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PROGRAMA DE CAPACITACIÓN

5. Mantenimiento HVAC 1
5.1 Cambio de bandas y alineación de poleas

La desalineación de la polea puede aumentar el desgaste de las poleas y correas, así como


los niveles de ruido y vibración, lo que puede dar lugar a paradas no
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5.2 Aplicación y servicio a filtros de HVAC

Independientemente del sistema de filtrado, el mantenimiento a los filtros en los equipos


HVAC no es una opción, sino una necesidad. Llevarlo a cabo es una cultura de la limpieza
que se debe establecer para mejorar la calidad del aire y la operatividad de los sistemas.

Los filtros en los sistemas HVAC proveen un servicio importante al mantener el ambiente
libre de polvo y otros contaminantes que pueden afectar nuestra salud o los productos
manufacturados, y protegen el equipo del polvo que impacta en su desempeño. Sin
embargo, cualquier filtro que no se cambie, al estar saturado, no podrá hacer su trabajo
de forma correcta. La limpieza es indispensable si queremos que el filtro cumpla con su
desempeño.

No cambiar los filtros a tiempo, además de contribuir al deterioro del desempeño de los
sistemas HVAC, reduce la eficiencia energética. Según un estudio y evaluación llevados a
cabo por la Agencia para la Protección Medioambiental de los Estados Unidos, en más de
100 edificios públicos y comerciales, 30 por ciento de los edificios no daba un
mantenimiento adecuado a los filtros. Por lo que la Administración General de Servicios
del mismo país (GSA), dedicada al manejo de las agencias federales, ha implementado una
estrategia para verificar el remplazo de filtros en sus equipos a tiempo, con el objetivo de
ahorrar 10.8 millones kW/h o 1 mil 8 millones de dólares anuales.

Monitoreo de filtros

Posterior a la instalación y operación de los filtros, se deben monitorear para darles un


mantenimiento apropiado y así proveer la máxima filtración, sin que se exceda la
capacidad del ventilador o el filtro se rompa. Un filtro sobresaturado puede romperse
fácilmente, diseminando los contaminantes al flujo del aire. Los filtros también deben
monitorearse por el crecimiento de hongos o bacterias.

El tiempo para cambiar o lavar los filtros no debe de basarse exclusivamente en una
inspección visual, ya que muchos filtros de alta y mediana eficiencia “aparentan” estar
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sucios y no han alcanzado sus niveles óptimos de filtración, por lo que aún tienen una vida
útil de servicio. Existen diversos criterios para determinar el intervalo de cambios de
filtros, como el establecido cada 3 meses, por ejemplo, o por la caída de presión. Si bien
algunos filtros se cambian mensualmente, habrá otros que se cambien trimestralmente o
una vez al año. Una “regla de dedo” común es cambiarlos cuando la caída de presión sea
el doble a la de presión inicial o a 2/3 partes.

Seguir la recomendación de caída de presión final del fabricante incluida en las fichas
técnicas o realizar un análisis para determinar el costo de operación versus el costo de
remplazo son algunos, entre otros, de los criterios por seguir. Generalmente, los filtros de
baja eficiencia son remplazados cuando la caída de presión final es de 0.5 a 1” en columna
de agua, y en los filtros de mediana y alta eficiencia de 1.5 a 2” en columna de agua.

Un medidor de presión diferencial puede instalarse en el banco de filtros para identificar


los tiempos de cambio; incluso, se puede instalar una alarma en el sistema de
automatización para indicar a los operadores cuándo sustituirlos. Sin embargo, los filtros
deberán cambiarse de inmediato si se mojan o hay crecimiento microbial visible en la
media filtrante, o bien cuando la media se colapsa o se daña, y hay fugas o bypass del aire.
Por tanto, es muy importante permanecer atento a variaciones específicas en el
medioambiente, como humedad, los cuales puedan influir en el cambio de los filtros.

Por definición, la resistencia de un filtro aumentará con el tiempo. Esto, además de


incrementar su eficiencia, hará que aumente el gasto de energía. Lo idóneo es llevar una
bitácora con registros de la caída de presión para planear los cambios correctamente (ver
tabla 1).

Resguardo de los ocupantes

Antes de cambiar los filtros, se debe apagar el sistema HVAC. No se deben cambiar los
filtros mientras el sistema permanezca en operación para evitar que el polvo atrapado por
el filtro se libere en la corriente del aire al estarlo manipulando, además de que existen
riesgos de que el técnico se lastime al estar manejando los filtros con el equipo encendido.
Para evitar interrupciones en el servicio, lo ideal es hacer los ajustes correspondientes
cuando el edificio esté desocupado.

Pasos para la remoción

Antes de comenzar la instalación, verificar que se tenga el tamaño, tipo y cantidad


correcta de los filtros. Se debe recordar que la mayoría de ellos tienen dimensiones reales
o exactas menores, ya que se les considera una tolerancia, excepto de los filtros HEPA
(99.97 por ciento, en partículas de 0.3 micrómetros). Nunca se debe de forzar la entrada
de un filtro sin tolerancia en un marco de montaje. Los filtros deben transportarse al área
en su empaque original. Se deben llevar cajas vacías para colocar los filtros sucios.
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Se deberá desabrochar o aflojar con mucho cuidado el mecanismo de sellado de cada


línea de filtros o el dispositivo de retención del filtro, y retirar los filtros sucios (ver imagen
1).

Cuando se tenga acceso por los laterales, abrir la o las puertas de acceso; si se utilizaron
espaciadores o topes, retirarlos y empujar o jalar los filtros hasta sacarlos. Utilizar la varilla
extractora que quizá haya sido suministrada por el fabricante para retirar los filtros sucios
que no se puedan alcanzar con la mano. No se debe olvidar dejar la varilla extractora
dentro del gabinete para utilizarse de nuevo en el próximo cambio de filtros.

Sacar el filtro nuevo de su empaque y revisar que la media filtrante no tenga daños
visibles. Los filtros, muchas veces, están fabricados con media filtrante que es muy
delicada y deben ser manejados con cuidado para evitar daños (ver imagen 2).

Es preciso utilizar guantes cuando la media filtrante tiene un adhesivo. Instalar el filtro de
acuerdo con el flujo de aire indicado en el marco. La mayoría de los filtros están diseñados
para manejar el flujo de aire en una sola dirección. Si es un gabinete de acceso lateral,
deslizar cada filtro empezando por el más lejano, colocándolo en la dirección que marca el
flujo de aire.

En los filtros con pliegues, asegurarse de que queden instalados en sentido vertical.
También, de preferencia, colocar las bolsas en forma vertical (aunque no ocasiona ningún
problema serio que se coloquen horizontales). Al instalar filtros HEPA en un banco con
marcos unitarios, se recomienda empezar por la esquina de abajo e ir llenando una hilera
a la vez. Esto ayudará a prevenir que se distorsionen los marcos por el peso de los filtros.
Sin embargo, se debe dejar una protección para la cara del filtro HEPA mientras se está
trabajado en la instalación para no dañar la media filtrante.

Colocar el filtro sucio en la caja vacía, repitiendo la operación con los demás. Retirar las
cajas vacías o con los filtros sucios, y llevarlas al área designada para la eliminación.

Revisar los empaques del sistema y los seguros de filtros para confirmar que estén
intactos. Reparar o remplazar los que estén dañados. Colocar los espaciadores o cerrar los
sujetadores sobre los filtros.

Barrer o aspirar el área para eliminar cualquier suciedad o residuos que hayan quedado
después del cambio de filtros. Revisar la caída de presión del banco con los filtros limpios y
anotarlo en el registro de servicios.
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5.3 Lubricación de rodamientos para HVAC

Los rodamientos se lubrican generalmente (90%) con grasa o con aceite y,


excepcionalmente, con otros lubricantes.

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