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Artículo / Article 621

SALUD COLECTIVA. 2016;12(4):621-634. doi: 10.18294/sc.2016.941


La complejidad de articular derechos:
alimentación y cuidado

The complexity of articulating rights: nutrition


and care

Laura Cecilia Pautassi1

1
Doctora en Derecho Social. RESUMEN El artículo analiza la tensión existente entre el reconocimiento de derechos
Investigadora independiente,
Consejo Nacional de
de las personas, en especial el derecho a la alimentación adecuada tal como se expresa
Investigaciones Científicas en pactos y tratados internacionales de Derechos Humanos, y la escasa vinculación con
y Técnicas. Investigadora, el cuidado, entendido como el conjunto de actividades indispensables para satisfacer
Instituto de Investigaciones
Jurídicas y Sociales Ambrosio las necesidades básicas de la existencia y reproducción humana y social. Aplicando la
L. Gioja, Facultad de metodología del enfoque de derechos y de género, el artículo aborda, por una parte, el
Derecho, Universidad de
Buenos Aires, Argentina. alcance del derecho a la alimentación y el impacto a nivel de institucionalidad pública
* y, por el otro, el reconocimiento reciente del cuidado como derecho a nivel regional y
la invisibilización persistente en las políticas públicas. Los resultados obtenidos permiten
presentar una agenda de investigación y acción que identifica tensiones y oportunidades
para lograr la universalización en el ejercicio de derechos a partir de políticas públicas
integrales e interdependientes.
PALABRAS CLAVES Alimentación; Derechos Humanos; Convenios Internacionales;
Políticas Públicas.

ABSTRACT This article analyzes the existing tensions between the recognition of human
rights – especially the right to adequate food as it is defined in international agreements
and treaties – and the insufficient connection made with care, understood as the set
of activities necessary to satisfy the basic needs of existence and human and social
reproduction. Applying a methodological approach based in rights and gender, the article
analyzes, on one hand, the scope of the right to food and its impact at the level of public
institutionality, and on the other, the recent recognition of care as a right at a regional
level and its persistent invisibilization in public policies. The results obtained allow
for a research and action agenda that identifies tensions and opportunities to achieve
universalization in the exercise of rights based in comprehensive and interdependent
public policies.
KEY WORDS Feeding; Human Rights; International Agreements; Public Policies.

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DERECHOS AL ALCANCE DE LA también de las personas que podrían auto-


POLÍTICA PÚBLICA proveerse dicho cuidado(3,4).
Estos actos, sean aislados o coordinados,
se traducen en una particular forma de organi-
Pensar la alimentación, en tanto práctica zación social del cuidado, que desde la eco-
individual, familiar o comunitaria conlleva nomía feminista se ha definido como la forma
una relación necesaria con el cuidado, en en que interrelacionadamente las familias, el
toda su dimensión, la cual se encuentra a su Estado, el mercado y las organizaciones co-
vez atravesada por diversas estrategias, ex- munitarias, producen y distribuyen cuidado.
periencias y consumos que redundan en las La noción de organización social del cuidado
condiciones de vida y resolución de las nece- se encuentra relacionada con el diamante de
sidades básicas, que van a impactar directa- cuidado(5) analizada también desde el es-
mente en satisfactores diversos y dar cuenta tudio de los regímenes de bienestar como el
de la “complejidad del evento alimentario”(1). reemplazo de la otrora “triada del bienestar”:
Sin embargo, como todo lo relacionado con Estado-mercado-familias(6) como represen-
el cuidado se encuentra invisibilizado, aso- tación de la ingeniería a través de la cual se
ciado al trabajo no remunerado que realizan provee el cuidado y la responsabilidad de
principalmente las mujeres en sus hogares, cada ámbito. Así, el diamante de cuidado
destinado a los integrantes del núcleo fa- –que Evers et al.(7) denominan diamante del
miliar, su relevancia no es reconocida y se bienestar– exhibe la presencia de cuatro ac-
ocultan las interrelaciones entre uno y otro, tores, pero también las dependencias mutuas
incluso en los casos en que el cuidado se en- que se establecen entre ellos: la provisión de
cuentra mercantilizado(2). cuidados no ocurre de manera aislada o es-
El acto de “cuidar” incluye una diver- tanca, sino que resulta de una continuidad en
sidad de acciones que van a “sostener” a una la que se suceden trabajo, actividades, ocio,
persona, la van a “nutrir”, lo cual incluye un responsabilidades y obligaciones.
conjunto amplio de actividades indispen- En relación con estas últimas, si bien los
sables para satisfacer las necesidades básicas albores del siglo XXI se han caracterizado por
de la existencia y reproducción humana, y el arribo del “enfoque de derechos”, como
ofrece elementos físicos, simbólicos y emo- metodología que los sistemas protectorios
cionales que posibilitan la vida en sociedad, internacionales y regionales de derechos
todo lo cual sitúa al cuidado en una indis- humanos ofrecen a los Estados como herra-
cutible centralidad. Estas acciones incluyen mienta para implementar en su accionar,
desde el autocuidado, el cuidado directo de los resultados distan de ser los esperados.
otras personas –que se traduce como una ac- Es decir, el denominado “enfoque”, en tanto
tividad interpersonal e intensiva de cuidado–, metodología transversal establece formas
la provisión de las condiciones previas y precisas de interpretación del alcance de las
concomitantes con que se realiza el cuidado obligaciones contenidas en los pactos y tra-
–la compra y preparación de alimentos, el tados internacionales de Derechos Humanos
pago de servicios, el lavado de la ropa– y y, a su vez, incluye aquellos estándares in-
la gestión del cuidado –coordinar horarios, terpretativos desarrollados por los órganos
realizar traslados a centros educativos y a de monitoreo y vigilancia internacional
otras instituciones, preparar viandas, super- (como los comités de los pactos y tratados,
visar el trabajo de la cuidadora remunerada–, la labor de los relatores para cada derecho
entre tantas otras actividades que demanda. humano y, en el caso del sistema regional de
El cuidado, por lo tanto, permite atender las derechos humanos, las sentencias de la Corte
necesidades de las personas dependientes, Interamericana de Derechos Humanos, los in-
por su edad o por sus condiciones/capaci- formes y medidas adoptadas por la Comisión
dades (niños, niñas y adolescentes, personas Interamericana de Derechos Humanos, y el
mayores, enfermas o con discapacidades) y monitoreo de los grupos de seguimiento de

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las convenciones de “las Américas” de la de Derechos Humanos, que dispone que
Organización de Estados Americanos). toda persona tiene derecho a un nivel de vida
Normas internacionales, interpretación, adecuado que le asegure la salud y el bien-
sentencias, medida adoptadas, observaciones estar, con particular mención a la alimen-
generales sobre el cumplimiento de derechos tación, en el Pacto Internacional de Derechos
conforman un corpus interpretativo, cuyo ob- Económicos, Sociales y Culturales de 1966,
jetivo consiste en precisar e identificar el al- en el que se reconoce el derecho de todos
cance de los derechos comprometidos, dado a una alimentación adecuada, al señalar en
que deben ser incorporados en el diseño, el Artículo 11 como obligaciones estatales
implementación y evaluación de las políticas el deber de garantizar el “derecho de toda
públicas. Por lo tanto, el enfoque le recuerda persona a un nivel de vida adecuado para sí
a los Estados Parte que las obligaciones rati- y su familia, incluso alimentación, vestido y
ficadas no resultan un anhelo político o una vivienda adecuados y a una mejora continua
voluntad de paz y armonía regional, sino pre- de las condiciones de existencia”(8), y al in-
cisamente enfatiza que el mandato estatal con- corporar explícitamente el derecho funda-
siste en “atravesar” sus políticas, acciones de mental de toda persona a no pasar hambre.
gobierno, la legislación, y que las sentencias como en la Declaración Universal sobre la
de juezas y jueces deben basarse en el reco- Erradicación del Hambre y la Malnutrición de
nocimiento y garantía de los derechos de cada 1974. En el caso del sistema interamericano
persona. Este atravesamiento implica imple- de Derechos Humanos (SIDH), la Convención
mentar sistemas protectorios, garantías efec- Americana de Derechos Humanos y, es-
tivas y satisfacción plena de derechos civiles y pecíficamente, el Protocolo Adicional de
políticos, y de derechos económicos, sociales la Convención Americana en materia de
y culturales (DESC) reconocidos a nivel cons- Derechos Económicos, Sociales y Culturales
titucional e internacional. No es suficiente que “Protocolo de San Salvador”, en sus Artículos
algunos derechos estén enunciados o incorpo- 12 y 17, reconoce explícitamente el derecho
rados, sino que requiere la universalidad, inte- humano a la alimentación adecuada.
gralidad e interdependencia en la satisfacción En el año 2000, en el marco de la
de todos y cada uno de estos derechos. Declaración del Milenio, los 189 países fir-
Y allí es donde se encuentra el nudo mantes se comprometieron a la erradicación
crítico, especialmente, en el caso de América de la pobreza extrema y el hambre, entre
Latina, el lenguaje de derechos ha invadido otros Objetivos de Desarrollo del Milenio que
la esfera gubernamental: los decisores polí- fueron evaluados en la ronda 2015 y fortale-
ticos anuncian planes y políticas sociales con cidos en la agenda 2030, a partir de adoptar
un marco de derechos, las organizaciones 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y
sociales incluyen un reconocimiento activo 169 metas para su cumplimiento. Así, el
y “lucha por derechos”, la ciudadanía ha re- Objetivo 2 se propone “poner fin al hambre,
cuperado mayor fuerza y un creciente empo- lograr la seguridad alimentaria y la mejora
deramiento en torno al ejercicio de derechos, de la nutrición y promover la agricultura
los tribunales locales han ido reconociendo sostenible” (9) junto con el compromiso de
este marco y una nueva jurisprudencia im- eliminar la pobreza en todas sus formas, su-
pacta en las políticas sociales locales. Sin mando consensos para avanzar en la cons-
embargo, el balance señala que el enfoque trucción de una agenda regional basada en
de derechos todavía no ha “atravesado” la la igualdad. En cambio, el activismo en torno
institucionalidad pública y se mantiene aún al reconocimiento del cuidado ha sido débil,
a nivel retórico. a pesar de las tensiones que su resolución
En el caso de la alimentación, cabe des- acarrea para las familias y la sobrecarga de
tacar que ha sido reconocida como derecho trabajo que implica para las mujeres. Mucho
humano desde los inicios de los sistemas pro- menor es la denuncia de la injusta división
tectorios, tanto en la Declaración Universal sexual del trabajo, que afecta centralmente a

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las mujeres, en todos los ámbitos de la vida derechos al cuidado para reconocer que toda
en los que se desempeñen. Si bien se ha rea- persona tiene derecho a cuidar, a ser cuidado
lizado un avance importante en esta agenda y a cuidar(se) o autocuidado(10). La naturaleza
en torno al Objetivo 5 “Lograr la igualdad de innovadora de este reconocimiento es pre-
género y empoderar a todas las mujeres y las cisamente que, al ser un derecho universal,
niñas”(9), y se contemplan metas específicas está desvinculado de la relación asalariada
para poner fin a todas las formas de discri- formal y las consiguientes medidas de con-
minación y de violencia contra las mujeres ciliación trabajo-familia cuando existen
y las niñas, asegurar el acceso universal a la –acotadas mayoritariamente a trabajadoras
salud sexual y los derechos reproductivos, mujeres madres y muy pocas veces a los
abordar las necesidades de nutrición de las padres– o del estado de necesidad –por con-
adolescentes y las embarazadas (meta 2.2) y dición de vulnerabilidad socioeconómica, de
reconocer y valorar los cuidados y el trabajo género, étnica, etaria–, para situarse como un
doméstico no remunerado (meta 5.4), sigue derecho humano individual, universal e ina-
sin integrar los consensos centrales en torno lienable de cada persona. Esta consagración
al desarrollo. tuvo su impulso gracias a la incorporación
Curiosamente, el cuidado hasta hace en las agendas de los mecanismos para el
muy pocos años no había sido reconocido adelanto de la mujer, que en el marco de las
como derecho humano, sino que solo se in- Conferencias Regionales sobre la Mujer de
cluía en relación con prestaciones vinculadas América Latina y el Caribe, promovieron los
a personas enfermas o adultas mayores o, en consensos necesarios para aplicar el enfoque
otros casos, se reconocía el derecho a la se- de derechos al cuidado y poder volcarlo,
guridad social vinculado a la maternidad, en algunos países, a la normativa nacional
exclusivamente en el marco de la inserción y los instrumentos internacionales. En este
asalariada formal de las mujeres trabajadoras, sentido, la División de Asuntos de Género de
como otras medidas de conciliación trabajo- la Comisión Económica para América Latina y
familia, pero solo en las mujeres, restrin- el Caribe (CEPAL) impulsó fuertemente tal re-
giendo un ejercicio activo a los varones. El conocimiento, que fue adoptado en tres con-
punto que quiero recuperar es que en el re- sensos regionales: el Consenso de Quito de
conocimiento del derecho a la alimentación, 2007, el Consenso de Brasilia de 2010, y el
su traducción normativa internacional es in- Consenso de Santo Domingo de 2013, adop-
discutible como lo es también a nivel cons- tados en las respectivas conferencias regio-
titucional, sumado a la prolífica producción nales sobre la mujer(11). En octubre de 2016,
legislativa de los últimos años en América en el marco de la XIII Conferencia Regional
Latina, con leyes marco y otras medidas de de la Mujer, se sumó un nuevo consenso de-
corte integral e incluso, en muchos países, nominado “Estrategia de Montevideo para la
con la recuperación de valores culturales y Implementación de la Agenda Regional de
étnicos en torno a la cultura alimentaria. Sin Género en el Marco del Desarrollo Sostenible
embargo, es aún escaso el anclaje en polí- hacia 2030”, el cual fortalece los logros al-
ticas alimentarias universales y respetuosas canzados y ratifica la importancia del cuidado
del conjunto de derechos humanos. Por el como derecho.
contrario, la profusión de programas y me- Cabe señalar que el derecho a la alimen-
didas focalizadas para garantizar programas tación adecuada no tracciona para establecer
nutricionales es notoria, dejando de lado los la necesaria vinculación con el cuidado. A su
estándares de universalidad e interdepen- vez, los reclamos en torno a la problemática
dencia de los derechos humanos. del cuidado, en toda su complejidad, no
En el otro extremo, el reconocimiento perciben la potencialidad que tienen ambos
del cuidado como un derecho humano, no derechos –en tanto derechos humanos y no
ha sido planteado sino hasta muy reciente- derechos para las mujeres a que cuiden o
mente, con la aplicación del enfoque de alimenten mejor a sus hijos e hijas o a sus

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adultos mayores– para operar como una de Naciones Unidas para la Agricultura y
herramienta potente para un cambio en las la Alimentación (FAO) o la Organización
condiciones de su ejercicio, con un impacto Panamericana de la Salud (OPS) aportan los
considerable en las políticas públicas. estándares y niveles de calidad, cantidad,
En este artículo, busco explorar el com- adecuabilidad y adaptabilidad de los ali-
promiso de pasar de la retórica de derechos mentos, en sus distintos ciclos. Al respecto,
a un accionar estatal que haga visible las la FAO adoptó 17 directrices voluntarias para
tensiones actuales, de modo de superar posi- apoyar los esfuerzos estatales para lograr “la
ciones refractarias al reconocimiento de la ne- realización progresiva del derecho a una ali-
cesaria transversalidad de las políticas públicas mentación adecuada en el contexto de la se-
basadas en derechos. Por un lado, analizo el guridad alimentaria nacional”(12,13).
alcance del derecho a la alimentación que Sin embargo, y a pesar de la relevancia
tiene una traducción normativa amplia pero de los debates en torno a la seguridad ali-
un escaso impacto a nivel de instituciona- mentaria y las propuestas de soberanía ali-
lidad pública y, por el otro, el reconocimiento mentaria, poco o nada se dice del debate
reciente del cuidado como derecho, especial- “puertas adentro”(14). Esto es, cómo se ejerce
mente a nivel del sistema interamericano de cotidianamente un derecho “adecuado” en
derechos humanos, y la invisibilización per- las condiciones “no adecuadas” en que se
sistente en las políticas públicas. Claro está resuelve el cuidado al interior de los ho-
que la demandada transversalidad requiere gares en América Latina. En otros términos:
también de la incorporación de un enfoque todos y todas tenemos derecho a una alimen-
de género que haga visibles las asimetrías de tación adecuada; sin embargo, este recono-
poder entre ambos sexos y las consiguientes cimiento a las posibilidades de proveer(nos)
construcciones culturales que concentran la este alimento, en sus distintos momentos de
responsabilidad de la satisfacción del cuidado transformación de la materia prima, no debe
y de la alimentación en las mujeres. Las con- recaer unilateralmente en una mujer, quien
clusiones dejarán abierta una agenda de in- termina siendo solo identificada como “la
vestigación y acción que identifica tensiones madre” y responsable de todos los problemas
y oportunidades para avanzar en el efectivo vinculados con una deficiente alimentación.
ejercicio de derechos humanos. Incluso, alcanza niveles cuasi punitivos en los
casos de muchos de los programas de trans-
ferencias condicionadas de ingresos vigentes
DERECHOS ¿(DES)ARTICULADOS? en la región: cuando las madres asisten con
sus niños, niñas y adolescentes a los con-
troles de salud son reprendidas y/o amena-
Ser titular del derecho humano a la ali- zadas por profesionales de la salud –desde
mentación incluye la posibilidad de que cada pediatras, nutricionistas, hasta trabajadoras
persona tenga acceso a una alimentación sociales– debido a que los déficit nutricio-
adecuada en cantidad y calidad suficientes, nales de sus hijos e hijas serían responsa-
y que este acceso no se restrinja solamente a bilidad de estas agobiadas madres “por no
la ingesta de alimentos, sino que las políticas procurar una ingesta saludable”. En ningún
diseñadas para satisfacerlo deben hacerlo en momento se asocia cuidado con trabajo, ni
toda su complejidad, destinando los recursos cuidado con alimentación, ni ambos con la
necesarios para poder ejercer este derecho injusta organización social del cuidado y
a lo largo del ciclo de vida. Claro está que del trabajo, sino que las exigencias son im-
esta definición se orienta, principalmente, puestas a las mujeres por “todo lo que no
a garantizar la dinámica cotidiana en torno hicieron o hicieron mal” en el marco de una
a la alimentación, que incluye la provisión escasísima o mísera transferencia monetaria,
de nutrientes “adecuados” y donde orga- la cual está condicionada a que cumplan con
nismos especializados como la Organización estos controles(15).

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En rigor, si vinculamos la semántica de que implica no solo cantidad sino, principal-


alimentación y cuidado, se implican mutua- mente, calidad, en cualquiera de las etapas
mente, cargando de connotaciones valora- de la vida en la que se encuentra la persona,
tivas al cuidado que demanda alimentar(se), además de la relevancia del respeto por los
sin mirar la distribución de responsabilidades patrones culturales, sociales, étnicos de la
en torno a este. Y claro está que conceptos persona. Los siguientes elementos refieren
vinculados a la calidad o adecuabilidad son a la disponibilidad, a la accesibilidad (eco-
aplicados de manera asistencialista sobre nómica y física), con particular atención a las
los efectos que produce en la persona, to- personas con mayor vulnerabilidad y, final-
talmente desvinculados de los procesos mente, la sostenibilidad, íntimamente vin-
de producción y distribución. Los aportes culada al concepto de seguridad alimentaria.
desde el enfoque de género y la economía En la misma dirección, la FAO considera que
del cuidado no solo no han ingresado en la se alcanza el carácter de alimentación ade-
corriente central del desarrollo sino que, por cuada cuando:
el contrario, la dinámica cada vez más asis-
tencialista de muchas de las acciones y pro- La ingesta de comida diaria posee todos
gramas en el campo de las políticas sociales los requerimientos nutricionales, tanto
a nivel regional dan cuenta de ello. cuantitativos (contenido energético)
De manera similar ocurre con el enfoque como cualitativos (proteínas, vitaminas y
de derechos, que presenta altos niveles de contenido mineral). La comida es segura
invocación política y escasa traducción em- para ser consumida por seres humanos
pírica. Tal como demanda esta metodología, y no provoca enfermedades. La comida
existen numerosas interpretaciones del al- es culturalmente aceptable para aquellos
cance del concepto alimentación adecuada. que la consumen. [Traducción del original:
Así, el Comité del Pacto Internacional de Daily food intake meets all nutritional requirements,
Derechos Económicos, Sociales y Culturales quantitatively (energy content) and qualitatively
(PIDESC), ha señalado que el derecho a la (protein, vitamins and minerals content). The food is
alimentación: safe for human beings to eat and does not cause any
disease. The food is culturally acceptable by those
…se ejerce cuando todo hombre, mujer who consume it. (17)
o niño, ya sea sólo o en común con
otros, tiene acceso físico y económico, Los estándares interpretativos continúan y
en todo momento, a la alimentación se articulan entre sí en relación con esfuerzos
adecuada o a medios para obtenerla [...] por precisar el alcance del derecho a la ali-
El contenido básico del derecho a la ali- mentación, pero comienzan a desarticularse
mentación comprende […] la disponibi- en relación con el cuidado. Así, en materia
lidad de alimentos en cantidad y calidad de cuidado poco se habla sobre ¿qué es lo
suficientes para satisfacer las necesidades “adecuado”? ¿El tiempo, la infraestructura,
alimentarias de los individuos, sin sus- el dinero, la interdependencia de actores, la
tancias nocivas, y aceptables para una calidad, la cantidad, el afecto? ¿Todos estos
cultura determinada; la accesibilidad de elementos conforman lo “adecuado” para el
esos alimentos en formas que sean sos- cuidado o se requieren más? ¿Cómo se mide la
tenibles y que no dificulten el goce de disponibilidad y sostenibilidad del cuidado?
otros derechos humanos…(16) A modo de ejercicio, si se analiza las res-
ponsabilidades de cuidado establecidas por la
Asimismo, el órgano de monitoreo del Convención sobre los Derechos del Niño, son
Pacto de derechos sociales del sistema in- los padres o adultos responsables del niño,
ternacional de derechos humanos considera niña y adolescente los garantes primordiales
que este derecho tiene cuatro elementos de la provisión de todo aquello relacionado
específicos, el primero es la adecuabilidad, con medios económicos y condiciones de

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vida necesarias, siempre “considerando sus especialmente en cuenta la perspectiva
posibilidades”. Claramente la norma señala de género y el respeto a la dignidad e
a ambos progenitores como responsables de integridad física y mental de la persona
todo lo vinculado con el cuidado; sin em- mayor.(18)
bargo, en la práctica, son principalmente
las mujeres quienes se ocupan de los niños, Es decir, a nivel regulatorio se constata
niñas y adolescentes. un avance en torno a la interdependencia de
Otro ejemplo más contundente aún de derechos y responsabilidades. A su vez, el
reconocimiento explicito del derecho al reconocimiento como receptores de cuidado
cuidado se ha consagrado en la Convención y de autocuidado de las personas adultas im-
Interamericana sobre la Protección de los plica un paso fundamental en el ejercicio de
Derechos Humanos de las Personas Mayores, derechos ya que, a la fecha, la mayoría de los
aprobada por la Asamblea General de la ordenamientos nacionales los incluían solo si
Organización de los Estados Americanos habían tenido una incorporación formal a la
en 2015 y que entró en vigor en diciembre seguridad social durante su vida activa, con
de 2016, la cual reconoce en su Art. 12 que prestaciones en salud y previsionales, pero si
cada persona adulta mayor tiene: se habían desempeñado de manera informal o
en el caso de las mujeres a cargo de tareas en
...derecho a un sistema integral de el hogar, requerían de una determinación pos-
cuidados que provea la protección y terior asistencial del ámbito no contributivo o
promoción de la salud, cobertura de ser- de la dependencia del esposo. De allí que, en-
vicios sociales, seguridad alimentaria y marcado en titulares de derechos a ejercer el
nutricional, agua, vestuario y vivienda; cuidado, el espectro de obligaciones cambia
promoviendo que la persona mayor notoriamente. Sin embargo, el interrogante
pueda decidir permanecer en su hogar que surge de cara a la futura entrada en vigor
y mantener su independencia y auto- de la Convención es ¿cómo será recepcionado
nomía.(18) este mandato para los Estados? ¿La integra-
lidad estará puesta en el diseño de sistemas
Y para la provisión, reconoce de modo de cuidado –similares a los establecidos en
explícito que es el Estado quien tiene la obli- Uruguay o Costa Rica– o se seguirán repro-
gación de: duciendo lógicas estancas en la resolución del
ciudado y, con ello, de la alimentación?
...diseñar medidas de apoyo a las familias Lo expuesto hasta el momento remite
y cuidadores mediante la introducción nuevamente a la asimétrica e injusta organi-
de servicios para quienes realizan la acti- zación social del cuidado, que estratifica la
vidad de cuidado de la persona mayor, provisión de alimentos pero no solo referido
teniendo en cuenta las necesidades de a la accesibilidad sino a la calidad y adecua-
todas las familias y otras formas de cui- bilidad cultural de estos, a las posibilidades
dados, así como la plena participación de acceder a la infraestructura necesaria para
de la persona mayor, respetándose su su provisión y otros elementos asociados,
opinión.(18) dejando a las mujeres –y en algunos casos
a las familias– ante la falta de oportunidades
De este modo, la Convención recoge de acceder a las prestaciones de cuidado. Sin
manifiestamente el enfoque de derechos, y duda que esta situación va a tener impacto
enfatiza la adopción de respuestas integrales, diferenciado: si se dispone de ingresos sufi-
señalando en el mismo artículo que: cientes, se puede resolver de mejor manera;
en cambio, cuando estos no existen, se acude
Los Estados Parte deberán adoptar a la oferta pública no estatal disponible: orga-
medidas tendientes a desarrollar un nizaciones de la sociedad civil, instituciones
sistema integral de cuidados que tenga religiosas, voluntariado que se encarga del

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cuidado, programas asistenciales y familiares El hecho de que una de cada tres mu-
a cargo –abuelas y abuelos, tíos y tías sol- jeres de América Latina no posea ingresos
teros, hermanas mayores– dando cuenta de propios(21) se posiciona como un dato inelu-
una enorme inestabilidad en las estrategias dible a la hora de responsabilizar con más
de cuidado(19,20). Cabe señalar, por otra parte, trabajo a las mujeres. A ello se adiciona que
que esta oferta también se resuelve con el cuando las mujeres ingresan al mercado
trabajo de otras mujeres, y dada la inter- de trabajo lo hacen, mayoritariamente, en
dependencia con otros derechos, de igual puestos de baja calificación y peor remune-
manera sucederá con la alimentación. rados, al tiempo que persiste una brecha sa-
Sin embargo, no se debe caer en un simple larial que afecta a las mujeres. Por otra parte,
reduccionismo de la problemática: si bien la las situaciones de violencia contra las mu-
disponibilidad de ingresos juega un papel jeres vulneran el ejercicio de sus derechos
central en la díada alimentación-cuidado, no y lejos está la región de haber avanzado
necesariamente lo soluciona debido a la asi- de manera contundente en garantizar una
metría imperante en la sociedad. Gran parte vida libre de violencia para las mujeres y
de la fuerza explicativa –y sin dudas reivindi- las niñas, tal como se obligaron 32 Estados
cativa– del enfoque de género es denunciar de la región al ratificar la Convención para
de qué manera el cuidado y la alimentación Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
han sido asignados histórica y culturalmente contra la Mujer “Convención de Belem do
a las mujeres, sin que los procesos de cambio Pará”.
ocurridos hayan alterado este patrón. El significativo paso que representó el re-
La evidencia empírica disponible en conocimiento del cuidado como derecho no
la región muestra que la autonomía y la se ha traducido aún con la fuerza necesaria
igualdad están lejos de ser una realidad de las para que trascienda esta estratificación y lleve
mujeres. Muy por el contrario, una mejoría a una problematización sobre las discrimina-
relativa en algunas áreas de autonomía de ciones existentes. No se trata de recomendar
las mujeres –por ejemplo la disponibilidad un mayor esfuerzo de las madres sobre la
de ingresos como indicador de autonomía comensabilidad o la nutrición deseable, sino
económica– convive con el aumento de res- precisamente cuestionar por qué se le trans-
ponsabilidades de cuidado, y un número de fiere toda la responsabilidad del ciclo de
hijos e hijas determinante y condicionante de vida, dado que todas las personas demandan
la trayectoria laboral, situación que no afecta alimentos y cuidados a lo largo de toda su
de igual manera a los varones. vida. Esto incluye acuerdos intergeneracio-
En América Latina, los hogares pertene- nales, quedando de lado los intrageneracio-
cientes a los primeros deciles de ingresos, los nales que se delegan solo a las mujeres, y
de menores recursos, tienen mayor número de los cuales los varones quedan eximidos
de miembros dependientes del cuidado de tal responsabilidad. En los hechos, los va-
(como niños, niñas y adolescentes, personas rones proactivos en esta dirección pasan a
con discapacidad o enfermedades crónicas), ser los “buenos ejemplos” para mantener el
por lo que mujeres de estos hogares tienen statu quo del modelo patriarcal.
bajo su responsabilidad un número im- De cara a las evidencias disponibles,
portante de personas dependientes y una volvemos al inicio: ¿cómo se garantiza la
demanda de tiempo de trabajo doméstico interdependencia e indivisibilidad en el ejer-
y de cuidados que limita la búsqueda de cicio de derechos? ¿Por qué la universalidad
empleo y las posibilidades de inserción y no se resuelve con un aumento de cobertura
permanencia en el mercado de trabajo. En de las políticas sociales? ¿Es posible articular
el primer quintil de ingresos, un 42,3% de alimentación y cuidado desde la respuesta
las mujeres mayores de 15 años no tienen estatal?
ingresos propios; este porcentaje disminuye
al 18,6% en el quinto quintil(21).

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Lejos de los enfoques: la traducción en profesionales de la salud, identificando en-
políticas públicas foques diferenciados respecto a los compo-
nentes del “buen cuidado” o las claves del
Un hecho relevante que debe destacarse cuidado de calidad.
es que el enfoque de derechos ha posibi- En términos de ejecución de la política, la
litado un consenso regional y el compromiso situación es aún más grave ya que, salvo ex-
de impulsar políticas de Estado fundadas en cepciones, en general cada programa social
el reconocimiento de cada persona como actúa de manera autónoma con los otros, sin
sujeto de derechos y no como depositaria establecer interacciones para dar respuestas
de acciones estatales de carácter asistencial. conjuntas a una misma problemática. Así,
En ese último caso, la práctica habitual –aún programas nutricionales tienen poca vincu-
no desterrada– es que si las personas “cali- lación institucional con programas de salud o
fican” como carentes en algún ámbito de la de empleo, como tampoco establecen áreas
vida, sea de ingresos, capacidades o habili- de trabajo común con el sector educación o
dades, alimentos o vivienda, son “asistidas” infraestructura, y menos aún se visibiliza la
ingresando en el heterogéneo mundo de la necesidad de cuidado. Como ejemplo pa-
vulnerabilidad. Sin embargo, los países de radigmático, iniciativas de huertas comuni-
la región poco han avanzado en garantizar tarias o microemprendimientos productivos
un marco de políticas basadas en derechos, en áreas rurales no contemplan políticas de
entre otras razones, porque se invisibilizan cuidado para niños no escolarizados, con lo
los postulados aquí desarrollados. cual el proceso de inserción de la mujer en
A modo de ejemplo, se ha determinado estas iniciativas se encuentra “atravesada”
que la condición básica para alcanzar el por la imposibilidad de disponer de estra-
derecho a la alimentación es la seguridad tegias de cuidado para sus hijos pequeños, lo
alimentaria y nutricional, la cual se “logra cual condiciona sin duda su “rendimiento”,
cuando todas las personas, en todo momento, sumado a una escasa disponibilidad en el
disponen de alimentos adecuados, tienen uso del tiempo para este desempeño. Estos
acceso a ellos y los utilizan satisfactoriamente ejemplos son innumerables y no cabe el ar-
para llevar una vida sana”(22), al tiempo que gumento de carácter de innovación, porque
se ha reafirmado como deber de los Estados, la región lleva aplicando este tipo de me-
de instituciones privadas y de la sociedad didas desde hace más de 30 años, con los
civil en general, promover instrumentos y mismos resultados y cambios parciales en las
mecanismos para garantizar la alimentación estrategias.
adecuada de la población, en un com- Claro, es posible que se recurra al ar-
promiso de acción adoptado en el marco de tilugio argumentativo de que el derecho al
la Cumbre Mundial sobre la Alimentación(22) cuidado es de reciente reconocimiento, pero
y renovado en posteriores consensos. Sin no se puede decir lo mismo del derecho a la
embargo, muy débil ha sido la vinculación alimentación adecuada –inscripto desde me-
entre el estándar de accesibilidad y disponi- diados del siglo pasado como compromiso
bilidad de alimentos y quien(es) resuelven en el campo de los derechos humanos– que
el cuidado. Mucho menos se menciona el impone a los Estados obligaciones positivas y
derecho que le corresponde a toda persona negativas que deben satisfacer y que son de
a ser cuidada en condiciones adecuadas. cumplimiento inmediato y es exigible a los
En este sentido, Marco(23) realiza una inte- Estados y que involucra a todos los poderes
resante aproximación a la vinculación entre del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial).
calidad aplicada a la educación y cuidado Ahora bien, en qué medida se ha actuado
de niños, niñas y adolescentes en América en consecuencia con la obligación de uti-
Latina. Por otra parte, Batthyány, Genta y lizar al máximo los recursos disponibles,
Perrotta(24) analizan los “saberes expertos” en tal como está establecido en los tratados
torno al cuidado infantil, especialmente de de Derechos Humanos. Nuevamente como

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ejemplo, ¿cuál es el porcentaje del gasto De conformidad con la Convención


Público social destinado a la alimentación sobre la eliminación de todas las formas de
adecuada? En los casos que se dispone de discriminación a la mujer (CEDAW), el Estado
esta información, se consignan únicamente debe abstenerse de cualquier medida discri-
ciertos niveles de ejecución de programas minatoria contra las mujeres en relación con
alimentarios pero nunca en vinculación con el derecho a la alimentación adecuada, sin im-
la producción y distribución de alimentos, portar su edad, condición económica, etnia,
con la accesibilidad y, mucho menos, con raza, y debe actuar de conformidad con los
el cálculo de los aportes económicos del artículos 12.2, sobre nutrición de las mujeres
cuidado no remunerado. Al respecto, se ha lactantes y embarazadas, y el 14.2.g, sobre el
abierto un escenario importante a partir de acceso a los recursos productivos por parte
la definición de indicadores de progreso para de las mujeres que habitan en áreas rurales.
monitorear el cumplimiento del Protocolo de El imperativo del principio de igualdad y no
San Salvador, que es el Protocolo adicional discriminación es de aplicación inmediata e
a la Convención Americana en materia de ineludible por parte del Estado e implica no
Derechos Económicos, Sociales y Culturales. solo obligaciones negativas, sino positivas
Este protocolo reconoce el derecho a la ali- (en materia de prevención y erradicación de
mentación adecuada, y el mecanismo de mo- todo tipo de discriminación).
nitoreo solicita a los Estados que informen En términos de ejecución, la metodo-
el grado de cumplimiento a partir de indica- logía implícita de los enfoques de derechos
dores de progreso(25). y de género es claramente la transversalidad:
En caso de violaciones al ejercicio al se debe “atravesar” la dinámica productora
derecho a la alimentación, la situación es y ejecutora de políticas públicas en los tres
más grave aún, dado que las personas deben poderes del Estado. El aspecto débil es que
disponer de recursos jurídicos y políticos debe quedar en claro que constituye un
necesarios para exigir el cese inmediato de deber estatal respaldar su accionar en de-
la vulneración de este derecho –lo cual im- rechos, por lo tanto, los gobiernos deben
plica disponer de garantías de acceso a la cumplir con obligaciones de hacer y de no
justicia– y es posible solicitar la reparación hacer (obligaciones positivas y negativas)
de daños y que se dispongan las medidas ne- sino que, además, deben garantizar even-
cesarias para evitar su reiteración. El aspecto tualmente vías para rendir cuentas por su
a considerar es cuántas de estas sentencias se incumplimiento o cumplimiento deficitario,
fundamentan en un efectivo reconocimiento al mismo tiempo que deben proveer meca-
del derecho a la alimentación, y la casi nula nismos para dirimir conflictos, los que gene-
vinculación con el cuidado y menos aún con ralmente se realizan en el ámbito del Poder
una perspectiva de género. Mucho menos se Judicial. Este último aspecto es el que tiene
menciona la sobrecarga de trabajo para las menor visibilidad desde las políticas sociales
mujeres que demanda el cuidado –con ali- ya que, en general, los decisores públicos
mentación incluida– en su vida cotidiana, no suelen advertir la importancia de los sis-
por lo que regresamos al punto de inicio: la temas y políticas de acceso a la justicia y las
ausencia de la incorporación del impacto de instancias de reclamos de derechos, como
la división sexual del trabajo al interior del componentes esenciales para enriquecer la
hogar como determinante de las asimetrías participación social, la transparencia, fiscali-
en torno a las responsabilidades de cuidado zación y, en definitiva, la efectividad de las
afecta y vulnera derechos, no solo de las propias políticas.
mujeres sino de los distintos sujetos deman- La experiencia acumulada en estos úl-
dantes de cuidado. En rigor, el ingreso del timos treinta años en la región, entre recu-
enfoque de género debe ser a partir de su rol peración democrática, políticas de corte
transformador y no como una sumatoria de neoliberal, políticas divergentes con los
“adecuaciones” respetuosas del género(26). regímenes de bienestar, desintegración y

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fragmentación de políticas sectoriales, focali- ser inocuas dado que condenan generación
zación en desmedro de la universalidad, au- tras generación a arreglos inequitativos y
sencia de consideración de la alimentación discriminatorios.
como expresión cultural de las sociedades, in- No se desconocen los esfuerzos que los
visibilidad del cuidado en toda su expresión, Estados han realizado en el campo de las po-
falta de identificación de la injusta división líticas sociales en lo que va de este milenio,
sexual del trabajo como componente central que marcan una diferencia estructural en
de la desigualdad, deben despejar toda duda término de infraestructura, inversión en el
que el camino correcto es el de integrar a gasto público, cobertura en educación, salud
partir de los enfoques señalados. Y no solo y previsión social, disminución de la po-
es políticamente correcto, sino como fue breza y mortalidad infantil. Sin embargo, la
desarrollado, es un mandato establecido en oferta sistemática y sostenida de cuidado es
pactos y tratados internacionales de Derechos bajísima en toda la región, a lo que debe su-
Humanos, refrendado a nivel constitucional marse el incremento de las tasas de embarazo
y que ha sido ratificado por la mayoría de los adolescente. Los déficit alimenticios, la per-
Estados de América Latina. sistencia de la desnutrición, los fenómenos
También resulta indispensable que se como la obesidad en la pobreza dan cuenta
internalice que la región –y cada habitante– de que los Estados no han internalizado que
no resisten más ensayos, sino que demandan se encuentran obligados a responder por la
de manera urgente políticas que garanticen satisfacción de los derechos garantizados,
la igualdad, la no discriminación, el ejercicio y que para ello tienen que destinar hasta el
de derechos y el reconocimiento de que no máximo de los recursos que dispongan, entre
se puede seguir sosteniendo estos arreglos otros estándares que deben adoptar (univer-
desintegrados e inequitativos, en los que la salidad, igualdad y no discriminación, pro-
injusta organización social del cuidado y de gresividad en las acciones y no regresividad
la alimentación persisten y reproducen prác- en los derechos, acceso a la información y a
ticas que niegan el ejercicio de derechos la justicia).
humanos. Precisamente, el enfoque de derechos
subraya que la obligación de respetar exige,
fundamentalmente, la adopción de medidas
Articulando derechos, garantizando legislativas y jurisdiccionales que la efecti-
igualdad y universalizando prestaciones vicen y que se ejecuten en el campo de la po-
lítica pública. Sirva como ejemplo sencillo,
En América Latina resulta urgente definir el bajo impulso que han tenido las medidas
políticas de corte universal, integrales e inter- legislativas de ampliación de las licencias
dependientes, en las que se abandone la re- para varones para que ejerzan el cuidado, o
tórica y se efectivicen diseños institucionales, la implementación de licencias parentales de
que de manera transversal, garanticen el ejer- mayor extensión, las que además no han sido
cicio de derechos civiles, políticos y econó- demandadas activamente por los varones. Si
micos, sociales y culturales en el marco de la no se implementan políticas explícitas que
igualdad y no discriminación por razones de distribuyan equitativamente la responsabi-
género, identidad y diversidad sexual, etnia, lidades de cuidado sobre los hijos e hijas,
población indígena, campesina y afrodes- de los progenitores o personas con disca-
cendiente. Sin embargo, la definición en sí pacidad, entre los cónyuges, se seguirá for-
misma que no socave las bases de la injusta taleciendo el modelo societal de cuidado y
división sexual del trabajo y del cuidado y alimentación a cargo de las mujeres, convir-
que no busque transformar el orden pa- tiendo una supuesta responsabilidad en una
triarcal, será otro ensayo más que no dará obligación exclusiva y excluyente. Siguiendo
ningún fruto, y que se sumará a una larga con la articulación de derechos, si madres
lista de frustraciones, las que lejos están de y padres están excluidos del sistema de

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protección social y del mercado de trabajo, las principales articuladoras de las políticas
y padecen de ciertas enfermedades crónicas, asistenciales –en su rol de receptoras de pro-
la alimentación del niño o de la niña se verá gramas y cuidadoras– ante la ausencia de una
amenazada, como también la propia salud institucionalidad en relación con el cuidado
de los padres, con la diferencia de que se tanto de los niños, niñas y adolescentes como
verá más afectada la mujer, ya que asume de los adultos mayores.
mayor cantidad de responsabilidades, en es- En paralelo, la ausencia de políticas la-
pecial las de cuidado de forma casi exclusiva borales integrales, sin un fortalecimiento de
y estas responsabilidades no se distribuyen políticas de cuidado para trabajadoras y traba-
equitativamente. jadores, con marcos regulatorios totalmente
Es decir, la afectación de derechos va sesgados por género, ha redundado en malas
concatenada, y va a perturbar todo el ciclo de condiciones de trabajo remunerado que
vida hasta tanto no se adopten medidas que afectan sobre todo a las mujeres –particular-
redistribuyan las obligaciones y responsabili- mente en términos de su autonomía y trayec-
dades. Retomando el concepto de “diamante toria– y condicionan el cuidado que realizan
de bienestar”, en América Latina cada arista de sus familiares. Más alarmante resulta aún
se encuentra sostenida por mujeres: en las la falta de interés estratégico que demuestran
familias, centralmente y exclusivamente; del los decisores públicos por establecer inter-
mismo modo en los ámbitos comunitarios; y, dependencias entre distintas áreas de polí-
en el caso del mercado, la oferta mercantil ticas. Por ejemplo, en el derecho a ejercer
de cuidado se encuentra feminizada, siendo el cuidado en condiciones de calidad y en el
peor remunerada y con escasos niveles pro- derecho a ser cuidado se pueden identificar
tectorios. Los sesgos de género regulatorios un conjunto de derechos específicos ya reco-
del Estado también trasladan todo el peso nocidos y que integran esta noción, como el
a las mujeres: las políticas de conciliación derecho a una alimentación adecuada, el de-
trabajo-familia las responsabilizan por el recho a la salud, a la educación, el derecho
cuidado, restringiendo al mínimo las posibi- a la protección de la seguridad social, a la
lidades de los varones y, en el caso de las vivienda, entre otros, contemplados en los
medidas de corte asistencial, las principales instrumentos internacionales analizados(26).
destinatarias de los programas sociales son A lo largo de este artículo enfaticé que
mujeres a quienes se les exige una serie de las respuestas estatales no solo están lejos de
condicionalidades para recibir las presta- integrar o articular el ejercicio de derechos
ciones sin ofrecerles respuestas de cuidado. sino que, por el contrario, la resolución del
No solo que todo recae sobre sus espaldas, a cuidado y de la seguridad alimentaria se
lo que se suman además de los hijos e hijas, sigue realizando a “costa” del incremento
el marido, hermanos y progenitores, sino que del trabajo de las mujeres, sin que se haya
además lo “debe hacer bien”, ya que corren avanzado de manera sustantiva en imple-
el riesgo de que les suspendan prestaciones mentar un enfoque de derechos humanos.
si, por ejemplo, no cumplen las condiciona- Si no se revisa y denuncia enfáticamente la
lidades de manera “adecuada”. Una de las injusta división societal y sexual del trabajo
estrategias prioritarias a adoptar es desarmar y del cuidado, se continuará desviando el
la confluencia asistencialista establecida en debate sobre la desigualdad y convalidando
la que las mujeres son consideradas como injusticias y discriminaciones.

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Recibido: 6 de abril de 2016 | Versión final: 5 de agosto de 2016 | Aprobado: 7 de octubre de 2016

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