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ARQ

ISSN: 0716-0852
revista@edicionesarq.cl
Pontificia Universidad Católica de Chile
Chile

del Sol, Germán


Apunte fotográficos
ARQ, noviembre, 2013, pp. 16-23
Pontificia Universidad Católica de Chile
Santiago, Chile

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=37557594003

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APUNTES FOTOGRÁFICOS
Fotografías y textos de Germán del Sol

El afecto, los cuidados y las carreras de Llifén


7 de febrero de 2006.

El afecto proviene tal vez de los cuidados El cuidador que preparó el potro desaparece,
que cada uno presta a los demás, y el potro queda solo bajo los árboles;
¿y porqué no?, a sí mismo. para correr el jinete no tiene espuelas ni fusta,
las pide prestadas justo antes de la carrera;
Pensaba esto en las carreras de caballos a la chilena, el jinete parece contratado de toda la vida,
mientras el carro bomba venía a buscar pero en realidad lo fueron a buscar a las cuatro de la tarde;
a un par de bomberos haciendo sonar su sirena estaba esperando afuera del campo,
para ir a apagar un incendio, como quien espera que alguien lo salve.
conscientes de su importancia grande o pequeña,
que les da un lugar en el mundo, Pienso, a pesar de leer unas páginas de Pessoa
que casi todos aquí encuentran. que explica de modo brillante
que no hay nada que encontrar en un viaje,
Lo mismo da que este mundo sea grande o pequeño, que a él no le interesa en absoluto
todos al fin y al cabo queremos ser queridos en algún lado, porque lo que no está dentro de uno para él no existe,
quizá a imagen y semejanza de Dios, que como somos una parte de la creación,
a quien en su todopoderosa majestad nuestro ser interior no refleja sino
no se le ocurrió otro lugar mejor para hacerse querer, un punto de vista entre millones,
que en este redondo Llifén que es la tierra. que en parte se descubren saliendo de uno mismo,
por afecto o simple curiosidad hacia el mundo,
En una celebración a lo que es el pensamiento intuitivo que es más ancho y diverso que la imaginación más fértil,
aparentemente irracional, o el espíritu mejor iluminado.
ese que una vez pensamos que era espontáneo,
sin duda acumulado por siglos de resolver con éxito San Agustín dice que “la creación es un libro,
cuestiones vitales, y el que no viaja solo lee una hoja...”
todo se desarrolla bien en este Ascott pelusón y buena onda,
por gracia de la providencia. Te parecerá exagerado todo este cuento,
después de ir solo a las carreras.
Todo parece fruto del azar y de la suerte. Nada organizado. No sé si es fruto del aislamiento voluntario de la Quinta Chucao
Sin embargo la Providencia cuida al viejo porfiado, “el Pata de Lana”, o del recuento anual de cuentos y sorpresas,
que se pone en medio de la pista a la llegada de los jinetes, o una mezcla de las cosas que leo.
que corren a pie pelado y con espuelas,
y frenan el caballo entre saltos de matas; Coke, el cuidador del Chucao con sus mejores galas,
el contrario guarda la caja, fija las reglas, tan chupado que los pantalones se le caían por delante,
nadie pelea, todos gritan, los más borrachos puras leseras; y no por atrás como a los hip-hoperos,
los participantes más serios que un celebrante dejando ver la marca Hugo Boss, zapatos de Gore-tex,
en un antiguo rito muy importante. y una de mis camisas con las iniciales  en el bolsillo
(pensará que “” es otra marca más, supongo).

Queda después de todo, la inocencia y bondad del mundo rural,


donde tal vez, la agresividad de la naturaleza humana
se gasta en sobrevivir y no haciendo bobadas,
porque casi todos se necesitan unos a otros
para negociar la vida,
que aquí no se puede comprar callado
con una tarjeta en la mano, en una caja.

16 DEL SOL WENBORNE DEL SOL WENBORNE 17


APUNTES FOTOGRÁFICOS
Fotografías y textos de Germán del Sol

El afecto, los cuidados y las carreras de Llifén


7 de febrero de 2006.

El afecto proviene tal vez de los cuidados El cuidador que preparó el potro desaparece,
que cada uno presta a los demás, y el potro queda solo bajo los árboles;
¿y porqué no?, a sí mismo. para correr el jinete no tiene espuelas ni fusta,
las pide prestadas justo antes de la carrera;
Pensaba esto en las carreras de caballos a la chilena, el jinete parece contratado de toda la vida,
mientras el carro bomba venía a buscar pero en realidad lo fueron a buscar a las cuatro de la tarde;
a un par de bomberos haciendo sonar su sirena estaba esperando afuera del campo,
para ir a apagar un incendio, como quien espera que alguien lo salve.
conscientes de su importancia grande o pequeña,
que les da un lugar en el mundo, Pienso, a pesar de leer unas páginas de Pessoa
que casi todos aquí encuentran. que explica de modo brillante
que no hay nada que encontrar en un viaje,
Lo mismo da que este mundo sea grande o pequeño, que a él no le interesa en absoluto
todos al fin y al cabo queremos ser queridos en algún lado, porque lo que no está dentro de uno para él no existe,
quizá a imagen y semejanza de Dios, que como somos una parte de la creación,
a quien en su todopoderosa majestad nuestro ser interior no refleja sino
no se le ocurrió otro lugar mejor para hacerse querer, un punto de vista entre millones,
que en este redondo Llifén que es la tierra. que en parte se descubren saliendo de uno mismo,
por afecto o simple curiosidad hacia el mundo,
En una celebración a lo que es el pensamiento intuitivo que es más ancho y diverso que la imaginación más fértil,
aparentemente irracional, o el espíritu mejor iluminado.
ese que una vez pensamos que era espontáneo,
sin duda acumulado por siglos de resolver con éxito San Agustín dice que “la creación es un libro,
cuestiones vitales, y el que no viaja solo lee una hoja...”
todo se desarrolla bien en este Ascott pelusón y buena onda,
por gracia de la providencia. Te parecerá exagerado todo este cuento,
después de ir solo a las carreras.
Todo parece fruto del azar y de la suerte. Nada organizado. No sé si es fruto del aislamiento voluntario de la Quinta Chucao
Sin embargo la Providencia cuida al viejo porfiado, “el Pata de Lana”, o del recuento anual de cuentos y sorpresas,
que se pone en medio de la pista a la llegada de los jinetes, o una mezcla de las cosas que leo.
que corren a pie pelado y con espuelas,
y frenan el caballo entre saltos de matas; Coke, el cuidador del Chucao con sus mejores galas,
el contrario guarda la caja, fija las reglas, tan chupado que los pantalones se le caían por delante,
nadie pelea, todos gritan, los más borrachos puras leseras; y no por atrás como a los hip-hoperos,
los participantes más serios que un celebrante dejando ver la marca Hugo Boss, zapatos de Gore-tex,
en un antiguo rito muy importante. y una de mis camisas con las iniciales  en el bolsillo
(pensará que “” es otra marca más, supongo).

Queda después de todo, la inocencia y bondad del mundo rural,


donde tal vez, la agresividad de la naturaleza humana
se gasta en sobrevivir y no haciendo bobadas,
porque casi todos se necesitan unos a otros
para negociar la vida,
que aquí no se puede comprar callado
con una tarjeta en la mano, en una caja.

16 DEL SOL WENBORNE DEL SOL WENBORNE 17


Patagonia chilena
Septiembre de 2009.

Mi primer contacto con la Patagonia fueron historias de coraje y con mucha habilidad y medios. Y con un equipo de conocedores de
resistencia. Magallanes, que acuchilló en cubierta a tres oficiales la riqueza del país como Carlos Aldunate, Luis Osvaldo de Castro,
que se le revelaron en la bahía de Santa Cruz, antes de descubrir el Jorge Schmidt, por nombrar a quienes viajamos muchas veces, com-
estrecho, y morir después en una tonta escaramuza en las Islas de probamos que en Patagonia se puede pasear a gusto al aire libre
Las Especias. todo el año –en ese tiempo Torres del Paine se cerraba el 1 de marzo
O el viaje en bote, a través del mar de Weddell de Sir Ernest y se abría el 1 de diciembre de cada año–, y probamos los paseos
Shackleton, para buscar ayuda y rescatar a la tripulación del que después ofreceríamos a las visitas del hotel, con el conocimiento
Endurance que encalló en los hielos, lo que finalmente logró un y el entusiasmo que solo dan las experiencias de primera mano.
año y medio después con el piloto Pardo en la Yelcho. No cumplió El año 1993 con el hotel , la Patagonia chilena se abrió al
su sueño de llegar al Polo Sur, pero volvió con su tripulación sana mundo de los viajes de exploración de lujo. Y llamo lujo al privilegio
y salva. Su mujer cuenta que Shackleton no le comentó nada del de tener, por ejemplo, una conversación sin importancia, o reírse
viaje hasta que un día la miró y le dijo de repente: “Más vale un con gente que uno no conoce. Estar en un silencio no interrumpido.
burro vivo, que un león muerto”. O gozar de espacios abiertos amplios y sin cercos, y sentir que el
O los maravillosos cuentos de Coloane, Chatwin, Hudson, los tiempo está disponible en plenitud para hacer lo que uno cree.
restos de piel de milodón que encontró el capitán Eberhard cuyo Si el tiempo solo existe en relación con el espacio y la velocidad
nieto sigue viviendo en la Estancia Villa Luisa. O los testimonios de (= ), para alargar la sensación de tiempo, tal vez haya que bajar
vida entre los últimos Onas y Yámanas, del Padre Martín Gusinde, la velocidad caminando, o andando a caballo, en bicicleta o en bote,
y del misionero anglicano Lucas Bridges, que les permitió vivir en y aumentar el espacio disponible hasta que sea una inmensidad.
Harberton, su estancia cerca de Ushuaia, etc. En el año 2006, el Hotel Remota enriqueció a la Patagonia chi-
Cuando joven recorrí con amigos casi todo Chile entre Arica y lena como un destino mundial de viajes abierto en plenitud todo
Chiloé, a dedo, en tren, muchas veces a pie. Pero no tenía plata el año, porque combinó la experiencia de la naturaleza brutal de
para llegar a Patagonia, de la que sabía por don Carlos Stuven, que Torres del Paine, con la cultura viva de un puerto pesquero chico
en los años sesenta llevaba a su familia a pescar al que ahora es el como Puerto Natales, de las estancias y sus parques centenarios, y
Parque Nacional Torres del Paine. Contaba, por ejemplo, que una el trabajo en sus corrales, sus bodegas y en el campo.
vez acampando a orillas del río tuvo que quemar un puesto para Una noche hace años en la casa de Horacio Serrano en la
no congelarse. Hacienda Los Remolinos, aprendí que la falta de cosas esperadas
En 1988, , una línea aérea chilena, nos encargó remode- hacía aparecer bienes inesperados. Que la falta de luz eléctrica crea-
lar la Hostería Wala en la Isla Navarino, donde pasamos el verano ba proximidad, conversación y mostraba la oscuridad de la noche.
arreglándola con un grupo de maestros, conociendo navegantes Y que otras como el agua caliente, la leche, o el pan, todavía man-
aventureros e historias de travesías y naufragios en el Cabo de tenían la relación con su origen en el horno, la vaca, o el fuego que
Hornos. Y su faro que centellea en el fin de América. se hacía cada mañana debajo del tambor. El campo parecía salvaje,
Después de la inauguración de la hostería fuimos a conocer Torres inculto, un poco abandonado a su suerte. Quizá, el fervor no se
del Paine. Fue entonces que descubrí la Patagonia chilena, vasta, a enseña haciendo producir un campo, sino haciendo fervorosamente
veces verde, otras montañosa y nevada, sola o dispersamente habi- hasta lo más sencillo que nos toca hacer para que adquiera un sen-
tada. Una verdadera reserva mundial de belleza natural y cultural tido en la existencia.
casi intocada, entonces sin hoteles ni turistas. A la vuelta, le propu- En un viaje a Chile, el Secretario de Estado Norteamericano
se a José Luis Ibáñez Santa María que  hiciera un hotel allí, George Schultz visitó el Hotel Antumalal de Pucón invitado por
pero él dijo, “¿Porqué no propones mejor un proyecto de viajes al don Guillermo Pollak quien, viéndolo incapaz de desconectarse de
sur de América? sus tareas tan importantes para apreciar el lugar que la arquitectura
En un viaje en avión chico a Puerto Williams escribí de corrido los hacía aparecer en todo su esplendor, le dijo: “Mr. Schultz, le voy a
fundamentos del proyecto de viajes que después llamé , tal hacer el mejor regalo que puedo hacerle. ¿No sé por cuánto tiempo
vez como hago también ahora, para capear mejor las turbulencias. Ud. podrá aceptarlo? Y le puso una silla en medio del pasto mirando
En medio de la crisis de la uva de 1989, José Luis Ibáñez Santa hacia el lago Villarrica. Y me contó don Guillermo, que Schultz estu-
María me presentó a su hermano Pedro, quien llevó adelante la idea vo sentado inmóvil por lo menos quince o veinte minutos.

18 DEL SOL WENBORNE DEL SOL WENBORNE 19


Patagonia chilena
Septiembre de 2009.

Mi primer contacto con la Patagonia fueron historias de coraje y con mucha habilidad y medios. Y con un equipo de conocedores de
resistencia. Magallanes, que acuchilló en cubierta a tres oficiales la riqueza del país como Carlos Aldunate, Luis Osvaldo de Castro,
que se le revelaron en la bahía de Santa Cruz, antes de descubrir el Jorge Schmidt, por nombrar a quienes viajamos muchas veces, com-
estrecho, y morir después en una tonta escaramuza en las Islas de probamos que en Patagonia se puede pasear a gusto al aire libre
Las Especias. todo el año –en ese tiempo Torres del Paine se cerraba el 1 de marzo
O el viaje en bote, a través del mar de Weddell de Sir Ernest y se abría el 1 de diciembre de cada año–, y probamos los paseos
Shackleton, para buscar ayuda y rescatar a la tripulación del que después ofreceríamos a las visitas del hotel, con el conocimiento
Endurance que encalló en los hielos, lo que finalmente logró un y el entusiasmo que solo dan las experiencias de primera mano.
año y medio después con el piloto Pardo en la Yelcho. No cumplió El año 1993 con el hotel , la Patagonia chilena se abrió al
su sueño de llegar al Polo Sur, pero volvió con su tripulación sana mundo de los viajes de exploración de lujo. Y llamo lujo al privilegio
y salva. Su mujer cuenta que Shackleton no le comentó nada del de tener, por ejemplo, una conversación sin importancia, o reírse
viaje hasta que un día la miró y le dijo de repente: “Más vale un con gente que uno no conoce. Estar en un silencio no interrumpido.
burro vivo, que un león muerto”. O gozar de espacios abiertos amplios y sin cercos, y sentir que el
O los maravillosos cuentos de Coloane, Chatwin, Hudson, los tiempo está disponible en plenitud para hacer lo que uno cree.
restos de piel de milodón que encontró el capitán Eberhard cuyo Si el tiempo solo existe en relación con el espacio y la velocidad
nieto sigue viviendo en la Estancia Villa Luisa. O los testimonios de (= ), para alargar la sensación de tiempo, tal vez haya que bajar
vida entre los últimos Onas y Yámanas, del Padre Martín Gusinde, la velocidad caminando, o andando a caballo, en bicicleta o en bote,
y del misionero anglicano Lucas Bridges, que les permitió vivir en y aumentar el espacio disponible hasta que sea una inmensidad.
Harberton, su estancia cerca de Ushuaia, etc. En el año 2006, el Hotel Remota enriqueció a la Patagonia chi-
Cuando joven recorrí con amigos casi todo Chile entre Arica y lena como un destino mundial de viajes abierto en plenitud todo
Chiloé, a dedo, en tren, muchas veces a pie. Pero no tenía plata el año, porque combinó la experiencia de la naturaleza brutal de
para llegar a Patagonia, de la que sabía por don Carlos Stuven, que Torres del Paine, con la cultura viva de un puerto pesquero chico
en los años sesenta llevaba a su familia a pescar al que ahora es el como Puerto Natales, de las estancias y sus parques centenarios, y
Parque Nacional Torres del Paine. Contaba, por ejemplo, que una el trabajo en sus corrales, sus bodegas y en el campo.
vez acampando a orillas del río tuvo que quemar un puesto para Una noche hace años en la casa de Horacio Serrano en la
no congelarse. Hacienda Los Remolinos, aprendí que la falta de cosas esperadas
En 1988, , una línea aérea chilena, nos encargó remode- hacía aparecer bienes inesperados. Que la falta de luz eléctrica crea-
lar la Hostería Wala en la Isla Navarino, donde pasamos el verano ba proximidad, conversación y mostraba la oscuridad de la noche.
arreglándola con un grupo de maestros, conociendo navegantes Y que otras como el agua caliente, la leche, o el pan, todavía man-
aventureros e historias de travesías y naufragios en el Cabo de tenían la relación con su origen en el horno, la vaca, o el fuego que
Hornos. Y su faro que centellea en el fin de América. se hacía cada mañana debajo del tambor. El campo parecía salvaje,
Después de la inauguración de la hostería fuimos a conocer Torres inculto, un poco abandonado a su suerte. Quizá, el fervor no se
del Paine. Fue entonces que descubrí la Patagonia chilena, vasta, a enseña haciendo producir un campo, sino haciendo fervorosamente
veces verde, otras montañosa y nevada, sola o dispersamente habi- hasta lo más sencillo que nos toca hacer para que adquiera un sen-
tada. Una verdadera reserva mundial de belleza natural y cultural tido en la existencia.
casi intocada, entonces sin hoteles ni turistas. A la vuelta, le propu- En un viaje a Chile, el Secretario de Estado Norteamericano
se a José Luis Ibáñez Santa María que  hiciera un hotel allí, George Schultz visitó el Hotel Antumalal de Pucón invitado por
pero él dijo, “¿Porqué no propones mejor un proyecto de viajes al don Guillermo Pollak quien, viéndolo incapaz de desconectarse de
sur de América? sus tareas tan importantes para apreciar el lugar que la arquitectura
En un viaje en avión chico a Puerto Williams escribí de corrido los hacía aparecer en todo su esplendor, le dijo: “Mr. Schultz, le voy a
fundamentos del proyecto de viajes que después llamé , tal hacer el mejor regalo que puedo hacerle. ¿No sé por cuánto tiempo
vez como hago también ahora, para capear mejor las turbulencias. Ud. podrá aceptarlo? Y le puso una silla en medio del pasto mirando
En medio de la crisis de la uva de 1989, José Luis Ibáñez Santa hacia el lago Villarrica. Y me contó don Guillermo, que Schultz estu-
María me presentó a su hermano Pedro, quien llevó adelante la idea vo sentado inmóvil por lo menos quince o veinte minutos.

18 DEL SOL WENBORNE DEL SOL WENBORNE 19


La alfombra y el suelo
Ourzazate, Marruecos, 23 de mayo de 2006.

Las alfombras son el suelo propio


que el nómada lleva consigo.
Alfombras de seda de cactus
más frescas y suaves que la piedra,
una certeza transportable,
piso, cama, asiento,
frescura, suavidad, cuidados,
en ellas están pintadas
las historias de las familias,
son libros, riqueza, capital,
pasado que va con ellos,
tan leve como necesario,
suelo gentil que se enrolla
para llevar en el camello,
y se estira para dormir
cuando cae la noche,
con la dignidad que nunca tuvo
ni tendrá el mejor saco de dormir
nuestro...
porque la dignidad es un extra
de los cuidados
que la industria no puede ofrecer
a la masa en masa,
aunque habría que aceptar que
entre un buen vino
–que no tiene de natural
más que un jugo de uvas,
que sin el arte y la gracia
al día siguiente es in-tomable
porque se avinagra
y el agua que es pura naturaleza
y lo más que se puede hacer con ella
es embotellarla
media la misma distancia
y la industria sí ha conseguido
darle al vino la dignidad
que el rito pide para celebrarlo…
creo

20 DEL SOL WENBORNE DEL SOL WENBORNE 21


La alfombra y el suelo
Ourzazate, Marruecos, 23 de mayo de 2006.

Las alfombras son el suelo propio


que el nómada lleva consigo.
Alfombras de seda de cactus
más frescas y suaves que la piedra,
una certeza transportable,
piso, cama, asiento,
frescura, suavidad, cuidados,
en ellas están pintadas
las historias de las familias,
son libros, riqueza, capital,
pasado que va con ellos,
tan leve como necesario,
suelo gentil que se enrolla
para llevar en el camello,
y se estira para dormir
cuando cae la noche,
con la dignidad que nunca tuvo
ni tendrá el mejor saco de dormir
nuestro...
porque la dignidad es un extra
de los cuidados
que la industria no puede ofrecer
a la masa en masa,
aunque habría que aceptar que
entre un buen vino
–que no tiene de natural
más que un jugo de uvas,
que sin el arte y la gracia
al día siguiente es in-tomable
porque se avinagra
y el agua que es pura naturaleza
y lo más que se puede hacer con ella
es embotellarla
media la misma distancia
y la industria sí ha conseguido
darle al vino la dignidad
que el rito pide para celebrarlo…
creo

20 DEL SOL WENBORNE DEL SOL WENBORNE 21


Cuidados culturales
Febrero de 2010.

Cuidar el patrimonio cultural de Chile, somos los verdaderos dueños hoy importan a la gente más que la ciudad misma, Porque el fervor es la fuerza motora esencial
no significa sólo cuidar los objetos y edificios, de las artes de todos los pueblos, porque la ciudad actual es una red entrecruzada que no solo tienen los artistas o artesanos,
las fiestas y los ritos, y no los propietarios ocasionales, de cuidados comunes. para transformar la materia bruta que es la naturaleza,
sino y sobre todo cuidar que lo que hacemos, ni las naciones donde estas artes se originaron la lana, el palo, o el barro que reciben,
lo sigamos haciendo con los mismos cuidados. o terminaron siendo usadas o expuestas. Cuando se corta esta corriente fecunda, en belleza que dan,
no recibimos la vida en la ciudad sino también los ingenieros, los obreros o los comerciantes,
Pienso, que la cultura es la manera humana, Como no somos dueños de unos poemas de un poeta, como un estímulo sino como una frustración, para que la ciudad no sea un conjunto de obras esporádicas,
de apropiarse de las cosas por su comprensión. sólo por comprar sus libros. y se pierde la dignidad común, unas calles, unas casas, unos condominios cerrados,
de la que todos necesitan formar parte. unas plazas o unos parques por ahí todo muy bien iluminado,
Pienso que el patrimonio es ancho y diverso Hay un cuento de Borges, por allá unas autopistas, calles, autos, motos, camiones,
y tal vez pertenece a quienes más lo cuidan. en que un rey invita a un poeta a conocer su palacio. Quizá, ahora no hay solo que cuidar la ciudad misma, micros amarillas repintadas o buses articulados,
sus calles, sus plazas y sus casas, un río sin orillas que corre sucio y desangelado…
Y que quizá la megalomanía o la codicia El poeta después de visitarlo, sino que hay que cuidar que estén hechas con cariño, sino que la ciudad sea una totalidad
dice una palabra o una frase, –no se sabe– para que sean fruto del afecto, de un sereno término medio,
nos llevan a veces a tratar de poseer que comprende el palacio entero, y no solo del comercio inevitable. y sobretodo que tenga el afecto de la gente
demasiadas cosas, o extensiones enormes, y aunque se apropia de él, sin quererlo, para que la vea como ven a Nueva York los neoyorquinos:
para apartarlas para uno mismo, el rey lo manda matar, Por eso tratamos de mostrar mucho mejor de lo que es,
sin apreciarlas verdaderamente, ni cuidarlas. porque siente que se lo ha quitado. que la belleza de algunas cosas nuestras muy sencillas, una ciudad amable y fecunda para la vida.
proviene tal vez del cuidado con que están hechas,
Si las apreciamos en lo que valen, Algunos descuidos tan grandes más que de su ingeniosa capacidad de hacer mucho con poco
y hacemos algo por cuidarlas, como por ejemplo el Transantiago, para satisfacer tantas necesidades.

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Cuidados culturales
Febrero de 2010.

Cuidar el patrimonio cultural de Chile, somos los verdaderos dueños hoy importan a la gente más que la ciudad misma, Porque el fervor es la fuerza motora esencial
no significa sólo cuidar los objetos y edificios, de las artes de todos los pueblos, porque la ciudad actual es una red entrecruzada que no solo tienen los artistas o artesanos,
las fiestas y los ritos, y no los propietarios ocasionales, de cuidados comunes. para transformar la materia bruta que es la naturaleza,
sino y sobre todo cuidar que lo que hacemos, ni las naciones donde estas artes se originaron la lana, el palo, o el barro que reciben,
lo sigamos haciendo con los mismos cuidados. o terminaron siendo usadas o expuestas. Cuando se corta esta corriente fecunda, en belleza que dan,
no recibimos la vida en la ciudad sino también los ingenieros, los obreros o los comerciantes,
Pienso, que la cultura es la manera humana, Como no somos dueños de unos poemas de un poeta, como un estímulo sino como una frustración, para que la ciudad no sea un conjunto de obras esporádicas,
de apropiarse de las cosas por su comprensión. sólo por comprar sus libros. y se pierde la dignidad común, unas calles, unas casas, unos condominios cerrados,
de la que todos necesitan formar parte. unas plazas o unos parques por ahí todo muy bien iluminado,
Pienso que el patrimonio es ancho y diverso Hay un cuento de Borges, por allá unas autopistas, calles, autos, motos, camiones,
y tal vez pertenece a quienes más lo cuidan. en que un rey invita a un poeta a conocer su palacio. Quizá, ahora no hay solo que cuidar la ciudad misma, micros amarillas repintadas o buses articulados,
sus calles, sus plazas y sus casas, un río sin orillas que corre sucio y desangelado…
Y que quizá la megalomanía o la codicia El poeta después de visitarlo, sino que hay que cuidar que estén hechas con cariño, sino que la ciudad sea una totalidad
dice una palabra o una frase, –no se sabe– para que sean fruto del afecto, de un sereno término medio,
nos llevan a veces a tratar de poseer que comprende el palacio entero, y no solo del comercio inevitable. y sobretodo que tenga el afecto de la gente
demasiadas cosas, o extensiones enormes, y aunque se apropia de él, sin quererlo, para que la vea como ven a Nueva York los neoyorquinos:
para apartarlas para uno mismo, el rey lo manda matar, Por eso tratamos de mostrar mucho mejor de lo que es,
sin apreciarlas verdaderamente, ni cuidarlas. porque siente que se lo ha quitado. que la belleza de algunas cosas nuestras muy sencillas, una ciudad amable y fecunda para la vida.
proviene tal vez del cuidado con que están hechas,
Si las apreciamos en lo que valen, Algunos descuidos tan grandes más que de su ingeniosa capacidad de hacer mucho con poco
y hacemos algo por cuidarlas, como por ejemplo el Transantiago, para satisfacer tantas necesidades.

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