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PONENCIA
Actualmente ningún maestro que se precie de serlo duda de la importancia que tiene la
lectura y la escritura, tanto en la vida escolar como fuera de ella, sin embargo existen
algunos inconvenientes que provocan que los altos fines que éstas persiguen sean
alcanzados con éxito. Afortunadamente muchos de ellos pueden ser eliminados o
disminuidos por el maestro, ya que desempeña un decisivo papel de mediador entre el
libro y el alumno.
“... no basta con la sola entrega de libros para que los maestros y los alumnos se
acerquen a la lectura. “ i
Para que el profesor sea un eficiente mediador entre ellos es necesario que reúna
algunos elementos, mismos que probablemente ya posee pero que necesite fortalecer: el
conocimiento de los procesos de lectura y escritura y una actitud adecuada respecto a
éstos.
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“ Ser maestro debería ser sinónimo de ser lector “
Formar lectores
El maestro debe conocer los procesos que se realizan cuando un alumno lee, las
estrategias utilizadas y sus pasos, asimismo debe saber que como señala Felipe Garrido :
“La formación de lectores no debe ser confundida con la indispensable enseñanza de las
primeras letras. Tampoco con el consumo de libros de texto, que se hace de manera
obligada y no por voluntad propia. Nuestro mayor problema de lectura no es el
analfabetismo, sino la población escolarizada que no llega a aficionarse a la lectura”. 3
El autor continúa haciendo énfasis en la importancia vital que tiene el papel del maestro al tratar de
formar lectores entre sus alumnos, y lo plantea de la siguiente manera:
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¿Cómo se forma un lector?
De la misma manera que un jugador de dominó o ajedrez. La lectura auténtica es un
hábito placentero, es un juego –nada es más serio que un juego-. Hace falta que alguien
nos inicie. Que juegue con nosotros. Que nos contagie su gusto por jugar. Que nos
explique las reglas. Es decir, hace falta que alguien lea con nosotros. En voz alta, para
que aprendamos a dar sentido a nuestra lectura; para que aprendamos a reconocer lo
que dicen las palabras. Con gusto para que nos contagie. La costumbre de leer no se
enseña, se contagia. Si queremos formar lectores hace falta que leamos con nuestros
niños, con nuestros alumnos, con nuestros hermanos, con nuestros amigos, con la gente
que queremos. Se aprende a leer leyendo. 4
¿Quién es un lector?
Alguien que:
• Lee por voluntad propia; no solamente forzado por razones de estudio o de
trabajo.
• Lee todos los días; trae bajo el brazo o en el bolsillo, la bolsa o el portafolio el libro
que, en su ilusa esperanza tendrá tiempo de ponerse a leer en algún rato muerto.
• Comprende lo que lee, o mejor, está habituado a atribuir algún significado al texto.
• Puede servirse de la escritura.
• Suele comprar libros.
Para recordar las estrategias y los pasos de la lectura existe como máximo referente los
Programas de estudio de Español de Educación Primaria, 5 los Libros para el maestro de
primero a cuarto grado6 y el Curso Nacional La adquisición de la lectura y la escritura en
la escuela primaria.7
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participantes, orientándolos hacia lecturas que vayan demandando cada vez
mayor participación, mayores conocimientos, mayor capacidad de comprensión.
• Las propuestas de nuevas lecturas que hagan los participantes deben aceptarse
siempre que sea posible.
• El maestro debe estimular las respuestas a la lectura: los comentarios orales y
escritos, los debates, el paso de unas lecturas a otras en busca de argumentos y
puntos de referencia.
Técnica de sonorización.
Algunos autores se han preocupado por investigar sobre diferentes estrategias de
dinamizar la lectura, como Evaristo Carrillo Mateo10, quien dice:
Es importante que el maestro maneje bien las cualidades físicas del sonido: cantidad o
duración, intensidad o volumen, tono y timbre. Con éstas podrá expresar emociones,
sensaciones, estados anímicos, describir ambientes, lugares, etc.
Para que el maestro lea en voz alta frente a sus alumnos, se sugiere aplicar el siguiente
procedimiento:
Redundancia.
Es la repetición innecesaria de un concepto. La sonorización consiste en que la forma en
que se pronuncia la palabra se ajusta al significado. La pronunciación fuerte o débil de las
palabras se ajusta al significado de las mismas. Ejemplo: vocear, explosión, etc.También
al leer algunas palabras como cantar se canta la palabra, o al leer la palabra largo se
alarga la duración del sonido.
Contraste.
Se presenta cuando hay un desajuste entre el significado de la palabra o expresión y la
intensidad, cantidad, tono o timbre con que se emite. Ejemplo: leer “larguísimo” de una
manera muy rápida, “vozarrón” con voz tenue. Esta técnica produce un efecto humorístico
y permite resaltar ciertos elementos.
3
Onomatopeya.
Este efecto se refiere a las palabras que imitan el sonido real de las cosas. Podemos
agregarlas a la lectura dando vida a sonidos de la naturaleza, de animales, objetos. Es
muy importante su papel en los “comics”
Grafofonías.
Reciben este nombre unas láminas en las que el elemento gráfico sirve de estímulo
desencadenante de la expresión oral. Pretende estimular la creatividad sonora. Al verlas
se realizan asociaciones libres que se traducen en sonidos. Ejemplo: “ me tra tra tra tra
lleta “, “ carcajajada “, “ tartartamumudear “, “ motorrrrr “, “ sssssssspray “
Técnicas de ruptura.
Consiste en adoptar entonaciones y posturas corporales no habituales a la hora de leer un
texto. Se pretende buscar asociaciones insólitas entre la entonación y el significado de las
palabras. De esta forma se rompe cualquier cliché preestablecido, se consigue un
distanciamiento y se aborda el texto de una forma más fresca y lúdica.
Se ha demostrado que una de las más efectivas formas de interesar a los niños en la
lectura y acercarlos a los libros es mediante la participación de un cuentacuentos. Se
recomienda a los docentes que se capaciten para desempeñarse como tales.En este
aspecto ha sido un importante precursor en nuestro país en la época actual Eduardo
Robles (Tío Patota), quien ha escrito libros, ha dado conferencias y talleres para capacitar
a maestros y padres de familia. Mediante sus libros “ Si no leo, me a-burro.11 Método para
convertir la lectura en un placer “ y “ El arte de contar cuentos” 12nos proporciona
herramientas sencillas y efectivas... si las utilizamos.
Juego de palabras. Cuando nos hemos nutrido de un buen acervo de libros (lo cual no
significa memorizarlos) podremos improvisar y adecuar al contar cuentos.
La voz. Es el conjunto de sonidos que emite la boca del hombre o la mujer para
comunicarnos. Presenta un tono de agudo a grave. Debemos cuidarla, hablar despacio,
con voz recia, no alto, hablar con el estómago, como en el teatro.
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La palabra.
El narrador oral debe cuidar las palabras que utiliza, pues aunque existen muchos
sinónimos no todos causan el mismo efecto. También debemos tratar de evitar las
“muletillas”, para lo cual necesitamos detectarlas primero, probablemente mediante una
grabación de lo que hablamos, y tratar de evitarlas después, pero, si esto nos resulta muy
difícil, porque no logramos llenar los ” huecos vacíos”, por escasez de vocabulario o
desconocimiento del tema, entonces es preferible que utilicemos el sonido vocal “e”.
Los sinónimos. Decir una palabra difícil acompañada de una fácil (sinónimo). Debemos
ampliar vocabulario.
La dispersión. En plena narración plantear preguntas que uno mismo contesta pero
dirigiendo la mirada a los que no están atentos.
Las preguntas. Evitar preguntas al público, a menos que se refiera al punto anterior, o
responderla de inmediato uno mismo (podrían contestar muchos al mismo tiempo y
perderse atención).
Los errores. No corregir de manera evidente los errores, utilizarlos como si fuera parte
del cuento.
Las interpretaciones. Jamás interrumpir una narración para llamar la atención del
público, hay que ganársela.
Las distracciones. Evitar que en plena función se repartan golosinas o cualquier otro
distractor.
Los reflectores. En un teatro o auditorio evitar las luces cegando al narrador. Éstas
deberán iluminar el escenario desde lo alto.
5
El buen lector se hace, no nace, Garrido, Felipe, p. 59
2
El buen lector se hace, no nace, Garrido, Felipe, p. 62
3
El buen lector se hace, no nace, Garrido, Felipe, p. 42
4
El buen lector se hace, no nace, Garrido, Felipe, p. 38
5
Programas de estudio de español de Educación Primaria.
6
Libros para el maestro Español
7
La adquisición de la lectura y la escritura en la escuela primaria.
8
Caminos a la lectura. Sastrías Martha, p.78-79
9
Dinamizar la lectura. Carrillo Mateo Evaristo, p. 11
10
Dinamizar la lectura. Carrillo Mateo Evaristo, p. 12-22
11
Si no leo, me a-burro. Método para convertir la lectura en un placer. Robles, Eduardo.
12
El arte de contar cuentos. Metodología de la narración oral. Robles, Eduardo.
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RESUMEN
Ningún maestro duda de la importancia que tiene la lectura y la escritura en la vida escolar y fuera
de ella, así como tampoco del importante papel que él juega como mediador entre el libro y el
alumno.
Para tratar de mejorar sustancialmente este papel se propone fortalecer principalmente
dos aspectos en el maestro: conocimiento de los procesos de lectura y escritura y una
actitud adecuada respecto a éstos.
Para lograr lo antes señalado, se proponen tres líneas generales:
Al final del trabajo se presentan las referencias de las citas directas y finalmente la bibliografía
consultada, misma que puede ser localizada en el Centro de Maestros.
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BIBLIOGRAFÍA
GARRIDO, Felipe. El buen lector se hace, no nace. Editorial Planeta Mexicana, S.A. de
C.V., México, 1999, 143 p.
ROBLES, Eduardo. (Tío Patota) Si no leo, me a-burro. Método para convertir la lectura en
un placer. Editorial Grijalbo, S.A. de C.V., México, 2000, 107 p.
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