Objetivo: Preparar a los monitores para que sepan qué es lo que van a celebrar la noche de

Pentecostés.

¿Qué es Pentecostés?

Es la plenificación de la Pascua. Se cumple la misión de Jesús con la entrega del Espíritu

Santo, que prometió en la Última Cena.

Rostro de Dios Padre (Mico)

Escenario
Actor 2
Sillas
Sillas
Velas
Actor 1
Monitores

Inicio
Se les entrega, afuera del lugar del encuentro, una imagen que fusiona la imagen de la
paloma y de la llamita, símbolos del Espíritu Santo.
1. Entramos todos al lugar del encuentro, tratando que esté lo más oscuro posible.
2. Encargado 1 (Enciende una linterna y lee el comienzo de la lectura de Pentecostés.
Hechos 2, 1-5): “En aquel tiempo, cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos los
discípulos reunidos con las puertas bien cerradas, por miedo a los judíos”. (Breve silencio y
enseguida música de suspenso).
3. Encargado 2 “De repente vino del cielo un ruido, como de viento huracanado, que llenó
toda la casa donde se alojaban (ruido de viento). Aparecieron lenguas como de fuego,
repartidas y posadas sobre cada uno de ellos. Se llenaron todos del Espíritu Santo y
empezaron a hablar en lenguas extranjeras, según el Espíritu les permitía expresarse”.
Momento de silencio. Todo vuelve a la oscuridad.
4. Encargado dos (prende una vela): “Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Juan 14, 6).
5. Encargado 1 Señor, te hemos escuchado muchas veces, pero ¿este camino a quién nos
lleva?
6. Encargado dos “Tanto tiempo llevo con ustedes y todavía no me conocen. Quien me ha
visto a mí ha visto al Padre” ” (Juan 14, 9). (Iluminar la imagen del Padre).
7. Encargado 1: Pero, Señor, no podemos recorrer un camino si no está iluminado. ¿Cómo
reconoceremos el camino?
8. Encargado dos: “Cuando venga el Espíritu Santo que yo les enviaré de parte del Padre,
él dará testimonio de mí”(Juan 14, 26).
9. Encargado uno (prende una vela): ¿Y este camino es sólo para nosotros?
10. Encargado 2: “También ustedes darán testimonio de mí, porque han estado conmigo
desde el principio”.
11. Encargado 1 invita a cada uno ir prendiendo una vela en el camino hacia el escenario
(Música de “La Misión” o algo parecido). Avanzan hacia el escenario y se ubican en las
sillas allí dispuestas.

Motivación inicial:
Hoy queremos hablar sobre Pentecostés; es lo que hemos venido a celebrar, pero para
celebrar de buena manera lo mejor es conocer bien lo que ser recuerda.
En esta Fiesta los discípulos recibieron lo que Jesús les prometió en la Última Cena: el
Espíritu Santo. Con esto se cumple toda la misión de Jesús: ya nos salvó por su Muerte y
Resurrección, pero nos invita y nos da la fuerza para que nosotros le contemos al mundo
esta Buena Noticia.
Jesús vino a anunciar a todos que Dios no es un conjunto de reglas o un vigilante que nos
castiga por cada vez que nos equivocamos, sino que es un Padre Bueno y Misericordioso.
Por proclamar esto es que lo mataron, pero el Padre lo resucitó confirmando así todo lo que
Él nos dijo.
Pero ¿cómo hacemos para encontrar a este Padre Bueno? No nos basta la sola razón o la
pura fe, es necesario una relación personal con Jesucristo para encontrarlo, ya que Él es el
camino. Si seguimos el estilo de Jesús encontraremos al Padre.
Pero ¿podemos seguir un camino si no está iluminado? Jesús ya no está con nosotros, a Él
no lo conocemos directamente, sino a través de Espíritu Santo que Él mismo nos prometió.
El Espíritu Santo es como el fuego que nos ilumina el camino, pero además nos da ánimo
para recorrerlo (ejemplo de la oscuridad). Por eso en este taller invocamos al Espíritu Santo,
nos detenemos a mirarlo y hablar de Él.

Trabajo grupal:
Se dividen en 9 grupos, según los frutos del Espíritu Santo que estarán en unas “llamitas”
(previamente recortados y escritos). Tres trabajarán con los aspectos negativos, tres con los
aspectos positivos y tres con las imágenes del Espíritu Santo.
Después de formados los grupos, se dará un momento de reflexión personal de 15 minutos
aproximadamente, para profundizar lo que al grupo le corresponde trabajar. La reflexión
personal cuenta con un texto de apoyo acompañado de preguntas, cuyas respuestas se
pondrán en común luego.

No olvidar, antes de empezar el trabajo grupal propiamente tal, que los integrantes de cada
grupo se presenten entre sí, en la eventualidad que estén participando personas nuevas.

Aspectos negativos del mundo de hoy donde el Espíritu Santo nos invita a llevar su Luz:
Preguntas para la reflexión personal

¿Más que de las iglesias antiguas, de qué nos tenemos que escandalizar ahora?
¿Qué cosas veo a mí alrededor (colegio, familia, barrio, grupo de amigos, mi comunidad de
Iglesia) que me escandalizan y avergüenzan de nosotros como sociedad?
¿Frente a qué situaciones o hechos siento tristeza, impotencia, rabia
e indignación?
Primero cada en cada grupo se comparte la reflexión personal, luego preparan una
representación, un collage o un dibujo según corresponda.
Aspectos positivos de nuestro mundo de hoy donde reconocemos al Espíritu Santo:
Hacer una lista

Reflexión personal
¿Cuándo sientes tú que te dejas guiar por el Espíritu Santo?
¿Cuál característica te cuesta más y por qué?
¿Qué te puede ayudar a ser un mejiano/a guiado por el Espíritu Santo?
Primero cada en cada grupo se comparte la reflexión personal, luego preparan una
representación, un collage o un dibujo según corresponda.

Reflexión personal
¿Con es la imagen que tienes tú del Espíritu Santo?
¿Cuál te resulta más novedosa?
¿Cómo está tu relación con el Espíritu Santo y cómo la puedes mejorar?
Primero cada en cada grupo se comparte la reflexión personal, luego preparan una
representación, un collage o un dibujo según corresponda.
Plenario: Los grupos presentan, de manera aleatoria, es decir, intercalando los tres temas,
los resultados de sus trabajos

No olvidemos que las personas que exponen pueden ponerse nerviosas, es normal incluso
frente a grupos de conocidos. Tratemos en todo momento de mantener un clima de respeto
y de escucha; y al terminar cada exposición felicitar el trabajo realizado.

Oración final:
Momento de comprometerse con el Espíritu Santo, lo anotaran en la "llamita" para que no
sea sólo un día que nos acordemos de Él, sino siempre.
Se puede decir una oración al Espíritu Santo de las ya conocidas, como la “Secuencia del
Espíritu Santo” u otra, o bien, dejar que los mismos compromisos de los participantes sean
oración.