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¿Quién es el Espíritu Santo?

Intro: Who are you?

Generalmente, en la catequesis o en la Iglesia escuchamos hablar de Jesús, de su vida, sus


milagros, su muerte en la cruz y también del Padre. Quizá rezamos el Padre Nuestro pero
¿cuántas veces escuchamos hablar del Espíritu Santo? ¿Cuántas veces rezamos al Espíritu
Santo? Quizá un poco menos. Por eso se lo llama el gran desconocido. Por ahí lo
mencionamos cuando hacemos la señal de la cruz pero hasta ahí llegó.

No tenemos que sentirnos mal si no sabemos mucho del Espíritu Santo. Cuenta en el libro
de los Hechos de los apóstoles que San Pablo, que era un gran misionero iba visitando
distintas ciudades y las comunidades nuevas de los cristianos y llega a un lugar que se llama
Éfeso, les preguntó: CLICK “Cuando ustedes abrazaron la fe, ¿recibieron el Espíritu Santo?”.
Ellos le dijeron: “Ni siquiera hemos oído decir que hay un Espíritu Santo”. (Hechos 19,2).

LA pregunta que nos hacemos ahora entonces es ¿quién es este Espíritu Santo? Primero
podemos empezar con quién no es el Espíritu Santo. CLICK Me pasó una vez viajando en
colectivo en Buenos Aires que me senté al lado de un chico de Colombia y le pregunto, ¿Vos
qué pensás de Dios? Y me dice, sí para mí Dios es una energía que está en todo. Nosotros,
para llegar a la felicidad tenemos que conectarnos con esa energía. Me pareció interesante
porque hoy en día no es una cosa tan rara pensar esto. Todo el New Age se basa en una
creencia parecida a esto, Dios como energía y nosotros tenemos que unirnos a esa energía.
Quizá es atractivo pero el Dios del cristianismo es mucho más que eso. Puede ser que
cuando escuchamos “Espíritu Santo” pensemos en un espíritu abstracto o una energía pero
el Espíritu Santo no es un qué sino un quién, no es una energía sino una persona. Una
persona piensa, habla, guía, inspira, ama. Y a una persona se le puede conocer. Este fin de
semana es justamente para eso—para conocer al ES y encontrarnos con él. ¿Y cómo hago?

Primero, el ES no es un invento de ahora como para competir con el new age. La Biblia está
llena de citas que nos hablan de él. Desde el primer libro hasta el último. Vamos a hacer un
viaje express por la Biblia para ver quién es este Gran Desconocido.

1. CLICK ESPÍRITU CREADOR—En primer lugar, podemos abrir al primer libro, Génesis 1,
1-2 “Al principio Dios creó el cielo y la tierra. La tierra era algo informe y vacío, las
tinieblas cubrían el abismo, y el soplo de Dios alteaba sobre las aguas”. El Espíritu
Santo estaba presente en la creación. Y cuando creó todo, puso un orden en las
cosas, es el mismo orden y armonía que vemos en la creación. Va del caos al orden,
del desorden al orden. Y el orden trae paz. Este verano los misioneros fuimos todos
juntos a Bariloche CLICK para hacer unas travesías por las montañas. Me encanta
estar ahí en la naturaleza prístina porque frente a esa belleza, esa armonía de la
creación trae paz al alma. CLICK El Espíritu Santo es el que ordena y ese orden trae
paz. Fíjense como cuando hay caos y desorden, falta la paz, hay ansiedad,
preocupación, lío. (Anécdota-Señor, poné orden a mi vida!) Quizá más de uno de
nosotros necesita eso también!
2. CLICK DADOR DE VIDA—Poco después en Génesis 2, 7, dice, “Entonces, el Señor Dios
modeló al hombre con arcilla del suelo y sopló en su nariz una aliento de Vida. Así el
hombre se convirtió en un ser viviente”. Es interesante que en ambas de estas citas,
describe al Espíritu Santo como el soplo de Dios. En hebreo, dice ruaj. Pero no es
cualquier soplo. Esta palabra ruaj se refiere a soplo como aliento de vida. Solo lo que
respira tiene vida. Fíjense que cuando alguien tiene un paro cardíaco, hay que darle
ese soplo de vida. Así es con Dios. Un día sopló sobre nosotros. (Anécdota de las
Convivencias con Cristo cuando soplan sobre vos y dicen tu nombre). Dios creó toda
la creación y creó a cada uno de nosotros y puso en nosotros este aliento de vida.
(Propaganda de Corona: “Esta es la vida”—una hamaca en la playa). Está bueno, por
unos días, quizá un par de semanas, pero después de un mes tirado en la playa, che
hagamos algo! CLICK Jesús dice, “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en
abundancia, Y cuando dice vida, usa una palabra especial, “zoe” que no significa la
vida biológica sino vida plena. El cardenal Newman decía “La vida es para la acción”.
El Espíritu Santo es el dador de esa vida plena. Ese día cuando Dios te llamó a la vida,
te creó para algo, para tener una vida plena. Por eso, después vemos que las
personas que recibían al Espíritu Santo vivían a pleno. Cada día es un regalo; es el
único que tenemos y qué mejor que vivir cada día a fondo. Esa es la vida que da el
Espíritu Santo.
3. CLICK DA UNA MISIÓN—Después en la historia vemos que el Espíritu Santo empieza
a actuar en la vida de personas concretas: da dones concretos a personas
particulares. Ahora pasamos al libro de Éxodo:
a. En este momento de la historia, Dios había liberado a su pueblo de Egipto y les
había dado los 10 mandamientos como para ayudar a marcar el buen camino
para la vida pero mientras tanto, pasaban por otros pueblos donde tenían
imágenes e ídolos que adoraban y le decían a Moisés, “Che ellos tienen
imágenes y estatuas que pueden adorar y nosotros no tenemos nada”. Dios
sabía que les iba a ayudar tener algo en el cual se podían fijar la mirada así que
mandó construir lo que se llama el Arca de la Alianza. Era lo que representaba
su presencia con ellos. Pero no quiso que se construyera así no más sino que
tenía que ser espectacular, de primera calidad así que eligió un hombre para
llevar adelante el proyecto. CLICK Un tal Besalel. Besalel-Ex. 31, 2-3 “Yo
designé a Besalel, hijo de Urí, hijo de Jur, de la tribu de Judá, y lo llené del
Espíritu de Dios, para conferirle habilidad, talento y experiencia en la
ejecución de toda clase de trabajos”. Lo inspiró para que fuera una obra divina
hecha por manos humanas. Y algo interesante es que muchas veces es así con
las grandes obras. Pensemos una pieza de Mozart o Beethoven o un cuadro de
Van Gogh. Es como que sobrepasan lo humano y los mismos artistas han dicho
que cuando compusieron o pintaron esas obras, se sentían inspirados.
Para nosotros, esta es una gran noticia. Qué bueno saber que el Espíritu Santo
puede ayudar con el trabajo, el estudio, por supuesto si ponemos nuestra
parte. El Espíritu Santo te lleva a poder hacer las cosas con excelencia. Y esto
trae una gran satisfacción: hacer las cosas bien, descubrir nuevos talentos,
desarrollarlos. Y es otro signo de la vida nueva que nos da el Espíritu Santo.
b. Más adelante en la historia de Israel, estaban un momento complicado. Vivían
en medio de muchos pueblos enemigos y tenían miedo que los otros pueblos
los iban a aniquilar. Necesitaban alguien para animarlos a pelear y defenderse.
Tipo William Wallace alentando a los escoceses. Y una vez más Dios responde a
la necesidad y elige lo que se llaman los jueces. No como juez de la corte sino
que estos jueces eran justamente estos líderes de batalla. CLICK En primer
lugar vemos que Dios elige a Gedeón-Jueces 6, 14-15: “El Señor volvió hacia él
y le dijo: “Ve y con tu fuerza salvarás a Israel del poder de los madianitas. Soy
yo el que te envió”. Gedeón le respondió: “Perdón Señor, pero, ¿Cómo voy a
salvar yo a Israel si mi clan es el más humilde de Manasés y yo soy el más
joven en la casa de mi padre?”
Y en el versículo 34 dice: “Entonces el espíritu del Señor descendió sobre
Gedeón”. Y después salió y guió al pueblo de Israel a la victoria. Y así se
transformó de un joven en un gran líder. El E.S. le dio el don del liderazgo.
Testimonio de Andrew Clarkson
c. Si seguimos en este viaje por la Biblia había un pueblo enemigo que se
llamaban los filisteos que los atacaban a los Israelitas constantemente. Eran los
filisteos. Y una vez más Dios respondió con su Espíritu Santo y eligió a Sansón.
CLICK (Contar de Sansón y Dalila). Sansón-Jueces 15, 14: “Entonces el espíritu
del Señor se apoderó de él: las cuerdas que sujetaban sus brazos fueron
como hilos de lino quemados por el fuego y las ataduras se deshicieron entre
sus manos”.
En este caso, el Espíritu Santo le da fuerza física para romper con ataduras
físicas pero también tiene el poder de romper otras ataduras que no nos dejan
ser libres. Da fuerza para salir de un vicio: el enojo, la pereza, envidia,
impurezas. Si necesitamos perdonar a alguien. Cualquier atadura. A veces
chocamos con nuestros límites y ahí podemos invocar al Espíritu santo para
pedir esa fuerza que necesitamos.
d. Y después el Espíritu Santo empieza a obrar en los profetas: Miren lo que dice
Isaías: “El Espíritu de Dios está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. El me
envió a llevar la buena noticia a los pobres, a vendar los corazones heridos, a
proclamar la liberación a los cautivos y la libertad a los prisioneros, a proclamar
un año de gracia del Señor.” Es una profecía poderosísima que nos hace
conocer más de quién es el Espíritu Santo. Es una muy buena para releer y
pedir quizá lo que necesito.

Hasta ese momento, el Espíritu Santo solo descendía sobre personas particulares para
misiones particulares. Pero hay también una expectativa que va creciendo. Se llama la
promesa del Padre.

4. CLICK PROMESA DEL PADRE—Todo el Antiguo Testamento es una gran promesa, y es


la promesa que el Espíritu Santo va a venir. Otro nombre por el Antiguo Testamento
es la Antigua Alianza. Era la ley externa que Dios había dado al pueblo de Israel. Pero
como toda ley que nos imponen de afuera, se recibe como algo pesado. Hay como
una rebeldía dentro de nosotros cuando nos imponen algo. Y así fue durante todo
este tiempo. Pero Dios no quiso que fuese así. Quiso que fuese algo bueno, gozoso
vivir según su ley. Entonces hace una promesa y hay 3 partes a esta promesa: qué
promete, cómo lo va a hacer y a quiénes hace la promesa.
a. CLICK ¿Qué va a pasar? Jeremías 31,33: “Esta es la Alianza que estableceré con
la casa de Israel…Pondré mi Ley dentro de ellos, y la escribiré en sus corazones;
yo seré su Dios y ellos serán mi Pueblo”.
b. CLICK ¿Cómo va a pasar? Y Dios responde en Ezequiel 36, 26: CLICK “Les daré
un corazón nuevo y pondré en ustedes un espíritu nuevo: les arrancaré su
corazón de piedra y les daré un corazón de carne. Infundiré mi espíritu en
ustedes y haré que sigan mis preceptos, y que observen y practiquen mis
leyes”.
Quizá suena raro pero me ayuda pensarlo así. Las leyes de Dios son como las
reglas y técnicas de futbol. Al principio, cuando arrancás jugando, hay que
pensar mucho en las reglas, practicás mil veces pateando la pelota, pasándola,
tirando centros y te corrigen y parece que esas reglas y técnicas te quitan
libertad. Pensás más en las reglas y técnicas que en el partido quizá. Pero a
medida que pase el tiempo, incorporás esas cosas y jugás cada vez mejor hasta
que lo tenés tan incorporado que ni lo pensás, simplemente jugás y jugás lindo
y jugás con máxima libertad.
Así puede ser con las leyes de Dios. Son como las leyes de la vida que quizá
parecen que nos quitan libertad y nos cuestan seguir. Sin embargo, Dios sabía
eso y por eso promete su Espíritu Santo para que podamos incorporar esas
leyes, vivirlas y así jugar bien en el juego de la vida. No hacer cualquier cosa
sino vivir según sus leyes y así tener la vida plena. Lo que al principio costaba,
se convierte en algo gozoso y fuente de vida.
Y ¿para quiénes es esa vida nueva? Lo responde en boca del profeta Joel.
c. CLICK ¿para quién? Joel 3, 1 CLICK “Después de esto, yo derramaré mi espíritu
sobre todos los hombres”… Dios lo promete para todos.

Pero después de esta promesa, los Israelitas esperan y pasan los años. 10 años, 20, 50, 100
AÑOS y todavía nada pero siguen esperando y finalmente, Jesús viene al mundo y es como
una bomba atómica. Antes era como un Super Soaker que empapaba a uno para una
misión especial pero con Jesús es como un tsunami. CLICK

5. El Espíritu Santo llega con Jesús

Es impresionante ver cómo cuando viene Jesús al mundo, todo conectados con Él
reciben el Espíritu Santo. Primero su madre María cuando recibe el anuncio del ángel
Gabriel y él le dice: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá
con su sombra”. Después María, llena del Espíritu Santo sale a visitar a su prima Isabel:
“Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del
Espíritu Santo, exclamó “Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu
vientre!”. Y así Isabel y su hijo Juan el Bautista quedan llenos del Espíritu Santo.

Y es Juan el Bautista el que hace la conexión entre la promesa del Padre y Jesús. En
Lucas 3, 16, Juan dice: CLICK “Yo los bautizo con agua, pero viene uno que es más poderoso
que yo, y yo ni siquira soy digno de desatar la correa de sus sandalias; el los bautizará en el
Espíritu Santo y con el fuego”. El bautismo con agua era símbolo de purificación pero no
era suficiente. Jesús viene a bautizarnos con el Espíritu Santo. Bautizar significa sumergir,
inundar, empapar. De hecho, vieron que muchas veces se dice Jesucristo. Cristo significa
Mesías y Mesías significa el ungido. Antes ungían a los sacerdotes con abundante aceite, de
hecho hay un salmo que se refiere a esta unción de Aarón, que era hermano de Moisés y el
primer sumo sacerdote y dice: “Como aceite que cae por la barba de Aarón”. Jesús estaba
ungido por el Espíritu Santo; VIVIÓ LLENO del Espíritu Santo. En su Bautismo cuenta que el
Espíritu Santo descendió sobre él en forma de una paloma, en 4, 1 CLICK “Jesús, lleno del
Espíritu Santo,” versículo 14: “Volvió a Galilea con el poder del Espíritu” y en Galilea
proclama a todos “El Espíritu del Señor está sobre mí porque me ha consagrado por la
unción.”

Jesús estaba lleno del Espíritu Santo, pero no era solo para Él. Fíjense lo que dice Él en una
fiesta judía muy importante: CLICK “El que tenga sed, venga a mí; y beba el que cree en mí.
De su seno brotarán manantiales de agua viva”.
Hay distintos niveles de sed. En el lugar donde vivía Jesús, era un lugar desértico entonces
la gente entendía lo que significaba tener sed. Pero también hay otras sedes, sedes más
profundas: sed de ser aceptado, o reconocido, sed de éxito, sed de amor, sed de sentido.
Hay también sed espiritual. De ser llenos espiritualmente. Y Jesús hablaba de esto. De llenar
al nivel más profundo. Y no dice más o menos llenos, ¾. Jesús dice que brotarán
manantiales de agua, habla de una inundación, de estar rebalsando con vida y plenitud. Y
por si no quedaba claro de qué estaba hablando Jesús, justo después, el autor, Juan aclara:
“Él se refería al Espíritu que debían recibir los que creyeran en él. Porque el Espíritu no
había sido dado todavía, ya que Jesús aún no había sido glorificado. “

Y esa glorificación fue su Pasión, muerte y resurrección. Y cuenta en los Hechos de los
Apóstoles: Después de su Pasión, Jesús se manifestó a ellos dándoles numerosas pruebas
de que vivía, y durante cuarenta días se les apareció y les habló del Reino de Dios. En una
ocasión, mientras estaba comiendo con ellos, les recomendó que no se alejaran de
Jerusalén y esperaran la promesa del Padre: “La promesa, les dijo, que yo les he anunciado.
Porque Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados en el Espíritu Santo, dentro
de pocos días”.

CLICK Y esperaron, y esperaron, escondidos por miedo a los judíos hasta que por fin, llegó el
día de Pentecostés: CLICK “Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el
mismo lugar. De pronto, vino del cielo un ruido, semejante a una fuerte ráfaga de viento,
que resonó en toda la casa donde se encontraban. Entonces vieron aparecer unas lenguas
como de fuego, que descendieron por separado sobre cada uno de ellos. Todos quedaron
llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en distintas lenguas, según el Espíritu les
permitía expresarse”.

Finalmente, llegó el día y llegó con PODER, con muchos signos. Una RÁFAGA DE VIENTO,
FUEGO, quedaron LLENOS. Pedro que negó a Jesús tres veces, sale a anunciar a Jesús y se
convierten 3.000 personas en su primera prédica. Y dice la Palabra “Había en Jerusalén
judíos piadosos de TODAS las naciones del mundo y más adelante “Todos los oímos
proclamar en nuestras lenguas las maravillas de Dios”. Y cuando Pedro sale a anunciar a
jesús, dice que “todos se conmovieron profundamente, y dijeron a Pedro y a los otros
apóstoles: “Hermanos, ¿qué debemos hacer?” Pedro les respondió: “Conviértanse y
háganse bautizar en el nombre de Jesucristo para que les sean perdonados los pecados, y
así recibirán el don del Espíritu Santo. Porque la promesa ha sido hecha a ustedes y a sus
hijos, y a todos aquellos que están lejos: a cuantos el Señor, nuestro Dios, quiera llamar”.

Y esta es la gran noticia, la promesa que el Señor nos hace hoy. Nosotros somos esos que
estamos lejos pero que Dios ha llamado hoy a estar acá. Por algo cada uno está acá y en
esta noche, vamos a hacer un momento de oración pidiendo que el Señor cumpla con esa
promesa y que venga el Espíritu creador para dar orden y traer paz, el dador de vida plena,
de vida en abundancia, el Espíritu que te da una misión y dones necesarios y ese Espíritu
que nos sacia la sed más más profunda de nuestro corazón, la promesa del Padre hecha a
nosotros. Y Dios no falla. Pero mientras tanto, hoy es un día para crecer en nuestra
expectativa como los apóstoles que lo esperaban en Jerusalén. Los invito a hacer una
oración conmigo ahora para empezar a abrirnos a la promesa del Espíritu Santo.

Oración

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