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Una de las mejores maneras de motivar a nuestros hijos es mediante el juego.

Puede ser cualquier juego que se te ocurra en un momento dado, por ejemplo,
si en el momento de recoger los juguetes empleamos una canción nuestros
hijos lo harán con gusto y motivación. Mary Poppins ya sabía esto,
¿verdad? También podemos jugar a algunos juegos específicos que ayuden a
nuestros hijos a ver el mundo con motivación. Aquí te proponemos tres: 

- ¿Cómo soy?
Un juego muy interesante para que los más pequeños identifiquen sus
cualidades positivas es este. En una cartulina grande ayuda a tu hijo o hija
a dibujarse (también se puede dibujar a papá y mamá en otras cartulinas).

A su vez, ten preparadas diferentes cualidades positivas escritas en papelitos.


El pequeño verá cada papel y decidirá si tiene que ver con él. Si es así, se
pegará  la cualidad en el cuerpo del dibujo. Poco a poco, irá identificando sus
cualidades positivas. Se puede hacer con cualidades menos positivas también,
pero siempre con la idea de la autoaceptación amable, sin juzgar y criticar. De
esta manera, puede reconocer cómo es su personalidad, aceptarla y centrarse
en aquellos aspectos positivos de la misma. Con niños más mayores este
juego se suele hacer en grupos.

- Gafas de la motivación
Pueden ser de verdad o imaginarias. La idea es que nos pongamos las gafas
de la motivación y con ellas veamos todo lo positivo que hay alrededor. No vale
lo negativo ni juzgar a nadie, solo decir lo positivo que vemos. Se puede crear
un diálogo positivo o ir escribiendo lo que vemos positivo en los demás y
nuestro entorno en una cartulina. Es interesante que jueguen varios miembros
de la familia a este juego.

- Estatuas de las emociones


Es un juego muy utilizado en artes escénicas y debe adaptarse un poco a las
edades con las que estamos jugando. Ha de haber una persona guiando la
actividad y dos grupos distintos. Se trata de poner música, caminar y bailar con
libertad y cuando se pare, el primer grupo debe quedarse como estatuas
reflejando una emoción, la que quieran, y el segundo grupo deberá adivinar
qué emoción es. Se puede jugar desde 2 personas (más el guía) hasta grupos
grandes de personas.
Frases para motivar a los más pequeños

Por último, es importante que como agentes de la motivación aprendamos a


tener un lenguaje positivo, capaz de crear en nuestros hijos cierta comprensión
de su propia motivación. Lo ideal es que salga con naturalidad, pero si no es
algo que hemos aprendido a hacer hasta el momento, al principio puede
costarnos un poco. Por eso, algunas frases nos pueden ayudar.

Puedes comenzar a tratar de decir alguna en el momento adecuado, pero


también puedes imprimirlas con un fondo bonito y colocarlas en algún lugar de
la casa. Poco a poco, este tipo de lenguaje se irá convirtiendo en algo habitual
para todos los miembros de la familia. Algunos ejemplos:

- Los sueños son como plantitas, hay que regarlas para verlas crecer.

- Repite conmigo: yo quiero, yo puedo, yo soy capaz.

- La magia está en tu interior, hijo/a, si lo deseas puedes hacer un cambio.

- No veas este error como un fracaso, lo importante es que lo hemos intentado,


además es una oportunidad para aprender.

- Yo creo en ti, hay una voz en tu interior que dice ‘sí puedo’, ¿la escuchas?

- Nunca te olvides de tus sueños, ellos guiarán tu camino.

- Volver a empezar no es fracasar, es concederse una nueva oportunidad.

- No te compares con nadie, tú eres tú mismo y eso es lo que cuenta.

- Es bueno tener personas a las que admirar, toma sus cualidades


positivas para aprender de ellas, pero después escribe tu camino, sé tú mismo.

- Por muy alta que sea la montaña, siempre hay un camino hacia la cima.

- Lo qué decidas hacer, que siempre te haga feliz.

- Busca siempre el lado amable de las cosas.

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