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1 Este artículo se basa en el proyecto de investigación límites de lo activo y lo pasivo» (SEJ2007-64604), finan-
«Evaluación cualitativa de las políticas de activación: los ciado por el Ministerio de Educación y Ciencia.
ción no sería sino la última fase de un proce- cologización política del trabajo4, ciertas pa-
so de más largo alcance, que podría definir- radojas propias de los nuevos modos de in-
se, como lo hace Giddens (1999), de radica- tervención social pasan a convertirse en
lización de la modernidad. Su naturaleza dilemas personales y déficits psicológicos.
subversiva radica en su capacidad de inducir Todo esto sucede dentro de un contexto eco-
una importante mutación de las bases onto- nómico y social post-keynesiano, donde la
lógicas y asunciones normativas que han gestión de uno mismo adquiere un carácter
fundamentado la denominada episteme2 del de ethos hegemónico (Miller y Rose, 1990;
sujeto protegido, y, con esta, de la principal Rose, 1990; Dean, 1995) y en el que, bajo un
forma de intervención social ante el problema énfasis en el gobierno de las voluntades, se
del desempleo: la protección social (esto es, omite cualquier conexión que las situaciones
el conjunto de mecanismos institucionales de vulnerabilidad y exclusión del mercado de
instaurado durante el período de hegemonía trabajo pudieran tener con relaciones asimé-
del fordismo para paliar los efectos del paro tricas de poder dentro de la sociedad. Las
entre las clases trabajadoras). políticas de empleo contribuyen a este pro-
La protección social había permitido con- ceso, al inducir una visión de sujeto descon-
ciliar dos premisas aparentemente irreconci- textualizada y asocial, y en donde la promo-
liables del sistema liberal clásico: la sobera- ción del gobierno de uno mismo —eje este
nía política y la heteronomía económica que articula sus propuestas actuales— impi-
(condición de asimetría de poder que carac- de hacer visible el carácter interdependiente
teriza, de una forma inmanente, a la condi- con el que el sujeto construye de forma inelu-
ción asalariada) (Donzelot, 1994). La crisis dible su autonomía, contribuyendo así a re-
actual que padece la episteme de la protec- forzar su vulnerabilidad social.
ción social no ha suscitado la puesta en De este modo, frente a la episteme de su-
cuestión de este sistema liberal, sino que jeto protegido propia de las sociedades indus-
más bien lo ha reforzado. La extensión, en la triales fordistas, en los últimos años se han
actualidad, de paradigmas de intervención introducido nuevas categorías de regulación
social como la activación pone en cuestión del desempleo —como la empleabilidad, la
algunas de las asunciones del modelo de activación o flexiguridad— que se integran
protección previo3. Bajo un proceso de psi-
dentro de un nuevo marco epistémico para la ción frente al desempleo. El análisis que
interpretación de la crisis del mercado de tra- presentamos de los nuevos paradigmas de
bajo, y que suponen una nueva representa- activación, en general, y de orientación, en
ción de qué significa la vulnerabilidad (Serra- particular, presta una particular atención a
no, 2009). Un aspecto que caracteriza a estos los modos de producir subjetividades que
marcos alternativos es el énfasis prestado al promueven las políticas sociales en general
gobierno de la subjetividad (y que apela a la y de empleo en particular, una vez que la
voluntad de los individuos para forjar su pro- subjetividad de los individuos emerge como
pio destino), convirtiendo a esta en una cues- un complejo territorio susceptible de ser ex-
tión política y colectiva (Rose, 1990 y 1999). plorado, comprendido y regulado por insti-
En este nuevo marco se hace del Estado so- tuciones y organizaciones (Rose, 1990;
cial un Estado terapéutico; de las políticas Knights y Willmott, 2007; Darmon y Pérez,
sociales, cruzadas contra la dependencia; de 2011). Las políticas de orientación, objeto
la dependencia, una patología moral, y de los de este estudio, son un interesante expo-
trabajadores sociales, ingenieros (o profesio- nente de estos procesos.
nales de la ingeniería) de la subjetividad. Plan- Este artículo está dividido en cuatro par-
tean un énfasis creciente en el ejercicio de la tes. La primera desarrolla algunas de las di-
responsabilidad de uno mismo: cada persona mensiones que caracterizan al nuevo paradig-
tiene que buscar su propio proyecto de vida y ma de la activación. La segunda describe las
actuar por sí misma. Se trata de tecnologías últimas evoluciones del ordenamiento laboral
que promueven la obligación del gobierno de español y su progresiva andadura hacia la ac-
uno mismo, a modo de una suerte de tecno- tivación y la demanda moral de autorregula-
logías del yo (Foucault, 2000; Frade, 2007). De ción: esta evolución es ilustrativa del desarro-
este modo, se realiza una apelación a la nor- llo de los modos de designar y dar sentido al
ma de autonomía y de responsabilidad, que problema de la crisis del mercado de trabajo,
corre pareja con un creciente proceso de vul- además de contribuir a construirlo7. En una
nerabilización política. tercera parte se analiza un ejemplo emblemá-
Han sido numerosos los estudios5 que tico de estas evoluciones en la intervención
han examinado la naturaleza y dimensión de frente al desempleo, la orientación para el em-
estos cambios en los modos de intervención pleo, mediante un análisis de los discursos de
frente al desempleo y su impacto en los mo- los actores participantes en los programas
delos de protección social. Sin embargo, de orientación. Estos últimos representan uno de
son escasos6 los análisis que, desde una los bastiones más importantes en el desarrollo
perspectiva cualitativa, indagan en los mo- del paradigma de la activación, a partir de la
dos en que estas transformaciones axioló- extensión de marcos normativos que inciden
gicas y normativas son interpretadas y refor- en el «trabajo sobre uno mismo» y en un enfo-
muladas por los diversos actores que que terapéutico y psicológico de intervención
participan en estos programas de interven- con los sujetos que son objeto de las políticas.
La última parte consiste en unas conclusiones
que desarrollan y debaten algunas de las pa- cial8. Nuestras sociedades se encontraban
radojas y ambivalencias que caracterizan a ante un modelo productivo y social que hacía
estas políticas. de la planificación y de la regulación previa
uno de sus principales ejes de intervención
(Galbraith, 1967). El riesgo era observado
CAMBIO PARADIGMÁTICO EN LAS como un lastre, necesario de combatir, a
POLÍTICAS DE EMPLEO: EL IMPULSO partir de la provisión institucionalizada de
medios para hacer frente a este.
HACIA LA ACTIVACIÓN
Frente a esta socialización previa del ries-
La noción de activación ocupa un lugar cen- go asistimos, en el momento actual, a una
tral en los debates políticos y científicos so- demanda de gestión individualizada del ries-
bre los nuevos modos de regular el trabajo y go (Alonso, 2007). El riesgo deja de presentar
las políticas de empleo. Promovida por ins- connotaciones negativas y políticas para pa-
tituciones supranacionales (particularmente sar a ser concebido como algo inevitable, e
las instituciones europeas y la OCDE), eng- incluso inmanente, y necesario para el creci-
miento económico y el bienestar individual.
loba una amplia gama de políticas de em-
En este contexto, el nuevo paradigma de la
pleo (formación, orientación, incentivos a la
activación plantea cuestiones que trascien-
contratación, etc.) con lógicas y acentos
den la mera intervención en el mercado de
muy diferentes en función de las tradiciones trabajo con el fin de favorecer la inserción
culturales y políticas de cada país (Lødemel profesional de los desempleados; implica
y Trickey, 2000; Barbier, 2004; Serrano, una política de producción de sujetos e iden-
2007). Todas ellas comparten el hecho de tidades más ajustadas a las nuevas reglas de
fundarse en un nuevo replanteamiento de la juego del modelo productivo y, por tanto,
relación entre derechos y responsabilidades plantea una nueva concepción de ciudada-
entre el desempleado y los poderes públi- nía. Apela a un cambio en el modo de gobier-
cos: en suma, en una redefinición de la rela-
ción instituida entre el individuo y el colecti-
8 La transformación de la cuestión social del trabajo (y
vo social. El contrato social establecido en de su ausencia) operada a finales del siglo XIX supuso
las sociedades industriales se había basado un cambio en el modo de entender e intervenir frente al
trabajo (y de juzgarlo): de ser analizado y regulado como
en una concepción del desempleo en térmi-
una cuestión privada, de voluntades personales, pasa a
nos de riesgo social, y se asumía que era ser entendido como una cuestión política, resultado de
deber de la colectividad hacer frente a estas decisiones (o falta de estas) políticas que establecen
una conexión directa entre situaciones de poder y vul-
situaciones de riesgo. El riesgo de desem- nerabilidad social (Castel, 1997). La reciente transfor-
pleo dejó, de este modo, de ser analizado y mación de los paradigmas de intervención induce un
cambio en el diagnóstico político y moral acerca del
regulado como una cuestión privada, vincu- desempleo. Contribuye a la transmisión de un marco
lada a las voluntades personales (como era individualizante de representación del problema, y a una
transformación de la categoría central de formulación
la norma en el capitalismo decimonónico, en de la cuestión social, como es el concepto de seguridad.
que el desempleo se presentaba, en los dis- Estas epistemes que refuerzan los fundamentos morales
de los nuevos modos de regular el trabajo y los pila-
cursos moralizantes de la época, como el res de la nueva cultura del trabajo hacen de la depen-
resultado de un fracaso personal del indivi- dencia una auténtica patología de la voluntad, por cuan-
to entra en flagrante contradicción con las imágenes del
duo: véase Bendix, 1966) y pasó a ser enten- trabajo hegemónicas en el capitalismo actual, basadas
dido como una cuestión política, que esta- en la idea de un profesional flexible, libre, independien-
te y ávido de nuevos retos (Boltanski y Chiapello, 2002;
blece una conexión directa con relaciones Gantman, 2005; Alonso y Fernández, 2006; Fernández,
asimétricas de poder y vulnerabilidad so- 2007; Ampudia de Haro, 2010).
no, no solo del desempleo, sino también de ción, ya que consiste en «la tendencia
las instituciones9 que intervienen para hacer a construir la dependencia del Estado social
frente a este problema, con el fin de facilitar como si se tratara de una enfermedad […]
la movilización y mejora de la adaptabilidad La medicalización de la dependencia del
de los trabajadores, en general, y de los Estado social permite crear las condiciones
desempleados en particular. El objetivo de la para transformar la lógica del Estado de
intervención serán las competencias, motiva- bienestar de una política de redistribución
ciones y actitudes individuales, siendo el de los ingresos a un régimen de modifica-
sujeto individual el eje nuclear de las inter- ción de la conducta» (Schram, 2000: 82).
venciones y, por tanto, parte del problema. De este modo, el problema a combatir por
Se plantea un énfasis creciente en reclamar parte de los poderes públicos se transfor-
a los individuos, los «clientes», que participen ma; no se trata tanto de una lucha contra la
y actúen como ciudadanos responsables, en pobreza o la exclusión, sino, sobre todo, de
un discurso que apela a la ética de la respon- una lucha contra la dependencia (del Esta-
sabilidad (Dean, 2006) y al fomento de la do social). El núcleo de la cuestión social
autonomía personal (Franssen, 2003). Bajo deja de ser la relación de dependencia con
este discurso, se considera que la seguridad el mercado por parte de los trabajadores,
que promueve la protección social clásica para plantearse cada vez más la cuestión
está engendrando una dependencia adictiva, de la dependencia con el Estado social. Se
convirtiéndose en una trampa para el traba- hace así una interpretación predominante-
jador. Por ello, el Estado social tiene que mente económica de la exclusión social,
combatir la dependencia, como situación, y según la cual, la solución que se propone
la pasividad, como actitud. La legitimación para la mayor parte de los problemas, tan-
del carácter coactivo que pueden adquirir to individuales como sociales (exclusión
(reducción o retirada de las prestaciones so- social, desigualdad de oportunidades, falta
ciales) estos programas de activación se de competitividad, problemas psicosocia-
apoya en el principio moral que caracteriza a les, etc.), es la participación en el mercado
los deberes que cada individuo (ciudadano de trabajo10, premisa definida como un he-
agente) contrae con el Estado y con la colec- cho indiscutible para este tipo de políticas.
tividad. La ciudadanía social, que otorgaba a los
El sujeto objeto de intervención es con- sujetos una protección frente a la asimetría
siderado como susceptible de disponer de de poder que caracteriza al mercado, se
una serie de déficits, de formación, en unos transforma en una ciudadanía económica
casos, de voluntad o personalidad, en basada en la participación en el mercado
otros. Así, se está extendiendo en gran nú- (Saint Martin, 2001).
mero de países un modelo de intervención Esta ciudadanía económica no demanda
paternalista cuyo rasgo fundamental sería tan solo la disponibilidad más o menos
la medicalización terapéutica (Schram,
2000). Tal y como plantea este autor, la me-
dicalización va más allá de la individualiza- 10 Para una lúcida discusión acerca de la dudosa corre-
lación entre integración económica y bienestar personal
y las políticas pasivas como factores desincentivadores
de la integración laboral, véanse Goul Andersen (2001)
9 Este énfasis en la activación no solo de los trabajado- y Van Berkel y Moller (2002). En un estudio empírico que
res sino también de las instituciones se ha plasmado en realiza Goul Andersen (2001) con desempleados daneses
un fértil y animado debate en torno a la noción de «go- en los años noventa, se muestra que gran parte de los
bernanza de la activación». Para una revisión del deba- supuestos efectos psicosociales nocivos del desempleo
te y la literatura sobre este tema, véase Van Berkel y se derivan no tanto de la situación de falta de trabajo sino
Vando Borghi (2008). de la escasez de recursos económicos.
ción continua a las demandas inexorables de connotativamente el carácter moral propio del intercam-
bio con el que el sujeto se vincula a la colectividad,
las instituciones supranacionales, que inci- manifiesta este creciente énfasis que se estaba prestan-
den en la promoción de la adaptabilidad de do a la cuestión de la regulación de las voluntades.
da15), refuerza la condicionalidad del seguro cambio. Este cambio de la noción de seguri-
de desempleo e incide en la obligación, por dad es emblemático de la tendencia con-
parte de los demandantes de empleo, de temporánea a hacer de la lucha contra la
participar en medidas activas. dependencia, el énfasis en la autonomía y la
Medidas posteriores van a proseguir con promoción de la responsabilidad individual,
esta tendencia hacia la producción simbólica pilares fundamentales de la nueva cultura del
de una nueva noción de seguridad, el auto- trabajo.
aseguramiento. Son medidas dirigidas a fo-
mentar la oportunidad de las personas para
adaptarse a los cambios que impone este LA ORIENTACIÓN PARA EL EMPLEO
modelo, y a garantizar su habilidad para em- Esta evolución de la regulación de la protec-
plearse (empleabilidad)16. De forma paralela, ción por desempleo ha estimulado, en los
la noción de flexiguridad17 será presentada últimos años, programas de intervención
como una solución que, con carácter de ur- muy diversos en cuanto a su naturaleza y
gencia, deben adoptar las sociedades en el modelos de gobernanza. De esta pluralidad
marco actual de integración europea, y ante hemos seleccionado como objeto de estudio
un contexto cambiante y globalizado (Serra- las medidas de orientación llevadas a cabo
no, 2007). Las políticas de activación se arti- por algunas iniciativas del tercer sector en
cularán como garantía de protección a las colaboración con entidades públicas regio-
situaciones de desempleo, ya que pretenden nales, dirigidas fundamentalmente a colecti-
asegurar la adaptabilidad de las personas a vos con alto riesgo de exclusión social. Los
los cambios en el mercado de trabajo. La programas de orientación son dispositivos
clave para garantizar el pleno empleo se con- emblemáticos de estos nuevos modos de
sidera que está en promover políticas pre- entender la seguridad por una doble razón.
ventivas y de incentivos, que faciliten herra- En primer lugar, porque representan un
mientas a las personas para poder gobernar ejemplo paradigmático de las nuevas lógicas
sus proyectos de vida y trabajo y que, por vinculadas a la protección social, dirigidas a
tanto, sirvan como instrumento a disposición fomentar el empoderamiento y la adaptabili-
de las personas. La noción de «seguridad», dad de los trabajadores y desempleados
antes conceptualizada como «protección frente a las nuevas exigencias empresaria-
frente al riesgo», pasa a ser interpretada, así, les. En segundo lugar, consideramos estas
como «seguridad activa/activadora», defi- experiencias como representativas de los
niéndose como habilidad para adaptarse al nuevos modos de gobierno y participación
de actores híbridos, como son las asociacio-
nes sin ánimo de lucro, a fin de dar una res-
15 En la Ley 45/2002 se regula el concepto de colocación puesta integral al problema de crisis del mer-
adecuada, de modo que se valore la colocación en fun- cado de trabajo. Dentro del complejo tejido
ción de algunas condiciones que coincidan con las cir-
cunstancias personales, profesionales y de facilidad de institucional que se configura en las últimas
desplazamiento de las personas desempleadas. décadas, las entidades analizadas llevan a
16 «La ley establece también un concepto más moderno cabo programas que se diseñan desde el
de las políticas activas de empleo, verdaderas herramien- ámbito regional y local, pero que se ejecutan
tas de activación frente al desempleo, que se comple-
mentan y relacionan con la prestación económica por desde un ámbito de intervención privado no
desempleo y se articulan en torno a itinerarios de aten- lucrativo. Responde a un modo de gestión
ción personalizada a los demandantes de empleo […]» de las políticas que abre el campo de inter-
(Ley 56/2003. Exposición de motivos).
17 «Más y mejor empleo en un nuevo escenario socioeco-
vención de «lo público» a un gran número de
nómico: por una flexibilidad y seguridad laborales efec- entidades, que negocian un espacio en la
tivas» (Real Decreto-Ley 5/2006). inserción laboral. Estas iniciativas, financia-
das por los servicios regionales, pero pues- prestaciones por desempleo), pero tratando
tas en marcha por asociaciones, con el ob- a su vez de garantizar una importante diver-
jetivo de llevar a cabo una intervención más sidad en las situaciones de riesgo de exclu-
flexible, individualizada y descentralizada, sión social (parados de larga duración, inmi-
son emblemáticas de los nuevos modelos de grantes, familias monoparentales, etc.) a fin
gobierno de los servicios públicos de em- de captar la heterogeneidad de las vivencias
pleo. Dos son los ejes de este nuevo mode- y experiencias de estos desempleados con
lo de gobernanza: la descentralización del los dispositivos de orientación. Las entrevis-
gobierno de las políticas de empleo y la ges- tas se realizaron en el mismo local en el que
tión compartida con otros agentes sociales18 tienen lugar estos programas de orientación.
(fundaciones, ONG, etc.). Las entidades analizadas19 son Cáritas,
Nuestra aproximación metodológica ha Fundación Forja XXI, Asociación Valenciana
sido de carácter cualitativo y se ha basado de Ayuda a Personas Excluidas (AVAPE),
en el análisis del discurso de un conjunto de Cruz Roja, Eslabón y la Red Araña (esta últi-
entrevistas con responsables y profesionales ma como ejemplo de coordinación entre en-
de tales instituciones y con usuarios de sus tidades). Son asociaciones que tienen una
servicios. Para la realización del trabajo de experiencia consolidada en el campo de la
campo hemos llevado a cabo seis estudios
de caso (organizaciones no gubernamenta-
les que prestan servicios de orientación para 19 El primer estudio de caso ha sido realizado con la
Fundación Cáritas Sevilla, concretamente su programa
el empleo) a lo largo de los años 2009 y 2010.
Orienta. Se trata de una de las entidades sin ánimo de
En cada estudio de caso han sido realizadas lucro con mayor implantación en el territorio español.
entrevistas a los diferentes agentes que for- Esta entidad colabora, a través del programa Orienta,
con el servicio regional de empleo andaluz y se dirige a
man parte del programa, tanto individuales proveer de orientación a desempleados inscritos como
(al coordinador de la iniciativa) como grupa- demandantes, pero prioritariamente, aquellos en ries-
les (una con tres de los técnicos orientadores go de exclusión social. El segundo estudio de caso ha
sido realizado con la Fundación Forja XXI, otra institución
y otra con un grupo de cuatro a seis usuarios que colabora habitualmente con la Junta de Andalucía
del programa). Se buscaron perfiles de usua- en cuestiones relacionadas con la orientación de des-
rios que, en términos generales, por un lado, empleados, centrándose fundamentalmente en colecti-
vos que han tenido relación con el mundo laboral, esto
reunían la suficiente homogeneidad en térmi- es, cuentan con al menos alguna experiencia laboral. El
nos sociodemográficos (se trataba de usua- tercer estudio de caso que hemos realizado es el de la
Asociación Valenciana de Ayuda a Personas Excluidas
rios relativamente jóvenes con un nivel bajo (AVAPE). Su trabajo se orienta a facilitar la integración
de empleabilidad y que habían agotado las social y laboral de colectivos en alto riesgo de exclu-
sión social de la Comunidad Valenciana. El cuarto es-
tudio de caso ha sido realizado con Cruz Roja de Valen-
cia, que actúa como centro asociado del Servicio
18 En los años ochenta del siglo pasado se acentuó la Valenciano de Ocupación y Formación (SERVEF) y están
institucionalización del tercer sector y la creación de las especializados en colectivos más vulnerables. El quinto
condiciones necesarias para su participación en el ám- estudio de caso es el de la Asociación Eslabón, que está
bito de las políticas públicas (Revilla Blanco, 2002; Ruiz situada en Madrid. Su principal objetivo es facilitar la
Olabuénaga, 2006; Marbán Gallego, 2007; Vidal, 2008). incorporación de las personas a la vida laboral, espe-
Este sector convive con un proceso de desmovilización cialmente de colectivos que experimentan una mayor
social y, a su vez, de complementariedad funcional con dificultad de integración en el mercado de trabajo (me-
el Estado en la provisión de servicios sociales (Rodríguez nores, jóvenes, mujeres, inmigrantes, reclusos y ex re-
Cabrero, 1999; Casado Pérez, 2008). En España estos clusos, mayores de 45 años, drogodependientes, etc.).
nuevos actores, partícipes de la aplicación de las políti- El sexto estudio de caso es la Red Araña, que es una
cas públicas, se mueven en un terreno ambivalente que red de asociaciones que trabajan en el ámbito de la in-
Sarasa denomina de «acomodación distante» (citado en tegración sociolaboral. Su campo de implementación se
Rodríguez Cabrero, 1999) y es un elemento que carac- extiende a nivel estatal y su propósito es coordinar los
teriza el actualmente llamado proceso de modernización esfuerzos fragmentados de las asociaciones socias para
de los servicios públicos. tener mayor incidencia en el territorio nacional.
inserción laboral y atienden a perfiles diver- de la seguridad que permita incentivar e in-
sos. Tres de los casos —Cáritas, Cruz Roja y ducir competencias activas en los usuarios
AVAPE— están especializados en colectivos para garantizar su autoaseguramiento:
excluidos (parados de larga duración, ex dro- Tenemos que cambiar el chip de ahí. No es encon-
godependientes, etc.) y en los otros dos ca- trar un trabajo. Yo no te lo voy a encontrar. Yo voy
sos —Eslabón y la Fundación Forja XXI— a poner todas mis herramientas. Voy a mediar, voy
atienden a usuarios más heterogéneos y con a hacer lo posible para tú encuentres trabajo, pero
diferentes niveles de formación. Se ha tenido el trabajo tiene que ser una búsqueda activa de la
en cuenta la diversidad geográfica y política: persona (Cruz Roja, Valencia).
se han seleccionado las Comunidades Autó- Los programas de orientación son cons-
nomas de Andalucía (Cáritas y Forja XXI), truidos discursivamente por parte de los téc-
Valencia (AVAPE y Cruz Roja) y Madrid (Esla- nicos de orientación como dispositivos diri-
bón y Red Araña), ya que representan formas gidos a la promoción de la normalización de
diferentes de organización institucional y la empleabilidad y adaptabilidad de los suje-
gestión de las políticas de empleo, así como tos a fin de poder «venderse» en un mercado
de diferenciada orientación política de su go- que se hace cada vez más competitivo. De
bierno autonómico, lo que puede facilitar el este modo, aparece como criterio fundamen-
análisis del papel que, en estos procesos de tal para inducir el empoderamiento (em-
implementación de la orientación, juegan di- powerment) la promoción de un trabajo del
versos factores contextuales20. A continua- sujeto consigo mismo.
ción, describiremos algunos de los ejes en
Yo creo que ellos no llegan a reconocer que tienen
torno a los cuales se articulan los discursos
muchos elementos internos que pueden modificar
de estos actores a la hora de dar sentido a
y que influyen en que encuentren o no encuentren
sus prácticas sociales.
trabajo con más facilidad […] (Cáritas, Sevilla).
Tiene que interiorizar desde su situación personal,
Significado de la orientación
¿qué ofrezco yo al mercado laboral? Con mi capa-
La orientación para el empleo persigue facili- cidad, con… Ver qué condicionantes son internos
tar mecanismos de ayuda para que el desem- y yo puedo modificar, respecto a la inserción en el
pleado pueda encontrar sus propias vías con mercado laboral […] (Cruz Roja, Valencia).
las que hacer frente a la situación de exclu- Este modelo de intervención implica fo-
sión del mercado de trabajo. No se pretende mentar el autoconocimiento, el autoanálisis,
tanto encontrar un trabajo para el desem- esto es, inducir estrategias de trabajo del
pleado (dada la escasez de puestos disponi- sujeto consigo mismo. Se transmite una vi-
bles particularmente para este colectivo) sión según la cual el problema de inserción
sino, más bien, promover una nueva lógica se debe fundamentalmente al desconoci-
miento que el sujeto tiene de sí mismo. Ya
no es solo facilitar el conocimiento del mer-
20 Además del gran peso demográfico que tienen en el cado, de sus nichos y posibilidades, sino
país (suman en total unos 20 millones de habitantes, más también saber «mirarse» a sí mismo, identi-
del 40 por ciento del país), estas tres regiones han con-
tado con administraciones de diferente color político, ficar sus potencialidades, y, de forma com-
además de diferenciadas estructuras económicas (Ma- plementaria, «asumir» las debilidades per-
drid: administración del Estado, servicios, centro finan- sonales.
ciero del país; Andalucía: agricultura, construcción, tu-
rismo; Valencia: los sectores antes destacados para Reconvertir esa formación […] vamos a ver qué
Andalucía además de industria como calzado, juguetes, otras capacidades tienes, en qué te puedes reci-
cerámicas). Además, las dos últimas sufren un desem-
pleo muy elevado ante el deterioro económico y la crisis clar […] por eso te decía el motivar a esa persona
del sector de la construcción. para hacerle ver cómo tiene que cambiar. Luego la
decisión está en la persona, quiera cambiar o no empleo, porque el desánimo y a veces la deses-
quiera cambiar (Cruz Roja, Valencia). peración de alguien que busca, busca y no en-
[…] En fin, tienen que volver a empezar. Hay que cuentra es importante (Cáritas, Sevilla).
empezar a reciclarse y reciclarse supone reciclarse Y nos metemos dentro, con permiso de ellos siem-
en todo. En el trabajo propiamente y reciclarse en pre, nos metemos dentro de la intimidad de su
formación (Eslabón, Madrid). vida y… Y les pedimos que nos cuenten mucho y
Se impone así, de manera informal, un mo- luego nos cuentan muchísimo más de lo que les
delo identitario normativo al que todo desem- pedimos. […] para que comprendas cuál es su
pleado tiene que tender: la adopción de una problemática (Eslabón, Madrid).
cultura del nomadismo, de la inestabilidad y de En este sentido, gran parte del trabajo de
la transición constante. En función de la dis- los orientadores consistiría en una labor de tra-
tancia a esta cultura, se organizan los estatus tamiento terapéutico: escuchar, generar gru-
de empleabilidad (Darmon et al., 2005). La dis- pos de autoapoyo, fomentar la motivación
tancia a esta norma de empleabilidad va a y el autoanálisis y mantener las expectativas,
configurar los nuevos criterios de clasificación etc. De hecho, es común que el perfil pre-
de los demandantes de trabajo. La identidad dominante del orientador sea el del psicó-
ideal a la que debería tender todo desemplea- logo:
do es la de un trabajador nómada, un sujeto Yo creo que lo primero que les transmitimos es
con una actitud positiva hacia el movimiento, esperanza porque viene gente… O sea, que… Es-
el cambio y la adaptación continua a los nue- tás ahí y el objetivo del día es que se desahogue
vos requerimientos del mercado, un sujeto la persona y llore todo lo que quiera, literalmente
flexible (Fernández, 2007). Una actitud más (Eslabón, Madrid).
favorable hacia estas nuevas demandas nor- Todo. Desde que entro por la puerta, todo. Me su-
mativas es reflejo de un exitoso trabajo perso- ben la moral, ¿me entiendes?, me animan. Es que
nal sobre sí mismo. El referencial frente al cual son gente preparada, saben cómo tratar. Me ani-
(y por oposición al cual) este modelo normati- man, me suben la moral, me enseñan, todo lo que
vo se construye sería el de un sujeto rígido, sé ahora que no lo sabía antes (usuario, Eslabón-
incapaz de moverse por miedo a caerse, no Red Araña, Madrid).
dispuesto a enfrentarse ante la inestabilidad:
Es que aquí te apoyan mucho anímicamente. Tú
O sea, son super reticentes a cualquier cambio. llegas muchas veces… Llegas con la cara gacha y
Siguen ahí con… Yo con estos lo que más tengo dicen, «¿Qué pasó? Nada, que vengo de tantos
que trabajar es sensibilización. Intentar que se va- sitios… Hasta me han dado con una puerta». Y te
yan haciendo idea de cómo están las cosas, aun- echan un cable y te dicen: «No, pero eso puede
que… O eso, o como solemos decir: «Este está pasar». O sea, no te dejan caer (usuario, Cruz
muy verde» (Eslabón, Madrid). Roja, Valencia).
Junto con la promoción de la activación Se persigue, por tanto, identificar los ries-
de los sujetos, un segundo componente de gos subyacentes en la relación del sujeto
la tarea de los orientadores consiste funda- consigo mismo. Los riesgos no se asocian a
mentalmente en el reforzamiento terapéutico. la vulnerabilidad del sujeto frente a un mer-
La intervención se dirige más hacia el trabajo cado precarizado, sino que se trataría más
«sobre la persona» que al «trabajo para la bien de identificar los riesgos inmanentes en
persona», y consiste en una orientación per- un sujeto psicológicamente débil. Para ello
sonalizada que incide sobre los aspectos se promueve una estricta regulación de los
emocionales y morales del sujeto: procedimientos con los que el sujeto intervie-
Lo más importante es que también conseguimos ne sobre sí mismo y regula su comporta-
la motivación para continuar con la búsqueda de miento:
Les trazas casi como los deberes semanales. Les ca a formar parte de un verdadero proyecto
haces una guía, se tiene que elaborar una agenda de ingeniería de la subjetividad. Este cambio
de búsqueda de empleo y pides y exiges resulta- en el paradigma de intervención rechaza me-
dos. Que te digan si han contactado con la em- canismos más estandarizados o regulados y,
presa… (Cruz Roja, Valencia). sin embargo, promueve una intervención
Incido en la auto-eficacia, que no nos necesiten más personalizada, que pretende incidir en la
(Forja XXI, Sevilla). moral y en la subjetividad de los desemplea-
Se trataría, a su vez, de una búsqueda de dos.
eficacia ética: autoexamen, trabajo sobre Hay que adaptar a veces, pues, la metodología y
uno mismo, autoanálisis, automotivación, las medidas a la realidad, y eso a veces es com-
autonomía. Estas prácticas forman parte, por plicado (Cruz Roja, Valencia).
tanto, de un proyecto más global, dirigido a Estos profesionales van a adquirir nuevas
fomentar la obligación a participar en prácti- competencias, que van a verse replanteadas
cas de autoformación (Dean, 1995).
en términos cuantitativos y cualitativos. En
Vinculado a lo anterior, se plantea otro primer lugar, se incrementa su capacidad de
objetivo que va dirigido, más bien, a la nor- definir el contenido de su trabajo, otorgán-
malización (o incluso cierta banalización) de doles un importante margen de maniobra.
la vulnerabilidad a través del ajuste de ex- Dado el poder simbólico y la autoridad que
pectativas, de «miradas». Este tipo de inter- adquieren, se observa cómo los trabajado-
vención psicológica puede inducir una rede- res sociales y profesionales de la orientación
finición de la mirada hacia la explotación o la se encuentran con una capacidad relevante
vulnerabilidad. El problema no es la precarie- para interpretar «la verdad sobre el desem-
dad o la vulnerabilidad, sino la mirada del
pleado» y construir un discurso sobre el mis-
sujeto que promueve actitudes negativas ha-
mo:
cia estas; por tanto, se trataría de estimular
una orientación («mirada») positiva hacia la Hay una segunda fase de valoración, de diagnós-
adversidad. Este trabajo dirigido a reorientar tico, como se le quiera llamar, donde el orientador
las «miradas» es propio no solo de las políti- va viendo eso, cuáles son los elementos… (Cári-
cas de empleo sino que es una tendencia tas, Sevilla).
extendida en diversos ámbitos sociales en el Tú defines el objetivo profesional con esa persona
momento actual. en base a un diagnóstico de sus capacidades, de
[...] aterrizarles en la realidad… (Cruz Roja, Valen- sus necesidades, y en función de eso señalas un
cia). itinerario de formación, de orientación o lo que sea
Lo que nosotros trabajamos con ellos es más un (Forja XXI, Sevilla).
poco la tolerancia a la frustración (AVAPE, Valen- Estos profesionales son investidos así de
cia). un importante papel delegado, que le otorga
Que se caiga del árbol un poco ¿no? A veces, vie- no solo su función como técnico de la orien-
nen con unas expectativas muy altas ¿no? […] tación, sino también la autoridad legitimado-
(Eslabón, Madrid). ra de la psicología. Pero, además, se encuen-
Por tanto, la orientación puede entender- tran dotados de un importante poder
se como el conjunto de técnicas dirigidas a disciplinario y de administración de los bene-
la promoción del autoaseguramiento de los ficios sociales:
desempleados, lo que implica un cambio ra- Les tenemos que inscribir en su itinerario, para re-
dical en el papel de los profesionales de la cibir la ayuda, si no, es una manera de exigirles a
orientación. Estos pasan de realizar prácticas cambio que se comprometan… (Forja XXI, Valen-
inscritas en una lógica puramente burocráti- cia).
Pero es que hay una situación de… esto, de aco- Posiciones de los técnicos interventores
modo. Entonces, bueno, pues la gente se acomo-
Los técnicos pueden actuar como vectores y
da. «Bueno, con lo que tengo del paro y tal» […]
(Eslabón-Red Araña, Madrid).
«profetas» del discurso de la activación, ya
que ellos encarnan la misión de concretizar y
Es decir, adquieren un relevante poder hacer realidad las políticas de orientación y la
discrecional para juzgar el estatus moral del lógica interna que estas entrañan. Sin embar-
desempleado, y, por tanto, evaluar el mereci- go, sus discursos no siempre se traducen en
miento o no de este frente a posibles ayudas una legitimación de la ética de la activación,
sociales. y sus testimonios en ocasiones se distancian
En segundo lugar, los profesionales no en gran medida de las premisas normativas
solo adquieren mayor poder simbólico y bajo las que se construyen estas políticas.
disciplinario en la redefi nición de sus ta- De hecho, se trata de un discurso eminente-
reas, sino que también sus funciones dejan mente paradójico, que, aunque parte de gran
de venir definidas de antemano, por lo que su número de premisas que articulan la doxa de
trabajo concreto tiene que reinventarse en la activación, y particularmente su énfasis en
cada situación específica. Se trata de una la autonomía y en el trabajo sobre uno mis-
actividad que requiere un know-how muy mo, por otro lado también manifiesta la pro-
concreto, en donde la creatividad, las habi- funda vulnerabilidad que caracteriza la situa-
lidades emocionales y los conocimientos ción de partida de los sujetos y, por tanto, la
psicológicos juegan un importante papel. heteronomía de su condición. Las ambiva-
Estos profesionales van a verse impelidos lencias ante las que se debaten no serían
a un trabajo provisto de una gran intensi- sino el reflejo de las paradojas en las que se
dad, que exige una importante inversión perfilan estas políticas de inserción, como
personal y una alta creatividad. Esta situa- podremos ver a continuación.
ción se acentúa particularmente en un con-
texto como el actual, de profunda crisis Mejorar competencias (Estado
económica, que ha fomentado, de forma terapéutico) vs. generar oportunidades
paralela, la multiplicación de usuarios y, al (Estado emancipador)
mismo tiempo, la restricción importante de La posición política y profesional de estas
recursos. La precarización de las condicio- entidades resulta particularmente compleja,
nes de desarrollo de esta actividad de orien- ya que dadas las condiciones de vulnerabili-
tación convive con una demanda de inversión dad que caracterizan a los sujetos y el dete-
importante en la tarea, particularmente rioro de las condiciones del mercado de tra-
cuando esta no viene definida de antema- bajo, su labor puede traducirse en una
no, y cuando las posibilidades de facilitar preparación hacia la precariedad. En ocasio-
una salida a la precariedad, esta vez de los nes, predomina la interpretación desincenti-
desempleados, se restringen. De este vadora de las políticas pasivas y, acorde con
modo, los técnicos de la intervención tie- esta interpretación, se intenta desalentar el
nen que lidiar entre unas lógicas y deman- mantenimiento de una persona como bene-
das definidas administrativamente y unas ficiario de la prestación por desempleo. Sin
dinámicas que vienen impuestas por la pro- embargo, las circunstancias del mercado la-
funda vulnerabilidad ante la que se enfren- boral no garantizan el éxito de estas transi-
ta el trabajador (Artiaga et al., 2010). Ante ciones, lo que les aboca a mantener una po-
esta situación, se inducen importantes pa- sición ambivalente: el objetivo no sería ya
radojas que generan ambivalencias en las «llegar» a una situación de inclusión social,
posiciones de los profesionales de la inter- sino «transitar» entre posiciones en el merca-
vención. do de trabajo:
Pero, ahora, el objetivo es salir del paro. Es salir Esto les aboca a mantener una posición
del paro. No es cuánto voy a ganar… Sino salir del ambigua entre la afirmación del discurso ac-
paro. […] Ahora, su objetivo ya es, algunos, inclu- tivador que promueve el trabajo sobre uno
so, ganar menos que el desempleo. O sea… (Es- mismo en un contexto apolítico, y el discurso
labón, Madrid). emancipador que pone el énfasis en las rela-
Gran número de técnicos y coordinadores ciones asimétricas de poder en las que el
mantienen un discurso ambivalente. Por un desempleado se ubica.
lado, algunos de estos profesionales activan
Autonomía/autorización
marcos moralizantes de la protección social
que ponen el énfasis en el riesgo del mal uso Esta ambivalencia también es resultado de la
(abuso) de las prestaciones por desempleo y contradicción entre un modelo explícito de
que defienden el deber moral asociado al tra- sujeto autónomo y responsable, y una des-
bajo, en las condiciones que sea. Se estable- confianza implícita en las motivaciones que
ce una dicotomía entre «los buenos y los ma- le guían, y que se considera que le hacen
los pobres» en función de su actitud hacia el vulnerable a las posibles trampas de unos
trabajo, que deslegitima a las personas que beneficios sociales que no se haya ganado
no aceptan un trabajo a cualquier precio, in- con su actividad:
cluso por debajo de los ingresos que les El protagonista al final es la propia persona […],
aportan las prestaciones y que reclama la ple- pero los que deciden son ellos […] ellos son los
na disponibilidad del desempleado. En este que nos marcan a nosotros y no al revés (Cáritas,
contexto, se reclama la función de vigilancia Sevilla).
del estatus moral del desempleado que su-
Tal y como se ha planteado en Crespo y
puestamente tendrían que estar desempe-
Serrano (2005), este discurso activador se
ñando estos técnicos de la intervención:
mueve en una ambivalencia paradójica entre
Pero es verdad que hay una cierta... hay un riesgo el sujeto activo y el sujeto activado. Prepon-
de lo que se llama en economía «el gorrón», el free dera la consideración del ciudadano como
rider, que es la persona que se está aprovechando sujeto autónomo y responsable, haciendo
del sistema y realmente no lo necesita y a mí eso desaparecer, sin embargo, las condiciones
me da verdadera rabia (Eslabón, Madrid). fácticas de ejercicio de esa autonomía y res-
Por otro lado, estos mismos profesiona- ponsabilidad. Por un lado, las condiciones
les denuncian la precariedad del mercado de del mercado de trabajo condicionan la auto-
trabajo que justificaría conductas fraudulen- nomía y la posibilidad de agencia que se in-
tas: centiva. Y por otro, el circuito que se decide
Superan, superan el salario que podrían estar per- como legítimo para no caer en la exclusión o
cibiendo trabajando. Porque bueno, los salarios, para salir de ella ya viene predeterminado de
ahora mismo, sabemos que todos han bajado […]. antemano por los mecanismos que promue-
Y entonces, pero si con la Renta Mínima de Inser- ven las políticas de activación. No obstante,
ción (RMI) y esas chapuzas llegan a ese salario y la individualización y la autorresponsabiliza-
no están empleados todo el día […] (Eslabón, Ma- ción de los sujetos aparece connotada con
drid). una mítica idea de empoderamiento y agen-
A nivel particular, no quiero entrar a valorar las cia de los usuarios:
ofertas de trabajo porque cuando me lo planteo Yo todo lo que marco, tanto toda la trayectoria que
realmente se me cae la cara de vergüenza […] Y se va a hacer a lo largo del itinerario como la de-
yo digo, vamos… Cuando hay hambre hay que manda, tiene que ser consensuada con la perso-
hacer cualquier cosa, estoy de acuerdo, digo, na.[…] La formación y todo paso que se dé en un
pero…, tela, eh…, tela y… (Eslabón, Madrid). itinerario tiene que ser voluntario, y tiene que re-
caer sobre él la responsabilidad de hacerse cargo La orientadora está un poco atada de pies y ma-
de su situación. Está claro (Cruz Roja, Valencia). nos… (Forja XXI, Sevilla).
En este sentido, las prácticas normaliza- De este modo, las ambivalencias ante las
doras son complementadas con otras de que se mueven no serían sino reflejo de
corte más disciplinario: las contradicciones ante las que se sitúan
Una vez que han hecho el proceso primario, em- estos dispositivos de orientación y que po-
piezan a perder fuelle, empiezan a deshincharse y drían resumirse en la idea de que «hay que
entonces ahí, tienes que estar, un poco…, a veces, motivarse pero no hay solución». La evolu-
paternalista; otras veces, un poco duro, el…, dán- ción del sistema productivo fomenta la ins-
doles caña, para que no pierda el ánimo. Y decir tauración de nuevas paradojas: por una par-
que tienen que seguir luchando, que la búsqueda te, la demanda de una identidad coherente y
de empleo es un trabajo en sí mismo (Eslabón, proyectada hacia el futuro y, por otra, la inca-
Madrid). pacidad de asumir un proyecto a largo plazo,
Un ejemplo de ello es el compromiso de ante un modelo económico como el domi-
actividad, que, aunque se plantea como un nante basado en la transición. Igualmente, se
contrato libre entre sujetos iguales no lo es, considera que el comportamiento de las em-
dada la distinta posición de partida de ambas presas corresponde a una dinámica «natural»
partes. El uso de la metáfora contractual po- de la economía, y se moraliza, sin embargo,
sibilita la legitimación, marcada por la asime- el comportamiento de los trabajadores, a
tría, de un compromiso moral del desemplea- quienes se responsabiliza de su situación. La
do frente a las instituciones, según el cual extensión de marcos individualizadores de
este manifiesta su actitud hacia el trabajo y representación de los nuevos conflictos so-
su compromiso ético hacia su proyecto de ciales contribuye a disolver estas contradic-
inserción. ciones y a reintroducir los dogmas liberales
de la autonomía de la voluntad. Sin embargo,
Inevitabilidad/responsabilización individual la orientación difícilmente puede tener un pa-
Este discurso de la activación, de la respon- pel clave cuando el foco de atención se cen-
sabilidad y de apelación a la voluntad, que en tra tan solo en la oferta de mano de obra, sin
otros contextos sociales podría tener senti- intervenir en la demanda de trabajo, y, por
do, contrasta, en el caso español, y particu- tanto, en la preparación de los sujetos para
larmente en el momento actual, con las es- puestos que no existen:
casas herramientas con las que cuentan los Es que no tenemos alas mágicas, vale, es que si
profesionales de cara a promover la inserción no hay trabajo es que no hay trabajo (Cáritas, Se-
laboral, lo que explica su ambivalente posi- villa).
ción: El otro también, el empresario, también se tiene
Huimos de eso, huimos de aquella persona que que caer del guindo porque piden… O sea, te pi-
intente echarte a ti la responsabilidad. Lo que ocu- den todo por unos salarios que…: «Además pides
rra o no ocurra es una decisión tuya [...] yo te doy un curriculum y unas ganas de trabajar que…
las herramientas. Te puede ir mal o te puede ir como esclavos…» (Eslabón, Madrid).
bien, pero las consecuencias de los actos son tu- En segundo lugar, se pretende combatir
yas (Forja XXI, Sevilla). una actitud de premura ante sujetos que pre-
Es frustrante porque ves que eso, que no son sentan gran necesidad social, y se reclama
ellas, ni que sean más reacias, ni que no quieran de forma insistente el ajuste de expectativas.
salir de ahí, sino que es que realmente no pueden, Frente a la lógica de los desempleados, que
es que necesitan el dinero y… es complicado (Cá- viene impuesta por la situación de necesidad
ritas, Sevila). ante la que se enfrentan y que reclama con
urgencia una respuesta rápida (acceder a un Incido en la autoeficacia, que no nos necesiten […]
empleo), los técnicos imponen una lógica de que aprendan ellos mismos a buscar sus recursos
proceso, dirigida a una transformación de sus (Forja XXI, Sevilla).
actitudes más profundas, entre las cuales el Quiero que no me llegue la soga al cuello porque
ajuste de expectativas es una dimensión ya me está llegando (usuario, Cáritas, Sevilla).
central. Cambiar las expectativas plantea La orientación se impregna del paradigma
transformar las visiones acerca del problema, de la activación y se promueve la despolitiza-
pudiendo facilitar la naturalización del merca- ción del problema de no encontrar trabajo. Sin
do y de la precariedad. Ante la incidencia del embargo, se problematizan las actitudes del
desempleo, se reclama a los sujetos la acti- trabajador, su impotencia ante una situación
vación, mantenerse disponibles y no aban- que se escapa de su control. Por un lado, se
donar la búsqueda. naturaliza la situación del mercado laboral,
La lógica de la activación (sujeto agente, mostrándose como realidad inmutable. Y por
actor de su proyecto de vida) requiere un indi- otro lado, se problematiza la situación de ur-
viduo con capacidad de elección, racional, au- gencia y de impotencia manifestada por los
toiniciado y reflexivo, lo que reclama más que sujetos, por lo que se incide en el disciplina-
nunca medidas «pasivas» (protección social) miento y en el control de las voluntades, desde
que le permitan disponer de autonomía de de- una perspectiva más terapéutica que política.
cisión con la que organizar un proyecto de vida. Por tanto, los profesionales de la orienta-
Sin embargo, se enfatiza la obligación de par- ción se encuentran ante serias dificultades
ticipar en el mercado de trabajo y de aceptar para alcanzar los objetivos que les son asig-
las opciones ofrecidas (sujeto externamente nados: conseguir que personas en situación
motivado), lo cual puede entrar en contradic- de exclusión social puedan incorporarse en
ción con la promoción propia de un genuino la norma del empleo. Su trabajo adquiere un
proyecto de activación, de la individualización carácter ambiguo y bastante diversificado, y
y el respeto de la definición propia del proyecto sus tareas se caracterizan por un reajuste
de vida (sujeto autoiniciado): constante de expectativas. Si bien idealmen-
La impaciencia, que también nos deberían ense- te un objetivo claro y prioritario es facilitar
ñar a relajarnos un poquito, la impaciencia, pues, que estas personas encuentren trabajo, en la
es lo que te desboca un poquito [...] (usuario, Cá- práctica, los orientadores y técnicos tienen
ritas, Sevilla). que redefinir continuamente sus objetivos ya
que estos son, en muchos casos, paradóji-
Todos quieren la inmediatez de lo que te comen-
cos, además de inalcanzables.
taba, la inmediatez de buscar un puesto de traba-
jo y a veces es complicado, sobre todo la forma-
ción, que vean el valor de la formación, es difícil Respuestas de los usuarios
también (Cruz Roja,Valencia). Ante estas demandas de diversa índole, los
En tercer lugar, y relacionado con lo ante- usuarios van a responder de forma muy di-
rior se induce una autonomía psicológica de versa. A continuación recogemos algunas de
los sujetos, a pesar de la profunda heterono- las formas de situarse los usuarios de estos
mía económica y política de su condición. dispositivos frente a este tipo de demandas,
Esta concepción de sujeto y de autonomía, complejas y contradictorias:
que se presenta hegemónicamente como
una obviedad, oculta el hecho de que la a) Adhesión dóxica
autonomía no es una propiedad de los suje- Algunos desempleados aceptan las premisas
tos individuales sino de las relaciones socia- normativas bajo las que se construyen las
les (Crespo y Serrano, 2011): políticas de orientación, asumiendo una im-
tantes componentes «pasivos» y viceversa. igual que los dos anteriores, es característico
Medidas «activas» pueden ser muy «pasi- de este discurso el cuestionamiento de algu-
vas», cuando se centran en promover la mo- nas de las polaridades semánticas estableci-
vilidad de los trabajadores entre categorías das en el discurso de la activación, y, con
estadísticas (cursillista, en formación, traba- esta, por ejemplo, la establecida entre lo ac-
jador a tiempo parcial, etc.), sin realmente tivo y lo pasivo:
generar verdaderas trayectorias de inserción. Y de pronto se te pasa la idea de…, de levantarte
Los mismos usuarios plantean justamente, (del curso) e irte porque… Estás en una situación
con esta multiplicación de voces polifónicas, que vos dices: «estoy acá sentado. Podría estar
la dificultad de establecer límites oficialmen- haciendo algo» (usuario, Cruz Roja, Valencia).
te entre lo activo y lo pasivo, contribuyendo
Este cuestionamiento de los referentes en
a impugnarlo.
los que se ha instalado el discurso de la ac-
d) Responsabilización colectiva tivación hace que este tipo de discurso sea
muy cercano al de la ironía:
El cuarto elemento de nuestro análisis hace
Porque vos vas a los cursos, generalmente, vas a
referencia a un discurso que apenas aparece,
calentar silla […] son cursos que hago por simple-
pero que tampoco está totalmente ausente:
mente que me salga en el Currículum Vitae yo hice
el que hace alusión a los derechos sociales y
esto y sé que no me va a servir de nada, hay más,
a la ciudadanía. Algunos ejemplos son los
más de uno que va porque la mujer lo corre de la
siguientes:
casa porque está todo el día en casa. Está el otro que
Yo tengo derecho a vivir dignamente, a tener un dice si me quedo en la casa me vuelvo loco, me voy
trabajo (usuario, AVAPE, Valencia). a hacer el curso… (usuario, Cruz Roja, Valencia).
Yo no quiero limosnas, yo no quiero ayudas, yo no Otro recurso frecuente es el cuestiona-
quiero tampoco consejos, ni buenas palabras, ni miento de habituales antinomias, por ejem-
buenos modos, ni «vete aquí, vete allá», lo que plo, la planteada entre fijo o estable, que im-
quiero es trabajar (usuario, AVAPE, Valencia). plica un distanciamiento frente a una norma
Entre los discursos sociales acerca de la de empleo:
cohesión social, Dean (2006) distingue entre Hoy en día a los fijos los echan a la calle (usuario,
los repertorios contractualistas, basados en Cruz Roja, Valencia).
una concepción fundamentalmente indivi-
En definitiva, en las respuestas de los
dualista del orden social que reclama un
usuarios encontramos una extraordinaria va-
contrato entre individuos provistos de intere-
riedad de respuestas que, desde luego, no
ses propios y, en el otro extremo, los reper-
deja de resultar, en muchos casos, paradó-
torios solidaristas, que se basan en una per-
jica.
cepción colectivista del orden social en
donde se prioriza la solidaridad cooperativa.
La responsabilidad, en este caso, es com-
partida y su objetivo es proporcionar seguri-
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
dad a seres vulnerables. Este segundo re- Este trabajo analiza las vivencias experimen-
pertorio activa un marco cuyo lenguaje tadas por diversos actores que participan en
hegemónico se basa en la apelación a los programas de orientación con el objetivo de
derechos sociales. Es un discurso que recha- indagar en los procesos de dotación de sen-
za tanto la asistencia como la insolidaridad. tido de las paradojas en las que está incu-
Este sería el marco en el que se ubican algu- rriendo el paradigma de la activación en su
nos usuarios y con el que se distancian, tam- proceso de promoción de una radical indivi-
bién, de la doxa propia de la activación. Al dualización en un contexto socio-temporal
que reclama, como nunca, la socialización modelos que no confieren mayor poder de
del riesgo. decisión que la adaptación a las normas im-
El trabajo de producción de la adhesión puestas por el mercado. Activar sería propi-
moral de los desempleados a las exigencias ciar la adaptabilidad, educar la voluntad del
y los objetivos del nuevo modelo productivo trabajador, reforzar la responsabilidad y
supone la movilización de sus motivaciones, agencia del sujeto frente a condiciones que
la generación de objetivos comunes y el ajus- el sujeto no puede/debe modificar. En este
te en sus expectativas. El modelo de inter- sentido, provocaría en los participantes de los
vención de la activación y de la orientación servicios de orientación (particularmente
se articula, fundamentalmente, en torno a los usuarios) situaciones propias de dinámi-
la demanda de autogobierno del sujeto y en la cas de doble vínculo (Bateson, 1985: 236-
apelación a la soberanía de las personas 237), típicas de los discursos manageriales, y
(empowerment, compromiso, delegación) que pueden conducir a situaciones caracte-
que, sin embargo, bajo la regulación política rizadas por la angustia y la parálisis de los
del neocapitalismo se convierten en criterios de afectados por las mismas (Fernández, 2007).
verdadero autodisciplinamiento (Fernández, El paradigma activador que se potencia fa-
2007). Las políticas de orientación son por lo vorece, así, un modo de intervención individua-
tanto un buen exponente de las paradojas en lizante dirigido a promover el gobierno de uno
las que incurre el nuevo liberalismo, ya que mismo, y que restringe el ámbito de lo público
este se presenta como un discurso social di- (lo gobernable, y que se asume como espacio
rigido a reforzar la autonomía de los sujetos de responsabilidad colectiva) a una interven-
y su capacidad de acción (activación), y, sin ción terapéutica dirigida a atacar el riesgo de
embargo, define en términos psicologicistas dependencia (en forma de acciones dirigidas a
el campo de posibles prácticas, en donde la reforzar la autoestima, facilitar el autoanálisis o
política se reduce a la gestión de una situa- potenciar las capacidades personales). En este
ción que viene externamente impuesta y en régimen disciplinario se fomenta el autodisci-
el seno de la cual el ciudadano no sería sino plinamiento en el que es el propio individuo
un cliente que requiere motivación y provi- quien tiene que responsabilizarse de sí mismo
sión de incentivos psicológicos. Este despla- y contribuir activamente a un proceso de
zamiento, habitual en los nuevos mecanis- autoayuda individual. Estos dispositivos pro-
mos de gobernanza (Du Gay, 2007), es un mueven importantes ambivalencias: se trata de
síntoma más de la hegemonía de un nuevo combatir una actitud de premura en sujetos
orden del discurso que obtiene todas sus le- que se encuentran en una situación que re-
gitimidades de la esfera del mercado. quiere urgencia (gran necesidad social), de
Este tipo de intervención de carácter indi- fomentar una actitud de independencia ante
vidualizador incurre, así, en importantes con- situaciones que reclaman como nunca la (ins-
tradicciones: la intervención va dirigida a titucionalización de la) interdependencia, de
restablecer su capacidad de autogobierno, inducir autonomía psicológica a pesar de la
su agencia, pero, no obstante, se promueve profunda heteronomía económica y política
la adaptación de los sujetos a una situación que caracteriza la condición de gran parte
que viene externamente impuesta y que, por de los desempleados y, particularmente, la de
tanto, no se puede modificar. De este modo, aquellos en situación de mayor exclusión so-
la orientación —y el discurso que lo sustenta, la cial. La resolución de esta paradoja supone
activación— se ubica semánticamente en un inducir «el trabajo sobre uno mismo», esto es,
espacio de intertextualidad: se recurre a re- la producción de sujetos cuya capacidad como
gistros que apelan a marcos de empodera- agentes se ponga al servicio de las demandas
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RECEPCIÓN: 15/12/2010
REVISIÓN: 26/04/2011
APROBACIÓN: 27/10/2011