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De amor y otras hierbas


Por Maricela Rosales
Maricela Rosales Camacho es Licenciada en Publicidad, visionaria de la vida a través
de la sonri... (Leer más)

Manual de un asesino profesional

Por Maricela Rosales


2 de mayo, 2011

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Los asesinatos se han convertido en nuestra época en algo de todos los


días. Si alguien no lo cree, basta con que abra el periódico para
convencerse. Menciono ésto porque lamentablemente, a pesar de la
gran cantidad de asesinatos perpetrados diariamente, poca gente sabe
en realidad cómo cometer uno. Piensan que basta con ir y despanzurrar
un cristiano para llamarse asesinos. Se equivocan, con este tipo de
acciones sólo consiguen desacreditar a los verdaderos asesinos, los que
verdaderamente conocen el arte de asesinar.

Para evitar que nuestra respetable profesión, caiga en desgracia, una


servidora y algunos colegas, todos excelentes asesinos, hemos reunido
nuestros conocimientos sobre el tema, para que el arte del asesinato
esté al alcance de todas las manos. Así pues, he aquí esos diez consejos
para llevar a cabo un buen asesinato. Espero sinceramente que estas
líneas ayuden a poner fin a un número de víctimas bastante grande, o
por lo menos que logren que la gente aprecie a los buenos asesinos por
lo que son: consumados artistas.

1. Elija el motivo: muchos de los asesinatos principiantes piensan que


el primer paso es elegir a la víctima. Grave error. Lo más importante es el
motivo. Sin éste, el asesinato se transforma en un simple ataque de
locura. Claro que uno no debe publicar su motivo para asesinar, hay que
hacer lo posible para pasar desapercibido. Si no parece haber motivo de
asesinato, la ley pensará que fue un loco, con lo que el verdadero
asesino quedará libre de la más ligera sospecha.

Así yo me he salvado varias veces, porque la policía piensa que el


asesinato fue un loco y no es cierto, fui yo. Hay que elegir un buen
motivo y luego guardarlo en secreto.

2. Elija a la víctima: la elección de la víctima está ampliamente


relacionada con la elección del motivo. Es recomendable escoger a una
persona odiada para obtener así el mayor placer y beneficio con el
asesinato.

3. Haga un buen plan: los grandes asesinatos de todos los tiempos ha


tenido un buen plan. Kennedy, Lincoln, César, John Lennon, el
archiduque de Austria, Madero y otras grandes personalidades
históricos, habrían fallecido de madera menos trágica sin un plan
apropiado.

Tristemente, cada vez más asesinos actúan sin haber hecho un buen
plan antes. Resultado: prisión y primera plana de la Alarma, con alguna
ridícula leyenda como: “Infame. Apuñalo a su esposa por celos”. No hay
que matar nada más así, de golpe. Los grandes asesinatos son como el
buen vino; hay que dejarlos reposar, madurar, hay que dormir con ellos.
Así se a creando expectación. Haga un buen plan y no se arrepentirá.

4. Elija un método: ya que contamos con una víctima, un motivo y


hemos dejado que la idea del asesinato madure en nuestras mentes,
sólo falta añadir los pequeños detalles técnicos. De ellos el más
importante es el método. Aunque en muchos círculos se vive con la idea
de que no es importante es el fin y no los medios, en nuestro negocio las
cosas no pueden ser así.

Desafortunadamente, hasta el momento nada más los autores de


novelas de detectives se han dado cuenta de ésto. Es muy importante
elegir para nuestra víctima un fin especial y poco usual. primero porque
así la policía quedará confundida y segundo porque al leerlo en los
periódicos, la gente pensaría que el asesinato fue muy inteligente, lo cual
es una de las recompensas del oficio.

Algunos nóveles asesinos preguntan si es correcto encariñarse con una


manera de matar. casi siempre piensan que no es verdad. El mejor
asesino de todos los tiempos, Jack el destripador, utilizó siempre el
mismo sistema y jamás fue arrestado. No hay que temer especializarnos,
la nuestra es la era de la especialización. Tengo un amigo que sólo mata
los jueves y le va de maravilla. Una detalle que cuidar: la manera de
asesinar debe ser escogida tomando en cuenta las características de la
víctima. Si se quiere acabar con el campeón mundial de lucha, el
método del asesinato no debe ser el estrangulamiento, porque si no se
pesa doscientos kilos y se mide dos metros y medio, el estrangulado
será uno.

5. Elija el escenario: la elección del escenario está íntimamente


relacionada con el método. Para saber donde la mataremos, es
menester conocer las costumbres de la víctima. Si el método de
asesinato es sencillo, tal vez sea mejor encontrar un sitio tranquilo y
despoblado, pero si es elaborado o espectacular, lo ideal es un lugar
donde haya muchos testigos, para dejarlos a todos boquiabiertos.

6. Fabríquese una coartada: así siempre podrá decir que a la hora del
crimen estuvo en el “bar de Pepe” y habrá testigos que lo respalden. Uno
de los métodos más favorecidos es el asesinato “a destiempo” que
consiste en arreglar la escena del crimen para que éste parezca haber
sido cometido antes o después. Otro método consiste en hacer
exactamente lo contrario, como quien dice, un asesinato sin asesino. Es
muy favorecido por envenenadores porque se arreglan todos los detalles
para el asesinato sea “en automático” y se lleve a cabo cuando uno no
está presente. Si se tiene dinero tal vez el mejor método sea el del
“arreglo”, que consiste en sobornar a varios testigos o a un juez.

7. Ponga especial atención a los últimos detalles: seguramente se


encontrará excitado ante la perspectiva de matar a alguien, pero no hay
que apresurarse demasiado. Aquí es donde muchos asesinos echan a
perder su asesinato. Si se va a matar a la víctima de un tiro, hay que
asegurarse de tener una pistola y de que ésta tenga balas. Deben
conseguirse unos guantes para no mancharse de pólvora ni dejar
huellas digitales. Es necesario asegurarse hasta del más pequeño
detalle.

8. La hora de la verdad: ha llegado el gran día. Hay que acostarse


temprano la noche anterior, levantarse a buena hora y tomar un
desayuno sano. Hay que estar seguros de no hacer nada que pueda
afectar nuestro desempeño como asesinos. Hacia la hora del crimen, es
necesario descansar un poco. No se debe comer mucho, es mejor
quedarse con hambre para poder después celebrar con una buena cena.
Es la hora, vaya y cometa su asesinato.

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