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suma importancia como son las de acción, pretensión y demanda, figuras estas que son
de necesario entendimiento por parte de quienes se forman en el estudio de leyes y
profesionales que por diversas razones aun confunden y usan indistintamente los
términos, asumiendo así que se tratan de lo mismo, siendo esto un error, pues eso
también seria asumir que su finalidad es la misma y las controversias planteadas por cada
una de ellas también lo son.
La ley y la doctrina claramente diferencian cada una de ellas, ya que sin su adecuado
entendimiento quedaríamos confusos si se nos presentase un eventual conflicto entre
acumulación de pretensiones o definir el objeto de la pretensión con claridad en un libelo
de demanda o incluso en el fin que se buscamos con el ejercicio de una determinada
acción.
Entre tantos diversos roles que pueden ejercer el profesional del derecho dentro de su
ámbito social, están también el ser consultor de asuntos legales de interés ciudadano y la
labor docente, lo cual hace una obligación imperiosa que el jurista maneje adecuadamente
el uso de la terminología y no confunda ni haga uso indistinto de los mismos.
LA ACCIÓN EN EL DERECHO PROCESAL
Al abolirse la defensa por la propia persona, es decir, hacerse justicia por propias manos,
lo que viene a constituir quizás uno de los fundamentos esenciales del ordenamiento
jurídico moderno, corresponde al Estado resolver los conflictos surgidos entre personas,
mediante el ejercicio de la función jurisdiccional, que consiste en el estudio y decisión de
los litigios con la aplicación del derecho subjetivo a cada caso en particular.
Ahora bien, la Ley y el Juez no actúan por sí mismos, siendo necesario que para que una
norma de derecho tenga su aplicación, esto es, el dictado de una sentencia por los
órganos jurisdiccionales del estado que ponga fin a una controversia, es necesaria una
primera puesta en marcha, un movimiento inicial.
Esa puesta en movimiento de los referidos órganos mediante la privada iniciativa y
ese impulso es lo conocido como La Acción.
El concepto de acción es uno de los más discutidos en el estudio del derecho procesal,
dando nacimiento a numerosas doctrinas, definiciones y no pocas controversias; teniendo
por resultado que, a pesar de muchos estudios, los tratadistas no se hayan puesto de
acuerdo en una materia tan importante, que quizás es la más básica y fundamental del
derecho procesal porque sobre ella descansa el proceso.
La Acción es entonces el poder jurídico que tiene todo sujeto de derecho de acudir a
los órganos jurisdiccionales para reclamar la satisfacción de una pretensión. Es un
medio de plantear la solución pacífica de los conflictos de intereses jurídicos y derechos
aparentes ante el órgano judicial.
Es importante destacar que el asunto jurisdiccional desde este planteamiento está siendo
examinado desde el punto de vista del ciudadano y las personas jurídicas que piden
justicia y no desde el punto de vista del estado que cumple con la función de administrar
justicia, es decir, desde el punto de vista de la jurisdicción en sí misma.
USOS DIVERSOS DEL TERMINO
Eduardo Couture ha precisado tres distinciones del término a saber, que tienen
acepciones distintas:
CARACTERES GENERALES DE LA ACCIÓN.
Según la teoría de la acción como derecho autónomo, es decir, como pretensión de la
tutela jurídica se destaca lo siguiente:
1) La acción es un derecho subjetivo distinto al derecho material que ha de ventilarse en el
proceso.
2) La acción existe con anterioridad al proceso, ya que nace cuando aparece la
necesidad de protección.
3) La acción no protege el interés en litigio, sino que el litigio tenga una justa
composición. por eso la acción es un derecho público, en cambio el derecho material
que causa el litigio es un derecho privado.
4) La acción es un derecho subjetivo procesal porque impone al juez la obligación de
proveer independientemente del derecho material invocado. El sujeto pasivo de la
acción es el juez.
5) La acción es un derecho cívico, encuadrado dentro de los derechos subjetivos
públicos.
6) Su naturaleza es de carácter público, pues la tutela judicial efectiva es parte de las
garantías procesales establecidas en la modernidad en muchas constituciones y leyes
fundamentales.
7) Su fin último es encontrar fin de la controversia mediante sentencia del órgano
jurisdiccional.
8) Se tiene frente al estado para que la otorgue, y frente al particular obligado, para que
la soporte y se someta a su tutela.
9) Es necesaria la presencia del órgano del estado investido de jurisdicción para
ejercer la acción, es decir, un órgano del Estado con las atribuciones legales para
administrar justicia en nombre de la república y por autoridad de la ley.
10) Ese órgano debe ser el objetivamente competente en la causa en particular, y
subjetivamente capaz de juzgarla.
11) Es necesario que las partes involucradas tengan capacidad procesal para ser
sometidos a la tutela judicial.
CLASIFICACIÓN DE LAS ACCIONES.
Humberto Bello Lozano en su obra Teoría General del Proceso clasifica las acciones de la
siguiente manera:
1) ACCIÓN DE CONOCIMIENTO:
Esta tiene como fin lograr que el sentenciador decida acerca de si existe o no el
derecho alegado o pretendido por el actor, y el cumplimiento de las obligaciones
requeridas por parte del demandado, debiendo en la sentencia señalar a quien
corresponde la razón, ya sea en forma de una simple declaración, de condena contra el
demandado o estableciéndose la constitución, reforma o extinción de una relación jurídica.
Así pues, la acción de conocimiento tiene como propósito una sentencia que podrá ser de
mérito o inhibitoria, favorable o desfavorable a la pretensión perseguida.
Se divide en declarativa general o dispositiva, subdividiéndose a su vez en declarativa
propiamente dicha, de declaración constitutiva, de condena y cautelar.
Es declarativa general, cuando se solicita del juez que determine lo que la ley
establece en forma expresa y general; en tanto que la declarativa pura, o mero
declarativa su objeto es obtener una sentencia mediante un simple proceso
declarativo, comprobándose así la existencia o inexistencia de una relación jurídica
o de un derecho, a modo de ejemplo podemos señalar la acción ejercida por un individuo
a fin de ser declarado como heredero legítimo de un fallecido, o la acción intentada para
ser declarado concubino mediante una sentencia judicial, estableciendo así una relación
jurídica que otorgaría al actor derechos subsiguientes una vez sido declarado como tal.
En ambos casos se verá agotada la pretensión del actor con la declaración. Entre las
figuras declarativas de carácter sustancial están las de Estado y filiación; desconocimiento
de hijos habidos durante el matrimonio, inquisición de paternidad, declaratoria de ausencia
y presunción de muerte, la declaratoria de comunidad, la prescripción adquisitiva y todo lo
referente a la quiebra en materia mercantil.
2) ACCIÓN EJECUTIVA:
La acción ejecutiva es la que permite al actor exigir el cumplimiento coactivo de una
obligación, porque ella consta de un título donde aparece en forma cierta su exigencia.
Esta acción a diferencia de la anterior no persigue con ella el reconocimiento de un
derecho, de una obligación, o la constitución o extinción de un estado jurídico, ya
que tal derecho ya ha sido reconocido mediante el instrumento legal que da derecho a la
exigencia, es decir, el título.
Humberto Cuenca en su tratado de derecho procesal civil señala que en la legislación
procesal patria no existe la acción ejecutiva en la forma establecida en otras
legislaciones; y así nuestros procesos de carácter ejecutivo, como la ejecución de
hipoteca y la vía ejecutiva señalada en el Código de Procedimiento Civil tienen como fin el
que los juicios sean de mayor agilidad que los ordinarios, teniendo en todos ellos el
demandado la facultad de hacer oposiciones, lo que llevara su tramitación a los canales
del juicio ordinario; y será solamente en el caso de que el ejecutado no se oponga, cuando
se dé efectivamente el carácter ejecutivo del proceso.
Por tanto, la acción ejecutiva:
3) ACCIÓN DE CONDENA:
La finalidad de la acción de condena es la declaración de condena, o simple
condena, es obtener un dar, un hacer o un no hacer, mediante sentencia del órgano
jurisdiccional, que vendrá a ser el título de exigibilidad de la prestación, y en la práctica
profesional son las más numerosas.
El jurista Devis Echandia las define como el derecho a obtener una sentencia que resuelva
favorablemente o no la imposición de una condena al demandado, mediante un proceso
de condena, siendo sus presupuestos un pretendido derecho material cuya existencia está
sujeta a lo dispositivo de la decisión, la afirmación de haber sido violado o no ese derecho,
y el interés de que el litigio se componga en forma normal por la vía judicial.
Además, se requiere para el juzgamiento a fondo del asunto, la legitimación en la causa y
la legitimación procesal.
Su diferencia con la declarativa está en que el actor persigue la imposición al
demandado de una responsabilidad, en tanto que, en la otra, se busca una
declaración que tenga su eficacia en sí misma.
4) ACCIONES CONSTITUTIVAS:
Se consideran como el derecho a perseguir mediante un proceso, una sentencia que
resuelva sobre la pretensión buscada, para conseguir la constitución, extinción o
modificación de un estado jurídico, en base a la afirmación del actor interesado de haber
ocurrido los hechos, que de acuerdo a la ley ha de producir esos precisos efectos jurídicos.
Tienen mucha similitud con las acciones declarativas por agotarse el interés del
actor con la sentencia, no necesitando de la ejecución posterior, y su diferencia estriba
en que afectan directamente a terceros, obligándolos de manera tal, que su finalidad
no es la declaración en sí misma, sino los efectos en relación a los terceros.
Se asemeja a las acciones de condena en que, si la sentencia es favorable, modifica el
estado actual de cosas, estando la diferencia en que la sentencia no requiere posterior
ejecución, puesto que se produce por el solo hecho de la declaración, en tanto que en las
de condena, la modificación nace por el pago hecho al trasladarse un bien al patrimonio
del demandado al demandante o al cumplirse un acto de aquel en provecho de este.
5) ACCION CAUTELAR:
Mediante el ejercicio de esta clase de acciones, se moviliza la autoridad judicial para
dictar en la práctica de sus atribuciones las medidas necesarias que les sean
pedidas para el aseguramiento de un derecho o para su defensa.
En el léxico procesal se alude a medidas que son verdaderas acciones; las que podrán
ser conservativas, cuando se tiende a mantener un estado de hecho o evitar la
pérdida de un derecho, como los interdictos prohibitivos o posesorios; y modificativas,
que a la vez son innovativas, por alterar provisionalmente un status jurídico, tal
como sucede en las medidas preventivas de embargo, secuestro, prohibición de
enajenar y gravar, de salida del país, entre otras.
Ha sido inmensamente discutida la autonomía de este tipo de acciones, pero para efectos
teóricos hemos decidido incluirlas y mediante su estudio particular el lector podrá
determinar su criterio; para muchos, no constituyen más que una declaración de voluntad
al servicio de otra posterior, asegurándose que no son más que una manifestación o
variante de las acciones declarativas, de condena o ejecutiva. En efecto, sus actividades
son de garantía y dirigidas a obtener anticipadamente la actuación del derecho objetivo.
EXCEPCION EN EL DERECHO PROCESAL
Establecidos ya los conceptos, caracteres generales, acepciones y clasificaciones de las
acciones en el derecho procesal, es necesario estudiar La Excepción, siendo esta una
figura jurídica ligada a la acción y sin la cual no podríamos entender todo el entramado que
da inicio a la relación procesal de los sujetos.
Se puede estimar que la excepción como la posición asumida por el demandado
frente a la acción del actor, que es el sujeto activo de la relación procesal; viene a ser
una acción destinada a obtener una declaración negativa.
Si la acción es un derecho concreto del individuo a la tutela jurídica, la excepción no es
más que el contra derecho del demandado y cuya finalidad es enervar el derecho de
acción del demandante. La excepción goza del mismo carácter potestativo de que goza
una acción, y su derecho debe ser fundado o capaz al menos de lograr un
pronunciamiento favorable a la aspiración del demandado cuando la interpone.
El demandado no aspira a que se le reconozca un derecho subjetivo en contra del
actor, sino que la sentencia excluya su derecho, rechace la demanda del actor y restituya
así la libertad de la cual gozaba el accionado antes de la iniciación del proceso.
En sentido amplio consiste en toda defensa opuesta a la acción; en sentido
restringido, que comprende toda la defensa fundada en un hecho impeditivo o
extintivo de la acción; y en sentido estricto, ceñido a un hecho impeditivo o extintivo que
el juez puede tomar en cuenta únicamente cuando el demandado lo invoca; su naturaleza
jurídica consiste en la impugnación dirigida a la anulación de la acción. En este
sentido de acuerdo a la relación lógica procesal podemos decir que no existe la
excepción sin la acción, ya que esta no es autónoma, necesita de la acción para su
ejercicio pues siempre va a constituir una defensa contra aquella, en tanto que la acción
no necesita de la excepción para su existencia en tanto derecho público del
individuo de obtener tutela judicial, pero la excepción debe ser garantizada a los fines
de obtener una sentencia sin vicios que puedan anularla y garantizar así el debido
proceso, uno de los pilares fundamentales de un estado de derecho.
LA ACCION PENAL
De acuerdo al estudio del derecho penal, desde ese punto de vista entendemos el delito
como un hecho típico y antijuridico, establecido en la ley y sancionado con una pena, que
desde la óptica social se le puede tomar como una violación no solo de las normas legales
sino de la seguridad de la colectividad, los intereses ciudadanos y al orden jurídico en
general, de aquí que la transgresión de una norma penal produce el mérito de una
pena y en consecuencia da nacimiento a una acción penal.
En materia penal entienden delitos de acción pública y delitos de acción privada, y
en esto solo se diferencia del concepto general de la acción en determinar quiénes
son los que tienen la cualidad para dar inicio al proceso y obtener resolución mediante
sentencia; en los delitos de acción publica la titularidad de la acción corresponde
exclusivamente al estadomediante instituciones constituidas previamente para tal fin, es
decir, instituciones que tienen como finalidad perseguir y solicitar al órgano embestido de
jurisdicción la sanción por la comisión de los hechos punibles investigados, y por eso son
denominados de esa manera, mientras que los delitos de acción privada corresponde
a la víctima impulsarlo hasta obtener favorable sentencia, en estos delitos, los de acción
privada, el ejercicio de la acción no corresponde exclusivamente al estado.
CARACTERES DE LA ACCION PENAL.
Es de suma importancia estudiar y analizar las características de la acción penal, pues en
ellas se verifica la diferencia que existe entre este tipo de acción con respecto a la
acción civil, su importancia desde el punto de vista social y en particular que la hace tan
excepcional en referencia a su cualidad de ejercicio por parte del estado
La acción penal es exclusivamente publica debido a los siguientes razonamientos:
1. a) En relación a su finalidad. Como en el concepto general de la acción su fin no
es otro que el de iniciar y promover la decisión del órgano jurisdiccional sobre una
determinada relación procesal; lo buscado es que el órgano del estado actúe y
decida la controversia surgida.
2. b) En relación a su objeto. Busca no otra cosa que la aplicación de una norma
penal a un caso concreto, que por cuestiones de orden público y seguridad social
debe ser exclusivamente responsabilidad del estado, y bien sabemos que, sin el
mantenimiento del orden jurídico en un país, las instituciones jurídicas creadas en las
leyes fundamentales pierden credibilidad, eficacia y se pierde la paz social como
norte de un país. La acción penal es publica por su naturaleza.
3. c) En relación a la extensión de su ejercicio. La acción penal no pierde ese
carácter aun cuando el agraviado se constituya en acusador, pues la actividad no
está dirigida sino a requerir al órgano jurisdiccional competente para que este actúe
debidamente.
De la definición anterior, te podrás percatar que el “pretender” solicitar algo a otro sujeto, no
necesariamente significa que tengas derecho o no a ello.
¿QUÉ ES LA ACCIÓN?
En materia de derecho procesal, la acción es la facultad de impulsar la actividad
jurisdiccional, es decir, al ser ejercitada, el Juzgador deberá resolver la pretensión que integra
la demanda o escrito jurídico que sea presentado.
Carlos Arellano García, en su libro Teoría General del Proceso, cita al Licenciado Cipriano Gómez
Lara en la página 254, donde señala lo siguiente: “Así, el derecho subjetivo es algo que se tiene o
que no se tiene y, por el contrario, la pretensión es algo que se hace o no se hace, es decir, la
pretensión es actividad, es conducta. Es claro que la existencia de un derecho subjetivo, se puede
derivar una pretensión y, de la existencia de la pretensión, se puede llegar a la acción, como
una de las formas de hacer valer la pretensión. En concepto nuestro, la pretensión es la
determinación de la reclamación o exigencia de un sujeto frente a otro que hipotéticamente deberá
desplegar una conducta para satisfacer tal reclamación o exigencia.”1
¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE ACCIÓN Y PRETENSIÓN?
En artículos anteriores hice una especie de línea del tiempo donde podías percatarte sobre que es
primero, si una pretensión o una acción, no te preocupes, volveré a colocarlo:
DERECHO SUBJETIVO -> PRETENSIÓN -> ACCIÓN
Cómo puedes darte cuenta, para que puedas ejercer una acción, es necesario que primeramente exista
un derecho subjetivo a tu favor, y después de ello, que tú pretendas ejercerlo a través de
una acción.
DERECHO SUBJETIVO = Algo que se tiene o no se tiene.