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Tabarnia

Extensión propuesta para Tabarnia comparada con los resultados electorales de 2017 (centro y derecha). Bandera
propuesta de Tabarnia.
Tabarnia es la denominación que recibe un territorio de Cataluña propuesto por el movimiento Barcelona is not
Catalonia, también llamada Plataforma por la Autonomía de Barcelona, como comunidad autónoma independiente
de la actual Cataluña (España).
El nombre es un neologismo creado a partir de los nombres de Barcelona y Tarragona.2 El territorio, que se dividiría
entre la Alta Tabarnia (área de influencia de Barcelona) y Baja Tabarnia (área de influencia de Tarragona), estaría
formado por 10 comarcas.3 La propuesta de nueva comunidad autónoma integraría el Tarragonés, Bajo Campo, Bajo
Penedés, Alto Penedés, Garraf, Bajo Llobregat, Barcelonés, Vallés Oriental, Vallés Occidental y El Maresme.
Movimiento
La idea de Tabarnia, surgida como una reacción al proceso soberanista, ha sido desarrollada por un grupo de
ciudadanos que reclaman la autonomía de varias comarcas de las afueras de Barcelona para desligarse así del
movimiento separatista y constituirse como comunidad autónoma dentro de España. Argumentan que en estos
territorios las candidaturas claramente contrarias al proceso separatista (principalmente Ciudadanos, PSC y PP)
obtuvieron una mayoría de votos en las elecciones catalanas de 2017. También establecen argumentos de tipo fiscal,
similares a los del movimiento independentista con respecto al resto de España.
El movimiento se apoya sobre la Ley de Claridad canadiense, que permite a las regiones opuestas al separatismo
quebequense permanecer en el Estado canadiense. También se apoya sobre el artículo 143 de la Constitución
española, que permite a los territorios constituirse en comunidades autónomas bajo ciertas condiciones.
En diciembre de 2017, gracias a la redes sociales, la idea ha conseguido relevancia en los grandes medios de
comunicación españoles y extranjeros, llegando a ser trending topic mundial el día 27 de diciembre con 635.000 tuits.
El movimiento comenzó una recogida de firmas en la plataforma change.org.
Referencias
 «Tabarnia: el independentismo dentro del independentismo». El Mundo. 26 de diciembre de 2017. Consultado el
26 de diciembre de 2017.
  «Tabarnia, por una Barcelona fuera de Cataluña». ABC. 26 de diciembre de 2017. Consultado el 26 de
diciembre de 2017.
  «Tabarnia: ¿y si Barcelona y Tarragona se independizaran de Catalunya?». La Vanguardia. 26 de diciembre de
2017. Consultado el 26 de diciembre de 2017.
  «Tabarnia: el independentismo dentro del independentismo». El Periódico de Catalunya. 26 de diciembre de
2017. Consultado el 26 de diciembre de 2017.
  «Tabarnia: el independentismo dentro del independentismo». El Mundo. 26/12/2017. Consultado el 26 de
diciembre de 2017.
 «Miles de firmas a favor de la independencia de BCN y Tarragona». El Español. 26/12/2017. Consultado el 26 de
diciembre de 2017.
Enlaces externos
Web de Barcelona is not Catalonia
Entrevista a Carla Arrufaten en El Magazín
 
Historia: 10 territorios que pertenecieron a España.  César Martínez Ballesteros  
Moneda española en la que se ve al
rey Alfonso XIII con un sello alemán
de 1899.

   
Desde el siglo XVI la Corona española llegó a controlar unos 20 millones de km² en los cinco continentes, aunque en
especial América. Son popularmente conocidas esas enormes extensiones de control hispano en el continente
americano: desde Nueva España en el norte (mayormente México hoy en día) hasta el Río de la Plata en el sur (actual
Argentina). También suele ser conocida la presencia española en África, aunque fuese mucho más reducida en
extensión, debido a que se dio más recientemente: el Protectorado en Marruecos, el Sahara Occidental o Guinea
Española, que incluso fueron estudiados en el colegio por no pocos españoles. Y, en Asia, sobre todo se tiene en
cuenta la presencia en Filipinas, recuperada recientemente al recordarse a los últimos de Filipinas con la película
1898, que cuenta las enormes dificultades que tuvieron los últimos soldados españoles en esas remotas islas del
Sudeste Asiático.

Territorios que han pertenecido al imperio español en alguna ocasión.


Este conocimiento de los territorios más grandes y famosos contrasta con el olvido colectivo de territorios, tanto
colonias como otro tipo de entidades dependientes de España, que, o bien por su reducida extensión o por haberse
poseído brevemente, han sido olvidados de nuestra Historia. Y eso es precisamente lo que los hace interesantes de
estudiar, y a ello nos vamos a dedicar a lo largo de este artículo.
Se han seleccionado diez de esos remotos y olvidados territorios bajo soberanía española. De ellos, tres se encuentran
en Asia, dos en Oceanía, África y América respectivamente, y un último en Europa.
Así mismo, hay que señalar que los vamos a considerar españoles pero teniendo en cuenta no pocos matices: uno de
ellos solo dependió de la antigua Corona de Aragón, por lo que España todavía no existía como tal; y dos
administrativamente fueron colonias portuguesas, aunque con la Unión Ibérica de 1580-1640 pasaron a depender en
consecuencia de Madrid.

Annobón (Guinea Ecuatorial)


El primer caso de los territorios que pertenecieron a España que vamos a tratar es el de la pequeña y recóndita
isla de Annobón, que supone el territorio más meridional de la actual Guinea Ecuatorial, independizada en 1968 de
España. Su nombre procede del portugués Ano Bom (Año Bueno), debido a que fue descubierta por estos un lejano 1
de enero de 1475. Es la isla más alejada del continente de todas las existentes en el golfo de Guinea y tiene una
tipología volcánica.
Los portugueses fueron los primeros en ocuparla, utilizándola como punto de descanso de sus expediciones y para el
tráfico de esclavos. La isla es tan pequeña (tan solo 17 km²) que no tuvo mayor interés para ellos. La primera vez que
pasó a depender de España fue con la Unión Ibérica. En 1640 Portugal volvió a separarse de su vecina y, durante el
conflicto que siguió entre ambas, Holanda aprovechó para ocupar las islas del golfo de Guinea, incluida Annobón,
aunque posteriormente volverían a manos lusas.
Annobón (Guinea Ecuatorial)
No habría cambios hasta 1778, cuando Portugal cedió esta pequeña isla y la mayor de Fernando Poo (actual Bioko,
también parte de Guinea Ecuatorial), así como la costa continental más cercana a España a cambio de algunos
territorios en Brasil y Uruguay. No obstante, Madrid no fue diligente a la hora de hacer efectiva la ocupación de estos
territorios africanos y otras potencias europeas, como Gran Bretaña, fueron interesándose en su control. Hasta que no
se perdieron las colonias americanas España no decidió intervenir en África, confirmando su presencia en Fernando
Poo, Annobón y la parte continental en río Muni, resistiéndose a los intentos británicos de comprarlos. El interés de
Annobón era mínimo: no era una isla estratégica y económicamente solo servía para pesca. En 1878 se prohibió la
esclavitud y, poco después, pasó a ser una colonia propia junto a otras dos pequeñas islas guineanas más cercanas a la
costa del continente. En 1926 pasó a ser parte de Guinea Española junto a Fernando Poo y río Muni y no hubo
cambios hasta la independencia de dicha colonia como Guinea Ecuatorial, país al que sigue perteneciendo a pesar de
la brutalidad de las dictaduras ecuatoguineanas hacia su población, primero olvidándose de ellos y luego
reprimiéndolos.
Islas Palaos (Micronesia)

El siguiente caso de territorio que perteneció a España nos lleva hasta las islas de Micronesia, en Oceanía, y
en concreto a las islas Palaos, también llamadas Carolinas Occidentales. España controló la mayor parte de esas islas
nominalmente ante la dificultad de hacerlo de manera efectiva (solo en Palaos hay hasta 340 islas, la mayoría
pequeñas). Se cree que el primer europeo en llegar a las islas fue un español, Gonzalo Gómez de Espinosa, en 1522.
Espinosa estaba embarcado en la famosa expedición que circunnavegó por primera vez el mundo con Magallanes
primero y posteriormente Elcano al mando. La confirmación de la presencia hispana en estas islas llegó con la
ocupación de las Filipinas (situadas al oeste de Palaos) en 1565. En 1574 se creó la Capitanía General de Filipinas y
las Palaos pasaron a depender de la misma.
La presencia española, como ya hemos dicho, era más bien nominal y se plasmó mediante la evangelización de las
islas por misioneros. Las Palaos eran utilizadas para la pesca y como punto de escala para comerciantes y balleneros.
Por desgracia, esa presencia europea conllevó la importación de enfermedades que diezmaron a la población nativa:
de unos 50.000 habitantes antes de la conquista se pasó a menos de 4.000 en el siglo XX.

Islas de Palaos. El Magacín.


La pérdida de peso internacional de España tras la independencia de sus colonias americanas supuso que estas
remotas colonias estuviesen a punto de pasar a una potencia en auge como era Alemania en 1885. Hubo una disputa
que se solucionó por mediación del Papa León XIII, que mantuvo las islas bajo soberanía española pero a cambio de
concesiones comerciales a los alemanes. El fin de la presencia hispana llegó tras la Guerra Hispano-Estadounidense,
por la que tuvo que ceder Filipinas a EEUU. Sin su gran colonia en la zona, a Madrid le resultó imposible mantener
sus archipiélagos oceánicos y en 1899 vendió las Palaos, junto a las demás Carolinas, a Alemania. Esta potencia las
mantuvo hasta su derrota en la Primera Guerra Mundial, cuando pasaron a ser un protectorado de Japón. Este estuvo
presente en las islas hasta su propia derrota en el segundo conflicto mundial, pasando a Estados Unidos, país que no
dio la independencia plena hasta prácticamente ayer, en 1994. Así, hoy son un país soberano.
Nutca (Canadá y Estados Unidos)
El siguiente territorio que perteneció a España llama la atención debido a lo olvidado que está, más aún que
otros de los que vamos a ver en el artículo. Se trata de Nutca, que ocupaba la costa noroeste de Norteamérica, en los
actuales Estados de EEUU de Alaska, Washington, Oregón, Idaho y Montana, además de los territorios canadienses
de Yukón y Columbia Británica. También llamada San Lorenzo de Nutca, debe su nombre a la isla homónima,
situada junto a la de Vancouver (la ciudad, no obstante, se halla en frente de esta, en el continente). La presencia
española se inició con una expedición al mando de Esteban José Martínez a finales del siglo XVIII y la construcción
del Fuerte de San Miguel en la zona, ocupado por la Compañía de Voluntarios Catalanes hasta 1795. España pronto
tuvo como rival a Gran Bretaña por el control de la zona, y finalmente llegaron a un acuerdo en las Convenciones de
Nutca, por las que no se definió su pertenencia a ninguno de ellos. El estallido de las Guerras Napoleónicas hizo
olvidar a ambas potencias sus pretensiones en la zona.


Estados Unidos, independiente desde 1776, pronto puso los ojos en esa región y en 1819 llegó a un acuerdo con
España para limitar sus áreas de influencia en Norteamérica: el Tratado de Adams-Onís. España cedió sus
pretensiones en Nutca, que pasaron a EEUU, que más tarde se repartió la zona con Gran Bretaña, presente en Canadá,
estableciéndose las fronteras actuales.
Ducados de Atenas y de Neopatria (Grecia)
El siguiente territorio que perteneció a España que vamos a ver tuvo relación con la Corona de Aragón en el
siglo XIV: los ducados de Atenas y de Neopatria, en la actual Grecia. La Corona aragonesa había iniciado su
expansión mediterránea a partir de la conquista de Valencia y Baleares en época de Jaime I el Conquistador, en el
siglo XIII. A partir de entonces, sus sucesores se centraron en ampliar su poder en el Mediterráneo, conquistando
Sicilia, Cerdeña, Córcega (por menos tiempo) y, más tarde, estos ducados griegos y el reino de Nápoles.

           
Ducados de Atenas y Neopatria. El Magacín.
El ducado de Atenas existía desde 1205, y cayó bajo influencia de Aragón en 1310, cuando el conde de Brene,
Gutierre V de Brienne, recurrió a las tropas almogávares de la Gran Compañía Catalana para enfrentarse al reino de
Tesalia, con éxito. Sin embargo, Gutierre no pagó debidamente a los almogávares, que se sublevaron y lo depusieron,
tomando el control del ducado y poniendo como nuevo señor de Atenas a Federico II de Sicilia, hijo de Pedro III de
Aragón. El catalán pasó a ser la lengua oficial del ducado y las leyes aragonesas pasaron a ser las empleadas. A la
muerte de Federico le sucedió años después, en 1379, Pedro IV de Aragón, como señor de Atenas. Sin embargo, en
1388 los florentinos ocuparon la zona y expulsaron a los aragoneses, pasando a estar desde entonces bajo su vasallaje.
En cuanto al ducado de Neopatria, al contrario que el de Atenas no existía antes de la ocupación aragonesa, y fue
creado por los almogávares en 1319 al noroeste del de Atenas (región de Ática). La capital era Neopatras, actual
Ypati. Fue poblado por aragoneses catalanes pero con el paso de los años se vio asediado por serbios, bizantinos y
florentinos, pasando a estos últimos en el año 1390.
Acababa así la historia de Aragón en Grecia, aunque sus reyes siguieron titulándose duques de Atenas y Neopatria,
pasando con un carácter simbólico a sus sucesores de la corona española. De hecho, a día de hoy el rey Felipe VI
tiene los títulos de duque de Atenas y Neopatria.
Islas Marianas (Estados Unidos)
Volvemos ahora al Pacífico para ver otro territorio remoto que estuvo bajo control español: las islas
Marianas, entre las que destaca por su tamaño Guam, ubicada al sur del archipiélago. También llamadas Islas de los
Ladrones, se ubican al norte de Micronesia y son quince islas de origen volcánico. El nombre del archipiélago se debe
a la reina Mariana de Austria, consorte de Felipe IV.

                
Islas Marianas e islas Carolinas españolas. 
El primer europeo en llegar a estas islas fue Magallanes en la famosa expedición que ya hemos mencionado
previamente, en 1521. Las reclamó para el rey de España y les puso el nombre de Ladrones debido a que los nativos
le robaron un bote a la expedición, respondiendo esta con la ejecución de varios indígenas. No obstante, España no
confirmó su soberanía hasta 1667, cuando se les puso el nombre de la entonces reina consorte. Se envió a un grupo de
misioneros para evangelizar a los nativos, aunque al final hubo una revuelta a la que siguieron asesinatos por parte de
los nativos. Finalmente, España envió una expedición a sofocar la resistencia, quedando fijada su soberanía hasta el
siglo XIX. Las islas fueron utilizadas mayormente como presidio.
En 1898 la guerra contra EEUU llevó a la pérdida también de estas islas: Guam pasó a gobierno estadounidense y el
resto de las Marianas fueron vendidas a Alemania un año después, igual que hemos visto que se hizo con las Palaos.
Y, al igual que estas, tras la Primera Guerra Mundial pasaron a estar controladas por Japón hasta la derrota de este en
la Segunda Guerra Mundial, cuando pasaron a ser administradas por EEUU. Actualmente, Guam es un territorio no
incorporado de EEUU y las Islas Marianas del Norte son un Estado Libre Asociado a Washington, y con amplia
autonomía.
Tierra del Fuego (Chile y Argentina)

A continuación vamos a viajar hasta el extremo sur americano: Tierra del Fuego, un grupo de islas que se
caracterizan por su número (son miles) y por estar muy poco pobladas. Pese a su lejanía, han estado pobladas desde
hace 6.000 años por diferentes grupos indígenas como los kawésqar, los yámanas o los haush. Los europeos no
llegaron a la zona hasta que Fernando de Magallanes (otra vez) llegó a las islas buscando el ansiado paso que le
permitiese llegar al océano Pacífico, al que se había bautizado como mar del Sur. Finalmente, un frío 31 de octubre
de 1520 descubrió la entrada al estrecho que más tarde tendría su nombre: era la primera vez en la Historia que un
barco cruzaba por ese angosto paso que separa Tierra del Fuego del resto del continente americano. Magallanes
observó que los indígenas producían fogatas para sustentarse en el duro clima de la región, y que estas producían
mucho humo, por lo que denominó a la zona Tierra de los Humos, que acabó derivando en Tierra del Fuego.

Glaciares en Tierra de Fuego (Perito Moreno).


Puede considerarse que Tierra del Fuego es la zona más meridional de la Patagonia, región que se extiende hasta el
sur del Río de la Plata y que destaca por estar poco poblada y por sus enormes extensiones de terreno. España nunca
quiso enviar una expedición a subyugar a los pueblos que habitaban la zona, por lo que su control de la zona era solo
nominal ya que ninguna potencia le discutió sus derechos, aunque el estrecho de Magallanes sí tuvo más interés
debido a ser el único paso para acceder al Pacífico desde el Atlántico (al sur de Tierra del Fuego también se puede
cruzar, por el cabo de Hornos, pero es muy peligroso incluso hoy debido a los fuertes vientos que siempre se dan en
la zona). En cualquier caso, las pocas expediciones españolas en la zona se centraron en buscar una ciudad mítica
(parecida a El Dorado) llamada Ciudad de los Césares.
Con la independencia de Argentina y Chile de España, ambos se aprestaron a afianzarse frente al otro. Les separaban
los Andes pero los chilenos pronto quisieron hacerse con Tierra del Fuego y el estratégico estrecho, ante los recelos
de Argentina. Finalmente, en 1881 llegaron a un acuerdo para fijar sus fronteras, repartiéndose Tierra del Fuego: el
este para Argentina y el oeste (algo más extenso) para Chile, y así continúa en la actualidad. Los chilenos también
consiguieron que todo el estrecho de Magallanes quedase bajo su control excepto la entrada desde el Atlántico, en
donde está el límite con Argentina.
Ceilán (Sri Lanka)
Cambiamos radicalmente de territorio para centrarnos en la isla de Ceilán, actualmente llamada Sri Lanka.
Está situada al sur de la India, y debido a esa posición se la apoda “la lágrima de la India”. Como en el caso de
Annobón, la isla fue colonizada por los portugueses, quienes llegaron por primera vez en 1505, cuando la isla estaba
bajo control chino. Los portugueses intentaron ocupar todas las zonas costeras y, más adelante, penetrar hacia el
interior durante todo el siglo XVI, incluida la etapa de Unión Ibérica con
España.
Los problemas llegaron con el surgimiento de nuevas potencias colonizadoras, principalmente Holanda, que ya se
había independizado de España. Pronto pretendió la expansión marítima, en especial sustituyendo a los portugueses
en muchos puntos costeros de África y Asia, como era el caso de Ceilán. Así, llegaron a esa isla en 1602, fundando
una colonia. Los portugueses lograron expulsarlos con ayuda española pero, unos años después, hacia 1638, los
holandeses volvieron y destruyeron puntos clave de los portugueses, penetrando hacia el interior de la isla. Portugal
finalmente tuvo que renunciar a la isla a mediados del siglo XVII. Más adelante, los británicos mostraron también
interés en controlar la isla y acabaron por sustituir a Holanda como potencia colonizadora, manteniéndose hasta la
independencia del país en 1948.
Nagasaki (Japón)

Uno de los casos más curiosos de los diez territorios que pertenecieron a España que vamos a ver en el
artículo es el de la ciudad japonesa de Nagasaki. Tristemente conocida por ser una de las dos urbes niponas atacadas
con armas atómicas en 1945 (lo que supuso el fin de la Segunda Guerra Mundial), fue fundada en 1571 por los
portugueses. Previamente había sido un pequeño puerto pesquero sin importancia pero la llegada lusa supuso una
revolución al ser un punto comercial de primer orden en el que los portugueses vendieron a los japoneses productos
como tabaco, pan, dulces y ropa y a cambio trajeron a Europa productos de origen chino. Era todo un intercambio
cultural inédito en la época.
Nagasaki siguió bajo control de facto de Portugal durante la Unión Ibérica, pero pronto surgieron problemas, por un
lado con los holandeses, que al igual que en Ceilán pretendían penetrar en Japón en perjuicio de Portugal; y, por otro
lado, con las mismas autoridades japonesas, que veían con malos ojos la expansión del catolicismo por el sur del
archipiélago. El shogun (gobernador efectivo de Japón en esa época en vez del emperador) decidió acabar con la
presencia portuguesa y Nagasaki volvió al control directo de los japoneses. Posteriormente se inició una persecución
contra los católicos, tanto portugueses como japoneses, crucificando a 26 de ellos en 1597. En 1614 el cristianismo
fue prohibido y todos sus fieles fueron deportados del país. Los cristianos respondieron décadas después con una
rebelión de más de 40.000 hombres que fue sofocada a sangre y fuego, borrando de Japón el cristianismo. Aun así,
cuando a partir del siglo XIX el país se volvió a abrir a Occidente, fue en Nagasaki en donde arraigó mejor un nuevo
movimiento misionero católico, demostrándose que algo quedaba de herencia ibérica.
Formosa (Taiwan)
El noveno territorio que vamos a ver que perteneció a España difiere de los anteriores en que en este caso la
dominación fue directamente española y no portuguesa dentro de la Unión Ibérica: la gobernación en la isla de
Formosa, actual Taiwán. Los lusos habían sido los primeros europeos en llegar a la isla, llamándola Formosa
(hermosa) en 1582. Como en los casos anteriores, pronto hubo mercaderes holandeses intentando asentarse en la isla.
La diferencia es que Formosa estaba ubicada en un punto muy relevante para el comercio de España entre Filipinas y
China, y la presencia holandesa suponía un punto conflictivo. Así, decidió lanzarse a establecerse también en
Formosa.

Mapa de la división de Formosa entre los españoles (verde),


los holandeses (magenta) y el reino de Middag en naranja.
La expedición de conquista partió de Filipinas en 1626. Decidieron desembarcar en el norte de la isla, evitando la
presencia holandesa en el sur. Fundaron un puerto llamado Santísima Trinidad (actual Keelung) y lo protegieron con
varias fortificaciones y con una pequeña flota enviada desde Filipinas. Sin embargo, los holandeses respondieron de
manera agresiva ante el peligro de perder su supremacía en la isla, atacando la zona española en 1630, pudiendo
resistir a duras penas. A esto se sumó una sublevación indígena en 1636, que destruyó una fortificación española.
La presencia hispana quedaba así debilitada, a lo que había que sumar una epidemia de malaria, que obligó a los
españoles a abandonar una zona de la isla en 1638, yéndose definitivamente en 1642 tras una nueva ofensiva
holandesa, que se hizo con Santísima Trinidad. No obstante, los holandeses estarían poco tiempo más que los
españoles, ya que solo 20 años después fueron expulsados de la isla por una rebelión china.
Orán (Argelia)
Vamos a acabar este recorrido por los diez territorios españoles más recónditos y/o desconocidos bastante
más cerca de casa: en Orán, que actualmente es la segunda ciudad más poblada y relevante de Argelia y que se sitúa
a solo 170 km de la costa de Almería. La ciudad existía desde el siglo X, cuando fue fundada por comerciantes
andalusíes. La relación con al-Ándalus y la Península se mantuvo en los siglos siguientes, con la llegada en el XIV de
un gran número de judíos procedentes de Mallorca, que contribuyeron a enriquecer la ciudad.

Puerta de España en la alcazaba de Orán.


El fin de la conquista de Granada en 1492 por los Reyes Católicos hizo que estos fijasen su atención tanto en la recién
descubierta América como en el norte de África. El objetivo era evitar una posible invasión musulmana en el sur
peninsular. Así, en 1509 la ciudad fue conquistada por tropas españolas al mando del cardenal Cisneros, así como su
área circundante, llamándose comúnmente Oranesado. La ciudad permaneció bajo control español
ininterrumpidamente hasta 1708, cuando fue conquistada por el Imperio Otomano, el gran enemigo de España en el
mar Mediterráneo desde el siglo XVI. La ocupación otomana se mantuvo hasta 1732, cuando fue reconquistada por
España. Este nuevo periodo español en la ciudad duró hasta 1792. El motivo fue la progresiva pérdida de interés en el
enclave por parte de España ante las dificultades comerciales que puso la población y por la presencia de piratas. En
1790 hubo un terremoto que produjo grandes daños en la ciudad y el rey Carlos IV decidió iniciar la retirada de Orán,
negociando con el rey de Argel su cesión.
Estuvo bajo el control de este (un vasallo de los otomanos) hasta 1831, cuando los franceses ocuparon Argelia. Los
españoles, por su parte, siguieron presentes en Orán con no pocos emigrantes procedentes de Andalucía, atraídos por
la riqueza y prosperidad de la ciudad. Y España no olvidó su pasado en la zona, ya que, en plena Segunda Guerra
Mundial, uno de los requisitos que puso Franco para entrar en la guerra junto a Alemania fue que el Oranesado
volviese a manos españolas en perjuicio de la Francia de Vichy, pretensión que, como todo lo demás, quedó olvidada.

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