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DEL FUTURO
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CRÓNICAS DE LA MARACAIBO
DEL FUTURO
Maracaibo – Venezuela
CAPITULO I
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Mucho se ha hablado de la Maracaibo de Ayer y lo bonita que fue, y aunque
particularmente coincido en todo lo que dicen, esta vez te quiero hablar de la otra
Maracaibo, no de la que pasó, ni tampoco de la que tenemos, sino de la que
vendrá; de esa que se está desarrollando en un espacio – tiempo, distinto al
nuestro, pero que se encuentra ligada a cada uno de nosotros por una afinidad
emocional que de momento resulta difícil de explicar, pero sí muy fácil de intuir.
-¿Me puedes llevar hasta los lados de la Limpia? –me preguntó- y como no
representaba un mayor desvío en mi ruta, accedí a hacerle el servicio.
Aunque el trayecto era muy breve, nos encontramos con una cola inusual a
la altura del Polideportivo, al parecer un camión cisterna se había accidentado,
obstaculizando un canal de la vía. Cuando llevábamos casi 5 minutos sin avanzar,
supe que me enfrentaría a esos momentos de espera en los que uno no haya que
decirle al cliente, aunque sea para matar el tiempo.
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había percibido una fragancia igual. Le pregunté cuál era la marca del perfume
para acabar con el mutismo que me impacientaba.
Claro que vale la pena vivir allá –me respondió- es una ciudad tan similar y a
la vez tan diferente a esta, que solo el que es maracucho puede establecer las
analogías. Lo que sigue igualito es el calor, pero otras cosas han cambiado, el
Lago, por ejemplo, se encuentra totalmente descontaminado, por lo que el Centro
Comercial Lago Mall, es, además, un balneario frecuentado por turistas de Aruba,
Curazao, Colombia e incluso Panameños, que se han venido a estudiar acá por un
convenio entre las Universidades de ambos países.
Es una ciudad emblemática por muchas razones, entre ellas por ser la
primera capital del Mundo a la que llega la Navidad, por eso varias agencias de
turismo de Centro y Sur América ofrecen cruceros por el Caribe que atracan en el
Puerto el primer viernes de noviembre para ver el tradicional encendido de luces,
que en este caso, abarca las Avenidas Bella Vista, 5 de Julio y el Milagro.
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Para nada -me refirió- todo eso funciona con energía solar, que es lo que
siempre nos ha sobrado a los marabinos, además, la decoración se hace con un
tipo de luces que no genera calor, es una tecnología que de momento acá no
tienen, pero que no tardará mucho en llegar.
Yo sé que les parecerá increíble, pero quedé tan abstraído con aquel relato
que no me percaté de que habíamos avanzado en la cola y ahora me encontraba
justo a las puertas de una casa en las adyacencias de la Avenida la Limpia.
¿Cómo llegué hasta allá? La verdad es que no lo sé. Solo les puedo decir que aún
no termino de creerle, pero me hizo tanto bien escucharla que voy a buscarla a lo
que me llame, para que me cuente como son los supermercados en esa
Maracaibo paralela del que supuestamente viene… Me prometió que me iba a
sorprender.
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CAPÍTULO II
- Esta escena es muy parecida a la que sale en los textos de historia -me
dijo-
- ¿A qué te refieres? -le pregunté-
- A los textos de historia contemporánea con los que estudié en el
bachillerato; aunque también sale en internet, cuando hablan de “La Gran
Crisis”… pero no me hagas caso, yo te prometí hablar del futuro y no del
pasado. Habíamos quedado en que te iba a contar como son los
supermercados en la Maracaibo de la que vengo, ¿Cierto?
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“Después de la Gran Crisis, el nuevo gobierno se reunió con los empresarios
para establecer medidas de contingencia, luego de varias reuniones y evaluar las
posibles soluciones al problema, se acordó un plan emergente de abastecimiento.
Para ello, se estableció una producción social subsidiada de alimentos que la
gente llamó “tapa amarilla” porque todos los productos de este programa venían
en empaques amarillos o anaranjados. Eran alimentos muy baratos que solo se
podían adquirir con una tarjeta electrónica prepagada que se otorgó únicamente a
los estratos más pobres de la población.
No fue una dádiva o una medida populista, ya que los beneficiados debían
recargar en los bancos o establecimientos autorizados el monto de la tarjeta
prepagada, la cual tenía un límite de consumo. También se establecieron (por
consenso entre el gobierno, la ciudadanía y los empresarios), unos precios justos
en los cuales el fabricante obtendría una ganancia acorde con la inversión;
mientras que el consumidor cancelaría un monto razonable, mas no subsidiado,
por lo que adquiría. Finalmente, se acordaron los precios Premium o VIP, para
establecimientos exclusivos en los que el usuario pagaba a voluntad un
sobreprecio por los productos adquiridos a cambio de una serie de atracciones,
promociones y beneficios que se ofrecían en los supermercados basados en esta
modalidad.
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No todos son así –me refirió- solo unos pocos funcionan bajo esta
modalidad, pero con el aumento progresivo de la calidad de vida de los Marabinos,
ya no se dan abasto y a veces las colas se forman en estos establecimientos por
tanta gente que quiere entrar allí para farandulear y sacarse fotos. La ciudad fue
pionera en este tipo de franquicias, hasta el punto que otras localidades del país
como Caracas y Valencia, no tardaron en imitar esta modalidad.
- …Como una vez lo fueron en esta ciudad y como lo volverán a ser –me dijo
para culminar su relación- Por eso es que me causa tanta tristeza ver esto,
porque los sociólogos, historiadores, e incluso muchas de nuestras abuelas
que pasaron por esto, aun lo recuerdan como un período oscuro, triste,
pero a la vez necesario.
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- Seguro -me respondió mientras me pagaba, esta vez con moneda en curso-
Te prometo que si me recoges acá mismo el próximo sábado, te hablaré de
esos billetes con los que te pagué esta tarde…
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CAPÍTULO III
El miércoles por la noche al llegar a casa, me quedé dentro del auto por
algunos segundos, tratando de interpretar aquel aroma y estableciendo
asociaciones que me ayudarán a reconstruir el rostro de aquella chica. Sin
embargo, nada pude conseguir, pues por más que hacía memoria, era como si
nunca la hubiese visto, como si intencionalmente se hubiera escabullido de mi
memoria visual para generar más expectativas en torno al próximo encuentro.
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En este oficio uno termina siendo buen observador y tan solo con ver el
cliente ya sabe quién entra en la categoría de los que piden rebaja; los potenciales
atracadores; las mujeres casadas que buscan aventuras, o los maridos infieles
que toman taxi para que no les pillen el carro en los moteles. También se detecta
cuando una chica entra en la categoría de bomba sexy, simpática, corriente o
simplemente carente de todo atractivo.
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Allí estaba, esperándome en una de las bancas que tienen habilitadas los
dueños de una frutería adyacente al viejo edificio. Conversaba amistosamente con
ellos, como si los conociera de toda la vida, cuando se despidió, la acompañaron
hasta el auto e incluso le abrieron la puerta. Pude escuchar cuando les decía: “el
próximo sábado les termino de contar”
- ¿A ellos también les hablabas de la Maracaibo del Futuro? –le pregunté con
mi habitual ironía-
- No… No lo comprenderían. –respondió con desenfado- A ellos le hablaba
de la Maracaibo de ayer, cuando en este edificio funcionaba el Aeropuerto
de Maracaibo.
- ¿A dónde te llevó? ¿Al mismo lugar del sábado pasado?
- De momento no. Llévame a un lugar donde podamos conversar.
- ¿A la Vereda del Lago?
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- No, allí tampoco, porque te tendría que contar como va a ser en el futuro y
eso me llevaría mucho tiempo. Vamos a un lugar más discreto… Al Mirador
del Parque la Marina.
Cada 14 de febrero se realiza acá una ceremonia muy bonita que se ha dado
en llamar “Renovación de los Votos”. Cientos de parejas vienen vestidas de blanco
y lanzado pétalos de rosas amarillas al Lago, agradecen a Dios por otro año de
convivencia. Muchos novios que han decidido formalizar su relación, también
acuden a este encuentro y aprovechan la ocasión para hacerlo público o
establecer la fecha de matrimonio; tampoco faltan los que deciden casarse ese
día, por lo que hay autoridades civiles y religiosas que oficializan ceremonias de
casamiento según sea el caso.
Al caer la tarde, hacen acto de presencia los “Esposos de Oro”, como les
dicen por cariño en la ciudad. Ellos fueron los fundadores de esta tradición, en
honor a una promesa que se hicieron desde niños. Se conocieron acá mismo,
cuando la ciudad y el país atravesaban por la “Gran Crisis”. Sus familias tenían
ideologías políticas diferentes y cuando las cosas se pusieron tensas, los padres
de él emigraron en busca de un futuro mejor. Ese día se despidieron lanzado
algunas flores al Lago, con la esperanza de volver a reencontrarse y así lo
hicieron.
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canciones a las parejas, haciendo votos para que la unión se fortalezca en el
tiempo. Poco a poco las diferentes comitivas se van yendo a su casa, a continuar
la velada o a descansar. Los recién casados salen en caravanas que toman las
principales vías, armando tremendo jolgorio que impregna a la ciudad de su
habitual alegría. Y así culmina una celebración que ha sentado precedente en el
Caribe y se ha venido imitando con éxito en Santo Domingo, Barranquilla y Santa
Marta.
Así era ella, como esas canciones que uno escucha y después tararea sin
explicación alguna; como ese ritmo que se mete en tu cabeza y empieza a sonar
despacito, para convertirse poco a poco en una sinfonía que arrebata los sentidos
y de la que ya no se puede prescindir. Definitivamente, había algo en esa chica
que la hacía ajena a este tiempo y a este espacio, pero al mismo tiempo tan ligada
al espíritu de mi ciudad que en lo sucesivo sería imposible concebir a Maracaibo
sin ella.
Cuando íbamos a subir al auto, una niña se nos acercó y sin mediar palabra,
la abrazó y le entregó una flor, mientras otro niño nos contemplaba desde las
orillas del Lago.
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CAPÍTULO IV
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auge hotelero, el comercio de artesanía y el turismo, además de contar con un
Centro Internacional de Conferencias que lleva por nombre… (Por razones obvias
no puedo exponer el epónimo, pues trata de un personaje de su historia
contemporánea que en esta época mantiene un bajo perfil)
Por eso y muchísimas cosas más, Maracaibo ha pasado a ser una Ciudad
Internacional y en el contexto del que yo vengo, las ciudades internacionales
gozan de cierta autonomía que les permite emitir su moneda, la cual coexiste con
el cono monetario del país al que pertenecen, pero reflejando validez internacional
en el circuito de ciudades hermanadas, por lo que ostenta un valor equivalente al
de las principales divisas que rigen el mundo.
- ¿Quiere decir que estos billetes que me has entregado son equivalentes al
dólar? -le pregunté esta vez sin ironía-
- De momento no puedes comprar nada con eso, cariño, pero te aseguro que
tus hijos y tus nietos van a estar muy familiarizados con ellos. –Diciéndome
esto, prosiguió con su relación-
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se encuentra entre los Limites de Maracaibo y la Concepción, que ya comparten el
mismo perímetro urbano y se llama “Ciudad Perdida” en honor al lugar donde se
encuentra…El otro, está en el extremo septentrional de Maracaibo, en un punto
estratégico que facilita el acceso de los turistas hacia el Mall Sambil; el Planetario
Simón Bolívar y los Yacht Clubs que funcionan en la Ciudad de Santa Cruz de
Mara.
- Lo bueno de saber todo esto, es que tengo la esperanza de que a mis hijos
o mis nietos no los vayan a discriminar si se van a Miami o Panamá.-le dije-
- Por eso no te preocupes –me refirió- Lo que si es cierto es que existe una
sana rivalidad entre Maracuchos y Panameños que se ha hecho muy
famosa en el Caribe…
- Eso suena interesante, ¿Por qué no me lo cuentas?
- Gratis no -me dijo ella-. Tienes que brindarme la cena…Todavía tenemos
tiempo.
- ¿Qué te gustaría comer? –Le pregunté-
- Un patacón bien exagera´o –respondió imitando mi acento-
- Entonces el mejor lugar para eso es Cecilio Acosta.
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Palidecí en ese instante, la primera vez que me robaron mi carrito tuve que
pagar 20 mil bolívares, si lo perdía ahora no me alcanzaría la vida para pagar el
rescate. Me hice el desentendido y mientras uno de los pistoleros amenazaba al
dueño para que le diera todo lo que tenía, el otro se acercó hacia mí y
apuntándome directamente al cuello me refirió:
Diciendo esto llevó su arma hasta ella, que a todas estas permanecía
inalterablemente serena, como si todo aquello no la inmutara en lo más mínimo.
¿Será que esta mujer no sabe lo que es un atraco? –Pensé- y cuando ya estaba
dispuesto a entregar la llave para que no le hicieran daño, un acontecimiento
inusual alteró el rumbo de las cosas. Ella centró sus ojos en él, en una actitud que
sin ser desafiante ni atemorizada, causaba un efecto turbador sobre los sentidos
de aquel sujeto.
Poco a poco fue bajando su arma y sin una razón explicable, comenzó a
llorar irrefrenablemente, al tiempo que parecía perder fuerza en las piernas y caer
postrado ante aquella chica que lo seguía mirando con esa actitud impasible, pero
a la vez desconcertante. No paraba de llorar, al tiempo que la abrazaba por las
pantorrillas, como buscando su aceptación, ella se zafó de aquellos brazos al
tiempo que le decía:
- Lárgate de acá
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- Vení… vámonos.
- ¿Qué fue eso? –Alcancé a preguntar, aun sin salir del shock-
- Después te cuento… Anda a buscar la comida que tengo hambre
Y de verdad que tenía hambre, porque comió con ganas, como si nada
hubiera pasado; mientras que yo apenas pude pasar bocado. Cuando fui a pedir
la cuenta el dueño del local nos dijo que era cortesía de la casa, ya que gracias a
mi amiga se había evitado el robo. Durante el trayecto hasta la limpia, apenas
pude pronunciar palabra, mientras ella escuchaba y tarareaba algunas gaitas que
sonaban en el reproductor del auto.
- No te puedo cobrar –le dije- es cortesía de la casa por haber evitado que
me robaran el carrito.
- Tranquilo, que eso nunca pasará. Pero tienes que aprender a mantener la
calma, porque vienen situaciones tensas a las que deberás hacer frente con
serenidad. Si te conservas impávido te prometo que nada te afectará. ¿Me
puedes venir a buscar mañana en la tarde?
- Por supuesto…
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esperaba ansioso. Lo besó en la boca y tomando el control de su silla de ruedas lo
llevó hasta el porche donde se encontraba dispuesta una mesa con dos copas,
comida y unas botellas de vino. Una música desconocida sonaba desde la sala.
A todas estas, aun no sabía cómo se llamaba esta chica, pero sentía como si
la conociera de toda la vida.
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CAPÍTULO V
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En el casco central de la ciudad, se hace honor a la época de los corsarios y
piratas, por lo que en vez de carrozas, se hacen concursos de galeones que llegan
al puerto simulando un ataque a la ciudad. Otros tantos, disfrazados de aldeanos o
aborígenes corren de un lado a otro en una representación que culmina cuando
las tropas reales reasumen el control de la plaza y los piratas son encarcelados.
Después de esta representación, todos se dirigen a la plaza Baralt donde se
presentan grupos musicales y atracciones para los niños.
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se habilitan atracciones, grupos musicales y obras de teatro infantiles, como parte
de la responsabilidad social de las empresas asociadas al sector agrícola.
En fin, el carnaval ha vuelto a ser una fiesta muy variada, por lo que resulta
atractiva para toda la familia y despierta interés en muchos turistas de Italia y
España, que de paso aprovechan para visitar a sus familiares. Finalmente, el
martes en la tarde, todos los visitantes que han llegado en los cruceros que
ofrecen las agencias de turismo, parten en carros o lanchas hasta el Puerto de
Sinamaica, donde se realiza una exposición de Artesanía Guajira en la que se
ofrecen diversidad de productos que se comercializan en Dólares o Euros.
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liderazgo y la armonía interior. Muchísima gente participa en estas actividades,
hasta el punto que durante esos días se flexibilizan los horarios de trabajo a fin de
ofrecerles a las personas la oportunidad de asistir.
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Pues bien, esta era la segunda vez que me sucedía y precisamente con ella.
Cuando tomé conciencia de nuestro destino, nos encontrábamos en el Sector Isla
Dorada, en una casa muy elegante y cuyo patio daba a un pequeño muelle en el
que se encontraba una lancha. Al llegar, una pareja la recibió con mucha
efusividad al tiempo que le decía: -Ya todo está listo para partir- Me pidió que la
acompañara mientras embarcaba, al tiempo que les decía:
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despidió con un beso en la boca, al tiempo que deslizaba su mano sobre mi pelo y
me decía:
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Plaza de la República
Foto: Carlos Pereyra
CAPÍTULO VI
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Que lentos pasan los días mientras no la veo, ahora comprendo porque
aquel hombre de la silla de ruedas se mostraba tan triste el domingo por la tarde
cuando la despidió. Yo, que sólo he compartido con ella algunas horas, siento un
vacío difícil de comprender y más aún de explicar mientras sobrellevo su ausencia.
Para colmo, su fragancia sigue imperecedera en mi auto, recordándome a cada
instante aquel beso fugaz que me regaló antes de subir a aquella embarcación.
“Para complacer a Raúl de parte de Aurora… aquí va una salsa viejita pero
sabrosa, Oxigeno de Willy Chirino, para que recuerde que ya el sábado se
aproxima”.
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Cuando llegué a la casa donde la había dejado la última vez, varios
vehículos se encontraban estacionados alrededor y dos lanchas permanecían en
el pequeño atracadero al fondo del inmueble. Ella salió enseguida a recibirme,
pero en vez de subir al auto me pidió que bajara.
Entre la ciudad que tenemos y la que queremos existe una brecha que para
muchos parece imposible de subsanar, sin embargo, lejos de una ilusión o una
vana esperanza, la Maracaibo Bonita que todos anhelamos es una metrópolis que
ya se está construyendo en sus emociones, en sus pensamientos y en sus
deseos. No son los políticos quienes van a impulsar ese cambio, porque ellos no
son nuestros representantes, sino nuestro reflejo; tampoco van a ser las mayorías,
porque ellos solo responden a la influencia de un sentimiento generalizado que los
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lleva a actuar de una u otra forma, a veces incurriendo en contradicciones
extremas.
Para ilustrarles esta idea tengo que hacer referencia a dos animales: la rana
y la mariposa.
Por otro lado, también habrán oído hablar del “Efecto Mariposa”, es una
teoría que dice: “El batir de las alas de una Mariposa puede provocar un huracán
en otra parte del mundo”, pues bien, ambas teorías son ciertas con el único
detalle que se han utilizado en sentido negativo, sin advertir sus implicaciones
positivas en nuestro contexto social. Es por eso que el propósito de esta reunión
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es que tomemos conciencia de nuestro papel de Mariposas en una Ciudad de
Ranas.
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Imagina por un momento que a la farmacia llega una persona visiblemente
triste o afligida, solicitando un medicamento… Tú se lo entregas y de paso le dices
esbozando tu mejor sonrisa: “Espero que se mejore y que pase un feliz día”- Lo
inusual del gesto lo va a sacar de su estado actual y si aparte de eso se mejora,
habrás dejado en él o ella una pequeña huella positiva. Por eso, cada vez que
necesite un medicamento te buscará a ti, ya que tu sola actitud generará
pequeñas implicaciones positivas que lo ayudarán a mejorar. Cuando hable con
sus amigos les contará la anécdota y se irá sentando un precedente que a la larga
te asociará a ti con eventos y circunstancias positivas.
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- Las ideas excelentes, pero me parece que faltó darle más emotividad al
discurso. La gente salió convencida, más no entusiasmada.
- Es que precisamente esa es la idea –me dijo- Este conferencista es lo que
en mi contexto llamamos un líder 6.0
- ¿Qué es eso? –le pregunté-
- Es un líder que no te roba la energía, sino que activa ciertas partes de tu
cerebro, para que tú mismo la generes de manera progresiva. Es un
proceso parecido al que te ocurrió conmigo la primera vez que me viste…
¿Dime que sentiste en ese instante?
- Pues la verdad nada, solo curiosidad por tu historia.
- ¿Y que sientes ahora?
- Algo mucho más complejo y a la vez maravilloso, es como si una serie de
asociaciones positivas se fuesen entretejiendo en torno a ti para hacer tu
huella imperecedera.
- Exactamente lo mismo pasa con este instante. Aunque no lo creas, acabas
de asistir a un evento que la historia futura se encargará de reseñar. Así
como pasó con el Juramento del Monte Sacro que hizo Bolívar en Roma.
En su justa medida, por supuesto.
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CAPÍTULO VII
- Deberías cruzar a mano derecha, para salir más rápido por detrás del
“Parque Ambrosio Alfinger”…
- ¿Cuál es ese? Primera vez que lo oigo nombrar –le respondí-
- Sí, tienes razón… se me confundieron las épocas.
- Sabéis como es la cosa –le dije con ese acento que tanto le gustaba- Tu
amigo puede esperar mientras tomamos algo por acá mismo, así me
contáis que es eso del “Parque Alfinger”.
Pues bien, como lo prometido es deuda te voy a contar. Algunos años antes
de que Maracaibo cumpliera su aniversario 500, se formó una comisión que se
encargaría de realizar los actos de celebración del medio milenio de la ciudad. Ya
para ese entonces el país se había recuperado significativamente de la “Gran
Crisis” y el Alcalde recién electo, manejaba el concepto de “Ciudad Internacional”
Se abrió un concurso en el que participaron arquitectos e ingenieros civiles de
diferentes partes del país, bajo el nombre de “Un regalo Para Maracaibo” en el que
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se expusieron a la consideración de los Marabinos diferentes propuestas
arquitectónicas entre las que se elegiría el nuevo ícono de la ciudad.
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A medida que fue pasando el tiempo, esta obra se perfeccionó, hasta el
punto de que en mi época, hay un sistema de metros que comunican los cinco
parques, partiendo desde una central que se encontrará a unos 400 metros de
donde actualmente estamos. Esta obra une los 4 puntos cardinales de la ciudad y
en cada parada hay rutas de transporte que sirven de enlace.
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como fresas e incluso almendras y nueces. Esto se logra a través de un proceso
químico que genera el frio bajo la tierra, con un uso muy reducido de electricidad
que a su vez se obtiene de una planta solar dispuesta a las afueras. Allí el frio
brota de la tierra y se levanta por algunos metros, por lo que la temperatura es
muy grata para los Maracuchos, que han optado por este lugar para pasar los
fines de semana e incluso levantar allí sus tiendas de campaña para pernoctar.
Allí, la temperatura promedio allí es de 20 º C. Finalmente, el parque suroeste o
Astolfo Romero se caracteriza por una inmensa Concha Acústica donde se
presentan agrupaciones gaiteras y se celebra el “Amanecer Gaitero” cada 17 de
noviembre, allí la vegetación está compuesta por cocoteros y otras plantas
exclusivas de la región. Este posee una extensión un tanto mayor que los otros,
debido a que para su construcción no fue necesario reubicar a muchas familias de
los alrededores; lo atraviesa un rio artificial donde niños y adultos se pueden bañar
a sus anchas.
En cada parque hay bancas, sitios de comida rápida y hasta trenecitos que
hacen un recorrido por las trillas que hay a su alrededor. Después de la Vereda del
Lago, representan el sitio más frecuentado por los turistas. Los Panameños
copiaron no hace mucho esta idea y ya están levantando una obra parecida en
conmemoración al aniversario de su independencia, lo que ha acrecentado la
rivalidad entre ellos y nosotros.
Mientras los de acá alegan que ellos nos están copiando, los panameños
dicen exactamente lo contrario, que somos nosotros quienes tratamos de imitarlos
sin éxito. Sin embargo, Maracaibo es hoy en día lo que es, por la imitación que se
hizo en su momento del Modelo Panameño, pero esa es otra historia que más
adelante te contaré.
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CAPÍTULO VIII
Pasaron varias semanas en las que no supe de ella, ni siquiera una llamada
o un mensaje por la radio y de no ser por aquel aroma que seguía imperecedero
en mi auto, hubiera pensado que todo se trataba de un producto de mi
imaginación. Sin embargo, poco a poco aprendí a no depender de su recuerdo, a
no entregarle el control de mis emociones y a ser yo mismo el centro de mis
alegrías. Aprendí a amarla de una forma serena, relajada pero a la vez elegante,
sin apegos ni emociones desbocadas, en una sensación parecida a la que
experimenté cuando aquel líder nos habló de la ciudad que teníamos y la que
queríamos.
Aquel vacío inicial que me dejaba su ausencia, se fue llenando con pequeñas
alegrías que le daban a mi cotidianidad cientos de razones para sentirme pleno.
Por eso, cuando un pasajero se montaba en el taxi hablando de crisis o
desabastecimiento le contaba un chiste o le inventaba una anécdota y poco a
poco lograba cambiarle el ánimo; aunque en este punto, creo que la fragancia de
Aurora desplegada dentro del auto me ayudaba. Con el paso de los días, pude
notar que algunos clientes se volvieron recurrentes, llamaban a la central
solicitando mis servicios o me esperaban allí, negándose a tomar otro taxi; en
otros casos, cuando llegábamos a su supuesto destino, me pedían que me
devolviera o hiciera algunas vueltas y que no me preocupara por el dinero.
“La primera vez que subí a tu taxi iba a consulta con mi terapeuta, porque
desde algunos meses vengo atravesando una depresión muy severa. Ese día
específicamente, le iba a contar que tenía un pensamiento obsesivo
apoderándose de mi mente: el suicidio…Sin embargo, al montarme en tu auto,
una sensación inexplicable me comenzó a invadir, era algo tenue, apenas
perceptible, pero que de una manera sutil me hizo sentir muy relajado. Cuando
llegué a la consulta, vi todas aquellas caras tristes y amargadas que esperaban su
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turno, decidí que no me hacía falta, llamé a una amiga, tomamos un café,
recordamos viejos tiempos y fue la tarde más maravillosa que he tenido en años.
En otra ocasión, una ancianita que recogí a las afueras de un banco (venía
de cobrar su pensión) me dijo antes de bajarse del auto:
- Mijito, ese taxi tuyo es un oasis en medio del desierto, que Dios y la Chinta
te lo cuiden.
Así fue como descubrí que había dejado de ser taxista para convertirme en
un servidor social, pasando a formar parte de algo más grande y complejo de lo
que imaginaba, algo que solo Aurora me podría explicar.
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despedirse de él me pidió que arrancara. Se le notaba tensa, inquieta, en una
actitud que contrastaba abiertamente con su serenidad habitual. Le puse las
gaitas que tanto le gustaban y aunque no pronunció palabra, pude notar como
empezaba a relajarse, la llevé a la Plaza de la República y allí terminó de
sosegarse mientras me contaba:
Este es uno de mis sitios favoritos, creo que adivinaste mis pensamientos.
Esta plaza está ligada a mis mejores recuerdos, de la infancia, la adolescencia y
ya de la etapa adulta. Me gusta porque conserva ese aire retro que tanto me
apasiona. Sigue casi idéntica a como está ahora, a excepción de una pantalla
gigante que se encuentra dispuesta en el extremo sur y la iluminación LED en
torno al obelisco. Cuando cumplió sus 100 años hubo una tentativa de
modernizarla, pero los Maracuchos se opusieron y todas las reparaciones se
hicieron en atención a su diseño original.
Los martes por la tarde hay representaciones de teatro interactivo, en las que
el público puede participar como un personaje e improvisar su papel y los jueves
por la noche, se dan clases de actuación a cielo abierto para cine o televisión, con
la participación de actores nacionales e internacionales. De hecho, un cineasta
zuliano lanzó la propuesta de hacer un remake de la película “Maracaibo” de 1958
con actores y locaciones exclusivamente zulianas, ya se empezaron a hacer las
primeras tomas, por lo que se espera que dentro de algunos meses se proyecte
en las salas del país y del exterior.
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películas son realizadas por estos estudios y el restante por otras
cinematográficas que funcionan en el Centro, el Oriente y los Andes
venezolanos. Esto ha dado paso a un negocio muy lucrativo como lo es el
espectáculo, hasta el punto que la carrera de cine ya la ofrecen en las
principales universidades del país y la Escuela de Letras de la Universidad
del Zulia, se ha constituido en la cuna de los mejores guionistas y escritores
cinematográficos de Venezuela.
Al llegar, no tuvo ningún inconveniente y hasta fue recibida con una inusual
cortesía. Uno de los camareros se le acercó y le dijo:
Hacía una noche inusualmente fresca y entre las palmeras que bordeaban la
piscina, una luna llena dejaba entrever sus rayos que se diluían en pequeñas
ondas dentro del agua. A lo lejos, se escuchaba el sonido embriagador de los
guitarrones y trompetas acompañando algunas voces que acopladas cantaban:
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- No puede haber una definición más precisa de lo que tú me inspiras -le dije-
esa canción resume las emociones que giran en torno tu presencia.
- Hay canciones que están ligadas por siempre al espíritu de las ciudades –
me dijo- Aunque no sean parte de su folclor, se asocian a recuerdos bonitos
de sus habitantes, estableciendo una simbiosis difícil de explicar. Por eso
cuando un marabino escucha esa canción, aunque sea una ranchera,
enseguida la canta, la tararea, porque le vienen a la mente los matrimonios,
15 años o cualquier otra fiesta de sus seres queridos… ¿Quieres que se te
haga inolvidable ese tema? –Me preguntó-
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CAPÍTULO IX
Aquella noche fue propicia para las revelaciones, había muchas cosas que
le deseaba preguntar y cada vez que surgían las interrogantes, algún hecho
fortuito me impedía obtener su respuesta. Lo primero que le pregunté fue por la
rivalidad entre maracuchos y panameños de la que había hecho referencia en
nuestros anteriores encuentros y cómo se había originado aquel conflicto. Ella me
miro sonriente mientras la interpelaba y luego de ordenar una botella de vino me
refirió:
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Cuando retronaron, trajeron muchas ideas y propuestas enfocadas en
aspectos clave como servicios públicos, atención ciudadana, seguridad,
infraestructura y reordenamiento urbano, las cuales se contextualizaron a la
dinámica de la ciudad. A los pocos meses de su aplicación, comenzaron a
impactar positivamente en los marabinos. A esto se sumó la iniciativa que ya
venía adelantando este sociólogo, basada en fortalecer la cultura organizacional
de la ciudad, enfocándose en lo que él llamó una “Conciencia Festiva”, la cual
siempre ha estado presente en los marabinos. En sus inicios, la propuesta parecía
descabellada, pues los ultra conservadores sostenían que para salir de la crisis lo
más importante era el trabajo y austeridad, sin embargo, el alcalde apostó por esta
iniciativa y los resultados fueron altamente satisfactorios, hasta el punto que en mi
época se siguen aplicando.
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largo de este boulevard (además de los cafés), hay varias galerías en las que
durante todo el año presentan exposiciones de pintura, escultura y cerámica;
existe una exclusiva para el arte wayuu y de otras culturas aborígenes de la
región, donde las producciones se comercializan en divisas internacionales y es la
más frecuentada por los turistas europeos. En esta zona también se encuentra la
Calle 72, que se ha convertido en el epicentro de la vida nocturna de Maracaibo,
(algunos la comparan con la Calle 8 de Miami), pero de eso te hablaré más
adelante.
Por su parte, la zona centro sur abarca desde la Avenida 5 de julio hasta la
parte norte de la Ciudad de San Francisco, poco antes de llegar al Puente Sobre
el Lago, allí se establecieron los mejores restaurantes de la ciudad y algunos de
los automercados VIP de los que te hablé. Es el punto de encuentro para los
amantes de la buena comida. Allí se encuentra un Instituto de Artes Culinarias que
funciona como una extensión de La Universidad Federico Henríquez y Carvajal de
Santo Domingo, donde los marabinos pueden estudiar para alcanzar el título de
Chef Profesional. Aunado a ello, es la zona administrativa y política de la ciudad,
en la que se encuentran las principales instituciones gubernamentales,
embajadas, así como un creciente auge hotelero.
La zona oeste, se inicia desde la curva de Molina hasta llegar a los límites de
La Ciudad de la Concepción y también engloba todo lo que hoy comprende la
parte suroeste de la ciudad. Es una zona turística por excelencia y allí funciona el
“Complejo Recreativo y Parque Acuático la Guadalupana” que junto al “Parque
Astolfo Romero” constituyen los sitios más frecuentados de ese segmento urbano.
En este lugar se realiza durante los meses de julio y agosto el “Festival de
Verano”, en lo que hoy conocemos como el “Sector los Bucares”, para que los
niños disfruten de planes vacacionales acordes a su edad e intereses. También
hay opciones para jóvenes y adultos, por lo que cada sitio se enfoca hacia una
clientela en particular.
43
hacia el suroeste del municipio. Esto comprende la parte académica por
excelencia, donde funcionan las principales universidades, museos, bibliotecas
además de una extensa zona residencial que se despliega desde el Sector El
Samide, hasta llegar a los límites con el Municipio Mara, donde a su vez se han
construido, una gran cantidad de instalaciones deportivas, urbanizaciones y
conjuntos residenciales que actúan como ciudades dormitorio.
Con el paso del tiempo, se estableció cierta rivalidad entre las ciudades, por
tanto, si allá se hacía alguna obra de infraestructura, acá se tomaba la idea y se
trataba de superar. Si por el contrario, en Maracaibo se inauguraba algún icono
arquitectónico o se institucionalizaba alguna política de atención o bienestar
ciudadano, allá la retomaban y la contextualizaban. Lo cierto del caso, es que esta
competitividad se presenta en el buen sentido de la palabra, pues no conlleva a
enfrentamientos o conflictos entre ambas ciudades, que de hecho se encuentran
hermanadas y conformando un mismo circuito del que ya antes te hablé.
44
______0_________
Lo otro que deseaba preguntarle era por qué se había disgustado con el
hombre de la silla de ruedas y cuáles eran los vínculos que la ligaban a esa
persona, pero consideré que no era el momento oportuno para interrogarla sobre
ese aspecto. La madrugada ya estaba muy avanzada y lo más prudente sería
descansar, me despedí de ella con un beso en la boca y aunque no la sentí mía,
comprendí que los dos éramos parte de algo que nos trascendía. De retorno a
casa puse la radio y una vieja canción me hizo presentir que todo marchaba bien,
era de un grupo de rock español de los años 80, que nunca había venido a esta
ciudad y sin embargo le habían dedicado una canción:
45
CAPÍTULO X
Hasta hace algunos meses, aquello hubiera sido suficiente para exacerbar mi
rabia contra el gobierno o sumergirme en uno de esos recurrentes estados
depresivos de los que era cada vez más difícil escapar, sin embargo, ahora todo
parecía indicar que mis pensamientos y emociones se encontraban surcando en
otro nivel. Era como si me hubiese convertido en el espectador de una película de
la que ya conocía su final feliz. A la par de todo esto, las circunstancias parecían
confabularse en mi favor, creando en torno a mí presencia una especie de halo o
burbuja protectora que me hacía imperturbable ante las condiciones del entorno y
me permitía cobijar a quienes estaban cerca de mí.
46
el perfil de mis clientes había cambiado. Cada vez que llegaba a la central
conseguía tres y hasta cuatro personas esperándome, todos convenían en hacer
un servicio compartido y hasta se alegraban cuando eran los últimos a los que iba
a llevar. Afuera podía haber crisis, caos e intolerancia, pero dentro de las 4
puertas de mi Renault, parecía haberse instalado un pedacito de esa Maracaibo
del futuro que todos se empeñaban en descubrir.
Fue una de las pocas veces en las que no tuve ni siquiera que hablar, la
música en el reproductor y aquel aroma inconfundible que se había instalado en
mi auto, propiciaron una conversación amena en la que ambos desnudaron sus
corazones y se contaron sus historias: Ella había descubierto que su novio (con el
que estaba próxima a casarse), le era infiel con una de sus amigas y él, acababa
de terminar con su novia que se había ido con sus padres a residenciarse en los
Estados Unidos.
También descubrieron que ambos eran fanáticos del Beisbol y de las Águilas
del Zulia; ella cantaba en el coro de su iglesia, mientras que él era vocalista de un
47
grupo de música bailable que amenizaba matrimonios y 15 años; ella estudiaba
comunicación social mención publicidad en la URBE y él diseño gráfico en la
Universidad del Zulia, pero lo que más los impresionó, fue el infinito amor que
ambos sentían por los perros, ella por su pastor alemán de tres años, “Sasha” y el
por su Collie de 5 años al que había bautizado como “Rudolf”.
___________O________________
- El día que fuimos a aquella reunión en Isla Dorada tú, junto a todos los que
allí se encontraban, pasaron a convertirse en lo que dentro de algunos años
se conocerá como los “Embajadores de la Maracaibo del Futuro”, un grupo
selecto que servirá de empalme entre la cultura ciudadana que existe en
este presente y la nueva ciudadanía que se debe gestar para amoldarse a
48
la dinámica de la ciudad que viene. Todo ello es el resultado de procesos
globales e históricos, pero mi misión es referirte solamente el impacto de
esas trasformaciones en tu entorno inmediato.
Fue entonces cuando reparé que hasta aquel instante, todas nuestras
conversaciones sobre la Maracaibo del Futuro se basaban en la infraestructura y
la economía de la ciudad o sus alrededores, pero nunca habíamos ahondado en la
forma de ser de los Maracuchos de aquella época. Como siempre, ella ya se había
adelantado a mis elucubraciones y justo antes de que le preguntara me refirió:
49
Avenida El Milagro
Foto cortesía de Roberto Molinares
CAPÍTULO XI
50
(El Eclipse)
Pasadas las nueve de la noche recibí una llamada a mi móvil desde un
número desconocido, enseguida supe que era ella y como me encontraba cerca
no tardé en recogerla. Al llegar la vi sentada muy cerca a la puerta de salida,
menos ofuscada que la última vez, pero mucho más impaciente. Desde el auto
pude observar como el hombre de la silla de ruedas le rogaba para que no se
fuera, pero ella sin brusquedad, aunque con mucha firmeza, logró zafarse de sus
manos y salir hasta donde me encontraba.
- ¿Alguna vez llegaste a sentir una admiración tan grande por una mujer que
podrías amarla sin que existiera pasión o deseo?
- Creo que no –le respondí- se puede desear y admirar a una misma
persona, pero sustentar el amor en un idealismo me resulta complejo.
- Es normal que penséis así y no te cuestiono por eso, pero ese hombre que
acabamos de dejar, llorando triste y desconsolado cual si fuera un niño, ha
sido mi mayor inspiración. Desde que conocí su obra en la universidad,
quedé fascinada por la trascendencia de su pensamiento. Es un filósofo y
estadista, de momento incomprendido y relegado por quienes se creen
dueños absolutos de la verdad, pero en sus ideas ya se perfilan algunos de
los lineamientos que a escala global propiciarán la transformación que
demanda este mundo en el que nos encontramos. Sin embargo, al leerlo
conocí al pensador, mientras que ahora he conocido al hombre… Quizá sea
ese choque entre las dos perspectivas lo que me tiene así.
- ¿De quién es esta casa? –le pregunté- ¿No estamos invadiendo propiedad
privada?
- No te preocupéis, estamos en un enclave –me respondió- de hecho, hemos
estado en varios desde que nos conocemos.
Estos portales siempre han existido y nadie sabe a ciencia cierta cómo se
crearon los primeros; sin embargo, los avances en la física cuántica, sustentados
en los aportes de varios científicos, logaron darles una utilidad práctica en la que
no se afecta la estabilidad física o emocional del viajero, siempre y cuando se
encuentre bien preparado. Estos puntos también pueden ser de origen artificial,
como lo es el caso de tu auto, que ya ha pasado a ser un enclave emocional en el
52
que vos y tus pasajeros entran en sintonía con la dinámica de la ciudad del futuro,
percibiéndola aunque no la vean. Pero no me pidáis más información sobre estos
aspectos, porque tendría que entrar en detalles que de momento no te puedo
aportar. El propósito de traerte acá es para que tengáis una aproximación a la
Maracaibo de mi época y de esa forma comprendáis como son los marabinos.
____________ o _______________
53
amarillo, el naranja y el verde de manera desigual y caprichosa. Se les veía muy
enamorados y al reparar en nuestra presencia saludaron afectuosamente a
Aurora.
54
La mujer bucólica, es muy sensual, le gusta la ropa corta o ceñida, es
extravertida, sociable y puede ser el centro de atención en cualquier parte a la que
llega; también le gusta bailar y se caracteriza por ser directa en lo que quiere o lo
que siente. Algunas son estilistas, otras cosmetólogas, pero también las hay
abogadas e incluso profesoras universitarias. Aunque a primera vista parezcan
superficiales son muy sensibles y le apasionan los placeres sencillos de la vida.
La mujer elegante posee un estilo más sobrio, aunque también puede ser
sensual si se lo propone, tienen una mayor sensibilidad y capacidad de
abstracción que les permite ser artistas, intelectuales o periodistas, aunque la
profesión es solo un aditamento que no identifica a la persona. Son más complejas
en sus emociones y en sus reacciones por lo que es un reto conocerlas y
redescubrirlas cada día.
En todo caso, pertenecer a uno u otro grupo es solo la punta del iceberg, ya
que cada quien se asume como un ser único e irrepetible. He conocido chicas que
son bucólicas en su forma de vestir, pero tienen una sensibilidad y gusto por el
arte que ya lo envidiarían las más elegantes. También tengo un amigo que es
plomero y albañil, todos los jueves lo puedes ver en los teatros de la avenida 11 o
en las exposiciones de pintura, hasta ha creado algunos cuadros que está próximo
a exponer en una galería. Otros tantos, sólo por diversión, cambian el estilo
durante los carnavales en una especie de juego de roles en el que desempeñan
un papel contrario al habitual.
55
Sin embargo, estas diferencias de estilo no separan a las personas. Al
contrario las acercan más, partiendo del supuesto de que los opuestos se atraen.
No obstante, por encima de todo esto, el maracucho promedio de esta época es
una persona bilingüe que domina con mucha precisión el español e inglés; ha
tenido la oportunidad de viajar por diferentes países y culturas, por lo que es
tolerante con la diversidad, pero muy orgulloso de su identidad y gentilicio. El
voceo lo utiliza a donde quiera que llegue, pues le encanta que lo identifiquen
como maracucho. A todas estas, el tuteo prácticamente ha desaparecido, y sólo
se utiliza el usted en situaciones formales.
- Bueno, creo que ya hemos terminado por hoy, han sido muchas
revelaciones para una noche tan breve
- Estoy de acuerdo con vos… ¿A dónde queréis que te lleve?
- De momento a ninguna parte, estoy en mi tiempo y en mi casa. Sólo una
última cosa por esta noche.
- Decime…
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Un eclipse total matizaba de rojo la luna maracaibera, inspiración de tantos
bardos y gaiteros. De nuevo estaba en mi época, frente a una casa aparentemente
deshabitada, me quedé por algunos segundos contemplando aquel fenómeno,
cuando un anciano se me acercó y me dijo:
CAPÍTULO XII
57
Al caer la tarde del viernes me dirigía por la Doctor Portillo a la altura de Las
Delicias, cuando inesperadamente la encontré justo al frente de Tostadas el 25.
Se mostraba esplendorosa con aquel atuendo que la hacía elegante y casual al
mismo tiempo. Traía una falda un tanto corta y ceñida a su cuerpo que mostraba
una sensualidad muy por encima de la que inicialmente revelaba; llevaba además
una blusa beige de una textura muy similar a la seda para complementar ese aire
semi formal que la hacía ver como una secretaria que salía de su trabajo o una
profesional ejecutiva.
- ¿No me vais a contar como será esto dentro de varias décadas? Cada vez
que vengo acá trató de imaginarme como era esto en el pasado, pero
nunca pasó por mi mente imaginar cómo será en el futuro.
- Con lo que te voy a relatar van a quedar satisfechas ambas dudas –me dijo-
y esta fue su relación:
58
extraños, lo que generaba congestionamientos viales en los alrededores, así como
una aglomeración inusual de autos y personas que no permitían disfrutar a
plenitud de las atracciones que se ofrecían cada fin de semana. Para solucionar
esta problemática el Gerente Municipal (lo que antes se conocía por alcalde),
presentó un proyecto que enseguida fue aceptado y aprobado por las mayorías:
Reubicar a todos los vecinos que estuviesen dispuestos a vender sus casas y
transformar progresivamente el sector en un sitio de interés turístico, comercial y
religioso.
59
Lo cierto del caso es que aquí, en Santa Lucía se retomará ese concepto,
para crear un lugar en el que los marabinos puedan tener una visión de cómo era
la ciudad a principios del siglo XX, pero con todas las comodidades e intereses del
siglo XXI. Acá se encontrarán tiendas de ropa, cafés, tascas, restaurantes, ventas
de instrumentos musicales, artesanía, bisutería y perfumes, todo hecho en el Zulia
o en Venezuela, ya que los comerciantes deben ofrecer al cliente la garantía de
que el producto adquirido es ciento por ciento venezolano.
Se puede venir las 24 horas del día e incluso dormir acá si lo desean, ya que
varios establecimientos fueron habilitados como posadas temáticas donde los
muebles y la vestimenta de los empleados son similares a las que se usaban en
1915 o incluso antes. Durante las festividades de Santa Lucía, se desarrollan
actividades culturales y recreativas en torno a la Iglesia, las cuales atraen a una
gran cantidad gente. Algunos historiadores y cronistas de la ciudad ofrecen una
retrospectiva de cómo era Maracaibo en épocas pasadas y mientras relatan esos
eventos, un grupo de actores dramatiza las escenas.
Por las calles empedradas, de vez en cuando pasa un sereno con su habitual
vestimenta, pregonando en cada esquina: “las tres y todo en calma”, también hay
un ocioso que me pone los pelos de punta cuando grita: “Bartooooolo traéme el
cayuco”, asustándome aun sabiendo que sólo se trata de una leyenda. Y justó
acá, detrás de donde nos encontramos ahora, habrá una pantalla gigante en alta
definición, en la que se publicitan las tiendas y establecimientos de la zona,
además de transmitir en vivo los conjuntos gaiteros que se presentan en las
tascas o las tradicionales tiendas en las que se expende licor.
60
Aquello estaba repleto a más no poder, pues entre los cantantes se
encontraban Ricardo Portillo y Betulio Medina que estaba de paso por Maracaibo.
Juntos interpretaron varios temas a dúo o como solistas y cuando tomaron un
receso para “libar” algunas frías y aclarar las voces, el animador comenzó a instar
a los concurrentes para ver quien se animaba a cantar…
- Son dos mil bolívares al ganador… esta noche estamos buscando la voz
revelación de la gaita y Betulio me acaba de decir que el triunfador tiene un
contrato por toda la temporada.
61
- ¿Seguro? Porque también te pueden acompañar con una más sencilla.-le
advirtió-
- Prefiero esa - le dijo resuelta –
Aquella noche “A que Luis” retumbó de una manera inusual, los que estaban
afuera se adentraron intrigados por ver quién era aquella mujer que se había
atrevido a cantar una de las gaitas más difíciles del género, interpretándola con
una cadencia que hasta al Propio Ricardo Aguirre le causaría admiración. Había
en los matices de su voz un “algo” que trascendía las barreras del tiempo y que
nos hacía sentir Maracuchos universales e intemporales; era una forma novedosa
de entonar la gaita, respetando su esencia, pero imprimiéndole un sentimiento y
armonía que resultaban desconocidos, aun para los más versados.
Los dos mil bolívares fueron un vil engaño del presentador, sin embargo nos
brindaron dos cervezas y el reconocimiento de los concurrentes que no se
62
cansaban de felicitarla. Cuando estábamos a punto de salir, Ricardo Portillo se
acercó hasta ella y abrazándola fuertemente le dijo:
- Muchacha Dios te guarde esa voz que tenéis… Esa forma de cantar es lo
que le hace falta a la gaita para que salga de nuestras fronteras de una vez
por todas.
- Cuando estabas frente a esa gente, pude notar la euforia que les trasmitías,
algunos cantaban con pasión el coro, aunque no se supieran muy bien la
letra; otros usaron la botella de cerveza como charrasca y no faltaron
quienes repiquetearan en el mostrador; desencadenaste en ellos
sensaciones imprevistas y eso es algo que hasta ahora no ha logrado
ningún gaitero… Sin embargo, vos lo hiciste y aun así estáis tan tranquila y
serena, como si estuvieras acostumbrada a eso.
63
acostumbráis a esa sensación y reconocéis que la gaita es un ritmo tropical
de exportación.
- ¿Vos lograste eso? –le pregunté asombrado-
- Sí, y te prometo que en el momento oportuno me volveréis a escuchar
cantándote una gaita como lo hice hoy, con la única diferencia de que vais
a estar en mi época.
64
CAPITULO XIII
65
estaba en el modelo educativo, permisivo y facilista que se venía aplicando por los
gobiernos de turno. Por ello, uno de los presidentes que gobernaron durante la
transición, asumió una medida arriesgada, pero emergente, la cual le costó
muchas críticas que posteriormente se tradujeron en reconocimientos.
66
Por su parte, la primera institución basada en la excelencia se habilitó en la
Vereda del Lago, muy cerca de donde ahora funciona la Universidad Rafael
Urdaneta. Allí, los estudiantes contaban con una serie de beneficios adicionales
como piscinas, salas de cine educativo, emisoras de radio para ejercer el
periodismo escolar; laboratorios de primera y hasta dormitorios bien equipados
para quienes quisieran pasar la noche en la institución, estudiando o compartiendo
con sus compañeros. En estos centros, la educación era más intensa y exigente,
pero siempre tomando en consideración el desarrollo cognoscitivo, social y
afectivo de los estudiantes. Los fines de semana, se organizaban excursiones,
visitas guiadas a museos, a sitios turísticos o recreativos como complemento de
su proceso formativo.
67
entrada se encuentra cubierta por varios árboles frondosos y un extenso
engramado en el que los estudiantes se sientan o se acuestan para estudiar o
conversar. Ellos mismos se encargan de darle mantenimiento como parte de su
servicio ciudadano.
En los pasillos hay altavoces que llenan de música las horas del receso y
pantallas HD en las que se transmiten programas de televisión realizados por los
propios estudiantes; también se reacondicionó el auditorio para la escenificación
de piezas teatrales o presentación de grupos musicales, todos ellos integrados por
adolescentes entre 12 y 16 años. En el cafetín, se encuentran varias mesas
provistas de su respectiva mantelería y cubiertos, como si se tratara de un
restaurant; allí cuentan con un mesonero que les da la bienvenida y hasta les
presenta el menú del día o la semana. Este personaje es uno de los más queridos
en la escuela y debe ser tratado con el mayor de los respetos como parte de las
políticas de convivencia de la institución.
Cada salón cuenta con internet y varias computadoras portátiles para los
estudiantes, por lo tanto, casi no se utilizan cuadernos o libros para evitar gastos y
contaminación innecesarios. La mayoría de la información es transmitida a través
del ordenador y los estudiantes solo realizan en papel las caligrafías o los textos
que ellos mismos redactan, esto con el fin de que no se pierda la escritura manual.
El acceso a internet es por cableado a fin de evitar las radiaciones propias de este
servicio y sólo en ocasiones especiales se habilita el Wi – Fi
68
por un personal especializado al que se ha dado en llamar “docentes a cielo
abierto”, ya que todas las actividades las organizan en los espacios verdes de la
institución. Lo cierto del caso, es que la aplicación de este modelo ha tenido un
impacto significativo en la cultura organizacional del marabino y del venezolano en
general. Se pudo demostrar el Estado Puede ser eficiente en Materia Educativa y
competir con la educación privada sin necesidad de eliminarla o restringirla.
69
enorme compromiso que teníamos con nuestros hijos y nietos, quienes sin duda
vivirían en esa Maracaibo Vanguardista e Internacional de la que Aurora me había
hablado.
70
CAPÍTULO XIV
71
por el inconfundible sonido de la tambora y el cuatro alternándose con otros
instrumentos electrónicos y de percusión que jamás había escuchado.
72
las avenidas principales que ya conocíamos, se habían sumado otras tantas que
junto a los corredores viales, llevaban el nombre de varios personajes de nuestra
historia contemporánea y que de momento no se pueden mencionar por razones
obvias.
Pude ver algunos sectores conocidos por los que a diario transitaba como la
Victoria y los Olivos, en los que ahora funcionaban oficinas administrativas,
centros comerciales, hoteles y hospitales, también me asombró comprobar que
existía un Barrio Chino en las adyacencias de la limpia y otro Italo – Hispano en la
zona norte. Todas las señales de tránsito y avisos publicitarios estaban en español
e inglés, lo que respondía a una ordenanza vigente para todas las ciudades
internacionales. En los cajeros automáticos el usuario tenía la opción de retirar
Bolívares, Dólares, Euros o la Moneda que emanaba la banca de Maracaibo y que
circulaba en todas las ciudades hermanadas en el área del Caribe.
Al caer la tarde, se podían ver por la Vereda del Lago turistas de diferentes
partes del Mundo, paseando en bicicletas o en una especie mini kart que les
permitían hacer el recorrido por las 4 etapas de este parque emblemático de la
ciudad. También se expusieron imágenes de la vida nocturna que se enfocaron
en la calle 72, a la que popularmente llamaban “Calle Latina” porque a lo largo y
ancho de su extensión se encontraban restaurantes, cafés, tascas y bares en los
que el visitante podía hacer un recorrido por la música, gastronomía y cultura de
todos los países desde México hasta la Argentina.
Otras imágenes mostraban muchos de los lugares a los que Aurora me había
hecho referencia como los 5 parques que bordeaban la ciudad; el Sistema
Interconectado de Metros; las galerías de arte de la Avenida 11; el Hotel de
Ciudad Perdida y el Mall de Santa Lucía. Al verlos en alta definición y a todo color
pude comprobar que mis visualizaciones estaban muy por debajo de la realidad.
Finalmente, el video hizo un recorrido por las afueras de la ciudad en las que
se encontraban los principales huertos para la agricultura urbana, las plantas de
energía solar, los reservorios de aguas servidas y para el consumo humano, así
73
como la zona industrial que operaba bajo los más sofisticados criterios de
sustentabilidad ecológica. Al final de la presentación y con una música que me
hizo erizar la piel, se dejó colar la frase: BIENVENIDO A MARACAIBO CIUDAD
DE LIBERTAD, TRADICIÓN, PROGRESO Y VANGUARDIA… AYER HOY Y
SIEMPRE, TIERRA DEL SOL AMADA.
74
El hecho de que ustedes se encuentren acá – refirió Bustamante- es porque
hemos venido monitoreando su trabajo, sus actitudes y sus aptitudes desde hace
algún tiempo, llegando a la conclusión de que son el enlace entre la Maracaibo de
hoy y la del mañana. Durante los próximos días estarán recibiendo un
entrenamiento multidisciplinario que les permitirá interactuar con los marabinos
del futuro y traer algunas ideas que se deberán introducir en esta época a fin de
acelerar los cambios necesarios para que Maracaibo y su sociedad, sean dentro
de 60 años el reflejo de lo que van a presenciar.
Cada quien trabajará desde su área, es por ello que en este grupo tenemos
tecnólogos, artistas, escritores, políticos, docentes, músicos y demás
profesionales. Todos recibirán una formación general y otra específica de acuerdo
a su área de trabajo, la cual será complementada con una visita guiada a la
Maracaibo del año 2075.
75
CAPÍTULO XV
76
la integración cultural y comercial con estas ciudades, sin embargo, al
generalizarse su uso entre la población, muchas de estas expresiones adquirieron
una pronunciación “marabinizada”… Por cierto, esta última palabra ya ha sido
incorporada a la Academia Venezolana de la Lengua Española como un adjetivo
que designa la cualidad de marabino.
77
discurso, para evidenciar las emociones o sentimientos que complementaban la
oralidad.
78
sensación gratificante de haber culminado un proceso. Cuando se lo comenté a
Aurora me dijo que se trataba de una nueva concepción del arte, la cual operaba a
un nivel interactivo subconsciente. A través de ella, la obra establecía un dialogo
positivo con el espectador sin que el mismo se diera cuenta. Desde ese momento,
mi mayor aspiración fue escribir una novela bajo esa noción.
El siguiente lunes a las tres de la mañana, fuimos despertados para que nos
alistáramos, ya que en una hora zarparíamos hacia la Maracaibo del Futuro. Se
nos hizo entrega de un bolso en el que había ropa para 4 días y otros efectos
personales, todos de la época; también se nos entregó una tableta como la que
habíamos manipulado en nuestro entrenamiento y se nos sugirió a los 7 hombres
que la guardásemos en el bolsillo; mientras que a las 8 chicas que la colgaran de
su cuello, de forma que al estar replegadas simulara un dije que llegaba casi hasta
el ombligo. Cuando salimos por detrás de la casa, nos encontramos con dos
embarcaciones cuyas formas y dimensiones me resultaron completamente
desconocidas, por lo que intuí que venían desde el futuro. Subimos a ellas y al
separarnos unos cinco kilómetros de la costa comenzamos a dar vueltas alrededor
de un perímetro de 400 metros, aproximadamente. Aquella maniobra me pareció
extraña, pero Aurora (que como siempre se adentraba en mis pensamientos) me
refirió:
79
A pocos metros de la embarcación pude ver algunos delfines que
merodeaban en torno a nosotros, uno de los pilotos de la unidad les arrojó algunos
peces mientras me decía:
80
Avenida Bella Vista. Años 50ta.
Foto cortesía de José Rivas.
81
CAPÍTULO XVI
82
remordimientos, sin embargo, en este nuevo escenario las podía evocar desde
una perspectiva disociada, sin que me afectaran, llegando, incluso a darme cierta
serenidad emocional que me hacía recuperar la calma. Al rememorarlas de esa
manera también pude sentir como perdían su influencia en mí para siempre.
Cuando llegamos a Lago Mall pude apreciar una gran cantidad de personas
bañándose en las aguas del Lago, así como varias sillas y paraguas dispuestos
alrededor de la orilla. El centro comercial prácticamente se había convertido en un
Balneario, por lo que a la edificación principal se le había añadido otro piso que
funcionaba como hotel. De igual forma, se había habilitado una pasarela en pleno
Lago que comunicaba el Mall con el Hotel del Lago, provista de tres canales para
la movilización eléctrica o física de las personas que iban o venían.
83
establecimientos tenían avisos digitales en los que garantizaban que toda la
mercancía era “Hecha en Venezuela”; otras tantas se identificaban como
“Producción 100% Zuliana”, lo que al parecer era un aval de calidad para los
compradores.
84
También comprobamos que el sistema de alumbrado público había
cambiado significativamente, los postes ahora eran curvados en la parte superior,
simulando un bastón clásico y en la parte contraria a la bombilla contaban con un
panel para la absorción de energía solar, lo que permitía alimentar la luz y la
cámara de seguridad. De igual forma, se nos dijo que el alumbrado cambiaba de
color dependiendo el día de la semana, lo cual propiciaba en los conductores y
pasajeros un estado de relax sustentado en algunas teorías del comportamiento
humano que aún no se conocían en mi época.
Seguimos avanzando por toda la avenida hasta llegar a la Plaza Indio Mara y
posteriormente al Cuartel El Libertador, ahora convertido en el “Museo de las
Armas”, donde por fin nos detuvimos. En lo que otrora fue el estacionamiento,
ahora se encontraban varios tanques de guerra, artillería pesada y hasta dos
aviones modelo Sukhoi, todos ellos de mi época, lo cual me llamó poderosamente
la atención. Apenas entramos una guía uniformada de Beige nos dio la
bienvenida:
“Durante los primeros años del siglo XXI, Venezuela se ubicó entre los
países más violentos del Mundo, factores como el narcotráfico, el crimen
organizado y la polaridad política, prácticamente habían dividido a la población.
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Todo ello generó una espiral de caos que devino en lo que la historia reconocerá
como “La Gran Crisis”, periodo de recesión económica e inestabilidad social que
llevó al país al borde de un abismo. Sin embargo, con el resurgimiento de la
democracia y una serie de acontecimientos a escala global, los mandatarios del
país se comprometieron a desmotar los ejércitos y al desarme de la población civil,
para lo cual se contó con tecnología robótica proveniente de Asia y Europa.
Mientras la guía explicaba todo esto, noté como una niña de unos siete años
le señalaba un retrato a su madre al tiempo que le preguntaba:
CAPÍTULO XVII
86
Cuando salimos del Museo de las Armas tomé conciencia de la nueva ciudad
que se perfilaba ante mis ojos, resultaba difícil relacionar este nuevo panorama
con aquel que estaba acostumbrado a ver y transitar en mi auto. Sólo el edificio
del Antiguo Aeropuerto (y posterior Facultad de Ciencias) permanecía ajeno al
paso de los tiempos, e incluso remozado, ya que al ser declarado patrimonio
arquitectónico de la ciudad, se le había construido una fuente en su entrada
siguiendo el diseño original de la que tuvo inicialmente.
Pasamos por el Parque Ambrosio Alfinger, del cual Aurora me había hecho
referencia en nuestros encuentros, y pude constatar que la obra superaba con
creces a la descripción que me había ofrecido. Los lagos artificiales se veían
desde la carretera, bordeados por infinidad de árboles de diferentes tamaños y
especies; en el extenso engramado, la gente departía amistosamente o
almorzaban antes de reiniciar la faena laboral. Un clima de festividad y alegría
parecía desplegarse en aquel entorno para contagiar a propios y extraños de una
reconfortante sensación de plenitud.
87
con el grupo 3 hacia la Facultad de Humanidades, donde se ofrecía una
conferencia sobre los enfoques pedagógicos para una formación sistémica de
niños y adolescentes; en tanto los del segundo equipo, nos dirigimos con Aurora
hacia las Exposiciones Culturales que se desarrollaban en las instalaciones del
Polideportivo.
Allí pude escuchar los nuevos ritmos urbanos que captaban la atención de
adolescentes y jóvenes, acompañados con instrumentos electrónicos
completamente desconocidos para mí, pero que emitían notas muy parecidas a la
de un sintetizador con muchas más posibilidades de alterar ritmos y sonidos.
Según Aurora, aquellos instrumentos (cuyas dimensiones no excedían las de una
guitarra eléctrica) podían emitir y combinar 10 “notas musicales” (siete conocidas y
tres nuevas), lo que acrecentaba significativamente la cantidad de ritmos,
pudiendo incluso intercalarlos dentro de una misma composición en la que
fácilmente se sucedían dos y hasta tres géneros musicales.
88
Aquellas casas entraban dentro del promedio de las viviendas Marabinas,
por lo que su descripción arrojaba una idea de cómo eran las condiciones de vida
en la ciudad en el año 2075. En la parte de la acera se estacionaba el auto, de
forma que si se iba a utilizar permanecía afuera, de lo contrario, se sumergía en
una cabina subterránea dispuesta como garaje. Esto dejaba más espacio para la
interacción familiar y la decoración de jardines. La mayoría de las viviendas eran
de dos pisos y en la parte superior tenían un panel solar que proveía un 30% de
su consumo eléctrico. Otras viviendas tenían una especie de terraza en la parte
superior, provista de su propio jardín y en el que se podían desarrollar árboles
decorativos cuya altura no superase los dos metros.
Pasadas las nueve de la noche, nos alistamos para salir e impregnarnos del
ambiente de feria que invadía a la ciudad. Al reunirnos en la cuadra, observamos
una figura inusual que se desplazaba por los cielos, era un ángel que a ratos se
detenía y luego reanudaba su marcha batiendo sus alas rítmicamente, Aurora se
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percató de nuestro asombro y antes de que empezáramos a especular sobre
aquel hecho nos dijo sonriente:
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Cuando llegamos al Sector “Ciudad Perdida” nos detuvimos en el Nuevo
Hotel 5 Estrellas que se había habilitado para satisfacer la creciente demanda de
visitantes que llegaban a la ciudad con fines turísticos o por negocios. La
edificación de unos 12 pisos se encontraba totalmente rodeada por un parque
provisto de dos pasarelas eléctricas que giraban en ambos sentidos y alrededor de
los cuales se encontraban las tiendas, restaurantes, tascas y sitios nocturnos, así
como el acceso a las 4 piscinas que ofrecía el hotel.
- A este tramo del trayecto le dicen “El puente de los Suspiros” como en
Venecia, porque se supone que las parejas que se besan acá quedan
unidas más allá del espacio… y del tiempo.
Y fue así como fluyeron las cosas, sin mediar palabras ni buscar argumentos,
la besé con pasión, con ternura, pero también con un amplio sentido del
compromiso. Le confesé mi amor y le pedí su consentimiento para amarla más allá
del tiempo y las sociedades que nos separaban. Ella no respondió a mi petición,
pero esbozando su mejor sonrisa me tomó de la mano y me pidió que nos
sentáramos en una banca, al pie de un farol que tenuemente iluminaba el entorno.
A lo lejos, un trio se desplazaba por los alrededores ofreciendo lo mejor de su
repertorio musical a las parejas que en aquel momento se prodigaban su amor.
- Cuando viajé a tu tiempo –me dijo- sólo tenía en mente dos cosas, la
primera, colaborar con este proyecto para el que me había preparado
91
desde que culminé mi pregrado universitario y la segunda, conocer a aquel
hombre de la silla de ruedas cuyo pensamiento y obra habían influido
significativamente en mí. Apenas puse un pie en tu época, una ilusión
comenzó a desmoronarse mientras otra se formaba casi de manera
imperceptible. Con él conocí la decepción y la tristeza y aunque lo sigo
considerando un hombre excepcional para su época, no pude resistir la
dependencia emocional que comenzó a experimentar hacía mí. Poco
después apareciste vos, justo en aquella tarde cuando consideraba que era
mi última visita a tu tiempo y en la que estaba dispuesta a cancelar algunos
asuntos antes de abandonar definitivamente este proyecto.
Me demostraste que si era posible amar sin depender y lo que en principio
sólo era el cumplimiento de una misión, poco a poco se fue transformando
en una ilusión bonita, sencilla y reconfortante que me estimulaba a ir a tu
época. No puedo ocultar que te amo, aunque quizás sea de una forma muy
diferente a la de tu tiempo; con una pasión serena que me permite adorarte
en la distancia y estar ligada a vos a través de una afinidad emocional que
rebasa todo momento o espacio.
CAPÍTULO XVIII
- Cada uno de ustedes tiene recargado un total de 600 dólares. Con este
dispositivo no requieren de efectivo. Ese dinero lo pueden utilizar para
adquirir comida o servicios, pero no deberán comprar ningún objeto, a
menos que después de usarlo, lo dejen en este tiempo. Cuando vayan a
cancelar cualquier cosa, deberán introducir un código que les dará el
vendedor, así accederán a la descripción del producto y a su valor
aproximado.
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escuchamos cuando adolescentes y otras tantas que en nuestro tiempo estaban
de moda.
Las gradas que ofrecían vista al Lago, habían sido reestructuradas con un
modelo más acorde a la época y se dividían en dos secciones: una con aire
acondicionado y otra al aire libre para aquellos visitantes que deseaban recibir la
brisa y los olores del Lago. Justo detrás de ellas, se encontraba un mirador de
unos 380 metros al que no vacilamos en subir a través de un ascensor externo.
Jamás olvidaré el espectáculo que se presentó ante mis ojos: Todo el estado y
gran parte del Occidente Venezolano se veía desde lo alto.
94
de Maracaibo, Santa Cruz y el Mojan, amenizando los almuerzos con música en
vivo. La embarcación estaba dividida en dos secciones una cerrada por una
cabina de vidrio en la que se habilitaba propiamente el restaurante y una terraza
con sillas, paraguas, toldos e incluso cocoteros artificiales, a la que se iba a
departir después de comer o mientras culminaba el paseo.
Algunos se tornaban más extravertidos que otros, pero en cada uno de sus
rostros pude ver el compromiso que tenían con aquel proyecto y las ganas de
cambiar la dinámica de la ciudad para consolidar lo que Henrique Bustamante
había denominado una “Sociedad Latina 6.0”. Las chicas tenían ese atractivo
discreto que ya había advertido en Aurora y que se iba desplegando sutilmente
hasta envolver en su totalidad. De todas ellas, la ingeniera de sistemas despertaba
en mí un cierto interés que de momento no me podía explicar, había en sus
actitudes, expresiones y movimientos una sensualidad muy sutil que no la hacía
pasar desapercibida, también percibí todos los matices de una feminidad que
trascendía a su tiempo.
95
- A esa chica y vos… he notado ciertos cruces de miradas que me hacen
suponer que hay una atracción que cada uno se empeña en reprimir.
- Sólo son impresiones tuyas –le dije evasivo-
- Una vez que ustedes culminen esta visita, ya no podré volver a tu tiempo.
96
percibido entre esa chica y vos. En todo caso, te prometo que esta noche
vos y yo vamos a construir el momento más sublime e inolvidable de
nuestras vidas.
- ¿A dónde me vais a llevar? –pregunté-
- Es una sorpresa.
- ¿A dónde vamos?
- Primeramente a las corridas de toros y después a donde nos lleve la noche.
Mientras decía esto pude notar la cara de frustración que mostraron algunos
de los que integrábamos los equipos. Yo tampoco estaba de acuerdo con un acto
tan cruel como el de las corridas, pero no la quise contrariar en aquel momento.
97
alusivos a la Feria de la Chiquinquirá y el itinerario de las corridas, los cuales se
expandían a varios metros de altura.
- Espera al menos a que concluya el acto, falta la reflexión final del “Mataor”.
98
En ese momento la Plaza de Toros retumbó de los aplausos, aquel hombre
que había acabado con el sufrimiento animal no era otro que el padre de Aurora,
que en compañía de su hija bajaba a recibir aquellas orejas sintéticas de manos
del torero y el reconocimiento del público asistente, entre ellos varias comunidades
de ambientalistas y protectores de los animales. Verónica se levantó
entusiasmada a aplaudir al tiempo que gritaba:
- “Braaaavoooo Mataoooor”
99
CAPÍTULO XIX
100
imaginamos que se trataba de un transporte turístico que cubría el tramo restante
de la calle, sin embargo, Aurora se encargó de disiparnos la duda.
Dentro del vehículo, todo parecía similar al de un auto de nuestra época, sin
embargo, la cabina del conductor se encontraba completamente separada de la
entrada para los usuarios. Los asientos se extendían a ambos lados del interior y
por las ventanas se podía apreciar claramente lo que pasaba afuera. Todo parecía
indicar que se trataba de un simple recorrido, pero cuando iniciamos la marcha los
vidrios cambiaron repentinamente de color, adquiriendo una tonalidad grisácea,
como la de un fondo de pantalla de un teléfono o una Tablet.
101
Una sensación extraña se apoderó de mí y me imagino que algo similar
estaría pasando con mis compañeros. Era como volver a nuestro presente para
contemplarlo desde una óptica diferente, disociándonos de él para asumirlo como
algo fugaz y transitorio. De nuevo estábamos frente a la calle por la que tantas
veces habíamos pasado, los edificios y los autos se acoplaban perfectamente al
ritmo de la época; otra vez el reggaetón y la música electrónica marcaban la pauta
en la noche marabina; los jóvenes entraban o salían de las discos con su habitual
plasticidad y las chicas hacían gala de una sensualidad que resultaría muy
graciosa para el espectador de esta época.
102
refulgencias digitalizadas que imprimían al entorno diferentes matices y
tonalidades que por momentos transformaban la percepción del espacio.
- Te dije que esta noche iba a ser inolvidable y te voy a cumplir mi palabra.
103
Aquellas palabras quedaron resonando en mi cabeza, quizá por sí solas no
habrían significado mayor cosa, pero combinadas con aquel beso y su tono de
voz, generaban en mí una sensación de plenitud que me adentraba en las infinitas
posibilidades del amor. Intuitivamente comprendí que la pasión y la serenidad no
se contraponen cuando se ama con el espíritu, se goza con la carne y se asume
sin complicaciones la exquisita dualidad de la naturaleza humana.
CAPÍTULO XX
104
(Domingo 17 de noviembre de 2075)
- A tu derecha hay un mini bar –me dijo- ¿Podrías preparar un trago para vos
y otro para mí?
105
deseaba tomar y cuando le pedí que me sorprendiera, empezó a hacer este
trago al tiempo que recitaba:
Y sin perder un instante, deslicé mis brazos por su cintura, al tiempo que mis
pasos la impulsaron hasta aquel sofá que se encontraba a un extremo de la sala.
Nos tumbamos y quedé sobre ella para entretejer una cadena de besos que se
iniciaron en su cuello y terminaron en su boca. Durante algunos segundos
permanecimos en silencio, mirándonos fijamente y acoplando nuestras
106
respiraciones a un ritmo común que nos hizo danzar sin necesidad de
movimientos. Intenté despojarla de su blusa para coronar de besos cada uno de
sus pechos, pero ella me lo impidió sutilmente:
- Esperá un momento…
Cuando logró zafarse, dio un par de palmadas con las que se activó un
reproductor de sonido estilo “vintage”, que para mí época sería de última
generación. La música de fondo era de Julio Iglesias.
107
Comenzó a desplazarse con movimientos sugerentes en los que se
alternaban la sensualidad, la elegancia y la improvisación, todo ello con su estilo
particular y un toque clásico. Enseguida supuse que se trataba de una nueva
tendencia de baile erótico capaz de superar al “striptease” de mi época. La
sensación al contemplarla también resultó inusual; mientras mi mente consciente
admiraba la sincronía y delicadeza de aquellos movimientos, en mí inconsciente
se desataban asociaciones complejas que me hacían desearla de una forma única
e imperecedera, una forma capaz trascender las épocas que nos separaban.
108
Por segunda vez intenté despojarla de sus vestiduras, pero de nuevo me lo
impidió, dándome una razón más convincente…
- Aquí no…
- Y entonces ¿Dónde?
- ¿Sabéis lo que más me gusta de este departamento? -me refirió- Que tiene
un balcón con vista al Lago y otro a la ciudad. Siempre que miro hacia
Maracaibo me identifico con mi presente, con el influjo de mi época; pero al
mirar al Lago comprendo la relatividad de los tiempos y siento que el
pasado, el presente y el futuro se pueden sintetizar en un instante único y
trascendente… en un instante como este. ¿Entendéis lo que te quiero
decir?
- Sí, lo sé…
109
imperecedero), sentí que nuestros cuerpos poblaban un tiempo neutro de un
espacio en común: Maracaibo.
110
Atardecer Marabino
Foto Cortesía de: María Andreina Urbaneja
CAPITULO XXI
(Homenaje al Parroquiano)
111
paso a la alborada; la música también había cesado en el apartamento y un
apacible silencio invitaba al descanso. Aun así, me dispuse a vestir para retornar
al punto de encuentro que habíamos establecido. Al verme en aquel momento,
Aurora me preguntó:
- ¿A dónde vais?
- A reencontrarme con los otros para ir a la residencia.
- Allí no va a estar nadie, te lo aseguro.
- ¿Qué te hace suponer eso? –Pregunté-
- Esta noche se han construido muchas historias, se han entretejido muchos
destinos y el nuestro es tan sólo uno de ellos.
112
En su interior, el parque se haya rodeado de una extensa vegetación que
hace honor a la geografía zuliana, la entrada se encuentra bordeada por dos
hileras de cocoteros, mientras que a ambos extremos se aprecia un extenso
engramado en el que se alternan robles, cayenas, guácimos y cujíes, bajo los
cuales se tienden los marabinos a descansar, comer o simplemente esperar a que
se presente su agrupación favorita. Justo en el centro, se levanta la Concha
Acústica de unos 6 metros de alto por 12 de ancho, en el que se presentan las
agrupaciones en el “Amanecer Gaitero” o “Día de la Venezolanidad” como se le
está empezando a llamar desde hace algún tiempo debido al “Festival de la
Venezolanidad” que se desarrolla en sus instalaciones.
113
hasta las 7 de la mañana, después el jurado hace un pequeño receso y antes de
las 9 da el veredicto con las agrupaciones galardonadas.
Llegamos hasta unos toldos ubicados a las orillas del rio artificial, en el que
ya se encontraban bañándose algunos de los compañeros de grupo, entre ellos
Verónica que lucía un traje de baño de la época en una sola pieza y que parecía
estar delineado a pincel sobre su cuerpo. Aprovechando la ausencia de Aurora,
que se había ido a ensayar con su agrupación, me dediqué a contemplar a mis
anchas a aquella mujer que poco a poco había empezado a ejercer un efecto
inusual en mí.
Era un poco más baja que Aurora (si se me permite la comparación), también
era un tanto más blanca y en sus facciones se evidenciaba ese aire misterioso que
acrecentaba su “sex appeal”. Su cabello de un rojo cobrizo, armonizaba
perfectamente con sus ojos negros de una intensidad impenetrable. Pocas veces
la había visto sonreír, sin embargo su rostro traslucía una serenidad que
evidenciaba un perfecto equilibrio interior.
Cuando salió del agua y se tendió en una de las sillas que se encontraban
alrededor, un chico de la época se le acercó y estuvieron conversando por espacio
de varios minutos, hasta que ella con una excusa se levantó para retornar al
grupo. Mientras los contemplaba en aquella interacción, comprendí que esa chica
se había acoplado perfectamente al ritmo de la época, hasta el punto de pasar sin
ningún inconveniente por una mujer del 2075. Había en sus actitudes,
expresiones corporales (y me imagino que sus palabras), las características de
una maravillosa intemporalidad que la hacía pertenecer a cualquier tiempo sin
mayores complicaciones, de no haberla conocido me habría resultado imposible
relacionarla con mi época. Sin embargo, mientras yo me debatía en estas
disquisiciones, otros ojos también se encontraban clavados en ella con cierta
impaciencia, los de Ismael, a quien parecía importunarle su conversación con
aquel hombre.
114
Después de almorzar en uno de los tantos restaurantes ubicados las
inmediaciones del parque, me senté en la hierba debajo de un inmenso árbol de
eucalipto para contemplar a mis anchas el devenir de aquella sociedad con la que
me sentía tan identificado, pero a la vez tan distante. Los Marabinos del 2075
rompen en muchos aspectos con el estereotipo de mi época, sin embargo siguen
conservando varias características que los hacen inigualables en el país y
Latinoamérica.
Por un momento detuve mis ojos ante una chica que a todas luces cultivaba
este estilo, su ropa corta y ceñida traslucía sin mayor reparo la voluptuosidad de
sus formas, sin embargo, tendida en la hierba junto a su novio, le leía algunos
poemas al parecer de su autoría, cuyo estilo y elegancia denotaban un amplio
dominio de referentes culturales y literarios. Él, por su parte, la escuchaba
embelesado, al tiempo que deslizaba sus ojos de su rostro hacia un papel donde
al parecer la estaba dibujando.
Por otro lado, los marabinos elegantes, demuestran una mayor sobriedad en
su estilo, algunos hombres han vuelto a usar el bigote delgado, como los artistas
de cine de los años 50 y prefieren los colores ocres o claros que impusieron los
alemanes de principios del Siglo XX en Maracaibo. La mujer de este estilo, posee
una sensualidad discreta y (al igual que Aurora y Verónica) tienen la capacidad de
pasar inadvertidas o desplegar todo su encanto con tan solo cambiar de vestuario
o de actitud.
115
Analizando estas diferencias entre mis coterráneos del futuro, llegué a la
conclusión de que se trata de dos estilos que siempre han estado presentes en
nuestra sociedad y que ha sido el punto de inflexión entre “Marabinos” y
“Maracuchos”, sin embargo, en esta época se nota que cada quien ha asumido
plena conciencia de sus preferencias para reforzar los aspectos positivos y
atenuar los menos deseables. El resultado de esta elección se evidenciaba en un
nuevo concepto de ciudadanía donde la diversidad no era sinónimo de oposición
sino de complemento.
CAPITULO XXII
Casi sin darme cuenta el tiempo se fue pasando… durante horas permanecí
como un espectador silente, contemplando la interacción entre las personas de
116
este tiempo. Habría jurado que solo fueron algunos minutos, pero Aurora me hizo
ver que ya eran más de las 8 de la noche y dentro de poco se iniciaba
propiamente el “Amanecer Gaitero”. Tomándome de la mano, me llevó hasta la
Concha Acústica donde ya comenzaban a prepararse las primeras agrupaciones
que abrirían la noche.
117
los jóvenes, pues ofrecía alternativas para todos los gustos, tanto para los
que deseaban escuchar letras cargadas de sentimiento o romanticismo, así
como para aquellos que solo querían bailar y contagiarse de entusiasmo.
Después de 5 años, el género tuvo gran aceptación en el país y la demanda
del público incidió para que se empezara a escuchar durante todo el año. A
partir de allí, se comenzó a exportar. En la actualidad, existen agrupaciones
gaiteras en Panamá, Miami, Madrid y en varias ciudades hispanohablantes,
muchas de ellas se presentan hoy acá, lo que te puede dar una idea de la
trascendencia de este evento.
Noches latinas
Con aromas de gaita y de bachata
Con sabor a merengue y a nostalgia
Noches de pasión
Entre luces de neón
De callecitas estrechas
Donde el romance te acecha
Debajo de algún Farol.
Noches latinas
De sábado largo y gaita serena
Tú bailaste al ritmo que siempre suena
En una eterna ciudad… universal y latina
No sé si en México en Argentina
Si en Maracaibo o en Bogotá.
118
maracuchos del 2075 era una canción que los hacía cantar a coro. Los sonidos
tradicionales que identificaban al género, se complementaban perfectamente con
los sintetizadores y otros instrumentos desconocidos para mí, confiriéndole un aire
más universal, más trascendente, pero a la vez más etéreo que en ese momento
me trasladaba hacia lo que podría llamar “una intemporalidad maracucha”.
A pesar del tiempo que nos separaba, me sentía identificado con aquellas
gaitas y como una vez lo dijo Don Pedro Colina, “se me infló el pecho de orgullo al
saberme maracucho”. Ver a tantas personas congregadas en torno a la Cocha
Acústica, algunas cantando, otras bailando y todas disfrutando, me hizo reconocer
que así como nuestra gaita se había acoplado a las pautas que imponían los
tiempos para sobrevivir y popularizarse; de esa misma manera, nosotros
teníamos la posibilidad de abrirnos a los cambios, a ese infinito abanico en el que
convergen todas las alternativas y en el que se orquestan los sucesos que
conllevan a la innovación.
119
Al tiempo que sonaba este coro, todos cantaban con la misma pasión y
vehemencia con las que en mi época se entonaba “La Grey Zuliana” o “Sin
Rencor”, aquel tema parecía ser un clásico y por el contenido de su letra, hacía
clara referencia a la transición de la crisis que en mi época se estaba viviendo.
Después de un interludio musical, el solista comenzó a interpretar las estrofas:
Debo confesar que en este punto toda la piel se me erizó, aquella gaita se
asemejaba mucho a la que estaba acostumbrado a escuchar, lo que me hizo
suponer que pertenecía a un futuro próximo con relación a mi época. En ella se
exaltaba el optimismo de un pueblo que renacía de sus cenizas, que sin temores
ni resentimientos retomaba la senda del progreso, la tradición y la vanguardia. Por
algunos segundos, el vocalista estuvo jugando con este estribillo, cantando una
parte y dejando que los concurrentes entonaran la otra. Cuando pasó a la
siguiente estrofa, las emociones se desbocaron, hasta el punto que algunos
lloraron de alegría, mientras evocaban una parte de nuestra historia que no les
había tocado vivir, pero que conocían por referencia de sus padres o abuelos.
120
contemporánea, mientras que para mí representaban fragmentos de mi realidad
cotidiana y de un futuro inmediato que anhelaba con todas mis fuerzas. Allí pude
ver muchos eventos que me habían marcado en los últimos años y otros tantos a
los que no puedo hacer referencia para no condicionar una serie de sucesos que
deben desarrollarse. Sin embargo, puedo asegurar que todos los acontecimientos,
(aun los que parecen incongruentes), responden a un orden preestablecido y por
el que ahora estamos surcando satisfactoriamente.
“Gloria a ti
Casta Señora
De mi pueblo bravo y fuerte
Que en la vida y en la muerte
Ama y lucha,
Canta y ora”
- Definitivamente hay cosas que nunca van a cambiar –dije para mí mismo
sin saber que me escuchaban-
- Por eso son tradiciones –me susurró una voz a mi espalda. -Era Verónica-.
121
En ese momento un despliegue de “fuegos digitales” engalanaron el cielo
Marabino, aquella combinación de efectos, colores y sonidos sobrepasaban con
creces a todo lo que estábamos acostumbrados a ver. Ismael aprovechó la
oportunidad para explicarnos cómo funcionaba esa tecnología:
- Es una técnica asiática que utiliza el cielo como una inmensa pantalla de
proyección, al tiempo que los sonidos se emiten desde puntos estratégicos
para darle un mayor realismo. La ventaja de este dispositivo, es que no
contamina, no pone en riesgo la integridad física de quienes lo manipulan y
las posibilidades de combinar imágenes y sonidos son muchísimas.
CAPITULO XXIII
122
acompañó, al tiempo que nos iba detallando algunas facetas de la ciudad que no
habíamos tenido tiempo de percatar.
123
Diario Panorama, aunque ambas edificaciones habían sido reestructuradas por
completo, a fin de responder a las tendencias arquitectónicas y el
aprovechamiento inteligente de los espacios urbanos.
124
se evidencia en esta época, pero no estoy autorizada para hablarte de ello
en este momento.
Nos apartamos del grupo y fuimos caminando por todo el “Paseo Ciencias”,
ahora convertido en caminería turística y ciclo vía, hasta llegar al malecón. La
tarde iba cayendo al paso que delineaba un hermoso crepúsculo sobre las aguas
del Lago; las gaviotas en desbandada, retornaban a sus nidos y un apacible
ambiente propiciaba las confesiones amorosas:
- Sabéis que te amo ¿Verdad? –le dije sin preámbulos ni medias tintas-.
- Yo empecé a sospechar que me enamoraría de vos desde la primera vez
que me subí a tu taxi.
- Siempre me pregunté cómo sería una relación en la distancia, pero nunca
me pasó por la cabeza una relación en el tiempo. –le dije-
- Si compartimos el mismo espacio, ya es suficiente para que podamos
seguir unidos.
- ¿Pero cómo? –le pregunté-
- Cuando estéis en alguna parte de la ciudad y una sensación de tierna
calidez se te presente en el pecho… tené por seguro que estamos en el
mismo lugar. Cuando escuchéis un susurro indescifrable que parece traer el
viento, es porque yo te estaré hablando desde mi época; si una ráfaga de
aire se cuela por tus labios, será porque te estoy besando, y no te estoy
hablando precisamente en sentido metafórico, sino de una manera
estrictamente literal, aunque suenen poéticas mis palabras. Sin embargo,
me tenéis que prometer algo.
- Lo que me pidáis –le recalqué-
125
- Que vais a ser muy feliz con Verónica.
- ¿Qué te hace suponer que voy a tener algo con ella?
- Muchas cosas, primero la afinidad emocional que existe entre ustedes y
segundo, porque tiene que ser así: vos y ella han sido parte de una
experiencia única, y a partir de mañana van a tener una misión en común,
transformar la dinámica de la ciudad en la que viven para sentar las bases
de lo que en su futuro será algo muy similar a lo que vivieron acá.
126
- Así es, ellos son almas complementarias, como lo somos vos y yo. Durante
estos días han vivido un idilio muy parecido al nuestro y en este preciso
instante deben estarse despidiendo como lo estamos haciendo acá.
- ¿Ya ella sabe que su destino se encuentra ligado al mío? –le pregunté-
- Es posible que Ismael se lo esté diciendo, aunque estoy segura que ella lo
ha asumido sin mayores complicaciones. En muchos sentidos, Verónica se
ha sabido acoplar a la dinámica de este tiempo con más facilidad que vos, y
aunque no me lo haya dicho, sé que a Ismael le va a afectar cuando se
vaya.
Era una tonada en Jarokí, un dialecto que nació en las aguas del Lago de
Maracaibo, como consecuencia de la interacción entre marineros provenientes de
diferentes partes del mundo que arribaban a la ciudad. Lo que al principio surgió
como una especie de papiamento, se convirtió en un fenómeno lingüístico muy
particular, fue la primera lengua nacida y hablada en el agua, una especie de
“aguapalabra” (como diría el Poeta Blas Perozo Naveda). De acuerdo a las últimas
investigaciones realizadas por Aurora, que era una fanática de aquel fenómeno, ya
el alcance de esta lengua se había extendido hacia las aguas del Golfo de
Venezuela y algunos sectores del Caribe Colombiano.
127
- Esa tonada en particular –me dijo- habla de un amor entre dos mundos
paralelos que se separan por el espacio, pero se entrecruzan por las
emociones… Un amor como el nuestro.
Aquella tonada fue lo último que escuché de la Maracaibo del Futuro, pero
su cadencia y sus acordes quedaron impresos en mi mente y emociones de una
manera indeleble, hasta el punto que en algunas madrugadas despierto con la
impresión de acabarla de escuchar.
__________o__________
128
segundos bastaron para que nos contagiáramos de esta euforia que al fin de
cuentas, también nos pertenecía.
FIN
EPILOGO
Maracaibo 6.0
129
ser. Sin pretensiones políticas ni económicas, simplemente aportando nuestro
esfuerzo para cambiar algunos aspectos de la cultura organizacional del marabino
e institucionalizar otros, que de alguna manera, siempre han estado latentes en la
conciencia de quienes nacimos, vivimos y queremos a esta hermosa ciudad.
Estoy casi convencido de que aquel hijo que iba a tener Aurora era el
resultado de esa noche idílica que vivimos en su apartamento, así como la niña
que esperaba Verónica era la hija de Ismael. Me llenó de satisfacción saber que
de alguna forma permanecíamos entrelazados a través del tiempo y que nuestros
descendientes estaban predeterminados a ser en enlace entre esas dos
“Maracaibos” (perdón por el plural) por las que nos había tocado transitar.
130
Sigo trabajando como taxista, porque esa es mi contribución a la sociedad,
cada vez que monto a un nuevo pasajero, estoy consciente que las circunstancias
lo han llevado hasta mí, bien sea para integrarse a nuestro equipo de trabajo o
porque necesita cambiar sus percepciones en torno al mundo que le rodea. De
vez en cuando visito al hombre de la silla de ruedas, quien persiste en la espera
de Aurora, y aunque le digo que ya ella no volverá (al menos en la forma que él la
espera), sigue aferrado a su pasado y las pasiones incontroladas que se formó en
torno a ella. Lo he invitado a trabajar con nosotros, pero prefiere seguir con su
trabajo de manera aislada.
Para “no finalizar”, sólo me queda referirles que estamos transitando por la
senda correcta, las circunstancias espacio-temporales se están dando de acuerdo
a un esquema preestablecido que nos llevará a un futuro prometedor que nada
tiene que ver con el famoso “nuevo orden mundial”, ni con las visiones
apocalípticas que constantemente avizoran videntes o científicos. Los grandes
eventos que cambian el curso de la historia, son el resultado de pequeñas causas
positivas que gente como tú y como yo generamos cada día. En tus manos está el
ser artífice de las causas que institucionalizarán la Maracaibo del año 2075, por
eso, siempre que tengas la oportunidad visualiza, siente o repite esta frase:
“BIENVENIDO A MARACAIBO CIUDAD DE LIBERTAD, TRADICIÓN,
PROGRESO Y VANGUARDIA… AYER HOY Y SIEMPRE, TIERRA DEL SOL
AMADA”.
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SOBRE EL AUTOR
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