Yo, Fernando Ordaz Resendiz, me sirvo de este medio para hacerle saber mi deseo de

continuar con mis estudios profesionales en China, una vez concluida mi licenciatura, de cuya
titulación estoy a unos pasos. Permítame entonces hablar aquí un poco de mí y de mi
trayectoria académica al día de hoy. Actualmente me encuentro estudiando la licenciatura de
Wushu y deportes tradicionales chinos en la Capital University of Physical Education and
Sports.

Los caminos fáciles no llevan lejos, dice el dicho. Cinco años atrás puse pie por primera vez en
este arduo sendero, y vaya que me ha llevado lejos. A lo largo de estos cinco años he crecido
física, moral y espiritualmente como nunca antes en mi vida. Cometería yo una gran falta si no
considerase ahora a los múltiples familiares y amigos a quienes hoy les debo mi
agradecimiento y a quienes, por ende, debo hacer partícipes de cualquier mérito del cual sea
yo hoy digno. Sin embargo, y sin el afán de decirlo en detrimento de nadie, debo agradecer
con especial fuerza al pueblo chino, pues la beca que me concedió, y por la cual ha sido posible
ir cumpliendo mi sueño, es la muestra más grande de confianza y esperanza que nadie haya
depositado jamás en mí. Espero entonces que mis logros alcanzados al día de hoy me sigan
haciendo digno de esa confianza. Es por ello que el día de hoy vuelvo a escribir una carta al
mismo pueblo chino, para expresar una vez más mi deseo de continuar en este sendero,
abierto a mí hace cinco años, y cuya luz al final aún se encuentra lejos de mi alcance.

Al estar yo tan próximo a mi titulación, es natural que me ocupe en pensar cómo deberán ser
los pasos siguientes y en qué dirección. Siendo esta mi manera de pensar y ver el mundo, se
entenderá que para mí lo más natural es pensar en continuar con los estudios de maestría.
Perseguir un ideal de interminable perfeccionamiento es algo que he aprendido del pueblo
chino, y no pensar así sería defraudarlo.