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EL SOL

Qué es el Sol:

El Sol es imprescindible para la vida en la Tierra, pues es la más importante fuente


de luz, energía y calor natural que tenemos. Es nuestra estrella más cercana y que
nos ilumina desde el centro de nuestro llamado sistema solar.

Sol

Sol ha sido, desde el inicio de nuestra existencia, un elemento que para nosotros
significa una infinidad de cosas desde luz, calor o estrella hasta monedas,
bebidas, simbologías divinas, fuerza, plenitud o un periódico local. La cultura
hispanoamericana es especialmente cercana a su fuerza simbólica.

Como tal, el vocablo proviene del latín sol, solis. Se usa en mayúscula solamente
en contextos astronómicos, para referirnos específicamente al cuerpo celeste de
nuestro sistema solar, cuyo nombre propio es Sol.

Características del Sol

El Sol es el centro del sistema solar. Debido a su enorme tamaño (su masa
constituye 99% de la masa total del sistema solar) y su poderosa fuerza de
atracción gravitatoria, en torno a él orbitan los planetas y demás cuerpos sólidos
(lunas, asteroides, cometas, etc.) de nuestro sistema solar.

Se calcula que la formación del Sol ocurrió hace aproximadamente 4.570 millones
de años, y que su tiempo útil para la vida en la Tierra se prolongará unos 5.000
millones de años más, a partir de los cuales perderá su aspecto actual: brillará
más pero calentará menos, y se convertirá en una estrella gigante roja que
devorará los planetas más cercanos a su paso.

El Sol está compuesto por el núcleo, la zona radiante, la zona convectiva, la


fotósfera, la cromósfera, la corona y los vientos solares. Puede llegar a
experimentar temperaturas en su superficie de hasta 5.500°C. Está compuesto
mayormente por hidrógeno, helio, oxígeno, carbono, hierro, neón, nitrógeno,
silicio, magnesio, etc.

Su radio alcanza los 696.000 km y su distancia con relación a la Tierra es de unos


150 millones de kilómetros o, lo que es lo mismo, 8 minutos con 19 segundos a
velocidad luz, es decir, el tiempo que demoran sus rayos en llegar a la superficie
terrestre. Además, al igual que la Tierra y los demás planetas, tiene dos tipos de
movimiento: el de rotación sobre su propio eje, que le lleva 25 días, y el de
traslación en torno al centro de la Vía Láctea, que dura aproximadamente 230
millones de años.

El Sol y su importancia

El Sol es imprescindible para el desarrollo y evolución de la vida tal y como la


conocemos en el planeta Tierra. La energía de solar nos provee:

temperaturas adecuadas para la vida,

interviene en procesos como la fotosíntesis de las plantas,

su aparición marca el límite entre el día y la noche,

define la meteorología

influye en los procesos climáticos de las distintas regiones del globo terráqueo.

El Sol es tan importante para el desarrollo de la vida, que desde tiempos remotos
el ser humano lo ha adorado mediante cultos que lo consideran una deidad
asociada con la fertilidad de las tierras, el calor y la luz: para los griegos era
Helios; para los aztecas era Tonatiuhtéotl, que además era el quinto sol y como tal
representaba su propia era cósmica.

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