Subcapítulo 1.1-contaminantes físicos del agua: los
contaminantes físicos son aquellos que, aunque no modifican la composición física del agua, si obstaculizan o impiden la función natural del agua
Características:
-causa el mal olor
-causa la fermentación del agua
Subcapítulo 1.2-contaminantes químicos del agua: son los
contaminantes que si modifican la composición química del agua provocando que ya no pueda realizar su función correctamente o que llegue a convertirse en un agente toxico contra la vida que dependía del agua
Características:
-causa la disminución de la concentración del oxigeno
-los compuestos orgánicos e inorgánicos disueltos o dispersos
provienen de descargas domésticas, agrícolas e industriales
Subcapítulo 1.3-contaminantes biológicos del agua: son
aquellas entidades vivas que pasan a formar parte del agua y que tienen un efecto perjudicial para el ecosistema original
Características:
-las bacterias y los virus indeseables son los que producen
enfermedades como la tifoidea, la disentería, la hepatitis y la colera
-ciertas bacterias inofensivas participan en la descomposición
CONCLUSION DEL CAPITULO 1
Se considera contaminante toda materia, sustancia, energía,
organismo vivo o sus derivados que, al incorporarse a los componentes del ambiente, llegan a alterar sus características y obstaculizan el disfrute de la naturaleza, dañando así los bienes e incluso llegando a perjudicar la salud de las personas, animales o plantas
CAPÍTULO 2: CONSECUENCIAS DE LA CONTAMINACIÓN DEL
AGUA
Subcapítulo 2.1.- Destrucción de la biodiversidad.
La contaminación hídrica empobrece los ecosistemas acuáticos y
facilita la proliferación descontrolada de algas fitoplanctónicas en los lagos (eutrofización) [3]
Subcapítulo 2.2.- Contaminación de la cadena alimentaria.
La pesca en aguas contaminadas, así como la utilización de aguas
residuales en la ganadería y la agricultura, pueden transmitir toxinas a los alimentos que perjudiquen nuestra salud a través de su ingesta. [3]
Subcapítulo 2.3.- Enfermedades.
La OMS calcula que unos 2.000 millones de personas beben agua
potable contaminada por excrementos, exponiéndose a contraer enfermedades como el cólera, la hepatitis A y la disentería. [3]
CONCLUSIÓN
Una vez sabemos el mal que ocasionan las aguas contaminadas se
debe tener conciencia y tratar de prevenir este gran mal que afecta a tantos ámbitos.
CAPÍTULO 3: Estrategias para no contaminar el agua.
Subcapítulo 3.1: Desarrollar una infraestructura adecuada para
almacenar este valioso recurso hídrico.
Contar con una infraestructura efectiva y resistente es esencial para
la salud pública y ambiental y para los sectores económicos del mundo, desde lo farmacéutico a lo agrícola y las industrias de servicios. Las interrupciones o pérdida de los servicios de aguas o de aguas residuales, una reducción de la cantidad y calidad del agua, sumado a sistemas inadecuados o desastres hidrológicos causados por inundaciones o contaminaciones, como resultado de no realizar inversiones en la infraestructura de los cuerpos de agua, pone en riesgo la salud pública, la economía y el ambiente.
Subcapítulo 3.2: Educar a la población sobre el uso eficiente
del agua.
Como cualquier valor que queremos transmitir, todo empieza por
una conversación con nuestros hijos. Para inculcarles la importancia del tema, al igual que hacen las Naciones Unidas celebrando el Día Mundial del Agua el 22 de marzo, podemos organizar nuestro propio día sobre el cuidado del agua en casa, preparando temas de reflexión y actividades.
Subcapítulo 3.3: Mejorar el tratamiento de las aguas residuales.
Las aguas residuales producen una alta contaminación hídrica
cuando se vierten en ríos y mares sin haber recibido un tratamiento correcto. Un consumo eficiente del agua, la menor utilización de productos químicos y unas correctas infraestructuras de depuración del agua son las mejores formas de simplificar y mejorar el tratamiento de las aguas residuales.
CONCLUSION DEL CAPITULO 3
Las interrupciones o pérdida de los servicios de aguas o de aguas
residuales, una reducción de la cantidad y calidad del agua, sumado a sistemas inadecuados o desastres hidrológicos causados por inundaciones o contaminaciones, como resultado de no realizar inversiones en la infraestructura de los cuerpos de agua, pone en riesgo la salud pública, la economía y el ambiente.