ministerial, aceptar una propuesta comercial, servir a Dios,
etc. ¿Cómo ataca el enemigo? Básicamente con tres dardos:
• Demoras
• Aplazar, posponer
• Apuros

Lo que el enemigo no puede detener, intentara


demorarlo, aplazarlo o adelantarlo fuera del tiempo de Dios.
 Como alguien dijo sabiamente, los tiempos de crisis, batallas,
siempre ocurren en el punto de la promoción. La clave para vencer
este ataque es el aprender a esperar en Dios, pues es la clave para
tomar el próximo paso en Dios.

Lamentaciones 3:25 dice: “Bueno es Jehová a los que en él


esperan…” Hebreos 6:12 nos dice también: A fin de que no os hagáis
perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las
promesas.”.

Aprender a esperar en Dios puede ser una experiencia dura y un severo


trato de Dios, especialmente para aquellos a los cuales les gusta todo lo
rápido y automático, pero ese trato especial del Espíritu Santo se hace
necesario para que a nuestra fe le sumemos paciencia;

 (Lea Hebreos 6:12) a fin de ser bendecidos y ver cumplidas en nuestras vidas
y congregaciones las promesas de Dios.

3. El enemigo ataca cuando una persona nace con un destino especial de
Dios
Existen muchos casos en la Biblia, pero sólo mencionaré uno del Antiguo y otro
del Nuevo Testamento:

o   En el Antiguo Testamento, El nacimiento de Moisés en: Éxodo


1:16. Faraón (que es una figura del diablo) dio la orden de asesinar a todos
los hijos varones nacidos entre el pueblo Hebreo. El diablo sabía que Moisés
iba a ser el futuro libertador, ungido por Dios, para sacar al Pueblo de Dios de
la esclavitud y conducirlos por el desierto hacia la Tierra Prometida. Fue por
eso que lanzo ese ataque perverso contra los niños nacidos en aquel tiempo.

o   En el Nuevo Testamento, la matanza de los niños durante el tiempo del


nacimiento del Señor Jesús es una prueba indubitable del plan del enemigo de
exterminar a alguien con propósito futuro de Dios (Mt. 2:13). ¡Jesús era el
Mesías de Dios!

4. El enemigo ataca cuando un milagro específico ha salido de la mano de


Dios hacia nosotros
Daniel 10:12-13 dice:
“Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que
dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios,
fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido. Mas el
príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero aquí
Miguel, uno de los principales
príncipes, vino para ayudarme, y quede allí con los reyes de Persia.”

Este episodio nos da luz para entender porque a veces las respuestas a
nuestras oraciones no llegan.

Aquí el pasaje claramente dice que desde la primera vez que le había pedido
algo al Señor, no solo había sido oído, sino que la respuesta había salido de
las oficinas celestiales divinas hacia la tierra… pero algo se interpuso en el
camino.

La frase “veintiún días” representa el intento del enemigo por impedir la


llegada de la bendición a la vida de un hijo de Dios. Muchas veces en tiempos
así nos enojamos con Dios cuando en realidad esta sucediendo todo lo
contrario. ¡Abramos nuestros ojos espirituales para ver la realidad espiritual! El
sueño de Dios el enemigo no puede robártelo

5. Cuando estamos por lanzar o comenzar un nuevo ministerio para Dios


Un ejemplo clásico de esto lo vemos en la vida de Jesucristo. Leemos
en Lucas 3:21-22 que Jesús primero fue bautizado en las aguas y
luego ungido con el Espíritu Santo.

Si prestamos atención al relato y leemos mas adelante en 4:14 leemos: “Y


Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea y se difundió su fama por
toda la tierra de alrededor…” notaremos que entre estos dos pasajes (3:21-
22 y 4:14) hubo un tiempo de conflicto espiritual contra el diablo.
El diablo sabía que si Jesús salía airoso del desierto iba a ministrar con poder
sanador, libertador glorificando a Dios, entonces fue cuando lanzó todo su
ataque con la idea de frenarlo e impedir su promoción espiritual.

Muchos creen que porque tienen un diploma de alguna casa de estudios


respetable ya están en condiciones de servir; otros cuando reciben la Unción
del Espíritu Santo, dejan sus iglesias pensando que “ya llego el día de tener
su propio ministerio”, cuando en realidad vemos que si queremos empezar u
alcanzar un nuevo nivel de ministerio debemos previamente batallar
contra el diablo y vencerlo en el Nombre de Jesús.

6. El enemigo lanza su ataque cuando somos los próximos en la fila para
ser promocionados por Dios

La vida de José (Génesis 37 al 50) es un ejemplo preciso para graficar este


punto: Cuando era joven Dios le dio dos sueños proféticos acerca de cual seria
su futuro en Dios. Fue por eso que sus hermanos le tenían envidia, celos y
quisieron acabar con vida. La protección de Dios sobre José era grande así
que decidieron venderlo como esclavo. Luego el relato nos dice que en Egipto
fue condenado injustamente de acoso sexual y llevado de por vida a una cárcel
de exiliados políticos. Note cada uno y todos los intentos del enemigo por
impedir que José llegar al trono por decisión de Dios. A pesar de todo, el Señor
preparó la hora determinada para ubicar a José en el lugar determinado por
Dios de antemano. Quizás hoy usted este siendo atacado brutalmente por el
enemigo de diversas maneras o de todas las maneras posibles.

Es mi oración que esta predica le de luz y dirección para saber que usted va
por buen camino hacia el cumplimiento del destino que Dios ha trazado para su
vida.

Ahora bien, veremos a continuación 6 armas que tenemos que aprender a


utilizar en medio de los tiempos de batallas espirituales.
Zacarías 4:6 dice: “…no con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu,
ha dicho Jehová de los ejércitos.”

Las batallas espirituales se ganan con el poder sobrenatural de nuestro


Dios, con el poder del Espíritu Santo.

Esta batalla es invisible pero real, es espiritual y a la vez terrenal, por eso
debemos saber lo que dice:

 2 Corintios 10:4 “porque las armas de nuestra milicia no son carnales,


sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,…”.

//Para este tipo de batallas del Espíritu de nada vale la inteligencia,


habilidad o estrategia humana.// Es por eso que debemos tener en cuenta
las siguientes:  

6 ARMAS EFECTIVAS PARA BATALLAR Y VENCER AL ENEMIGO:

PRIMER ARMA:

Conocer y hablar/confesar la Palabra de Dios.


//En Hebreos 4:12 leemos que la Palabra de Dios es una espada que
penetra y hace la obra de Dios ya sea para el crecimiento espiritual como
para la batalla sobrenatural contra el mal.// Necesitamos desarrollarnos
como hombres y mujeres de Dios para no sólo conocer la teoría de la
Palabra sino principalmente la Autoridad de la Palabra de Dios. Eso nos
llevara a aferrarnos a las promesas reveladas y a confesarlas en el Nombre
de Jesús.

SEGUNDA ARMA:

Nuestras conversaciones deben reflejar la mentalidad de un conquistador


Proverbios 18:21 dice claramente que en nuestra lengua tenemos el
poder para soltar muerte o vida. Necesitamos re-orientar nuestro vocabulario
para declarar la vida y la autoridad de Cristo sobre toda fuerza del mal. Nuestro
lenguaje siempre debe ser un canal donde fluya la presencia de Cristo no
donde el enemigo se sienta cómodo.
TERCER ARMA:

Tomar autoridad en el Nombre de Jesús


En Filipenses 2:9-10 leemos que Jesucristo tiene un Nombre sobre todo
nombre y que ante ese Nombre toda rodilla (de nuestros enemigos espirituales)
se doblará vencida reconociendo su autoridad. Esa misma autoridad está
disponible para nosotros hoy, para utilizarla contra el diablo y sus demonios.

CUARTA ARMA:

Ponerse toda la armadura de Dios

(Efesios 6:13-18)

QUINTA ARMA:

Oración y ayuno
Ayunar sin orar en el mundo espiritual es lo mismo que pretender interpretar sin
hablar en lenguas primero. Una cosa lleva a la otra. Cuando alguien
activamente y regularmente se involucra en el lugar secreto buscando a Dios
en oración diaria, en ciertos tiempos, puede sumar el ayuno estipulado
en Isaías 58 para romper todo yugo satánico.

SEXTA ARMA:

Buscar sabiduría espiritual de parte de las autoridades espirituales de la


Iglesia

(Efesios 4:11 Después que partieron ellos, un ángel del Señor apareció en
sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a
Egipto. Permanece allá hasta que yo te diga, porque acontecerá que
Herodes buscará al niño para matarlo».)
En tiempos de batallas lo peor que podemos hacer es aislarnos y quedarnos
solos.
Dicen los estudiosos que el león para atrapar a su presa, siempre elige a
aquella que se aleja de la manada. Una vez que quedo aislada la ataca y la
devora.

Necesitamos aprender a quitar toda altivez, soberbia y orgullo y acercarnos a


nuestros ministros para ser enseñados, porque son nuestras autoridades
espirituales saben más que nosotros.

Siempre digo que si alguna persona esta espiritualmente en Dios sobre


nosotros, es porque es mas que nosotros y necesitamos aprender de
ellos.

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Tenemos todo para ganar nuestras batallas espirituales, por eso se hace
necesario conocer los tiempos en los cuales podemos ser más atacados
por el enemigo.

Levantémonos hoy en el Nombre del Señor para ser más que vencedores en
Cristo, y ganemos todas nuestras batallas individuales y como Iglesia ¡en el
Nombre de Jesús!

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