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MIENTRAS ESPERAMOS ¿QUÉ?

INTRO: a lo largo de estos últimos 2000 años cada evento que resultara en una amenaza
para la humanidad era interpretado en clave apocalíptica. Cada epidemia, catástrofe,
rumor de guerra, etc., se considera como una especie de señal del fin del mundo.
La Iglesia pone su énfasis no tanto en el fin sino en el regreso de Cristo. Que
obviamente, traerá el fin del sistema mundo como lo conocemos.
El acento se pone en dos cuestiones:
- Las señales que predijeron, primero los profetas del AT, luego Jesús y
posteriormente los apóstoles.
- La persecución hasta la muerte de los creyentes.
La cuestión de las señales, hay que reconocerlo, es bastante ambigua. No está pasando
hoy en día algo que no haya ocurrido en el pasado.
Y con respecto a dar la vida (o morir), por Cristo, si bien es necesario que la iglesia
actual recuerde que es una posibilidad, lo cierto es que desde el primer día que fuimos
llamados para seguir a Jesús el punto estaba claro.
Por ej: todos los cristianos del primer y segundo siglo, perseguidos o no, reconocían
que eran parte de un grupo minoritario al que no se le respetarían sus derechos, que serían
mal entendidos y difamados por los incrédulos. En otras palabras, entendieron que seguir
a Jesús implica un costo.
¿QUÉ NOS PERDIMOS?
Hoy no voy a hablar de ninguna de estas dos cuestiones, sino de la cuestión central
cuando pensamos en el regreso del Señor.
Ya les dije que, en mi opinión, los dos eventos más importantes que tenemos por delante
son dos: la Gran Tribulación y el Regreso en persona del Señor Jesucristo. A lo que
agregaría que, en vista de esto, que la actividad más importante de la iglesia es la obra
misionera: Mt.24:14 Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como
testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin. 
Creo que nos perdimos el énfasis que hace la Biblia en la forma de vivir del creyente en
vísperas del regreso del Señor.
Lo que digo es que, cuando la Biblia habla del regreso del Señor y del fin del mundo,
pone el acento en nuestra conducta:
- qué estamos persiguiendo en la vida,
- cómo estamos tratando a los demás,
- cómo manejamos nuestra sexualidad, el dinero, la familia, el tiempo, etc.
Porque si la esperanza (lo que espera) del cristiano es el regreso de su Señor, se entiende
que viva a la luz de esa realidad. No vive pensando (no debería), en que falta mucho
para que él tenga que presentarse delante de su Señor, sino que vive sabiendo que puede
que sea hoy mismo.
En otras palabras, lo que uno espera moldea en cómo uno vive.
De ahí que el acento esté sobre la cuestión de cómo tenemos que vivir siendo que el Señor
está viniendo.
Les voy a demostrar que ÉSTE ES EL ÉNFASIS de la Biblia cuando habla del
regreso del Señor:
(Tit 2:12-13) Y se nos instruye a que nos apartemos de la vida mundana y de los placeres
pecaminosos. En este mundo maligno, debemos vivir con sabiduría, justicia y devoción a
Dios, mientras anhelamos con esperanza ese día maravilloso en que se revele la gloria
de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.
(2Pe 3:11-14) Puesto que todo va a ser destruido de esa manera, ¡con cuánta santidad y
devoción deben vivir ustedes! Esperen la llegada del día de Dios, y hagan lo posible por
apresurarla. Ese día los cielos serán destruidos por el fuego, y los elementos se derretirán
entre las llamas; pero nosotros esperamos el cielo nuevo y la tierra nueva que Dios ha
prometido, en los cuales todo será justo y bueno. Por eso, queridos hermanos, mientras
esperan estas cosas, hagan todo lo posible para que Dios los encuentre en paz, sin
mancha ni culpa.
Mateo 24:45–51 nos advierte que sirvamos humildemente a nuestros compañeros siervos
en lugar de señorearlos, ya que todos responderemos al único Señor.
Rom 13:12-14 ¡Ya casi llega el momento! Así que dejemos de pecar, porque pecar es
como vivir en la oscuridad. Hagamos el bien, que es como vivir en la luz. Controlemos
nuestros deseos de hacer lo malo, y comportémonos correctamente, como si todo el
tiempo anduviéramos a plena luz del día. No vayamos a fiestas donde haya desórdenes, ni
nos emborrachemos, ni seamos vulgares, ni tengamos ninguna clase de vicios. No
busquemos pelea ni seamos celosos. Más bien, dejemos que Jesucristo nos proteja. 
1Co 1:8 En los mantendrá firmes hasta el fin, para que nadie los acusé de haber hecho
algo malo, en el día de la Venida de nuestro Señor Jesucristo.
2Co 5:10 Porque todos nosotros vamos a tener que presentarnos delante de Cristo, que es
nuestro juez. Él juzgará lo que hicimos mientras vivíamos en este cuerpo, y decidirá si
merecemos que nos premie o nos castigue.  
1Co 3:13-15 Pero, cuando llegue el fin del mundo, Dios pondrá a prueba lo que cada uno
enseñó. Será como probar con fuego los materiales que usamos para la construcción. Si
lo que uno enseñó pasa la prueba del fuego, recibirá un premio. En cambio, si no pasa
esa prueba, lo perderá todo, aunque él se salvará como si escapara del fuego.
Flp 3:18-20 Hay muchos que viven como si la muerte de Cristo en la cruz no sirviera de
nada... Esa gente va a terminar en el infierno. Vive sólo para comer, y está orgullosa de
lo que hace, cuando en realidad debería sentir vergüenza. Sólo piensa en las cosas malas
de este mundo. Nosotros, en cambio, somos ciudadanos del cielo, y esperamos que de allí
vuelva nuestro Salvador, el Señor Jesucristo.
(Col 3:3-5) Pues ustedes ya han muerto para el mundo, y ahora, por medio de Cristo,
Dios les ha dado la vida verdadera. Cuando Cristo venga, también ustedes estarán con él
y compartirán su gloriosa presencia. Por eso, den muerte a todos sus malos deseos; no
tengan relaciones sexuales prohibidas, no sean indecentes, dominen sus malos deseos, y
no busquen amontonar dinero, pues es lo mismo que adorar a dioses falsos.
1Ts 2:19 Teníamos deseos de verlos, pues cuando nuestro Señor Jesús regrese y nos pida
cuentas, nos sentiremos orgullosos, felices y seguros de nuestro trabajo por ustedes.  
1Ts 3:13 También le pedimos al Señor Jesús que les dé fuerzas para confiar plenamente
en Dios, y les dé también un corazón puro y sin pecado. Así, cuando él venga con todo su
pueblo elegido, nadie podrá acusarlos de nada delante de Dios. 1Ts 4:3 La voluntad de
Dios es que sean santificados; que se aparten de la inmoralidad sexual;
1Ts 5:6-7 Por eso, debemos mantenernos alerta y vivir correctamente, y no tan
despreocupados como viven algunos. Los que viven pecando y emborrachándose, y sin
preocuparse por el regreso del Señor Jesús, realmente viven en la oscuridad.
1Ti 6:14 te pido que obedezcas todo lo que te ordeno, para que nadie pueda acusarte de
nada. Haz esto hasta que vuelva nuestro Señor Jesucristo,  
2Ti 4:1-2 Cuando Jesucristo venga como Rey, juzgará a todos, tanto a los que estén vivos
como a los que estén muertos. Por eso pongo a Dios y a Jesucristo por testigos de lo que
te ordeno. Tú anuncia el mensaje de Dios en todo momento. Anúncialo, aunque ese
momento no parezca ser el mejor. Muéstrale a la gente sus errores, corrígela y anímala;
instrúyela con mucha paciencia.
Heb 10:35-37 No pierdan, pues, su confianza, porque ella les traerá una gran
recompensa. Ustedes necesitan tener fortaleza en el sufrimiento, para hacer la voluntad
de Dios y recibir así lo que él ha prometido. Pues la Escritura dice: “Pronto, muy pronto,
vendrá el que tiene que venir. No tardará.
Heb 11:16 pero ellos deseaban una patria mejor, es decir, la patria celestial. Por eso,
Dios no se avergüenza de ser llamado el Dios de ellos, pues les tiene preparada una
ciudad. V.26 Consideró de más valor sufrir la deshonra del Mesías que gozar de la
riqueza de Egipto; porque tenía la vista puesta en la recompensa que Dios le había de
dar.
Heb 12:14 Traten de vivir en paz con todos, y de obedecer a Dios; porque si no lo hacen,
jamás lo verán cara a cara. 
Stg 5:8-9 Así también ustedes, manténganse firmes y aguarden con paciencia la venida
del Señor, que ya se acerca. No se quejen unos de otros, hermanos, para que no sean
juzgados. ¡El juez ya está a la puerta! 
1Pe 1:7 Porque la fe de ustedes es como el oro: su calidad debe ser probada por medio
del fuego. La fe que resiste la prueba vale mucho más que el oro, el cual se puede
destruir. De manera que la fe de ustedes, al ser así probada, merecerá aprobación, gloria
y honor cuando Jesucristo aparezca. V.13 Por eso, estén atentos y piensen bien lo que
van a hacer, para que siempre hagan lo correcto. Y confíen plenamente en que Dios los
tratará bien cuando regrese Jesucristo.  
1Jn 2:17 Pero lo malo de este mundo, y de todo lo que ofrece, está por acabarse. En
cambio, el que hace lo que Dios manda vive para siempre. 2:28 Ahora, hijos míos, sigan
unidos a Cristo. Así, cuando él regrese, lo estaremos esperando confiadamente y no
pasaremos por la vergüenza de ser castigados.
1Jn 3:2-3 Queridos míos, desde ahora somos hijos de Dios, y lo que seremos no se ha
manifestado todavía. Sabemos que cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque
lo veremos tal cual es. Y todos los que tienen esta gran expectativa se mantendrán puros,
así como él es puro. 
Apo 16:15 «¡Cuidado! ¡Vengo como un ladrón! Dichoso el que se mantenga despierto,
conservando su ropa, no sea que ande desnudo y pase vergüenza por su desnudez.»
22:12 «¡Pongan atención! ¡Yo vengo pronto! Y traigo el premio que le daré a cada
persona, de acuerdo con lo que haya hecho.  
¡Quedó claro! una y otra vez que nuestra expectativa del regreso del Señor tiene que
afectar nuestra manera de vivir.
No podemos (debemos) vivir como los que no tienen esa esperanza. ¿Cómo viven?
- acumulando
- entretenidos
- con miedo
- con desesperanza
- en impureza
Gente, al final lo cuenta es lo que va a durar para siempre. Vivamos acá con la mirada
en ese Día.
En todo lo que hagamos…
- Hagámoslo para él
- Que sea de su agrado.
- Que merezca su aprobación.
Vamos a servirlo en cada detalle de nuestras vidas. Como hombres y mujeres que
celebramos nuestra esperanza.
La segunda venida del Señor Jesús no es una doctrina para debatir tanto como una
expectativa para vivir.

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