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JORNADAS DE LA CONSERVACIÓN 2001 “HACIA UNA ECOLOGÍA SOCIAL”

UNA NUEVA TECNOLOGÍA PARA UNA NUEVA SOCIEDAD

Presentación

Este texto, se presenta en el marco de las Jornadas de Conservación

2001 organizadas por el Min. del Ambiente. La razón principal de exponerlo
aquí, es generar una reflexión de fondo ante la necesidad de iniciar
procesos sociales alternativos, distintos, coherentes con los valores y
principios que sustentan la refundación de la República. De hacer
coherentes los ideales que inspiran la revolución actual, con las maneras
de llevarla a cabo. La intención última es defender la necesidad de una
tecnología para una nueva sociedad, visión que debe ser analizada por
todos y en especial por los líderes morales y políticos del proceso de
cambio.

En Venezuela prevalece la ilusión del progreso a través del desarrollo de

la máquina. La adopción de tecnologías de punta y el crecimiento
industrial, no resuelven el problema de la pobreza, “Una sociedad que
define el bien como la satisfacción, máxima, por el mayor consumo de
bienes y servicios industriales, mutila en forma intolerable la autonomía de
la persona” (Ivan Ilich) La industrialización se impone como el paradigma a
la solución de las necesidades humanas, lo cierto es que los medios se
transforman en fines, las necesidades reales terminan sustituidas por las
necesidades de la industria y el crecimiento del capital que lo motoriza, en
detrimento de las personas y el ambiente. La naturaleza “... Es nuestro
capital biológico, el aparato básico del cual depende toda nuestra
actividad. Si la destruimos, nuestra tecnología, más avanzada se volverá
cero y cualquier sistema económico y político que dependa de ella se
arruinará. Pero paradójicamente, la mayor amenaza a la integridad de
este capital biológico es la misma tecnología” (Barry Commoner) Este texto son
notas para la reflexión que inviten a la participación, en especial de los
excluidos, de aquellos que la modernidad y el progreso apartaron al rincón
de la ignorancia y apagaron sus voces.

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BREVE HISTORIA

“En Occidente, la ciencia moderna nació la noche del 9 de diciembre

de 1609, en la que Galileo Galilei (1564-1642) dirigía por primera vez un
telescopio hacia el cielo. El filósofo inglés Francis Bacon (1561-1626) es
considerado el primero en establecer una teoría moderna de la ciencia al
defender la experimentación como único vehículo para contrastar la
verdad científica —es decir para construir un conocimiento inductivo a
partir de los experimentos—, pero fue Galileo el primero en ejercer ese
nuevo estilo de investigación científica que rompería con la tradición
deductiva de la filosofía natural de Aristóteles. Es en el Renacimiento, con
la modernidad, cuando nace una tecno-ciencia: una técnica (techné)
imbuida del conocimiento científico (logos), a la que se llamará
tecnología.” (Diego Moñux Chércoles)

“El Renacimiento comenzó siendo individualista para terminar en la

masificación, comenzó volviéndose hacia la naturaleza para terminar en la
máquina, comenzó reivindicando al hombre para concluir en la
abstracción de la ciencia”. (Ernesto Sábato)

“Luego vendrían la revolución científica de Newton y la Primera

Revolución Industrial (que comenzaba a finales del XVIII) y el auge
racionalista del XIX. La capacidad de racionalización (ciencia) y de
transformación (tecnología) de la naturaleza aumentaban sin descanso en
Europa. El siglo XX heredaba la tradición positivista del XIX, tradición que
presuponía la racionalidad de las ciencias naturales y cuyo objetivo era la
búsqueda de un modelo irrefutable de justificación de las teorías
científicas. La creencia ciega en el método científico como respaldo de un
conocimiento objetivo sustentaba la concepción de la ciencia y la
tecnología como actividades autónomas y valorativamente neutras:
independientes de cualquier condicionante externo social, psicológico o
moral y, en consecuencia, ajenas a cualquier juicio de valor”. (Diego Moñux
Chércoles)

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EN NUESTRO CONTEXTO

En el siglo XIX, después de la guerra independentista, la historia ofreció a

la América la oportunidad de hacer realidad la utopía, de lograr la
alternativa civilizatoria para el mundo, sobre la base de la soberanía y la
libertad, de valores esenciales de luchas emancipadoras indígenas, negras
y mestizas contra la conquista y colonización occidental.

A pesar de las luchas y victorias mantuanas para el control del poder

económico y político, el pueblo nunca percibió la libertad, porque para el
pueblo indígena, pardo, mestizo o negro, el colono era el blanco (español
o criollo), con sus ciudades aparte, con valores ajenos a los mitos
populares. Para la sociedad mantuana el populacho no tenía valores, más
aún, para ellos, el pueblo con sus mitos y costumbres negaban los valores
de la sociedad mantuana. Por tanto afirmamos que por más esfuerzos de
nuestro Libertador de lograr una patria grande, brillando en las luces y
moral republicanas, por más consejos del filósofo de América Simón
Rodríguez de inventar nuestro propio modelo, con nuestras lenguas
madres, de recolonizar la patria grande con su propia gente con las
costumbres y espiritualidad nativas, no se logró DESCOLONIZAR la Patria. La
revolución de Bolívar, de Sucre y Rodríguez fue traicionada.

Para entonces los medios de producción se sustentaban en la mano de

obra esclava, las nuevas repúblicas seducidas por el mito que la
tecnología sustituye la mano de obra esclava y proporciona mayor
felicidad a los pueblos, escogió continuar con los valores occidentales, se
divide LA GRAN NACIÓN, fragmentando la esperanza, y convencidos del
paradigma industrialista, se adoptó el modelo occidental de desarrollo,
desatendiendo el llamado de nuestros guías filosóficos a ser originales.

Desde el instante en que los gobernantes de nuestras recién fundadas

repúblicas, acogen los modelos civilizatorios europeo y norteamericano,
sustituimos la dominación española por la dominación de la sociedad
industrial y recomienza la historia de dependencia en nuestro continente.
Se reinstala el colonialismo occidental, el mundo se divide en dos opciones
civilizatorias, el bloque comunista-socialista y el capitalista, con el
denominador común del “modelo industrialista de desarrollo”. Si antes
éramos la periferia expoliada por las metrópolis europeas, ahora somos los
exportadores de materia prima de la gran industria occidental y
consumidores de su manufactura e ideología. La tecnología industrialista,
capitalista o socialista, no tiene como finalidad “...La vida y alentar los
procesos de (su) crecimiento y florecimiento, sino explotar el poder y poner
una parte cada vez mayor del ambiente y de la vida humana bajo formas
de control y regimentación más y más rígidas”. (Munford, L.)

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 Desde la conquista hasta nuestros días, los sectores de poder han
mancillado la virtud de los pueblos primigenios y mestizos, y en vez de erigir
la DIGNIDAD de nuestro gentilicio y origen, ALENTARON el servilismo y la
sumisión, o enseñaron la SOBERBIA, la violencia irracional entre humanos, y
contra la naturaleza.

EL DOGMA DE LA CIENCIA Y TECNOLOGÍA

La práctica constante de dominación del hombre sobre la naturaleza lo

hizo producir nuevas tecnologías para aumentar su poder. Pero el control
del hombre sobre los procesos tecnológicos fue reemplazado por el control
de la tecnología sobre los procesos sociales e individuales. “Durante un
siglo, la humanidad se entregó a una experiencia fundada sobre la
siguiente hipótesis: la herramienta puede sustituir al esclavo. Ahora bien, se
ha puesto de manifiesto que, aplicada a estos propósitos, es la
herramienta la que hace al hombre su esclavo.” (Ivan Ilich)

La Tecnología Occidental, “NO ES NEUTRA”, en su implantación tiene

implícita una estructura institucional que reproduce relaciones de
dominación, sin menoscabo del respeto a la persona, su cultura, historia y
el ambiente. El desarrollo desde la perspectiva occidental impone lo que
pudiéramos llamar una “mentalidad maquinista”, la cual aplicamos sin
querer, de manera inconsciente en todas nuestras actividades cotidianas,
se mecanizan las relaciones, se impone la división del trabajo desde la
familia. Sin querer, de manera inconsciente aplicamos la “mentalidad
maquinista” en nuestro lenguaje y acción, ya que la manera de
instrumentar la institucionalidad tecnológica es internalizando valores en el
seno de los procesos sociales e individuales, escuchamos términos como
maquinaria política, gerencia social, empresa social, aparato político, y
muchos otros de uso y práctica cotidiana.

La subordinación humana ante la tecnología genera una clase de

excluidos “los ignorantes del saber occidental” que representan la
mayoría. Entonces es necesario educarlos, “gerenciar” los procesos
sociales y políticos, incorporarlos a la empresa del saber, de tal manera
que la globalización como hecho ineludible pueda imponerse sin
resistencia. ELIMINAR EL DERECHO A LA PALABRA SENCILLA Y A LA
AUTONOMÍA.

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 “Los doctrinarios del Progreso habían imaginado que la humanidad
avanzaría de la Oscuridad hacia la Luz, de la Ignorancia hacia el
Conocimiento.

La realidad ha resultado mucho más complicada, y si esa previsión ha

resultado cierta para la humanidad como un todo, ha resultado
diametralmente equivocada para el hombre individual. A medida que la
ciencia ha avanzado hacia la universalidad, y por lo tanto hacia la
abstracción, se ha alejado del hombre medio, de sus intuiciones, de su
capacidad de comprensión.

La razón – motor de la ciencia – ha desencadenado una nueva fe

irracional, pues el hombre medio, incapaz de comprender el mundo e
imponente desfile de símbolos abstractos, ha suplantado la comprensión
por la admiración y el fetichismo de la nueva magia. Porque sus iniciados
tienen además el poder y un poder que es tanto más terrible cuanto
menos se le comprende.

Y mientras más imponente es la torre del conocimiento y más terrible el

poder allí encerrado más insignificante es el hombre de la calle, más
incierta su soledad.” (Ernesto Sábato)

“La redefinición del proceso de adquisición del saber, en términos de

escolarización, no sólo ha justificado a la escuela, al darle apariencia de
necesidad, sino que también, simultáneamente, ha creado una nueva
especie de pobres, los no escolarizados, y una nueva clase de segregación
social, la discriminación de los que carecen de educación por parte de los
orgullosos de haberla recibido.” (Ivan Ilich)

“... Condicionado para creer que la escuela puede ofrecerle una

existencia de conocimientos, llega a creer igualmente que los transportes
pueden ahorrarle tiempo, o que en sus aplicaciones militares, la física
atómica le puede proteger. Se apega a la idea de que el aumento de
salarios corresponde al de nivel de vida.” (Ivan Ilich) Se configura un Hombre -
Consumidor, no identifica la tecnología como medio y confunde la
necesidad con lo suntuario, acepta que determinen y planifiquen su
recreación, su rol en la sociedad, hasta sus necesidades de salud.

Se han demostrado patologías modernas, producto del modelo

occidental, las llamadas “enfermedades industriales”: diabetes, cáncer,
enfermedades cardiovasculares, entre otras y en lo psicológico: la
depresión, psicopatías, etc. Sin embargo la ciencia todopoderosa se ha
encargado de las soluciones y han generado toda una institución médica
y psicológica social para lograr, lo que en definitiva interesa: mantener

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activa la fuerza de trabajo, mantener a las personas dentro de los rangos
de normalidad institucional y garantizar el funcionamiento de la gran
máquina. Los problemas de salud, contaminación y pobreza los
delegamos a los “expertos”, el “mito de la autoridad científica”, nos
subordinamos ante la “sabiduría occidental” perdiendo y olvidando
nuestra naturaleza transformadora y el innato instinto de supervivencia. Nos
secuestran el derecho a la autonomía personal.

Y volvemos a ratificar que los “medios se transforman en fines”, el modelo

de producción industrial aumenta la polarización de la sociedad, el
crecimiento ilimitado provoca la destrucción del sentido de pertenencia y
punto de identidad de las personas hacia su ambiente natural y cultural. La
organización de la sociedad consumidora, amenaza el derecho de las
personas a sus tradiciones. El industrialismo, elimina la creatividad y
autonomía en el trabajo. La especialización y complejidad de los procesos,
limita la toma de decisiones políticas de la mayoría.

“ la gran industria posibilitaría un aumento de la producción hasta el

infinito, permitiendo con ello la creación de un régimen social donde se
lograría el pleno desarrollo de sus miembros y el libre empleo de sus fuerzas
y facultades” (Marx y Engel), al parecer a Marx y Engel, en esta sentencia, no
vislumbraron el carácter reproductivo de relaciones de poder opresoras
que el modelo industrialista tiene implícito. El bienestar social como objetivo
de la gran industria socialista o capitalista es por tanto, un espejismo. Por el
contrario, acentúa el distanciamiento entre ricos y pobres, la pobreza es el
resultado de la estructura del producto industrial, y la contaminación, de su
proceso. El aumento de la polaridad entre poderosos y débiles es efecto
de la estructura de la tecnología: la tendencia a controlar la producción
genera mayor centralización para producir más, por lo que la
globalización se justifica, en detrimento de los miles y miles de modos de
producción tradicionales del mundo y las culturas que le dieron origen.

La pobreza no es causa antropológica de contaminación ambiental (eso

es un mito generalizado en los foros ecológicos mundiales y utilizado frecuentemente por nuestros
gobernantes),
es el efecto de la contaminación social de un modelo donde la
producción del capital y la máquina que lo sostiene, tienen prioridad sobre
la persona.

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 Simón Rodríguez en su visionario pensamiento advirtió sobre el peligro del
pensamiento europeo y la prosperidad norteamericana, invitó a la
originalidad, visualizó el peligro de la enseñanza mecánica y
recomendaba: “antes de enseñar las letras y los números, los maestros
deben enseñar a pensar”, “enseñar a aprender”. Y reconocía la amenaza
del modelo industrialista cuando nos advertía: “si por tener tijeras superfinas
y baratas hemos de reducir a simples máquinas a quien las hace, prefiero
cortarme las uñas con los dientes”.

LA PREGUNTA BÁSICA ¿QUÉ HACEMOS?

¿Cómo rasgar el velo?, ¿Cómo deshacernos de las drogas imperceptibles,

las que contaminan el alma?

Esto implica un cambio del ser, una liberación que es instantánea desde
el mismo momento en que identificamos el problema, “no existe término
medio entre la inconsciencia y el despertar” (Ivan Ilich) Esto no implica una
nueva militancia dogmática, deshacernos de los vicios mentales y físicos es
parte del proceso, incluyendo la tendencia al dogma y tal vez no lo
logremos, pero lo que si es cierto que con despertar ya hacemos la
revolución del ser. A pesar que a nuestras mentes aceche el pensamiento
de: “el mal está hecho” no hay nada que hacer, pero muy a pesar de la
razón no se podrá evitar la conexión instintiva con el mundo que no
veíamos y aunque la razón se oponga, iremos al encuentro de la UTOPÍA.
Nuestra capacidad de asombro, nuestra disposición al cambio es
inherente a nuestra condición de venezolanos.

ALGUNAS PROPUESTAS

Nos atrevemos a proponer desde la “otra racionalidad” algunas ideas

que pueden convertirse en alternativas viables, sin que ello suponga la
exclusión de otras visiones del mundo, incluyendo la científico-
tecnológica:

1. RECONOCIMIENTO DE LA DEUDA ECOLÓGICA. La deuda ecológica

interna es la responsabilidad que tienen los gobiernos hacia la
naturaleza, sus comunidades y habitantes por la destrucción de
nuestro patrimonio natural, producto de la implementación de
políticas contaminantes, inspiradas y en algunos casos impuesta
desde países industrializados. “Y de los países industrializados por la
destrucción paulatina del planeta como efecto de su modelo
tecnológico, formas de producción y consumo, que se pretende
globalizar y que amenaza a las economías locales. Incluye la
apropiación ilegítima de la atmósfera y de la capacidad de

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 absorción del planeta. La Deuda Ecológica es la obligación y
responsabilidad que tienen los países industrializados del Norte con
nuestros países, por el saqueo y usufructo de sus bienes
naturales.” (campaña internacional y de la Coalición Latinoamericana y del Caribe,
JUBILEO 2000)

2. DEFINIR NUEVAS FORMAS DE MEDIACIÓN TECNOLÓGICA como la

posibilidad de iniciar la transición de un modelo desarrollista a un
MODELO AMBIENTALMENTE SUSTENTADO, la descentralización de
capitales y medios de producción, (es necesario acotar que el Gobierno
Nacional implementó una iniciativa afín a esta propuesta al decretar la existencia de una
ley de micro finanzas) la
adopción de tecnologías intermedias y
apropiadas. El objetivo es contribuir a que los habitantes de las
ciudades, pueblos y caseríos redefinan su ambiente social a partir de
sus deseos y posibilidades de transformación en un proceso que
reconozca al ambiente como centro para la reproducción de la
vida y logre integrarse a los ciclos y procesos naturales, con sentido
de NACIÓN-ESTADO. Esto implica necesariamente un cambio radical
de valores, una revolución de los ideales, el renacimiento civilizatorio,
reconociendo las realidades culturales y ambientales locales como
marco de referencia hacia la redefinición del concepto de “calidad
de vida”, y abandonar las aspiraciones importadas de modelos
occidentales de sociedades de alto consumos de energía,
contaminación e ilusiones de confort.

3. Saber y estar conscientes que existen otras sabidurías, otras maneras

de ver y explicarse el universo y sus procesos. Es necesario, no
solamente reconocer la existencia de conocimientos tradicionales,
sino plantearnos el DIALOGO DE SABERES. Reconocer la existencia de
diversas civilizaciones que en la actualidad claman por su espacio
vital. El DIALOGO DE SABERES implica la posibilidad de acordar la
armonía planetaria sobre la base del respeto de la diversidad
cultural y el trato de igual a igual. No se trata de dejar de prescindir
de la razón, al fin y al cabo es también producto del espíritu del
hombre, es lograr el diálogo entre razones para la convivencia
mundial, sobre la base del principio de AUTODETERMINACIÓN
CIVILIZATORIA.

4. El RECONOCIMIENTO DEL OTRO. “El Reino del hombre no es el

estrecho y angustioso territorio de su propio yo, ni el abstracto
dominio de la colectividad, sino esa tierra intermedia, en que suele
acontecer el amor, la amistad, la comprensión, la piedad. Solo el
reconocimiento de este principio nos permitirá fundar comunidades
auténticas, no máquinas sociales” (Ernesto Sábato). “La participación

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 solo puede ser mediante el diálogo horizontal” (Luís Carlos Rodríguez) el
reconocimiento del otro implica necesariamente el diálogo
horizontal, igual sucede en el seno de una comunidad y entre
comunidades, las instituciones “formales” inspiradas por la estructura
de funcionamiento de la máquina son verticales. El Estado
Venezolano debe iniciar su desinstitucionalización, con estructuras
verticales es imposible el diálogo, por lo que la participación como
principio constitucional es una ilusión.

5. Tener claro que la ciencia y tecnología son MEDIOS para lograr la

felicidad de los pueblos. Entonces es condición necesaria
descentralizar el haber, el poder y el saber. Y para ello hay que
recuperar nuestra capacidad para la participación. Recuperar
nuestra memoria histórica, las virtudes originarias, reivindicar y recrear
valores para la construcción de la Nueva República. Debemos erigir
una tecnología nueva, para una nueva sociedad, apropiada, en
armonía con el hombre y el ambiente, que pueda ser manejada por
todos y que, debido a su sencillez todos puedan comprenderla y
usarla con un pequeño entrenamiento de principios básicos.“Su
basamento energético ha de ser de integral aprovechamiento, y las
ideas básicas en que se sustenta han de ser de amplio dominio
público.” (Ibrahín López García)

6. EL DERECHO A LA PALABRA SENCILLA, devolver a las personas el

derecho a la palabra, el derecho a la competencia política. No
podemos delegar a los “expertos de la ciencia occidental fijar los
límites de la revolución”, tenemos que revisar esta cultura de
expertos y reivindicar la participación ciudadana, los expertos no
representan a los ciudadanos, forman parte de una élite cuya
autoridad se basa en la posesión exclusiva del saber no
comunicable. La participación personal, la experiencia y la
responsabilidad respecto al rol revolucionario de cada quien y la
reivindicación de la capacidad de interacción armónica con el
ambiente que tenían nuestros antepasados, darán lugar a procesos
colectivos de participación y protagonismo en la reconstrucción del
saber y la definición del presente y futuro.

7. RECUPERAR LA DIGNIDAD, para respetarnos mutuamente, en esa

medida inspiraremos respeto al resto del mundo, la sumisión servil y la
violencia desorganizada y mercenaria, son extremos que manifiestan
sutilmente el MITO DE INFERIORIDAD Y SUBDESARR0LLO de esa
operación ideológica que contamina nuestras mentes. Y que logran
justificar las intervenciones militares, económicas o tecnológicas a
cualquier escala por parte de las potencias. La resurrección

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 nacional, la revolución o la revuelta cultural es necesariamente un
proceso violento, de sustitución radical de la espiritualidad, nos
referimos a la violencia necesaria que afecta al ser,
DESCOLONIZACIÓN implica la sustitución de valores. Y esto supone la
confrontación en todos los ordenes, desde lo más interno de nuestros
seres.

8. Reivindicar La SOBERANÍA COMO UN VALOR que fue concebido por

nuestros antepasados desde una definición cultural propia, y como
tal debemos rescatarla, que confronte los procesos globales que
presiden el mundo de hoy; un valor, que logre impedir que nuestros
países sean un gran campo de experimentación de modelos
económicos de tránsito indiscriminado de intereses que atentan
contra la libertad, soberanía y la integridad de nuestro ambiente.

9. Ratificación de la SOBERANÍA SOBRE NUESTROS RECURSOS

NATURALES, valorar la Naturaleza como PATRIMONIO, “definido
como el conjunto de bienes adquiridos por herencia: conjunto de
bienes y derechos, materiales o espirituales, heredados de los
ascendientes. ... que permite crear un horizonte de referencia donde
acuden los miembros de un pueblo para afirmarse o distinguirse, es
por tanto uno de los elementos de lo que se llama identidad,
constituyen el espacio de referencia más preciso de sociedades y
pueblos”. Y no permitir valorar la Naturaleza como un capital, desde
una visión expoliativa.

10. CAMBIAR LA RESISTENCIA POR LA CONFRONTACIÓN a los valores de

la civilización occidental afianzados en las estructuras de
funcionamiento del Estado Venezolano y en el resto de las
instituciones nacionales incluidas las organizaciones de base, debe
ser meta común para recuperar nuestros espacios naturales y el
espíritu de lucha innato del venezolano. De la resistencia popular no
surge necesariamente la alternativa. Las contradicciones que
provoca la resistencia lleva una y otra vez a que modifiquen la
manera de dominio, domesticación y aislamiento de las luchas
sociales. Los movimientos populares y organizaciones de base no
tenemos problemas en definir el motivo de nuestra lucha, pero si en
lograr metas comunes, a causa de la fragmentación ideológica y la
imposición de un único pensamiento hija de la racionalidad
occidental.

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 11. CONTINUAR EL PROCESO CONSTITUYENTE, constituirnos para la
DESCOLONIZACIÓN, constituirnos para la instauración de la “
dignidad de ser”, de merecer por el logro. “Por eso hablamos de la
necesidad de la dignidad, ella es la conciencia de la posesión de un
cuerpo bello y poderosos capaz de emprender cualquier acción; es
la conciencia de ser parte de un pueblo con hechos, con logros y
potencialidades tan válidas y genuinas como cualquier otro” (Arnaldo
Esté)

TENGO LA SENSACIÓN DE QUE NOS LLEVARÍAMOS MEJOR CON ESTE MUNDO CURVILÍNEO SI
PENSÁRAMOS EN TÉRMINOS DE RAÍCES Y RAMAS, VIÑAS Y CEPAS, BOSQUES Y FIBRAS,
OLVIDANDO LAS ESTÉRILES ANGULARIDADES DEL METAL Y EL CUARZO, DONDE AÚN NO HA
DESPERTADO EL SUEÑO DE LA VIDA, DONDE LA ENERGÍA PUEDE FUNCIONAR RUIDOSAMENTE,
PERO AÚN NO HA APRENDIDO A SENTIR.
AL MENOS, DEJADME CREER - QUERIDOS NIÑOS - QUE HAY SEMILLAS EN LAS SUCIAS UÑAS
DE VUESTROS DEDOS, Y QUE VOLVERÉIS A COGER LAS FLORES.

ALAN WATTS

Escrito por: Franco Manrique

Caracas/Junio 2.001

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 BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

- Rodríguez, Simón OBRAS COMPLETAS, Univ. Simón Rodríguez, Caracas

1988
- López García Ibrahím, UNA NUEVA ENERGÍA PARA LA VIDA EN LA TIERRA.
CONAC, Caracas 1993
- Ilich Ivan. LA CONVIVENCIALIDAD. ,BARRAL Editores, Barcelona, España
1975.
- Marx, Engels, OBRAS ESCOGIDAS, 1971, Tomo II, p. 89- 90
- Esté Arnaldo, UNA ESCUELA PARA LA GENTE UNA UNIVERSIDAD PARA
VENEZUELA, Extensión UCV. Caracas 1983
- Sábato Ernesto, HOMBRES Y ENGRANAJES, Editorial emecé, 1979
- Moñuz Chércoles Diego, TECNOLOGÍA PARA EL DESARROLLO
“Hacia una comprensión de las relaciones entre tecnología, sociedad y
desarrollo” Editorial Ingeniería Sin Fronteras, España 2000
- A.A.V.V. ¡NO MÁS SAQUEO, NOS DEBEN LA DEUDA ECOLÓGICA!,
campaña internacional y de la Coalición Latinoamericana y del Caribe,
JUBILEO 2000. Acción Ecológica, España 1999
- Rodríguez Luís Carlos, HACIA UNA ECOLOGÍA SOCIAL, ponencia
presentada en el ENCUENTRO AMBIENTAL METROPOLITANO PARA LA
PARTICIPACIÓN CIUDADANA, Caracas 2001.

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