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AYACUCHO
FACULTAD DE ODONTOLOGIA
CATEDRA: CLÍNICA INTEGRAL I DE ADULTOS
4to SEMESTRE
DOCENTE: ALUMNA:
La infección por COVID-19 ha sido considerada por la OMS como una pandemia global.
Desde su origen ha supuesto una amenaza para la salud mundial, no tanto por su
sintomatología, sino por su rápida propagación y contagio y las complicaciones
respiratorias que producen en pacientes con otras afecciones crónicas de base. Es una
infección del tracto respiratorio inferior, lo que significa que la mayoría de los síntomas se
sienten en el pecho y los pulmones. Es diferente de los resfriados que provocan una
infección del tracto respiratorio superior, donde tiene secreción nasal y congestión nasal.
Esos síntomas parecen estar ausentes en su mayoría para las personas con COVID-19,
aunque pueden aparecer. Diferentes estudios han demostrado que los virus respiratorios
pueden ser transmitidos de persona a persona a través de contacto directo o indirecto, o
mediante gotas gruesas o pequeñas, y este virus puede también transmitirse directa o
indirectamente a través de la saliva.
Los pacientes y los odontólogos están expuestos a microorganismos patógenos, incluidos
virus y bacterias que infectan la cavidad oral y el tracto respiratorio. Los microorganismos
patógenos pueden transmitirse en entornos dentales a través de contacto indirecto con
instrumentos contaminados y/o superficies. Los tratamientos dentales a menudo implican
procedimientos quirúrgicos en los que se usan jeringas de aire o agua, turbinas de alta
velocidad, micromotores y raspadores ultrasónicos. Estos dispositivos producen aerosoles
que contienen agentes potencialmente infecciosos, como aquellos encontrados en la sangre,
la saliva y la cavidad oral del paciente. La sangre y saliva del paciente se propagan como
aerosoles y gotas durante los tratamientos dentales y se consideran fuentes potenciales de
contaminación cruzada, teniendo el potencial de causar infecciones microbianas no solo en
pacientes sino también en el personal de la clínica dental. Los aerosoles y las salpicaduras
contaminantes también pueden extenderse a las superficies de herramientas y equipos y al
entorno general de la clínica dental.
Los odontólogos debemos estar familiarizados con el COVID-19 o, al menos, con los
mecanismos de prevención del contagio directo, así como de las posibles infecciones
cruzadas o del papel como vector importante en las vías de transmisión del virus, igual que
lo estamos con otro tipo de infecciones. Debemos, además, conocer qué tipo de medidas
extras debemos tomar. Se recomienda que los dentistas e higienistas dentales usen
protección personal equipo (PPE) como máscaras, guantes, lentes protectores y batas de
bioseguridad para protegerse ellos mismos de la exposición a los aerosoles infecciosos y las
salpicaduras que contienen saliva y sangre del paciente.
Atención odontológica
Antes de realizar cualquier tipo de atención odontológica, sea del tipo urgencia o
emergencia, el profesional que realizará el tratamiento deberá estar actualizado sobre el
curso de la pandemia en su localidad, de esta manera podrá brindar un atendimiento eficaz.
Deberá tener algunas preguntas importantes a denotar dependiendo el tipo de fase en la cual
se encuentre la pandemia en su región; algunos tópicos claros que deben ser informados por
el paciente, son relacionados a relatar contacto previo con personas COVID-19 positivas,
fiebre, tos, disnea, fatiga sin causa, anosmia entre otras. El odontólogo deberá ir
modificando las preguntas con respecto a los nuevos signos y síntomas que se van
relatando. Se sugiere que dicho cuestionario se realice antes del paciente ir al consultorio, o
sea, realizarlo de manera virtual, por llamada o videollamada evitando así que estos
pacientes con riesgo inminente salgan de sus casas innecesariamente, pues algunas
consultas se pueden realizar desde casa, como es el caso de algunas patologías asociadas al
estrés u otras enfermedades donde la semiología de inspección puede ser realizada por
observación a través de telemedicina.
De igual forma se recomienda medir la gravedad de la afección dental y tomar una decisión
acertada y cuidadosa. El profesional se podrá encontrar en situaciones, momentos y fases
de contaminación diferente, pudiendo ser llamado para una evaluación clínica o para el
tratamiento de dolores severos, infección, inflamación o un eventual trauma dentario en
pacientes que presenten COVID – 19 o que sean sospechosos. Por lo tanto, cada paciente se
considera como potencialmente infectado por el virus, todas las prácticas odontológicas se
deben llevar acabo con los protocolos de desinfección y control de infecciones adecuadas
antes mencionadas.
Urgencia endodóntica
Limitar la circulación del paciente por las diferentes áreas de la oficina de camino al
sillón dental.
Preferir el uso de radiografías extra orales(panorámicas) sobre las intraorales
(periapicales), de ser posible, para minimizar contaminación cruzada.
Utilizar barreras protectoras como papel plástico o de aluminio en superficies
expuestas a manipular tales como: lámparas de fotocurado, aparatos de rayos x,
mango de lámparas de luz, etc.
Enjuague preparatorio con peróxido de hidrógeno al 1.5% o yodo-povidona al 0.2%
por 30 segundos.
Uso estricto de aislamiento absoluto para todos los procedimientos que generen
aerosoles.
Preferir la instrumentación manual para detartraje, raspado y alisado radicular.
Usar succión de alta velocidad (alto volumen) y cánulas gruesas con apertura de 8 a
10 mm. Se pueden hacer modificaciones a las cánulas o adaptaciones que mejoren
la efectividad en la disminución de aerosoles. Complementar la succión dentro de la
boca con un eyector de bajo volumen.
El personal odontológico debe colocarse el Equipo de Protección Personal (EPP)
previo al ingreso del paciente al área operatoria y previa desinfección de las manos
con gel alcoholado o agua y jabón.
1) Guantes de látex o nitrilo
2) Bata desechable interna
3) Respirador N-95 o K-N95 o FPP2 (procedimiento con aerosol)
4) Mascarilla quirúrgica para procedimientos sin aerosol o para colocar sobre la
KN-95 para evitar contaminación
5) Gafas de protección
6) Pantalla de protección facial
7) Gorro desechable
8) Bata desechable externa (procedimiento con aerosol)
9) Guantes desechables externos (procedimiento con aerosol)
10) El uso de cubrezapatos es opcional. Deben removerse cada vez que sean
contaminados. El contacto con los zapatos es la ruta menos probable de
contagio.
Este brote es un recordatorio para los odontólogos y demás profesionales de salud a seguir
y extremar las normas de bioseguridad, ya que la práctica odontológica está expuesta a una
gran variedad de microorganismos, bacterias y virus, como es el caso del COVID-19.