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La Vía Láctea

nuestra galaxia
Christine Allen
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Entre los objetos que podemos admi- de el remoto pasado a variados y poé- no hasta las primeras décadas del siglo
rar en el cielo en una noche oscura, ticos mitos y leyendas. El término Vía veinte, cuando se empezó a tener una
lejos de la luz de las grandes ciudades, Láctea (que significa camino lechoso) idea clara de la forma y de las dimen-
pocos presentan una apariencia tan es de origen romano, pero los prime- siones del sistema estelar del cual for-
notable y misteriosa como la Vía Lác- ros en denominarla “Galaxia” fueron mamos parte, de nuestra galaxia. An-
tea. Desde nuestras latitudes la obser- los astrónomos griegos Anaxágoras y tes de esas fechas no sabíamos siquiera
vamos como una tenue banda de luz Eratóstenes, quienes se referían a ella si en el Universo existían otros siste-
plateada y difusa que surca la bóveda como “Gala” (palabra que en griego mas estelares parecidos a ella, o si lo
celeste, aproximadamente en direc- significa leche). En la mitología grie- que ahora conocemos como la Galaxia
ción norte-sur. Aunque es visible a lo ga, la Galaxia se formó cuando Hera- constituía la totalidad del Universo.
largo de todo el año, la anchura y el cles, mientras era amamantado por su Hoy sabemos que nuestra Galaxia
brillo de la Vía Láctea son irregulares. madre, la diosa Hera, arrojó hacia el no es sino una entre una multitud de
Su máximo brillo podemos apreciarlo cielo un chorro de leche. Otras cultu- otras galaxias, y que como ella existen
en verano, cuando atraviesa las cons- ras dieron origen a diversas leyendas muchas otras. Un ejemplo cercano lo
telaciones de Scutum y Sagittarius. So- sobre la Vía Láctea que compiten en- constituye la galaxia espiral llamada
bre la blanquecina banda de luz se tre sí en imaginación y poesía; para NGC 4414. La visión moderna sobre el
aprecian regiones muy oscuras, así los incas era polvo dorado de estrellas; tamaño de la Vía Láctea ha ido sur-
como también pequeñas nubecillas de para los europeos, el sagrado camino giendo poco a poco en medio de gran-
alto brillo. Estas irregularidades en la que guiaba a los peregrinos por los Pi- des controversias científicas.
anchura y el brillo de la Vía Láctea se rineos para ir a Santiago de Composte- Galileo Galilei fue el autor de una
perciben claramente a simple vista, y la; para los egipcios, trigo esparcido en de las primeras explicaciones científi-
nos dan importantes claves para en- el cielo por la diosa Isis; y para los es- cas sobre la naturaleza de la Vía Lác-
tender la naturaleza y la estructura quimales, un sendero de nieve que tea. Hacia 1610, después de realizar las
del sistema estelar del que formamos surcaba la oscura bóveda celeste. primeras observaciones astronómi-
parte, es decir, nuestra galaxia. Pero, ¿qué es en realidad la Vía cas con el por entonces recién inventa-
La llamativa apariencia de la Vía Láctea? Esta pregunta, en apariencia do telescopio, Galileo publicó su obra
Láctea en el cielo ha dado origen des- tan sencilla, no encontró respuesta si- Sidereus Nuncius, el mensajero de las
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jambres esféricos compuestos por cen-
tenares de miles de estrellas, ligadas
entre sí por la fuerza de gravedad. Ac-
tualmente conocemos más de 150 cú-
mulos globulares en nuestra galaxia,
y sabemos que las galaxias externas
también cuentan con sus propios sis-
temas de cúmulos globulares.
El astrónomo norteamericano Har-
low Shapley había iniciado desde 1915
el estudio sistemático de los cúmulos
globulares e inventado un método pa-
estrellas, en la cual reporta que la di- “Universo de Kapteyn”. Lo más notable ra medir las distancias a ellos. Así pudo
fusa y blanquecina luz de la Vía Lác- de este modelo es su reducido tamaño, elaborar un mapa a escala de su distri-
tea se debe a la suma del brillo de un ya que su diámetro es de 55 000 años bución en el espacio y se percató de
gran número de estrellas, principal- luz, así como la posición central que en que tenía forma esférica. Con gran sor-
mente de estrellas muy débiles. Hoy él ocupa el Sol —características que no presa notó que el centro de la distri-
sabemos que nuestra Vía Láctea es eran hipótesis, sino desafortunadas bución no coincidía con el de las estre-
una galaxia que contiene más de cien consecuencias de no tomar en cuenta llas. También sorprendente resultó el
mil millones de estrellas. la absorción interestelar, que aún no tamaño del sistema de cúmulos, mu-
Muchos otros astrónomos y filóso- se descubría. Al igual que el modelo de cho mayor que el de todo el Universo
fos propusieron esquemas para des- Herschel, pretendía ser una descrip- de Kapteyn.
cribir nuestro sistema estelar. Entre ción del Universo entero, el cual, se- La figura 1 ilustra la contradicción
ellos destaca el filósofo alemán Im- gún el pensamiento de entonces, coin- entre los resultados de Shapley y Kap-
manuel Kant (1724-1804), con su idea cidía con la Vía Láctea. teyn. Puede verse claramente que los
de que nuestra galaxia es un “universo- Pero el Universo de Kapteyn pre- cúmulos globulares se ubican en un
isla”, y que como ella existen muchos sentaba un problema que habría de volumen mucho mayor que el que ocu-
otros. Las ideas de Kant tuvieron una resultar de fundamental importancia, pan las estrellas; además, los centros
profunda influencia en el pensamiento ya que su solución llevaría a un drásti- no coinciden. Para resolver la contra-
posterior. Cabe mencionar también el co cambio en las ideas astronómicas dicción, Shapley propuso que nuestro
esquema elaborado por William Hers- sobre la estructura y dimensiones de sistema estelar es en realidad mucho
chel, que data de fines del siglo XVIII y nuestra galaxia, sobre la existencia más grande que el propuesto por Kap-
que representó el primer modelo cien- de otras galaxias o “universos-islas” y teyn. El “universo” que Shapley pro-
tífico, observacional y cuantitativo pa- la situación de la nuestra en un Uni- ponía tiene la forma de un delgado
ra nuestra galaxia, aunque resultó fa- verso ahora enormemente mayor. El disco cuyo centro coincide con el cen-
llido principalmente porque aún no problema estaba relacionado con la tro del sistema de cúmulos globulares;
se había podido medir las distancias distribución en el espacio de los llama- su diámetro es de aproximadamente
a las estrellas. dos cúmulos globulares, que son en- 100 mil años luz, y el Sol está situado
Fue hasta principios del siglo vein-
te, cuando la calidad y la cantidad de
datos disponibles se había incremen-
tado notablemente y podía obtenerse
las distancias a las estrellas, cuando
el astrónomo holandés Jacobus C.
Kapteyn pudo refinar las técnicas de
Herschel y elaborar en 1922 un mo-
delo para nuestra galaxia, el llamado
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do el gas y polvo. Un halo esférico con- el de la galaxia. Oort también mostró
céntrico rodea el disco, y en él están que las órbitas de estas estrellas están
distribución situados los cúmulos globulares y algu- confinadas a un delgado disco. Así, la
de las estrellas
nas estrellas de características especia- imagen que emergía es la de nuestra
les. Más allá de los cúmulos globulares galaxia como sistema estelar cuya
se encuentra el espacio intergaláctico, componente dominante es un disco
distribución prácticamente vacío. A unos 150 mil de estrellas y gas, aplanado y en rota-
de los cúmulos
globulares años luz de nosotros se localizan las ga- ción, rodeado de un tenue halo esféri-
laxias externas más cercanas —las Nu- co. La rotación del disco nos permite
Figura 1. Modelo propuesto por Shapley para nuestra Ga- bes de Magallanes— y para llegar a la estimar la masa de la galaxia así como
laxia, basado en la distribución de los cúmulos globulares.
galaxia de Andrómeda hay que reco- su distribución.
rrer distancias de dos millones de Todo parecía así indicar que la Vía
años luz. Láctea es un sistema estelar similar a la
muy lejos del centro, a unos 50 mil Las galaxias externas, como la de galaxia de Andrómeda. Sin embargo,
años luz. El sistema de cúmulos globu- Andrómeda, son sistemas estelares la característica más llamativa de estas
lares tiene forma esférica y engloba independientes y ajenos a nuestra Vía galaxias es su estructura espiral: tienen
simétricamente el disco de estrellas. Láctea; corresponden a los universos- dos o más brazos que emanan de su
De esta manera, hacia 1922 los as- islas imaginados por Kant. El proceso región central. La pregunta surge de in-
trónomos se enfrentaban a dos concep- que llevó a reconocer que las galaxias mediato: ¿posee nuestra galaxia una
ciones radicalmente distintas sobre la externas, denominadas entonces ne- estructura espiral? La respuesta elu-
forma y el tamaño de nuestra galaxia, bulosas espirales, son enormes siste- dió a los astrónomos durante algunos
ambas basadas en datos por entonces mas estelares, análogos a nuestra Vía años, pero finalmente pudo mostrarse
confiables. Fue necesario que pasaran Láctea pero extremadamente lejanos, contundentemente la existencia de
otros diez años antes de que nuevas ob- constituye uno de los capítulos más brazos espirales en la Vía Láctea.
servaciones apoyaran decisivamente interesantes de la astronomía reciente;
el modelo propuesto por Shapley. Un mencionaremos sólo que, después de
avance fundamental fue el descubri- muchas discusiones, se llegó a la con-
miento, en 1930, de la llamada absor- clusión de que las dimensiones reales
ción interestelar. El astrónomo esta- del Universo excedían por varios órde-
dounidense R. J. Trumpler encontró nes de magnitud las contempladas en
pruebas contundentes de que el espa- el Universo de Kapteyn o incluso el de
cio entre las estrellas no era totalmente Shapley. Por cuanto se refiere a la Vía
transparente, sino que estaba permea- Láctea, nos hemos dado cuenta recien-
do por una tenue neblina de gas y pol- temente que de nuevo se habían sub-
vo. Tomando en cuenta los efectos de estimado sus dimensiones. No obstan-
la absorción en la determinación de las te lo anterior, la década de 1930 fue
distancias a las estrellas pudo resolver- fructífera en resultados sobre los movi-
se la contradicción en favor del esque- mientos de las estrellas en nuestra Ga-
ma de Shapley. laxia, y sobre la rotación de su disco.
El estudio de los movimientos de
Forma y dimensiones de nuestra galaxia las estrellas situadas en el entorno solar
llevó al astrónomo holandés J. Oort a
Hasta hace unas cuantas décadas se concluir que la gran mayoría de las es-
pensaba que nuestra galaxia es un dis- trellas de la Vía Láctea se mueven en
co plano en rotación, de unos 100 000 órbitas casi circulares, alrededor de un
años luz de diámetro, en el cual se con- centro situado a unos 25 000 años luz
centra la mayoría de las estrellas y to- del Sol, y que ese centro coincide con
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El problema estriba en que desde compresión del material galáctico, con estudios sobre los movimientos
la posición que ocupa el Sol en la Vía análogas a las ondas sonoras, que se de las estrellas en esa región, han re-
Láctea —ubicado en el disco y rodeado propagan en el disco galáctico. Ello lle- velado que, en realidad, el bulbo es
de multitud de estrellas, polvo y gas—, va a la concepción de los brazos espira- alargado, tiene forma de barra, su lon-
es difícil percibir las características les como estructuras transitorias, que gitud es unas tres veces mayor que su
globales de la galaxia. El astrónomo se forman al llegar la onda de densi- grosor, y apunta aproximadamente en
estadounidense W. Baade se dio cuen- dad, y se esfuman una vez que ésta ha dirección del Sol.
ta de que en las galaxias externas los pasado. Lo que persiste es el patrón Si fue difícil reconocer que el bulbo
brazos espirales quedan claramente espiral global. Pese a su indudable éxi- de nuestra Galaxia tiene en realidad
delineados por las estrellas azules más to, las ideas modernas sobre la estruc- forma de barra, el estudio de la región

brillantes y las nebulosas gaseosas, y tura espiral de las galaxias dejan aún central lo ha sido mucho más aún. El
propuso que para encontrar brazos es- muchos problemas sin explicar, y se interés se despertó desde la década
pirales en nuestra galaxia había que sigue trabajando en ellos. de 1950, cuando se encontró una fuen-
estudiar este tipo de objetos. La región central de nuestra Gala- te compacta que emite intensamente
La idea de Baade fue puesta en prác- xia es difícil de estudiar, pues se en- en radiofrecuencia. Hoy sabemos que
tica por W. W. Morgan y sus colabora- cuentra oculta tras densas nubes de esa fuente, llamada Sagittarius A*, es-
dores, quienes en 1951 publicaron el polvo. Fue necesario que se desarro- tá asociada a un hoyo negro situado
primer diagrama de la estructura es- llaran técnicas de observación en el justo en el centro de la galaxia.
piral de nuestra galaxia. En nuestros infrarrojo y desde satélites para poder La región central de la galaxia aún
días se sigue empleando la técnica su- obtener información confiable sobre encierra grandes misterios. Imagine-
gerida por Baade, pero se complemen- esta región. Hoy sabemos que, al igual mos que paulatinamente nos acerca-
ta con técnicas infrarrojas y radioas- que otras galaxias, la nuestra posee mos al centro de la galaxia, a unos 500
tronómicas, que han resultado ser de un bulbo rodeando la región central, años luz de Sagittarius A*, y notamos
fundamental importancia en el estudio el cual tiene unos 10 000 años luz de que la densidad de estrellas se vuelve
de la estructura de nuestra galaxia. radio y está formado principalmente cada vez mayor, y distinguimos nume-
La investigación sobre las causas por estrellas rojizas. rosas nubes de gas molecular, más ca-
de la formación de brazos espirales en Inicialmente, por simplicidad, se lientes y turbulentas que las nubes
algunas galaxias continúa siendo de supuso que la forma del bulbo es esfé- del disco. Más cerca aún del centro, a
gran actualidad. Se piensa que los bra- rica, pero observaciones recientes, prin- unos 25 años luz, nos encontramos
zos espirales pueden identificarse con cipalmente las del satélite COBE (Cosmic con un anillo de gas en rotación, y en
ondas de densidad, esto es, ondas de Background Explorer), en conjunción su interior, a 5 años luz del centro,
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una “cavidad” central, casi sin gas; cúmulo central han permitido trazar tren objetos pertenecientes al halo, o
ese escaso gas forma allí una mini- las órbitas de algunas de sus estrellas bien la distancia máxima que puedan
espiral. En esta región abundan las es- (figura 2). Estas órbitas implican la exis- alcanzar en su recorrido orbital aque-
trellas, incluso las jóvenes. Acercándo- tencia de una masa de aproximada- llos objetos que temporalmente se en-
nos aún más, a unos cuantos días luz mente 3.6 millones de veces la masa cuentren cerca del Sol pero que tengan
del centro, nos encontramos con un solar con un radio de menos de 6 ho- velocidades extremadamente altas, cer-
cúmulo de estrellas sumamente den- ras luz. La única alternativa hoy via- canas a la velocidad de escape.
so: un millón de veces mayor a la densi- ble para esta concentración de masa Los cúmulos globulares más leja-
dad que observamos cerca del Sol. Los es un agujero negro. Con ello, la Vía nos distan unos 150 000 años luz del
rápidos movimientos de estas estrellas Láctea constituye un interesante ejem- centro de la Galaxia, lo cual implica

(cuya velocidad sobrepasa 1 000 kiló- plo de una galaxia normal (es decir, que el radio del halo es de por lo me-
metros por segundo) nos han permiti- no explosiva) con un aguj ero negro nos de 150 000 años luz. Es un tama-
do conocer la masa del objeto central. supermasivo en su centro ño enorme si lo comparamos con el
Hasta muy recientemente se du- diámetro visual aparente que presen-
daba de la existencia de un agujero El halo galáctico y la Vía Láctea taría nuestra galaxia ante un observa-
negro central en nuestra galaxia. Sin dor externo a ella, o con el diámetro
embargo, las observaciones del denso Al igual que los brazos espirales, los aparente de galaxias parecidas a la
halos galácticos son más fáciles de dis- nuestra. Sin embargo, hay razones pa-
tinguir en galaxias externas a la nues- ra pensar que el halo se extiende has-
tra. La dimensión total del halo de ta distancias mucho mayores aún.
nuestra galaxia es difícil de determi- Mediante métodos ópticos y radio-
nar. Parte de la dificultad consiste en astronómicos se ha logrado estudiar la
que el halo es tenue, escasamente po- rotación de una serie de galaxias cerca-
blado, pero también que no es posible nas a la nuestra. La velocidad de rota-
establecer un borde nítido en el cual ción en cualquier punto de una galaxia
el halo termine abruptamente. Una in- está relacionada con la masa interior
dicación de la extensión del halo po- en ese punto. A mayor masa, mayor
dría ser el radio total del sistema de será la velocidad de rotación observa-
cúmulos globulares, otra podría ser la da. El resultado sorprendente ha sido
Figura 2. Órbitas de algunas estrellas cercanas al agujero distancia máxima, medida desde el que incluso a grandes distancias de su
negro central de la Vía Láctea.
centro de la galaxia, a la que se encuen- centro, las galaxias continúan rotan-
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do a velocidad casi constante; dicho en ella es insuficientes para ligar los sis-
otras palabras, la masa de las galaxias temas. Ello nos hace pensar que al
se extiende mucho más allá de sus dis- calcular la masa de las galaxias a partir
cos brillantes y es muy superior a la del material luminoso hemos cometi-
que podría inferirse a partir de éstos. do un error, y que en ellas debe haber
Así se concluye que la mayor parte mucho material oscuro que no contri-
de la masa de las galaxias está consti- buye a su luz, pero que sí contribuye a
tuida por materia no luminosa. De he- su masa. El error es grande: ¡solamen-
cho, la materia “oscura” no emite ra- te 10% de la masa es visible!
diación en ninguna de las frecuencias Claramente, es de gran importan-
que se ha explorado, desde los rayos cia establecer cuál es la verdadera ma-
gama y X hasta las ondas de radio; la sa y extensión de nuestra Galaxia. El
materia oscura delata su existencia estudio de los movimientos de estre- La velocidad que debería tener un ob-
únicamente a través de la fuerza gra- llas que momentáneamente se encuen- jeto cercano al Sol para que pudiera
vitatoria que ejerce sobre la materia tren cerca del Sol pero cuyas órbitas escaparse de la Galaxia es de unos 560
brillante, la cual sí emite radiación. galácticas las lleven a las regiones más km/s. De esta manera, se ha visto re-
Pero incluso antes de haberse ob- lejanas puede darnos información per- cientemente que la masa total de la
servado la rotación de las galaxias ex- tinente. Vía Láctea puede ser un billón de ve-
ternas ya había indicios de que la masa Las estrellas más veloces que se co- ces la masa del Sol, que el radio del ha-
de las galaxias debería ser mucho ma- nocen tienen velocidades, respecto del lo puede sobrepasar 300 000 años luz
yor que la que se infería a partir de sus centro de la galaxia, que llegan a sobre- y, al igual que en las galaxias externas,
discos y halos luminosos. Así por ejem- pasar 400 kilómetros por segundo. Pa- la mayor parte de esta masa es invisi-
plo, se conocen muchas galaxias do- ra efectos de comparación, mencione- ble. Los resultados más recientes de
bles y múltiples que parecen orbitar mos que la velocidad del Sol respecto muy diversa índole apuntan en la mis-
una en torno a otra. Para que ello ocu- del mismo centro es de aproximada- ma dirección: tanto la masa como la
rra, es menester que estén ligadas por mente 220 km/s. Puede calcularse que extensión de nuestra Galaxia son mu-
la fuerza gravitatoria mutua; sin em- una estrella que pase cerca del Sol a una cho mayores de lo que se pensaba ha-
bargo, la masa de la galaxia, que se in- velocidad de 400 km/s puede alcanzar ce apenas unas décadas.
fiere a partir de la materia visible en distancias de más de 150 000 años luz.
Su evolución temprana

En la actualidad pensamos que las ca-


racterísticas del halo galáctico son un
reflejo de las condiciones físicas que
se dieron en las primeras etapas de la
vida de la galaxia. En efecto, los po-
bladores del halo son, sin excepción,
estrellas extremadamente viejas, cuya
composición química es casi exclusi-
vamente hidrógeno y helio. La abun-
dancia de otros elementos químicos
en ellas son cientos o miles de veces
menores que las observadas en estre-
llas como el Sol, lo cual nos indica que
los pobladores del halo pertenecen a
las primeras generaciones de estrellas
que se formaron en la galaxia.
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Según ideas ahora ya clásicas, la las órbitas de los objetos del halo son Las generaciones subsecuentes de es-
Vía Láctea era inicialmente una gran muy excéntricas —su forma es casi rec- trellas se formaron a partir del gas del
nube de gas (principalmente hidróge- tilínea; no muestran ninguna preferen- disco; en él, los movimientos del gas
no y helio) en lenta contracción; las cia por el disco de la galaxia, su orienta- inicialmente fueron turbulentos, pero
primeras estrellas se condensaron en ción ocurre al azar. al cabo de poco tiempo se circulariza-
las partes más densas de ese gas; algu- Se ha propuesto que los diferentes ron, en consecuencia, las órbitas de las
nas de ellas (las de mayor masa) pasa- movimientos de los objetos del disco estrellas pertenecientes al disco son
ron rápidamente por su ciclo evoluti- y del halo son también una consecuen- planas, concéntricas y casi circulares.
vo, y le regresaron al gas los restos de cia de las condiciones que imperaban Estas ideas fueron desarrolladas
las reacciones nucleares que ocurrie- en las primeras etapas de la evolu- principalmente por O. Eggen, D. Lyn-
ron en su interior; en consecuencia, el ción de la galaxia. Cuando se conden- den-Bell y A. Sandage en un artículo
gas se enriqueció en elementos quími- saron las primeras estrellas, ésta era publicado en el año de 1962, ahora ya
cos más pesados que el hidrógeno, co- una nube de gas aproximadamente es- clásico. Desde entonces, ha habido mu-
mo el helio, el carbono, el nitrógeno, férica; las primeras generaciones de chos refinamientos y modificaciones
el oxígeno, etcétera. Algunas de las es- estrellas se precipitaron hacia su cen- al esquema. Hoy sabemos, por ejem-
trellas de las primeras generaciones tro de gravedad, casi en caída libre; de plo, que existen objetos anómalos: es-
(las de menor masa) aún sobreviven; ahí que sus órbitas sean muy alargadas trellas ricas en elementos pesados, pero
las observamos hoy como objetos muy y estén orientadas en todas direccio- con órbitas muy alejadas del plano o
viejos en el halo galáctico. nes. El gas no condensado en estrellas muy excéntricas, y viceversa; asimis-
Los movimientos de los objetos pronto se aplanó, formando un disco. mo se piensa que la materia oscura jue-
pertenecientes al halo son muy distin- ga un papel crucial en la formación de
tos a los del disco, en donde los movi- las galaxias, y que la captura de gala-
mientos de las estrellas y el gas están xias enanas es importante para enten-
confinados a un plano, y las órbitas son der la evolución de las grandes gala-
prácticamente circulares. En cambio, xias, como la Vía Láctea.

IMÁGENES tea. P. 25: Órbitas de algunas estrellas cercanas al agu-


Christine Allen Pp. 20-21: Vía Láctea; P. 22: Vía Láctea Austral, P. 23: jero negro central de la Vía Láctea (ApJ). P. 26: Foto-
Instituto de Astronomía, El modelo propuesto por Shapley para nuestra Galaxia, grafía parcial de la Vía Láctea en la constelación de
Universidad Nacional Autónoma de México. basado en la distribución de los cúmulos globulares; El Sagítario, Observatorio de Monte Wilson; E. Guillemin,
cielo del horizonte de París, 1870. Pp. 24-25: Vía Lác- El cielo del horizonte de París, 1870. P. 27: Vía Láctea.

THE MILKY WAY, OUR GALAXY

Palabras clave: Vía Láctea, Galaxia, absorción interestelar, Kapteyn, Shaple


Key words: Milky Way, galaxy, interstellar absorption, Kapteyn, Shapley

Resumen: En este trabajo se hace un breve recuento de las concepciones sobre el origen, forma y tamaño de nuestra galaxia y en cómo estas se modificaron con el
descubrimiento de la absorción interestelar para llegar a nuestra actual modelo de un disco de estrellas y gas aplanado y en rotación, rodeado de un tenue halo esféri-
co y acompañado de brazos espirales.
Abstract: This article offers a brief overview of conceptions regarding the origin, shape, and size of our galaxy and how they were changed by the discovery of inter-
stellar absorption to evolve into our present-day model of a flattened and rotating disk of stars and gas, surrounded by a tenuous spherical halo and adorned with
spiral tendrils.

Christine Allen Armiño es investigadora titular del Instituto de Astronomía, UNAM. En 2006 fue electa presidenta de la Comisión 26 (estrellas dobles y múltiples) de la
Unión Astronómica Internacional. Sus áreas de investigación son astronomía y astrofísica.

Recibido el 12 de mayo de 2009, aceptado el 20 de mayo de 2009.


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