Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
FACULTAD DE HUMANIDADES
DEPARTAMENTO DE PSICOLOGÍA
TESIS
TESIS
Por:
PSICÓLOGA CLÍNICA
LICENCIADA
ASESOR DE TESIS
M.A. Francisco Ureta
A mi padre, Marco Antonio Franco, por ser fuente inagotable de amor y apoyo a lo largo de
mi vida, por los esfuerzos y sacrificios hechos para hacer de mí lo que soy. Por su ejemplo
de integridad, franqueza y valentía en defender su pensamiento.
A mis hermanas, Patricia Franco y Gabriela Soto por ser las compañeras ideales de mi
camino por la vida, por su apoyo, amor y comprensión.
A Walter Soto, por haberme respetado, protegido y consentido como a una hija.
A mis amados sobrinos: Juan Carlos, Juan de Marco e Ivannita Plata; Ángel Sebastián, y
Santiaguito Bárcenas, por llenar mi vida de amor y de alegría.
A mis primas, Ana y Eva Linde, por su cariño, por compartir conmigo su hogar y tantos
lindos momentos.
A mis amigas, Odra, Claudia, Ana Isabel, Marijose, Shirley, Diana, Helga y Fritha por ser
mis compañeras de viaje en esta linda experiencia que culmina con éxito, por los
inolvidables momentos compartidos, por los desvelos, las carreras y por la linda amistad.
A la Universidad Rafael Landívar, por el valioso apoyo brindado durante toda mi carrera,
el cual me permitió graduarme de una entidad de excelencia académica y con altos valores
humanísticos.
Infinitas gracias a ustedes y a todos aquellos que de una u otra forma fueron parte de
este sueño cumplido.
DEDICATORIA
Dedico este trabajo a todos los niños del mundo, que ya sea por maldad, irracionalidad,
ignorancia o sin mala intención de sus cuidadores, han sido víctimas de maltrato. Ruego a
Dios que este trabajo de investigación contribuya a crear conciencia en nosotros los padres
y madres para cambiar esa historia; para entender las terribles secuelas que el maltrato
conlleva y para aprender a educar con amor, con respeto a la vida y la integridad de
nuestros hijos. En este trabajo se demostró que esas secuelas pueden revertirse si los
golpes físicos y emocionales desaparecen y se brinda a los niños el amor, cuidado,
protección y aceptación que siempre merecieron.
A ti mi amada Sophia, por haberme inspirado, por ser mi primer gran sueño realizado,
porque esta nueva ilusión la emprendí por ti y para ti y porque en medio de las tinieblas en
ti encontré la luz de mi vida y la necesidad de ser alguien mejor. Porque en mi afán de
hacerte una mujer exitosa y fuerte para enfrentar los retos de la vida, me he equivocado y,
a pesar de eso, siempre encuentro en ti comprensión y amor; eres una hija y hermana
maravillosa que llena nuestra vida de amor. Le agradezco a Dios la enorme dicha de
tenerte a nuestro lado.
A ti, mi amada Valentina, porque cuando creí que ya no podía amar más, llegaste a mí a
demostrarme que no hay límites para el amor, has convertido mi existencia en hermosos
amaneceres, has llenado nuestro hogar de infinita alegría, llegaste a complementar nuestra
familia y a ser la personita que renovó mis fuerzas y me hizo enamorarme nuevamente de
la vida. Porque eres para tu hermanita y para mí lo que nos faltaba para ser completamente
felices. Nos regocijamos con tu dulzura, gracia y alegría. Eres un hermoso regalo, le doy
infinitas gracias a Dios porque seas parte inigualable de nuestra familia.
Mi orgullo más grande y mi mayor éxito es ser su mamá. Las amo con todo mi corazón y le
pido a Dios que me alcance la vida para devolverles todo lo que ustedes hacen en la mía.
Índice
No. de página
Resumen 8
I. Introducción 9
Maltrato Infantil 21
Condiciones Psicológicas 36
Funjesús 44
2.1 Objetivos 47
2.2 Elementos de Estudio 47
2.3 Definición de Elementos de Estudio 48
2.4 Alcances y Límites 51
2.5 Aporte 51
III. Método
3.1 Sujetos 53
3.2 Instrumentos 54
3.3 Procedimiento 58
4.1 Ansiedad 60
i
4.2 Autoconcepto 62
4.3 Depresión 65
4.4 Personalidad 67
V. Discusión de Resultados 72
VI. Conclusiones 76
VII. Recomendaciones 78
ii
Resumen
Se encontró que este grupo de niños posee niveles de ansiedad media, siendo la
subescala de hipersensibilidad a las presiones ambientales la que resultó con niveles
más altos. El autoconcepto muestra que solamente el 7% posee una autopercepción
con niveles bajos. No existe sintomatología depresiva en el grupo de evaluados y las
características de personalidad sobresalientes fueron personalidad afectuosa,
reposada, participativa, abierta, social, inteligencia baja, pensamiento concreto, lento
aprendizaje, personalidad excitable, impaciente, exigente, hiperactiva, no inhibida.
8
I. Introducción
Todo niño tiene derecho a una vida digna, que respete su integridad física, su
salud, que le permita tener el cuidado y amor que necesita para lograr un desarrollo
adecuado. Deben ser protegidos contra toda forma de abandono, violencia física o
moral, abuso sexual, explotación, entre otros. Por su falta de madurez física y mental,
necesita de la protección y cuidado de un adulto que pueda garantizarle estos
derechos, tanto antes como después del nacimiento.
Según la Procuraduría de los Derechos Humanos (2006), el niño, como todo ser
humano, no es únicamente una entidad corporal, sino que además se integra con los
sentimientos y la intelectualidad que forman su personalidad, la cual puede verse
afectada muy seriamente como consecuencia del maltrato físico, psicológico, o el abuso
sexual. Es por esto que debe tenerse en cuenta la incidencia que estas conductas
perjudiciales pueden tener en la salud presente y futura de los niños y niñas.
9
Los daños provocados afectan no solo su desarrollo físico, sino también el
emocional, mental y social. Siendo un problema latente, complejo, multifactorial y
multicausal de proporción inmedible dentro de las sociedades alrededor del mundo.
Las personas que abusan o maltratan a los niños en general son personas que lo
hacen como una respuesta extrema al estrés y que en muchas ocasiones consideran el
maltrato como una forma de disciplina útil y necesaria. Es decir, en su mayoría
desconocen las secuelas que este comportamiento puede provocar en desarrollo de la
personalidad de los niños.
En Guatemala, existen estudios que se han realizado acerca del tema del
maltrato infantil, de los cuales se presentan algunos de los más importantes:
Campos (2001), realizó un estudio en el cual tuvo como objetivo determinar cuál
era la variable de maltrato infantil más incidente entre los adolescentes de 12 a 18 años
recluidos en los centros de atención a niños y jóvenes de ambos sexos, en conflicto con
la ley penal, de la misma forma determinar quién fue el principal agresor en cuanto a
maltrato infantil se refiere en los adolescentes de 12 a 18 años recluidos en los centros
de atención a niños y jóvenes de ambos sexos, en conflicto con la ley penal para definir
mejor los programas a desarrollar. La población estudiada estuvo compuesta por 166
10
adolescentes, de la cual se tomó al azar y aleatoriamente a 107 jóvenes para detectar
en ellos la incidencia de maltrato infantil, a los cuales se les administraron cuestionarios
y pruebas proyectivas que garantizaron la objetividad de los resultados. La
investigación se realizó en centros de atención especializada a jóvenes en conflicto con
la ley penal, dichos centros pertenecen a los centros de la dirección de T.O.M.
(tratamiento y orientación al menor de la Secretaría de Bienestar Social de la
Presidencia de la República). Los resultados de la investigación establecieron que un
41% de los entrevistados se sienten objeto de agresión física, otro 41% objeto de
agresión emocional, un 16% objeto de agresión por descuido o abandono y un 2%
objeto de agresión sexual. La investigadora concluyó que la incidencia de maltrato
infantil en las variables de maltrato físico y psicológico, era estadísticamente
significativa en relación a la variable de maltrato sexual y por negligencia, descuido y/o
abandono respectivamente; el principal agresor es el padre o madre y los métodos
correctivos más utilizados fueron: cinchazos, golpes, manadas (maltrato físico),
regaños, malas palabras e insultos (maltrato psicológico o emocional), abandono,
descuidos (maltrato por negligencia, descuido y/o abandono) y violaciones (maltrato
sexual).
Wölhers (2009), realizó una investigación que tuvo como objetivo principal
identificar los motivos por los cuales los adultos utilizan el maltrato para corregir o
educar a sus hijos/as o a los/las niños/as que tienen a su cargo, así como determinar
los aspectos más relevantes relacionados con el maltrato infantil. Utilizó en su muestra
a personas que están al cuidado del niño o niña, pudiendo ser madre, padre u otra
persona que utilizan el maltrato como método de disciplina, fueron seleccionados en
base a información obtenida en la Clínica psicológica del Centro de Salud No. 1 de la
Ciudad de Guatemala, en donde los hijos/as de los sujetos asisten a terapia
psicológica, mediante la técnica de Grupos Focales, con 10 personas; 6 personas en el
primer grupo y 4 en el segundo. Para elaborar el estudio se analizó la información
teórica ya través de los grupos focales, se identificaron elementos importantes
relacionados con las relaciones paterno-filiales y dinámicas familiares y cómo estos
elementos influyen en las formas de maltrato presentadas por los sujetos. Entre los
resultados encontró que la mayoría de personas que participaron, identificaron el
11
castigo físico como necesario en las ocasiones en las que pierden el control ante las
situaciones relacionadas con la crianza de sus hijos/as. Asimismo, que los golpes,
palabras y acciones que lastiman al niño/a son tomadas como métodos normales para
su corrección. Finalmente concluyó que los/las maltratadores/as no tenían conciencia
de que maltrataban a sus hijos/as, ya que consideraban el maltrato físico y verbal como
métodos positivos e incluso favorables en la educación de los niños y niñas.
De la misma manera Ortiz (2008), aplicó un programa que tuvo como objetivo
general el determinar si la aplicación de un Programa de Resiliencia aplicado a niños
con síntomas de maltrato físico disminuye los estados de Depresión. La muestra que la
autora utilizó estaba compuesta por un grupo de 20 niños de género masculino, con
edades comprendidas entre 9 y 12 años, estudiantes de la Escuela de varones Filadelfo
Ortiz, ubicada en San Juan Sacatepéquez, los cuales fueron seleccionados
aleatoriamente y divididos en dos grupos, para conformar el grupo experimental y
control. La escolaridad comprendía desde segundo a quinto grado de primaria. El
instrumento que utilizó fue la Escala CDS, Escala de Depresión para Niños de Lang y
Tisher, en la evaluación previa y posterior a la aplicación del programa. Los resultados
obtenidos demostraron que vivir en condiciones de maltrato infantil puede generar
estados emocionales tristes tal y como lo menciona Lammoglia (1999), los síntomas de
depresión pueden ser provocados por condiciones de maltrato sufridas por el niño, un
patrón de maltrato o comportamiento abusivo que se dirige hacia él y que perturba los
aspectos físico, emocional o sexual. Finalmente concluyó que el tener la vivencia de
maltrato puede generar estados depresivos en los niños como se evidencia en este
estudio y como lo mencionan diferentes autores y estudios efectuados.
12
existían, así como evaluaciones psicológicas y referencias de casos de maltrato por
parte de la trabajadora social y de la directora de la institución de ese momento, la
autora determinó los casos a estudiar. Su estudio concluyó en que se considera que
todas las familias de esta investigación pertenecen a la categoría de “familia poco
integrada” donde la unión es de tipo formal y el tiempo que le dedican a la relación
familiar es mínimo. Prevalecen las relaciones conflictivas, hay muchos problemas de
hostilidad, resentimientos y violencia intrafamiliar, incluyendo por supuesto, el maltrato
infantil. El amor y la vida conyugal desaparecen en la mayoría de los casos. Los hijos
presentan muchos problemas conductuales, de aprendizaje y emocionales.
Según los estudios realizados por Guillermo (2005), en los cuales el objetivo era
aportar todo el contexto en que Guatemala se rige en materia de Derechos Humanos
respecto a la niñez y adolescencia y para el cual utilizó como instrumento un cuadro de
cotejo, donde los indicadores son: Maltrato Infantil; Maltrato Físico; Maltrato Emocional
o Psicológico; Maltrato por Negligencia, Descuido o Abandono; Maltrato por Abuso
Sexual, el mayor porcentaje de denuncias que se reportaron el año pasado son de
niños y niñas de 0 a 13 años, sobre todo en relación con niñas. De las denuncias
recibidas, se puede establecer que la clase de maltrato más denunciado, en primer
lugar es el maltrato físico y el segundo lugar lo ocupa el maltrato por abuso sexual. Se
puede establecer, que en las denuncias recibidas, las personas sindicadas de la
agresión o sujetos activos del maltrato infantil, son: desconocidos, padre o madre,
padrastro, familiares, personas particulares.
13
personal que laboraba en instituciones que en Guatemala están encargadas de velar
por la integridad física y psíquica de los niños y niñas víctimas y/o en riesgo de sufrir
maltrato así como con profesionales versados en la materia. Con los resultados que
obtuvo de su investigación se pudo constatar que los lineamientos de acción planteados
son de vital importancia para el sano desarrollo y protección de la niñez guatemalteca
futuro del país, para evitar que los mismos, como consecuencia del maltrato sufrido
asuman actitudes delincuenciales en perjuicio de ellos mismos, de sus padres y de la
comunidad donde viven, para finalmente concluir en que el maltrato infantil en el seno
familiar es un fenómeno que trasciende las fronteras encontrándose latente en todos los
estratos sociales, evidenciado principalmente en familias de escasos recursos; ya que
generalmente los actos violentos inferidos al menor son producto del estrés provocado
primordialmente por carencias económicas de los sujetos activos de los actos abusivos.
Supone la existencia de cuatro categorías que lo clasifican tales como la violencia
física, emocional, sexual y el abandono; de tal modo que el menor maltratado en el
seno familiar es quien ha sido víctima de violencia física o psíquica deliberadamente o
falta voluntaria de cuidados por parte de sus pares o adultos que lo tienen a su cargo.
Velásquez (2003), realizó una investigación que tuvo como objetivos identificar
como influyen las características psicosociales en familias que presentan o no abuso
sexual infantil, describir la conducta del niño abusado y del no abusado y proporcionar
la información necesaria acerca de la influencia de las características psicosociales, en
la incidencia del abuso sexual o cualquier otro tipo de maltrato. Utilizó para su estudio
una muestra de ocho familias, de las cuales cuatro familias viven en alguna de las
comunidades del relleno sanitario y los niños asisten al proyecto La Casita Amarilla; y
las cuatro familias restantes residen en el asentamiento La Limonada, zona 5 y las
niñas asisten a la Escuela oficial para niñas No. 37, Eugenio María Hostos. De las ocho
familias, cuatro familias sufren de abuso sexual intrafamiliar y las cuatro familias
restantes no sufren de ningún tipo de abuso. Los casos que se presentaron fueron
reportados por maestros y/o directores de los establecimientos que participaron. La
mayoría de los entrevistados se ubicó en el rango de edad de 7 a 60 años. El
instrumento utilizado fue una guía de entrevista estructurada e incluyó indicadores
biológicos ambientales, económicos, culturales y psicológicos. Tomando como base los
14
ítems expuestos en el Inventario Multisistémico Familiar Campang (1991). Entre los
resultados encontró que las familias investigadas manifestaron como forma de
relacionarse los patrones de maltrato físico, negligencia, abuso sexual, violencia
doméstica, relaciones conflictivas, relaciones fusionadas conflictivas distantes y de
corte. Estos patrones definidos como disfuncionales, contribuyen grandemente a la
callejización y/o algún tipo de maltrato. Se estableció que la contaminación del
ambiente, el nivel socioeconómico y sociocultural son factores desencadenantes de la
agresión y maltrato de los menores.
González (1989), realizó una revisión bibliográfica sobre el Maltrato de los niños,
que tenía como objetivo dar a conocer a nivel nacional la existencia del maltrato infantil
como un mal que atañe la sociedad y al mundo en general, así mismo que los padres
que maltratan a sus hijos desarrollaran una conciencia positiva en relación a su
conducta y así lograr un cambio. En la muestra que utilizó fue un grupo
multidisciplinario coordinado por el Ministerio de salud y formado por pediatras,
educadores, psicólogos, trabajadoras sociales, juristas y traumatólogos, elegidos
aleatoriamente. Las conclusiones que obtuvo fueron que el síndrome del niño
maltratado es la serie de lesiones o daños tanto físicos como mentales que puede
padecer un niño por conductas agresivas intencionales y conscientes provenientes de
personas mayores y que se relacionan con él. Necesita de tres elementos para
manifestarse: un padre potencialmente agresor, una situación estresante que incite al
padre agresor a actuar violentamente y características del niño que inciten al maltrato.
El maltrato en el niño no causa únicamente daño físico sino también daño moral y
psicológico.
15
hijos. También es un hallazgo importante el concluir que los niños que sufren de
maltrato pueden generar estados depresivos y de ansiedad, que el daño no es
únicamente físico sino también moral y psicológico. Las familias en donde prevalece
esta conducta, son en su mayoría familias con relaciones conflictivas, violencia
intrafamiliar y en donde el tiempo que le dedican a la familia es mínimo. Se estableció
que el nivel socioeconómico y sociocultural son factores desencadenantes de la
agresión contra menores.
Ison (2008), realizó una investigación en la cual tuvo como objetivo principal
comparar las habilidades cognitivas para la solución de problemas interpersonales en
niños con conductas disruptivas y víctimas de maltrato y analizar las emociones
identificadas por ambos grupos al describir situaciones de interacción social conflictivas.
Utilizó una muestra conformada por 49 niños/as: 27 con conductas disruptivas
identificados a través de la Guía de Observación Comportamental (Ison & Fachinelli,
1993) y 22 fueron identificados como niños/as víctimas de maltrato, detectados por
profesionales de los servicios de salud del Programa Provincial de Atención y
Prevención al Maltrato Infantil de la Provincia de Mendoza-Argentina. El instrumento
utilizado fue la Guía de Observación Comportamental para niños (Ison & Fachinelli,
1993). Test de Evaluación de Habilidades Cognitivas de Solución de Problemas
Interpersonales (EVHACOSPI).Los resultados de la investigación proporcionaron la
siguiente información: se observó que el grupo de niños con conductas disruptivas
obtuvo un puntaje significativamente mayor en: a) Generación de alternativas de
solución irrelevantes y b) Anticipación de consecuencia irrelevantes en comparación
con los niños víctimas de maltrato. Por otra parte, este último grupo obtuvo puntajes
mayores en Anticipación de Consecuencias Positivas y Negativas, tanto en la
formulación de categorías como de enumeraciones, en comparación con los niños con
conductas disruptivas. No se observaron diferencias entre ambos grupos de niños en
las restantes habilidades cognitivas para la solución de problemas interpersonales. El
grupo de 6-7 años, los niños con conductas disruptivas generaron mayor número de
16
alternativas y consecuencias irrelevantes para la solución de problemas interpersonales
en comparación con los niños víctimas de maltrato de su misma edad. Finalmente
concluyó que dependiendo de la edad, existen diferencias entre ambos grupos en las
siguientes habilidades: identificación del problema, generación de alternativas de
solución y anticipación de consecuencias. Además, los niños víctimas de maltrato
detectaron la emoción "miedo" en mayor proporción en comparación con los niños con
conductas disruptivas.
17
infantil, como la institucionalización, propician una actitud crítica hacia esta práctica.
Utilizaron para identificar las estrategias de los niños frente al castigo, una entrevista
semiestructurada y la elaboración de historias de vida, entrevistas a profundidad y
observación de campo, en el sistema sociocultural. La investigación fue de tipo
exploratorio descriptivo y participaron 20 niños de ambos sexos, cuyas edades
oscilaban entre los 7 y los 12 años, habitantes del barrio Santa Inés de la localidad
Cuarta de San Cristóbal Sur, asimismo, 20 adultos de ambos sexos, padres de los
niños entrevistados. Los resultados mostraron que en la identificación de los factores
de riesgo y de protección que presentan los niños frente al castigo, se evidencia que,
dentro del núcleo familiar, existen diversos factores de riesgo tales como la agresión
física, el alcoholismo del padre, los problemas económicos, los conflictos intrafamiliares
y la ausencia de verbalizaciones positivas por parte de los padres. Los factores
protectores encontrados son: pedir ayuda cuando está enfrentado a situaciones que
impliquen castigo; tener buenas relaciones con sus padres; jugar con sus cuidadores;
obedecer de tal manera que se inhiba la respuesta de castigo por parte de sus padres;
actitud defensiva, estrategia que va a generarle mayor capacidad de adaptación al
medio externo, no familiar, como el vecindario, el colegio, etc. Finalmente concluyeron
que los aspectos psicológicos, sociales y culturales se tuvieron en cuenta en esta
investigación, encontrándose una evidencia de su interrelación, interdependencia e
interacción permanentes.
18
externalización (comorbilidad) se utilizó la Lista de Comportamientos Infantiles
(CBCL/6–18). El castigo físico severo se definió como golpes con objetos, patadas,
estrangulación, asfixia, quemaduras, escaldaduras, marcas, palizas o amenazas con
armas. Además, se examinaron otros correlatos pertenecientes a cuatro dominios:
características del niño (sexo, edad, haber sido testigo de violencia conyugal), la madre
(nivel educativo, desempleo, ansiedad o depresión, violencia conyugal), el padre
(ausencia, embriaguez) y la familia (nivel socioeconómico). Para identificar la ansiedad
y la depresión maternas (puntuación > 7) se utilizó el Cuestionario de Autoinformación
de la OMS (SRQ-20). Los correlatos independientes y las interacciones significativas se
identificaron mediante análisis de regresión logística retrógrada. Los resultados
revelaron que el castigo severo se correlacionó de forma independiente con problemas
comórbidos de internalización y externalización, pero no con problemas únicamente de
internalización. Asimismo, aumentó el riesgo de problemas únicamente de
externalización, pero sólo en niños y adolescentes no expuestos a ansiedad ni
depresión materna. La ansiedad o depresión maternas aumentaron el riesgo sólo en
niños o adolescentes no expuestos a castigos severos. Finalmente concluyó que los
castigos severos pueden estar relacionados con problemas de salud mental infantil, y el
mecanismo depende del tipo de problema. Su influencia es persistente en presencia de
factores causantes de estrés familiar, tales como ausencia del padre y la depresión o
ansiedad de la madre.
19
que ver con: la comunicación de los mismos, la potenciación, conocimiento y uso de los
recursos intra e interinstitucionales, la inclusión de propuestas curriculares de
prevención específica e inespecífica en los centros escolares, la formación del
profesorado, la promoción de programas preventivo comunitarios y en general las
propuestas que el propio profesorado genera.
Así mismo en Colombia, Beltrán (2007), realizó una investigación que tuvo como
objetivos medir características del abuso sexual teniendo como referencia las
categorías: factores familiares, factores sociodemográficos, características del abuso
sexual, comportamiento de los padres e historia de las madres. La muestra utilizada
fue de 8,187 personas de diferentes edades valoradas en 16 estudios. Los resultados
de la investigación revelaron que las variables estudiadas que más estuvieron
asociadas al abuso sexual fueron: 1. Estructura familiar caótica; donde se presentan
dificultades en las relaciones interpersonales, 2. Presencia de violencia o conflicto
marital, 3. Comportamientos de los padres inclinados hacia el abuso de alcohol o
drogas y en menor presencia 4. Historia de abuso sexual en las madres de menores
víctimas de abuso. No se encontraron asociaciones significativas en las variables
sociodemográficas como estrato socio-económico, nivel educativo de los padres, tipo
de vivienda o la presencia de desempleo de alguno de los padres. Finalmente se
concluyó que el abuso sexual no es un problema que obedece a una sola causa ni
posee una sola característica en sus manifestaciones.
Reyes (2006), realizó un estudio en Sao Paulo, Brasil, en donde tuvo como
objetivo definir el maltrato infantil y para esto utilizó una muestra probabilística de
conglomerados que incluyó a todos los hogares elegibles (mujeres de 15 a 49 años con
hijos menores de 18 años), seleccionamos aleatoriamente a una pareja madre-hijo por
hogar. El estudio se centró en los niños de 6 a 17 años y fue transversal como parte de
una encuesta multipaís sobre el maltrato en el entorno familiar. Los resultados del
estudio mostraron que el maltrato infantil es un problema frecuente, que debe ser
sospechado para ser diagnosticado. Los niños víctimas de maltrato infantil pueden
presentar virtualmente cualquier tipo de lesión, sin embargo existen lesiones
comúnmente asociadas a un trauma inferido que constituyen patrones radiológicos
20
diagnósticos altamente específicos para abuso. Excluyendo las lesiones cutáneas, las
lesiones óseas son las más frecuentes y pueden tener cualquier localización, sin
embargo en niños menores de 18 meses debido a la inmadurez del tejido esquelético
las lesiones metafisiarias y costales son casi patognomónicas. Finalmente concluyó
que el maltrato infantil se define como cualquier daño físico, psicológico o social no
accidental ocasionado a un menor, por sus padres o cuidadores, las instituciones o la
propia sociedad; como resultado de acciones físicas o sexuales, emocionales o de
negligencia, omisión o comisión.
21
un niño que ha estado sometido a este, es por eso que se hace sumamente importante
el difundir esta información, no solo en busca de detectarlo y tratarlo por medio de
ayuda profesional, sino para poder prevenirlo.
22
Por lo que se puede concluir que el maltrato infantil es un problema que ha
existido durante toda la vida, en el pasado, este tipo de prácticas era aceptado y
avalado en algunos casos por la misma ley.
Es hasta este siglo en que empieza a existir un ligero avance a raíz del
establecimiento de los derechos de los niños en donde estas prácticas están penadas
por la ley. Sin embargo el maltrato infantil sigue tomando proporciones alarmantes, ya
que si bien los asesinatos de los hijos no son frecuentes, el abuso sexual, físico y
psicológico, sigue siendo un problema que va en aumento y que trae consecuencias
devastadoras en el desarrollo de los niños.
Sobre el tema García & Musito (1993) y Grosman (2002), coinciden en que el
fenómeno del maltrato infantil es considerado en el mundo, desde hace escaso tiempo
como uno de los problemas sociales más serios, complejos y urgentes de la sociedad.
Sin embargo, la violencia contra los menores sigue siendo un grave problema que
afecta a toda la población mundial; convirtiéndose en uno de los problemas más serios
que requieren de atención profesional. Mencionan que el maltrato infantil debe
considerarse como un problema social, en el cual todas las personas deben interesarse
en su prevención y tratamiento ya que afecta los derechos del niño(a) a la vida, a su
integridad psicológica, física, a su salud, libertad y dignidad y al mismo tiempo
compromete el destino de la sociedad ya que una sociedad edificada sobre la coacción
y el miedo producirán hombres y mujeres que presentarán este modelo de vida privada
y pública, y esto conlleva deterioro del bienestar y calidad de vida de los seres
humanos.
23
interacción y éstas constituyen la estructura familiar que a su vez rige el funcionamiento
de los miembros de la familia, define las distintas conductas y facilita la interacción
recíproca.
Según UNICEF el maltrato infantil se define como: "Problema social que afecta a
la integridad de los niños. Es un problema social, intencional, consciente; es una
agresión y/o violencia física, moral, verbal, psicológica, social, sexual, que afecta e
interfiere en la integridad, desarrollo y derechos del niño; es una forma mal entendida
de los padres para educar a los hijos; abuso de poder, donde el menor se encuentra en
desventaja; un acto de irresponsabilidad." (PAMI 1998, p.3).
24
intención de castigarlo o causarle daño. Esta agresión se produce a través de acciones
como golpes, insultos, abusos, etc. y por omisiones cuando se deja de atender las
necesidades de vida del niño, tales como alimentación, higiene, vigilancia, afecto."
(PAMI 1998, p.3) Agregando lo siguiente: "Se considera como maltrato infantil, todas
aquellas faltas cometidas contra el niño, niña o adolescente relacionadas con su
cuidado, atención y la falta de amor afectando su salud física y mental. El maltrato
físico, el abuso y la explotación sexual y todas aquellas acciones que se practican en
contra de los niños, niñas y adolescentes, por parte de los adultos, también se
consideran como una forma de Maltrato Infantil." (Folleto Informativo).
Guerrero (1993), mencionó que entre las personas y entidades sensibilizadas por
esta problemática de la niñez, es común escuchar justificaciones como de que el
maltrato en Guatemala es una institución (por su carácter permanente y por la
tendencia a concebirlo como algo natural) disfrazada (bajo la forma de disciplina
porque se oculta y niega el daño que implica).
25
Grosman (2002), sugirió que ante una realidad tan preocupante, la intervención
preventiva debe realizarse a partir de impartir el conocimiento de los factores de riesgo
específicos dependiendo del tipo de maltrato infantil que se presente. Al identificar
estos factores se puede establecer las variables que anteceden al maltrato, puede
conocerse el riesgo de que se produzca el problema, por lo que el maltrato puede
predecirse, detectarse y prevenirse.
Respecto a esto Zepeda (1997), mencionó que la crianza de los niños puede
presentar manifestaciones de cariño, respeto, solidaridad, protección y unión comunes
de los latinoamericanos, así como, castigos y malos tratos como métodos de
enseñanza en busca de imponer disciplina y controlar la conducta.
26
Howard (1998), definió el maltrato físico como toda relación de poder en el que el
agresor ejerce intencionalmente, fuerza y violencia sobre el cuerpo de la víctima,
con el objeto de castigarlo, disciplinarlo o sin razón aparente, pero produciéndole
lesiones internas y/o externas.
Howard (1998), mencionó que muchas veces las exigencias que se hacen al niño
son superiores a lo que él puede hacer por su edad, madurez o condición;
entonces las respuestas del niño pueden hacer que el agresor se irrite, le ofenda
y le humille. En el maltrato emocional, es común que se utilice el rechazo,
desprecio, burlas, críticas, insultos, amenazas y terror como formas de hacer
sentir al niño/a su incapacidad para realizar alguna tarea o considerarle como
una carga despreciable. El maltrato psicológico repercute en el niño en forma de
alteraciones de tipo emocional, dificultad para entablar relaciones con los demás,
estados depresivos, estar ausente, apático y presentar un retraso más o menos
grave en el desarrollo en general.
27
mala formación de hábitos e inasistencia escolar. Generalmente sucede porque
los padres no vigilan adecuadamente a sus hijos y con ello provocan que estén
expuestos a accidentes que podrían resultar incluso fatales. El descuido provoca
retardo en el desarrollo del niño, enfermedades, negativa participación en la vida
social como por ejemplo: la prostitución, drogadicción, alcoholismo, etc.
28
Los síntomas comunes en todas las edades son:
Los niños y las niñas aprenden a tener un concepto y un valor de ellos mismos a
través de las conductas e influencias de los adultos, los mensajes que reciben de éstos
y las circunstancias que los rodean. Por esto, la infancia es un período importante para
el desarrollo físico, social y emocional de toda persona. El mundo del niño está
formado por la gente que lo rodea, especialmente sus padres, hermanos, de manera
que el niño toma todo mensaje proveniente de ellos, de forma verbal o físicamente y los
refleja en su conducta.
El niño no puede ni sabe cómo defenderse ante los maltratos de los adultos.
Esto lo sitúa en una posición vulnerable ante un adulto agresivo y/o negligente. Los
niños que sufren maltrato tienen múltiples problemas en su desarrollo evolutivo, déficits
emocionales, conductuales y socio-cognitivos que le imposibilitan un desarrollo
adecuado de su personalidad. (De León, 1997).
29
Los problemas que tienen los niños maltratados se traducen en manifestaciones
que pueden ser conductuales, físicas y/o emocionales. A estas señales de alarma se
llama indicadores, ya que pueden "indicar" una situación de riesgo o maltrato.
30
emocional indispensable para la supervivencia en estos ambientes de agresión
crónica. Así como el hecho de que los niños maltratados muestran dificultad para
distinguir lo que sienten y para percibir las emociones o sentimientos que experimentan.
Poseen confusión en sus percepciones, no saben diferenciar que está bien y que está
mal.
31
reuniones del colegio, desprecian y desvalorizan al niño en público, sienten a su hijo
como una "propiedad" ("Puedo hacer con mi hijo lo que quiero porque es mío"),
expresan dificultades en su matrimonio, recogen y llevan al niño al colegio sin permitir
contactos sociales, los padres están siempre fuera de casa, compensan con bienes
materiales la escasa relación personal afectiva que mantiene con sus hijos, abusan de
substancias tóxicas (alcohol y/o drogas), trato desigual entre los hermanos, no justifican
las ausencias de clase de sus hijos, justifican la disciplina rígida y autoritaria, ven al
niño como malvado, ofrecen explicaciones ilógicas, contradictorias no convincentes o
bien no tienen explicación, habitualmente utilizan una disciplina inapropiada para la
edad del niño, son celosos y protegen desmesuradamente al niño.
32
drogas y alcohol, miedo generalizado, depresión, rechazo al propio cuerpo, culpa y
vergüenza, agresividad, problemas de relación interpersonal, baja autoestima e
inseguridad.
De acuerdo a lo anterior se puede concluir que los efectos del maltrato infantil
más evidentes son los siguientes: una pobre auto-imagen, incapacidad para confiar o
amar a otros, conducta agresiva, problemas de disciplina y comportamiento antisocial,
comportamiento auto-destructivo o auto-abusivo, pensamientos suicidas, pasividad y
comportamiento retraído, miedo de establecer relaciones nuevas o de comenzar
actividades nuevas, ansiedad y miedos, problemas en la escuela o fracaso escolar,
sentimientos de tristeza u otros síntomas de depresión, visiones de experiencias ya
vividas y pesadillas, abuso de drogas o de alcohol.
Si los padres usan la violencia para corregir y no las palabras, si hay falta de
comunicación adecuada hacia los menores de edad, falta de cariño por parte de los
padres o explotación a los menores se están violando los Derechos del Niño. Los
efectos negativos son la rebeldía, desobediencia, fugarse de sus casas huyendo a las
33
calles, rencor de los menores hacia los padres y el deseo de vengarse con otras
personas (PRONICE, 1994).
Según explica Wolfe (2001), para prevenir y tratar el maltrato y en general, para
contribuir a la buena salud infantil y familiar, se deben promover métodos de educación
adecuados basados en los factores que pueden llevar al maltrato y al abandono infantil,
ya que vale la pena mencionar que la mayoría de los servicios dirigidos a las familias
que maltratan a sus hijos/as no tiene por objetivo principal tratar a esas familias, sino
proteger a los niños cuando el maltrato ya se ha producido.
Según la Procuraduría de los Derechos Humanos (2008), los efectos que provoca
en los niños el ser víctimas de maltrato son diversos y de variada intensidad entre los
cuales cabe mencionar:
Muerte de la víctima
34
Impedimentos físicos permanentes
Alcoholismo y drogadicción
Niños de la calle
Niños institucionalizados
Conducta antisocial
Trasgresión y delincuencia
Vagancia
Existen diversos estudios que nombran diferentes factores como precipitantes del
maltrato infantil, entre los cuales se pueden mencionar los siguientes estudios:
Hasta hace algunos años, se pensaba que el maltrato infantil era producto de
trastornos psicológicos individuales, del alcoholismo, de las toxicomanías o de
carencias económicas o educativas. Las investigaciones han demostrado que es un
conjunto de factores en relación a un modelo familiar y social que utiliza la violencia
como factor aceptable para la ejecución de la disciplina o para la resolución de
conflictos (Hernández, 2001).
35
sino para obtener de los más débiles, los niños, que se sometan a su voluntad y a la
satisfacción de sus deseos. La mayoría de los padres y cuidadores desconocen las
terribles repercusiones que tiene el maltrato ejercido sobre los niños en la formación de
su personalidad. Los niños sometidos y obligados a obedecer, callar y soportar la forma
como sus cuidadores los eduquen, quedan indefensos ante una situación en la que se
le niegan sus derechos como seres humanos a ser respetados en su integridad física y
emocional, lo que determina las condiciones psicológicas con las que crecen y se
desarrollan.
Las investigaciones han mostrado que, cuando las personas están en ambientes
que apoyan y nutren las necesidades, se manifiestan condiciones psicológicas
adecuadas con emociones positivas y conductas propositivas así como actitudes
favorables hacia los grupos sociales (Csikszentmihalyi y Le Fevre, 1989; Deci, Connell
y Ryan, 1989). En cambio, cuando las condiciones son crónicamente hostiles,
sobrevienen reacciones y emociones negativas tales como la tristeza o la ansiedad que
(Seligman, 1975).
36
La psicología contemporánea a través de diferentes estudios ha descubierto que los
años de la infancia son primordiales para la formación de la personalidad, no sólo
porque es allí donde se forma, sino porque es donde el ser humano desarrolla, en su
mayoría, los demás componentes de su psicología individual.
37
psicológicas, establecen fuentes de afecto y aceptación, modelos de patrones
conductuales aprobados para aprender a ser sociales, orientación en el desarrollo de
patrones conductuales socialmente aprobados.” (Pág. 34)
38
La autoestima es un elemento básico en la formación de los niños, dependerá de
su desarrollo en el aprendizaje, en las buenas relaciones, actividades en la construcción
de su felicidad, cuando un niño adquiere una buena autoestima se sentirá competente,
seguro de sí mismo y valioso, su comunicación será fluida, y con relaciones sociales
adecuadas. Al contrario el niño con baja autoestima no confiará en sus propias
habilidades ni en las de los demás, se sentirá inferior a otros, se comportará más
tímido, crítico y mostrará poca creatividad, desarrollará conductas agresivas y
asilamiento social (González 2001).
39
cognoscitivas y aborda las tareas del desarrollo de la niñez, la adolescencia y luego la
edad adulta.
Según Saffie (2000), existe una valoración global acerca de sí mismo, una
percepción de ser amado, valioso y estar contento de ser como es; o por el contrario,
en un sentimiento de ser poco valioso, no amado, un sentimiento negativo y de no
aceptación respecto de uno mismo, existen también otras dimensiones o áreas
específicas de la autoestima. Dentro de ellas, las siguientes son las que considera
significativas en la edad escolar:
40
autovaloración de las capacidades intelectuales, como sentirse inteligente,
creativo y constante, desde el punto de vista intelectual.
Ugalde (2007) indicó que la ansiedad puede ser aguda o crónica. La crisis aguda
se manifiesta por ataques de pánico, estos son episodios donde la reacción de lucha o
huida del organismo se presenta en momentos inoportunos, la persona se siente
agobiada por una sensación de desastre o de muerte inminente, lo que impide pensar
con claridad, también se presenta sensación de falta de aire, claustrofobia o asfixia,
palpitaciones, etc. La crisis crónica presenta síntomas como inquietud, desasosiego,
tartamudez, sudoraciones, miedo, etc.
41
Según Maya, et. al (2005), la ansiedad es un estado que se refiere a una fase
emocional del aquí y el ahora que se caracteriza por aprensión, tensión y activación del
sistema nervioso autónomo; mientras que la ansiedad rasgo, se refiere a la propensión
a percibir ciertas situaciones como amenazantes y responder a estas situaciones con
niveles variables de ansiedad estado. La ansiedad rasgo es un motivo o predisposición
conductual adquirida, que predispone a un individuo a percibir un amplio rango de
circunstancias objetivamente no peligrosas como amenazantes, y responder a ellas,
con una ansiedad estado desproporcionada en intensidad o magnitud, al peligro
objetivo. Personas con alta ansiedad rasgo perciben mayor número de situaciones
como amenazantes o responden a situaciones amenazantes con niveles más elevados
de ansiedad estado.
42
ánimo negativo que van acompañados de ciertos problemas somáticos, cognitivos y de
conducta. Estas características están presentes de manera persistente y se observa un
deterioro social en el niño o adolescente.
Los niños que han sido víctimas de maltrato sufren severas consecuencias en su
estabilidad emocional, sus condiciones psicológicas no son las adecuadas ni les
permiten desarrollarse de forma integral. En Guatemala los casos que son
denunciados por este tipo de delito conllevan al retiro de las víctimas de su hogar
natural para ser llevados a un hogar temporal en donde se encuentren a salvo.
Tal es el caso del Hogar Funjesus, una casa hogar fundada en 1,999 con el
propósito de su fundadora Vanessa López de prestarle un hogar adecuado donde vivir
a los hijos de las reclusas del penal para mujeres de Guatemala. En ese año y con esa
finalidad inició el proyecto Funjesus con el apoyo de algunas colaboradoras. En mayo
del 2,000 ingresa la primera niña, hija de reclusa y ocho meses más tarde ingresan
aproximadamente siete niños más también hijos de reclusas. Por asesoría y solicitud
de los jueces de menores, sus fundadores cambian los estatutos para poder ampliar el
apoyo también a los niños víctimas de abuso, maltrato, desnutrición o abandono.
Funjesus se encuentra ubicado en la zona 14 de la ciudad de Guatemala, al final de la
44
avenida de las Américas. Sus fundadores ofrecen a los niños una vida digna con una
educación integral que incluye educación en valores, educación cristiana, académica,
artística y deportiva. Es así que los niños asisten a colegios prestigiosos, academias de
arte y centros deportivos, además de asistir a la iglesia católica todos los domingos. Es
una institución que pretende rescatar a los niños y proporcionarles los cuidados y la
educación que les fue vedada. Están conformados como una gran familia y proveen de
amor y atención a cada uno de los niños que allí ingresa. Esta casa hogar se sostiene
por donaciones de dinero, servicios profesionales, tiempo y mercadería que
proporcionan sus padrinos, personas que voluntariamente participan en el
sostenimiento del hogar y como apoyo emocional en el desarrollo de estos niños. Es
importante mencionar que la mayoría de los niños llevan varios años en el hogar.
45
II. Planteamiento del Problema
46
El estudio del maltrato infantil y sus consecuencias psicológicas es indispensable
para informar y concientizar a los padres, cuidadores e instituciones a cargo de los
niños, para no solo buscar combatirlo, sino prevenirlo.
¿Cuáles son las condiciones psicológicas de un grupo de niños que han sufrido de
maltrato en cualquiera de sus expresiones, que se encuentran comprendidos entre las
edades de 7 y 16 años de edad y que se encuentran institucionalizados en el hogar
Funjesus de la ciudad de Guatemala?
2.1 Objetivos
Objetivo General:
Describir las condiciones psicológicas de un grupo de niños de edades
comprendidas entre 7 y 16 años de edad, que han sufrido de maltrato en cualquiera de
sus expresiones y que se encuentran institucionalizados en el Hogar Funjesus, de la
ciudad de Guatemala.
Objetivos Específicos:
47
o Depresión
o Ansiedad
o Personalidad
Definición Conceptual
Maltrato Infantil:
El abuso infantil es un patrón de maltrato o comportamiento abusivo que se dirige
hacia el niño o niña y que afecta los aspectos físico, emocional y/o sexual, así como
una actitud negligente hacia el/la menor, a partir de la cual se ocasiona amenaza o
daño real que afecta su bienestar y salud. (Lammoglia, 1999).
Condiciones Psicológicas
Las investigaciones han mostrado que, cuando las personas están en ambientes
que apoyan y nutren las necesidades, se manifiestan condiciones psicológicas
adecuadas con emociones positivas y conductas propositivas así como actitudes
favorables hacia los grupos sociales (Csikszentmihalyi y Le Fevre, 1989; Deci, Connell
y Ryan, 1989). En cambio, cuando las condiciones son crónicamente hostiles,
sobrevienen reacciones y emociones negativas tales como la tristeza o la ansiedad que
(Seligman, 1975).
Pettigrew y Meertens (1995), en sus investigaciones acerca del tema han mostrado
que, cuando las personas están en ambientes que apoyan y nutren las necesidades, se
manifiestan emociones positivas y conductas propositivas así como actitudes favorables
hacia los grupos sociales. En cambio, cuando las condiciones niegan la satisfacción de
48
estas necesidades, sobrevienen reacciones y emociones negativas tales como la
tristeza o la ansiedad.
49
Según Farré (1998), la personalidad es una estructura dinámica, no estática,
determinada genotípicamente que como resultado de varios estímulos del medio
ambiente evoluciona y se plasma. Esta no actúa en la misma medida y forma en todos
los individuos, en algunos predominan los factores genotípicos y en otros los
ambientales. Aun así, se interrelacionan y presionan sobre la totalidad de la persona.
Definición Operacional
50
Ansiedad: el instrumento a utilizar para medir los niveles de ansiedad presentes
en estos niños es la Escala de Ansiedad Manifiesta en Niños (CMAS-R) que
consta de 37 items y se hará a través de los siguientes indicadores: a) Ansiedad
fisiológica, b) Inquietud/hipersensibilidad, c) Preocupaciones
sociales/concentración, y d) Falsedad/ Mentira
Personalidad: se buscará identificar los efectos del maltrato en la personalidad
de los niños por medio del instrumento Cuestionario de Personalidad para niños
(ESPQ) que mide trece escalas de la personalidad, incluyendo el aspecto
intelectual, a través de dos series de 80 items cada una.
2.5. Aporte
51
probabilidades de desarrollar una personalidad no integrada con repercusiones
sociales, ya que es un problema que afecta a todos como país.
52
III. MÉTODO
3.1 Sujetos
Las características de estos niños corresponden a que han sido víctimas de maltrato
infantil en cualquiera de las siguientes expresiones: maltrato a nivel físico, psicológico o
emocional, maltrato por negligencia, descuido o abandono, abuso sexual o síndrome de
Munchausen por parte de algún adulto que ha tenido a cargo su cuidado o custodia.
La técnica muestral que se utilizó para la selección de los sujetos fue de tipo no
probabilístico. Dentro de las técnicas se encuentra la muestra por conveniencia, esta es
definida por Hernández, Fernández y Baptista (2006) y Churchill (2003), como la
selección y uso de sujetos que están disponibles en una situación conveniente, en el
lugar y momento en que se realiza el estudio, estos se integran por accidente por lo que
también es llamada muestra por accidente. Para efectos de este tipo de investigación y
debido a que la población es pequeña, en la selección de la muestra, se utilizó un
margen de error del 1% y 99% de nivel de confianza por lo que la muestra se conformó
por los 14 niños de ambos sexos, comprendidos entre 7 y 16 años de edad, que
cumplen con los requisitos de haber sido maltratados y que saben leer y escribir.
53
Características de los sujetos:
3.2 Instrumentos
Para este estudio se utilizaron cuatro tipos de instrumentos estandarizados: La
técnica de Auto-concepto Forma 5 (AF-5), Inventario de Depresión Infantil (CDI), Escala
de Ansiedad Manifiesta en Niños (CMAS-R), Cuestionario de Personalidad para niños
(ESPQ), con los cuales se pretende evaluar las condiciones psicológicas de los niños
maltratados, en busca de los siguientes elementos de estudio: autoestima, depresión,
ansiedad y personalidad.
54
manera individual o colectiva y es de fácil aplicación ya que se trata de un cuestionario
sencillo que se puede aplicar tanto a niños como a adultos.
55
Para la evaluación del elemento de estudio ansiedad se utilizó el instrumento Escala de
Ansiedad manifiesta en niños (CMAS-R)
56
confiabilidad y evidencia de validez disponible para su consideración, además puede
considerarse un instrumento de utilidad en países de habla hispana.
57
3.3 Procedimiento
Para la realización de esta investigación se siguieron los siguientes pasos:
Se identificaron los sujetos que cumplían con los requisitos para poder ser
evaluados.
Se aplicó una única medición con los cuatro instrumentos planificados en las 2
citas concretadas para el grupo de sujetos con el apoyo de las cuidadoras de la
institución.
58
sobre los conceptos o las variables. Además, el tipo de diseño fue transversal o
transaccional pues Hernández et al. (2006) mencionan que consiste en recolectar datos
en un solo momento, en un tiempo específico para describir y analizar las variables del
estudio en un momento dado. El análisis de los resultados se realizó a través de
estadística descriptiva; se utilizaron porcentajes y diagramas. Además se elaboraron
tablas y gráficas comparativas para la presentación de los resultados de cada indicador
(ansiedad, autoconcepto, personalidad y depresión).
59
IV. Presentación y Análisis de Resultados
4.1 Ansiedad
Esta fue medida por medio del Test de “Escala de ansiedad manifiesta en niños
(revisada)” (CMAS-R) y se obtuvieron los siguientes resultados:
La gráfica presentada muestra los niveles de ansiedad por género. Se puede observar
que el 57% de la población total maneja un nivel de ansiedad medio; luego el 22%
maneja baja ansiedad; el 21% un alto nivel y por último el 0% muy baja ansiedad. En
60
relación a cada género, se puede determinar que mujeres y hombres en un 0%
manifiestan muy baja ansiedad; el nivel bajo está representado por 27% en la población
femenina y el 0% en la masculina; la mayor parte de ambas poblaciones se encuentra
en el nivel medio, pero con diferencia entre porcentajes las mujeres tienen el 55% y los
hombres el 67%; finalmente el nivel alto de ansiedad lo manejan las mujeres con el
18% y los hombres con el 33% de su población.
Tabla 1.1: Cantidad de sujetos por cada subescala de ansiedad y por nivel de estas.
61
La prueba utilizada para medir ansiedad proporciona información sobre tres
subescalas de ansiedad, siendo la fisiológica, inquietud/hipersensibilidad y
preocupaciones sociales/concentración.
La gráfica anterior muestra los resultados obtenidos en estas tres subescalas por
lo que se puede observar que la ansiedad fisiológica, que significa la expresión de las
manifestaciones físicas de la ansiedad el nivel alto tiene el 43% de la población, el nivel
medio con el 36%, el nivel bajo el 21% y el muy bajo el 0%.
62
Tabla 2: Cantidad de sujetos mujeres, hombres y total divididos por nivel de
autoconcepto en punteos brutos.
63
más en las mujeres que en los hombres y una diferencia de 6% en el nivel alto en
donde los hombres poseen el porcentaje mayor. En general la población maneja en su
mayoría un nivel de autoconcepto medio.
Gráfica 2.1: Porcentaje de los sujetos por nivel en cada una de las dimensiones del
Autoconcepto
64
Esta gráfica representa las subescalas del autoconcepto que la prueba aplicada
brinda como recurso valioso para un mejor análisis y comprensión del autoconcepto. Se
observa que la mayoría de la población posee un autoconcepto en la dimensión físico
muy alto, con un porcentaje del 65%, eso indica que este porcentaje de la población
posee una buena percepción de sí mismo y de sus capacidades físicas. En el
autoconcepto familiar el 50% de la población posee un nivel alto y un 36% un nivel muy
alto, indicándonos que la mayoría de los sujetos se siente a gusto dentro de su familia y
querido y aceptado por sus padres. En caso contrario sucede con el aspecto emocional
y social en donde la mayoría se ubica en nivel medio en donde se manifiesta la
dificultad para relacionarse con los demás, hacer amigos y desenvolverse sin temores.
En el autoconcepto académico/laboral la mayoría de la población posee un nivel alto y
muy alto, lo que nos indica que se consideran buenos trabajadores y o estudiantes.
4.3 Depresión: Variable medida a través del Inventario de Depresión Infantil (CDI) el
cual brindó los siguientes resultados:
Tabla 3: Cantidad de sujetos mujeres, hombres y total divididos por nivel de la escala
total de depresión en punteos brutos.
1 - 85 pc. Sin 10 4 14
Sintomatología
90 - 95 pc. Leve 0 0 0
96 - 99 pc. Severa 0 0 0
65
Gráfica 3: Cantidad de sujetos por género en cada nivel de la escala total de depresión.
Tabla 3.1: Cantidad de sujetos por cada subescala de depresión y por nivel de estas.
90 - 95 pc. Leve 0 0 0
96 - 99 pc. Severa 0 0 0
66
Gráfica 3.1: Porcentaje de los sujetos en las diferentes escalas de Depresión
Tabla 4: Cantidad de sujetos por cada escala de personalidad y por subescala de estas.
Reservado - Abierto 0 11 0 3 0 14
Calmoso - Excitable 0 11 0 3 0 14
Sumiso - Dominante 3 8 0 3 3 11
67
Sobrio - Entusiasta 9 2 1 2 10 4
Despreocupado - Consciente 10 1 3 0 13 1
Cohibido - Emprendedor 9 2 2 1 11 3
Seguro - Dubitativo 11 0 2 1 13 1
Sencillo - Astuto 1 10 2 1 3 11
Sereno – Aprensivo 5 6 3 0 8 6
Relajado - Tenso 2 9 2 1 4 10
68
Gráfica 4b: Cantidad de sujetos en las escalas de la personalidad Calmoso – Excitable,
Sumiso – Dominante y Sobrio – Entusiasta.
69
Gráfica 4d: Cantidad de sujetos en las escalas de personalidad Seguro – Dubitativo,
Sencillo – Astuto, Sereno – Aprehensivo y Relajado – Tenso.
70
rechazo a las ilusiones, tensa, frustrada, presionada, sobreexcitada e inquieta. En caso
contrario solamente el 29, 36, 43 y 29% respectivamente muestran ser personas
entusiastas, confiadas a la buena ventura, incautas, con sensibilidad blanda,
impresionables, dependientes y superprotegidos, también se presentan como
aprensivas, con sensación de culpablidad, inseguras, preocupadas, turbables con auto
reproches, relajadas, tranquilas, pesadas, sosegadas, no frustradas.
71
V. Discusión de Resultados
72
nivel bajo. En general la población maneja en su mayoría un nivel de autoconcepto
medio, contrario a lo indicado por Hernández (2001), en donde menciona que los
efectos emocionales inmediatos de abuso y abandono; aislamiento, miedo e
incapacidad de confiar, pueden traducirse en consecuencias para toda la vida
incluyendo baja autoestima, depresión y dificultad de interrelacionarse.
73
Cabe mencionar que el grupo estudiado en su mayoría lleva algunos años
alejados de esa situación de maltrato y la institución donde se encuentran recluidos les
ha proporcionado protección, apoyo y afecto que pudo haber suplantado los efectos
esperados por la situación de maltrato vivida, concuerda con que los sujetos que
presentaron autoconcepto alto y muy alto son los que llevan mas años dentro de la
institución.
74
negativismo, retardo del lenguaje, dificultad para entender, comerse las uñas,
arrancarse el pelo, que también resultan contrarias a las características de
personalidad de este grupo de niños.
75
VI. Conclusiones
76
La evaluación de personalidad muestran que el 100% de la población posee
una personalidad afectuosa, reposada, participativa, abierta, social;
inteligencia baja, pensamiento concreto, lento aprendizaje y comprensión y
personalidad excitable, impaciente, exigente, hiperactiva, no inhibida.
77
VII. Recomendaciones
78
VIII. Referencias Bibliográficas
Bordín, I. (2009). Severe physical punishment: risk of mental health problems for
poor urban children in Brazil. Bulletin of the World Health Organization. Brazil.
79
Claude, J. (1995). Niños tristes, La Depresión Infantil. México: Fondo de cultura
Económica S.A.
80
De León, E. (1997) El Maltrato Infantil en Guatemala. Revista Tejiendo la Red. Ciudad
de Guatemala.
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, (2007). Mírame: Situación
de la Niña Indígena en Guatemala. Guatemala: autor.
González, A. (1989). El Maltrato de los Niños: una revisión bibliográfica. Tesis inédita.
Universidad Francisco Marroquín. Guatemala.
81
Guerrero, E. (1993). Informe Sobre Violencia contra Mujeres en América Latina y el
Caribe Español 1990-2002: Balance de una Década. Centroamérica, México, Cuba y
República Dominicana. Santiago.
Howard, C. (1998). Maltrato infantil atención inicial. Tesis inédita. Universidad Rafael
Landívar. Guatemala.
Labrin, J. (1998). El dolor invisible de la infancia: una lectura ecosistémica del maltrato
infantil. Barcelona: Paidós.
82
Lammoglia, E. (1999). Abuso Sexual en la Infancia. Cómo Prevenirlo y Superarlo.
Editorial Grijalbo. México D.F.
Maier, H. (1989). Tres teorías sobre el desarrollo del niño: Título original: Three
theories of child development: the contributions of Erik H. Erikson, Jean Piaget and
Robert R. Sears, and Their applications. Argentina: Amorrortu.
NCCAN (National Center of Child Abuse and Neglect (1988) Síndrome del Maltrato
Infantil. Revisión Bibliográfica. Barcelona.
83
Palacios, J. Pulido, S y Montana, J (2009). Estrategias desarrolladas por los niños
para afrontar el castigo: un dialogo entre la psicología y la teoría de redes sociales.
Pontificia Universidad Javeriana. Colombia.
Papalia, D., Olds, S. y Feldman, R. (2005). Desarrollo Humano. (9ª Ed.) México:
McGraw-HillInteramericana.
84
Programa de Atención, Movilización e Incidencia por la Niñez y la Adolescencia (PAMI).
(1998). Protejamos a la niñez: Toda violencia contra ellos y ellas es una
emergencia médica. Folleto Informativo. Guatemala.
Rice, F. (1997). Desarrollo Humano: estudio del ciclo vital. (2da. ed.). México:
Prentice Hall Hispanoamericana, S.A.
85
Satir, V. (2002). Terapia familiar paso a paso. (2da. Ed.). México.
Spielberger, Ch. (1980). Tensión y Ansiedad. México: Editorial Harla, S.A. de C.V.
86
Wicks, R. Y Allen, I. (2001). Psicopatología del Niño y del Adolescente. (3ª. Ed.)
España: Prentice Hall, In.
Wölhers, C. (2009). Propuesta de un programa preventivo del maltrato hacia los niños
y niñas por parte de los adultos que los cuidan. Tesis inédita. Universidad Rafael
Landívar. Guatemala.
87